Libros - Copia

Embed Size (px)

DESCRIPTION

originalidadsin precedentes. De entrada, el autor nos proponeelegir uno de los dos accesos: leer en el orden acostumbradoy acabar en el capítulo 56 (al que siguen más capítulos,que denomina como «prescindibles»), o bien, seguir el «tablerode dirección», que nos remite de un capítulo a otro, pasandopor variadas trampas o juegos: una omisión aparente,un doble y significativo envío. La función del lector es fundamentalen la obra de Cortázar, y especialmente en «Rayuela», que propone nuevos caminos para rechazar la lecturapasiva. La obra se bifurca en dos ambientes físicos: el ‘Dellado de allá’, en París, con la relación de Oliveira y la Maga,el club de la serpiente, el primer descenso a los infiernos deHoracio, etcétera; y el ‘Del lado de aquí’, en Buenos Aires, conel encuentro de Traveler y Talita, el circo, el manicomio, el10segundo descenso. «Escribía largos pasajes de Rayuela sintener la menor idea de dónde se iban a ubicar y a que respondíanen el fondo (...) Fue una especie de inventar en elmismo momento de escribir, sin adelantarme nunca a lo queyo podía ver en ese momento». En esta novela el escritorcondensa sus propias obsesiones estéticas, literarias y vitalesen un mosaico casi inagotable donde toda una época sevio maravillosamente reflejada. Estilo y estructura, dice Nabokov,hacen la novela. La perfección que alcanzan en «Rayuela» nos coloca (y esto fue claro desde que vio la luz, en1963) ante una de las mejores novelas escritas en nuestralengua.RECORDANDO A LA MAGAA MÁS de tres décadas de la publicación de Rayuela, Cortázarsigue hablándonos como un compañero de juegos, capazde transmitirnos la sabiduría menos la solemnidad. HoracioOliveira, bohemio e infiel, nos arrebata con su lirismo,con ese dedo que toca tu boca y al tocarte te inventa, segúnel fragmento famoso:«... hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca quemi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entretodas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla conmi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprendercoincide exactamente con tu boca que sonríe por debajode la que mi mano te dibuja...» (c.7, Rayuela)¿Pero quién querría ser la Maga ? ¿O la misteriosa Pola?Ni con una ni con otra, Oliveira marcha en pos de su destinoprotagónico, ese errar que le conducirá al centro del mandalay a otra mujer: Talita. Hasta tal punto la Maga, Pola y Talitason creación de Oliveira, que él puede predecir su transmigración:por Amparo Arróspide. Traductora y filólogaPublicado en : Espéculo. Revista deestudios literarios. UniversidadComplutense de Madrid12«...Pero qué hermosa estabas en la ventana, con el grisdel cielo posado en una mejilla, las manos teniendo el libro, laboca siempre un poco ávida, los ojos dudosos. Había tantotiempo perdido en vos, eras de tal manera el molde de lo quehubieras podido ser bajo otras estrellas...»(c.34)A él le repugna su propia prepotencia intelectual ante laMaga y se desdice de lo anterior segundos después:«Oí, esto sólo para vos, para que no se lo cuentes a nadie.Maga, el molde hueco era yo, vos temblabas, pura y librecomo una llama, como un río de mercurio...»Poeta un poco cursi en ocasiones, con ella da rienda sueltaa este lirismo del que también se avergüenza a solas. Unmundo de contradicciones, un buscar de adolescente fervorosoy novelesco. Volviendo a la narración, en ese momento,en la habitación donde la Maga no está, Horacio proyectasu vergüenza en lo que lee la mujer (una novela de Pérez Galdós):«pero mirá las cursilerías de este tipo... es sencillamenteasqueroso como expresión».En su conflicto (porque Horacio es un intelectual honesto),emplea el sexo-amor como una de las pocas vías irracionalesde acercamiento al centro del mandala. Cortázar aquí ledeja explayarse sin autocrítica, y estas expansiones de Horacio,tres décadas después, pueden hacernos reír incluso:

Citation preview

