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Revista de los Misioneros de la Consolata Nº 456 - AÑO 46 - OCTUBRE 2011 www.antenamisionera.org El cuento de los señores de nuestras vidas Normalmente pensamos que la acción misionera en África la llevan adelante sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y ONG llegados de países del Norte. Con frecuencia nos olvidamos que gran parte del trabajo está en... La cara oculta de la misión Pág. 4 La inmensa mayoría de las cultu- ras ha considerado –y sigue haciéndolo- bienaventurados y feli- ces a los ricos. A aquellos que pueden vivir sin preocuparse por el mañana. Si tienes que vivir preocupado y angustiado por si podrás comer mañana, resulta evidente... Bienaventurados los pobres… Pág. 17 Había una vez en Europa un sistema económico llamado capi- talista, en el cual todos pensaban que los mercados financieros cumplían aquella función para la cual están socialmente legitima- dos: proporcionar financiación a las empresas para que éstas puedan generar riqueza... Pág. 14 La isla rebelde y dividida Taiwán

Octubre_2011

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Antena Misionera es una revista mensual que te informa sobre los problemas del Tercer Mundo y sus causas, sobre el trabajo de la Iglesia Misionera y te invita a colaborar para construir un mundo de hermanos.

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Revista de los Misioneros de la Consolata Nº 456 - AÑO 46 - OCTUBRE 2011 www.antenamisionera.org

El cuento de los señores de nuestras vidas

Normalmente pensamos que la acción misionera en África la llevan adelante sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y ONG llegados de países del Norte. Con frecuencia nos olvidamos que gran parte del trabajo está en...

La cara oculta de la misión

Pág. 4

La inmensa mayoría de las cultu-ras ha considerado –y sigue haciéndolo- bienaventurados y feli-ces a los ricos. A aquellos que pueden vivir sin preocuparse por el mañana. Si tienes que vivir preocupado y angustiado por si podrás comer mañana, resulta evidente...

Bienaventurados los pobres…

Pág. 17

Había una vez en Europa un sistema económico llamado capi-talista, en el cual todos pensaban que los mercados financieros cumplían aquella función para la cual están socialmente legitima-dos: proporcionar financiación a las empresas para que éstas puedan generar riqueza...

Pág. 14

La isla rebelde y dividida

Taiwán

si quieres saber más

www.antenamisionera.org

Director:P. Bernardo Baldeón [email protected]

Administración:Hno. Juan Carlos Martínez [email protected]

Maquetación:Antonio Pareja Alonso

Equipo de redacción:Miguel Ardanaz, Antonio García, Antonio Pareja, Beatriz Tostado, Maria Teresa Simón, Beatriz Arroyo.

Colaboradores:J. Altavista, Antoni Comín i Olivares, Ernesto Duque, Maria José Ferrer Echávarri,Ángel Gutiérrez Anaya, Trinidad León Martín, Manuel Loro Jover, Juan Masiá Clavé, Simone Pieranni, Emilio Prados, Quique, Metrina Wuafula Changalva,

Fotos:Archivo IMC, Agencias, Internet, Ismico,

Imprime:

Con licencia eclesiásticaDepósito legal: M-1944-1964Franqueo Concertado Nº 01/433

Redacción y administración:Pablo Aranda, 18 - 28006 MadridTfno.: 91 563 58 03Fax: 91 563 58 04E - Mail: [email protected]

Se autoriza la reproducción de artículos de Antena Misionera citando su procedencia y enviando tres ejemplares a su redacción.

Año 46 - N. 456 - OCTUBRE 2011

Suscripciones:AnualDe colaborador

20 €25 €

SumarioE D I T O R I A L

- Érase una vez ...y no había mas que una patera.3

I N F O R M A C I ó N

- Taiwán, isla rebelde y dividida4

- Una historia de encuentros y desencuentros10

- La cara oculta de la misión14

R E F L E X I ó N

- Y la palabra se hizo pueblo.16- Provocación Misionera: Dialogar con el futuro28

- Utopías de Antena Misionera36

F O R M A C I ó N

- Escuela de animación misionera: Bienaventurados los pobres 17

- Libros y demás21- Espiritualidad Misionera: La espiritualidad del evangelizador26

A C C I ó N- Emergencia Cuerno de África13

- El cuento de los señores de nuestras vidas22

- Nueva Dirección provincial de los Misioneros de la Consolata en España9

O P I N I ó N- Acabar... ¿con qué?8- Sin lazos humanos9

- La evangelización, responsabilidad de todos30

- Un poco de historia25- La misión evangelizadora: Otro modo de ser y estar “indignado/a”

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3OCTUBRE 2011

E D I T O R I A L

De niños escuchábamos aquellos cuentos que casi siempre empezaban por “Érase una vez…”, hoy gracias a la televisión y a la falta de tiempo vamos perdiendo la capacidad de contar y escuchar cuentos que a veces

encierran grandes verdades de la vida difíciles de contar de otra manera. Permíteme hoy retomar el lenguaje del cuento. Érase una vez, hace años en que los países del norte de la tierra, los que llamaban países desarrollados, contando sólo con 2 de cada 10 habitantes del planeta usábamos el 80% de la riqueza total de la tierra para mantener lo que llamábamos el “estado de bienestar”. Lo habíamos conseguido después de muchas luchas sociales. Renunciar a ese bienestar sería cercenar nuestros “derechos básicos”. De vez en cuando calmábamos nuestra conciencia con un pequeño gesto de solidaridad hacia una realidad que nos negábamos a tomar en serio: el hecho de que 8 de cada 10 personas de nuestro mundo vivieran, o mejor, murieran en la pobreza y la miseria. En aquel tiempo se hablaba de burbujas: la burbuja inmobiliaria, la burbuja financiera… pero nos negábamos a ser conscientes de la más importante. Se trataba de la burbuja humana, en la que vivíamos una reducida cantidad de personas. Condenábamos a una muerte lenta y dolorosa por hambre a millones de personas. Eso sí, condenábamos la pena de muerte que algunas legislaciones nacionales mantenían. Con eso tranquilizábamos nuestra conciencia. Confundimos crecimiento humano con desarrollo económico (para nosotros, por supuesto) y seguimos haciendo crecer la burbuja humana. Resultó que un buen día, o un mal día, al despertarnos escuchamos por la radio que la burbuja había tenido un pinchazo y empezábamos a perder bienestar.

Aparentemente era un agujero localizable. Había que taparlo. Y los sabios del sistema nos dijeron que había que dar más dinero a los bancos para que sellaran las brechas. Algunos dijeron que había que cambiar el sistema. Que la globalización que nos habían vendido como el camino hacia el futuro hacía agua por todas partes. Que era inviable un futuro que dejara fuera a 8 de cada 10 personas. Pero seguimos exprimiendo a esa gran mayoría. Lo importante era “salvar” a mi país o a mi grupo de países. Llevábamos años intentando parar las pateras que venían del sur cargadas de personas que buscaban un trabajo mal pagado y un plato insuficiente de comida. Nuestros poderosos barcos militares cortaban el paso a las débiles pateras. Intereses políticos y económicos nos hicieron incapaces de analizar la realidad con una visión realista del futuro que se avecinaba. Y al final pasó lo que era inevitable. Aquella burbuja humana de la riqueza terminó por explotar. Salimos todos volando por los aires. Curioso. En aquel momento una frágil patera navegaba sin rumbo… y todos fuimos a caer en ella. Era la última patera que quedaba… los pobres que viajan en ella estaban tan delgados que nos hicieron lugar en ella. Solo entonces caímos en la cuenta de que todos viajamos en la misma patera, que todos juntos tenemos que buscar los caminos para crear un mundo más humano donde haya lugar para todos. Queda por saber si la patera llegará a tierra firme. No caigamos en la tentación de tirar gente por la borda.

P. Bernardo Baldeón

- Una historia de encuentros y desencuentros

- Espiritualidad Misionera: La espiritualidad del evangelizador

… y no había más que una patera

Érase una vez

- La misión evangelizadora: Otro modo de ser y estar “indignado/a”

OCTUBRE 20114

En los últimos años a penas se leen o escuchan noticias de Taiwán (la antigua Formosa), la isla que se separó de China continental en 1949.

Su población se encuentra hoy dividida, casi en un 50%, entre los llamados “nacionalistas” (partidarios de la unión con China continental) y los “demó-cratas” que siguen mirando hacia occidente, especialmente a Estados Unidos,

aunque este país les apoye cada vez menos debido a sus crecientes intereses económicos en China.

La victoria electoral de los nacionalistas en 2008 ha propiciado que el gobierno de Taipei se acerque mucho a Pekín. La muestra más evidente es la

adhesión a un acuerdo de libre mercado (ECFA). Si bien son pocos los taiwaneses que hablan de independencia (se ha

convertido en palabra tabú), también son pocos los que se plantean la opción de la unificación con la China continental. Una situación de complicada salida

que quizás se aclare con las elecciones previstas para el año próximo.

Llegamos a Taipei, la capital. Para tener una idea de cómo los taiwaneses ven la histo-ria china, basta dar una vuel-ta al monumento-memorial dedicado a Chang Kai-shek.

Una estructura imponente perdida en medio de una plaza inmensa y de-sierta, en la que dan vueltas algunos taiwaneses comprometidos en difun-

dir lo que está más prohibido en Pe-kín: el culto del Falun Gong, el grupo filosófico y religioso que está fuera de la ley en China desde 1999. Para los taiwaneses es un símbo-lo: aunque hayan perdido la batalla por China (1949), han transformado aquella derrota en la anulación (aun-que sea simbólica) de los históricos rivales, los comunistas chinos. Esta-

mos en Taipei, aproximadamente a 3 horas de vuelo desde Pekín (los vue-los directos son posibles sólo desde hace 3 años, antes para ir a China desde Taiwán era necesario salir del país, pasar por Hong Kong y tomar un vuelo hacia la isla considerada toda-vía hoy rebelde por Pekín). Estamos sólo a 3 horas pero la distancia pare-ce de siglos.

Simone Pieranni

Taiwán

El Partido comunista chino nunca se menciona en el museo de historia na-cional, predominan los coches de lujo utilizados por el general Chang Kai-shek y las fotos en que está retratado junto a los líderes que reconocieron a Taiwán. Los chinos charlan y miran atónitos los documentos y la inmensa estatua de Chang Kai-shek al final de las interminables escaleras que llevan al monumento. Otro mito de que China está a punto de hacer caer. Pekín ya está mucho más cerca. La profunda recesión económica de Tai-wán (antes del 2010) parece haber sido determinante para el cambio de las rela-ciones en la isla rebelde y la gran China, vigorosa y poderosa en su crecimiento económico.

¿Un simple acuerdo de libre mercado? Para entender en qué punto se en-cuentran las relaciones entre China y

Taiwán es necesario analizar cómo, con el reciente acuerdo económico y comer-cial, se ha movido la aguja de la balan-za, creando un nuevo equilibrio. Con el acuerdo se sella la opción de la clase política en Taiwán, los nacionalistas del Guomindang, de cara a un acercamien-to hacia China en contra de la influencia histórica de los Estados Unidos. En 2009, por primera vez desde 1949, los líderes de los dos países se han encontrado en Pekín, después de 1 año vivido peligrosamente por las tensio-nes mutuas. Antes de aquella fecha en Taiwán estaban en el poder los demócra-tas, partidarios de posiciones indepen-dentistas. En 2008 con la victoria del Guo-mindang el partido nacionalista de Ma Ying-jeou, todo ha cambiado. China ha aprovechado rápidamente la subida al poder de los nacionalistas partidarios de una posición más favorable a China para dar inicio a una nueva etapa de las

relaciones entre los dos países. Un acer-camiento confirmado también por las recientes elecciones en noviembre de 2010 en cinco ciudades que han dado, aunque por un margen muy pequeño, la vía libre popular a la opción del Guo-mindang. La mayoría de la población ha votado a favor de los que pensaban que el acercamiento a la rica China era ne-cesario. El 29 de julio de 2010 había sido firma-do el Economic Cooperation Framework Agreement (ECFA , Marco de coopera-ción económica). Un acuerdo económico que reduce la tarifas de los intercambios comerciales entre los dos países con la consecuente creación de un área de libre intercambio que recuerda muy de cerca las políticas chinas ya antes aplicadas para las zonas económicas especiales y también para Hong Kong. El ECFA ha dividido a la sociedad civil de Taiwán en dos grupos: los que están a favor y los que están en contra de Pekín.

