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Consejos sobre cómo abordar la lectura con el alumnado con necesidades
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LA LECTURA EN NIÑOS CON NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES
La educación asume el compromiso de atender a la diversidad lo que supone reconocer
que los seres humanos son diferentes e integrar las diferencias en el conjunto
(intentando aprovecharlas de forma que cada uno aprenda y se beneficie de las
diferencias del resto) sin olvidar que la escuela asume la responsabilidad de garantizar
un horizonte de igualdad para todos
En muchos casos, las diferencias son tales que no pueden ser abordadas con los
recursos comunes, siendo necesario que se modifiquen las condiciones en las que los
alumnos realizan sus aprendizajes (incorporación de personal especializado que
complemente la acción de los docentes, material didáctico específico, adaptación de los
contenidos curriculares).
A medida que el tiempo transcurre y las experiencias de integración se hacen más
frecuentes y más conocidas por la comunidad, en la sociedad aumenta la comprensión
y la participación hacia estos procesos. Estos hechos se ven reflejados en la escuela a
través de la progresiva supresión de barreras sociales y por la mayor toma de
conciencia de los docentes, los padres y toda la comunidad educativa.
Es necesario llevar a cabo un tratamiento educativo centrado en el niño/a, y que se
base no en la diferenciación entre niños normales y especiales sino en la utilización de
tratamientos distintos para que todos puedan alcanzar un pleno desarrollo.
La discapacidad lectora basada en el lenguaje: la dislexia
¿Que tan común es la discapacidad para el aprendizaje basada en el
lenguaje?
Según las asociaciones International Dislexia Asssociation y la Learning Disabilites
Association of America (asociación internacional de la dislexia y asociación de
discapacidades para el aprendizaje de América), cerca del 15% de la población (casi
uno de siete) presenta una discapacidad para el aprendizaje. El 70-80% de los
alumnos que padecen de discapacidad para el aprendizaje y que reciben servicios de
educación especial presenta deficiencias en la lectura.
¿Qué es la dislexia?
La dislexia es una discapacidad basada en el lenguaje que se deriva de una diferencia
en la estructura del cerebro y su funcionamiento.
Hay que distinguir entre la dislexia adquirida y la dislexia del desarrollo. La primera
tiene como substrato una lesión cerebral adquirida localizada en una zona de la corteza
a la que se le atribuye la función que ha quedado alterada (Artigas, 2003). Mientras
que la dislexia del desarrollo es un trastorno específico del aprendizaje. Es decir, es un
trastorno escolar derivado directamente de alteraciones del desarrollo neuropsicológico
y está circunscrito a dificultades muy específicas y persistentes, asociadas con
anomalías cognitivas en el desarrollo temprano del lenguaje (Bravo, 2000)
Aunque un niño presente dislexia puede llegar a ser un lector con éxito, pero es
importante que reciba la ayuda que necesita lo más pronto posible.
La dislexia se presenta de manera diferente en cada persona, pero existen algunas
características comunes que se pueden determinar con una evaluación.
Según Etchepareborda (2002, p.14), los síntomas de carácter preventivo que
se deben reconocer en las etapas de jardín infantil y preescolar son:
1. Retraso en el habla.
2. Inmadurez fonológica.
3. Incapacidad de rimar a los 4 años de edad.
4. Pronunciadas alergias y graves reacciones a las enfermedades infantiles, en
grado más intenso que la mayoría de los niños
5. Imposibilidad de atarse los cordones.
6. Confundir palabras y conceptos direccionales.
7. Falta de dominio manual (invertir tareas que se realizan con la mano derecha y la
izquierda, entre una tarea y otra, o bien dentro de la misma).
8. Dificultad para realizar juegos sencillos que apunten a la conciencia fonológica.
9. Dificultad para aprender nombres de letras o sonidos del alfabeto.
10. Antecedentes familiares de dislexia o de trastorno por déficit de atención (TDA).
Ardila et. al. (2005) plantean características de la dislexia en el área de la lectura y de
la escritura:
•Lectura:
- Lectura lenta.
- Falta de fluidez y vacilaciones con palabras polisilábicas o de uso poco frecuente.
- Errores de equivalencia fonológica.
- Dificultades en el reconocimiento espacial de direccionalidad.
- Omisiones de palabras.
- Adiciones de palabras.
- Sustituciones no corregidas de palabras de diferente tipo: visuales y derivacionales.
- Sustituciones de letras que llevan a una palabra inexistente.
- Identificación de la primera letra o segmento con cambio de la palabra.
- Dificultad en la comprensión de textos.
- La lectura silenciosa es superior.
Escritura:
- Dificultades para expresarse por escrito.
- Omisiones de letras o segmentos al interior de una palabra.
- Sustituciones de letras.
- Frecuencia elevada de errores ortográficos: Homófonos y no homófonos.
- Manejo inadecuado de la separación entre palabras
Diagnóstico de la dislexia
Desde el punto de vista del diagnóstico psicológico, se requiere determinar en
qué áreas cognitivas se han producido los déficit que impiden leer correctamente
Generalmente, las primeras manifestaciones de alteraciones en el desarrollo
cognitivo y verbal se inician en el jardín de infancia como un retardo maduracional. El
pronóstico es inseguro ya que depende de cómo de severos sean los trastornos, de la
oportunidad de recibir ayuda psicopedagógica y de las condiciones ambientales.
