32
n° 119 agosto/septiembre/octubre de 2010 Sumario Cabos sueltos Overnight cost: coste instantáneo 2 LUIS GONZÁLEZ Colaboraciones Averso: pasión y resurrección de un arcaísmo 3 ALBERTO RIVAS Tres tipos de organismos acuáticos 6 MIQUEL VIDAL Análisis de diccionarios en línea: características y evaluación 8 ALFREDO ÁLVAREZ ÁLVAREZ Sistema Armonizado de Designación y Codificación de Mercancías (II) 13 MARIO VERGARA Traduciendo para los refugiados: servicio de traducciones de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado 16 CARMEN LAS HERAS NAVARRO Buzón Consideraciones sobre la expresión cloud computing y el argot informático 21 FERNANDO ARRIBAS UGUET A vueltas con cluster 24 JAVIER ORTEGA COLOMER Reseñas Un gran diccionario 26 POLLUX HERNÚÑEZ Comunicaciones 29

puntoycoma n.º 119 - ec.europa.euec.europa.eu/translation/spanish/magazine/documents/pyc_119_es.pdf · agosto/septiembre/octubre de 2010 n° 119 2 CABOS SUELTOS Overnight cost: coste

  • Upload
    ngonga

  • View
    216

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    Sumario

    Cabos sueltos

    Overnight cost: coste instantneo 2 LUIS GONZLEZ

    Colaboraciones

    Averso: pasin y resurreccin de

    un arcasmo 3 ALBERTO RIVAS

    Tres tipos de organismos acuticos 6 MIQUEL VIDAL

    Anlisis de diccionarios en lnea:

    caractersticas y evaluacin 8 ALFREDO LVAREZ LVAREZ

    Sistema Armonizado de

    Designacin y Codificacin de

    Mercancas (II) 13 MARIO VERGARA

    Traduciendo para los refugiados:

    servicio de traducciones de la

    Comisin Espaola de Ayuda al

    Refugiado 16 CARMEN LAS HERAS NAVARRO

    Buzn

    Consideraciones sobre la expresin

    cloud computing y el argot

    informtico 21 FERNANDO ARRIBAS UGUET

    A vueltas con cluster 24 JAVIER ORTEGA COLOMER

    Reseas

    Un gran diccionario 26 POLLUX HERNEZ

    Comunicaciones 29

  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    2

    CABOS SUELTOS

    Overnight cost: coste instantneo LUIS GONZLEZ

    Comisin Europea

    [email protected]

    l toparse en algn texto especializado, no

    sin cierta sorpresa, con el trmino hbrido

    coste overnight, Luis Palacios, ingeniero de

    la Sociedad Nuclear Espaola y Presidente de

    su Comisin de Terminologa, nos pidi que

    indagramos sobre traducciones al espaol,

    acuadas o acuables, del trmino overnight

    cost en este contexto:

    ONP

    CI

    are the Total Overnight cost (per unit

    of installed capacity), including contingency

    and owner costs. It equals the cost of a con-

    struction project if no interest was incurred

    during construction, as if the project was

    completed overnight. An alternative defini-

    tion is: the present value cost that would have

    to be paid as a lump sum up front to com-

    pletely pay for a construction project.1

    En terminologa bancaria suele traducirse

    overnight como a un da: overnight market

    (mercado a un da), overnight rate (tasa a un

    da), aunque tambin empiezan a verse ya los

    engendros mercado overnight y tasa over-

    night.

    Ms all de la extraeza de la Comisin de

    Terminologa de la Sociedad Nuclear Espao-

    la, que ha dado lugar a esta nota, no parece

    que se haya hecho un esfuerzo en el sector

    nuclear por traducir plenamente este trmino.

    El anglicismo, por innecesario que sea (y este,

    desde luego, lo es), sigue cautivando a nues-

    tros especialistas, hasta el punto de desdear

    1 Documento del OIEA: NESA Support Package: INPRO

    area of ECONOMICS: .

    las soluciones que un simple diccionario bilin-

    ge puede aportarles:

    El valor inferior de la banda se alcanza cuan-

    do se obtiene el mximo efecto de serie y de

    emplazamiento (por ejemplo, Francia indica

    un coste overnight de 1360 EUR/kWe para

    un programa de una serie de 10 reactores

    EPR).2

    Pero el espaol es una lengua multipolar3

    (aunque este hecho pase desapercibido en

    nuestro mbito institucional europeo) y una

    bsqueda documental muy bsica nos aclara

    que otros especialistas hispanohablantes han

    optado por traducir enteramente este trmino:

    en Mxico se utiliza costo (en Espaa dira-

    mos coste) instantneo, como puede com-

    probarse en este informe de la Academia de

    Ingeniera de Mxico:

    As por ejemplo, el costo instantneo (over-

    night cost) puede o no considerar intereses

    durante la construccin y escalacin.4

    Remitimos esta solucin mexicana, con la

    correspondiente localizacin, coste instant-

    neo, a Luis Palacios (de la Comisin de Ter-

    minologa de la Sociedad Nuclear Espaola) y

    a Jess de la Pea (Vicepresidente del Comit

    de Terminologa del Instituto de la Ingeniera

    de Espaa). Ambos han considerado esta op-

    cin viable.

    2 .

    3 .

    4 .

    A

    mailto:[email protected]://www.iaea.org/NuclearPower/Downloads/INPRO/Files/NESA_Support_Package/Tables/Economics/NEST_version_TECDOC-1575_05-2010http://www.iaea.org/NuclearPower/Downloads/INPRO/Files/NESA_Support_Package/Tables/Economics/NEST_version_TECDOC-1575_05-2010http://www.iaea.org/NuclearPower/Downloads/INPRO/Files/NESA_Support_Package/Tables/Economics/NEST_version_TECDOC-1575_05-2010http://www.foronuclear.org/pdf/Curso_Santander_Fernando_Perez.pdfhttp://www.foronuclear.org/pdf/Curso_Santander_Fernando_Perez.pdfhttp://www.esletra.org/Almagro/html/a_lara_corri_es.htmhttp://www.esletra.org/Almagro/html/a_lara_corri_es.htmhttp://www.ai.org.mx/archivos/publicaciones/nucleoelectricidad/La%20Nucleoelectricidad-Resumen%20Ejecutivo.pdfhttp://www.ai.org.mx/archivos/publicaciones/nucleoelectricidad/La%20Nucleoelectricidad-Resumen%20Ejecutivo.pdfhttp://www.ai.org.mx/archivos/publicaciones/nucleoelectricidad/La%20Nucleoelectricidad-Resumen%20Ejecutivo.pdf
  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    3

    Qu aporta coste overnight con relacin a

    coste instantneo? Estamos acostumbrndo-

    nos a un Spanglish tecnocientfico: textos en

    espaol en los que las palabras clave, los tr-

    minos (y en muchas ocasiones tambin la sin-

    taxis, forzada por prstamos no naturalizados)

    pertenecen al ingls. Ante esta lengua hbrida

    es difcil saber en cada caso cunto hay de op-

    cin consciente y cunto de traduccin a me-

    dio gas, de declaracin de impotencia al fin y

    al cabo.

    Habra que pedir quizs un mayor esfuerzo

    a quienes parecen resignados a usar perma-

    nentemente esta mezcla de cdigos en la co-

    municacin (y hasta en la divulgacin) tcnico-

    cientfica en espaol. Adems de las ideas pun-

    tuales que nos llegan, como en este caso, de

    ultramar, hay algunas iniciativas orientadas a

    combatir de manera ms sistemtica el laissez

    faire terminolgico: por ejemplo, la red

    VALITER (enmarcada dentro del proyecto

    Terminesp), de la que hablaremos prxima-

    mente en estas pginas.

    COLABORACIONES

    Averso: pasin y resurreccin de un arcasmo ALBERTO RIVAS

    Comisin Europea

    [email protected]

    ay palabras que, tras haber cado en

    desuso hace siglos, vuelven a utilizarse

    con inusitado vigor. El fenmeno correspon-

    de a lo que Pedro lvarez de Miranda ha

    denominado las discontinuidades en la his-

    toria del lxico, que obedecen a diversas

    causas1. Una de las causas de tales disconti-

    1 Pedro lvarez de Miranda (2008), Las disconti-

    nuidades en la historia del lxico, 1-44 en Con-cepcin Company Company / Jos G. Moreno de Alba coords., Actas del VII Congreso Internacional de Historia de la Lengua Espaola (Mrida, Yucatn, 2006), vol. I, Arco Libros. El autor distingue cuatro modalidades de discontinuidad lxica: la polig-nesis temporal de prstamos (especialmente lati-nismos; por ejemplo, el adjetivo social) y deriva-dos, la supervivencia lxica que implica una dis-continuidad solo aparente (p. ej., apabullar), la re-surreccin de mbito exclusivamente literario, que puede ser de origen libresco o dimanar directa-mente de un diccionario (p. ej., [perro] lucharnie-

    nuidades que ha sealado el profesor lva-

    rez de Miranda es la traduccin. Un caso

    reciente de resurreccin de un arcasmo en

    espaol es el del adjetivo averso2.

    El DRAE recoge averso con dos acepciones,

    opuesto y contrario y malo, perverso, y

    menciona como timo el adjetivo latino aver-

    sus. Ambas acepciones llevan la marca ant.

    (esto es, 'anticuadas' o 'antiguas'), que indica,

    go), y el rescate premeditado de una voz anticuada (ejs.: deporte, azafata, gobernanza).

    2 Otros casos parecidos a este son el de escopo, que recoge el DRAE como sustantivo poco usado (del lat. scopus, y este del gr. ), con el significado de 'objeto o blanco a que alguien mira y atiende', y que ha vuelto a emplearse con normalidad, por ejemplo, en textos de teora de la traduccin, y el del sustanti-vo villano, cuyo uso se ha intensificado gracias al prstamo del ingls villain en la expresin hroes y villanos ('buenos y malos'), de sabor cinematogrfi-co.

    H

    mailto:[email protected]
  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    4

    segn el prlogo de la vigsima segunda

    edicin (p. XXXIII), que su ltima documen-

    tacin no es posterior a 1500. No lejos de

    este noble adjetivo, aparentemente retirado

    del agotador trajn de la vida activa del lxi-

    co, el diccionario acadmico nos ofrece ad-

    verso, del latn adversus, al que atribuye un

    primer significado plenamente actual, con-

    trario, enemigo, desfavorable, y otro

    desusado (es decir, documentado por ltima

    vez entre 1500 y 1900; no tan aejo, en prin-

    cipio, pues, como los de averso): opuesto

    materialmente a algo, o colocado enfrente de

    ello.