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6 OCTUBRE 2011

Los demócratas no tienen confianza Existen todavía fuertes dife-rencias pero como en un juego de espejos: los taiwaneses se consi-deran más chinos que los habitan-tes del continente. Utilizan todavía los ideogramas tradicionales. Se dedican mucho más, al menos en apariencia, al culto del espíritu que los híper-materialistas chinos de hoy. Nosotros no escupimos y so-mos educados, me cuentan algu-nos chicos que encuentro en uno de los muchos mercados noctur-nos de la ciudad. Son amables, felices de poder charlar con un ex-tranjero y orgullosos de hablar un buen inglés. Los taiwaneses comen casi siempre fuera de casa dados los precios económicos y la difusión de los mercados al aire libre, entre humos de tofu, salchichas y cual-quier tipo de cocina y de comida. El plato fuerte es una especie de filete de pollo crocante, que hay que envolver en un trozo de papel y comer con las manos. Las colas son muy largas y con la compa-ñía que se encuentra hay tiempo para charlar, descubro así que se trata de los activistas del Partido Democrático Progresista, la oposi-ción en Taiwán. Están dando pa-pelitos de propaganda y regalando paquetes de pañuelos de papel en donde se puede ver bien el rostro de Tsai Ing-wen, la mujer líder del partido. Dan vuelta por los distintos mercados, cuando los encuentro están de pie, esperando el filete de pollo. No somos chinos, acla-ran no tenemos un partido único somos demócratas. Una vez ter-minada la comida de pie, mientras observamos el bullicio de gente que se mueve bulliciosa entre los comercios, siguen con su activi-dad militante. Muchas personas se paran, hablan, otras menean la cabeza y afirman estar a favor del Guomindang. Mi presencia parece calentar un poco los ánimos, especialmen-te cuando se me pregunta de dón-de llego y mi respuesta incluye en

la respuesta China. Muchos dejan de lado el miedo a hablar y sueltan lo peor contra Pekín. Muchos cri-tican al partido del gobierno que, según ellos, han trabajado para empujar a la isla bajo el control de Pekín. Los nacionalistas han ven-dido Taiwán a China. Es una ma-nera como otra para ponernos en manos de China y garantizar a los ricos taiwaneses sus propios ne-gocios. Los jóvenes represen-tan la base del partido demócra-ta. Shane Lee es profesora del Chang Jung Christian University de Taipei. Su acercamiento es de una postura intelectual orgánica al partido demócrata, muy atento a las palabras sin evitar golpes du-ros y a sus adversarios políticos. Es él quien intenta explicarme las razones del malestar de los demó-cratas hacia el nuevo giro que se dio en el campo de las relaciones entre Pekín y Taipei. “El acuerdo no favorece nuestra industria. El paro subirá y la diferencia entre ricos y pobres también. Los ri-cos se volverán más ricos y los pobres más pobres. Esperamos que en un futuro nuestro gobier-no cambie ese acercamiento de extrema dependencia de China. Estamos muy preocupados por-que ya conocemos a los chinos: a través de la economía buscaran cercenar nuestro cuello con un nudo político y al final nos harán perder las conquistas democráti-cas de nuestra historia. Nuestra gente está muy preocupada de este acercamiento. China nunca ha sido gentil con nosotros. Hoy sin embargo según los sondeos la mayoría de los taiwaneses están a favor de estas relaciones con China, ya sea por razones econó-micas o ya sean militares. Taiwán militarmente es débil y vulnerable frente a eventuales ataques de misiles desde Pekín. Esto lo sa-ben todos, y este rasgo es una de las principales preocupaciones de la población”.

Los nacionalistas: es sólo una cuestión económica Sun Yang-ming es un ex pe-riodista, vicepresidente del Cross-

Taiwán se encuentra frente a las costas de la provinciaChina de Fujian, separada de ésta por el estrecho de Taiwán

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Strait Interflow Prospect Foun-dation, una fábrica de ideas que examina las relaciones entre China y Taiwán. La suya es la postura de los que han trabajado en el acuer-do, y de quienes en general más está a favor de Pekín. “El ECFA es importante para ambos países, pero cada uno tiene sus propias interpretaciones. Pekín cree que éste es el momento de ir hacia una intensificación de las re-laciones con Taiwán. Para los chi-nos el ECFA es el primer paso de los muchos que tienen planeados. Nosotros vemos cómo eso funcio-na, cómo la gente reacciona, sobre todo va a ser útil para resolver o levantar nuestra economía. Noso-tros no podemos ir tan rápido como

China. Nuestro objetivo principal es la estabilidad. También porque hoy en día la posición de nuestro presi-dente es débil: Ma Ying-Jeou paga la crisis y el ECFA es la primera res-puesta”. Hay que preguntarse espe-cialmente para alguien como Sun Yang-ming, muy cerca de los teó-ricos estadounidenses, qué piensa Estados Unidos del acuerdo econó-mico. “Los americanos -dice riéndo-se- son entusiastas del ECFA. Esta-ban aterrorizados por los líderes del partido democrático, por sus conti-nuos guiños y alejamientos mediá-ticos con respecto a China. Para ellos era un problema. Por otra par-te con los Estados Unidos también hemos sido claros: ECFA no es un paso hacia la reunificación políti-ca. Hemos sido honestos y hemos clarificado todo lo que queremos hacer”. ¿Es la verdad? “Sincera-mente –continúa diciéndonos- una eventual unificación política no es una opción válida en este momento desde nuestro punto de vista. A la población de Taiwán no le interesa ser independiente o ser considera-da China, quiere simplemente vivir en paz y en una situación econó-mica tranquila. Quiere controlar su propio bolsillo y sentirlo lleno. La gente de Taiwán no puede verse empujada hacia una unificación cuando durante cincuenta años hemos dicho todo lo peor sobre los chinos. Sería absurdo”. Una situación compleja que quizás se aclare algo con las próxi-mas elecciones.

"...sin embargo según los sondeos la mayoría de los taiwaneses están a favor de estas relaciones con China,ya sea por razones económicas o ya sean militares"

Estatuas conmemorativas de la capitulación histórica al almirante chino Cheng He, que se encuentra en el Templo de Chih-Kan Lou en Tainan, la antigua capital de Taiwán.

OCTUBRE 2011

El primer nacionalista Pro China, Ma Ying-jeou Cartel propagandistico de la líder democrática Tsai Ing-wen

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Son las nueve y media, la hora del desayuno. Dejo el trabajo y voy a la cafetería que hay en el bajo del edificio.Hay una música ambiental agradable. La televisión está encendida. Es un programa informativo. No tiene sonido, pero están los subtítulos.

En la pantalla aparecen imáge-nes del Cuerno de África. De repente el café se me queda atragantado a mitad del cami-no hacia el estómago.

Los subtítulos dicen que ha habi-do una reunión en Nairobi, capital de Kenia, para ver cómo “terminar con la moruna” (textual). Evidentemente quien escribió el texto tendría que haber dicho “termi-nar con la hambruna”. ¿Un simple error? Sin duda fue un error, pero quizás no tan simple porque en ese tipo de equivocaciones suele salir espontáneamente lo que realmente pensamos y no nos atrevemos a decir. Quiero se benevolente y pensar que en el error no había un trasfondo religioso, cultural o étnico… simple-mente una identificación de “la moru-na” con un amplio conjunto de perso-nas pobres. La velocidad con que tienen que escribir quienes hacen los subtítulos es normal que les lleve a errores. Pero en este caso había algo más que un sim-ple error por falta de tiempo. No son pocos los que piensan que la mejor forma de acabar con el hambre y la pobreza es acabar con los pobres. Claro que eso no se puede decir porque les soltarían todos los perros, incluso aquellos que, en el fondo, piensan de la misma manera. Alguien comentaba por la radio, no hace mucho, de forma irónica algo así: “Apoyemos a los ricos que crean riqueza y terminemos con los

pobres que son los que gastan en salud y educación públicas, en ayu-das sociales, en la ley de dependen-cia”… Y añadía: “Una cierta cuota de pobres la tenemos asegurada, ya dice el evangelio: a los pobres siem-pre los tendréis entre vosotros, cui-demos pues a los ricos no sea que se nos vayan”. En realidad estamos frente a una actitud bastante extendida, y no sólo frente a los países pobres del tercer mundo o los que hay que rescatar, sino también en el interior de nues-tros propios estados. Cada día nos “venden” como necesarias y urgentes nuevas medi-das (léase recortes) para salir de la crisis. Al día siguiente nos damos cuenta de que esas medidas no solu-cionan nada, nos llevan a una mayor recesión… Lo único que se les ocu-

rre son más medidas en la misma dirección. Quienes pagan los mayores cos-tes son siempre los más pobres… es la pescadilla que se muerde la cola. Creo que nuestra sociedad sufre un déficit grave de imaginación. Algunas voces autorizadas hablan de la necesidad de una “economía humana”, pero no son escuchados por casi nadie. No soy economista y no tengo recetas. Pero tengo la sensación de que estamos enredados en una eco-nomía inhumana de la que no sabe-mos cómo salir. Quizás si pusiéramos la solidari-dad por encima de la ganancia se empezarían a abrir ventanas de esperanza en nuestro mundo. Eso sí: deberíamos tener claro ¿con qué queremos acabar?

OCTUBRE 2011

Por J. Altavista

Acabar... ¿con qué?

9OCTUBRE 2011

Nueva Dirección Provincial de los Misioneros de la Consolata en España El pasado 7 de septiembre nos reunimos todos los Misioneros de la Consolata presentes en España a fin de proceder a la elección de la nueva dirección provincial para los próximos tres años. Su función será coordinar los distintos trabajos que realizamos

desde las comunidades de Madrid, Zaragoza, Málaga y Elche en estos tiempos de cambios profundos. Como superior provincial resultó elegido el P. José Martín Ruiz, naci-do hace 55 años en Alcalá la Real (Jaén), que ha trabajado en Etiopía y hasta ahora estaba en la comunidad de Elche. Vice superior y primer consejero fue elegido el P. Anthony Njagi Njeru, que nació hace 39 años en Kenia y actualmente trabaja en la comunidad de Zaragoza. Como segundo consejero resultó elegido el P. Bernardo Baldeón San-tiago, nacido en Santander (Canta-bria) hace 58 años, que trabajó en Argentina y ahora es el director de Antena Misionera. El mismo día, en la celebración de la Eucaristía tomaron posesión de sus cargos. El P. José Martín sustituye al P. Luis Jiménez que ha realizado ese servicio durante los últimos seis años y que ahora irá a la comunidad de Málaga como Director Diocesano de Misiones.

