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EDITADA POR LAS OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS Nº 151 ENERO AÑO 2015 TERCER MILENIO

Misioneros Nº 151

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Page 1: Misioneros Nº 151

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ICIA

SNº 151 ENERO AÑO 2015

T E R C E R M I L E N I O

Page 2: Misioneros Nº 151

Han pasado cinco años desde que

la tierra temblara en Haití, sembra-

do muerte y dolor. Si bien los índi-

ces de pobreza han descendido,

aún queda mucho por hacer.

14

en este número...

y además...

EDITA OBRAS MISIONALES PONTIFICIASC/ Fray Juan Gil, 5 28002 - Madrid Tfno: 91 590 27 80 Fax: 91 563 98 33 E-Mail: [email protected]://www.omp.eshttp://www.domund.org

Nº 151. ENERO, 2015

AGUSTINOS RECOLETOSPaseo de La Habana, 167. 28036 Madrid.Tel. 91 345 34 60 COMPAÑÍA DE JESÚSAvda. de la Moncloa, 6. 28003 Madrid. Tel. 91 534 48 10 COMPAÑÍA MISIONERA DEL SAGRADO CORAZÓNEstocolmo, 9. 28022 Madrid. Tel. 91 313 56 40 FRANCISCANAS MISIONERAS DE MARÍACardenal Marcelo Spínola, 38. 28016 Madrid.Tel. 91 302 61 99 MISIONERAS DE NUESTRA SEÑORA DE ÁFRICA(HERMANAS BLANCAS)Asensio Cabanillas, 39. 28003 Madrid. Tel. 91 553 82 60 MISIONEROS CLARETIANOSClara del Rey, 6. 28002 Madrid. Tels. 91 415 23 61 y 91 415 21 99 INSTITUTO ESPAÑOL DE MISIONES EXTRANJERASFerrer del Río, 17. 28028 Madrid. Tel. 91 355 23 42 MERCEDARIAS MISIONERAS DE BÉRRIZFereluz, 2. 1ª A 28039 Madrid. Tel. 91 571 63 03MISIONERAS CRUZADAS DE LA IGLESIAMadre Nazaria, 7. 28044 Madrid. Tel. 91 525 32 04 MISIONERAS DE CRISTO JESÚSPeñuelas, 18. 5º A. 28005 Madrid. Tel. 91 517 41 78 MISIONERAS DOMINICAS DEL ROSARIOGeneral Kirkpatrick, 44. 28027 Madrid. Tel. 91 367 36 71 MISIONEROS ESPIRITANOSSanta Engracia, 149. 1º B. 28003 Madrid. Tel. 91 554 21 57 Olivos, 12. 28003 Madrid. Tel. 91 553 36 16 MISIONEROS DE MARIANNHILL Arturo Soria, 249. 28033 Madrid. Tel. 91 359 07 40 MISIONEROS DEL VERBO DIVINO Corazón de María, 19. 5º B. 28002 Madrid. Tel. 91 415 43 55 MISIONEROS OBLATOS DE MARÍA INMACULADA Diego de León, 36. 28006 Madrid. Tel. 91 411 12 12 Pozuelo de Alarcón, Madrid. Tel. 91 352 34 16 PADRES BLANCOSLiebre, 25. 28043 Madrid. Tel. 91 574 04 00SOCIEDAD DE MARÍA - MONFORTIANOSGarabay, 7. 2º. 28850 Torrejón de Ardoz(Madrid). Tel. 91 677 69 11 SOCIEDAD DE MISIONES AFRICANAS Asura, 34. 28043 Madrid. Tel. 91 300 00 41

coeditores

T E R C E R M I L E N I O

IGLESIA A FONDO

PRIMER PLANO

El pasado 29 de noviembre arrancó el Año

de la Vida Consagrada, que se prolongará

hasta el 2 de febrero de 2016. Para

muchos religiosos y religiosas, la misión

es una parte esencial de su vocación.

INFORME

Con motivo de la Jornada Mundial del

Emigrante y del Refugiado, que se celebra

este 18 de enero, el papa Francisco nos

invita a cuidar de este sufrido colectivo y

a ver en estas personas al propio Jesús.

7 TRIBUNA "No esclavos, sino hermanos"

10 EL OBSERVADORIRAK - EGIPTOARGENTINA - CHINA

20 ASÍ VA EL MUNDOR. D. DEL CONGOBRASIL - KENIA

36 ENTREVISTAFinita Martínez, misionera de Nuestra Señora de África

39 ANIMACIÓN MISIONERA

43 CARISMASMisioneras Hijasdel Corazón de María

46 CULTURATodo sobre lasreducciones jesuíticas

51 EL CUARTO MUNDO

52 EN EL OBJETIVO

54 MISIÓN VIVAMisioneros en el norte de Togo

24

30

Page 3: Misioneros Nº 151

Imprescindible”, “funda-

mental” para la vida de la

Iglesia católica, y muy es-

pecialmente para la vida

de la Iglesia misionera, es la exis-

tencia de esa variedad de caris-

mas que constituyen hoy la vida

consagrada. Lo son por su núme-

ro: la gran mayoría de los misio-

neros y misioneras que hay en el

mundo son religiosos y, sobre to-

do, religiosas. Pero lo son, espe-

cialmente, por su compromiso con

esa Iglesia “hospital de campaña”,

que tanto desea el papa Francis-co; por contribuir a hacer más

real “una Iglesia pobre y para los

pobres”; por su disposición a “ir a

la otra orilla”, a embarrarse en las

situaciones arriesgadas de fronte-

ra, de las periferias...

Sin duda alguna, “la misión”

está en el ADN de la vida religio-

sa, porque, donde hay un religio-

so o religiosa, debe haber siem-

pre alguien dispuesto a “estar en

salida”, a no tener miedo de en-

contrar, de descubrir la novedad,

de hablar de la alegría del Evan-

gelio. Lo subrayaba el presidente

de CONFER, Luis Ángel de las He-ras, en la última Asamblea Gene-

ral de la Conferencia Española de

Religiosos. Son “tiempos para que

los religiosos y religiosas seamos

hombres y mujeres [...] que no

consienten desigualdades. Hom-

bres y mujeres de esperanza y

profetas de la alegría. [...] Hom-

bres y mujeres que quieren ser

constructores de paz, artífices de

comunión, sembradores y cultiva-

dores del amor evangélico. Que

quieren ser promotores de la cul-

tura del encuentro, de la acogida

y de la inclusión. Hombres y mu-

jeres [...] al más genuino estilo de

Jesús de Nazaret”.

Y es que Jesucristo, su referen-

te, fue el primer misionero. Como

ha dicho el Papa, “un hombre de

la periferia”, alejado de los cen-

tros de poder, que optó por servir

a “los pobres, enfermos, endemo-

niados, pecadores...”, y que, a pe-

sar de estas preferencias, o preci-

samente por ellas, logró que su

palabra fuese el inicio de un cam-

bio en la historia, “el inicio de

una revolución espiritual y huma-

na, la buena noticia de un Señor

muerto y resucitado por nos-

otros”. La vida consagrada está

empeñada en seguir sus pasos;

porque los religiosos y religiosas

llevan el mensaje y el paradigma

de Jesús en su sangre, hasta el

punto de llegar, en ocasiones, a

derramarla, como hizo el propio

Hijo de Dios, por ser testigos fie-

les de una fe que nos indica “que

la victoria está solo en el amor y

en una vida gastada para el Se-

ñor y para el prójimo, comenzan-

do por los pobres”. Por eso, no es

raro escuchar en boca de religio-

sos y religiosas misioneros un

clamor ya expresado en casos de

martirio: “Nuestro camino es el

de Dios, y si hemos de morir, mo-

riremos, pero no podemos aban-

donar la misión”. Toda una gracia

de Dios, que la vida consagrada

debe hacer crecer y dar en heren-

cia a las nuevas generaciones.

