Upload
tortilla-pro-letaria
View
35
Download
0
Embed Size (px)
Citation preview
U n i v e r s i d a d V i r t u a l d e Q u i l m e s
2013
TRABAJO FINAL
“UNIVERSIDAD,
SOCIEDAD Y ESTADO”
Sonia Gonorazky
ESPECIALIZACIÓN EN DOCENCIA EN ENTORNOS VIRTUALES
Trabajo Final USE
1
TRABAJO FINAL SEMINARIO “UNIVERSIDAD, SOCIEDAD Y
ESTADO”
El trabajo final consiste en elegir uno de estos tópicos o ejes de debate y analizarlo a partir de
los procesos que han ido configurando este nivel del sistema en nuestro país.
El eje elegido es
iii) la revisión de la agenda de la investigación académica
GONORAZKY
2
A lo largo del seminario USE analizamos el sistema universitario argentino como una
institución estatal educativa (considerando preeminentemente la formación y titulación
profesional que brinda) y productora de conocimiento científico con diferentes grados de
inserción en la vida social y cultural que reflejan los diferentes momentos políticos1 nacionales,
regionales y mundiales a lo largo de los recientemente cumplidos cuatro siglos de tradición
universitaria local.
A partir de los contenidos y bibliografía del seminario, intentaré rastrear una trayectoria
posible que describa cómo se fue configurando la agenda de investigación
académica/científica universitaria siguiendo los recortes temporales y conceptuales del plan
de trabajo del seminario UNIVERSIDAD, SOCIEDAD Y ESTADO. La consigna elegida para este
trabajo final es desafiante, ya que la cuestión específica de la agenda de investigación
académica no es abordada en forma explícita en la bibliografía consultada ni en los materiales
didácticos, salvo en el correspondiente a la última clase. Aún allí, se consideran principalmente
cuestiones de organización y administración de recursos en desmedro de una caracterización
de la producción académica.
En general, el material consultado pone el foco en la universidad como formadora de
profesionales y considera la vinculación con la sociedad a través de la extensión universitaria
pero no profundiza explícitamente en el tema de la investigación que no obstante está
implícito ya que en muchas disciplinas académicas la docencia universitaria se asienta en
proyectos de investigación o de producción (ver “El escenario de la universidad argentina” en
la clase 8).
En este trabajo final trato de recontruir a partir de párrafos seleccionados del material
didáctico del seminario las principales cuestiones y los acontecimientos que fueron marcando
la agenda de investigación académica. Como señalo más adelante, la misma no es un tema que
aparezca en forma explícita. Mi apuesta es que el tema de la consigna cobre fuerza y presencia
a partir de una lectura e interpretación transversal de las cuestiones que aquí reporto.
A modo de prolegómeno, expongo mis apreciaciones respecto a la pertinencia de considerar
los calificativos “académica” o “científica” como equivalentes, al referirnos a la consolidación y
desarrollo de la agenda de investigación nacional.
1 Entiendo el término “momentos políticos” en un sentido amplio que engloba la coyuntura política sin
separarla de lo económico, social, cultural
Trabajo Final USE
3
¿Investigación científica es equivalente a investigación académica?
A nivel nacional, puede decirse que en términos generales investigación académica
universitaria es sinónimo de investigación científica ya que la investigación privada es ínfima
(clase 8, página 5). Según el Anuario 2007 de Estadísticas Universitarias de la SPU, las
universidades nacionales reúnen el 57% del personal dedicado a las actividades científicas y
tecnológicas (clase 8, pág.14). Por otro lado, la producción científica tampoco está
homogéneamente distribuida, ya que son las universidades más grandes las que concentran la
mayor parte de la producción académica y disponen de recursos materiales, humanos y
económicos para desarrollar este tipo de tareas. El texto de la clase 8 señala que:
“las grandes universidades concentran las carreras de carácter científico y tecnológico,
mientras que las universidades de creación reciente ofrecen casi exclusivamente carreras de
corte profesional que no requieren de laboratorios especializados ni equipamiento específico.”
(clase 8, pág 13)
“las grandes universidades públicas (UBA, UNLP, UNC, UNT y UNCu), concentran alrededor del
80% de los postgrados y sobre todo de los programas de doctorado” (clase 8, pág.14) que son
los pilares concretos que sostienen la investigación, formando y proveyendo recursos
humanos.