Sin lazos humanosJuan Masiá Clavé *

“Aislamiento, muerte en soledad y carencia de vínculos humanos”. Es el tema de un libro sobre víctimas de abandono en la “sociedad asocial”. La televisión NHK presentó un progra-ma recogido en el libro Sociedad sin lazos. 32.000 vidas humanas abandonadas (editorial Bungei, Tokyo, 2010). “En” es palabra de raigambre budista; sig-nifica vínculo, lazo, relación, coincidencia casual y causal, encuentro providencial, interconexión de todo. La negación (“Mu”) de este concepto es “Mu-en”, es decir “desvinculado”. Característica de la hominización es la capa-cidad de relacionarse. Un rasgo de la deshuma-nización actual es la ruptura de lazos familiares, vecinales, cívicos, laborales, culturales, sociales. El reportaje enfoca a 32.000 personas muer-tas aisladas anualmente. La cifra se acerca a la de 35.000 suicidios al año en Japón, sumando más de sesenta y cinco millares de muertes solitarias. En los registros oficiales, los cadáveres no identificados constan como “fallecidos de la calle”. No es que sean muertes por accidente o desenlace de enfermedad en plena calle; son per-sonas que vivían solas, sin relaciones familiares, ni nadie que reclame sus restos para sepelio. La administración local se ocupa de la cremación e informa en gaceta sobre las desapariciones. El reportero constata una amplia gama de personas “solas en la noche”: un ejecutivo en quiebra deja a su familia y desaparece huyendo de acreedores: un divorciado se esfuma para vi-vir en anonimato; un adicto al trabajo vive para la empresa y provoca el abandono familiar, pero en el paro tras su despido no vuelven a acogerle en casa; residentes de apartamentos individua-les comprados durante la afluencia económica, pasan su vida octogenaria sin contacto vecinal; unos sin techo son víctimas de maltrato por una tribu urbana juvenil; una anciana de 79 busca compañía y empleo domicialiándose en una ONG de servicios fúnebres para quienes no pue-den pagarlos; y todo un largo etcétera de vidas solitarias. “No tengo a nadie que me eche una mano”, dijo a Jesús el paralítico de Bethesda (Jn 5, 7). Un clérigo pasó de largo y un samaritano se detuvo conmovido, cuenta Lucas en la parábo-la (Lc 10, 32-33), para suscitar el compromiso con el movimiento de Jesús: deshacer cadenas de esclavitud y restaurar lazos de humanidad, liberación y esperanza.

* Jesuita. Profesor de la UniversidadSanto Domingo de Osaka (Japón)

VICTIMADOS DEL MUNDO

José Martín, Anthony Njagi y Bernardo Baldeón

José Martín y Luis Jiménez durante la Eucaristía de toma de posesión

10 OCTUBRE 2011

Pablo VI, en ya lejano 1975, escribía: “Evangelizar constituye la dicha y vocación propia de la Iglesia, su identi-dad más profunda. Ella existe para evangelizar”. Lo hacía en su exhortación sobre “la evangelización en el mundo actual”. En 1990, Juan Pablo II afirmaba en la encíclica “la Misión del Redentor”: “La formación misionera del pueblo de Dios es obra de la Iglesia local con la ayuda de los misioneros y de sus institutos, así como de los miembros de las Iglesias jóvenes. Esta labor ha de ser entendida no como algo marginal, sino central en la vida cristiana”. Son dos frases donde la Iglesia está llamada a reconocerse en la razón de su ser y la finalidad de presencia en nuestro mundo.

P. Manuel Loro Jover

Una historia de encuentrosy desencuentros

Iglesia local e Institutos misioneros

OCTUBRE 2011 11

Dentro de la comunidad ecle-sial, los Institutos misioneros nos sentimos especialmente identificados en nuestro moti-vo de existir en estas afirma-ciones del magisterio.

De hecho, buena parte de los Institutos misioneros nacimos en el ámbito de una Iglesia local, de una diócesis, y surgimos como la expresión práctica de la inquietud misionera de esa Iglesia diocesana. Muchos de nuestros fundadores eran sacerdotes diocesanos que, contando con el apoyo de sus obispos, buscaron cauces para que esa inquietud misionera se hiciera realidad. Recordemos que eran tiempos en los que no faltaban las vocaciones religiosas y sacerdotales.

Eran otros tiempos El gran auge misionero en la Iglesia se dio a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. En aquel tiempo la comuni-

cación con los misioneros que se envia-ban a África, América y otros continentes era muy complicada. Faltaban muchos años para la apari-ción de internet y otros medios de contac-to. Los misioneros quedaban aislados de sus diócesis de origen. Eso llevó a que la Iglesia, para garan-tizar la regulación y continuidad en la misión, fue imponiendo que los sacerdo-tes diocesanos en países de misión se organizaran en Institutos misioneros, asu-miendo el modelo de las Congregaciones religiosas. La nueva realidad suponía que ya no estaban atados a una diócesis. Dejaban de depender de un obispo para hacerlo de un superior religioso. Sus miembros provenían de distintas diócesis, más tarde de distintos países y con el tiempo se fueron sumando los laicos misioneros. El proceso implicaba una mayor inde-pendencia de los nacientes Institutos misioneros respecto a las Iglesias locales.

OCTUBRE 2011 12

Nuevos cauces No por ello las Iglesias locales per-dieron su protagonismo en la misión uni-versal. Así nacieron nuevas formas jurídi-cas que ampliaban la diversidad de la misión. Así fueron naciendo el IEME en España, el PIME en Italia, los sacerdotes Fidei Donum, y otros que se constituye-ron en asociaciones de sacerdotes dioce-sanos para la misión ad gentes, con unas reglas y normas, pero sin dejar de ser sacerdotes diocesanos. Todos ellos pudiendo hacerlo por unos años o si quie-ren de por vida, pero sin dejar de ser diocesanos. Últimamente, han nacido lo que se ha dado en llamar los hermanamientos de una Iglesia local, de antigua raigambre con una Iglesia local joven. Donde partici-pan sea sacerdotes de la diócesis por unos años, y a veces, también laicos. Todo esto es expresión de la viveza actual del Espíritu en su Iglesia, a pesar de estos “tiempos recios” para la Iglesia en algunas partes del mundo.

El difícil camino de la comunión El proceso tendría que haber sido un enriquecimiento en la diversidad de la misión, vivida como comunión. Pero en la Iglesia, como en cualquier institución los procesos de cambio son ambiguos y crean conflictos. El problema surge cuando en algunas Iglesias locales, tanto de vieja raigambre como jóvenes, por tener a sus propios misioneros, (diocesanos) empieza a soportarse o a aceptar, sin calor e interés a los Institutos misioneros.

Nacen una serie de acusaciones de un lado y de otro, a veces de una manera subliminar y otras abiertas. Entre ellas podemos señalar: Por parte de la iglesia local:* Ya tenemos a nuestros misioneros (dio-cesanos).* Hay escasez de vocaciones en la dióce-sis, no os la vais a llevar vosotros.* Aportáis lo especifico vuestro, y eso son dos campañas al año, se os llama cuando os necesitamos.* No tenéis raíces en la diócesis, vais a lo vuestro.* No os sentimos como algo nuestro, ni enraizado en la diócesis.

De otro lado los Institutos misioneros:* Las diócesis nos acogen y dejan trabajar sólo cuando a ellos les interesa.* Nos sentimos usados, incluso si somos admirados y queridos por la gente.* A pesar de los esfuerzos no entra en los planes de pastoral diocesana la dimen-sión misionera “ad gentes”.

* En los planes de formación diocesana no se cuenta con los Institutos misioneros para integrar la dimensión misionera “ad gentes” aunque sea de manera trasversal.* No se nos hace sentir parte de la diócesis.

A causa de esta situación se nota un cierto malestar de un lado y otro, no en todas la diócesis, ni en todos los Institutos misioneros, pero sí que se dan más de lo deseado dificultando la colaboración en un trabajo que ha der ser común.

Pasos esperanzadores de cara al futuro Ante esta realidad se están dando pasos hacia una nueva relación esperanza-dora y una mayor cooperación entre Iglesias locales e Institutos Misioneros.

Algunos ejemplos ya presentes en diversas diócesis y arciprestazgos: * Los delegados de misiones son miembros de los Institutos misioneros aportando su experiencia.* Los Institutos están colaborando en muchas delegaciones diocesanas que están en consonancia con su carisma: misiones, emigración, ecumenismo, juven-tud, etc.* Participación conjunta en las programa-ciones de las delegaciones diocesanas.* Algunos Institutos misioneros han asumi-do en ciertas diócesis alguna parroquia de periferia y entre emigrantes y otros están en algunas parroquias como coadjutores o agregados, lo que supone una mayor inte-gración en la pastoral local.* Participación y colaboración en las escue-las diocesanas de teología para seglares.

Estos signos de esperanza, de colabo-ración y participación entre Iglesias locales e Institutos misioneros son el reflejo de la comunión y el enriquecimiento mutuo que se ha de dar entre ambas instancias eclesiales, como decía Juan Pablo II en la encíclica Redemptoris Missio: “Que los Institutos Misioneros se sientan parte activa de la comunidad eclesial y que actúen en comu-nión con la misma. De hecho, “todos los institutos han nacido por la Iglesia y para ella; obligación de los mismos es enriquecer-la con sus propias características en confor-midad con su espíritu peculiar y misión específica”, y los mismos obispos son custo-dios de esta fidelidad al carisma originario”. (R.M.66). En definitiva, la necesaria comunión en la misión universal nacerá cuando nadie olvi-demos que “la Iglesia está efectiva y concre-tamente al servicio del Reino”. (R.M.20).

"El problema surge cuando en algunas Iglesias locales, tanto de vieja raigambre como jóvenes, por tener a sus propios misioneros, (diocesanos) empieza a soportarse o a aceptar, sin calor e interés a los Institutos misioneros"

13OCTUBRE 2011

Emergencia Cuerno de África

Una mujer turkana (en el norte de Kenia) está a punto de morir por hambre. La familia llama al misionero de la Consolata que está en la cercana misión de Isiolo para que le administre los últimos sacramentos. Cuando el misionero entra en la choza, la mujer le dice: “Padre, antes de los sacramentos dame un poco de harina de maíz”. El misionero comenta con la familia: “si ya no puede aceptar líquidos, ¿cómo le vamos a dar maíz?”. La anciana, que lo había oído insiste: “Tú dame un poco de harina de maíz para que pueda ir al paraíso con la barri-ga llena. Después me das los sacramentos”. Elmisioneroreflexionaenvozalta:“Esposiblequequienmuere con el estómago lleno sienta más cercana la vida eterna”.

Los misioneros de la Consolata hace más de 100 años que trabajamos en el norte de Kenia y en Etiopía. Hoy nos toca aliviar el sufrimiento producido por la hambruna que no sólo afecta a Soma-lia, sino a todos los países de Cuerno de África. Cuando la “crisis” de los países del Norte está llevando al olvido el drama de esta región de África, los misioneros seguimos compar-tiendo esta dramática realidad y ser un signo de solidaridad y con-suelo. Los misioneros de la Consolata trabajamos en campos de re-fugiados somalíes llegados a Kenia. Para ello pedimos tu ayuda. Aunque sea pequeña la haremos multiplicarse.

Puedes enviarnos tu colaboración a nombre de “Misioneros de la Consolata”, al Banco Popular Español mediante trasferencia,

giro o depósito a la siguiente cuenta:

0075 0001 89 0603882903Indicando siempre: “Emergencia Cuerno de África”

OCTUBRE 201114

Me llamo Metrina Wua-fula Changalva; nací en 1973 en el seno de una familia polígama y

soy la cuarta de cinco hermanos de una misma madre. Provengo de Westen Province, que está cer-ca a Chebukwa, ciudad natal del fallecido Cardenal Otunga. Mi padre tenía seis mujeres y muchos hijos, mi madre era la se-gunda mujer. La realidad de una familia polígama, unida a otros aspectos culturales, lleva consigo varios problemas. Y uno de ellos es el de la educación de los hijos, que para nosotros era un sueño casi imposible. Con todo, conse-guí estudiar hasta el grado supe-rior, dejando después la escuela y

trabajando como criada para ayu-dar a mi hermana mayor que estu-diaba gracias al apoyo económico de un tío nuestro, que se preocupó de nuestra situación. Mi hermana completó sus estu-dios en 1992. Y me sustituyó en el trabajo para así yo poder estudiar en una escuela profesional a nivel universitario y especializarme en costura, punto y arte culinaria. Ter-miné mis estudios superando bri-llantemente los exámenes hasta el punto que fui considerada una de las mejores estudiantes de esa universidad. Llegué a salir en los periódicos locales. Por aquel tiempo conocí al hombre que actualmente es mi marido. Él trabajaba como guar-

Metrina Wuafula Changalva

Normalmente pensamos que la acción misionera en África la llevan adelante sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y ONG llegados de países del Norte. Con frecuencia nos olvidamos que gran parte del trabajo está en manos de sacerdotes, religiosos, religiosas, ministros, catequistas africanos… aunque sabemos que existen. Lo que casi nunca tenemos en cuenta es el papel que juegan los laicos de las comunidades cristia-nas, muchas veces sin gran forma-ción y sin títulos… pero con una profunda fe y una vocación evan-gelizadora. Desde su sencillez tiene la posibilidad de llegar a muchas personas a las que otros no llega-ríamos. Éste es el testimonio de Metrina, una madre de familia de Kenia… Quizás nos parezca muy “simple”, pero posiblemente llegue más al co-razón de la gente de su pueblo. Su experiencia, desde la pobreza, nos puede ayudar a comprender que nuestro compromiso misionero no pasa por cosas muy compli-cadas y a valorar el trabajo de los “últimos” en la Iglesia.

