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EL PERIÓDICO CULTURAL GRATUITO DISPONIBLE TAMBIÉN EN INTERNET PARÉNTESIS Año 1 Número 4 ¤ Junio-Agosto 2008 ¤ 10000 ejemplares Somos lo que comemos Leo Masliah en la sección Prosa de Hoy: Apagón, un relato breve de este músico y escritor montevideano. Pág. 3 Además, en este número: Los poemas No volveré a ser joven, de Jaime Gil de Biedma, y Charlie, el amigo del pájaro de Montserrat López Rueda en pag. 2 Un cuento muy corto, de Ernest Hemingway, en pag. 3 Un recuerdo de Birmania, por Pedro Rojano, y otro de la música de Serrat, por Jorge Rosa, en pag. 4 Las secciones Psicoanálisis y Escritura, Taller de Escritura y Crítica Literaria (en pag. 5), Los lectores escriben (pag. 6), Espectáculos, Convocatorias de Concursos y Cartas de los lectores (en pag. 7). Y la entrevista a Jesús Paz, experto en temas de comunicación, en pag.8.

PARÉNTESIS · 2011. 6. 8. · Leo Masliah en la sección Prosa de Hoy: Apagón, un relato breve de este músico y escritor montevideano. Pág. 3 Además, en este número: Los poemasNo

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  • EL PERIÓDICO CULTURAL GRATUITO DISPONIBLE TAMBIÉN EN INTERNET

    P A R É N T E S I SAño 1 Número 4 ¤ Junio-Agosto 2008 ¤ 10000 ejemplares

    Somos lo que comemos

    Leo Masliah en la sección Prosade Hoy:Apagón, un relato breve de estemúsico y escritor montevideano.

    Pág. 3

    Además, en este número:

    Los poemas No volveré a ser joven, deJaime Gil de Biedma, y Charlie, el amigodel pájaro de Montserrat López Rueda enpag. 2

    Un cuento muy corto, de ErnestHemingway, en pag. 3

    Un recuerdo de Birmania, por PedroRojano, y otro de la música de Serrat, porJorge Rosa, en pag. 4

    Las secciones Psicoanálisis y Escritura,Taller de Escritura y Crítica Literaria (enpag. 5), Los lectores escriben (pag. 6),Espectáculos, Convocatorias deConcursos y Cartas de los lectores (enpag. 7).

    Y la entrevista a Jesús Paz, experto entemas de comunicación, en pag.8.

  • Periódico Paréntesiswww.tallerparentesis.com

    [email protected]

    Depósito Legal MA-577-2008

    Desarrollo y Dirección

    Rafael Caumel

    Asesoramiento

    Antonio Almansa

    Coordinación y publicidad

    Lola Lorente

    Gestión

    Jorge Rosa

    Redacción

    Poesía de Siempre:

    Mauricio Ciruelos

    Montserrat López

    Poesía de Hoy:

    Mauricio Ciruelos

    Montserrat López

    Prosa de Siempre:

    Rafael Caumel

    Antonio Almansa

    Prosa de Hoy:

    Pablo Betancourt

    Viajes y Literatura:

    Rafael Caumel

    Pedro Rojano

    Música y Literatura:

    Jorge Rosa

    Psicoanálisis y Escritura:

    Emilio Mármol

    Taller de Escritura:

    Rafael Caumel

    Crítica literaria:

    Antonio Almansa

    Los lectores escriben:

    Eugenia Carrión

    Montserrat López

    Espectáculos:

    Plácido García

    Convocatorias de concursos:

    Pablo Betancourt

    Cartas de los lectores:

    Lola Lorente

    Entrevista:

    Lola Lorente

    Maquetación y diseño gráfico

    Diseño y Maquetación:

    Rafael Caumel

    Asistencia gráficos y maqueta:

    Mauricio Ciruelos

    Imágenes:

    Montserrat López

    Pedro Rojano

    Poesía de SiempreJaime Gil de Biedma

    (Las personas del verbo, Ed. Seix Barral, 192 págs., 12€)

    NO VOLVERÉ A SER JOVEN

    Que la vida iba en seriouno lo empieza a comprender más tarde—como todos los jóvenes, yo vinea llevarme la vida por delante.

    Dejar huella queríay marcharme entre aplausos—envejecer, morir, eran tan sólolas dimensiones del teatro.

    Pero ha pasado el tiempoy la verdad desagradable asoma:envejecer, morir,es el único argumento de la obra.

    LUNES

    Pero después de todo, no sabemossi las cosas no son mejor así,escasas a propósito... Quizá,quizá tienen razón los días laborables.

    Tú y yo en este lugar, en esta zonade luz apenas, entre la oficinay la noche que viene, no sabemos.O quizá, simplemente, estamos fatigados.

