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ÚLTIMO TRABAJO DE ANTROPOLOGÍA. TEMA: LA SOBERANIA DE DIOS Y LA LIBERTAD DEL HOMBRE. Gabriel Salvador Arteaga López. Para optar al título de: Licenciatura y Maestría en educación cristiana. SEMINARIO INTERNACIONAL DE MIAMI Ciudad. Septiembre, 2010.

La soberania de dios y la libertad del hombre

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Page 1: La soberania de dios y la libertad del hombre

ÚLTIMO TRABAJO DE ANTROPOLOGÍA.

TEMA:

LA SOBERANIA DE DIOS

Y

LA LIBERTAD DEL HOMBRE.

Gabriel Salvador Arteaga López.

Para optar al título de: Licenciatura y Maestría en educación cristiana.

SEMINARIO INTERNACIONAL DE MIAMI

Ciudad.

Septiembre, 2010.

Page 2: La soberania de dios y la libertad del hombre

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ÍNDICE.

I. INTRODUCCIÓN PÁGINA 3.

II. LA SOBERANÍA DE DIOS. PÁGINA 4

III. LA LIBERTAD DEL HOMBRE. PÁGINA 5.

A. ¿Dios controla “todos” los eventos del ser humano? Páginas 5-6

B. Conceptos de la libertad. Página 6.

C. Dios como soberano absoluto. Páginas 6-7.

Razones.

Por el derecho de ser su creador. Páginas 7-8

D. ¿Es el hombre responsable y culpable de sus pecados, sí Dios los

predestino?

a). Atributos divinos. Pág. 9

b). Cualidades humanas. 10-11

Conclusiones: Págs. 11-14.

Bibliografía. Pág. 15

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3

LA SOBERANIA DE DIOS Y LA LIBERTAD DEL HOMBRE.

I. INTRODUCCIÓN:

Al acercarnos a un tema tan profundo como es la “la soberanía de Dios y la

libertad del hombre”, solo lo podemos hacer con mucha reverencia y temblor,

ya que nuestra mente tan finita no logra asimilar ni comprender al excelso Dios

Trino en su Soberanía, Majestad y Gloria, asimismo la responsabilidad en la

libertad del hombre. Solo podemos citar las palabras del apóstol de los

gentiles, Pablo y exclamar:

“!!Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios!

!!Cuán insondables son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque

¿quién entendió la mente del Señor? ¿O quién fue su consejero?(H) ¿O quién le

dio a él primero, para que le fuese recompensado?(I) Porque de él, y por él, y

para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Rom. 11.

33-36).

Carlos Spurgeon, en un sermón sobre la soberanía de Dios, (Mat. 20. 15) en

el cual estoy de acuerdo, decía:

“No hay atributo más confortador para sus hijos que el de la Soberanía de Dios.

Bajo las más adversas circunstancias y las pruebas más severas, creen que la

Soberanía los gobierna y que los santificará a todos. Para ellos, no debería

haber nada por lo que luchar más celosamente que la doctrina del Señorío de

Dios sobre toda la creación -el reino de Dios sobre todas la obras de sus

manos- El trono de Dios, y su derecho a sentarse en el mismo.

Por otro lado, no hay doctrina más odiada por la persona mundana, ni verdad

que haya sido más maltratada, que la grande y maravillosa, pero real, doctrina

de la Soberanía del infinito Jehová. Los hombres permitirán que Dios esté en

todas partes, menos en su trono. Le permitirán formar mundos y hacer

estrellas, dispensar favores, conceder dones, sostener la tierra y soportar los

pilares de la misma, iluminar las luces del cielo, y gobernar las incesantes olas

del océano; pero cuando Dios asciende a su Trono sus criaturas rechinan los

dientes.

Pero nosotros proclamamos un Dios entronizado y su derecho a hacer su

propia voluntad con lo que le pertenece, a disponer de sus criaturas como a él

le place, sin necesidad de consultarlas. Entonces se nos maldice y los hombres

hacen oídos sordos a lo que les decimos, ya que no aman a un Dios que está

sentado en su Trono. Pero es a Dios en su Trono que nosotros queremos

predicar. Es en Dios, en su Trono en quien confiamos”.