Metrina con su marido y su hija

La cara oculta de la misión

OCTUBRE 2011 15

dia de seguridad en el “Hospital Naza-reth” de las Misioneras de la Consola-ta. Nuestro matrimonio se celebró en la capilla de las misioneras ancianas, preparándonos anteriormente con el cursillo de novios que lo impartió la Hna.

Marcolina Sales. Estaban presentes en la ceremonia mi hermana y unos pocos parientes junto con algunos maestros y Hermanas de la Consolata del cole-gio Nazareth. Fue un día maravilloso y agradecí el sencillo refresco que la Hna. Marcolina preparó para nuestros invitados. Al año siguiente, después del naci-miento de nuestro primer hijo, conseguí

trabajo, primero como aprendiza y des-pués como maestra cualificada en el “Allamano Children Hope School”, una escuela para niños pobres, iniciada por la Hna. Marcolina y hoy llevada adelante por las Misioneras de la Consolata junto con algunos maestros del lugar. Apenas iniciado mi trabajo, me di cuenta de los muchos desafíos a los que están expuestos los niños pobres de esta zona de Kenia. Al mismo tiem-po he descubierto mi pasión y vocación de ayudar a estos jóvenes, educándolos y haciéndome cargo de ellos como una madre y no solo como una maestra. Intento aliviar las dificultades y frus-traciones que han marcado y marcan la vida de muchos de ellos y me preocupo de formarles como personas integral-mente. A los padres de los chicos les ofrezco mis servicios de consejera y guía espiritual a partir de mi experiencia. Del mismo modo acompaño a chicas a partir de los diez años. Busco también ayudar a las jóvenes que son violadas por sus familiares o vecinos y de conso-lar a aquellos jóvenes que son desaten-didos por sus familias.

Me encuentro con situaciones muy dolorosas y con frecuencia marcadas por viejas tradiciones culturales que cuesta superar. En este tipo de trabajo encuen-tro muchas dificultades y desafíos, pero con la ayuda de Dios, unida a mi firme determinación, consigo superarlas y se-guir adelante. Mi aspiración es la de ser una fuente de esperanza para todos aquellos que la han perdido e iluminar los momentos de oscuridad en la vida de estos mucha-chos. Agradezco a Dios que me ha bende-cido con cuatro hijos: tres chicos y una chica. Agradezco también a todas aque-llas personas que me han ayudado en mi vida, especialmente a las Misioneras de la Consolata. Le pido al Señor que abra caminos a todos aquellos jóvenes que ha acercado a mi vida, para que puedan cre-cer espiritualmente y moralmente como personas integras y honestas. Y que sus padres superen viejos prejuicios. Creo en un Dios que cree en noso-tros y nos llama a crecer como personas. Para mí, vivir la fe es hacer presente este mensaje.

"Lo que casi nunca tenemos en cuenta es el papel que juegan los laicos de las comunidades cristianas, muchas veces sin gran formación y sin títulos… pero con una profunda fe y una vocación evangelizadora"

16 OCTUBRE 2011

No es lo que está roto, no, el agua que el vaso tiene: lo que está roto es el vaso y, el agua, al suelo se vierte.

No es lo que está roto, no la luz que sujeta al día: lo que está roto es el tiempo y en la sombra se desliza.

No es lo que está roto, no la sangre que te levanta: lo que está roto es tu cuerpo y en el sueño te derramas.

No es lo que está roto, no, la caja del pensamiento: lo que está roto es la idea que la lleva a lo soberbio.

No es lo que está roto Dios, ni el campo que Él ha creado: lo que está roto es el hombre que no ve a Dios en su campo.

(Emilio Prados)

Canción

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17OCTUBRE 2011antenamisionera.wordpress.comwww.antenamisionera.org

ESCUELA DE ANIMACIóN MISIONERA

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L A P E D A G O G Í A M I S I O N E R A D E J E S Ú S

La inmensa mayoría de las culturas ha considerado –y sigue haciéndolo- bienaventurados y felices a los ricos. A aquellos que pueden vivir sin preocuparse por el mañana. Si tienes que vivir preocupado y angustiado por si podrás comer mañana, resulta evidente que no eres feliz y mucho menos “bienaventurado” porque el futuro se presenta negro, supo-niendo que te quede capacidad para pensar en el futuro. Jesús rompe los “lógicos esquemas humanos”, declarando bienaventurados a los pobres. Nos presenta los incomprensibles caminos de Dios.

18 OCTUBRE 2011 antenamisionera.wordpress.comwww.antenamisionera.org

Sería una deformación inacep-table del ser de Dios pensar que Él quiere la pobreza para sus hijos. La pobreza lleva a condiciones de vida infrahumanas que Dios como Padre/Madre de la humanidad no puede aceptar y le remueven sus entrañas cuando ve a sus hijos e hi-jas sufrir necesidades, vivir de forma inhumana, morir antes de tiempo. Pero Dios es también consciente de que la riqueza lleva a anular la humanidad de la persona: la hace sentirse superior a los demás, rom-

pe la fraternidad, crea estructuras de dominio y opresión, lleva a crear muros para defenderse del pobre… El otro, el que tiene menos, el pobre se convierte en una amenaza. El rico se convierte en inhumano. Incapaz de relacionarse de igual a igual con quien tiene menos. Ése (el pobre) se ha convertido en una amenaza para su bienestar Riqueza y pobreza se han cons-tituido en los grandes enemigos de la voluntad de Dios: que todas las personas sean felices.

Había una vez un asceta indio que acudió a una buena escuela y aprendió lo poco que necesita el que lleva la humil-de vida de los monjes. Tras terminar su formación, regresó al mundo. Pasado un tiempo, advirtió que por la noche, mientras dormía, los ratones se comían su taparrabos, el único bien que poseía. Para conservar su taparrabos, mendi-gó un gato que ahuyentara a los ratones. Pero el gato necesitaba leche, así que mendigó leche para el gato que expulsa-ba a los ratones que se comían su tapa-rrabos. Con todo, resultaba demasiado fatigoso mendigar a diario leche para el gato. el asceta cayó en la cuenta de que se-ría mucho más ventajoso mendigar una vaca que le diera la leche que necesitaba para alimentar al gato que asustaba a los ratones que roían su taparrabos. Pero

como las vacas necesitan mucho alimen-to, también tendría que mendigarlo. era más práctico mendigar una pradera para que pastara la vaca que daría la leche que necesitaba el gato que espantaba a los ratones que se comían su taparrabos. Después necesitó gente que cuidara de su pradera, y comida y alojamiento para las personas que trabajaban en ella. También necesitó hombres que man-tuvieran el orden en la casa en la que trabajaban las personas que cuidaban la pradera… así pasó el tiempo. un día su maestro decidió hacerle una visita, y lo que vio lo dejó boquiabierto. «Pero, ¿qué has hecho con tu vida?», le preguntó. «maestro, le explicó el discípulo, no te lo vas a creer: éste es el único modo que había de conservar mi taparrabos».

Dios no quiere la pobreza ni la riqueza

una antigua historia

19OCTUBRE 2011antenamisionera.wordpress.com

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El difícil arte de ser felices Para ser felices poco necesita-mos. Casi nada. A veces nos damos cuenta y asu-mimos una vida austera y sobria. El peligro empieza cuando pensa-mos que necesitamos defendernos, aunque sea de unos míseros ratones. Cuando entramos en la dinámica de defendernos, empezamos a hun-dirnos en un pozo sin fondo. Cada vez necesitaremos más medios de defensa… empezamos a crear muros, van apareciendo nue-vas “necesidades” que parecen in-

evitables… nos empezamos a rodear de cosas que se van convirtiendo en una prisión. El aire nos empieza a resultar irrespirable. Pero hemos llegado a la conclusión de que esa prisión es necesaria para preservar aquella libertad que teníamos al principio. Sin darnos cuenta perdimos aque-lla felicidad que experimentamos al inicio y ahora se ha convertido en una esclavitud que nos lleva de nue-vo a vivir angustiados por el mañana.

Es fundamental tener en cuenta que Jesús no declara “felices” a los pobres por necesidad, o porque otros los hayan con-vertido en pobres. Con frecuencia nos movemos con una visión “masoquista” de Dios. La felicidad está prometida a aquellos que eligen ser pobres. Se trata de una elección querida y que tiene una clara finalidad. Hay un tipo de pobreza que lleva a la felicidad.

(Lc 6, 20)“bienaventurados los pobres, a vosotros pertenece el reino de Dios” (Mt 5, 3)“Felices vosotros, los que habéis elegido ser pobres, porque vuestro es el reino de los cielos”

20 OCTUBRE 2011

Es voluntad de Dios que seamos felices, pero es necesario preguntarnos en qué basamos la búsqueda de la felicidad.4 ¿Cuáles son los criterios que usamos para decir que una persona es feliz?

4 ¿Nos hemos planteado que nuestra solidaridad con los necesitados puede marcar nuestro grado de felicidad?4 Jesús dice que al que tiene (solidaridad) se le dará más y al que no la tiene se le quitará (perderá) hasta lo que tiene. ¿Qué valor damos a los criterios evangélicos ?

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Jesús tiene claro que la pobreza que lleva a la persona a ser feliz es la que nace de la solidaridad. La pobreza de aquel que renuncia a acumular bienes para compartir con los demás y que nadie pase necesidad. Es feliz quien se “empobrece” para ser soli-dario. Sin duda Jesús tenía en su mente las palabras escritas hacía siglos por el pro-feta Isaías:

(is. 58, 6-8)

El mensaje de Jesús

La solidaridad es la pobreza que lleva a la felicidad

“El ayuno que yo quiero es éste:Abrir las prisiones injustas,

hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.

Entonces nacerá una luz como la aurora, enseguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor”.

A través de las aportaciones de nueve africanistas que, desde diferentes ópticas, reflexionan sobre la construcción del imaginario sobre lo africano y analizan el papel que desempeñan los medios de comunicación en relación con África (cómo es hablada, cómo es sentida, cómo se la negocia y cómo se la representa en los procesos diarios de comunicación), esta obra desmonta muchos de los estereotipos que sobre África y los africanos aún perviven en el pensamiento occidental para mostrar una realidad en toda su complejidad y riqueza. Una buena oportunidad para acercarse a la verdad del continente negro.

Imaginar África. Los estereotipos occidentales sobre África y los africanosAutores varios. Cataria y Casa África 2009. 182 págs.

Autores varios. Cataria y Casa África 2009. 182 págs.