    Poesía de Hoy

    Montserrat López RuedaCHARLIE, EL AMIGO DEL PÁJARO

    La música traspasa las paredes,gorgotea en el saxo.Una mano negra enamora las notasahogando los gritos del público.La ciudad en reposo sueña entrar en el cabaret del pájaro.Allí el swing vacila alto, como la noche,y los borrachos tocan el culo de las chicasmientras, con la otra mano,sostienen las cerillas encendidas del deseo.El pájaro todavía está vivo, pregona el azul crujiente en sus uñas.Busca venas nuevas,camellos cargados de heroína en los lavabos.Al volver, Charlie atraviesa el sonido con su cuerpo,necesita un trago de jazz.En la barramientras calma la sed de sus oídosJay le acerca una baqueta mojada de sudor.La música lame las columnas de la sala.El pájaro picotea la boquilla del saxo,y no le importa morir en cada nota.

    2 Paréntesis Junio-Agosto 2008

    Tasio Peña

    Si desea ver su poema publicado en la sección Poesía de Hoy,envíelo a [email protected] junto a sunombre, apellidos, dirección y teléfono. La extensión máximaes de 40 líneas de 50 caracteres (con espacios). Paréntesisincluirá los mejores en los siguientes números del periódico.

  • Prosa de SiempreUn cuento muy corto, de Ernest Hemingway (Obras Selectas, 1ª edición, 1969, Editorial Planeta)

    La oscuridad no me preocupa. Me preo-cupa la luz. La oscuridad es solamenteausencia de luz. Pero la ausencia sí mepreocupa. La preocupación no. Me esindiferente. Sin embargo, la indiferenciame preocupa muchísimo. La considerouna actitud vergonzosa. Aunque la ver-güenza no me preocupa. Antes sí, mepreocupaba. Pero a mí me da lo mismoel antes y el después; mi vida no es undesarrollo tendiente a nada. Por eso lanada no me quita el sueño. El sueño, encambio, es algo que sí me interesa. Aveces me quedo toda la noche despierto,pensando en eso. No llego a ningunaconclusión, pero las conclusiones meexasperan. Prefiero los puntos de parti-da. No por la partida; por los puntos.Siempre trato de acumular puntos. Nopor los puntos en sí; es por la acumula-ción. La acumulación entendida comouna cosa sola, no como un cúmulo deotras. Los cúmulos, yo, si pudiera, losdisgregaría. Las cosas tienen que irseparadas; no juntas. Juntas formanotras cosas, y eso trae complicaciones.

    Aunque yo a las complicaciones no lestengo miedo. Lo que me asusta es losimple. Lo simple no se sabe de dóndesale; ahí es donde está el misterio.Aunque los misterios, por suerte, no meinteresan. Me interesa la suerte. Quédesgracia. Porque la suerte siempre esescasa. Y si dijera que no me preocupala escasez, mentiría. Pero mentir no mepreocupa. A mí me preocupa la verdad.Cuando miento no tengo problema;puedo decir cualquier cosa. Aunque seaverdad, no importa, porque la digo dementira. Pero cuando hablo con la ver-dad, tengo que andar con más cuidado.Por las dudas, en esos casos digo lomenos posible. Y después me desdigo,así cubro dos posibilidades. Pero no esque me quiera cubrir. Yo hago todo a laintemperie. Y si no hay luna, mejor. A míme gusta la oscuridad.

    (Carta a un escritor latinoamericano y otrosinsultosEdiciones En Danza, Argentina, 2007)Web del autor: www.leomasliah.com

    Prosa de HoyApagón, de Leo Maslíah

    En las últimas horas de una tarde caluro-sa lo llevaron a la azotea y desde allípodía dominar toda la ciudad de Padua.Las chimeneas se perfilaban sobre elcielo. La noche tardó poco en llegar yentonces aparecieron los proyectores.Los otros bajaron al balcón, llevándoselas botellas. Hasta donde estaban Luz yél llegaba el bullicio. Luz se sentó en lacama. Estaba fresca y lozana en lanoche cálida.Luz cumplió el servicio nocturno durantetres meses y todos estaban contentos.Ella lo preparó para la operación, y aqueldía le dijo en tono de broma: «Si no seporta bien le pondré un enema».Después vino el anestésico y él no pudodecir disparates en aquel difícil momen-to. Cuando empezó a utilizar las muletassolía tomar las temperaturas para queLuz no tuviera que levantarse de lacama. Había pocos pacientes y todosestaban enterados. Todos querían a Luz.Mientras regresaba por los pasillospensó en Luz, acostada en su cama.Antes de que él volviera al frente, los dosfueron a rezar al Duomo. Estaba oscuroy en silencio, y había otras personasorando. Querían casarse, pero no habíatiempo suficiente para las amonestacio-nes y ninguno de los dos tenía la partida

    de nacimiento. Vivían, en realidad, comomarido y mujer, pero deseaban quetodos lo supieran para no correr el riesgode perder esa condición.Luz le escribió muchas cartas que él reci-bió después del armisticio. Un día le lle-garon quince cartas juntas al frente, y lasleyó de cabo a rabo después de clasifi-carlas por fechas. Le hablaba del hospi-tal y de cuánto le quería. Le decía que leera imposible vivir sin él y que lo echabade menos de un modo horrible por lanoche.Después del armisticio acordaron que élvolviera a su país para conseguir un

