La Sociedad de Las Esquinas w Foote Whyte

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Estudio clásico de antropología sobre pandillas en una ciudad.

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    ;- entana y gritaba: " IMald ito hijo'eperra! iLrgatedeaqu!"

    Algunas semanas antes, previendo mudarme al distrito, yoismo haba principiado a trabajar en el idioma italiano conyuda de un Linguaphone. Una rna an a, pap Martini pasando yo estaba hablando al disco fonogrfico. Escuch poros instantes en el corredor, tratando de en tender esa raraonversacin. Luego se precipi t sobre m con exclamacionescinad as, Nos sentamos mientras le demostraba la mquinael mtodo. Despus de eso, se mostr deleitado trabajando.nmigo y lo llam mi profesor de idiomas. Llegamos en

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    LA SOCIEDAD De LAS ESQUINAS 357

    poco tiempo a un nivel en que poda sostener c~)I~vers~ci?nes pap en la cocina, para conversar mientras le ayudaba a secarsencillas y gracias al Linguaphone y a pap Mar ti ni, el italiano , los platos, o acercaba una silla a la conversacin familiar alre-que surgi sonaba aparentemente autntico. Le gu~taba ha- ' dedor de una mesa cercana a la cocina. .Beb fa con ellos uncerme pasar ante sus amigos como un p'aesano mzo_ . " un ',' vaso de vino y poda sentarme y escucharen su mayor parte,hombre de su propio pueblo natal en Itaha. Cuando tenI~ el pero probaba ocasionalmente con ellos mi italiano creci en te.cuidado de mantener mis comentarios dentro de los lI:nIt~s La ru tiria era diferente el domingo, cuando el restaurantede mi vocabulario, algunas veces poda pasar por un mrm- se cerraba a las dos de la tarde y llegaban los dos hermanos degran te del villorrio .de ~iareggio, en la ,Provincia de Toscana. Al, su he:mana, l~s .esposas,. el, esposo y los h~jos, para una

    Como mi inves tigacion se desarrollo de modo que estaba gran corn ida dOmInICaL Ins ist Ian en que cornrera entoncesconcentrndome casi exclusivamente en la generacin msJ como miembro de la familia, sin pagar por mis alirne nt os,joven, de habla inglesa, mis conocimientos del italiano ~esul- h Siempre era ms de lo que poda comer, pero estaba deliciosotaron innecesarios para esos propsitos. No obstante, srento ~ y lo regaba con dos vasos de vino Zinfandel. Cualquier ten-la segUl'i~ad de que fue. importante para establecer ~i pos,i- ~.:i sin ~ue hubiera apare

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    corredor largo y oscuro hasta la parte pos terior de! edificiode viviendas. No estaba ~reocupado por la posibilidad de unaincursin policiaca. Pensaba cmo adaptarme. y ser aceptado.La puerta se abra a una pequea coc.i~a casi desprovis ta demobiliario y con la pintura desprend in dose de las pared~s. ;.Tan pronto como entramos, me quit e! ~om?re;o y empec~ ~ "buscar un sitio dnde colgarlo. No habla nmgun lugar. MIreen torno mo y all aprend mi primera leccin de observa-cin participante en Cornerville: no te quites e! som~rero enla casa. _. cuando menos, 'no lo hagas cuando estes ex:trehombres. Puede ser permitido, pero ciertamente no requendoquitarse e! sombrero cuando hay mujeres pr~sentes... .

    Doc me present como "mi am~go Bill ~ a ChIChI, q~l\C~administraba e! negocio y a los amIgos y clre n tes ~e Chichi.Permanec all con Doc, parte del tiempo en la COCIna,dondeestaban sentados conversando varios hombres y parte deltiempo en e! otro cuarto, observando el juego de dados.

    Se hablaba de juego, de carreras, de caball,os, ?e sex? y deotras cuestiones. Yo casi nada mas escuche e Intente I?OS-trarme amable e interesado. Bebimos vino y caf con arusetey los presentes cooperaron para pagar los r.e,frescos. (Doc n,ome dej pagar mi parte esta pnmera ocas irr.) Com? hablapronosticado Doc, nadie me hizo preguntas concer~Ientes am mismo, pero me inform despus que cU~,do sal.I al.excu-sado, hubo un estallido nervioso de conversacion :n it aliano yque necesit asegurarles que no era u~ de tect ive , Me. e.x-plic que les dijo secamente que era amIgo suyo y corivimc-ron en acep tarlo , . .' Fuimos juntos varias ocasiones ms al estableclI;l1e~to de

    juego de Chichi y luego lleg el tiempo en que at rev a Ir solo:Cuando fui saludado en una forma natural y amable, sentrque estaba comenzando a encontrar u~ sitio en Cornerv~lle.

    Cuando Doc no iba a la casa de Juego, pasaba el tiemporondando por la Calle Norton y empec a a;ompaarlo. Alprincipio, la Calle Norton signific~ba nad~ :nas un lugar pa~1esperar hasta que pudiera ir a algn otro Slt~O.Al ~o~enzar ":conocer mejor a los hombres, me encontre convir tindome'gradualmente en uno del grupo de la Calle Norton.

    LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS359

    Despus se form el Club de la Comunidad 1taliana en laCasa de Servicios Sociales de la Calle Norton y Doc fue invi- _ta?o a ingresar. Doc, maniobr para hacerme aceptar comomiernbr o y me alegre de unirme al club, ya que pude ver queeso representaba algo clanunente diferente a las pandillas deesquina que estaba conociendo..Al empe~ar a conocer a los hombres de Cornerville, tam-

    biri co no cr a algunas de las muchachas. Llev a una de ellas aun b.aile de la iglesia. A la maana siguien te, los amigos de laesquina estaban preguntndome: "Cmo est tu novia? "Esto me sorprendi. Supe que ir a la casa de una muchachaera algo que no se haca, a rncrios que uno pensara en casarsecon ella. Por fortuna, la muchacha y su familia saban que noconoca las costumbres locales, as que no supusieron queestaba comprometido. No obstante, sta fue una advertenciatil. Despus de esa vez, aunque hall excesivamente atrac-tivas a algunas muchachas de CornervilIe, jams sal con ellas,excepto en grupo y tampoco hice ms visitas a sus casas.

    Al progresar, encontr que la vida en Cornerville"";;o era,con mucho, tan interesante y agradable para las muchachascomo para los hombres. Un hombre tena libertad total paravagar y haraganear. Las muchachas no podan rondar por lasesquinas. Tenan que dividir su tiempo entre sus hogares, lascasas de sus amigas y familiares y un empleo, si lo tenan.Muchas de ellas tenan un sueo que era ms o menos as: unjoven de fuera de Cornerville, cr-n un poco de dinero, unbuen trabajo y buena educacin, vendra, las enamorara y lassacara del distrito. Yo difcilmente pod a interpretar esepapel.

    6. Entrenamiento de observacin participante

    La primavera de 1937 me proporcion un Curso extenso enobservacin participan te. Estaba aprendiendo cmo condu-cirme y aprend de varios grupos, pero en particular de losNortons.

    Al empezar a-,nerodear por Cornerville, encontr que nece-

    f's

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    (

    sitaba una explicacin de m mismo y de mi estudio. Cuandome hallaba con Doc y respaldado por l, nadie me preguntabaquin era o qu haca. Cuando circulaba en otros grupos oaun entre los Nortons sin l, era obvio que sentan curiosidadrespecto a m.

    Comenc con una explicacin bastante elaborada. Meencontraba estudiando la historia social de Cornerville ...pero tena una nueva perspectiva. En vez de trabajar del pa-sado hacia el presen te, trataba de adquirir un conocimientocompleto de las condiciones actuales y despus trabajar delpresente hacia el pasado. Entonces estaba muy complacidocon esta explicacin, pero a nadie ms pareca importarle.Nada ms hice la explicacin un par de ocasiones y cuandoconclu, haba un silencio embarazoso. Nadie, incluyndomeyo mismo, saba qu decir.

    Aunque esta explicacin tena cuando menos la virtud decubrir cualquier cosa que pudiera desear hacer con el tiempo,era aparen temente demasiado complicada para significar algopara la gen te de Cornervillc.

    Encontr pronto que la gente haba desarrollado su propiaexplicacin concernien te a m: estaba cscribiendo un libroreferente a Cor ne rville , sta podra parecer una explicacindemasiado vaga por corn ple to y sin embargo fue suficiente.Descubr que mi aceptacin en el distrito depend~rna.dc.Ias rclacionc::ql.~nQnalcs ~e desarrollara, que de cual-quier exp..U~_~Ei!)_~_q'!..~_p'u_~~~~_

  • ')

    maban por la calle una muchacha o un grupo de muchachas,los muchachos reunidos en la esquina tomaban notas men-tales y luego discutan su valoracin de las mujeres. Estasvaluaciones se hacan en gran parte en trminos de formas ycon gusto se discuta que Mary "estaba mejor Forrn a.da" queAnna, o viceversa. Por supuesto, si cualquiera de los homhresde la esquina tenan un apego personal a Mary o a Anna, nose hacan comentarios de importancia y yo tambin evitaba eltpico.:..6lgunas veces me pregun taba si frecuen tar sirnp lem en te la

    esquina era un proceso bastante activo para ser dignificadopor el trmino "investigacin". Quiz deba estar hacindoIcspreguntas a esos hornb-e s. No obstante, se tiene que aprendercundo in terrogar y cundo no interrogar, lo mismo culespregun tas deben hacerse.

    Aprend esta lecci7i""'una noche, en los primeros rnescs,cuando estaba con Doc en el establecimiento de juego deChichi. Un hombre de otra parte de la ciudad se hallabaobsequindonos con un relato de la organizacin de la activi-dad de juego. Se me haba dicho que fue en un tiempo unoperador de juego muy grande y habl con conocimiento decausa respecto a muchos temas interesantes. l fue quienhabl ms, pero los otros hacan preguntas y comen tarios, asque despus de un tiempo principi a sentir que deba deciralgo, para ser parte del grupo. Inquir: "Supongo que todoslos polizontes estaban pagados".

    La quijada del jugador colg. Me mir furiosamente. Luegoneg con vehemencia que cualquier polica hubiera estado pa-gado y- cambi de inmediato la conversacin a otro tpico.Me sent molesto por el resto de esa noche.Al da siguiente, Doc me explic la leccin de la noche

    anterior. "Ten cuidado con eso de 'quin', 'qu', 'por qu' y'cundo', Bill. Si haces esas preguntas, la gente cerrar laboca. Si te aceptan, puedes permanecer alrededor, sencilla-mente y a la larga sabrs las respuestas sin tener que hacersiquiera las pregunt~".

    Encontr que esto era cierto. Mieri tr as estaba sentado escu-ch"indo, supe la contestacin a preguntas que incluso no ha-

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    '\ ..

    de estmulo para ayudado a hacer explcita mucha de la di-nmica de la organizacin social de Cornerville. Algunas delas interpretaciones que he hecho son suyas ms que mas,aunque ahora es imposible distinguidas.,.b.unque trabaj de manera ms estrecha con Doc que con

    ~ ningn otro individuo, siempre busqu al lder en cualquiergrupo que estaba estudian42,. Deseaba de l no nicamenteapoyo, sino tambin colaboracin ms activa con el estudio. ,Como estos cabecillas tenan la clase de posicin en la comu- ~nidad que les permita observar mucho mejor que los segui-dores lo que estaba ocurriendo y como eran en generalobservadores ms hbiles que los seguidores, encontr quetena que aprender mucho de una colaboracin ms activacon ellos.

    Se me haba instruido en mis mtodos de entrevista que nodiscu tiera con la gen te, ni hiciera ju icios morales de ellos.Esto cay dentro de mis inclinaciones. Me alegr aceptar a las .personas y ser aceptado por ellas. Sin embargo, esta actitud'no apareci tanto en las entrevistas, pues hice pocos irrterro-jgatoros formales. Busqu mostrar esta aceptacin interesada:de la gente y la comunidad en mi participacin cotidiana.

