Plan Parroquial

Plan de Pastoral Parroquial

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Plan De Pastoral Parroquial PARROQUIA DE SAN PEDRO APÓSTOL 2012 - 2016

DIÓCESIS DE CD. GUZMÁN

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PRESENTACIÓN

La Diócesis de Ciudad Guzmán ha intentado desde hace treinta años trabajar planificadamente, convencidos de que solamente partiendo de las necesidades sentidas, descubiertas en la inves-tigación de la realidad e iluminadas por los principios bíblico-teológicos, la organización del trabajo pastoral, será más eficaz.

Al cumplirse cuarenta años de la erección canónica de la dióce-sis, y treinta y nueve de nuestra parroquia de San Pedro, nos hemos propuesto igual que en todas las parroquias de la Dióce-sis tener, los planes de pastoral parroquial. para que en sinto-nía con el plan Diocesano, promulgado el 20 de noviembre del 2009, nos sirva de instrumento para llevar a cabo la “Misión Continental”, propuesta por los Obispos latinoamericanos en la V conferencia del CELAM, en Aparecida.

Nuestro Plan Parroquial que ahora tengo la satisfacción de pre-sentar, fue coordinado por el Consejo Parroquial, impulsando en colonias y barrios la investigación de la realidad y analizán-dola en Asambleas parroquiales, en donde se establecieron las prioridades. Fue iluminado con una reflexión de Fe en las zo-nas pastorales de la parroquia, y poniendo en común la refle-xión en una Asamblea Parroquial.

En el Consejo Parroquial se establecieron las actividades de ca-da prioridad y su programación; finalmente una comisión de redacción le dio el formato final.

Esperando que este Plan de Pastoral sea un eficaz instrumento

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de trabajo para realizar la Misión Continental en nuestra parro-quia, asumimos la convocación de nuestro Prelado para estar en estado de Misión permanente; lo ponemos bajo la protec-ción de nuestra Madre Santísima, la Virgen María y de nuestro santo patrono, San Pedro Apóstol, primer Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.

Salvador Trujillo Martín Pbro.

Párroco


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INTRODUCCIÓN

Desde diciembre del 2009, a un mes de haberse proclamado el 4º Plan Diocesano, en nuestra Parroquia comenzamos a cono-cerlo en el Consejo Parroquial; para luego presentarlo a las co-munidades y reflexionar sobre la Misión Continental que propu-sieron los Obispos Latinoamericanos en la V Conferencia Epis-copal, en Aparecida.

En las reflexiones cuaresmales del 2010, los temas fueron so-bre las cinco prioridades del Plan Diocesano.

Posteriormente, en algunos barrios se dio a conocer el plan sin-tetizado. También en los Rosarios Guadalupanos se dedicó la reflexión a la primera prioridad : “La Promoción de la vida dig-na del pueblo”; y de la quinta prioridad:” La Formación Integral de los bautizados”.

Nuestra Parroquia, consciente de que para realizar el trabajo pastoral, es necesario que los agentes de pastoral estén forma-dos y capacitados; con este fin se formó un equipo de capacita-ción y formación integral, y desde el mes de septiembre del año 2010, los martes terceros de cada mes, se tiene un taller de capacitación y formación; y los martes cuartos de cada mes, se dedica a la formación espiritual.

Con el fin de contribuir a la formación integral, y el surgimiento de más líderes misioneros, el día 5 de febrero del 2011, inicia-mos un diplomado sobre ciencias de la religión, para aquellas personas que desearan cursarlo, sean agentes de pastoral o no.

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También se reanimaron las asambleas de las cuatro zonas pas-torales de la parroquia, celebrándose el segundo martes de ca-da mes; y el Consejo Parroquial se reúne los martes primeros de cada mes.

El trabajo parroquial ha girado en torno a la elaboración del Plan Parroquial, y lo hemos realizado entre sacerdotes, repre-sentantes de cada zona pastoral, de barrios y colonias, así co-mo coordinadores de las pastorales específicas.

El diagnóstico de nuestra realidad parroquial, se obtuvo me-diante la identificación de las fortalezas, debilidades, oportuni-dades y amenazas (FODA), sobre la realidad social, política, económica, cultural y pastoral.

MARCO HISTÓRICO

El templo de San Pedro:

Durante la segunda mitad del siglo XIX, época en que la ciudad creció considerablemente, se perfilaron dos grandes barrios, a los que se les bautizó con el nombre del Santo Patrono que ve-neraban en sus respectivas Capillas Indígenas: al del norte se le conoció como de San Antonio, y al del sur como de San Pe-dro. La antigua capilla del barrio del sur se localizaba en las afluencias de las calles de San Pedro y Tochtona (hoy, Primero de Mayo y Leona Vicario, respectivamente), que también era conocida como La Garita de San Pedro, por ser puerta de ingre-so a la ciudad.

Sin embargo, atentados contra los bienes eclesiásticos como las


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Leyes de Reforma, fueron poco a poco despojando a los indíge-nas de sus viejas y pobres capillas. Fue en el año de 1908 cuando los indígenas que custodiaban la capilla de San Pedro, fueron expulsados y despojados de sus terrenos, tanto por el Gobierno como por un señor de apellido Preciado. Como conse-cuencia de este injusto despojo, la familia que custodiaba la capilla, pasa a radicar al barrio de San Antonio, donde actual-mente aún veneran con gran devoción a la antigua imagen de San Pedro Apóstol.

Uno de los grandes latifundistas de Zapotlán, Don Albino Men-doza, cuya casa habitación la tenía en la esquina de las actua-les calles Medellín y Primero de Mayo, él obsequia al barrio de San Pedro un terreno para que ahí construyeran su templo, siendo párroco de Zapotlán el Pbro. Don Antonio Ochoa Mendo-za. Esta donación fue aceptada y respaldada por la Sra. Doña Rosa Ochoa Vda. de Mendoza, entusiasta mujer caritativa y madre de Don Albino.

En ese terreno, Don Albino tenía un taller de carpintería; ahí ya existía una capilla que era de tejamanil y estaba cruzada con relación al actual templo, esto es, de Norte a Sur, y no de Po-niente a Oriente, y ocupaba de largo todo el actual frente de la iglesia. Después, conforme se avanzaba con la obra material del templo, se improvisó otra capilla; ésta ocupaba todo el ac-tual frente, y de fondo, llegaba más o menos de la mitad hacia delante de lo que es la actual parroquia, ello mientras se traba-jaba en toda la parte posterior del templo.