    Otras fuentes, como el Diccionario del espa-

    ol actual, de Seco, Andrs y Ramos, ni si-

    quiera recogen averso, o bien, como el de Ma-

    ra Moliner, siguen a la Academia y lo tildan

    de adjetivo antiguo. El nico caso de

    averso que hay en el Corpus de Referencia

    del Espaol Actual (CREA) es aversa [a los

    negocios], de un texto periodstico de Chile

    de 2001. En el Corpus Diacrnico del Espaol

    (CORDE) figuran treinta y un ejemplos de

    averso y sus variantes en femenino o plu-

    ral (varios casos no corresponden a la pala-

    bra espaola, sino a la latina, puesto que se

    trata de textos en latn), pero son todos ante-

    riores al siglo XIX, excepto el de un texto de

    1887 y el de un libro de 1901 que reproduce

    un texto anterior al XIX. Todo induca a pen-

    sar, por consiguiente, que el venerable adje-

    tivo no iba a despertar de su somnolencia

    secular despus de los meritorios servicios

    prestados en pocas pretritas del idioma,

    sobre todo en vista de la vitalidad de su pa-

    riente prximo adverso. No obstante, el

    ejemplo chileno de 2001 ya haca sospechar

    una renovada pujanza de averso.

    En efecto, en una rpida batida por la Red

    observamos cmo nuestro veterano vocablo

    est viviendo una segunda juventud. Veamos

    algunos ejemplos:

    Suponga que existe un inversionista que no

    es averso al riesgo; otro que es algo ms

    averso al riesgo y exige una prima de 105 .

    El siguiente inversionista es an ms aver-

    so al riesgo, y demanda una prima de 110

    , y as sucesivamente.3

    [...] un agente con esa funcin de utilidad

    es averso al riesgo: prefiere el valor espera-

    do de la lotera a jugar a la lotera.4

    El perfil averso al riesgo de los prestamis-

    tas espaoles ser el otro obstculo del P2P

    lending.5

    Los tres ejemplos citados, extrados res-

    pectivamente de la traduccin de un impor-

    tante manual anglosajn, de un libro original

    escrito en espaol y de un texto periodstico

    de Espaa, tienen en comn el empleo del

    trmino averso al riesgo, lo que muestra

    claramente que el origen del adjetivo que nos

    ocupa es precisamente la introduccin en el

    mbito hispnico del concepto que recubre

    dicha expresin, de uso muy frecuente hoy

    en da en textos de economa y ciencias socia-

    les, a partir del ingls risk averse. Al traducir-

    se este concepto del ingls al espaol se recu-

    rri a averso por tratarse de palabras her-

    manas con un origen latino comn y quiz

    tambin, implcitamente, para tratar de man-

    tener la diferenciacin existente en ingls

    entre adverse y averse. La pervivencia de

    averso en el DRAE (pese a su marca de

    3 Paul R. Krugman / Robin Wells (2007), Microecono-

    ma: introduccin a la economa, (trad. Jess Ruiz Andjar), Revert, Barcelona, p. 440: .

    4 Ignacio Snchez-Cuenca (2009), Teora de juegos, Centro de Investigaciones Sociolgicas, (Cuadernos Metodolgicos, n 34), Madrid, p. 25: .

    5 M. . Mndez (2009), La restriccin del crdito bancario abre el camino a los prstamos P2P, en El Pas de 5.2.2009: .

    http://books.google.com/books?id=ld8I68bW3eoC&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://books.google.com/books?id=ld8I68bW3eoC&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://books.google.es/books?id=1ysLOq92Qr8C&dq=%22averso+al+riesgo%22&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://books.google.es/books?id=1ysLOq92Qr8C&dq=%22averso+al+riesgo%22&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://books.google.es/books?id=1ysLOq92Qr8C&dq=%22averso+al+riesgo%22&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://www.elpais.com/articulo/red/restriccion/credito/bancario/abre/camino/prestamos/P2P/elpeputec/20090205elpcibenr_5/Teshttp://www.elpais.com/articulo/red/restriccion/credito/bancario/abre/camino/prestamos/P2P/elpeputec/20090205elpcibenr_5/Teshttp://www.elpais.com/articulo/red/restriccion/credito/bancario/abre/camino/prestamos/P2P/elpeputec/20090205elpcibenr_5/Tes
  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    5

    arcasmo) contribuy probablemente a que se

    obrara este milagro lxico.

    Es cierto que el adjetivo, una vez retorna-

    do a la vida (al menos a la de las palabras), se

    est utilizando tambin en contextos no aso-

    ciados al riesgo, aunque s, mayoritariamen-

    te, al mbito econmico:

    El mes tradicionalmente ms averso para

    las bolsas deja un balance claramente posi-

    tivo en el conjunto de la renta variable.6

    Ponindonos en el lugar de un hipottico

    ministro de Fomento, al que supondremos

    benevolente y averso a la desigualdad, lo

    que nos interesa es responder a la pregunta

    de cunto deberamos invertir en cada re-

    gin.7

    En estos dos ltimos ejemplos se aprecia

    la tendencia a utilizar averso como sin-

    nimo de adverso, aunque, en principio,

    6 El Ibex reacciona y se dispara un 13 % al cierre del

    tercer trimestre, Expansin, 30.9.2010: .

    7 ngel de la Fuente [del Instituto de Anlisis Econ-mico, CSIC] (2001), Infraestructuras y poltica re-gional, en la IV Jornada CREI sobre Nuevas Fronte-ras de la Poltica Econmica, septiembre de 2001: .

    limitado al mbito temtico mencionado.

    Como es lgico, no escasean los casos de

    adverso al riesgo, lo que confirma la ten-

    dencia a la sinonimia, siquiera sea restringi-

    da, entre los dos adjetivos. El campo para el

    renovado uso de averso, por otra parte,

    est abonado por el sustantivo aversin, al

    que est directamente ligado, ya desde el

    latn aversio.

    Cabe sealar, por ltimo, la particular fre-

    cuencia de averso que se observa, en com-

    paracin con los textos de Espaa, en textos

    periodsticos hispanoamericanos, tanto aso-

    ciado al riesgo como en otros contextos, habi-

    tualmente del mbito econmico, aunque no

    faltan los ejemplos de uso ms genrico. Pa-

    rece improbable en este caso una hipottica

    pervivencia de la palabra en el habla de de-

    terminadas zonas de Amrica que no se hu-

    biera reflejado hasta ahora en textos escritos

    (fenmeno que lvarez de Miranda ha de-

    nominado discontinuidad aparente), la

    cual habra contribuido a su revigorizacin

    actual, de modo que hay que pensar que la

    causa de la rpida difusin reciente de nues-

    tro adjetivo es, tanto en Amrica como en

    Espaa, el soplo taumatrgico de la lengua

    inglesa.

    http://www.expansion.com/2010/09/30/mercados/1285830670.htmlhttp://www.expansion.com/2010/09/30/mercados/1285830670.htmlhttp://www.crei.cat/files/filesActivityJornada/1/files/angel-final.pdfhttp://www.crei.cat/files/filesActivityJornada/1/files/angel-final.pdf
  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    6

    Tres tipos de organismos acuticos MIQUEL VIDAL

    Comisin Europea

    [email protected]

    uisiera aportar una pequea aclaracin al

    cabo suelto sobre los suspension feeders

    publicado en puntoycoma n 117. No para dis-

    cutir nada de su contenido, desde luego, sino

    para matizar una frase que dice que esos ani-

    males se nutren de los alimentos que se en-

    cuentran en suspensin en el agua, definicin

    que podra llevar al lector poco familiarizado

    con la biologa marina a pensar que se dedican

    a comer los restos de los bocatas de los bais-

    tas.

    Para dejar esto bien claro desde el principio

    intentar presentar la cuestin de la forma ms

    precisa: todos los organismos acuticos, marinos o

    fluviales, auttrofos o hetertrofos, macroscpicos o

    microscpicos, actuales o extinguidos, se dividen en

    tres tipos distintos: los bentnicos, los nectnicos y

    los planctnicos (los bilogos acostumbran a

    utilizar ms los sustantivos: el bentos, el nec-

    ton y el plancton). Y atencin: esta es una cla-

    sificacin ecolgica, no taxonmica.

    Los organismos bentnicos habitan en los

    fondos acuticos. Algunos permanecen sim-

    plemente fijos sobre ellos (como los corales,

    algunos crustceos, los pelmatozoos y las asci-

    dias), mientras que otros pueden desplazarse

    (como los gasterpodos y varios pelecpodos).

    Muchos se nutren de los restos de los orga-

    nismos muertos que caen al fondo.

    Los organismos nectnicos pueden despla-

    zarse por el agua, como los peces, e incluyen

    desde las medusas hasta los cefalpodos y los

    quelonios, sin olvidar a los mamferos mari-

    nos.

    Los organismos planctnicos son los que

    viven realmente en suspensin, pues su movi-

    miento es errante (eso justamente significa

    plancton en griego, palabra que ya haba

    utilizado Homero para referirse a todo lo que

    se desplazaba pasivamente debido al movi-

    miento de las aguas). Estos organismos repre-

    sentan la base de la cadena trfica acutica: sin

    el plancton, el necton morira por falta de ali-

    mento, lo que acarreara a su vez la desapari-

    cin del bentos.

    Los organismos planctnicos pueden des-

    glosarse de varias maneras. La distincin clsi-

    ca es entre fitoplancton y zooplancton, trmi-

    nos que se acuaron pensando que el primero

    estaba formado por plantas y el segundo por

    animales. Con arreglo a su definicin actual,

    el fitoplancton est compuesto por los organismos

    fotosintticos, ya sean clorobiontes (plantas y

    algas verdes), rodobiontes (algas rojas),

    cromistas (algas amarillas) o cianobacterias

    (algas azules), mientras que el zooplancton lo

    forman los organismos no fotosintticos, carnvo-

    ros u herbvoros, ya sean metazoos, alveolados

    o excavobiontes (se ha calculado que cada to-

    nelada de plancton carnvoro precisa de diez

    toneladas de plancton herbvoro, que a su vez

    necesitan de cien toneladas de plancton foto-

    sinttico).

    Otra clasificacin del plancton se basa en su

    tamao: as, los seres de talla superior a

    200 m constituyen el macroplancton (donde

    se hallan los coppodos y los anlidos); el mi-

    croplancton incluye a los que miden entre

    20 m y 200 m (como las dinofitas, las eugle-

    nofitas y la mayora de las diatomeas); el na-

    noplancton, a los que miden entre 2 m y

    20 m (como los coanoflagelados, los foramin-

    feros o los planctomicetos), y finalmente est el

    picoplancton, compuesto por organismos an

    ms diminutos (como las cianobacterias y cier-

    tas clorofitas). Este desglose puede cruzarse

    con el anterior: as, puede hablarse del fitona-

    Q

    mailto:[email protected]
  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    7

    noplancton, formado sobre todo por criptofi-

    tas y haptofitas.

