Martini.job

Embed Size (px)

Citation preview

  • 7/30/2019 Martini.job

    1/73

    JOB

    CARLO MARTINI

    Prlogo

    "Habis perseverado conmigo en mis pruebas" es el ttulo de un curso de Ejercicios Espiritualesque el cardenal Carlo Mara Martini, Arzobispo de Miln, dirigi a un grupo de sacerdotes, lamayora de la dicesis ambrosiana.Las palabras de Jess a sus discpulos, pronunciadas poco antes de la pasin, nos recuerdancmo la vida del cristiano (y tambin la de todos los hombres) est llena de tribulaciones. Porese motivo se ha elegido el Libro de Job, como texto sobre el que reflexionar, aunque tambin lameditacin se extender a otros pasajes del Antiguo y del Nuevo Testamento.La historia de este hombre misterioso, que no perteneca al pueblo elegido y viva en una tierra

    lejana, quizs circulara oralmente entre los eruditos orientales ya hacia fines del 2.000 a. C., y suredaccin en hebreo fuera posterior. Job, que era y se consideraba justo, es probado y privado detodas sus pertenencias. Tambin los hebreos exiliados en Babilonia lo haban perdido todo, loque pona en duda su fe en la justicia de Dios, ante quien pensaban que podan presumir dederechos. Intentando comprender el sentido oculto del sufrimiento, que se abate sobre quienesobran con rectitud ante Dios, probablemente lean y cantaban las lamentaciones de Job. Acasoel hombre le puede pedir cuentas a Dios? El poeta dice: no hay que pedirle razones a Dios, sinocreer en su justicia, en su sabidura incomprensible.Con profundidad espiritual y pastoral, el Cardenal se detiene ante algunos pasajes de Job y nosayuda a aclarar el sentido del misterio del hombre y del misterio de Dios. En el dilogo de losdos primeros captulos entre Satans y Dios "el juego se configura como un desafo hecho al

    hombre: existe o no la gratuidad en la accin humana?" El problema de Job es ante todo unproblema de fe; no hay lugar para el comercio en la vida de fe, porque a la sublimidad de lagracia debe corresponder la gratuidad de la devocin. Ciertamente, Job no ha cometido ningunode los crmenes de los que le acusan sus amigos, pero ha cometido el delito por excelencia delhombre religioso: se ha convertido en juez de Dios. Las reflexiones del Arzobispo nos interpelanacerca de la calidad de nuestra fe, de nuestra oracin como sumisin de todo el ser al misterioinefable de Dios, de la obediencia de la mente. En fin, como se demuestra en el singularparalelismo de Libro con el Cantar de los Cantares, la bsqueda de Job se nos presenta como unproblema de amor. Para una lectura plenamente fecunda del presente volumen ser necesario uncompromiso espiritual que huya de la mediocridad y convierta al alma a la plenitud de Dios. Esmuy interesante la finalidad que el Arzobispo se ha propuesto en estos ejercicios: la

    reconversin al espritu oracin. En un clima de oracin estas pginas sern luz, alimento,fuerza, estmulo y consuelo.Adems se nos advierte que cualquier hombre de buena voluntad ya est en la bsqueda deDios, acta conforme al modo con que el Omnipotente gua su universo, y siente en s mismo lacrtica de la conciencia a sus propias acciones. Este libro nos ensea a liberar la realidad de Diosde nuestras mezquindades y de nuestra moralidad, concebida como fuente de autojustificacin.Porque la fe se dirige principalmente a la incomprensibilidad del amor divino que nos supera entodo momento. De un tal amor, en el que cree el cristiano cuando ha contemplado el signo del

  • 7/30/2019 Martini.job

    2/73

    Crucifijo, podemos recibir la capacidad de amar gratuitamente, de amar incluso en las pruebas yen las tribulaciones. Aprenderemos tambin a crecer en la fe que ama y espera, a desear unarelacin con el Seor, en la que realmente pongamos en juego toda nuestra libertad. El Dios quese nos da en la alianza no pide otra cosa ms que el amor y una devocin apasionada.

    * * *

    Introduccin

    Te damos gracias, Padre, porque nos has convocado de tantas partes de nuestra dicesis, ytambin de otros lugares de Italia, para escuchar tu Palabra, para recibir la gracia de amor y demisericordia de tu Hijo, para ser confortados y consolados interiormente por el Espritu Santoque es amor y paz.Te pedimos que en estos das infundas abundantemente a cada uno de nosotros tuEspritu de amor y de paz. Te doy gracias, especialmente, por las experiencias vividas en

    Santiago de Compostela con el Papa y con cientos de miles de jvenes; por la fe y laesperanza que nos hemos comunicado, por los dones que se nos han dado en lacontemplacin de este futuro de la Iglesia, tan rico de energas, de espritu de sacrificio,de valor y de alegra.Haz que podamos servir a esta juventud que tanto espera de nosotros.Estamos ante ti, Padre, conscientes de nuestra pobreza, de nuestro no saber qu decir oqu pensar, pero con la confianza de que toda nuestra suficiencia, toda nuestra capacidadviene de ti, en la gracia del Espritu santo, en la gracia del ministerio de la Nueva Alianza.Virgen Mara, madre de Jess y madre nuestra, guanos en el camino de estosEjercicios. T que has pasado a travs de tantas pruebas, t, cuya alma ha sidotraspasada por una espada, concdenos percibir el sentido de las pruebas que nosotros,

    la humanidad y la Iglesia, estamos viviendo.

    * * *

    Renovar el espritu de oracin

    La finalidad fundamental que se nos propone en un retiro espiritual es la conversin, el pedir aDios que nos cambie en mejor.Entre los muchos posibles temas de conversin de nuestra vida, que cada uno podr encontrarpor s mismo, quisiera subrayar la necesidad de renovar el espritu de oracin. Tenemos una

    enorme necesidad de renovarlo, porque continuamente la multiplicidad de los asuntostemporales acaba por empobrecerlo. Me parece importante recuperar ese espritu de oracin, enestos das, en sus tres momentos:En el tiempo dedicado a la oracin, que puede ser ms amplio que de costumbre;En los hbitos, que tienden a deshilacharse, y que, en el curso de estos das, podemosredisciplinar;En el modo, que debiera caracterizarse por tres comportamientos. En primer lugar por ladevocin, el respeto hacia Dios, que se acta en las palabras, en los gestos del cuerpo, en la

  • 7/30/2019 Martini.job

    3/73

    atencin, en el silencio; despus la sumisin de todo nuestro ser al misterio de Dios, lareverencia amorosa; finalmente el afecto: la oracin es un acontecer afectivo. Quizs, por lascircunstancias difciles de la vida, el afecto permanece slo en el fondo, o incluso en elinconsciente; durante estos das debemos hacerlo emerger para aprender a resistir alindiferentismo que nos rodea. Sin un profundo sentido afectivo de Dios en la oracin es casi

    imposible combatir eficazmente el atesmo en nuestro ambiente occidental. Por mi parteintentar ayudaros en la reconversin al espritu de oracin, sugirindoos algunas reflexionessobre un tema sacado de las palabras de Jess durante la ltima cena: "Vosotros sois los quehabis perseverado conmigo en mis pruebas" (/Lc/22/28).

    El tema de los Ejercicios

    La afirmacin de Jess es muy hermosa, y si al final de la vida podemos escuchar: "T eres unode aquellos que perseveraron conmigo en mis pruebas", nuestra alegra ser completa. Es

    interesante observar que estas palabras las pronunci Jess despus de una discusin entre losapstoles: "Entre ellos hubo tambin un altercado sobre quin pareca ser el mayor" (Lc 22,24).Partiendo pues de una disputa que revela las ambiciones, tensiones y pequeas envidiasexistentes en el grupo de los apstoles, Jess nos ensea que quien quiera ser el mayor debeservir a los dems, e inmediatamente despus aade: "Vosotros sois los que habis perseveradoconmigo en mis pruebas". Jess no se hace ilusiones. Sabe que los Doce no han alcanzado unsantidad excelsa, pero tambin sabe que puede haber una gran fidelidad incluso all donde haydefectos, debilidades y mezquindad.Como introduccin a las sucesivas meditaciones, os invito a reflexionar sobre cada uno de losvocablos de la expresin evanglica: las pruebas, la perseverancia en las pruebas, mis pruebas,la perseverancia conmigo.

    1. La palabra griega peirasms es muy frecuente en la Escritura.

    Originariamente significa "exploracin", "intento". Se trata de comprobar lo que uno vale, sufidelidad, su resistencia, su fuerza.A este sentido originario se le aaden despus, en la Biblia, otros dos: a) la tentacin, que es unempuje al pecado de parte de cualquier potencia maligna. La vida humana est enjaretadaprecisamente entre tentaciones; b) la prueba, a la que se refiere la afirmacin de Jess y quepuede venir incluso de parte de Dios. Alude a todas las situaciones de afliccin y dificultad quecon frecuencia encontramos en nuestra vida. Forman parte del camino de la Palabra en nosotros,de su entrada en el terreno del corazn humano. As, en la parbola de la semilla que cae sobre

    terreno pedregoso leemos que los de "sobre roca son los que, al or la Palabra, la reciben conalegra; pero stos no tienen raz; creen por algn tiempo, pero a la hora de la prueba desisten"(Lc 8,13).La Palabra, entrando en el corazn humano, queda sujeta a la tentacin. El evangelista Mateoespecifica algunos de sus modos: "El que fue sembrado en pedregal, es el que oye la Palabra, yal punto la recibe con alegra; pero no tiene raz en s mismo, sino que es inconstante y, cuandose presenta una tribulacin o persecucin por causa de la Palabra, sucumbe enseguida."

  • 7/30/2019 Martini.job

    4/73

    Prueba, tentacin, tribulacin, llmese como se llame, es una situacin corriente, ordinaria en lavida del hombre sobre la tierra, especialmente del hombre justo, entendiendo por "justo" aquelque quiere ser fiel a Dios y trata de caminar por sus senderos. El libro de Job expresa estarealidad en forma potica, particularmente cuando dice: "No es una milicia lo que hace elhombre por la tierra?" (7,1). La nota de la Biblia de Jerusaln explica que la "milicia" indica

    ms bien la condicin del servicio militar, a la vez lucha y servidumbre. La versin griegatraduce el trmino como "prueba", refirindolo precisamente a la prueba de la existenciahumana. La Vulgata, sin embargo, presenta la famosa frase: "militia est vita hominis superterram", y la expresin se vuelve a tomar en el captulo XIII del libro I de la Imitacin de Cristo:De tentationibus resistendis, es decir, del resistir a las tentaciones. Es un captulo muyimportante que empieza as: "Mientras dure nuestra vida en este mundo no podemos estarexentos de tribulaciones y de tentaciones. Por eso en el libro de Job est escrito: La vida delhombre sobre la tierra es tentacin."Y Job contina:"No son jornadas de mercenario sus jornadas?Como esclavo que suspira por la sombra,o como jornalero que espera su salario,as meses de desencanto son mi herencia,y mi suerte noches de dolor.Al acostarme, digo: Cundo llegar el da?Al levantarme: Cundo ser de noche?y hasta el crepsculo estoy ahito de inquietudes.Mi carne est cubierta de gusanos y de costras terrosas,mi piel se agrieta y supura.Mis das han sido ms raudos que la lanzadera,han desaparecido al acabarse el hilo.Recuerda que mi vida es un soplo" (7,1-7a).

    La Biblia de Jerusaln anota: "Job, solidario de la humanidad que sufre, resignado a morir,esboza una oracin para pedir a Dios algunos instantes de paz antes de su muerte". El pasajeveterotestamentario describe la existencia humana como una prueba.