El Excmo. Sr. Obispo de Colima, Dr. Don Ignacio de Alba Her-nández, y siendo Párroco el Sr. Cango. H. Dr. Don Higinio Gu-tiérrez, puso la primera piedra en el año de 1944.

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El Sr. Cura Cango. H. Don Librado Padilla (1946-1952) siguió con el tra-bajo de los cimientos por no haber capellán.

Los PP. Don Librado Arreola, Don J. Jesús Valdés y Don Manuel de Jesús Munguía lo tuvieron a su cargo durante cuatro años.

Lo entregó el Sr. Cura Padilla al P. Don José de Jesús Bañuelos (nacido el 19 de marzo de 1910, en Junta del Río, Zac.), el 14 de junio de 1947, quien lo trabajó ya con mucha rapidez, y gracias también al entusiasmo de los mismos vecinos, quienes organizaron faenas para acelerar los tra-bajos de construcción. Entre otras se encontraban: las señoras María Gal-ván, Inés Aguayo, Toñita Ramírez, Concepción López y Lucía Hernández.

Hacia el año de 1955 el templo quedó terminado en obra negra, en don-de ya se oficiaban misas; y hacia 1965, la fachada se chapeó toda en cantera, ejecutando los trabajos el Sr. Don José Hernández, gran maes-tro cantero de nuestra ciudad.

El mismo Sr. Bañuelos lo tuvo a su cargo hasta que se terminó la cons-trucción. Este santo varón falleció el 11 de diciembre de 1993, y sus res-tos mortales quedaron sepultados dentro de la misma parroquia: su gran obra.

El templo fue elevado a sede Parroquial el 18 de junio del año 1973. La toma de posesión del primer Párroco Sr. Cura J. Jesús Bañuelos Robles fue el 30 de junio del mismo año.

Los trabajos de construcción estuvieron al frente de los alarifes: Don Ra-món Solano, Don Genaro Rodríguez y Don Jesús Flores, bajo la supervi-sión técnica de los ingenieros Don Luis Ugarte y Corcuera.

Está construido a base de ladrillo, piedra y concreto; su planta arquitec-tónica es del tipo basilical, de tres naves y ocho cuerpos. Fachada hacia


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el poniente con tres accesos, y uno más en su parte lateral nor-te. Su cúpula es de planta ovalada.

Cuenta con tres retablos en cantera, estilo mural del orden tos-cano, donde se encuentran al culto las imágenes de la Virgen de Guadalupe, el Sagrado Corazón y el Apóstol titular. El piso de mosaico fue donado en su totalidad (según placa de bronce que se localiza en el piso del acceso principal) por Don Gilberto del Toro G.

Todo el ladrillo que se utilizó en la construcción, fue donado por el propio Don Albino Mendoza. El templo presenta un estilo arquitectónico neoclásico.

(Fuente: Arq. Fernando González Castolo)

ERECCIÓN CANÓNICA DE LA PARROQUIA DE SAN PEDRO

Antes de hablar sobre la erección canónica, es conveniente de-cir qué es la Parroquia; el término parroquia procede del griego PAROKIA que equivalía a “vecino” y PAROKEIN a “residir”; por lo cual formaban la vecindad. En latín la palabra PAROECIA o PAROCHIA tiene el significado de “habitar cerca de”, o bien “vecino de”. Es común en el Nuevo testamento y entre los Pa-dres Apostólicos usar este término, con el propósito de indicar la situación del hombre como peregrino en este mundo. Desde el punto de vista jurídico, el Derecho Canónico dice que la parroquia es: “Es una determinada comunidad de fieles cris-tianos constituida de modo estable en la Iglesia particular, cuya cura pastoral bajo la autoridad del Obispo diocesano, se enco-mienda a un párroco como su pastor propio”. (Canon 515)

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Desde el punto de vista pastoral, los documentos de la Iglesia afirman que:

La Parroquia realiza una función en cierto modo integral de Igle-sia, ya que acompaña a las personas y familias a lo largo de su

existencia en la educación y crecimiento de su fe. Es centro de coordinación y de animación de comunidades, de grupos y movi-

mientos. Aquí se abre más el horizonte de comunión y participa-

ción. La celebración de la Eucaristía y demás sacramentos hace presente de modo más claro, la globalidad de la Iglesia. Su vínculo

con la comunidad diocesana está asegurado por la unión con el Obispo que confía a su representante (normalmente el párroco), la

atención pastoral de la comunidad. La Parroquia viene a ser para

el cristiano el lugar de encuentro, de fraterna comunicación de personas y de bienes, superando las limitaciones propias de las

pequeñas comunidades. (DA, p. 644)

El Documento de APARECIDA en el N° 170 y 171, citando a

otros documentos de la Iglesia señala que:

… entre las comunidades eclesiales, en las que viven y se forman

los discípulos misioneros de Jesucristo, sobresalen las parroquias. Ellas son células vivas de la Iglesia y el lugar privilegiado en el que

la mayoría de los fieles tiene una experiencia concreta de Cristo y

la comunión eclesial… Son espacios de la iniciación cristiana, de la educación y celebración de la Fe, abiertas a la diversidad de caris-

mas, servicios y ministerios, organizadas de modo comunitario y responsable, integradoras de movimientos de apostolado ya exis-

tentes, atentas a la diversidad de cultura de sus habitantes, abier-tas a los proyectos pastorales y supra parroquiales y a las realida-

des circundantes. Todos los miembros de la comunidad parroquial

son responsables de la Evangelización de los hombres y mujeres

en cada ambiente. (DA 170-171)


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DECRETO DE ERECCION DE LA PARROQUIA

En la página primera del Libro de gobierno de la Parroquia, aparece el documento de la ERECCION en los siguientes térmi-nos:

PARROQUIA DE SAN PEDRO APOSTOL LEOBARDO VIERA CONTRERAS, POR LA GRACIA DE DIOS Y DE

LA SANTA SEDE, OBISPO DE CIUDAD GUZMAN

Teniendo en cuenta que uno de los principales deberes de Nuestro Oficio pastoral, es procurar que los fieles que nos es-tán encomendados, reciban la atención espiritual más eficaz; y considerando que por el notable incremento de población que durante los últimos años ha tenido esta ciudad episcopal, se ha visto necesario proveer en forma más adecuada a las necesida-des de los fieles. Considerando por otra parte que la actual Ca-pellanía de San Pedro cuenta con buen número de habitantes y suficientes medios de subsistencia para sostenerse como parro-quia, apoyados en los sagrados cánones (216-217) y siguiendo las recomendaciones del Con. Vat. II (Christus Dominus, N°.52) Oído el parecer de los que deben ser oídos según el Derecho, por las presentes letras y en uso de nuestras facultades Ordina-rias, al tenor del canon 1427, decretamos la Erección en parro-quia de dicha Capellanía de San Pedro, desmembrando su terri-torio de la parroquia del Sagrario, quedando por lo pronto con los siguientes límites: Tomando como punto de partida el cruzamiento de las calles Núñez y Constitución, se sigue por la de Núñez hacia el sureste hasta primero de Mayo; por esta se sigue hacia el oriente hasta el cruzamiento con la calle Quintanar; por esta se sigue hasta Ramón Corona; por esta se sigue hacia el sur hasta llegar a la calle Ocampo, luego se toma la calle Ocampo hacia el Oriente,

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y donde termina, se tira una línea imaginaria en el mismo senti-do Oriente hasta llegar a los límites de la Parroquia de Santa Cruz; Siguiendo los límites de Santa Cruz hacia el Sur, se conti-núa con los límites de Zapotiltic, hasta tocar los límites de Huescalapa; siguiendo los límites de la Parroquia de Huescala-pa hacia el Poniente, se llega a la carretera a Colima; se sigue por la carretera a Colima, hacia el norte, hasta llegar al punto imaginario, donde se hace contacto la carretera de Colima con la calle Constitución, se entra a la calle Constitución y se sigue por ella hacia el norte hasta llegar al cruzamiento con la calle Núñez, punto de partida.

(Consúltese el mapa correspondiente)

Nombramos primer párroco de esta nueva parroquia de San Pedro Apóstol al Sr. Pbro. D. José de Jesús Bañuelos teniendo los derechos y obligaciones que imponen los sagrados cáno-nes. El presente decreto deberá leerse “inter missarum solemnia”, el domingo siguiente a su recibo en la nueva parroquia de San Pedro, y en las limítrofes de San José y el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe en esta ciudad; y se insertará en los Li-bros de Gobierno de dichas parroquias, léase y transcríbase también en las limítrofes de Santa Cruz, Zapotiltic y Huescala-pa. El Sr. Cura D. J. Jesús Bañuelos, mientras llega la fecha de la ejecución de este Decreto, fecha que coincide con la celebra-ción del primer aniversario de la Erección canónica de esta Dió-cesis Guzmanense, el día 30 de los corrientes, se dedicará de modo especial a preparar espiritualmente a los fieles, a fin de que correspondan agradecidos a Dios Nuestro Señor la gracia de que su comprensión territorial haya sido elevada a la cate-goría de Parroquia.


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Dado en Ciudad Guzmán, Jal., a los 18 días del mes de junio de 1973.

N.B. Al erigirse la Parroquia de San Martín de Porres, la zona Sur de la Parroquia de San Pedro se redujo su jurisdicción en toda la zona Sur; tomando como punto de referencia el canal para marcar el límite con la nueva parroquia de San Martín de Porres. El día 19 de abril de 1982 fue nombrado el Padre Genaro Libo-rio Cabrera primer Vicario Cooperador de la Parroquia. En 1983 el Padre Juan Manuel Hurtado López fue nombrado Capellán de la Capilla de la Divina Providencia, perteneciente a la Parroquia de San Pedro. El segundo Vicario Parroquial fue el Padre Eduardo Barragán Lepe, el 19 de septiembre de 1986. El mismo día 19 de septiembre de 1986, fue nombrado como tercer Vicario cooperador al Padre Francisco Mejía Urzúa, para la atención de la zona Sur de la parroquia que comprendía en ese tiempo las Colonia Inquilinos, Fraccionamiento Cruz Roja y Juárez. El 15 de febrero de 1990 fue nombrado Cuarto Vicario Parro-quial al Padre Arturo Ramírez Carrillo. En octubre de 1991 El Padre Felipe Ramírez Flores fue nombra-do quinto vicario cooperador de San Pedro. El 11 de diciembre de 1993 murió el Sr. Cura J. Jesús Bañuelos, y previa autorización a las autoridades civiles y eclesiásticas, fue sepultado en el presbiterio del templo parroquial.

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El 10 de diciembre, un día antes de la muerte del Sr. Cura Ba-ñuelos, fue nombrado el Padre Ismael Rosales Martínez, sexto Vicario Parroquial. El Padre Eduardo Barragán Lepe, durante la enfermedad de Sr. Cura Bañuelos, estuvo haciendo las funciones de Párroco. El 19 de enero de 1994 fue nombrado el Sr. Cura Gonzalo Váz-quez Ramírez, Segundo Párroco de San Pedro. El 15 de agosto de 1995 el Padre Juan Manuel Hurtado fue nombrado tercer Párroco de San Pedro. El 24 de febrero de 1998 El Sr. Cura Héctor Bernardo Arrezola Gutiérrez, fue Nombrado cuarto Párroco; y el día 16 de octubre del 2000 el P. Rodrigo Estrada León fue nombrado Co-párroco juntamente con el director de la cura pastoral de la parroquia de San Pedro, el Sr. Cura Héctor B. Arrezola. El 25 de marzo del 2006, el Padre Gilberto Delgadillo García re-cibió el nombramiento como sexto Vicario Parroquial. El día 8 de octubre fue nombrado como quinto y actual párro-co, al Sr. Cura Salvador Trujillo Martín. El 6 de noviembre de 2007 tomó posesión de la parroquia de San Pedro. El séptimo y actual Vicario cooperador es el Padre Avelino Flo-res Martínez que fue nombrado el día 30 de junio del 2010.