    Existe tambin un trmino para designar al

    plancton llamado de penumbra, que evolu-

    ciona a una profundidad superior a los 30 m:

    se trata del cnefoplancton. Es difcil encontrar

    organismos planctnicos a profundidades su-

    periores a los 500 m, pues la escasez de luz

    solar dificulta mucho la fotosntesis: no hay

    ningn tipo de plancton batial ni abisal, pero

    se han encontrado quetognatos carnvoros

    incluso a 900 m.

    Otra divisin distingue entre el holoplanc-

    ton, que rene a los organismos que son planc-

    tnicos durante toda su existencia, y el meso-

    plancton, constituido por aquellos seres que

    solo son planctnicos en una etapa de su ciclo

    vital (por ejemplo, cuando son huevos o lar-

    vas).

    Por ltimo, cindonos exclusivamente al

    plancton marino, podramos hacer otra distin-

    cin en funcin de la distancia a la costa: as,

    hablamos de plancton nertico (que vive en el

    litoral, donde la profundidad del mar no su-

    pera los 200 m) y de plancton ocenico (el que

    se sita en el mar abierto).

    Para finalizar este pequeo glosario recor-

    dar que todos nosotros, los vertebrados, so-

    mos descendientes directos de animales sus-

    pensvoros, pues las branquias de los peces no

    aparecieron como parte del sistema respirato-

    rio, sino del digestivo: todava hoy existen ce-

    falocordados que absorben los alimentos en

    suspensin por la boca y expelen el agua resi-

    dual por las branquias.

    Organismos

    acuticos

    Bentnicos

    Nectnicos

    Planctnicos

    Fijos Mviles Fitoplancton Zooplancton

    Pro

    tist

    as

    Bacterias algas azules

    cianobacterias,

    proteobacterias

    y planctomicetos

    An

    tero

    con

    tes

    Cromistas algas amarillas

    y algas pardas

    diatomeas,

    critofitas

    y haptofitas

    Rodobiontes algas rojas

    Clorobiontes algas verdes y carofitas

    ulvofitas

    y glaucofitas

    Rizarios foraminferos ciliados

    y actinpodos

    Op

    isto

    con

    tes

    Acelomados esponjas, actinias

    y corales medusas

    Protstomos cirrpedos

    crustceos,

    pelecpodos

    y gasterpodos

    cefalpodos

    coppodos, bran-

    quipodos, eufau-

    siceas, rotferos

    y quetognatos

    Deuterstomos crinoideos

    y ascidias

    equinoideos

    y asteroideos

    agnatos, peces,

    quelonios, sirenios

    y cetceos

    alevines, larvas

    de ambulacrarios

    y de urocordados

  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    8

    Bibliografa

    DEMANGEOT, Jean (200910), 196-ss. en Les milieux

    naturels du globe, Armand Colin, Pars.

    DE REVIERS, Bruno (2002), 287-ss. en Biologie et

    phylognie des algues I, Belin, Pars.

    DE REVIERS, Bruno (2003), 204-ss. en Biologie et

    phylognie des algues II, Belin, Pars.

    LOUCHET, Andr (2009), 236 en La plante ocane.

    Prcis de gographie marine, Armand Colin, Pars.

    RAMADE, Franois (2008), 468 y 469 en Dictionnaire

    encyclopdique des sciences de la nature et de la

    biodiversit, Dunod, Pars.

    Anlisis de diccionarios en lnea: caractersticas y evaluacin ALFREDO LVAREZ LVAREZ

    Universidad de Alcal

    [email protected]

    Introduccin

    os recursos en la red se incrementan cada

    da de forma exponencial, lo cual plantea

    algunas paradojas para las que ser necesario

    buscar solucin, en la medida de lo posible. Si

    la web 1.0 puso a disposicin de los profesio-

    nales de la traduccin un acceso fcil a la in-

    formacin, la web 2.0 les facilit, entre otras

    cosas, la posibilidad de establecer canales de

    comunicacin rpidos y eficaces en el camino

    de la gestin de esa informacin. Es presumi-

    ble, por tanto, que la web 3.0 siga en la lnea de

    sus predecesoras e introduzca elementos nue-

    vos que puedan incrementar la eficacia del

    trabajo del traductor.

    Sin embargo, en el mbito lexicogrfico, los

    tipos de recursos que podemos encontrar son

    relativamente reducidos y se limitan a lo que

    genricamente denominamos diccionarios, a

    los llamados bancos de diccionarios y a los

    programas de traduccin. Posiblemente se

    pueda argumentar sobre los segundos en el

    sentido de que un banco de diccionarios no es

    en s una herramienta. Tal vez, pero la forma y

    profusin con que los encontramos en la Red

    muestran que en la conciencia de investigado-

    res y de editoriales hay un espacio para la con-

    centracin porque ello representa una ventaja

    indudable en el momento de proceder a una

    bsqueda. Y las dimensiones colosales de la

    Red propician la necesidad de reunir grandes

    conjuntos de recursos con el fin de que puedan

    resultar ms fcilmente localizables. En las

    lneas que siguen nos centraremos precisamen-

    te en el diccionario en lnea como recurso que

    ha de ser evaluado para su uso; un recurso,

    por cierto, fundamental an pero en un proce-

    so de transformacin necesario que, cabe espe-

    rar, sea capaz de explorar otras alternativas a

    las que tradicionalmente se han ofrecido en

    papel.

    Una evaluacin necesaria

    El diccionario en lnea es una herramienta que

    ha de ofrecer ante todo una informacin sol-

    vente. Mxime en estos tiempos en los que, por

    razones de agilidad, un gran nmero de profe-

    sionales de la traduccin han relegado el so-

    porte de papel a un uso muy secundario. Estos

    diccionarios parecen mantener cierta tendencia

    a agruparse, probablemente por una cuestin

    de comodidad para el usuario. Algunos ejem-

    L

    mailto:[email protected]
  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    9

    plos son los que se proponen en la web

    ONYVA1, con un conjunto de ms de 250, cla-

    sificados; Dicorama2; el conjunto que propone

    C. Vera3; o los muy conocidos WordReference4,

    que incorporan una frmula con algunas dife-

    rencias en relacin al resto.

    Ahora bien, la profusin de este tipo de re-

    cursos no representa por s misma una fuente

    de documentacin de la que haya que fiarse

    sin ms, ya que el origen, la concepcin y la

    realizacin de cada uno de ellos pueden ser

    dispares y no siempre susceptibles de una con-

    fianza ciega. Por ello, se necesita sobre todo un

    anlisis que nos permita incorporarlos, o no, a

    nuestro fondo profesional.

    Ello implica que han de seguirse, en el ca-

    mino de este anlisis, criterios objetivos. Mo-

    reno Sandoval (2000) propone tres parmetros:

    cobertura, estructuracin y calidad de la in-

    formacin. Cuanto mejor estructurado est un

    diccionario, ms fcil es acceder a toda su in-

    formacin. No olvidemos que los diccionarios

    son probablemente el tipo de documento que

    contiene ms informacin en menos espacio;

    por tanto, es esencial que cada clase (informa-

    cin ortogrfica, morfolgica, etimolgica, sin-

    tctica, semntica, etc.) est claramente sepa-

    rada del resto.

    Sin embargo, en el estado actual, el acceso a

    Internet, es decir, la posibilidad de obtener

    informacin de manera rpida, plantea tam-

    bin un interrogante que, tanto para el traduc-

    tor como para otros profesionales, ofrece algu-

    nos perfiles de cierta complejidad. El elevado

    nmero de recursos resulta de gran utilidad,

    especialmente para quien necesita disponer de

    fuentes de informacin variadas y en muy po-

    1 A. lvarez lvarez (2004):

    [consulta: 6.2010].

    2 [consulta: 6.2010]. 3 C. Vera Prez [s.d.]: [consulta: 6.2010]. 4 [consulta: 6.2010].

    co tiempo, pero tambin puede provocar in-

    terrogantes acerca del rigor con el que ha sido

    tratada y presentada la informacin. Internet

    parece ser ahora una especie de gur que todo

    lo sabe y al que no se le pueden plantear dudas

    respecto de la adecuacin de sus contenidos a

    la realidad. De hecho, hay quien compara esa

    falsa impresin de veracidad con el fenmeno

    de la televisin en los aos 70, cuando una

    abrumadora mayora de la poblacin daba por

    ciertos e indiscutibles los contenidos que se

    difundan a travs de los rayos catdicos. Per-

    sonalmente, he podido comprobar esa tenden-

    cia en mis clases en la Universidad con futuros

    traductores. En general, cuando se les pregun-

    ta acerca de la idoneidad de tal o cual supuesta

    fuente con la que se tropiezan, aceptan sin fi-

    suras lo que se transmite, aun cuando desco-

    nozcan aspectos de gran trascendencia como

    quin sustenta la informacin y de dnde pro-

    cede. Es entonces cuando el trmino fiabili-

    dad adquiere una verdadera dimensin prc-

    tica que puede ayudarles a despejar los cami-

    nos para llegar a una informacin contrastada.

    La necesidad de herramientas de anlisis

    La pgina web sigue siendo en el momento

    actual y, con toda probabilidad tambin en un

    futuro a corto y medio plazo, un soporte bas-

    tante estable y solvente para el almacenaje y

    posterior tratamiento de los datos. Estas dos

    caractersticas estabilidad y solvencia la

    convierten en una til herramienta que, con el

    uso del hipertexto como elemento nuclear,

    resulta ser, al menos por ahora, imprescindi-

    ble. Ahora bien, esto es la teora; pero no po-

    demos olvidar que el propio proceso de crea-

    cin y globalizacin convierten a la Red en

    algo genuino capaz de vehicular grandes lo-

    gros pero, al mismo tiempo, puede resultar un

    potencial transmisor de grandes falacias. Ello

    se debe bsicamente a su propia concepcin.

    Es decir, si comparamos el procedimiento de

    creacin de una pgina web con el de un libro,

    encontraremos multitud de similitudes, co-

    http://www.onyva.es/DICTIONNAIRES.htmhttp://www.dicorama.com/http://platea.pntic.mec.es/~cvera/ressources/recurfr15.htmhttp://platea.pntic.mec.es/~cvera/ressources/recurfr15.htmhttp://www.wordreference.com/
  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    10

    menzando ya por el propio concepto de publi-

    cacin, empleado en uno y otro caso. Los pro-

    pios pasos de creacin del libro bsqueda de

    documentacin, seleccin, redaccin son

    prcticamente idnticos a los de la publicacin

    de una pgina web, con una diferencia ms

    que notable: en el caso del libro necesitamos

    una financiacin entindase editorial o auto-

    edicin, mientras que en el caso de la publi-

    cacin de una web, la propia publicacin se

    produce de una forma mucho ms laxa y con-

    tiene algunos elementos diferentes de los que

    puede considerar el mundo editorial. La de-

    mocratizacin de los conocimientos es un fe-

    nmeno del que tenemos que congratularnos,

    pero sin que ello suponga que nuestros ojos y

    nuestros odos estn cerrados y ajenos a todo.