Para conseguirlo, el papa Fran-

cisco ha pedido a los religiosos y

religiosas que, además de “mirar

el pasado con gratitud”, vivan “el

presente con pasión”, preguntán-

dose sobre lo que Dios y la hu-

manidad de hoy piden. Y que así,

con sentido profético, observen la

historia en la que viven e inter-

preten los acontecimientos; co-

nozcan a Dios y a los hombres y

mujeres, sus hermanos y herma-

nas; y sean capaces de discernir,

y también de denunciar, el mal

del pecado y las injusticias, por-

que son libres y no deben rendir

cuentas a más amos que a Dios.

En esta faena está la imprescindi-

ble vida consagrada.

E D I T O R I A L

EDITA: Obras Misionales Pontificias DIRECTOR NACIONAL DE OMP: AnastasioGil DIRECTOR Alfonso Blas DISEÑO Antonio Aunés COLABORADORES RosaLanoix, Rafael Santos, Francisco José Pérez Valero, Dora Rivas, José Beltrán, An-tonio José Molina, José Carlos Rodríguez, José Ignacio Rivarés, Israel Íñiguez,

Modeste Munimi, José Ramón Carvallada, María Jesús Sahagún, Carmina Sofía Fernández, Juana Gómez, JoaquínMartínez, Juan Lázaro Sánchez, Vicente Marqués Ruiz ARCHIVO FOTOGRÁFICO Antonio Aunés, Rafael SantosFOTOGRAFÍAS Efe, Missio SUSCRIPCIONES Roberto Murga DEPÓSITO LEGAL M-48558-1999 ISSN 1695-1034 IMPRESIÓN Gráficas Dehon. PP. Reparadores. C/ La Morera, 23-25. Torrejón de Ardoz, Madrid. Tfno: 91 675 15 36

T E R C E R M I L E N I O

Donde hay un religioso o religiosa debe haber siemprealguien dispuesto a “estar en salida”, a no

tener miedo a hablar de la alegría del Evangelio.

LA IMPRESCINDIBLE VIDA CONSAGRADA

Page 4: Misioneros Nº 151

Vayamos a la otra

orilla”. Esta frase de

Jesús, recogida en

Marcos 4,35, fue ele-

gida como lema de la última asam-

blea de la CONFER, en noviembre

de 2014. “Es una invitación que

nos señala la ruta evangélica por

donde la vida religiosa española

quiere transitar”, explican los res-

ponsables de este organismo, que

aglutina a los religiosos de nuestro

país. “Es un camino que nos des-

centra de nosotros mismos y nos

abre al encuentro de los hombres

y mujeres de nuestro tiempo”.

Para una buena parte de los

religiosos españoles, los que han

consagrado su vida a la misión ad

gentes, esa otra orilla se encuen-

tra a varios miles de kilómetros

de su patria, y la distancia cultu-

14 misioneros NÚM. 151, ENERO DE 2015

I G L E S I A A F O N D O

El pasado 29 de noviembre comenzó

el Año de la VidaConsagrada, que se

prolongará hasta el 2 de febrero

de 2016. Para losmiles de religiosos

y religiosas de la Iglesia, salir de sus

propias fronteras hacia la misión esuna parte esencial

de su vocación.

Testimoniandoel Evangelio

en las periferias

AÑO DE LA VIDA CONSAGRADA

Page 5: Misioneros Nº 151

ral puede ser incluso más lejana

que la física. Lo mismo ocurre en

otras partes del mundo, donde

muchos de los llamados a seguir

a Jesús con un estilo de vida radi-

cal sirven en lugares lejanos, difí-

ciles y de frontera.

Aunque no faltan los que, con

un análisis harto simplista, han

visto en el Vaticano II el origen de

una crisis en la vida religiosa, lo

cierto es que el documento conci-

liar Perfectae caritatis marcó un hi-

to importante en la renovación de

la vida consagrada. Con motivo

de los 50 años de la publicación

de este documento, el papa Fran-

cisco ha querido que el año 2015

esté dedicado a los religiosos. “Es

una ocasión para recordar con

memoria agradecida este pasado

reciente”, afirma la página web

de la CONFER dedicada a esta

efemérides. “Queremos que la ale-

gría del encuentro con el Señor

nos lleve a testimoniar el Evange-

lio, desde la ternura y el amor,

nos impulse a salir hacia las peri-

ferias existenciales, para desper-

tar al mundo, para ofrecer a todos

la vida de Jesucristo”.

“La Iglesia no quiere hacer pro-

selitismo, porque la Iglesia no

crece por proselitismo, sino por

atracción”, ha dicho el papa Fran-

cisco, recordando unas palabras

de su antecesor, Benedicto XVI.

Una de las imágenes más queridas

por Jorge Bergoglio es la de la

Iglesia como “un hospital de cam-

paña” que sale a curar heridas, co-

mo el buen samaritano. “Hay gen-

te herida por desatención, por

abandono de la Iglesia misma,

gente que está sufriendo horro-

res”, afirmaba el Obispo de Roma

en una entrevista en el diario ar-

gentino La Nación el 8 de diciem-

bre. Aquí siguen tres casos, entre

los muchos miles que podrían re-

latarse, de religiosos misioneros, a

los que conozco personalmente, y

a quienes su consagración a Jesu-

cristo les ha llevado a volcarse en

los heridos de desatención en al-

gunas de las periferias del mundo.

Predicar el perdón en el corazón del odio

El padre Moses Ottii no olvida-

rá nunca la fecha del 28 de mayo

de 2014. Ese día, a las tres de la

tarde, varios milicianos armados

procedentes del vecino barrio del

Kilómetro Cinco irrumpieron en el

recinto de su parroquia de Nuestra

Señora de Fátima, en Bangui, y du-

rante cerca de 30 minutos dispa-

raron ráfagas de fusil y lanzaron

granadas contra una aterrorizada

multitud de unas 5.000 personas

que se habían refugiado en el re-

cinto de la iglesia. Muchos consi-

guieron escapar saltando la tapia y

otros se salvaron al esconderse

en los lugares más inverosímiles.

NÚM. 151, ENERO DE 2015 misioneros 15

El padre Moses Ottii, ugandés, es vicario de la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en Bangui (Rep. Centroafricana).

Page 6: Misioneros Nº 151

Cuando los atacantes se marcha-

ron, dejaron un balance de 17

muertos y varias decenas de heri-

dos. Me lo contó, con una calma

que a mí me pareció extraña, dos

meses después de aquella trágica

tarde, recorriendo el recinto parro-

quial, mientras me presentó a al-

gunos de los supervivientes de

aquella matanza. Me conmovió, al

entrar en la iglesia, ver la imagen

de la Virgen con dos impactos de

bala a pocos centímetros de ella, y

pensé en todas las madres doloro-

sas que lloran a sus hijos asesina-

dos o mutilados en la República

Centroafricana; algunas de las cua-

les seguían viviendo entre los ban-

cos de la humilde iglesia donde el

padre Moses sirve a sus lacerados

feligreses desde hace tres años. A

la salida de la parroquia, impone

pasar por callejuelas flanqueadas

por viviendas destruidas y saquea-

das por milicianos de uno y otro

signo; feos monumentos del odio

que alimenta el enésimo conflicto

de Centroáfrica y cuyas heridas sa-

nan muchos religiosos que han

permanecido al lado de las perso-

nas a las que sirven.

