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Texto y contexto del Zodiaco Mariano Luise M. Enkerlin P. El Colegio de Michoacán Uno de los cultos más importantes de la iglesia católica ha sido la veneración a María “la Madre de Dios”. Para la Nueva España, los estudios de este fenómeno se han centrado principalmente en María de Guadalupe. David Brading, Francisco de la Maza, Jacques Lafaye, Edmundo O’Gorman, por mencionar sólo algunos autores de peso, han hecho correr mucha tinta al respecto. Tal vez por la indudable trascendencia de la Virgen del Tepeyac, se han dejado de lado muchas otras advocaciones que, sin ser tan importantes, han tenido y tuvieron relevancia como cultos regionales y locales. En este escrito presentamos el análisis de un libro anti- guo, Zodiaco Mariano, el cual nos muestra el complejo mundo del marianismo novohispano. Con su estudio queremos contribuir a la presentación de este vasto mundo de ideas y creencias con una ya larga duración. El Zodiaco Mariano, cuyo título completo es Zodiaco Ma- riano en que el Sol deJusticia Christo con la salud en las alas visita como Signos, y Casas propias para beneficio de los hombres los templos, y lugares dedicados a los cultos de su SS. Madre por medio de las mas celebres, y Milagrosas Imágenes de la misma Señora, que se veneran en esta America Septentrional, y Reynos de la Nueva España, fue escrito por dos sacerdotes jesuítas en dos épocas diferentes. La primera versión la escribió Francisco de Flo-

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Zodiaco Mariano

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  • Texto y contexto del Zodiaco Mariano

    Luise M. Enkerlin P.El Colegio de Michoacn

    Uno de los cultos ms importantes de la iglesia catlica ha sido la veneracin a Mara la Madre de Dios. Para la Nueva Espaa, los estudios de este fenmeno se han centrado principalmente en Mara de Guadalupe. David Brading, Francisco de la Maza, Jacques Lafaye, Edmundo OGorman, por mencionar slo algunos autores de peso, han hecho correr mucha tinta al respecto. Tal vez por la indudable trascendencia de la Virgen del Tepeyac, se han dejado de lado muchas otras advocaciones que, sin ser tan importantes, han tenido y tuvieron relevancia como cultos regionales y locales.

    En este escrito presentamos el anlisis de un libro antiguo, Zodiaco Mariano, el cual nos muestra el complejo mundo del marianismo novohispano. Con su estudio queremos contribuir a la presentacin de este vasto mundo de ideas y creencias con una ya larga duracin.

    El Zodiaco Mariano, cuyo ttulo completo es Zodiaco Mariano en que el Sol de Justicia Christo con la salud en las alas visita como Signos, y Casas propias para beneficio de los hombres los templos, y lugares dedicados a los cultos de su SS. Madre por medio de las mas celebres, y Milagrosas Imgenes de la misma Seora, que se veneran en esta America Septentrional, y Reynos de la Nueva Espaa, fue escrito por dos sacerdotes jesutas en dos pocas diferentes. La primera versin la escribi Francisco de Flo

  • rencia, quedando la obra manuscrita. Florencia muere en 1695 a los 75 aos de edad y el escrito es guardado. Despus de 60 aos la obra es descubierta por Don Juan Antonio de Oviedo, en el Colegio de San Ildefonso. A Oviedo le interesa la obra y la vuelve a redactar en su totalidad, cambindole el estilo que, a su parecer, era difuso y muy farragoso. Redujo el libro a un compendio de santuarios marianos, al que le aadi otras muchas imgenes prodigiosas de la Santsima Virgen que no se haban hecho clebres en vida del padre Florencia, o que ste no conoca.1 As la obra se edita en 1755, en un contexto de gran ascenso de la veneracin guadalupana.

    El libro es una gran coleccin de narraciones, sobre el origen e historia de las imgenes ms famosas de la Amrica Septentrional, cuyo culto es aceptado por la iglesia catlica novohispana.

    El que se haya escrito en dos pocas diferentes, antes que presentar una dificultad, nos muestra una gran riqueza pues recoge muy bien el pensamiento y la tradicin de ambos autores.

    Don Francisco de Florencia (1619-1695)2 que se distingue como historiador por su libro La Historia de la Compaa de Jess de Nueva Espaa, est inserto en el mundo barroco. Juan Antonio de Oviedo (1670-1757) pertenece a la poca que Jacques Lafaye ha denominado la generacin de 1730.3 Generacin que buscar dotar a Mxico de un profundo sentido de identidad nacional, no todava en el plano poltico, pero s en el cultural. Sern los maestros de Alzate, Clavijero y Bartolache, jesutas todos ellos.

    Esta generacin de pre-ilustrados fueron precedidos por un siglo en que las reivindicaciones criollas venan en ascenso. No se puede decir que haya alguna ruptura entre la poca de Florencia y sta. Por el contrario, la generacin de 1730 es el primer fruto de un largo pasado en el cual ha germinado la conciencia criolla. Estos aos que preceden a la ilustracin, son la edad madura de los pensadores cuyas

  • races se encuentran en el barroco. Oviedo ley y recibi la misma educacin y formacin que Florencia, viviendo tambin la efervescencia del americanismo, poca que ser reforzada por el nombramiento de un criollo como arzobispo y suplente del virrey de Mxico, don Juan Antonio de Vizarrn y Eguiarreta (1730-1747).

    Los sentimientos de identidad criolla se van a ver plasmados, principalmente, en la piadosa devocin a la Virgen de Guadalupe, smbolo que poco a poco va adquiriendo formas nacionales. En el siglo XVII, Francisco de Florencia y Miguel Snchez van a constituirse en sus principales divulgadores, al igual que otros sacerdotes y religiosos.

    El padre Francisco de Florencia, uno de los principales marilogos mexicanos del siglo XVII, marc la pauta para futuras generaciones cuando, en La Estrella del Norte y en Zodiaco Mariano, coloca como eje de la gran veneracin mariana a Mara Guadalupe.4 La subordinacin de todos los dems cultos marianos a este eje ser retomada despus por personajes como Juan Antonio de Oviedo.

    En 1737 la Guadalupana es jurada patrona de la ciudad de Mxico, y de otras ciudades como Guadalajara, Celaya, Zacatecas y San Luis Potos.5 En 1747 es nombrada patrona de la Amrica Septentrional. El papa Benedicto XIV aprob en 1757 el patronato universal.6

    En el entorno ideolgico de esa bsqueda de identidad cultural a travs de la Guadalupana, apreciamos la presencia de otros dos elementos igualmente importantes para ubicarnos ante Zodiaco Mariano; el barroco y la tradicin mariana espafiola.

    El barroco va ms all de ser un estilo esttico: es una visin del mundo, y como tal se le debe entender. En Espaa y la Nueva Espaa encarnar en.una sociedad inmersa en la tradicin y las costum'bres religiosas. El mariariismo se convertir en un elemento a t r^ s del cual se buscar reforzar la identidad, de una Espaa en crisis, y de un criollismo ascendente en Amrica.

