Nuestra Señora de Regla en la "Historia sacra", obra inédita de Diego de Carmona Bohórquez

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In this article R. Lazcano describes briefly the origins of the devotion towards Nuestra Señora de Regla in Chipiona (Cádiz, Spain) as related in the unpublished manuscript Historia Sacra, authored by the augustinian Diego de Carmona Bohórquez, written in the first half of the XVII century. Remote tradition dates the marian devotion back to apostolic times and, as from the V century, was associated with Saint Augustine, his Rule and disciples, the Canons Regular (the first custodians of the shrine) and the Augustinian friars (custodians and promoters of the devotion from 1399 till the XIX century). Diego de Carmona meticulously describes the devotional image, recounts its miraculous discovery by a Canon of Saint Augustine, the history of the marian shrine and monastery and the great devotion of the people. In the last part of this study Lazcano gives an epitome of a number of miracles attributed to the black Madonna of the Rule between 1339 and 1635, as registered by Diego de Carmona.

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  • Institutum Historicum Ord. S. Augustini. Romae

    Analecta AugustinianaV O L U M E N L X X V

    2 0 1 2

    VIA PAOLO VI, 25 00193 ROMA

  • VNUESTRA SEORA DE REGLA EN LA HISTORIA SACRA,OBRA INDITA DE DIEGO DE CARMONA BOHRQUEZ

    RAFAEL LAZCANO

    ABSTRACT

    In this article R. Lazcano describes briefly the origins of the devotion to-wards Nuestra Seora de Regla in Chipiona (Cdiz, Spain) as related in theunpublished manuscript Historia Sacra, authored by the augustinian Diegode Carmona Bohrquez, written in the first half of the XVII century. Remo-te tradition dates the marian devotion back to apostolic times and, as fromthe V century, was associated with Saint Augustine, his Rule and disciples,the Canons Regular (the first custodians of the shrine) and the Augustinianfriars (custodians and promoters of the devotion from 1399 till the XIX cen-tury). Diego de Carmona meticulously describes the devotional image, re-counts its miraculous discovery by a Canon of Saint Augustine, the historyof the marian shrine and monastery and the great devotion of the people. Inthe last part of this study Lazcano gives an epitome of a number of miraclesattributed to the black Madonna of the Rule between 1339 and 1635, as re-gistered by Diego de Carmona.

  • 1 Cf. R. LAZCANO, Historia, leyenda y devocin a Nuestra Seora de Regla, en Advo-caciones Marianas de Gloria. Actas del Simposium (XX edicin), 6 al 9 de septiembre de

    NUESTRA SEORA DE REGLA EN LA HISTORIA SACRA,OBRA INDITA DE DIEGO

    DE CARMONA BOHRQUEZ, OSA (1590-CA. 1653)

    1. PresentacinEn esta ocasin me propongo, amigo lector, la exposicin orde-

    nada, precisa y breve, a modo de resumen o eptome, del manuscri-to que lleva por ttulo Historia Sacra, obra escrita en la primera mi-tad del siglo XVII por el agustino Diego de Carmona Bohrquez, enlo referente a Nuestra Seora de Regla.

    La Virgen de Regla ha protagonizado una ingente cantidad de le-yendas. Los orgenes remotos de la imagen de la Virgen de Regla apa-recen ilustrados por tradiciones que se retrotraen al tiempo de losapstoles. Desde el siglo V su suerte aparece ligada a San Agustn ya los seguidores de su Regla: los ermitaos, los cannigos regularesy la Orden Agustiniana. Desde que la imagen tuvo asentamiento enChipiona, previa a su repoblacin, gozar de favores y limosnas delos grandes seores de la comarca. De ella reciben sus devotos pro-teccin, amparo y ayuda en las dificultades. La Virgen de Regla estambin exigente, pues deshace el milagro o inflige un castigo si elagraciado no cumple con su promesa o si deja de visitarla en la cele-bracin de su fiesta. Son muchos los milagros, gracias y curacionesque la Virgen de Regla ha realizado a marineros, cautivos y tullidos.De su casa o santuario se ha mostrado muy celosa, siendo capaz in-cluso de encarnarse para defenderla personalmente de los enemigos.

    Por las abundantes gracias, dones y milagros conseguidos a tra-vs de la invocacin a Nuestra Seora de Regla, los devotos de Ma-ra, principalmente marineros y misioneros agustinos, esparcieronsu fama, nombre e imagen a lo largo y ancho del planeta tierra1.

  • 2. Autor y obra

    2.1 Diego de Carmona Bohrquez2

    La autora de Historia sacra3 corresponde a Diego de CarmonaBohrquez, natural de Chipiona (Cdiz). Naci en 1590. Su padre,Francisco de Carmona, fue capitn del ejrcito, alcaide del Castillode Chipiona y tambin alcalde de Chipiona de 1627 a 1628. Se cri yaprendi las primeras letras de la niez en Sanlcar de Barrameda4.En el convento agustino de Chipiona hizo el noviciado, profes y vi-vi muchos aos5. Fue conventual en El Puerto de Santa Mara el ao1628. Ha pasado a la historia por haber escrito la primera crnica deChipiona y la historia de Nuestra Seora de Regla, devocin marinasurgida, dice el autor desde mis juveniles aos, y alimentndose enmi esperanza hasta la edad de las canas6.

    Antes de ponerse a escribir la historia de la imagen de NuestraSeora de Regla, el autor es consciente de que

    aunque mucho han sepultado los tiempos pasados, mucho vive en lospresentes, de memorias, y grandezas que hoy, en observacin a la visi-ta, en su santa casa bizarra si mudamente preguntan hazaas honorifi-cas suyas tan aclamadas, de las gentes, cuanto asegurados, por informa-ciones de su verdad, en modo tan alto, tan sugeridor, y de tanto realceque por su notoriedad7.

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    2012. Estudios Superiores del Escorial, 2012, San Lorenzo de El Escorial 2012, CdRom(Pdf). Vase el texto en http://www.rcumariacristina.com/centro-universitario/institu-to-escurialense/actas-de-los-simposios/.

    2 Cf. B. MORAL, Catlogo de escritores agustinos espaoles, portugueses y americanosy sus obras por orden alfabtico de autores, en Revista Agustiniana, 3 (1881), p. 453;La Ciudad de Dios, 44 (1897), pp. 300-301; T. MUOZ ROMERO, Diccionario bibliogr-fico-histrico de los antiguos reinos, provincias, ciudades, villas, iglesias y santuarios deEspaa, Madrid 1858, p. 222; G. DE SANTIAGO VELA, Ensayo de una Biblioteca Ibero-Ame-ricana de la Orden de San Agustn. Obra basada en el Catlogo bio-bibliogrfico agustinia-no de Bonifacio Moral, Madrid 1913, I, pp. 2, 80; Madrid 1915, II, pp. 246-247.

    3 Ttulo completo: Historia sacra del insigne origen, y raro aparecimiento de la an-tiqusima imagen de Ntra. Seora de Regla, y de sus admirables y maravillosas obras. Porel P. Fr. Diego De Carmona Bohorques; del Orden de Ntro. P. San Agustn, dividida en 5libros, dedicada al Excmo. Sr. Don Rodrigo Ponce de Len, tercero de este nombre, ycuarto Duque de Arcos, Marqus de la Zahara, Conde de Casares, y de Bailn, Seor dela Casa de Villagarca y de la Villa de Marchena, ff. 369.

    4 F. 15r.5 F. 11v.6 F. 4r.7 Cf. f. 11r.

  • Ms an, si de frica pas a Espaa, finalmente despus de lar-gos siglos de su desaparecimiento, el estupendo caso de su revelacinno necesita ahora de aquellas memorias, ni de aquellas noticias, ymaravillas, pues en las presentes se renueva todo origen de su santahechura, todo milagro de su revelacin y descubrimiento, toda ver-dad, lo que merece alabanza8.

    2.2 Historia SacraLa obra Historia Sacra fue compuesta en el convento San Agus-

    tn de Cdiz, donde se encontraba de conventual Diego de CarmonaBohrquez9. En su redaccin estuvo ocupado unos cuatro aos. Elpropio autor nos ofrece los aos que emple en esta labor literaria:163410, 163611 y 163812. Consta de cinco libros y 369 hojas, de 22 x 16cms. Del manuscrito conservado en la Biblioteca Nacional de Ma-drid13 faltan los folios 16v al 48r. En la numeracin de la obra se pa-sa del folio 312r al 313v. El folio 318 aparece, por yerro, con el n-mero 118. Encontramos, a su vez, tachaduras en varios folios: 203v,238r, 334r, 336rv, 338r, 340rv, 341v, 342r, 348r, 347v, 359r. Concluye laobra con el folio 369r. El manuscrito lleva la firma del autor, y estdedicado a Rodrigo Ponce de Len, cuarto duque de Arcos14.

    Despus de una dilatada y minuciosa investigacin, Diego deCarmona se ocupa de la historia de Chipiona hasta su poca, cen-trndose principalmente en la suerte que ha corrido la imagen deNuestra Seora de Regla, la historia del santuario y del convento, ladevocin religiosa a la imagen negra de la Virgen de Regla y los mi-lagros con que ha favorecido a sus devotos. El manuscrito contiene

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 249

    8 Ff. 10r-11r. Cf. f. 354r.9 [] ciudad de Cdiz, donde al presente esto escribo, f. 137r.10 En este ao, en que al presente estamos, de mil y seiscientos y treinta y qua-

    tro [], f.175r.11 F. 176v.12 Escribi el libro quinto, el de los milagros, estando yo en Cdiz el ao pasa-

    do de 1638, f. 321v.13 Biblioteca Nacional de Madrid, mss. 1177; la signatura antigua F. 168. 14 Rodrigo Ponce de Len (1602-1658), hijo de Luis Ponce de Len y Victoria Co-

    lonna de Toledo, fue virrey de Valencia (1642-1645) y virrey de Npoles (1646- 1648),en cuyo tiempo fue instaurada la repblica napolitana. Este grande de Espaa, ade-ms de IV duque de Arcos, ostent otros ttulos nobiliarios: VII marqus de Zahara; IVconde de Casares; XI seor de Marchena; VI conde de Bailn; y VIII seor de Villagar-ca. Cf. JUAN FELIX FRANCISCO RIVAROLA Y PINEDA, Monarqua espaola blasn de su no-bleza, Madrid 1736, pp. 73-74. Vase el estudio de E. SALVADOR ESTEBAN, Las instruc-ciones reservadas de Felipe IV al duque de Arcos, virrey de Valencia (1642), en Estudis.Revista de Historia Moderna, 13 (1987), pp. 151-170.

  • numerosas notas marginales, a modo de resmenes del texto y refe-rencias de los autores citados.

    Consta de un prlogo y cinco libros. En el prlogo informa el au-tor del objetivo que persigue en las hojas siguientes. Ofrezco y presen-to a todos los cristianos, la noticia de una antiqusima imagen de laReyna de los cielos Mara Santsima, llamada generalmente Santa Ma-ra de Regla; la ms nica, rara y milagrosa, y de las ms venerables quehan conocido los hombres ni han adorado las edades, tan celestial, tandivina, tan misteriosa y defica reliquia, cuanto fueron sobrenaturales ylevantados los medios por donde la hubieron los que hoy la gozan, laobtienen, la sirven y reverencian. La oferta por s, merecido se lleva elaplauso general y el buen recibimiento de los devotos de esta gran Se-ora, slo el libro por ser yo su autor, se puede temer no gozar la acep-tacin con que siempre se recibieron los primeros frutos, que por serprimeros los que ofreci Abel a Dios: Obtulit de primogenitis gregis sui(Gen. 4, 4), fueron bien recibidos, pero mi poca fuerza puede hacer in-dignos los mos de algn aprecio, siendo como son tan crecidos en misyerros como disminuidos en mis aciertos[...] Mi designio y motivo, enescribir de esta gran Reliquia es mi gran devocin en primer lugar, yluego de haber sido testigo ocular por muchos aos de infinitos mila-gros estupendos, sucedidos en tan admirable santuario como el de Re-gla, y as para que la memoria se logre, de lo siempre espantoso, de es-ta singular imagen debidamente eterna a sus inmortales obras, cuantola aclamacin universal lo acredita15. Finaliza el prlogo apelando aPlatn, cuando dice que nacemos no tan solamente para nosotros, si-no para todos los hombres16, y con San Pablo y Orgenes pide desde lahumildad que la sabidura divina, verdadero Padre de las ciencia,fuente y centro de la sabidura le ayude a realizar su obra17.