Sería interesante analizar si este panorama persiste en la segunda década del siglo. La
bibliografía no da cuenta de los últimos años en que el apoyo estatal a la investigación
académica se ha incrementado notablemente en el marco de un proyecto político concreto.
Emergentes de estas políticas son los numerosos sistemas de becas para estudiantes de
carreras estratégicas (tema que abordé en el trabajo parcial obligatorio), el aumento del
presupuesto y las políticas de promoción científica.
La agenda de investigación académica. Un recorrido según el plan de trabajo
de USE
La agenda de investigación académica parece constituir un tema escurridizo ya que aunque el
programa barre los cuatrocientos años de historia universitaria nacional, solo muy
recientemente la investigación científica consiguió el estatus de cuestión de estado, en el
marco de la sociedad informacional (postindustrial), cuya dinámica se ancla principalmente en
los flujos de información y conocimiento.
El foco de nuestro curso fue el de la política educacional universitaria, paradigma de
integración y ascenso social de la sociedad industrial. En este contexto, la investigación podría
considerarse como un aspecto complementario del formativo, situación que se modifica a
partir de los años 90, primero bajo un modelo neoconservador vasallo de las regulaciones
internacionales hegemónicas y posteriormente, ya entrados los años 2000, desde un
paradigma de modernización y fortalecimiento del estado sensible a las demandas sociales
locales y regionales.
GONORAZKY
4
En la clase 1, el eje organizador fue “La política educacional como política pública”. No se hace
referencia explícita a la agenda de investigación, lo que de algún modo puede justificarse en
base a la prevalencia de los discursos y enfoques característicos de la sociedad industrial
moderna.
En la clase 2 analizamos “La orígenes medievales de la Universidad y sus transformaciones en
la modernidad”, recorriendo los siglos XVII a principios del siglo XX
La universidad de Córdoba, fue fundada en 1613 por los jesuitas de acuerdo al modelo
medieval de formación escolástica, con el objetivo de “garantizar la unidad religiosa y la
vinculación con la cultura de la corona española” (clase 2, pag 2) y dando deliberadamente la
espalda a la realidad social de los pueblos americanos. Si bien el orden medieval comenzaba a
resquebrajarse en algunos países europeos y el poder de la iglesia católica se debilitaba ante el
avance de las ideas del positivismo, este proceso se dio más tardíamente en España y sus
territorios coloniales por razones que escapan a los alcances de este trabajo. Esta cuestión es
relevante porque entre los profundos cambios que comenzaron a operarse, “la ciencia tomó
relevancia tanto en la enseñanza como en la investigación” (clase 2, página 2) cambiando los
paradigmas de conocimiento e investigación vigentes hasta esa época.
Recién en la segunda mitad del siglo XVIII, con el ascenso de la Casa Borbón al trono español y
la expulsión de los jesuitas, las universidades latinoamericanas viran hacia esquemas de
“universidad napoleónica” con un enfoque hacia lo que actualmente llamamos “ciencias
aplicadas”, alejándose del método escolástico contrario a los enfoques positivistas
emergentes, pero también desatendiendo las que actualmente denominamos “ciencias
básicas”. Este panorama se mantuvo durante el siglo XIX cuando los estados nacionales
latinoamericanos se independizan de la corona española. En este contexto –e influenciado
fuertemente por los intereses de la clase urbana porteña- se crea la Universidad de Buenos
Aires en 1821.
Debido al carácter pragmático y “tecnocrático”2 del modelo universitario napoleónico y a las
características de la mentalidad positivista de la época considero que no puede decirse que
existiera una política estatal o universitaria específicamente orientada a la investigación
académica. No obstante, la relevancia que comienza a adquirir el programa científico es sin
duda un antecedente relevante para nuestro tema.
