n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
Sumario
Cabos sueltos
Overnight cost: coste instantneo 2 LUIS GONZLEZ
Colaboraciones
Averso: pasin y resurreccin de
un arcasmo 3 ALBERTO RIVAS
Tres tipos de organismos acuticos 6 MIQUEL VIDAL
Anlisis de diccionarios en lnea:
caractersticas y evaluacin 8 ALFREDO LVAREZ LVAREZ
Sistema Armonizado de
Designacin y Codificacin de
Mercancas (II) 13 MARIO VERGARA
Traduciendo para los refugiados:
servicio de traducciones de la
Comisin Espaola de Ayuda al
Refugiado 16 CARMEN LAS HERAS NAVARRO
Buzn
Consideraciones sobre la expresin
cloud computing y el argot
informtico 21 FERNANDO ARRIBAS UGUET
A vueltas con cluster 24 JAVIER ORTEGA COLOMER
Reseas
Un gran diccionario 26 POLLUX HERNEZ
Comunicaciones 29
agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
2
CABOS SUELTOS
Overnight cost: coste instantneo LUIS GONZLEZ
Comisin Europea
l toparse en algn texto especializado, no
sin cierta sorpresa, con el trmino hbrido
coste overnight, Luis Palacios, ingeniero de
la Sociedad Nuclear Espaola y Presidente de
su Comisin de Terminologa, nos pidi que
indagramos sobre traducciones al espaol,
acuadas o acuables, del trmino overnight
cost en este contexto:
ONP
CI
are the Total Overnight cost (per unit
of installed capacity), including contingency
and owner costs. It equals the cost of a con-
struction project if no interest was incurred
during construction, as if the project was
completed overnight. An alternative defini-
tion is: the present value cost that would have
to be paid as a lump sum up front to com-
pletely pay for a construction project.1
En terminologa bancaria suele traducirse
overnight como a un da: overnight market
(mercado a un da), overnight rate (tasa a un
da), aunque tambin empiezan a verse ya los
engendros mercado overnight y tasa over-
night.
Ms all de la extraeza de la Comisin de
Terminologa de la Sociedad Nuclear Espao-
la, que ha dado lugar a esta nota, no parece
que se haya hecho un esfuerzo en el sector
nuclear por traducir plenamente este trmino.
El anglicismo, por innecesario que sea (y este,
desde luego, lo es), sigue cautivando a nues-
tros especialistas, hasta el punto de desdear
1 Documento del OIEA: NESA Support Package: INPRO
area of ECONOMICS: .
las soluciones que un simple diccionario bilin-
ge puede aportarles:
El valor inferior de la banda se alcanza cuan-
do se obtiene el mximo efecto de serie y de
emplazamiento (por ejemplo, Francia indica
un coste overnight de 1360 EUR/kWe para
un programa de una serie de 10 reactores
EPR).2
Pero el espaol es una lengua multipolar3
(aunque este hecho pase desapercibido en
nuestro mbito institucional europeo) y una
bsqueda documental muy bsica nos aclara
que otros especialistas hispanohablantes han
optado por traducir enteramente este trmino:
en Mxico se utiliza costo (en Espaa dira-
mos coste) instantneo, como puede com-
probarse en este informe de la Academia de
Ingeniera de Mxico:
As por ejemplo, el costo instantneo (over-
night cost) puede o no considerar intereses
durante la construccin y escalacin.4
Remitimos esta solucin mexicana, con la
correspondiente localizacin, coste instant-
neo, a Luis Palacios (de la Comisin de Ter-
minologa de la Sociedad Nuclear Espaola) y
a Jess de la Pea (Vicepresidente del Comit
de Terminologa del Instituto de la Ingeniera
de Espaa). Ambos han considerado esta op-
cin viable.
2 .
3 .
4 .
A
mailto:[email protected]://www.iaea.org/NuclearPower/Downloads/INPRO/Files/NESA_Support_Package/Tables/Economics/NEST_version_TECDOC-1575_05-2010http://www.iaea.org/NuclearPower/Downloads/INPRO/Files/NESA_Support_Package/Tables/Economics/NEST_version_TECDOC-1575_05-2010http://www.iaea.org/NuclearPower/Downloads/INPRO/Files/NESA_Support_Package/Tables/Economics/NEST_version_TECDOC-1575_05-2010http://www.foronuclear.org/pdf/Curso_Santander_Fernando_Perez.pdfhttp://www.foronuclear.org/pdf/Curso_Santander_Fernando_Perez.pdfhttp://www.esletra.org/Almagro/html/a_lara_corri_es.htmhttp://www.esletra.org/Almagro/html/a_lara_corri_es.htmhttp://www.ai.org.mx/archivos/publicaciones/nucleoelectricidad/La%20Nucleoelectricidad-Resumen%20Ejecutivo.pdfhttp://www.ai.org.mx/archivos/publicaciones/nucleoelectricidad/La%20Nucleoelectricidad-Resumen%20Ejecutivo.pdfhttp://www.ai.org.mx/archivos/publicaciones/nucleoelectricidad/La%20Nucleoelectricidad-Resumen%20Ejecutivo.pdfn 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
3
Qu aporta coste overnight con relacin a
coste instantneo? Estamos acostumbrndo-
nos a un Spanglish tecnocientfico: textos en
espaol en los que las palabras clave, los tr-
minos (y en muchas ocasiones tambin la sin-
taxis, forzada por prstamos no naturalizados)
pertenecen al ingls. Ante esta lengua hbrida
es difcil saber en cada caso cunto hay de op-
cin consciente y cunto de traduccin a me-
dio gas, de declaracin de impotencia al fin y
al cabo.