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4

http://www.spurgeon.com.mx/sermon77.html

II. LA SOBERANÍA DE DIOS.

Al Hablar de la soberanía divina, solo podemos acercarnos a las santas

escrituras, ya que solo ellas nos dan la respuesta correcta a esta pregunta:

“1Cr 29:11 Tuya es, oh Jehová, la magnificencia y el poder, la gloria, la

victoria y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra

son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el reino,(B) y tú eres excelso sobre todos. Las

riquezas y la gloria proceden de ti, y tú dominas sobre todo; en tu mano está la

fuerza y el poder, y en tu mano el hacer grande y el dar poder a todos” (1 Cron.

29. 11-12; cf.; 1 Sam. 2. 6-8; Sal. 50. 1-10; Isa. 46. 10; Col. 1. 17; etc.)

Toda ser humano que piensa y razona puede ver fácilmente que un poder

soberano rige su vida y la del universo, ya que Jamás se le preguntó ¿si

deseaba nacer o no? ¿Cuándo? ¿En dónde? ¿En qué tiempo había de nacer;

sí en el siglo veinte o antes del diluvio; sí en la América o en la China; sí

blanco, amarillo o negro.

Este mismo ser humano que piensa y razona se pregunta del universo:

¿Quién dio las leyes que rigen los planetas? ¿Quién controla los días y los

tiempos y todo lo creado?

Dios da la respuesta a Job: “

“…Ahora ciñe como varón tus lomos;

Yo te preguntaré, y tú me contestarás.

¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra?

Házmelo saber, si tienes inteligencia.

¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?

¿O quién extendió sobre ella cordel? …” (Job 38. 1-35)

Solo podemos exclamar como Job; “Yo conozco que todo lo puedes, Y que no

hay pensamiento que se esconda de ti”. (Job 42. 2)

Los creyentes de todas las épocas han reconocido a Dios como el Creador y

Soberano del universo, y por consiguiente, como la fuente de todo poder que

se encuentra en las criaturas. Por lo tanto, nada puede acontecer aparte de su

soberana voluntad.

Con lo anterior expuesto podemos definir la Soberanía de Dios y decir:

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5

La soberanía de Dios es el derecho absoluto y exclusivo del Altísimo de

ejercer autoridad y dominio en todo lo creado sea visible e invisible, sean

principados, potestades, sean arcángeles, querubines, sean seres del reino

animal, vegetal, mineral en donde el Todopoderoso ejecuta sus decretos

divinos 1

“De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él

habitan.” (Sal.24.)

III. LA LIBERTAD DEL HOMBRE.

Nuestra comprensión de este tema es de vital importancia para comprender la

libertad humana, pero también su responsabilidad ante su creador para actuar

conforme a sus decretos divinos y cimentar la fe “que fue una vez dada a los

santos” (Judas 3).

La más mínima desviación puede llevarnos por caminos llenos de espinas y

abrojos, que lejos de fortalecer nuestro conocimiento divino y sus decretos lo

debilitarán.

Dado lo delicado de este tema, es necesario que iniciemos declarando abierta

y llanamente que; sí Dios no controla todo, entonces no controla nada.

En otras palabras, si Dios no ordena todas las cosas, es porque no ordena

nada.

De modo que la soberanía de Dios está inseparable e indisolublemente ligada

a su decreto. Si creemos que Dios es soberano sobre todo, entonces debemos

también creer que Él ha decretado “todos” las eventos sean “buenos”, sean

“malos” que le suceden al hombre2.

De lo anterior mencionado hay algunas preguntas de personas no creyentes y

aún de algunos creyentes que no han comprendido y aceptado la realidad de

que Dios es soberano y regidor de todo lo que paso en toda su creación. Estas

preguntas merecen una respuesta.

