Navjminovich, La Complejidad de Los Paradigmas a Las Figuras Del Pensar

7/23/2019 Navjminovich, La Complejidad de Los Paradigmas a Las Figuras Del Pensar

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La complejidad: De los paradigmas a las figuras del pensar *

Dra. Denise Najmanovichi

Resumen:

El tránsito hacia un pensamiento complejo no implica meramente un cambio de

paradigmas, sino que se trata de una transformación global de nuestra forma de

eperimentar el mundo, de co!construirlo en las interacciones, de producir " validar el

conocimiento. #a pretensión de $enchalecar% la complejidad en un paradigma o de

pretender que se trata meramente de una nueva metodolog&a, constitu"e un enfoque no

sólo simplista sino peligroso de la complejidad. El trabajo eplora la genealog&a de la

noción de m'todo, sus virtudes, l&mites " peligros con el objetivo de abrir las perspectivas desde las cuales estamos constru"endo en la contemporaneidad un nuevo

modo de ciencia " de eperiencia capa( de dar cuenta " hacer honor a la complejidad.

$ No hay método no hay receta

sólo una larga preparación”

G. Deleuze

El tránsito desde una perspectiva intelectual que privilegia la simplicidad a los

enfoques que pretenden abrevar en la complejidad está signado por una transformación

radical del sistema global de producción, validación " circulación de conocimientos. )n

abordaje complejo de la complejidad implica desembara(arse de las pretensiones de

mantenerla cercada, de formali(arla, de atraparla en un modelo, de constre*irla a un

paradigma. Desde mi perspectiva, la complejidad no es una meta a la que arribar sino

una forma de cuestionamiento e interacción con el mundo, constitu"e a la ve( un estilo

cognitivo " una práctica rigurosa que no se atiene a $estándares% ni a $modelos a

priori%. No se trata de un nuevo sistema totali(ante, de una teor&a omnicomprensiva,

sino de un pro"ecto siempre vigente " siempre en evolución. +ara que su potencia se

etienda " la metáfora que implica se encarne en mltiples figuras del pensamiento,

para que insemine distintas áreas " cruce las fronteras disciplinarias, en suma, para

- +resentado en el +rimer eminario /ienal de 0mplicaciones 1ilosóficas de las 2iencias de la

2omplejidad. #a 3abana, Enero 4556. +ublicado en al Revista Emergence 7en prensa8.i 9icepresidenta de 1undared 71undación para la promoción de las redes sociales8. +rofesora titular de

Epistemolog&a de las 2iencias ociales " Epistemolog&a de la +sicolog&a ocial, )niversidad 2E2E,/uenos ires, rgentina. E!mail: najmanov;mail.retina.ar

mailto:[email protected]





hacer honor a la complejidad, es preciso tomar en serio la advertencia de Deleu(e: $ No

hay método, no hay receta, sólo una larga preparacióni%.

<uchos están deseosos de al(arse con el $cop"right% de la complejidad, de hacer de ella

su propio coto privado. +ara aventar este peligro es preciso una refleión a fondo sobre

las pretensiones de aquellos que sostienen que eiste un $m'todo% o un $paradigma% de

la complejidad " se presentan como adelantados, propietarios, o sacerdotes de ese nuevo

culto.

Desde luego que eisten nuevas metáforas, modelos " prácticas que nos han llevado a

concebir la idea de un cambio de paradigmas en las ciencias. +ero la complejidad no se

limita en absoluto a ellos. =, fundamentalmente, se resiste a incluirse en un sistema a!

priori, en un esquema preconcebido, en una práctica completamente estandari(ada.

El método

#a noción clásica de $m'todo%, fundamental para la perspectiva cognitiva de la

simplicidad, resulta ho" un chaleco de fuer(a que traba el desarrollo del pensamiento

complejo " por lo tanto propongo hacer una revisión de su genealog&a, su importancia,

sus virtudes, sus l&mites " peligros.

leandre >o"r' nos ha ense*ado que ninguna ciencia ha comen(ado nunca con un

tratado de m'todo, ni ha progresado gracias a un conjunto de reglas elaboradas de

manera completamente abstracta. in embargo, es eso justamente lo que pretende

hacernos creer Descartes " toda una cohorte de pensadores que le sucedieron.

