33

LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Embed Size (px)

DESCRIPTION

JOSEFINA PéREZ y VIVIANA VEGA - La enseñanza de la historia contemporánea de A. Latina en las Univ del Cono Sur * Este trabajo examina críticamente cómo se plantea la enseñanza de la historia latinoamericana en los planes de estudio de las universidades del cono sur. Para ello, las autoras revisan los principales lineamientos del tema de manera comparativa. Con base en el estudio de planes de estudio y de entrevistas realizadas a destacados docentes del área, postulan que, a pesar de diversos intentos en contrario cuyos orígenes pueden rastrearse hasta los albores mismos de la independencia, la enseñanza de la historia latinoamericana continúa teniendo un fuerte sesgo eurocentrista.

Citation preview

Page 1: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
Page 2: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
Page 3: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
Page 4: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Josefina PérezViviana Vega

La enseñanza de la historiacontemporánea de América Latinaen las universidades del Cono Sur

prohistoriaediciones

Page 5: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
Page 6: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Josefina PérezViviana Vega

La enseñanza de la historiacontemporánea de América Latinaen las universidades del Cono Sur

prólogo de Carlos Antonio Aguirre Rojas

prohistoriaediciones

ISBN: 978-987-1304-14-1Rosario, 2007

Page 7: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Pérez, JosefaLa enseñanza de la historia contemporánea de América Latina en las universidades del Cono Sur /Josefa Pérez y Viviana Vega1a ed. - Rosario: Prohistoria Ediciones, 2007.90 p.; 23x16 cm.

ISBN 978-987-1304-14-1

1. Historia Contemporánea-Educación Superior. I. Vega, Viviana II. TítuloCDD 907.12

Fecha de catalogación: 11/05/2007

Composición y diseño: Liliana AguilarEdición: María Paula PolimeneDiseño de Tapa: A ver, la mascota de José

TODOS LOS DERECHOS REGISTRADOSHECHO EL DEPÓSTIO QUE MARCA LA LEY 11723

© Josefina Pérez – Viviana Vega – prohistoria edicionesTucumán 2253, (S2000JVA) – Rosario, Argentina

Prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, incluido su diseño tipográfico y de portada, encualquier formato y por cualquier medio, mecánico o electrónico, sin expresa autorización del editor.

Este libro se terminó de imprimir en los talleres de Cromografica, Rosario, en el mes de junio de 2007.Se tiraron 500 ejemplares.

Impreso en la Argentina

ISBN: 978-987-1304-14-1

Page 8: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

A Marta Gordillopor su apoyo y colaboración

Page 9: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
Page 10: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

Índice

11PRÓLOGO ....................................................................................................

INTRODUCCIÓN ........................................................................................

CAPÍTULO I. La historia, nuestra historia ...................................................

Latinoamérica y su identidad .......................................................................

CAPÍTULO II. Contrastes de pensamiento entre Europa y América ...........

Internándonos en el siglo XX ........................................................................

Una historia diferente tiene lugar en América Latina .................................

CAPÍTULO III. Entramos en una nueva etapa histórica ..............................

Nuestra identidad ..........................................................................................

Las ideologías ...............................................................................................

Recorrido historiográfico: la historiografía latinoamericanadesde sus inicios hasta la década de 1960 ...................................................

Temáticas y preocupaciones en la historiografía latinoamericana .............

Contexto general: los años 1960s. y 1970s. .................................................

Las corrientes historiográficas en los años 1960s. ......................................

Las últimas décadas del siglo XX .................................................................

La educación en el contexto neoliberal ........................................................

13

20

28

25

26

37

39

42

45

50

55

57

60

15

37

Page 11: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

CAPÍTULO IV. Los planes de estudio de la carrera de Historia .................

Análisis de los planes de estudio ..................................................................

Particularidades ............................................................................................

CAPÍTULO V. Centros de estudios latinoamericanos ..................................

Algunos planteos en relación con la situación actual de la docenciasobre América Latina en México ..................................................................

Reflexiones sobre el desarrollo contemporáneo de los estudioslatinoamericanos ...........................................................................................

Actualidad .....................................................................................................

CONCLUSIONES .........................................................................................

BIBLIOGRAFÍA ...........................................................................................

75

85

89

81

82

83

65

69

73

Page 12: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

INTRODUCCIÓN

El presente trabajo es deudor de los debates y discusiones, formales ocircunstanciales, surgidos entre colegas y profesores de Historiaegresados de nuestro Instituto y de otras universidades, que se produ-

jeron en diferentes escenarios como reuniones de cátedra, congresos, organis-mos relacionados con la educación y también en charlas de café. Al terminarla carrera de Historia tomamos conciencia de que, con el conocimiento adqui-rido, habíamos construido el esqueleto de un precioso edificio. Teníamos pordelante la ardua tarea de rellenarlo y darle terminaciones. El conocimientoobtenido también nos sirvió para reflexionar sobre aquello de “sólo sé que nose nada”. Dentro de este cúmulo de pensamientos, sentimos que teníamos unadeuda mayor con la historia de América Latina, que trasladamos a los planesde estudio ya que consideramos que en nuestro país, y en Latinoamérica engeneral, se le da escasa importancia a la enseñanza de la historia latinoameri-cana a nivel medio y superior. Así, pues, nos propusimos investigar sobre laenseñanza de la historia latinoamericana contemporánea, a nivel universita-rio, en nuestro país y en países vecinos.

Pretendemos realizar un trabajo que nos permita conocer los lineamientos,las singularidades, las semejanzas y las limitaciones de la formación universi-taria con respecto al estudio de la historia latinoamericana en la propiaLatinoamérica. En este sentido, formulamos los siguientes interrogantes:- ¿Qué se aborda de la historia latinoamericana de los siglos XIX y XX en la

carrera de Historia de nuestras universidades?- ¿Qué se enseña y qué no, qué recortes se hacen, cómo construye y resignifica

América Latina su propia historia en las aulas universitarias, de dónde senutre la ciencia para construir la Historia?