    2. Jess, refirindose a esta prueba, dice: "Vosotros sois los que habis perseverado". En griego"habis perseverado" significa aquellos que no se han marchado. Es una palabra de alabanza:Habis sufrido tanto que os hubirais podido marchar, y sin embargo no lo habis hecho.Viene a la mente el episodio de Jn 6,67-68: "Tambin vosotros queris marcharos?", y Pedro lerespondi: "Seor, con quin vamos a ir?" Jess verifica que hasta el ltimo instante losapstoles permanecieron, perseveraron, no le abandonaron.El concepto de perseverancia se encuentra con frecuencia en la Escritura con expresionesdiversas. Por ejemplo "conservar la palabra" indica la paciencia que perdura y resiste: "Los queen buena tierra, son los que, despus de haber odo, conservan la Palabra con corazn bueno yrecto, y fructifican con perseverancia" (/Lc/08/15). El hombre hace frente a la situacin deprueba con la perseverancia, la resistencia, la conservacin de la Palabra.Mientras la prueba tiende a volverse atrs, induce a perder el nimo, el comportamientodirectamente contrario no es necesariamente el de la victoria inmediata, sino el de la resistencia,el permanecer firme, slido. El evangelista Juan utiliza un verbo muy sencillo: mnein, queindica algo similar. "Si permanecis en midice Jess-, y mis palabras permanecen en vosotros,

  • 7/30/2019 Martini.job

    5/73

    pedid lo que queris y lo conseguiris" (Jn 15,7). El "permanecer en Jess" es el modo deoponerse a la prueba.

    3. "Vosotros habis perseverado en mis pruebas", no genricamente "en las pruebas". Estaespecificacin da un color completamente distinto a la existencia humana. Nosotros nos

    preguntamos: Cules son las pruebas de Jess?En realidad los evangelios nos dan pocas indicaciones sobre este tema, pero son suficientespara comprender que tambin Jess fue tentado y probado. "A continuacin, el Espritu leimpulsa al desierto, y permaneci en el desierto cuarenta das, siendo tentado por Satans"; asMarcos inicia la historia de la vida pblica del Seor (Mc 1,12-13). Al colocar este pasaje de laprueba de Jess al principio de su evangelio est indicando que no ha sido tentado por una vezen su vida, sino que toda su existencia ha sido colocada bajo el signo de esa prueba.La Carta a los Hebreos nos abre a una ulterior espiral: "Pues no tenemos un Sumo Sacerdote queno pueda compadecerse de nuestras flaquezas, sino probado en todo igual que nosotros, exceptoen el pecado" (/Hb/04/15). "En todo", por consiguiente en tantos aspectos concretos de la vida,difciles, pesados, penosos, incluso repugnantes, por los que Jess ha pasado y ha participadocon los Doce.Pero la expresin "mis pruebas" no se puede limitar a las circunstancias histricas del Jessde Nazaret; l habla de s mismo como Mesas, como aquel que recoge la existencia de todo elpueblo de Dios, como aquel que acompaa a este pueblo en el camino hacia el Padre. Por tantodebemos referirla a las pruebas mesinicas, del Reino. Los apstoles se vieron implicados enestas pruebas, cribados, triturados, zarandeados. Muchas de las pruebas de nosotros loscreyentes vienen de situaciones concretas de la realidad histrica y social en la que nosreconocemos, es decir, la Iglesia catlica con sus problemas, sus fatigas, sus penas ydificultades. Estas son las pruebas de Jess, cabeza del pueblo mesinico.Podemos decir algo ms. Desde el momento en que Jess es Hijo del hombre, l hace suya yvive en s mismo la prueba de todo hombre y de toda mujer sobre la tierra; el es la cabeza de lahumanidad y sus pruebas alcanzan a la multitud inmensa de personas que han poblado, pueblany poblarn la tierra.Creciendo en la experiencia de la vida, crecemos en la participacin en estas pruebas porqueconocemos ms la Iglesia, las gentes, extendemos nuestra amistad a un gran nmero de personasy sufrimos con ellas. Hoy asumimos como cosa nuestra las pruebas del Lbano, porque las sienteel Papa, leemos los peridicos, vemos la televisin, conocemos personas de ese pas.Y tambin son nuestras las pruebas de la China; las pruebas de la pauprrima India; las pruebasde la miseria terrible, del hambre de los pueblos de Amrica Latina y de Africa; son tambinnuestras las pruebas de Israel, del pueblo hebreo, del pueblo elegido, con todas sus dificultades ycon todos sus problemas de dilogo.Todo esto nos pesa, quizs nos irrita, nos inquieta, porque acecha nuestra fe, nuestra esperanza,nuestra caridad, nuestra paciencia, nuestra capacidad de soportar, nuestro sentido del lmite.Pero son precisamente estas las pruebas que Jess dice "mas". Adems, naturalmente, cada unovive las pruebas de las personas que le han sido confiadas: la gente de la parroquia, los jvenes,aquellos hacia quienes tenemos deberes pastorales especficos. Cada uno est inmerso de algunaforma en los sufrimientos de su propia gente, de sus propios hermanos, de cuantos amamos.Son todas las pruebas de Jess el Mesas, el Hijo del hombre, cabeza del pueblo mesinico y dela humanidad; de ellas participamos ntimamente y con todo el realismo, no nicamente con lafantasa.

  • 7/30/2019 Martini.job

    6/73

    4. "Habis perseverado conmigo en mis pruebas". Las pruebas no son simplemente objetivas,como si fueran piedras u ondas que se revuelven contra nosotros. Diciendo "conmigo", Jess lascarga de un sabor distinto, subraya un aspecto afectivo, personal, muy profundo. Las sufrimoscon l, amndole, en intimidad con l. l nos pide entrar en este camino para identificarlas ycomprenderlas mejor; de hecho es importante poder mirarlas cara a cara.

    Con frecuencia nos sentimos oprimidos, fatigados, frustrados por alguna cosa. El Seor nosinvita a dar un nombre a nuestras dificultades, a enumerarlas y despus a comprender cmoafrontarlas junto con l. Porque es sabidura fundamental del hombre y del cristiano aprovecharla utilidad de las pruebas y as vivir la vida con fidelidad.Y cuanto ms ama uno, cuanto ms sirve y se hace disponible, tanto mayores son las pruebas.Si, por el contrario, nos encerramos en nuestro propio ambiente, si somos misntropos, si nosalimos del egosmo, experimentaremos nicamente la prueba de la frustracin personal. Elapstol Santiago comienza su Carta con la siguiente exhortacin: "Considerar como un grangozo, hermanos mos, el estar rodeados por toda clase de pruebas, sabiendo que la calidadprobada de vuestra fe produce la paciencia en el sufrimiento; pero la paciencia ha de iracompaada de obras perfectas para que seis perfectos e ntegros sin que dejis nada quedesear" (/St/01/02-04). Y ms adelante aade: "Feliz el hombre que soporta la prueba!Superada la prueba, recibir la corona de la vida que ha prometido el Seor a los que le aman"(1,12). Esta es la sntesis de la vida humana, que nos ofrece Santiago expresando en sus palabrasla gran sabidura de todo el Nuevo Testamento.A este respecto se pronuncia tambin el Apocalipsis, que es por excelencia el texto de loscristianos en la prueba: "Ya que has guardado mi recomendacin de ser paciente en elsufrimiento"por tanto has guardado mi palabra resistiendo"tambin yo te guardar de lahora de la prueba que va a venir sobre el mundo entero para probar a los habitantes de la tierra"(/Ap/03/10). Es el concepto de prueba csmica, universal, que vuelve con frecuencia en nuestrotiempo, sobre todo en ciertas predicciones de carcter apocalptico. A ella alude quizs laoracin que recitamos cotidianamente: "No nos dejes caer en la tentacin", no permitas quecaigamos en la gran prueba.Sin embargo debemos saber cul es esta prueba global, csmica, en la que de hecho estamosinmersos y de la que con frecuencia no nos damos cuenta, siendo as que constituye nuestra vidareal en su totalidad.

    El libro de Job

    El tema de los Ejercicios alcanza, pues, un aspecto que caracteriza constantemente la vida, peroque no debe hacerla triste. Dir ms: afrontar la prueba es la nica garanta de serenidad en la

    existencia. Vivir la prueba es lo que vuelve singular la alegra del cristiano. Queremosreflexionar durante estos das ante el Jess que nos dice: T eres aquel que desea perserverarconmigo en mis pruebas; yo quiero ayudarte, quiero echarte una mano, quiero invitarte a rezar, ameditar, a mirar cara a cara a tus propias pruebas, a darles un nombre preciso apartndolas de lanebulosa; y despus quiero ayudarte a aceptarlas con amor, a abrazarlas como yo he abrazado lacruz.

  • 7/30/2019 Martini.job

    7/73

    "Haznos, Seor, partcipes de tu comportamiento valiente, permtenos entrar en tu verdad parapoder experimentar la alegra de quien afronta con entusiasmo la vida como prueba."

    Buscando en la Escritura en las pginas que se refieren al tema de la lucha, de la prueba, de latentacin, nos detendremos de modo particular en Job, el libro de la prueba del hombre. Os

    sugiero, por tanto, que lo leis, ya que nosotros no podremos hacer su exgesis paso a paso.Os pido adems un nueva lectura al menos de algunos captulos de la Imitacin de Cristo, untexto un tanto olvidado, pero que sin embargo tiene un sentido muy grande de la vida delhombre como lucha. Es rico en sabidura, equilibrio, serenidad, precisamente porque quien loescribi, haba advertido el carcter de tentacin y de experiencia de la existencia humana. Aslo advirtieron los Padres que comentaron el Libro de Job, por ejemplo san Gregorio Magno; estePapa, habiendo vivido toda la vida como prueba, encontraba, efectivamente, un gran aliento ensu meditacin y explicacin.Dejmonos guiar por estos maestros de la fe y contemplando la palabra de Jess en el Evangeliode Lucas, pidamos:

    "Seor, haz que pueda mirar cara a cara a mis pruebas, darme cuenta de cmo las afronto,ponerme en la posicin justa para superar las de mis gentes, con la conciencia de participar enlas pruebas de toda la Iglesia, de nuestra Dicesis, de la humanidad en este momento crucial dela historia del mundo. "

    Introduccin al misterio de la prueba

    "Permtenos, Seor, introducirnos en esta realidad de la prueba, que no es simplemente unhecho; es un misterio, porque mediante ella aceptamos un aspecto de la contingencia histrica

    sufrida, que somos nosotros, y al mismo tiempo es algo de ti. Nosotros, adems, deseamosconocerte y penetrar con el corazn y con la mente en tu misterio indecible. Infunde, pues, ennosotros, Padre, alguna migaja de la contemplacin de tu misterio a travs de la experiencia dela prueba ".

    Como tema de esta primera meditacin propongo los primeros dos captulos del Libro de Job,que constituyen la introduccin en prosa al poema propiamente dicho. Ante todo llevemos acabo una lectura resumida y despus nos plantearemos algunas cuestiones. Hace ya tiempo quedeseaba reflexionar sobre Job durante unos Ejercicios. Sin embargo las incertidumbres erannumerosas, porque este libro tan fascinante es tambin muy difcil; San Jernimo lo parangona auna anguila que cuanto ms se pretende aferrar, tanto ms se escapa. Finalmente me he decidido

    a evocar, en estos das, al menos algunas pginas que nos ayuden a entornar la puerta de estetexto misterioso y lleno de enigmas: enigmas filolgicos, histricos, literarios, interpretativos.