    Aprend a participar en las discusiones de la esquiria sobre jel beisbol y el sexo. Esto no requera ningn en treriamiento ]especial, ya que los tpicos parecan ser temas de inters casiuniversal. No poda participar tan activamente en discusionessobre carreras de caballos. Comenc a seguir -las carreras enuna forma bastante general y de aficionado. Estoy seguro de 'que me habra convenido dedicar ms estudio al MorningTelegraph y otras publicaciones hpicas, pero mi co noci-miento del beisbol me asegur cuando menos que no seradejado fuera de las conversaciones de la esquina.

    Aunque evitaba expresar opiniones sobre tpicos sensi.tivos, encontr que la discusin de algunas cue st.iories era slouna parte del patrn social y que difcilmente se poda parti-,cipar sin intervenir en la argumentacin. Me hall a menudo}envuelto en discusiones acaloradas, pero bien irrterrci orradas.jrespecto a los mritos relativos de ciertos jugadores y maneja-]dores de beisbol de las Ligas Mayores. Siempre que se aproxi-]

    ,':';

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    bra tenido el juicio de formular, si hubiera estado obtenien-do informacin con base nicamente en las entrevistas. Porsupuesto, no abandon por completo los in terr oga torios.Nada ms aprend a juzgar la sensibilidad de la pregunta y misrelaciones con la gente, en forma que slo haca una preguntaconcerniente a un rea sensible, cuando tena la seguridad deque mis relaciones con la gente implicada eran muy slidas.

    Cuando haba establecido mi posicin en la esquina, losdatos llegaron sencillamen te a m , sin esfuerzos muy activos demi parte. Era nada ms de tiempo en t iernpo , cuando estabainteresado en un problema particular y senta que necesitabams informacin de cierto individuo, cuando buscaba la opor-tunidad de apartar al hombre y efectuar una entrevista msformal.

    En un principio me concentr en adap tarrne a Cornerville,pero un poco despus tuve que encararme al problema dehasta dnde iba a in tr od uc irrne en la vida del distrito. Choqucon ese problema una tarde, mientras caminaba por la callecon los Nortons. Al intentar entrar al espritu de la conversa-cin superficial, solt una sarta de obscenidades y maldi-ciones. El paseo tuvo una detencin momentnea, cuandotodos se pararon a rnirar me sorprendidos. Doc movi la ca-beza y dijo: "Bill, no se supone que debas hablar as. Nopareces t".

    Trat de explicar que solamente estaba utilizando trminosmuy comunes en la esquina. Sin embargo, Doc insisti enque yo era diferente y deseaban que continuara sindolo.

    Esta leccin lleg mucho ms all del uso de las obsceni-dades y las rna ld icio ne s. Supe que la gente no esperaba quefuera como ellos; de hecho, estaban interesados y compla-cidos al encontrarme distinto, mientras tuviera un intersamistoso en ellos. Por lo tanto, abandon mis esfuerzos deinmersin to tal, N~ obstante, mi comportamiento fue afec-tado por la vi~ en la esquina. Cuando John Howard vino deHarvard para unirse conmigo en el estudio de Corrierville ,not inmediatamente que en este lugar hablaba muy distintoa como haba hablado en Harvard. Esto no fue cuestin delempleo de obscenidades o maldiciones, ni tampoco del uso de

    -1 LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 365expresiones no gramaticales. Hablaba del modo que me pare-ca natural, pero lo natural en Cornerville era diferente a lonatural en Harvard. En Cornerville me hall poniendo anima-cin mucho mayor en mis expresiones; cortando las "ges",finales y utilizando las gesticulaciones de modo mucho msactivo .. (Tambin haba diferencia, por supuesto, en el voca-bulario que empleaba. Cuando estaba enredado de manerams profunda con Cornerville, me encontraba con la lenguabastante atada en mis visitas a Harvard. No poda mante-nerme al nivel, simplemente, con las discusiones de, relacionesinternacionales, de la naturaleza de la ciencia, ni de todo enlo que en un tiempo haba estado ms o menos bien infor-m ad o.j j,

    A medida que fui aceptado por los Nortons y por variosotros grupos, trat de hacerme bastante agradable para que lagente estuviera contenta tenindome cerca. y al mismotiempo, intent evitar influir en el grupo, pues q~ra estudiarla situacin tan poco afectada por mi presencia como fueraposible. Por lo tanto, durante mi permanencia en Cornerville,evit aceptar cargos o puestos directivos e~ ninguno de losgrupos, con una sola excepcin. Una vez fui nominado parasecretario del Club de la Com7i"nidad Italiana. Mi primer im-pulso fue rechazar la nominacin, pero luego reflexion quede ordinario, el puesto de secretario es considerado sencilla-mente como cuestin de trabajo sucio: escribir las minutas yencargarse de la correspondencia. Acept y hall que podahacer un relato muy cornp let o del progreso de la reunin, talcomo transcurra, con el pretexto de tomar notas para lasminutas.

    Aunque intentaba evitar influir sobre in divicl os o grupos,trat de ser til en la forma en que se espera que ayude unamigo en Cornerville. Cuando uno de los muchachos tenaque ir al centro de la ciudad a un mandado y deseaba com-paa, yo iba con l. Cuando alguien estaba intentando con-seguir una colocacin y deba escribir una carta concernientea s mismo, lo ayudaba a redactarla y todo eso. Esta clase decomportamiento no present ning n problema, pero cuaridollegaba la cuestin de dar dinero, no estaba claro en absoluto

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    cmo deba comportarme. Por supuesto, busqu gastar di-nero en mis amigos igual que ellos lo hacan en m . Pero resp ecto a prestar dinero? En un distrito as se espera queun hombre ayudar a sus amigos siempre que pueda y confrecuencia, la ayuda necesitada es econmica. Prest dineroen varias ocasiones, pero siempre me sent inquieto al ha-cerla. Un hombre lo agradece cuando uno le presta dinero,naturalmente, pero cmo se siente despus, cuando ha lle-gado el momento de pagar y no puede hacerla? Tal vez estapenado y trata de evitar la compaa de uno. En esas ocasio-nes, trataba de dar seguridad al individuo y decirle que sabaque no lo tena entonces y que yo no estaba preocupado poreso. O incluso le deca que olvidara por completo la deuda.Pero eso no la borraba de los libros; el embarazo subsista.Aprend que es imposible hacer un favor a un amigo y causaren el proceso una tensin en las relaciones.

    No conozco ninguna solucin fcil a este problema. Estoyseguro de que habr ocasiones en que el investigador actuarextremadamente mal al negarse a hacer un prstamo personaLPor otro lado, estoy convencido de que cualesquiera que seansus recursos econmicos, no debe buscar oportunidades deprestar dinero y debe evitar hacerla siempre que pueda esqui-varlo graciosamente.

    Si el investigador est intentando acomodarse en ms de ungrupo, su trabajo en el terreno se hace ms complicad.2.:,Puede haber ocasiones en que los grupos entren en conflictouno con otro y se esperar que l adopte partido. Hubo unavez, en la primavera de 1937, en que los muchachos organi-zaron un encuentro de bolos entre los Nortons y el Club de laComunidad Ltal iana, Por supuesto, Doc bole por los No r-tons. Por fortuna, en ese tiempo mi juego no haba progre-sado hasta el punto en que estaba en demanda para uno yotro equipo y pude permanecer fuera del partido. Trat deaplaudir desde ah imparcialmente las jugadas buenas enambos equipos, aunque temo que fue evidente que mis ova-ciones a los Nortons eran ms entusiastas.

    Cuando estaba' con miembros del club de la Cornjrnid adItaliana, no me senta obligado en absoluto a defender a los

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    LA SOCIEDAD DE LAS ESQUIN AS 367

    muchachos de la esquina con tra comc n tarios despreciativos.No obstante, hubo una ocasin molesta, cuando estaba conlosmuchachos. de la esquina y uno de los colegiales se detuvoa habl~r conmigo. En el curso de la discusin, l dijo: "Bill, estos tIpOS no er~tenderan lo que quiero decir, p~ro estoyse~ro de q~e tu comprendes mi opinin". Pens que ahtena que decir algo. Contest que subestimaba grandemente

    - a, lc:>smuchachos y que los colegiales no eran los nicos, hhiles.

    Aunque la observacin coincidi con mis inclinacionespersonal.es, estoy seguro de que fue justificado desde un pun-to de VIsta prctico estricto. Mi respuesta no trastorn los sentimientos ~e superioridad del muchacho de colegio, ni',nuestras rel~~lOnes p~rsonales. Por otra parte, tan prontocomo se re trr o , fue evidcn te lo profundamente que sintieronI?s mucha~~os de la esquina su aseveracin. Pasaron algnltle~po em itiendo e~I?resiones explosivas acerca de su opinin

    1d.e el y luego me dijeron que yo era distinto, que lo apre-

    ciaban y que yo saba mucho ms que ese tipo y sin embargonolo exhib a.

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    que alentado por la confianza, fui a batear, fall. dos intentosy despus dispar un fuerte rodado por el agujero ,entre .~e-gunda y el parador en corto. Cuando menos por all m~ dije-ron que pas. Me encontraba tan ocupado en llegar a pnmerabase, que no supe despus si llegu por un error o por unsencillo.

    Esa noche, cuando fuimos a tomar caf, Danny n:e o~se-qui un anillo, por ser un amigo "regular" y un beisbolistabastante hueno , Yo estaba impresionado partlcularn:ente porla sortija, pues fue hecha. a man o , Dan~y comer;zo ~~n undado de mbar claro descartado de su ganto y habla u tiliz.adodurante largas horas su cigarrillo encend.ido para que rnar unagujero a travs de l y rcd orid ear las onllas, de ~anera qu:, .sali con una for rna de corazn en la parte su per ror, Asegurea los amigos que siempre apreciara ese anillo.

    Tal vez deb a agregar que mi imparable de una base con "que se gan el juego ele;,. la anotaci~ a 18-17, as que es :evidente que no fui el uru co que h.a,bla esta~o golpeando lapelota. Sin embargo, fue una scnsacro n maravil losa ~espond~rcuando todos estaban contando conmigo y me hizo sentirtodava m s que perteneca a la Calle .~orton._ ., l.

    Al reunir los primeros datos de mi InveStl!5aclOn, tuve que,decidir c mo iba a organizar las notas escntas. En la etapa ~ms temprana de exploracin, puse simplemente toda.s las i;jnotas en orden cronolgico en una sola car pe tu. Con10 Iba. a ~proseguir estudiando un nmero de grupos y problen:~s dis- :~tintos, fue obvio que sta no era en absoluto una soluClon: .. ~

    Tena que subdividir las notas. Par'ec a haber d,os.p osib ili- ~dades principales. Pod a organizar las n?tas. por tOpl~?S, co~ ~carpetas para la poltica, los rach e ts , la Igles.la, la farnil ia y asi =~para el resto. O poda organizadas e.n ~:mll~os de los grupos '~en los que estaba basadas, lo cual slgnlf~cana ter:er carpetas jpara los Nortons, el Club de la Comumdad Itahana y p~ra ~otros grupos. Sin pensar reu lrnc n t.e el problema a fondo ..P!~,'cip-.~L'Ls.de.~cionar el l,nateri.al. s.obl"e la ~asc de gruposs r~z~~.:~nando g,~I~J.l,H;g_P.2_~..!_I~,:!,:VI~,~ol2!e.1n hase d~ 10- t~pl j'coi:::Z~~ndo_LuYi~L!:!c_~nconocimiento mejor de cuales ser ianq1(~~"!.?.icos-pcl:.t..i~

    LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 369

    A medida que se acumulaba el material en las carpetas,descub r ,que-la-organizacwn de .llQ.tas p..QLgIllp.Q.LS.ucialesc~da_con,"-la'-manera-eJ:t.--.que estaba 'desarrollndose mies!ydio. Por ejemplo, tenemos a un muchacho de colegio delClub de la Comunidad Italiana, diciendo: "Estos racketeersdan un mal nombre a 'nuestro distrito. Deban limpiado deellos, realmente". Y tenemos a un miembro de los Nortnsdiciendo: "Estos racketeers son 'derechos' en realidad. Cuan-do necesitas ayuda, te la dan. El hombre de negocios Ie-gtimo __ . l no te dar la hora". Deban ser seleccionadasestas citas bajo "Fcach.et eers, actitudes hacia los"? Si era aS,nada ms mostraran que en Cornerville hay actitudes anta-gnicas hacia los rach e teers, Slo un cuestionario (que difcil-mente es factible para un tpico as) mostrara la distribucinde actitudes en el dis tr ito , An ms, qu importancia ten-dra saber cuntas personas sentan de un modo o de otrorespecto a este tpico? Me pareci de inters cientfico mu-cho mayor poder relacionar la actitud del grupo en el queparticipaba el individuo. Esto muestra por qu poda espe-rarse que dos individuos tuvieran actitudes bast an te dife ren-tes sobre un tpico dado.