De apenas 30 años de edad, el

joven misionero ugandés vivió

otro percance que casi le cuesta la

vida en marzo de 2014. Un día, va-

rios milicianos anti-balaka detu-

vieron a una joven musulmana

que había salido de su refugio en

la mezquita para buscar alimen-

tos. Intentaron matarla a mache-

tazos a la entrada de la iglesia, y

el padre Moses intervino con deci-

sión para impedir que la asesina-

ran. Al final, la chica pudo mar-

charse sana y salva, pero en la

confusión del rifirrafe, el religioso

se llevó una cuchillada en la pier-

na. La herida no fue grave, pero le

obligó a caminar despacio y con

muletas durante dos meses. Aca-

baba de dejarlas cuando vivió la

masacre en el recinto de su parro-

quia, donde vive con otros tres sa-

cerdotes combonianos: un italiano,

un etíope y un centroafricano, que

siguen siendo testigos de la recon-

ciliación entre cristianos y musul-

manes en medio de un ambiente

de odio interconfesional.

“El ángel de Dungu”La llaman “el ángel de Dungu”.

El año pasado la religiosa agustina

Angélique Namaika se convirtió en

una celebridad mundial al recibir el

prestigioso premio Nansen, que ca-

da año otorga ACNUR a aquellas

personas que se han distinguido

por su labor en favor de los refu-

giados. Llegó a Dungu, en el nores-

te de la República Democrática del

Congo, en 2003, con el encargo de

ocuparse de la formación de las

postulantes de su congregación.

Acababa de terminar varios años de

estudios de trabajo social en Kin-

shasa y pronto tuvo ocasión de em-

pezar a poner en práctica lo que

había aprendido, compaginando su

labor como formadora con la aten-

ción a mujeres vulnerables.

A partir de 2008, Dungu se con-

virtió en el epicentro de la crisis

que padeció el noreste del Congo a

16 misioneros NÚM. 151, ENERO DE 2015

Page 7: Misioneros Nº 151

causa de los ataques del Ejército

de Resistencia del Señor, el temido

LRA de Joseph Kony. En diciembre

de ese año, los crueles rebeldes

ugandeses mataron a varios cien-

tos de personas durante el día de

Navidad en localidades del distrito

del Alto Uelé, en la Provincia Orien-

tal, como Faradje, Doroma y Nian-

gara. Un año después, también en

fechas navideñas, repitieron las

masacres y, esa vez, llegaron a Dun-

gu. Una de las hermanas de comu-

nidad de Angélique resultó muerta

en los ataques, y ella, junto con el

resto de las monjas de su comuni-

dad, escapó a la selva, donde pasó

varios días escondida en condicio-

nes muy precarias, junto con nu-

merosas personas que huyeron de

sus hogares. Esta experiencia, se-

gún confiesa, le hizo tener más em-

patía por las personas que más su-

fren a causa de la violencia.

Algunas de ellas, sobre todo las

mujeres que han sido víctimas de

los ataques del LRA, llegan, en tor-

no a las siete de la mañana, a la pa-

nadería, que es el centro de las ac-

tividades del CRAD (Centro de Re-

habilitación y Ayuda al desarrollo),

el nombre oficial de esta iniciativa

al frente de la cual está la hermana

Angélique. Muchas de ellas fueron

secuestradas por el LRA y, tras pa-

sar varios meses o años en cautivi-

dad como esclavas sexuales, pudie-

ron escapar o fueron liberadas por

sus propios captores. Traumatiza-

das, sin recursos y a menudo mar-

ginadas en sus propias comunida-

des de origen, no resulta fácil para

estas víctimas enfrentarse a los

desafíos de su nueva vida. Sentadas

en un banco mientras esperan a

que la panadería abra sus puertas,

la hermana charla con algunas de

ellas. Según cuenta, desde que em-

pezó este trabajo en el año 2010,

pasa muchas horas a la semana es-

cuchando sus problemas. Algunas

de ellas vienen en bicicleta desde

pueblos a 45 kilómetros de distan-

cia, compran su cargamento de

pan a un precio bajo y lo revenden

en sus comunidades de origen pa-

ra sacar algún beneficio que les

permita tener ingresos.

La panadería es sencilla, pulcra

y funcional, con su máquina para

mezclar la masa, el horno, una sa-

la con grandes mesas y dos alma-

cenes. Fue construida el año pasa-

do, con la dotación económica que

la hermana recibió en septiembre,

al ser galardonada con el premio

Nansen. En una pequeña oficina

contigua al horno, dos mujeres sa-

can montones de uniformes esco-

lares recién confeccionados, que

serán vendidos a las escuelas de

Dungu; gracias a estos ingresos,

podrán sostener a sus familias. Las

mujeres del grupo de corte y con-

fección trabajan también en un

proyecto agrícola gestionado co-

mo cooperativa, que en esta época

del año –cuando se recoge la cose-

cha– exige muchas manos.

Al lado de la panadería, en una

gran tienda de campaña levantada

en una explanada, otro grupito de

mujeres sigue un curso de alfa-

betización. En el mismo recinto,

NÚM. 151, ENERO DE 2015 misioneros 17

Angélique posa junto a algunas de sus jóvenes protegidas.

Page 8: Misioneros Nº 151

varios hombres levantan una ca-

sa que servirá de aula para aco-

ger a las mujeres que reciben cla-

ses de costura con máquinas de

coser. Y, en una casa situada a po-

cos metros, varias jóvenes se ocu-

pan de 15 niños huérfanos. En-

frente se alza un edificio recién

terminado, que en octubre comen-

zará a funcionar como dispensario

para ayudar a mujeres vulnera-

bles. Todo un “hospital de campa-

ña” –como define Francisco a la

Iglesia– donde muchas mujeres

encuentran a diario enseñanza, in-

gresos para sus familias, y consue-

lo de manos de esta religiosa que

recorre las calles de Dungu en bi-

cicleta, sorteando los numerosos

charcos de los caminos.

Evangelizar desde el 13.º piso

El padre Daniel Cerezo, misio-

nero comboniano, natural de Bur-

gos, trabaja en China desde el año

1991. Vive junto con dos de sus

compañeros de comunidad en un

minúsculo apartamento situado en

la planta 13 de un bloque de 24 pi-

sos de Macao, la antigua colonia

portuguesa, actualmente parte del

gigante asiático. “Un poco enjaula-

dos, pero se puede vivir”, cuenta en

su libro de reciente publicación Pin-

celadas desde China con amor. “En el

piso 13, los vecinos nos vemos en

el ascensor, algún saludo y poco

más. La verdad es que hay algún

vecino al que solo veo tres o cuatro

veces al año. No es que no estén en

Macao, pero los horarios que llevan

–sobre todo los que trabajan en los

casinos (24 horas abiertos)– hacen

que sea difícil encontrarnos con

ellos. Aunque no tengamos mucho

contacto, estoy seguro de que ya

saben todos los pormenores de es-

tos extranjeros, los únicos que vi-

ven en este bloque de 24 plantas,

de ocho pisos cada una. En total,

192 viviendas. Hay unos vecinos,

pero solo de ventana, del otro blo-

que, que son del piso 12 y a los que

cada mañana, cuando me levanto a

las cinco y media, veo delante de su

altar budista haciendo sus reveren-

cias y oraciones. Quizás a ellos les

llame la atención lo mismo de no-

sotros, ya que nuestra capilla está

enfrente de su piso”.