$ El Discurso del Método fue escrito después de los ensayos científicos de los ue

constituye el prefacio,ii $ " no a la inversa como es de esperar. in embargo, el autor nos

deja creer que se trata de una refleión fundante, anterior e independiente. Este bucle

temporal, esta supuesta anterioridad e independencia del m'todo respecto de los

contenidos, es clave para entender tanto el privilegio concedido a la cuestión

metodológica en la <odernidad, como sus peligros para el pensamiento contemporáneo.

diferencia del poeta que hace camino al andar , los cre"entes del m'todo suelen

pretender que el camino preeiste an a la misma ?ierra. u camino 7significado

etimológico de m'todo8 ideali(ado elimina la historia viva del pensamiento " con ella

las dificultades, los errores, las confusiones " v&as muertas para presentarnos un tra(ado

directo, sin rodeos, que nos conduce en l&nea recta desde la ignorancia al saber guiados



sólo por sus normas. +ara ello es esencial anteponer el m'todo a la propia investigación,

abstraerlo del fangoso terreno del pensamiento afincado en la complejidad " enrai(ado

en el mundo problemático para llevarlo hacia las alturas celestiales de la pure(a. i esto

no se logra en la práctica real de la investigación, s& es posible presentarlo de ese modo

a posteriori, a trav's de una descripción que re!constru"e el proceso depurándolo "

abstra"'ndolo. #os guionistas del m'todo actan al modo de los escribas de 3oll"@ood

que nos han habituado a que los soldados permane(can limpios e impecables despu's de

una ruda batalla, " que las damiselas lu(can un maquillaje primoroso an cuando han

vertido suficientes lágrimas como para formar un lago. Estamos tan acostumbrados a

esta mistificación de la eperiencia que nos emocionamos " vibramos junto al caballero

andante que llega impoluto a destino luego de una jornada bajo el sol abrasador que no

ha provocado ni una gota de transpiración en 'l. = no sólo eso, sino que esta

incongruencia con nuestra eperiencia no parece quitarle verosimilitud a la escena

! aunque nuestro rimel s& se corre " nuestra camisa est' empapada por el sudor con sólo

ver los ajetreos de nuestro h'roe !. Del mismo modo, Descartes pretendió crear un

camino que permitiera llegar al conocimiento sin trope(ar con el error, ni perderse en la

confusión, sin ensuciarse en el barro de la perplejidad, ni andar a tientas en la bruma del

sin sentido, descartando todo el legado cultural del que se hab&a nutrido para recurrir

nicamente a una facultad no contaminada por prejuicio alguno: la ra(ón. = su punto de

vista penetró tan hondamente en la cultura que hasta la actualidad ! aunque en franco

declive ! es parte de nuestro modo de concebir el conocimiento " de pensarnos a

nosotros mismos.

La afabulación: una narrativa no-narrativa

+ara liberarnos de este hechi(o metódico necesitamos pensar las condiciones de

posibilidad que permitieron que se estableciera la creencia dominante en la <odernidad.

+ara ello es necesario prestar atención al estilo narrativo que lo constitu"e al mismo

tiempo que lo posibilitó. <e refiero a aquello que Derrida con su habitual refinamiento

denominó $afabulacióniii%. Este g'nero discursivo consiste básicamente en la

construcción de un discurso que se niega a s& mismo como tal. )n discurso que se

pretende a la ve( $neutro% " e $impersonal%. )n hablar sin hablante " sin forma. El

$gran truco% del objetivismo consiste justamente en utili(ar esta t'cnica narrativa que



esconde la paradoja fundante del la filosof&a positivista " el pensamiento de la

simplicidad: la afabulación es una fábula.