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ESTRUCTURA PARROQUIAL: Asamblea Parroquial Consejo de Pastoral Parroquial (Comisión de Dirección del Consejo). Asambleas de las Zonas Pastorales Consejos Comunitarios en las Zonas Pastorales Comisiones:

Catequesis Infantil, Capacitación, Espiritualidad, Equipos:

Catequesis Pre bautismal y Prematrimonial Ministros Extraordinarios de la Comunión Atención a enfermos Liturgia Jóvenes Cáritas

Movimientos y asociaciones: Renovación Carismática Católica del Espíritu Santo Adoración Nocturna Acción Católica

1. DIAGNÓSTICO DE LA REALIDAD

1.1 Aspecto económico:

Nuestra Parroquia, dividida en cuatro zonas, es un mosaico en el aspecto económico, ya que en la Zona San Pedro, la clase social es media y alta; en la zona San Juan, es media y baja; en la zona San Pablo, alta, media y baja; en la zona La Divina, media y baja; por lo que las acciones a tomar en este aspecto, se harán de acuerdo a la situación de cada lugar.

Tipos de vivienda. Son bien construidas con todos los servicios

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en donde se asientan los de clase alta y media; a medio cons-truir en las zonas media y baja; y de techos de lámina de as-besto y aún de cartón en las zonas de clase baja.

Un 80% de las casas son propias y un 20% rentadas.

En la zona de San Pedro hay más locales comerciales que casas habitación.

La ocupación de sus habitantes es: Zona San Pedro: Profesio-nistas, estudiantes, amas de casa, obreros y jubilados. Zona San Juan: Profesionistas, estudiantes, amas de casa, obreros, jubilados, trabajadoras domésticas. Zona San Pablo: Profesio-nistas, estudiantes, amas de casa, obreros y jubilados, comer-ciantes, albañiles, campesinos, carpinteros, empleadas domés-ticas y Zona Divina: prestadores de servicios, comerciantes, ju-bilados, amas de casa.

1.2 Aspecto social:

Entre otras comodidades, el consumismo nos ha hecho adictos a los celulares, internet y televisión. Nuestro gobierno sigue con obras de ornato, en vez de resolver las necesidades del pueblo, ejemplo: Ee la Av. Alberto Cárdenas, la ampliación de una banqueta. Sigue creciendo el alcoholismo y la drogadic-ción, la desintegración familiar, hay muchas madres solteras entre adolescentes. También hay apatía en la participación ciu-dadana.

Los jóvenes que logran estudiar no encuentran trabajo, se de-silusionan y terminan trabajando otra cosa con bajos salarios.

En el área educativa, en la Zona Divina, la escolaridad es desde


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la básica, media superior y profesionistas, aunque hay algunos adultos que no terminaron la primaria. En las otras tres zonas: Básica, media y profesional.

Hay alrededor de 9,500 habitantes, siendo la mayoría mujeres y un 65% adultos, un 25% jóvenes y un 10% niños aproxima-damente.

Cuenta con todos los servicios urbanos.

La mayoría de las parejas son casadas por la iglesia, otras vi-ven en unión libre.

Hay alrededor de 48 discapacitados.

Las personas adultas pasan el día en el trabajo. Los niños y jó-venes quedan al cuidado de familiares o sirvientes.

Las personas desocupadas asisten al Centro Comunitario a reci-bir clases de pintura, costura, manualidades y superación per-sonal y cultural.

Y algunos niños para regulación, reciben clases extra escolares con maestros pagados.

La mayor parte de los niños acuden a escuelas públicas.

Existen jóvenes titulados sin empleo.

1.3 Aspecto eclesial:

Aproximadamente un 90% profesan la fe católica, aunque no todos son practicantes asiduos.

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Un 10% pertenecen a sectas, como: Cristianos, Testigos de Jehová, Mormones, Adventistas, Pentecostales…..

Se observa apatía, cristianismo débil, poca participación como comunidad.

20% asisten a misa; se dicen católicos de ocasión.

Hay necesidad urgente de recibir educación en la fe; comentan que hubo un tiempo en que los atendía un seminarista y que acudían varias personas.

La gente no se compromete a participar en el trabajo pastoral. Cada quien resuelve sus problemas como puede. Apoyan y cooperan en posadas, fiestas, rosarios, visitas de la Virgen, ce-lebraciones.

Se necesitan grupos de reflexión y de jóvenes.

Falta más articulación y participación en el trabajo pastoral.

1.4 Aspecto político:

El pueblo es indiferente, no quiere saber nada porque piensa que todas las propuestas son iguales. La negatividad de los agentes de pastoral en la participación; hay apatía por conocer a los candidatos y sus propuestas, por la ignorancia, el desin-terés, el fanatismo de algunos, el voto por tradición familiar o conveniencia. No hay credibilidad porque se agrava la inseguri-dad y aumenta la violencia.


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En las elecciones hay mucha amabilidad, regalos, abrazos, pero después desconocen planes, personas y compromisos. La mala administración, la falta de transparencia, la corrupción de fun-ciones provocan desconfianza y desinterés. En los mismos ser-vidores públicos, sale a luz su desunión, rivalidades y ofensas.

1.5 Aspecto cultural:

En la actualidad los padres de familia se preocupan más por lo material y dejan a los hijos frente a los medios de comunica-ción masivos, que solo causan enajenación y hedonismo. Se deja de inculcar valores y amor al prójimo, causando que los jóvenes tomen el camino equivocado, como el suicidio.

Las nuevas tecnologías hacen que se adquieran culturas ex-tranjeras, perdiendo la identidad y tomando modas e ideologías que alejan de Dios. Por la falta de comunicación entre la pareja y entre los hijos, se produce la desintegración familiar y en oca-siones se buscan caminos erróneos.

1.6 Aspecto pastoral:

En lo positivo

Se ha logrado reconocer el camino de Iglesia por medio del Sí-nodo Diocesano y los planes de pastoral; se ha logrado unificar nuestra parroquia con esfuerzo y sacrificio, mediante el Conse-jo Parroquial, de una manera más comprometida.

En la catequesis infantil de nuestra parroquia ha habido bús-

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queda, que ha ayudado a fomentar con responsabilidad el pro-ceso que exige la iniciación cristiana.

Se ha logrado intercambio de experiencias a nivel parroquial, capacitación pastoral, el reconocimiento de ministerios laicales, el compromiso de nuestros sacerdotes que poco a poco van animando la participación de los laicos, en el acompañamiento en las diferentes colonias y barrios.

La continuidad en las Opciones Diocesanas, y las celebraciones dominicales, esto lo vemos como rasgos de una Iglesia que se compromete, anima y unifica en un el nuevo modelo de Iglesia, que exige compromiso y perseverancia en el mandato del Se-ñor, de ser Iglesia servidora del Reino.