En este contexto, es interesante resaltar la opinión de José Manuel Estrada que consideraba
que la prevalencia que se daba a la formación en las profesiones liberales retrasaba la apertura
de carreras científicas en la universidad. En su opinión “una universidad era un centro para el
cultivo de la ciencia y sólo accesoriamente una escuela preparatoria de profesiones liberales”
(clase 2, pág. 6). Seguramente la opinión de Estrada no era una opinión aislada, pero estaba
lejos de ser la hegemónica. Es llamativo analizar a partir de los datos biográficos de Estrada en
Wikipedia su pertenencia a la rama católica reaccionaria que se opuso tanto a la enseñanza
2 El uso del término “tecnocrático” es aquí anacrónico, no obstante lo cual lo considero pertinente e
interesante. En efecto, la idea de tecnocracia cobra sentido recién alrededor de la década de 1930.
Trabajo Final USE
5
laica como al matrimonio civil, no obstante lo cual sus ideas respecto a la educación
universitaria podrían considerarse “de avanzada”.
En la clase 3, analizamos principalmente la reforma de 1918. El título de la clase, “El rol político
de la Universidad”, marca un foco de atención muy concreto en el tema tratado, pero de
ningún modo debe llevar a considerar que las universidades cumplen un rol político
únicamente en momentos aislados o situaciones específicas. Al contrario, y tal como
analizamos a lo largo de todo el seminario, tanto al interior de la dinámica universitaria como
en las vinculaciones entre universidad y sociedad en general, los aspectos políticos son
siempre de la mayor relevancia.
La reforma universitaria de 1918 (iniciada en Córdoba y propalada a toda Latinoamérica) no
puede entenderse si no es enmarcada en los procesos sociopolíticos de modernización y
consolidación del estado nacional y en el acceso de las clases medias –con intereses bien
distintos de los de las oligarquías tradicionales- al poder político. Así:
“Los objetivos centrales del movimiento fueron ampliar las bases del cogobierno universitario
otorgando ciudadanía a otros claustros como el de los estudiantes, e incorporar nuevas formas
de producción y desarrollo del pensamiento científico, y métodos de enseñanza. De esta
manera la Reforma Universitaria se ubicó en línea con la reforma del sistema político que
amplió la participación de la sociedad civil.” (clase 3, página 2)
Al igual que las contradictorias posturas de Estrada, la creciente influencia y poder político de
los sectores medios urbanos influenció y comenzó a determinar los temas prioritarios de los
programas de investigación universitarios.
Las “cuatro grandes banderas de la reforma universitaria”:
i) modernización de la enseñanza (principalmente acceso a la docencia
por concurso y libertad de cátedra);
ii) participación estudiantil en el cogobiernos universitario;
iii) antiimperialismo y unidad latinoamericana, y
iv) autonomía universitaria;
constituyen pilares que son considerados centrales (por las/los autores de la clase) para el
desarrollo de la ciencia y la cultura en un contexto sociopolítico particular, habilitando recursos
materiales, humanos y económicos así como un contexto adecuado para las tareas de
investigación. Es decir que, sin ser aspectos que explícitamente se relacionen con la
investigación académica, representan componentes prácticamente indispensables para que la
misma pueda prosperar bajo un paradigma democrático liberal. En este punto podría
discutirse la significación que tiene la injerencia del Estado sobre las políticas y la vida
universitarias, pero esto requeriría una toma de posición y un grado de explicitación de la
propia ideología que excede a los objetivos del seminario tal como se desarrolló a lo largo del
trimestre. Me limito entonces a resumir los aspectos señalados en el material didáctico de la
cátedra sin analizar mi acuerdo o desacuerdo con el mismo.
GONORAZKY
6
Las clases siguientes (de la 4 en adelante) abordan la historia más reciente, entre la década del
30 y el gobierno de Néstor Kirchner.
En 1943 un golpe militar impone un gobierno concebido según los modelos antiliberales y
autoritarios de la década del 30. La intervención a las universidades nacionales afectó
negativamente la vida académica, con previsibles retrocesos en el campo de la investigación
consecuencia de la persecución ideológica y la expulsión de docentes y estudiantes.
En cuanto a la presidencia de Perón, las interpretaciones de su política universitaria son
divergentes, según las simpatías ideológicas de las/los analistas. Se coincide en la injerencia del
poder político central que puede interpretarse como una forma de neutralización y
avasallamiento de los sectores de oposición o bien como políticas activas tendientes a producir
cambios de fondo en el modelo productivo y redistributivo nacional.3
EN 1958, durante el gobierno de Frondizi se crean las primeras universidades privadas
argentinas, que ofrecen formación profesional pero que generalmente no llevan a cabo
proyectos de investigación.