A. ¿Dios controla “todos” los eventos del ser humano?

La Biblia y el creyente que ha madurado en reconocer a Dios como su

único Rey y soberano, cree firme y completamente que Dios tiene todo

el derecho de ejercer en ellos su total y absoluta soberanía en cada

evento en su vida.

1 1 Pink, Arthur, W. La Soberanía de Dios. EL ESTANDARTE DE LA VERDAD. Gran Bretaña. Cuarta Edición

al Castellano. 1995. Págs.22-31. Gresham Machen. J. Antropología Bíblica. MINTS. FUNDACIÓN I.B.R.C. Bogotá D.C. Colombia. Pág. 56. 2 Gresham Machen. J. Antropología Bíblica. MINTS. FUNDACIÓN I.B.R.C. Bogotá D.C. Colombia. Pág. 58.

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6

Tomo las palabras escritas de Arthur .W. Pink quien expresa el

significado de soberanía divina en esos términos magníficos:

“La Soberanía de Dios! ¿Qué queremos decir por esa expresión?

Queremos decir que la soberanía de Dios, el reinado de Dios, la

divinidad de Dios. Decir que Dios es soberano es declarar que Él es el

Más Alto, haciendo de acuerdo a Su voluntad en el Ejército de los cielos

y entre los habitantes de la tierra, así que nadie puede detener Su mano”

(Dan. 4:35)3

Podríamos preguntar ¿Qué hay de la libertad de decidir del ser humano,

sí Dios controla todos sus caminos?

B. Percepciones de la libertad.

La libertad según Aristóteles o Platón es; " ser dueños de la propia vida." 4

Me permito citar a monografías.com; “Hay tantas respuestas de libertad

como hombres en el mundo. Para unos, libertad significa la ausencia de

ataduras humanas; otros encuentran la libertad en la democracia; para

muchos, la libertad es poder decir y hacer lo que mejor les parece; para

otros es no estar esclavizado.5

Cito el Diccionario Enciclopédico Ilustrado de la Lengua Española ya

que creo se ajusta más al tema bíblico: "la libertad es la facultad que

tiene el ser humano de obrar o no obrar según su inteligencia y antojo;

es el estado o condición del que no está prisionero o sujeto a otro… La

libertad absoluta no existe pues aún los cuerpos en el espacio se hallan

sometido a las leyes de la gravedad universal de Newton o a las del

campo unificado de Einstein.” 6

C. Dios como soberano absoluto.

Tomando como base de que la libertad absoluta no existe ya que todo lo

que existe en el universo está sujeto o prisionero a “algo” y ese algo es

su creador, diseñador, podemos concluir que Dios sujeto todo a su

voluntad para su (s) propósitos analicemos las siguientes razones:

3 Pink, Arthur, W. La Soberanía de Dios. EL ESTANDARTE DE LA VERDAD. Gran Bretaña. Cuarta Edición al

Castellano. 1995. Pág. 20 4 http://es.wikiquote.org/wiki/Discusi%C3%B3n:Libertad

5 http://www.monografias.com/trabajos14/la-libertad/la-libertad.shtml

6 Ibrid. 5

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7

► Razones.

Mencionaremos únicamente la del tema del hombre.

► Por el derecho de ser su creador.

Dios formo del polvo a Adán y de su costilla a Eva (Gen. 1. 27) así que

por creación Dios tiene toda la autoridad por derecho de creación para

sujetar a los seres humanos a sus designios.

Ese derecho lo ejerció desde el principio “Y mandó Jehová Dios al

hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol

de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él

comieres, ciertamente morirás”(Gen 2.16,17).

Como menciona Gresham Machen les entregó el máximo de libertad, de

autoridad y de dominio posible que podía dar a unos seres creados. Les

confió el gobierno de la tierra. Y no había ninguna limitación sobre cómo

lo habían de ejercer, con excepción del tema del árbol de la ciencia del

bien y del mal, del cual no habían de probar, así que Adán como cabeza

quedo sujeto a Dios y su mandato “del fruto de este árbol no

comerás…”7

En Jeremías 18.4-6 Dios ilustra las implicaciones de su derecho.