En lo negativo:

Nos hace falta promover más en nuestros barrios las Asam-bleas y Consejos Comunitarios. En nuestro Consejo Parroquial, no hemos asumido del todo el compromiso y la responsabili-dad.

Pocos agentes de pastoral trabajan de una manera consciente, algunos lo hacen solo por cumplir, pero sin aportar nada; no hemos sabido reconocer realmente cuál es nuestro compromiso como bautizados.

No hemos sabido reconocer del todo ,los servicios y ministerios con que cuenta nuestra parroquia, esto nos ha llevado a divi-siones entre nosotros mismos; pues en ocasiones hemos llega-do hasta sentirnos dueños de ciertos espacios.

No hemos reconocido que nos falta una formación integral; ha-blamos de necesidades, pero no nos acercamos a la capacita-ción permanente y activa que se nos ofrece.


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2. ANÁLISIS DE LA REALIDAD

Fortalezas:

Tenemos un equipo sacerdotal que nos apoya y nos impulsa a trabajar para dar solución a nuestras necesidades tanto eclesia-les como sociales.

Contamos con un equipo de agentes de pastoral

Tenemos un Consejo Parroquial que articula el trabajo pastoral

Celebramos reuniones mensuales de Consejo, de Zona, de ca-pacitación y formación y en cada uno de los ministerios.

Hay dos grupos con 160 integrantes del Movimiento de Reno-vación en el Espíritu Santo que se reúnen en nuestros templos.

Hay un grupo de Acción Católica con 10 integrantes.

Tenemos un grupo de Adoración Nocturna con 15 integrantes.

Existe mucha religiosidad popular.

Oportunidades:

Las manifestaciones de la religiosidad popular que permite que son una oportunidad para evangelizar, como son los rosarios guadalupanos, posadas, fiestas patronales, visitas de la Virgen del Sagrario, las pláticas pre-sacramentales, pláticas cuaresma-les, misas mensuales en los barrios alejados de los templos.

Una oportunidad entonces es la Misión Continental que nos permite llegar hasta los más alejados con nuevos métodos y herramientas.

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Debilidades:

Poca participación y compromiso de algunos agentes de pasto-ral

Estar viviendo una fe y religiosidad conservadora.

Ignorancia religiosa

Divorcio entre Fe y vida.

Casi nula participación de varones.

Muchas personas trabajan gran parte del día y sólo se encuen-tran en sus casas por la noche.

Poco compromiso de los bautizados

Amenazas:

La Apatía de la mayoría de los católicos

Los medios masivos de comunicación que fomentan la seculari-zación.

La proliferación de sectas.

El mal uso de los medios de comunicación social.

Ambiente secularizado, el relativismo y el hedonismo.


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3. REFLEXIÓN DE FE

La reflexión de fe la comparamos con una brújula que guía a los tripulantes de una nave para no perder el rumbo. Para no-sotros significa escuchar la Palabra de Dios desde nuestra reali-dad, en su Palabra escrita, en el Magisterio de la Iglesia, en la voz de los obispos y en nuestro Sínodo Diocesano.

¿Qué nos dice Dios por medio de la realidad de la vida que hemos leído de nuestra parroquia?

Como hijos de Dios, todos tenemos derecho a una vida digna, nos referimos a una práctica de nuestra vida cristiana que con-siste en relacionar nuestra vida con la fe, congruente con lo que pensamos, hacemos y las actitudes usuales en nosotros, así como los sentimientos que manifestamos. 2º DS No. 298

Queremos como comunidad parroquial asumir con responsabili-dad nuestra misión evangelizadora al servicio de nuestros her-manos, sin olvidar que como bautizados estamos llamados a trabajar con alegría y entrega, ya que como Iglesia de Jesucris-to nos damos cuenta que hace falta manifestar y comunicar la caridad de Dios a través de nuestra realidad pastoral. CVII LG Cap. II

Al ver la realidad, vemos que estamos fallando a nuestro com-promiso de evangelizar desde la familia. En Mt 28,19-20 nos da un mandato: Vayan, bautícenlos, enséñenles y en Cor. 9,16 nos dice que es una obligación que tenemos. En Lc. 4, 18, Jesús fue ungido para anunciar la Buena Noticia y proclamar un año de gracia.

La realidad que vivimos en el campo social, donde el desem-

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pleo generalizado y los bajos salarios, aumentan el empobreci-miento, el deterioro ecológico, y en el campo eclesial en donde no se promueve suficientemente en nuestros barrios una Igle-sia ministerial y con amplia participación laical en su campo es-pecífico y en la pastoral; poco se promueve la vida de Iglesia y donde observamos que la mayoría de los bautizados aún no tenemos conciencia de ser sujetos de la misión para una vida digna.

La Palabra de Dios nos dice, en el capítulo IV de la Lumen Gen-tium, referente a los laicos, en el No. 31: que por propia voca-ción a los laicos nos pertenece buscar el Reino de Dios tratando y ordenando, según Dios, los asuntos temporales. … Allí esta-mos llamados por Dios a cumplir su propio cometido, guiándo-nos por el Espíritu Evangélico, de modo que, igual que la leva-dura, contribuyamos desde dentro a la santificación del mundo, y de este modo dar a conocer a Cristo a los demás; brillando ante todo, con el testimonio de nuestra vida, fe, esperanza y caridad.

A nosotros muy en especial, corresponde iluminar y organizar todos los asuntos temporales a los que estamos estrechamente vinculados, de tal manera que nos realicemos continuamente según el espíritu de Jesucristo, y nos desarrollemos y seamos para la gloria del Creador y del Redentor.

Y en el No.33, nos dice que… Nuestro apostolado es la partici-pación en la misma misión salvífica de la Iglesia, a cuyo aposto-lado todos estamos llamados por el mismo Señor en razón del bautismo y la confirmación.

En el No.36, para que el mundo se impregne del espíritu de Cristo y alcance más eficazmente su fin en la justicia, la caridad y la paz, para que los bienes creados se desarrollen al servicio


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de todos y cada uno de los hombres y se distribuyan mejor en-tre ellos, según el plan del Creador y la iluminación de su Ver-bo, mediante el trabajo humano, la técnica y la cultura civil; y que a su manera conduzcan a los hombres al progreso univer-sal en la libertad cristiana y humana. En el mismo número nos dice también que: los laicos procuremos coordinar nuestras fuerzas para sanear las estructuras y los ambientes del mundo, de modo que todo esto se conforme a las normas de la justi-cia…. En cualquier asunto temporal, debemos guiarnos por la conciencia cristiana, ya que ninguna actividad humana, ni si-quiera en el orden temporal, puede sustraerse al imperio de Dios.