La época de oro de la universidad refleja y se nutre de algunos de los objetivos de los
gobiernos desarrollistas. Se avanza en la departamentalización y la modernización del diseño
curricular y también se crean nuevas carreras en el campo de las ciencias sociales y humanas.
En la segunda mitad de la década de los 60, “la Universidad se consolidó como un gran canal
de movilidad e integración: la matrícula creció espectacularmente, la enseñanza y la
innovación se asociaron y alcanzaron intensos debates epistemológicos donde se insertaban
las tensiones políticas de la sociedad argentina. De esta manera, el campo académico se dividía
entre aquellos que ponían el acento en la pertinencia y la calidad de la ciencia; y aquellos que
comenzaban a asociar la vida universitaria con el compromiso político.” (clase 5, pág 2).
Todo este movimiento es cortado de cuajo por Onganía, que prácticamente inaugura su
gobierno inconstitucional con la violentísima intervención conocida como la “Noche de los
bastones largos”. Aunque algunos equipos docentes y de investigación procuraron una
resistencia “desde adentro”, los equipos de investigación más calificados fueron
desmantelados material y simbólicamente.
Durante el gobierno de Cámpora, las universidades se politizan orientándose hacia un fuerte
compromiso social. Poco después, el proceso de derechización tras la muerte de Perón en julio
de 1974 significa un fuerte retroceso en estos aspectos, llegándose al cierre de algunas
universidades y a la expulsión de docentes, investigadores y estudiantes.
La política respecto a universidad e investigación de la dictadura cívico-eclesiástica-militar
1976-1983 fue brutal y contundente, imponiendo un estricto control ideológico, la reducción
3 Es interesante notar que tensiones de la misma naturaleza caracterizan los debates políticos actuales
en el campo de las políticas universitarias en que el estado nacional tiene una fuerte injerencia en los proyectos de investigación y desarrollo tecnológico que considera estratégicos. Esta cuestión ya fue abordada en el trabajo parcial obligatorio del seminario, presentado junto con Ernesto Dufour y Sandra González.
Trabajo Final USE
7
de la matrícula y la canalización de la investigación fuera de la universidad. Se cerraron
carreras, se establecieron cupos y se arancelaron los estudios. El presupuesto fue también
reducido drásticamente. El impacto de estas medidas fue un continuado deterioro de las
condiciones y la calidad de la investigación académica.
La situación apenas pudo revertirse en algunos aspectos durante el gobierno democrático de
Alfonsín. Se avanzó en restaurar las prácticas democráticas y reformistas universitarias bajo la
impronta de clase y de cultura propias del radicalismo, pero siempre bajo el fuerte límite
impuesto por las cuestiones económicas.
En la década del 90 se impone el modelo neoliberal de reforma del estado, afín a los intereses
de los sectores que habían apoyado la dictadura cívico-eclesiástica-militar. Ni la universidad ni
el sistema científico quedan fuera de la reforma global del Estado de acuerdo a recetas de
organismos internacionales tecnocráticos y de derecha.