- ¿Hay una uniformidad, se puede hablar de una particularidad latinoameri-cana común en esta especificidad?

- ¿Cuánto tiempo, en horas cátedra, se le dedica al estudio de la historia lati-noamericana contemporánea?

- ¿Cuáles son las características de la cursada?- ¿Qué bibliografía se emplea y cuáles son los autores más leídos?- ¿Qué contenidos predominan?

Page 13: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

14 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

- ¿Qué material editado existe sobre el tema que nos inquieta?- ¿Cómo fue la evolución de esta cátedra dentro de la carrera de historia?- ¿Cómo fue la evolución del estudio de la Historia?- ¿Cuándo surgió la cátedra de Historia de América Contemporánea y en qué

contexto?Finalmente, esta información, que contribuye a dejar impresas tenden-

cias definidas desde una dinámica propia, atraviesa dimensiones políticas,sociales y culturales que nos llevan a visualizar un contexto general, históricoe historiográfico, haciendo un recorte y jerarquizando factores especiales queatraviesan el período. Tomamos como referentes a autores como EricHobsbawm, Leopoldo Zea, Alcira Argumedo, José Luis Romero y otros, aefectos de centrarnos en algunos ejes y hacer un cuadro comparativo en tornodel núcleo de nuestro trabajo.

Nos abocamos, entonces, en primer término, a obtener información so-bre planes de estudio, programas y contenidos de la carrera de Historia, ydentro de ella acerca de la cátedra de Historia Latinoamericana, en las univer-sidades nacionales y algunas vecinas (Uruguay, Perú, Chile, Brasil, Bolivia),como así también a buscar publicaciones que tuvieran relación o que tratarandirectamente el tema abordado. Además, entrevistamos a docentes y a intelec-tuales contemporáneos y acudimos a diferentes escritos que, desde distintoslugares, dentro del marco ideológico latinoamericano, tuvieron esta preocu-pación y la investigaron.

Cabe señalar que encontramos limitaciones. En primer lugar, es muy di-fícil obtener información sobre los planes de estudio, programas y contenidosde las carreras de Historia –y dentro de ella sobre la cátedra de Historia deLatinoamérica– en las universidades de países extranjeros, ya que, en la ma-yoría de los casos, no tienen cargada la información en Internet y es extrema-damente difícil obtenerla por otra vía, especialmente teniendo en cuenta lafalta de presupuesto.

Tampoco accedimos a publicaciones que tuvieran relación directa con eltema abordado. Sí hallamos trabajos ligados con la evolución y el enfoque dela enseñanza de la Historia, acerca de la educación, vinculados con el papel dela universidad y la situación de la universidad latinoamericana y su relacióncon el contexto histórico o con la sobrecarga de esa visión eurocentrista de laHistoria –factor de gran incidencia sobre el problema planteado.

Page 14: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

CAPÍTULO V

Centros de estudios latinoamericanos

Habiendo tomado conocimiento de la existencia de centros de estudioslatinoamericanos, hemos decidido investigar su importancia ydesarrollo, así como sobre su implicancia en la enseñanza formal de

la Historia.Indagando sobre su origen y formación, encontramos que en 1985 tuvo

lugar en México un encuentro coordinado por la Universidad Autónoma, conel objeto de reflexionar acerca de las perspectivas que se abrían para la inves-tigación y la docencia en los estudios latinoamericanos.79 En el discurso inau-gural del mismo, Julio Labastida Martín del Campo expuso sobre el desarro-llo de los estudios latinoamericanos en México, en función del esfuerzo de laUniversidad Autónoma y de la colaboración de muchos intelectuales que po-sibilitaron el proceso de maduración de estos centros. Allí señalaba queLeopoldo Zea, en 1947, inició un seminario sobre la historia de las ideas enAmérica Latina, que posteriormente se convirtió en el Centro de EstudiosLatinoamericanos de la Facultad de Filosofía y Letras, y que, por otra parte,Pablo González Casanova estuvo ligado a la creación, en 1961, del Centro deEstudios Latinoamericanos de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.Los esfuerzos de ambos intelectuales, pioneros en este emprendimiento, crea-ron las bases para que en la década de 1970 tomaran auge los estudios latinoa-mericanos, que a la vez recibieron el aporte de numerosos refugiados de otrospaíses de la región. Con estos aportes se logró crear en México la licenciaturade postgrado, en torno al estudio de los problemas de la región; de esta mane-ra, este país se constituyó en un polo de atracción para los estudiantes intere-sados en formarse con una visión abarcadora de la situación latinoamericana.

79 COORDINACIÓN DE HUMANIDADES DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA Y LETRAS DELA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MÉXICO Balance y Perspectivas de los Estudios Lati-noamericanos, UNAM, México, 1985.

Page 15: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

76 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

Así, a mediados de los años 1980s., en la UNAM se impartía una licen-ciatura con carácter interdisciplinario estructurada en torno a la Historia, laFilosofía y la Literatura; la tendencia era convertir a la Historia en el eje fun-damental de la carrera.

A partir de los años 1950s., en consonancia con el desarrollo de diferen-tes disciplinas humanas y sociales, los estudios latinoamericanos adquirieronun perfil más definido y concreto, enriquecido por el aporte de historiadores,economistas y sociólogos que buscaban, cada uno desde su disciplina especí-fica, dar una visión global y también particular de los procesos de AméricaLatina.