    Al pasar el tiempo, incluso las notas de una carpeta aumen-taron ms all del punto en que se mi memoria me permitieralocalizar rpidamente cualquier anotacin determinada. En-tonces trac un mtodo rudimentario de ndices: una pginaen tres columnas, que contenan para cada entrevista u obser-vacin la fecha, la persona o personas entrevistadas u observa-das y un resumen breve del registro de la entrevista uobservacin. Dicho ndice cubrira de tres a ocho p girias,Cuando llegara el rn orn eri to de revisar las notas o escribir apartir de ellas, un estudio de entre cinco y diez minutos delndice sera bastante para darme una imagen razonablementecompleta de lo que tena y de dnde podra ser localizadocualquier dato determinado.

  • 370 WILLIAM FOOTE WHYTE,~. LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 371

    1

    estudio, en relacin con personas que estaban contra este. .' poltico particular.

    Pas julio y agosto de 1937 alejado de Co rn erv ille , con mis El problema se resolvi solo para m. En el otoo de 1937padres. Tal vez estaba dem~s.ido acostumbrado a las ~aca- hubo una pugna por la alcalda. Un poltico irlands queciones de verano con la Iarn.ilia par~ permanecer. en COln~r. haba sido antes alcalde y gobernador del estado, era nueva-ville, pero cuando menos pretexte que n ece sitab a algun mente candidato. Entre los yanquis buenos, el apellidotiempo para retirarme, leer un poco y lograr alguna perspe~- Murphy era la personificacin de la corrupcin. Sin embargo,

    / tiva. Todava no vea el eslab

  • ')LA SOCIEDAD DE LA:; ESQUINAS 373372 WILLIAM FOOTE WHYTl"

    para senador estatal. La mayor parte de los trabajadores en cientfica :ota.l respecto aJas salas f{nebres. Uno de mis re-esas carnp aas cuando menos pueden declarar que entregaron' cuerdos .mas VIVOSy desagradables de Cornerville proviene deun nmero considerable de votos; yo no poda ofrecer nin- este penodo. Uno de los electores del senador haba muerto.guno, excepto el mo. Fue difcil para la organizacin acoso, ~omo las escaleras 9ue llevaban a su apartamento eran dema-tumbrarse a esto. En una oc asi ri, George Ravello me llev en s.lado estrechas, el fina.do fue expuesto por sus amigos y fami-su auto~vil ~ la Cmara del Estado y en el camino quiso, liares en ~l sa~n posterior de la agencia de pompas fnebres.saber cuando Iba a darle el apoyo del Club de la Comunidad' Fue tendido, mfortunadamente, en dos trozos, ya que le ha-,Italiana. En ese tiempo ello era un tpico bastante delicado ;, b an amputado una pierna poco antes de su muerte. El restoen el club. Por una parte, todos los miembros se encontraban: de! cadver fue embalsamado, pero me informaron que nointeresados en ver que un italoamericano ascendiera a un ; exist a manera de embalsamar una pierna separada de unpuesto elevado y sin embargo, los perturbaba ser id entifi- ~ cuerpo. ~a pierna gan~r~nosa desp~da el olor ms nausea-cados con George Ravello. El lenguaje que utilizaba en bU~'ldo.Mientras la farn ilia y los amigos llegaban a rendir susp~blico difcilment,e era r.~finado y h~ba ganado una publi-] ltimos respetos, los :rabajadore~ ?ol~icos estbamos seri-cid ad que avergonzo a los Jovenes en diferentes ocasiones. Por tados en la parte antenor de la o ficin a, in terrtaneio mantenerejemplo, hubo una vez en que una mujer estaba declarando, nuestra atencin poltica. De tiempo en tiempo, Paul Fe-contra un proyecto introducido al senado por Ravello. El r r~~nte recorra el cuarto esparciendo perfume. La combina-senador enfureci en medio de la audiencia y amenaz con' cion de perfume con la pestilencia gangrenosa difcilmentelanzar a ,a la bu~na mujer .des.de el muelle a la baha, si alguna' fue un m~j~r~mi.ento. Permanec e~ mi puesto todo el da,vez ponIa un pie en su di st ri to. Otra ocasin los peridicos pero termme smtlendo un poco de nauseas.pub~icaron l~ fotografa de Ravello con un ojo hinchado, que' . Como los polticos no. saban qu h~cer con mis servicios y\habla obte~ldo en u~a pelea con un miembro de la Junta. 5ll~ . embargo e~taban dispuest os a. deJar,?e mer?d

  • 374 W'LL'AM FOOTE WHYTE ')

    escala, donde trat de transcribir en el lugar los discursos yotras actividades de los partidarios principales de Ravello.

    Cuando lleg el da de la eleccin, vot al abrirse las casi-llas y despus me present para el servicio en el cuartel gene-ral del candidato. Encontr all que se me haba asignado ;:para trabajar en otro distrito con el secretario de Ravello.Pas la primera parte del da de la eleccin fuera de Corner-ville, siguiendo a Ferrante y sin ser de ninguna utilidad autn-tica para m mismo ni para la organizacin. No me preocuprespecto a mi contribucin, porque (estaba adquiriendo un.aimpresin creciente de que mucho de' lo que pasaba 'por acti-vidad poltica era sencillamente prdida de tiempo~:, La ma-ana del da de la eleccin, nos detuvimos a charlar con unnmero de amigos de Paul Ferrante y bebimos una copa ouna taza de caf aqu y all. Despus viajamos en auto paraofrecer transporte a las casillas a los votan tes, que en undistrito tan congestionado esrab an a la vuelta de la esquina.Hicimos alrededor de treinta escalas y llevamos a una votantea la casilla y dijo que de cualquier modo, iba a ir caminandocinco minutos ms tarde. Los otros no estaban en casa, o nosdijeron que despus iran caminando.

    A las dos, pregunt si poda retirarme y volver a mi distri-to. Esto me fue concedido inmediatamente, as que pudepasar el resto del da en Cornerville.

    Cuando llegu a casa, principi a escuchar rumores alar-mantes del distrito original del poltico irlands que era elrival principal de Ravello. Se deca que tena una flota detaxis recorriendo su distrito, para que cada uno de sus repe-tidores pudiera votar en todas las demarcaciones de su dis-trito. Fue claro que si no robbamos la eleccin, este tipobajo nos la robara.

    Alrededor de las cinco, uno de los lugartenientes princi-pales del senador se precipit hacia un grupo de noso tr os quenos hallbamos haraganeando en la esquina, frente a la casillade mi demarcacin. Nos dijo que la seccin de Joseph Ma-loney de nuestro distrito se encontraba abierta para los repe-tidores, que los vehculos estaban preparados para tr anspor-tarlos y que todo lo que necesitaba eran unos pocos hombre. .1

    I

    J

    LA SOCIEDAD DE LAS ESQUIN AS 375

    para ponerse a trabajar. Por el momento, la organ iz.aci n sehallaba obstaculizada por una escasez de material humanopara realizar esta tarea importante. El lugarteniente del sena-dor no solicit voluntarios; nos indic simplemente quesubiramos a los coches para trasladarnos a las casillas dondepoda hacerse el trabajo. Vacil un momento, pero no 'menegu.

    Antes que las casillas se cerraran esa noche, haba votadotres' veces ms por George Ravello ... no fue realmente unagran hazaa, ya que otro novato que haba comenzado almismo tiempo que yo, consigui producir nueve votos en elmismo t iernp o, Dos de mis votos fueron emitidos en la partedel d istr ito correspondiente a J oseph Maloney; el tercero fueregistrado en m.i casilla correspondiente.

    Estaba parado en la esquina, cuando uno de los esbirros delpoltico lleg hasta m con la lista de votan tes, para pcd irrneque fuera. Le expliqu que sta era mi casilla y que ya habavotado bajo mi nombre autntico. Al saber que lo haba hechocuando abrieron las casillas, me dijeron que no tena nadapor qu preocuparme y que ahora estaba de servicio unnuevo turno. Eligieron para m el nombre de Frank Petrillo.Me dijeron que Petrillo era un pescador siciliano que sali almar el da de las elecciones, as que estbamos ejerciendo porl sus derechos democrticos. Mir el padrn electoral y des-cubr que Pe tr illo tena cuarenta y nueve aos de edad ymedia 1.75 de estatura. Como yo tena veintitrs y medacasi 1.91, esto me pareci plausible y' expuse mi duda. Se measegur que eso no constitua ninguna dificultad en absoluto,ya que la gente a cargo de la casilla era de Joe Maloney. Estono me tranquiliz por completo, pero sin embargo form enla fila para esperar mi nuevo turno en la precipi tacin de lahora,.an tes que fueran cer rarlas las casillas.

    Dije mi nombre y la mujer que se encontraba a la entradalo marc en su lista, tom mi boleta, fui al gabinete y marqula boleta en favor de George RavelIo. Cuando me hallaba apunto de meter la boleta a la nfora, esta mujer me mir ypregunt qu edad tena. Comprend repentinamente loridculo de mi simulacin. Saba que se supona que deba

  • 376 \vILLIAM FOOTE WHYTE

    decir que tena cuarenta y cinco aos, pero no pude expresaruna mentira tan ridcula. En lugar de eso, trans en decir quetena veintinueve. Inquiri qu estatura ten a y transignuevamente, diciendo que meda 1.83. Me tena frito, pero elinterrogatorio sigui. La mujer me pregunt cmo deletreabami nombre. En la excitacin, lo hice mal. La otra inspectorase aproxim entonces y me interrog respecto a mis her-manas. Record que haba visto en la lista los nombres delalgunas mujeres apellidadas Pe tr illo y en todo .caso , si inven-taba nombres que no aparecan en el padrn, podan ser demujeres que no estaban registradas. Repliqu: "S, tengo doshermanas". Pregunt sus nombres. "Celia y Florence"

    Me mir con expresin burlona e inquiri: "Qu hay res-pecto a Marie Petrillo? "

    Hice una inhalacin profunda y contest: "Ella es miprima".

    Dijeron que tendran que objetar mi voto. Llamaron alsupervisor a cargo de la casilla.

    Tuve que aguardar un m inu to antes que se acercara y fuetiempo suficiente para meditar respecto a mi futuro. Puedever fren te a mis ojos grandes ti tul ares en las primeras planasde los tabloides de Enst er n City: BECARIO DE HARVARD ARRES'TADO POR REPETIR. Por qu no haban de aprovechar la opor-tunidad? sa era realmente una noticia periodstica ideal deun horub re mordiendo a un perro. Resolv en ese instante quecuando menos no mencionara mis relaciones con Harvard nimi estudio de Cornerville, cuando fuera detenido.