    Y el hecho de que cualquier persona pueda

    publicar en Internet los contenidos que le pa-

    rezcan convenientes, organizados de la forma

    que prefiera y presentados como ms le guste,

    representa un riesgo evidente para un profe-

    sional que pretenda trabajar con un material

    que le ofrezca unos estndares mnimos de

    calidad. Por ello, resulta obvio que es necesaria

    una herramienta que nos permita evaluar un

    recurso web (lexicogrfico, base de datos)

    antes de dar por vlido su uso. Esta herra-

    mienta existe, es la parrilla de evaluacin. Al

    ser de gran versatilidad, puede adaptarse a

    cualquier tipo de recurso, a condicin de que

    plantee con claridad los objetivos que persi-

    gue. Para recursos en general ya existen parri-

    llas publicadas en la Red, especialmente desti-

    nadas al anlisis de sitios de carcter pedag-

    gico5, pero en nuestro caso nos centraremos en

    5 A. lvarez (2004), ONYVA: [consulta: 6.2010].

    el anlisis de recursos lexicogrficos en lnea y,

    ms en concreto, de diccionarios.

    Una propuesta para la reflexin

    Partiendo de las consideraciones expuestas y

    avanzando en los mecanismos de anlisis, cabe

    plantearse alguna pregunta, como por ejem-

    plo, qu nivel de funcionalidad, es decir, de

    praxis sencilla, flexible y til, se le puede pedir

    a un instrumento de evaluacin de este tipo?

    No es fcil llegar a una sola respuesta. Por un

    lado, si deseamos proceder a un anlisis ex-

    haustivo, la parrilla habr de ser necesaria-

    mente compleja, lo cual redundar en perjuicio

    del tiempo, que resulta ser uno de los valores

    de referencia en lo que se refiere al uso de las

    tecnologas. Por otra parte, si lo que deseamos

    es una parrilla con suficiente flexibilidad como

    para que un profesional la considere una he-

    rramienta susceptible de incorporar a su traba-

    jo diario, ser conveniente reducir sus dimen-

    siones preservando al mismo tiempo la ido-

    neidad de contenidos, es decir, necesitaremos

    una propuesta que tenga en la agilidad y en la

    eficacia los pilares sobre los que fijar sus ci-

    mientos.

    Por ello, la propuesta debe mantener unas

    dimensiones asequibles que la doten de fun-

    cionalidad y de fcil manejo, para lo cual con-

    sideramos, en el caso que nos ocupa, la exten-

    sin de una pgina como estndar ms ade-

    cuado que contenga un conjunto de conceptos

    coherente, con suficiente capacidad demostra-

    tiva. Partiendo de estas consideraciones, la

    parrilla que proponemos, fundamentada en

    cinco bloques que agrupan veintiocho concep-

    tos, es la que se muestra en la imagen.

    http://www.onyva.es/ESPACE_ENSEIGNANTS.html#Outils%20pour%20lanalyse%20des%20ressources%20Internethttp://www.onyva.es/ESPACE_ENSEIGNANTS.html#Outils%20pour%20lanalyse%20des%20ressources%20Internethttp://www.onyva.es/ESPACE_ENSEIGNANTS.html#Outils%20pour%20lanalyse%20des%20ressources%20Internet
  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    11

    PARRILLA DE EVALUACIN: DICCIONARIOS

    Nombre

    URL

    Institucin (si procede):

    Actualizacin

    S No

    Tipo de recurso

    Dicc. monolinge Dicc. bilinge Dicc. multilinge Banco de diccionarios

    Accesibilidad

    Gratuito De pago Restringido

    Caractersticas

    S No Pasable Bien Mal

    Definiciones

    Transcripcin fontica

    Sinonimia

    Conjugacin

    Hipertexto (enlaces internos)

    Informacin morfolgica

    Campo semntico

    Entrada vocal

    Facilidad de consignas

    Contrastabilidad con fuentes de informacin

    Variantes lingsticas

    Alternativas de bsqueda

    Bsqueda fontica

    Palabra o expresin completas

    Palabras relacionadas

    Registro explcito

    Nivel de lxico Bsico

    Medio

    Elevado

  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    12

    Como se puede comprobar, consta de cinco

    cuerpos de informacin: Identificacin (Nombre,

    direccin e institucin), Tipo de recurso, Accesibili-

    dad, Caractersticas y Alternativas de bsqueda.

    El primer bloque, la Identificacin, represen-

    ta en cierto modo la imagen del diccionario,

    con unas caractersticas mnimas que, por cier-

    to, no siempre aparecen reflejadas en la prcti-

    ca, sin duda porque en Internet no parecen

    haberse aceptado los cdigos seculares del

    libro (autor, lugar y fecha de edicin, editorial,

    etc.) y con cierta frecuencia se publica sin que

    figuren unos requisitos mnimos que hagan

    cuando menos comprensible en todos sus tr-

    minos el recurso que estamos utilizando. En

    ocasiones tambin resulta complejo conocer

    quin sustenta el recurso, si se trata de una

    propuesta individual, oficial (gobiernos, ayun-

    tamientos, instituciones diversas), empresarial

    o profesional. Y, sin embargo, son informacio-

    nes relevantes para quien decide utilizar la

    informacin que se proporciona.

    En lo que respecta al Tipo de recurso y a la

    Accesibilidad, se atiende ms bien a aclaraciones

    que pueden, sobre todo, aportar elementos

    bsicos que ayuden a una toma de decisin

    rpida en funcin de lo que vayamos buscan-

    do.

    Por lo que se refiere a las Caractersticas, ca-

    be sealar que son diversas como lo es un dic-

    cionario, pero alguna de ellas merece un co-

    mentario. Por ejemplo, la presencia de enlaces

    internos que nos permitan proceder a una

    bsqueda afinada y establecer recorridos, tan-

    to semnticos como sinonmicos o de cualquier

    otro orden, es un elemento de incuestionable

    valor a la hora de evaluar nuestras fuentes de

    recursos. Un ejemplo de un uso abundante de

    este tipo de enlaces es Alexandria1 y otro de un

    uso deficiente es el DRAE2. La facilidad de

    1 [consulta: 6.2010].

    2 [consulta: 6.2010].

    consignas, es decir, la sencillez de la interfaz,

    con una pgina de inicio no abarrotada de in-

    formaciones estriles presentadas en colores

    chillones, sino solo aquellas esenciales que no

    compliquen la navegacin, es otra de las carac-

    tersticas que pueden hacer ms llevadera la

    bsqueda.

    En otro orden de cosas, la posibilidad de ac-

    ceder, partiendo del propio diccionario, a fuen-

    tes de informacin diversas, es una opcin

    nada desdeable que ya estn utilizando algu-

    nos diccionarios, aunque bsicamente suelen

    remitir a foros de traductores. Pero cabe espe-

    rar que este aspecto, que hoy plantea cierta

    novedad, vaya adquiriendo una mayor pre-

    sencia en estos recursos, al igual que hemos de

    desear lo mismo para el epgrafe Variantes lin-

    gsticas, que en el caso del espaol y del ingls

    resultan de gran trascendencia.

    Las Alternativas de bsqueda son otro ele-

    mento que con Internet adquieren una singula-

    ridad de la que carecen los diccionarios en pa-

    pel. As, en funcin de los diccionarios, se ofre-

    cen diversas posibilidades, que van desde una

    bsqueda fontica hasta un registro explcito,

    pasando por la opcin de palabras relaciona-

    das e incluso una entrada vocal. Hay dicciona-

    rios, como el Trsor de la Langue Franaise in-

    formatis3, que permiten entradas con palabras

    relacionadas para las que proponen una serie

    de opciones si un trmino est incorrectamente

    escrito. En este caso concreto, adems, su inter-

    faz permite distribuir el resultado de las bs-

    quedas por colores, en funcin de una serie de

    criterios como ejemplos, definicin, sinnimos,

    antnimos, fuente, etc., hasta un total de dieci-

    siete.

    Finalmente, sobre todo pensando en los fu-

    turos traductores, se ha incluido el epgrafe

    Nivel de lxico porque la calidad de una herra-

    mienta como un diccionario en lnea debe con-

    siderarse en todos los rdenes, y difcilmente

    3 [consulta: 6.2010].

    http://www.tv5.org/cms/chaine-francophone/outils/p-7550-Traducteur-Alexandria.htm?terme=&sl=fr&tl=eshttp://www.tv5.org/cms/chaine-francophone/outils/p-7550-Traducteur-Alexandria.htm?terme=&sl=fr&tl=eshttp://www.rae.es/http://atilf.atilf.fr/tlf.htm
  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    13

    puede entenderse un recurso que no rena

    unos estndares mnimos en ese sentido.

    Conclusin

    En el estado actual de conocimientos en lo que

    se refiere a los recursos en Internet, resulta

    imprescindible disponer de herramientas ca-

    paces de ofrecer elementos que posibiliten su

    anlisis. La necesidad viene provocada tanto

    por el nmero de ellos, que se multiplica

    diariamente, como por su variedad. Es nece-

    sario, por tanto, imponer a los recursos con los

    que se trabaja en lnea unos estndares de cali-

    dad de los que muchos de ellos carecen ahora

    mismo. En ese sentido, la parrilla de anlisis

    representa una aportacin enormemente til

    ya que, si est bien elaborada, puede contribuir

    a proporcionar una informacin que permita

    distinguir los recursos tiles de aquellos que

    no lo son.

    En nuestra propuesta se han seleccionado

    los conceptos considerados en cada caso como

    ms relevantes, pero una de las ventajas de la

    parrilla de evaluacin es que no es nica y, por

    tanto, cada usuario podr adaptarla a sus ne-

    cesidades incluyendo o suprimiendo concep-

    tos que, por la razn que sea, no considere

    indispensables.

    Apuntes bibliogrficos

    LVAREZ LVAREZ, A. (2009), Nuevas Tecnologas

    para la clase de Francs Lengua Extranjera: Teora y

    prctica, Quiasmo Editorial, Madrid.

    LVAREZ LVAREZ, A. (2006), Modelos de anlisis

    para un recurso en lnea: necesidad y tipologas

    de las parrillas de evaluacin en dille, Revista

    de estudios franceses, Asociacin de Profesores de

    Francs de la Universidad Espaola.

    GELP, C. (1999), Diccionarios del espaol en Internet:

    [consulta: 6.2010].

    MORENO SANDOVAL, A. (2000), Criterios para la

    evaluacin de obras lexicogrficas en Actas del

    IV Congreso de Lingstica General, Cdiz, 3-6 de

    abril de 2000.

    PERROT, T. (2001), Grille d'valuation d'un site

    internet pdagogique:

    [consulta: 6.2010].

    SUSO LPEZ, J. (2001), Grille d'analyse des manuels

    / ensembles pdagogiques de FLE:

    [consulta: 6.2010].