    empleo que le permitiera casarse. Luz noregresaría hasta que él tuviera un buentrabajo, y entonces se encontrarían enNueva York. No iba a beber más, porsupuesto, y no necesitaría ver a sus ami-gos ni a nadie en los Estados Unidos.Solamente obtener el empleo y casarse.En el tren que los condujo de Padua aMilán tuvieron una disputa porque lamujer no estaba dispuesta a volver enseguida. Se despidieron con un beso, enla estación de Milán, pero el altercado nohabía concluido. Para él fue muy des-agradable decirse adiós de esta forma.Él volvió a América en un barco que

    zarpó de Génova. Luz regresó aPordonone, donde se inauguraba unnuevo hospital. El lugar era solitario y llu-vioso, y en la ciudad se hallaba acuarte-lado un batallón de arditi. Aquel inviernode tanta lluvia y barro, el comandante delbatallón hizo el amor con Luz. Era la pri-mera vez que ella conocía a un italiano.Por fin escribió a los Estados Unidosdiciendo que lo suyo solamente habíasido una chiquillada. Que lo sentía y quese daba cuenta de que probablemente élno podría comprenderlo, pero que quizáalgún día la perdonase y le agradecieraaquello, y que esperaba casarse en laprimavera siguiente. Que seguía que-riéndole, pero que ahora comprendíaque lo suyo solamente había sido unacosa de chicos. Que confiaba en que seabriese camino en la vida y que teníaplena confianza en él. Que estaba segu-ra de que así era mejor para los dos.El comandante no se casó con ella ni enla primavera siguiente ni nunca. Luz nollegó a recibir respuesta a la carta queenvió a Chicago. Poco tiempo después élcontrajo una gonorrea por culpa de unavendedora de la sección de pasamaneríade un almacén, con quien hizo el amoren un taxi paseando por Lincoln Park.

    Paréntesis 3Junio-Agosto 2008

    Si desea ver su cuento o relato publicado en esta sección, envíeloa [email protected], junto a su nombre, ape-llidos, dirección y teléfono. La extensión máxima es 2500 caracte-res (con espacios). Paréntesis incluirá los mejores en los siguientesnúmeros del periódico.

    Fuente: worldprints.com

  • Viajes y LiteraturaLa sonrisa del turista, por Pedro RojanoEn su obra Days of Burma, GeorgeOrwell describió las penurias de los bir-manos, consumidos por las guerras loca-les e incapaces de repeler más tarde alejército británico, una fuerza tan desco-munal como el tifón que les ha azotadorecientemente.Hace dos años visité Birmania (oMyanmar como la llaman los que tratande borrar su historia) y fotografié los pai-sajes de juncos y arrozales de un verdehúmedo, militar; el brillo opaco del lagoInye, que parece reflejar los rostros delos asesinados en agosto del 88; la cúpu-la rutilante de la Shwedagon Paya comosímbolo de la rebelión pacífica que secuece en las pagodas; y las túnicas delos monjes, del color de la sangre seca.En las fotos me sorprende mi sonrisa dis-tendida; resalta mi dentadura blanca,mientras en segundo plano se ve a unniño con el rostro cubierto de tanakha (unungüento de color amarillo que protegedel sol) intentando venderme unos colla-res, un frutero que agita el fruto del dra-gón o un monje sentado en uno de losbancos del puente de teka deAmarapura. Lo que no muestran las fotos es el miedo

    del pueblo, conmocionado por las masa-cres de la dictadura, resignado ante elolvido de Occidente y, sin embargo, tanamable con el extranjero.En septiembre de 2007, la televisiónretransmitió imágenes de la “Sule PayaRoad”, la avenida de Yangón por la quehabía transitado un año antes con micámara y mi dentadura de turista. En elreportaje aparecían los militares a unlado y los monjes al otro. Al único extran-jero que pude distinguir fue a un fotógra-fo japonés que yacía sobre la calzadacon un balazo en la frente. La opiniónpública, tras la pantalla, se indignabaante lo que allí ocurría. Fueron variosdías de manifestaciones en los que seprodujeron más muertes. Después todose calmó, pasó la noticia, volví a sentirmelejos de aquello. En este lado del mundo somos disciplina-dos, como en la Oceanía de 1984.Quizás me esté convirtiendo en otroWinston Smith y haya comenzado lareducción de mi vocabulario, tal comoexige el Ministerio de la Verdad en lanovela de Orwell, hasta poder afirmaralgún día que “he ganado la batalla con-tra mí mismo. Amo al Gran Hermano”.