  • Este mundo ideolgico forma parte de un universo ms amplio de creencias incuestionables. La mente racional, ordenadora y crtica se subordina a los signos de la providencia. Dios como rector y creador de este mundo interviene en la cotidianeidad humana, transformando, a veces a capricho, los destinos de los hombres.

    El mundo que nos mostrar el barroco ha sido asolado por guerras, pestes y hambre. Europa ha sufrido durante la prim era mitad del siglo XVII extensas epidemias. En la conciencia social pesar la certeza de la crisis. El barroco partir, por tanto, de una conciencia del mal, del dolor y del trastorno. La inseguridad de la vida se har presente. El orden habitual de la naturaleza sufrir un parntesis y un mundo al revs tomar vigencia. Pero el barroco nos mostrar tambin la fiesta y el brillo, sin eliminar el fondo de acritud y melancola. El barroco, por tanto, vive la contradiccin propia de la vida humana, polarizando la risa y el llanto. El hombre con su gran fragilidad estar inserto en un universo grandioso y admirable pero dominado tambin por la fatalidad y las fuerzas ocultas. Este mundo de contradicciones crea el movimiento, la vida. La tragedia, por tanto, puede ser el medio para alcanzar la salvacin eterna. El universo se compone as de contrarios que buscarn la armona; los opuestos en concierto y desconcierto.7

    El hombre se concibe a s mismo actuando en un gran teatro. Los actores son manipulados por el bien o el mal, poderes en constante lucha. En este teatro, tan ceido de contrarios, tan adornado de opuestos, ven recprocamente los mortales representar sus acciones.8 El hombre en constante lucha consigo mismo, es compensado y superado por la religin.9 Dios todo poderoso contar con medios y mediadores que le ayudarn a controlar y guiar las acciones de sus fieles. Estos sern los ngeles, los santos, la Virgen Mara, su Madre, las imgenes, las reliquias, todos los signos y smbolos externos que coadyuven a la piedad y devocin. La salvacin del cuerpo y el alma sern el propsito de toda

  • accin divina. El demonio que pretender lo contrario, contar tambin con mecanismos que lo favorecern. ste usar el engao a travs de la idolatra, falsas visiones, disfraces, placeres, etc. El individuo como tal es importante, en tanto forme parte de un pueblo salvado y sea instrumento de la Providencia.

    La tradicin, las costumbres, la autoridad de los libros sagrados, de los Padres de la Iglesia, de sus representantes, en suma de todo lo que la religin significa como rectora y autoridad de la vida es en lo que se cree, en lo que la fe se fundamenta. A decir de Ortega y Gasset10 en lo que se est, el suelo cultural que se pisa, en el que se vive y del cual se vive. El hombre que ha experimentado un mundo trgico, se sujeta a sus creencias, las reproducir y se alimentar de ellas. La religiosidad tendr una expresin externa, comunitaria, no ser como hoy en da una opcin personal. El riesgo de ese tipo de manifestaciones a la luz de una religiosidad racional, ilustrada, ser el cmulo de supersticiones que la albergarn y la propiciarn.

    La marianologa nace en el imperio Romano de Oriente durante el cristianismo temprano, y pasa a occidente hasta el siglo XII, propagndose por toda Europa. Su principal promotor fue San Bernardo. Con esta tradicin se transmite la veneracin a las imgenes y reliquias, que desde los primeros siglos del cristianismo se crea en su accin milagrosa, pues no eran hechas por manos humanas y por ello eran consideradas como dotadas de un poder propio de intercesin.11

    En la literatura espaola el tema mariano ha ocupado un gran sitio. Se conservan los poemas a la Virgen de Gonzalo de Berceo (siglo XII) titulados Loores de Nuestra Seora, Milagros de Nuestra Seora y El duelo que fizo la Virgen Mara el da de la Pasin de su fijo Jesu Christo.12

    Milagros de Nuestra Seora es una coleccin de piadosas leyendas de origen popular sobre 24 milagros que realiza la Virgen. Utiliza la alegora para expresar los atributos y

  • caractersticas de la Madre de Dios. La figura de un prado representar la Virgen sin mancilla; las fuentes que aparecen significarn los evangelistas; la sombra de los rboles, los milagros de la Virgen; los cantos de las aves son los autores que de ella nos escribieron; las flores, los nombres que ha recibido.13 Es importante sealar lo anterior pues este lenguaje alegrico es el que se seguir utilizando para hablar de la Madre de Dios hasta el siglo XVIII.

    Son un sin fin de autores los que seguirn cantando y escribiendo para la Virgen durante los subsiguientes siglos. La mariologa recibir la influencia de los Cantigos de Alfonso el Sabio y de los trovadores a los que les serva como modelo del amor espiritual a una mujer. En el siglo x iv en el pueblo espaol se encontraba ya arraigadsima la devocin a la Virgen. Esto nos lo refleja el Libro de buen amor, del arcipreste de Hita en donde se mezcla la novela, ejemplos, fbulas, stiras, comedias y cnticos de alabanza y gozo a la Virgen. Al igual que l, se pueden citar otras obras como las del canciller Pedro Lpez de Ayala, las de Alfonso Alvarez de Villasandino, las de Pedro Vlez de Guevara y otros muchos.14

    Y no se diga el siglo de oro espaol que se puede considerar el gran florecer de la poesa pica, lrica y dramtica, en la que los autores clsicos (Lope de Vega, Gngora, Fray Luis de Len entre muchos) explotan los temas maria- nos.15 Recordemos que durante el siglo XVII Espaa peleaba en Roma la elevacin a dogma de la creencia de la Inmaculada Concepcin de Mara, hasta el grado de convertirse la cuestin en una preocupacin de Estado.16

    El culto a Mara pasa a la Nueva Espaa con los primeros misioneros. Franciscanos, agustinos yjesuitas predicarn el culto a la Inmaculada Concepcin. Utilizarn representaciones plsticas para la evangelizacin y la sustitucin de imgenes cristianas por la de los dolos.18

    La historia que como decamos se conceba como la historia de la salvacin humana, ser interpretada para