Habra que pedir quizs un mayor esfuerzo
a quienes parecen resignados a usar perma-
nentemente esta mezcla de cdigos en la co-
municacin (y hasta en la divulgacin) tcnico-
cientfica en espaol. Adems de las ideas pun-
tuales que nos llegan, como en este caso, de
ultramar, hay algunas iniciativas orientadas a
combatir de manera ms sistemtica el laissez
faire terminolgico: por ejemplo, la red
VALITER (enmarcada dentro del proyecto
Terminesp), de la que hablaremos prxima-
mente en estas pginas.
COLABORACIONES
Averso: pasin y resurreccin de un arcasmo ALBERTO RIVAS
Comisin Europea
ay palabras que, tras haber cado en
desuso hace siglos, vuelven a utilizarse
con inusitado vigor. El fenmeno correspon-
de a lo que Pedro lvarez de Miranda ha
denominado las discontinuidades en la his-
toria del lxico, que obedecen a diversas
causas1. Una de las causas de tales disconti-
1 Pedro lvarez de Miranda (2008), Las disconti-
nuidades en la historia del lxico, 1-44 en Con-cepcin Company Company / Jos G. Moreno de Alba coords., Actas del VII Congreso Internacional de Historia de la Lengua Espaola (Mrida, Yucatn, 2006), vol. I, Arco Libros. El autor distingue cuatro modalidades de discontinuidad lxica: la polig-nesis temporal de prstamos (especialmente lati-nismos; por ejemplo, el adjetivo social) y deriva-dos, la supervivencia lxica que implica una dis-continuidad solo aparente (p. ej., apabullar), la re-surreccin de mbito exclusivamente literario, que puede ser de origen libresco o dimanar directa-mente de un diccionario (p. ej., [perro] lucharnie-
nuidades que ha sealado el profesor lva-
rez de Miranda es la traduccin. Un caso
reciente de resurreccin de un arcasmo en
espaol es el del adjetivo averso2.
El DRAE recoge averso con dos acepciones,
opuesto y contrario y malo, perverso, y
menciona como timo el adjetivo latino aver-
sus. Ambas acepciones llevan la marca ant.
(esto es, 'anticuadas' o 'antiguas'), que indica,
go), y el rescate premeditado de una voz anticuada (ejs.: deporte, azafata, gobernanza).
2 Otros casos parecidos a este son el de escopo, que recoge el DRAE como sustantivo poco usado (del lat. scopus, y este del gr. ), con el significado de 'objeto o blanco a que alguien mira y atiende', y que ha vuelto a emplearse con normalidad, por ejemplo, en textos de teora de la traduccin, y el del sustanti-vo villano, cuyo uso se ha intensificado gracias al prstamo del ingls villain en la expresin hroes y villanos ('buenos y malos'), de sabor cinematogrfi-co.
H
mailto:[email protected]agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
4
segn el prlogo de la vigsima segunda
edicin (p. XXXIII), que su ltima documen-
tacin no es posterior a 1500. No lejos de
este noble adjetivo, aparentemente retirado
del agotador trajn de la vida activa del lxi-
co, el diccionario acadmico nos ofrece ad-
verso, del latn adversus, al que atribuye un
primer significado plenamente actual, con-
trario, enemigo, desfavorable, y otro
desusado (es decir, documentado por ltima
vez entre 1500 y 1900; no tan aejo, en prin-
cipio, pues, como los de averso): opuesto
materialmente a algo, o colocado enfrente de
ello.
Otras fuentes, como el Diccionario del espa-
ol actual, de Seco, Andrs y Ramos, ni si-
quiera recogen averso, o bien, como el de Ma-
ra Moliner, siguen a la Academia y lo tildan
de adjetivo antiguo. El nico caso de
averso que hay en el Corpus de Referencia
del Espaol Actual (CREA) es aversa [a los
negocios], de un texto periodstico de Chile
de 2001. En el Corpus Diacrnico del Espaol
(CORDE) figuran treinta y un ejemplos de
averso y sus variantes en femenino o plu-
ral (varios casos no corresponden a la pala-
bra espaola, sino a la latina, puesto que se
trata de textos en latn), pero son todos ante-
riores al siglo XIX, excepto el de un texto de
1887 y el de un libro de 1901 que reproduce
un texto anterior al XIX. Todo induca a pen-
sar, por consiguiente, que el venerable adje-
tivo no iba a despertar de su somnolencia
secular despus de los meritorios servicios
prestados en pocas pretritas del idioma,
sobre todo en vista de la vitalidad de su pa-
riente prximo adverso. No obstante, el
ejemplo chileno de 2001 ya haca sospechar
una renovada pujanza de averso.
En efecto, en una rpida batida por la Red
observamos cmo nuestro veterano vocablo
est viviendo una segunda juventud. Veamos
algunos ejemplos:
Suponga que existe un inversionista que no
es averso al riesgo; otro que es algo ms
averso al riesgo y exige una prima de 105 .
El siguiente inversionista es an ms aver-
so al riesgo, y demanda una prima de 110
, y as sucesivamente.3
[...] un agente con esa funcin de utilidad
es averso al riesgo: prefiere el valor espera-
do de la lotera a jugar a la lotera.4
El perfil averso al riesgo de los prestamis-
tas espaoles ser el otro obstculo del P2P
lending.5
Los tres ejemplos citados, extrados res-
pectivamente de la traduccin de un impor-
tante manual anglosajn, de un libro original
escrito en espaol y de un texto periodstico
de Espaa, tienen en comn el empleo del
trmino averso al riesgo, lo que muestra
claramente que el origen del adjetivo que nos
ocupa es precisamente la introduccin en el
mbito hispnico del concepto que recubre
dicha expresin, de uso muy frecuente hoy
en da en textos de economa y ciencias socia-
les, a partir del ingls risk averse. Al traducir-
se este concepto del ingls al espaol se recu-
rri a averso por tratarse de palabras her-
manas con un origen latino comn y quiz
tambin, implcitamente, para tratar de man-
tener la diferenciacin existente en ingls
entre adverse y averse. La pervivencia de
averso en el DRAE (pese a su marca de
3 Paul R. Krugman / Robin Wells (2007), Microecono-
ma: introduccin a la economa, (trad. Jess Ruiz Andjar), Revert, Barcelona, p. 440: .