    La historia del prlogo de Job

    Los personajes fundamentales de la historia son tres:

  • 7/30/2019 Martini.job

    8/73

    Job, que viva en la tierra de Uz, fuera por tanto de los confines de Israel, "un hombre cabal yrecto, que tema a Dios y se apartaba del mal". Hombre rico: "Le haban nacido siete hijos y treshijas. Su hacienda era de siete mil ovejas, tres mil camellos, quinientas yuntas de bueyes,quinientas asnas, adems de una servidumbre muy numerosa. Este hombre era, pues, ms

    grande que todos los hijos de Oriente" (/Jb/01/01-03).La segunda figura caracterstica del prlogo es Satans, el Acusador, personaje misterioso queaparece junto a la corte de Dios como quien saca a la luz negativamente las acciones de loshombres. l es el que pide que Job sea tentado.

    El tercer personaje del drama es Dios, que desde lo alto de su trono sigue las acciones de loshombres y de alguna manera las tiene presentes.

    La historia est compuesta de dos momentos o pruebas:

    Job es probado en sus bienes. "Un da en que sus hijos y sus hijas estaban comiendo ybebiendo vino en casa del primognito, vino un mensajero donde Job y le dijo: Tus bueyesestaban arando y las asnas pastando cerca de ellos; de pronto irrumpieron los sabeos y se losllevaron, y a los criados los pasaron a cuchillo. Slo yo pude escapar para traerte la noticia.Todava estaba ste hablando, cuando lleg otro que dijo: Cay del cielo el fuego de Dios, quequem tus ovejas y tus hombres y los devor. Slo yo pude escapar para traerte la noticia". Eltercer mensajero anuncia el robo de los camellos y el cuarto la muerte de sus hijos e hijas acausa del viento impetuoso que haba arremetido contra la casa donde estaban comiendo ybebiendo (cfr. /Jb/01/13-20).Ante esta prueba, ciertamente dursima, sigue un comportamiento de Job, que viene expresadode la siguiente forma:

    "Entonces Job se levant y rasg su vestido. Luego se rap la cabeza, cay en tierra, se postr, ydijo:Desnudo sal del seno de mi madre, desnudo all retornar.Yahveh dio, Yahveh quit:Sea bendito el nombre de Yahveh!En todo esto no pec Job, ni profiri la menor insensatez contra Dios (/Jb/01/20-22)."

    Entonces Satans pidi una segunda posibilidad de probar a Job y lo hiri con una llagamaligna "desde la planta de los pies hasta la coronilla de la cabeza" (2,7). Privado de suintegridad fsica, adems de todos sus bienes, Job es considerado como maldito ante Dios;alejado de su casa estaba sentado entre la basura, indicando simblicamente que no haba msque miseria. "Entonces su mujer le dijo: Todava perseveras en tu entereza?Maldice a Dios y murete!". En realidad, la mujer le invita no a bendecir sino a maldecir aDios; la Escritura forma as la frase para no ofender. "Pero l le dijo: Hablas como una estpidacualquiera. Si aceptamos de Dios el bien, no aceptaremos el mal? En todo esto no pec Jobcon sus labios."La historia se concluye con la noticia de los tres amigos que se acercan a Job para condolerse yconsolarle. Levantan los ojos desde lo lejos, no le reconocen, y despus rompen a llorar a gritos.Se sientan junto a l durante siete das y siete noches en silencio.

  • 7/30/2019 Martini.job

    9/73

    Hasta aqu el prlogo.

    Las preguntas

    1. Qu significan los personajes?

    Job es ciertamente una figura irreal, una especie de modelo de laboratorio. Es un smbolo delhombre justo, y por tanto bendito de Dios, que no tiene motivo alguno para atraer sobre s almal; ni por su causa ni por causa de sus hijos, desde el momento que incluso suelen hacersacrificios cada vez que realizan un banquete, y as cancelar las eventuales culpas cometidas.No es un personaje real porque cada uno de nosotros tiene culpas de las que dolerse y de las quedebe soportar sus consecuencias perjudiciales. Se crea, pues, a propsito una figura abstracta atravs de la que se pueda llegar a un modo de conocimiento de Dios.Es asimismo interesante que Job se presente con caractersticas que no lo ligan a una particulartradicin religiosa, confesional. En todo el Libro, de hecho, no ocurren lo vocablos tpicos de latradicin hebrea alianza, ley, templo, Jerusaln, sacerdocio. En Job se puede reflejarcualquier hombre de buena voluntad, honesto, que tenga el sentido de Dios yde su misterio.

    Satans significa todo aquello que de alguna forma pueda tentar y probar al hombre en susmomentos difciles.

    2. Si estas son las dos realidades que se mueven en la escena introductoria, nos preguntamos quhay en el centro de esta accin tan singular.

    Podremos leer de nuevo la pregunta de Satans, que es quien mueve la accin. El Seor ledice: "No te has fijado en mi siervo Job? No hay nadie como l en la tierra; es un hombrecabal y recto, que teme a Dios y se aparta del mal! Respondi Satn a Yahveh: Es que Jobteme a Dios de balde? No has levantado t una valla en torno a l, a su casa y a todas susposesiones? Has bendecido la obra de sus manos y sus rebaos hormiguean por el pas. Peroextiende tu mano y toca todos sus bienes; vers si no te maldice a la cara!" (/Jb/01/08-11).

    La accin se configura como una pregunta irreverente o una apuesta hecha sobre el hombre:existe o no existe la gratuidad en la accin humana? Existe o no existe la libertad que se juegapor s misma y no por un clculo sutil? Acaso no es verdad que todo lo que le sucede alhombre, incluso en sus pensamientos ms profundos, es fruto de un clculo, de un tomarcuentas, de una esperanza de recibir, de un "do ut des"?Esta es la acusacin que cada uno de nosotros siente en el fondo de s mismo y que el anlisis delo profundo saca continuamente a la luz: el hombre no sabe amar gratuitamente y toda su accinest motivada por un inters o incluso por un resentimiento, por una venganza. Accionesverdaderamente limpias, ntegras, no existen y la misma religiosidadla accin ms sublimedel hombrenace de la esperanza de recibir un premio o se apoya en un premio ya recibido.Es el drama que rodea nuestra realidad, porque toda situacin humana libre quiere saber si sefunda en la verdad, en la autenticidad, en la gratuidad, o bien en un inters. Cuntas veces noscuestionamos sobre si la eleccin de la vocacin, la perseverancia, nuestro servicio, son frutodel amor de Dios o ms bien de la comodidad, el clculo, la inclinacin o una buena

  • 7/30/2019 Martini.job

    10/73

    predisposicin? Y al final nos encontramos desolados porque nos damos cuenta de que losmotivos reales de nuestras acciones con frecuencia son demasiado mezquinos.Satans, el Acusador, afirma, pues, que no existe religiosidad verdadera, que el hombre esincapaz de un amor gratuito, incapaz de vivir en alianza con Dios. Dios le ofrece una alianzacon un amor autntico y sincero y espera una respuesta de sincero y autntico amor; pero sta no

    es posible, es falsa, es una ilusin. La religin, por tanto, es opio del pueblo, mscara de motivoseconmicos, sociales, polticos, psicolgicos, culturales; no existe el verdadero amor a Dios, ladivinidad misma ha sido inventada por el hombre para enmascarar y sublimar sus propiosmotivos. En realidad el hombre juega consigo mismo.

    En el centro del drama narrado en el Prlogo, se encuentra sin embargo, no nicamente laapuesta de Satans sobre el hombre, sino tambin una apuesta de Dios que cree en la verdad delhombre y que confa en l.Por eso es un drama universal; cubre toda la gama de las situacions humanas libres, sobre todoaquellas en las que un sufrimiento inocente pone a prueba al hombre en la expresin msverdadera de s mismo.El lector se siente integrado en la lucha porque advierte sbitamente que es un juego incluso sucapacidad o incapacidad de ser autntico. Como dice un comentarista contemporneo del librode Job: "La representacin sagrada de Job es demasiado poderosa para admitir lectoresindiferentes. Quien no entre en la accin con sus preguntas y respuestas interiores, quien notome posicin con pasin, no comprender un drama que por su culpa quedar incompleto. Perosi entra y toma posicin, se descubrir a s mismo bajo la mirada de Dios, puesto a prueba en larepresentacin del drama eterno y universal del hombre Job" (cfr. Alonso Schokel, Job, Borla1985, p. 108). Es lo que pedimos al Seor que podamos hacer a travs de la lectura del Prlogodel Libro. Os invito a una meditacin personal.

    Las enseanzas

    Para ayudaros os propongo algunas reflexiones conclusivas sobre el tema de la prueba.1. La prueba est ah, y est ah para todos, incluso para los mejores. Job no ofreca motivoalguno para ser tentado, porque era perfecto en todo. Es por tanto necesario tomar conciencia deque la prueba o tentacin es un hecho fundamental en la vida.

    2. Dios es misterioso. l sabe perfectamente si el hombre vale o no, lo sabe antes de probarlo, ysin embargo lo prueba.

    "Yahveh tu Dios te ha hecho andar durante estos cuarenta aos en el desierto para humillarte,probarte y conocer lo que haba en tu corazn: si ibas o no a guardar sus mandamientos" (cfr./Dt/08/02), dice el Seor a los israelitas expresando el mismo concepto. Este comportamiento deDios es parte, me parece, de aquel misterio impenetrable por el que, incluso al Hijo, le pone aprueba en la Encarnacin. Porque tambin la Encarnacin y la vida de Jess son una prueba.

    3. El comportamiento al que hay que tender en la prueba es la sumisin, el aceptar y nopreguntar. En el Prlogo aparece esta idea como conclusiva y resolutiva, pero despus vendr

  • 7/30/2019 Martini.job

    11/73

    elaborada en sus etapas a lo largo del poema. "Desnudo sal del seno de mi madre, desnudo allretornar. Yahveh dio, Yahveh quit: Sea bendito el nombre de Yahveh! Si aceptamos de Diosel bien, no aceptaremos el mal?" (1,21;2,10). Esta misteriosa sumisin, cumbre de la existenciahumana ante Dios, se presenta desde el principio como la postura a la que se debe aspirar. Estono quiere decir que ya est en nosotros, porque en Job mismo ser el fruto de todo su trabajo. Y

    sin embargo, slo ella, la sumisin, es capaz de lanzar una pequea estela de luz sobre laexperiencia dramtica de la existencia.

    4. En la prueba corremos tambin el riesgo de la reflexin. El hombre, por la gracia de Dios,puede asumir rpidamente el comportamiento sumiso, pero enseguida viene el momento de lareflexin que es la prueba ms terrible. El Libro de Job se hubiera podido concluir al final delsegundo captulo, demostrando que Job haba resistido porque su amor por Dios era verdadero,autntico. En realidad, hay que estar atentos, y la situacin concreta de Job no es la de quien seconforma con un suspiro, con una aceptacin dada una vez por todas; ms bien es la situacinconcreta de un hombre que, habiendo expresado la aceptacin, debe encarnarla en lo cotidiano.Todo esto da paso al desarrollo dramtico del Libro.Quizs experimentemos algo parecido: frente a una decisin difcil, a un suceso grave, loaceptamos con el entusiasmo y el valor que se nos da en los momentos duros de la vida. Pero,despus de una cierta reflexin aparece una serie de ideas distintas y experimentamos ladificultad de aceptar lo que con anterioridad habamos admitido. Esta es la prueba verdadera.El primer "s" dicho por Job es, precisamente, propio de aquel que reacciona instintivamentehacia lo mejor; el problema est en mantener durante toda una vida este "s" ante el acoso de lossentimientos y de la batalla mental.La primera aceptacin, por tanto, que con frecuencia es una gracia de Dios, an no escompletamente reveladora de la gratuidad de la persona. Tiene que pasar por la larga prueba dela cotidianeidad.La prueba de Job no consiste tanto en ser privado de todo bien y en quedar lleno de llagas, sinoen el deber resistir da a da las palabras de los amigos, la cascada de razonamientos que intentanhacerle perder el sentido de lo que l es verdaderamente.Desde este punto la prueba comienza dentro de la inteligencia del hombre y la verdaderatentacin continua, en la que tambin nosotros entramos y ante la que corremos el riesgo desucumbir, es la de perdernos en el terrible trabajo de la mente, del corazn, de la fantasa.

