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D e Vanc ou- verhasta LosAnge- les, cuando unose sien ta a ha- blar con alguieninvolucr a- do enmovimie ntosde sos- tenibil idad urbanaes fácil quesal gaa reluci r elnom- brede Mar kLakeman, alma del grup o Cit y Repa ir que ha transfo rmado Portlan d enla ciu dadmásadmira da de lacost a oeste. Valíalapenaconocerle, sobre tod o porsaber cómo haarmadoa su comunid ad para desbloquear laresisten - cia queen ot rossitios ti ene tanfrustrados a sushabita n- tes. Quedamos al estedel río Wil lamette,quesepa ra el cent ro dela zonaresidencial. Hoyla ciudades lasegunda másecológ icadel mund o des- puésde Reyk jav ik,en Islandia, y liderael llamado«crecimient o inte lig ente»,quedesde losaños 70 esti pul a loslímite s urb ano s de acuerdo al tra nspo rte en cad a área y laszonasnaturalesa prot e- ger. Gra cia s aesola loca lida d de 600.000 hab ita ntesno se extien- de hastael infi nito, si noque re- sulta accesib le desde cualqui er parte. A dif eren ciade otras ciu dade s estadounidenses,el cent ro o el ‘downtown’de Port land no se li- mitaa edi fi ciosde oficinas y ne- gociosque deja n lascallesdesola- das cua ndo cierranlaspuertas. Al contrario , vibr a de noche conres- taurantes aba rro tados y un bar rio para sofisticadosbohemios que emula alSohoneoyor quin o, con gal ería s de arte, librer íasinde- pendientes y espacios industri a- les ven idos a s.En elPearl Dist ric t domi na el dise ño,los es- paciosabiertos y losmenús de gour meta lamitad deprec iode loquecostaríanen Nuev a Yor k. PeroLakeman es un tiposencil lo queprefiereestardonde losveci- nosse saludanal pasa r. Par a serjustos , recu erda , la transfor mación de Portland vie- nede at s y suorigentiene que ver con unpolí ti cohoy caídoen desg rac ia porsucumbir a susba-  jas pasi ones . Ante s de queconfe- sasehabertenidorelacionescon unaniñade 14año salos32, cuan do erael alc ald e más jov en de EE UU,Neil Gol dschmidttuvo var ia idea s lúcidas.Revitalizóel cent ro,hizo lasmanzan as más cortaspara quefuese más fác il camina r y lide larevueltacon- trala aut opis ta queiba a atr av e- sarel vo lcánde MontHood,cuya cumbre neva dase divi sa desd e todala ci uda d. Ensu lugarcre ó una red ur banade tren li ger o que hacelas veces de met roy co nec ta conel aer opue rto.El proyecto fuetan sonadoqueJimmyCarter lenomb mini stro de Tran spor- tes.PeroLakemanle agra dece tambiénotra cos a menos aparen- te queha cambia do lasrelaci ones entresu gente:LaPlaz a de los Pioneros. Salone s en plen a call e En Port land se le lla ma cariñosa- ment e ‘the livingroom(elsalón de casa ). Ibaa serun aparcamien- tode onc e pisosporel quepuj a- banlos comerc ios,pero Goldschmidtganóla part iday compró el terr enoa nombre del Ayunta miento.Los ganadores delconcur so par adiseñarla plaza pri nci palpintaronelproyect o so- breelsuel o,lo quemástarde dio algrupode La kemanla ideade dibuja r en las interse cciones otr as pla zasvirtual es en bar rios dond e losvecino s necesitande unsalón. Lle ganal amanecercon sus la- tasde pint ura , dibuja n mand ala s enel suel o, con struy en bancos de adob e, deli mita n la pla za con maceteros, instal an estanter ías púb lic as par a quela gent e inte r- cambielibros, proyectanpelícu- las enla pared. «Los espaciospúblicos afectan a laforma enla quese percibela gente y son cla ve par a generar unamasa crí tic a»,sentencia La- keman.