En ocasión del citado encuentro, José G. Moreno de Alba hizo alusión ala necesidad de que los pueblos latinoamericanos encontraran su identidad yse aferraran a ella, con el fin de imponer sus normas culturales y sus leyeseconómicas, remarcando que aunque en la superficie aflorasen diferenciasregionales y nacionales explicables, en el fondo teníamos todos problemasanálogos y virtudes semejantes.

Jorge Ruedas de la Serna exponía en ese encuentro acerca de lainstitucionalización de los estudios latinoamericanos a nivel internacional,señalando que América Latina tenía cada vez más presencia mundial en razónde experiencias políticas diversas, como la Revolución cubana o la situacióncentroamericana; por otro lado, se habrían despertado nuevas inquietudes entorno al trabajo de los exiliados, la deuda externa multimillonaria y las mani-festaciones culturales (como el “boom” literario), que harían que AméricaLatina se constituyera en objeto de interés y de estudio. Asimismo, señalabaque, a la fecha de ese encuentro, los países de América Latina no contaban concentros de estudios semejantes a algunos dependientes de instituciones euro-peas o de Estados Unidos.

Los europeos dedicados al estudio de América Latina se distinguen porsu capacidad de acumulación de conocimientos, por la combinación de enfo-ques y por el esfuerzo de sistematización de la información. Así, encontramosen Alemania, Francia, Italia y Gran Bretaña importantísimos centros de estu-dios, dependientes de universidades o fundaciones, donde se realizan investi-gaciones históricas, socioeconómicas y culturales sobre Latinoamérica. En laUniversidad complutense de Madrid y en la de Barcelona, se imparten cursosa nivel de licenciatura, maestría y doctorado sobre América Latina.

Page 16: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

77

En la Unión Soviética, las investigaciones sobre América Latina se ha-bían iniciado en los años 1920s., sobre todo a partir del caso mexicano. En1961 se fundó el Centro de la Latinoamericanística Soviética, dependiente delInstituto de América Latina de la Academia de Ciencias de la URSS, que pu-blicaba la revista América Latina.

Con respecto a Estados Unidos, es tal la abundancia y variedad de estu-dios latinoamericanos que, de las 193 universidades que ofrecen cursos delengua y literaturas hispánicas, son más de 40 las que cuentan con carreras enestudios latinoamericanos a nivel de maestría o de doctorado.80 Las asociacio-nes norteamericanas que se dedican al estudio de nuestra región han constitui-do la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) que, por su magnitud,es una de las más importantes del mundo.

En Japón existen 5 centros de estudios latinoamericanos, entre lo cualesse destacan el de la Universidad de Sofía en Tokio y el de la Universidad deOsaka.

En cuanto a nuestra América, el desarrollo de estos estudios ha estadoafectado por dificultades varias. Por empezar, las actividades de institucionesabocadas al análisis de la cultura y de la realidad latinoamericana han sidoconsideradas indeseables por los gobiernos de facto; las dictaduras militaresde Argentina, Uruguay y Chile desmantelaron los centros que habían consoli-dado una producción académica importante. A estas dificultades de orden po-lítico se suman las de orden económico.

Sin considerar la situación especial, y quizá privilegiada, de México, elnúmero de centros y la disponibilidad de recursos en Latinoamérica son con-siderados como precarios en el Balance de Estudios Latinoamericanos reali-zado por la UNAM en 1985. He aquí un listado de los mismos:- La Casa de las Américas en Cuba.- El Centro de Estudios Latinoamericanos Justo Arosemena en Panamá.- El Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos en Venezuela.- El Centro de Estudios Latinoamericanos de la Pontificia Universidad Cató-

lica en Ecuador.- Las sedes de CLACSO y FLACSO.

80 Estos datos están contenidos en la Guía Peterson ´83 (Peterson´s Guide ´83-Humanities &Social Sciences), Editor de la Serie Phyllis Marstellar, Princeton, New Jersey, 1982.

Centros de estudios latinoamericanos

Page 17: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

78 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

- Los centros de la Universidad Central y de Los Andes en Colombia y los delas Universidades de San Carlos y Cándido Mendes en Brasil.

- En 1978, bajo los auspicios de la UNAM, se crearon la Sociedad Latinoa-mericana de Estudios sobre América Latina y el Caribe y la FederaciónInternacional de Estudios sobre América Latina y el Caribe. A partir de1979, el Centro Coordinador de esas sociedades tiene su sede en la UNAM.

El Centro Coordinador y Difusor de Estudios Latinoamericanos(CCYDEL), se plantea como objetivo contribuir a que los estudios sobreAmérica Latina y el Caribe sean un instrumento que favorezca la integracióny difusión de los mismos. El CCYDEL ha promovido la creación de centrosafines en Colombia, Brasil, Argentina y otros. En la actualidad, las institucio-nes de las cuales el CCYDEL es órgano ejecutor ascienden a más de 300 enLatinoamérica, Estados Unidos, Europa, Asia y África. La Asociación Inter-nacional de Historiadores, con sede rotativa, estableció que la incorporaciónde nuevas instituciones dedicadas al estudio de América Latina sólo se acep-taría una vez que dichas instituciones formaran parte de la mencionada Fede-ración Internacional. Con estas y otras acciones, el CCYDEL se propone con-tribuir al establecimiento de condiciones más favorables para la producciónde conocimiento con un sentido latinoamericanista.81

Susy Castor y Lucía Sala de Touron, que expusieron en el encuentro de1985 coordinado por la UNAM sobre los estudios históricos de América Lati-na en México, hablaban de una historia de América Latina en construcción.La multiplicación de las instituciones de investigación histórica y de centrosde docencia para formar historiadores y el aumento del número de historiado-res profesionales se habrían traducido, en los últimos años, en una profusiónde estudios sobre temas o etapas variados de los procesos históricos delsubcontinente. En forma paralela, hacían referencia a la crisis del conocimientohistórico en América Latina, planteando la necesidad de renovar las interpre-taciones históricas tradicionales y de revigorizar las nuevas tendencias quevenían caracterizando a la historiografía latinoamericana contemporánea. Laelaboración historiográfica sobre América Latina, tema de la ponencia de Castory Sala de Touron, hundiría sus raíces en las condiciones sociales bajo las cua-

81 RUEDAS DE LA SERNA, Jorge “Institucionalización de los estudios latinoamericanos, visióndel objeto de estudio (Europa, EE.UU. y América Latina)”, en Balance y Perspectivas..., cit.