  • Amrica como la santificacin del amor de Dios. Mitos y leyendas cristianas sustituirn la interpretacin del pasado pagano. A partir del siglo XVII se buscar la creacin de una identidad, de un pasto cultural mitolgico comn, diferencindose del espaol. Se reinvent Amrica despus de haberla mutilado. El criollo tendr una visin triunfalista de la historia, actitud que se refleja en la literatura, a partir de la segunda mitad del siglo XVII hasta la expulsin de los jesutas. Los escritos se nos aparecen como una interminable accin de gracias, un unnime hosana.19 Personas como Florencia, Miguel Snchez y don Carlos Sigenza y Gngora fueron los alquimistas de las transmutaciones mitolgicas e histricas de esta espiritualidad criolla. El impulso y el eje les otorg el mito de la Guadalupe, a la que le dieron una expresin literaria, con lo cual los criollos ganaban su salvacin histrica. El fenmeno tambin se dio en otras posesiones espaolas y portuguesas. Cada una de stas se coloc bajo la proteccin de una imagen nacional. As por ejemplo, Nuestra Seora de Gupulo fue para el Ecuador, Nuestra Seora de Copacabana para el antiguo Per (hoy Bolivia), el Per moderno erigi patrona a Nuestra Seora de las Mercedes, el Paraguay tuvo como protectora a Nuestra Seora de Caacupe.20

    En suma la Virgen Mara vena a traerles a los americanos la gracia y la dignidad bajo la forma de apariciones prodigiosas, situadas casi todas en el ltimo cuarto del siglo XVI y el siglo XVII. La Madre de Cristo pasaba as a significar la salvacin del Nuevo Mundo, tierra elegida por ella para una cristiandad renovada, o al menos completamente nueva.

    En resumen podramos sealar que el barroco, el provi- dencialismo, el marianismo y la bsqueda de una identidad cultural sern los principales rasgos ideolgicos que circunscriben al Zodiaco Mariano.

  • II

    Zodiaco Mariano gira en torno a las siguientes ideas centrales:1) La conquista de Mxico por los espaoles se justifica

    porque fue el medio por el cual se propag la verdadera religin. 2) Amrica es la hermana menor de la gran familia universal, siendo la mayor Espaa. 3) A sta Benjamn la Virgen se le ha mostrado de una forma especial. 4) En suma, el objetivo de este libro es el que colocando en el centro de su historia el milagro de la Portentosa aparicin de Nuestra Seora de Guadalupe,21 Mara la Madre de Dios, velar a travs de un sin fin de intervenciones milagrosas por la salvacin de la Amrica Septentrional.

    En cuanto a su estructura, Zodiaco Mariano, se nos pre senta como una recoleccin de las narraciones que sobre la historia de una imagen se han creado, justificndose su veneracin por los milagros que a su alrededor se han hecho, testificndose, jurndose y autentificndose jurdicamente ante la Iglesia.

    Las ms de 55 imgenes de diferentes vrgenes identificadas por los autores, se presentan agrupadas por obispados. As tenemos las que se encuentran en el obispado de Yucatn, en el Arzobispado de Mxico, en el de Puebla y Oaxaca, las del Reino de Guatemala y Chiapas, y las de Michoacn, Guadalajara y Guadiana.

    Las referencias sobre el origen de estas imgenes varan en cada caso, aunque podramos identificar dos grupos. Por un lado, aquellas que se sustentan de la tradicin oral, pinturas o escritos cuyos autores se perdieron en el tiempo. Por otro, las que s estn bien documentadas, citndose anteriores recopiladores, e incluso protagonistas famosos de los acontecimientos.

    El Zodiaco Mariano est escrito como las obras hagiogr- ficas. Se busca acrecentar atributos, comportamientos, costumbres y valores propios de los cristianos ejemplares. Su inters es crear modelos y smbolos de piedad y veneracin.

  • Se hace hincapi en la devocin, la misericordia, el amor a Dios y a su venerable Madre. Se subraya siempre el respeto y culto a las imgenes. Esta actitud ante lo sagrado ser premiada a travs de los milagros.

    Estos principios y valores cristianos se dan a entender a travs de alegoras y metforas, construidas con elementos de la tradicin y costumbres del pueblo. Estas expresiones populares muestran a seres sobrenaturales: la Virgen Mara, los ngeles, el diablo, etc., en convivencia con los hombres. As, los protagonistas humanos pueden pertenecen al comn; ser indios o negros cristianizados, libres o esclavos, frailes ejemplares o monjas que llevan una vida de gran piedad, o tambin pueden ser hombres con algn estatus social, como encomenderos, gobernadores o virreyes, etc. Las situaciones que se viven abarcan desde cuestiones muy cotidianas hasta llegar a ser fantsticas. Dentro de la vida que transcurre, interviene el poder de la Providencia a travs de Mara; alterando el acontecer humano, para transformar radicalmente la realidad y la vida de los hombres.

    Podramos decir que, estas narraciones en prosa pertenecen a la sabidura propia de cada pueblo transmitindose oralmente, hasta que un da alguien las recoge. Las definiremos como leyendas o mitos. No haremos caso de las fronteras entre dichos trminos pues para nuestro anlisis nos son tiles ambos. La caracterstica tanto de los mitos como de las leyendas es que son consideradas como verdaderas por aquellos que las narran. El mito forma parte del mundo de las creencias de un pueblo y se ensea como tal, por tanto se cita como testimonio de autoridad en respuesta a la duda, la ignorancia o el escepticismo. Es parte de los dogmas, generalmente sagrados, frecuentemente relacionados con los ritos y la teologa. Son representaciones que pueden llegar a tener un sentido histrico pleno. Los protagonistas de estas expresiones narrativas no son los hombres sino seres fantsticos que tienen en muchos casos atributos humanos: as se presentarn la Virgen, el diablo, los ngeles,

  • etc. Describen el origen del cosmos, la naturaleza, la vida, el planeta, el hombre, la muerte, de un pueblo en particular y sus rasgos distintivos, etc.22 En nuestra obra relatan el acontecer de la relacin entre Mara la Madre de Dios y su pueblo: la Amrica Septentrional.

    Los hombres en las leyendas, a diferencia del mito, s juegan un papel protagnico: sus acciones se desarrollan en un tiempo menos lejano a la de los mitos. Dan cuenta de acontecimientos relevantes de los pueblos: migraciones, guerras, victorias, epidemias, etc.23 Zodiaco Mariano refiere la conquista, la conversin y las pestes, constituyndose en su simiente.

    Estos mitos o leyendas en concreto, como hemos sealado, tienen como rasgo comn el querernos ensear los atributos de Mara y su gran amor para con sus fieles en Amrica. Tienen por tanto un fin pedaggico a travs de un lenguaje simblico.

    III

    El vasto mundo de ideas y creencias que encierra Zodiaco Mariano nos brinda un sin fin de vetas para su estudio. Esta vez tan slo seguimos tres caminos no excluyentes para nuestro anlisis: a) procuramos una taxonoma de las imgenes marianas presentadas por los autores, fijndonos en los principales rasgos de su historia de origen, ambiente fsico y sus atributos o caractersticas dominantes; b) realizamos una clasificacin asomndonos a su entorno social; c) analizamos la forma en que se relaciona la Virgen con los individuos o pueblo de creyentes.