Jeremías, es conducido a la casa del alfarero y allí Dios le muestra como

el alfarero hace, deshace y vuelve a hacer una vasija según le parece

mejor hacerla.

Cuando Jeremías hubo visto esto Dios lo envió con este mensaje para el

pueblo de Israel: "No podré yo hacer de vosotros como este alfarero, oh

casa de Israel?...he aquí como el barro en las manos del alfarero, así

sois vosotros en mi mano, oh casa de Israel."

La lección era que Dios podía hacer de Israel como a toda su creación lo

que a Él le placiera, sin pedir permiso o consultar a nadie.

“¿Dirá el barro al que lo labra:¿Qué haces?” (Isa 45.9).

Dios usa El sarcasmo y la ironía para enfatizar cuán necio es

argumentar con Dios.

¿Quién podrá, sin embargo, negar esta verdad ante lo que la Escritura

dice?:

7 Gresham Machen. J. Antropología Bíblica. MINTS. FUNDACIÓN I.B.R.C. Bogotá D.C. Colombia. Pág. 174.

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“Tema a Jehová toda la tierra;

Teman delante de él todos los habitantes del mundo.

Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió.

Jehová hace nulo el consejo de las naciones, y

Frustra las maquinaciones de los pueblos” (Sal 33.8-11; cf. 135. 6; Isa.

14. 27; 46. 9-10).

El apóstol de los gentiles cierra este tema bajo el soplo del Espíritu

Santo declara:

“Como está escrito: A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.(D)

¿Qué, pues, diremos? ¿Que hay injusticia en Dios? En ninguna

manera. Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga

misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca.(E)

Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que

tiene misericordia. Porque la Escritura dice a Faraón:

Para esto mismo te he levantado, para mostrar en ti mi poder, y para

que mi nombre sea anunciado por toda la tierra.(F) De manera que de

quien quiere, tiene misericordia, y al que quiere endurecer, endurece.

Pero me dirás: ¿Por qué, pues, inculpa? porque ¿quién ha resistido a

su voluntad? Más antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques

con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has

hecho así?( ¿O no tiene potestad el alfarero sobre el barro, para hacer

de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra?

¿Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder,

soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para

destrucción, y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró

para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para

gloria,…” (Rom 9:13-23)

Esta reflexión podría enturbiar el pensar humano de su libertad y

sentirse como el titulo de un famoso predicador, Jonathan Edwards;

“en manos de un Dios airado” ya que su “libertad, no es libertad

absoluta, es sujeción al plan eterno de Dios. Ese pensar nos lleva a

reflexionar y a preguntar:

D. ¿Es el hombre responsable y culpable de sus pecados, sí Dios los

predestino?

Para poder dar una explicación bíblica tenemos que conocer lo que Dios

ha dado a conocer de sus atributos divinos (personalidad) y de su

creación humana.

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a). Atributos divinos.

Jesucristo dijo: Mat 5:48 “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro

Padre que está en los cielos es perfecto”. DIOS ES PERFECTO (2 Sam

7. 22, Sal. 86.8, Isa. 40.25, Mat. 5. 48).

i). PERFECTO EN SU ETERNIDAD, Dios no tuvo principio y no tiene fin,

El es inmortal e infinito (Deut. 33. 27, Sal 90. 2; 1 Tim. 1. 17).

ii). PERFECTO EN SU INMUTABILIDAD. Dios es inmutable, No cambia

nunca, es absolutamente confiable en sus pactos y promesas (Mal. 3. 6;

Núm. 23. 19, Sal. 102. 26, 27).

iiii). PERFECTO EN SU JUSTICIA. Dios es justo y no hace acepción de

personas en el sentido de mostrar favoritismo (Deut. 32. 4, Salmo 18.

30).

iv). PERFECTO EN SU PODER. Dios es Omnipotente, Él es

Todopoderoso y puede hacer cualquier cosa que le agrada, pero sus

acciones siempre estarán de acuerdo con el resto de su carácter (Apo.