    En los tres primeros libros aborda el origen y milagroso apare-cimiento de la imagen de Nuestra Seora de Regla18; el cuarto librorefiere la fbrica o construccin del convento-santuario, con indica-cin de los privilegios concedidos por los reyes. Ofrece, a su vez, in-formacin sobre la capilla donde se apareci la Virgen, y otros por-menores, como las playas y arenales situados alrededor del santua-rio, las antigedades all descubiertas19. A partir del captulo dcimo

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    15 Ff. 5r, 6r.16 La sentencia de Platn se completa con la cita de otros autores: Cicern, Aris-

    tteles, Ovidio y Boecio. El pensador griego, Aristteles, viene citado otra vez, en elmomento del descubrimiento de la imagen por el cannigo leons: Esperar imposi-bles, dice Aristteles, solo a los locos le sucede, f. 107r.

    17 F. 7r.18 Ff. 8r-207r.19 Ff. 207r-236r.

  • del libro cuarto se ocupa de la historia de la villa de Chipiona: origen;celebridad de la torre de Capin, de donde proviene Chipiona; suce-sos ms notables acaecidos hasta los tiempos de Rodrigo Ponce deLen, primer duque de Cdiz; y hombres ilustres por sus escritos yhazaas20. El ltimo libro, el quinto, del que daremos amplia cuentams abajo, recoge las gracias, favores y milagros obrados por media-cin de Nuestra Seora de Regla21. La obra se cierra con un ndice ge-neral o tabla de los captulos22.

    2.3 Autores de referenciaLa obra se encuentra salpicada de continuas citas a autores cl-

    sicos y coetneos al autor: poetas, historiadores, cronistas, filsofos,pensadores, cartgrafos, literatos, humanistas, y telogos. Ello mues-tra la preparacin, la cultura y el conocimiento acopiado para la ela-boracin de Historia sacra23. As, por ejemplo, cuando trata sobre eltemplo de Venus, nombre de una estrella, se sirve de la Historia de Es-paa escrita por el jesuita Juan de Mariana24, y del maestro Florin deOcampo25. Para precisar la situacin geogrfica de Cdiz acude a JuanGmez de Mendoza26. En no pocas ocasiones se hace eco de ideas dedoctos pensantes: No solo tienen los rboles alma vegetante, sinosensiente, e intelectiva27, etc. Como botn de muestra aqu anoto, se-gn el orden alfabtico, alguno de los nombres presentes en Historiasacra con referencia al folio del manuscrito: San Agustn28, Ambrosiode Morales29, San Ambrosio30, San Anselmo31, Apuleyo32, Avicena33, SanBasilio34, San Bernardo35, San Buenaventura36, Cicern37, San Cipria-

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 251

    20 Ff. 236r-273r.21 Ff. 274r-355r.22 Ff. 356r-369r.23 Breve escrito y dilatado proceso, f. 354r.24 Libro 2, cap. 2.25 Crnica general de Espaa, libro 1, cap. 2; y libro 5, cap. 22.26 J. GONZLEZ DE MENDOZA, Itinerario del Nuevo Mundo, f. 268r.27 F. 109r.28 F. 49v, 54v, 60v, 69v, 127r, 142r, 180v, 181r; etc., etc.29 F. 84v, 90r.30 F. 105r, 124v, 151r.31 F. 49r, 50r.32 F. 154r.33 F. 171v.34 F. 50v, 61r.35 F. 7v, 49r, 50v, 124r.36 F.49v.37 F.129v, 132r.

  • no38, San Cirilo de Alejandra39, San Clemente de Alejandra40, DanteAlighieri41, Dextro42, San Dionisio43, Estrabn44, Felipe Macedonio45,Gregorio Lpez de Mendoza46, San Gregorio Magno47, Horacio48,Hortensio Paravicino49, San Ignacio de Antioqua50, San Ignacio deLoyola51, San Isidoro de Sevilla52, San Jernimo53, San Juan Criss-tomo54, San Juan Damasceno55, Juan de Mariana56, Juan Gonzlezde Critana57, Juan Mrquez58, Juvenal59, Lactancio60, Luis Vives61,Marco Antonio62, Marco Julio63, Martn de Roa (1559-1637)64, jesui-ta cordobs; Orgenes65, Ovidio66, San Paulino de Nola67, Pedro Gon-zlez de Mendoza68, Pedro Salazar de Mendoza69 Pndaro70, Platn71,

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    38 F.50v.39 F.124r.40 F.50v.41 F.116r.42 F.181v.43 F.60rv, 86r.44 F.12v, 102v, 119r, 120r, 142v.45 F.107r.46 F.156r.47 F.66r, 127v.48 F.133v.49 F.107r.50 F.171v.51 F.93v.52 F.12v, 50v.53 Ff.97r, 114r, 116r.54 F.128r.55 F.61r.56 Ff.84v, 90r.57 F.71v.58 F.56v.59 F.154r.60 F.75v.61 F.67r.62 F.168r.63 F.106r.64 F.104r.65 F.12v.66 F.132r.67 F.65v.68 Ff.116r, 124r.69 Ff.135v, 141v.70 F.123r.71 F.130r.

  • Plinio72, Plutarco73, Polibio74, Pomponio Mela75, Prudencio76, Quintilia-no77, Sebastin de Covarrubias78, Sneca79, Severo Sulpicio80, Scra-tes81, Tbulo82, Santo Toms de Aquino83 y Virgilio84.

    2.4 Composiciones poticas Otro elemento importante que descubrimos al hilo de la lectura

    de Historia sacra es la intercalacin de poesas. Algunas pertenecenal mismo Diego de Carmona Bohrquez, como el soneto Entre Cris-to y Mara85:

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 253

    72 Ff.106r, 120r.73 F.169r.74 F.132r.75 F.12v.76 F.118v.77 F.114r.78 F.116r.79 Ff.103r, 107r, 130r, 167v.80 F.50v.81 F.168r.82 F.123r.83 Ff.11v, 14v, 49r.84 Ff.109r, 123r, 132r, 134r, 154r.85 F.74r86 F.214r.87 Ff.214v-215v.88 F.74v.89 F.238v.

    Entre Cristo y Mara,turbada la razn y el alma ma,no s adonde me vuelva;que no quiere mi amor quien meresuelva.

    Porque all deshojados,claveles me convidan encarnados;en la que me conducesangre, Jess que mis venturas tuve.

    Y all del sacro Orientede aquella Aurora intacta refulgente; por dos pomos nevados,jazmines, se me brindan desatadospara que hoy los pruebeen leche virginal, en dulce nieve.

    Otras poesas son annimas: Siendo castellano en Regla86; y En elcastillo de Regla87; si bien la mayora de los versos llevan el nombrede su autor: Juan de Tarsis, Conde de Villa Mediana: No entre Scyla yCharibdis viva Nave88 (soneto); Francisco uo: Mansin ms que di-chosa89; Diego de Hinojosa, dedicado al retrato de Don Manuel Alon-

  • so Prez de Guzmn el Bueno, octavo Duque de Medina, Aquel queves, aquel que resplandece90 (soneto); Claudia Coronel, genovesa: Phe-bo galn en braos de la Aurora91; Francisco de Vaca y Quiones: F-nix galante, entendimiento raro92; Jacobina de Carvajal: Este que vesasombro soberano93; Juan de Cardona y Quijada, a Juan de Montella-no: O tu prudente y sabio peregrino94; Cancin Real, en alabanza de to-da la pintura del celebrado cuadro y del pintor que la ejecut, ao de1633 [...], del capitn Francisco de Bohrquez y Genestrosa: Salve sa-cra pintura95; Fragmentos de la cancin a Jerez de la Frontera deJuan de Barahona y Padilla: Es el otro severo96.

    Incluye tambin varias traducciones de versos latinos: All luegoapartado97; El Lete98 aqu profundo99; Donde siempre sin cuidado100; Convirtud dilatada101; traduccin del Licenciado Gregorio Hernndez deVelasco en el libro 7 de Virgilio de su Eneida: En la vanguardia va lagran Camilla102; traduccin de unos dsticos del obispo Mximo: O ca-sa excelentsima y palacio103; y del capitn Diego de Njera: Que dul-zura no s, que Ayman suave104.

    3. Origen y tradicin de la Virgen de Regla

    3.1 San Agustn y la Divina africanaMs de tres captulos ocupa Diego de Carmona Bohrquez a cla-

    rificar la informacin dada por una mujer Francisca de la Rocha105 ,

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    90 F. 239r.91 F. 239v.92 F. 240r.93 F. 240r.94 F. 241r.95 Ff. 241v-246r.96 Ff. 271r-272v.97 Ff. 102v-103r.98 En la mitologa griega Lete o Leteo es uno de los ros del Hades. 99 F. 103r.100 F. 119r.101 Ff. 147rv.102 F. 202v.103 Ff. 206v-207r.104 Ff. 257v-258r.105 F. 59v. Este milagro aparece recogido en PEDRO DEL CAMPO, Historia general de

    los ermitaos de la Orden de Nuestro Padre San Augustn. Primera parte. Refiere la vidai muerte del Gran Doctor, sus prerrogativas i excelencias, en especial lo tocante a su con-versin monstica i fundacin de dicha Orden, los varones famosos que en esta edad lapropagaron, con otras cosas no advertidas hasta ahora y dignas de memoria, Barcelona1640, pp. 317-321.

  • con fama de bruja, endemoniada y de poca cordura, quien haba re-velado el 28 de junio de 1630 en el proceso de exorcismo seguidocontra ella por agentes del Santo Oficio. En el trascurso del mismorevel fechas, lugares y circunstancias del primer origen y hallazgode la imagen la Virgen de Regla, pues nada se saba de cierto hastaentonces. Bajo juramento indic que haca mil y doscientos aos yseis das, hasta el presente, que aquella imagen de Santa Mara deRegla, era reverenciada y haca milagros; que los primeros posee-dores de aquella antiqusima imagen fueron unos ermitaos; y quetenan por su mayor a quien obedecan, y que guardaban la Regla deSan Agustn, en cuya compaa haban andado, y que el santo Doc-tor, haba mandado hacer en Tagesto [sic] aquella imagen poco antesde su muerte, y que la haban trado por la mar huyendo de la perse-cucin de los vndalos; y que as se haba de llamar Tagesto, y no Ta-gaste 106. Continu la imagen con los ermitaos que la trajeron a Es-paa hasta la invasin rabe, doscientos setenta aos de su llegada ala pennsula Ibrica. Fue escondida en todo el tiempo de la cautivi-dad. La ocultaron en aquellas arenas y que el que la escondi se lla-maba Simn, que era hombre de buena vida y que haba sido labra-dor antes, en aquella tierra, y que era entonces como prior de los de-ms ermitaos107.

    Despus de acercarse a estas declaraciones sobre el conocimien-to del origen y devocin a la Virgen de Regla, el autor de la obra, Die-go de Carmona Bohrquez, encuentra en el Thesaurus exorcismo-rum, libro de Polidoro, que muchas veces permite Dios que el De-monio se apodere de algunas personas, no por pecados suyos, ni porotras razones, sino ad manifestationem sanctitiatis occulte, para quepor l se manifiesten algunas cosas santas que estaban ocultas, yotras cosas grandes y obras de su divina Majestad, y de la Virgen Se-ora Nuestra108. Esto le da pie al autor para seguir adelante en suproyecto de escribir la historia completa de la Virgen de Regla, dan-do por cierto que en el propio San Agustn se encuentra el origen dela imagen, siendo trasladada a Espaa por los monjes de Hipona, elmismo ao de la muerte de Agustn ( 430)109.

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 255

    106 F. 63v.107 F. 64r.108 Cf. VALERIO POLIDORI, Thesaurus exorcismorum atque conjurationum terribi-

    lium, potentissimorum, efficacissimorum, cum Practica probatissima: quibus spiritusmaligni, demones maleficiaque omnia de corporibus humanis obsessis, tamquam flage-llis fustibusque fugantur, expellentur, doctrinis refertissimus atque uberrimus, Coloniae1608, 16 pp. 284 pp.