#a t'cnica de la afabulación borra la complejidad histórica de los itinerarios efectivos de

la investigación, generalmente enmara*ados, intrincados, plenos de abismos " caminos

sin salida, de senderos que se bifurcan " caminos muertos, para reempla(arlos por una

fábula con desarrollo lineal " final feli(. #a duda metódica cartesiana parió la ilusión

metódica gracias a un $bucle temporal%: cuando llegamos a la meta, despu's de arduos

desvelos " no pocas dificultades " rodeos, podemos inventar retroactivamente un

camino directo que une al final " al principio. mparados el provecho pedagógico ii " las

ventajas de la claridad epositiva podemos rescribir la historia.

Esta reescritura de la historia, este discurso afabulado, se amparó en el hechi(o del

m'todo que gracias a la estandari(ación de la prácticas, hace posible la ilusión de una

historia pura " lineal. El m'todo hace posible el $truco% de peinar a una historia

desgre*ada, depurando el pasado, eorci(ando la complejidad e inventando una

autopista donde sólo ha"a una huella difusa o una red de senderos entrecru(ados. #as

coordenadas cartesianas nos permiten ubicar dos puntos cualesquiera en el globo

terráqueo " unirlos con una l&nea. +ero esto no implica de ninguna manera que sea

posible llegar desde uno al otro caminado rectamente. La simplicidad de los mapas no

es correlativa a la del territorio: es una abstracción geom'trica que descarta el relieve

concreto, el clima " sus vaivenes, los predadores " sus afanes, los pantanos " sus

albures, las bifurcaciones " sus acechan(asiii.

El desarrollo de la ciencia moderna

2omo hemos visto, Descartes escribió sus reglas del m'todo a posteriori, pero nos deja

creer que fueron la gu&a de sus investigaciones " que sólo merced a sus indicaciones " a

que nunca se desvió del recto camino, obtuvo la certe(a que buscaba " al mismo tiempo

la garant&a de un conocimiento absoluto " fundamentado.

ii #a educación moderna consiste fundamentalmente en esta operación de limpie(a, simplificación "

reescritura que suplanta la historia viva por una caricatura despojada e inerte.iii Desde luego, tampoco es posible $unir esos puntos% en una tra"ectoria completamente lineal con un

avión u otro medio de transporte pues ellos no circulan por el espacio abstracto, isótropo " homog'neode la f&sica clásica, sino por un medio h&brido, irregular " cambiante "a se trate de las irregularidadesterrestres, las corrientes marinas o las burbujas de aire.



Descartes no fue un gigante solitario que constru"ó toda la filosof&a <oderna gracias a

su metódico esfuer(o. u contemporáneo 1rancis /acon, en su No!um "rganum

propuso su propia $solución% metodológica. <ás an, la cuestión del m'todo ocupó un

sitio importante en las discusiones medievales aunque no constitu"ó el cora(ón de las

preocupaciones de los filósofos. Esto se debió a que ni Arossetteste, ni Duns DBescoto,

ni Cccam aspiraban a destronar la autoridad tradicional ni pretend&an establecer un

nuevo tribunal capa( de dictaminar sobre la verdad o falsedad del conocimiento. En

cambio, este fue justamente el propósito de /acon " Descartes " constitu"ó $ la

diferencia ue hace la diferenciaiv % inaugurando el pensamiento moderno.

#legados a este punto resulta prudencial llamar la atención sobre el hecho de que los

aportes de /acon " Descartes al nacimiento de la ciencia moderna ! que fueron

sumamente importantes ! no se debieron a ninguna contribución sustancial en las

cuestiones metodológicas espec&ficas. +or el contrario, en este aspecto su legado fue

más bien intrascendente, cuando no perjudicial. El empirismo pedestre de /acon tiene

poco que ver con el $modelo eperimental% " el racionalismo mecanicista de Descartes

fue a tal etremo abstracto que no logró en modo alguno generar un campo f'rtil para el

desarrollo del pensamiento cient&fico.