    El supervisor se aproxim, dijo que tendra que recusar mivoto y me pidi que cscr ib ier a mi nombre al reverso de laboleta. Fui al gabinete. Pero estaba para entonces tan ner-vioso, que olvid cul se supona que era mi nombre de pila yescrib "Paul". El supervisor tom mi boleta y mir el dorsode ella. Me hizo jurar que se era mi nombre y que no habavotado antes. Lo hice. Sal. Me dijo que me detuviera. Almirar las personas que entraban, pens en tratar de huir, perono lo hice. Regres. El supervisor mir el libro de votantesregistrados. Volvi al gabinete y su espalda estuvo hacia mpor un rnorn ert to , Entonces lo vi tachar el nombre escrito en

    LA SOCIEDAD "-~ LAS ESQUINAS 377

    el dorso de la boleta. La meti en el nfora y registr el votocon un timbrazo. Me dijo que poda retirarme y lo hiceinten tando caminar en una forma calmada y pausada. '

    Cua~do estaba en ~a calle, dije al lugarteniente del polticoque rru voto fue objetado. "Bueno, qu te importa? Nop.erdimos nada". Despus le inform que el voto haba pasadofmalmente. "Bue~o, mu~ho mejor. Escucha, qu podanhaberte hecho? SI los polIzontes te hubieran arrestado no te, ,encerranan. Nosotros lo arreglaramos".- .. ~o cen bien esa noche. Fue bastante curioso que no me

    ,t SIntIeradtan .cdulpaHblepor lo que hice, hasta que pens que iba

    4 a ser etem o. asta ese punto, nada ms actu aturdido.

    l.

    ' Desp us de la cena, fui a buscar a Tony Card io , del Club de la~ Comunida~ It~liana. Cuando. fui a su demarcacin a repetir,lo encontre salie nd o de la casrlla. Al pasar, sonri y coment:

    ti "Te estn haciendo trabajar bastante, verdad P " Conclu deJ,1 inmediato que deba saber que iba a repetir. Sent que debal verl o tan pronto como fuera posible, para explicar en lai mejor forma posible lo que haba estado haciendo y por qu.~ Tony no estaba en casa esa noche, afortunadamente para m.i Al ceder mi ansiedad, reconoc que el simple hecho de que yoJ conociera mi propia culpa, no significaba necesariamen te que:i Tony y todos supieran lo que hice. Confirm esto despus, de~ manera indirecta, cuando tuve ms tarde una conversacin~ con Tony respecto a la eleccin. No hizo ninguna pregunta"~concerniente a mis actividades de votante.:~ sa fue mi actuacin del da de la eleccin. Ou gan con~ ella? Tuve una experiencia personal, de prim~;a mano, de',1 cmo se efectuaba la repeticin. Pero esto realmen te tuvo;1muy' poco valor, pues antes haba estado observando estas~'actividades muy de cerca y poda haber tenido todos los datos; sin aceptar ningn riesgo. No aprend en re~lidad nada deU valor para mi investigacin con la experiencia y corr el.pe-~ ligro ~: perjudicar todo m.i estudio. Aunque escap de la/n ~etencIon, estas. cosas no sIe~pre son arregla,d.as con tanta'r;i fIr;neza como pien san los esb irr os de los p ol tICOS. Un ao:"mas tarde, cuando estaba fuera de la ciudad el da de lai~eleccin, alguien fue arrestado por votar en mi nombre.-,'~.!

    ea~1

    I

    / .../

  • Aun aparte del riesg~ de una detenci?~,/me enfrent aotras prdidas posibles.' Aunq~e la r;petICl~n era bastan tecomn en nuestro distrito solo habla rela.tivam en te pocaspersonas dedicadas a hace:lo ,Y/por lo g~neral. erl~ desJ?re-ciadas como los tipos que hac an el trabajo SUCIO.SI hubler~corrido el rumor respecto a m, habra sufrido un' dao .consI-derable mi posicin en el distrito. Hasta donde supe, rm repe-ticin de votos jams se descubri excepto por al~nas de laspersonas clave en la organizacin de Ravello. I:Iabla h~cho l.a Cuando termin la campaa y volv a la Calle Norton, nomayora de mis repeticiones fuera de Corn.ervIlle y mIS a~I- cort por completo mis lazos con la organizacin de Ravello.gos de la Calle Norton no votaron en la mI~ma dema:caclon Hubo dos razones para esto: deseaba conservar mis cone xio-donde deposit mi segundo voto en Corrier ville. No fUI ob ser- nes para una posible investigacin ms amplia de la poltica;vado por nadie cuya opinin pudiera daarme. Adems, fue pero adems, no quera que me considerasen nicamente otrosolamente pura suerte que no me hubiera delatado con Tony de esos "falsarios" que se desvivan por un poltico cuandoCardio de hecho, fui afortunado en todo. pareca que tena oportunidad de ganar y lo abandonaban

    La ;xperiencia present problemas que trasce~ldieron a la cuando perda. Sin embargo, no tena un lazo personal fuertepropiedad. Haba sido bien educado, como un 'CIUdadano de que me ligara a la organizacin. Me agradaba Carrie Ravello yclase media, respetable y respetuoso de la ley. Cuando des- la respetaba; el senador me confunda y me interesaba, perocubr que era un repetidor, sorprend a mi co~ciencia provo~ nunca sent que llegu a conocerlo. El que fue en un tiempocndome dificultades serias. sa no era la Imagen de rn i su secretario nada ms desapareci del horizonte despus demismo que haba estado tratando de formar..N o poda r~cha- la eleccin ... debindome todava diez dlares. Los otros enzarlo riendo, como una simple parte necesaria del trabajo en realidad no me importaban personalmente. Y al revisar ahorael terreno. Saba que no era necesaria; en el punto en que mis notas, incluso sus nombres tienen poco significado.principi a repetir, podra haberme negado a hacerlo. Hubo / Al hacerme ms activo una vez ms en la Calle Norton, elotros que se negaron a repetir. Yo me haba dejado e~volver, ,/ muridoTocal empez a parecerme diferente. El mundo quesencillamente, en el mpetu de la campaa y me dej arras- '\ estaba observando se hallaba en proceso de cambio. Vi atrar. Tena que aprender que para ser aceptado por la gente algunos de los miembros del Club de la Comunidad Italiana

    r de un distrito, se tiene que hacer todo Igual que lo ~acen estableciendo contacto con el mundo superior del controlellos. De hecho, en un distrito en que hay agrupamlentos yanqui, al seguirlos a la Noche Panaestadounidense en el Clubdiferentes con distintas normas de comportamiento, puede de Mujeres Republicanas. Vi las tensiones y los esfuerzos den-ser cuestin de consecuencia muy grave conformarse a los tro de los Nortons, producto de los contactos con el Club

    \ cartabones de un grupo particular. Afrodita y el Club de la Comunidad Italiana. Observ a Doc,\ .' Tambin deba aprender que el trabajador en el terreno no totalmente sin objetividad cientfica, 'mientras se preparaba, puede permitirse en pensar nada ms en aprender a ~ivir co~ para su esfuerzo fracasado para ser candidato a un puestootros en el campo de investigacin. Tiene que cc:>r:tmuarVI- pblico.

    \, viendo consigo', m ismov" Si el observad?r par ticipante se / Luego, una noche de sbado de abril de 1938, tropec con-encuentra empendose en un comportamI~nto que ha apren- :!una de mis experiencias de investigacin ms excitan tes endido a considerar inmoral, entonces es posib le que comience", Cornerville. Fue la noche en que los Nortons iban a bolear

    378 WILLIAM FOOTE WHYTE LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 379

    a preguntarse qu clase de persona es, despus de todo. Amenos que el trabajador en el terreno pueda llevar con l unaimagen razonablemente consistente de s mismo, es probableque tropiece con dificultades.

    8. De regreso en la Calle Norton

  • 380 W._LIAM FOOTE WHYTE

    por un premio en metlico; la noche de bolear ms grande detoda la temporada. Recuerdo haber estado en la esquina conlos muchachos, mientras discutan la competencia prxima.O a Doc, Mike y Danny haciendo sus pronsticos respecto alorden en que terminaran los hombres. Al principio, esto noprovoc en m ninguna impresin, ya que mis propias predic-ciones no expresadas seguan precisamente las mismas lneas.Entonces, mien tras los muchachos bromeaban y discutan,principi de pronto a poner en duda toda la situacin y atomar una nueva perspectiva de la misma. Estaba convencidode que Doc, Mike y Danny se hallaban acertados de modobsico en sus predicciones y no obstante, p or qu debanaproximarse las anotaciones a la estructura de la pandilla?Eran estos hombres de la cumbre simplemente mejones atle-tas naturales que el resto? Eso no tena sentido, pues allestaba Frank Bonnelli, quien era un atleta bastante buenopara conseguir la proInesa de una prueba en un equipo debeisbol de Liga Mayor. Por qu no poda superarnos a todosen la mesa de bolos? Entonces record el juego de beisbolque habamos tenido un ao antes contra los muchachos msjvenes de la Calle Norton. Pude ver al hombre que era, porreconocimiento comn, el mejor jugador de beisbol de todosnosotros, abanicando la brisa con movirn ien tos largos y gra-ciosos de su bat y permitiendo que los rodados pasaran entresus piernas. Y entonces record que ni yo ni nadie ms pare-camos habernos sorprendido por la actuacin de Frank eneste juego. Incluso el mismo Frank no se sorprendi, segnexplic: "Parece que no puedo jugar beisbol cuando estoyjugando con tipos a quienes conozco, como ese grupo".

    Esa noche fui a las mesas, fascinado y un poco impresio-nado por lo que iba a atestiguar. Ah estaba la estructurasocial en accin, en las mismas me sas de bolear. Mantena alos miembros individuales en sus lugares ... y a m con ellos.Entonces no me detuve a razonar que como arnigo fn tirn o deDoc, Danny y Mike, ocupaba unu posicin cercana a la cimade la pandilla y por lo tanto, deba esperarse que sob resaliera .en esa gran ocasin. Me sent sencillamente elevado por lasituacin. Sent que mis amigos estaban en favor mo, tenan

    ;'1'lO.'

    ~---

    ~LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 381

    confianza en m, deseaban que boleara bien. Al llegar miturno y levantarme para bolear, sent una confianza supremaen que iba a golpear los pinos a los que apuntara. Nunca mehe sentido en absoluto en esa forma en otra ocasin, ni antesni despus. All, en la mesa de bolos, estaba exp er'irnen tarrd o.subjetivamente al impacto de la estructura del grupo sob re el iindividuo. Fue una sensacin extraa, como si alguien ms!grande que yo mismo estuviera controlando la bola, al hacerla'oscilar y soltarla hacia los pinos. - - I~l Cuando concluy todo, mir las ~anotaciones de todos los

    : otros hombres. Todava estaba un poco atontado por mi pro-; pia experiencia y entonces me sent excitado al descubrir que- los hombres en realidad haban terminado en el orden pro>;~ nosticado, con las dos nicas excepciones que podan cxpli-/":~ carse fcilmen te , en trminos de la estruct~ra del grupo. ./:! Al pensar mas tarde en la competencia en las mesas de;~ bolos, resaltaron dos cosas en mi mente. En primer lugar,'~ estaba convencido de que ya tena algo irnp or tan tej la rela-, -.:~l cin entre la actuacin individual y la estructura del grupo,~j aunque ~~ ese tiempo ~n no vea cmo se ,:comodara di.chal ob servaci n en el patron general del estu dio de Corn ervil le.:i Cre entonces (y todava lo creo) que esta clase de relaciones1 pueden observarse en otras actividades de grupo en todas,~ partes. Como aficionado vido al beisbol, a menudo me ha-~ ban confundido los rcords de algunos atletas que parecan~J poder batear, doblar y fildear con calidad tcnica soberbia y:,i no obstante, eran incapaces de llegar l equipos de las Ligas~~ Mayores. Tambin me desorientaban los casos de hombres1 que jugaban bien en un tiempo y luego fallaban de pronto enj forma ridcula, en tanto que otros parecan hacer progresos tremendos, que no podan explicarse simplemente con base1 en una mayor experiencia. Sospecho que un' estudio sistc-v

  • 382 WILLIAM FOOTE WHYTE

    representaba la actuacin de los hombres en el suceso quemiraban todos como la culminacin del ao. No obstante,este grupo haba estado boleando las noches de todos lossbados durante muchos meses y algunos de ellos tambin lohacan otras noches. Hubiera sido una tarea ridculamentesimple para m, haber llevado un registro de cada entradaboleada por cada hombre cada noche de sbado de esa tem-porada y en las otras noches que jugu con ellos. Esto habraproducido una serie de estadsticas que hubiese sido la envi-dia de algunos de mis amigos altamente cuantitativos. Noconserv el registro de estas anotaciones, porque en ese tiem-po no vi objeto en hacerlo. Haba estado esperando las no-ches de los sbados en las mesas de bolos slo comorecreacin para m y para mis amigos. Me sorprend disfru-tando tanto de los bolos, que de tiempo en tiempo me sierto_un poco culpable por haber descuidado mi investigacin-/~s-taba boleando con los hombres para establecer una posicinsocial que me permitiera entrevistarlos y observar cosasimportantes. Pero, cules eran esas cosas importantes? Nadams despus que despreci esta mina de oro estadstica, com-prend de pron t que el comportamiento de los .hornbres enlas sesiones regulares en las mesas de bolos, eran el ejemploperfecto de lo que deba estar observando. En lugar de bolearpara poder observar otra cosa, deb bolear para poder obser-var los juegos. Aprend entonces_ que las actividades coti-dianas, rutinarias de estos hombres, constituan los datosbsicos de mi estudio.