Page 18: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

79

les se desarrollaron las ciencias sociales en general y la ciencia histórica enparticular. Señalaban las autoras que la visión globalizadora tardó mucho enemerger en el continente, dado que la corriente positivista y otras afines ocu-paron, durante un lapso importante y de manera casi exclusiva, el panoramade la historiografía latinoamericana. En este sentido, las autoras destacabanlos importantes esfuerzos para una visión de conjunto de América Latina quese manifestaron a partir de la tercera y, sobre todo, de la cuarta década delsiglo XX. En los años 1920s. Carlos Pereyra publicaba su Historia de Améri-ca y Ricardo Levene hacía lo propio con una obra homónima. En 1940, LuisAlberto Sánchez editó su Breve Historia de América. Finalmente, Castor ySala de Touron mencionaban a Leopoldo Zea, que desde 1947 organizaba unseminario sobre “Historia de las ideas en América Latina” y que en 1949 pu-blicaba su obra Dos etapas del pensamiento en Hispanoamérica: del Roman-ticismo al Positivismo. De todas maneras, la historiografía latinoamericana nolograba, sino excepcionalmente, abrirse hacia una historia continental.

A partir de la década de 1960, según las mencionadas autoras, tres nue-vos factores condicionaron el desarrollo de la ciencia histórica y caracteriza-ron la historiografía sobre América Latina:1. El triunfo y la consolidación de la Revolución cubana. Este acontecimiento

se transformó en el parteaguas de todo proceso latinoamericano; desde en-tonces, se habla de un antes y un después de la misma. Los acaloradosdebates sobre la estrategia a seguir en el campo de la Revolución adquiríanun carácter continental. También la contrainsurgencia y otros aspectos de lapolítica imperialista unían en una lucha cada vez más común a nuestrospueblos. Muchos intelectuales se congregaron en el exilio y siguieron desa-rrollando su obra de investigación. Las reflexiones se enriquecieron a partirde esta convivencia. El intercambio de información sobre los procesos his-tóricos nacionales amplió el conocimiento mutuo del conjunto de los paísesdel continente. La agresividad de la política imperialista en Centroaméricacolocó en primer plano a esta región, no sólo del escenario político latino-americano sino también mundial. La problemática de estos pueblos llevó, anivel continental, a ubicar estas experiencias en el cuadro de su evoluciónhistórica y en el contexto del destino del continente. Esta presencia de locontinental se fue imponiendo a todos los estudiosos de las ciencias sociales.

Centros de estudios latinoamericanos

Page 19: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

80 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

2. La institucionalización de las ciencias sociales en América Latina, con elestablecimiento de las facultades de Historia en las décadas de 1940 y 1950,se reforzó con la creación de las carreras de Sociología, Antropología, etc.También se sintió con mucha fuerza la influencia del pensamientodesarrollista proveniente de la CEPAL, creada a fines de los años 1940s. Enlas décadas de 1960 y 1970 existieron grandes discusiones, debates y re-flexiones sobre la realidad de América Latina. Se desarrollaron la teoría dela dependencia y las críticas a ella. Se fortaleció la corriente marxista, sediversificaron los enfoques en su interior y proliferaron otras que, califi-cándose de marxistas, se fueron alejando de los conceptos esenciales. Almismo tiempo, los economistas recurrían cada vez más a visiones históri-cas para indagar sobre el origen de los procesos contemporáneos. Así, porlas puertas de la Sociología y de la Economía, entraba la Historia con unavisión continental en el quehacer de las ciencias sociales latinoamericanas.

3. A partir de la profesionalización, nuevas influencias se hicieron sentir en elcampo de la ciencia histórica. La Escuela francesa de los Annales inspiró atoda una generación de historiadores. Al mismo tiempo, el marxismo (aun-que vetado en muchas universidades) entró por fin en las aulas, sobre todoa partir de los años 1960s. No obstante, fue tardía y escasa la producciónsobre historia global de América Latina.

La escasez de obras sobre el conjunto de América Latina escrita por his-toriadores latinoamericanos, es un dato fundamental para apreciar como éstosse han dedicado al tema de manera limitada. De todos modos, vale la penaseñalar algunos trabajos: un ensayo pionero fue el de Gustavo Beyhant “Raí-ces contemporáneas de América Latina” (1968). La Historia Contemporáneade América Latina de Tulio Halperin Donghi fue un libro que marcó una eta-pa. En 1964 aparecía La formación del Estado Nacional latinoamericano deMarcos Kaplan; en 1969 La economía latinoamericana desde la conquistaibérica a la revolución cubana de Celso Furtado; y en 1970 El subdesarrollolatinoamericano y la teoría del desarrollo de Osvaldo Sunquel y Pedro Paz.

La historia económica de América Latina aparecía con fuerza en el esce-nario historiográfico en el coloquio de CLACSO de 1970, en Lima, y en elposterior en Roma, que dieron como resultado La Historia Económica enAmérica Latina (1982), con análisis bibliográfico de Enrique Florescano.