    109 F. 72r.

  • El Doctor de la gracia escribe en las Confesiones el sueo quetuvo su madre, Santa Mnica, en el ao 375, en el que se le apare-ci un ngel de pie sobre una regla de madera, comunicndoleque donde ella estaba all estara tambin su hijo (Conf. 3, 11, 19).Este anticipo de la conversin a la fe catlica de Agustn se hararealidad once aos ms tarde cuando pas a estar dentro de la mis-ma regla de fe que su madre (Conf. 8, 12, 28-29). Porque de talmodo, escribe el Obispo de Hipona, me convertiste a ti que ya noapeteca ni abrigaba esperanza alguna de este mundo, estando yaen aquella regla de fe sobre la que haca tantos aos me habasmostrado a ella. Y as convertiste su llanto el de Santa Mnica en gozo, mucho ms fecundo de lo que ella haba apetecido y mu-cho ms caro y casto que el que poda esperar de los nietos que lediera mi carne. Esta historia dio origen al ttulo mariano en susdiferentes versiones: Virgen de Regla, Santa Mara de Regla,Nuestra Seora de Regla, etc., en alusin explcita a la regla dela fe, en la que entr el hijo de Santa Mnica tras su conversin ala fe de la Iglesia catlica110.

    La imagen de la Divina africana111, sostiene Diego de Carmona,proviene de San Agustn de Hipona112, admirador y devoto de Ma-ra113, gran Seora y Reina del mar y de la tierra114. En una losa,encontrada entre los restos del santuario primitivo, consta casi conevidencia, que el ao de la muerte de San Agustn (430) salieronhuyendo de frica los religiosos nuestros con esta santa imagen115.Concluye el captulo primero hacindose eco de la tradicin. En es-tas cosas no podemos asentar ni introducir verdades acendradas,mas de lo que podemos inferir por congruencias, conjeturas y razo-nes: no aceptaremos credulidad en otras muchas cosas ni pediremosprestadas informaciones a la sospecha, ni a la inventiva, pues si bienlo miramos, con devotos y piadosos ojos no parece contradiccin elpoder haber sido de San Agustn esta santa imagen de Santa Marade Regla y ser traslada por sus religiosos en la forma escrita116.

    La tradicin recoge que entre las ruinas de una ermita, habitadaantes de la ocupacin rabe por monjes ermitaos de la Orden de la

    Rafael Lazcano256

    110 F. 75r.111 F. 50r, 293v.112 Esta insigne imagen de Santa Mara fue adorada por San Agustn, f. 133r.113 San Agustn mostr hacia esta imagen particular devocin, f. 6v.114 F. 50r.115 F. 56r. Este hallazgo, una vez estudiado, no corresponde al siglo V, como el mis-

    mo autor seala algunas lneas despus. 116 F. 58r.

  • Regla117, encontraron los exorcistas la imagen de la Virgen, al tiempoque dieron por curada a la mujer arriba citada, Francisca de la Ro-cha, considerando este hecho un verdadero milagro, al tiempo queerigieron una capilla a Nuestra Seora de Regla. Si hasta entonces laimagen de la Virgen de Regla haba protagonizado varios hechos pro-digiosos, a partir de entonces se multiplicar la devocin mariana atravs de nuevos milagros y de los ex votos.

    3.2 Don Rodrigo visita la ermita de ReglaSeala Carmona Bohrquez, apoyndose en crnicas y cronicones,

    que el rey don Rodrigo estuvo en la ermita de Nuestra Seora despusde vencido en la batalla de Guadalete en la segunda quincena de juliodel ao 711, presenci el ocultamiento de la imagen africana por elprior Simen, con el fin de que no se profanase la imagen de NuestraSeora118. Hasta entonces haba sido venerada en aquel lugar unosdoscientos y ochenta y tres aos119. En adelante, y por espacio de se-tecientos aos120 permanecer la imagen oculta en un arca con llave,bajo una bveda sellada con una losa blanca y recubierta de arena121.

    3.3 Los cannigos regulares de San Agustn y la iglesia catedralSanta Mara de Regla (Len)

    El obispo Diego ( 1130) introdujo en la iglesia catedral de Lenun nuevo estilo de vida para los cannigos, que consista en la obser-vancia de la Regla de San Agustn122. En el siglo siguiente, hacia 1205,dio comienzo la construccin de la gtica catedral de Len, dedicadaa Santa Mara de Regla, nombre debido a que los cannigos haban to-mado la Regla de San Agustn como forma de vida y de conducta, ca-racterizado por la vida comn, la asistencia a una misma mesa, la con-vivencia en un mismo claustro o monasterio, la renuncia a la propie-dad individual y el culto pblico mediante el rezo de los oficios divi-nos123. Desde un primer momento la piedad mariana est presente en

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 257

    117 Ff. 63r-64r.118 Ff. 76r-77r, 81r, 83r.119 F. 82r. 120 F. 124r.121 F. 82r.122 Cf. Espaa Sagrada, edicin de R. LAZCANO, Guadarrama (Madrid) 2009,

    XXXIV, p. 317. Diego de Carmona indica el ao 1181 cuando el obispo Juan Alberti-no puso a sus cannigos bajo la Regla de San Agustn, f. 87r.

    123 Con el ttulo de Santa Mara de Regla fue fundada en Limoges (Francia), elao 817, la abada benedictina para mujeres por Luis el Piadoso o Lodovico Po, el su-cesor de Carlomagno.

  • los cannigos regulares de San Agustn a travs de sus libros de ora-cin litrgica. Con gran solemnidad celebran las fiestas de Mara. Co-nocen tambin las leyendas que se difunden entre sus ms fieles devo-tos en Europa. Los intelectuales componen libros, himnos y homilasde intenso calado mariano. Mara de Nazaret forma parte de la BuenaNoticia de Cristo. Ella es regla de fe, referencia segura de protecciny amparo divino. Por doquier aparecen ermitas e iglesias dedicadas ala Madre de Dios, centros de peregrinacin y referencia de eventos es-peciales, gracias y milagros. Los artesanos y trabajadores se agrupanen fraternidades marianas. Los cristianos comienzan a bautizar a sushijas con el nombre de Mara. La Santsima Virgen ser representadaen pinturas, esculturas, y vidrieras, como las que adornan la PulchraLeonina124. Estos acontecimientos dieron pie al resurgimiento de la te-ologa de los iconos, en la que se subraya que la veneracin de imge-nes no contradice el primer precepto del Declogo (Ex 20, 4)125 y se re-conoce la figura milagrosa de la Virgen de Regla.

    3.4 La Virgen enva a un cannico leons en busca de su milagro-sa imagen

    En el contexto socio-cultural y de inquietud mariana propio dela Edad Media, un cannigo regular cuyo nombre se ignora126 de San Agustn, perteneciente a la Iglesia catedral de Len, en el ao1330127, guiado por divina revelacin o sueo divino lleg a des-cubrir en el sur de Espaa el apreciado icono de Nuestra Seora deRegla. En sntesis, Diego de Carmona, lo cuenta de este modo: Es-taba, pues, una noche orando el gran siervo de Dios, en el coro de ladicha Iglesia Catedral de Len, teniendo particular oracin dedicadaa las alabanzas de la Virgen Mara Seora nuestra, en la cual le dabagracias del que bien por ella haba recibido el linaje humano en dar-nos a Dios hecho hombre para nuestra redencin. A la cual Seorale deba algunas cosas grandes de aquellas muchas que por el ser Ma-dre de Dios les repiten los ngeles y santos128. Luego se le apareci

    Rafael Lazcano258

    124 Cf. C. J. FERNNDEZ ESPINO-J. FERNNDEZ ARENAS, Las vidrieras de la Catedral deLen, Len 19922, pp. 100-102, 227.

    125 El culto a los iconos no es un culto absoluto, de latra, o adoracin que sedebe solamente a Dios, sino un culto relativo, o de dula, que nos acerca o conducea Dios.

    126 F. 89r.127 Cf. ASPLA, Chipiona y Len, en Len. Revista de la Casa de Len en Madrid,

    (octubre de 1977), pp. 18-19; C. FARRAQUER, Imgenes de la Virgen aparecidas en Espa-a, Madrid 1861, III, pp. 394-396.

    128 Ff. 91v-92r.

  • en forma visible de la misma imagen de Regla, y como ella es real yverdaderamente en la misma color de rostro que hoy tiene, dicin-dole la Madre de Dios que deba saber que fue reverenciada en unaimagen antigua en quien mostr mi virtud y por quien hice grandesfavores a mis devotos. En esta imagen me tuvieron gran devocin lospasados otros siglos y en particular los navegantes del Ocano, meescondieron debajo de tierra uno siervos mos por temor de los mo-ros que ganaron a Espaa, me hallars en una bveda dentro de unarca donde estoy en la forma y color de rostro que a ti me aparezco;scame de all y dame a conocer a la gente, que quiero ser amparo deAndaluca, norte y gua de los marineros, y de todos aquellos cristia-nos que a m se encomendaren129. La respuesta del cannigo no sehizo esperar, y le dijo: Seora ma, cmo sabr yo el lugar dndeestis escondida? Quin me lo ensear? A qu parte ir si no meguiis, y me enseis el camino? Cmo ser yo credo de las gentesque vos me habis dado a entender vuestra voluntad?130.

    En otro sueo divino le fue indicado por la misma Virgen queel lugar era la regin andaluza, donde los antiguos ponen que seacaba el mundo131, en las cercanas de Chipiona (Cdiz), y all,guiado de la luz divina132, descubri el icono de la Virgen negra quevino del mar desde frica133. Setecientos aos haba permanecido en-terrada aquella luz viva y nunca apagada, lmpara inextinguible134

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 259

    129 Ff. 96v-97r. 130 F. 97r.131 F. 101r.132 F. 102r.133 F. 87r, 117r-118r, 123r-124r. La talla de la Nuestra Seora de Regla de Chipio-

    na no corresponde a la poca de San Agustn. Cf. P. MARTNEZ VLEZ, El P. Jaime Jor-dn, Torelli espaol, en Archivo Agustiniano, 33 (1930), pp. 428-429. La original ta-lla proviene de los cannigos de la iglesia de Santa Mara de Regla, de Len, fechadahacia 1330. Diego de Carmona seala la aparicin de la imagen en 1329, f. 87r, 139r;pero tambin ofrece otra fecha, la de 1327, f. 278v. El historiador agustino Manuel Ris-co indica el ao 1330 como fecha de la creacin de la imagen de Nuestra Seora deRegla, formada por un cannigo de la Iglesia de Len, que le dio el nombre de Reglacon el objetivo de extender de este modo el antiguo ttulo de su catedral, como tam-bin reconoce el mismo Diego de Carmona Bohrquez, f. 89r, 146r. La imagen pas alos seores de Marchena, los Ponce de Len, ff. 136r-144r. Cf. Espaa Sagrada, edicinde R. LAZCANO, XXXVI, p. 30; TOMS DE HERRERA, Alphabetum Augustinianum, Matri-ti 1644; reimpresin anasttica, Roma 1990, II, pp. 365-366: 366; F. DEL BUEY, La es-trella de Europa y fnix de frica. Comedia indita del maestro Antonio Fajardo y Aceve-do, Granada 1989, pp. 131-139.

    134 La expresin lmpara inextinguible corresponde a San Cirilo de Alejandra,en el sermn pronunciado en el concilio de feso (431).

  • de la luz de la gracia135 en el lugar conocido como el Humilladero,que en adelante qued bautizado con el nombre de Nuestra Seorade Regla, donde se encuentra el actual Santuario mariano de Chi-piona. El mismo cannigo regular de San Agustn, autntico icon-grafo136 de Mara, supo de la boca de la misma Virgen Nuestra Se-ora como era servida, que en aquel lugar le labrasen casa y ermita,que por la antigua devocin que all antes se haban tenido los cris-tianos, gustaba ser en aquella ribera del mar, el amparo y norte de to-dos los que navegasen y que a ella se encomendasen; y bien comnde todos los catlicos, a quienes prometa socorrer y amparar; sien-do all invocado su nombre137.

    As pues, encontrada la imagen donde hoy se levanta la capilladel humilladero, el cannigo se dirigi a Rota, donde por aquellas fe-chas se encontraba Pedro Ponce de Len, seor de Rota, Marchena,Arcos, Cdiz y otros lugares138, para indicar la conveniencia de levan-tar una templo a la Virgen de Regla. Como en las proximidades dellugar de la aparicin haba un castillo, propiedad de los Ponce de Le-n, don Pedro decidi donarlo al cannigo con el fin de que fuese uti-lizado para la veneracin de la milagrosa imagen. El castillo se con-virti en monasterio de cannigos regulares de San Agustn. La de-dicacin del templo y ermita, a la tal Seora con el nombre y advo-cacin de Santa Mara de Regla, por la que de este nombre est en laIglesia Catedral de Len, donde fue revelada al contenido cannigoreglar, y por la regla del instituto139.