    A) La taxonoma propuesta es la siguiente: 1) Imgenes de fundacin, 2) Imgenes de la naturaleza, 3) Imgenes que se pintan o hacen solas, 4) Imgenes de los conventos, 5) Imgenes agraviadas, 6) Imgenes encaminadas, 7) Imgenes de los navegantes, 8) Imgenes que recrean el paraso,

  • 9) Imgenes particulares, 10) Imgenes de artes y oficios,11) Imgenes especializadas.

    A continuacin presentaremos slo un ejemplo resumido para cada una de las clasificaciones.

    1) Imgenes de fundacin: la Virgen crea un nuevo pueblo. Este pudo haber existido antes, pero tal vez un pueblo idlatra o bien creado espontneamente alrededor de una imagen, obedeciendo a ciertas necesidades.

    La Virgen de Yzamal (Yucatn).24 Advocacin: la Inmaculada Concepcin. Fuentes: Los escritos del padre Lizana; P.F. Juan Lpez de Cogolludo, que escribi La Historia de Yucatn, y la marqueza de Santa Flor, Doa Geronyma de Lasso y Castilla, gobernadora de Yucatn, a quien la Virgen le hizo un milagro.

    Alrededor de 1550, los franciscanos, a instancia de fray Diego de Landa con el fin de cambiarle el corazn a los indios idlatras del pueblo de Yzamal y convertirlos a la verdadera religin, mandan traer una imagen de la Santsima Virgen de la Inmaculada Concepcin desde Guatemala. Pues slo un milagro por medio de una imagen sagrada poda lograr el cambio.

    La Virgen empieza a obrar milagros desde su trayectoria a Yzamal. Por ejemplo, los indios que la cargaban no se mojan al caer la lluvia.

    Una vez en Yzamal sigue obrando milagros. Se hace pesada cuando los espaoles de Valladolid se la quieren expropiar; signo de que la Virgen perteneca ya al pueblo de Yzamal donde deba quedarse. Sigue realizando un sin fin de milagros entre los que se destaca la extincin de una epidemia en Mrida (ciudad de espaoles), a donde es llevada en procesin. A partir de entonces, la convivencia entre espaoles e indios se armoniza, puesto que la Virgen de un pueblo maya cristianizado es compartida fraternalmente, obrando maravillas sin distinciones sociales.

  • 2) Imgenes de la naturaleza: imgenes de la Virgen son encontradas dentro de un entorno natural, y el material del cual estn hechas, en ocasiones tambin es natural.

    La Virgen de la Laguna (Xampolol, Campeche).25 Fuente: Dr. D. Pablo Zeplveda y Figueroa, chantre de la iglesia catedral de Mrida y el Maestro de escuela, el Dr. Juan Muoz de Molina. No sealan otro dato.

    Al acabarse una epidemia el 7 de mayo de 1649, por la cual tanto indios como espaoles mueren, dos indios que venan de pescar, descansan en la sombra de unos rboles. Estando ah observaron que uno de los rboles sin hojas se estaba quemado, y dentro de l haba una imagen de la Virgen con un nio Jess en los brazos. La Virgen se encontraba con los pies enterrados. Era de barro colorado, tan duro y pesado como el de una piedra, con un rosario en la mano: por eso la denominaran la Virgen del Rosario o de la Laguna, pues cerca de ah se encontraba una laguna alimentada por un ojo de agua. Los indios besndola con veneracin, fueron a avisar al alcalde mayor y dems indios del pueblo. stos la adornaron, le prendieron luces, la velaron, la pusieron sobre piedras y le construyeron un enramado.

    Una vez que los curas del convento aceptan el milagro de la aparicin, los espaoles la llevan al pueblo, donde la colocan en la iglesia de Xampolol. Despus los nativos la trasladan al pueblo de Campeche con danzas y su msica propia. Aqu es recibida con gran gala, y la conducen al convento de los franciscanos para situarla en el altar mayor. Esta imagen un da desaparece; se la encuentra otro indio, y en el ao de 1650, es colocada nuevamente donde estaba.

    Los milagros de esta Virgen se hacen en general por medio del lodo que se obtiene mezclando la tierra del lugar donde fue encontrada con agua o saliva.

    3) Imgenes que se pintan o hacen solas: aparecen milagrosamente pintadas, sin la intervencin de los hom

  • bres. Se cree que fueron pintadas por los ngeles o santos. Otras que son de bulto, tambin son armadas prodigiosamente por manos divinas.

    El ejemplo ms conocido es el de la Virgen de Guadalupe. Por ello narraremos otro caso.

    Nuestra Seora de la Piedad (Al sur de la Ciudad de Mxico).26 Advocacin: La Virgen de los Dolores o de La Piedad. Fuente: tradicin oral.

    Slo se sabe que un religioso del convento de predicadores dominicos situado en la ciudad de Mxico, la trajo de Roma. Es un lienzo pintado donde aparece Jess muerto en los brazos de la Virgen. El religioso se la haba encargado a un pintor muy afamado en Roma, pero urgido por embarcarse a la Nueva Espaa se trajo la imagen slo con los primeros trazos, esperando que aqu alguien la terminara de pintar. Pero llegando a Mxico, al desempacarla la vio totalmente terminada. Esta imagen fue venerada desde un principio por virreyes, arzobispos y otros personajes de categora. Con esta imagen se intent promover los dolores de la Virgen, hacindose tan popular que hasta los indios ms desdichados la veneran, sobre todo durante la cuaresma.

    4) Imgenes de los conventos: tienen su origen dentro de un convento u hospital. Son los clrigos regulares los testigos de las obras de Nuestra Seora.

    La Virgen del Carmen (Puebla).27 Fuentes: Lic. D. Diego de Lemus, en el libro 2, captulo 18 de la vida de la venerable Mara de Jess Angelopolitana (orden de beatificacin).

    En el convento de las Religiosas de la Concepcin en Puebla, la venerada religiosa Mara, en su afn de servir a Dios se propuso imitar a Santa Gertrudis. Teniendo una imagen de la Virgen quiso convertir su figura en la de la santa. Pero por una serie de visiones, las cuales verific que no fuesen del diablo (para ello les echaba agua bendita), comprendi que la Virgen quera que se respetara la inte

  • gridad de su imagen. Por medio de otras visiones, le indic a la religiosa la advocacin que su imagen deba adquirir, presentndose con el hbito del Carmen. Esta imagen ocupar a partir de entonces un lugar importante en el monasterio. Un da la Madre Mara vio en el rostro de la santa imagen tres estrellas resplandecientes y hermosas; una en su frente y dos en las mejillas. Sus rayos se esparcan sobre las cabezas de las monjas rezando. Sobre unas brillaban las estrellas ms que en otras denotando con eso la mayor, o menor devocin, que tenan ellas a la Santa Imagen. 8 Vio tambin ngeles que escriban los nombres de las religiosas que tenan por devocin vestir y adorar a dicha imagen. A travs de la religiosa, la Virgen les promete concederles milagros a aquellas que se lo pidieran con gran devocin. Quiso la Virgen que en su imagen pusieran a su hijo. La figura de este nio la mandaron pedir a Espaa. Al llegar y abrir el cajn salt el nio y corri a los brazos de su madre.