4 Ignacio Snchez-Cuenca (2009), Teora de juegos, Centro de Investigaciones Sociolgicas, (Cuadernos Metodolgicos, n 34), Madrid, p. 25: .
5 M. . Mndez (2009), La restriccin del crdito bancario abre el camino a los prstamos P2P, en El Pas de 5.2.2009: .
http://books.google.com/books?id=ld8I68bW3eoC&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://books.google.com/books?id=ld8I68bW3eoC&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://books.google.es/books?id=1ysLOq92Qr8C&dq=%22averso+al+riesgo%22&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://books.google.es/books?id=1ysLOq92Qr8C&dq=%22averso+al+riesgo%22&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://books.google.es/books?id=1ysLOq92Qr8C&dq=%22averso+al+riesgo%22&hl=fr&source=gbs_navlinks_shttp://www.elpais.com/articulo/red/restriccion/credito/bancario/abre/camino/prestamos/P2P/elpeputec/20090205elpcibenr_5/Teshttp://www.elpais.com/articulo/red/restriccion/credito/bancario/abre/camino/prestamos/P2P/elpeputec/20090205elpcibenr_5/Teshttp://www.elpais.com/articulo/red/restriccion/credito/bancario/abre/camino/prestamos/P2P/elpeputec/20090205elpcibenr_5/Tesn 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
5
arcasmo) contribuy probablemente a que se
obrara este milagro lxico.
Es cierto que el adjetivo, una vez retorna-
do a la vida (al menos a la de las palabras), se
est utilizando tambin en contextos no aso-
ciados al riesgo, aunque s, mayoritariamen-
te, al mbito econmico:
El mes tradicionalmente ms averso para
las bolsas deja un balance claramente posi-
tivo en el conjunto de la renta variable.6
Ponindonos en el lugar de un hipottico
ministro de Fomento, al que supondremos
benevolente y averso a la desigualdad, lo
que nos interesa es responder a la pregunta
de cunto deberamos invertir en cada re-
gin.7
En estos dos ltimos ejemplos se aprecia
la tendencia a utilizar averso como sin-
nimo de adverso, aunque, en principio,
6 El Ibex reacciona y se dispara un 13 % al cierre del
tercer trimestre, Expansin, 30.9.2010: .
7 ngel de la Fuente [del Instituto de Anlisis Econ-mico, CSIC] (2001), Infraestructuras y poltica re-gional, en la IV Jornada CREI sobre Nuevas Fronte-ras de la Poltica Econmica, septiembre de 2001: .
limitado al mbito temtico mencionado.
Como es lgico, no escasean los casos de
adverso al riesgo, lo que confirma la ten-
dencia a la sinonimia, siquiera sea restringi-
da, entre los dos adjetivos. El campo para el
renovado uso de averso, por otra parte,
est abonado por el sustantivo aversin, al
que est directamente ligado, ya desde el
latn aversio.
Cabe sealar, por ltimo, la particular fre-
cuencia de averso que se observa, en com-
paracin con los textos de Espaa, en textos
periodsticos hispanoamericanos, tanto aso-
ciado al riesgo como en otros contextos, habi-
tualmente del mbito econmico, aunque no
faltan los ejemplos de uso ms genrico. Pa-
rece improbable en este caso una hipottica
pervivencia de la palabra en el habla de de-
terminadas zonas de Amrica que no se hu-
biera reflejado hasta ahora en textos escritos
(fenmeno que lvarez de Miranda ha de-
nominado discontinuidad aparente), la
cual habra contribuido a su revigorizacin
actual, de modo que hay que pensar que la
causa de la rpida difusin reciente de nues-
tro adjetivo es, tanto en Amrica como en
Espaa, el soplo taumatrgico de la lengua
inglesa.
http://www.expansion.com/2010/09/30/mercados/1285830670.htmlhttp://www.expansion.com/2010/09/30/mercados/1285830670.htmlhttp://www.crei.cat/files/filesActivityJornada/1/files/angel-final.pdfhttp://www.crei.cat/files/filesActivityJornada/1/files/angel-final.pdfagosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
6
Tres tipos de organismos acuticos MIQUEL VIDAL
Comisin Europea
uisiera aportar una pequea aclaracin al
cabo suelto sobre los suspension feeders
publicado en puntoycoma n 117. No para dis-
cutir nada de su contenido, desde luego, sino
para matizar una frase que dice que esos ani-
males se nutren de los alimentos que se en-
cuentran en suspensin en el agua, definicin
que podra llevar al lector poco familiarizado
con la biologa marina a pensar que se dedican
a comer los restos de los bocatas de los bais-
tas.
Para dejar esto bien claro desde el principio
intentar presentar la cuestin de la forma ms
precisa: todos los organismos acuticos, marinos o
fluviales, auttrofos o hetertrofos, macroscpicos o
microscpicos, actuales o extinguidos, se dividen en
tres tipos distintos: los bentnicos, los nectnicos y
los planctnicos (los bilogos acostumbran a
utilizar ms los sustantivos: el bentos, el nec-
ton y el plancton). Y atencin: esta es una cla-
sificacin ecolgica, no taxonmica.
Los organismos bentnicos habitan en los
fondos acuticos. Algunos permanecen sim-
plemente fijos sobre ellos (como los corales,
algunos crustceos, los pelmatozoos y las asci-
dias), mientras que otros pueden desplazarse
(como los gasterpodos y varios pelecpodos).
Muchos se nutren de los restos de los orga-
nismos muertos que caen al fondo.
Los organismos nectnicos pueden despla-
zarse por el agua, como los peces, e incluyen
desde las medusas hasta los cefalpodos y los
quelonios, sin olvidar a los mamferos mari-
nos.