China es un país donde existen

aún toda clase de cortapisas para

el ejercicio de la libertad religiosa,

y no son raros los casos de obispos

católicos en arresto domiciliario

por no haberse plegado a las exi-

gencias del férreo control que ejer-

cen las autoridades que no toleran

la independencia de la Iglesia. “Las

multinacionales que abren oficinas

en China tienen el derecho a asig-

nar a su propio personal sin inter-

ferencia alguna. En cambio, por lo

que se refiere a la Iglesia católica,

18 misioneros NÚM. 151, ENERO DE 2015

Daniel Cerezo, misionero comboniano, lleva 23 años en China.

Page 9: Misioneros Nº 151

las autoridades se atribuyen dere-

chos incompatibles con la fe cris-

tiana”. Los misioneros que, como el

padre Daniel, ejercen su ministerio

itinerante en algunas de las dióce-

sis del inmenso país tienen que pe-

dir un visado cada vez que quieren

viajar a su interior, y una vez en

esos pueblos remotos, donde apo-

yan a la modesta Iglesia local, tie-

nen que tomar mil precauciones

para que su presencia no llame la

atención de las autoridades.

En su humilde comunidad si-

tuada en el piso número trece, la

rutina del día se desarrolla de la si-

guiente manera: “Comenzamos

con la eucaristía a las 6.30 de la

mañana. A veces vamos a celebrar

fuera, normalmente de viernes a

domingo. La celebración es siem-

pre en chino, cantonés o mandarín.

Después del desayuno vamos a la

oficina de Fen Xiang (una asocia-

ción formada por los combonianos,

que desarrolla una enorme labor

social y caritativa en varias dióce-

sis del país)... Allí preparamos todo

el trabajo de cara a China, los pro-

yectos formativos, a favor de los

niños pobres cuyas familias no

pueden pagar la escuela, la forma-

ción de religiosas y seminaristas de

diócesis pobres. Casi todo este tra-

bajo se hace en chino, lo cual lleva

muchísimo tiempo. Por la tarde

volvemos a las seis, rezamos y se-

guidamente tenemos la cena. A las

siete y cuarto solemos escuchar las

noticias en chino para enterarnos

un poco más de la vida de Macao

y del mundo. Después suelo cami-

nar en la orilla del mar, a cinco mi-

nutos a pie... Desde el 13.º se ve la

frontera con China. Enfrente hay

bloques de pisos por todas partes.

Se vive en un sitio y se trabaja con

la mente a dos o tres mil kilóme-

tros de donde se vive”.

JOSÉ CARLOS RODRÍGUEZ

Cristianos chinos rezan en el santuario mariano de Dongergou.

egún datos actuali-zados de la Confe-rencia Episcopal Es-

pañola, los religiosos querealizan su labor en nues-tro país son 60.927(49.312 religiosas y 11.615religiosos). En España hay113 congregaciones mascu-linas y 299 femeninas (ins-critas en la CONFER).

El total de misionerosespañoles (en 130 países)ronda los 14.000. La mayorparte de ellos pertenecen ainstitutos de vida consagra-da: 4.500 son religiosos y7.500, religiosas. A elloshay que añadir 900 sacer-dotes diocesanos y algomás de 1.100 laicos quehan decidido entregar su vi-da como misioneros en di-ferentes lugares del mundo.

Cifras para elseguimiento de Jesús

S

uando todos se vanellos se quedan esel título de un libro

recién publicado que reco-ge testimonios de religiososmisioneros en países enguerra. Escrito por los pe-riodistas Pablo GutiérrezCarreras y Noelia GarcíaAyuela para Ayuda a laIglesia Necesitada, describecómo lo más noble de lavida misionera es quedarsecon el pueblo cuando llegaun conflicto armado; y lohace dejando la palabra aalgunos de los misionerosque viven estas situacionesdurísimas. Como dice unade las personas que les hapuesto el micrófono delan-te: "Remunerar su labor se-ría imposible".

NÚM. 151, ENERO DE 2015 misioneros 19

C

Religiosos enmedio de la guerra

Page 10: Misioneros Nº 151

Fueron 35 segundos. Latierra tembló aquel 12 deenero de 2010. 7,3 gra-dos en la escala Richter.

El tiempo se detuvo para el paísmás pobre de América. Más de230.000 fallecidos y 1,5 millonesde personas sin hogar. Han pasa-do cinco años del terremoto y aHaití le cuesta ponerse frente alespejo para reconocerse. Más de85.000 personas viven todavía enlos campamentos de refugiados yquienes han recuperado un techodonde dormir apenas cuentan conmedios para salir adelante.

Según un estudio elaboradopor el Observatorio Nacional de laPobreza y el Banco Mundial, el

24% de la población haitiana viveen una situación de pobreza extre-ma, mientras que en 2012 ascen-día al 31%. Otro logro destacadoha sido el aumento de la tasa deescolarización: de un 78%, a un90%. El informe Haití: invertir en

los seres humanos para luchar con-

tra la pobreza recoge, sin embargo,que el 64% de la riqueza del paísestá en manos del 20% de la po-blación, por lo que propone medi-das para un crecimiento más in-clusivo y la urgencia de promoverpuestos de trabajo y protecciónsocial para los más desfavorecidos.La zona metropolitana de PuertoPríncipe ha sido la principal bene-ficiada de esta leve mejoría, frente

24 misioneros NÚM. 151, ENERO DE 2015

Han pasado cinco añosy al país más pobre deAmérica le cuesta des-

pertar del terremotoque sepultó su presente

y parte de su futuro.Aunque los índices depobreza extrema han

descendido, todavíaqueda mucho por ha-cer. En medio de una

crisis política e institu-cional, los misioneros

reclaman un sistema sa-nitario y educativo másvertebrado para poderponer unos cimientos

sólidos que permitan alpaís salir adelante.

RECONSTRUIR LA ESPERANZA

P R I M E R P L A N O

HAITÍ

Page 11: Misioneros Nº 151

a las zonas rurales, donde la recu-peración es más lenta. “Quienesviven lejos de la capital tienenmuy limitado el acceso a los servi-cios básicos y la mayoría de lasfamilias no pueden pagar las fac-turas sanitarias o el colegio de sushijos”, analiza Mary Barton-Dock,directora regional del Banco Mun-dial en Haití. Más de seis millonesde haitianos, el 60% de la pobla-ción, viven con menos de dos eu-ros al día. El salario mínimo está

situado en los 225 gourdes al día,rozando los 4 euros, cuando solola cesta de la compra asciende a429 gourdes y los gastos básicosde vivienda y transporte se sitúanen los 1.000 gourdes.

Confianza en el futuroPero ¿cómo se viven estos índi-

ces económicos a pie de calle? “Pa-ra mí, ver gente que lucha por vi-vir mejor es siempre un signo deesperanza. En nuestro taller de or-

topedia estamos formando a un jo-ven haitiano que lleva tres añosestudiando aquí como técnico or-topeda por la universidad DonBosco de El Salvador, y termina enfebrero. Con él, ya no necesitare-mos técnicos extranjeros paramantener el taller. ¿No me ha dedar eso esperanza?”, se preguntala misionera Isa Solá, religiosa deJesús-María, orgullosa de ver cómoson los haitianos quienes están to-mado las riendas de su futuro:“Cuando médicos haitianos y otraspersonas incluso sin estudios seme ofrecen –idea suya, lo subra-yo...– para formar una clínica mó-vil y atender a los más pobres, ¿noda eso esperanza? Llevamos unaño saliendo una vez al mes a pue-blos bien aislados y desatendidos.Estos haitianos dan su tiempo, susconocimientos y su esfuerzo paraayudar a los suyos. Cuando un am-putado se pone de pie sobre sunueva prótesis y sonríe, o cuandolas calles están llenas de niños quevan a la escuela..., ¿esto qué es?¿No es esperanza?”. Así contemplaesta misionera a unos hombres ymujeres que considera ejempla-

El 24% de la población haitianasigue viviendo hoy en

situación de pobreza extrema.