“Durante la década de 1990, los gobiernos de los países de América Latina, a través de un
consenso establecido entre economistas neoconservadores y algunos organismos
internacionales, denominado Consenso de Washington, acordaron un conjunto de nuevas
políticas destinadas a producir dinamismo económico en la región. A su vez. Explicaba las
causas del fracaso económico y el atraso en materia científico-tecnológica en el modelo
económico y de industrialización adoptado hasta el momento, caracterizado por lo que se
consideraba una asignación ineficiente de recursos fiscales, intervencionismo estatal y
proteccionismo, que impediría el libre funcionamiento de los mecanismos de mercado y la
acción de la competencia, considerados éstos como factores claves de la reactivación
económica y el consecuente desarrollo industrial. […]
El origen de la enunciación de estas nuevas orientaciones en el sistema universitario se
observa en el sector económico, a partir de la codificación mercantil del conocimiento. En
otras palabras, a partir de la creciente importancia que para la economía adquiere el
conocimiento científico-tecnológico, que se constituye en un bien rentable, se operan cambios
en las políticas universitarias. (clase 8, pág 1)”
En este marco, la transformación del sistema de Educación Superior
“tuvo lugar en un escenario dominado por un debate mundialmente extendido en torno al
papel del Estado, y el rol del mercado. Este debate promovió un cambio orientado a modificar
el modelo de desarrollo imperante y a iniciar un proceso de reestructuración de la economía
tendiente a incorporar a la Argentina al flujo de intercambio mundial de bienes y servicios"
GARCÍA FANELLI, 1988 : 2” (extraído de la clase 7, pág. 4)
“La reforma fue impulsada, principalmente, desde la Secretaria de Políticas Universitarias
(SPU) del Ministerio de Cultura y Educación, tras su creación en 1993. Desde entonces, la
cuestión universitaria ganó preeminencia dentro de la agenda de políticas públicas educativas.
Esta agenda estuvo centralmente dominada, en sus orígenes, por temas referidos al
financiamiento y a los mecanismos de distribución del presupuesto público; posteriormente,
se amplió a políticas de evaluación y acreditación. Esto fue más evidente a partir de 1995, con
GONORAZKY
8
la sanción de la Ley 24.521de Educación Superior (LES). El nuevo marco regulatorio se sancionó
en un contexto en el que el aumento de las demandas sociales en torno a los servicios de
educación superior se combinaba con restricciones crecientes en el gasto social del sector.
“Las políticas educativas de esos años abandonaban los lineamientos ideológicos del Estado
Benefactor, dejando paso a la instalación del llamado Estado Evaluador.
Este último persigue la garantía pública (accountability) por el uso de los fondos del Estado
introduciendo mecanismos de distribución presupuestaria en función de asignaciones
competitivas ligadas al desempeño y al resultado” (clase 7, pág 4)
La década del 90 fue la década de la evaluación. El foco se pone en la certificación y
evaluación, en modelos eficientistas que restringieron los proyectos y presupuestos de
investigación, privilegiándose el conocimiento científico-tecnológico económicamente rentable
para un modelo neoliberal. Se abandona la “benevolencia estatal” que había caracterizado el
vínculo universidad-estado desde la reforma de 1918. En este contexto, el conocimiento (tanto
como la investigación) son considerados desde los poderes hegemónicos como mercancías y
bienes de consumo y no como bienes sociales y la evaluación –en particular su impronta
racionalizadora según un enfoque de derecha- obligó a redefinir la relación y las funciones de
la universidad como actor social:
“Las políticas de evaluación tuvieron un carácter fuertemente incremental y negociado entre el
Estado y las Universidades, lo que dificultó su proceso de diseño e implantación. Además, se
introdujeron una serie de cuestiones que atañen a la legitimidad de las instituciones y que hoy
constituyen el eje y el trasfondo del debate: la equidad y el arancelamiento de los estudios de
grado, la baja capacidad de retención y graduación del sistema, el modelo de acceso, y la
relación con otros actores sociales estratégicos, como el empresariado, y la crisis
presupuestaria que se reflejaba en los bajos salarios docentes, en la obsolescencia de los
laboratorios y en la escasez de los recursos destinados la investigación científica.” GARCÍA
FANELLI, 1998: 4 (clase 7, pág. 7)
“La reforma se desarrolló el marco de un proceso de reestructuración
económica que afectó al conjunto de las facetas de la vida social, y al mismo
tiempo que el Estado impulsaba transformaciones en todo el ámbito educativo
con pretensiones refundantes del sistema.” (clase 7, pág. 7)
Si bien las universidades opusieron resistencias a una racionalización que diezmaba sus
prácticas, la necesidad de recursos económicos en un contexto de escasez y competencia
terminó prevaleciendo frente a tradiciones de docencia e investigación bien arraigadas.