Page 20: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

81

El Primer Encuentro de Historiadores de América Latina y el Caribe,realizado en 1974 por la UNAM, marcó un hito: de allí nacería la asociaciónque los agrupa, la Asociación de Historiadores Latinoamericanos (ADHILAC).A esa altura, México se había convertido en el centro de los estudios latinoa-mericanos, sin perjuicio de la producción que se realizaba en otros países dela región, y de la que con dificultades supervivía en el sur. Se celebrabanreuniones con investigadores latinoamericanos, con participación de invita-dos extranjeros; se promovían conferencias y mesas redondas; se publicabanlibros y revistas.

En los años 1970s., el tema del Estado tomó singular actualidad y fueobjeto de numerosos trabajos. Sin duda, El desarrollo del capitalismo enAmérica Latina, de Agustín Cueva, marcó una nueva etapa en tanto ensayomarxista que polemizaba con el dependentismo, así como Imperialismo y Li-beración de González Casanova, que rescata a los movimientos obreros, po-pulares y nacionales para la historia.

Por otra parte, si tomamos América Latina en los 30, veremos que de 14autores sólo 4 son historiadores. En América Latina. Historia de Medio Siglo,la proporción es similar, 5 en 22.

Merecen ser señalados algunos trabajos sobre la historia de regiones deAmérica Latina, como Centroamérica y la economía occidental de Ciro F.Cardoso y Héctor Pérez Brignoli, en 1978; el estudio histórico de EdelbertoTorres Rivas en Centroamérica hoy, y otros sobre la región del Caribe.

Paralelamente, los nuevos encuentros de ADHILAC en Caracas 1977,Quito (1981) y Cuba (1983) marcaban progresos importantes.

En general, los trabajos y debates responden a las grandes preocupacio-nes que padece América Latina. La inquietud frente a la crisis que sacude todoel continente plantea la necesidad de inquirir sobre las raíces históricas paraentender el presente.

Algunos planteos en relación con la situación actualde la docencia sobre América Latina en MéxicoComo ya señalamos, los estudios históricos pioneros sobre América Latina sedesarrollaron en México en torno a la historia de las ideas. Arturo Ardao fechaen los años 1940s. el comienzo del estudio de los caracteres específicos delpensamiento latinoamericano, con la inauguración del seminario de José Gaos

Centros de estudios latinoamericanos

Page 21: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

82 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

y con la cátedra de Alejandro Korn en Buenos Aires (que ocuparía FranciscoRomero). No podemos omitir la actividad fértil de Leopoldo Zea, conforman-do su Historia de las Ideas en América Latina en 1947.

A mediados de los años 1980s., sorprendía la cantidad de cursos y difu-sión cultural que se realizaba en este sentido, entre los cuales señalamos, comoejemplo, que a nivel licenciatura en la UNAM (Facultad de Filosofía y Letras)se organizó la carrera de Estudios Latinoamericanos, en la que el eje históricoera considerado columna vertebral.

Susy Castor y Lucía Sala especifican con detalles los planes de estudiode otras carreras donde se dictan contenidos amplios sobre historia latinoame-ricana, describen las temáticas que incorporan determinados postgrados y se-ñalan que los mismos se abocan al problema de intentar suplir la ausencia deuna formación básica adecuada. Concluyen que es importante luchar por lainclusión de estudios históricos sobre América Latina en las carreras de Histo-ria o de otras ciencias sociales que no lo contuviesen, y enfatizan la necesidadde intercambiar experiencias y superar el nivel en aquellas instituciones queya los tuvieran.

Reflexiones sobre el desarrollo contemporáneode los estudios latinoamericanosEl historiador Agustín Cueva, presente en el encuentro de México Balance yPerspectivas de los Estudios Latinoamericanos, señalaba en su ponencia quelos estudios latinoamericanos realizados en México no estaban hechos “desdefuera”, por latinoamericanistas interesados en conocer un objeto más o menosexótico y ajeno a ellos, ni tampoco respondían a una perspectiva de domina-ción. Afirmaba que se trataba de construir y reafirmar un sujeto histórico cuyaidentidad e integración estaban constantemente amenazados, sobre todo, porlas concepciones “panamericanistas”, “hemisféricas” y similares, cuyo origenimperial era de sobra conocido. Otra cuestión que destacaba Cueva era que lagran mayoría de los estudios latinoamericanos no estaban motivados sola-mente por razones profesionales, sino también por una preocupación vital porel destino de nuestros pueblos, sin que tal característica fuera en menoscabode la calidad académica.

Page 22: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

83

ActualidadHoy, a 20 años de aquel encuentro de México coordinado por la UNAM, ¿québalance podemos realizar al respecto? Hemos tomado conciencia de que Méxi-co fue la cuna de la institucionalización de estos estudios y también conoci-mos la existencia a nivel mundial, tanto en Europa como en Estados Unidos,de centros de estudio que se dedican a la temática latinoamericana.

Entrevistamos, en el curso de nuestra investigación, a Carlos AlbertoTorres –director del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidadde California, en Los Ángeles–, que nos explicó la importancia de esa “uni-dad integrada de investigación”.82 Según lo que manifiesta Torres, inferimosque tiene mucha significación el Centro de Estudios Latinoamericanos (CELA),tanto por su envergadura interdisciplinaria como por el lugar que ocupa en elestudio de la historia de Latinoamérica.

En función de nuestro estudio entrevistamos a José Moya, historiador,que actualmente está ejerciendo en esa Universidad como profesor, especiali-zado en historia argentina y latinoamericana. El nos da una explicación muycontundente sobre la consolidación de la historia latinoamericana en EstadosUnidos:83

“Los Centros de Estudios Latinoamericanos tienen sus orí-genes en el profundo arraigo que tiene el estudio de la his-toria latinoamericana para Estados Unidos y su expansiónocurre después de la Segunda Guerra mundial, sobre tododespués de la revolución cubana y forma parte de la guerrafría. [...] A su vez, esta familiaridad formaría parte de unaestrategia de prevención del comunismo que se basaba másen la promoción de la democracia que en el apoyo de dicta-duras. [...] Estos centros formaron parte de la visiónanticomunista, no de la derecha belicosa sino de lo que sellamaba la izquierda democrática.”