    El libro de los ms pobres de la humanidad

    Aado una ltima anotacin que podis tener presente, meditando sobre Job como el libro de los

    ms pobres de la humanidad. A este propsito me ha iluminado mucho un comentario sobre Job,que me regal el ao pasado en Mosc su propio autor, Gustavo Gutirrez (cfr. G. Gutirrez,Job. Hablar de Dios desde el sufrimiento del inocente, Ed. Du Cerf, Pars 1987). No se trata deuna reflexin propiamente exegtica, sino de un texto capaz de iluminar la humanidad del Librode Job, que Gutirrez lee implicando el grito de los pobres de Amrica Latina.Todos sufrimos a causa de los errores, tambin de los nuestros, y sin embargo una gran parte delos hombres sufre ms de lo que mereciera, ms de lo que han pecado: es la gente miserable, quesufre, oprimida, que constituyen quizs las tres cuartas partes de la humanidad. Esta multitud

  • 7/30/2019 Martini.job

    12/73

    inmensa hace que nos preguntemos: por qu?, qu sentido tiene?, es posible hablar de unsentido?Afrontar custiones tan dramticas es propio de un libro que est fuera de los esquemasordinarios de la vida, como es el Libro de Job.Y nosotros, que queremos ser fieles a Jess en sus pruebas y sabemos que sus pruebas son las

    del pueblo mesinico, del pueblo que sufre, de los pueblos del hambre y de la pobreza,intentamos, a travs de nuestras reflexiones, acercarnos a sus pruebas y aceptar las nuestras, confrecuencia pequeas, pensando en aquellas tan grandes que afligen a una gran parte de lahumanidad.

    La prueba del joven rico

    Homila del lunes de la XX semana "per annum"Lectura: Jc 2,11-19; Mt 19,16-22

    Nos encontramos, en esta capilla, frente a la imagen de la Virgen en el momento de la pruebams terrible de su vida, en el momento de su ms grande y ms dramtica tentacin: la imagende la Virgen Dolorosa.Su rostro nos hace ver las lgrimas de Mara, es decir su participacin en nuestra pruebas, en laspruebas y sufrimientos de sus hijos.

    "Oh Mara, madre nuestra, te ofrecemos estos das, te ofrecemos nuestra vida, todo aquello porlo que nos vamos a esforzar para entrar con mayor intimidad en el misterio de Jess, en laintimidad con sus pruebas y con su camino."

    La primera lectura (/Jc/02/11-19) suscita en nosotros una cuestin acerca del significado deun Libro del Antiguo Testamento que habla de guerras, de batallas, de muertes, ciertamente muyalejado de nuestra forma de vivir el misterio de Dios. Sin embargo se puede suponer que quieraser respuesta a la cuestin que los hebreos se ponan pensando en los inicios de su historia:Cmo Dios ha prometido una tierra donde mana leche y miel, y despus no nos la dagratuitamente, sino como una tierra que hay que conquistar con fatigas, a travs de innumerablesansiedades y sufrimientos? Cmo nos la ha dado despus de siglos de incertidumbres,hacindonos sentir durante tanto tiempo la amenaza de otros pueblos, casi extranjeros en estatierra? Se proponen varias respuestas a esta cuestin que, en el fondo, es la misma de la pruebade Job: por qu Dios se ha comportado conmigo de esta forma y no de otra? Por ejemplo, en elcaptulo siguiente al pasaje que acabamos de escuchar, se dice que Dios no quera que los

    israelitas olvidaran el arte de la guerra, arte que sus padres haban aprendido para entrar en latierra prometida. En otro lugar se responde que Dios quera que el terreno no se hiciera salvaje;cuando las cosas van muy bien el hombre tiende a la pereza, a rechazar la fatiga de cultivar latierra. O bien en los Libros sapienciales se aduce, como motivo, el querer dar posibilidad deconversin a los otros pueblos. La razn fundamental que aporta el Libro de los Jueces es quelos hebreos no merecan el don de la tierra prometida y que se alejaban regularmente del Seorcada vez que tenan la oportunidad.

  • 7/30/2019 Martini.job

    13/73

    Podemos extraer una gran verdad: cada uno de nosotros y la humanidad como conjunto nosdesgastamos fcilmente cuando las cosas van a toda vela, cuando la oracin, la salud, elapostolado, la amistad y los afanes mundanos van de maravilla. No debiera ser as desde elpunto de vista terico, desde el momento en que el hombre est hecho para la felicidad, para laplenitud de los dones. Pero en concreto la situacin histrica del hombre, herido por el pecado,

    hace que en la condicin de bienestar se dedique a adorar a los dolos, se llene de orgullo, seadore a s mismo, su propio poder, la ostentacin de sus propias posibilidades, de sus propiasprestaciones fsicas, sociales e intelectuales. El Seor pone a prueba a los israelitas cuando,habiendo alcanzado un mnimo de paz y de bienestar, se hacen idlatras.La prueba aparece, pues, como una manera providencial con la que Dios nos mantienedespiertos.Debemos admitir, volviendo a pensar en nuestra experiencia, que nos adormeceramosfcilmente si contnuamente no hubiera pequeos sufrimientos, estmulos fsicos y morales, quenos obligaran a situarnos en disposicin de lucha espiritual.Hay una providencia divina misteriosa en el hecho de que el pueblo no pueda disfrutarpacficamente, desde el inicio, de la posesin de la tierra; hay un camino misterioso depurificacin de las personas, como individuos y como grupo, a travs de las dificultades y deldolor.Incluso si no comprendemos muy bien el porqu de esta economa divina, hemos sido llamadosa contemplarla en el caminar del pueblo de Dios, para poder aceptarla al menos un poco ennuestra existencia personal.

    En el pasaje evanglico (/Mt/19/16-22) Jess pone a prueba a un joven que crea ser muyvaliente, crea haber alcanzado la posesin plena de la propia tierra, de sus propias facultades,que crea que las haba puesto bajo la ley de la razn, bajo la ley de Dios. Consideraba queestaba en el lugar exacto y preguntaba: Qu me falta, que an no tenga? Aqu estoy, estoydispuesto.Jess pronuncia unas simples frases: "Si quieres ser perfecto, vete, vende lo que tienes y dseloa los pobres, y tendrs un tesoro en los cielos; luego ven y sgueme" (v. 21). Y el jovencomprendi que an estaba muy lejos de la meta: "Al oir estas palabras, el joven se marchapenado, porque tena muchos bienes" (v. 22). Este es el misterio de la prueba, que se verificacuando una persona se considera segura, casi en el pice de su camino espiritual. Con una nuevaexigencia, el Seor nos hace comprender que an queda mucho por hacer, y feliz la persona queno se escandalice.El drama del joven est en no haber comprendido que se trataba de una prueba, como sidijramos que tom la invitacin de Jess demasiado en serio. Si hubiese respondido: T mepides, Seor, una cosa difcil, y slo ahora he abierto verdaderamente mis ojos. No s cmohacer para seguir tu propuesta, pero aydame, dame la gracia necesaria. Si el joven hubiesetenido este brillo de inteligencia, su historia hubiese sido bien distinta.l no se ha dado cuenta de que la prueba mostraba una fragilidad ante la que no debasorprenderse, porque era un pequeo escaln en el camino ms abierto hacia Jess. As que seentristeci y se march.Su situacin es una de tantas en la que la prueba, no aceptada, genera ofuscacin y muerte.

    "Seor, estamos aqu frente a ti, para decirte que somos frgiles; aunque ni siquiera imaginemoscual pueda ser tu exigencia capaz de hacernos entrar en crisis, sabemos que existe. Pero no nos

  • 7/30/2019 Martini.job

    14/73

    sorprenderemos si nos cuesta aceptarla, si nos resulta incluso repugnante. Ms bien tepediremos: Ten piedad de nosotros! Concdenos tu misericordia!

    Oh Mara, madre de Jess crucificado, infunde en nuestro corazn aquel amor y aquellahumildad que el Seor hubiera querido en el joven rico. Haz que all donde constatemos

    incapacidad o rechazo, podamos servirnos de ellos como escaln para crecer en el conocimientode nosotros mismos, en el amor de tu Hijo. Y a travs del don de la muerte y de la resurreccinde Jess, proporciona a nuestro corazn la medicina que le cure de su pobreza, angustia ymiedo, para que pueda ser iluminado por la alegra de la divinapresencia.MARTINI-1. Pgs. 5-39

    Job no sabe aceptarse

    Introduccin

    Quisiera, a modo de introduccin, indicar una dificultad que podra impedirnos sacar elmximo fruto posible de estos Ejercicios, y es el tema del Libro de Job. Por este motivo hedudado durante mucho tiempo si escogerlo o no como texto de referencia para estasreflexiones.Tambin a m me exige una larga lucha para conseguir comprender el mensaje; no esnicamente un libro que hable de la prueba del hombre, sino que es una prueba en smismo, por las afirmaciones desconcertantes que contiene y que no encontramos en otroslugares de la Sagrada Escritura.

    Cules son, pues, los remedios a esta dificultad?

    a) El primero es la lucha con Dios, como Job, sin dejarnos asustar, sino ms bienafrontando la lectura del texto, incluso en su estructura que, entre otras cosas, es bastantesimple. El problema est en comprender qu quiere decir, con qu orden y de qu manera:se trata nicamente de una confusa poesa, o se encierra tambin una verdadera tesis?El hecho de que a esta cuestin no se le haya dado todava una respuesta resolutiva, nosinvita a meditar el mensaje desde todos los puntos de vista: Seor, qu me estsdiciendo?, de qu forma lo que estamos leyendo es sugerencia para hablar de Dios, opara callar, en nuestro mundo y sus dramas?, este libro tiene algo que ver con tu misterioy el mo, Seor, con el misterio de la Iglesia, del dolor humano, de los pobres?

    Ultimamente, a propsito de las polmicas con el mundo hebreo por el Carmelo deAuschwitz, se ha repetido con frecuencia que, despus del holocausto, ya no es posiblehablar de Dios, que nicamente hay lugar para el silencio. La frase ha penetrado en lacarne de muchos telogos, especialmente alemanes, o en todo caso sensibles a la historiaeuropea de nuestro siglo. Por tanto se nos interroga: Verdaderamente quedamosreducidos al silencio, despus de ciertas tragedias? Se puede hablar mientras perdurenlas tragedias del Lbano o del hambre en los pases pobres?El Libro de Job alcanza las llagas de lo humano y quizs por ello lo rechacemos,

  • 7/30/2019 Martini.job

    15/73

    sindonos difcil hablar de Dios y no aceptando una divinidad que sacuda nuestrascategoras comunes de lo divino.Es, por tanto, un Libro que exige lucha en la oracin, adoracin, preguntas y splicas; esla primera forma para ayudarnos.

    b) El segundo remedio, ya sugerido, es transformar la materia de meditacin en oracinpersonal afectiva; dejarnos implicar y rezar a partir de nuestra vivencia y de la de quienesamamos, sobre todo de aquellos a quienes vemos sufrir, del sufrimiento de la Iglesia y de lahumanidad.En otras palabras: debemos redescubrir los salmos de lamentaciones. Job, en el fondo,se puede considerar como una introduccin a aquella meta del salterio, que recitamos, peroque nos resulta difcil hacer nuestros; precisamente los salmos de las lamentaciones.Os sugiero, por ejemplo, a fin de transformar en oracin la lectura de Job que haremoshoy, que recordis el Salmo 87, titulado Lamento en la extrema afliccin, el ms pesimistade todos. Mientras muchos otros salmos de lamentacin terminan con palabras de escuchafavorable, de accin de gracias, el ltimo versculo del Salmo 87 reza as: "Has alejado dem compaeros y amigos, son mi compaa las tinieblas". Por qu, pues, este salmo esuna oracin?, cmo puedo rezarlo? El problema de Job es precisamente comprendercmo una situacin de angustia puede ser vivida en la fe.

    c) Finalmente, es importante no dejarse sorprender por la indisciplina mental. Cada uno,segn su propia experiencia adulta de oracin, debe establecer los momentos del da: parala oracin mental, silenciosa; para la lectura; para la oracin vocal, muy til, en particular elRosario. Un ritmo de oracin adaptado a nuestro momento de bsqueda de Dios, ser degran utilidad para superar la dificultad de la materia del texto bblico.

