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 PORTADA

puerto de valparaíso

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valparaíso

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  • PORTADA

  • Este libro se origina en el proyecto FONDART Regional Valparaso., Convocatoria 2013: En el centenario del inicio de la construccin del puerto de Valparaso. Historia y legado.

    Libro financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes.

    FONDART

    ISBN: 978-956-353-910-3

    Registro de Propiedad IntelectualInscripcin: N 242607

    Derechos ReservadosPrimera edicin, junio 2014

    Diseo EditorialCatarsis Creativa Portadas / Nadia Romero RojasInteriores / Daniela Carmona Salazar

    ImpresoImprenta Maval

    AutoresLuis Ortega MartnezPamela Soledad Araya FerrireValentina Elizabeth Salas PrezSergio Fernando Rojas Rojas

  • INDICE

    Prefacio .............................................................................................................5

    Introduccin..................7

    Captulo I: Antecedentes para una decisin.............................................................13

    Captulo II: Los sucesos de 1903 y 1906 y sus implicancias en la construccin de un nuevo puerto ..............39

    Captulo III:La construccin del Puerto de Valparasoy la discusin Parlamentaria......................................................................57

    Captulo IV:El desarrollo de las obras...........................................................................87

    Captulo V:El puerto y la ciudad.....................................................................................119

    Bibliografa y fuentes:.................................................................................131

    Referencias fotogrficas.............................................................................133

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    Valparaso, puerto principal, dice una popular cancin. Sin embargo, la relacin entre la ciudad, sus habitantes, y el puerto es compleja. No es una relacin en que las dos partes interactan, y muchos porteos desconocen la forma en que opera el puerto, desconocen las formas de trabajo y como ellas han evolucionado en el tiempo. El puerto parece desprenderse de los cerros hacia el mar.

    Si bien la identidad que otorga el puerto a los habitantes de Valparaso es palpable en su cultura, slo algunos conocen a grandes rasgos, su historia. En la memoria colectiva son escasos los registros de acontecimientos importantes que dicen relacin con el puerto.

    Cuando en 2012 se conmemoraron los cien aos de la construccin del puerto actual, salvo algunos esfuerzos realizados por la Empresa Portuaria de Valparaso, no hubo iniciativas que destacaran la realizacin de un proyecto que, en cuanto a obras civiles es, tal vez, el ms importante de la historia republicana de nuestro pas.

    En ese momento, los autores de este libro, decidimos implementar un proyecto de investigacin que permitiera dar cuenta de los orgenes y desarrollo de las obras. Que caracterizara las faenas portuarias antes de la ejecucin de las obras y el desarrollo de estas. Era necesario traerlas al presente, dndoles forma, nombre y sentido a su proyecto.

    Nuestro objetivo principal era destacar el esfuerzo de ingeniera que ellas demandaron y las vicisitudes de la construccin de las obras de abrigo, atraque y defensa. Sin embargo, en el desarrollo de la investigacin paulatinamente nos percatamos de que era necesario dar cuenta tambin de los factores

    Prefacio

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    sociales y polticos que incidieron en las decisiones como tambin acerca del impacto que esos trabajos tuvieron sobre la ciudad pos terremoto de 1906. Entonces este libro pretende relevar la construccin del puerto moderno, como un fenmeno ms amplio, social.

    Entregamos este libro a la comunidad de Valparaso, como un aporte a su historia y a la de su puerto. Tambin como un incentivo para continuar desarrollando investigaciones acerca de las implicancias de ese proyecto en tiempos particularmente difciles para Chile.

    Nuestros agradecimientos son, en primer lugar, para FONDART, que nos financi la investigacin; tambin para nuestros proveedores de fotografas, para el equipo de ayudantas y para el personal de la Sala de Diarios de la Biblioteca Nacional y de las salas de lectura de la Biblioteca de Congreso Nacional en Santiago y Valparaso.

    Dedicamos este libro a la comunidad de la ciudad de Valparaso, a quienes trabajan en el puerto y en particular a la juventud portea, en alusin a conocer y hacer suyo un recinto que da vida a la ciudad tatuada con su historia de esperanzas y tempestades, de generosidad y esfuerzo no slo en cuanto a externalidades econmicas, sino que tambin como parte constitutiva de su cultura y de su identidad.

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    La construccin de las obras del puerto moderno de Valparaso, aqul que se comenz a construir en 1912, no tiene punto de comparacin con aquella de los dems puertos chilenos, como tampoco con las dems obras civiles del siglo XX. Dicho proyecto fue, tal vez, el de mayor envergadura en el mbito de las obras civiles en todo el siglo XX. Pero no slo la ingeniera del proyecto fue mayor, indita, para el pas. Tambin lo fueron las decisiones polticas que demand, el nivel de inversiones involucradas, la transformacin que implic para la ciudad y, finalmente, la transformacin en la forma de movilizar carga desde el momento en que fue entregado al servicio.

    En otras palabras, la construccin del puerto moderno de Valparaso fue un desafo mltiple y el resultado de una larga historia, pues no era la primera vez que se intentaba desarrollar instalaciones portuarias adecuadas para el creciente volumen de carga que era movilizada.

    A mediados de 1900, la Cmara de Comercio de Valparaso public un documento en que analizaba las condiciones en que operaba el puerto. El documento caus revuelo, no slo en los crculos martimos y navieros de la ciudad, sino que gener un prolongado e intenso debate en el Congreso Nacional. En un debate al respecto en el Senado, Manuel Ossa declar que:

    Hoy da es el puerto ms caro e inseguro, no digo de los de igual categora, sino de aquellos de regular importancia.

    El documento de los comerciantes porteos concluy que las condiciones en que operaban en el puerto eran, en verdad, deplorables. Las caractersticas de la baha, abierta y expuesta de los vientos del Norte y, que expona al puerto a los vientos del invierno, la inseguridad derivada de los trasbordos de carga desde la costanera y los muelles a los navos y vice-versa, las consiguientes prdidas por accidentes era comn que los bultos cayeran al agua -, los robos

    INTRODUCCIN

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    y en particular los altos costos de operacin que generaban las demoras en la carga y descarga que haca que los buques permanecieran por largos perodo a la giraexpuestos a las inclemencias del tiempo. Como en el invierno de ese primer ao del siglo, cuando en el mes de agosto un fuerte temporal destruy gran parte del malecn, una costanera de uso intensivo en operaciones de carga y descarga de bienes, sino que empuj a la costa dos navos mayores y a un nmero indeterminado de lanchones y embarcaciones menores.

    Pero no eran slo aquellos los problemas que sealaba la declaracin del alto comercio porteo. Tambin era motivo de los problemas que enfrentaban las operaciones portuarias la, segn su visin, indisciplina laboral y las prcticas de reclutamiento de los trabajadores del puerto. En cuanto a lo primero, ya desde las postrimeras del siglo XIX las huelgas comenzaron a hacer cada vez ms complejas las operaciones martimas y portuarias. El momento culminante de los conflictos laborales se produjo a partir del 13 de abril de 1903, cuando cargadores, lancheros, estibadores y dems trabajadores iniciaron una huelga demandando la disminucin de la jornada de trabajo y mejoras salariales. El conflicto se prolong por varios das y deriv en el incendio de edificios de compaas navieras y casas comerciales y las calles se convirtieron en escenario de violentos enfrentamientos entre trabajadores y pobladores que bajaron desde los cerros para sumarse al conflicto, superando en algn momento a las fuerzas policiales. Ante ello el gobierno moviliz tropas de la Armada y el Ejrcito, con las cuales finalmente se puso fin a los incidentes. Pero al costo de una alta destruccin en las zonas portuaria una parte de la superficie de madera del Muelle Fiscal fue tambin incendiada y comercial y de una cifra indeterminada de manifestantes muertos, pero ciertamente por sobre la cincuentena.

    En ese mismo ao un acontecimiento lejano comenz a preocupar a los comerciantes y navieros ahora en cuanto a Valparaso como plaza de los negocios martimos. La independencia en aquel ao de Panam, con la intervencin abierta del gobierno de los Estados Unidos de Amrica hizo inminente el inicio de la construccin de un canal transocenico en el istmo, idea que en Chile ya se discuta desde por lo menos una dcada. La amenaza que ello representaba para el volumen del movimiento comercial de Valparaso se convertira en un plazo ahora no lejano en una realidad.

    Tambin hubo una amenaza interna para los intereses comerciales y navieros de la ciudad. Con creciente periodicidad, tanto en el Congreso Nacional

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    as como en la prensa de Santiago se discuta la necesidad de desarrollar San Antonio; su cercana a la capital y las caractersticas de la baha constituan atractivos fundamentales para quienes recogan un aspiracin ms que centenaria por desarrollar aquel puerto, el que segn el Diputado Serrano Montaner por su situacin geogrfica estaba en mejores condiciones que Valparaso, porque servira toda la provincia de Santiago y la regin central del pas, Curic y Santiago inclusive. Segn sus clculos el ahorro en el traslado de un quintal de trigo a San Antonio en vez de a Valparaso era de 17 por ciento en fletes, por lo que consideraba que Valparaso no es el lugar apropiado para una obra de esta naturaleza: no sera beneficiosa para el pas, costara muy caro y podra ser destruido fcilmente por los movimientos del mar. En otros crculos se consideraba la posibilidad de una alternativa en la baha de Quintero. En otras palabras, la hegemona histrica de la plaza de portuaria ms importante del pas comenzaba a ser amenazada desde varios flancos.

    El 16 de agosto de 1906 un violento sismo destruy gran parte de la ciudad de Valparaso. La devastacin fue mayor; el fondo de la baha hubo desplazamientos notables y las escasas instalaciones portuarias fueron severamente daadas. Sin embargo, y en respuesta a la bonanza econmica de esos aos, la actividad portuaria se recuper rpidamente, aunque las dificultades operativas se agudizaron. El diagnstico no dejaba dudas acerca de las condiciones en que se operaba en el puerto:

    A pesar de ello, a pesar de las condiciones naturales de la baha de Valparaso, que la hacen tan inadecuada para la navegacin y el comercio; a pesar de los numerosos siniestros que en ella ocurren todos los aos; a pesar de los intereses comerciales que Valparaso representa y de su obligado movimiento martimo, nada se ha hecho en l para sacarlo del estado primitivo en que se halla con respecto a obras de abrigo.

    En realidad, desde las obras ejecutadas en la dcada de 1870 - que incluyeron la construccin de Muelle Fiscal y un conjunto de ocho almacenes-, slo la habilitacin del malecn en la dcada de 1890; de 1.600 metros lineales y aproximadamente 16.000 metros cuadrados de superficie; all atracaban las lanchas que transbordaban las mercancas y que era operado por gras de propiedad particular, pero los problemas del puerto no haban sido objeto de soluciones reales. Sin embargo si hubo estudios y se elaboraron un total de once proyectos.