    9. Re p lane arrrierrto de la investigacin

    . La ltima parte de la primavera y el verano de 1938 produ-Jeron algunos cambios importantes en mi investigacin.

    El 28 de mayo contraje ma.tr iruo n io con Ka th le eri King ytres sem an as despus, regresamos juntos a Cornerville. Ka-thleen me haba visitado en el restaurante y conocido a algu-nos de mis amigos. Incluso como hombre casado, no deseabamudarme del distrito y Kathleen, es taba :.msiosa afortunada-

    o 'mente, de mudarse a l. Esto present problemas, porque

    LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 383

    aun9ue no lo pedamos todo, esperbamos encontrar un apar-tam ien to con un cuarto de bao con baera en l. Visitamosvarias posibilidades lgubres, hasta que hallamos al fin en laCalle Shelby un edificio que estaba' siendo reconstruido.Algunos de mis amigos de la Calle Norton me previnieron encon~r~ ?e ese barrio, diciendo que el lugar se encontraba lleno'de sIcrlIano.s, que er~n una gente ITIUybrbara. Sin embargo,el a~artamIento te~Ia la baera y el retrete y era limpio yrelat}vamente vent ilado , No tena calefaccin central, peropO~Iamos tener una comodidad razonable, con la estufa de laCOCIna.

  • 384

    )WILLIAM FOOTE WHYTE LA SOCIEDA~ DE LAS ESQUINAS 385

    tres aos. Las solicitudes de renovacin deban registrarsehasta el principio de la primavera de ese ao.

    Disfrutaba de Cornerville y senta que estaba llegando .aalgn sitio y no obstante, senta al mismo tiempo ,que necesi-taba cuando menos tres a os ms. Comprendl que has~aentonces tena poco qu mostrar por el tiempo q~e hablainvertido- Cuando mandara mi solicitud de renov,:clOn~ tam-bin deba enviar alguna evidencia de ha~er cumplId? ?Ien enel primer periodo de tres aos. Tendna ~u~ ~scnblr algo.Tena varios rne se s para hacerla, pero el prll;ClplO de la ta:earne desanimaba. Me sent a pensar qu h ab la en Corr:ervil:esobre lo que tuviera datos razonablen~en te bueno~. c.~enIaalgo preparado para escrib irl o? Po.ndere esto y lo ~ISCUtl conKathleen y con J ohn Howard, qUien estaba trabajando con-migo en el distrito. , ,. .

    Reconoc; pensando aun en ter rrun o s de un .estudlo de. ~acomunidad, que saba muy poco respecto a l~ vld~ de Iarn iliaen Cornerville y mis datos concernientes a la 19lesla.eran muyescasos, aunque J ohn I-Ioward comenzab,: .a trabajar en esarea. Yo haba estado viviendo con la familia del restaurante,en un cuarto con vista a la esquina donde en ocasiones eravisto con sus seguidores T. S., el rac kc t eer ms promi.nente deCornerville. Observ al grupo muchas veces desde mi ventanay sin embargo, nunca hab a con.ocido a 1sh.ombres. El rac ke-teering era de importancia obvia en el distrito?, no obstante,todo lo que saba referente a l eran los chismorreas ql~erecoga de hombres que estaban ,{u:icament~, un po~o mascerca de l que yo_ Tena mucha mas Informaclo~ relatl~a a lavida y la organizacin polticas, pero incluso all , serit ia que'haba tantas lagunas, que todava no poda acomodar laspiezas. " , ,

    Si an faltaba llenar estas ar eas mayores, c.que t~nla parapresentar'? Al hojear las diferentes carpetas, fue ObVI,Oque lasde Norton y del Club de la Comunidad estaba~ mas gc;rdasque las otras. Si saba algo respecto a Co rn erv ille , debl~ sa-b erlo concerniente a los Nortons y al Club de la ComunidadItaliana. Tal vez si escriba estas dos historias, comenzara aver algn machote de lo que haca en Cornerville.

    ";~.~,\;"(J

    Un patrn para mi invesdgaci'n ernergro gradualmente'~n\mi mente, m ientras escriba los estudios de los casos de los/

  • 386 WILLIAM FOOTE WHYTE

    /

    minos de sus posIcIones en la estructura social. Tambindeba asumir que cualesquiera que fuesen las diferencias indi-viduales y de grupo, existan similitudes bsicas por hallar. Demanera que no tendra que estudiar todas las pandillas de lasesquinas para hacer aseveraciones significativas referentes alas pandillas de las esquinas de Cornerville. El estudio de ungrupo de esquina no era suficiente, cierto, pero si un examende varias ms mostraban las uniformidades que esperaba en-contrar, entonces esta parte de la tarea se haca manejable.

    Sent que no necesitaba datos adicionales sobre el Club dela Comunidad Italiana. En ese tiempo haba bastante pocoshombres de colegio en Cornerville, de manera que este nicogrupo representaba una muestra grande de las personas d-eesta categora. Tambin me pareci que representaban puntossignificativos en la estructura social y en el proceso de movi-lidad social. Vendran ciertamente otros como ellos despusque stos hubieron abandonado el distrito, como el Club Dra-mtico Sunset haba desaparecido antes que ellos. An ms,el examen de sus actividades rno str ab a eslabones importantescon la poltica republicana y con la Casa de ServiciosSociales. Comenc a ver entonces la conexin entre mi estudio pol -tico y el estudio del caso de la pandilla de la esquina. Elpoltico no buscaba influir a individuos separados en Comer-ville; buscaba consciente o inconscientemente a los jefes degrupo. As que eran los hombres como Doc los eslabones queconectaban sus grupos y la organizacin poltica mayor. Yapoda empezar a escribir mi estudio, examinando en detallegrupos particulares y luego poda pasar a relacionados con lasestructuras ms grandes de la comunidad. Con este patrn enmente, llegu a descubrir que tena muchos .dato s ms de loque haba credo, sobre poltica., Mi estudio an tena lagunas importantes. Mi conoci-miento del papel de la iglesia en la comunidad era fragmen-

    , tario y esperaba llenar esta brecha. No haba hecho ningn\ trabajo sistemtico sobre la familia. Por otra parte, me pare-

    \- ca inconcebible que pudiera escribir un estudio de Corrier-ville sin discutir la familia; sin embargo, al mism o tiempo no -, -

  • 333 ~ IAM FOOTE WHYTE

    recreativo de Doc, aunque al pr incip io tena en mente otrosintereses. Todo empez con uno de mis esfuerzos per dicospara conseguir un empleo para Doc. Cuando supe que la Casade Corrierville haba logrado finalmente obtener su partida'-~r;> -:..~. ...;- r.~ e:- .:~-~-- . J~r""'-D"'.,.J, - :~ .,.....tc~-_ -....J_~_ ..... . .. _--. __~ t..,;~_~ ~. ~~~.: :'~.:: ,-=::..:..:.::_- ~ ~~ :..:..-.s=-:...::. .. ~-C""'::-..:::-.. = ~L.:.~ =,-r.:- ;r..i:.~{Pr-:!._:_~ ":~>_- ... =-_..:.:::.:.:;::: ~_...:~=s s~c. ':":i':::...:J De.e, ~:..l~r-~ !id

  • 390 WILLIAM FOOTE WHYTE

    Comenzamos con un anlisis de la pandilla de Sam, losMillers. Tambin estudiamos a otros grupos que vinieron alcentro recreativo de Doc. Aqu aprovechamos la gran ventajade tener a dos observadores agudos, cotejando sus anotacio-nes sobre las mismas pandillas. Me alent encontrar queestaban de completo acuerdo en relacin con la estructura dela direccin de cada grupo ... con una excepcin. Esta excep-cin me confundi, hasta que la explicacin se presen t porSI rmsm a.

    Haba pasado parte de una tarde escuchando a Doc y aSam discutiendo respecto al liderato de una pandilla. Docafirmaba que el vhornbr e era CarI; Sam argumentaba que eraTommy. Cada uno de ellos present en apoyo de su punto devista, iricid en tes observados. A la ma an a siguiente, Samcorri a mi casa con este boletn: "Sabes lo que ocurrianoche? Carl y Tommy casi se dieron lo suyo. Tuvieron unagran discusin y ahora el grupo est dividido en dos partes,con algunos de ellos del lado de Carl y el resto con Tommy".As que sus opiniones antagnicas resultaron ser una repre-sentacin precisa de lo que suceda en la pandilla.

    Mien tras trabajaba en estos estudios de pandillas, asum que haba concluido mi investigacin concerniente a los Nor-tons. Sin embargo, me mantuve en contacto estrecho conDoc y nicamente por diversin, continu boleando con loque quedaba de los Nortons, las noches de los sbados.

    Con la atencin dirigida a otra parte, no vi lo que estabasucediendo entre los Nortons antes mis mismos ojos. Sabaque Long J ohn no se encontraba boleando como lo haca en.aos anteriores y tambin saba que ya no era tan ntimo deDoc, Danny y Mike como antes. Not que cuando Long Johnestaba en la Calle Norton, los seguidores lo fastidiaban msagresivamente que como lo haban hecho nunca. Deb asumirque exista alguna conexin entre estos fenmenos y sin em-bargo no deduje mucho de la situacin, hasta que vino Doc yme habl de las dificultades sicolgicas

    Fue como si esta mformacin disparase un bombillo dedestello en mi cabeza. Todas las piezas del rompecabezas ca-yeron de pronto en su sitio. La temporada anterior, yo haba

    LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 391 -

    tropezado sobre la relacin entre las posiciones en el grupo yel rerid im ien to en las mesas de bolos. Ahora vi la relacin -triple entre la posicin en el grupo, la actuacin y la salud -mental. Y no slo para Long John. Los vrtigos de Doc pare-can tener precisamente la mi sma explicacin.j!.odramos exponerlo as, de modo ms general. El indi-

    viduo se habita a determinado patrn de in teracc i n , Sic sranorma es sometida a un cambio drstico, entonces puedeesperarse que el individuo experimente dificultades de salud ~mental. Esto es una declaracin muy cruda. Se requerira una __investigacin mucho ms extensa, antes que pudiramosdeterminar el grado de cambio necesario, las posibilidades de -compensarlo con in tcr acci oncs en otras reas sociales y as c,succsivamcn tc , Pero aqu cuando me nos haba una man era deligar las relaciones humanas y el ajuste patolgicQ;..