NÚM. 151, ENERO DE 2015 misioneros 25

Isa Solá

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res: “Los haitianos son de unafortaleza titánica. Es un pueblo

acostumbrado al sufrimiento. Des-de el tiempo de la esclavitud no re-ciben más que palos. Pero miranadelante, claro que sí. Yo admirosu aguante, su fortaleza”. Precisa-mente cuando echa la vista atrás,al terremoto, redescubre en ellos larazón de su misión. Apenas lleva-ba un año en Haití, después de pa-sar 14 años en Guinea Ecuatorial.Tanto la escuela como su comuni-dad quedaron entonces reducidasa la nada: “Nunca he visto a Diosmás presente y más activo en todami vida. Grité de rabia y de dolor

cuando me vi rodeada de muertosy yo viva, pero después he tenidoel privilegio de ser testigo de mu-chos milagros y de muchas mara-villas. Es un pueblo que renace ca-da vez de sus cenizas... y eso me-rece toda nuestra admiración yrespeto. Los haitianos me hacenmás creyente y me exigen cada díaser coherente con mi fe. ¿Misione-ra yo? No, no sé quién evangelizaa quién”.

Esta mirada ilusionante no lehace a Isa dejar de ser conscientede la gravedad de la situacióncinco años después. “Quizás mehe acostumbrado un poco a ver la

realidad de la capital, Puerto Prín-cipe, pero cuando contemplo lascaras de la gente que viene defuera y ve cómo está todo, a ve-ces me tengo que decir: ‘Isa, real-mente es terrorífico’. No estamosante una coyuntura de emergen-cia, de salir corriendo, como cuan-do ocurrió el terremoto, pero lamiseria es también una emergen-cia a la que nos acostumbramos yya no reaccionamos”, reflexiona.

Es cierto que el 60% de la ayu-da prometida a Haití por la comu-nidad internacional llegó en losdos primeros años. Pero otras par-tidas se quedaron por el camino. O

no se distribuyeron de forma efi-caz. En algunos casos, la recons-trucción se ha convertido en unnegocio en manos de inversoresnorteamericanos que acumulanocho de cada diez euros que en-tran en el país. Esto ha ocasiona-do que la dependencia del exteriorno se haya reducido, lo que limitael crecimiento productivo de la na-ción. Otro lastre es el fracaso de la

Minustah, la Misión de NacionesUnidas para la Estabilización deHaití, bajo el liderazgo de Brasil.Integrada por fuerzas de seguri-dad de 50 países, llegó a la isla ha-ce diez años para hacer frente a laescalada de violencia generada araíz del Gobierno de Jean-Bertrand

Aristide. “Haití necesita menos co-rrupción y un Gobierno mejor or-ganizado y con las prioridades cla-

26 misioneros NÚM. 151, ENERO DE 2015

En estos momentos las necesidadesmás apremiantes para Haití estánen el campo sanitario y educativo.

P R I M E R P L A N O

Page 13: Misioneros Nº 151

ras, menos centrado en la luchapor el poder y más volcado en laeducación y la sanidad, que es loque va peor. En lo referente a lasONG, por ejemplo, es un escánda-lo. Hay cantidad de organizacionesque se enriquecen de la miseria deHaití. No hacen proyectos que me-rezcan la pena, que miren al futu-ro, que formen a los haitianos. Yoecharía a muchas y me quedaríacon las que han demostrado su ex-periencia y valía en otras mate-rias. Las demás son farsas”.

Este análisis de la realidad y losretos más inmediatos son compar-tidos por Jordi Bach, director deCesal en Haití, ONG ligada al mo-vimiento Comunión y Liberación:“En Haití está todo por hacer. Lasestructuras y servicios del Estadodeben fortalecerse, pero a su vezdebe disminuir la ‘cultura’ de lacorrupción entre los funcionariosy políticos. Una cultura más parti-cipativa, transparente y solidaria

debe llegar a cada rincón de la so-ciedad. Haití debe apostar por unaeducación de mayor calidad y másaccesible, proteger sus recursosnaturales, fomentar la descentrali-zación y apoyar la producción lo-cal. La comunidad internacionaldebe apoyar el proceso de refun-dación nacional que vive Haití,donde prime un desarrollo mássostenible y respetuoso con el me-dio ambiente”. Cesal está presenteen el país desde 2007 y actual-mente centra sus esfuerzos enprogramas de nutrición y en ense-ñanza de oficios en Puerto Prínci-pe, además de apoyar a familias decampesinos en unos municipiosrurales de la frontera, para mejo-rar sus condiciones de vida y evi-tar que emigren hacia los barriosmarginales de la capital o pasenilegalmente a la República Domi-nicana. “Este año iniciamos ungran programa de mejora de laeducación básica en esa zona, y se

beneficiarán más de 40 escuelasrurales”, detalla Bach.

Crisis institucionalesEl país acumula en estos meses

su enésima crisis institucional. Lafalta de estabilidad política ha lle-gado a aplazar en varias ocasionesla celebración de elecciones muni-cipales y parlamentarias. A pesarde la mediación de la Iglesia paralograr un acuerdo firmado por lamayoría de los partidos políticos,finalmente los comicios que se fija-ron para el 26 de octubre no se pu-dieron celebrar, debido a que la co-rrespondiente ley electoral se en-cuentra bloqueada en el Senado.Este enfrentamiento entre los po-deres legislativo y ejecutivo se hatrasladado a las calles, donde laoposición encabeza las manifesta-ciones contra el presidente, Michel

Martelly, acusándole de liderar unGobierno corrupto, que silencia aquienes plantean una alternativa.El episodio más reciente fue la re-nuncia del primer ministro, La-

ruent Lamothe, días antes de Navi-dad, quien fue sustituido por Evans

Paul, un viejo conocido de los hai-tianos, que ya encabezó el movi-miento para derrocar al dictadorDuvalier en los 80; Evans Paul fuealcalde de Puerto Príncipe en los 90y, más tarde, socio de Aristide. Aho-ra el temor de la población se cen-tra en la tentación de que Martellygobierne por decreto, ya que el 15de enero expiraba el plazo para re-novar la composición del Parlamen-to. Ante esta realidad, se ha com-prometido a formar un Gobierno deconsenso, manteniendo a los sena-dores en funciones hasta que se ce-lebren elecciones legislativas, den-tro del primer trimestre de 2015.