    Job maldice su da

    Reflexionemos sobre el captulo 3 de Job, preguntndonos en primer lugar, en elmomento de la lectio, qu dice, y despus, al nivel de la meditatio, cul es el mensaje paranosotros.Despus de siete das y siete noches durante las cuales sus amigos se sientan junto a l,en tierra, en silencio, "abri Job la boca y maldijo su da". El contenido del captulo esprecisamente este: "maldijo su da".

    "Y dijo:Perezca el da en que nac,y la noche que dijo: 'Un varn ha sido concebido'!El da aquel hgase tinieblas,no se acuerde de l Dios desde all arriba,ni resplandezca sobre l la luz.Lo manchen tinieblas y sombras,un nublado se cierna sobre l,le estremezca un eclipse.Oh s, la oscuridad de l se apodere,no se aada a los das del ao,

  • 7/30/2019 Martini.job

    16/73

    ni entre en la cuenta de los meses!Y aquella noche hgase lgubre,impenetrable a los clamores de alegra.Maldganla los que maldicen el da,los dispuestos a despertar a Leviatn.

    Sean tinieblas las estrellas de su aurora,la luz espere en vano,y no vea los prpados del alba.Porque no me cerr las puertas del vientre donde estaba,ni ocult a mis ojos el dolor.

    Por qu no mor cuando sal del seno,o no expir al salir del vientre?Por qu me acogieron dos rodillas?por qu dos pechos para que mamara?Por qu no fui un aborto oculto,como los nios que no vieron la luz?Pues ahora estara acostado y tranquilo,dormira un sueo de reposo,con los reyes y los notables de la tierra,que se edifican soledades;o con los prncipes que poseen oroy llenan de plata sus moradas.All acaba la agitacin de los malvados,all descansan los exhaustos.Tambin estn tranquilos los cautivos,sin oir ms la voz del capataz.Chicos y grandes son all lo mismo,y el esclavo es libre de su dueo.

    Para qu dar la luz a un desdichado,la vida a los que tienen amargada el alma,a los que ansan la muerte que no llegay excavan en su bsqueda ms que por un tesoro,a los que se alegran ante el tmuloy exultan cuando alcanzan la tumba,a un hombre cuyo camino est cerrado,y a quien Dios por todas partes cerca?

    Como alimento viene mi suspiro,como el agua se derraman mis lamentos.Porque si de algo tengo miedo, me acaece,y me sucede lo que temo.No hay para m tranquilidad ni calma, no hay reposo:turbacin es lo que llega" (Jb 3).

    Hemos apuntado el tenor tan extrao de este captulo; mientras en el captulo precedente

  • 7/30/2019 Martini.job

    17/73

    parece que Job no haya pronunciado maldicin alguna contra Dios, que haya resistido a ladureza de los acontecimientos, ahora nos damos cuenta que la prueba apenas acaba decomenzar. El acto de sumisin debe entrar en la mente, en el corazn y en el cuerpo dequien lo hace, y esto es muy difcil. Despus de siete das de silencio, el volcn que seincubaba en el nimo de Job irrumpe con fuerza.

    Intentemos subdividir el texto en sus cuatro partes.1. vv. 1-10: el tema es la maldicin del da del nacimiento, a cualquier hora que fuese."Si es da vulvase tiniebla, si noche sea talmente lgubre que no entre jbilo alguno enella". Job intenta borrar del tiempo aquel da y aquella noche, intenta mandarlos a laoscuridad primitiva de la inexistencia.El tema no es frecuente en las Escrituras que, en general, son un himno a la vida. Sinembargo existen pginas ilustres que son un paralelo del disgusto de Job. Por ejemplo, enel Libro de Jeremas, donde el profeta exclama:

    "Maldito el da en que nac!el da que me dio a luz mi madre no sea bendito!Maldito aquel que felicit a mi padre diciendo:Te ha nacido un hijo varn,y le llen de alegra!Sea el hombre aquel semejante a las ciudadesque destruy Yahveh sin que le pesara,y escuche alaridos de maanay gritos de ataque al medioda.Oh, que no me haya hecho morir en el vientre,y hubiese sido mi madre mi sepultura,con seno preado eternamente!Para qu haber salido del seno,a ver pena y afliccin,y a consumirse en la vergenza mis das?" (Jer 20,14-1 8).

    Os invito, sin embargo, a leer el captulo a partir del versculo 7.Jeremas es un hombre ilustre y extraordinario, dotado de poderes de visin del mundode Dios, casi nicos en la historia, reservados a poqusimos; y, sin embargo, llega alamentarse como Job, precisamente porque Job no es una figura singular, sino que expresalos momentos ms dramticos de la experiencia humana.

    2. vv. 10-19: el tema no es slo el del nacimiento aborrecido, sino el de la muerte ansiada."Por qu no mor cuando sal del seno, o no expir al salir del vientre?" (v. 11).Podemos pensar en el episodio de Jons. Desilusionado por la accin de Dios, cay enla depresin y pidi al Seor que le quitara la vida."Se disgust muchoporque Dios haba renunciado a causar mal alguno a la ciudad deNnivey se enoj; y or a Yahveh diciendo:Ah, Yahveh, no es esto lo que yo deca cuando estaba todava en mi tierra? Fue poreso por lo que me apresur a huir a Tarsis. Porque bien saba yo que t eres un Diosclemente y misericordioso, tardo a la clera y rico en amor, que se arrepiente del mal.Ahora, pues, Yahveh, te suplico que me quites la vida, porque mejor me es la muerte que la

  • 7/30/2019 Martini.job

    18/73

    vida" (/Jon/04/01-03). En el momento en que la misericordia de Dios se est revelando, elprofeta se siente apeado, casi desautorizado de su profeca, y el despecho, el enojo y larabia son tan fuertes que llega a desear la muerte.Nos viene a la mente otra figura extraordinara: Elas. Huye por su incapacidad paravencer a los falsos profetas en el nombre de Yahveh; asustado por las amenazas de la

    reina Jezabel, "se levant y se fue para salvar su vida. Lleg a Berseba de Jud y dej alla su criado. l camin por el desierto una jornada , de camino, y fue a sentarse bajo unaretama. Se dese la muerte y dijo: Basta ya, Yahveh! Toma mi vida, porque no soy mejorque mis padres!" (1 Re 19,3-4).Elas, que viva en intimidad con el misterio de Dios, llega a la desesperacin porque noha conseguido hacer lo que hubiera deseado.

    3. vv. 20-23: la invocacin de la maldicin del da del nacimiento con el deseo de lamuerte viene generalizada por el sin sentido general de la vida:

    "Para qu dar la luz a un desdichado,la vida a los que tienen amargada el alma,a los que ansan la muerte que no llega?"

    4. Finalmente, la cuarta parte (vv. 24-26): es un retorno de Job sobre s mismo paradescribir de cerca lo que est viviendo.

    "Como alimento viene mi suspiro,como el agua se derraman mis lamentos.Porque si de algo tengo miedo, me acaece,y me sucede lo que temo.No hay para m tranquilidad ni calma,no hay reposo: turbacin es lo que llega."

    As se ha expresado eficazmente el grito que nace de los siete das de silencio de Job:aborrece el nacimiento, desea la muerte, declara sin sentido la vida de todos los que sufreny al final vuelve sobre s mismo para concluir: aqu estoy, inquieto y atormentado.

    El grito de Job y la oracin de lamentacin

    Vayamos ahora a la meditacin misma del captulo y preguntmonos: las expresiones

    de Job son retricas, son debidas a la exageracin tpica de los orientales que confrecuencia utilizan la hiprbole? Entonces, cmo se explica que se hallen en las Escriturasque tienen un valor perenne? Existe alguna similitud en nuestra experiencia?Pienso que cuando, por ejemplo, una persona de forma lcida se sita frente a unaenfermedad incurable, no raramente se desata el grito y el lamento. Si por parte de losmdicos se considera oportuno decir la verdad directamente al enfermo, la primera reaccines siempre de rebelin dramtica: Qu sentido tiene esto, por qu precisamente a m?Cada uno de nosotros puede encontrarse, de un momento a otro, en estas condiciones

  • 7/30/2019 Martini.job

    19/73

    de un mal gravsimo, incurable, y entonces el grito de Job puede ser el nuestro.O bien, pensemos en la gente que experimenta, en ciertos perodos de la existencia, unaserie de desastres y desgracias de todo tipo, que se acumulan unos sobre otros llevando ala desesperacin. Es admirable que la Biblia no haya condenado este sentimiento, que nolo haya exorcizado, sino que ms bien lo haya retenido como parte del Texto Sagrado

    inspirado.Yendo ms all en nuestro discurso, nos parece legtima la siguiente pregunta: Qusentido tiene la vida miserable de tantos hombres y mujeres, una vida de extremaindigencia, privada de toda perspectiva humana? Qu sentido tienen las multitudes dedesheredados, de pobres, de personas que estn en el lmite de la posibilidad de vida, ypara quienes no existe un remedio inmediato? Cuando nos damos cuenta de la inmensidadde esta miseria, del largusimo tiempo que ser necesario para dar a tantas gentes unascondiciones de vida mejores, y al mismo tiempo nos encontramos con la corrupcin polticanacional e internacional que se opone al desarrollo de los pueblos, no podemos dejar depreguntarnos el sentido de todo esto, y si no hubiera sido mejor que esa gente no hubieranacido nunca. Y qu decir de los nios que nacen en pases subdesarrollados de altonivel natalicio, ya enfermos, minusvlidos, impedidos desde el principio de su nacimientopor falta de los cuidados necesarios?Lo de Job es, pues, un grito que atraviesa tambin el mundo de hoy, y la tentacin radicalde ansiar la muerte nos amenaza a todos, nadie queda excluido; amenaza incluso aaquellos que se alegran porque no han sido alcanzados por miserias terribles, pero que nopueden sustraerse a la realidad de degradacin que incumbe a tantos pueblos.El juicio que damos de este pasaje bblico se hace entonces ms moderado, mscomprensivo de la verdad del grito, que expresa el mundo frente a los abandonados detodos los tiempos.Y no es casual que la Escritura lo haya asumido como oracin de lamentacin. Es lareflexin que hace Gustavo Gutirrez, en su comentario al Libro de Job, transformando laopinin de C. Westermann, segn el cual el gnero literario del texto bblico es lalamentacin, la denuncia de la propia miseria ante Dios. "Unicamente esta perspectivapermite comprender correctamente la estructura de la obra. El autor escribe: En miinvestigacin parto del simple reconocimiento del hecho de que en el Antiguo Testamento elsufrimiento humano posee un lenguaje propio. No se puede comprender la estructura delLibro de Job si no se ha comprendido ante todo este lenguaje, es decir el lenguaje de lalamentacin" (G. Gutirrez, op. cit., p. 37, nota 14). Explica despus que contrariamente ala aceptacin negativa que la lamentacin asume en la mentalidad occidentalresignacin,retirada sobre uno mismo, incapacidad de ayudarse, en la perspectiva bblica lalamentacin est profundamente ligada a la oracin, es un elemento de splica, de llamadaa Dios. Hace notar que en la joven Iglesia cristiana, esta forma de oracin se refleja confrecuencia: basta pensar en las grandes devociones populares de Amrica Latina, delCristo muerto, donde el llanto expresa tambin el sufrimiento del pobre (cfr. op. cit., p. 43nota 7). Hacia el final de su comentario, Gutirrez cita otro autor contemporneo, cuyaspalabras nos permiten entender ulteriormente el misterio de la oracin de lamentacin, quepuede parecer entonces como una blasfemia: "El milagro del libro est precisamente en elhecho de que Job no da un solo paso para huir hacia un Dios mejor, sino que permaneceen el campo de tiro, bajo el tiro de la clera divina, y es all donde, sin moverse, en elcorazn de la noche, desde el profundo abismo, Job, a quien Dios trata como enemigo,apela no a una instancia superior, no al Dios de sus amigos, sino a ese mismo Dios que le