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    A partir de entonces, se intensificaron los debates acerca de la necesidad de construir un puerto moderno, adecuado para dar respuesta a las necesidades de un comercio para el cual la naturaleza ahond los problemas de un puerto tradicional que ya experimentaba complejos problemas.

    Es que la decisin de construir un nuevo puerto, un puerto moderno para Valparaso, fue el resultado de la combinacin de factores econmicos, sociales y tambin de aquellos relacionados con los elementos, con las tormentas, los terremotos, no exclusivamente de la creciente actividad comercial. La construccin del puerto fue una obra de ingeniera de gran envergadura; requiri de un esfuerzo de ingeniera mayor, de grandes recursos financieros, humanos y materiales. En otras palabras fue un proceso social, en el cual tambin jug un rol la naturaleza.

    En este libro se estudian cuatro dimensiones de la construccin del puerto moderno, centenario, de Valparaso, y todos ellos van acompaados de reproducciones de fotografas recopiladas en el transcurso de la investigacin.

    En el primer captulo se examinan los antecedentes histricos, en otras palabras, se describen las instalaciones anteriores, el tipo de carga movilizada, la fuerza de trabajo y las relaciones socio-laborales y, en general, el movimiento de carga. En el captulo II se analizan los problemas laborales y los efectos del terremoto de 1906 en la zona portuaria. El captulo III es una relacin de los debates en la Cmara de Diputados acerca de la necesidad de la construccin de un puerto moderno, as como de los diversos proyectos que se analizaron en ese debate; tambin relata el proceso de toma de decisiones en entre 1906 y 1910, que incluye el tema de San Antonio como alternativa. El captulo IV es una descripcin del proceso de construccin propiamente tal y se aborda en dos partes: en la primera se describe la infraestructura y las tecnologas que fueron necesarias para el desarrollo y las obras del sector Oeste, es decir entre Punta Duprat y el entonces Muelle de Pasajeros, en el sector del actual muelle Prat, lo que corresponde al perodo 1912 a 1921. En la segunda parte se describen las obras de la zona Este, en otras palabras desde el muelle denominado Espign, al oriente del actual Muelle Prat hasta el Muelle Barn.

    El captulo V y final aborda dos temas: El primero es la crtica respecto de las obras que se verific a mediados de la dcada de 1920, a raz de violentos temporales y sus consecuencias, acerca de los beneficios que se derivaban de ellas, en particular en trminos de seguridad. El segundo es el de una puesta

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    en valor de la dimensin patrimonial del puerto moderno de Valparaso, de la oportunidad de la decisin de construirlo, de su significado material y simblico para la ciudad y sus habitantes. Este segundo tema es trascendente, pues el trmino de los trabajos incluy el cierre del puerto, una reja de concreto y barras de fierro hizo desde entonces imposible el acceso de los porteos desde Punta Duprat hasta la Caleta Portales, en una extensin de algo ms de siete kilmetros de costa, salvo los 100 metros del tradicional Muelle Prat.

    An hoy la ciudad parece estar algo ajena a la evolucin del puerto. Cuando en 2013 se decidi ampliar las instalaciones y construir nuevos sitios de atraque, la opinin ciudadana no parece haber influido en la toma de decisiones en cuanto a locacin e impacto sobre la ciudad. Ciudad patrimonial, pero en que el puerto aparece como algo distante, no accesible, tal vez, para muchos, ajeno.

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    Cuando el 6 de octubre de 1912 se inaguraron oficialmente las obras de construccin del puerto moderno, la revista Sucesos coment que, ese acto marc sin duda una nueva era de prosperidad y bienestar para aquella ciudad y una fecha que ser recordada para el pas entero. Tambin la ceremonia marc el fin de una larga etapa de proyectos, debates, dilaciones que no slo afectaron a la comunidad de Valparaso, sino que generaron largos y duros debates en el Congreso Nacional, entre ministros del gobierno y congresistas, declaraciones de diversas organizaciones y hasta masivos actos pblicos en que se demand una pronta iniciacin de las obras requeridas para dotar a la ciudad de un puerto que pusiera fin a los problemas que generaban su ubicacin y las prcticas de manejo de la carga.

    En el medio siglo anterior al inicio de las obras del puerto, hubo escasos intentos de modernizacin de las instalaciones. En la dcada del setenta (1870 a 1876) se realizaron trabajos que comprendieron la construccin del Muelle Fiscal, primera obra portuaria de categora que se ejecutaba en el pas. El muelle tena forma de L y contaba con una gra principal de 35 toneladas de levante. Su extensin permita el atraque de dos naves modernas de la poca. La instalacin prest servicios hasta 1919 aproximadamente, ao en que qued dentro de las obras del nuevo puerto. Tras la apertura del Muelle Fiscal se inici la construccin de un atracadero para el trnsito de pasajeros denominado Muelle Prat, el cual fue terminado en 1884. Este amplio recinto de madera, que se adentraba varias decenas de metros hacia el mar y que estaba ubicado a espaldas del monumento a los Hroes de Iquique, sirvi adems de lugar de paseo y recreacin para los habitantes de la poca.

    Ese dilatado de toma de decisiones acerca de las obras dej valiosos testimonios sobre los problemas que hacan de Valparaso un mal puerto. La declaracin de la Cmara de Comercio de Valparaso del ao 1900, citada en la Introduccin, dio lugar durante el mes de agosto a un intenso y prolongado debate en la Cmara de Diputados que devel la realidad de las condiciones en que operaba el principal puerto del pas.

    Antedecedentes para una decisin

    Captulo I

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    Imagen n1.Antiguo Muelle Fiscal

    El diputado Richard afirm que en realidad no tenemos puerto en Valparaso y agreg que para resolver tan compleja situacin era conveniente construir una drsena como la del Callao, pues la baha era peligrosa como lugar para que las naves recalen.

    El diputado Rocuant fue ms explcito al afirmar que:

    Es tal el desprestigio que ha alcanzado en el extranjero el puerto de Valparaso por su inseguridad, demora en las descargas y falta de facilidades, que se suele encontrar en los contratos de fletamento una clusula especial que excluye determinadamente a Valparaso de los puertos en que la nave podr hacer arribadas o estadas.

    Recogiendo los planteamientos de la Cmara de Comercio, Rocuant cit dos ejemplos acerca de los problemas del puerto. En el primero de ellos seal que una nave con un cargamento de madera de California que traa a bordo un milln de pies de madera, y en Valparaso slo poda descargar 17 mil pies diarios, de modo que su estada obligada en el puerto era de, a lo menos, de dos meses; al sptimo da la nave comenzaba a pagar un impuesto por descarga. Por otra parte, el trasbordo de carga desde y hacia los navos implicaba un costo adicional, lo cual contribua a hacer de Valparaso un puerto poco atractivo. Segn el diputado, con instalaciones adecuadas malecones, drsena y muelles, que son indispensables para la rapidez y expedicin

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    de esas operaciones - la descarga de madera poda hacerse en cuatro o cinco das. De otra parte, se refiri a la prctica de comerciantes y agentes de aduana que no retiraban las mercaderas que despachaban por no pagar previamente los derechos correspondientes. Por ello, muchas mercaderas quedan abandonadas por tiempo indeterminado en un local inapropiado para el depsito, expuestas a sustracciones y entorpeciendo el movimiento del recinto.

    El diputado Walker Martnez acot que la drsena de Valparaso es una de las obras que ms falta hacen en el pas, y el Ministro de Hacienda manifest que el gobierno reconoca que Valparaso est muy lejos de reunir las condiciones de un puerto que ofrezca abrigo seguro para las naves que recalan y para las operaciones que hoy se hacen con demora y teniendo que vencer no pocas dificultades.

    El debate, en el que intervinieron varios diputados entre los que se destacaron por su elocuencia Alessandri, Padilla y Richard fue cerrado por la intervencin de ste ltimo, quien hizo suyos los planteamientos de la Cmara de Comercio, los que estaban en concordancia:

    Los emitidos por los funcionarios, personalidades y corporaciones que se han pronunciado sobre los proyectos de drsena, que distan mucho de encerrar todas las causas que hacen indispensable esta obra, pero que bastan, sin embargo, para poner de manifiesto su urgencia.

    Pero una vez que ces el debate, las iniciativas de construccin de un nuevo puerto dejaron de ser prioritarias, hasta despus de los luctuosos sucesos de abril de 1903 y si Valparaso continu siendo la principal plaza portuaria del pas, ello fue el resultado de su rol histrico y del desarrollo de los servicios asociados al comercio martimo entre ellos la existencia de una infraestructura de servicios de fletes, seguros y de tramitacin de la documentacin referida a la movilizacin de carga.

    Pero casi dos meses despus de la huelga de los martimos y portuarios de abril 1903, fue la naturaleza la que motiv a los diputados a referirse nuevamente a los problemas operacionales del puerto. En la sesin del 4 de junio, los diputados Pinto Agero y Rivera hicieron un recuento acerca de los efectos del temporal ocurrido dos das antes en la ciudad. El primero de ellos manifest que :

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    La verdad es que causa vergenza pensar, que en el primer centro comercial de este pas haya seguridad alguna para los buques que fondean en su baha, ni para las personas embarcadas en ellos. Siendo esto as, no es de admirarse no se produzcan desgracias y que figura el puerto de Valparaso entre los ms peligrosos.

    Y todas estas circunstancias vienen a redondear el prejuicio de los habitantes de este puerto, porque ellos producen un encarecimiento en el precio de las mercancas. El ltimo accidente nos ha venido a mostrar, que Valparaso carece hasta de los elementos ms necesarios para el salvamiento en caso de peligro.

    No es posible que el puerto principal de la Repblica no tenga donde embarcar y desembarcar mercaderas, el malecn ha desaparecido y esto en tanto ms grave en estas circunstancias cuanto los terrenos situados en l fueron vendidas en el fisco.

    Por su parte el diputado Guillermo Rivera denunci que en los trabajos de reparacin de los daos causados por el temporal de 1900 en el malecn ms de setecientos mil pesos se han invertido y nunca las obras realizadas son tiles. Al primer temporal mediano los trabajos ejecutados sin pericia, sin estudios y con desconocimiento completo de las casas han sido arrasadas por el mar y finaliz su intervencin manifestando que:

    Durante tres aos seguidos, las reparaciones del malecn se han empezado una y otra vez, sin resultados positivos. En efecto, en el temporal ltimo que es uno de los ms fuertes de que haya en la memoria, esas enormes piedras lanzadas por el mpetu del mar, han servido, en vez de proteccin, de verdaderos proyectiles que han contribuido a la destruccin del malecn mismo, de la lnea frrea, de las mercaderas depositadas para su embarque y en suma de todo lo que estaba cerca.