82 Entrevista a Carlos Alberto Torres, realizada el 25 de julio de 2003. Versión completa en http://www.prohistoria.com.ar.

83 Entrevista a José Moya, realizada el 19 de septiembre de 2003. Versión completa en http://www.prohistoria.com.ar.

Centros de estudios latinoamericanos

Page 23: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

84 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

Para Alcira Argumedo, socióloga e historiadora, la creación de estos centrosde estudio obedece a “una brillante política de dominio imperialista”.84

Tomamos conocimiento de que en nuestro país existen centros de estu-dios latinoamericanos, dependientes de universidades, que tendrían como ob-jetivo la explicación de los procesos y de la fuerza que adquieren hoy losmovimientos sociales. Deberíamos profundizar el conocimiento de los mis-mos, saber hacia dónde se dirigen y qué interpretaciones se formulan desdeesos espacios. Son centros con un programa interdisciplinario de capacitaciónde postgrado dedicado al estudio de América Latina. Según lo que se observaa través de los diferentes programas de actividades, es interesante el trabajoque se realiza para profundizar el conocimiento sobre Latinoamérica, en di-versos campos.

En la Universidad de Buenos Aires, “Unidad de Docencia e Investiga-ciones Sociohistóricas de América Latina”, dependiente de la Facultad de Cien-cias Sociales, presenta un interesante plan de estudios. Asimismo, cabe seña-lar el Programa de Investigación para el Desarrollo y la Integración Latinoa-mericana de la Facultad de Ciencias Económicas.

La Universidad Nacional de San Martín, en su Centro de Estudios Lati-noamericanos, presenta cursos de postgrado de diversa índole, como así tam-bién seminarios.

También es interesante lo que propone la Universidad de Belgrano en su“Red Latinoamericana de Cooperación Universitaria”.

En el marco de este proceso de creación de centros de estudios latinoa-mericanos, otras universidades e instituciones privadas instrumentaron insti-tutos de investigación de diferentes temáticas del área.

84 Entrevista a Alcira Argumedo. Versión completa en http://www.prohistoria.com.ar.

Page 24: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

CONCLUSIONES

Sobre el tema de la enseñanza de la historia contemporánea de AméricaLatina, planteamos como hipótesis la existencia de ciertas falencias enla visión histórica que ésta brinda sobre sí misma a nivel universitario.

En el curso de nuestro trabajo, encontramos presencias y ausencias sobreel tema que nos inquieta. Señalemos, asimismo, que tuvimos la fortuna decontar con gente que nos brindó su más amplia colaboración, tanto para laobtención de material informativo, como para, en algunos casos, concedernosentrevistas, gracias a las cuales accedimos a opiniones de relevancia que, enciertos puntos, reforzaron nuestra hipótesis. Para ellos expresamos nuestromás amplio agradecimiento.

También encontramos limitaciones que nos impidieron extender el aba-nico de nuestra investigación. En este caso, dejamos la puerta abierta para eldía en que contemos con recursos para trasladarnos a los puntos fijados comoobjetos de estudio.

Uno de los aspectos más interesantes que surge de nuestra investigaciónes que, desde el principio del período abordado, es decir la Independencia,existieron inquietudes desde una óptica americanista para la enseñanza de laHistoria y para la educación en general. Sólo con evocar algunos de los pensa-mientos de Simón Rodríguez o de Martí tenemos presente aquellas ideas. Noobstante, la ideología positivista desempeñó un papel hegemónico, tanto porsu capacidad para plantear una interpretación verosímil de las realidades na-cionales como para articularse con las instituciones educativas, tramando asíun sólido tejido de prácticas sociales en el momento de consolidación de losEstados nacionales (y también en las décadas posteriores), haciendo hincapiéen la mirada eurocentrista que aún predomina.

La preocupación por este tema puede observarse en la década de 1930,cuando el Gobierno argentino creó una comisión revisora de textos de Histo-ria y Geografía americana; también en Brasil se produjo algo semejante, bre-gando por una política educativa americanista. Sobre todo es destacable elproyecto del historiador Carlos Heras (1938), que proponía incorporar la en-señanza de la historia de América contemporánea.

Page 25: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

86 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

En los años 1940s. Leopoldo Zea comenzó sus publicaciones sobre Amé-rica Latina, con en el propósito de engarzar el pensamiento latinoamericanoen el contexto del pensamiento en general. Así publicó, entre otros, Américacomo Conciencia (1953), América en la Historia (1957) y Filosofía de laHistoria Americana (1976). En 1966, siendo director de la Facultad de Filoso-fía y Letras, hizo del seminario “Historia de las Ideas en América”, creado alregreso de su gira por América Latina en 1947, el meollo del Centro de Estu-dios Latinoamericanos.

Todo indica que en las décadas de 1960-1970 se produjeron ciertosreplanteos que, insertos en el contexto histórico del momento, hicieron queapareciera en Argentina la cátedra de Historia de América Contemporáneacon autonomía propia, es decir, separada de la de Historia Argentina, comovenía planteada hasta entonces.

Los avatares que tuvieron lugar a través del tiempo en la enseñanza de laHistoria no son ajenos a los fenómenos políticos y culturales latinoamerica-nos, tal como lo presentamos en el desarrollo del trabajo.