“Haití necesita de hombres ymujeres que vivan su humanidadhasta el fondo: los proyectos yprogramas de desarrollo no lle-

NÚM. 151, ENERO DE 2015 misioneros 27

Jordi Bach

Page 14: Misioneros Nº 151

varán a nada si no están hechospara una humanidad que se po-

ne frente a la realidad y la obser-va desde todas las perspectivasposibles”, apunta sor Marcella Ca-

tozza, hermana de la FraternidadFranciscana Misionera y colabora-dora de Cesal, que lleva desde2005 en Waf Jeremie, el barrio dechabolas más conflictivo de Puer-to Príncipe: “Soy responsable deuna clínica que cada día se ocupade cerca de 200 niños enfermos y50 mujeres embarazadas, una es-cuela con 350 niños, una guarde-ría con 160 pequeños y una casade acogida para 85 niños huérfa-nos de padres muertos por causadel sida”. Allí se enfrenta día trasdía al sufrimiento de sus vecinos.“No hay respuesta al dolor delhombre sino desde la humanidadde Cristo. No hay nada más quepueda responder al sufrimientode un pueblo: ‘El Verbo se hizocarne’. Cada vez que miro el mis-mo dolor del hombre de Haití des-pués de mucho tiempo deseandobuscar soluciones humanas, ter-mino el día cansada, de rodillas,frente a Él: el misterio de su Amorme deja en paz. El dolor nos po-ne directamente en la medida delamor de Dios”.

Contra el olvido“¡Nos nos olvidemos de Haití!”.

Es el grito que nace de Natividad

Ruiz, carmelita vedruna, al con-templar de primera mano cómo sevive en el barrio de Tabarre, enPuerto Príncipe. “Cuando en enerode 2010 el terrible seísmo azotóHaití, destruyendo su capital, mispropios ojos me hicieron ver y oír,a través de los medios de comuni-

cación, el grito de todo un pue-blo... Esto me llevo a abandonarpor un tiempo mi comodidad pa-ra conocer en primera persona talsituación. Mi congregación acogiócon agrado mi disponibilidad yme puse en camino con Mensaje-ros de la Paz. Ya en Haití y convi-viendo con ellos, me di cuenta deque no podía estar tranquila conla espina tan dolorosa que sufríaeste pueblo”. Pasó seis meses for-mando parte de los equipos deemergencia de voluntarios y, des-de 2011, viaja con un grupo deocho jóvenes y adultos para reali-zar un campo de trabajo, siendoeste el germen de la ONG “Haitívive”, para financiar proyectos dedesarrollo promovidos por entida-

des eclesiales. “Si lo comparo conel principio, veo algo de mejoría,en cuanto que se puede caminarpor las calles sin escombros... Perola pobreza y miseria te sigue en-cogiendo todo tu ser y te planteagrandes interrogaciones. ¿Por quéellos sí y yo no? ¿Por qué tantasfronteras y tantos esclavos en estesiglo? ¿Por qué hay tantos niñossin escuela en el siglo XXI? ¿Porqué no pueden comer una vez aldía? ¿Dónde están los Gobier-nos?”. Es a partir de estas pregun-tas desde donde Natividad se plan-tea las necesidades más apremian-tes para Haití. Al igual que otrosmisioneros, considera que los es-fuerzos deben centrarse en los ám-bitos sanitario y educativo, pero

28 misioneros NÚM. 151, ENERO DE 2015

Natividad Ruiz

Sor Marcella Catozza

Page 15: Misioneros Nº 151

añade otras reivindicaciones con-cretas: “Agua potable, medios pa-ra evitar más muertes por cólera,instalación de luz eléctrica, unavivienda digna con cuatro paredesy un tejado... ¡No más tiendas decampaña con remiendos de plásti-co, donde el sol les come!”. Estacarmelita vedruna ha experimen-tado cómo los haitianos le hancambiado su perspectiva del es-fuerzo, de la entrega. “Me han mi-sionado. Me han enseñado a son-reír, porque han encontrado elGran Tesoro que no se ha llevadoel terremoto. Por eso nos ha lle-gado el contagio de quienes tie-nen la alegría del tesoro preciosoque es Jesús mismo”.

JOSÉ BELTRÁN

Relanzar la ayuda,objetivo del Papaobjetivo del Papa

i hay una ins-titución queha vivido con

una vigilancia activalos pasos que sehan ido dando enestos años en Haití,esa es la Santa Se-de. Prueba de elloes la conferenciaconvocada en elVaticano por el pa-pa Francisco parael 10 de enero. Elencuentro está or-ganizado por laPontificia Comisiónpara América Latinay el Pontificio Con-sejo Cor Unum, encolaboración conlos obispos locales.

Precisamente,el presidente deCor Unum, elcardenal nige-riano RobertSarah, viajó aHaití del 25 al29 de noviem-bre; una visitaque inició horasdespués de quefuera nombradonuevo prefectopara la Congre-gación del CultoDivino y la Dis-ciplina de losSacramentos."Cuando se produjola catástrofe, se co-menzaron a recibirdonaciones en laSanta Sede para lareconstrucción deHaití, superándoseel millón de euros.Con este presu-

puesto nos pusimosa trabajar, y frutode ello son algunosde los proyectosque hemos inaugu-rado en nombre delPapa, como la es-cuela Notre Damedes Anges en Leo-gane, administradapor la Compañía deJesús, o la catedralde Miragoane, unaciudad costera enHaití occidental",comenta SegundoTejado, subsecreta-rio de Cor Unum,que viajó con elcardenal Sarah.

"Estuve nada másocurrir la tragedia y

hace dos años ymedio. En este nue-vo viaje, he podidover cómo ha madu-rado la Iglesia hai-tiana, cómo se haido trabajando pararesponder a unaemergencia de es-tas características.

Me sigue sorpren-diendo el grado demiseria que vivenallí las gentes y có-mo, sin embargo,esto no les afectapara mirar con es-peranza en su día adía. Son pueblos jó-venes y los niñossiempre son signode alegría y garan-tía de futuro", seña-la Segundo Tejado,quien afronta conoptimismo el en-cuentro multilateralque acogerá el Vati-cano. "Se quiere quesea una cita emi-nentemente prácti-ca y técnica para

poder relanzar laayuda a Haití; quedamucho capital porinvertir del que sedonó. Se busca quelos obispos localestomen las riendas yplanteen los pro-yectos que estimanprioritarios".

S

NÚM. 151, ENERO DE 2015 misioneros 29

Inauguración de la escuela Nuestra Sra. de los Ángeles, en Leogane.

Page 16: Misioneros Nº 151

"Iglesia sin fronteras: madre de to-dos". Este es el lema de la JornadaMundial del Emigrante y del Refugia-do que la Iglesia católica celebra es-te 18 de enero. En el mensaje pre-parado para la ocasión, el papaFrancisco nos invita a cuidar de estesufrido colectivo y a ver en él a Jesús.Un llamamiento que, a día de hoy, sigue sinser escuchado lo más mínimo por los Gobier-nos de los países ricos, que apuestan única-mente por blindar las fronteras para combatirla inmigración ilegal.

I N F O R M E

a fotografía dio la vuelta al

mundo hace unos meses.

Una decena de inmigrantes

subsaharianos permanecían

encaramados a la valla de Melilla,

vigilados de cerca por la policía,

mientras unos metros más allá, al

otro lado, varias personas jugaban

plácidamente al golf. Pocas veces

una imagen había reflejado tan

certeramente el drama de la inmi-

gración: en una parte, allá, sufri-

miento, malos tratos, miseria,

frustración y desesperación; en la

otra, aquí, bienestar por un lado, e

incomprensión, indife-

rencia y hasta criminali-

zación del que quiere en-

trar, por otro. Y en medio,

una triple valla, cada vez

más alta, cada vez más letal.