    An ms, hab a una oportunidad de experimen tar en tera- -pa. Si mi diagnstico era correcto, entonces estaba clara lalnea de tratamientos: reestablecer algo como el car tab npreexistente de interacci!>!1 de Long J ohn y los s n tomas neu- -rticos dcsapare cer ian . Esta fue la primera oportunidad ver- _dadera de probar mi s conclusiones sobre la estructura de lapandilla. La abrac con entusiasmo genuino.._Convencido como estaba del resultado que se pr oclucir av-;

    i debo confesar que me asombr bastan te cuando bajo el pro-

    '1 grama te rap u ti co cje cu tado hbilmen te por Doc, Long J ohn -I no slo perdi- sus sntomas ncur tico s, sino termin la tcrn- -I porada ganando el premio en efectivo en la competencia final _

    _.de bolos. Por supuesto, no era necesaria esta victoria para~.establecer la solidez del diagnstico. Habra sido suficiente-con que Long John se hubiera vuelto a situar entre los mejo-_res boleadores. Su premio de cinco dlares fue nada ms unagratificacin agradable para la teora de la interaccin.

    11. Estudio del "racketeering"

    Conoc a Tony Cataldo, el prominente raclce tc er de Cor-nerville, casi por casualidad. Una tarde fui al restaurantedonde viv al principio en Co rricrvi llc. Ed Mar t ini,el hermano

    i-j

  • 392 ILLIAM FOOTE WHYTE

    mayor de Al, estaba ah. Se encontraba refunfuando por unpar de entradas a un banquete que haba tenido que comprara un polica local. Dijo que su esposa no deseaba asistir abanquetes; tal vez rne agradara acompaarJo.

    Pregunt cul era el motivo. Me respondi que el banqueteera en honor del hijo del teniente de la polica local. El jovenhaba aprobado su examen de jurisprudencia y estaba comen-zando su carrera legal. Lo pens un momento. Era obvio porcompleto la clase de gente que estara presente en el ban-quete: policas, polticos y rack e te ers, principalmente. Decidque sa podra ser una oportunidad para m ,

    En la sala del banquete, Ed y yo tomamos posiciones en elsaln de descanso, fuera del gabinete para hombres. Encon-tramos all a Tony Cataldo y a uno de sus empleados, RicoDe leo , Result que Ed Mar ti ni conoca a Tony ligeramente yque Rico viva al otro lado de la calle de mi apartamento.Rico me pregunt qu estaba haciendo y le contest algoconcerniente a escribir un libro referente a Cornerville. Tonydijo que me vio tomando fotografas a las testa escenificadasen la Calle Shelby el verano anterior. Esto result una asocia-cin afortunada en su men te, ya que pude hablar librementede lo que haba estado intentando aprender de las testa ...que en realidad nada ms eran un inters menor en la investi-gacin.

    Los cuatro subimos juntos a la mesa del banquete, dondetuvimos que esperar nuestros platillos ms de una hora. Co-:mimos aceitunas y apio y coincidimos respecto al psimoservicio. Despus de la cena, bajamos y bolearn os juntos tresseri es. Para entonces, Tony se mostraba bastante amistoso yme invit a pasar por su tienda cuando quisiera.

    Hice varias visi tas a la trastienda desde donde operabaTony su negocio. Una semana despus que nos conocimos,nos invit a Kathleen y a m a una cena en su casa. Suesposa, una joven atractiva, nos dijo ms tarde que habahablado de nosotros, diciendo que ramos un profesor deHarvard y una dibujante comercial. Estaba muy contrariadaporque l solamente le avis un da antes, cuando ella sentaque necesitaba cuando menos una semana para prepararse

    LA SOCIEDAD LJLAS ESQUINAS 393

    para personajes tan imp or tan tes. No obstante, los platillosfueron bastante bien sazonados y cada uno de ellos parecaun alimento completo. Despus de la cena, Tony nos llev ensu coche a conocer a algunos de sus familiares en uno de lossuburbios. Luego, fuimos a bolear jun to s.

    Cenamos dos veces en su casa y vinieron en dos ocasiones anuestro ap ar tarrien to. Cada vez, aparte de la charla super-ficial, el patrn de investigacin fue similar. Hablamos unpoco de las testa, de la vida en los clubes, de los p aesani; delviejo pas y de las cosas que asociaba Tony con mi estudio.Despus lo llev gradualmente a la. discusin de sus negocios.La discusin pareci inclinarse con naturalidad en esa direc-cin. Fue como un amigo preguntando a un hombre denegocios legtimos respecto ai progreso que estaba logrando ylos problemas que corifr orrtab a. Tony pareci contento dedesahogarse.

    Entonces me sent feliz de mi futuro en el racketeering.Parecamos estar entendindonos muy bien con los Cataldo yyo estaba preparado para seguir a Tony al nuevo terreno. Noobstante, despus de los primeros intercambios sociales, Tonypareci perder inters en nosotr os,

    Este enfriamiento sbito me confundi. No estoy segurode conocer la explicacin exacta, pero creo que hubo cuandomenos dos razones importantes.

    En primer lugar, Tony tropez por ese tiempo con unacrisis en los negocios. Unos hombres irrumpieron una tardeen su sala de apuestas a los caballos, la asaltaron y se llevarontodo el dinero de los clien tes y de Tony. Para conservar lasbuenas relaciones con sus clientes, Tony tuvo que re ernbol-sarlo por el robo, as que esa tarde fue doblemente costosa.Tambin fue muy frustratoria, porque cuando los hombresestaban escapando, Tony pudo asomar por la ventana y verlospasar corriendo abajo de l. Tena en ellos un blanco fcil ysin embargo no pudo disparar, porque saba que un tiroteohara cesar el juego en Cornerville. Mientras estas cosas sehicieran discretamente, no era probable que aplicaran el"calor" ..

    Esto podra haber explicado una interrupcin de nuestras

    '!'." ~~ , ....

    403

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    WILLIAM FOO'fE ~YTE ~. LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS.r .." .. :1; *

    !>"pandillas de esquinas y quien haba empezado la actividad ~: en una forma bastante fortuita, por el exceso de represen-

    organizadora, era el hombre lgico para hacerme cargo. Per~ tacin de la Calle Shelby.entonces no estaba preparado para apartarme tanto de rru Despus tuvimos dificultades respecto a la fecha en quepapel de observador. Convine con los otros que servira en el :{ bamos a desfilar. Se haba establecido alrededor de una se-comit organizador, pero tendramos otro director. Propuse a mana despus de la reunin electoral, pero luego, los hombresDoc y todos los otros estuvieron de acuerdo. Pero cuando de la Calle Shelby me decan que estaban muy excitados yhabl con Doc, hall que aunque nos acompaada con gusto, 'deseaban marchar mucho antes. Consult a Sam Franco y ano se encontraba dispuesto a aceptar la responsabilidad de la e;; algunos otros miembros del comit, pero no pude reunirlosdireccin. Suger entonces a Mike Giovanni y l tambin fue i.: a todos. Les inform que tal vez tendramos que adelantar elaceptado por el pequeo grupo con quien estaba trabajando ::;.'desfile un par de das. Entonces programamos una reuninpara preparar la demostracin. Mike dijo que conducira una " del comit completo para la noche anterior a la marcha.reunin pblica en Corrrervi lle para concentrar a la gente para -- Cuando comenz a reunirse el comit, fue evidente que al-la marcha, pero pensaba que el jefe a partir de ese punto gunos de ellos estaban molestos por haber sido pasados pordeba ser elegido por los representantes de las diferentes . alto y comprend que haba cometido una grave equivoca-esquinas que estaban reunidas all. Estuvimos de acuerdo en . cin. En este punto lleg afortunadamente uno de los pol-que as fuera. ticos locales, e intent argumentar contra la demostracin.

    Pero despus tuvimos un mal entendimiento referente a la Esto fue un gran aliento moral. En lugar de discutir unos concomposicin de la reunin pblica. Sam Franco ~lev? sola- otros respecto a cmo manejamos el plan, dirigimos todasmente a varios repr eserrtarrtes de su parte del d istr it o , en nuestras agresiones contra el poltico.tanto que una gran parte de la 'seccin de la Calle Shelby Nos reunimos a la maana siguiente en el terreno de jue-desfil en masa a la reunin. Por 10 tanto, cuando hubo nomi-, gas, ante los baos pblicos. El da anterior habamos distri-naciones para director, un hombre de la Calle Shelby, quien buido volantes impresos en mimegrafo entre los vecinos yno haba participado previamente en el planeamiento; fue los diarios fueron notificados. Tenamos nuestro comit dis-nominado y elegido. Los amigos de Sam Franco se sintieron puesto para encabezar el desfile y el terreno de juegos bastan-muy molestos por esto, pues pensaron que pudieron haber te lleno. Algunos de la generacin mayor estaban all,elegido a uno de sus candidatos, si simplemente hubieran bordeando el campo de juegos. Supuse que marcharan conllevado a sus muchachos. Adems, Sam y varios de los otros nosotros, pero fue bastante significativo que no lo hicieran.hombres sospechaban de los motivos de nuestro director. f Debimos entender que si queramos atraer a la generacinEstaban convencidos de que intentara utilizar larnanifesta- ~ mayor, tambin tenamos que trabajar a travs de sus lderes.cin para su ventaja personal y tuve que conceder que haba ~.'.,l' Al principio la manifestacin, jvenes de todo el distrito seuna buena posibilidad de esto. A partir de entonces, parte de unieron a nosotros, llevando sus propios cartelones hechos enlos esfuerzos de nuestro comit se dirigieron a rodear al di- casa. As que nos encaminamos hacia la casa del ayun tarnien-rector, :para que no tuviera oportunidad de salirse .por su to, atravesando por el centro del distrito corner cial. Tuvimospropia tangente.' la satisfaccin de detener el trnsito a lo largo de todo el

    Eri. esa asamblea electoral,fuimos descarriados porriues tro trayecto, pero no fue por mucho tiempo, ya que el desfile fuepropio concepto de los' procesos democrticos. Tiene sentido ;.' demasiado rpido. Cometimos el error de poner al frente aelegir a un .direct.or slo, a partir de un grupo o .~lect0f.ad~, : todos nuestros comits y pareci que tras de nosotros, todosc?n~tituti~os ~eglllarr?~nte;~~~>~st~"~as,~:la,, e~~,jt~2.~r?~~~!.i\:.~:tratabl:lJl de pasar al frente, as que los jefes casi fuimos arro-

    . ~. . " .,;:.", :,',' "~.:i,-,AJ;~~:':;;>:; ~;,--__-, ,~,,>~i:~~)",

  • 404 WH.LIAM FOOTE WHYTE

    Ilados. Y algunos de las mujeres que empujaban carritos coninfantes no podan rnan terie rsc a nuestro paso. _

    No tuvirn os oposicin de la polica al rcu niru os en el pat io,abajo de la casa del ayuntamiento, pues slo estaban inte:e.sados en que la manifestacin fuera ordenada. Lueg~, los diezmiembros del comit subimos a ver al alcalde, mientras elresto de los manifestantes cantaban "Dios Bendiga Amrica"y otras canciones, acompaados por una banda i~provisada.Habamos sabido que el alcalde no estaba en la CIUdad, peronuestra demostracin no poda esperar, as que hab lam os conel alcalde interino en funciones. Anot nuestros nombres ehizo una lista de nuestras quejas, tratndonos seria y respe-tuosamente. Cuando los miembros de nuestro comit princi-piaron a hablar, o que Sarn deca detrs de m en voz baja:"Lrgate de aqu, raclce t eer barato". Me volv p~ra ver alpoltico local Angelo Fiumara ~brindos.e paso. FlUma:-a semantuvo en su terreno y hablo a la pnmera oportunidad:"Como ciudadano particular, quiero sumar mi voz a la pro-testa ... " Sarn lo interrumpi, Ievan tartd o la voz para decir:"l no tiene nada que hacer con nosotros. Est tratandosolam en te de colarse". Mik.e Giovanni reiter las palabras deSam y el alcalde en [unciones decidi que no escuchara aFiumara en esa ocasi n , Mientras estaban hablando, distribudeclaraciones preparadas a los pcriod istas. Al final de nuestrasesin, el alcalde en funciones prometi que seran co nside-radas todas nuestras protestas seriamente y que se tomaracualquier accin posible.