    Los cannigos regulares de San Agustn estuvieron al frente dela ermita del castillo de los Guzmanes, situada en el trmino de lavilla de Rota, durante unos setenta aos, convertido en monasterioo convento a raz de la batalla del Salado (1340), al desplazarse ha-cia el interior la frontera de la reconquista, y perder la fortaleza suvalor estratgico. El cuarto seor de Marchena, Pedro Ponce de Le-n, puso la ermita y convento en manos de los Ermitaos de SanAgustn, segn consta en el documento datado en Sevilla, el 22 deabril de 1399140.

    Rafael Lazcano260

    135 F. 124r.136 La iconografa mariana, ms que un arte, se ha de interpretar como un caris-

    ma semejante al de la catequesis de la Madre de Dios. En este caso la experiencia es-piritual mariana del cannigo regular de San Agustn sirvi para despertar una pro-funda admiracin hacia el icono de la Virgen de Regla.

    137 F. 125r. Cf. F. 130r, 133r.138 F. 140r, 141r.139 F. 146r.140 F. 132r, 140r. Cf. Espaa Sagrada, edicin de R. LAZCANO, XXXVI, p. 30.

  • 4. Santuario Nuestra Seora de Regla141

    Por los aos de mil trescientos veinte nueve, en que fue la inven-cin prodigiosa de esta gran Seora, la cual en su portentoso descu-brimiento por una voz, y una luz que baj del cielo haciendo prodi-gioso aquel sacro sitio, le consagr la Virgen Mara Seora nuestra142.El lugar elegido se encuentra entre dos famosas ciudades, Cdiz ySanlcar de Barrameda, que est la una de la otra a cinco leguas143.Aqu plant la disposicin divina un santuario de tanto porte, en ladevocin, en las maravillas y prodigios como cuantos tiene el mundopara que de esta vez conociesen los catlicos, con propiedad, en losefectos que en medio, consiste la virtud, cuando los extremos son vi-ciosos144. El santuario, seala Carmona Bohrquez, posee una granfbrica, por su hermosa apariencia y por su mucha religin y retira-da soledad, y sobre todo por la insigne reliquia que en s contiene145.De modo sucinto se ocupa de la venida a Espaa de San Pablo y suslabores apostlicas referidas a la Virgen Mara, para que fuese ado-rada y reverenciada tan prodigiosa y milagrosa imagen146. A este res-pecto cita los autores ms destacados en la antigedad, los autores co-etneos al autor, sin olvidarse de los cronicones147.

    En Historia sacra se describe la iglesia de Regla de esta manera:Tiene de largo cincuenta y seis pes desde el altar de la capilla ma-yor hasta la puerta debajo del coro, que est en un arco de muchogrueso, sobre el cual se levanta mucha altura de edificio a que se arri-ma una fortsima torre dentro de la cual est el coro con su sillerabien labrada. Tiene un pos coro con una ventana y reja a la Iglesia yarrimada a ella un rgano de muy dulces voces, que sirve a los ofi-cios divinos, sobre el dicho arco, que est debajo del coro, se levantaarriba al ventanal el testero del cuarto que dijimos, y sobre l un bi-zarro campanario, para tres campanas; que tiene dos muy buenas.Esta puerta que est debajo de esta fuerte pared adentro de la igle-sia, tiene dos rejas gruesas de hierro que arqueadas se cierran congrueso cerrojo y fuerte llave. De esta puerta a la de afuera, por don-de sale la imagen en procesin el da de fiesta, hay un buen espacioque tiene de una puerta a otra veinticinco pes, y de ancho otro tan-

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 261

    141 La historia del convento y santuario Nuestra Seora de Regla se ofrecer enotro trabajo de prxima publicacin.

    142 F. 3r.143 F. 15r.144 F. 15r.145 F. 16r.146 F. 53v.147 Ff. 53r-54r.

  • to poco ms o menos, adonde a un lado y a otro estn dos hospede-ras buenas para la gente, una mayor que otra, aunque ahora en elcomps del convento se han hecho otras cinco muy buenas, altas ybajas, donde cabe mucho nmero de fieles, causa por donde ya no sepermite quedar nadie a dormir en la iglesia, por ms decencia deaquel santuario148. Prosigue con la descripcin de la ermita, que ha-ce con meticulosidad, cuando indica tiene de ancho la dicha iglesiacincuenta pies. Contiene su arco toral y capilla mayor de la cual di-r luego y sus dos capillas colaterales. La de mano derecha es de unSanto Cristo antiguo y devoto. La de mano izquierda es de la madrede Mara Santsima Santa Ana, de quien fueron padres Estolano yEmerenciana, su forma de esta capilla es, como la otra colateral, so-lo difiere en un arco abierto en la pared, en el cual se asienta un lien-zo redondo de bastidor a su tamao, en l se venera la dicha santa debuena pintura antigua de mano de un religioso de nuestra Orden quepuso all su nombre. Tiene Santa Ana a su nieto el nio Jess sobrelas rodillas, por estar sentada la abuela que lo est dando una perita,estando al otro lado su madre santsima Mara, con un cestico de fru-ta que le ofrece a el nio. Tienen estas dos imgenes el tocado a loegipcio. Esta mediana fbrica es algo baja, y a mi ver no lo es tantopor su origen, como por el tiempo, el cual la tiene hundida por sertan antigua debajo de la arena, porque aunque parece milagro el noestarlo de todo punto, segn los grandes arenales que la cercan, essin duda que en tanta distancia de aos se le ha de haber llegado mu-cha, y por esta razn le han hecho resguardo de pared para detenerlos arenales que con los vientos se mueven y la cercan de tal modoque por la parte del ventanal le han quitado a veces cerca de dos es-tados de arena que se arrima a las paredes de aquel santuario, y staen los tiempo pasados la solan entrar adentro los aires y la gente queen los pies y la ropa se trae mucha a la Iglesia; y el poco cuidado delos pasados dio lugar a que se levantase de suelo por donde viene aestar tan baja de cielo149.

    Un amplio retablo est en el altar mayor, a los lados en alto lasarmas del duque de Arcos y otro escudo con las de San Agustn. Tie-ne hoy, puntualiza Diego de Carmona, la capilla mayor dos hermo-sos y galanos nichos de yeso y oro negro con las figuras de San Agus-tn y San Nicols [de Tolentino], de la mejor hechura que se ha vistoen Espaa. A un lado de ellos, en cada parte estn puestas campani-llas de plata de tres en tres que se tocan a descubrir y cubrir la San-

    Rafael Lazcano262

    148 F. 149r.149 Ff. 149v-150r.

  • ta Imagen. Est toda la capilla cercada de barandillas de hierro for-madas de balaustres torneados dados de oro y de azul, con sus cerra-duras y sus bolas de bronce; que todo junto hace vistosa y aparienciay sirve de respeto y guarda de la dicha capilla. El suelo est todo so-lado de ladrillo de junto150; y a dos partes de las naves hay sealadoscuadros de sepulturas para los religiosos, y personas que tienen de-vocin de enterrarse en ellas151.

    La imagen de la Virgen de Regla, segn la costumbre, estaba so-bre el altar con sus andas desde la vspera de la fiesta hasta la octa-va152. En procesin sala el da de su fiesta principal, el ocho de sep-tiembre. Entonces, escribe Carmona Bohrquez, es sacada en pro-cesin por fuera de su casa 153.

    5. La Virgen de Regla y su bendito NioDesconoce el autor de Historia sacra de qu esta hecha la ima-

    gen descubierta por el cannigo leons. S le llama la atencin quedespus de tantos siglos, y no siendo de bronce o piedra, o de otroalgn metal, como no lo es; y siendo de barro, madera o pasta, hoyest sin corrupcin154. Por ello, concluye, ms parece obra divinaque humana. Porque aunque yo haya llegado a verla de cerca y des-nuda, y aunque esto mismo han hecho muchos religiosos de su san-ta casa con toda curiosidad, es tanto el respeto y reverencia que sele tena a tan prodigioso bulto, que nadie se atreve a llegar con talnimo a tocar, deshacer alguna parte, por pequea que sea para co-nocer la materia de qu es formada. Aunque es verdad que los pa-dres sacristanes por razn de su oficio, pudieran ms que otros ha-ber intentado esto, andan en vestirla y aderezarla en la forma quehoy est, con tanta cautela, reverencia y temor, que aun no se atre-ven a desnudarla sin que estn presentes otros religiosos dndolegracias y alabanzas, rezando mientras la visten que jams la desnu-dan de todo punto, sin quedarse ropa decente debajo sobre la cualvisten y mudan la otra ms rica155.Hasta que no llegamos con la lec-tura al libro tercero no encontramos mencin al nio que acompa-a a la imagen de Nuestra Seora de Regla; a saber, la postura yasiento en que fue aparecida sentada en una silla, en que consiste

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 263

    150 Ladrillo de junto hace referencia a la forma de colocarlos con el mortero, eneste caso, sin que fuese visible la juntara entre pieza y pieza de ladrillo.

    151 F. 152r.152 F. 341r.153 F. 143r.154 F. 161r.155 F. 161r.

  • hoy da aunque vestida y cubierta, su delineamiento, color, partes,proporcin y semblante del rostro. Y como le viene ms bien aNuestra Seora el color moreno que el blanco156. Un poco ms ade-lante da su opinin respecto a la singularidad de la talla. Tengo porcierto que de cuantas imgenes han sido descubiertas en toda Espa-a, que han sido muchas, y an no s si me deje llevar a Italia, Fran-cia y Nuevo Mundo, y a otras muchas partes de la cristiandad, no seha visto que ninguna de las tales imgenes milagrosas se haya apa-recido y hallado en la forma y postura que esta tiene en lo interiordel talle que hoy cubre tanta seda, tanta tela, tanto brocado, tantobordado y, al fin, tanta plata, oro, perlas y piedras preciosas en lamajestad de sus vestidos y cortinas157.

    El agustino chipionero contina perfilando en las hojas siguien-tes la belleza del rostro de la Virgen de Regla. El parecer del rostrode esta milagrossima y santsima imagen es de una negra mirada delejos, ms no tanto que no fea, ultraje de las blancas y de todos loscolores con que suele pintarse un hermoso rostro de cualquiera figu-ra humana, porque en esta hermosura divina no vale otra compara-cin sino la de su persona misma. Y as, ella s sabe, pues ella solaconoce, que hoy no refiero ms de lo que miro y alcanzo con mi tor-pe vista. Y dije que su color era color negro, no por tratarla como auna negra, sino porque la llaman todos, por ser tan de todos nuestranegra. Esto, los que ms la quieren, ms le tratan y le adoran. Ben-dita seis vos Seora y Santsima Virgen de Regla158. Su color more-no y tostada tez, como si le hubiese quemado el sol el rostro, guar-dando vias ajenas, aunque el color natural suyo, no fue blanco, si-no moreno, lo que llaman trigueo159. El color negro de la talla deno-ta, sobre todo, antigedad160. Describe cada una de las partes ojos,cejas, labios, etc. del rostro de la antiqusima africana, de univer-sal aceptacin, al que considera medianamente grande, quiero de-cir, ms redondo que aguileo, pero todo junto sin atender a sus par-tes, tiene notable gracia y compostura161. Muchos aos estuvo estacelestial imagen sentada en su silla como fue hallada sin ponerle ves-tido alguno, pobre ni rico. Y esto no solo estuvo as los setenta aosque la tuvieron por suya los cannigos regulares, sino aun despus

    Rafael Lazcano264

    156 F. 153r.157 F. 154r.158 F. 155r.159 F. 155v.160 El color negro es quien mudamente pregona con ms certeza su mucha anti-

    gedad, y por esta razn debe ser ms venerable reliquia: f. 330v.161 F. 156r.

  • muchos aos en tiempo de los Padres Agustinos que hoy la tienenpor suya. De suerte que por la cuenta de los aos que en esto tene-mos hechas estuvo ms de ciento y cincuenta sin vestirla despus desu descubrimiento; y haca entonces cuando as la tenan, tantos yms milagros que ahora, como consta de las memorias de ellos. Y seve claro que no la vestan en aquellos tiempos, por antiguos canni-gos, ni fue vestida de all a muchos aos, pues hallamos que cuandose nos hizo la donacin de la imagen y la ermita, que fue por los aosde mil y trescientos noventa y nueve, estaba descubierta sin vestido,en la manera que fue hallada por su descubridor, y de que estuvo asdespus muchos aos en poder de nuestros frailes ermitaos162.