#a nueva ciencia <oderna nació de una feli( hibridación entre las tradiciones empiristas

" el racionalismo matemati(ante que llevó a una sofisticación de la eperiencia en un

nuevo recinto: el espacio del laboratorio. #a idea de un m'todo a!priori válido para

todas las ciencias, como todo lo puro, resultó est'ril. in embargo, a pesar de la poca

importancia que la cuestión metodológica $ in abstracto % tuvo para el desarrollo de las

teor&as cient&ficas modernas, go(ó paradójicamente ! de una repercusión colosal en el

ámbito del pensamiento filosófico " en el imaginario social. Este 'ito se debió a que

las discusiones metodológicas muestran a las claras las fisuras en el edificio del

conocimiento " afectan lo que se considera relevante " leg&timo. 2uando hacemos una

cr&tica metodológica no apuntamos hacia el contenido espec&fico de una teor&a, sino a su

$ forma %, no cuestionamos meramente su veracidad, sino su pertinencia " relevancia,

no ponemos en tela de juicio sólo un resultado espec&fico sino todo el sistema de

producción " validación. Es por eso que ! como bien lo han se*alado >uhn " >o"r' ! en

los momentos de crisis profunda de una teor&a, paradigma o cosmovisión en que

aparecen " se ponen en primer plano las cuestiones metodológicas. = es por eso que,

aunque las $soluciones% particulares de /acon " Descartes puedan ser consideradas

como de poca relevancia para el desarrollo de la ciencia, han tenido el valor de



mostrarnos el estado de crisis del pensamiento medieval " han tenido un rol destacado

en la evolución social hacia otras formas de producción " validación de los

conocimientos.

#a cuestión del m'todo habilitó a los pensadores del renacimiento y a quienes los

siguieron a proponer tanto una nueva forma de pensar como un nuevo tribunal

para juzgar sus producciones. =a Aalileo hab&a dejado bien en claro que lo que estaba

en juego era la puja entre dos verdades: la verdad que Dios hab&a escrito directamente

en el mundo ! con caracteres matemáticos, segn 'l ! " la verdad inscripta en el teto

b&blico. #a autoridad de la jerarqu&a eclesiástica, que pose&a el monopolio de la

interpretación de la voluntad divina inscripta en las agradas Escrituras iba a ser

desafiada por un saber metódico encarnado por un nuevo grupo social, que ! en un

comien(o ! sólo pretendió encontrar un lugar para su propia divinidad laica junto a la

tradicional. +ara enfrentar al poder "a instaurado los nuevos pensadores utili(aron el

recurso del m'todo. Este resultó ser tremendamente efica( en la batalla por el poder del

saber, aunque para orientar la tarea creativa de la investigación su aporte ha"a sido

minsculo.

Despertando del ecizo del método

En la actualidad, despu's de varios siglos bajo el imperio del m'todo, hipnoti(ados an

por el discurso <oderno, estamos comen(ando ! aunque todav&a t&midamente ! a

sacudirnos el "ugo de este hechi(o metódico, a navegar en los mares de la

incertidumbre " la creatividad. +ero el precio que tenemos que pagar para ello inclu"e la

renuncia a la ilusión de un saber garanti(ado " absoluto. Esta no es una tarea sencilla,

por el contrario requiere de la aceptación de nuestra finitud, de nuestra limitación, de la

incompletud radical de todo conocer. in embargo, esa es la nica forma de abrir las

puertas a la invención, a la imaginación, al a(ar " a la diferencia.

Renunciar a la idea de un m'todo nico que nos condu(ca siempre a la verdad, " que la

garantice, no implica de ninguna manera que estamos dispuestos a desistir de la

utili(ación de instrumentos o dispositivos, t'cnicas " procedimientos. ólo implica que

no antepondremos el m'todo a la eperiencia, que no creemos que ha"a un solo camino

o un solo dispositivo adecuado para pensar, eplorar, inventar...conocer. ólo

renunciamos al fetiche del m'todo, podemos todav&a desplegar infinidad de



dispositivos, construir caminos, sendas " autopistas, elegir ir a campo traviesa o entre

los matorrales, preferir el bosque a la ruta. !enunciar al método no implica caer al

abismo del sinsentido" sino abrirse a la multiplicidad de significados.

