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REDES: Factores externos de la felicidad (Emitido el 18 de octubre de 2005) “Ser rico no siempre significa ser feliz. Está claro. Pero ¿qué nos hace felices? El mundo occidental constituye la gran paradoja de la felicidad. Tenemos mayor calidad de vida, una mejor asistencia sanitaria, ganamos más dinero… que hace apenas 50 años y sin embargo somos infelices. ¿Por qué? ¿Qué tenemos que cambiar para ser felices? Hasta hace poco apenas contábamos con datos científicos que nos permitieran responder a estas preguntas. Ahora, diversos estudios de psicología, neurología, sociología y economía nos demuestran que hay factores externos que no dependen tanto de la naturaleza del individuo y que son cruciales para alcanzar la felicidad. Para profundizar en este punto, REDES entrevista esta semana a Richard Layard, reputado economista británico, miembro de la Casa de los Lores y fundador del Centre for Economic Performance. Gran estudioso de la felicidad y autor del libro “Felicidad, lecciones de una nueva ciencia”, nos explicará sus ideas de cómo construir una sociedad más feliz. ¿Es posible replantear la política social y económica y reorientarla a conseguir un aumento de la felicidad en la población? En el plató contaremos con la presencia de Enrique García, Catedrático de Emoción y Motivación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia y Federico Javaloy, Catedrático de Psicología Social de la Universidad de Barcelona. Con ellos debatiremos aspectos como qué medidas políticas, económicas y sociales son más adecuadas para aumentar el nivel colectivo de felicidad”.) Eduard Punset: No creo que los teleespectadores se sorprendan si se lo decimos; no lo saben, pero de algún modo lo intuyen, y mi pregunta es si están en lo cierto o no, porque yo creo que la riqueza ha crecido en los últimos 50 años, si hablamos del producto nacional, y el nivel de felicidad se ha quedado estancado. ¿Es así o es una falacia? Richard Layard: Es cierto, y tenemos encuestas en las que se ha preguntado a la gente si son felices, y se han ido repitiendo durante 50 años, y lo que demuestran es que la gente no es más feliz ahora de lo que decían serlo hace pongamos 50 años. Esto es para EEUU, Reino Unido y Japón. Para España y la mayoría de países europeos sólo tenemos información recogida desde hace 30 años, y los resultados son los mismos, aunque ha habido un gran aumento de la riqueza. También sucede esto si se hace una comparación entre países. Si analizamos países desarrollados – en el primer mundo – no encontramos ninguna diferencia entre los ricos y los pobres, sin embargo si analizamos a los países realmente pobres como China, nos encontramos que en el tercer mundo son menos felices que en el primero. Cuando llegamos a un cierto nivel vemos que no hay ningún aumento de felicidad asociado a un aumento de riqueza, es posible que haya un pequeño incremento pero es posible que esto esté asociado a otros factores que lo promueven como por ejemplo el aumento de familias rotas. Eduard Punset: Esta es la tesis que defiendes en tu libro La felicidad, que ha sido traducido al castellano, Me gustaría saber cuál sería el nivel de felicidad si el producto nacional se hubiera estancado en lugar de haber aumentado: habría sido un desastre. Es decir, ¿cuáles son los factores compensatorios que nos hacen dudar de la felicidad? Richard Layard: Empecemos por lo que has mencionado del problema que se produciría si el crecimiento económico fuera inferior o cero. Creo que todo dependería en gran medida de las expectativa que tiene la gente, ya que está claro que la gente siempre compara su sueldo con el de los demás, y se tiene una expectativa que en parte es de lo que tienen los otros y en parte es de la propia experiencia. Este es uno de los factores que considera que el sueldo no debe formar parte de la ecuación de la felicidad, aunque en realidad todos creemos que debería estar presente. Pero si nos centramos en los factores de compensación, el que yo resaltaría más es el aumento de la personalización. Que a la gente progresivamente - y es algo que se ha ido extendiendo de EEUU al Reino Unido y al resto de Europa- se le ha hecho pensar que el objetivo principal de sus vidas es el intentar sacar lo máximo de sí mismos. Eduard Punset: El estatus.