    Joan Manuel Serrat nació en 1943, en elbarrio obrero barcelonés del Poble-sec.Su infancia transcurrió entre las callesflanqueadas por la colina de Montjuich, elbarrio chino –hoy El Rabal– y Belchite,pueblo aragonés de su madre, dondeveraneaba. De estos dos lugares, geo-grafía sentimental del “noi del Poble-sec”, Serrat tomaría años más tarde loselementos para, en alguna de sus prime-ras canciones, retratar a esos personajessufrientes y desalentados que poblabanla España de posguerra.

    En su niñez, las primeras referenciasmusicales le llegaron a través de la radio:la copla española, los tangos y el bolero.Años más tarde fueron Jacques Brel,Georges Moustaki, Léo Ferré o JulietteGréco, componentes de la chanson fran-cesa, quienes influirían en Serrat y otroscantantes catalanes para formar la NovaCançó, colectivo que defendía la lenguacatalana durante la represión franquista.

    En 1969, Serrat, que desde el LP Lapaloma (1968), donde aparece el poemadel mismo título de Rafael Alberti, ya can-

    taba en castellano, publicó el álbumDedicado a Antonio Machado, poeta. En1971, en el célebre disco Mediterráneo,incluye la canción Vencidos, desoladorpoema homónimo del de León Felipesobre los perdedores de la Guerra Civil;y en 1972 sale a la luz el álbum MiguelHernández con 10 canciones plenas deuna música cargada a la vez de sensibi-lidad y fuerza para mostrar la obra delgran poeta murciano. La canción Para lalibertad fue, a finales del franquismo, unhimno para los españoles de a pie queaspirábamos al fin de la dictadura.

    La obra de estos grandes poetas alcanzópopularidad gracias a las canciones deJoan Manuel Serrat que, como alguno deellos, también sufrió la censura y el exiliode un país y un tiempo no tan lejanos.

    Libro recomendado: Serrat, de Manuel Vázquez Montalbán

    Editorial JúcarDisco recomendado:

    Miguel Hernández, de Joan ManuelSerrat

    Música y LiteraturaEl noi del Poble-sec, por Jorge Rosa

    4 Paréntesis Junio-Agosto 2008

    Fuente: jmserrat.com

  • Psicoanálisisy EscrituraImportancia del trabajoPocos oficios y actividades laborales sonhoy en día fuente de satisfacción perso-nal. Añadamos la precariedad del empleoy las cifras de paro y ya tenemos dibuja-do un verdadero problema de salud psí-quica, en términos de pérdida, que la cul-tura bien podría corregir. La incorporación de la mujer al campodel ejercicio profesional y la direcciónsocial debe alegrarnos, y lo valoramoscomo uno de los mayores logros cultura-les y de salud en nuestro primer mundo.Hay que reconocer en las mujeres lasabiduría al querer y conquistar un bene-ficio de este relieve, que Freud realzóhace ya casi un siglo. Actividades que hasta no hace mucho setenían por vocacionales han ido perdien-do ese valor al ritmo de la pérdida deautoridad “intrínseca” de que gozaban.La tradición familiar también ha perdidopeso. Algunas habitan aún en esos ámbi-tos de la vocación por ser del orden delarte, de la creación. Curiosamente lasmás arriesgadas, pues en ellas la auto-ridad hay que ganarla. Las nuevas ten-drán que demostrar su importancia eneste sentido. Un reordenamiento del ejer-cicio del trabajo, de las relaciones labora-les y de sus beneficios de salud está enjuego y no parece que esta problemáticase resuelva declarándolo derecho consti-tucional.Profesiones como la enseñanza, la medi-cina, el derecho, la política, algunas arte-sanías y oficios... han gozado antaño deun prestigio de autoridad que la ciencia,la ideología, la economía o la tecnología

    han ido poniendo en su sitio actual. A los efectos personales sobre los quelas ejercen hay que añadir los efectossobre los que reciben esos servicios. Losresultados no se darán de inmediato y elsaldo puede ser positivo. Solo lamenta-mos la desorientación, la agresividad yempobrecimiento en el tránsito, pues sinel reconocimiento se perdió el respetopor el trabajo y, a veces, por el oficiomismo. En lo que percibimos un reflejo social deesto, entre otras cosas, es en la pérdidade sentido del término “obrero”, que enlo mental no nos ha de preocupar pues alInconsciente, obrero por antonomasia, elsentido le sobra.

    Crítica LiterariaLa mosca, de Slawomir Mrozek (Acantilado, 135 págs., 10’5€) Así se escribe un cuento, de Mempo Giardinelli

    (Punto de lectura, 7,5€)Slawomir Mrozek (1930) no sólo es un autor de cultoen su país natal, Polonia, sino en el resto del mundo.Tan admirado por sus obras de teatro –Striptease oTango, cercanas al absurdo de Pinter, Artaud oIonesco– como por sus celebrados libros de microrre-latos, de los que mantiene 4 ó 5 títulos constantemen-te reeditados: cualquiera de ellos es memorable.Mrozek domina las técnicas del relato corto comopocos autores en la historia de este género. Con losdetalles más nimios, que a cualquiera pueden pasar-nos inadvertidos, es hábil para convertirlos en hechostrascendentes inventando argumentos sorpresivos deimpecable desarrollo e inesperado final.La brevedad de sus historias, a las que nunca lessobra una sola palabra, está repleta de agudeza psi-cológica. Curiosamente, además, parece que escribedivirtiéndose; desde luego –y eso es de agradecer–,divirtiéndonos.