    5) Imgenes agraviadas: son imgenes que han sufrido algn atentado a su integridad.

    Virgen de la Macana (Ciudad de Mxico).29 Advocacin: Seora del Sagrario. Fuente: no se menciona.

    La imagen procedente de Espaa es llevada por los franciscanos a las recin descubiertas tierras del norte en 1581. Eran stos los primeros que pisaran Nuevo Mxico. En 1674, a travs de una nia tullida que san, la Virgen pidi el respeto por los franciscanos, los cuales tenan muchos problemas con los soldados de la zona. Amenaz castigar a los que molestaran a dicha orden. Seis aos despus se sublevaron los indios, instigados por el demonio. Quemaron el templo, mataron a 20 religiosos, a la imagen de nuestra Seora del Sagrario le dieron un macanazo en la cabeza. Hasta hoy en da por ms componendas que se le han querido hacer se le sigue notando a la imagen tan duro golpe. Al capitn de los indios, dice la tradicin, se le apareci el demonio y lo ahorc en un rbol. Aunque otros dicen

  • que, como Judas, se quit l mismo la vida. Desde entonces a esta Virgen se le llam Nuestra Seora de la Macana. Pasada la rebelin, dos de los religiosos que sobrevivieron a la masacre, tomando a la sagrada imagen, la llevan al pueblo de Tlalnepantla, tres leguas de la Ciudad de Mxico, donde se le construy una suntuosa capilla. En 1755 dicha imagen fue colocada en la capilla del noviciado del convento franciscano de la Ciudad de Mxico.

    6) Imgenes encaminadas: son tradas por misteriosos peregrinos o arrieros. O halladas en algn camino, abandonadas.

    Nuestra Seora de Cozamaloapan (Obispado de Puebla).30 Advocacin: La Virgen de la Soledad. Fuente: Por rdenes del obispo de Puebla, D. Juan de Palafox y Mendoza, el jesuta Juan de Avalos recoge estos relatos entre 1641 y 1642.

    En Cozamaloapan, que quiere decir en nhuatl lugar donde se ve el arco iris, se venera una Virgen de la Soledad. El origen de la imagen data de hace 180 aos, y su historia ha sido transmitida rL padres a hijos. Se dice que un da en el camino de Veracruz vieja a la nueva, hallaron una mua muerta, cargada con una caja rotulada a la iglesia de Cozamaloapan. En dicha caja vena la imagen. Nunca se supo quien la enviaba y la llevaba, y quien mat a la mua. Su fiesta la celebran el 15 de agosto, da de la Asuncin de Mara a los cielos, y el da 8 de diciembre, dedicado al da de la Concepcin de la misma Soberana. Son muchos los prodigios que sobre dicha imagen se recogieron. Entre los ms importantes est haber salvado a la poblacin del ataque de unos negros cimarrones: los ngeles del cielo impidieron que ultrajaran tanto a los pobladores como a la imagen.

    7) Imgenes de los navegantes: han impedido que los barcos se hundan. Por lo general cuando una Virgen navega cuida de su tripulacin. Aunque tambin lo hace con las personas en peligro de ahogarse en una gran tormenta o al

  • ser vctimas de los ataques de los piratas, siempre que invoquen a una virgen en tierra.

    La Virgen de la Escalera (Castillo de San Juan de Ula, obispado de Puebla).31 Advocacin: Nuestra Seora de la Concepcin. Fuente: no se menciona.

    En el castillo de San Juan de Ula, que sirve como resguardo de la ciudad y puerto de Veracruz, se venera una imagen de nuestra seora de la Concepcin, llamada tambin Virgen de la Escalera. Todos los barcos que salen a Espaa, al pasar por ah, se encomiendan a ella. Y a la proteccin de esta Soberana Imagen se ha atribuido siempre la felicidad, con que tantas flotas cargadas de oro, plata, grana, ail, y otros generas nobles, y siempre estimables, que lleva de suyo la fecundidad de esta America, han llegado a Europa para enriquecer a Espaa, y aun a las otras naciones estrangeras.32 Es as como a esta Virgen se le debe el que muchas flotas y hasta el propio castillo hayan sido salvaguardados del ataque de furiosos piratas.

    8) Imgenes que recrean el paraso: la Virgen recrea a su alrededor el edn o paraso. En donde todo es armona y alabanza al Seor.

    La Virgen de la Defensa. Advocacin: La Inmaculada Concepcin. Fuente: El protagonista de la historia, que se la cuenta a su confesor.

    En la sierra de Tlaxcala, Puebla, por el ao de 1640 se encontraba viviendo un ermitao. Este buen hombre se llamaba Juan Bautista de Jess. Adoraba en una ermita una imagen de la Inmaculada Concepcin, la cual obraba m uchas maravillas. La nombr de la Defensa, pues lo defenda contra sus enemigos visibles e invisibles, pero no slo a l, sino tambin a todos los animales del bosque. Por ejemplo, los pjaros le cantaban a la Virgen (los ngeles les movan su lengesilla), y a cambio ella los protega de los gavilanes u otras aves de rapia al refugiarse en su ermita, en donde sus enemigos ya no entraban. A los conejos, ardillas, venados y

  • otros animales tambin los protega de lobos y coyotes. De las tentaciones del demonio, salv a Juan Bautista en innumerables ocasiones. Curaba a las criaturas heridas o enfermas. En su entorno se oa msica celestial y se vea un resplandor. Sin embargo lleg un da en que a Juan Bautista se le present un problema de conciencia: senta que deba dar parte a las autoridades ecleciales de Tlaxcala, pues no era justo que l solo disfrutara de tan agradable compaa, siendo que la Virgen deba ser conocida por muchos otros. Pero a la vez no quera que la gente fuera a su ermita pues perdera su intimidad. Resolvi por fin dar parte a su confesor de su gran tesoro y del temor que senta. Don la imagen a la ciudad de Tlaxcala, de donde pas a la Catedral de Puebla, por rdenes del obispo Palafox. Posteriormente es trasladada a las misiones de las Californias. De ah navega hasta Per y Chile, donde permanece muchos aos. Pero vuelve a la Nueva Espaa. Juan Bautista se qued con una copia de dicha imagen que produca las mismas maravillas.

    9) Imgenes particulares: son las que, perteneciendo a una persona en particular, por algn milagro pasan a ser veneradas por todo un pueblo de fieles.

    Nuestra Seora de la Consolacin (Ciudad de Mxico).33 Fuente: Fray Baltasar de Medina en la historia que escribi de la provincia de San Diego en Mxico.