    TOME, M., (ND) Grille d'analyse d'un site F.L.E.

    pdagogique:

    [consulta: 6.2010].

    Sistema Armonizado de Designacin y Codificacin de Mercancas (II) MARIO VERGARA

    Asociacin Latinoamericana de Integracin (ALADI)

    [email protected]

    l Sistema Armonizado de Designacin y

    Codificacin de Mercancas, o simple-

    mente Sistema Armonizado (SA), es un m-

    todo internacional de clasificacin de mer-

    cancas, creado por la Organizacin Mundial

    de Aduanas (OMA), que se basa en una es-

    tructura de cdigos y respectivas descripcio-

    nes. Dicho Sistema ha sido creado para pro-

    mover el comercio internacional, mejorar la

    recoleccin, comparacin y anlisis de esta-

    E

    http://www.ub.edu/geocrit/b3w-189.htmhttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#TPerrothttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#TPerrothttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#JavierSusohttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#JavierSusohttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#grilleuniLeonhttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#grilleuniLeonmailto:[email protected]
  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    14

    dsticas; as como para facilitar las negocia-

    ciones de comercio y la elaboracin de aran-

    celes. Los cdigos del SA permiten dar cuen-

    ta de las especificidades de las mercancas, en

    cuanto a origen, materia constitutiva y apli-

    cacin. La OMA se encarga de su manteni-

    miento y actualizacin mediante enmiendas

    y transposiciones, a fin de reflejar los desa-

    rrollos tecnolgicos y cambios en el comer-

    cio.

    A continuacin ofrecemos una lista en in-

    gls, espaol y portugus de trminos referi-

    dos al Sistema Armonizado, que complemen-

    tan el glosario presentado en puntoycoma

    n 115, pp. 4-7, y Language Update / LActualit

    langagire, vol. 6/3, pp. 43-44. La terminologa

    de la columna PT respeta la ortografa brasi-

    lea.

    EN ES PT

    Agreement on the Central

    American Tariff and Customs

    Regime

    Convenio sobre el Rgimen

    Arancelario y Aduanero

    Centroamericano

    Convnio sobre o Regime

    Tarifrio e Aduaneiro

    Centro-Americano

    Brussels Tariff Nomenclature Nomenclatura Arancelaria de

    Bruselas

    Nomenclatura Aduaneira de

    Bruxelas

    CARICOMs Common External

    Tariff

    Arancel Externo Comn de

    CARICOM

    Tarifa Externa Comum da

    CARICOM

    Central American Tariff

    Schedule

    Arancel Centroamericano de

    Importacin

    Tarifa Centro-Americana de

    Importao

    Central American Tariff and

    Customs Council

    Consejo Arancelario y

    Aduanero Centroamericano

    Conselho Tarifrio e Aduaneiro

    Centro-Americano

    Central American Tariff System Sistema Arancelario

    Centroamericano (SAC)

    Sistema Tarifrio Centro-

    Americano

    Chilean Customs Tariff Arancel Aduanero Chileno Tarifa Aduaneira Chilena

    Classification by Broad

    Economic Categories

    Clasificacin por Grandes

    Categoras Econmicas

    Classificao por Grandes

    Categorias Econmicas

    Common Andean

    Nomenclature

    Nomenclatura Comn Andina Nomenclatura Comum Andina

    Common Customs Tariff Arancel Aduanero Comn Tarifa Aduaneira Comum

    Customs Cooperation Council Consejo de Cooperacin

    Aduanera

    Conselho de Cooperao

    Aduaneira

    Customs Cooperation Council

    Nomenclature (CCCN)

    Nomenclatura del Consejo de

    Cooperacin Aduanera

    (NCCA)

    Nomenclatura do Conselho de

    Cooperao Aduaneira

    (NCCA)

    General Interpretative Rules

    (GIRs)

    Reglas Generales

    Interpretativas (RGI)

    Regras Gerais Interpretativas

    (RGIs)

    General Rules for the Interpre-

    tation of the Harmonized

    System

    Reglas Generales para la Inter-

    pretacin del Sistema

    Armonizado

    Regras Gerais para a

    Interpretao do Sistema

    Harmonizado

    General Complementary Rule Regla General Complementaria Regra Geral Complementar

    Geneva Nomenclature Nomenclatura de Ginebra Nomenclatura de Genebra

    Harmonized System Codes Cdigos del Sistema Cdigos do Sistema

  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    15

    EN ES PT

    Armonizado Harmonizado

    Harmonized System of

    Customs Classification

    Sistema Armonizado de

    Clasificacin Aduanera

    Sistema Harmonizado de

    Classificao Aduaneira

    Harmonized System of Goods

    Classifications (SACLAP)

    Sistema Armonizado de

    Clasificacin de Productos

    (SACLAP)

    Sistema Harmonizado de

    Classificao de Produtos

    (SACLAP)

    International Non-proprietary

    Name (INN)

    Denominacin Comn

    Internacional (DCI)

    Denominao Comum

    Internacional (DCI)

    Multilateral Agreement on

    Cooperation and Mutual

    Assistance among the National

    Directorates of Customs of

    Latin America, Spain and

    Portugal (COMALEP)

    Convenio Multilateral sobre

    Cooperacin y Asistencia

    Mutua entre las Direcciones

    Nacionales de Aduanas de

    Amrica Latina, Espaa y

    Portugal (COMALEP)

    Convnio Multilateral sobre

    Cooperao e Assistncia

    Mtua entre as Direes

    Nacionais de Alfndegas da

    Amrica Latina, Espanha e

    Portugal (COMALEP)

    Nomenclature for the

    Classification of Goods in

    Customs Tariffs

    Nomenclatura para la

    Clasificacin de Mercancas en

    los Aranceles Aduaneros

    Nomenclatura para

    Classificao das Mercadorias

    nas Tarifas Aduaneiras

    regional nomenclature nomenclatura regional nomenclatura regional

    regional subheading subpartida regional subposio regional

    residual subheading subpartida residual subposio residual

    Sole Spanish Version of the

    Harmonized System (VUESA)

    Versin nica en Espaol del

    Sistema Armonizado (VUESA)

    Verso nica em Espanhol do

    Sistema Harmonizado

    (VUESH)

    Sole Spanish Version of the

    Harmonized System

    Explanatory Notes

    Versin nica en Espaol de

    las Notas Explicativas del

    Sistema Armonizado

    (VUENESA)

    Verso nica em Espanhol das

    Notas Explicativas do Sistema

    Harmonizado

    sub-item subtem subitem

    tariff arancel pauta (Portugal), tarifa (Brasil)

    tariff item, item fraccin arancelaria, fraccin,

    tem arancelario, tem, inciso

    arancelario

    item tarifrio, item

    tariff subheading, subheading subpartida arancelaria subposio tarifria,

    subposio

    Uniform Central American

    Tariff Nomenclature (NAUCA)

    Nomenclatura Arancelaria

    Uniforme Centroamericana

    (NAUCA)

    Nomenclatura Uniforme

    Tarifria Centro-Americana

    (NAUCA)

    United Nations Standard

    Products and Services Code

    Cdigo estndar de productos

    y servicios de las Naciones

    Unidas

    Cdigo padro de produtos e

    servios das Naes Unidas

  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    16

    Bibliografa

    Banco Interamericano de Desarrollo (2010):

    .

    Braziltradenet (2010):

    .

    Convenio Multilateral sobre Cooperacin y Asis-

    tencia Mutua entre las Direcciones Nacionales

    de Aduanas de Amrica Latina, Espaa y Por-

    tugal COMALEP (2010):

    .

    Direco-Geral das Alfndegas e dos Impostos

    Especiais sobre o Consumo (2010):

    .

    International Customs Tariffs Bureau (2010):

    .

    Internacional Trade Centre UNCTAD/WTO

    (2010): .

    Ministerio de Comercio, Industria y Turismo,

    Colombia (2010): .

    Oficina Internacional de Aranceles de Aduanas

    (2010): .

    Oficina Nacional de Estadsticas, Cuba (2010):

    .

    Receita Federal Ministrio da Fazenda (2010):

    .

    SIECA (2010): .

    Sistema de consulta a la Legislacin Aduanera

    Mexicana (2010): .

    Statistics Canada (2010): .

    United Nations Statistics Division (2010):

    .

    World Customs Organization (2010):

    .

    Traduciendo para los refugiados: el servicio de traducciones de la

    Comisin Espaola de Ayuda al Refugiado (CEAR) CARMEN LAS HERAS NAVARRO

    CEAR, Servicio de traduccin e interpretacin

    [email protected]

    Los orgenes de la CEAR1

    a CEAR es una organizacin no guberna-

    mental que comenz su andadura en 1979.

    Desde sus orgenes, la estructura de la organi-

    zacin estuvo constituida por diversas organi-

    zaciones de derechos humanos, centrales sin-

    dicales, entidades religiosas, partidos polticos,

    personalidades destacadas por la defensa de

    los derechos humanos, voluntarios y trabaja-

    dores remunerados.

    1 Frontera Cero, publicacin trimestral de la CEAR, 7

    (primavera 2009), especial 30 Aos de CEAR.

    Una de las primeras intervenciones de la

    CEAR en la acogida de refugiados se produjo

    ese mismo ao, en el que, a peticin del

    ACNUR, el gobierno acept acoger a 1 000

    refugiados vietnamitas y laosianos que fueron

    el primer grupo de refugiados de cuota recibi-

    dos por un gobierno democrtico en Espaa.

    Poco tiempo despus, en 1984, tuvo lugar la

    aprobacin de la primera Ley de Asilo en Es-

    paa.

    En sus inicios, la CEAR estaba constituida

    por voluntarios, muchos de los cuales, a su

    vez, haban sido refugiados. En aquellos pri-

    meros aos, la mayora de los solicitantes de

    L

    http://www.iadb.org/http://www.braziltradenet.gov.br/http://www.comalep.org/http://www.dgaiec.min-financas.pt/http://www.bitd.org/http://www.macmap.org/http://www.mincomercio.gov.co/http://www.bitd.org/http://www.one.cu/http://www.receita.fazenda.gov.br/http://www.sieca.org.gt/http://www.legam.com.mx/http://www.statcan.gc.ca/http://unstats.un.org/http://www.wcoomd.org/mailto:[email protected]
  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    17

    asilo procedan de pases sudamericanos y del

    este de Europa.

    Actualmente tiene como objetivo propor-

    cionar asistencia jurdica, social y laboral a

    personas solicitantes de proteccin internacio-

    nal, refugiados, aptridas e inmigrantes vulne-

    rables. Tambin ha destacado en su trabajo por

    sensibilizar y denunciar las violaciones de los

    derechos humanos y del derecho de asilo.

    Presta esta atencin desde una perspectiva que

    pretende un desarrollo humano integral de las

    personas con las que trabaja, promoviendo la

    participacin de las personas implicadas, in-

    tentando que los usuarios sean sujetos activos.