Los organismos planctnicos son los que
viven realmente en suspensin, pues su movi-
miento es errante (eso justamente significa
plancton en griego, palabra que ya haba
utilizado Homero para referirse a todo lo que
se desplazaba pasivamente debido al movi-
miento de las aguas). Estos organismos repre-
sentan la base de la cadena trfica acutica: sin
el plancton, el necton morira por falta de ali-
mento, lo que acarreara a su vez la desapari-
cin del bentos.
Los organismos planctnicos pueden des-
glosarse de varias maneras. La distincin clsi-
ca es entre fitoplancton y zooplancton, trmi-
nos que se acuaron pensando que el primero
estaba formado por plantas y el segundo por
animales. Con arreglo a su definicin actual,
el fitoplancton est compuesto por los organismos
fotosintticos, ya sean clorobiontes (plantas y
algas verdes), rodobiontes (algas rojas),
cromistas (algas amarillas) o cianobacterias
(algas azules), mientras que el zooplancton lo
forman los organismos no fotosintticos, carnvo-
ros u herbvoros, ya sean metazoos, alveolados
o excavobiontes (se ha calculado que cada to-
nelada de plancton carnvoro precisa de diez
toneladas de plancton herbvoro, que a su vez
necesitan de cien toneladas de plancton foto-
sinttico).
Otra clasificacin del plancton se basa en su
tamao: as, los seres de talla superior a
200 m constituyen el macroplancton (donde
se hallan los coppodos y los anlidos); el mi-
croplancton incluye a los que miden entre
20 m y 200 m (como las dinofitas, las eugle-
nofitas y la mayora de las diatomeas); el na-
noplancton, a los que miden entre 2 m y
20 m (como los coanoflagelados, los foramin-
feros o los planctomicetos), y finalmente est el
picoplancton, compuesto por organismos an
ms diminutos (como las cianobacterias y cier-
tas clorofitas). Este desglose puede cruzarse
con el anterior: as, puede hablarse del fitona-
Q
mailto:[email protected]n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
7
noplancton, formado sobre todo por criptofi-
tas y haptofitas.
Existe tambin un trmino para designar al
plancton llamado de penumbra, que evolu-
ciona a una profundidad superior a los 30 m:
se trata del cnefoplancton. Es difcil encontrar
organismos planctnicos a profundidades su-
periores a los 500 m, pues la escasez de luz
solar dificulta mucho la fotosntesis: no hay
ningn tipo de plancton batial ni abisal, pero
se han encontrado quetognatos carnvoros
incluso a 900 m.
Otra divisin distingue entre el holoplanc-
ton, que rene a los organismos que son planc-
tnicos durante toda su existencia, y el meso-
plancton, constituido por aquellos seres que
solo son planctnicos en una etapa de su ciclo
vital (por ejemplo, cuando son huevos o lar-
vas).
Por ltimo, cindonos exclusivamente al
plancton marino, podramos hacer otra distin-
cin en funcin de la distancia a la costa: as,
hablamos de plancton nertico (que vive en el
litoral, donde la profundidad del mar no su-
pera los 200 m) y de plancton ocenico (el que
se sita en el mar abierto).
Para finalizar este pequeo glosario recor-
dar que todos nosotros, los vertebrados, so-
mos descendientes directos de animales sus-
pensvoros, pues las branquias de los peces no
aparecieron como parte del sistema respirato-
rio, sino del digestivo: todava hoy existen ce-
falocordados que absorben los alimentos en
suspensin por la boca y expelen el agua resi-
dual por las branquias.
Organismos
acuticos
Bentnicos
Nectnicos
Planctnicos
Fijos Mviles Fitoplancton Zooplancton
Pro
tist
as
Bacterias algas azules
cianobacterias,
proteobacterias
y planctomicetos
An
tero
con
tes
Cromistas algas amarillas
y algas pardas
diatomeas,
critofitas
y haptofitas
Rodobiontes algas rojas
Clorobiontes algas verdes y carofitas
ulvofitas
y glaucofitas
Rizarios foraminferos ciliados
y actinpodos
Op
isto
con
tes
Acelomados esponjas, actinias
y corales medusas
Protstomos cirrpedos
crustceos,
pelecpodos
y gasterpodos
cefalpodos
coppodos, bran-
quipodos, eufau-
siceas, rotferos
y quetognatos
Deuterstomos crinoideos
y ascidias
equinoideos
y asteroideos
agnatos, peces,
quelonios, sirenios
y cetceos
alevines, larvas
de ambulacrarios
y de urocordados
agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
8
Bibliografa
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naturels du globe, Armand Colin, Pars.
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phylognie des algues I, Belin, Pars.
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phylognie des algues II, Belin, Pars.
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Prcis de gographie marine, Armand Colin, Pars.
RAMADE, Franois (2008), 468 y 469 en Dictionnaire
encyclopdique des sciences de la nature et de la
biodiversit, Dunod, Pars.
Anlisis de diccionarios en lnea: caractersticas y evaluacin ALFREDO LVAREZ LVAREZ
Universidad de Alcal
Introduccin
os recursos en la red se incrementan cada
da de forma exponencial, lo cual plantea
algunas paradojas para las que ser necesario
buscar solucin, en la medida de lo posible. Si
la web 1.0 puso a disposicin de los profesio-
nales de la traduccin un acceso fcil a la in-
formacin, la web 2.0 les facilit, entre otras
cosas, la posibilidad de establecer canales de
comunicacin rpidos y eficaces en el camino
de la gestin de esa informacin. Es presumi-
ble, por tanto, que la web 3.0 siga en la lnea de
sus predecesoras e introduzca elementos nue-
vos que puedan incrementar la eficacia del
trabajo del traductor.