    Despus marchamos al campo de juegos de los baos pbli-cos, donde informamos a nuestros seguidores de lo que habaocurrido en la oficina del alcalde. All in ten t o tra vez An-gelo Fiumara hablar a la multitud y 1_0 echamos. Al dasiguiente, los diarios publicaron grandes noticias de nuestramanifestacin, con fotografas. Se nos acreditaron en los dife-rentes peridicos de trescientos a mil quinientos n:anifesta~-teso Los compaeros aceptaron gustosamente la CIfra de milquinientos, pero sospecho que trescientos est~~a ms c,er~a dela verdad. Al da siguiente de la dernostraciori, habla mge-nieros examinando las calderas de los baos pblicos y tena-

    ~1d LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 405~,-mos agua- caliente en men os de una sernan a. Tambin; parecieron incremen tarse la lirnp iczu de las calles y la recolec-cin de basura, cuando rncnos pOI un corto t icrnpo , A pesarde todas las equivocaciones come t iclas, fue evidente que lamanifestacin haba tenido xito. Pero entonces, el problemafue: qu hacemos ahora? Formamos una organizacin y

    1 escen if icam os una demostracin. Debamos conservar a Cor--.i nerville trabajando unida en alguna forma ..!

  • ,"

    406 WILLIAM FOOTE WHYTEr

    Mientras escriba, mostr a Doc las varias partes y las estu- ~di con l en detalle. Sus crticas fueron inapreciables en mi .~revisin. A veces, cuando estaba tratando respecto a l y a su '~pandilla, sonrea y deca: "Esto me avergonzar, pero si fue ,-as, adelan te". ,

    Cuando abandon Cornerville, a mitad del verano de 1940,e~Club A. y -S de Cornerville me ofreci una fiesta de despe-dida con cerveza. Cantamos tres veces "Dios bendiga a Am- :'frica" y seis veces "La polka del barril de cerveza". Me hemudado muchas ocasiones en mi vida y no obstante, jamssent tanta nostalgia de que estaba abandonando mi casa. Lonico que falt fue una despedida de los Nortons yeso era 'imposible, pues los Nortons ya no existan para entonces.

    )

    LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 407

    No puedo escribir una secuela titulada "Cornerville en -transicin", pues mis nuevas visitas al distrito han sido in fre-c~entes y de escasa duracin. Sin embargo" puedo propor-croriar un poco de informacin concerniente a lo que ha-ocurrido a algun os de los personajes principales del libro enlos aos transcurridos y qu efecto ha tenido el libro sobreellos y el distrito, si tuvo alguno.

    Doc tard mucho tiempo para encontrar un lugar seguro "-en la escalera econmica. No tuvo empleo fijo hasta que labonanza de la guerra estuvo muy adelantada. Al fin se afirmy estaba pasndola muy bien, hasta que vino el reajuste de laposguerra. Entonces la gente fue despedida de acuerdo con suantigedad y Doc qued una vez ms sin colocacin.

    Al fin consigui un trabajo en una planta de electrnica.En ?casin d~ mi ltima visita (diciembre d~ 1953) hall quehabla ascerrdi do trabajando hasta el puesto de ayudante de

    En comparacin con el antroplor:o que estudia a una supervisor en el departamento de planeamiento de produc- -tribu primitiva en una parte remota del mundo, el estudiante cin en la fbrica. Ese departamen to es el centro nervioso dede una comunidad estadounidense moderna se encara a pro- la planta, pues maneja la programacin de las rdenes a travsblemas claramente distintos. En primer lugar, est tratando :, de todos los departamentos de la fbrica.con gente que sabe leer. Es seguro que algunas 'de estas per- Doc ha obtenido cierto xito al lograr ese puesto, perosonas y tal vez muchas de ellas, leern su informe de inves- tiende, a minimizar sus realizaciones. Explica: "Por la partetigacin Si cli fraz l b d I d' . 1 h.i tcnica, apesto. El nico sitio donde brillo realmente, es don-

    IS a e nom re e rstrrto , como o Ice, "'.".:11muchos extraos no descubrirn aparentemente dnde se de tengo que ir y convencer al sobrestante de que realice unaefectu en realidad el estudio. Todava me sorprende encon- nueva orden antes de la que estaba proyectando realizar". As IIItrar gente que sita Cornerville a algunoscieritos de kilrne- que Doc .e~t aplic~mdo en su nuevo mundo de la planta partetros del lugar en que est. Por supuesto, los habitantes del de la habilidad SOCIalque exhibi en Cornerville. No obstante Ir Idistrito saben que se trata de ellos y ni siquiera el cambio de 1 est ~a industria de desarrollo tcnico mu;-nombres disfraza a los individuos para ellos. Recuerdan al i avanzado, as que su falta de conocimientos en este campoinvestigador, conocen a las personas con quienes se 'asoci y { pondr probablemente un lmite a su progreso.saben bastante respecto a los diferentes grupos para situar a f"' Doc se cas poco despus que obtuvo su primer empleo delos individuos con poca posibilidad de error.> " i planta en la Segunda Guerra Mundial. Su esposa era una"~~ esas situaciones: el inves tigador carga una gran respon- . muchacha atractiva de Cornerville, una persona muy inteli-

    sabIhdad: ,L.e agradan a que el libro sirviera de. alguna ayuda '~ gente y capaz que haba puesto su propia pequea tienda depara e] d istr ito ; cuando .menos desea dar pasos para minimizar'~ ropa y regalos.las probabilidades de hacer algn dao, reconociendocom-' 1": Hice una visita a Doc alrededor de cinco aos despus deplet~mente la p~sibi.l~dad de que ciertos individuos puedan' que fue publicado el libro. La reaccin de Doc pareci en ton-sufnr por la pub lioaciri. '!. ces una combinacin de orgullo y perturbacin.

    14. Retorno a Corncrville

  • t.OB WILLIAM FOOTE WHYTE

    In tcrrogu a Doc respecto a las reacciones de su pandillas.Dijo que pareci que a Mik.c (a quien le haba remitido unejemplar) le gust el libro. El nico comentario de Dannyfue: "Jess, eres un tipo verducle rum cn te endiablado. Si yofuera una hembra me casara contigo". cLo s otros m iembr osdel grupo? Hasta donde lo supo Doc, jams lo leyeron. Sehaba tratado el tema, s. Una noche, uno de los muchachosdijo a Doc en la esquina: "Oye, supe que ya sali el libro deBi ll Whyte. Qu iz dcb Iam os ir a la b ib lio t.eca y leerlo". Doclus d es.m irn : "Nu, no les interesara, nada m s es un m on tnde palabras difciles. Eso es para los profesores".

    En otra ocasin, Doc es taba hablando con el director delsemanario en ingls que se ocupaba de la colonia italiana. Eldirector estaba pensando en publicar un artculo concernien-te al libro. Doc lo desalent y no apareci ese artculo.

    Asum o que en su I'orrna discreta, Doc hizo todo lo quepudo para desanimar la lectura local del libro, por las moles-tias que pudiera causar a un nmero de individuos, incluyn-dose l mismo. Por ejemplo, difcilmen te podra ser lecturaagradable para lus miembros de baja categora de los Nortons,ver lo bajo que se clasificaban y la clase de dificultades en quese rne t.iero n , Por lo tanto, comprendo a la perfeccin losesfuerzos de Doc para limitar la circulacin del libro.

    Mike Giovanni se mud de Cornerville para convertirse enlder de sindicato. Comenz con un empleo en una industriade guerra que se estaba extendiendo con rapidez. Tan prontocomo Mike haba sido contratado, cm pez a tratar de organi-zar un sindicato. Fue despedido poco despus de esto. Llevsu caso a la agencia adecuada dcl gobierno, declarando quehaba sido despedido por actividades sind ica le s, Se orden ala compaa que Mike fuera reinstalado en su puesto. Meescribi que cuando reapareci en el trabajo, la situacinpareci cambiar sbi ta y dram t icnm cn te. Los otros trabaja-dores crean que lo haban visto por ltima vez. Al demos-trarles lo que poda hacerse, principiaron a inscribirse. Mik epermaneci durante algunos meses a la en trada de la plantamedia hora antes que llegara el turno y media hora despusde la salida, distribuyendo tarjetas de adhesin. Y l obtuvo

    ; LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS

    1;,!

    409

    personalmente mil quinientas firrnas, Cuando el sindicato fue. reconocido, Mik e se convirti en su vicepresidente. Tambinl. escribi una columna semanaria en el peridico del sindicato,

    bajo el encabezado de "Sr. ClO". La columna estaba escritaen un estilo pintoresco y debi atraer mucha atencin local.

    Mike fue candidato a presidente en la siguiente eleccin delsindicato. Me escribi que su opositor era un hombre' que

    Pero un tipo popular. .. y era irlands. Mik e perdi. Pocodespus, la com pa a principi un reajuste en gran escala,

    ~ despus del fin de la guerra. Sin un cargo en el sindicato, la~ antigedad de Mike no lo protegi y perdi el trabajo.~ Todo lo que s respecto a Danny es que se cas finalmen te~ con la muchacha piadosa que siempre lo haba arrrad o , a pesar;1 del juego y de otras actividades. Segn la ltima noticia, se-, gua trabajando en el sul n de apuestas a los cab allos que, tena Spongi.1 George y Carric Ravello han estado fuera de la poltica:.\ durante mucho tiempo, pero George tiene una elegante agen-~ cia nueva de pompas fnebres.~ Qu sucedi con Chick Morelli? Estaba particularmenteansioso por contestar a esa pregunta y no obstante, vacil en

    i ir a buscar la respuesta. Debat el problema conmigo mismo."

    ~ Decid por ltimo que Chick poda ser el individuo a quien~ lastim. Deba investigar qu le haba hecho el libro.~ Llam a Chick por telfono para preguntarle si poda vedo.1 Al principio no record mi nombre, pero luego contest con1 bastante cordialidad. An estaba preguntndome qu suce-dera cuando nos sentramos a hablar.

    Hall que se haba mudado de Cornerville, pero bastanteparadjicamente, todava viva en el mismo distrito dentro dela ciudad. Doc, el antiguo muchacho de esquina, se mud a

    . los suburbios y Chick, el hombre que estaba ascendiendo, haba permanecido en el centro de la ciudad.~;J Chick me present a su esposa, una rnu ch achu atractiva yJ agradable, que ni provena de Corricrvi lle ni era de asceri-~~ dencia italiana. Nos sentamos en la sala de un apartamento.~que con sus muebles, libros, cor t inas y el resto, pareca clara-~4f'J,~

  • 410 WILLIAM FOOTE WHYTE

    mente de clase media. Abordamos durante algunos minutos eltema que sabamos todos que fb arnos a di~cutir. Despusped a Chick que me dijera francamen te cuales fueron susreacciones a mi libro.

    Chick comenz por decir que en lo concerniente a l,haba nada ms dos crticas principales. En primer lugar, dijoque no crea-que hubiera distinguido suficientemente en tre suforma de hablar y la de los muchachos de esq':lina. ,:'Mehiciste hablar con demasiada rudeza, como un parid iller o .

    Expres mi sorpresa ante esto y entonces s':l esposa in~er.vino con el comentario de que crea que hice que ChICkpareciera afectado. Chic~ ,conv~no en que tamb~n l tuvo ,esaimpresin. Su esposa baj el Iibro ,del entrcpano.~ reley,o. laparte en que cito a Doc, en la ocasio~ de ut;a r.eunl0n pol ticaen que Chick sube al escenario y baja de el sle~e veces, paratomar los boletos que va a vender para el cand idato . Ambosrieron de esto y Chick observ que ya nunca hara una cosaas. Ella dijo que Chick le haba informado antes que ~ecasaran que en una ocasin se escri~i un libro refer~n te a el.Pero agreg que no le dio a leer el libr o hasta despues de quese haban casado. ,

    Chick ri de esto y luego pas a su segunda crtica: "Bill,todo lo que escribiste concerniente a lo q~e hac,:,-~os escierto s pero debiste indicar que entonces eramos Jovenes.Que e~a ~na etapa a travs de la cual estbamos pasando. Hecambiado mucho desde entonces".