FAST significa “Fe, Arte, Solidaridad y Tú”. Se trata de una re-vista, o de un blog (o más bien las dos cosas) en donde queremos ofrecer reflexiones, opiniones, noticias sobre lo que sucede más allá de nuestro ombligo. Trataremos de compartir nuestra visión de esa realidad, lo poco o mucho que podemos aportar, lo que mucha gente solidaria está haciendo por cambiarla, lo que la fe cristiana nos impulsa a hacer por los demás, lo que nosotros y otros creyen-tes tratamos de ofrecer en clave de gratuidad y solidaridad, desde el arte y otras muchas expresiones e iniciativas. Somos un peque-ño grupo de creyentes (religiosos, laicos, sacerdotes) que trata de profundizar en la fe, de proponerla positivamente a la sociedad, de acercar la Buena Noticia a la gente desde la plataforma de internet.

21OCTUBRE 2011

http://revistafast.wordpress.com/

¿Me cuesta perdonar? ¿Guardo rencor en mi corazón? Perdonar es amar, comprender, disculpar. Ya no se ve al que ataca como enemigo, sino como persona digna de todo respeto. La antigua ley del talión fue superada por la nueva del Amor. Nos obliga responder al mal con bien, al odio con amor. Lo proclamó Jesús en el Sermón de la Montaña. De un hecho tan revolucionario parte este libro. A través de sucesos de la vida ordinaria, de parábolas de la Escritura y de simpáticas anécdotas, el lector irá descubriendo lo que significa amar, para perdonar y ser instrumentos de reconciliación Y por ser el perdón la manifestación más alta del amor, es para todos fuente de paz y alegría. Un elemento esencial en toda evangelización.

La alegría de perdonar. El odio superado por el amorAntonio Fuentes Mendiola. Desclée De Brouwer 2010. 279 págs.

EN LA RED

Antonio Fuentes Mendiola. Desclée De Brouwer 2010. 279 págs.

22 OCTUBRE 2011

Había una vez en Europa un sistema económico llamado capitalista, en el cual todos pensaban que los mercados financieros cumplían aquella función para la cual están socialmente legitimados: proporcionar financiación a las empresas para que éstas puedan generar riqueza y crear ocupación. Mientras la economía de los países europeos prosperaba, el PIB crecía, el paro disminuía y los ingresos de algunos estados (como el español) aumentaban hasta generar un importante superávit, nadie reparaba en la verdadera naturaleza de estos mercados financieros. Y, por lo tanto, nadie sentía la necesidad de controlarlos, regularlos u obligarlos a hacer aquello que teóricamente les corresponde.

Antoni Comín i Olivares (CiJ)

EL CUENTO DE LOS SEÑORES DE NUESTRAS VIDAS

Pero un día todo se hundió... Un buen (mal) día, sin embar-go, los mercados financieros mos-traron su verdadera cara: durante años habían estado alimentando de un modo irresponsable una gi-gantesca burbuja especulativa que explotó estrepitosamente. La ex-plosión se oyó en todo el mundo, y el sistema capitalista (mundial) cayó precipitadamente en la crisis más profunda desde el crack finan-ciero del 29. Sí, aquel otro crack que ochenta años atrás había pro-vocado el empobrecimiento masivo de las clases medias y había abier-to las puertas a la llegada del fas-cismo. La crisis financiera se convirtió rápidamente, como no podía ser de otro modo, en crisis económica. Dado que los mercados financie-ros se basan en la confianza, los bancos dejaron de prestarse dine-ro entre ellos y dejaron de prestar dinero a las empresas. Para evitar que la crisis se convirtiera en un cataclismo –y la recesión en de-presión– los estados reaccionaron con celeridad y espíritu keynesia-no. Rescataron los bancos para que no quebraran, prestándoles montones de millones de euros, que en muchos casos no se sabía si serían devueltos; implementaron estímulos fiscales para activar el consumo de las familias, etc. Con la crisis, los ingresos de los esta-

dos a través de los impuestos se desplomaron (menos trabajadores quiere decir menos ingresos por IRPF, menos consumo quiere de-cir menos ingresos por IVA, menos empresas quiere decir menos in-gresos por el Impuesto de Socie-dades, etc.), al mismo tiempo que se disparaba su gasto social (fun-damentalmente, por la factura en subsidios de paro).

El negocio de la deuda pública En esta situación, no es extra-ño que países como España, que hasta poco antes de la crisis tenían unas cuentas públicas perfecta-mente saneadas, cayeran en terri-bles déficits públicos, en muchos casos de más del 10% del PIB. «¿Cómo financiaremos este défi-cit?» –se preguntaban los gobier-nos. «No hay otra solución –se res-pondían ellos mismos– que acudir a los mismos mercados financieros que provocaron la crisis, a aquellos bancos a los que hemos rescatado,

y pedirles que nos presten dinero para pagar nuestros gastos públi-cos». Así, los gobiernos emitieron títulos de deuda pública –es decir, pidieron un préstamo a los bancos– para financiar su déficit. Sin embargo, los mercados fi-nancieros decidieron que estos go-biernos que les pedían dinero (para pagar pensiones, subsidios de paro, escuelas o carreteras) eran poco fiables. Si su déficit era tan grande, su deuda pública crecería de ma-nera acelerada. Si su deuda crecía tanto, no era seguro que, llegado el momento de devolver el dinero, pudieran hacerlo. «¿Y si estos paí-ses se endeudaban más de lo que eran capaces de asumir y, al final, acababan haciendo suspensión de pagos?» –pensaban. Por este motivo, los mercados financieros decidieron que dejar di-nero a estos países era muy arries-gado. Y decidieron también que, de acuerdo con su lógica habitual, tenían que cobrar por este riesgo. «Cuanto más alto sea el riesgo, más altos serán los intereses que tendrán que pagar los estados para poder colocar sus títulos de deuda pública» –se dijeron entre ellos. Di-cho y hecho, los intereses de la deu-da pública de países como Grecia, Portugal o España, por citar sólo al-gunos, empezaron a subir y a subir. De este modo, estos países vieron cómo aquello que tenía que ser una solución a su déficit público –emitir títulos de deuda pública– se acababa convirtiendo en una sangría insostenible para su hacienda. Mien-tras tanto, los mercados financieros se frotaban las manos viendo cómo los problemas fiscales de los mismos gobiernos que los habían rescatado se convertían en un suculento ne-gocio: cuanto peor pinta tenían los países, cuanto más grave era su dé-ficit, más altos eran los intereses de su deuda pública y más negocio po-drían hacer los inversores que com-praban esta deuda.

23OCTUBRE 2011

El cuento de los señores de nuestras vidasEN DEFENSA DEL SER HUMANO

"los mercados financieros durante años habían estado alimentando de un modo irresponsable una gigantesca burbuja especulativa que explotó estrepitosamente"

“Operaciones al descubierto” Además, los mercados financie-ros también hacían una cosa algo extraña llamada “operaciones a cor-to o al descubierto”, que consistía en obtener beneficios a cuenta de un activo que pierde valor. La cosa iba, más o menos, así: un inversor pedía una acción de una empresa a su propietario y, a cambio de una pe-queña prima, prometía devolvérsela al cabo de poco tiempo, normalmen-te al cabo de tres días. Pongamos que el lunes el inversor la vendía por 10$. Si la empresa tenía problemas y la acción perdía valor, la recompra-ba el jueves por 8$ y la devolvía. Por el camino, el inversor había hecho 2$ de beneficio, sin haber creado ni una pizca de riqueza. Lo más curioso es que los merca-dos financieros hacían este tipo de “operaciones al descubierto” no sólo con las acciones de las empresas, sino también con los títulos de deu-da pública de los estados. ¿Cómo? Muy sencillo: si la economía y el dé-ficit público de un país iban mal, éste no sólo tenía que pagar altísimos in-tereses para poder colocar sus nue-vos títulos de deuda pública en los mercados financieros. También caía aceleradamente el precio de los títu-los que había emitido en el pasado –que se podían compran y vender en los mercados financieros– ya que poca gente los quería comprar y mu-chos querían sacárselos de encima. Este escenario era realmente su-culento para los inversores que ha-cían dinero a base de operaciones de este tipo: si vendían deuda públi-ca por 4 euros, el precio de esta deu-da se hundía y, gracias a ello, lo po-dían recomprar a 2 euros... ¡harían un gran negocio! Por esto, para los mercados financieros que estaban acostumbrados a las “operaciones al descubierto” la desgracia fiscal de los países se convirtió en una fuente inmejorable de beneficios. Por ejem-plo, el déficit público del gobierno griego servía simultáneamente para dos cosas: para anunciar sacrificios importantes a su población y para que los inversores que especulaban a base de “operaciones al descu-bierto” hicieran inmensos beneficios con la deuda pública griega, que no paraba de perder valor. ¡Una coinci-dencia realmente bonita!

Ante esta situación, los gobiernos hicieron lo único que podían hacer: empezar a recortar su gasto públi-co para reducir su déficit. Se supo-nía que sólo así podían “calmar” los mercados financieros. Se suponía que sólo así los podían convencer de que su deuda no era tan arriesga-da. Se suponía que sólo así podían disipar el fantasma de la suspensión de pagos. Se suponía, en definitiva, que sólo así podían conseguir que los intereses de su deuda pública no se disparasen hasta generar un co-lapso de sus finanzas.

¿Los amos y señores? Los mercados financieros, por tanto, quedaron a vista de los ciu-dadanos entronizados de manera definitiva como “los señores de sus vidas”: – Ellos provocaron la crisis finan-ciera que envió a tantas de personas al paro. – Ellos estaban en el origen de la crisis que era la única causa del déficit de los estados. – Ellos habían obligado a estos gobiernos a recortar los sueldos y las pensiones para evitar un descon-trol de su deuda pública. Ellos hacían y deshacían; ellos nos daban el trabajo y nos lo quita-

ban; ellos decidían las dimensiones de nuestro sistema de protección so-cial; ellos hacían lo que querían... Y a los gobiernos, fuesen de de-rechas, fuesen de izquierdas, tan sólo les quedaba ir a remolque, siempre desbordados y superados por las circunstancias. O esto, al menos, es lo que pensaban mu-chos ciudadanos. Sin embargo, como en el cuento del vestido del emperador desnudo, mientras los mercados financieros se paseaban como los verdaderos “emperadores de nuestra historia”, hubo una criatura inocente que em-pezó a hacer unas cuantas pregun-tas: La primera: «¿Seguro que la única manera de financiar nuestro déficit público es vendiendo deuda pública en los mercados financie-ros? ¿Y si este mismo dinero, en vez de pedirlo y después devolverlo pa-gando intereses, el gobierno lo con-siguiera en forma de impuestos?». «¡Qué dices!» –le contestaron. Pero la criatura siguió: «Podríamos poner impuestos al sistema financiero, en vez de pedirle que compre nuestra deuda pública. Al fin y al cabo, el gas-to público sirve para pagar escuelas, hospitales y carreteras, pensiones y subsidios de paro, y, en cambio,

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25OCTUBRE 2011

el beneficio que hacen los mercados financieros con nuestra deuda pública sólo sirve para engordar el patrimonio de aquellos que ya tienen patrimonio». La segunda: «¿No podríamos prohi-bir las “operaciones al descubierto” con la deuda pública de los estados? No me parece razonable –dijo la criatura– que los mercados financieros puedan ob-tener beneficios ingentes a costa de la desgracia económica de los países. Si lo quieren hacer a costa de la desgracia de las empresas privadas (con accio-nes), ellos sabrán. Pero un estado no es una empresa privada y, por lo tanto, no tendría que estar permitido especu-lar con su deuda». Al oírlo, “los sabios del lugar” frun-cieron el ceño. «¿Impuestos al sistema financiero? ¿Pero cómo? ¿Qué quieres decir? ¡Esto seguramente no se puede hacer!». Y la criatura respondió: «¿Y por qué no? Se me ocurren unos cuantos ejem-plos: un impuesto sobre los beneficios de los bancos; un impuesto sobre las transacciones financieras (la célebre “tasa Tobin”); un impuesto sobre los sueldos y los bonus que cobran los di-rectivos de las entidades financieras y que están, en muchos casos, en el ori-gen de su comportamiento completa-mente irresponsable. Y podríamos citar alguno más...».