Sin embargo, en el mbito lexicogrfico, los
tipos de recursos que podemos encontrar son
relativamente reducidos y se limitan a lo que
genricamente denominamos diccionarios, a
los llamados bancos de diccionarios y a los
programas de traduccin. Posiblemente se
pueda argumentar sobre los segundos en el
sentido de que un banco de diccionarios no es
en s una herramienta. Tal vez, pero la forma y
profusin con que los encontramos en la Red
muestran que en la conciencia de investigado-
res y de editoriales hay un espacio para la con-
centracin porque ello representa una ventaja
indudable en el momento de proceder a una
bsqueda. Y las dimensiones colosales de la
Red propician la necesidad de reunir grandes
conjuntos de recursos con el fin de que puedan
resultar ms fcilmente localizables. En las
lneas que siguen nos centraremos precisamen-
te en el diccionario en lnea como recurso que
ha de ser evaluado para su uso; un recurso,
por cierto, fundamental an pero en un proce-
so de transformacin necesario que, cabe espe-
rar, sea capaz de explorar otras alternativas a
las que tradicionalmente se han ofrecido en
papel.
Una evaluacin necesaria
El diccionario en lnea es una herramienta que
ha de ofrecer ante todo una informacin sol-
vente. Mxime en estos tiempos en los que, por
razones de agilidad, un gran nmero de profe-
sionales de la traduccin han relegado el so-
porte de papel a un uso muy secundario. Estos
diccionarios parecen mantener cierta tendencia
a agruparse, probablemente por una cuestin
de comodidad para el usuario. Algunos ejem-
L
mailto:[email protected]n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
9
plos son los que se proponen en la web
ONYVA1, con un conjunto de ms de 250, cla-
sificados; Dicorama2; el conjunto que propone
C. Vera3; o los muy conocidos WordReference4,
que incorporan una frmula con algunas dife-
rencias en relacin al resto.
Ahora bien, la profusin de este tipo de re-
cursos no representa por s misma una fuente
de documentacin de la que haya que fiarse
sin ms, ya que el origen, la concepcin y la
realizacin de cada uno de ellos pueden ser
dispares y no siempre susceptibles de una con-
fianza ciega. Por ello, se necesita sobre todo un
anlisis que nos permita incorporarlos, o no, a
nuestro fondo profesional.
Ello implica que han de seguirse, en el ca-
mino de este anlisis, criterios objetivos. Mo-
reno Sandoval (2000) propone tres parmetros:
cobertura, estructuracin y calidad de la in-
formacin. Cuanto mejor estructurado est un
diccionario, ms fcil es acceder a toda su in-
formacin. No olvidemos que los diccionarios
son probablemente el tipo de documento que
contiene ms informacin en menos espacio;
por tanto, es esencial que cada clase (informa-
cin ortogrfica, morfolgica, etimolgica, sin-
tctica, semntica, etc.) est claramente sepa-
rada del resto.
Sin embargo, en el estado actual, el acceso a
Internet, es decir, la posibilidad de obtener
informacin de manera rpida, plantea tam-
bin un interrogante que, tanto para el traduc-
tor como para otros profesionales, ofrece algu-
nos perfiles de cierta complejidad. El elevado
nmero de recursos resulta de gran utilidad,
especialmente para quien necesita disponer de
fuentes de informacin variadas y en muy po-
1 A. lvarez lvarez (2004):
[consulta: 6.2010].
2 [consulta: 6.2010]. 3 C. Vera Prez [s.d.]: [consulta: 6.2010]. 4 [consulta: 6.2010].
co tiempo, pero tambin puede provocar in-
terrogantes acerca del rigor con el que ha sido
tratada y presentada la informacin. Internet
parece ser ahora una especie de gur que todo
lo sabe y al que no se le pueden plantear dudas
respecto de la adecuacin de sus contenidos a
la realidad. De hecho, hay quien compara esa
falsa impresin de veracidad con el fenmeno
de la televisin en los aos 70, cuando una
abrumadora mayora de la poblacin daba por
ciertos e indiscutibles los contenidos que se
difundan a travs de los rayos catdicos. Per-
sonalmente, he podido comprobar esa tenden-
cia en mis clases en la Universidad con futuros
traductores. En general, cuando se les pregun-
ta acerca de la idoneidad de tal o cual supuesta
fuente con la que se tropiezan, aceptan sin fi-
suras lo que se transmite, aun cuando desco-
nozcan aspectos de gran trascendencia como
quin sustenta la informacin y de dnde pro-
cede. Es entonces cuando el trmino fiabili-
dad adquiere una verdadera dimensin prc-
tica que puede ayudarles a despejar los cami-
nos para llegar a una informacin contrastada.
La necesidad de herramientas de anlisis
La pgina web sigue siendo en el momento
actual y, con toda probabilidad tambin en un
futuro a corto y medio plazo, un soporte bas-
tante estable y solvente para el almacenaje y
posterior tratamiento de los datos. Estas dos
caractersticas estabilidad y solvencia la
convierten en una til herramienta que, con el
uso del hipertexto como elemento nuclear,
resulta ser, al menos por ahora, imprescindi-
ble. Ahora bien, esto es la teora; pero no po-
demos olvidar que el propio proceso de crea-
cin y globalizacin convierten a la Red en
algo genuino capaz de vehicular grandes lo-
gros pero, al mismo tiempo, puede resultar un
potencial transmisor de grandes falacias. Ello
se debe bsicamente a su propia concepcin.
Es decir, si comparamos el procedimiento de
creacin de una pgina web con el de un libro,
encontraremos multitud de similitudes, co-
http://www.onyva.es/DICTIONNAIRES.htmhttp://www.dicorama.com/http://platea.pntic.mec.es/~cvera/ressources/recurfr15.htmhttp://platea.pntic.mec.es/~cvera/ressources/recurfr15.htmhttp://www.wordreference.com/agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
10
menzando ya por el propio concepto de publi-
cacin, empleado en uno y otro caso. Los pro-
pios pasos de creacin del libro bsqueda de
documentacin, seleccin, redaccin son
prcticamente idnticos a los de la publicacin
de una pgina web, con una diferencia ms
que notable: en el caso del libro necesitamos
una financiacin entindase editorial o auto-
edicin, mientras que en el caso de la publi-
cacin de una web, la propia publicacin se
produce de una forma mucho ms laxa y con-
tiene algunos elementos diferentes de los que
puede considerar el mundo editorial. La de-
mocratizacin de los conocimientos es un fe-
nmeno del que tenemos que congratularnos,
pero sin que ello suponga que nuestros ojos y
nuestros odos estn cerrados y ajenos a todo.