    Expres preocupacin por las reacciones de. otras personashacia mi libro. "T sabes, despus que el Iibro estuvo enventa un tiempo, tropec con Doc y en realidad, estaba cori-trariado. Me dijo: "l Puedes imaginar eso! Despues de todo loque hice por Bill Whyte, las cosas que puso en. ~u libro respe;c-to a m. T sabes, eso referente a cuando dije que pasanassobre el cuello de tu mejor amigo slo por prog:esar. Bueno,quiz lo dije, pero no lo pens en realidad. Nada ms estabafurioso'. "

    Chick pareci realinente preocupado respecto a. lo que;haba hecho el libro a mis relaciones con Doc. No le mformeque Doc ley todas las pginas del original, ni le expliqu mi

    ,LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 411

    interpretacin, de que Doc slo estaba reparando sus cercas,despus que fueron exhibidas algunas de estas re acc iones .ntimas.

    Chick me asegur que no era el tipo duro que p arec a"presentar el libro. "En realidad soy blando". Y me cit casos--en que ayud a amigos sin ninguna ventaja para l,

    Cuando estaba preparndome para partir, pregunt a ChickSI tena que decir algo ms respecto al libro.

    "Bueno, me pregunto si no podras haber sido ms cons-tructivo, Bill. Piensas que hace realmente algn bien publi-car algo as? "

    Inquir qu quera decir. Entonces mencion mi indicacin _de que tena diicu l tad con el sonido tli (como me dijo lmismo). Tambin haba discutido la conmocin que provo-caban los miembros algunas veces en los teatros, el hecho de _que algunas ocasiones iban a bailes sin corbata y as sucesiva- _mente ... todos lo puntos que hacen que Cornerville parezcaun distrito bastante inculto. (No puedo situar en el libro-ninguna referencia a corim oc ioncs en los teatros o a hombres __sin corbata en los bailes.)

    "La dificultad es que sorprendiste a las personas con el-pelo suelto, Bill. Es una imagen verdadera, s; pero la gente_piensa que es un poco demasiado personal".

    Mientras me acompaaba a la estacin del subterrneo, -principiamos a hablar de su carrera poltica. Me haba asorn+..brado mucho saber que no fue electo para la Junta de Conce- __jales por tres votos escasos. El Chick Morelli a quien conocjams podra haber llegado tan cerca. Sin expresar mi sor--presa, intent hacerlo hablar respecto a eso:

    "T sabes, Bill, lo extrao es que no obtuve muchos votosde Cornerville. Parece que la gente con quien creci uno est -celosa de que alguien est progresando. Donde recib apoyo_fue aqu, donde vivo ahora. Conozco a estos muchachos de laesquina y me entiendo realmente con ellos".

    Como para demostrrmelo, salud con movimientos de-cabeza y ademanes cordiales al pasar a varios grupos de es-quina. En una visita posterior a Cornerville, supe que ChickMorelli al fin haba sido elegido para un cargo pblico.

  • ')

    412 WILLIAM FOOTE WHYTE

    Chick me dej con mucho qu pensar. En primer lugar, esdifcil describir la sensacin de alivio que experiment des-pus de verIo. Aunque deb herirIo cuando ley el libro, pudoaceptarIo y ahora incluso poda reir de s mismo en ese pe-riodo anterior. Mie n tr as discuta despus estas cosas con Doc,comenc a preguntanne si el lib ro tal vez incluso podrahaber ayudado a Chicle Fue Doc quien present esta teora.Argument que no muchas perso nas tienen la oportunidad deverse como las ve otra gente. Qu iz la lectura del libro permi-ti a Chick obtener una perspectiva valiosa de s mismo eincluso carrib iar su comportamiento. Chick hab a cambiadomucho, ciertarnente, argun1.ent Doc. Todava estaba traba-jando m uch o para progresar, pero ya no pareca el individuoegocntrico, insensible, que pareca ser antes. Chick tuvo quecarrib iar , ciertamente, para tener esperanzas de progresar en lapoltica deru crur.a... y en alguna Iorrna , por causas que no. puedo explicar ahora, Chick haba decidido que su futuroestaba con los demcratas en lugar de con los republicanos,en cuya direccin pareca estar movindose cuando abandonCornerville. As que cuando menos, el libro no lastim aChick y pareca posible que lo hubiera ayudado.

    Tambin me complaci hallar que Chick aceptaba el librob si cam cn te. Por supuesto, esto me satisfizo co mo escritor,pero tambin habl bien de Chick. Sospecho que el hombreque puede aeep tal' un retrato t al de s m isrno , es t arn b i n elhornb re capaz de cnmbiur el co rupo r tam icn to descrito.

    Las objeciones de Ch ick al libro me parecieron bastan teinteresantes. En cuanto al mod o en que lo haba citado, mesent sobre terreno muy fir rnc , Hablaba de manera distinta alos much achos de la esquina, pero no tan d iIcren te a corn opensaba. Si una cita de L:l contena una expresin no grama-tical o alguna frase tpica de muchacho de la esquina, estoyraz o nub lemen te seguro de que esa parte es autntica. Fui tansensible a las diferencias entre Chick y los mu ch ach os deesquina, que hubiera sido improbable imaginar cualesquierexpresiones que los h icicran parecer ms similares. La crticapare ci cleci r m s respecto a la posici n y las aspiraciones deChick que a mis mtodos de investigacin.

    ~ )LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 413

    J~

    Quiz deb sealar en verdad que Chick y sus amigos eranjvenes y estaban pasando por una etapa de desarrollo. Perola juventud no parece ser en s misma una. explicacin com-pleta. Estos hombres no eran adolescentes; tenan cuandomenos alrededor de veinticinco aos. Pienso que el hecho 1importante es que au.'n no haban asegurad ..o un apoyo firme. 'en la sociedad. ~,;~L,y.~~ '. ... ~, l~b_o ar ., toclav~no . .' . . 1mp"h~~ mc 1 a c ~~u . n su agresividad, .el egocentrismo ytodo lo restante, que aparecen en Chick y en algunos de susamigos de ese pe riodo , Ms tarde, cuando Chick haba ha-llado un lugar para M mismo, pudo tranquilizarse e intere-sarse ms en otras personas. Esto es simplemente unfenmeno de movilidad fuera de los suburbios y a la posicinde clase media? Al recordar mi propia carrera, puedo recor-dar con un rastro de embarazo algunas de las cosas que dije ehice. en las primeras etapas, cuando estaba luchando paraobtener un buen apoyo en la escalera acadmica. Es, fcil ser rrnocles to y no presuntuoso, una vez que uno ha logrado unaposicin bastante segura y ganado cierto grado de reconoci-miento.

    No discut el punto de Chick, de que haba sorprendido ala gente desprevenida y, sin embargo, pude comprender a lagente que senta as . Cuando uno va el ser entrevistado paraun diario, se pone su traje bueno y su mcjo r corbata, seasegura de que sean lavados los platos de la cocina y en

    ; general, da todos los pasos que asocia con hacer una aparicin~ en pblico. Aparece ante el pblico en el papel que le agrada--1 ra interpretar en pblico. No puede hacerse esto con un:~ investigador social que llega y vive con usted. No encuentro ninguna forma de esquivar esa dificultad. Supongo que siem-i p.re debe hab~r, aspectos de nuestros reportes .9u.e causarn CIerta proporcIon de embarazo a las personas que 'hemos es-~ tado estudiando. C~,ando menos me alen t descubrir que en1 este caso, la rcaccron no fue en absolu to tan grave como h ab fa temido..; Aunque nicamente poderno s especular respecto al impac- to del libro sobre Doc, Chick y muchos otros, hay otros'ji

    ~1

    ,j.1

  • 414 WILLIAM FOOTE WHYTE

    hombres sobre qUIen tuvo un efecto profundo ... y no siem-pre estuvo seguro de que dicho efecto sera constructivo. Eltrabajo conmigo hizo que Sam Franco, quien tuvo solamente

    Jlll~na e?ucacin de e~cuela de segunda enseanza, deseara ser~ invest igador en relaciones humanas.

    Cuando estall la guerra, Sam se alist en los Cuerpos deInfantera de Marina. Le escrib cuando La Sociedad de lasEsquinas estaba a punto de ser publicado, preguntndole sideba enviarle un ejemplar. Respondi diciendo que su uni-dad se encontraba a punto de ser mandada a ultramar, que adonde iba no podra llevar nada adicional y que deba remitirel libro a su esposa, a Cornerville. Algunos meses despus,supe nuevamente respecto a l. Haba combatido en tres des-embarcas en islas. En el tercero muri junto a l su amigoms ntimo en filas y l qued inconsciente por la ondaexplosiva regres al pas en un barco hospital que zarphacia San Diego. La primera carta que me escribi desde elhospital me pareci un tanto desanimada, como es natural enun hombre que ha pasado por tales experiencias. Una semanams tarde me escribi nuevamente, lleno de entusiasmo. Tan

    . pronto como haba llegado al pas pidi que su esposa la

    llremitiera al libro y lo ley. Quera que supiera que l creaen el libro y en esta clase de trabajo. Iba a volver a Cornervillepara hacerla l mismo.

    Aun se inscribi en un curso de sociologa por correspon-dencia, pero lo abandon despus de un tiempo. Me escribique en cierto modo, no. le pareci la. clase de cosas que hici-mos l y yo en Cornerville. Po.,. .9,d.~:c"-moas'/'!

    Despus de regresar 'a Eastern 'City, consigui un empleomuy bueno con una firma que haca decoracin de apara-dores para almacenes comerciales y estaba ganando dineroadicional con carros alegricos para desfiles y varios trabajos

    Ieventuales de naturaleza artstica. No obstante, no abando-naba la idea de que deseab~investigacin so~ial. Inclusotrabaj en eso en la Reserva de la Infantera de Marina, dondefue primero cabo y luego sargen to. (Duran te su en trena-miento bsico seTe haba ofrecido una oportunidad de ir a laEscuela para Candidatos a Oficiales, pero la rechaz.) La

    LA SOCIEDAD DE LAS ESQUINAS 415

    unidad de reserva tena una noche de entrenamiento cada ~semana y despus de cada sesin, Sam tecleaba en su mquinade escribir notas de lo sucedido. No observaba solamente; 1Itambin experimentaba respecto a la estructura in forrn al del ,1grupo. Seleccion una tarea que requerira a cuatro o cinco _hombres. Escoga a un individuo y le deca que digiera aotros tres o cuatro y luego hiciera el trabajo. Entonces, Sam -observaba cules individuos seleccionaba el hombre y cun ~efectivamente era cumplida la misin. Escoga hombres queconsideraba seguidores en la estructura informal y observabalas ineficacias y las faltas de coordinacin que surgan, altratar de hacer que el grupo trabajara con ellos. Tambinelegfa individuos a quienes haba clasificado como lderes y ~observaba el contraste sealado en efectividad de la actua-~cin. Por supuesto, la libertad que daba al individuo paraelegir a sus propios asociados en la misin ayudaban a Sam a ~delinear los agrupamien tos naturales.

    Sam continu este proceso, obsesionado con la idea de queincluso la Infantera de Marina (hacia la cual tena la lealtad .tpica del infante de marina) poda ser una organizacin ~Imucho ms efectiva, si oficiales y suboficiales tenan una '1

    mejor comprensin de las estructuras infoI!:llalc::sde grupo.I Intent dar a Sam la ayuda que necesitaba lo mejor que ~

    Ipuede,