A la luz de la Palabra de Dios, y según los números del Magisterio que leímos ¿Qué exigencias descubrimos pa-ra asumir en nuestra parroquia?

Exige una renovada espiritualidad que sea iluminada por la fe que se proclama con la sabiduría de Dios, que sea fermento de una cultura cristiana. 2º DS: 45.

Anima a todo discípulo de Jesús a una tarea y misión de propa-gar la fe según su condición, asumiendo con responsabilidad su vocación misionera y dispuestos a impulsar a este estilo de vida a quienes están lejos de Cristo.

Descubrimos una actitud de fe y confianza, ya que Jesús y nuestros pastores nos animan a despertar nuestra fe y cumplir con la misión de Jesús de atender al hermano más necesitado y sufriente, y tener fe en que Él estará con nosotros en el cumpli-miento de esta misión.

Que debemos conocer más a fondo los documentos de la Igle-

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sia, que tenemos los instrumentos del campo de trabajo: Kerig-ma, Koinonía, Diaconía, Liturgia. No desanimarnos, ser optimis-tas. Que las exigencias de formación nos sirven para despertar personalmente, en grupo y comunidad.

A la luz de la Palabra, la Iglesia es un cuerpo de muchos miem-bros y Cristo es la cabeza. Tenemos que reforzar los campos de trabajo, la lectura de los documentos debemos asimilarlos y po-nerlos en práctica, la Palabra de Dios sea nuestra fuerza en el caminar, y la oración sea nuestro alimento espiritual; por lo que debemos llevar un proceso de logros para retroalimentar los vacíos.

¿Cuál es la Palabra de Dios que aparece en estos acon-tecimientos que vivimos como parroquia?

Yo soy la vid y ustedes los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ese da mucho fruto, pero sin mi no pueden hacer nada. Jn15,5.

Fortalecer y mantener nuestra vida de fe que llegue a ser parte de la vida parroquial.

Jesús subió al monte y llamó a los que Él quiso, y se reunieron con Él. Mc 3,13. esta lectura nos anima a que como discípulos misioneros salgamos al encuentro de nuestra realidad pastoral, ya que es deber de todos asumir nuestro caminar con parro-quia y desde nuestra reflexión de fe, seguir luchando y traba-jando a la luz del Evangelio.

Son palabras motivadoras al amor fraterno. Si vivimos esta di-mensión seremos la Iglesia Samaritana.


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¿Qué nos quiere decir Dios con toda esta realidad que aparece en nuestra parroquia?

Es tiempo de tomar decisiones y dar el “SI” definitivo a Dios, y trabajar de forma integral en todos los aspectos.

En los acontecimientos que vayamos viviendo se viva la refle-xión de fe para dar respuestas a las necesidades, siendo un re-to para la parroquia; hacer reflexión de fe permanente que nos lleve a un encuentro con los hermanos en el servicio y al en-cuentro con Dios en la oración.

Como agentes de pastoral asumimos nuestro compromiso para llevar nuestro servicio con entrega y fidelidad a Dios.

En este proceso construir lazos que nos ayuden a ser una pa-rroquia sólida donde se viva y se transmita el Evangelio hacién-dolo vida desde nuestras familias.

Asumir el llamamiento que Dios nos hace a cada uno de noso-tros entregándonos a la obra de Jesús que anuncia y denuncia, que como agentes de pastoral seamos perseverantes en las di-ficultades, pacientes y fuertes en sobrellevar el trabajo y junto con la comunidad, constituir un sólo corazón al servicio de los demás.

Que la Iglesia es misionera y está llamada a la anunciar y ha-cer presente el Reino de Dios, y denunciar el anti-reino. Pero para esto es necesaria la formación de los Agentes de Pastoral para hacerlo presente.

Ser discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos, en Él tengan vida, nos lleva a asumir evangélicamente y desde la perspectiva del Reino, las tareas prioritarias que contribuyan a la dignificación de todo ser humano y a trabajar

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junto con los demás ciudadanos e instituciones en bien del ser humano y de nuestra naturaleza.

La misión no se cumple únicamente en el campo eclesial y con acciones puramente intra-eclesiales, sino también en el campo social y en acciones sociales. La Iglesia está convocada a ser abogada de la justicia y defensora de los pobres. IV PDP

Que no nos quedemos mirando al cielo, que nos pongamos a trabajar con la iluminación de la palabra, la oración, el servicio y las obras. Que seamos dóciles, obedientes a la voz de nues-tros pastores.

Pedirle al Espíritu Santo que abra nuestro entendimiento para captar, entender y asimilar lo que sea necesario para la misión.

Números de los documentos que iluminaron nuestra re-flexión:

Docto. de Aparecida No. 399 “UNA RENOVADA PASTORAL SO-CIAL PARA LA PROMOCION HUMANA INTEGRAL”. Asumiendo con nueva fuerza esta opción por los pobres, ponemos de ma-nifiesto que todo proceso evangelizador implica la promoción humana y la auténtica liberación “sin la cual no es posible un orden justo en la sociedad. Entendemos, además, que la verda-dera promoción humana no puede reducirse a aspectos parti-culares: “Debe ser integral, es decir, promover a todos los hombres y a todo el hombre”, desde la vida nueva en Cristo que transforma a la persona de tal manera que “la hace sujeto de su propio desarrollo”. Para la Iglesia, el servicio de la cari-dad, igual que el anuncio de la Palabra y la celebración de los Sacramentos, “es expresión irrenunciable de la propia esencia”.


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400. Queremos, por tanto, desde nuestra condición de discípu-los y Misioneros, impulsar en nuestros planes pastorales, a la luz de la Doctrina Social de la Iglesia, el Evangelio de la vida y la solidaridad. Además, promover caminos eclesiales más efec-tivos con la preparación y compromiso de los laicos para inter-venir en los asuntos sociales.

Es esperanzador lo que decía Juan Pablo II: Aunque imperfecto y provisional, nada de lo que se pueda realizar mediante el es-fuerzo solidario de todos y la gracia divina en un momento da-do de la historia, para hacer más humana la vida de los hom-bres, ni se habrá perdido, ni habrá sido vano.