Las vallas, unas veces; y el

mar, otras. Al menos 3.419 in-

migrantes murieron ahogados el

año pasado en el Mediterráneo

tratando de llegar a Europa, según

datos del Alto Comisionado de Na-

ciones Unidas para los Refugiados

(ACNUR) difundidos a principios de

diciembre. Un número muy supe-

L

30 misioneros NÚM. 151, ENERO DE 2015

Page 17: Misioneros Nº 151

rior al de 2011, un año ya aciago de

por sí; una cifra enorme (superior,

incluso, al número de víctimas en

los atentados del 11-S), que proba-

blemente se queda corta, pues de

muchos naufragios no se entera na-

die. ¡Y eso, solo en Europa! Porque

los datos, a nivel mundial, elevan el

número de fallecidos a 4.272.

Que la inmigración es un fenó-

meno global que va a más, no ad-

mite dudas. Según la citada agen-

cia de la ONU, 348.000 personas

arriesgaron sus vidas cruzando

algún mar en el año que acaba-

mos de dejar; 207.000 de ellas, en

el Mediterráneo, en donde la ma-

rina italiana socorrió a ¡más de

100.000! en el marco de la opera-

ción Mare Nostrum, una misión

puesta en marcha en ese país des-

pués de que el papa Francisco vi-

sitase la isla de Lampedusa y pu-

siese el grito en el cielo tras un

naufragio, el 3 de octubre de 2013,

en el que perecieron 368 inmi-

grantes, la mayoría de ellos de

origen eritreo. Pese a su éxito –co-

mo ya se ha señalado, más de

100.000 vidas salvadas–, esa mi-

sión del Gobierno italiano fue

clausurada el pasado 1 de no-

viembre, debido a su alto coste

Page 18: Misioneros Nº 151

32 misioneros NÚM. 151, ENERO DE 2015

(300.000 euros diarios), así como

a la falta de solidaridad en la

acogida de los recién llegados por

parte del resto de países europeos.

Nadie los quiereY es que nadie quiere a los in-

migrantes. No tanto por inmigran-

tes, cuanto por pobres que, con su

sola presencia, amenazan el siste-

ma de bienestar. Canadá, por

ejemplo, acaba de poner en mar-

cha un nuevo sistema de selección

para la admisión de extranjeros.

Desde el pasado 1 de enero, las so-

licitudes ya no se procesan por or-

den de recepción, como hasta aho-

ra, sino por criterios de interés

económico. Es decir, los candida-

tos considerados “deseables” se

saltan esa supuesta lista de espera

y en seis meses pueden obtener la

residencia permanente. Y ello, por-

que se supone que su valía profe-

sional ayudará “a la prosperidad

de la economía canadiense”, en

palabras del ministro de Inmigra-

ción, Chris Alexander.

Los países desarrollados no se

andan por las ramas a la hora de

actuar contra quienes están en si-

tuación irregular. La Unión Euro-

pea lleva a cabo desde hace tres o

cuatro años, de manera periódica,

una gran redada policial en los 26

países con libre circulación de per-

sonas (espacio Schengen), para,

por un lado, “detener a los irregu-

lares” y expulsarlos, y por otro,

“recoger información para los ser-

vicios de inteligencia” que luchan

contra el crimen organizado y las

rutas de inmigración ilegal. No es-

tá claro, sin embargo, y así lo han

denunciado organismos como Cá-

ritas, CONFER y la Comisión Epis-

copal de Migraciones de la Confe-

rencia Episcopal, que en estos ope-

rativos no se violen sus derechos.

Israel, por ejemplo, ya va por la

tercera ley de inmigración en poco

tiempo (el Tribunal Supremo anuló

las dos anteriores, por violar los

derechos de los inmigrantes) y, aún

así, la nueva normativa permite al

Gobierno mantener encerrados en

una cárcel del desierto del Neguev

durante más de 20 meses a aque-

llos africanos que lleguen al país

ilegalmente. Australia ha decidido

que no quiere más “sin papeles” en

su territorio y, desde hace unos

meses, los pasajeros de todas las

embarcaciones clandestinas que

llegan a sus aguas son transferidos

inmediatamente a la isla de Nauru,

en la Polinesia, y a Camboya, país

situado a varios miles de kilóme-

tros, pero con el que ha firmado un

tratado para que los acoja.

INFORME JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO

Page 19: Misioneros Nº 151

Aunque, bien mirado, no hay

que irse tan lejos. En España, el

Gobierno está reformando en las

Cortes la actual Ley de Extranjería

para tratar de dar cobertura legal

a las expulsiones sumarias en la

frontera de Ceuta y Melilla –las lla-

madas “expulsiones en caliente”–,

tan vergonzosas e inhumanas has-

ta ahora como ilegales.

Europeos ricos, europeos pobres

En las inmediaciones de estas

dos ciudades españolas, miles de

subsaharianos esperan su oportu-

nidad para ingresar en el “paraíso

europeo”. En Calais (Francia) entre

2.000 y 3.000 inmigrantes, la ma-

yoría eritreos y sudaneses, aguar-

dan también la suya para acceder

ilegalmente al Reino Unido. El fu-

turo de estos últimos, que malvi-

ven en campamentos improvisa-

dos, sin agua ni electricidad, se an-

toja muy negro, en vista de la in-

transigente política migratoria del

Gobierno tory de Londres. Intransi-

gencia no solo con la inmigración

clandestina, sino incluso con la le-

gal procedente de la misma Unión

Europea (UE) de la que forma par-

te. El primer ministro, David Ca-

meron, ha anunciado que en ade-

lante su país expulsará a los ciu-

dadanos de países de la UE que en

seis meses no encuentren trabajo.

“Este es un tema fácil de expli-

car a la gente de la UE”, dijo Ca-

meron al anunciar toda una bate-

ría de medidas el pasado 28 de no-

viembre. “Si vienes aquí y no tie-

nes trabajo, no recibirás las ayu-

das para los desempleados; y si lo

tienes, no las percibirás hasta que

pasen cuatro años”. Reino Unido

celebra elecciones legislativas el

próximo mes de mayo, y la lucha

contra la inmigración es la punta

de lanza del emergente y eurófobo

partido UKIP. Cameron, que es par-

tidario de “mantener al Reino Uni-

do en una UE reformada”, tiene

previsto convocar en 2017 un refe-

réndum sobre la permanencia o no

de su país dentro de la Unión.

Suiza ya aprobó hace un año,

en un referéndum, limitar la en-

trada de extranjeros (incluidos ciu-

dadanos de la UE, si bien ella no

forma parte del club europeo) pa-

ra frenar la “inmigración masiva”.

En Estados Unidos, por último,

Barack Obama ha aprobado una

reforma que va a aliviar la situa-

ción de unos cinco millones de

“sin papeles”, de los 11,6 millones

que, según el último censo, hay en

el país, la mayoría mexicanos. No

se trata de una regularización en

sí, sino de la cancelación de las po-

sibles deportaciones en caso de

detención. Es decir, a aquellos in-

documentados que cumplan una

serie de requisitos, como ausencia

de antecedentes penales o un

tiempo mínimo de residencia en el

país, se les va a otorgar un permi-

so de residencia y de trabajo tem-

poral de tres años, de manera que,

durante ese plazo, podrán ejercer

su labor de manera legal y ya no

penderá sobre ellos la espada de

Damocles de la expulsión. Eso, cla-

ro está, siempre que acudan a las

ventanillas correspondientes a tra-

mitar los papeles requeridos; y es

que está por ver que lo hagan, to-

da vez que no tienen ninguna ga-

rantía de que no se actúe contra

ellos cuando expire el plazo fijado.