«Las cuadrícu las roma- nasestaban pens adaspara con- quis tarun imp eri o. Cua ndo los bri táni coslas tra jer on aAmérica deja ronatráslas pla zasy loses- pañolesse enca rgar onde pone r- las ent rela igl esi a y elpalacio de gob ierno,porquesabían quela plaza púb lic a es nece sari a par a hacer la revolu ción». Cadarevuel ta de lapri mav era árabe haempezadopor unade esas plazasen las que harena ci do la voc aci ón demo crá tic a de la ágo ra grie ga.Twitterlo hubi era teni do difí cilpara con voc ara las masas enla Mai n Str eet (ca lle pri nci pal) de lasciudad esesta- douniden ses,a la queLakema n y sus ami gosdesafia ronen 1996 . Con 45 dóla res tra nsfo rma ron unaviejafurgonetaen unaplaza itinera nte.Le ados aron ala s de mariposa,contodasu car ga sim- bólica,que se abr íany dab an sombra.Debajo colocaban grupos deco ji nesy ser anté. Sela lle- vaban a todaslasferi asparano tenerquepedir permisosal ayu ntamient o y conestas ala s inicia ron la conversación para transfor mar la ciudad. s deunvecinollamóa la Pol icí a ofus cadopor la muche- dumb re en su puerta,pero ell os desa rma bana losagentescele- bra ndo ‘ElDía delPolicí a’ u otras fiestas imposib les de rechazar. Losinvita bana sentarse , lesofre- cíanté y bi zc ochos , y aunqueno losace pta rantampoc o se sent ían capaces de estr opea r la reu nión . Para entoncesPortland disfru- tabaya de otr o legadode Goldschmidt,elpar queTom McCall , enhonoral gob ernador deOregónque lohizoposi ble.La ciudad se convirt en la pri mera deEEUU endesma nte lartoda unaautopi stade cua trocarri les, la quediscurr ía aorilla s del río Willamette. Levanta ron el asfal- toy plantaronár bol esen ungi- gantescopar quede 15 hect áre as dond e hoy se cel ebran fest iva les deblues.La ide a lahabí a pl an- tad o el grup o de desobediencia civ ilTheWaterfrontfor Peop - le(Laoril ladel río es parael pue blo) , queun díainvad el espa cioentrela aut opi sta y el ríocon un pic nicmasiv o. Port landtieneesa tra dic ión deciudadanosordinario s que parece n lograrlo imposibl e soña ndo alo gra nde sindejar- seintimidarporsu tamaño. ComoSpence r Bur ke,al que enc ontr amosuna tardesolo , palaenmano,en elsola r que hac e esqu inaconlasavenidas Will iamsy Free mont.La vís - perahabíaplant adounos tré- mulos arboli tos. Vertíapale- tadas de tierraparaplantar verdura s con los princi pios de la permacul tur a.Antes habíamont ado la tar imaque Cit y Repairlehabía pres tado sobr e unagalerí a de cuad ros donados porconoci dos gra fi- teroslocales . Al díasiguie ntein- vitaríaa losartesanosdelbar rioa part ici paren un merc adi lloy a la igl esiaa toc armúsica gosp el los domi ngos , porq ue el úni corequi- sit o de Lak emanpara ayu dara impu lsa r proy ecto s es queinclu- yanal máx imode gent e posi ble . A Bur kele brillabael sudor pero lechi spea banlos ojos . «No sabeslobi enque me hesent ido alplantaresos árb oles, es cas i como echar raí ces.Ya ver ás cómo seva a anima r esto cua ndolo tengamont ado.Por aquípasan mi l cochesa lahoray tr eso cua- tromilbicicletasal día» , decí a emocionadoalcon jur ar conla pal a la frus tra ció n de cual qui er parado.Él mis mo había hab lado conel pro piet ari o delterreno par a con vencerlede quele deja ra tra nsfo rma rloen un espa ciopú- blicohas ta quecambie n losvien- tos delmercado.Y lohabí ance- rra do conun apr etónde manos. Recetaspara la crisis Apocas manz ana s ‘De pav e’,otro proyect o de Cit y Repa ir,ha transfor mado un aparcamiento envergel, est a vez con laayud a delayuntamiento,que ha acep- tadono cob rarimpues tosmien- tr assea jardí n.Iba a serun bl o- que de pi sosperoentr e lacris isy laslimitaciones urbaní sticas no leinteres a a ning unaconstr ucto - ra.Ni es fác il alq uil araparca- mien tosen la cap ita l de lasbici- cletas. «Enotrasciudade s la gent e se enfr entacon los pol íticospara que ar regle n lasco sasynuncase vana arr eglar.Nuestroparadig- maes elhazl o túmismo», resu- me Lak eman .«Nuncaempeza- mos porel presupuestosinopor cuáles tusueño.Y las co sascam- biantanrápidoqueyo mis mo me sorprendo». Próximo capítulo el miércoles 3 de agosto «Enotras ciu dad es la ge nte pi de a lo s polí ticos que arr egl en las cosas. Nues tro par adig ma es el ha zl o mismo» Vancouver Frontera 5 5 OREGÓN Occidental Eugene 5 Olympia Shelton Gold Beach Arcata Hopland Seattle CANADÁ WASHINGTON Portland Healdsburg San Francisco OCÉANO PACÍFICO NORTE  Mar  k La  keman descansa en uno de tan  tos rincones decora  ti  vos de Por  t  land. 7 Domingo 31.07.11 EL CORREO V