Y el hecho de que cualquier persona pueda
publicar en Internet los contenidos que le pa-
rezcan convenientes, organizados de la forma
que prefiera y presentados como ms le guste,
representa un riesgo evidente para un profe-
sional que pretenda trabajar con un material
que le ofrezca unos estndares mnimos de
calidad. Por ello, resulta obvio que es necesaria
una herramienta que nos permita evaluar un
recurso web (lexicogrfico, base de datos)
antes de dar por vlido su uso. Esta herra-
mienta existe, es la parrilla de evaluacin. Al
ser de gran versatilidad, puede adaptarse a
cualquier tipo de recurso, a condicin de que
plantee con claridad los objetivos que persi-
gue. Para recursos en general ya existen parri-
llas publicadas en la Red, especialmente desti-
nadas al anlisis de sitios de carcter pedag-
gico5, pero en nuestro caso nos centraremos en
5 A. lvarez (2004), ONYVA: [consulta: 6.2010].
el anlisis de recursos lexicogrficos en lnea y,
ms en concreto, de diccionarios.
Una propuesta para la reflexin
Partiendo de las consideraciones expuestas y
avanzando en los mecanismos de anlisis, cabe
plantearse alguna pregunta, como por ejem-
plo, qu nivel de funcionalidad, es decir, de
praxis sencilla, flexible y til, se le puede pedir
a un instrumento de evaluacin de este tipo?
No es fcil llegar a una sola respuesta. Por un
lado, si deseamos proceder a un anlisis ex-
haustivo, la parrilla habr de ser necesaria-
mente compleja, lo cual redundar en perjuicio
del tiempo, que resulta ser uno de los valores
de referencia en lo que se refiere al uso de las
tecnologas. Por otra parte, si lo que deseamos
es una parrilla con suficiente flexibilidad como
para que un profesional la considere una he-
rramienta susceptible de incorporar a su traba-
jo diario, ser conveniente reducir sus dimen-
siones preservando al mismo tiempo la ido-
neidad de contenidos, es decir, necesitaremos
una propuesta que tenga en la agilidad y en la
eficacia los pilares sobre los que fijar sus ci-
mientos.
Por ello, la propuesta debe mantener unas
dimensiones asequibles que la doten de fun-
cionalidad y de fcil manejo, para lo cual con-
sideramos, en el caso que nos ocupa, la exten-
sin de una pgina como estndar ms ade-
cuado que contenga un conjunto de conceptos
coherente, con suficiente capacidad demostra-
tiva. Partiendo de estas consideraciones, la
parrilla que proponemos, fundamentada en
cinco bloques que agrupan veintiocho concep-
tos, es la que se muestra en la imagen.
http://www.onyva.es/ESPACE_ENSEIGNANTS.html#Outils%20pour%20lanalyse%20des%20ressources%20Internethttp://www.onyva.es/ESPACE_ENSEIGNANTS.html#Outils%20pour%20lanalyse%20des%20ressources%20Internethttp://www.onyva.es/ESPACE_ENSEIGNANTS.html#Outils%20pour%20lanalyse%20des%20ressources%20Internetn 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
11
PARRILLA DE EVALUACIN: DICCIONARIOS
Nombre
URL
Institucin (si procede):
Actualizacin
S No
Tipo de recurso
Dicc. monolinge Dicc. bilinge Dicc. multilinge Banco de diccionarios
Accesibilidad
Gratuito De pago Restringido
Caractersticas
S No Pasable Bien Mal
Definiciones
Transcripcin fontica
Sinonimia
Conjugacin
Hipertexto (enlaces internos)
Informacin morfolgica
Campo semntico
Entrada vocal
Facilidad de consignas
Contrastabilidad con fuentes de informacin
Variantes lingsticas
Alternativas de bsqueda
Bsqueda fontica
Palabra o expresin completas
Palabras relacionadas
Registro explcito
Nivel de lxico Bsico
Medio
Elevado
agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
12
Como se puede comprobar, consta de cinco
cuerpos de informacin: Identificacin (Nombre,
direccin e institucin), Tipo de recurso, Accesibili-
dad, Caractersticas y Alternativas de bsqueda.
El primer bloque, la Identificacin, represen-
ta en cierto modo la imagen del diccionario,
con unas caractersticas mnimas que, por cier-
to, no siempre aparecen reflejadas en la prcti-
ca, sin duda porque en Internet no parecen
haberse aceptado los cdigos seculares del
libro (autor, lugar y fecha de edicin, editorial,
etc.) y con cierta frecuencia se publica sin que
figuren unos requisitos mnimos que hagan
cuando menos comprensible en todos sus tr-
minos el recurso que estamos utilizando. En
ocasiones tambin resulta complejo conocer
quin sustenta el recurso, si se trata de una
propuesta individual, oficial (gobiernos, ayun-
tamientos, instituciones diversas), empresarial
o profesional. Y, sin embargo, son informacio-
nes relevantes para quien decide utilizar la
informacin que se proporciona.
En lo que respecta al Tipo de recurso y a la
Accesibilidad, se atiende ms bien a aclaraciones
que pueden, sobre todo, aportar elementos
bsicos que ayuden a una toma de decisin
rpida en funcin de lo que vayamos buscan-
do.