En esta nación, conscientes de

la especial sensibilidad del papa

Francisco hacia los inmigrantes,

NÚM. 151, ENERO DE 2015 misioneros 33

Page 20: Misioneros Nº 151

los obispos de las diócesis fron-

terizas estadounidenses de El Pa-

so y Las Cruces (ambas en Texas) y

los de la diócesis mexicana de Ciu-

dad Juárez han remitido una carta

al Pontífice, en la que le piden que,

cuando en septiembre de este año

viaje a los Estados Unidos para

participar en el Encuentro Mundial

de las Familias que se celebra en

Filadelfia, visite también la fronte-

ra con México, en la que tantas

personas se han dejado la vida.

Problema de todosHasta aquí, el contexto en el

que la Iglesia católica celebra este

18 de enero la Jornada Mundial del

Emigrante y del Refugiado. Un con-

texto, como puede verse, de endu-

recimiento generalizado de las le-

gislaciones de los países desarrolla-

dos contra la inmigración ilegal.

El mensaje del Papa para esta

Jornada, en cambio, nos habla de

“acoger a todos sin discriminacio-

nes ni límites”. Francisco nos re-

cuerda que hay que ver en las per-

sonas que “dejan atrás difíciles

condiciones de vida y todo tipo de

peligros” el rostro sufriente de Je-

sús. Y nos invita a fomentar una

“cultura del encuentro”, superando

“la actitud defensiva y recelosa” ac-

tual, que, en el mejor de los casos,

se limita a la “simple tolerancia”.

La Iglesia no dice, como algu-

nos quieren hacer creer, que hay

que derribar las fronteras, sino

que estas no son un valor absolu-

to. Avisa de que “los movimientos

migratorios han asumido tales di-

mensiones que solo una colabora-

ción sistemática y efectiva que im-

plique a los Estados y a las orga-

nizaciones internacionales puede

regularlos eficazmente y hacerles

frente”. Y denuncia con rotundi-

dad que la desconfianza y el re-

chazo generalizado que los mi-

grantes suscitan, incluso en las co-

munidades eclesiales, “se oponen

al mandamiento bíblico de acoger

con respeto y solidaridad al ex-

tranjero necesitado”.

¿Cómo se ha de abordar, por

tanto, el fenómeno migratorio? El

Pontífice apunta algunas claves en

su mensaje. Para empezar, ningún

país puede afrontarlo por sí solo,

sino que ha de hacerse de manera

conjunta. En segundo lugar, se ha

de actuar sobre la base de “la pro-

tección de la dignidad y centrali-

dad de la persona”. “De este modo

–escribe Francisco–, será más efec-

tiva la lucha contra el tráfico ver-

gonzoso y delictivo de seres hu-

manos, contra la vulneración de

los derechos fundamentales, con-

tra cualquier forma de violencia,

vejación y esclavitud”.

Y en tercer lugar, los Estados

han de actuar con más solidaridad

y menos egoísmo. “A la globaliza-

ción del fenómeno migratorio hay

que responder con la globalización

de la caridad y de la cooperación”,

dice el Papa, quien a continuación

pide que se actúe para que pue-

blos enteros no se vean obligados

“a dejar su patria a causa de gue-

rras y carestías, que a menudo se

concatenan unas a otras”. Todo

ello se puede resumir en un pun-

to: hay que “desarrollar mundial-

34 misioneros NÚM. 151, ENERO DE 2015

INFORME JORNADA MUNDIAL DEL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO

Page 21: Misioneros Nº 151

mente un orden económico-finan-

ciero más justo y equitativo”.

Derechos básicosNo parece que los países desa-

rrollados estén por la labor de im-

plicarse en este nuevo orden, en el

que todos tengan garantizados de-

rechos básicos como la alimenta-

ción, el trabajo, la sanidad, la edu-

cación o la vivienda. Y hacen mal,

porque si quienes en el Tercer

Mundo sufren hambre, guerra o

son perseguidos por sus creencias

o militancia política tuviesen ga-

rantizados estos derechos, las mi-

graciones quedarían reducidas a la

mínima expresión. Y es que nadie

arriesga su vida, ni deja atrás fa-

milia y patria, sin una buena ra-

zón. Un ejemplo. Las estadísticas

dicen que uno de cada cuatro in-

migrantes llegados el pasado año

a las costas de Italia procedía de

Siria, un país que lleva casi cuatro

años en una guerra civil que ha

dejado ya más de 200.000 muer-

tos, millón y medio de heridos, y

1,7 millones de refugiados en Lí-

bano, Turquía, Jordania y Egipto.

Pues bien, a comienzos de diciem-

bre el Programa Mundial de Ali-

mentos anunció que se había que-

dado sin fondos para atender a los

refugiados de este conflicto arma-

do, y lanzó una petición de ayuda

urgente para recaudar en tres me-

ses 285 millones de euros. Si no

pudieran restablecerse esas ayu-

das de primera necesidad, ¿qué

podrían hacer, en pleno invierno,

todas esas personas desplazadas y

necesitadas, salvo ponerse en ca-

mino en busca de una nueva vida

en algún paraíso de bienestar?

“Las condiciones degradantes

en las que muchos refugiados tie-

nen que vivir son intolerables”,

denunció el papa Francisco a fina-

les del mes de noviembre, en su

viaje a Turquía. Unos días antes, al

visitar el Parlamento Europeo, ex-

clamó, rotundo: “No se puede to-

lerar que el Mediterráneo se con-

vierta en un gran cementerio”.

“¿Cuántas muertes más necesi-

tamos –se preguntaban en la dió-

cesis de Almería tras el naufragio

de una barcaza que costó la vida a

23 personas, ocho de ellas niños–

para cambiar las políticas migrato-

rias, para dejar de valorar al ser

humano por lo que produce, para

no rechazar a quien es diferente?”.

Ese hundimiento se produjo

frente a las costas del Cabo de Ga-

ta en diciembre. En esos mismos

días, Peter Angelina, un nigeriano

de 35 años que sobrevive en Sevi-

lla vendiendo pañuelos en un se-

máforo, nos daba una lección de

honradez al encontrar una cartera

con 3.150 euros en metálico y seis

cheques nominativos por otros

13.000 euros, y entregarla a la po-

licía. Cuando le preguntaron por

qué no cogió el dinero y tiró el ma-

letín, Peter –médico de profesión

en su país de origen– respondió:

“Yo no soy así, y además a Dios no

le habría gustado”.

JOSÉ IGNACIO RIVARÉS

os refugiados soninmigrantes quesufren persecución

en sus países de origen, alos que no pueden o quie-ren regresar, por conside-rar que su vida correpeligro. Y su número nodeja de crecer. Según elACNUR, el organismo dela ONU encargado de ve-lar por ellos, ha alcanzadoya los 16,7 millones, cifraque se eleva hasta los51,2 millones si se cuen-tan también los desplaza-dos internos dentro de suspaíses de procedencia.

ACNUR inició el pasado4 de noviembre una cam-paña ("I belong", "Yo per-tenezco") a favor de unsegundo colectivo: losapátridas, personas a lasque ningún país reconocecomo ciudadanos. Losapátridas son personassin derechos, "fantasmaslegales" invisibles para lasadministraciones. Su nú-mero alcanza los diez mi-llones. Myanmar es elpaís con mayor númerode apátridas en todo elmundo: unos 800.000. Setrata de hombres, muje-res y niños de la etnia ro-hingya, de fe musulmana,a los que se niega la ciu-dadanía de acuerdo a unaley de 1982. En Bangla-desh hay también 600.000biharis, ex ciudadanos so-viéticos que siguen sinciudadanía 23 años des-pués de la disolución dela antigua URSS.

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Refugiadosy apátridas

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