http://verjuegodetronosenlatino.blogspot.com/p/juego-de-tronos-temporada-5-en-espanol.htmlhttp://latelete.tv/ver-canal-plus-series-en-directo-gratis/http://culturacolectiva.com/20-novelas-para-leer-en-una-sentada/http://www.eltiempo.com/entretenimoriginalidadsin precedentes. De entrada, el autor nos proponeelegir uno de los dos accesos: leer en el orden acostumbradoy acabar en el captulo 56 (al que siguen ms captulos,que denomina como prescindibles), o bien, seguir el tablerode direccin, que nos remite de un captulo a otro, pasandopor variadas trampas o juegos: una omisin aparente,un doble y significativo envo. La funcin del lector es fundamentalen la obra de Cortzar, y especialmente en Rayuela, que propone nuevos caminos para rechazar la lecturapasiva. La obra se bifurca en dos ambientes fsicos: el Dellado de all, en Pars, con la relacin de Oliveira y la Maga,el club de la serpiente, el primer descenso a los infiernos deHoracio, etctera; y el Del lado de aqu, en Buenos Aires, conel encuentro de Traveler y Talita, el circo, el manicomio, el10segundo descenso. Escriba largos pasajes de Rayuela sintener la menor idea de dnde se iban a ubicar y a que respondanen el fondo (...) Fue una especie de inventar en elmismo momento de escribir, sin adelantarme nunca a lo queyo poda ver en ese momento. En esta novela el escritorcondensa sus propias obsesiones estticas, literarias y vitalesen un mosaico casi inagotable donde toda una poca sevio maravillosamente reflejada. Estilo y estructura, dice Nabokov,hacen la novela. La perfeccin que alcanzan en Rayuela nos coloca (y esto fue claro desde que vio la luz, en1963) ante una de las mejores novelas escritas en nuestralengua.RECORDANDO A LA MAGAA MS de tres dcadas de la publicacin de Rayuela, Cortzarsigue hablndonos como un compaero de juegos, capazde transmitirnos la sabidura menos la solemnidad. HoracioOliveira, bohemio e infiel, nos arrebata con su lirismo,con ese dedo que toca tu boca y al tocarte te inventa, segnel fragmento famoso:... hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca quemi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entretodas, con soberana libertad elegida por m para dibujarla conmi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprendercoincide exactamente con tu boca que sonre por debajode la que mi mano te dibuja... (c.7, Rayuela)Pero quin querra ser la Maga ? O la misteriosa Pola?Ni con una ni con otra, Oliveira marcha en pos de su destinoprotagnico, ese errar que le conducir al centro del mandalay a otra mujer: Talita. Hasta tal punto la Maga, Pola y Talitason creacin de Oliveira, que l puede predecir su transmigracin:por Amparo Arrspide. Traductora y fillogaPublicado en : Espculo. Revista deestudios literarios. UniversidadComplutense de Madrid12...Pero qu hermosa estabas en la ventana, con el grisdel cielo posado en una mejilla, las manos teniendo el libro, laboca siempre un poco vida, los ojos dudosos. Haba tantotiempo perdido en vos, eras de tal manera el molde de lo quehubieras podido ser bajo otras estrellas...(c.34)A l le repugna su propia prepotencia intelectual ante laMaga y se desdice de lo anterior segundos despus:O, esto slo para vos, para que no se lo cuentes a nadie.Maga, el molde hueco era yo, vos temblabas, pura y librecomo una llama, como un ro de mercurio...Poeta un poco cursi en ocasiones, con ella da rienda sueltaa este lirismo del que tambin se avergenza a solas. Unmundo de contradicciones, un buscar de adolescente fervorosoy novelesco. Volviendo a la narracin, en ese momento,en la habitacin donde la Maga no est, Horacio proyectasu vergenza en lo que lee la mujer (una novela de Prez Galds):pero mir las cursileras de este tipo... es sencillamenteasqueroso como expresin.En su conflicto (porque Horacio es un intelectual honesto),emplea el sexo-amor como una de las pocas vas irracionalesde acercamiento al centro del mandala. Cortzar aqu ledeja explayarse sin autocrtica, y estas expansiones de Horacio,tres dcadas despus, pueden hacernos rer incluso:...entonces haba que besarla profundamente, incitarla anuevos juegos, y la otra, la reconciliada, creca