    La imagen que se encuentra en la iglesia de San Cosme, de la orden franciscana, perteneca a una mujer que viva cerca del convento. Dicha seora tena una hija llamada Mara, la cual cay en un pozo y se ahog. Acudiendo a la imagen que tena en su casa, la tom y la llev al lugar del accidente: atandola con una cinta, la coloca del brocal confiando con mucha fe en lo que es pozo de aguas vivas, que le dara vida a su hija ahogada en aguas muertas.34 Y sucedi la gran maravilla: subiendo el agua hacia arriba, llev como en brazos, viva y sana a la nia. La madre sin caber en regocijo gritaba a todas voces el milagro. La imagen

  • no vuelve a su casa sino que dicha seora en agradecimiento le construy una capilla. Surge en este momento un problema entre el convento de San Cosme, pues ste quera quedarse con la imagen por la cercana al lugar del prodigio, y la parroquia de la Vera-Cruz, en cuya jurisdiccin se encontraba el lugar. El conflicto lo resuelven rifando a la imagen: el convento se queda con ella.

    10) Imgenes de artes y oficios: son las vrgenes que pertenecen a un gremio concreto.

    Nuestra Seora de las Lgrimas (Ciudad de Mxico).35Esta imagen pertenece al gremio de los plateros de la

    Ciudad de Mxico. Fue encontrada despus de una tumultuosa y desordenada procesin de Semana Santa, en una de las calles del centro de la ciudad. La imagen se encontraba abandonada en unas andas. Nadie la reclam. El gremio de la platera la tom entonces a su cargo y la coloc en su parroquia de la Vera-Cruz. Luego de algunos aos la pasaron a la capilla de la Concepcin en la Catedral. Se le llama Nuestra Seora de las Lgrimas porque en una de las manos que sostiene abiertas tiene un pauelo como querindole enjugar las lgrimas a los fieles que van a verla.

    11) Imgenes especializadas: se les advoca para casos muy concretos. Dentro de este grupo entran tambin las imgenes que responden con actitudes especficas.

    Virgen de la Salud (Ptzcuaro, obispado de Michoacn)36Esta imagen la pondra don Vasco de Quiroga en la

    iglesia del hospital de Santa Marta, para que cuidara de los feligreses que en Ptzcuaro recurran a su auxilio. El mismo sacerdote la bautiz como Nuestra Seora de la Salud. De ella se cuenta que han sido muchas las ocasiones en que personalmente se le ha presentado a los enfermos. Tambin se sabe que en 1690 se quiso hacer algunas componendas a la imagen, que recortaran su figura. Cuando se intent hacer esto se observ el rostro de la Virgen muy afligido y

  • sudoroso. Por eso se desisti de realizar dicha empresa. En 1739 despus de la epidemia de Matlazahuatl fue nombrada patrona de la ciudad de Ptzcuaro. Esta Virgen tiene una imagen gemela, pero ms pequea: la llamada peregrina, que los fieles llevan a pedir limosna para su veneracin. Esta imagen tambin ha hecho muchos milagros en los lugares visitados, y adems no slo las imgenes hacen prodigios sino tambin las reliquias de su vestimenta o adorno. A travs de ellas muchas personas han sentido la mano de Dios.

    B) Por su entorno social, las imgenes pueden ser indgenas o espaolas-criollas. En el primer caso, los protagonistas de las leyendas son los naturales. Estas historias indias a su vez las hemos dividido en indgenas-espaolas y espaolas-indgenas.

    Indgenas-espaolas: En estos casos, los prodigios de la Madre de Dios se manifiestan a travs de una aparicin o imagen a uno o varios indios, casi siempre despus de alguna epidemia. stos tienen que dirigirse a las autoridades eclesisticas espaolas y dar pruebas tangibles del suceso para que sea oficialmente reconocido como verdadero, y por ende el culto nuevo que seguir.37 La Virgen por lo general manda que se le levante un santuario, para iniciar as una nueva veneracin. En suma, es un pueblo de naturales, asolado por una peste, el que lucha por que se reconozca oficialmente la imagen como propia. Podramos decir que lucha en contra de la muerte fsica y por establecer una identidad propia que lo salve de la muerte cultural. La Virgen proporciona a sus habitantes tanto la curacin para el cuerpo, como un nuevo ncleo de cohesin comunitaria. Los nicos que pueden reconocer este nuevo culto son los clrigos, es decir, los espaoles.

    En este contexto tenemos que el esquema aparicionista (cuando la Virgen se aparece viva), a decir de Jacques Lafaye,38 tiene gran parecido a las leyendas medievales

  • espaolas. Pero en lugar de ser el sujeto de la historia un pastor, es un indio. Con esto se incorporan elementos netamente mesoamericanos, pues la diosa madre reencarna en la Virgen, y se crea con ello la refuncionalizacin del mito.

    Espaolas-indgenas: El fin de estas imgenes es la conversin de los indios. Las imgenes son colocadas arbitrariamente en antiguos lugares de veneracin prehispnica. Son puestas por los misioneros como cultos de substitucin. Su origen responde a necesidades de la propia evangelizacin. El milagro ser el cambio de la idolatra de un pueblo a la religin verdadera.

    Las vrgenes espaolas-criollas: Son aqullas cuyo origen mtico se liga directamente al mundo espaol-criollo. Los indios dejan de ser los protagonistas de la historia mtica. En este caso los protagonistas constituyen una gran variedad de personas. Pueden ser hombres, nios o mujeres del pueblo (incluidos tambin negros y castas), pecadores comunes u hombres y mujeres virtuosas en la fe, caballeros de la poltica, gremios artesanales, etc. No encontramos un perfil definido. El nico conjunto de constantes lo percibimos en las vrgenes de los monasterios. Aqu las imgenes estn rodeadas de un ambiente mstico, de oracin y gran veneracin. La Virgen se presenta por lo general a travs de visiones. Advierte sobre la muerte de algn o algunos monjes y monjas, dndoles oportunidad de una muerte santa. Seala quines son los que realmente la veneran con sinceridad. Da y pide testimonios de lo que debe ser una fe ciega, una entrega absoluta. Seala pautas de conducta y obediencia. Se pre senta como modelo supremo del apstol cristiano.

    Otra distincin que podramos sealar en este tipo de vrgenes es la existente entre las advocaciones tradicionales espaolas y las casusticas cuyo origen es criollo-novohispa- no. Las tradicionales espaolas como la Virgen del Rosario, de la Inmaculada Concepcin o la de los Remedios, encar

  • nan en la tradicin y en la historia de los pueblos americanos, tomando en ocasiones otros nombres. Las otras son imgenes annimas cuya veneracin nace en Amrica, y toman sus nombres a partir de su historia de origen. Tenemos, por ejemplo la Virgen de la Bala, La Virgen de Zape, Nuestra Seora de las Lgrimas, etctera.