    Varios captulos dedica Carmona Bohrquez a plasmar qu seha de entender por belleza, armona y perfeccin de las figuras hu-manas y una sabia representacin artstica. La imagen de NuestraSeora de Regla mide del extremo alto de su celestial e imperial co-rona hasta el de la peana sobre que estriba todo el bulto, dos varasmenos quarta. La ordinaria medida que se le toma es de verdaderotamao de la sagrada imagen, no como ella es hoy da que parece es-tar en pie, sino como ella fue aparecida y de la manera que est sen-tada en la referida silla163.

    6. Antologa de ttulos marianos El autor de Historia sacra pone en boca del cannigo leons una

    ampla antologa de ttulo dirigido a la Madre de Dios. Para ello sesirve de mltiples recursos literarios. Una vez hallada la imagen, lamisma Santsima Virgen Mara le dice: Camina siervo mo, anda veno temas, di que soy la madre de Dios, la que llamarn Virgen de Re-gla, quien la dio a las vrgenes, siendo la primera regla de la virgini-dad, quien la dio para los siervos de Dios llamndose sierva del quese hizo Siervo por el hombre, quien ser regla y gua de toda almacristiana, quien les asistir en sus trabajos, quien remediar sus ma-les, consolar sus fatigas, enriquecer su pobreza, les dar ojos a losciegos, habla a los mudos, pies a los cojos, quien calmar las tormen-tas, enfrenar los vientos; sosegar los mares; librar los cautivos yal fin quien hoy aparec en este lugar, para ser amparo de todo el uni-verso que a m quisiere encomendarse. Anda di que soy quien soy, yque yo te envo a que publiques mi nombre, y confa en m, siempreirs seguro, y en la modestia de tu humilde reconocimiento, respeta-rn los hombres tu virtud y tu persona164.

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 265

    162 Ff. 162v-163r.163 F. 173v.164 F. 129v.

  • Ofrecemos, sin nimo de exhaustividad, la siguiente relacin denombres de Mara: Abogada de los navegantes165, Abogada y bien-hechora de cautivos166, guila de ms perspicaces ojos167, Amparode los que surcan la mar168, Arca de sabidura169, Consoladora decautivos170, Flor de las vrgenes171, Lince de mayor belleza172, Ma-dre de Dios173, Madre de la luz174, Puerta del cielo175, Puerto de lagloria176, Reina de la gloria177, Reina de los ngeles178, Reina delos rboles179, Reina de los cielos180, Reina del cielo y tierra181, Se-ora de todas las criaturas182, Seora del mar183, Sol de la Igle-sia184, y Torre de David185.

    El agustino Diego de Carmona reconoce que la figura de Maraexcede a cualquier palabra humana por sabia que esta sea, y, aun as,se atreve a invocar a la Virgen, sobre todo, con metforas marinas.Sois Mar, tan insondable; sois Golfo, tan profundo de virtudes; tam-bin sois Farol186 que a el puerto de la gloria conduce; Estrella que enel mar nos gua; Nave en que salgamos a la orilla; y al fin, sois Am-paro, Camino y Luz por donde vamos a la gloria187. Los innumera-bles ttulos marianos intentan despertar una profunda admiracinpor la Virgen de Regla entre quienes la evocan con fe y miran con es-pecial confianza para ver el cielo abierto.

    Rafael Lazcano266

    165 F. 316r.166 F. 335r.167 F. 121r.168 F. 148r.169 F. 164r.170 F. 333r.171 F. 128r.172 F. 121r.173 F. 92v, 93r, 104r, 133r, 158r, 164v, 174r.174 F. 110r.175 F. 118r.176 F. 118v.177 F. 92v.178 F. 71v, 94r, 96r, 113r.179 F. 117r.180 F. 51r, 94r, 118r, 126v.181 F. 169r.182 F. 51r.183 F. 105r.184 F. 7v.185 F. 118r. Mara atalaya, centinela mayor del mundo para los suyos, siempre

    fuerte, siempre invicta, siempre inexpugnable, contra el comn enemigo.186 En otra parte de la obra significa a Mara como estrella, lucero y farol de

    los hombres, F. 113r.187 F. 93r.

  • 7. Nuestra Seora de Regla, la ms milagrosa de Espaa188

    Dos textos de Diego de Carmona describen las cualidades y laproyeccin milagrosa que posee la imagen mariana de Regla. Heaqu el primero: Aunque la imagen de Nuestra Seora de Regla,cuanto a la figura es tan adorada y tan milagrosa como vemos, no he-mos de entender por eso que tiene en s alguna divinidad, sino queen esa misma imagen, que es adorada la Virgen Mara, es servida dehacer mayores milagros que en otra alguna. Y aunque es verdad queen todas imgenes de Cristo de nuestra Seora o de sus santos quese adoran todas tienen un mismo grado de estimacin, cuanto a loque significan, con todo eso, cuanto a ser hechuras de manos dehombres, tienen algunas ms precio que otras y se les da mas valapor la forma, disposicin o delineamiento del artfice, el cual intro-duce en la figura tales partes de hermosura de proporcin, detalle, ogalante parecer que se lleva tras de la tal imagen los ojos y la devo-cin de la gente189.Dar vista a ciegos, lenguas a mudos, pies a cojos,manos a mancos, odos a sordos, y vida a muertos. Librar endemo-niados, romper grillos y cadenas, sacra por su mano cautivos infini-tos, abrir mazmorras y dar las llaves de ellas a los cautivos cristianosque la han llamado, de las cuales hoy, se venera una en su iglesia.Guiar y sacar a salvo de los golfos ms tormentosos a los naufragan-tes. Alumbrarles con luces celestiales la misma Virgen cuando en no-ches tenebrosas, caliginosas y tristes, se ven perdidos y anegados, va-gando la miserable vida sobre desatadas tablas del ya despedazadobajel. Socorre conflictos, navales y terrestres; calmar borrascas, en-frenar los vientos, detener las olas, quietar competencias y emulacio-nes. Aparecimientos admirables, a favor de cristianos contra enemi-gos, sobre su misma casa, su mar y su playa, sobre diversas naves,sobre varias batallas, en lejanas tierras y cercanos peligros, sobre ciu-dades develadas, entre caribes y alarbes, escudando a sus devotos190.

    El quinto y ltimo libro de Historia sacra, obra del chipioneroDiego de Carmona Bohrquez, presenta una relacin de cien mila-gros el noventa y nueva aparece tachado sacados de memoriasatrasadas que los declaran por autnticos191. Abarcan un amplio pe-riodo de tiempo, de 1338 a 1636, como vasto es el mbito geogrficopor el que se extiende la accin benefactora de la Virgen de Regla, yvariado el origen de las personas favorecidas por el milagro.

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 267

    188 Ff. 167v-168r.189 F. 182r-v.190 F. 9v.191 F. 271r

  • Una primera aproximacin al estudio de la temtica de los por-tentos, indica que los milagros obrados por la Virgen de Regla estnrelacionados con los peligros del mar, las enfermedades, la liberacinde cautivos, los pozos de agua, etc. Veamos: 1) salvados de las tor-mentas en el mar: milagro 2, 8, 10, 15, 17, 28, 31, 37, 42, 43, 44, 45,52, 54, 56, 57, 61, 72, 76, 79, 80, 90, 84; 2) curaciones o sanacionesdiversas (tullidos, mudos, sordos, ciegos, desahuciados, etc.): mila-gro 5, 9, 17, 18, 19, 27, 32, 38, 40, 46, 48, 50, 53, 60, 61, 64, 68, 70,71, 74, 91, 95; 3) liberados de perecer ahogados en un pozo: milagro22, 35, 51, 67, 90, 94; 4) liberacin de cautivos: milagro 4, 7, 28, 78,81, 82, 85, 96; 5) defesan de ataques enemigos: milagro 24, 26, 30, 41;6) resucitados: milagro 1, 29 36; 7) endemoniadas: milagro 77, 92,98; 8) defensa del santuario: milagro 3, 26, 59, 100.

    El mbito geogrfico de los portentos sobrenaturales compren-de, de modo especial, a aquellas poblaciones prximas al santuariode la Virgen de Regla: 1) Sanlcar de Barrameda: milagro 1, 10, 20,27, 44, 47, 50, 53, 55, 70, 79, 86, 88, 93, 94; 2) Puerto de Santa Ma-ra: milagro 1, 12, 25, 29, 51, 59, 71, 77, 90, 92; 3) Santuario Virgende Regla: 35, 62, 100; 4) Chipiona: milagro 9, 62, 65, 67, 99; 5) Rota:milagro 4, 32, 38, 60, 83; 6) Santuario Virgen de Regla: milagro 3, 6,59, 100; 7) Jerez de la Frontera: milagro 17, 43, 68; 8) Sevilla: mila-gro, 21, 66, 69; 9) Islas Canarias: milagro, 84, 89; 10) Saint Malo(Francia): milagro 39, 46; 11) Alcal de los Gazules: milagro 64; 12)Almonte: milagro, 75; 13) Arcos de la Frontera: milagro 8; 14) Cuba:milagro 33, 73; 15) cija: milagro, 41; 16) Italia: milagro 77, 81. 17)Puerto Real: milagro 61; 18) Sal (Marruecos): milagro 82; 19) Truji-llo (Colombia): milagro 11; 20) Vejer de la Frontera: milagro 98.

    Quines son los favorecidos por la Virgen de Regla? Hombres:milagro 4, 10, 11, 16, 18, 23, 24, 28, 31, 33, 35, 39, 40, 41, 47, 54, 55,56, 57, 59, 60, 61, 67, 68, 71, 75, 99; nios: milagro 7, 8, 13, 22, 26,28, 36, 53, 63, 73, 94; y nias: milagro 29, 49, 50, 65, 66, 83, 90; mu-jeres: milagro 1, 2, 5, 9, 17, 28, 38, 66, 78, 83, 86, 88, 92, 93, 97, 98;cautivos: milagro 4, 7, 28, 78, 81, 82, 85, 96; santuario Virgen de Re-gla: milagro 3, 6, 59, 100; gitanos: milagros 36 y 48; devotos de la Vir-gen de Regla, aunque este gnero de gente hay ms inclinacin dehurtar y hacer mal que de ser devotos192; esclavos: milagro 74, e in-terviene una mujer esclava en el milagro 13; y cuervo193: milagro 14.

    Rafael Lazcano268

    192 F. 305r.193 La Virgen de Regla ejerce con todas las criaturas su piedad, milagros y prodi-

    gios maravillas, con blancas y negras, que al fin es gente racional, sino hasta con losanimales y las aves que son irracionales: F. 294v.

  • En cuanto al origen social de las personas favorecidas por losmilagros, cabe indicar que pertenecen en su mayora a un estrato so-cial humilde, cuya religiosidad popular gira entorno a la devocin ala Virgen de Regla. Tambin son agraciados por la gracia del milagro,aunque en menor nmero, el clero, caballeros y seores: Alonso P-rez de Guzmn, sptimo duque de Medina Sidonia: milagro 34; Ma-nuel Alonso Prez, octavo duque de Medina Sidonia: milagro, 82; uncorregidor, un gobernador y maestre de Campo: milagro 52; un sol-dado: milagro 19; un agustino, Alonso de Cspedes, conventual deRegla, milagro: 16; y un cannigo de la iglesia de Sevilla: milagro 21.

    El milagro o portento se realiza cuando los devotos de la Virgende Regla se ponen en sus manos, una vez que han perdido toda espe-ranza humana de salir airosos de la situacin en la que se encuentrael personaje. A Nuestra Seora de Regla piden su ayuda, se enco-miendan a su proteccin y socorro, movidos por la fe sin lmites enla actuacin beneficiosa de la Madre de Dios. En cuatro milagros 17, 32, 67 y 91 el aceite de la lmpara del altar de Virgen de Reglasirve para la curacin milagrosa.

    Si bien en el relato de alguno de los milagros aparecen dos o mshechos prodigiosos, vase a modo de ejemplo milagro 23 y el 82,ofrecemos en la siguiente tabla un resumen del nmero de ellos poraos, y no sobrepasando el nmero de cien milagros, a tenor de lapropuesta de Diego de Carmona Bohrquez. As, tres milagros co-rresponden al siglo XIV; en la siguiente centuria, cinco milagro; 22milagros en el siglo XVI; y en los 36 primeros aos del XVII un totalde setenta hechos prodigiosos atribuidos a Nuestra Seora de Regla.