DOCUMENTO DE LA MISION CONTINENTAL “LA MISION TA-REA DE TODOS Y PARA TODOS” (incisos A y B)

5.4. La misión, tarea de todos y para todos

a. Agentes pastorales y evangelizadores. Esta firme decisión misionera debe impregnar todas las estructuras eclesiales y to-dos los planes pastorales de diócesis, parroquias, comunidades religiosas, movimientos y de cualquier institución de la Iglesia. Ninguna comunidad debe excusarse de entrar decididamente, con todas sus fuerzas, en los procesos constantes de renova-ción misionera, y de abandonar las estructuras caducas que ya no favorezcan la transmisión de la fe 47.

La renovación de la parroquia exige actitudes nuevas en los pá-rrocos y en los sacerdotes que están al servicio de ella. La pri-mera exigencia es que el párroco sea un auténtico discípulo de Jesucristo, porque sólo un sacerdote enamorado del Señor pue-de renovar una parroquia. Pero, al mismo tiempo, debe ser un ardoroso misionero que vive el constante anhelo de buscar a

http://www.vicariadepastoral.org.mx/5_celam/mision_continental/continental_09.htm#47bis

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los alejados y no se contenta con la simple administración (DA 201).

A. El papel privilegiado de los laicos

Cualquier esfuerzo misionero exige, de manera particular, la participación activa y comprometida de los fieles laicos en to-das las etapas del proceso.

Hoy, toda la Iglesia en América Latina y El Caribe quiere poner-se en estado de misión. La evangelización del Continente, nos decía el papa Juan Pablo II, no puede realizarse hoy sin la cola-boración de los fieles laicos 48. Ellos han de ser parte activa y creativa en la elaboración y ejecución de proyectos pastorales a favor de la comunidad. Esto exige, de parte de los pastores, una mayor apertura de mentalidad para que entiendan y aco-jan el “ser” y el “hacer” del laico en la Iglesia, quien, por su bautismo y su confirmación, es discípulo y misionero de Jesu-cristo. En otras palabras, es necesario que el laico sea tenido muy en cuenta con un espíritu de comunión y participación 49.

La Misión Continental debe tener especial penetración en los sectores culturales, políticos y de dirigentes sociales y económi-cos que identifican a nuestra sociedad globalizada. Para que esto sea posible, debemos reafirmar vigorosamente la misión peculiar y específica del laico en el mundo secular 50, evitando la tentación de motivar a los laicos más comprometidos con su fe, tan sólo a involucrarse en los servicios que necesita la co-munidad eclesial para formarse, sostenerse y crecer.

Documento de Medellín en lo que se refiere a la Reforma Políti-ca:

P. 16 “La carencia de una conciencia política en nuestros países





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hace imprescindible la acción educadora de la Iglesia, con obje-to de que los cristianos consideren su participación en la vida política de la Nación como un deber de conciencia y como el ejercicio de la caridad, en su sentido más noble y eficaz para la vida de la comunidad”.

P. 17 “Deseamos afirmar que es indispensable la formación de la conciencia social y la percepción realista de los problemas de la comunidad y de las estructuras sociales. Debemos despertar la conciencia social y hábitos comunitarios en todos los medios y grupos profesionales, ya sea en lo que respecta al diálogo y vivencia comunitaria dentro del mismo grupo, ya sea en sus relaciones con grupos sociales más amplios (obreros, campesi-nos, profesionales, clero, religiosos, funcionarios). Esta tarea de concientización deberá integrarse en los planes de pastoral de conjunto en sus diversos niveles.

DOCUMENTO DE PUEBLA.

No. 620. Hay conciencia y ejercicio más amplio de los derechos y deberes que competen a los laicos como miembros de la co-munidad.

No. 623. La Iglesia en América Latina quiere seguir dando un testimonio de servicio desinteresado y abnegado, frente a un mundo dominado por el afán de lucro, por el ansia de poder y por la explotación.

No. 627. No se han encontrado los medios eficaces para su-perar la escasa educación en la fe de nuestro pueblo, que per-manece indefenso ante la difusión de doctrinas teológicas inse-guras, frente al proselitismo sectario y a movimientos pseudo-espirituales.

No. 1141. Los pobres merecen una atención preferencial, cual-

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quiera que sea la situación moral o personal en que se encuen-tren…

4. PROGRAMACIÓN

4.1 Misión:

Como parroquia de San Pedro, tenemos la misión de anunciar lo que Jesucristo “hizo y enseñó”, que su Persona y su obra son la buena noticia de salvación anunciada por los profetas y pre-dicada por los apóstoles, ministros y testigos de su Palabra, pa-ra convocar y formar integralmente a los feligreses en el Nuevo Modelo de Iglesia, con laicos misioneros que respondan a las exigencias del momento actual.

4.2 Visión:

Visualizamos la parroquia de San Pedro como un lugar privile-giado para formar laicos, discípulos misioneros de Jesucristo, en donde haya espacios de iniciación cristiana, que teniendo en cuenta las mediaciones eclesiales, expresen un modelo de iglesia Misionera, que salga al encuentro de las personas, igle-sia comunidad que configure la vida comunitaria; iglesia sama-ritana que viva la opción evangélica y celebre la vida como ma-nantial y culmen de la misión, para llegar a ser una verdadera comunidad de comunidades.


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4.3 OBJETIVO GENERAL

“Que con la ayuda y el acompañamiento del Espíritu Santo, como parroquia vivamos nues-tras prioridades sociales y eclesiales en sinto-nía con la vicaría y la diócesis, para responder la proceso pastoral donde vamos haciendo presente el Reino de Dios, por medio de las cuatro mediaciones eclesiales”.

4.4 PRIORIDADES

En el campo social:

Primera Prioridad:

La Promoción de la Vida Digna del Pueblo.

Problema estratégico:

EL desempleo generalizado y los bajos salarios, que aumentan el empobrecimiento

Objetivo: “Favorecer la organización y participación del pueblo para que mejore su calidad de vida

Coordinan: agentes de la Zona San Juan

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Segunda prioridad:

La Defensa y Cuidado de la Creación

Problema estratégico: Ante el deterioro ecológico, la defen-sa y cuidado de la creación.

Objetivo: Fomentar la conciencia y cultura ecológica, para cui-dad la creación y encontrar en ella una fuente de vida digna para todos.