    Su actividad est dividida en seis reas: jurdi-

    ca, social, formacin y empleo, comunicacin,

    estudios y movimientos sociales e internacio-

    nal.

    El servicio de traduccin e interpretacin

    El servicio de traduccin e interpretacin y su

    equipo de voluntarios es uno de los servicios

    ms antiguos de la CEAR. Al principio fueron,

    sobre todo, los propios refugiados que iban

    aprendiendo espaol los que ayudaban, de

    manera voluntaria, a los solicitantes que aca-

    baban de llegar. A partir del ao 1990 y 1992 el

    servicio se organiza de forma ms sistemtica

    y profesional. En aquel momento se cre, casi

    exclusivamente, para prestar apoyo al servicio

    jurdico, pero actualmente su finalidad es, por

    una parte, garantizar la traduccin de los do-

    cumentos que los solicitantes de asilo, refugia-

    dos o desplazados, presentan a la Oficina de

    Asilo y Refugio (OAR), a las distintas adminis-

    traciones pblicas y a sus abogados, as como

    la traduccin de los documentos ms impor-

    tantes que las personas inmigrantes necesitan

    para su integracin social y laboral. En segun-

    do lugar, facilitar los servicios de interpreta-

    cin necesarios ante su primera relacin con

    los servicios bsicos de la comunidad, en espe-

    cial sanitarios, legales, documentales y educa-

    tivos.

    La documentacin que traducimos podra

    dividirse en dos grupos. Aquella que est rela-

    cionada de forma directa con los usuarios,

    compuesta principalmente por documentos

    oficiales (pasaporte, certificados, carnets, do-

    cumentacin acadmica, documentacin m-

    dica, etc.) y todos aquellos documentos que

    pueden apoyar la solicitud de asilo, es decir,

    alegaciones y documentos de prueba (infor-

    mes, artculos periodsticos, amenazas, senten-

    cias, documentos policiales, etc.), que constitu-

    yen el volumen principal. En ocasiones, tam-

    bin se traducen informes y estudios especiali-

    zados, as como materiales para los usuarios.

    Actuamos como intrpretes para facilitar la

    comunicacin en las entrevistas realizadas con

    los abogados, trabajadores sociales, psiclogos

    y, en algunos casos, ofrecemos acompaamien-

    to a consultas mdicas.

    Trabajamos aproximadamente con unos

    veinticinco idiomas, aunque el nmero vara

    dependiendo de la demanda, que est estre-

    chamente ligada al lugar de procedencia de los

    usuarios y en la que podemos ver reflejado un

    mapa de los conflictos que surgen o se avivan.

    En la mayora de las traducciones la lengua a

    la que se traduce es el espaol, salvo en aque-

    llos casos en los que se traducen informes, que

    casi siempre se traducen al ingls. Los idiomas

    ms utilizados son el francs, el rabe y el in-

    gls. Muchos de los documentos en francs

    pertenecen a usuarios procedentes de pases

    africanos francfonos (Costa de Marfil, Came-

    rn, Repblica del Congo, Guinea Conakry y

    Senegal) y pases del Magreb (Marruecos, Ar-

    gelia, Mauritania). Otra parte muy importante

    de la documentacin son los documentos en

    rabe procedentes del Magreb y de Oriente

    Medio (Iraq, Siria y Palestina principalmente

    con dos grupos de solicitantes constituidos por

    palestinos y kurdos residentes en pases ra-

    bes) y los documentos en ingls procedentes

    de algunos pases africanos, principalmente

    Nigeria, as como de algunos pases rabes y

    asiticos. ltimamente la demanda de traduc-

  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    18

    cin e interpretacin del persa aumenta cons-

    tantemente por los ltimos acontecimientos en

    Irn. Adems de estos idiomas ms habituales,

    son frecuentes tambin las solicitudes en idio-

    mas menos comunes como el amrico, tigria,

    georgiano, azer, bengal, urdu, tamil, dari,

    somal, peul, turco o ruso.

    El equipo de traductores

    Toda esta labor descansa sobre un gran equipo

    formado principalmente por voluntarios, lo

    que constituye uno de los rasgos de identidad

    de este servicio. Algunos de sus miembros han

    mantenido su labor desde los inicios de la or-

    ganizacin. Una gran parte son traductores e

    intrpretes profesionales que dedican de forma

    altruista su tiempo y sus conocimientos a favor

    de la defensa del derecho de asilo y de los de-

    rechos humanos. Algunos compaeros llega-

    ron como refugiados y han decidido ayudar a

    aquellos que se encuentran en la misma situa-

    cin que ellos vivieron. Contamos con un

    equipo en el que se mezclan edades, idiomas,

    pases de origen y trayectorias vitales muy

    diferentes, pero hay un rasgo comn que com-

    parte todo el equipo y es su compromiso con

    los refugiados e inmigrantes y con la sociedad,

    lo que se traduce en un nivel de profesionali-

    dad y responsabilidad que se desprende del

    hecho de que conocen la finalidad de su traba-

    jo y la importancia que puede tener en la vida

    de los usuarios. En algunos casos, el que sean

    los propios refugiados los que han podido co-

    laborar en el equipo les permite ser tiles, en

    consonancia con la coherencia de la organiza-

    cin, ya que a raz de su inters en este campo,

    finalmente pueden encontrar un futuro profe-

    sional. Todo esto es posible gracias a un minu-

    cioso proceso de seleccin y formacin que

    propicia la profesionalizacin del voluntariado

    como forma de participacin de la sociedad

    civil.

    Uno de los pilares fundamentales para pres-

    tar este servicio de la forma ms profesional y

    eficaz es mantener, en la medida de lo posible,

    la asiduidad del equipo, tanto con respecto a

    los voluntarios, como a los colaboradores, ya

    que la prctica y la identificacin con los obje-

    tivos, as como una relacin fluida que permite

    conocer los procesos y las necesidades de los

    tcnicos y detectar las deficiencias o las posi-

    bles dudas a la hora de realizar el trabajo,

    permiten mejorar cada da la atencin que

    prestamos. Teniendo en cuenta nuestro objeti-

    vo, es muy importante conocer las caractersti-

    cas de cada miembro del equipo, para poder

    distribuir el trabajo de la forma ms adecuada,

    facilitar la informacin necesaria para que

    puedan contextualizar su labor y fomentar la

    participacin.

    Dificultades de traducir e interpretar para

    los refugiados

    Para entender mejor la labor que desarrolla la

    CEAR y, en concreto, este servicio de traduc-

    ciones, es importante partir de la definicin de

    persona refugiada recogida principalmente

    en el artculo 1.A.2) de la Convencin sobre el

    Estatuto de los Refugiados de 28 de julio de

    1951, y en el Protocolo sobre el Estatuto de los

    Refugiados de 31 de enero de 1967, que esta-

    blece que persona refugiada es aquella que,

    debido a fundados temores de ser persegui-

    da por motivos de raza, religin, nacionali-

    dad, pertenencia a determinado grupo social

    u opiniones polticas, se encuentre fuera del

    pas de su nacionalidad y no pueda o, a cau-

    sa de dichos temores, no quiera acogerse a la

    proteccin de tal pas; o que, careciendo de

    nacionalidad y hallndose, a consecuencia de

    tales acontecimientos, fuera del pas donde

    antes tuviera su residencia habitual, no pue-

    da o, a causa de dichos temores, no quiera

    regresar a l.

    En cualquier servicio de traduccin e inter-

    pretacin, para poder actuar dentro del marco

    de una buena prctica, es imprescindible que

    los traductores e intrpretes renan una serie

    de competencias mnimas, como son un cono-

    cimiento adecuado de los idiomas, fidelidad a

    la traduccin o interpretacin, profesionalidad,

  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    19

    confidencialidad, neutralidad, respeto y, siem-

    pre que sea posible, formacin especfica en los

    temas en los que se centra su trabajo.

    En nuestro caso habra que aadir que

    nuestros traductores tienen que manejar ter-

    minologa muy diversa, dada la gran variedad

    de documentos que manejamos: textos mdi-

    cos, administrativos, jurdicos, periodsticos,

    etc. Junto a la variedad temtica de los docu-

    mentos, hay que sealar que proceden de di-

    versas partes del mundo, lo que en ocasiones

    exige, aparte de los conocimientos lingsticos

    adecuados, conocimientos culturales que per-

    mitan comprender nociones jurdicas no exis-

    tentes en nuestro pas, diferentes sistemas

    educativos, estructuras sociales o familiares,

    etc. En muchos casos, a esto hay que aadir el

    estado en el que se encuentran los documentos

    tras haber atravesado medio mundo en el bol-

    sillo de su titular y de los que, por el perfil de

    nuestros usuarios, les resulta imposible obte-

    ner un nuevo documento o un duplicado.

    Otra de las grandes dificultades a las que

    nos enfrentamos son las alegaciones manuscri-

    tas en las que los solicitantes de asilo cuentan

    los motivos por los que han tenido que huir y

    el recorrido que han realizado hasta llegar a

    Espaa. Nada ms empezar, encontramos el

    primer obstculo, la escasa legibilidad de al-

    gunos de estos textos, lo que nos lleva a tener

    que descifrarlos antes de poder simplemente

    leerlos. Por otra parte, los textos resultan en

    ocasiones incomprensibles por las circunstan-

    cias que rodean a sus autores (desconocimien-

    to de la lengua escrita, bajo nivel cultural, es-

    tado de nerviosismo y confusin al recordar lo

    ocurrido, etc.). En definitiva, para hacernos

    una idea, deberamos poder meternos en la

    piel de quien ha llegado a Espaa, teniendo

    que huir, dejndolo todo atrs, recorriendo en

    ocasiones varios pases, y se ve obligado a con-

    tar su historia por escrito de la forma lo ms

    detallada posible. Por dnde empezaramos?

    Si leemos atentamente la definicin de

    persona refugiada, la palabra en torno a la

    que gira dicha definicin es temor. Este con-

    cepto define una diferencia fundamental entre

    asilo e inmigracin. Un refugiado no pue-

    de regresar a su pas porque corre el riesgo de

    perder su vida y, en la mayora de los casos, no

    decide dejar su pas para mejorar su situacin

    y ni siquiera elige el pas al que se dirige.

    Adems, hay muchos refugiados que se sien-

    ten culpables por haber abandonado la lucha y

    piensan que podan haber hecho algo ms.

    Muchos de ellos incluso planean volver, en

    cuanto les sea posible o hayan terminado de

    formarse en Espaa, para mejorar sus pases.