    El tema adquira mayor relevancia an pues la tendencia en la movilizacin de carga a travs del puerto aumentaba en forma importante hasta llegar, por primera vez desde que se llevaban registros, al milln de toneladas.

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    imagen n2.Carga movilizada por Valparaiso 1896 - 1925 (en millones de toneladas mtricas)

    Imagen n3. Carga movilizada por diversas secciones del puerto de Valparaso en 1910

    Sin embargo, las condiciones de operacin eran precarias o, como se dijo en la Cmara de Diputados, primitivas. Como queda demostrado en el siguiente cuadro, lo que imperaba en el trabajo no eran las mejores; eran no slo intensivas en fuerza de trabajo, sino tambin artesanales en el sentido que un alto porcentaje de la carga era movilizada principalmente a travs del esfuerzo humano.

    rea de Movilizacin Toneladas mtricas movilizadas (carga y descarga) %

    Muelle Fiscal 75.000 8,7

    Muelle poblacin Vergara 80.000 9,3

    Muelle Matadero 15.000 1,7

    Muelle Ferrocarril 90.000 10,5

    Malecn y Playa 600.000 69,8

    Total 860.000 100

    1800

    1896

    1897

    1898

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    1921

    1922

    1923

    1924

    1925

    1600

    1400

    1200

    1000

    800

    600

    400

    200

    0

    Mile

    s de T

    onela

    das

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    No slo era importante que la capacidad operativa de los cuatro muelles fuera limitada, sino en particular la del Muelle Fiscal, dadas las caractersticas relativamente modernas de sus instalaciones. Por otra parte, las diversas modalidades que adoptaba el trabajo de carga y descarga en el malecn eran precarias como queda en evidencia en las imgenes de poca. La operacin ms importante en ese sentido era el transbordo de las mercancias y, como ya se ha dicho, la manipualcin, los accidentes y los robos. Tanto los bultos para embarque como los desembarcados era depositados por horas y das en el malecn, que era de libre acceso. Su traslado en lanchones era un tanto ms seguro que en los botes de menor tamao, pero los riesgos, eran permanentes.

    Por una parte, las numerosas operaciones de trasbordo a que eran sometidas las mercancas ponan en alto riesgo la integridad de aquellas ms sensibles a los golpes y/o caidas. Por ejemplo, un cajn con alimentos era desembarcado del navo que le haba transportado a un lanchn, y de este al malecn en donde era cargado en una carreta para ser trasladado a una bodega o, en el mejor de los casos, y no el ms frecuente, embarcado en un carro de ferrocarril; total cuatro transbordos. Y esto suceda con la mayora de las cargas recibidas en Valparaso, pues la capacidad del Muelle Fiscal para el atraque de buques era limitada y hacia comienzos del siglo XX qued ms reducida an debido al aumento del tamao de los navos.

    Las numerosas transferencias de bultos conllevaban otros riesgos. Un de ellos era el de los accidentes por caidas de bultos, lo cual no slo redundaba en el dao fsico o completa destruccin de los bienes, sino en altos riesgos para la fuerza de trabajo.

    Era comn en los diario El Mercurio, La Unin y El Heraldo la inclusin de breves noticias en que se daba cuenta de situaciones en que la caida de un bulto, redundaba en severas heridas a uno o varios trabajadores y, peridicamente, en la muerte de alguno de ellos. Hubo casos en que un bulto de grandes proporciones cay sobre un trabajador cercenando sus piernas, lo que causo una hemorragia que determin su muerte, u otros que determinaron la amputacin de una pierna, un brazo o una mano. Es imposible hacer una cuantificacin precisa de los accidentes en el puerto a travs de la prensa, pero la recurrencia de ese tipo de informaciones da cuenta de un fenmeno permanente el de la extrema inseguridad de las faenas. Se trataba de situaciones en, como inforrm en su edicin del 24 de agosto de 1911 El Mercuio que un cargador haba muerto como resulotado de las heridas

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    No poda ser de otra manera, pues el equipamiento de los trabajadores marti-mos y portuarios para las faenas que conlle-van altos riesgos con relacin a su seguridad fsica, como queda en evidencia en la Ima-gen.Paradojalmente, este nunca fue un tema incluido en las numerosas demandas que los trabajadores plantearon sobretodo a partir de comienzos de siglo.

    que le ocasionaron la caida de una peza de fierro., mientras que en 10 de junio de 1912 daba cuenta de que a un trabajador se le haba amputado las piernas despus que sobre ellas haba caido un pesado bulto. En enero de 1910 El Mercurio inform que en momentos en que el jornalero Anacleto Palma se ocupaba ayer en el Muelle Fiscal en la descarga del vapor alemn Ammon, le cay encima una lingada con fardos de papel y result con la pierna fracturada y heridas en la cabeza.

    Otra de las caractersticas del puerto era el que sus recintos abiertos le expona a la carga a robos de manera permanente, y aunque las prdidas por ese concepto no han sido cuantificadas, ellas debieron ser considerables, pues los reclamos en la prensa local son numeros y cuasi permanentes. De la re-visin de la prensa queda un registro que cubre medio siglo, desde 1900 hasta 1925, plagado de informaciones acerca de robos y de reclamos de las casas

    Imagen n4.Caricatura. Las obras martimas de Valparaso y el puerto de San Antonio

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    Imagen n5. Annimo, Muelle de embarque 1905.

    comerciales y de las empresas movilizadoras de carga por las prdidas que ello significaba para sus intereses. Se trataba de un proceso de larga data, pues fue uno de los puntos que incluy la Cmara de Comercio de Valparaso en su declaracin del ao 1900.

    Los robos fueron las ms de las veces subrepticios, sin ruido, y slo quedaban en evidencia cuando los consignatarios de las mercancas concurran a retirar los bultos. En 1908 qued en evidencia un ilcito en que haba participado un guarda-almacn llamado Eulogio Villanueva, el que se haba concertado con varios trabajadores para la sustraccin de cortes de seda y terciopelo. En total participaron en el evento cinco personas, entre ellas la esposa de Villanueva, Fidelia Verdejo, en el rol de encubridora y recepcionadora de los bienes sustraidos: segn El Mercurio, Fidelia actu:

    Sometida a su obediencia y deba recibir las mercaderas, pues para resistirse habra sido menester delatar y denunciar a su marido, a lo que no estaba obligada.

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    En otras ocasiones los robos estuvieron marcados por la violencia, como en octubre de 1922, cuando ya una buena parte de las obras del nuevo puerto estaban en servicio, ocasin en que la revista Sucesos inform que un grupo de 8 a 10 piratas fue sorprendido en la madrugada atracando a las naves de los nuevos malecones con seda, organo, blusas. etc. Se trab en combate carabineros y malhechores, con un resultado de dos piratas muertos. En otras palabras, los depredadores tenan la capacidad, disposicin y solidaridad de algunos sectores de la sociedad portea de enfrentar a los representantes de la ley y el orden. Informaciones como estas se repiten a lo largo del primer cuarto del siglo XX y dan cuenta no tan slo de transgresiones a las normas legales, sino tambin de una parte del contenido de la mentalidad de algunos de los habitantes de la ciudad le daban a su relacin con el puerto. En esa dimensin, ste era un espacio incorporado a la ciudad, un espacio abierto y, por lo tanto de acceso libre, lo cual implicaba que los bienes que transitaban por el puerto eran, para muchas personas, tambin objetos de acceso sin restricciones. El puerto era an, como una playa abierta en donde cada habitante de la ciudad y, por tanto, desde su punto de vista no hubo transgresin cuando se tomaban bienes desde el borde martimo.

    De otra parte, el creciente trfico de pasajeros a travs de Valparaso abri una nueva dimensin a los problemas del puerto. En muchas ocasiones los pasajeros de vapores procedentes de varios orgenes deban en primer lugar descender a botes para desembarcar, e igual camino deban hacer aquellos que embarcan. Joaqun Edwards Bello recuerda en su novela Valparaso. Puerto de fantasmas record como su amada Florita Wallace se desplaz, con su marido, desde el Muelle Prat, acompaada por su marido, hasta el vapor que la llevara a Gran Bretaa, en un precario bote a remos.

    No en vano la Cmara de Comercio en su declaracin de marzo de 1900 al analizar los problemas que afectaban al puerto, reconoca que el Administrador de Aduanas reconoca, asimismo las deficiencias del servicio de descarga por el Muelle Fiscaly que al efecto haba solicitado del gobierno algunos fondos para mejorar ese servicio y aumentar el nmero de carros, pero a esa y otras peticiones se le haba contestado que por el momento no era posible suministrarle esos recursos.

    Pero no slo eran esos factores que hacan de Valparaso un mal puerto, pues haban otros que eran ms complejos en cuanto a las probables soluciones. El estar las precarias instalaciones orientadas en direccin Norte,

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    ello haca quedaran expuestas a los vientos provenientes de esa direccin, los que eran una caracterstica del las estaciones de otoo e invierno que eran un componente de fuertes tormentas, que la cultura popular de la ciudad denominaba temporales.

    LOS TEMPORALES.

    Una de las manifestaciones ms notables de los procesos de modernizacin es el grado de autonoma que logra el ser humano respecto de las fuerzas de la naturaleza, principalmente a travs del desarrollo y aplicacin de las nuevas tecnologas en reas de actividad diversas, como el transporte terrestre y martimo, la construccin de grandes obras civiles o el resguardo de las poblaciones y de la actividad econmica frente a fenmenos naturales, como los fuertes vientos y los grandes oleajes en el caso de los puertos. Los puertos modernos son construdos tanto para optimizar las operaciones, como para garantizar la seguridad de los navios, los muelles, las bodegas y a los trabajadores del sector. Desde ese punto de vista, Valparaso hasta la construccin de las obras portuarias era un puerto tradicional, en otras palabras estaba expuesto a los estragos que causaban, por ejemplo, las tormentas de invierno, los clebres temporales.

    Los temporales determinaban la paralizacin de las faenas de carga y descarga, pero tambin causaban daos a la precaria infraestructura portuaria, deribavan en que algunos navos zozbraban o teminaban encallados en los roqueros del sector comprendido entre el Estero de Jaime, actual avendida Francia y el de Las Delicias, que hoy es la avenida Argentina, e igual suerte corran las embarcaciones menores, entre ellas, numerosos lanchones que eran la embarcacin tipo en que se traladaba las mercancas desde y hacia los navos que no estaban en condiciones de atracar al Muelle Fiscal. Terminado un gran temporal, sola generarse un dficit de esas embarcaciones, y con ello ms demoras en las operaciones de carga y descarga, con el consiguiente aumento de costos.