Son muy significativos los contrastes de pensamiento entre europeos yamericanos; si bien se impuso el pensamiento positivista y eurocéntrico, esimportante señalar la existencia de pensadores que, a lo largo del proceso quese abrió a comienzos del siglo XIX, buscaron analizar fenómenos históricos ysociales con parámetros propios.

Pese a la presencia de pensamiento con preocupación americanista, laprofesionalización de la enseñanza de la Historia progresó muy lentamentehasta la década de 1950. Así lo manifiesta Enrique Tandeter y nos hacemoseco de su evaluación. Recién en la década de 1960 se percibió un repunte, unarenovación, en el estudio de la historia latinoamericana.

En el intento de analizar la historiografía latinoamericana como unidad,observamos la escasez de trabajos abarcativos. Aún en la actualidad son con-tados los autores que la tratan en forma global y, a la vez, tienen en cuenta lasespecificidades de cada país.

Cuando a mediados del siglo XX se hizo presente la influencia de co-rrientes como Annales, la nueva historia económica de Estados Unidos, elmarxismo y la Escuela de Berkeley con sus estudios demográficos, tomó cuer-po el análisis de las problemáticas sociales, económicas y de la dependencia,en concordancia con el desarrollo económico y social de Latinoamérica.

Page 26: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

87

No es casual que en la década de 1960 se haya replanteado el estudio dela historia latinoamericana. No olvidemos que el decenio estuvo signado porel triunfo de la Revolución cubana y su influencia en la región; por otra parte,el mundo occidental estaba marcado por movimientos como los de Praga,París, México y Argentina, sin dejar de considerar la Revolución china y ladescolonización de Asia y África. Así, en los estudios históricos se produjeronreinterpretaciones de la realidad latinoamericana y se renovaron las posicio-nes antiimperialistas.

En las décadas de 1960 y 1970 se hizo evidente el renovado interés por laenseñanza de la Historia y la inquietud por conformar un pensamiento latino-americano. Se rechazó el eurocentrismo y surgió un mayor interés por losprocesos del Tercer Mundo, sobre todo por los más recientes. Al interrogarnospor el estudio de la historia de América Latina en el nuevo contexto neoliberal,estamos en condiciones de afirmar que la misma tuvo un retroceso con respec-to a las décadas anteriores.

En el transcurso de nuestra investigación recogimos diversas opiniones,guiadas por el interés por conocer la situación en las universidades y centrosde investigación histórica, con respecto a la enseñanza de la historia latinoa-mericana. En el año 2002 nos acercamos a la Facultad de Filosofía y Letras yencontramos que sólo existía un seminario de temáticas latinoamericanas, dic-tado por profesores de Sociología. Consultando a los organizadores del mis-mo (centro de estudiantes), expresaron que, generalmente, es escaso el interéspor la historia de América Latina contemporánea, y que la mayoría de losestudios e investigaciones están centrados en la etapa colonial.

Sin embargo, en la Universidad de Rosario observamos un resurgimientodel estudio de América Latina hacia la década de 1980, con la llegada delhistoriador Alberto Pla; aunque también se produjo un retroceso en la décadasiguiente. Cristina Viano, profesora integrante de la cátedra de Historia deAmérica Contemporánea de esa Universidad, se refería al tema:

“...en el momento de instalación de las nuevas democraciasde los ochenta, fueron años de profundo interés de los estu-diantes sobre problemáticas latinoamericanas. Y luego ha-cia fines de la década y en los noventa, con todo el discursode las grandes ideologías y buena parte del período de lahegemonía neoliberal, creo que decayó...”

Conclusiones

Page 27: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

88 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

Otra de las opiniones recogidas en nuestro país, nos mostraba un panoramabastante negativo en cuanto a la indagación de problemáticas latinoamerica-nas. En la entrevista que realizamos a Alcira Argumedo, manifestó las dificul-tades que había encontrado en el abordaje de las mismas durante la elabora-ción de su obra Los silencios y las voces en América Latina (1993). SegúnArgumedo, en ese momento algunos de sus colegas le expresaron que “noestaba de moda el tema, hablar de América Latina era un papelón”.

También podemos mencionar que el historiador español Joseph Fontana,al visitar la Argentina en los años 1990s., realizaba un análisis de los estudioshistóricos en el país. A pesar de no referirse expresamente al estudio de lahistoria latinoamericana, se preocupaba porque los historiadores argentinosno investigaran temáticas del siglo XX y estuvieran tan volcados al períodocolonial. Encontró una gran producción desde la Sociología, la Economía y laPolítica en temas como el peronismo, pero una falencia de “buenos estudios”históricos, fenómeno que también observó en Brasil en relación con la épocade Vargas.85

Nuestras inquietudes nos llevan a dejar abiertos los interrogantes para elestudio de la historia de Latinoamérica en el comienzo del nuevo siglo, frentea los estallidos sociales desencadenados en los últimos años en la región, quepusieron de manifiesto la crisis general del neoliberalismo. ¿Estará resurgiendoun interés por la historia latinoamericana, como observa Waldo Ansaldi?

En nuestra evaluación final, creemos que aún hay mucho camino porrecorrer si nos proponemos otorgarle a “nuestra América” un espacio de estu-dio equitativo dentro del currículo académico. En esa dirección, sigue siendodestacable la ausencia de una óptica americanista y el sobrepeso eurocéntricoque persiste en los programas de estudio. Si bien es cierto que contamos concentros de estudios latinoamericanos y con cursos de postgrado en donde esposible profundizar el estudio de las problemáticas latinoamericanas, en nuestraopinión el abordaje de la historia de América contemporánea en la formacióna nivel de carrera de grado no tiene la profundidad adecuada.