Por lo que se refiere a las Caractersticas, ca-
be sealar que son diversas como lo es un dic-
cionario, pero alguna de ellas merece un co-
mentario. Por ejemplo, la presencia de enlaces
internos que nos permitan proceder a una
bsqueda afinada y establecer recorridos, tan-
to semnticos como sinonmicos o de cualquier
otro orden, es un elemento de incuestionable
valor a la hora de evaluar nuestras fuentes de
recursos. Un ejemplo de un uso abundante de
este tipo de enlaces es Alexandria1 y otro de un
uso deficiente es el DRAE2. La facilidad de
1 [consulta: 6.2010].
2 [consulta: 6.2010].
consignas, es decir, la sencillez de la interfaz,
con una pgina de inicio no abarrotada de in-
formaciones estriles presentadas en colores
chillones, sino solo aquellas esenciales que no
compliquen la navegacin, es otra de las carac-
tersticas que pueden hacer ms llevadera la
bsqueda.
En otro orden de cosas, la posibilidad de ac-
ceder, partiendo del propio diccionario, a fuen-
tes de informacin diversas, es una opcin
nada desdeable que ya estn utilizando algu-
nos diccionarios, aunque bsicamente suelen
remitir a foros de traductores. Pero cabe espe-
rar que este aspecto, que hoy plantea cierta
novedad, vaya adquiriendo una mayor pre-
sencia en estos recursos, al igual que hemos de
desear lo mismo para el epgrafe Variantes lin-
gsticas, que en el caso del espaol y del ingls
resultan de gran trascendencia.
Las Alternativas de bsqueda son otro ele-
mento que con Internet adquieren una singula-
ridad de la que carecen los diccionarios en pa-
pel. As, en funcin de los diccionarios, se ofre-
cen diversas posibilidades, que van desde una
bsqueda fontica hasta un registro explcito,
pasando por la opcin de palabras relaciona-
das e incluso una entrada vocal. Hay dicciona-
rios, como el Trsor de la Langue Franaise in-
formatis3, que permiten entradas con palabras
relacionadas para las que proponen una serie
de opciones si un trmino est incorrectamente
escrito. En este caso concreto, adems, su inter-
faz permite distribuir el resultado de las bs-
quedas por colores, en funcin de una serie de
criterios como ejemplos, definicin, sinnimos,
antnimos, fuente, etc., hasta un total de dieci-
siete.
Finalmente, sobre todo pensando en los fu-
turos traductores, se ha incluido el epgrafe
Nivel de lxico porque la calidad de una herra-
mienta como un diccionario en lnea debe con-
siderarse en todos los rdenes, y difcilmente
3 [consulta: 6.2010].
http://www.tv5.org/cms/chaine-francophone/outils/p-7550-Traducteur-Alexandria.htm?terme=&sl=fr&tl=eshttp://www.tv5.org/cms/chaine-francophone/outils/p-7550-Traducteur-Alexandria.htm?terme=&sl=fr&tl=eshttp://www.rae.es/http://atilf.atilf.fr/tlf.htmn 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
13
puede entenderse un recurso que no rena
unos estndares mnimos en ese sentido.
Conclusin
En el estado actual de conocimientos en lo que
se refiere a los recursos en Internet, resulta
imprescindible disponer de herramientas ca-
paces de ofrecer elementos que posibiliten su
anlisis. La necesidad viene provocada tanto
por el nmero de ellos, que se multiplica
diariamente, como por su variedad. Es nece-
sario, por tanto, imponer a los recursos con los
que se trabaja en lnea unos estndares de cali-
dad de los que muchos de ellos carecen ahora
mismo. En ese sentido, la parrilla de anlisis
representa una aportacin enormemente til
ya que, si est bien elaborada, puede contribuir
a proporcionar una informacin que permita
distinguir los recursos tiles de aquellos que
no lo son.
En nuestra propuesta se han seleccionado
los conceptos considerados en cada caso como
ms relevantes, pero una de las ventajas de la
parrilla de evaluacin es que no es nica y, por
tanto, cada usuario podr adaptarla a sus ne-
cesidades incluyendo o suprimiendo concep-
tos que, por la razn que sea, no considere
indispensables.
Apuntes bibliogrficos
LVAREZ LVAREZ, A. (2009), Nuevas Tecnologas
para la clase de Francs Lengua Extranjera: Teora y
prctica, Quiasmo Editorial, Madrid.
LVAREZ LVAREZ, A. (2006), Modelos de anlisis
para un recurso en lnea: necesidad y tipologas
de las parrillas de evaluacin en dille, Revista
de estudios franceses, Asociacin de Profesores de
Francs de la Universidad Espaola.
GELP, C. (1999), Diccionarios del espaol en Internet:
[consulta: 6.2010].
MORENO SANDOVAL, A. (2000), Criterios para la
evaluacin de obras lexicogrficas en Actas del
IV Congreso de Lingstica General, Cdiz, 3-6 de
abril de 2000.
PERROT, T. (2001), Grille d'valuation d'un site
internet pdagogique:
[consulta: 6.2010].
SUSO LPEZ, J. (2001), Grille d'analyse des manuels
/ ensembles pdagogiques de FLE:
[consulta: 6.2010].
TOME, M., (ND) Grille d'analyse d'un site F.L.E.
pdagogique:
[consulta: 6.2010].
Sistema Armonizado de Designacin y Codificacin de Mercancas (II) MARIO VERGARA
Asociacin Latinoamericana de Integracin (ALADI)
l Sistema Armonizado de Designacin y
Codificacin de Mercancas, o simple-
mente Sistema Armonizado (SA), es un m-
todo internacional de clasificacin de mer-
cancas, creado por la Organizacin Mundial
de Aduanas (OMA), que se basa en una es-
tructura de cdigos y respectivas descripcio-
nes. Dicho Sistema ha sido creado para pro-
mover el comercio internacional, mejorar la
recoleccin, comparacin y anlisis de esta-
E
http://www.ub.edu/geocrit/b3w-189.htmhttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#TPerrothttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#TPerrothttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#JavierSusohttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#JavierSusohttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#grilleuniLeonhttp://www3.unileon.es/dp/dfm/flenet/grilles2.html#grilleuniLeonmailto:[email protected]agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
14
dsticas; as como para facilitar las negocia-
ciones de comercio y la elaboracin de aran-
celes. Los cdigos del SA permiten dar cuen-
ta de las especificidades de las mercancas, en
cuanto a origen, materia constitutiva y apli-
cacin. La OMA se encarga de su manteni-
miento y actualizacin mediante enmiendas
y transposiciones, a fin de reflejar los desa-
rrollos tecnolgicos y cambios en el comer-
cio.