#a complejidad está &ntimamente ligada a esta renuncia, sin embargo no significa una

p'rdida gravosa. e trata de dejar la seguridad de los territorios fijos para pasar a

movernos siguiendo las olas de flujos cambiantes. #o sólo tenemos que ser capaces de

inventar nuevas cartograf$as" nuevos paradigmas" sino también de ir m%s all%" de

construir formas diversas de cartografiar es decir: nuevas figuras del pensar. #a

complejidad no debe limitarse a los productos del conocimiento sino avan(ar hacia los

procesos de producción de sentido " eperiencia.

El m'todo fue el ariete con que la nueva mentalidad burguesa golpeó las puertas de la

ciudadela medieval. /ajo su hechi(o, aunque no por su m'rito, se constru"ó todo un

modo de eperiencia " legitimación del conocimiento. En su momento significó una

gran apertura, pero sus pretensiones absolutistas llevaron a una nueva clausura. El

m'todo conlleva un tribunal de fiscali(ación, supone un nico sistema de medidas,

eige que se cumplan con sus postulados, " de ese modo achata la eperiencia a sus

parámetros. El imperio del m'todo es el de la simplicidad.

El desaf&o de la contemporaneidad es el de la convivencia con la incertidumbre " la

diversidad. +ara aceptar este reto el pensamiento complejo no puede restringirse,

admitir fronteras infranqueables o m'todos a!priori. Es preciso saltar las alambradas

conceptuales creadas por las disciplinas modernas ! regidas por la pretensión

metódica ! " abrir un espacio de pensamiento multidimensional capa( de producir

sentidos ricos " f'rtiles, pero no garanti(ados ni absolutos.

En el cuadro siguiente considero cuáles algunas de las dimensiones fundamentales de

este cambio de las perspectivas de la simplicidad a los abordajes de la complejidad que

hacen tanto a la trasformación de nuestra mirada como de nuestro mundo con ella.

Dimensiones de la mutación &ontempor%nea

De la simplicidad a la &omplejidad



'iro Epistemológico

De la Ra(ón +ura al 2onocimiento ocial EncarnadoDe la <onológica a las 0nteligencias <ltiples

Del pensamiento nal&tico al pensamiento polifónico

'iro en las (et%foras 'lobales

De la part&cula a la Red

Del )niverso a los <ultimundos 7Escenarios Diversos8

'iro en las Estrategias de )bordaje

De la ?eor&as !priori a las +rácticas 2ognitivas

Del Eperimento 2ontrolado a la imulación

Del conocimiento universal a las producciones de sentido situadas

'iro *aradigm%tico en las &iencias

De la conservación a las Dinámicas no lineales

De la 3omeostasis a la 2reatividad #ejos del Equilibrio

De la #inealidad a la No!linealidad

De la 2ausalidad a la Emergencia



De la representación pasiva a la configuración activa

#a transformación epistemológica, el cambio paradigmático en las ciencias, la

emergencia de nuevas metáforas globales " la metamorfosis de las estrategias deabordaje no son procesos independientes. l contrario, se afectan mutuamente de

mltiples formas, generando una mutación en nuestro modo de concebir el

conocimiento, de eperimentarnos a nosotros mismos como personas " al mundo al que

pertenecemos. El eje sobre el que pivotean estos giros es el pasaje de una concepción

estática " aislada del ser 7tanto a nivel epistemológico como ontológico8 hacia una

perspectiva interactiva " dinámica. e trata de un movimiento capa( de dar cuenta del

saber como poiesis 7producción!creación8 de mundos materiales " simbólicos. #os

abordajes de la complejidad están restitu"endo su lugar a la poiesis, a la prais " al

saber!hacer colectivo que hab&an sido desvalori(ados por las concepciones modernas

que privilegiaron la teor&a.