El Consenso de Washington, acordado por los gobiernos de los países latinoamericanos de
acuerdo a prescripciones neoconservadoras, explicaba el fracaso económico y el atraso
científico-tecnológico a partir del intervencionismo y el proteccionismo estatales, proponiendo
recetas privatizadoras, de apertura comercial y financiera y de desregulación. (clase 8, pág 1)
Trabajo Final USE
9
“las universidades quedaron sometidas a un contexto que les exige competir
para ocupar una posición institucional que en décadas anteriores tenían
garantizada a partir de sus relaciones corporativas con el Estado” (clase 8, pág
2)
La cuestión de la ciencia y la tecnología en la universidad argentina
“A su vez, en un contexto de restricción de recursos públicos, fueron tomando cuerpo las
políticas del Estado en materia de I&D y se fueron sucediendo distintos cambios en la
administración pública, en lo que respecta al sistema científico-tecnológico… Como parte de la
reestructuración del Ministerio de Cultura y Educación, fue aprobada la nueva estructura de la
SECyT […] que se transformó en el organismo de formulación de la política científica y
tecnológica […] Por otra parte, se creó el Concejo Federal de Ciencia y Tecnología.” (clase 8,
página 2)
“Se creó la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT) con recursos
propios para otorgar subsidios a la investigación y a la transferencia tecnológica.
[…]La SECyT se constituyó en el organismo encargado de la elaboración e implementación de
las políticas públicas en materia de ciencia y tecnología, mientras que el CONICET quedó a
cargo de llevar a cabo esas políticas de investigación y desarrollo mediante unidades
ejecutoras” (clase 8, página 3)
Todas estas políticas “se enmarcaron en los enfoques de organización de los sistemas de
ciencia y tecnología de los países desarrollados y de industrialización reciente. […] Este
enfoque sostiene que cuando los órganos de promoción están extremadamente subordinados
al ámbito de las decisiones políticas, tienden a desentenderse las actividades de investigación
básica; y que cuando los organismos de promoción cuentan con unidades de ejecución
(institutos e investigadores) tienen a perder objetividad, desatendiéndose el conjunto de los
restantes organismos ejecutores del sistema.”
Con el cambio de gestión en 1999, se comienza a articular medidas e instrumentos para
establecer un “Sistema Tecnológico y Científico Nacional y a comienzos del 2000 todos los
bloques parlamentarios acordaron considerar este tema como cuestión de Estado.
“A comienzos del 2000 todos los bloques parlamentarios acordaron tratar el Sistema de
Tecnología, Ciencia e Innovación Productiva como cuestión de Estado. El pacto dio como
resultado la Ley Marco 25467de Ciencia y Tecnología aprobada en el Congreso de la Nación y
el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología.
Sin embargo, podemos mencionar que la dinamización del sector científico-tecnológico es aún
muy limitada, la docencia se nutre en escasa medida de la investigación, y los esfuerzos de
investigación en las universidades están poco articulados entre sí.” (clase 8, pag 5)
“El modelo neoliberal, en lo referente a las Universidades, impuso mecanismos regresivos de
subvención estatal que generaron un proceso de desfinanciamiento progresivo, sumado a las
políticas de evaluación externa, y a la modificación en las condiciones de trabajo de los
GONORAZKY
10
académicos, entre otros. Este modelo fue instalado por los organismos internacionales de
crédito que no solamente negociaron con los gobiernos las condiciones financieras de
otorgamiento de préstamos para la “transformación educativa”, sino que además dictaron las
condiciones organizativas y académicas de las instituciones de Educación Superior” (clase 8,
pág. 5)
De acuerdo a la clase 8 del seminario “En nuestro país, la universidad es una de las
instituciones de mayor importancia desde el punto de vista del desarrollo científico
tecnológico, en particular las universidades públicas que reúnen más de la mitad del personal
dedicado a las actividades científicas y tecnológicas, aunque la inversión en I&D por
investigador es muy inferior a la de muchos países de la región.” (clase 8, pág 9)
“La Argentina cumplió eficientemente los pasos propuestos por la "agenda internacional de la
modernización de la educación superior": se creó la Comisión Nacional de Evaluación y
Acreditación Universitaria (CONEAU), y se pusieron en marcha los procesos evaluativos y de
acreditación así como el autofinanciamiento en aras del manejo eficiente de los recursos.