    Además de una excelente introducción sobre las técni-cas para elaborar cuentos, el reconocido escritorargentino Mempo Giardinelli –traducido a más de vein-te idiomas–, y también profesor de escritura creativa,recoge en este libro unas cuantas entrevistas a escrito-res de prestigio.Es ameno y aleccionador escuchar, a requerimiento deGardinelli, las respuestas que nos ofrecen el teórico yescritor Enrique Anderson Imbert, Antonio Skármeta,Silvina Ocampo, José Donoso, Adolfo Bioy Casares oCarlos Fuentes, entre otros.Estos autores, al desvelarnos sus habilidades, gustos yzozobras, nos permiten identificarnos con muchas desus propuestas; leyéndolos, no nos sentimos solos enese acto tan solitario de escribir.

    Taller deEscrituraLeer para escribirUn lector no tiene por qué escribir.Disfruta con la lectura y el ejercicio derecreación implícito. No está obligado asentir la necesidad de alterar o añadiralgo a lo escrito. Sin embargo, todo escritor debe ser ungran lector. En cierto momento, un textole contagió el deseo de escribir y, paracrear el relato que quería leer, debió for-marse antes un criterio, estudiando prin-cipalmente a aquellos autores que consi-derara de su cuerda. Como cualquierotro lector, fue descubriendo sus prefe-rencias después de muchas lecturas,ignorando todas las invitaciones a renun-ciar a los libros por parte del sistemaeducativo y el entorno. Invitaciones que,

    por desgracia, hoy día continúan enaumento.Hace unos años, cuando a un grupo dejóvenes se les preguntaba qué estabanleyendo, se apreciaba un rubor general.Muchos no leían o lo hacían poco, peroadmitían la merma. Si hacemos lamisma pregunta ahora, no faltará quiencuestione la utilidad de leer, por tratarsede una pérdida de tiempo de ocio, y nohallaremos signo alguno de rubor.Esta respuesta sería anecdótica si nofuese porque se apoya en una ideologíavoluntarista muy extendida, perjudicial ysoberbia. Y disuasoria. Una madre mecontó recientemente que sus hijos habí-an limpiado de libros las estanterías delcuarto. Estaban empaquetados y losiban a almacenar en el trastero. Ella lespreguntó la razón, y los hijos respondie-ron: “nuestros amigos no leen, qué ver-güenza si los ven”.

    La situación obliga a recordar que, paraquien escribe o está pensando en hacer-lo, las lecturas son el sustrato alimenticiode donde emergerá lo que está por decir.Nos permiten interiorizar recursos y téc-nicas que utilizaremos cuando compon-gamos un texto. Por otro lado, la tareade escribir viene acompañada de unejercicio crítico de profundización,aumentando nuestra capacidad interpre-tativa como lectores. Este recorrido con-tinuo de ida y vuelta es imprescindibletanto si tenemos alguna historia y quere-mos escribirla, como si buscamos algoque poder contar.

    Paréntesis 5Junio-Agosto 2008

    Emilio Mármol Rafael Caumel

    Antonio Almansa

    Autor: Teconleche

  • 6 Paréntesis Junio-Agosto 2008

    Si desea ver su microrrelato o fotografía publicado en esta sección,envíelo a [email protected], junto a su nom-bre, apellidos, dirección y teléfono. La extensión máxima de los textoses 1200 caracteres (con espacios). Paréntesis incluirá los mejores enlos siguientes números del periódico.

    Los lectores escribenUn espacio dedicado al microtexto

    Propuesta de escritura:

    Todo escritor habla con agra-decimiento de aquellos auto-res que le sirvieron de referen-te. Reconoce así su deuda conquienes fueron sus maestros.Para liberarnos del pudor decopiar (cuando se trata en rea-lidad de aprender unas for-mas), nada mejor que hacer unejercicio de imitación de unrelato.Elija un texto que aprecie yreléalo. Inspirado por la idea,la estructura o la composiciónde las frases, escriba usteduna nueva historia siguiendoese modelo.

    Fotografía de los lectores

    LIBRO CON DIBUJOS

    La noche que asaltamos el colegio abandonado nos uniócomo a una panda de delincuentes. Conservo desdeentonces un libro de cuentos, una antología de los herma-nos Grimm.Entre las páginas 22 y 23, es decir, entre una ardilla naran-ja comiendo bellotas y un paisaje de montaña, encontré lafoto en blanco y negro de una adolescente. Tenía un lunarpintado en la comisura de los labios, braguitas de crochety zapatos de pulsera con tacón.En el reverso de la foto estaba escrito: “Mamá, ésta me lahizo el tito Eduardo, pero me dijo que no te la enseñara.Lolita”.