19. 6; Jer. 32. 17, 27).

v). PERFECTO EN SU PRESENCIA. Dios es Omnipresente, lo cual

significa que está presente en todas partes, pero esto no significa que

Dios es todo (Sal. 139. 7-13; Jer. 23. 23).

vi). PERFECTO EN SU CONOCIMIENTO. Dios es omnisciente, conoce

el pasado, presente y futuro, incluyendo lo que estamos pensando en un

momento dado. Puesto que Él lo sabe todo, su justicia siempre será

dada de manera justa (Sal 139. 1-5; Prov. 5. 21).

vii). PERFECTO EN SU SOBERANIA. Dios es soberano, supremo. Toda

su creación no puede detener, ni cambiar sus propósitos (Sal 93. 1; 95.

3; Jer. 23. 20).

viii) PERFECTO EN SANTIDAD. Dios santo es, separado de todo

pecado (Isa 6.3; Hab 1.13; Éxo. 3.2, 4-5; Heb 12. 29)

ix) PERFECTO EN SU MISERICORDÍA. Dios es bondad, misericordia,

amor, entrega, justo, da lo mejor al hombre. Dio a Jesucristo por pago a

nuestra maldad, aún cuando no lo merecemos por nuestros pecados.

(Éxo. 34.6, Sal. 31. 19, 1 Pedro. 1.3, Juan 3. 16, 17. 3).8

8 Ferguson, Sinclair B. Wright, David F. Packer,J.I. Nuevo Diccionario de Teológia. Casa Bautista de

Publicaciones. 1998. El Paso, Texas. Págs. 283-298. Lacueva, Francisco. Diccionario Teológico Ilustrado.Editorial Clie 2001. Terrasa, Barcelona, España.págs. 232-239.

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x). PERFECTO EN SU AMOR. Jesucristo su Hijo amado, fiel imagen y

representante de Dios a semejanza de hombre demostró su gran amor

rescatando al pecador perdido pagando el precio del pecado (Juan 3. 16;

Rom. 5. 6, 8; Fil. 2. 6, 7)

b). Cualidades humanas.

i). Adán fue creado con la capacidad de pecar y también con la

capacidad de no pecar. Algunos prefieren llamarle a esto libre albedrío o

libre elección.

ii) Adán no era como Dios, ni copia de Él. Adán era una criatura con

voluntad propia que podía escoger la desobediencia. Poseía la

capacidad de obedecer y también poseía la capacidad de desobedecer.

iii) Cuando Adán comió del fruto prohibido lo hizo voluntariamente

sabiendo las consecuencias de morir, aún cuando no las comprendía.

Nadie lo obligó. Aunque Eva fue engañada, Adán no lo fue, porque

decidió por su propia voluntad comer del fruto prohibido para acompañar

a su esposa.

iv) Antes de que Adán cayera en pecado (externamente hablando), ya

había caído en pecado dentro de su corazón. Y la acción de comer fue

solo la manifestación de lo que ya había ocurrido en su corazón.

La decisión de Adán de desobedecerle a Dios fue culpa sólo de él y de

nadie más.

v) ¿De dónde nació entonces el deseo de Adán de pecar? De su propia

voluntad.

► La pregunta: ¿Es Dios soberano sobre las decisiones del hombre

o tenemos una voluntad libre para decidir lo bueno o lo malo?

Cualquier discusión sobre el libre albedrío del hombre debe comenzar

con una comprensión de la naturaleza divina y la naturaleza humana.

La naturaleza divina ya expuesta es PERFECTA, ÚNICA. La del hombre

está ligada y obligada a su naturaleza, imperfecta en Adán aún cuando

era perfecto en su naturaleza humana “Vio Dios que todo lo que había

hecho era bueno en gran manera” (Gen. 1. 31), pero no era copia al

carbón de Dios. La Biblia afirma que solo hay un Dios (Deut. 6. 4) Santo,

Perfecto reinando desde su trono (Isa. 6. 3) toda su creación es finita,

imperfecta, en comparación a su creador y perece.