    Los temporales no slo causaban problemas en la baha como resultado del intenso oleaje; las copiosas lluvias generaban fuerte caudales de agua, lodo y piedras desde los cerros que circundan la ciudad y que resultaban en el ambancamiento de lugares de intensa actividad de carga y descarga, en

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    Imagen n6. Annimo, Gras azotadas por el temporal.

    particular en 2l malecn, en otras palabras, entre el muelle de pasajeros y la estacin Bellavista de los ferrocarriles.

    Entre 1900 y 1926 se registraron alrededor de 15 temporales de alta intensidad que, en primer lugar incentivaron la demanda por la construccin de un puerto moderno, y una vez que ste estaba en construccin, numerosas y fuertes controversias acerca del diseo de las obras y la proteccin que ellas podan ofrecer a las embarcaciones y los muellesde atraque recin construidos.

    Los temporales se arraigaron en el imaginario de los porteos como un componentes carcterstico de la ciudad, su ocurrencia era motivo de atraccin para muchos de ellos que se acercaban a la costa en pleno desarrollo de la tormenta para observar como las olas rompan en el malecn o como se hundan embarcaciones de todo tamao. Un vez terminado el temporal, las personas concurran a la costa a observar los estragos.

    La prensa de la ciudad, y en algunos casos la de Santiago, inform profusamente acerca de la ocurrencia y de los estragos causados por estas tormentas, que ocurran en otoo e invierno. Desde 1903, con la aparicin de la revista Sucesos, la que desde su primer nmero incluy fotografas, y que

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    tambin en el diario El Mercurio incorporado la misma tcnica, los temporales fueron acercados a los habitantes de la ciudad hasta sus residencias. Algunas veces los ecos de la tormenta llegaban al Congreso Nacional, ocasiones en que diputados y senadores de Valparaso blandieron ejemplares de esas publicaciones para referirse a los estragos y, por sobre todo, a la necesidad de poner en discusin el tema de las precarias condiciones de operacin en el puerto.

    En su sexta edicin, la revista Sucesos inform, con el ttulo El gran temporal de viernes, sobre una fuerte tormenta ocurrida en los primeros das del mes de julio de 1904 y de sus consecuencias. Segn la publicacin la ciudad haba sido severamente afectada por anegamientos, y la baha se paraliz y su servicio se detuvo por ms de diez das tiempo en que los jornaleros se han mantenidos en la completa inanicin. Las prdidas por los das no trabajados eran estimadas en millones de pesos por la Cmara de Comercio de la ciudad, y la organizacin aprovech la ocasin para plantear, tal como lo haba hecho cuatro aos antes, la necesidad de acometer la construccin en breve plazo de un puerto moderno.

    Diez meses ms tarde, a comienzos del mes de mayo de 1905, Sucesos inform acerca del primer temporal de la temporada, el que haba causado los habituales lodazales y anegamientos en la parte plana de la ciudad con la consiguiente dificultad y protestas de los empleados que tenan que asistir a las oficinas, aunque una parte del comercio cerr sus puertas. En cuanto a la situacin que se gener en la baha, la revista en esta ocasin opt por un tono menos grave, pues segn sus redactores:

    El viento norte implic bellaqueras a embarcaciones menores. El resultado del temporal es que el movimiento del puerto ces en absoluto durante cuatro das, el malecn resisti con energa, sin embargo, cada invierno deja mal parada a la totalidad de la ciudad, el mar destroza. Unos pierden y otros ganan, aunque comentan: no hay mucho de qu quejarse, porque como nuestro puerto no hay otro igual.

    1905 fue un ao de temporales grandes, al decir de los porteos, pues en los ltimos das del mes de julio nuevamente la ciudad y el puerto debieron enfrentar las fuertes lluvias y vientos. Por su parte, la prensa dirigi sus comentarios crticos a los estragos en el puerto en donde los perjuicios haban sido muchsimos y todos han perdido parte de sus mercancas en el puerto,

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    Imagen n7.Annimo, Barcos azotados por temporal.

    segn el comentario la revista Sucesos. El diario El Mercurio coment la paralizacin de las faenas portuarias, que en esa ocasin fue de cinco das, desde una perspectiva ms amplia y se refiri a los problemas que una suspensin de actividades causaba a la fuerza de trabajo, que en esas circunstancias no reciban remuneracin alguna. Ello, segn el diario, contribua a aumentar el malestar y las protestas de los trabajadores, y recordaba para ello los penosos acontecimientos que se haban registrado en abril de 1903 como consecuencia de la huelga de los portuarios.

    En 1905 el cierre de la temporada de temporales grandes coincidi con el fin del invierno, cuando una fuerte tormenta azot el da 22 de septiembre a la baha. Esta vez Sucesos titul en su primera pgina Despedida del invierno e incluy una fotografa del intenso oleaje que rompa en el malecn. En sus pginas interiores informaba que el fuerte viento y el oleaje pusieron en peligro los buques en la baha, varios pidieron auxilio. Pero mientras la embarcaciones de mayor tamao haban sorteado con holgura a los elementos, ese no haba sido el caso de las embarcaciones menores (botes) y de los lanchones, muchos de los cuales haban zozobrado.

    En un recuento de temporales acaecidos con anterioridad al inicio de las obras de construccin del puerto son destacables dos. El primero de ellos fue el que tuvo lugar a mediados del mes de julio de 1907. Nuevamente la

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    cobertura de la prensa local fue amplia y estuvo acompaada por la discusin acerca de la necesidad de la construccin de un nuevo puerto y para ello, tanto la revista Sucesos como el diario El Mercurio emplearon fotografas que mostraban las olas como golpean contra el malecn en el sector Bellavista, de intensa actividad de carga y descarga, pero tambin de olas golpeando el Muelle de pasajeros, en el sector del actual muelle Prat. En el titular de la informacin se lee:

    El primer temporal. Y lo de la Drsena cuando? A partir de ste el comentario editorial retom el tema de la necesidad de un proyecto definitivo y un inicio de las obras de construccin de nuevas instalaciones en el ms breve plazo posible.

    En agosto de 1909, la revista Zig-Zag, publicada en Santiago desde 1905, inform sobre un reciente temporal con el apoyo de ocho fotografas que ilustraban la informacin de un temporal que haba ocurrido en la ltima semana del mes anterior y que haba tenido como consecuencia grandes destrozos en la baha del puerto de Valparaso, en particular en la forma de embarcaciones menores (botes y lanchones) que haban sido empujadas por el fuerte oleaje contra el malecn y las rocas de defensa en el sector comprendido entre las estacin Bellavista y la desembocadura del estero de Las Delicias. En otra imagen se aprecian numerosos trabajadores, descalzos, intentando rescatar del barro y escombros acumulados restos de mercancas y de las embarcaciones menores. El redactor coment que si bien la tormenta haba sido de gran intensidad, lo ocurrido en trminos de daos era algo habitual en un puerto que se caracterizaba por la inseguridad derivada de las tormentas y que se haca necesario decidir la construccin de un puerto nuevo, aunque no fuese en la misma ubicacin y sugera considerar como alternativas Quinteros y San Antonio.

    Ya iniciadas las obras de construccin del nuevo puerto, las informaciones variaron, pues la ocurrencia de esos fenmenos no slo fue motivo de reportajes, sino que tambin sirvi para que los crticos del proyecto de la Comisin de Puertos deslizaran o ventilaran abiertamente sus crticas.

    En julio y agosto de 1913, despus de sendos temporales, tanto la revista Sucesos y El Mercurio informaron acerca de los nubarrones densos y la tempestad con viento norte que alcanz las proporciones de un huracn con fuertes azotes de olas en el Malecn que haban puesto en peligro los buques

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    fondeados. Durante el segundo evento los daos materiales haban sido ms cuantiosas que en el primero y tambin se registrado prdidas de vidas todo lo cual signific una calamidad para Valparaso. Ante ello, el redactor de Sucesos se preguntaba por qu las nuevas obras haban sido comenzadas en los futuros sitios de atraque y n con las de abrigo, cuya necesidad quedaba en evidencia en los destrozos causados por el ltimo temporal.

    En agosto de 1918 la ciudad y el puerto fueron golpeados por uno de los temporales ms intensos de que se tena recuerdo, tanto por quienes lo haban vivido como lo que permanca en el registro de la memoria colectiva de los porteos. Durante dos das la lluvia, el viento y el oleaje se descargaron sobre la ciudad y la baha con tal fuerza, que la revista Sucesos y el diario El Mercurio afirmaron que se trataba de uno de los temporales ms recios de los ltimos aos, que haba resultado en maderas, cargas y chalupas destrozadas y arrojas sobre el Malecn de Valparaso por el mar embravecido, sobre todo en la noche del 31 de julio. Grandes cantidades de maderas, restos de embarcaciones menores flotaban cerca de la orilla das, despues, cerca de las obras del puerto y de la estacin Bellavista. La nave estadounidense Western Wave inicialmente qued al garete al romperse la cadena de su ancla y en su descontrolado derivar colision con el vapor alemn York, para terminar encallado en la playa. Una vez ms las faenas de carga y descarga fueron suspendidas por varios das, mientras se despejaban las superficies del Malecn en que se depositaban para su embarque o posterior traslado a su destino final en el pas. Por su parte, el comercio, junto con reportar grandes prdidas por daos y atrasos, nuevamente hizo sentir su malestar, esta vez

    Imagen n8. Annimo, Temporal sobre la baha de Valparaso.

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    por las prioridades en el desarrollo de las obras portuarias, pero tambin por la lentitud en su ejecucin. Las obras del nuevo puerto, en particular los sitios de atraque, experimentaron severos daos, con las consiguientes prdidas econmicas y atraso en su avance.

    Imagen n9. Annimo, Temporal en la Baha de Valparaso.

    En la tercera semana de agosto de 1922 - un ao antes de que se completara la primera etapa de las obras y cuando el primer tramo del molo de abrigo, 300 metros desde Punta Duprat en direccin Norte-Noreste estaba practicamente concluido -, un temporal de gran magnitud dio lugar a cidas crticas acerca del proyecto del nuevo puerto. De acuerdo a la revista Sucesos, en el mbito de los negocios martimos y navieros haba indignacin por el molo de abrigo que era considerado insuficiente para proteger la baha, como tambin por las condiciones ridculas del puerto que an no tiene una poltica portuaria definitiva, lo cual se traduca en las consecuencias de la tormenta:

    Ante el fuerte temporal los buques iniciaron una escapada a alta mar, pero las embarcaciones menores se vieron afectadas, como ocurri con la lnea ferroviaria de las obras del puerto destruidas por las olas.