  • 7/30/2019 Martini.job

    20/73

    oprime. Job se refugia junto a Aquel que le acusa; confa en el Dios que le ha desilusionadoy le ha provocado la desesperacin. Job confiesa su esperanza y toma por defensor al Diosque lo ha llevado a juicio, por liberador a Aquel que lo tiene prisionero, por amigo a suenemigo mortal" (R. De Puy, citado por Gutirrez, op. cit., pp. 155-156 nota 1).La lamentacin es oracin que sacude al alma, haciendo salir el pus de las llagas ms

    profundas de nuestra existencia y es, por tanto, capaz incluso de liberarnos interiormente.Porque el camino de Job es de liberacin y de purificacin, para poder ver el rostro de Diosde nuevo y de nuevo tomar el sentido de la propia dignidad y verdad.

    Sugerencias

    Para la meditacin personal y concreta del captulo 3 de Job, os sugiero cuatro reflexiones.

    1. Es necesario aprender a distinguir, en nuestra vida, la lamentacin de la queja. Esta en general

    es muy comn, porque nos quejamos un poco de todo, y cada uno se queja de los otros; es difcilque en ambientes religiosos, sociales y polticos no se oiga hablar mal de los otros. Se haperdido el verdadero sentido de la lamentacin, que consiste en el llorar ante Dios. As, lasfuerzas de resistencia, de irritacin, de rabia que se agitan en el nimo, no encuentran sudesahogo natural y justo, se desencadenan sobre los que nos rodea, personas o situaciones, yforman la infelicidad de la vida, de la familia, de la comunidad, de los grupos. Slo Dios, que espadre, es capaz de soportar incluso las rebeliones y los gritos de sus hijos; es la relacin con unDios tan bueno y fuerte lo que nos permite litigar con l. l acepta este enfrentamiento, comoacept el de Elas, el de Jons, el de Jeremas, el de Job. Es verdad que Jons ser amonestadocuando pida la muerte, pero mientras tanto Dios le ha dejado hablar. Abrir el manantial de lalamentacin es la forma ms eficaz para cerrar los filones de las quejas que entristecen al

    mundo, a la sociedad y a la realidad de la Iglesia, y que no tienen salida porque, vividas a nivelpuramente humano, no alcanzan el fondo del problema.Muchas veces, si a quejas estriles, generadoras de nuevas llagas, sustituimos lalamentacin profunda en la oracin, encontraremos la solucin de problemas nuestros y deotros o, al menos, habremos tomado el camino ms expresivo y justo para denunciar elsufrimiento y el malestar en la Iglesia.Confieso haber vivido situaciones en las que frente a la pregunta: dnde encontrar en laBiblia un pasaje que corresponda a lo que siento en estos momentos?, me he vistoreflejado leyendo las Lamentaciones de Jeremas y he podido experimentar la paz. Ms queuna expresin de crtica, en forma de resarcimiento y resentimiento, he dejado que laspalabras del profeta, tan dramticas como son, dulcificaran y tranquilizaran mi corazn.

    Quizs los pobres tienen ms capacidad de sufrimiento que los ricos, porque no hanperdido esta va profunda e interior, esta sabidura de la vida. Quien la ha errado, reaccionaslo con rabia; piensa que es seor de todo, y si las cosas no van como l quiere, intentavengarse en los otros.

    2. Una segunda reflexin. Job vive una experiencia que le parece sin sentido y que no acepta:

    "Como alimento viene mi suspiro,

  • 7/30/2019 Martini.job

    21/73

    como el agua se derraman mis lamentos.Porque si de algo tengo miedo, me acaece,y me sucede lo que temo.No hay para m tranquilidad ni calma,no hay reposo: turbacin es lo que llega" (3, 24-26).

    Su condicin, para usar una expresin corriente en nuestros das, es propia de quienest desmotivado, de quien no encuentra razones para resistir a la lucha.Tal condicin nos suena como una campanilla de alarma. Cuando, de hecho,examinndonos en algn momento de incerteza o de fatiga, nos parece que estamosdesmotivados, entonces nos asustamos. Y cuando se nos acerca una persona, quizs unjoven durante los primeros aos de su matrimonio, para confiarnos que se sientedesmotivado, nos sobrecoge el temor. Los motivos son dos: primeramente porque nosdamos cuenta de que la situacin de esa persona podra ser la nuestra. En segundo lugarporque la palabra "desmotivacin" parece que no permita apelacin, parece justificar lahuida: No siento nada, no tengo ganas, qu culpa tengo yo?Job nos sugiere, por el contrario, mirar cara a cara a la "desmotivacin" a fin de hacerleperder un poco de su siniestro poder. Nos invita a examinarla con valenta, a noconsiderarla tan terrible, como si no hubiera nada ms que hacer. Nos estimula apreguntarnos qu significa en realidad, tanto ms que quien se encuentra desmotivado,objetivamente, no ha cambiado mucho, sino nicamente por el hecho de que no alcanza acomprender la gratuidad.En el Prlogo de Job, hemos contemplado el desafo de Dios: l considera que el hombrees capaz de obrar por la gratuidad del amor, incluso all donde casi no existe la gratificacinordinaria. La persona desmotivada, en verdad, debera decir: He llegado al punto en el quepuedo, por primera vez en mi vida, comenzar a ser hombre, porque no tengo ninguna deaquellas gratificaciones que tena antes.El 98% de nuestras acciones son fruto de un flujo y reflujo de gratificaciones recprocasque nos sostienen; y es justo que sea as. Pero la prueba de que existe un amordesinteresado y gratuito aparece cuando nos encontramos totalmente desnudos frente aDios y a su amor crucificado. Este es el desafo propuesto en el Libro de Job, que grita ypuede gritar su desmotivacin, que grita y puede gritar su deseo de muerte, el sinsentido dela vida, pero que lo hace ante su Dios y ante sus amigos; contina movindose, actuando,buscando.En la desmotivacin su libertad se purifica, aquella libertad de la que poda dudar antesdel desafo, si fuese verdaderamente capaz de gratuidad. Gradualmente el hombre Jobllega al verdadero Job.Cuando, pues, pensamos que hemos llegado al lmite del que ya no podemos movernos,hemos llegado simplemente al punto en el que nuestra libertad est en su momentoexpresivo ms autntico. Jess nos ha mostrado la gratuidad de su amor, no slo en susmilagros, sino en la cruz, para que hubiese correspondencia entre dos gratuidadesenfrentadas libremente.De Job aprendemos que nuestra dignidad de hombres se revela en el amor a Diosincluso si la desmotivacin ha alcanzado la violencia expresada en las palabras sobre lasque hemos reflexionado.Si descubrimos en nosotros algunas races de frustracin, si tenemos el temor de quenuestras acciones queden privadas de sentido, y quizs tenemos incluso miedo de

  • 7/30/2019 Martini.job

    22/73

    reconocerlo, debemos intentar decrselo a Dios por la va de las lamentaciones.

    3. Debemos aceptar ser lo que somos. Hablando de los pobres, por ejemplo, advertimossiempre el tormento de no poder compartir en verdad su situacin. Habiendo tenido de

    hecho, en nuestra existencia, una formacin y una cultura determinada, no seremos nuncacomo la gente pobre, ocurra lo que ocurra.Cmo, pues, comportarnos? Quizs como aquellos que en el 68 se esforzaron enllevar la barba desarreglada, en aparecer sucios para asemejarse de alguna forma aquienes estn privados de todas las cosas?Sera absurdo; debemos dar gracias al Seor por ser lo que somos y preguntarnos qupodemos hacer, aqu y ahora, por el hermano que es distinto de nosotros. Preguntarnosqu podemos recibir de l, quien, a su vez, se har la misma pregunta. Lo importante esque yo responda a Dios acerca de m mismo y que ame a los otros cuanto pueda. El quererandar fuera de s mismo es una pretensin mefistoflica.Job nos ayuda a desmontar estos castillos en el aire, a ser humildemente capaces deaceptarnos y de aceptar a los hermanos, porque la verdad es que estamos en el mundopara darnos unos a otros recprocamente. La pretensin de entrar en la piel de todos paratener la solucin geomtricamente perfecta, se revela, al final, clamorosamente equivocada.Cuntas veces, pensando por ejemplo en ayudar la pobreza de los pueblos africanos, seyerra totalmente, se llevan a cabo gestos que no son escuchados.Si, por el contrario, me dedico a escuchar con amor a aquella gente, me dar cuenta quepuedo recibir mucho y, sin acabar de comprender del todo su mentalidad, se vivenrelaciones de intercambio existencial que permiten decir: Seor, he hecho lo que he podidosiguiendo a tu Hijo, t ahora concdeme tu misericordia.Esta sobriedad de juicio, que naturalmente impone a la mente ciertos sacrificios, es difcil,y se la alcanza con la edad y con la experiencia. Mientras se es joven no se acepta lareduccin de la propia capacidad mental de conocer el todo y de conocerse a s mismocomo totalidad, de valorar, a partir de s mismo, al otro como totalidad.

    4. Finalmente, quisiera recordar el ttulo de nuestros Ejercicios: "Vosotros habisperseverado conmigo en mis pruebas."Preguntemos a Jess en el huerto de Getseman:

    "Seor, has vivido alguna vez momentos en los que todo te pareca extrao, insulso,sin sentido, en los que no tenas ganas de nada y no acertabas a encontrar estmuloalguno? Y cmo los has vivido?"

    San Carlos Borromeo nos dice que experiment la frustracin, el sentimiento deinutilidad, de disgusto; y un da, a su primo Federico que le peda cmo comportarsedurante esos momentos, le mostr el librito de los Salmos, que siempre llevaba en elbolsillo. l recurra a los cantos de las lamentaciones para dar voz a sus sufrimientos y, almismo tiempo, tomar aliento y fe frente al misterio del Dios vivo.Recemos para que el Seor nos conceda el don de saber acercarnos, tambin nosotros,a la fuente purificadora y balsmica de las lamentaciones bblicas.