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Adán tenía que pecar por mandato (soberanía) divina y por su

naturaleza y para cumplir el propósito divino:

“Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a

bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. 29Porque

a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos

conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre

muchos hermanos. 30Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a

los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos

también glorificó…” (Rom. 8. 28-30; cf. Apoc. 21. 1-6)

Podríamos ilustrarlo de esta manera:

Un prisionero tiene la libertad de pasear arriba y abajo en su celda, pero

se ve limitado por las paredes de la celda y pueden ir más lejos, no

importa lo mucho que su voluntad pueda desear Adán estaba prisionero

de su voluntad, deseos humanos. Así Adán se paseaba en el Edén libre,

pero prisionero de su deseo.

¿Dios tuvo la culpa de que Adán pecará?

No, Adán uso su libre voluntad para hacerlo. Dios no lo obligo, la

serpiente no lo obligo, su mujer no lo obligo. Adán peco por su propia

concupiscencia (deseo)

Pablo expone en carne propia el problema de la codicia “Rom 7:7 ¿Qué

diremos, pues? ¿La ley es pecado? (del fruto del árbol del bien y el mal

¡no comerás!) En ninguna manera. Pero yo no conocí el pecado sino por

la ley; porque tampoco conociera la codicia, si la ley no dijera: No

codiciarás.(A) Pero…” Rom 7:8 Mas el pecado, tomando ocasión por el

mandamiento, produjo en mí toda codicia…”

Lo mismo ocurre con todos los descendientes de Adán.

A causa del pecado, el hombre es encarcelado en una celda de la

corrupción y maldad que impregna hasta la médula de nuestro ser. Cada

parte del hombre está en esclavitud al pecado - nuestros cuerpos,

nuestras mentes y nuestras voluntades Jeremías 17. 9 nos dice el

estado del corazón del hombre: es "engañoso y perverso."

La Biblia es clara en su estado natural, el hombre es incapaz de elegir lo

que es bueno y santo. En otras palabras, él no tiene la "voluntad libre"

para elegir a Dios porque su voluntad no es libre. ¡su voluntad está atada

a sus deseos! Y está limitada por su naturaleza caída, al igual que el

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preso se ve limitada por su celda 9.

Cuando Jesucristo inicio su ministerio proclamo a todos los seres

humanos.

“El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar

buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados

de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A

poner en libertad a los oprimidos; hoy se ha cumplido la escritura”( Luc.

4. 18)

Conclusiones:

Cuando entré en el Seminario Teológico del Sur (año 2000) creía en la

libertad de mi voluntad, en el sentido de que yo tenía el control supremo

de mis decisiones.

Esto no lo había aprendido de la Biblia; Lo absorbí del aire de

independencia, del ego, de la autosuficiencia, de autoestima, de auto-

exaltación que todo ser humano no creyente respiramos cada día de

nuestras vidas.

La soberanía de Dios significaba para mí que Él podía hacer lo que

quisiera conmigo siempre que yo le diese permiso para hacerlo.

Este tema de la libertad y la responsabilidad del hombre es tan espinoso

que donde lo tomes te hiere, aún el hombre regenerado que tiene la

unción del Espíritu, pero no el conocimiento bíblico y profundo de Dios y

sus decretos, le es difícil aceptarlo, puede argumentar porque pocos son

los que se salvan (Mat. 7. 13) y con dificultad como dice el apóstol Pedro

(1 Pedro 4.16-18)

Esta verdad de Dios me provoco un choque emocional, espiritual, esta

pregunta retumbaba en mi ser ¿Por qué yo y parte de mi familia no? Sí

la Biblia afirma; “Cree en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y tu casa”

(oikos) (Hech. 16. 31)

Y vi en la Biblia la respuesta de Dios.