    Cuadro con el ao y nmero de milagros

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 269

    Ao Nmerode

    milagros1338 11339 11340 11482 21484 11485 21526 11541 11545 11548 11552 11562 11564 11570 11578 2

    1580 11582 31584 21589 1 [m. 100]1594 11596 11599 31600 41601 41602 31603 21604 21605 41606 51607 81608 71609 41610 1

    1612 31613 11615 11616 11618 11621 11624 11625 21626 11628 21629 21630 31631 21632 11633 11634 11635 11636 1

  • La cadena milagrosa no se ha interrumpido desde 1636 hastanuestros das, como tampoco la devocin a la imagen negra de laVirgen de Regla. Dejamos para otra ocasin el desarrollo de esta in-teresante historia, como aquella de los ex-votos devocionales, consus muchas curiosidades y enseanzas presentes en cada represen-tacin milagrosa.

    8. Protectora de marineros, navegantes, argonautas194

    Este singular icono de la Virgen, de cualidades y tan multipli-cadoras perfecciones, cada da intercede con sus ruegos por aque-llos hombres que andan sobre aguas de la mar195, expuestos a losvientos y a las olas196. El nombre de Mara quiere decir mar; pare-ce que quiso la Virgen en el mar por ser de su nombre, mostrarsemar de maravillas197. A la imagen de Nuestra Seora de Reglamantuvieron gran devocin los pasados en otro siglo, y en parti-cular los navegantes del Ocano198. Una cruel tormenta sufrieronlos galeones que llaman de la plata, porque la traen de las In-dias, el 3 de septiembre de 1622 en el mar que llaman los Cay

  • 1er milagro, 1338201

    Un hombre del Puerto deSanta Mara, de naturaleza tanrgida como feroz, y tan feroz co-mo cruel, tena una mujer tanhermosa como honesta, y tancasta como santa. La maltrata-ba de obra y de palabra desme-suradamente a causa de sus in-fernales celos. Para su consueloy esperanza, la mujer se enco-mienda a la Virgen de Regla.Crecan las virtudes de aquelngel en imagen de mujer, crec-an las maldades y aborrecimien-to de aquel demonio en figura dehombre. Tanto crecieron suscelos que decidi darle muertecruel a la mujer ms digna de vi-da en toda Europa. Una tardede verano quiso llevarla por elro para que viese pescar por lamar en compaa de otro herma-no. En barco salieron por la ba-ha de Cdiz hasta la villa de Ro-ta. Aquel tirano carnicero detan inocente sangre le confiesasu verdadera intencin: si os hesacado hasta esta parte es paradaros la muerte porque nadie se-pa de vos y para que sea infaustosepulcro de vuestro miserablecuerpo el fondo de este saladopilago. Oda la sentencia demuerte alz los ojos al cielo a pe-dirle socorro a la Virgen de Re-gla con una larga, confiada ora-cin. El villanamente inhuma-no la mat con un cuchillo paraser arrojada a la mar por los dos

    hermanos malvados dignos detodo suplicio, antes de darse lavuelta hacia el Puerto de SantaMara. El cadver de la mujer,azotado por las olas, movido porlos vientos en las peas y destro-zado por los peces, tras cuatrodas en el mar sali el cuerpomaltratado, herido y deforme ala orilla en la plaza del santomonasterio de Nuestra Seorade Regla. El cadver hinchado,reventado por los ojos y malo-liente fue llevado en un atadpara ser enterrado. Salan los pa-dres agustinos para dar tierra ala tierra cuando echaron de verque aquel desfigurado cadveriba cambiando poco a poco elparecer, corroborando el color,abriendo los ojos y consolidandoquiebras de su desfigurado ros-tro, de sus pies y sus manos, y alfin hermoseando el semblante.De esta transformacin maravi-llosa estaban todos pendientesque del atad se levanta una vi-va la que enterraban muerta, re-sucitando milagrosamente tansana y entera como si jams nohubiera pasado por ella tan granfortuna. Se fue a la iglesia de laVirgen de Regla para darle lasgracias por la vida que me ha-bis dado al cabo de cuatro dasmuerta como vuestro hijo Cristomi Seor se la dio a Lzaro al ca-bo de estos cuatro das sepulta-do. Este milagro corri de bocaen boca por todas las gentes dela comarca, llevando la fama y

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 271

    201 Ff. 278v-282v.

  • santidad de aquella bendita mu-jer. Por su mandato fue llamadoel marido llegando al santuarioacompaado de aquel traidorhermano que haba sido cmpli-ce en el delito, y ahora arrepen-tidos ambos de lo hecho y es-pantados de ver viva entre losfrailes aquella que haban dejadomuerta entre las olas del mar.Derramaron muchas lgrimas, lepidieron perdn; ella, comocristiana los perdon abrazan-do a su marido, recordndole loque haba dicho cuando la apu-al: que si estaba libre le daravida aquella Seora a quien lla-maba en tal ocasin.

    2 milagro, 1339202

    En 1339, desde Sanlcar deBarrameda se dio a la mar unanao, junto con otras, en la cualviajaba un capitn de infantera,y su mujer, ambos devotos de laVirgen de Regla, a la que habanvisitado todava en fechas re-cientes. El capitn y su mujersalieron a lo alto del navo enuna noche calurosa de verano.La seora quera ver correr elagua, se aproxim a un lado dela nave y cay al mar sin ser vis-ta por nadie. Despus de tres d-as fue rescatada con vida al am-paro de la Madre de Dios, la Vir-gen de Regla.

    3 milagro, 1340203

    Un clebre pirata, gran ca-pitn y famoso renegado, denombre Muley Rafar, hombresin Dios y apstata de su fe, in-vadi las playas desde el estre-cho de Gibraltar hasta Cdiz.Siete galeras alborotaron la cos-ta hasta Sanlcar de Barrameda.Examinada la playa de Reglaquiso asaltar el santuario en lanoche de su fiesta principal de1340, sin que pudiese conseguirsu objetivo al ser burlado, una yotra vez los turcos ante la casade la Virgen de Regla.

    4 milagro, 1482204

    Dentro de una mazmorra dela Alhambra de Granada se en-cuentran doce cautivos en 1482.Uno de ellos es un anciano de lavilla de Rota, y como en los deaquel lugar nace con ellos la de-vocin a esta Santsima imagenms que en otras muchas. Elmencionado anciano devoto dela Virgen de Regla informa a suscompaeros de cautiverio quecerca de Rota est una imagenantiqusima tan milagrosa quecada da saca muchos cautivosde tierras de moros. Todos losall presentes se ponen de rodi-llas y piden a la amparadora decautivos, la Virgen de Regla, que

    Rafael Lazcano272

    202 Ff. 282v-285v.203 Ff. 285v-287v.204 Ff. 287v-289r.

  • les favorezca con la liberacin.Una noche se le aparece la Vir-gen con una llave en la mano alvecino de Rota. Es la llave paraabrir la puerta de la mazmorra.Los doce hombres libres acudenal santuario para dar gracias a laVirgen de Regla y dieron la llave del grueso de dos dedos, ypalmo y medio de largo alprior del convento. Desde enton-ces es sacada en procesin to-dos los aos en manos de un sa-cerdote, reliquia maravillosaque ha hecho muchos milagrosa enfermos. Esta singular mila-grosa anda siempre estampadacon las efigies de esta imagensantsima.

    5 milagro, 1482205

    Una mujer tullida de pies ymanos de nacimiento, invocaque la lleven al Santuario deNuestra Seora de Regla. A l lle-g en carreta el 15 de mayo de1482. Introducida en la capilla dela Virgen le pide que le d saludpara servirla y venir por mi piea visitaron de ordinario como lohacen los de mi tierra. Recobrla salud, levantndose tan sanacomo si jams no hubiese tenidoachaque alguno en su cuerpo.

    6 milagro, 1484206

    Cuando los religiosos del

    convento se encuentran rezandolos maitines del oficio de Nues-tra Seora sucedi que el aireapag la luz que arda en uncandil, y aunque los religiosos seesforzaban por traer una segun-da luz, el viento arriaba msan. Un anciano religioso alzla voz diciendo: Virgen Seorade Regla nuestra, vuestro es eloficio que rezamos, pues soistan milagrosa en todo y al finlmpara inextinguible como osllama San Cirilo, envanos unaluz de esas vuestras lmpara quealumbre nuestra obscuridad pa-ra proseguir vuestras alabanzasy las de vuestro hijo en el oficiodivino. Ante esto, la Virgen deRegla enva una luz desde unalmpara de las que arde de ordi-nario delante de tan singular Se-ora hasta el coro de su iglesiaencendiendo el candil. Admira-dos del prodigio duplicaron laalabanza.

    7 milagro, 1485207

    Un cristiano est cautivo enArache (Crdoba), poblacinque entonces estaba en poder delos moros. Por entonces se ente-ra de que la Virgen de Regla ha-ba sacado algunos cautivos li-bres. Una noche llam a la Ma-dre de Dios de Regla para que lesacase de all, y a la maana si-guiente se halla a la puerta de la

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 273

    205 F. 289r-v.206 F. 290r-v.207 F. 290v.

  • casa de la Virgen de Regla conel moro que le guardaba.

    8 milagro, 1485208

    Dos nios estn en la peade Arcos de la Frontera, obser-vando el ro Guadalete, y en estoque uno empuj a otro, cayendoal precipicio, cuya distancia esms de dos veces la torre de laGiralda de Sevilla. El infantefue socorrido en la desgracia porla Virgen de Regla.

    9 milagro, 1526209

    Una mujer de la villa de Chi-piona, virtuosa y devota de laVirgen de Regla, con descuidoacaso puso en la boca un ocha-vo210 que atragant su garganta,de tal manera por momentosperda el aliento y hasta la vida.En este trance dijo como pudoVirgen de Regla valedme en an-gustia semejante. De repente,un resplandor superior alumbrala casa sintiendo que le habansacado de la garganta lo que lecausaba la muerte. Fue a dargracias a la Virgen a su casa,prometiendo servir toda la vidaque viviera dando el ochavo endonativo al santuario.

    10 milagro, 1541211

    Francisco Snchez Remo-lar, vecino de Sanlcar de Ba-rrameda y admirador de SantaMara de Regla, cuando iba enun barco con otros compaeros,un viento huracanado les impi-de tomar tierra y sin saber enqu punto se encuentran en me-dio de la tormenta. La mismaVirgen de Regla ilumina y guaa la embarcacin, sosegando elmar su furia y su clera el vien-to aquella amparadora de na-vegantes.

    11 milagro, 1545212

    Un caballero de la ciudadde Trujillo (Colombia), devotode Nuestra Seora de Regla, en-contrndose en la ribera de unturbio ro con dos criados, fueasaltado por un gigantesco cai-mn, tragndose en un instantea un indio. El caballero con to-da diligencia sac la espada einvoc su ayuda a la Virgen deRegla, abriendo al instante elestmago de aquel reptil carn-voro y sacando vivo y sin heri-das al indio. La piel del caimnfue llevada a la casa de la Virgende Regla.

    Rafael Lazcano274

    208 Ff. 290v-291v.209 291v.210 Ochavo: Moneda espaola de cobre con peso de un octavo de onza y valor de

    dos maraveds, mandada labrar por Felipe III. Se acu en Espaa hasta mediados delsiglo XIX.

    211 Ff. 291v-292r.212 F. 292v.

  • 12 milagro, 1548213

    Un pescador, vecino de C-diz y devoto de la Virgen de Re-gla, sali con su hijo desde elpuerto de Santa Mara a faenaren el Ocano. Encontrndose acinco lenguas mar adentro tirla red en nombre de Seora deRegla, como otro San Pedro ennombre de Cristo. La red atraptantos peces que la barca se iba apique. La codicia le ceg losojos para no ver el peligro ca-yndose el padre al mar sin queel hijo pueda socorrerle. El an-ciano pide a la Virgen de Reglasalga en su ayuda, y la divinaafricana, la morena ms hermo-sa, dndole la mano le vinoguiando cinco leguas, desde don-de se hallaba hasta la casas de laVirgen de Regla.

    13 milagro, 1552214

    Debajo de unos rboles pr-ximos al santuario de la Virgende Regla, lloraba un nio de pe-cho desamparado por descuidode su madre. Una seora princi-pal que vena con su gente a lacasa de la Virgen, oy llorar alinfante, la cual mand a unanegra doncella esclava suya quehacindole cuna de sus brazos lellevase consigo con tiernos yamorosos halagos a la capilla de

    la Virgen. Ambas de rodillas, se-ora y esclava, al pie de las gra-das de aquel milagroso altar ha-bl en su lengua la negra Vir-gen hasta que la mujer negrasinti el efecto del poder divino ydesabrochado el seno aplic loslabios el hambriento y fatigadoinfante. Cuando lleg su madre,toda llorosa y con indecible pe-na, pregunta por su hijo y cono-ce lo sucedido: un milagro hechode negra a negra, dando innume-rables gracias a la Virgen de Re-gla.