«¡Uff, imposible! Para establecer estos impuestos... ¡Nos tendríamos que coordi-nar!» –dijeron “los sabios del lugar”. «¡En algunos casos haría falta una coordina-ción a escala de toda la Unión Europea!» –dijo uno. «Y en otros haría falta coor-dinarse a escala mundial, a través del G-20» –dijo otro. A lo que la gente, que se había acercado a la criatura para poder oír este diálogo, contestó sin muchas va-cilaciones: «¡Pues coordinémonos! ¡Ven-ga, hagámoslo ya! ¡Inmediatamente!».

Una pizca de esperanza Mientras se producía este diálogo, en-tre la gente empezaron a surgir algunas voces que decían: «Si aparte de recortar nuestro gasto social para reducir nuestro déficit público, si aparte de esto, los go-biernos wfueran capaces de tirar ade-lante la reforma de los mercados finan-cieros y una reforma fiscal, entonces quizás nos miraríamos el futuro de otro modo, aunque el presente sea tan duro y tan lleno de sacrificios». «¿Qué queréis decir cuando habláis de una reforma fiscal y de una reforma financiera?» –preguntaba alguien. Y las

mismas voces contestaban: «¡Pues esto! Una reforma fiscal –a escala europea– que nos permitiera afrontar la reducción del déficit público de una forma más jus-ta. Sin cargar todo el ajuste fiscal sobre las espaldas de los más débiles que, además, no tienen ninguna culpa de la crisis». «Y una reforma financiera –a escala mundial– que nos permitiera evitar que los mercados financieros volvieran a caer en el tipo de comportamientos irrespon-sables, corto-terministas y especulativos que han provocado todo este desastre que ahora estamos pagando nosotros». «Muchacho, quizá tengas razón», respondió la gente. «Si aparte de re-cortarnos los sueldos y las pensiones, nuestros líderes (o como mínimo los que dicen que son de izquierdas) fuesen ca-paces de presentar batalla para tirar ade-lante estas dos reformas... Si los viéra-mos luchando por ello, aunque no haya ninguna garantía de victoria... Entonces quizá sí que veríamos el presente y el futuro de otra manera. Entonces quizá sí que no lo tiraríamos todo por la bor-da... votando al primer populista que nos pase por delante, dispuesto a canalizar nuestra indignación, nuestra frustración y nuestro desconcierto». Y la historia continuó. Sin embargo, por ahora, todos desconocemos el final.

Un poco de historiaMaría José Ferrer Echávarri *

Desde siempre, las mujeres han protestado por su situación de inferioridad en la sociedad y en las iglesias, y han realizado importantes contribuciones a la cultura, a la política y a la religión. A pesar del entorno misógino, muchas buscaron y encontraron formas de vida que les permitieran desarrollarse como seres plenamente humanos, más allá de su destino biológico: la maternidad. Algunas pagaron un alto precio por tal osadía, y casi todas han sido invisibilizadas por la historia oficial, algo que el feminismo intenta remediar rescatándolas del olvido. Sin embargo, no se puede hablar de verdadero feminismo y de incipiente teología feminista hasta los siglos XVIII y XIX. Fundamentales para esta última fueron la convención de Séneca Falls, organizada por Lucrecia Mott y Elizabeth Cady Stanton, en 1848, que marcó el inicio de un gran movimiento social a favor de la emancipación de las mujeres, y la obra de esta última, Women’s Bible, publicada en 1895 y 1898, en la que, por vez primera, las mujeres reivindicaron su derecho a una lectura crítica y liberadora de los textos bíblicos y a una palabra propia para expresar su pensamiento teológico. Defendieron como voluntad divina la igualdad social de los sexos, reflejo de su igualdad a imagen de Dios, e interpretaron el sexismo como un pecado contra las mujeres y contra Dios. A mediados del siglo XX, la reflexión se centró en el acceso de las mujeres al sacerdocio, pero muy pronto creció el interés por otros campos, como la metodología teológica, lo que dio lugar a la teología feminista propiamente dicha. Obra pionera de la teología católica feminista fue La Iglesia y el segundo sexo (1968), de Mary Daly, quien aportó una mirada crítica sobre la tradición bíblica y eclesiástica. Desde entonces, las teologías feministas han entrado en todas las ramas de la exégesis y de la teología y contribuyen a una reflexión teológica universal y ecuménica, capaz de integrar las diferentes experiencias y lenguajes sobre Dios sin imponer un único discurso y una única experiencia como normativos.

* Filóloga y miembro de la Escuela FeministaDe Teología de Andalucía (EFETA)

TEOLOGÍA FEMINISTA

Ángel Gutiérrez Anaya

La espiritualidad del evangelizador

Siempre que se habla de espiritualidad misionera tenemos que relacionar estos dos términos: “espiritualidad” y “misión”. La espiritualidad del evangelizador se concreta en “actitudes interiores”. Son actitudes de relación familiar con Dios, de confianza filial en sintonía con el plan salvador de Dios, de amistad con Cristo, de fidelidad a la acción y presencia del Espíritu Santo, de escucha contemplativa de la Palabra de Dios, de sensibilidad respecto a los problemas de los hermanos redimidos por Cristo. No hay espiritualidad posible sin una experiencia de Dios.

El mandato misionero que la Iglesia ha recibido de Jesús (Mt 28,19-20) tiene que vivirse como Jesús vivió el mandato recibido del Padre, bajo la acción del Espíritu. Nuestra misión es continua-ción actualizada de la misma misión que vivió y enseñó Jesús, de ahí que el misionero vuelva una y otra vez a contemplar el rostro de Cristo y anhelar su Espíritu para adentrarse en su secre-to, para captar e imitar sus actitudes y acercarse a su comportamiento.

El secreto de todo misionero Siempre el encuentro y la amistad profunda con Cristo fueron el secreto de todo misionero. En esa relación con el Señor, el misionero va descubriendo el contenido de su misión, su enfo-que fundamental, sus acentos inconfundibles. Ante todo, advierte su pasión por el Reino de Dios, un Reino orientado a hacer presente el amor universal del Padre y que se manifiesta en

26 OCTUBRE 2011

27OCTUBRE 2011

sanar los enfermos, salvar lo que esta-ba perdido y ofrecer vida y felicidad a todos los que abren el corazón en acti-tud de acogida. Contemplando la actuación misionera de Jesús, el misionero va descubriendo su actitud de amor compasivo, gratuito, liberador, orientado a hacer palpable la cercanía misericordiosa de un Dios amor, que quiere recrear a los hombres y mujeres desde su interior respetando su libertad, enfrentándose a la raíz del mal, ayudando a todos a liberarse del pecado. Los elementos fundamentales de la espiritualidad misionera lo podemos encontrar a partir de la figura del Buen Pastor que se transparenta a través de las figuras misioneras de todas las épo-cas, desde Pablo hasta nuestros días. Así, las líneas básicas de la espirituali-dad del apóstol se pueden deducir de los tres elementos que componen la vida apostólica de todas las épocas his-tóricas: seguimiento evangélico de Cristo, fraternidad o vida comunitaria del grupo, disponibilidad misionera. En rea-lidad es este último elemento el que matiza la generosidad evangélica y la vida fraterna del misionero en general y en particular.

Una nueva visión misionera A raíz del Vaticano II y se sus reflexio-nes posteriores se ha ido configurando y consolidando una concepción de la misión “ad gentes” que ha puesto de relieve la amplitud universal del campo misionero, la integridad de las dimensio-nes de la salvación y la totalidad de los sujetos que han de asumir la responsa-bilidad en la acción misionera. Los aspectos esenciales de esta con-cepción de la misión, y que sirven de soportes de una espiritualidad misione-ra actual, serian: UNO: La misión como comunión de iglesias. La Iglesia es la comunión y pluralidad de las iglesias locales cada una de las cuales se encuentra enraiza-da en la carne de su cultura y se alimen-ta de la savia de la tradición de los diversos pueblos de la tierra. De aquí la

espiritualidad que surge es la del “encuentro”, de la “relación”. DOS: Misión en contexto. El descu-brimiento de la importancia del contexto se ha convertido en clave de la misión. Son muchos los factores que actúan sobre la sociedad de hoy y que están provocando una transformación en sus condiciones sociales. El contexto con-creto es marco de referencia y clave para anunciar y recibir la revelación de Dios en Jesucristo. Son muchos los retos y desafíos a los que tiene que responder la misión. La espiritualidad es también una experiencia, vivencia situada. TRES: La misión desde la pobreza y el reverso de la historia. La misión había sido acusada de prácticas asis-tencialistas al no afrontar las causas que están en el origen de la situación en la que viven tantos millones de seres humanos. En la evangelización no puede quedar fuera de su compromiso la preocupación por la pobreza; toda su praxis misionera debe comprender la realidad desde el reverso de la historia, desde los más desfavorecidos

CUATRO: El anuncio del diálogo interreligioso. Las iglesias que viven en un contexto de pluralismo religioso reclaman la necesidad de una actitud dialogante con los otros grupos religio-sos de su entorno. No se puede decir que el dialogo remplace al anuncio, y que por ello éste pertenezca a una metodología del pasado. Diálogo y anuncio van íntimamente ligados, pero no son intercambiables. Son momentos internos de una misma realidad: la evangelización. El anuncio es un servi-cio que no se impone, pero que tampo-co de malvende o se devalúa en aras de un fácil consenso. El diálogo no es tal, por parte de un cristiano, si éste no pro-nuncia el nombre de su Salvador, pero a su vez la pronunciación del nombre de Cristo no puede ser auténticamente cristiana si no se realiza en el encuentro dialogal con el otro.

Estos cuatro aspectos constituyen los pilares sobre los que se asienta el marco de la misión y de la espiritualidad misionera Ad Gentes.

La espiritualidad del evangelizador

28 OCTUBRE 2011

RovoCACIón MISIonERP A

Allá por el siglo XIX, el escritor francés Víctor Hugo escribía: “El futuro tiene muchos nombres. Para los débiles es lo inalcanzable. Para los temero-sos, lo desconocido. Para los valientes es la oportunidad”. El futuro es algo que hoy no existe. Puede parecer ingenuo pretender dialogar con él. Pero si lo entendemos como la posibilidad que depende de nosotros, ese diálogo se hace necesario y urgente. Y está en el corazón de toda acción evangelizadora.

Ernesto Duque

Vivimos en un momento en el que es difícil prever qué va a pasar mañana en el ámbito político, social y, especialmente, económi-co. La realidad nos lleva

a intentar superar el hoy, esperando a ver qué sorpresa nos trae el día de mañana. Por otra parte, buena parte de la formación religiosa que nos han trans-mitido estaba orientada a pensar en un “futuro más allá de la muerte”, ya que esta vida no era más que un “valle de lá-grimas”, o “una mala noche en una mala posada”. En medio quedaba a oscuras, por in-alcanzable o desconocido, el futuro más cercano de nuestra vida como personas y como humanidad. El despertar de la conciencia ecoló-gica y del respeto a la creación ha plan-teado una serie de preguntas que no po-demos eludir. Quizás la más directa es “¿Qué futuro queremos dejar a nuestros hijos y nietos?”. Ahí encontramos el hueco para dia-logar con el futuro como oportunidad. Nos limitamos a algunas reflexiones desde la fe cristiana.

Dios quiere la vida y la felicidad del hombre “La gloria de Dios consiste en que el hombre viva”, afirmaba San Ireneo ya en el siglo I. Frente una visión muy extendi-da de que el hombre debía anularse a sí mismo para poder afirmar a Dios. Ireneo vincula la vida del hombre con la gloria de Dios. Cuanto más y mejor viva el hom-bre, mayor será la gloria de Dios. A principios del siglo pasado, el Beato José Allamano fundador de los misione-ros de la Consolata, escribía es una carta a sus misioneros en Kenia: “los africanos amarán más una religión que, más allá de las promesas de la vida eterna, los hace más felices sobre la tierra”.