Portland II, La ciudad posible, texto

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8/3/2019 Portland II, La ciudad posible, texto

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De Vancou-verhastaLosAnge-les, cuandouno sesienta a ha-

blarcon alguieninvolucra-do en movimientosde sos-tenibilidad urbanaes fácilquesalgaa relucir elnom-brede Mark Lakeman, almadel grupo City Repair queha transformado Portlanden la ciudad másadmiradade lacosta oeste.

Valíala penaconocerle,sobre todo porsaber cómoha armadoa su comunidadparadesbloquear la resisten-cia queen otrossitios tienetanfrustrados a sushabitan-tes.

Quedamos al estedel ríoWillamette,que separa elcentro de la zona residencial.Hoyla ciudades lasegundamásecológicadel mundo des-puésde Reykjavik,en Islandia, yliderael llamado«crecimientointeligente», que desde los años70 estipula loslímites urbanos deacuerdo al transporte en cadaárea y laszonas naturalesa prote-ger. Gracias a eso la localidad de600.000 habitantesno se extien-de hastael infinito, sinoque re-sultaaccesible desde cualquier

parte.A diferenciade otras ciudadesestadounidenses,el centro o el‘downtown’de Portland no se li-mitaa edificiosde oficinas y ne-gociosque dejan lascallesdesola-das cuando cierranlas puertas. Alcontrario, vibra de noche conres-taurantes abarrotados y un barrioparasofisticados bohemiosqueemula al Sohoneoyorquino, congalerías de arte, libreríasinde-pendientes y espacios industria-les venidos a más.En elPearlDistrict domina el diseño,los es-paciosabiertos y losmenús degourmeta lamitad depreciodelo quecostaríanen Nueva York.PeroLakeman es un tiposencilloqueprefiere estar donde losveci-nosse saludanal pasar.

Para serjustos, recuerda, latransformaciónde Portland vie-nede atrás y suorigentiene quever con unpolíticohoy caídoendesgracia porsucumbir a susba- jas pasiones. Antes de queconfe-sasehabertenidorelacionesconuna niñade 14años a los 32,cuando erael alcalde más jovende EE UU,Neil Goldschmidttuvovaria ideas lúcidas. Revitalizóelcentro,hizo lasmanzanas máscortaspara quefuese más fácilcaminar y lideró la revueltacon-trala autopista queiba a atrave-sarel volcánde MontHood,cuya

cumbre nevada se divisa desdetodala ciudad. Ensu lugarcreóuna red urbanade tren ligero quehacelas veces de metroy conectaconel aeropuerto.El proyectofuetan sonado queJimmy Carter

le nombró ministro de Transpor-tes.Pero Lakemanle agradecetambiénotra cosa menos aparen-te queha cambiado lasrelacionesentresu gente: LaPlaza de losPioneros.

Salones en plena calleEn Portland se le llama cariñosa-mente ‘the living room’ (elsalón

de casa). Ibaa serun aparcamien-tode once pisosporel quepuja-banlos comercios,peroGoldschmidtganó la partidaycompró el terrenoa nombre delAyuntamiento.Los ganadoresdelconcurso para diseñarla plazaprincipalpintaron el proyecto so-bre elsuelo,lo quemástarde dioalgrupo de Lakemanla ideadedibujar en las interseccionesotras plazasvirtuales en barriosdonde losvecinos necesitan deun salón.

Lleganal amanecercon sus la-tasde pintura, dibujan mandalasen el suelo, construyen bancosde adobe, delimitan la plaza conmaceteros, instalan estanteríaspúblicas para quela gente inter-cambielibros, proyectanpelícu-las enla pared.

«Los espaciospúblicos afectana laforma enla quese percibelagente y son clave para generarunamasa crítica»,sentencia La-keman.«Las cuadrículas roma-nasestaban pensadaspara con-

quistarun imperio. Cuando losbritánicoslas trajeron a Américadejaronatráslas plazasy los es-pañoles se encargaron de poner-las entrela iglesia y elpalacio degobierno, porque sabían quelaplaza pública es necesaria parahacer la revolución».