    14 milagro, 1562215

    Por el convento de NuestraSeora de Regla andaba entrelos frailes un cuervo de seme-jante color negro al hbitoagustiniano. A todos les parecaque estaba domesticado y te-ner razn, pues en el coro, en laiglesia, en las celdas y en el re-fectorio y, al fin, adondequierasegua la comunidad tan mansoy amigable entre las manos detodos, [a modo de] juguete depluma y apacible entreteni-miento de donaire. El ms es-timado era orle aclamar elnombre de Jess y de SantaMara de Regla. En una tardede campo, estando algo aparta-do de los frailes y del convento,se arroj sobre el particular

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 275

    213 F. 293r-v.214 Ff. 293v-294r.215 Ff. 294v-295r.

  • cuervo un alcotn216. Estandoen sus garras para morir co-mienza el cuervo a dar grazni-dos desiguales como pidiendosocorro a la Virgen en tal fortu-na. Repiti por tres veces elnombre de Dios y de su Madrediciendo Jess Santa Mara deRegla. Al punto, el alcotn sedesplom sin vida al suelo. Exa-minado el suceso maravillosopor los religiosos ha pasado alcmputo de los milagros debi-dos a la Virgen de Regla.

    15 milagro, 1564217

    Una flota navegaba desde LaHabana a Espaa. En el canalque llaman de Bahamas una tor-menta horrible escupe piedras,rayos y centellas; encomendn-dose a la Virgen de Regla en unbatelillo salieron dieciochopersonas hacia La Habana, sal-vando la vida merced a NuestraSeora de Regla.

    16 milagro, 1570218

    Alonso de Cspedes, agusti-no del convento de Nuestra Se-ora de Regla, se cay arrastra-

    do por un fuerte viento desdeuna de las ms altas azoteas dela casa hasta el claustro. En lacada era como para hacerse pe-dazos, a no ser que la Virgen, a lacual llam el siervo de Dios, am-parado en su patrocinio lleg sa-no y salvo al patio conventual.La comunidad religiosa entonhimnos en alabanza y aclamsus continuas maravillas con to-dos sus devotos.

    17 milagro, 1578219

    Una mujer de Jerez de laFrontera, desahuciada de un za-ratn220 en un pecho, pidi a sumarido que la llevase antes demorir a la Virgen de Regla. Pues-ta en la capilla de la Virgen le pi-di su salud. Esta mujer, devotade Nuestra Seora de Regla, secura aplicando a la llaga aceitede una de las lmparas que ar-den delante de la Virgen de Re-gla.

    18 milagro, 1578221

    Un hombre desahuciado porlos mdicos y a punto de morirdebido a que una sanguijuela le

    Rafael Lazcano276

    216 El alcotn es un ave migratoria, falconiforme, semejante al halcn, del cual sedistingue por tener las plumas de las patas y la cola de color rojo y las partes inferio-res con listas longitudinales.

    217 Ff. 295r-295v.218 Ff. 295v-296r.219 F. 296r-v.220 Zaratn o cncer de los pechos en la mujer.221 Ff. 296v-297r.

  • haba pasado de la garganta alpecho, acude a la iglesia deNuestra Seora de Regla. Ante laimagen de la Virgen pide que lecurase y la sanguijuela sali delpecho envuelta en sangre. Pre-senci la escena la sptima du-quesa de Medina Sidonia, Anade Silva, quien se hallaba visi-tando a tan milagrosa imagen.

    19 milagro, 1580222

    Un soldado que desde haciaaos haba quedado tullido depies y manos fue llevado en uncarro a la Virgen de Regla. Le pi-di con lgrimas y fe verdaderale diese salud para poder andarpor sus pies y servirse de sus ma-nos. Luego de haber besado losvestidos de tan milagrosa figuray despus quedado en oracinque le dur lo restante del da, ala media noche oy una voz quele dijo: tu fe te hace sano, y alpunto se hall libre de aquellaopresin. De alegra daba saltosy voces de contento. Acudieronlos religiosos y la gente que ha-ba en la iglesia dieron gracias aDios y a su madre por estas ma-ravillas.

    20 milagro, 1582223

    Un vecino de Sanlcar deBarrameda salv milagrosamen-

    te la vida por dos veces, a la iday a la vuelta, mientras navegadacamino a las Indias Occidenta-les. En efecto, a la Virgen de Re-gla llam en medio de las olas,salvndole en extraa manerade perecer ahogado.

    21 milagro, 1582224

    Un cannigo de la Iglesia deSevilla viaja a Roma para despa-char con el Papa. Antes de salirquiso visitar la Virgen de Reglaen su casa porque de ella era de-voto; se encomienda a ella y cele-bra la misa en su altar. Ms allde los Alpes pierde el camino, lamula y l se caen desde lo alto deuna senda. En esta lastimosa si-tuacin fueron socorridos por laVirgen de Regla para retomar elcamino real sin lesin.

    22 milagro, 1582225

    Un nio con el hbito agus-tiniano, costumbre que algunospadres siguen cuando visitan a laVirgen de Regla y encomiendanla educacin y amparo de suscriaturas, cay en un pozo demucha hondura con dos esta-dos de agua. La madre acudi deinmediato al pozo y angustiadapidi a la Virgen de Regla que fa-voreciese a su nio, pues tieneel hbito de vuestros religiosos

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 277

    222 F. 297r.223 F. 297r-v.224 Ff. 297v-298r.225 F. 298r-v.

  • que le pusieron en vuestra casa yen vuestro nombre. De inme-diato el agua del pozo asom porlo alto y el nio tan cerca que sumadre alargando la mano pudoasirlo del hbito y sacarlo fuera.

    23 milagro, 1584226

    Un hombre camina al Puer-to de Santa Mara. Un aire infec-cionado le arrebat la vista, que-dando totalmente ciego, cay atierra, se le torci la boca y per-di el habla. Pidi a un parientesuyo le llevase a Nuestra Seorade Regla, encontrndose cercade la casa de la Virgen se ape dela caballera, al pie de la cruzque all en el campo se adora,adonde hizo oracin y cobr lue-go la vista, y pasando por su piede aquel lugar al de la capilla deNuestra Seora, en siendo des-cubierta alcanz la habla y hallreducida al primer concierto sutorcida boca. De este modo hi-zo tres milagros en uno.

    24 milagro, 1594227

    Tres hombres devotos de laVirgen de Regla estaban pescan-do en una barca cuando apareciun navo de corsarios ingleses.Unos sesenta ingleses armadoscontra tres espaoles sin armas.Invocaron el nombre de Santa

    Mara de Regla, siendo de tal ma-nera socorridos que ganando unespaol a un ingls un dardo ma-t con l a tantos de ellos quelos dems medrosos huyeron yl colg el arma en su templo portrofeo de esta victoria.

    25 milagro, 1595228

    Un nio, natural de Cdiz,cay en un pozo de mucha hon-dura y de mucho agua en el cualestuvo ms de dos horas sin servisto de nadie. Su madre, alecharlo en falta y no aparecer, loencomend a la Virgen de Regla.Cuando iba a sacar agua unacriada al pozo oy voces dentrode l. Llam a su seora, quiencon llanto contenido oa que ledeca el nio desde abajo: madrema, no llore que en buenas ma-nos estoy. Fuera del pozo decla-r que una mujer de morenorostro le haba dado por su ma-no desde arriba, una sarta decuentas coloradas en que se ha-ba asido, y as haba estado so-bre el agua sin hundirse hastaque le sacaron. Sus padres fue-ron con el hijo a darle gracias asu casa.

    26 milagro, 1596229

    En 1596 llega a Cdiz unaarmada de ingleses luteranos.

    Rafael Lazcano278

    226 Ff. 298v-299r.227 F. 299r-v.228 Ff. 299v-300r.229 F. 300r-v.

  • Se contaron cien navos deguerra con gran nmero de sol-dados. Diecisiete das ms tar-de, cargadas sus naves de infi-nita riqueza, llegan a la playade Regla. Los religiosos ruegana la Virgen que no permitieseser destruida su santa casa poraquellos crueles herejes. Porella fueron protegidos de losdisparos, el navo ardi en lla-mas y los enemigos confesaronel milagro.

    27 milagro, 1599230

    El vecino de Sanlcar de Ba-rrameda, Francisco Gutirrez,herido de una landre mortal opeste bubnica, abandona la ca-sa para irse a morir al campo,con el fin de no contagiar a sumujer. Pidi ayuda a la Virgen deRegla, quien se le apareci lla-mndole por su nombre y le sa-n de inmediato.

    28 milagro, 1599231

    Un galeote de moros entrde noche en el ro Guadalquiviry cuando se encontraba en lassalinas que hay delante de Bo-nanza, prendieron de una de lassalinas a dos hombres y un mu-chacho, hijo de Domingo Her-nndez y de Beatriz Garca, ve-cinos de Sanlcar, para llevrse-

    los a Berbera. La madre del ni-o acudi a la Virgen de Reglapara pedir su liberacin, comoas sucedi cuando de repentele dio tal fuerza de superiorviento que sin saber cmo ni po-derse resistir, la embarcacinregres al puerto donde cautiva-ron al muchacho.

    29 milagro, 1599232

    Una doncella del Puerto deSanta Mara llevaba varias ho-ras en el atad amortajada. Sumadre, devota a la Virgen de Re-gla, le pidi que resucitase a suhija. Llegado el tiempo de serllevada a la sepultura, viendo lamadre quitarle delante de losojos para siempre la mayorprenda de su alma, hacindosepedazos rostro y cabellos, dijo agritos, con fe verdadera llena deun dolor infinito: Madre de Diosde Regla, dadme viva a mi hijamuerta para que vean las gentescuan poderosa sois contra lamuerte, pues sois vos el consue-lo de toda mortal vida de estetiempo. Una voz se oy dentrode la caja cerrada y abriendo elatad hall su madre a su hijaviva. En reconocimiento de tanalta maravilla consagr su virgi-nidad a Mara. En adelante, ca-da ao visitaron la casa de laVirgen de Regla.

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 279

    230 Ff. 300v-301r.231 F. 301r-v.232 Ff. 31v-302r.

  • 30 milagro, 1600233

    Con destino a las Indias Oc-cidentales salieron varios navosde luteranos ingleses. Encon-trndose en Puerto Rico comen-zaron a molestar a los cristianospor mar y por tierra, creandogran confusin y desasosiego enla poblacin. El alcalde o go-bernador llam en su ayuda laVirgen de Regla, su gran devota,pidindole no permitiese que losenemigos destruidores de susimgenes fuesen seores del cas-tillo donde guardaban algunasque sern ceniza si el luteranolas hubiese a las manos. Se apa-reci la Virgen a la vista de to-dos sobre nubes y tronos de ale-gres resplandores acobardandoa los enemigos y animando a loscristianos que consiguieron lavictoria. En agradecimiento elalcalde envi a la casa de Virgende Regla mil ducados en plata yuna corona imperial que le coro-nase por Reina de los cielos y Se-ora de la tierra.

    31 milagro, 1600234

    En el mar Ocano y carrerade las Indias navega una embar-cacin con destino a Espaa. Enmedio de varias tormentas pier-de el rumbo, yendo a parar auna isla de indios que llaman Ca-

    ribes, gente inhumana que co-men los hombres. Vindose enpeligro de muerte el piloto llamaa la Virgen de Regla, quien legua hasta Sanlcar de Barrame-da, y de all a la casa de nuestraSeora de Regla a darle gracias.

    32 milagro, 1600235

    Un vecino de Rota herido delandres mortales, epidemia queasolaba gran parte de Espaa, fuesanado con aceite de una de laslmparas de la Virgen de Regla.Untado con este aceite, que unvecino suyo tena, y llamando aesta divina Seora, de inmedia-to comenz su curacin. DesdeRota parti hacia el Santuario deRegla para darle gracias.