debajo de l ylo arrebataba, se daba entonces como una bestia frentica...Y tambin:A Oliveira le gustaba hacer el amor con la Maga porquenada poda ser ms importante para ella y al mismo tiempo,de una manera difcilmente comprensible, estaba como pordebajo de su placer, se alcanzaba en l un momento y poreso se adhera desesperadamente y lo prolongaba, era comoun despertarse y conocer su verdadero nombre y despus13recaa en una zona siempre un poco crepuscular que encantabaa Oliveira temeroso de imperfecciones... (c.5)Parece ser que, sin embargo, hablando no se entendanmuy bien, porque eran tan distintos y andaban por tan opuestascosas. La Maga se nos rehuye tambin como personajeporque est teido del afn utpico y crata de Horacio; pormomentos resulta inverosmil. Sin embargo, la coherenciaintelectual y moral del narrador se trasluce, por ejemplo, en elanticlmax ms triste de toda la obra, la muerte de Rocamadour.Aqu no hay sentimentalismo, pero tampoco brutalidad.La otra cara de la Maga es Gekrepten, la novia que pacientsimaaguarda a Horacio en Buenos Aires. A la pobreGekrepten ni siquiera se le concede la categora de personaje,slo la de caricatura. El dilogo con ella es absurdo hilarantey devastador, pues Gekrepten encarna el habla que nadadice, que perpeta inmovilismos, cuya contrapartida textualsera el diccionario de la Real Academia, el cementerio de losjuegos (c. 40).Gekrepten y la Maga son figuras antagnicas, aunque nose conozcan, y parte de una simetra de oposiciones:la Maga: Gekrepten:bohemia convencionalpromiscua mongamafascinante aburridahace bien el amor hace el amor psimamenteSi Gekrepten es una esperanza y la Maga una cronopia ... cronopios y esperanzas se revelan a ratos tambinMan/ Traveler y Talita, que acogen a Oliveira como lado deun tringulo. Desde la altura de la Maga (la que podemos imaginarnosgracias a l), Talita resulta menos atrayente, la vemosa travs de la desazn de Oliveira, que envidia esta felicidadde la pareja, la fidelidad de Talita por Traveler, y lacensura por esto precisamente cuando l no ha ocultado loscelos que sinti por la Maga.14Era tan estpido pensar en el amor cuando el amor erasolamente Man, solamente Man hasta la consumacin delos tiempos... (c.47)Atando algunos cabos, podramos intentar un primer esbozodel perfil de Horacio en su relacin con los personajesfemeninos. Primero, Horacio es a ratos lcido ante suatadura a los modelos genricos de varn, que parecen beneficiarle,pues le permiten atesorar libertad aparente (esasoberana libertad con que dibuja la boca del amante, esepoder darle su verdadero nombre a una mujer).Sin embargo, esta libertad le lanza a una especie de desintegracininterior, que alcanza su culminacin cuando, enel captulo 56, siente la llamada al vaco (o al centro del mandala),desde la ventana de un manicomio. Entonces Horaciose debate entre sus propias limitaciones racionalistas , paravolver al delirio de la Santsima Trinidad femenina: la Maga,Talita y Pola le aguardan ah abajo, en una de las casillas dela rayuela:Cmo transmitirle algo de eso que en el territorio de enfrentellamaban beso, un beso a Talita, un beso de l a la Magao a Pola, ese otro juego de espejos como el juego de volver lacabeza hacia la ventana...Lo dems es... Rayuela , y la tentacin de seguirle la pistaa la evolucin intelectual de Cortzar, que, en obras posteriores(pensemos en Usted se sent a tu lado, 62/Modelopara armar, o en Nueva visita a Venecia) , logr acercarsean ms al misterio de la Otra.ENTENDER, NO INTELIGIREN UN abril de hace casi cuarenta aos (el ao que viene secumplen) muchos lectores se asomaron por vez primera alfascinante juego al que un libro los comprometa si se animabana empujar la piedrecita a la pata coja, a tratar de salvarpuentes y tablones entre ventanas, abismos sopesadosdesde la intelectualidad o la magia vislumbrada durante unlcido y fatal momento. Rayuela ya es hoy una novela incuestionable.Es tambin un libro ante el que no valen la indiferenciao el anlisis racional y sopesado. Leer para abrir los