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Richard Layard: Pero la pregunta es qué significa “sacar lo máximo de uno mismo”, porque ¿cómo es posible tener más éxito que otros, puesto que es imposible que todo el mundo tenga más éxito? Es decir que si el objetivo principal de la vida es tener más éxito que los otros, que otras personas, es imposible que la sociedad sea más feliz, ya que el total del éxito es fijo. Necesitamos una sociedad que se aleje de esto, no se debería enseñar a los niños en las escuelas a ser el número uno de la clase, lo que debería enseñarse es que hay que aprender cosas que en particular contribuyan al bienestar de otros. Eduard Punset: Veamos pues cuáles crees que son las causas o factores de la felicidad. Tú también incluyes el nivel de confianza que nos rodea... Richard Layard: Bueno, la confianza es una medida general para saber cómo funciona la comunidad, y creo que es muy interesante, que existe una gran diferencia en el nivel de confianza en los diferentes países. Se han hecho preguntas como: ¿crees que se puede confiar en la mayoría de la gente? Se han obtenido respuestas que van del 60% que dijo que sí en Noruega al 6% en Brasil. Se ha encontrado que esta variable, es una de la serie de factores que son muy útiles para explicar los niveles de felicidad en diferentes países, y lo que me preocupa es que en EEUU y ahora en el Reino Unido se han reducido al 50% en los últimos 40 años. Sí, es la mitad, y la proporción digamos que ha pasado de 64 a 32%. Es decir que tenemos estos países muy señalados que no están aportando vidas satisfactorias, y creo que el gran tema cultural para la próxima década es si esta forma extrema de individualismo que proviene de EEUU penetrará en los países de la Europa continental. En Europa los niveles no han descendido, aunque sólo se llevan midiendo desde mediados de la década de los 70, pero espero que Europa pueda continuar manteniendo el concepto de la obligación mutua. Eduard Punset: Tú asocias esto a un creciente nivel de individualismo, pero el índice de crimen y de desorden en la sociedad ha aumentado, y afecta a este nivel de estrés. Richard Layard: Es un proceso causal en doble sentido. Está claro que la gente que siente menos responsabilidad mutua tiende a cometer actividades criminales, pero es evidente que si se experimentan actividades criminales se deja de sentir confianza en otros y responsabilidad mutua, es decir que funciona en las dos direcciones. … Eduard Punset: Has mencionado la Edad de Piedra. ¿Tiene todo este... digamos desdeño del tratamiento de las enfermedades mentales algo que ver con el desprecio de las emociones? Tradicionalmente condenamos la vida emotiva y pensamos que sólo el pensamiento lógico, la razón, debe prevalecer, y que evolutivamente no ganamos nada si no se controlan las emociones. Richard Layard: Bueno, desde luego creo que el legado cartesiano es concentrarse en la capacidad única que tiene el hombre de razonar. Y después vino esta idea de que las emociones y la razón están en conflicto, y por lo tanto las emociones son en algún sentido negativas; pero creo que en el siglo XVIII escapamos hasta cierto punto de esto... Eduard Punset: En el Reino Unido. Richard Layard: En el Reino Unido pasamos a pensar que la mejor sociedad es la que es feliz, y esto quiere decir cómo se siente la gente. Creo que es una pena que en el siglo siguiente, después de este principio al que podemos llamar “el principio de mayor felicidad”, que había mejorado muchísimo las condiciones sociales, en el siglo XX se desechara, en parte por un exceso de escepticismo de los filósofos y en una época por los psicólogos. Ahora

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los psicólogos han comenzado a estudiar científicamente las emociones, y han descubierto que son muy importantes para ver si una persona se siente bien o no. Creo que el futuro de nuestra civilización debe basarse en permitir a las personas que disfruten de la vida, y para hacerlo uno de los trabajos principales es saber qué condiciones son las que permiten a la gente el ser feliz. Creo que a mucha gente les gustaría que les enseñaran cómo regular esta vida interior para poder relacionarse mejor con otras personas y consigo mismos, y la palabra clave que utiliza el budismo para esto es la compasión: me gustaría pensar que el gran concepto para este siglo XXI es la compasión, el desarrollo de la compasión.

Teniendo en cuenta lo leído de la entrevista y lo visto en los temas tratados al respecto, haz una argumentación, mostrando tu postura a favor o contraria, fijándote bien en lo detallado en el texto.