    * * *

  • 7/30/2019 Martini.job

    23/73

    El examen de conciencia de Job

    El riesgo teolgico de la lectura del Libro de Job me parece bien expresado en una citaque encontr en un artculo del filsofo Emanuele Severino, titulado: El riesgo de la fe en el"irnico Scrates".Escribe as:

    "Al rey Midas, que quera saber qu era lo mejor y ms deseable para el hombre, elSileno"que representa la tradicin de la sabidura dionisaca"despus de haber calladoun largo tiempo, respondi finalmente riendo: Estirpe miserable y efmera, hijo del azar yde la pena, por qu me obligas a decirte lo que para ti es ventajossimo no conocer? Lomejor es absolutamente inalcanzable para ti: no haber nacido, no existir, ser nada. Pero losegundo mejor para ti es morir lo ms pronto posible (es decir, volver lo ms pronto posible

    a la nada)" (cfr. "Corriere delta Sera", 21-8-1989).

    Podremos expresar el problema teolgico de Job de la siguiente forma: Cul es ladiferencia entre estas palabras y las del captulo 3 de Job?Advertimos una cierta asonancia de lenguaje, quizs los vocablos sean idnticos, perosin embargo la diversidad es abismal, porque el hombre del texto bblico no es ni unescptico ni un desilusionado de la vida.Nosotros hemos sido llamados, pues, a entrar en el abismo del verdadero y misteriosoconocimiento de Dios, del Dios indecible.Y tenemos miedo. Probablemente, si el Libro de Job fuera confiado hoy a una comisindoctrinal o teolgica para decidir si incluirlo o no en el canon, se llegara a su exclusin ante

    el temor de crear malestar e incomodidades.El hecho, sin embargo, de que est en el canon como palabra de Dios nos invita aaceptar la fatiga de su lectura, pidiendo al Seor que nos d el espritu de oracin, dehumildad, de adoracin, para no permitir que nos enredemos en los trminos puramenteracionales del conocimiento. A un amor sin fin corresponden misterios sin fin, y nosotrosqueremos recorrer, superando una primera impresin de malestar, los caminos difciles dela Palabra sin saber de antemano dnde nos va a conducir.

    "Concdenos, Seor, un verdadero, nuevo y ms profundo conocimiento de ti. Incluso atravs de palabras que no comprendamos, haz que podamos intuir con el afecto delcorazn tu misterio que est ms all de toda comprensin humana.

    Haz que el ejercicio de la paciencia de la mente, el recorrido espinoso de lainteligencia, sea el signo de una verdad que no es alcanzable simplemente con loscnones de la razn humana, sino que est ms all de todo, y precisamente por eso, esla luz sin Imite, misterio inaccesible y conjunto nutritivo para la existencia del hombre,para sus dramas y sus aparentes absurdos.Concdenos conocerte, conocernos a nosotros mismos, conocer los sufrimientos de lahumanidad, conocer las dificultades entre las que se debaten tantos corazones, y volver auna siempre nueva y ms verdadera experiencia de ti."

  • 7/30/2019 Martini.job

    24/73

    El ltimo monlogo de Job

    Saltando los captulos intermedios, dado que no nos resulta posible releer el Libro porentero, reflexionaremos sobre los captulos 29, 30 y 31, porque constituyen el ltimo granmonlogo de Job.

    Despus de aquel captulo 3, se presentan tres escenas en las que hablan los tresamigos y Job cada vez les va respondiendo. Sigue despus un intermedio misterioso, unaespecie de resplandor de fuego desde lo alto, que es el himno de la sabidura (cap. 28).A continuacin el monlogo toma la ltima palabra antes del dilogo con Dios.Por su valor sinttico, de resumen, conclusivo de estos tres captulos, me parece tilproponer una lectura en dos tiempos, a saber lectio y meditatio.El examen de conciencia de Job nos ayudar a prepararnos a nuestro examen de

    conciencia para la jornada penitencial de maana.Me sirvo sobre todo de las explicaciones que Gianfranco Ravasi da sobre estos trescaptulos en su comentario a Job (cfr. Ravasi, Job, Borla 1979). Es, de hecho, unaexplicacin que secciona con cuidado el texto segn sus divisiones internas, ofreciendo asuna primera clave para su lectura.El captulo 29 se titula: Canto del pasado y de la nostalgia; todos los verbos estn entiempo pasado, Job recuerda situaciones y ambientes ya vividos.El captulo 30 se titula: Canto del presente y del horror, y comienza con la palabra "ahora".El captulo 31 se titula: Canto del futuro y de la inocencia. Mirando su vida pasada, Jobhace una confesin de inocencia, muy detallada, a partir de una serie de criterios moralesticos, que examina uno por uno; concluye desafiando a Dios a aducir sus propias razones

    contra l.

    1. Captulo 29. "Job continu pronunciando su discurso y dijo:

    Quin me hiciera volver a los meses de antao,aquellos das en que Dios me guardaba,cuando haca brillar su lmpara sobre mi cabeza,y yo a su luz por las tinieblas caminaba;cmo era yo en los das de mi otoo,cuando vallaba Dios mi tienda,cuando Sadday estaba an conmigo,

    y en torno mo mis muchachos,cuando mis pies se baaban en manteca,y regatos de aceite manaba la roca!" (vv. 1-6).

    En esta primera estrofa Job se describe como quien viva la alegra de un amigo de Dios.Lo senta presente en su oracin, en la vida cotidiana con sus momentos difciles,apreciaba la continua proximidad.

  • 7/30/2019 Martini.job

    25/73

    "Si yo sala a la puerta que domina la ciudady mi asiento en la plaza colocaba,se retiraban los jvenes al verme,y los viejos se levantaban y quedaban en pie.Los notables cortaban sus palabras

    y ponan la mano en su boca.La voz de los jefes se ahogaba,su lengua se pegaba al paladar.Odo que lo oa me llamaba feliz,ojo que lo vea se haca mi testigo" (vv. 7-11).

    Una segunda estrofa en la que Job no se define a s mismo nicamente en relacinntima con el misterio de Dios, sino tambin en relacin con la gente de su pueblo.

    "Pues yo libraba al pobre que clamaba,y al hurfano que no tena valedor.La bendicin del moribundo suba hacia m,el corazn de la viuda yo alegraba.Me haba puesto la justicia, y ella me revesta,como manto y turbante, mi equidad.Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies.Era el padre de los pobres,la causa del desconocido examinaba.Quebraba los colmillos del inicuo,de entre sus dientes arrancaba su presa" (vv. 12-17).

    Job era el hombre justo, que se ocupaba activamente de los pobres, y por ello quien lovea daba testimonio. De la apologa de s mismo, centrada nicamente en su persona,pasa gradualmente a considerar el aspecto social; el sufrimiento le ha abierto los ojos paracomprender la necesidad de una relacin con los ms abandonados, los desheredados.

    "Y me deca: Anciano morir,tras das numerosos, igual que la palmera.Mi raz est franca a las aguas,el roco se posa de noche en mi ramaje.Mi gloria ser siempre nueva en m,y en mi mano mi arco renovar su fuerza" (vv. 18-20).

    He aqu el sueo de su vejez: Job estaba seguro de que habra dado frutos como unajuventud perenne.

    "Me escuchaban ellos con expectacin,callaban para oir mi consejo.Despus de hablar yo, no replicaban,y sobre ellos mi palabra caa gota a gota.Me esperaban lo mismo que a la lluvia,abran su boca como a lluvia tarda.

  • 7/30/2019 Martini.job

    26/73

    Si yo les sonrea, no queran creerlo,y la luz de mi rostro no dejaban perderse.Les indicaba el camino y me pona al frente,me asentaba como un rey en medio de su tropa,y por doquier les guiaba a mi gusto" (vv. 21-25).

    En estos ltimos versos, casi como haciendo un salto hacia atrs, Job recuerda sucompromiso ms especficamente poltico, la fuerza de su presencia en la sociedad.El captulo 29 es, por tanto, un canto nostlgico en el que se evoca el bien vivido, lacondicin pacfica, serena, llena de gratificaciones de todo tipo.Job era justo, bueno, amaba a los pobres, pero tambin se le recompensaba, erareverenciado, escuchado, estimado: toda una situacin que ahora se cuestiona conforme alnuevo curso de su historia.

    2. Capitulo 30. Este canto del presente y del horror, Ravasi lo divide en siete brevessecciones, que describen una tras otra el comportamiento de un hombre que desciendecada vez ms a lo profundo: humillado, despreciado, atacado, aterrorizado, hostigado porDios, que llora y sufre.

    Job humillado:

    "Mas ahora ranse de mlos que son ms jvenes que yo,a cuyos padres no juzgaba yo dignosde mezclar con los perros de mi grey.Aun la fuerza de sus manos para qu me serva?;haba decado todo su vigor,agotado por el hambre y la penuria.Roan las races de la estepa,los abrojos del desierto desolado.Recogan armuelle por los matorrales,eran su pan races de retama.De entre los hombres estaban expulsados,tras ellos se gritaba como tras un ladrn.Moraban en las escarpas de los torrentes,en las grietas del suelo y de las rocas.Entre los matorrales rebuznaban,se apretaban bajo los espinos.Hijos de abyeccin, s, ralea sin nombre,echados a golpes del pas" (vv. 1-8).

    Job despreciado:

    "Y ahora soy yo la copla de ellos,el blanco de sus chismes!

  • 7/30/2019 Martini.job

    27/73

    Horrorizados de m, se quedan a distancia,y sin reparo a la cara me escupen" (vv. 9-10).

    Job atacado:

    "El que ha soltado su cuerda me maltrata,y el que ha tirado de su rostro el freno.La ralea se alza a mi derecha,me lanzan piedras como proyectiles,abren hacia m sus siniestros caminos.Para perderme han destruido mi sendero,atacan y nada les detiene;como por ancha brecha irrumpen,se han escurrido bajo los escombros" (vv. 11-14).

    Dios es el sujeto real, si bien annimo"l"-, de la batalla abierta contra un hombrehumillado y despreciado.

    Job aterrorizado:

    "Los terrores se vuelven contra m,como el viento mi dignidad arrastran;como una nube ha pasado mi salud.Y ahora en m se derrama mi alma,me atenazan das de afliccin.De noche traspasa el mal mis huesos,y no duermen mis llagas.Con gran fuerza agarra l mi vestido,me aferra como el cuello de mi tnica.Me ha tirado en el fango,soy como el polvo y la ceniza" (vv. 15- l 9).

    Y, por si no fuera suficiente, hostigado por Dios:

    "Grito hacia ti y t no me respondes,me presento y no me haces caso.Te has vuelto cruel para conmigo,tu mano vigorosa en m se ceba.Me llevas a caballo sobre el viento,me zarandeas con la tempestad.Pues bien s que a la muerte me conduces,al lugar de cita de todo ser viviente" (vv. 20-23).

  • 7/30/2019 Martini.job

    28/73

    Por eso Job es un hombre que llora:

    "Y sin embargo, he vuelto yo la mano contra el pobre,cuando en su angustia justicia reclamaba?No he llorado por el que vive en estrechez?

    no se ha apiadado mi alma del mendigo?Yo esperaba la dicha, y lleg la desgracia,aguardaba la luz, y lleg la oscuridad.Me hierven las entraas sin descanso,se me han presentado das de afliccin" (vv. 24-27).

    Abandonado, vive en la oscuridad ms total y es un hombre infeliz que sufre:

    "Sin haber sol, ando renegrido,me he levantado en la asamblea, slo para gritar.Me he hecho hermano de chacalesy compaero de avestruces.Mi piel se ha ennegrecido sobre m,mis huesos se han quemado por la fiebre.Mi ctara slo ha servido para el duelo,mi flauta para la voz de plaidores!" (vv. 28-31).

    Despus de haber descrito su propia terrible situacin actual, este hombre se yergue, deun brinco, en un himno de altivez, el canto del futuro y de la inocencia.