    33 milagro, 1600236

    Un hombre rico embarc enLa Habana y desembarc enSanlcar empobrecido por ha-ber jugado en el viaje gran sumade plata que traa. Desesperadopor la situacin fue a NuestraSeora de Regla para consolarcon su vista sus grandes pesares,que no los hay mayores que ver-se un hombre ayer poderoso yestimado por la riqueza, y hoyabatido y desestimado por la po-breza, cosa que vemos cada daen el mundo. Pidi en la capilla

    Rafael Lazcano280

    233 F. 302r-v.234 Ff. 302v-303r.235 F. 303r.236 F. 303r-v.

  • de la Virgen consuelo a sus fati-gas, pero ellas eran tan fuertesque desea quitarse la vida. LaVirgen de Regla interviene nopermitiendo que un hombreque haba estado en su casa hi-ciese tal desconcierto. Persisteen su intento varias veces, hastaque se encomienda a la Virgende Regla, quien lo lleva de nuevoa su casa para darle gracias.

    34 milagro, 1601237

    Encontrndose enfermo degravedad el sptimo duque deMedina Sidonia, Alonso Prez deGuzmn, ste manda a su cape-lln a la Virgen del Regla paraque celebrara una misa delantedel altar de la Virgen, hiciese ro-gativas y llevase una reliquia dela milagrosa imagen. Consigollev un manto de Nuestra Seo-ra y en cuanto el enfermo duquebes la reliquia, la puso en losojos y sobre la cabeza recibi lasalud. En agradecimiento a laVirgen de Regla viaj toda la fa-milia al santuario de Chipiona.

    35 milagro, 1601238

    Un famoso ladrn espaolfinge ser un caballero principalque viene a cumplir una novenaa la Virgen de Regla, pero su in-tencin es la de robar sus lmpa-ras. Cuantas veces de noche

    quiere cometer sacrilegio, tantasveces se le aparece un ngel conla vela encendida en la mano, enla figura de un religioso, que selo impide. De este modo la Vir-gen defendi su casa del enemi-go. Mas como a este gnero degente tarde llega la enmiendahasta parar en una horca, paraque no fuese oculto tal milagropermiti la Virgen que este tal la-drn cometiese despus algunosladronicios por donde fue sen-tenciado a muerte, y siendo lle-vado al suplicio al pie de la hor-ca confes y declar a voces elmilagro con el que la Virgen ha-ba guardado sus lmparas y de-fendido su prodigioso santuario.

    36 milagro, 1601239

    Un nio, de padres gitanos ydevotos de la Virgen de Regla, fa-llece y se encuentra amortajadopara ser enterrado en un atad.Piden a la Virgen de Regla la vi-da para su hijo, pues ella habasido amparada en Egipto, dondehaba ido con su nio Jess parasalvarle la vida que Herodes lequera quitar. La Virgen se apia-da del gitano, dndole la vida yla salud a su hijo. En accin degracias vinieron a la casa de laVirgen de Regla trayendo la ca-ja o atad que colgaron en elclaustro del convento para me-moria de tan gran milagro.

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 281

    237 Ff. 303v-304r.238 Ff. 304r-305r.239 F. 305r-v.

  • 37 milagro, 1601240

    Haba comenzado el ao1601 cuando una batalla navalestaba librndose entre un bajelde piratas ingleses y un navo devizcanos, a cinco leguas enfren-te del santuario de Nuestra Se-ora de Regla. Casi vencidos orendidos los vizcanos, pidieronayuda a la Virgen de Regla, y lagran Seora puso el viento a sufavor. Las dos partes desistieronde seguir por ms tiempo en lalucha, con ser bien desigualesen el nmero y las armas. Tantoel bajel enemigo como el propio,llenado ste de flmulas y ga-llardetes, entraron en Sanlcardesde donde se acercaron hastael santuario de Regla para darlea la Virgen infinitas gracias.

    38 milagro, 1602241

    Una mujer tullida de pies ymanos desde haca dieciochoaos, vecina de Rota y devotsi-ma de la Virgen de Regla, quedsanada por su mediacin. De in-mediato se desplaz hasta el san-tuario de la Nuestra Seora deRegla para darle gracias a su Vir-gen milagrosa. All antes de sa-lir de tan santsima iglesia tomen ella el hbito de beata agusti-na, el cual tuvo puesto hasta queDios fue servido de trasladar a la

    gloria que bien se puede creer deella pues, fue una de las ms vir-tuosas mujeres que ha tenido lavilla de Rota donde siempre lashay por extremo y en particulardevotsimas de esta tan gran Se-ora de Regla.

    39 milagro, 1602242

    Un hombre de Saint Malo(Francia), que iba desde Sanl-car de Barrameda al santuariode la Virgen de Regla, fue asalta-do por cuatro malhechores. Elfrancs invoc la proteccin dela Virgen, y aunque los enemigosle dieron por muerto, sali convida de aquel trance. Mostr laropa con mil heridas y dej col-gada la camisa de donde no ha-ban pasado las puntas de las es-padas ni hecho seal en la car-me.

    40 milagro, 1602243

    Un caballero espaol, enfer-mo muy grave y desahuciado,haba prometido en su docenciaque si Nuestra Seora de Reglale daba la vida, visitara en ac-cin de gracias cuantas imge-nes devotas hallase en toda Es-paa. Se puso a cumplir su pro-mesa visitando de una en una alas vrgenes ms famosas, olvi-dndose por ignorancia de Nues-

    Rafael Lazcano282

    240 Ff. 305v-306r.241 F. 306r-v.242 Ff. 306v-307r.243 F. 307r-v.

  • tra Seora de Regla. Un da se leapareci la Virgen vestida deresplandores y le dijo que an lequedaba otra casa de devocinque visitar. Algunos das des-pus lleg al Santuario de Regla,dando cuenta del milagro.

    41 milagro, 1603244

    Francisco de Hinestrosa, ca-ballero de la ciudad de cija, en-contrndose navegando en elmar Ocano, fue asaltado pordos navos de corsarios. Antesmorir o entregar el bajel a losenemigos llam en su ayuda a laVirgen de Regla de quien eragran devoto. Cuando ya se dabapor ganada la batalla permitiDios que de un balazo cayese enel suelo el buen caballero conque acudiendo los nuestros a suamparo, y los enemigos a su fugatemiendo la venganza. Un retra-to de la Virgen de Regla, que tra-a junto a su pecho el caballero,salva milagrosamente su vida.

    42 milagro, 1603245

    Un piloto, sus dos hijos ydos criados se hacen a la mar enun barco desde Sanlcar de Ba-rrameda. Una fuerte tormentaest a punto de hacerles pereceren medio del mar. Despus de unda y una noche perdido en la

    mar, asidos a los bordes y ta-blas de la embarcacin, llamana grito vivo a la siempre protec-tora de los navegantes, la Virgende Regla, calmndose los vientosy las olas y dando amparo a losque as padecen en la mar.

    43 milagro, 1604246

    Un andaluz, agradecido a laVirgen de Regla por haber hechocon l un milagro en Jerez de laFrontera, se encontraba en Tie-rra Santa (Palestina) cuando en-ferm gravemente. Hallndose alas puertas de la muerte, con no-table desconsuelo por morir le-jos de su patria, se dirige a su de-vota imagen de Regla: no per-mitas que muera sin ver vuestracasa y la ma. Se le aparece laVirgen entre nubes doradas yentre rayos fulgentes para con-solarle y tocando su cabeza conmano regalada le dej sano. EnEspaa antes de ir a su propiacasa entr en el santuario paradarle gracias a la Virgen de Re-gla y ofrecerle el resto de su vi-da para gastarlas en su servicio.

    44 milagro, 1604247

    La nao Trinidad que venade las Indias se pierde en unatormenta en 1604. Un vecino deSanlcar de Barrameda, Diego

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 283

    244 Ff. 307v-308v.245 Ff. 308v-309r.246 F. 309r-v.247 Ff. 309v-310r.

  • Bernal, permaneci tres das flo-tando sobre una tabla, pidiendoayuda y amparo a la Virgen deRegla. Ya en tierra, tambinNuestra Seora le socorri delhambre por espacio de diez das.Ella le acompaaba su ama, ledio vigor a su cuerpo hasta venirpor varios caminos a entrar en lacasa de la Virgen de Regla.

    45 milagro, 1605248

    En un monte poblado de r-boles y riscos, talaban una selvacinco espaoles en las Indias deOccidente para la fabricacin denaves y edificios. Se levanta unafuerte tormenta, que ms pare-ca un huracn, con espantosos ynumerosos rayos. Uno de ellosera devoto de la Virgen de Regla,pidindole le librara de morir enaquel monte para ver su rostroen Espaa. Un rayo acaba con lavida de los cuatro compaeros,mientras l permanece ntegro.Atnito y pasmado por el mila-gro hincado de rodillas en eldesierto monte desnudo aclama-ba el nombre de la Virgen.Cumpli su promesa una vezque pis tierra espaola.

    46 milagro, 1605249

    Jorge Diepes, natural deSaint Malo (Francia), enferm

    quedndose mudo y sordo, sinque los mdicos pudiesen hacernada por su salud. Se encomen-d a la imagen de la Virgen deRegla, que visit en su casa, y allrecuper el habla y el odo ente-ramente. En accin de gracias, asu costa, mand pintar el mila-gro que hoy permanece entre losmuchos que son ornamento deaquella celestial morada.

    47 milagro, 1605250

    Un vecino de Sanlcar de Ba-rrameda se qued viudo de unamujer virtuosa y a quien amaba.Al poco tiempo le ataron por lo-co y le tuvieron en cadenas cator-ce meses. La vspera de la fiestade la Virgen de Regla sali en ro-mera, junto con toda su familia.Al da siguiente, 8 de septiembre,pasando delante de la imagen deRegla con grillos y cadenas enlos pes y con esposas y cordelesen las manos, recobr el juicio ylas prisiones se le cayeron todasmilagrosamente sin romperse.

    48 milagro, 1605251

    Un gitano desahuciado delos mdicos, hecho todo casipedazos a causa de una cada,fue trado a ruego suyo y pues-to delante de la Virgen. Le pidisalud con toda confianza y la

    Rafael Lazcano284

    248 F. 310r-v.249 Ff. 310v-311r.250 F. 311r-v.251 F. 311v.

  • Virgen de Regla mostr su pie-dad otorgndosela, admirandoa los circunstantes de ver tan no-table maravilla.

    49 milagro, 1606252

    De una mesa alta se cayuna nia de dos meses quedandomuerta en el acto, dada su tem-prana edad. Sus afligidos padrespiden a gritos ayuda a la Virgende Regla para que salve la vidade su hija, pues resucitis tantosmuertos, favorecednos Seora yusad con nosotros la piedad quesolis con todos los que os lla-man. De repente la vieron mo-verse y abrir los ojos, la boca.Fueron testigos del milagro An-tn Garca y Beatriz de Acevedo,padres de la nia; Juan Prez,Clara, Luciana, Brgida y Luca.

    50 milagro, 1606253

    Una nia de Sanlcar deBarrameda, tullida de pies y ma-nos, llevaba tres aos sin podermoverse, recibe la sanacin dela Virgen de Regla cuando asis-ta al rezo del rosario a la Virgenen el santuario de Chipiona. Suspadres y algunos vecinos acu-dieron a dar gracias a la Virgende Regla.

    51 milagro, 1606254

    Aquel nio de Cdiz, prote-gido de la Virgen de Regla, quehaba sacado de un pozo mila-gro 22 , estando en la plaza desu ciudad, unas mujeres de ma-la intencin y peores obras, leenvenenaron. Cuando estaba enpeligro de muerte y enterada sumadre, devota de la Virgen deRegla, pidi su curacin, que al-canz milagrosamente. En agra-decimiento sus padres le lleva-ron a la casa de la imagen santa.

    52 milagro, 1606255

    Corra el ao de 1606 cuan-do Diego de Velasco, goberna-dor de Cartagena; Francisco deCrdoba, corregidor de Nicara-gua; y Juan de Arriola, maestrede Campo, navegan a vela y re-mo desde Sanlcar para, final-mente, embarcarse en el puertode Cdiz en los galeones quepartan rumbo a las Indias. Unviento fiero e inhumano lesrompi el rbol trabucndoselesel barco y sumergindolos a to-dos. Como a la vista tenan elsantuario de la Virgen de Regla,a su amparo se encomendaron yninguno pereci.

    Nuestra Seora de Regla de Diego de Carmona, OESA 285

    252 Ff. 311v-312r.253 F. 312r.254 Ff. 313v-314r.255 F. 314r.

  • 53 milagro, 1606256

    Un nio de siete aos, de loscuales dos llevada de tullido, nopudo ir a la Virgen de Regla elda de su festividad desde Sanl-car de Barrameda por escasez demedios econmicos de sus pa-dres. Sin embargo, s pudo estardelante de la imagen por la Pas-cua del Espritu Santo, y quedcurado al ir a levantar un ramode flores que s