    Esta caracterstica marca tanto las circunstan-

    cias en las que llegan a nuestro pas, como las

    carencias que tienen que afrontar. Tambin se

    refleja en la labor que realizan los traductores e

    intrpretes que trabajan con solicitantes de

    asilo. Para empezar, el recelo, la desconfianza

    y el temor que experimentan, unidos a la nece-

    sidad de rememorar los sucesos que les han

    obligado a huir, sitan al intrprete ante histo-

    rias a veces muy duras, narradas por personas

    cuyo estado psicolgico puede estar alterado y

    de las que es necesario ganar la confianza, ya

    que a una situacin difcil, como es explicar

    datos muy ntimos a un desconocido, se suma

    la necesidad de que est presente una tercera

    persona. Este tipo de interpretaciones requiere

    mantener un complicado equilibrio entre la

    empata y el distanciamiento mnimo para

    poder mantener una actitud profesional. Este

    equilibrio resulta todava ms complicado en

    el caso de los idiomas menos habituales, que

    solo conoce un nmero bastante limitado de

    hablantes, procedente de una misma zona, lo

    que puede aumentar la desconfianza del usua-

    rio y la implicacin del intrprete. En el caso

    del refugiado, el riesgo que puede derivarse de

    que se conozca su historia o su paradero puede

    ser real para l o para la familia que todava se

    encuentra en el pas de procedencia. Todo esto

    incrementa la necesidad de contar con un

    equipo que ofrezca las garantas necesarias y

    permita, siempre que sea posible, que el usua-

    rio pueda ser asistido por el mismo intrprete

  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    20

    a lo largo del proceso. Estas necesidades son

    extremas cuando nos encontramos ante casos

    de violaciones y todo tipo de persecuciones

    por motivo de gnero, en los que el relato de

    los hechos puede resultar especialmente deli-

    cado2.

    A estas dificultades hay que aadir la impo-

    sibilidad para planificar el volumen de trabajo,

    la demanda de idiomas o las situaciones ur-

    gentes. Todos estos obstculos solo pueden

    superarse gracias a la dedicacin y compromi-

    so del equipo.

    Por qu es necesario nuestro trabajo?

    La traduccin y la interpretacin resultan im-

    prescindibles tanto para los inmigrantes como

    para los refugiados no hispanohablantes y, en

    algunas circunstancias, son un derecho reco-

    nocido legalmente, como en el caso de los soli-

    citantes de asilo que tienen derecho a asisten-

    cia letrada e intrprete para la formalizacin

    de su solicitud. En el terreno administrativo,

    les permiten realizar los trmites necesarios

    para poder integrarse en Espaa como ciuda-

    danos de pleno derecho y conocer la informa-

    cin que posibilita que puedan ejercer sus de-

    rechos y cumplir con sus deberes. Pero tam-

    bin hace posible que se conozcan sus histo-

    rias, los abusos y violaciones de los derechos

    humanos a los que han sido sometidos, tanto

    en sus pases como a manos de los traficantes

    de seres humanos, y que recuperen parte de su

    identidad, al poder identificarse o convalidar

    sus estudios, ya que, en definitiva, los pocos

    documentos que hayan podido conservar re-

    construyen su vida y su identidad, como las

    2 CEAR/CIR/FTDA (2010), Exchange for change. Gua para

    la proteccin internacional de las personas perseguidas por motivos de gnero.

    piezas de un rompecabezas. Para los inmigran-

    tes y refugiados que llegan a Espaa sin cono-

    cer el idioma, el intrprete se convierte en su

    voz y sus odos y, a veces, su nica posibilidad

    de comunicarse con los dems, por lo que la

    confianza en la exactitud del mensaje transmi-

    tido debe ser absoluta. Para personas adultas,

    acostumbradas a gestionar por s mismas sus

    vidas, la frustracin al no poder comunicarse

    directamente puede ser similar a la que siente

    un nio y, de hecho, dada la mayor facilidad

    con la que los nios aprenden los idiomas, en

    muchos casos, estos terminan haciendo de in-

    trpretes improvisados para sus padres, invir-

    tindose los papeles, con la carga de responsa-

    bilidad que esto supone para los nios. Indu-

    dablemente, el aprendizaje de la lengua es

    fundamental, pero puede resultar muy com-

    plicado debido a la edad, el nivel cultural, las

    preocupaciones o la falta de tiempo.

    En especial, en el campo del asilo, teniendo

    en cuenta la situacin actual3, caracterizada

    por la invisibilidad del asilo, el refuerzo de las

    fronteras europeas, la priorizacin de las me-

    didas policiales y la obstaculizacin del acceso

    a la proteccin internacional, es muy impor-

    tante que las instituciones tomen conciencia de

    la importancia de estos servicios.

    No es lgico que un pas como Espaa, cu-

    ya historia se ha visto marcada en repetidas

    ocasiones por la persecucin, el exilio y la emi-

    gracin (primero fueron los judos, despus los

    moriscos y ms recientemente los republicanos

    y las oleadas de emigrantes en los aos sesen-

    ta), d la espalda a los refugiados, ya que, por

    desgracia, cambian las nacionalidades y la

    forma de persecucin, pero no la necesidad de

    proteccin.

    3 Informe Anual de la CEAR.

  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    21

    BUZN

    Consideraciones sobre la expresin cloud computing y el argot

    informtico FERNANDO ARRIBAS UGUET

    Arquitecto en Cloud Computing, IBM

    [email protected]

    cepto encantado la invitacin hecha por

    Luis Gonzlez en uno de los ltimos n-

    meros de puntoycoma a los especialistas en in-

    formtica para que aportemos nuestra opinin

    acerca de la mejor traduccin de la expresin

    cloud computing.

    Creo que con la expresin cloud computing

    hemos llegado a una de las peores elecciones

    lingsticas, producto tanto del vrtigo en el

    desarrollo tecnolgico como del afn indisimu-

    lado de utilizar trminos ms o menos llamati-

    vos y nuevos con el propsito, no de denomi-

    nar e indicar un producto o una idea, sino de

    llamar la atencin y causar ciertas expectativas

    e inquietud para, sencillamente, generar nego-

    cio, vender, ganar dinero: el abuso de la lexica-

    lizacin mal fundamentada.

    Apenas hay actividad humana, ni entre las

    ms cientficas, que est exenta en mayor o

    menor grado de irracionalidad. A poco que

    uno observe durante unos pocos aos el mun-

    do de la informtica podr apreciar, junto a los

    indudables avances tecnolgicos y conceptua-

    les, esta dosis de irracionalidad: se abandonan

    estndares y arquitecturas por otras peores y

    ms inseguras, se generan modas efmeras de

    manera artificial, triunfa entre el pblico el

    peor ordenador personal o no cuaja el mejor

    sistema operativo, etc. En mi opinin, la causa

    reside en el hecho de que buena parte del

    desarrollo de la informtica, el que repercute

    en mayor nmero de personas, no reposa en el

    mundo acadmico (demasiado lento para ge-

    neralizar sus creaciones), sino en el empresa-

    rial. Y el objetivo principal de las empresas

    consiste en ganar dinero (para sus accionistas y

    ejecutivos), no en el avance conceptual y tecno-

    lgico de una disciplina. Si a esto se le aade la

    alta competencia entre las empresas del sector,

    la rpida creacin, destruccin (recurdense

    las empresas denominadas punto com

    otra aberracin de expresin de hace unos

    diez aos, por ejemplo), absorcin y fusin de

    muchas de ellas (y sus tecnologas correspon-

    dientes) y el inexistente celo que los especialis-

    tas informticos ponemos en el uso del idioma

    propio (tanto del ingls como del castellano)

    para denominar los productos de esta indus-

    tria, se comprender que, no ya en la traduc-

    cin, sino en el original, muchas expresiones

    resultan desafortunadas, poco acertadas y, en

    mi opinin, injustificables: hasta ahora cloud

    computing es de las peores entre ellas.

    La nica explicacin que se me ocurre a la

    eleccin del trmino cloud reside en el hecho de

    que comnmente los especialistas informticos

    en nuestras ilustraciones y diagramas hemos

    dibujado una nube para representar la nocin

    de red y evitar detallar su topologa, protoco-

    los, etc., o sea, para simplificar; resulta cmodo

    y seguimos hacindolo desde mucho antes de

    que internet existiera para uso civil. As pues,

    y dadas las razones anteriormente citadas,

    sobre todo el prcticamente inexistente empe-

    o por parte de las empresas del sector en mi-

    mar el idioma, por qu no emplear el trmino

    cloud para designar una arquitectura donde la

    red constituye un componente esencial en vez

    de disear una expresin nueva y ejercer un

    poquito la creatividad? Si se hubiera hecho,

    A

    mailto:[email protected]
  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    22

    hasta podra ser igual de rentable econmica-

    mente (llamara igual la atencin a sus posibles

    compradores). Peor an, la expresin cloud

    computing se ha ido extendiendo sin que nadie

    haya llegado a ningn consenso sobre su con-

    tenido. Por eso parece que hemos llegado al

    colmo en el mal uso del idioma con cloud com-

    puting: creamos una expresin sin dotarla de

    suficiente significado.

    No hace mucho represent a mi empresa en

    unas jornadas organizadas por la International

    Data Corporation (IDC) en Lisboa en torno a

    cloud computing: indicio de lo afirmado en el

    anterior prrafo fue el hecho de que prctica-

    mente todos los ponentes empezamos por re-

    conocer en nuestras intervenciones el que no

    se supiera bien lo que significa la expresin.

    Ahora bien, s existe un relativo acuerdo sobre

    lo que evoca o caracteriza a cloud computing, y

    con ello ya abandono mis consideraciones so-

    bre la frivolidad lingstica del sector inform-

    tico para procurar dar pistas sobre lo que la

    mencionada expresin puede llegar a denotar.

    1. Desde el punto de vista del usuario final de

    la tecnologa cloud computing, bien sea dada

    por una entidad externa o por la propia en

    la que el usuario desarrolla sus actividades

    (distincin recogida en la dualidad public

    cloud frente a private cloud), este no ver (casi)

    nada instalado en su infraestructura (en su

    ordenador, por ejemplo) cuando solicita el

    servicio ofrecido por esa entidad.

    A modo de ejemplo sencillo, considrese

    un editor de textos o cualquier paquete

    ofimtico: la mayora de los usuarios tienen

    uno instalado en su ordenador; muchas

    empresas y organismos los instalan y actua-

    lizan en todos los ordenadores de sus em-

    pleados. Cuando se preste este servicio me-

    diante cloud, el usuario lo utilizar sin nece-

    sidad de instalarse nada, acceder a l, por

    ejemplo, mediante un navegador para in-

    ternet.

    Lo mismo se puede aplicar para cualquier

    otro software, para los sistemas operativos o

    para el almacenamiento; todo se sirve, no

    se instala en hardware del usuario solicitante

    del servicio. A ello hay que aadir el matiz

    de rapidez (o eso es a lo que aspiran quie-

    nes venden las tecnologas y servicios rela-

    cionados) en la obtencin del servicio.