$?eor&a% " su verbo $?heoren%, en griego, se refieren al acto de mirar, pues teóricos se

llamaba a los que miraban las olimp&adas. Esta concepción distanciada " óptica del

conocimiento se hi(o posible " se epandió gracias al desarrollo de una nueva

tecnolog&a de la palabra: la escritura. ócrates se negó a escribir, pero su disc&pulo

+latón fue uno de los principales promotores de una cultura que sin abandonar la

oralidad incorporaba la escritura. +ara imponer la primac&a de la escritura frente al habla

+latón se enfrentó con todas sus energ&as a lo poetas que eran los máimos eponentes

de la cultura griega hasta ese momento 7+latón, 6FGG8. +ara comprender el rencor de

+latón con los poetas es preciso tener en cuenta que en las culturas orales la poes&a ten&a

un rol completamente diferente al que nosotros le asignamos. No era un $lujo cultural%,

ni la $epresión subjetiva% de un autor, ni tampoco una actividad individual relegada a

los momentos de ocio. #a actividad po'tica en la Arecia arcaica ten&a un rol educativo,

pol&tico, social " comunitario. e puede hablar de verdaderas $performances% po'ticas,

donde a trav's del ritmo en la palabra, la msica " la dan(a se desarrollaba una memoria

a la ve( corporal e intelectual, emotiva " cognitiva, " se forjó una tradición cultural en

un quehacer colectivo. Estas $fiestas% del conocimiento eran el ncleo de la educación,

en ellas la comunidad estaba en contacto con la $enciclopedia tribal%, " as& era posible

mantener la tradición " aprender 73avelocH, E 6FFIJ Aood", 6FF5 J Cng, K. 6FFL8.



+latón luchó contra la empat&a de la performance po'tica propugnando el

distanciamiento, la refleión " la abstracción metódica. #a escritura transformó las

formas tradicionales de producir, compartir, vivenciar " legitimar el conocimiento. #a

posibilidad de fijar en un medio eterno !el libro o su equivalente! parte de nuestro

saber permitió la emergencia de una eperiencia interior que fue bauti(ada como

$+s"ch'% en Arecia " que en la <odernidad se transformó en $ujeto%.

El lenguaje de la acción, caracter&stico de los poemas hom'ricos, no se perdió

totalmente con la escritura, pero 'sta inauguró una forma de sintais !" por lo tanto de

pensamiento ! ineistente en la cultura oral. En el teto escrito la gramática el devenir

caracter&stica de la oralidad dio paso a una forma de estructuración discursiva que

tendió a cristali(ar en el ser. #a acción que siempre hab&a sido protagoni(ada por

personas !dioses, h'roes, " otros personajes! fue perdiendo espacio " pasaron al primer

plano entidades abstractas como $la justicia% " $la bondad%.

#as tecnolog&as de la palabra, los modos " medios de comunicación, as& pensados, no

son meros recursos $eternos% sino que implican transformaciones de la conciencia, del

pensamiento " de nuestro modo de interactuar con el mundo. #as culturas orales

privilegiaban el o&do como principal medio de aprendi(aje. El sonido envuelve "

atraviesa al o"ente. El o&do es un sentido ligado al ritmo, a la temporalidad viva, a las

resonancias, a los v&nculos que nos ligan a otros. diferencia de las culturas orales, una

sociedad basada en la escritura como principal fuente de conocimientos jerarqui(a la

vista. Este sentido precisa de la distancia " tiende a separar, a escindir al observador de

lo observado.

En la modernidad, el privilegio de la vista llegó a un punto predominante. $2laridad "

distinción%, los valores cartesianos por ecelencia, son virtudes t&picamente visuales.

partir de ellos se forjó la concepción representacionalista del conocimiento, perspectiva

intelectual que ha sido el denominador comn de la ma"or&a de las corrientes

epistemológicas modernas.