Sin embargo, y pese a que las primeras manifestaciones sean en las etapas pre-
lectoras, en ningún caso es adecuado hacer el diagnóstico de dislexia antes de los 7 u
8 años. Hacerlo antes de esa edad conlleva el riesgo de confundir la dislexia con un
retardo lector por causas maduracionales o ambientales (Bravo, 2000, p.798)
-Tratamiento de la dislexia
Desde la perspectiva fonológica de la dislexia surgen tratamientos para los niños
en tres ámbitos.
- Para los niños que no muestran síntomas de dificultades para el aprendizaje existen
los programas de prevención precoz de la dislexia que pretender
consisten en el desarrollar metodológicamente la lectoescritura, y
los elementos necesarios para la lectoescritura. Esta terapia debería iniciarse antes de
que el niño empiece a leer.
-Existen programas de prevención para niños que muestran los primeros signos de
dificultades en el aprendizaje de la lecto- escritura. Estos programas son muy
importantes, ya que mientras antes se aborde el problema, menos consecuencias
negativas tendrá a futuro.
-Por último existen programas para niños que ya se les ha diagnosticado la
dislexia. Estos programas han de aplicarse lo más tempranamente posible y además,
han de ser intensivos y de larga duración. El programa ha de estar orientado hacia el
aspecto disfuncional en el que se sustenta la dificultad lectora.
Otras discapacidades lectoras y las manera de abordarlas
Ante cualquier discapacidad lectora, se recomienda la adaptación y/o creación de libros
adecuados a las necesidades específicas de cada niño. Eso no significa que los niños
especiales no pueden leer, no solo pueden sino que necesitan leer, pero la lectura
debe adaptarse a sus necesidades específicas para que puedan hacerlo de manera
satisfactoria. Así, sería bueno que los niños ciegos pudieran leer libros en braille,
táctiles y parlantes. También es necesario que en clase haya libros escritos con
grandes caracteres para ambliopes, libros escritos en el leguaje de las personas con
discapacidad auditiva, libros destinados a las minorías étnicas, libros con un nivel
superior para niños superdotados… Además, para facilitar la lectura a personas con
trastornos de comunicación y dificultades de comprensión lectora ,es conveniente que
haya libros, en los que la lectura se apoya en un sistema pictográfico (SPC) creado por
Roxanna Mayer Jhonson, en el que el texto se adapta para facilitar la lectura,
reduciendo las palabras con carga simbólica, las metáforas y evitando todo lo posible
la utilización de términos abstractos. La ilustraciones de estos libros buscan la máxima
concreción y comprensión del lenguaje plástico.
Si en las aulas existen estos tipos de libros, conseguimos que cada niño/a disponga de
lecturas adaptadas a sus necesidades, de modo que cuando quiera o cuando sea
necesario leer, pueda hacerlo como un niño/a más, y no sólo hacerlo, sino que al estar
adaptado a su nivel pueda comprender lo que lee y disfrutarlo.
También es muy importante las actividades que se realicen en el aula para conseguir la
total integración del alumno con necesidad especial en ella. Estas actividades hay que
irlas creando de manera progresiva. Un método fructífero es leer en clase libros en los
que aparezca, como uno más, el niño discapacitado. Así, se consigue que el resto de
compañeros vean en el alumno con necesidad especial, no su discapacidad, sino su
vida, pudiendo así comprenderlo mejor; y a su vez, el niño discapacitado podrá
sentirse protagonista como el resto de sus compañeros.
Qué hacemos ante estas discapacidades: relación entre la familia y la
escuela
-Es bueno que haya una continua cooperación entre la familia y la escuela.
En primer lugar sería conveniente analizar los deberes y las demás actividades que
realiza el alumno/a para comprobar si verdaderamente hay algún motivo para pensar
que puede tener alguna dificultad o no. Si se comprueba que sí, maestros y familiares
deben ponerse de acuerdo sobre qué hacer tanto en la escuela como en casa para
mejorar la situación. De esta manera, nos aseguramos la continuidad entre las
actividades que realice en ambos sitios. El contacto entre ellos es también beneficioso
para evaluar el progreso del niño/a.
- Reuniones con especialistas en lectura:
Si no mejora el desempeño del alumno/a, conviene consultar a otros profesionales en
la escuela para ver si hay clases especiales, o algún otro tipo de servicio o intervención
disponible.
Si a pesar de eso no funciona:
-Sería adecuado realizarle una evaluación al alumno para comprobar si
necesita servicios de educación especial.
Si ya ha probado todo tipo de intervenciones, solicite una evaluación para establecer si
su hijo/a necesita servicios de educación especial. Para ello, es necesario que sea
evaluado/a por un equipo de profesionales (que puede llegar a incluir: un psicólogo
escolar, un especialista de lenguaje, o un especialista de lectura.)
Si se establece que el alumnos necesita servicios de educación especial:
La familia y la escuela deben desarrollar un Programa Educativo Individualizado. Este
es un plan fija metas de acuerdo a las necesidades específicas del alumno/a. También
ofrece servicios como instrucción en grupos pequeños, tutorías, y tecnología
asistencial.
Si la evaluación rechaza la necesidad de servicios educativos especiales:
Es importante que familia y escuela se sigan involucrado en el proceso. La tutoría
privada también es una opción para brindarle apoyo adicional al alumno/a.