Por otra parte, y como un mecanismo adicional para aumentar la productividad docente, la
Secretaría de Políticas Universitarias (SPU) del Ministerio de Educación de la Nación,
implementó programas como el Fondo para el Mejoramiento de la Calidad (FOMEC) con
exclusivos fondos derivados de los créditos otorgados por el Banco Mundial y el Programa de
Incentivos a Docentes Investigadores, con fuertes implicancias en el desarrollo académico y
profesional de los docentes universitarios, y con consecuencias directas en las prácticas de la
investigación, diferenciando las recompensas a los miembros de la comunidad académica en
función de su desempeño. […]
Por otra parte, en 1993 la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación
estableció un Programa Universitario de Vinculación y se capacitó a funcionarios universitarios
en el marco de encuentros, seminarios y talleres de trabajo que promocionaban la vinculación
universidad-empresa a partir de la implementación de diversos canales de transferencia de
resultados.” […]
En el marco de la Ley 23877de Transferencia de Tecnología, varias de estas instancias fueron
acreditadas como Unidades de Vinculación Tecnológica (UVT), es decir como enlaces entre el
sistema de generación de innovaciones y los usuarios privados.
En relación a la apropiación de estos nuevos dispositivos que generan nuevas orientaciones en
la investigación académica, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) viene advirtiendo que
el incremento de la participación del financiamiento privado y direccionado por el mercado,
puede incidir priorizando ciertas líneas de investigación aplicada orientadas a resolver
problemas específicos de la producción y abandonando aquellas consideradas irrelevantes
para obtener mayores ganancias ”(clase 8, pág 11)
Trabajo Final USE
11
Reflexiones finales
Este trabajo es una extensa recopilación de fragmentos seleccionados del material de estudio
del seminario UNIVERSIDAD, SOCIEDAD Y ESTADO. Recientemente, escuché a la especialista
Verónica Perosi4 reivindicar el valor del todavía frecuentemente denostado recurso de “buscar
en wikipedia, cortar y pegar”. Su argumento –que comparto- es que vivimos en tiempos en
que el acceso a información específica y personalizada es prácticamente ubicuo e instantáneo
y que resulta imprescindible incorporar estas cuestiones en el contexto de la educación y la
evaluación de aprendizajes, poniendo el acento no en la originalidad ni la autoría sino en la
coherencia y sentido creados a partir del collage o composición de textos y recursos.
No es éste el espacio ni el momento para ampliar sobre estas interesantes cuestiones que –
vale la pena mencionar- bien pueden enmarcarse en las reflexiones que propone Carmen
García Guadilla (2005)5.
A mi entender –y tal como anticipé en las primeras páginas- el tema de la agenda de
investigación académica es transversal a todo el curso, aunque no se lo trate de manera
específica. El foco está puesto en lo educacional, no en la investigación. Siendo como soy una
persona formada y graduada en una facultad de ciencias exactas en una universidad pública,
no puedo separar la tarea de investigación de la propia de la formación profesional
universitaria, por lo que tal vez mi recorte puede menos prístino que lo que yo considero si se
piensa desde las ciencias sociales.
En relación a la investigación académica, entiendo que los aspectos abordados con más detalle
a lo largo del curso (especialmente en las dos últimas clases) fueron el financiamiento a las
universidades y la autonomía de éstas para administrar sus recursos, así como la manera en
que el modelo evaluador eficientista determina o influye en las prácticas profesionales de las y
los investigadores que desempeñan sus tareas en las universidades. Entiendo que en los
últimos 4 o 5 años las políticas de estado respecto a la investigación han ido cambiando
sensiblemente y en sentido positivo, pero no he podido acceder a fuentes de información
adecuadas para documentar el tema que, de todos modos, escapa a los contenidos tratados
en el curso.
Junio 2013
4 Comunicación oral en la charla impartida en la FCEN-UBA en el contexto del Sexto Seminario del DBBE
"Enseñar con tecnologías en la universidad: tendencias, problemas y perspectivas" Horario y Lugar: Viernes 14-6 de 12 a 13, en Pab II, Ciudad Universitaria. 5 Carmen García Guadilla, Tensiones y Transiciones. Educación Superior latinoamericana en los
albores del tercer milenio, Edit. Nueva Sociedad y Cendes, Caracas (1. edición: 2002; 2ª. edición, 2005)