    2. Desde el punto de vista de quien brinda

    servicios basados en tecnologa cloud, aque-

    llos deben estar virtualizados para as opti-

    mizar la infraestructura subyacente y redu-

    cir o eliminar la compra del hardware que

    cada usuario precisara si en vez de un ser-

    vicio fuera un producto lo que demandara

    (uno de los argumentos econmicos subya-

    centes) y ser susceptibles de automatizarse

    para cumplir con el supuesto de la rapidez

    esperada.

    Para lo que aqu nos atae, creo que basta

    con indicar que con virtualizacin se alu-

    de a un elemento en informtica (un siste-

    ma operativo, un disco, un producto de

    software) que funciona prcticamente igual

    que otro no virtualizado (fsico, real), pero

    que no se conecta o ejecuta sobre el hardware

    para el que pudo estar originalmente pen-

    sado, sino a un componente (habitualmente

    llamado hipervisor) que lo independiza

    del hardware y permite su ejecucin mltiple

    para, posiblemente, dar servicio a usuarios

    distintos. As, varios sistemas operativos

    virtuales se ejecutan en paralelo y de mane-

    ra independiente sobre el mismo hardware.

    Aqu tambin hay que aadir un matiz: el

    servicio cloud suele caducar, tiene un perio-

    do de vigencia y, cuando termina, se retira

    automticamente la infraestructura asigna-

    da para as quedar disponible para otros so-

    licitantes de los servicios.

    Todo este planteamiento no hace uso de

    ninguna tecnologa o arquitectura verdadera-

    mente nueva creada ex profeso, realmente reuti-

    liza la que ya exista. Es ms: todo ello ya exis-

    ta antes de que la expresin cloud computing se

    colara en nuestro argot. Qu poco pintan en

    todo esto las nubes!

  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    23

    Ni siquiera en el sentido ms amplio del

    concepto 'nube' veo justificacin verdadera

    para su aplicacin en este contexto. Eso s,

    suena nuevo, emergente, ningn director de

    cualquier centro de proceso de datos o ningn

    tcnico podr ignorar, dentro de un orden,

    ninguna tecnologa nueva que afecte a su ma-

    nera de trabajar (a riesgo de que se pueda con-

    siderar que no est informado). Los consulto-

    res realizarn estudios sobre los planes a corto

    y largo plazo que los directores de los centros

    de clculo tengan al respecto; se ofrecern ser-

    vicios de asesora, formacin, instalacin, etc.

    Tendremos la necesidad de traducirlo.

    Ahora bien, temo que no haya nada que ha-

    cer (al menos en el mundo de la traduccin no

    institucional): como tantas veces llevo visto

    durante los ms de veinticinco aos que ejerzo

    la traduccin, los especialistas castellano-

    hablantes incorporarn la palabra nube sin

    el menor escrpulo en su discurso hablado o

    escrito y, salvo a minoras estadsticamente

    despreciables, a nadie le importar. Si bien el

    artculo aparecido el da 14 de enero en El Pas

    ya me contradice (mencionado en el artculo

    original de puntoycoma), lo que no creo que

    incorporen los hablantes espaoles es el tr-

    mino computacin con el que generalmente

    se alude (en Espaa) a la capacidad de clculo

    y no a las prestaciones de una arquitectura

    como a la que acabo de referirme.

    No obstante, se me ocurren algunas alterna-

    tivas, prcticamente todas condenadas al fra-

    caso:

    servicios virtuales bajo demanda (del

    trmino demanda ya se ha abusado

    mucho en el sector durante los ltimos

    aos: los fabricantes de productos cloud

    no lo querrn utilizar, no denotara no-

    vedad tecnolgica),

    virtualizacin a la carta,

    virtualizacin transparente,

    virtualizacin de quita y pon (quin se

    atrevera con una expresin tan castiza?

    Son las que ms me gustan y nadie acep-

    ta; aqu va otra que solo utilizo en la in-

    timidad: correveidile para traducir

    broker).

    Lo que cuesta introducir la traduccin de

    una expresin que no incluya de manera expl-

    cita el trmino clave del original (en nuestro

    caso nube)! Y me refiero sobre todo a la re-

    sistencia ofrecida por los especialistas que tra-

    bajamos en el sector, el grupo ms numeroso

    de usuarios de la jerga aqu discutida, quienes

    rehsan tambin de manera comprensible pero

    irracional adoptar una traduccin ms elabo-

    rada.

  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    24

    A vueltas con cluster JAVIER ORTEGA COLOMER

    Estudiante de doctorado en Ingenio (CSIC-UPV)

    [email protected]

    ace unas semanas recib un correo elec-

    trnico de una compaera de trabajo. En

    l apareca un vnculo para acceder al boletn

    puntoycoma; qu descubrimiento ms grato! Se

    trataba del ltimo nmero (el 118), en el que

    haba un artculo cuyo autor, Luis Gonzlez,

    escriba unas lneas acerca de la problemtica

    de la (no) traduccin de ciertos trminos pro-

    venientes del ingls, ilustrado con el ejemplo

    de cluster. Su lectura me result muy prove-

    chosa (a la vez que divertida), puesto que esta-

    ba en esos das preparndome una ponencia

    que iba a presentar en Trento.

    Mi propsito en esa comunicacin era refle-

    jar cmo ese trmino se haba introducido en la

    jerga de los investigadores regionales, princi-

    palmente economistas y gegrafos, eclipsando

    (y simplificando a su vez) a toda una generacin

    de trminos (por ejemplo, el distrito industrial)

    que haban tratado de analizar un conjunto

    heterogneo de agentes y la influencia de sus

    relaciones en las dinmicas regionales desde

    un punto de vista socio-econmico.

    Pero esa irrupcin (del trmino cluster) no

    haba llegado solo a la comunidad cientfica

    sino que haba calado tambin en los docu-

    mentos de trabajo de la Comisin Europea con

    la publicacin del que llevaba por ttulo The

    concept of clusters and cluster policies and their

    role for competitiveness and innovation: Main sta-

    tistical results and lessons learned. La publicacin

    de este documento me anim a hacer una revi-

    sin de lo que sus autores (al parecer descono-

    cidos) entendan por cluster. Adems, otro ali-

    ciente lo encontr cuando sus autores afirma-

    ban que se trataba de un enfoque basado en la

    evidencia (evidence-based approach en ingls).

    Cul fue mi sorpresa cuando hall tres grandes

    inconsistencias en el documento que ponan en

    evidencia ese prometido enfoque basado en la

    evidencia.

    En primer lugar, si bien un cluster es defini-

    do por un conjunto heterogneo de agentes, a

    destacar empresas relacionadas con una acti-

    vidad econmica, asociaciones empresariales

    ligadas a esas empresas, instituciones de edu-

    cacin y de investigacin, y por las relaciones

    generadas entre ellos, por qu en el documen-

    to se utilizan solo los datos del empleo para

    clasificar y medir a estos conglomerados? y

    qu hay de la medicin de las relaciones entre

    agentes? Es curioso que se est hablando de la

    existencia de un cluster en trminos de aglome-

    racin sin tener en cuenta la definicin precisa

    del papel de cada uno de los agentes del terri-

    torio que estn incluidos en la misma definicin.

    Sin embargo, esta simplificacin tena una jus-

    tificacin en el documento. Y es que su preten-

    sin era realizar una foto panormica de los

    clusters en toda la Unin Europea y esto, claro

    est, solo es posible acogindose a los datos

    disponibles, en este caso el nmero de emple-

    ados en una industria dada. Este es un primer

    ejemplo de inconsistencia, y por tanto un in-

    cumplimiento del prometido enfoque basado

    en la evidencia.

    En segundo lugar, se dedic nicamente un

    prrafo a un autor italiano que haba rescatado

    un viejo debate en torno a las externalidades

    generadas por la aglomeracin de industrias

    en un territorio a la vez que no se incorporaron

    las crticas realizadas por numerosos investi-

    gadores provenientes de las ciencias polticas,

    de la economa y de la geografa. Me pareci

    muy curioso que ese prrafo fuera adems

    directamente proporcional a la dedicacin por

    parte de los autores del documento al plante-

    amiento de cuestiones sociales en torno al con-

    H

    mailto:[email protected]
  • n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010

    25

    cepto de cluster. Precisamente para ese autor

    italiano, Giacomo Becattini, el centro de aten-

    cin en su definicin del concepto de 'distrito

    industrial', era el componente social y la histo-

    ria dentro del cambio tecnolgico en las indus-

    trias de un territorio. De todas formas, aten-

    diendo de nuevo al concepto de cluster, no es

    de extraar que un concepto que nace y se re-

    produce en un ambiente donde el mayor ob-

    jetivo es ser competitivo e innovador no tenga

    entre sus prioridades ms acuciantes la de la

    atender a la problemtica social de la gente

    que vive en un territorio.

    En tercer lugar, y muy relacionado con el

    punto anterior, se encuentra el hecho de que solo

    se reflejaban aquellos trabajos que aplaudan las

    bondades de los clusters. Por ello solo eran cita-

    dos, por un lado, los ejemplos de regiones

    prsperas desde un punto de vista puramente

    econmico, tipo Silicon Valley, y, por otro, los

    sectores denominados de alta tecnologa, como

    la biotecnologa. La pregunta que me vena a la

    cabeza en el momento de esa glorificacin de los

    ejemplos exitosos era: es que toda Europa es

    as? Es que son menos las regiones que no se

    dedican a estas actividades de, segn algunos,

    gran valor aadido? No son acaso los sectores

    llamados de baja tecnologa los potenciales clien-

    tes de las empresas que desarrollan la tecnologa

    puntera?

    En fin, aqu he apuntado algunos de los deta-

    lles que ms me llamaron la atencin. Sin ser un

    experto de la lengua, considero que la no traduc-

    cin de un trmino a veces se lleva a cabo por no

    querer matizar las caractersticas y connotaciones

    del contexto en el cual se desarrolla. Si el concepto

    de cluster ha sido generado en una poca en la

    que el estudio de las fuentes de la competitividad

    entre pases, regiones y empresas es lo que prima,

    un posible sinnimo podra ser el de otro angli-

    cismo, club, que segn la Real Academia de la

    Lengua Espaola, en su primera acepcin, es una

    sociedad fundada por un grupo de personas con

    intereses comunes y dedicada a actividades de

    distinta especie, principalmente recreativas, de-

    portivas o culturales. Estamos obligados, pues, a

    definir cules son los intereses comunes y las acti-

    vidades que queremos desempear. De esta for-

    ma todos podremos disfrutar de nuestro propio

    cluster, y por ende seremos competitivos e inno-

    vadores.

  • agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119

    26

    RESEAS

    Un gran diccionario POLLUX HERNEZ

    Comisin Europea

    [email protected] FRANCISCO LAFARGA / LUIS PEGENAUTE eds. Diccionario histrico de la traduccin en Espaa

    Gredos 2009, Madrid