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    Imagen n10. Annimo, Temporal en la Baha de Valparaso

    Los temporales continuaron a lo largo de la dcada, como tambin las informaciones acerca de sus consecuencias. El episodio ms complejo se vivi en 1926, cuando otro fuerte temporal puso en cuestin la capacidad de proteccin que poda brindar la extensin Oeste Este del molo de abrigo, que se analiza en el captulo IV de este libro.

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    LOS DESAFIOS LEJANOS: PANAM

    Los porteos se enfrentaron con desafos y amenazas lejanas que en algunas situaciones les llevaron a importantes confusiones. En otras, se trat de amenazas a su condicin de puerto principal del pas. En cuanto a las primeras, tal vez la ms notable fue las expectativas que se generaron en torno a la construccin del Canal de Panam.

    En efecto, desde 1888 la prensa de Valparaso y los Anales de Instituto de Ingenieros de Chile comenzaron a informar acerca del proyecto de construccin de un canal en el Istmo de Panam y acerca de las implicancias que esa iniciativa tendra para las operaciones del puerto de Valparaso. Al comienzo los comentarios fueron entusiastas, pues se estim que la nueva va transocenica redundara en un considerable aumento de trfico. Una vez iniciado el conflicto entre Colombia y los Estados Unidos que termin con la secesin de la nueva Repblica de Panam en 1903 y el comienzo de las obras del canal, dicho inters y la cobertura de noticas aument significativamente, a la vez que se mantena el entusiasmo acerca de los probables beneficios que dicha obra tendra para el trfico martimo en el puerto de Valparaso.

    De tal manera, en febrero de 1905 la revista Sucesos informaba que los trabajos del gobierno de EEUU para la apertura del canal de Panam que traer ventajas al intercambio comercial con repblicas sudamericanas del Pacfico avanzaban con rapidez, noticia que ilustraba con fotografas de las faenas en el Valle de la Culebra.

    En junio del mismo ao la publicacin dio cuenta de la designacin de David Lyon en calidad de Cnsul de Chile en Panam pues las obras para la apertura del canal, vendrn a facilitar el transporte de mercaderas, de ah la necesidad de estrechar relaciones y se nombran encargados consulares para administrar el intercambio. En junio de 1907 junto con informar sobre el rpido avance de las obras, la revista Zig-Zag, se refiri al recelo que el proyecto generaba en algunas naciones europeas pues consideraban que cuando estuviesen completos, sus intereses comerciales en la regin se veran considerablemente lesionados.

    Ya en la dcada de 1910 el flujo de informacin aument y se mantuvo el tenor optimista de ella, en cuanto a los probables beneficios para Valparaso.

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    En septiembre de 1910 El Mercurio coment que la obras hara famoso el ao y el siglo en que se termine, por su importancia mundial, y tres meses despus entregaba informacin acerca de cul sera el rgimen de las tarifas de paso as como del trato preferencial que recibiran los navos estadounidenses y las obligaciones que tendran los de otras banderas.

    En abril y mayo de 1912 las informaciones del avance de las obras del Canal de Panam hacan referencia a su rpido avance y se pronosticaba por Sucesos que la inauguracin podra tener lugar hacia fines de 1914 o comienzos de 1915, por lo que ya se verificaba una disminucin de los puestos de trabajo. Las obras estaban completadas en un 75 por ciento conllevando la preocupacin de los trabajadores.

    Un ao ms tarde la misma revista dio un giro a las informaciones, pues comenz a referirse a los resultados econmicos para el mundo cuando el Atlntico y el Pacfico confundan sus aguas en el Canal, tanto por el desvo de los navos que hasta entonces deban navegar por el Cabo de Hornos o el estrecho de Magallanes para luego proseguir a las costas del norte, lo cual constitua una amenzaza para la plaza comercial de Valparaso, como por el abaratamiento de los productos por concepto de fletes, con el consiguiente perjuicio para los productores locales. Comenz as a desarrollarse una preocupacin que en la dcada de 1920 se transform, en la visin de los observadores locales, en uno de los motivos de la decadencia del principal puerto del pas.

    LOS PROYECTOS ANTERIORES AL TERREMOTO DE 1906

    Desde la dcada de 1890, desde diversos sectores del pas, surgi una suerte de clamor por transformar a Valparaso en un puerto moderno, de nivel internacional, con instalaciones que permitieran superar los problemas analizados.

    Los proyectos ms importante propuestos entre 1892 y 1906 fueron diez, entre los que se destacaron siete. El primero de ellos fue publicado en 1892 por los ingenieros franceses Alfredo Levque y Eugenio de la Motte, vinculados a la Casa Eiffel. El diseo comprenda un rompeolas o molo de abrigo de 1.380

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    metros de longitud, cuatro muelles, un dique seco y una lnea de malecones de 1.575 metros. La superficie de mar abrigada era de 115 hectreas. El costo de las obras se estim en 2.688.000.

    Tambin en 1892 E. A. White & Co. de Nueva York, plantearon un proyecto que se desarrollara en el actual sector de Caleta Portales, con un costo de 3.000.000 y que inclua un rompeolas de 800 metros de longitud, muelles, bodegas y maquinaria para la movilizacin de carga.

    El ao 1897 registr una importante actividad pues se presentaron cuatro proyectos. Para uno de ellos, el propuesto por Domingo Otaegui, tambin se pens en el sector Portales, entonces conocido como Matadero, y tena algunos rasgos similares al de White, a un costo de 2.000.000. Colaboraron en su elaboracin el oficial naval

    Arturo Fernndez Vial y el ingeniero Julio Berhens. Un segundo proyecto presentado ese ao fue el elaborado por el ingeniero Valentn Martnez por un valor de 727.000 ($3.496.870) ms 20% de imprevistos.

    Este recuento de proyectos se cierra con tres iniciativas. En 1897 Enrique Lpez propuso crear una drsena en la baha, la cual estara protegido por un rompeolas que parta desde la roca La Baja, al Oeste de la caleta El Membrillo, con direccin Este con un largo de 1.146 metros; comprenda tres muelles tipo espign y fue valorado en 1.221.000 o $5873010 $. En 1899 George Simpson y Carlos Fras propusieron obras que comprenda una drsena protegida por dos rompeolas con 1.390 metros de largo total y 1.140 metros de muelles distribuidos en cuatro secciones, a un costo de 1.625.054 o $12.626.557.

    Imagen n11-12. Fotografa de plano proyecto Leveque (1892) - Fotografa de plano de

    proyecto White (1897)

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    Imagen n13. El proyecto Drsena Poblacin Vergara, en Via del Mar.

    Hubo otras propuestas que planteaban trasladar el puerto ms al Norte, a Via del Mar. En efecto, en 1899 la empresa de Diques de Fould et Compagnie de Pars ofreci un proyecto para la construccin de una Drsena en los terrenos comprendidos entre el Estero Marga Marga y el Cerro de Santa Ins, lo que aseguraba aguas tranquilas y seguras cuyo objetivo fue mejorar las hasta hoy detestables condiciones martimas del puerto de Valparaso que, a diferencia de los proyectos en Rompeolas, ste se construira en aguas absolutamente tranquilas y seguras y dotado de los elementos ms rpidos, ms cmodos y menos onerosos de carga y descarga.

    El proyecto comprenda un antepuerto y una drsena comunicados por un canal adems de obras complementaria. La drsena sera construida en terrenos eriazos de 15 hectreas de superficie ms reas para muelles, patios de maniobra y bodegas. La obra representaba 2.350 metros lineales y se excavara hasta una profundidad media de 8 metros bajo el nivel de la bajamar. El antepuerto de entrada tena dos molos como rompeolas. El presupuesto para la realizacin de las obras fue de 1.300.000 ($3.692.000) y la empresa asuma el compromiso de terminarla en cuatro aos.

    Ninguno de los proyectos enumerados logr concitar consenso o convertirse en poltica pblica. Sin embargo, y tal vez como consecuencia del debate que

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    suscit el planteamiento de la Cmara de Comercio de Valparaso, en 1901 el gobierno decidi iniciar estudios definitivos para el desarrollo de un proyecto de puerto. Para hacer realidad ese propsito, el gobierno logr la aprobacin de una ley que cre la Junta de Puerto y asign un presupuesto de 17.250 ($5.597) para la contratacin de tcnicos que se encargaran de el diseo del proyecto. Es preciso sealar que durante la discusin del proyecto hubo fuerte oposicin a l, pues segn los diputados partidarios de desarrollar el puerto de San Antonio, asignar esos recusos era un derroche.

    Ese mismo ao fue contratado el ingeniero holands Jacobo Krauss, graduado de la prestigiosa Escuela Politcnica de Delft en su pas, quien ya haba trabajado en las obras de construccin del Dique Seco de Talcahuano y se haba desempeado en calidad de profesor de hidrulica en La Universidad de Chile. Krauss arrib a Chile en el mes de agosto y se aboc a la realizacin de los estudios necesarios para lo cual cont con la colaboracin de un equipo de 17 personas, l incluido, entre las que haban arquitectos, ingenieros y dibujantes, y un grupo de chilenos entre los que se destacaron el Contralmirante Luis Uribe, con el apoyo de 10 guardiamarinas y Alberto Fagalde, quien fue designado secretario del grupo por el gobierno.

    Imagen n14. Fotografa de la Comisin Krauss.

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    Los trabajos emprendidos por Krauss fueron intensos y diversos, pues se realizaron entre agosto y mediados de diciembre de 1901 y comprendieron estudios de hidrografa, corrientes, topografa, sondajes del fondo marino (con un total de 17.600 metros de mediciones acumuladas en profundidades y 600 geolgicas) y trfico naviero.

    El proyecto dirigido por Krauss qued completado a fines del ao 1903 y comprenda cuatro secciones portuarias protegidas por dos molos aislados proyectados dentro de la angosta meseta que no sobrepasaba los 30 metros de profundidad, entre Caleta El Membrillo y Barn, pues consider que no deban proyectarse obras en mayores profundidades. Las obras requeridas integraban dos grupos: a) Drsena de las Habas, drsena de la aduana con malecones definitivos y que consultaba la prolongacin del antiguo Muelle Fiscal y la drsena del Barn.

    Los estudios acerca de la composicin del fondo de la baha aportaron importantes datos que fueron publicados en la Revista del Ministerio de Obras Pblicas, que se pueden apreciar en la siguiente imagen:

    El punto A con profundidades de entre 10 y 30 metros, se halla a distancia de la orilla que vara entre 75 y 600 metros, y la del punto B vara entre 250 y 850 metros de la orilla. El fondo de la baha era de fango, y en la faja contigua a la costa donde rompan las olas era posible distinguir una faja de arena limpia y otra de arena ms fina, luego arena fangosa, fango con arena y, finalmente, fango blando.

    B

    A

    Imagen n15. Figura del estudio de la composicin del fondo de la baha de Valparaso.