Esta concepción del conocimiento no nació, como se pretende, de la ra(ón pura de un

filósofo lcido, sino que es deudora de un modo espec&fico de eperiencia humana que

fue posible gracias a la mediación de la escritura " particularmente debido a la forma

espec&fica que 'sta tomó gracias al desarrollo de la imprenta, entre otras muchas

influencias. No fue este un destino pre!determinado por la tecnolog&a, pues desde

mucho antes los chinos dispusieron de imprentas sin que transformara radicalmente su

modo de conocer 7NeedhamJ M. 6FGG8. En 2hina la imprenta se integró a la práctica de



la burocracia gubernamental sin generar en cambio, en Cccidente, esta tecnolog&a

transformó radicalmente las prácticas instituidas " fue utili(ada en las contiendas

religiosas " pol&ticas que llevaron a la constitución de los estados modernos. El modo

peculiar en que la imprenta se ligo a la cultura como un dispositivo clave en la puja de

poder entre los protestantes 7que precisaban /iblias para todos8 " la 0glesia 7que hasta

ese momento hab&a tenido el monopolio de los tetos " del saber8. ?ambi'n los

pr&ncipes hicieron uso de esta tecnolog&a en su puja con los poderes religiosos "

apo"aron la creación de talleres fueras de las iglesias que facilitaron la tarea de

estandari(ación, normali(ación " cuadriculación de la eperiencia que emprendieron los

estados modernos, generando una transformación fundamental del modo de conocer "

de concebir el conocimiento 7Eisenstein, 6FFI8.

El conocimiento fue pensado en la modernidad como un reflejo, una $mimesis%,

reali(ada por un sujeto racional que se siente escindido de la naturale(a " que es capa(

de formarse una imagen interna que se corresponde punto a punto con la del mundo, al

que se considera totalmente independiente 7Rort", 6FF8. ?anto el cosmos material

como el conceptual de la modernidad que fueron considerados como radicalmente

separados! ten&an la estructura ideali(ada del cristal. El universo era representado como

un gigantesco mecanismo que obedec&a a las le"es ne@tonianas del movimiento. El

conocimiento adoptó la forma de la perspectiva lineal " 'sta se inspiró en la óptica

geom'trica de tal modo que sólo focali(ó en los productos, es decir, en las teor&as "a

constituidas dejando en la penumbra el proceso poi'tico de producción del saber. De los

mltiples modos de producción de sentido sólo se consideró leg&timo aquello que

entraba en la grilla del m'todo, caracteri(ado por la imposición de un estilo

estandari(ado, mecánico, normati(ado. #a distinción radical entre conteto de

descubrimiento " de justificación 7Reichenbach, 3. 6FOG8 que la epistemolog&a

positivista estableció muestran a las claras la escisión " compartimentación del saber

caracter&stica de la arquitectura disciplinaria de la modernidad. El pensamiento como

actividad, como modo de encuentro de los humanos con el mundo, como interrogación

" eploración, como invención " producción, no estaba en área de inter's de una

epistemolog&a preocupada sólo por la lógica " la justificación de las teor&as.

#os abordajes de la complejidad, entendidos como enfoques dinámicos e interactivos,

llevan impl&cito un cambio en el tratamiento global del conocimiento que nos eige

abandonar la noción de un mundo completamente independiente. El pensamiento

complejo no admite compartimentos estancos, separaciones absolutas, ni sistemas



aislados. u arquitectura no es compatible con la rigide( del cristal ni con la

evanescencia del humo 7tlan, 6FGF8. ceptar el desaf&o de la era de la complejidad,

tanto en relación a nuestra concepción del mundo material como a la forma en que en

concebimos el conocimiento nos eige encontrar una salida al c&rculo vicioso que

supone que nuestra nica opción está en elegir entre la rigide( del cristal objetivista "

sus descripciones absolutas " el humo del relativismo que convierte al universo en una

evanescente ilusión interpretativa.