    C) Con respecto a su relacin con los hombres sealaremos primero que la Virgen se puede presentar a travs de una forma animada o esttica. Las primeras son las que se presentan vivas y despus se plasman en una imagen como la Virgen de Guadalupe, o las imgenes que en ocasiones toman vida, para volver despus a su estado normal. Estas cambian de posicin, de lugar, de actitud, hablan, sudan, salen de paseo, etc. Por ejemplo, la Virgen de la Salud de Ptzcuaro se les aparece a los enfermos consolndolos, o la Virgen de las Angustias de la ciudad de Mxico, quien detena las compuertas del lago para librar a la ciudad de las inundaciones: amaneca con el sayal manchado de lodo. Las estticas son imgenes que nunca han tenido alguna manifestacin animada. Alrededor de stas se puede or msica celestial, ver luz o que la imagen despida luz: se ven estrellas o resplandores en el cielo, rayos o nubes blancas o de agua que representan a la Virgen de los cielos. Ambas repre sentaciones realizan los mismos milagros y tienen igual poder.

    La Virgen Mara puede demandar de los hombres la construccin de un lugar para su veneracin, fe, respeto, caridad, honestidad, etc. A cambio advierte de algn peligro o suceso futuro, realiza algn milagro o simplemente platica. Para estos efectos se dirigen a todo tipo de personas: espaoles, indios, mulatos, negros libres o esclavos (siempre y cuando sean cristianas); no tienen que ser necesariamente ejemplo de gran devocin.

    Los milagros son piedra angular en cada leyenda, pues son prueba de lo extraordinario de la imagen y del poder

  • de Dios que acta a travs de su Madre. Al menos sta es la intencin del autor, aunque la mayora de las veces, en los relatos aparece como si las imgenes por s mismas hiciesen las transformaciones preternaturales y/o sobrenaturales. En ocasiones con slo una reliquia o parte de la imagen se produce el milagro. Las figuras en este sentido encaman una idea mgica del poder sobrenatural.

    Con respecto a los milagros podramos sealar algunas cuestiones. Existen vrgenes especializadas en algunos de ellos. Tenemos, por ejemplo, la Virgen de la Salud para los enfermos; la Virgen de Zapopan, que se encarga de salvaguardar la ciudad de Guadalajara en contra de las tempestades y los rayos; la Virgen de Guadalupe se invoca en contra de las inundaciones de la ciudad de Mxico o salvaguarda del demonio; la Virgen de San Juan de los Lagos, a la cual si no se le cumple lo prometido, desvanece el milagro hasta que el fiel cumpla su promesa. Pero en general, todas las vrgenes hacen todo tipo de milagros, ya sean colectivos o individuales. Por ser la Madre de Dios, tiene toda clase de poderes, y por lo tanto abarca cualquier cosa. Sin embargo podemos establecer en ocasiones cierto paralelismo con los milagros de la Biblia, tanto del Antiguo como del Nuevo Testamento. As tenemos: hacer ver a los ciegos, sanaciones a travs de lodo hecho con la tierra que rodea a las imgenes, resurreccin de los muertos, curacin de tullidos, extincin de epidemias y sequas, salvacin de inundaciones, repro duccin de la comida, expulsin de los demonios, etctera.

    Otros milagros que se presentan constantemente: la salvacin de jinetes en caballos desbocados, de accidentados, ahogados; se prueba la inocencia de mujeres injuriadas, se cristianiza a un pueblo idlatra, se salvaguarda a conquistadores y misioneros. As la visin espaola de la historia se encarna en las ddivas de la Virgen: ella es quien encabeza la lucha contra los infieles.

    La Virgen se presenta siempre como la Madre de Jess, y por ello acta como la madre universal de todos los

  • hombres, sin distincin de razas, pero s de credos. Solicita, como ya hemos venido indicando, que todos sean cristianos. Sobre todo es una madre bondadosa, comprensible, cuyo amor es infinito. El siguiente prrafo del autor nos resume perfectamente lo que la Virgen representaba para un creyente de principios del siglo XVIII (observemos tambin su barroquismo).

    Y quien sera tan ciego, e ignorante, que no conosca, que si por m edio de vuestras Im genes, o Soberana Reyna, dais la vida a los muertos, salud a los enferm os, socorro a los afligidos, victoria a los tentados, y remedio pronto a todos los que en sus necesidades os invocan, es porque sois la Seora absoluta de la vida, y de la muerte, de la salud y de la enfermedad y porque teniendo a Dios de vuestro linage, siendo verdadero Hijo vuestro, no solo fuisteis la mas iluminada con todo genero de luces mas que otra alguna Persona criada, sino la que com o Estrella del mar iluminis a los que cam inando por el mar borrascoso de este mundo han sabido hallar en vuestras Sagradas im genes seguro puerto, en que librarse de todas sus aflicciones, ni han ignorado que siendo en la Passion acerbis- sima de vuestro Hijo un mar am arguissim o de dolores, sois poderosa para alcanzarles dolor de sus pecados, y una sosse- gada, y dichosa m uerte .39

    En suma, la devocin a la Virgen cubre todas las necesidades humanas. Sera el equivalente a la compra de un seguro de amplsima cobertura que proteje a sus devotos hasta del fuego eterno, garantizndoles la salvacin de su alma. Por ello se nos muestra en ocasiones contradictoria. La salvacin del alma no siempre va unida a la felicidad terrenal. En ocasiones el sufrimiento corporal servir para purificar el alma. Pero hasta en los momentos de gran sufrimiento, la Madre del Cristo crucificado se solidariza en el dolor. La Virgen representar, en fin, el seno materno, anhelo de todo hombre desprotegido y sufriente.

  • La Virgen tambin se muestra humana. Da rdenes, se enoja, castiga, amenaza, platica, ama, perdona, cuida, llora, suda, se enternece. Los fieles se relacionan con las imgenes como si fueran un ser viviente. Les piden, les lloran, les suplican, las tratan de convencer, hacen comparaciones entre el poder de una y de otra. La relacin que se establece no es por tanto la de un ser omnipotente, fro, incansable, con la de un ser invlido. Al contrario, pareciera a veces que la relacin fuera entre un ser con poderes mgicos y otro que lo trata de persuadir para que le ayude.

    En torno a las imgenes siempre existe el misterio, (recordemos que no las hacen las manos humanas) lo sagrado, lo mstico, lo indescifrable, lo incomprensible racionalmente, lo inaprensible. El hombre, por tanto, no tiene acceso a ese mundo, slo presencia signos que debe de interpretar. Para explicar sus vivencias msticas recurre a un lenguaje simblico, lleno de metforas y analogas. El agua, el mar, la tierra, el lodo, los manantiales, las fuentes, la luz, la msica, sern parte de este lenguaje que merece un estudio y anlisis ms detallado.