Coordinan: Agentes de la Zona de la Divina Providencia

Actividades Cuándo

Promover las Organizaciones Básicas: (Vivienda, nutrición, salud).

En Febrero 2013

Talleres sobre los derechos humanos y laborales.

Una semana cada

año en el mes de

abril

Actividades

Cuándo

Recolección de plásticos para venderlos.

Permanente, comenzar en

septiembre 2012

Organizar un Semana Ecológica terminando con un Festival.

Cada año en el mes de mar-

zo.


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En el campo eclesial:

Tercera prioridad: La Iglesia Ministerial

Problema estratégico: Ante el hecho de que no se promue-ve suficientemente en las parroquias una Iglesia ministerial con amplia participación de los laicos en su campo específico y en lo pastoral:

Objetivo: impulsar una iglesia en el que los laicos y laicas sean conscientes de su deber y derecho como bautizados, para que asuman su responsabilidad como misioneros en lo social y lo eclesial.

Coordinan: los agentes de la Zona San Pablo

Cuarta prioridad:

Iglesia Misionera en la Base

Problema estratégico: Ante la poca promoción de la vida de Iglesia en los barrios, colonias y ranchos, por lo que las parro-

Actividades Cuándo

Promover catequistas de iniciación cristina para el Catecumenado

Agosto 2012

Crear servicios que respondan a las necesidades sentidas de cada Zona pastoral

Agosto y septiembre del 2012 para investi-gación; y octubre para crearlos

Intercambio de experiencias sobre servicios entre las zonas pastora-les y con otras parroquias

Una vez al año, durante la vigencia del presente plan

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quias no han llegado a ser misioneras ni comunidad de comuni-dades

Objetivo: Promover la vida de iglesia en los barrios y colonias cuidando la articulación, para que sea una parroquia que sea comunidad de comunidades.

Coordina: los agentes de la zona San Pedro

Quinta prioridad:

La Formación integral de todos los Bautizados

Actividades Cuándo

Promover y fortalecer los procesos comunitarios en la base, el Consejo Parroquial y las Asambleas Parroquia-les, desde las mediaciones eclesiales

Permanentemente aumen-

tando los grupos de base

en los barrios.

Promover la pastoral de adolescentes y jóvenes

Julio y agosto 2012 detec-tando líderes para formar el equipo, aprovechando los grupos ya existentes.

Promover la pastoral familiar Julio 2012 Reuniendo al equipo de Prematrimonia-les y al equipo de Prebau-tismales

Fortalecer los Consejos Comunitarios y las Asambleas en cada zona pasto-ral

De manera permanente


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Problema estratégico:

Ante el hecho de que la mayoría de los bautizados aún no tie-nen conciencia de ser sujetos de la misión para la vida digna:

Objetivo:

Intensificar el proceso de la iniciación cristiana, desde la niñez hasta la vida adulta, para poder ser verdaderos discípulos y mi-sioneros de Jesús en nuestra parroquia.

Coordinan: las comisiones de Capacitación y Espiritualidad del Consejo parroquial.

ACTIVIDADES CUÁNDO

Formación y capacitación de agentes de pastoral.

Permanentemente: los martes terceros y cuartos de cada mes.

Temas de Bíblicos y de forma-ción en los grupos de barrio.

Cada semana. en los rosarios a la Virgen de Guadalupe y en los tiempos fuertes del año litúrgi-co.

Semana Bíblica y de la comuni-dad.

Cada año en el mes de sep-tiembre

Formar grupos de PROCALA en cada zona pastoral.

Reuniones, cada quince días

Retiros Espirituales para cada pastoral específica.

Dos retiros al año, en adviento y en cuaresma

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5. EVENTOS ESPECIALES:

Divina Providencia: (Domingo de la Sma. Trinidad) Solemnidad de Corpus Christi: (jueves siguiente a la Sma. Trinidad)

Fiesta Patronal de San Pedro: (29 de junio)

Semana de capacitación para catequistas: (segunda quincena de julio)

Primeras Comuniones: (mes de junio)

Confirmaciones: (principios de julio)

Visita de la Virgen del Sagrario: (agosto)

Rosarios a la Virgen de Guadalupe: (noviembre)

5.1 Evaluaciones:

Trabajo de comisiones y equipos: en el mes de enero

General del Plan: antes de la fiesta patronal de San Pedro, para celebrar los resultados de la evaluación.


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Es tarea del Consejo Parroquial dar seguimiento en la ejecución del Plan.

5.2 Celebraciones

Después de las Evaluaciones, y a nivel parroquial en las fies-tas de San Pedro.

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ANEXOS

ORGANIGRAMA PARROQUIAL


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ÍNDICE

PRESENTACIÓN …………………………………………………………………………………. 3 INTRODUCCIÓN ………………………………………………………………………………… 5 MARCO HISTÓRICO….………………………………………………………………………… 6 ERECCIÓN CANÓNICA DE LA PARROQUIA DE SAN PEDRO………………….. 9 DECRETO DE ERECCIÓN DE LA PARROQUIA ………………………………………. 11 ESTRUCTURA PARROQUIAL……………………………………………………………….. 15 1. DIAGNÓSTICO DE LA REALIDAD……………………………………………………... 15

1.1 Aspecto económico………………………………………………………… 15 1.2 Aspecto social………………………………………………………………. 16 1.3 Aspecto eclesial……………………………………………………………. 17 1.4 Aspecto político……………………………………………………………. 18 1.5 Aspecto cultural…………………………………………………………….. 19 1.6 Aspectos pastoral…………………………………………………………… 19

2. ANALISIS DE LA REALIDAD………………………………………………………………. 21 3. REFLEXIÓN DE FE……………………………………………………………………………. 23 4. PROGRAMACIÓN……………………………………………………………………………. 32 4.1 Misión……………………………………………………………………………….. 32 4.2 Visión………………………………………………………………………………... 32 4.3 Objetivo general………………………………………………………………… 33 4.4 Prioridades.………………………………………………………………………..33 5. EVENTOS ESPECIALES…………………………………………………………………….. 38 5.1 Evaluaciones……………………………………………………………………... 38 5.2 Celebraciones……………………………………………………………………. 39 ANEXOS: 1. Organigrama parroquial………………………………………………………. 40 2. Fotografías …………………………………………………………………………. 41

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Documents

Plan Parroquial