Cadarevuelta de la primaveraárabe haempezadopor unade

esas plazasen las que harenacidola vocación democrática de laágora griega.Twitter lo hubieratenido difícilpara convocar a lasmasas en la Main Street (calleprincipal) de lasciudades esta-dounidenses,a la queLakeman ysus amigosdesafiaronen 1996.Con 45 dólares transformaronunavieja furgonetaen unaplazaitinerante.Le adosaron alas demariposa, contoda su carga sim-bólica,que se abríany dabansombra.Debajo colocaban gruposde cojinesy servíanté. Sela lle-vaban a todaslasferiasparanotener quepedir permisosalayuntamiento y conestas alasiniciaron la conversación paratransformar la ciudad.

Más de unvecinollamó a laPolicía ofuscadopor la muche-dumbre en su puerta,pero ellosdesarmabana losagentescele-brando ‘ElDía delPolicía’ u otrasfiestas imposibles de rechazar.Los invitabana sentarse, lesofre-cíanté y bizcochos, y aunque nolos aceptarantampoco se sentíancapaces de estropear la reunión.

Para entonces Portland disfru-tabaya de otro legado deGoldschmidt, el parqueTomMcCall, en honor al gobernadordeOregónque lohizoposible.Laciudad se convirtió en la primerade EEUU endesmantelar toda

unaautopistade cuatrocarriles,la quediscurría a orillas del ríoWillamette. Levantaron el asfal-toy plantaron árbolesen ungi-gantesco parquede 15 hectáreasdonde hoy se celebran festivales

deblues.La idea lahabía plan-tado el grupo de desobedienciacivilThe Waterfrontfor Peop-le(La orilladel río es paraelpueblo), queun díainvadió elespacioentre la autopista y elríocon un picnicmasivo.

Portlandtieneesa tradiciónde ciudadanosordinarios queparecen lograrlo imposiblesoñando a lo grande sindejar-se intimidar porsu tamaño.ComoSpencer Burke,al queencontramosuna tarde solo,palaen mano,en elsolar quehace esquinacon lasavenidasWilliamsy Freemont. La vís-perahabíaplantado unos tré-mulos arbolitos.Vertíapale-tadas de tierrapara plantarverduras con los principiosde la permacultura.Anteshabía montado la tarimaqueCity Repair le había prestadosobre unagalería de cuadrosdonados porconocidos grafi-

teros locales. Al díasiguientein-vitaríaa los artesanos del barrioaparticiparen un mercadilloy a laiglesiaa tocar música gospel losdomingos, porque el único requi-sito de Lakemanpara ayudaraimpulsar proyectos es queinclu-yanal máximode gente posible.

A Burkele brillabael sudorpero le chispeabanlos ojos. «Nosabeslo bienque me hesentido

al plantaresos árboles, es casicomo echar raíces.Ya verás cómoseva a animar esto cuandolotenga montado.Por aquípasanmil coches a lahoray treso cua-tromil bicicletasal día», decíaemocionado al conjurar conlapala la frustración de cualquierparado.Él mismo había habladoconel propietario delterrenopara convencerle de quele dejaratransformarloen un espaciopú-blico hasta quecambien losvien-tos delmercado.Y lohabíance-rrado conun apretónde manos.

Recetaspara la crisisA pocas manzanas ‘Depave’,otroproyecto de City Repair,hatransformado un aparcamientoenvergel, esta vez con laayudadelayuntamiento,que ha acep-tadono cobrarimpuestosmien-trassea jardín.Iba a serun blo-que de pisosperoentre lacrisisylas limitacionesurbanísticasnole interesa a ningunaconstructo-ra.Ni es fácil alquilar aparca-mientosen la capital de lasbici-cletas.

«Enotras ciudades la gente seenfrentacon los políticosparaque arreglen las cosas y nuncasevana arreglar.Nuestroparadig-maes elhazlo túmismo», resu-me Lakeman. «Nuncaempeza-mos porel presupuestosino por

cuál es tusueño.Y las cosascam-biantan rápido queyo mismo mesorprendo».

Próximo capítuloel miércoles 3 de agosto

«En otras ciudadesla gente pide a los

políticos quearreglen las cosas.

Nuestro paradigmaes el hazlo tú

mismo»

Vancouver Frontera

5

5

OREGÓN

Occidental

Eugene

5

Olympia

Shelton

Gold Beach

Arcata

Hopland

Seattle

CANADÁ

WASHINGTON

Portland

Healdsburg

San Francisco

OCÉANO PACÍFICONORTE

M a r k La k e m a n d e s c a n s a e n u n o d e t a n t o s

r in c o n e s d e c o r a t i vo s d e Po r t la n d .

7Domingo 31.07.11EL CORREO V