    Mª Teresa López CarrilloMálaga

    CINCUENTA AÑOS DE CASADOS (Finalista I Concurso de Microrrelatos Caja de Ávila)

    Mi esposa y yo tuvimos un dilema para celebrar nuestrasbodas de oro. Ella quería viajar a Venecia, y yo a Atenas.Tras una larga discusión, llegamos a un punto intermedio:Viajamos a Venecia.

    Ángel DomínguezMálaga

    UNA LECTURA PERFECTA

    Abrió el libro por la última hoja y empezó a leer-lo. Revisó cada página, recorriéndola de abajoarriba y de derecha a izquierda, hilando cadapalabra entre susurros. Cuando llegó a la pri-mera hoja suspiró aliviado. Después de tantosaños, por fin lo había comenzado.

    Isabel Salas RomeroMálaga

    A OSCURAS

    Todas las tardes, cuando regreso del trabajo,preparo varios zumos, asalto la bombonera,vuelvo a mi bolso y saco el cigarrillo de plásticoque compro en la farmacia.A la hora de acostarme repaso el día; ¡uno mássin fumar!A media noche me levanto casi dormida, y mefumo un cigarrillo a oscuras.

    María López VenturiBarcelona

    “La cultura del pelotazo”, por María Rogado

    ROBINSÓN DE LOS MARES

    Ante la inminente llegada del tsunami, desembarcó en laisla para advertir a los caníbales.Le creyeron y, a salvo en la montaña, lo devoraron.

    Lucía Pérez AbadSalamanca

    DE MADRUGADA

    El niño quería meterse en mi cama porque había un mons-truo en su cuarto. Eso no. Estuve revisando los armarioscon él y, cuando lo volví a acostar, me asomé bajo su camay dije con tono amenazante:—Mañana tenemos que madrugar. No me conoces cuan-do no duermo mis horas. Vamos a tener la fiesta en paz.—Compréndeme tú a mí —respondió el monstruo.

    Bernardino ContrerasMálaga

  • Espectáculos

    Convocatorias de ConcursosLos derechos de autorEntre las preguntas que atiende la secre-taría de un concurso literario se encuen-tran las referidas a la preocupación porlos derechos de autor.Las bases de la mayoría de los concursoscontienen un epígrafe donde se indicaque la entidad organizadora se reserva elderecho de publicar las obras premiadas.La confusión estriba en no saber distin-guir entre ceder una licencia para la edi-ción de la obra y perder la propiedad dela misma, como ilustra el siguiente ejem-plo verídico:

    Me gustaría participar en vuestro concur-so, pero tengo una duda. ¿Qué supone

    la renuncia expresa sobre cualquier dere-cho patrimonial derivado de la difusión denuestro trabajo? ¿Conservamos los auto-res nuestros derechos de autor?

    El autor no deja de ser autor por cederderechos de distribución de su obra, sen-cillamente está permitiendo la difusión dela misma. La retribución económica eneste caso será la del premio del concursoy, en los casos exentos de premio, elmérito y la satisfacción de haber sidopublicado, hecho que ayuda a construirun currículum.Algunos certámenes advierten que lostextos premiados serán publicados y dis-

    tribuidos de manera exclusiva por partede la entidad organizadora. Sin embargo,la mayoría no incluyen esta cláusula, encuyo caso, el autor premiado podráseguir publicando su obra donde leparezca. Después de todo, la escribiópara que fuera leída.

    Concurso del mes:III Concurso de Microrrelatos AntonioAlmansaObra consistente en 3 microrrelatos de unmáximo de 150 palabras cada unoDotación: 1.000€Fecha Limite: 30/9/2008http://www.tallerparentesis.com

    Entusiasmo compartido

    Felicitaciones por el periódico. Es dedestacar la interesante propuesta, dife-renciada de los suplementos literariosque, aun contando con el apoyo y laestructura de los periódicos más vendi-dos, no son más que un medio de pro-moción empujado por las editoriales y eldpto. de marketing de dichas empresas.Los lectores podemos ver en las líneasdel periódico Paréntesis el gusto dehacerlo por la literatura misma. Además,es un placer contar con la posibilidad depoder enviar nuestros textos.

    Damián MarrapodiMálaga

    Los integrantes del periódico disfrutamosmucho haciéndolo, pero sus comentariosnos sirven de acicate. Gracias, Damián.

    Música de Siempre, ¿y de hoy?

    Para personas que, como yo, no llegan alos treinta, la sección de Música yLiteratura supone un encuentro conmúsicos de otro tiempo. Sin embargo, dala impresión de que no se hace buenamúsica en la actualidad.

    Esteban AcedoValencia

    Entre las secciones previstas en unafutura ampliación del periódico seencuentran las de Música de Siempre yMúsica de Hoy. Ambas se compondránde artículos vinculados de algún modocon la literatura. Mientras eso sucede,tendremos en cuenta su sugerencia. Enpróximos números tendrán cabida algu-nas figuras del panorama musical másactual.