    La Virgen, en cambio, en su relacin con los hombres conoce cada rincn del alma, de cada uno de los mortales. Sabe sus secretos, sus preocupaciones, lo que han hecho, lo que piensan hacer, sus verdaderas intenciones. Adems, domina los fenmenos naturales; es duea del conocimiento. Mircea Eliade40 nos explica una relacin anloga entre el shamn y su pueblo. El sumo sacerdote, el shamn, o el brujo conoce el origen de todas las cosas porque tuvo acceso al conocimiento de los mitos de origen del mundo entero. Saben como se ha creado el mundo natural, fsico, humano, y por ello lo puede dominar. Este poder le permite tener injerencia sobre los fenmenos naturales y m anipularlos. Por lo tanto pueden curar, atraer la lluvia, ver el futuro, etc. Hacer magia.

    En geiieral, la Madre de Dios acta cuando se presentan circunstancias dolorosas, que provocan un sufrimiento m u

  • chas veces irremediable, o existe un mal, un peligro que amenaza. El hombre se presenta ante ella en actitud de humildad, devocin, ofrecimiento, peticin, inocencia. Puede prometer o no. Se crea el milagro. Cambia la realidad para bien; se cumple la peticin humana o la Virgen brinda alivio espiritual. Crece con ello la devocin, hay gestos de agradecimiento, se cumplen las promesas. Se va a misa, se reza el rosario, se hace la peregrinacin prometida, se saca a la Virgen, etctera.

    En ocasiones el paso intermedio no se da. La Virgen acta ante una necesidad sin que los fieles se lo pidan. Se aparece de buenas a primeras, o la gente sana, sin haberlo demandado con anterioridad, pero la obra no queda annima, siempre se sabe a quien se debe tal o cual milagro, y se populariza.

    Es as como el mito se refuerza a travs del ritual y a su vez el ritual es reforzado por el mito.

    Zodiaco Mariano nos pone en el centro del marianismo a la Guadalupana, pero igualmente nos indica que ella es la puerta de entrada a este vasto mundo de la veneracin a Mara la madre de Dios, un mundo que, en principio, nos impone tareas complementarias entre s. Zodiaco Mariano presenta una taxonoma, la insercin del culto en un entorno social preciso, hasta descender a lo ntimo de la relacin con los hombres, con cada sujeto particular, y nos ubica en esta perspectiva donde nos presenta este vasto mundo de ideas y creencias con una ya larga duracin. Y ste en cada capilla, en cada iglesia que tenga una imagen de la Virgen que obre milagros, brindar a la comunidad un suelo cultural comn. Nacen los cultos locales, regionales y nacionales.

    NOTAS

    1. Juan Antonio de Oviedo, Zodiaco Mariano, Prologo, Imprenta del Real, y mas Antiguo Colegio de San Ildefonso, 1755, s.p.

  • 2. Para obtener ms datos sobre los autores y sus obras consltese: Francisco Zambrano S.J., Diccionario Bio-Bibliogrfico de la Compaa de Jess en Mxico, Tomos VI y XVI, Mxico, Jus, 1966.

    3. Jacques Lafaye, Quetzalcatl y Guadalupe. La formacin de la conciencia nacional en Mxico, Mxico, FCE, 1983, p. 129.

    4. Ernesto de la Torre Villar y Ramiro Navarro de Anda, Testimonios Histricos Guadalupr.njoSy Preliminar, Mxico, FCE, 1982, p. 12. Francisco Javier Las- cano, S.J., Parecer, en Zodiaco Mariano ..., s.p.

    5. Album del 450 aniversario de las apariciones de nuestra Seora de Guadalupe, Mxico, Ediciones Buena Nueva, 1981, pp. 62 y 275.

    6. Jacques Lafaye, op. cit., p. 130.7. Jos Antonio Maravall, La cultura del Barroco, Espaa, Ariel, 1975, pp. 307-323.8. Ibid., p. 324.9. Ibid., p. 325.10. Jos Ortega y Gasset, Ideas y creencias, 7a. ed., Madrid, Espasa Calpe, 1968, pp.

    11-18.11. M. D. Knowles, Nueva Historia de la Iglesia, Tomo II, Madrid, Ediciones

    Cristianas, 1983, pp. 433-434; 565-578.12. Enciclopedia Universal Ilustrada, Europa-Amrica, Tomo XXIII, Madrid, Bar

    celona, Espasa Calpe, pp. 10-11.13. Gonzalo de Berceo, Milagros de Nuestra Seora, Introduccin, Mxico, Po-

    rra, 1965; Enciclopedia Universal Ilustrada, op.cit., pp. 10-11; Roque Esteban Scarpa, Lecturas Medievales Espaolas, Chile, Zig Zag, 1957.

    14. Enciclopedia Universal Ilustrada, op.cit., pp. 12-13; Anderson Imbert, Historia de la Literatura Hispano-Americana, Mxico, FCE, 1986; Roque Esteban Scarpa, op.cit.

    15. Enciclopedia Universal Ilustrada, op.cit.,-pp- 14-16.16. Historia de la Iglesia en Espaa, Tomo IV, Madrid, Ed. Catlica, 1979, pp.

    455-460.17. Historia de la Iglesia en Espaa, op.cit., pp. 455-460; Robert Ricard, La conquista

    espiritual de Mxico, Mxico, FCE, 1986, pp. 15, 16, 259.18. Robert Ricard, op.cit., pp. 155-163; Joaqun Antonio Pealosa, La prctica

    religiosa en Mxico, siglo XVI, Mxico, Jus, 1969, pp. 40-41.19. Jacques Lafaye, op. e x p. 118.20. lbdem, p. 313.21. Francisco Javier Lascano S. J., Parecer en Zodiaco Mariano, op.cit., s.p.22. Enciclopedia Internacional de las Ciencias Sociales, Tomo V, Espaa, Aguilar,

    1975.23. Idem.24. Francisco de Florencia y Juan Antonio de Oviedo, Zodiaco Mariano, op.cit., pp.

    1-25.25. Ibid., pp. 25-30.26. Ibid., pp. 82-83.27. Ibid., pp. 153-155.28. Ibid., p. 157.29. Ibid., pp. 123-125.

  • 30. Ibid., pp. 199-206.31. Ibid., pp. 207-208.32. Ibid., p. 207.33. Ibid., pp. 90-92.34. Ibid., p. 91.35. Ibid., pp. 119-121.36. Ibid., pp. 259-276.37. Oviedo no menciona las apariciones maanas que en un momento dado

    encarnan un conjunto de demandas, rasgos y valores culturales indgenas, provocando la resistencia cultural y en ocasiones la rebelin, como fueron las vrgenes chiapanicas de principios del siglo XVII, como la Virgen de Cancuc (1712-13). Estas apariciones fueron identificadas como culto idoltrico. Consltese: Enrique Florescano, Memoria Mexicana, Mxico, Contrapuntos, 1987, pp. 181-212.

    38. Jacques Lafaye, op.c., p. 315.39. Ibid., s.p.40. Mircea Eliade, Mito y realidad, Barcelona Espaa, Labor, 1968.