Romanos 9:1-5 “Digo la verdad en Cristo, no miento, dándome

testimonio mi conciencia en el Espíritu Santo, 2 de que tengo gran

tristeza y continuo dolor en mi corazón. 3 Porque desearía yo mismo ser

anatema, separado de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes

según la carne, 4 que son israelitas, a quienes pertenece la adopción

9 Gresham Machen. J. Antropología Bíblica. MINTS. FUNDACIÓN I.B.R.C. Bogotá D.C. Colombia. Pág. 174-

177

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como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las

promesas, 5 de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne,

procede el Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por

los siglos. Amén”.

En Filipenses me enfrenté a la intratable cláusula base del capítulo 2

versículo 12b-13: ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor; 13

porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer,

para su beneplácito” (Biblia de las Américas).

Lo cual convertía a Dios en la voluntad que controlaba mi voluntad, y en

el trabajador que controlaba mi trabajo; la respuesta definitiva; Dios

controla mi voluntad y mi destino.

Luche de frente con las doctrinas de la elección incondicional y la gracia

irresistible. Romanos 9 fue el texto fundamental y que cambió mi vida

para siempre. En Romanos 9. 11-12 decía, “…ame a Jacob y Esaú

aborrecí, no habían nacido y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, se

le dijo a ella: El mayor servirá al menor, ame a uno aborrezco al otro”. Y

cuando

Pablo planteó la pregunta en 9. 14, “¿Que hay injusticia en Dios?” Dice,

no, y cita a Moisés (en el versículo 15):

“Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y tendré compasión

del que yo tenga compasión”. Y cuando plantea en el versículo 19 la

pregunta, “¿Por qué, pues, todavía amonesta Dios? Porque ¿quién

resiste a su voluntad?”. Responde en el versículo 21, “¿O no tiene el

alfarero derecho sobre el barro de hacer de la misma masa un vaso para

uso honroso y otro para uso deshonroso?”.

Las emociones se agitan cuando siente que su mundo centrado en el

hombre se deshace a su alrededor.

Este razonar bíblico quebró mi autonomía humana, y la última libre

determinación de mi voluntad. Mi visión del mundo simplemente no

podía permanecer en pie contra las santas escrituras.

Este discernir abrió una gratitud inmensa al creador y me sentí como

Abrahán, Jacob, Pablo y saboree, disfrute, el don divino de la gracia

inmerecida y sentí misericordia por aquellos que Dios ha desechado.

Ese fue el comienzo a una pasión de por vida, por ver y saborear la

supremacía de Dios en absolutamente todo y deleitarme cada día con su

misericordia y su salvación que me había dado sin merecerla y luchar

contra mi carne (Rom. 7) cada día... hoy se que no estoy en manos de

un Dios airado, he comprendido que DIOS SIEMPRE TIENE EL

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CONTROL Y QUE TODO LO QUE ME PASE CONSIENTE O

INCONSIENTEMENTE, ES PARA MI BIEN PORQUE DIOS ME AMA Y

YO LE AMO Y NADIE ME SEPARARÁ DEL AMOR DE ÉL (Rom. Cap.

8)

Solo puedo terminar diciendo:

Sí hay alguien verdaderamente libre, ese alguien es Dios.

Sí hay alguien verdaderamente esclavo, es el hombre…

Pero no será para siempre, será hasta la segunda venida “y aquel que

empezó la buena obra; la perfeccionará en el día de Jesucristo” (Fil. 1.

6) Amen.

Page 15: La soberania de dios y la libertad del hombre

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BIBLIOGRAFIA.

Biblia Reina Valeria 1960.

Biblia de las Américas.

Gresham Machen. J. Antropología Bíblica. MINTS. FUNDACIÓN I.B.R.C.

Bogotá D.C. Colombia.

Pink, Arthur, W. La Soberanía de Dios. EL ESTANDARTE DE LA VERDAD.

Gran Bretaña. Cuarta Edición al Castellano.

Ferguson, Sinclair B. Wright, David F. Packer,J.I. Nuevo Diccionario de

Teológia. Casa Bautista de Publicaciones. 1998. El Paso, Texas.

Lacueva, Francisco. Diccionario Teológico Ilustrado. Editorial Clie 2001.

Terrasa, Barcelona, España.

Internet.

Apuntes personales.