    Captulo 31:

    "Haba hecho yo un pacto con mis ojos,y no miraba a ninguna doncella.Y cul es el reparto que hace Dios desde arriba,cul la suerte que manda Sadday desde la altura?No es acaso desgracia para el injusto,tribulacin para los que obran iniquidad?No ve l mis caminos, no cuenta todos mis pasos?He caminado junto a la mentira?he apretado mi paso hacia la falsedad?Pseme l en balanza de justicia,conozca Dios mi integridad!Si mis pasos del camino se extraviaron,si tras mis ojos fue mi corazn,si a mis manos se adhiere alguna mancha,coma otro lo que yo sembr,y sean arrancados mis retoos!Si mi corazn fue seducido por mujer,si he fisgado a la puerta de mi prjimo,muela para otro mi mujer,

  • 7/30/2019 Martini.job

    29/73

    y otros se encorven sobre ella!Pues sera ello una impudicia,un crimen a justicia sujeto;sera un fuego que devora hasta la Perdiciny que consumira toda mi cosecha" (vv. 1-12).

    El tono ha cambiado completamente y ha asumido el lenguaje de una confesin moral y social.Job se declara inocente de los pecados contra la impudicia, la falsedad y el adulterio.Ravasi recuerda, a este propsito, algunos paralelos de la antigedad semtica, cuando sepensaba que el muerto, al presentarse ante los dioses, haca una confesin de inocencia.Interesante, entre otros, es un formulario extrado del Libro de los Muertos egipcio:

    "No he cometido culpas contra los hombres,no he maltratado los bueyes.No he blasfemado contra Dios.No he golpeado al miserable.No he causado enfermedades.No he hecho padecer hambre.No he matado.No he robado las hogazas a los Espritus.No he cometido pederastia.No he cometido actos impuros.No he falsificado la medida en los campos...."

    Estas invocaciones rituales las gritaba el muerto sentado en la barca que le transportabaal otro lado del ro: si eran verdaderas no era quemado, pero si eran falsas se converta enpasto de las llamas.Las palabras de Job, sin embargo, tienen un aspecto no precisamente ritual y judicialsino, como ya hemos sealado, moral.Pasa, pues, a la declaracin de inocencia con respecto al esclavo que ha tratado siemprecon justicia.

    "Si he menospreciado el derecho de mi siervoo de mi sierva, en sus litigios conmigo,qu podr hacer cuando Dios se levante?cuando l investigue, qu responder?No los hizo l, igual que a m, en el vientre?no nos form en el seno uno mismo?" (vv. 13-15).

    Despus se defiende de la acusacin que le lanza Eliafaz, afirmando que ha sidocaritativo con los pobres:

    "Me he negado al deseo de los dbiles?dej desfallecer los ojos de la viuda?Com solo mi pedazo de pan,sin compartirlo con el hurfano?Siendo as que desde mi infancia

  • 7/30/2019 Martini.job

    30/73

    me cri l como un padre,me ha guiado desde el seno materno.He visto a un miserable sin vestido,a algn pobre desnudo,sin que en lo ntimo de su ser me bendijera,

    y del velln de mis corderos se haya calentado?Si he alzado mi mano contra un hurfano,por sentirme respaldado en la Puerta,mi espalda se separe de mi nuca,y mi brazo del hombro se desgaje!Pues el terror de Dios caera sobre m,y ante su majestad no podra resistir" (vv. 16-23).

    En cuanto a la acusacin de haber abusado de las riquezas y de haber sido idlatra, declara:

    "He hecho del oro mi confianza,o dije al oro fino: T, mi seguridad?Me he complacido en la abundancia de mis bienes,en que mi mano haba ganado mucho?Acaso, al ver el sol, cmo brillaba,y la luna que marchaba radiante,mi corazn, en secreto, se dej seducirpara enviarles un beso con la mano?Tambin hubiera sido una falta criminalpor haber renegado del Dios de lo alto" (vv. 24-28).

    Job se defiende tambin de la acusacin de odio y de la de haber violado la hospitalidad:

    "Del infortunio de mi enemigo me alegr,me goc de que el mal le alcanzara?Yo que no permita a mi lengua pecarreclamando su vida con una maldicin!No decan las gentes de mi tienda:Hay alguien que no se haya hartado con su carne?El forastero no pernoctaba a la intemperie,tena abierta mi puerta al caminante" (vv. 29-32).

    Finalmente, se defiende de la acusacin de hipocresa y de explotacin:

    "He disimulado mis culpas a los hombres,ocultando en mi seno mi pecado,porque temiera el rumor pblico,o el desprecio de las gentes me asustara,hasta quedar callado sin atreverme a salir a mi puerta?Si mi tierra grita contra m,y sus surcos lloran con ella,si he comido sus frutos sin haberlos pagado,

  • 7/30/2019 Martini.job

    31/73

    si he hecho suspirar a sus obreros,en vez de trigo broten en ella espinas,y en lugar de cebada hierba hedionda!" (vv. 33-34.38-40).

    Un largo examen de conciencia social, que Job hace encontrndose justo en todos los

    diversos momentos de la existencia humana. Los versculos 35-37 constituyen como undesafo final a Dios. En efecto, si Dios es justo no puede callar, sino que debe avalar laconfesin:

    "Oh! quin har que Dios me escuche?Esta es mi ltima palabra: respndame Sadday!El libelo que haya escrito mi adversariono voy a llevarlo sobre mis espaldas?no me lo ceir igual que una diadema?Del nmero de mis pasos voy a rendirle cuentas,como un prncipe me llegar hasta l."

    As acaba este largusimo y amplio monlogo de Job, poticamente rico y lleno deimgenes. Y nosotros debemos releerlo atentamente para intentar entrar en el misterio delhombre y en el misterio de Dios, que all se expresan.

    Gua para la meditacin

    Sugiero tres reflexiones que puedan ayudarnos en la meditacin y en la bsqueda personal.

    La primera es que un hombre as nunca ha existido. Se trata claramente de unaproyeccin terica, de un caso lmite, de la proyeccin de un Adn paradisaco que todo lohace siempre a la perfeccin.Por qu, pues, debemos intentar comprender a este hipottico personaje que llama ajuicio a todo el mundo, proclamando que nunca ha hecho mal a nadie, que no ha tenido elmenor momento de defaillance?Nos convenceremos de que, aunque hubiera existido un hombre como Job, no hubieraescapado a la prueba dramtica expresada en el captulo 30.La prueba est encerrada en la relacin Dios-hombre, que estando basada en el amorgratuito, y no simplemente sobre la justicia conmutativa, comporta asimismo la prueba.

    Sin embargo s hay uno que puede afirmar: Quin de vosotros me convencer depecado? Ha existido y es Jess. l no se ha sustrado a la prueba del amor gratuito hacianosotros, lo que significa que el tema de la prueba no est simplemente ligado a la culpa, ala purificacin, a la salida de la situacin ideal. Ms bien est ligado a la verdad de lasrelaciones libres entre el hombre y Dios, a la gratuidad absoluta de estas relaciones, queviene a la luz en el momento en que cesan las gratificaciones.El autor del Libro de Job busca un aspecto del misterio de Dios que d a la prueba unsentido que no sea simplemente el de una purificacin del pecado.

  • 7/30/2019 Martini.job

    32/73

    Este aspecto lo contemplamos en el Crucificado.

    Nuestra condicin es, por supuesto, bien distinta de la condicin del justo Job, ypodemos recorrer los caminos del captulo 29 y despus del 31, examinndonos de lasiguiente forma: Cmo nos situamos respecto a los ambientes y a las relaciones de

    nuestra existencia, con respecto a los deberes ticos? cules son los pecados que hemoscometido, cules los de omisin?De estos pecados queremos acusarnos, no solamente para escapar de la pena, sinopara instaurar con Dios una relacin basada en la justicia, en la bsqueda de aquel dolorperfecto que nace del amor, siguiendo cuanto nos indica, al menos como un intentomisterioso, el camino de Job. Acusar nuestras culpas por puro amor, para que Dios seabendito, alabado y santificado, para entrar con l en una relacin de alianza.Hemos sido llamados a la verdad y a la libertad de nuestra relacin con Dios, a vivirestablemente la amistad con l: Os he llamado amigos, no siervos... Vosotros sois los quehabis perseverado conmigo en mis pruebas, por amor y no slo por fidelidad a vasotrosmismos y a vuestros propsitos.Las pginas dramticas de Job nos hacen entrever esta profunda bsqueda en elcorazn humano que desea una relacin con Dios que est ms all de la mera obediencia,de la mera justicia, una relacin en la que se juegue la libertad de cada uno para darse,concederse, dedicarse con desinters y pureza.

    "Concdenos, Seor, la capacidad de comprender en los difciles pasajes de este librobblico tu ansia de hacernos como t, el ansia de volvernos similares al Hijo, deintroducirnos en una relacin de tipo trinitario, en aquel misterio de amor y deautodonacin que constituye tu ms ntima esencia.Mara, madre de Jess y madre nuestra, haz que podamos tambin nosotros pregustaruna chispa del profundfsimo misterio de Dios. "* * *

    Bendita t entre las mujeresHomila de la festividad de Mara ReinaLecturas: Is 9,2-4,6-7; Lc 1,39-47

    La festividad de Mara Reina, en la octava de la Asuncin, ocurre oportunamente en elsegundo da de nuestros Ejercicios, para recordarnos que debemos vivirlos sobre todo enunin e intimidad en la escucha que Mara hace de la Palabra, en su oracin afectiva.No se nos pide alcanzar nuevas intuiciones, incluso aunque stas tuvieran algunautilidad, sino que ensanchemos nuestro corazn en el afecto orante, en el estar junto aJess como Mara lo estaba, muchas veces en silencio; se nos pide que alimentemosnuestro espritu de esta afectividad interior que es tan importante para sostener el caminoespiritual. PPPEl evangelio de hoy (/Lc/01/39-47) lo podemos considerar como el inicio de lasbendiciones tributadas a Mara, como la primera proclamacin de su bienaventuranza:"Bendita t entre las mujeres y bendito el froto de tu seno!... Feliz la que ha credo que secumpliran las cosas que le fueron dichas de parte del Seor!"Estas palabras suenas opuestas a las exclamaciones de Jeremas: "Maldito el da en

  • 7/30/2019 Martini.job

    33/73

    que nac!" (Jer 20,14). Aqu se exalta la obra de Dios en Mara, y la exaltacin se expresacon jbilo. Para el hombre este jbilo es tanto mayor cuanto ms profundo sea el sentido dela soledad y de la desesperacin en las que puede caer sin el misterio de Dios. Como diceel profeta Isaas, el gozo acrecentado, la alegra grande, el regocijo similar al regocijo delda de la siega, o del reparto del botn, parecen proporcionales a las tinieblas en las que

    caminaba el pueblo, "que viva en tierra de sombras" (cfr. Is 9,1-4).Es, por tanto, la conciencia de las tinieblas y del sinsentido en el que cada uno denosotros est condenado por la condicin pecaminosa de la humanidad, lo que haceresplandecer con mayor alegra y regocijo el misterio del amor de Dios.En Mara se expresa la felicidad de toda mujer y de todo hombre que se siente abrazadopor el misterio de la alianza con Dios; "Bendita t entre las mujeres y bendito el fruto de tuseno! Feliz la que ha credo!"

    Sin embargo, si reflexionamos acerca de la suerte de Mara, nos daremos cuenta de que,despus de la proclamacin de estas palabras que la presentan inmersa en un torrente deluz, ella entra bien pronto, de nuevo, en la oscuridad. Durante su vida