ojosal mundo, al ser, a lo maravilloso. .Las primeras palabras de Rayuela encierran ya la clave:Encontrara a la Maga? Buscndola Horacio Oliveira sepierde por un fabuloso Pars hecho de recuerdos, de imgenesy escenas que sirven de presentacin para una mujerque es a un tiempo torpe y lcida, capaz de aprehender, desdela inocencia, toda la poesa y la magia de un mundo que anteotros ojos podra parecer repetitivo y absurdo.Buscando a la Maga o a un extrao kibbutz del deseo,comprometindose con el intento de descubrir una realidadanclada en lo maravilloso que puede acabar por llevarnos apor Olga Osorio.Publicado en Espculo. Revista deestudios literarios. UniversidadComplutense de Madrid16una desesperada locura, el lector que salta con Horacio Oliveirade Pars a Buenos Aires o de casilla en casilla de la rayuela,ya no puede ser nunca ms ese lector hembra que el Morelli-Cortzar, el viejo escritor de la segunda parte, trataba dedestruir con su consciente eliminacin de la palabra y la literatura,para tratar de devolverles as todo su ser.Es Rayuela un intento de abrir los ojos a la realidad autntica,a aquella que existe al margen del mundo creado porla cultura y la historia humanas. La Maga la conoce, sin saberlo.Pero ese conocimiento inconsciente no sirve para Oliveira:slo el que ha encontrado comprende el valor de lo queahora posee. Es como en la rayuela. Hay que partir de la tierrapara, despus de mucha pericia, llegar al cielo y, ya all,emprender el retorno.El gran fracaso de Oliveira es que trata de desprendersede lo intelectual desde la intelectualidad. Pero tambin ah seencontrara su xito en caso de lograrlo. Oliveira quiere regresaral territorio, a la vida, despus de destruirla, la vidacomo obsesin eterna: La vida, como un comentario de otracosa que no alcanzamos, y que est ah al alcance del saltoque no damos. Y, finalmente, comprender que todo hallazgono hace sino abrir la puerta a un nuevo salto. La renunciaa lo absoluto? Quiz slo la aceptacin de la bsquedaeterna como verdadero centro de lo humano, como ese centroque tanto buscaba Horacio sin saber que ya lo posea.El primer contrapunto de Horacio Oliveira es la Maga. Frentea su lucidez revestida de torpeza, los otros protagonistasde esa parte de Rayuela, de ese lado de all que es ascomo Cortzar bautiza a la capital francesa parecen simplescaricaturas de unos intelectuales que vagan por el mundode la palabra, la lgicPero, como hemos dicho, slo la posesin de lo maravillosoes gratificante cuando se ha luchado por ella y se haalcanzado de un modo consciente. Podra decirse que hay17dosnto/musica-y-libros/convocatoria-el-tiempo-del-minicuento/15377620scaner PDF: http://www.lecturasinegoismo.com/http://lecturasindispensables.blogspot.com/2013/09/100-mejores-cuentos-literatura-universal.html - Cuentos!http://www.youtube.com/watch?v=EHqXJHCgxJ8&list=PLlXmT4OzTCv7-yxbib6Www2kE4h53Nel_ conversatorio- corte constitucionalhttp://es.wikisource.org/wiki/Premios_Nobel_de_Literatura - premios nobelel poder de la volutad sobre si mismo, sobre los dems y sobre el destino.las marcas reveladoras del caracterhttps://www.youtube.com/watch?v=1r7iSNHbQys - EstebanFraternidad Rosacruz Antigua calle 56 No. 16-53 tel: 5479181libreria: Calle 21 # 4 28/32 Telfono: 341-09-26, Bogot Pantallazo de actualizacin de datos (Pagina web ICETEX) Certificado de estudio (Promedio semestre y acumulado) Liquidacin de matrcula 2014-2 2 Fotocopias del documento de identidad al 150%icetex: JAVIERMMCRA 81 N 6A 58 MARIO Demianlobo estepariocrimen y castigorayuelasobre heroes y tumbasodisea del rencor - emil cioranvieaje a pie . fernando gonzalezMr. vrtigo - paul auter werther - Goethecien aos de soledad----juventud - J.M CoetzeeSi esto es un hombre - Primo leviDesbarrancadero - Fernando VallejoLa bicicleta de Sumji - Amos OzPedro Paramo - Juan RulfoLecciones de los maestros . SteinerEl olvido que seremos - Hector AbadPara que se acabe la vaina - William Ospina Las cuatro mujeres de Dios.Cuentos: Borges, Cortazar. Raymond Carver, Alice Munro, Roberto Bolao.