85 FONTANA, Joseph “Los historiadores argentinos no investigan el siglo XX”, en Clarín, 13 dediciembre de 1998.

Page 28: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

BIBLIOGRAFÍA

ACADEMIA NACIONAL DE LA HISTORIAInforme de la Comisión Nacional de la Historia en respuesta a una consulta sobrela materia, formulada por el Ministerio de Educación de la Nación, diciembre de2000.

ANSALDI, WALDOCalidoscopio latinoamericano, Ariel, Buenos Aires, 2004.“Hay un resurgimiento de las ideas latinoamericanas”, en Clarín, SuplementoZona, 10 de octubre de 2004.–editor– Tierra en llamas: América Latina en los años 1930, Ediciones al margen,La Plata, 2003.

ARGUMEDO, AlciraLos laberintos de la crisis, Pontosur, Buenos Aires, 1987.Los silencios y las voces en América Latina, Colihue, Buenos Aires, 1993.“Universidad y Conocimiento en América Latina”, Prohistoria, Año VII, núm.7,Rosario, 2003.

CARABALLO, Liliana et ál.Documentos de historia argentina, Eudeba, Buenos Aires, 1998.

CIBOTTI, EmaUna introducción a la enseñanza de la historia latinoamericana, FCE, BuenosAires, 2003.

COORDINACIÓN DE HUMANIDADES DE LA FACULTAD DE FILOSOFÍA YLETRAS DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MÉXICO

Balance y perspectivas de los estudios latinoamericanos, UNAM, México, 1985.

CUEVA, AgustínEl desarrollo del capitalismo en América Latina, Siglo XXI, México-España,1977.

CHIARAMONTE, José CarlosFormas de Sociedad y Economía en Hispanoamérica, Grijalbo, México, 1983.

Page 29: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

90 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

EIROS, NélidaLa enseñanza de la Historia en la Universidad, en http://www.educ.ar

GALASSO, Norberto“La Historia social”, en Cuadernos para la otra historia, Centro Cultural “EnriqueSantos Discépolo”, Buenos Aires, 1999.“Corrientes historiográficas en la Argentina”, Cuadernos para la otra historia,Centro Cultural “Enrique Santos Discépolo”, Buenos Aires, 1999.

GONZALEZ CASANOVA, Pablo –compilador–América Latina. Historia de medio siglo, Siglo XXI, México, 1998.

HALPERIN DONGHI, TulioHistoria contemporánea de América Latina, Alianza, Madrid-Buenos Aires, 1998.El espejo de la historia, Sudamericana, Buenos Aires, 1987.

HOBSBAWM, EricHistoria del Siglo XX, Crítica, Buenos Aires, 1998.

JARAMILLO URIBE, Jaime“Frecuencias temáticas de la historiografía Latinoamericana”, en ZEA, LeopoldoAmérica Latina en sus ideas, Siglo XXI, México, 1986.

LACLAU, Ernesto“Feudalismo y Capitalismo en América Latina”, en VVAA Modos de producciónen América Latina, Pasado y Presente, Buenos Aires, 1969.

MARIÁTEGUI, José CarlosSiete Ensayos de la interpretación de la realidad peruana, Amauta, Lima, 1928.

MARTÍ, José“Nuestra América”, en Martí y la primera revolución cubana, CEAL, BuenosAires, 1971 [1891].

MERCOSUR EDUCATIVOLa enseñanza de la Historia y la Geografía en el contexto del MERCOSUR,Ministerio de Cultura y Educación, Argentina, 1999.

PLA, Alberto“Historia y Universidad hoy”, en Prohistoria, Año I, núm. 1, Rosario, 1997.América Latina: mundialización y crisis, Homo Sapiens, Rosario, 2001.

Page 30: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

91

PETRAS, JamesAmérica Latina, de la globalización a la revolución, Homo Sapiens, Rosario,1999.

PORTANTIERO, Juan CarlosPerspectivas de las Ciencias Sociales en América Latina, Universidad de BuenosAires, Barcelona, 1989.

QUIJANO, Aníbal“El laberinto de América Latina: ¿hay otras salidas?”, en Revista venezolana deeconomía y ciencias sociales, Vol. 10, núm. 1, 1997, en http://www.revele.com.ve/revista

RODÓ, José EnriqueAriel, Alba, Madrid, 2ª edición, 1985.

RODRÍGUEZ, Marta“Historia y libros de texto, entre la singularidad y la vocación americanista”, enPrimer Encuentro de ADHILAC Argentina, Buenos Aires, 2003.

ROMERO, José LuisLatinoamérica: situaciones e ideologías, Del Candil, Buenos Aires, 1967.

ROMERO, Luis AlbertoBreve historia contemporánea de Argentina, FCE, Buenos Aires, 2001.

SEOANE, José –compilador–Movimientos sociales y conflicto en América Latina, CLACSO, Buenos Aires,2003.

TANDETER, EnriqueLa renovación de la enseñanza de la Historia en las universidades de AméricaLatina y el Caribe, mimeo, Buenos Aires, 1991.

TERÁN, OscarNuestros años sesentas, El cielo por asalto, Buenos Aires, 1993.–coordinador– Ideas en el Siglo. Intelectuales y cultura en el siglo XXlatinoamericano, Siglo XXI, Buenos Aires, 2004.

Bibliografía

Page 31: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA

92 La enseñanza de la historia contemporánea en América Latina...

VITALE, LuisIntroducción a una teoría de la historia para América Latina, Planeta, BuenosAires, 1992.

WARMAN, ArturoIndios y nociones del indigenismo, en http://www.nexos.com.mx

ZEA, LeopoldoAmérica Latina y el mundo, EUDEBA, Buenos Aires, 1965.América como conciencia, UNAM, México, 1972.

Page 32: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA
Page 33: LA ENSEÑANZA DE LA HISTORIA