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    Proyecto Krauss

    En 1904 el proyecto Krauss fue tramitado en el Congreso y gener un prolongado y en algunos momentos cidos debates, en particular acerca de los costos y envergadura de las obras, ms que las cuestiones de orden tcnico o en desarrollo del puerto. Para los opositores las obras propuestas no contribuan a superar los dficit del puerto en trminos de seguridad, pues no incluan rompeolas de dimensiones tales que pudiesen proteger la totalidad de la baha artificial. Para los partidarios del proyecto, ste daba respuesta a los problemas ms complejos concentrando la actividad del puerto en las drsenas propuestas.

    En noviembre de 1904 fue promulgada la ley que autorizaba la contratacin de las obras portuarias y el llamado a propuestas pblicas, se verific en abril 1905. Los sobres de las tres propuestas una de la firma Volter de Holanda, otra de la firma inglesa Jackson y una tercera de un grupo nacional denominado Sindicato de Obras Pblicas de Chile - slo se abrieron en junio de 1906. Ninguna de ellas fue considerada satisfactoria y la licitacin fue declarada desierta, con el compromiso gubernamental de convocar a una nueva en 1907. Sin embargo, el terremoto de agosto de 1906 introdujo una nueva demora.

    Imagen n16. Plano de las obras de mejoramiento del Puerto de Valparaso.

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    En este captulo se revisarn una serie de acontecimientos que dejaron en evidencia los problemas y desafos que enfrentaba el puerto de Valparaso y que precipitaron el inicio de las obras del nuevo puerto a comien-zos del siglo XX. Un primer factor que precipitara la construccin del puerto tuvo relacin con la huelga de la gente del mar o la llamada huelga de los martimos de abril y mayo de 1903, cuando cientos de trabajadores exigier-on al gobierno de aquel entonces mejoras en sus condiciones de trabajo y el aumento de salarios. El segundo factor tuvo que ver con las devastadoras consecuencias, tanto en el puerto como en la ciudad, del gran terremoto del 16 de agosto de 1906. Un tercer factor fue el llamado meeting de 1908, que se convirti en el primer acto donde la ciudadana se expres pblicamente exigiendo a las autoridades un puerto moderno para la ciudad.

    Estos acontecimientos ocurran en una poca caracterizada por el crecimiento del comercio exterior, el impulso del sector importador-exportador, y el aumento de la actividad martima que haca indispensable modernizar reas como el transporte, comunicaciones e infraestructura portuaria, las cuales ya haban quedado obsoletas como consecuencia del alto volumen de carga que reciba Valparaso, panorama contrastado por la cada vez mayor manifestacin de las carencias sociales de los sectores populares con la llamada cuestin social. De esta manera, el problema recaa en que tambin crecan las necesidades de las embarcaciones debido a que la navegacin martima se transformaba tecnolgicamente y requera de nuevas atenciones que el puerto no ofreca. Adems las actividades portuarias se desarrollaban en duras condiciones para los trabajadores como era el caso de las actividades de embarque y desembarque, los accidentes y los robos en las mercaderas, sumado a los fuertes gastos operacionales para navieros y armadores, y a las exigencias, por parte de los grupos de influencia y poder al Estado, ante la necesidad de desarrollar polticas e impulsar obras pblicas que mejoraran la actividad portuaria.

    Los sucesos de 1903 y 1906 y su implicancia en la construccin

    de un nuevo puerto

    Captulo II

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    Cabe agregar, que estos sucesos dieron un sentido de urgencia a la necesidad de construir un nuevo puerto acorde a los nuevos requerimientos del sector, los que no slo resolveran las insuficiencias de la actividad portuaria, sino que tambin permitiran mejorar las condiciones laborales en la zona portuaria.

    La huelga de los martimos de 1903

    Como sealamos, el primer factor decisivo en la toma de decisiones para construir un puerto fueron los acontecimientos ocurridos durante la llamada huelga de la gente del mar o huelga de los martimos ocurrida en abril y mayo de 1903. Para entonces los crecientes robos, las largas jornadas laborales, las inseguridades en las faenas y la indisciplina laboral fueron complejizando no slo las operaciones martimas, sino las relaciones entre trabajadores y patrones. Los trabajadores se quejaban de los robos, las prdidas y los accidentes en las actividades como carga y descarga, que demostraban la ineficiencia en la que operaba el puerto y la cada vez ms urgente necesidad de modernizarlo. Esta movilizacin parti ante la negativa por parte de la Pacific Steam Navigation Company o tambin conocida como Compaa Inglesa de Vapores, de aumentar el sueldo a sus trabajadores, reducir la jornada de trabajo, limitar el peso mximo de los bultos y sacos que deban

    Imagen n18. Annimo, Actividades de embarque y desembarque en el puerto a comienzos del siglo XX,

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    cargar, tiempo para almorzar y llevar un registro de trabajadores, quienes presentaron un petitorio al Intendente del perodo, ste consider que no corresponda involucrarse en el asunto, provocando que los obreros portuarios junto otros gremios se agruparan en los malecones. Como consecuencia de ello, la masa de trabajadores se demostr irreductible, irrumpiendo en exclamaciones negativas y en protestas.

    Las cuatro organizaciones en huelga fueron las de los marineros, lancheros, estibadores y trabajadores de la Aduana; quines en una primera instancia no lograron establecer un frente unido o un petitorio en comn que les permitiera negociar mejor ante las autoridades. Para el 25 de abril de aquel ao, la revista Sucesos sealaba sobre la situacin entre trabajadores portuarios y autoridades de la empresa:

    Iniciada por estibadores de la compaa inglesa de vapores, a la cual se unieron jornaleros de la aduana, mozos, pinches y otros trabajadores.Solicitaban disminucin de horas de trabajo alegando que su salud peligra. Gerentes de las compaas se han rehusado a aumentar salarios.

    Miles de trabajadores marcharon por las principales calles de la ciudad, pero pese al comportamiento cada vez ms agresivo de los marineros la huelga fue perdiendo efectividad y la poderosa empresa rechaz de plano todas las peticiones, y nombr como Gobernador martimo al vicealmirante Jorge Montt; por su parte, las empresas fueron capaces de encontrar cada vez ms rompehuelgas, y el ritmo de trabajo en la baha se aceler durante los primeros das de mayo. En tanto, los sindicatos siguieron sus esfuerzos por lograr un comit de arbitraje.

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    La posicin de intransigencia de la empresa desat la clera de los demandantes y con ello violentos enfrentamientos entre stos, la polica y efectivos de la Armada. Posteriormente, la revista Sucesos del 16 de mayo de 1903 narraba que no menos de tres mil personas se juntaron en la calle a exigir a las autoridades por mejoras en sus salarios y el aumento de sus jornales. En el malecn se instalaron lancheros, estibadores y jornaleros, y la polica tratando de impedir esto, desato la contienda. La muchedumbre se desbordo por las calles de Valparaso, y con ello tambin comenzaron las pedradas, muertos y heridos.La revista Sucesos agregaba:

    Los acontecimientos, dgase lo que se quiera, han sido terribles, han trado consecuencias deplorables, se han vestido de luto numerosos hogares, el comercio ha perdido cuantiosas sumas y la ciudad del trabajo incesante ha sido convertida en un cuartel general y en un campo de batalla.

    Imagen n19. Portada de la Revista Sucesos del 16 de mayo de 1903.

    Cabe destacar, que para la prensa de la poca como El Mercurio, muchos de estos desastres estuvieron ligados a sujetos seducidos por las ideas anarco-sindicalistas. Sobre esto Peter De Shazo seala, que muchos de los sindicatos de trabajadores de Santiago y Valparaso emprendieron una accin directa contra sus empleadores, y convencidos por la presencia de espas, brutalidad de la represin policial en las manifestaciones y las no ejecutadas leyes sociales, llevaron a que muchos trabajadores vieran al Estado como su enemigo.

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    Segn el autor, las lites de Chile se dieron cuenta que los anarquistas estaban operando dentro de la clase trabajadora durante la huelga martima, muy publicitada durante los meses de abril y mayo en Valparaso, causando gran preocupacin, esto en un contexto de la llamada cuestin social, que fue agitando cada vez ms a la clase trabajadora, concientizando la idea de la naturaleza opresiva del Estado ms resuelto empleo de la accin directa como tctica para resolver los conflictos laborales. Sin embargo, el gobierno no hizo nada ms que resguardar la guarnicin de la ciudad empleando tropas de la Armada para sofocar los serios disturbios que redundaron en muertes y daos a la propiedad pblica y privada. Ese tipo de respuestas, ms la firme oposicin de los empleadores a los sindicatos, fueron empeorando cada vez ms las relaciones laborales.

    Mientras la prensa se dividia entre los diaros La Unin Y El Heraldo que simpatizaban con los trabajadores, las empresas tuvieron de aliados a El Mercurio y a The Chilean Times. Por otra parte, informaban que el puerto

    Imagen n20. Titulares con que El

    Mercurio de Valparaso informaba la

    huelga de 1903.

    se mantuvo cerrado con un nmero aproximado de 4.000 huelguistas como indica Peter De Shazo, casi la totalidad de la fuerza de trabajo que normalmente participa en la carga. A las pocas horas, toda la actividad en la baha haba cesado, y la multitud de varios miles de personas comenz a formarse en la seccin del puerto de la ciudad. Una masa de huelguistas y otros trabajadores vertieron en la Plaza Sotomayor, donde se ubicaban las oficinas del gobierno, mientras que en la cercana Plaza Echaurren, otra multitud atac un tranva y comenz a apedrear a la polica, exigiendo al intendente Jos A. Bravo restringir la represin policial. Unos 600 infantes de marina desembarcaron en los muelles para protegerlos, sumndose a unos cincuenta soldados de infantera estaban estacionados custodiando el puerto.

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    Las calles de la ciudad, en especial las del barrio Puerto, eran verdaderos campamentos militares, seguan los asaltos, saqueos e incendios, siendo uno de los ms simblicos el que afecto a la Compaa Sud- Americana de Vapores y al Malecn. Sobre este ltimo, la revista Sucesos sealaba

    Los pescantes y gras, los donkeys, los cajones de arrastre, todo, todo cuanto serva para el servicio de embarque fue quemado o destrozado y arrojado al mar.

    Mientras que la zona del puerto estaba siendo saqueada, una multitud de huelguistas enfurecidos atacaron las oficinas del edificio de El Mercurio en el centro de la ciudad; segn narra Peter De Shazo la direccin del peridico haba tomado la precaucin de armar a sus empleados con rifles para defender el edificio causando la muerte de siete atacantes. Mientras en el resto de la ciudad comenz un saqueo general, la turba era reprimida por los infantes de marina que custodiaban el muelle; el saqueo continu hasta bien entrada la noche y temprano en la maana del 13 de mayo, pero el descontrol era total, tanto que la zona portuaria quedara gravemente destruida y el resto de la ciudad como el comercio, panaderas, casas de empeo y otros negocios fueron quemadas o saqueadas, las residencias aristocrticas de Jorge Montt y Juan Ross fueron apedreadas por multitudes. Sobre las prdidas humanas y heridos an no hay consenso en la cifra, pero el autor habla de al menos 100 muertos.