Hemos de desterrar cualquier visión sádica de Dios, como si cualquier tipo de sufrimientos nos diera “puntos para el cielo”, y cualquier planteamiento de que Dios y el hombre son seres en conflicto: Dios quiere, busca y promueve la vida y la felicidad del hombre. Nunca su nega-ción como persona o su sufrimiento.

Vida y felicidad son tareas a construir La vida y la felicidad no se nos dan hechas. Son tareas y conquistas per-

manentes. Dependen fundamentalmen-te de nosotros mismos, del medio que nos rodea, de las personas con las vi-vimos, de la posibilidad de responder a nuestras necesidades y derechos bási-cos. Para un cristiano, y para cualquier persona de buena voluntad, dialogar con el futuro supone transformar el pre-sente para que todo hombre y mujer puede ser, ya a partir de hoy, más feliz y más humano. Eso se realiza en distintos niveles:

* Cuidar la creación. Nuestra vida y nuestra calidad de vida dependen del medio ambiente. Si seguimos terminan-

"La vida y la felicidad no se nos dan hechas. Son tareas y conquistas permanentes. Dependen fundamentalmente de nosotros mismos"

29OCTUBRE 2011

do con la tierra nos encaminamos a un suicidio colectivo.

* Respetar los derechos humanos. Se preguntaban nuestros obispos no hace mucho: “¿Qué imagen daríamos de Dios si los cristianos calláramos ante la injusta situación de tantos millones de hombres en el mundo? ¿No facilitaría-mos así el ateísmo de tantos hombres de buena voluntad, que no pueden com-prender a un Dios que permite que al-gunos derrochen mientras otros mueren de hambre?”.

* Promover una economía humana. En la que el valor de cada persona esté por encima de la ganancia o cualquier principio económico.

* Defender la libertad. En todos los as-pectos, incluido el religioso, como condi-ción para todo hombre y mujer puedan crecer en humanidad.

* Mantener viva la utopía. Sabiendo que utopía es “lo posible aún no reali-zado”. Y que por tanto “es posible otro mundo” y “es posible otra persona”.

* Abrir a la persona a la transcendencia. Conscientes de que nunca estamos termi-nados. Siempre tenemos un camino por de-lante, incluso después de la muerte. Y por eso nunca hemos de perder la esperanza.

Todo esto, y más, forma parte del “diá-logo con el futuro” y del compromiso de la evangelización. Para el creyente Dios cami-na siempre por delante de nosotros invitán-donos a dar un paso más. Nuestro mundo necesita de personas que crean en ese Dios y vayan abriendo ca-mino a los demás.

30 OCTUBRE 2011

Un anuncio para todos Destinatarios del anuncio del Evan-gelio son todos los pueblos. La Iglesia «es, por su propia naturaleza, misio-nera, puesto que tiene su origen en la misión del Hijo y la misión del Espíritu Santo, según el plan de Dios Padre» (Ad gentes, 2). Esta es «la dicha y vo-cación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Existe para evangelizar»

(Pablo VI, Evangelii nuntiandi, 14). En consecuencia, no puede nunca cerrarse en sí misma. Arraiga en determinados lugares para ir más allá. Su acción, en adhesión a la palabra de Cristo y bajo la influencia de su gracia y de su caridad, se hace plena y actualmente presente a todos los hombres y a todos los pueblos para conducirlos a la fe en Cristo (cf. Ad gentes, 5).

Esta tarea no ha perdido su urgen-cia. Al contrario, «la misión de Cristo Redentor, confiada a la Iglesia, está aún lejos de cumplirse... Una mirada global a la humanidad demuestra que esta mi-sión se halla todavía en los comienzos y que debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio» (Redemptoris missio, 1). No podemos quedarnos tranquilos al pensar que, des-

Con ocasión del Jubileo del año 2000, Juan Pablo II, al comienzo de un nuevo milenio de la era cristiana, reafirmó con fuerza la necesidad de renovar el compromiso de llevar a todos el anun-cio del Evangelio «con el mismo entusiasmo de los cristianos de los primeros tiempos» (Novo millennio ineunte, 58). Es el servicio más valioso que la Iglesia puede prestar a la humanidad y a toda persona que busca las razones profundas para vivir en plenitud su existencia. Por ello, esta misma invitación resuena cada año en la celebración de la Jornada mundial de las misiones.

La evangelización: responsabilidad de todos

Del mensaje del Papa para la Jornada del DOMUND

31OCTUBRE 2011

pués de dos mil años, aún hay pueblos que no conocen a Cristo y no han escu-chado aún su Mensaje de salvación.

Corresponsabilidad de todos La misión universal implica a todos, todo y siempre. El Evangelio no es un bien exclusivo de quien lo ha recibido; es un don que se debe compartir, una buena noticia que es preciso comuni-car. Y este don-compromiso está con-fiado no sólo a algunos, sino a todos los bautizados, los cuales son «linaje elegido, nación santa, pueblo adquirido por Dios» (1 P 2, 9), para que proclame sus grandes maravillas. En ello están implicadas también todas las actividades. La atención y la cooperación en la obra evangelizadora de la Iglesia en el mundo no pueden limitarse a algunos momentos y oca-siones particulares, y tampoco pueden considerarse como una de las nume-rosas actividades pastorales: la dimen-sión misionera de la Iglesia es esencial y, por tanto, debe tenerse siempre pre-sente. Es importante que tanto los bau-tizados de forma individual como las comunidades eclesiales se interesen no sólo de modo esporádico y ocasio-nal en la misión, sino de modo cons-tante, como forma de la vida cristiana. La misma Jornada mundial de las mi-siones no es un momento aislado en el curso del año, sino que es una valiosa ocasión para detenerse a reflexionar si respondemos a la vocación misione-ra y cómo lo hacemos; una respuesta esencial para la vida de la Iglesia.

Evangelización global La evangelización es un proceso complejo y comprende varios elemen-

tos. Entre estos, la animación misione-ra ha prestado siempre una atención peculiar a la solidaridad. Este es tam-bién uno de los objetivos de la Jornada mundial de las misiones. Al anunciar el Evangelio, la Iglesia se toma en serio la vida humana en sentido pleno. No es aceptable, rea-firmaba Pablo VI, que en la evangeli-zación se descuiden los temas rela-cionados con la promoción humana, la justicia, la liberación de toda forma de opresión, obviamente respetando la autonomía de la esfera política. Desinteresarse de los problemas temporales de la humanidad signifi-caría «ignorar la doctrina del Evan-gelio acerca del amor al prójimo que sufre o padece necesidad» (Evange-lii nuntiandi, 31. cf. n. 34); no estaría en sintonía con el comportamiento de Jesús, el cual «recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la buena nueva del Reino y curando to-das las enfermedades y dolencias» (Mt 9, 35). Así, a través de la participación co-rresponsable en la misión de la Igle-sia, el cristiano se convierte en cons-tructor de la comunión, de la paz, de la solidaridad que Cristo nos ha dado, y colabora en la realización del plan sal-vífico de Dios para toda la humanidad. Los retos que esta encuentra llaman a los cristianos a caminar junto a los demás, y la misión es parte integran-te de este camino con todos. En ella llevamos, aunque en vasijas de barro, nuestra vocación cristiana, el tesoro inestimable del Evangelio, el testimo-nio vivo de Jesús muerto y resucitado, encontrado y creído en la Iglesia.

La misión evangelizadora: Otro modo de ser y estar “indignado/a”

Trinidad León Martín *

Pablo de Tarso afirma que la caridad de Cristo nos apremia (cf 2Cor 5,14). La “indignación”, tan de moda y en cierta manera tan urgente puede entenderse como un fuerte apremio que empuja a buscar que la voluntad de Dios se cumpla, porque nos va en ello todo. ¡La vida! El encuentro con la misión personal, con la llamada-envío que Dios tiene reservada para María, y con ella para cada creyente comprometido/a, se convierte en una manera distin-ta de mirar la realidad y en una necesidad imperiosa de actuar y de compartir el don descubierto: “El Todopoderoso ha hecho conmigo cosas grandes… “Su misericordia de generación en generación”. ¡Dios actuando misericordiosamente en mí y en la historia…! La ceguera colectiva ante este don divino llena de sana indignación. Y de alegría compartida, cuando se le reconoce (cf Lc 1,39-55). Así, con gozo y con premura, y también con cierta indignación, realiza el mismo Jesús la misión reci-bida del Padre: “¡He venido a traer fuego al mundo y cuanto desearía que ya estuviera ardiendo!” exclama, a modo de inesperado desahogo ante sus seguidores. La fuerza del Espíritu “empuja” a Jesús en su actuar misionero: desde la acampada “entre nosotros” y en el desierto de Judea en el que conso-lida su adhesión personal al Dios único y verdadero, hasta el momento de la ratificación de su proyecto de vida en la cruz, pasando por la evangelización de los pueblos y la sanación de las gentes que encuentra en su camino, desde Galilea a Jerusalén. La premura del compartir la grandeza de Dios frente a la inmensa banalidad del mundo, el deseo irresistible de mostrar su actuar liberador frente a las muchas opresiones que el sistema, o los sistemas político-financieros nos procuran, es otra manera de ser y de estar indignados. Siempre lo ha sido. En este movimiento inaugurado en la histo-ria por María, la joven nazarena, están todos los hombres y mujeres llamados/as a ser hoy profetas de un Reino que “no es de este mundo” pero sigue gestándose en él; creyentes que viven con pasión (ternura e indignación conjugadas) los sufrimien-tos y las esperanzas que forjan los entresijos de la historia. Ellos y ellas, misioneros del Evangelio, nunca dejarán de ser humildes engrandecidos por Dios y grandes humillados por los dioses del mundo; personas dispuestas siempre a dar gratuitamente todo lo que son y todo lo que tienen, porque el dolor de los seres humanos, y de la entera creación, los/las “indigna”…, pero de otro modo: al modo poco reconocido y nada mediático del Maestro de Nazaret. Para programa de vida “indignada”, el de Jesucristo.

* Mercedaria de la Caridad,Profesora de la Facultad de Teología de Granada

MARÍA Y LA MISIón

La cuenca del Congo, en el África occidental, se está secando. La segunda mayor selva del mundo, tras la amazónica, está sufriendo el acoso de la agricultura y, con la tala de árboles, las lluvias escasean cada vez más. Las pre-cipitaciones se reducen hasta un 50% en las zonas cercanas a los campos de cultivo. Los árboles son un conocido factor climático. Sin su termorregu-lación, la concentración de nubes se reduce y, con ello, la posibilidad de lluvias. "Ya sabíamos por las observaciones satelitales que los cambios en el uso del suelo pue-den tener un gran impacto en los patrones del clima local. Aquí hemos sido capaces de demostrar por qué sucede", explica Luis

Garcia-Carreras, de la universidad británica de Leeds. Si la lluvia se reduce aún más como resultado de la deforesta-ción, esto podría amenazar la supervivencia de los bosques que quedan al aumentar la sensibilidad de los árboles a la sequía

En el norteño estado de Uttarakhand, en el Himalaya, donde para la población infantil de entre cero y seis años de edad la relación cayó de 886 niñas por cada 1.000 varones –según datos provisorios del censo 2011--, se consolida un fuerte movimiento de la sociedad civil contra los abortos selec-tivos. Los antecedentes de ese estado son mucho peores que la proporción nacional, que decayó a 914 niñas por cada 1.000 varones, en comparación con 927 por cada 1.000 en el último censo, realizado en 2001. Los demógrafos extrapolan que donde en el censo de 2001 "faltaban" seis millones de niñas, la cifra aumentó a 7,1 millones en 2011. Estados como Uttarakhand apenas están empezando a despertar a la enormi-dad del problema. "Lo que se describe como las ‘niñas faltantes’ equivale a un asesinato masivo de niñas, o feminicidio", opinó. Reconociendo que las actitudes sanas hacia las niñas deben comenzar temprano, la iniciativa Kopal incluye movilizar a grupos de jóvenes para que sensibilicen a sus pares y a los ancianos sobre el rol vital que desempeñan las niñas en cualquier comu-nidad equilibrada. "La dote sigue siendo un factor podero-so para no tener niñas. Una familia con más hombres se considera fuerte, y los hijos varones se perciben como bienes", observó la trabajadora social Bina Kala, de 35 años y de la aldea de Anjanisain, en el distrito de Tehri. Hace tres años, el gobierno de Uttarakhand anunció el Programa Nanda Devi para Niñas, bajo el cual a cada niña nacida después de enero de 2009 en fami-lias que viven bajo la línea de pobreza le corresponde un depósito fijo de 105 dólares que puede retirarse con intereses cuando la beneficiaria tenga 18 años y haya termina-do la escuela secundaria.