?ratando de eludir la desatinada confrontación entre $<odernidad vs. +osmodernidad%

P"gmundt /auman ha planteado que estamos viviendo el tiempo de la <odernidad

#&quida 7/auman, P. 455O8. #as formas de vida " conocimiento caracter&sticas de la

modernidad se están disolviendo, nuevas figuras van naciendo ", sobre todo, están

emergiendo nuevas formas de figuración. #os enfoques complejos caracteri(ados por

pensar en t'rminos de interacciones no lineales nos dan la posibilidad de salir del

c&rculo vicioso " habilitar un pensamiento fluido, capa( de adoptar diversas

configuraciones sin llegar a la rigide( del cristal " sin desvanecerse como el humo. El

conocimiento, entendido como configuración que surge de la interacción

multidimensional, "a no es un producto r&gido " eterno cristali(ado en una teor&a, sino

una actividad. #a configuración surge del encuentro de los seres humanos con el mundo

al que pertenecen, encuentro mltiple " mediado, en el emergen simultáneamente el

sujeto " el mundo en su mutuo hacerse " deshacerse, en un devenir sin t'rmino.

En la <odernidad l&quida 7que es tambi'n la $Era de 0nternet%8 pensar es claramente

una actividad en red que no procesa conocimientos sino que engendra sentidos en una

dinámica vincular que no es propiedad de ningn actor aislado sino del colectivo v que se

conforma en cada situación. En la modernidad el pensamiento estaba confinado al

sujeto " atado a las reglas de la lógica clásica " el m'todo. En la contemporaneidad,

estamos ante el desaf&o de construir una gramática centrada en la acción " en la poiesis.

+aradójicamente, los nuevos medios nos han devuelto posibilidades perdidas en el paso

de la oralidad a la escritura " nos dan, además, otras nuevas. Quisiera destacar aqu& la

dimensión interactiva, multidimensional " fluida de las nuevas tecnolog&as que al

mismo tiempos nos eigen " nos a"uda a pasar del una concepción del

conocimiento!producto 7la imagen plana " estática de la representación teórica8 a otra

que enfati(a el pensamiento configurativo 7actividad poi'tica multidimensional8. En este

conteto, es fundamental volver a cuestionarse qui'n piensa " qu' significa pensar.



Desde una perspectiva vincular es posible gestar respuestas mu" diferentes al $=o

pienso% cartesiano " comen(ar a pensar el sujeto del pensamiento como un $nosotros%.

No se trata simplemente de un pensamiento pluralista en relación a sus producciones

sino de un pensamiento plural desde los modos de producción: pensamos en, con, junto,

contra el colectivo en el cual convivimos. Es el colectivo el que nos permite pensar "

legitimar el conocimiento. )n colectivo que no inclu"e sólo a seres humanos, sino

tambi'n tecnolog&as, espacios activos, que le dan forma, lo conforman " lo transforman

7#atour, /. 6FFI8. +ensar, desde esta perspectiva, es un modo de inter!acción, una

actividad poi'tica 7productiva " po'tica8 que deja una estela en su navegar: el

conocimiento.

&onclusiones

#a complejidad no es una ampliación de la simplicidad, ni mucho menos una

complicación, es una reconfiguración global de las formas de producir, validar "

compartir el conocimiento. )n abordaje que haga honor a la complejidad debe ser

capa( de conjugar de mltiples maneras los distintos niveles del cambio, eplorar sus

articulaciones, construir itinerarios segn las problemáticas particulares que se

presenten en cada indagación espec&fica. 2onsidero que la complejidad no debe ser un

$imperativo% sino una elección. )na elección que abarca tanto el plano cognitivo como

el 'tico, el est'tico, el práctico, el emocional. No se trata de un mero cambio de

paradigmas, sino de formas de eperimentar el mundo " producir sentido, de interactuar

" de convivir, una transformación multidimensional en permanente evolución.



tlan, 3. Entre el cristal " el humo, Ed. Debate, 76FGF8, <adrid,6FF5.

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Navjminovich, La Complejidad de Los Paradigmas a Las Figuras Del Pensar