    Ms tarde representantes de las compaas de transporte martimo y contratacin, ms los cuatro oficios en huelga se reunieron en la oficina del diputado ngel Guarello y se firm un acuerdo que estableca los procedimientos de arbitraje vinculante. As los trabajadores acordaron regresar a sus puestos de trabajo, y las empresas se manifestaron de acuerdo en flexibilizar su posicin nombrando una comisin que medi en el conflicto acogiendo la mayora de las peticiones de los obreros.

    La violencia de los das 12 y 13 de mayo captur la atencin de todo el pas, coincidiendo en que el asunto era una vergenza nacional. La prensa del Partido Conservador afirm que los eventos se fueron de las manos ante la incapacidad de las autoridades locales por controlar a la clase baja, mientras que liberales y radicales criticaban al Gobierno en Santiago por no tomar medidas antes y dejar a Valparaso indefenso. Otros peridicos simpatizantes de los huelguistas opinaban que los trabajadores haban actuado con desesperacin.

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    Finalmente la huelga de 1903 y sus consecuencias, dejaron en evidencia las deplorables condiciones de seguridad y de vida de los trabajadores martimos que deban ser mejoradas. Para De Shazo, la lite no slo tomo en cuenta estas cuestiones para mejorar su calidad de vida, sino que por razones de seguridad y as evitar que se amotinaran de nuevo y, en segundo lugar se reconoci la necesidad de reforzar las defensas de las ciudades chilenas contra la agitacin social. Despus de lo sucedido, y debido a la serie de huelgas que comenzaban a suscitarse en el pas, un nmero de editoriales hicieron un llamado al Gobierno para redactar legislacin laboral que controlara las relaciones de trabajo.

    Imagenes n21 - 22. Fotografas

    del Incendio de la Compaa

    Sudamericana. Revista Sucesos,

    N 38, Valparaso, 16 de mayo de

    1903.

    Por ltimo, cabe agregar que como resultado de la sobre dimensin de la fuerza de trabajo que haba ocasionado la creciente actividad portuaria, su manejo se tornaba cada vez ms complejo, y la recurrencia de paros poda ocasionar nuevos y graves conflictos. De all que modernizar el puerto se convirti en un imperativo ineludible.

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    Imagen n23. Annimo, Muelle daado por terremoto.

    El Terremoto de 1906y su incidencia en la construccin del Puerto de Valparaso

    Los estudios y planos de Jacob Krauss llegaron a fines de 1903, las obras de mejoramiento consideradas por el holands incluan la drsena de las Habas, la drsena de la Aduana, la drsena del Barn, la prolongacin del Muelle Fiscal con el ensanchamiento de malecones y la preservacin del muelle Prat generando opiniones contrapuestas, mientras algunos discutan los altos costos y cuestiones tcnicas del proyecto, para los partidarios del proyecto Krauss, ste vena a solucionar los problemas del puerto con la construccin de nuevas drsenas. En 1904 se promulg, con la aprobacin del Congreso, una ley que autorizaba la contratacin de nuevas obras martimas y en abril de 1906 se abri la posibilidad de presentar nuevas propuestas para su ejecucin, sin embargo las tres fueron desechadas.

    En el transcurso de este ao, un segundo hecho clave aceler la decisin de construir un puerto en Valparaso, este fue el terremoto del 16 de agosto de 1906 y sus consecuencias en la zona portuaria que llevaron a preguntarse sobre que caractersticas deba tener un puerto moderno.

    Faltando dos minutos para las 20:00 horas del da 16 de agosto, un fuerte ruido seguido de un primer movimiento telrico, y otro en seguida,

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    interrumpieron la tranquilidad de la ciudad dejando ms, de tres mil vctimas fatales aproximadamente y 20.000 heridos, en una ciudad que por aquellos aos, se calculaba tena unos 170.000 habitantes. Antonio Acevedo Hernndez se refiri al terremoto de 1906 como algo:

    Sobrecogedor, algo trgico que detuvo por algunos fragmentos de tiempo los latidos de los corazones. El ruido vena del mar, de las entraas ardientes de la Tierravena de todas partes, lo taladraba todo.

    Un testigo presencial relat ms tarde en el diario La Unin de Valparaso:

    No expiraba el ruido cuando empez el movimiento de la tierra. El suelo suba y bajaba con terrible rapidez, giraba luego en crculos, iba de un lado a otro para volver de nuevo al movimiento vertical; y otra vez al circular y al horizontal.

    La intensidad del sismo alcanz los 8,6 grados en la escala de Richter, dos movimientos telricos seguidos, un apagn y 39 focos de incendio causaron graves daos en la ciudad, en especial en la zona del Almendral y en las instalaciones portuarias, los mejores edificios fueron destruidos, casi toda la Plaza Victoria y la Gran Avenida fueron reducidos a escombros. Segn el ministro de Industrias y Obras Pblicas, el sismo destruy mucha parte de los elementos que existan y ha[ba] originado nuevas dificultades y gravmenes, lo que dej en evidencia la necesidad urgente de reconstruir la ciudad y de contar con un puerto moderno capaz de resistir un sismo de tal envergadura.

    Imagen n24. Annimo, sin ttulo, ca, Valparaso.

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    Imagen n25. Plano de Valparaso tras el terremoto del 16 de agosto

    de 1906. Imagen tomada de: Rodrguez. Rozas A. y Gajardo C. La

    Catstrofe del 16 de agosto de 1906 en la Repblica de Chile. Santiago:

    Imp. Barcelona, 1906.

    Segn el libro de Alfredo Rodrguez, La Catstrofe del 16 de agosto de 1906 en la Repblica de Chile, despus del sismo hubo un tsunami, y con ello la inundacin del borde costero en un metro y medio de altitud. La poblacin portea se refugi en los espacios pblicos como plazas, donde instalaron carpas y habitaciones provisorias, e improvisados hospitales y los puestos de socorro atendieron ms de diez mil heridos y 60.000 damnificados, causando la rpida reaccin de las autoridades locales (Intendencia y Municipio) ante la catstrofe vivida.

    Cabe agregar, que el contexto del terremoto que sacudi a la ciudad era de esplendor y prosperidad, lo que sumado de respuestas inmediatas frente al desastre, a las autoridades a hacer gastos extraordinarios, originando el llamado Plan de reconstruccin de Valparaso o Proyecto de transformacin del Almendral entre los aos 1906 y 1910, proceso donde se ver como el Estado y la oligarqua se aprovechan de un estado de catstrofe para remodelar la ciudad de acuerdo a sus inters, en el marco de la conmemoracin del centenario de la Repblica, las autoridades se empiezan a cuestionar

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    Imagen n26. Annimo, Efectos del terremoto de Valparaso en 1906.

    sobre cmo mejorar las instalaciones portuarias para que fuesen capaces de resistir las condiciones del tiempo y las catstrofes naturales. Cabe agregar, que buena parte de las obras que se construiran en este perodo, muchas de las cuales persisten hasta la actualidad, fueron consideradas por la UNESCO al momento de reconocer a Valparaso como Patrimonio de la Humanidad.

    Durante los primeros das del desastre se trasladaron a Valparaso el presidente German Riesco, y su sucesor, Pedro Montt. Ambos, juntos al Ministro de Hacienda Joaqun Prieto, comenzaron a debatir sobre cmo reconstruir la ciudad, y es as como el gobierno de Riesco solicit al Congreso los fondos necesarios para hacer frente a lo ocurrido en la ciudad puerto.

    Por otra parte, la prensa a travs de los diarios La Unin, El Heraldo y El Mercurio publicaron las primeras noticias sobre las proporciones del terremoto en toda la ciudad, alentando a la poblacin. El diario La Unin reapareci el da 20 informando sobre las consecuencias del sismo, en tanto, en El Mercurio del 19 de agosto de 1906 sealaba:

    El pueblo de Valparaso ha salido verdaderamente airoso de la dura prueba a que se ha visto sometido

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    A lo anterior se suma la orden del presidente Germn Riesco que declaraba el Estado de Sitio durante la catstrofe, esto debido a la destruccin y el pillaje, con el fin de restablecer el control y el orden pblico, El Mercurio sealaba, los reos se sublevaban en las crceles, la gente hua despavorida en la oscuridad. El control del orden pblico se dej en manos del Capitn de Navo Luis Gmez Carreo, quin control la situacin con fuertes medidas que inclua el fusilamiento y los azotes para los especuladores, estos ltimos que lucraban con el agua y los alimentos: Ladrones, incendiarios, todos los elementos malos sorprendidos infraganti, eran fusilados en el punto mismo del delito.

    El gran sismo destruy amplios sectores de la ciudad, en especial en el distrito del Almendral y modific el fondo de la baha, a tal punto que en algunos sectores se registraron hundimientos de hasta 20 metros. A raz de esta situacin los vecinos empezaron a debatir la idea de expropiar el

    Por otra parte, en la prensa crtica la situacin de los sectores populares, como el caso del diario El Mercurio, en agosto de 1906 denunciaba la difcil situacin en Valparaso de quienes vivan en conventillos los cuales, a la hora del siniestro, se convirtieron en una trampa mortal para sus moradores ya que no pudieron escapar de sus viviendas, situacin que no slo se limitaba a la coyuntura del terremoto, sino al contexto de la cuestin social como una problemtica del perodo.

    Imagen n27. Annimo, Conventillo hacia 1900, ca, Valparaso.

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    Almendral, ubicado entre la Plaza de la Victoria y el Estero de las Delicias por un lado, y el cerro y el mar por el otro. Por otra parte, esa zona estaba mal edificada con callejuelas sucias y estrechas, por lo que la expropiacin del Almendral tuvo como fin arreglarlo conforme a las necesidades de una ciudad moderna incluyendo espacios pblicos como plazas y parques, calzadas ms amplias y con reglas de higiene pblica. As, se adoptaron nuevas normas de construccin, las edificaciones mayores deban contar con adecuados cimientos, sobre todo si se construa en sitios como el Almendral casi exclusivo de arenales. La revista Zig Zag del 9 de septiembre de 1906 sealaba:

    Ah est Valparaso recuperando nueva forma y nueva vida, levantndose de sus cenizas como el ave Fnix y anteponindose por la gallarda de sus edificios, pos su comercio a todos los puertos de la Amrica en la costa del Pacfico..En el fondo, la baha cuyas mansas aguas acarician suavemente las vallas poderosas que la encadenan y la impelen a guardar tranquilo sosiego. All se ven las obras inherentes que largo tiempo han sido acariciadas como un ensueo dorado, como ilusin que se aleja, como realidad imposible.