    Mejor sin el final

    Quería felicitarles por su sección deespectáculos, pues ya me ha presentadoalguna película fantástica. En “Bajo elVolcán” debo decir sin embargo que,quienes aún tenemos pendiente estetítulo, hubiéramos preferido no conocertan fatídico final; no logro decidir si esnecesario revelar datos determinantespara hacer la crítica. Si bien algunasobras son un placer por sí mismas, laintriga que se resuelve al final es unincentivo para superar algún renglón opasaje que se atragante.

    Rubén IniestaMálaga

    Le aseguramos que ni la película ni ellibro pierden interés por ello. Gracias,Rubén.

    Cartas de los lectores [email protected] opiniones que se envían a este periódico deben incluir el nombre y apellidos del remi-tente, dirección y teléfono. Los textos no deben superar las 15 líneas de extensión.Paréntesis podrá extractarlos y editarlos para su publicación.

    Leaving las Vegas, el lirismo desesperado Un guionista, después de varios fraca-sos, decide abandonarlo todo y suicidar-se a base de alcohol. Lo acompaña enesa aventura una prostituta de esquina.Los dos se mueven por Las Vegas entreborracheras locas y encuentros sexua-les. Hasta que el hombre se muere. Elladeclara después que le gustaba suromanticismo, su actitud extremada.

    Ya no importa el sueño americano

    Mike Figgis adapta la novela autobiográ-fica de John O. Brien, que se suicidóantes de estrenarse la película. Firmauna obra sin concesiones, incorrecta,alejada de cualquier sermón; un filmexistencialista de los años 90, la historiade dos outsider que deciden quemar susúltimos cartuchos al margen de todas lasconvenciones. Lo hace con unas imáge-nes intensas y desgarradas, con un ritmopoético y acuciante. Ya no importa elsueño americano, ni las doctrinas, ni losplanes, ni todas las demás zarandajas.Solo hay un cinismo apasionado y unaespecie de romanticismo de la era galác-tica.La historia tenía que ocurrir en Las

    Vegas, la ciudad de la parodia, el ilusio-nismo y la fantasía, donde todo es puraalucinación. Y así los últimos días delprotagonista se convierten en el reventarde cada momento, en la exaltación de lassensaciones, en el estallido sin esperan-za de lo que dos personajes llevan den-tro, el explotar de todas sus vivencias,sus confidencias sin horizonte.

    Mike Figgis también adaptó sin miseri-cordia, pero con una intensidad hipnóti-ca, el clásico de August Strindberg Laseñorita Julia, interpretado por su espo-sa, la bellísima Safron Burrows, y dondese plantea el conflicto entre los sereshumanos, la crueldad y la autodestruc-ción. Figgis siempre plantea personajesal límite; es uno de los pocos directoresde nuestro tiempo que lleva sin miedo lashistorias hasta el final.

    La actuación de Nicolas Cage se ha vuel-to legendaria. Sólo él podía interpretarcon tanta fuerza (como ha hecho en otraspelículas) a ese outsider desgarrado queya no cree en nada, pero quiere extraertodo lo sobrecogedor que hay en símismo. Y que ama a su modo con unaternura descarnada a la prostituta que loacompaña.

    Paréntesis 7Junio-Agosto 2008

    Antonio Costa

    Pablo Betancourt

    Responde: Lola Lorente

  • EntrevistaJesús Paz, por Lola LorenteJesús Paz nació en Madrid en marzo de1940. Es diplomado en Periodismo y téc-nico en Publicidad. Ha trabajado comoresponsable de innovación y desarrollopara editoriales (Sarpe) y diversas publi-caciones (Telva, Nuevo Diario, ActualidadEconómica). Como experto en comunica-ción ha impartido cursos en laUniversidad de Málaga, entre otros sitios.

    ¿Qué distingue a la escritura de otras for-mas de comunicación?

    La escritura es un proceso lineal, detrásde cada carácter viene otro. Hasta cons-truir la frase, el párrafo, la página.Debemos contar con esa progresión alescribir: se trata de una estructura plani-ficada; por tanto, requiere más implica-ción y esfuerzo. También por parte dellector, que debe complementar constan-temente lo que dice el texto, al recrearloen su imaginación. Es lo que se denomi-na un medio frío.

    ¿Cuál sería entonces un medio cálido?

    La televisión. Cuando era en blanco ynegro nos obligaba a participar más, perodesde el cambio a color no exige ningúnesfuerzo, nos lo da todo hecho. Suinfluencia, además, está siendo determi-nante, ha modificado la forma de relacio-narnos. Sin adentrarnos en los conteni-dos, preguntémonos por ejemplo quiéntiene el mando a distancia en casa.Ahora lo tienen los chavales de 15 años.Ellos son los que mandan.Todo avance tecnológico tiene unainfluencia en la cultura. La imprenta, latelevisión, los ordenadores. Hoy práctica-mente no se envían cartas. La inmedia-tez de los medios electrónicos haimpuesto una precariedad en la escrituraque influye en la forma de pensar. La pre-disposición es diferente cuando tomamospapel y pluma, ¿no cree?La pobreza de léxico es terrorífica, y todola señala como futuro inmediato. Existeuna clasificación social a través del len-guaje. Hoy día, sin embargo, las perso-nas en lugar de querer ser o parecermás, tienden a camuflarse en la masa.La diferencia o la lucidez ya no son moti-vo de admiración.