32 OCTUBRE 2011

LA DEFORESTACIóN REDUCE LAS LLUVIAS EN ÁFRICA A LA MITAD

Ciertas condiciones de reclusión en Liberia son tan penosas que vulneran derechos humanos fundamentales: los reclusos están hacinados en cel-das sin higiene y no reciben alimenta-ción, agua y asistencia médica ade-cuadas. “Los reclusos pueden sufrir daños permanentes en su salud física y men-tal como consecuencia de su encarce-lamiento y la mayoría no son conde-nados, sino que están en espera de que se fije la fecha de su juicio”. “No había agua corriente en ninguno de los centros que visitamos, y el olor a cloaca es insoportable en la mayoría de las celdas.” El gobierno liberiano, junto con sus socios para el desarrollo, ha dado

algunos pasos positivos, como mejo-rar el saneamiento en la Prisión Central de Monrovia e incluir servicios penitenciarios de salud en un plan nacional de política y salud para 10 años. Pero aún queda mucho por hacer para que el Estado cubra las necesidades básicas de la población reclusa.

R.D. CONgO

-PÚBLICO.ES-

LIBERIA

FEMINICIDIO ANTES DE NACER

LAS PENOSAS CONDICIONES DE RECLUSIóN DEBEN MEJORAR

-IPS-

-AMNISTÍA INTERNACIONAL-

INDIA

Barriles cuidadosamente colocados hacen fila en la puerta de muchos hogares del barrio de Leona, en Kaolack, ciudad de 20.000 habitantes en el oeste de Senegal. Son señales del éxito de un proyecto para introducir el biogás como com-bustible. Amadou Faye, cuya familia cría vacas, cabras y ovejas, y produce maníes, es uno de los primeros en adoptar el nuevo sistema. En los últimos dos meses, su hogar de 25 per-sonas ha dependido exclusivamente de la ener-gía producida con los desechos de su ganado. "Gastar 300.000 francos CFA, más o menos, para instalar biogás es difícil. Pero

creo que es importante. Desde que comen-zamos a usar esta energía, no hemos tenido problemas con cortes de electricidad", dijo a IPS. Los efectos nocivos en el ambiente usando leña o carbón como combustible doméstico están bien documentados. Contribuyen a la deforestación y además amenazan la salud de las mujeres que pasan horas cada día cocinando. Por tanto, Burkina Faso, Mauritania y Senegal han apelado al biogás como solu-ción parcial.

ESTIÉRCOL CONVERTIDO EN ENERGÍA LIMPIASENEgAL

Una mirada INDISCRETA

33OCTUBRE 2011

-IPS-

OCTUBRE 201134

Amigos de Antena: En el nº de Agosto-Septiembre de vuestra revista publicáis el artículo de Án-gel Gutiérrez Anaya sobre la “Espirituali-dad misionera en tiempos de cambio”. Como otros anteriores me ha gusta-do, especialmente la última parte donde habla de la experiencia de vacío. Toca el tema de forma rápida, pero profunda, al subrayar que la experiencia de vacío es una experiencia deshumani-zante. Vivimos en una sociedad donde, su propio ritmo de vida, lleva a muchas per-sonas a la sensación de soledad, aunque uno esté rodeado de muchas personas. Pero la soledad, bien asumida, nos puede ayudar a crecer. El problema es que con frecuencia no somos capaces de diferenciar soledad de vacío e identifica-mos ambos conceptos. La experiencia de vacío, implica con frecuencia la soledad, pero va mucho más allá. Tiene que ver con la falta de valores, motivaciones para vivir, nos falta el suelo donde apoyar nuestros pies. Por eso la experiencia de vacío es siempre deshumanizante, al contrario de lo que puede ser la soledad.

Alguna vez a lo largo de la vida casi todos vivimos situaciones de vacío. Puede que sea ley de vida. Lo que quiero agradecer a Ángel es que nos aporte pistas de salida. Señala, entre otras: la importancia de la acogida, de las relaciones humanas, de la sensibilidad hacia lo débil. Todo ello lo resume en la palabra “encuentro”. En-cuentro con el otro, con el hermano, con los otros, con el pueblo, con el Otro… Sin duda los misioneros vivís a diario esa experiencia de “encuentro”, espe-cialmente con el que es distinto, vive de forma diversa, de acuerdo con otras costumbres y culturas. Para vivir ese encuentro posiblemente baste superar el miedo a lo desconocido, o al desconoci-do. Y a partir de ahí encontrarnos con el Otro (Dios) capaz de llenar nuestro vacío espiritual. Gracias porque vuestra experiencia diaria en la misión nos ayuda a com-prender nuestra vida diaria mucho más rutinaria y no abrís caminos de salida cuando todo se nos vuelve negro. Un cordial saludo,

LA EXPERIENCIA DE VACÍO

Francisco (correo electrónico)

Muy estimados misioneros: Hace años que recibo vuestra revista. De las distintas publicaciones misioneras que me llegan me parece la que se maneja con mayor libertad, cercanía a la realidad, diversidad en los temas que tratáis… Me gustaría poder compartir al menos algunos de los artículos que publicáis con amigos que viven en otros países. Enviar la revista en papel supondría un buen gasto en correo, cuando disponemos de medios más baratos. Quisiera saber si hay posibilidad de hacer una suscripción on-line por Internet y a partir de ahí compartir los artículos que me parecen más interesantes. Espero vuestra respuesta y gracias por todo,

SUSCRIPCIÓN ON-LINE

Ángela (Madrid)

Querida Ángela: Nos parece genial tu iniciativa. Alguna vez nos hemos planteado lo de la edición on-line y no lo descartamos para el futuro. De momento nuestros medios econó-micos y de personal son muy limitados y por un sentido de solidaridad buena parte del dinero que nos llega para la revista lo destinamos a ayudar proyectos en países de misión. Pero sí podemos ofrecerte una solución. Si entras en nuestra página web: “antenami-sionera.org” verás que estamos el Face-book. Si entras ahí y te “haces amiga” cada vez que aparezca un número de la revista te llegará en PDF, a partir de ahí puedes enviar los artículos que te interesen a tus amigos. Con afecto,

La Redacción

Estimado Francisco: Somos nosotros quienes agradecemos tu comentario. Hoy se entiende la misión como intercambio entre Iglesias, pueblos y cultu-ras diferentes. Una de nuestras tareas fundamentales es compartir lo que vamos apren-diendo en otros lugares y que puede ser útil para crecer como personas y como cristianos. Es importante que sepamos diferenciar, como señalas, soledad de vacío. Son realidades muy distintas. Compartir la vida de los más pobres en la misión, te va enseñando que la es-piritualidad misionera, como toda espiritualidad tiende a hacer más “humanas” a las personas, en nuestro caso a partir de experiencia de los últimos de la tierra. Y siempre teniendo en cuenta que la experiencia del Dios anunciado por Jesús es lo único que puede llenar el vacío existencial de tantas personas. Un abrazo,

La Redacción

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DE ANTENA MISIONERA AÑO 11. NÚMERO 94; 0 EUROS MADRID, OCTUBRE 2011

UT PIASEL MEDIOAMBIENTALISMO MENTAL

ALCANZA SUS OBJETIVOSLa contrapublicidad alcanza dimensiones que se normalizan en la sociedad, como las medicinas

APPLE INVENTA EL I-WORLD: INCLUyE LA CIUDADANíA COMPROMETIDA ENTRE SUS fUNCIONES.

un ejemplo lo tenemos en adbusters. se trata de una revista fundada en 1989 por una pareja de directores de premiados documen-tales con residencia en Vancouver. Desde principios de los años ochenta, Lasn produ-jeron películas que exploraban las lecciones espirituales y culturales que Occidente podría aprender de la experiencia japonesa con el capitalismo. experimentar satori, una pala-bra budista que indica un flash de ilumina-ción intuitiva, se convirtió en un principio táctico esencial para el movimiento del sabo-taje cultural. en 1988 el Consejo de Columbia britá-nica de la industria forestal (la «voz» de la industria maderera) se enfrentaba a una gran presión política procedente de un movimiento medioambientalista en expansión. La indus-tria maderera se defendió con una campaña publicitaria por televisión llamada «Forest Forever (bosques para siempre)». Fue un ejemplo temprano de «lavado de imagen»: escenas con niños, trabajadores y animales felices narradas por una voz suave y honrada que aseguraba a la audiencia que la industria maderera estaba protegiendo los bosques. Los cineastas estaban indignados ante el uso descarado de los medios de comunicación públicos con el fin de transmitir anuncios en-gañosos y anti-medioambientalistas. reaccio-naron produciendo el anti-anuncio «Talking rainforest (Hablemos del bosque)» en el que

un longevo árbol explica a un tierno y joven tallo que «una plantación de árboles no es un bosque». sin embargo, cuando los dos ague-rridos activistas acudieron a las mismas ca-denas que habían difundido el anuncio de la industria maderera para emplear sus servicios recibieron un «no» por respuesta. adbusters surgió a raíz de concienciarse de que los ciu-dadanos no tienen acceso a los mismos cana-les de información que las grandes empresas. Para adbusters, la preocupación sobre los canales de información iba más allá del de-seo de proteger la transparencia democrática, la libertad de expresión o el acceso público a los medios. si bien todas estas causas me-recen ser defendidas, para adbusters la lucha mental es el eje principal de sus prioridades políticas. La lucha contra la publicidad que potencia el consumismo se realiza no como un medio para alcanzar un fin, sino como un fin en sí mismo. Este cambio en el énfasis es un elemento crucial para el medioambienta-lismo mental. si un principio clave del medioambienta-lismo afirma que las toxinas industriales pue-den contaminar la realidad exterior o naturale-za, el principio clave del medioambientalismo mental arguye que las infotoxinas pueden contaminar nuestra realidad interior, nues-tras mentes. este movimiento establece una conexión entre la contaminación de nuestras mentes causada por mensajes comerciales y

las catástrofes sociales, ambientales, finan-cieras y éticas que se avecinan para la hu-manidad. También defiende que los tres mil anuncios que asaltan nuestras mentes cada día son los responsables directos de un conjunto de fenómenos (como el derrame de petróleo causado por bP, el surgimiento de demo-cracias corruptas y favoritistas, la extinción masiva de animales o el aumento notable de enfermedades mentales). en vez de tratar los síntomas y apresurarse a limpiar el petróleo de las playas o aprobar descafeinadas leyes de protección al medio ambiente, los medioam-bientalistas mentales atacan el problema de raíz: la industria publicitaria que alimenta el consumismo. el medioambientalismo mental fue un movimiento incipiente que se ha convertido en la lucha social fundamental de nuestra era. Y ha llegado su momento...

http://www.adbusters.org

Imagen de la revista Adbusters

Logo del Día Mundial sin Compras, que será el próximo 26 de Noviembre de 2011

En miles de lugares del mundo hay personas acampadas, participan-do, compartiendo, proponiendo de una manera pacífica, aunque han recibido mucha violencia que….

MILES DE PUERTAS DE SOL EN TODO EL PLANETA

Desde China hasta el África Subsahariana

www.intermonoxfam.org