    Imagen n28. El nuevo plano del Almendral. Imagen tomada de: El

    Mercurio de Valparaso. Domingo 6 de Enero de 1907. Pg. 1.

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    As se concret el Plan de Reconstruccin en Valparaso. Aprobado por el Comit Ejecutivo de la Comisin General de Vecinos redactado por Francisco Valds Vergara, ngel Guarello y Nicanor Marambio, quienes conformaron la comisin de expropiaciones. Este proyecto fue sometido a la decisin de la Junta General de Vecinos, y fue publicado por la prensa del perodo en diarios como El Mercurio y La Unin. Sin embargo, dicho proyecto no estuvo exento de dispares opiniones entre los vecinos. Por un lado. el diario el Mercurio critic a los vecinos y al Gobierno, a la forma en la que se expropiaba, las zonas destinadas a servicios pblicos, desages y alumbrado. Mientras que en lo referido a la parte plana del Almendral, muchos opinaban que si se concretaba el proyecto de construccin de drsena, se resolveran los problemas de carga y descarga en el puerto de Valparaso, para ello se deban expropiar esos terrenos, y las dems expropiaciones del Almendral deban ser destinadas a calles anchas, plazas y establecimientos pblicos, como lo sealaba El Mercurio el martes 11 de septiembre de 1906.

    Imagen n29. La Transformacin de Valparaso. Plano de la Junta de

    Vecinos. Fuente: La Unin. 11 de octubre de 1906. Pg. 4.

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    Imagen n30. Figura tomada de la Revista Sucesos N 212, 28 de

    septiembre de 1906, pp. 27.

    La propuesta presentada por la Junta de Vecinos recibi numerosas crticas. Los vecinos que se oponan a la expropiacin del Almendral, concurrieron a solicitar al Senado que el plan fuese rechazado y evitar que sus terrenos fueran expropiados, a esta situacin hizo referencia la revista Sucesos en septiembre de 1906 mediante una figura: El Pantaln de la Junta de Vecinos:

    Qu tal mi obra. Don Pedro? De sastre, querido Intendente.

    Finalmente, el Presidente Pedro Montt nombr al ingeniero Enrique Budge como Ingeniero en Jefe de los trabajos del Almendral en Valparaso, y junto a su equipo se encargaron de los trabajos de reconstruccin. Sin embargo, los altos costos que exiga el proyecto de modernizacin del puerto y ante el nuevo escenario de catstrofe, la propuesta presentada por la Comisin de Puertos quedo obsoleta y ello:

    Junto con agravar la desastrosa situacin en que se hallaba nuestro principal puerto, induca a pensar en obras martimas ms amplias

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    La opinin de la Armada de Chile fue positiva, al igual que la de los diarios de Valparaso los que se mostraron unnimemente favorables al puerto interior del Almendral; El Mercurio del 23 de septiembre de 1906 deca en su editorial que haba que aprovechar: No slo la posibilidad de construir el puerto interior, sino sus enormes ventajas sobre cualquier otro proyecto.... La revista Sucesos del 24 de enero de 1907, tambin coment acerca sobre la necesidad del proyecto Krauss y Almendral.

    El Gran Meeting De 1908

    En este contexto, la ciudadana fue llamada por la prensa local para exigir una decisin, y el domingo 29 de noviembre de 1908 una masiva manifestacin pblica reuni a miles de personas, que demandaron la aprobacin del proyecto Gurard, que era el propuesto por el gobierno al Congreso. Consideraron el meeting como algo indito y fue denominado por la prensa como el gran comicio popular en Valparaso o el gran meeting de Valparaso.

    En su edicin del 2 de noviembre la revista Sucesos coment sobre el comicio a favor de las obras martimas, manifestacin en que la ciudadana y los trabajadores se alzaron para la realizacin de una aspiracin nacional, dirigindose hacia la Plaza Sotomayor donde se haban habilitado dos tribunas para los oradores.

    que, ejecutadas simultneamente con la reconstruccin de la ciudad, consultaran, en forma ms adecuada, las necesidades de su movimiento comercial en el presente y las de su desarrollo en el porvenir.

    Ante este nuevo escenario, el gobierno le encarg a Gerardo van Broeck para que hiciera un reconocimiento de la baha y verificara hasta qu punto el terremoto haba modificado el fondo y que implicancias poda acarrear; junto a l un equipo de trabajo se encarg de manejar que posibilidades tena el proyecto Krauss de materializarse y la posibilidad de aprovechar la destruccin que el terremoto haba causado en el Almendral, que en vez de ser reconstruido como barrio de la ciudad poda ser transformado en puerto. En 1906 el presidente German Riesco solicit al entonces ministro de Obras Pblicas de Holanda Jacob Krauss su opinin sobre esta idea, respondiendo afirmativamente a la idea de construir un puerto en el interior del Almendral.

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    Como seala Roberto Hernndez, el meeting estuvo encabezado por el Vicealmirante Jorge Montt, y participaron en l representantes de todos los partidos, como Luis Uribe Orrego, del partido liberal, el senador de la provincia Joaqun Figueroa Larran y los diputados Guillermo Rivera y Len Silva. Adems destaca la presencia de los alcaldes de Valparaso y Via del Mar. Parafraseando a Roberto Hernndez, durante el meeting se pidi a la Cmara de diputados el pronto despacho del proyecto pendiente en que se contrata la ejecucin de las obras martimas de este puerto y que posteriormente se procediese a su ejecucin.

    La revista Sucesos sealaba al respecto el 10 de diciembre de 1908, sobre el xito que tuvo la Comisin de delegados en la misin que le confi el pueblo de Valparaso, aspiracin de todo un pueblo que trabaja infatigablemente por el progreso de la nacin, retirndose satisfecho por la respuesta favorable del Presidente de la Repblica de dar comienzo a las obras de construccin. Ms tarde, Sucesos seal la evidente necesidad de construir instalaciones ms modernas, dando importancia al puerto que exige estos adelantos, esttica y reputacin de progreso. Por otro lado, la revista Zig Zag coment sobre el xito de la comisin en la misin de llevar a Santiago el petitorio pidiendo la pronta realizacin de las obras, siendo recibida en la Estacin Central por delegados de numerosas sociedades obreras y miembros del Partido Demcrata. Ms tarde, la comisin se dirigi al Palacio de Gobierno siendo recibidos por el presidente Pedro Montt. Cabe destacar que la manifestacin de Valparaso tuvo repercusiones muy fuertes no slo por la multitud, sino por el xito que significaba el hecho de ser recibidos por el Presidente de la Repblica, y que ste recibiera su petitorio.

    Entretanto arreciaron las crticas a los gastos que haban implicado la contratacin de Jacobo Krauss, despus del meeting se intensificaron. Veinte das antes del meeting, el 6 de noviembre, se public un acta de las Comisiones de Hacienda y Obras Pblicas, en cuyo informe sealaba el diputado Henrquez:

    los Almirantes dicen que es exagerado el costo de la obra por las dificultades que ofrece la naturaleza del subsuelo submarino y las grandes profundidades en que se ubican los rompeolas; de manera que su costo no guarda relacin con las exigencias y condiciones de la baha.

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    Los debates slo finalizaron el 7 de septiembre de 1910, cuando se promulg la ley que autoriz al Presidente de la Repblica para convocar a una comisin que deba elaborar un proyecto definitivo de obras martimas para Valparaso y San Antonio, las que seran desarrolladas de manera simultnea. La ejecucin de las obras finalmente fue adjudicada `por la firma britnica Pearson & Son Ltd. La empresa contratista al firmar el contrato, se comprometi a realizar las siguientes obras en un plazo no superior a los siete aos: obras de abrigo, obras de atraque directo de los buques y obras de proteccin de la costa, proceso de construccin que ser narrado ms adelante.

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    El debate parlamentario previo a la construccin del puerto moderno de Valparaso (1900 a 1911) fue arduo, se trat de un largo proceso de acuerdos y desacuerdos que permitieron elaborar polticas pblicas capaces de recoger la diversidad de puntos de vista e intereses de los representantes de la sociedad chilena de comienzos del siglo XX.

    La construccin de las obras portuarias de Valparaso fue una decisin poltica compleja sometida, como todo proyecto de ndole nacional, estratgico y de alta inversin, a dificultades, vicisitudes e intereses polticos y econmicos que pusieron en peligro algunos componente centrales del proyecto. Uno de ellos fue el lugar de su construccin levantndose voces disidentes al emplazamiento del puerto moderno en la costa de Valparaso proponiendo otras alternativas acompaadas de estudios tcnicos las que, a juicio de quienes las defendan, ofrecan mejores ventajas comparativas.

    Los parlamentarios eran portavoces o representaban los idearios de los diversos partidos polticos existentes en aquella poca, reflejaban no slo un trasfondo de ideas en torno el desarrollo del pas, sino que tambin representaban intereses sectoriales y regionales; en algunos de ellos se haca ms patente las ideas y proyectos de futuro, confiados en la idea de progreso y el desarrollo tanto en la economa como en otros planos de la vida social chilena, mientras que en otros, no lograban esconder cierta incertidumbre y temores tanto por las transformaciones econmicas como por los nuevos actores sociales y polticos que irrumpan la aparente armona en que se haba desenvuelto la sociedad en los primeros aos del siglo veinte. Tampoco estuvo ajeno, una cierto espritu nacionalista frente a quienes optaban por buscar soluciones en el mbito forneo, en la experiencia y el conocimiento de expertos y financiamiento externo a nuestros propios recursos humanos y materiales. Esta apreciacin y valoracin de los recursos internos se extendi hacia el rol que deban de tener los profesionales chilenos, en particular la capacidad de los ingenieros nacionales en el desarrollo nacional. Este tema que se asom levemente en el debate de esos aos se hara ms potente

    La Construccin Del Puerto De Valparaso y la Discusin Parlamentaria

    Captulo III

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    y abrira una nueva vertiente en las polticas de desarrollo en las dcadas inmediatamente posteriores al primer decenio del siglo veinte.

    Valparaso, se haba transformado, a comienzos del siglo veinte, en el asiento de una sociedad local heterognea, dada su actividad comercial y financiera, conformada por importantes grupos inmigrantes de origen europeo y de una clase media que oficiaba en una variedad de oficios de servicio que complementaban las actividades de bancos, agentes de aduana, comercio, comunicacin y de sectores populares urbanos que habitaban los cerros que rodeaban la actividad portuaria en los aos de primer centenario de la Repblica.

    El debate y defensa de Valparaso, como sede de las obras por