    ¿Qué hemos hecho con el tiempo gana-do gracias a la tecnología?

    No hemos hecho nada. Hace años traba-jaba todo el día, participaba activamenteen el cuidado de mis hijos y todavía teníatiempo para leer dos periódicos. Ahorano llego a leer uno entero.La humanidad dedica muchos esfuerzosa la lucha contra el dolor. Sin embargo, lagente no es más feliz que antes; está

    más crispada. Nuestro ritmo de vida esmás acelerado, pero menos productivo.Además, tenemos una concepción mer-cantilista de todas las cosas. Si alguiendice que estudia Filosofía, respondemos:“¿y eso para qué sirve?” Creemos perderel tiempo si no podemos medirlo en fun-ción de un beneficio económico.

    Si cada vez hay más y mejores mediospara comunicarnos, ¿por qué se escribetanto sobre la incomunicación?

    Estamos rodeados de ruido y este seinterpreta como una aparente comunica-ción, cuando en realidad lo que hace esimpermeabilizarla, conduciéndonos a lainsensibilidad y desconfianza general.Cuando hablamos de incomunicación,también nos referimos a la no participa-ción en el proceso. No es lo mismo verque mirar, oír que escuchar. Me refiero aque se trata de un acto voluntario. Comoante cualquier problema, para afrontarlose precisan las dos “ces”: conocimiento ycoherencia. Primero debemos ser cons-cientes de la situación y después actuaren consecuencia.Ahora bien, desde otro punto de vista,nunca dejamos de comunicarnos. Lohacemos involuntariamente, a través degestos, movimientos, silencios. Y el inter-locutor los percibe e interpreta de formainconsciente también. En un encuentroentre personas, sólo el 7% de la comuni-cación es verbal.

    ¿Es posible transmitir por escrito la rique-za de ese lenguaje no verbal?

    Sí, aunque exige mucho al escritor. Talvez los mejores fragmentos se encuen-tren en la literatura erótica, pero pode-mos encontrar magníficas descripcionesde gestos en otros géneros. En el capítu-lo X de la segunda parte de El Quijote,por ejemplo, este pide a Sancho quevaya a hablar con Dulcinea y le encargamemorizar cada reacción de ella, porpequeña que sea, para poder interpretarsus sentimientos hacia él. A continua-ción, enumera los gestos concretos enlos que debe fijarse.

    Si nuestra gestualidad nos delata, ¿porqué tiene éxito la mentira?

    Al tratarse de una expresión del incons-ciente, el lenguaje no verbal es muy difí-cil de fingir pero, para vivir en sociedad,la mentira es tan fundamental como elDerecho Romano. Se trata de una herra-mienta de convivencia necesaria.En cualquier caso, no creo que exista laverdad, ni siquiera la de cada uno, por-que eso significaría pasar por alto elautoengaño.No hace mucho se editó un libro deinventos atribuidos a Leonardo da Vinci.En él se ilustraba una serie de máquinaspara cocinar, entre ellas una batidoraaccionada por caballos mediante un apa-ratoso sistema de poleas. En círculos cul-tos se hablaba de este hallazgo como

    algo histórico y, a los pocos meses, yahabía estudios que citaban esta fuente.No sabían que todo era una broma, purainvención. La mistificación es un atractivoejercicio literario.

    Videojuegos, chat: ¿cómo afectan estasvidas virtuales a la comunicación?

    Tiene que ver con la concepción que setiene del mundo. Como sólo vive un día,para una mariposa que nace en un díalluvioso, la vida es lluvia. En general, losjuegos de ordenador, aunque seancomunitarios, equivalen a menos movi-mientos sociales y más entretenimiento.Favorecen la atomización de las perso-nas, que quedan más fácilmente neutrali-zadas por el sistema.

    ¿Qué puede aportar la tecnología a laLiteratura?

    Las nuevas publicaciones tienen unavida muy corta, desaparecen pronto vícti-mas de las leyes del mercado, al igualque muchos clásicos. Las bibliotecas vir-tuales podrán contener todos los libros,sin los costes de impresión y almacena-miento que los llevan a la descataloga-ción, y se convertirán en lugares de refe-rencia para el lector.

    ¿En qué o en quién confía usted?

    Los cristianos acuden a la Biblia. Yo, aBaroja.

    8 Paréntesis Junio-Agosto 2008

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    ParéntesisPróximas convocatorias de cursos (periodo de inscrip-ción abierto hasta agotar plazas, 16 alumnos por grupo):

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