A continuacin ofrecemos una lista en in-
gls, espaol y portugus de trminos referi-
dos al Sistema Armonizado, que complemen-
tan el glosario presentado en puntoycoma
n 115, pp. 4-7, y Language Update / LActualit
langagire, vol. 6/3, pp. 43-44. La terminologa
de la columna PT respeta la ortografa brasi-
lea.
EN ES PT
Agreement on the Central
American Tariff and Customs
Regime
Convenio sobre el Rgimen
Arancelario y Aduanero
Centroamericano
Convnio sobre o Regime
Tarifrio e Aduaneiro
Centro-Americano
Brussels Tariff Nomenclature Nomenclatura Arancelaria de
Bruselas
Nomenclatura Aduaneira de
Bruxelas
CARICOMs Common External
Tariff
Arancel Externo Comn de
CARICOM
Tarifa Externa Comum da
CARICOM
Central American Tariff
Schedule
Arancel Centroamericano de
Importacin
Tarifa Centro-Americana de
Importao
Central American Tariff and
Customs Council
Consejo Arancelario y
Aduanero Centroamericano
Conselho Tarifrio e Aduaneiro
Centro-Americano
Central American Tariff System Sistema Arancelario
Centroamericano (SAC)
Sistema Tarifrio Centro-
Americano
Chilean Customs Tariff Arancel Aduanero Chileno Tarifa Aduaneira Chilena
Classification by Broad
Economic Categories
Clasificacin por Grandes
Categoras Econmicas
Classificao por Grandes
Categorias Econmicas
Common Andean
Nomenclature
Nomenclatura Comn Andina Nomenclatura Comum Andina
Common Customs Tariff Arancel Aduanero Comn Tarifa Aduaneira Comum
Customs Cooperation Council Consejo de Cooperacin
Aduanera
Conselho de Cooperao
Aduaneira
Customs Cooperation Council
Nomenclature (CCCN)
Nomenclatura del Consejo de
Cooperacin Aduanera
(NCCA)
Nomenclatura do Conselho de
Cooperao Aduaneira
(NCCA)
General Interpretative Rules
(GIRs)
Reglas Generales
Interpretativas (RGI)
Regras Gerais Interpretativas
(RGIs)
General Rules for the Interpre-
tation of the Harmonized
System
Reglas Generales para la Inter-
pretacin del Sistema
Armonizado
Regras Gerais para a
Interpretao do Sistema
Harmonizado
General Complementary Rule Regla General Complementaria Regra Geral Complementar
Geneva Nomenclature Nomenclatura de Ginebra Nomenclatura de Genebra
Harmonized System Codes Cdigos del Sistema Cdigos do Sistema
n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
15
EN ES PT
Armonizado Harmonizado
Harmonized System of
Customs Classification
Sistema Armonizado de
Clasificacin Aduanera
Sistema Harmonizado de
Classificao Aduaneira
Harmonized System of Goods
Classifications (SACLAP)
Sistema Armonizado de
Clasificacin de Productos
(SACLAP)
Sistema Harmonizado de
Classificao de Produtos
(SACLAP)
International Non-proprietary
Name (INN)
Denominacin Comn
Internacional (DCI)
Denominao Comum
Internacional (DCI)
Multilateral Agreement on
Cooperation and Mutual
Assistance among the National
Directorates of Customs of
Latin America, Spain and
Portugal (COMALEP)
Convenio Multilateral sobre
Cooperacin y Asistencia
Mutua entre las Direcciones
Nacionales de Aduanas de
Amrica Latina, Espaa y
Portugal (COMALEP)
Convnio Multilateral sobre
Cooperao e Assistncia
Mtua entre as Direes
Nacionais de Alfndegas da
Amrica Latina, Espanha e
Portugal (COMALEP)
Nomenclature for the
Classification of Goods in
Customs Tariffs
Nomenclatura para la
Clasificacin de Mercancas en
los Aranceles Aduaneros
Nomenclatura para
Classificao das Mercadorias
nas Tarifas Aduaneiras
regional nomenclature nomenclatura regional nomenclatura regional
regional subheading subpartida regional subposio regional
residual subheading subpartida residual subposio residual
Sole Spanish Version of the
Harmonized System (VUESA)
Versin nica en Espaol del
Sistema Armonizado (VUESA)
Verso nica em Espanhol do
Sistema Harmonizado
(VUESH)
Sole Spanish Version of the
Harmonized System
Explanatory Notes
Versin nica en Espaol de
las Notas Explicativas del
Sistema Armonizado
(VUENESA)
Verso nica em Espanhol das
Notas Explicativas do Sistema
Harmonizado
sub-item subtem subitem
tariff arancel pauta (Portugal), tarifa (Brasil)
tariff item, item fraccin arancelaria, fraccin,
tem arancelario, tem, inciso
arancelario
item tarifrio, item
tariff subheading, subheading subpartida arancelaria subposio tarifria,
subposio
Uniform Central American
Tariff Nomenclature (NAUCA)
Nomenclatura Arancelaria
Uniforme Centroamericana
(NAUCA)
Nomenclatura Uniforme
Tarifria Centro-Americana
(NAUCA)
United Nations Standard
Products and Services Code
Cdigo estndar de productos
y servicios de las Naciones
Unidas
Cdigo padro de produtos e
servios das Naes Unidas
agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
16
Bibliografa
Banco Interamericano de Desarrollo (2010):
.
Braziltradenet (2010):
.
Convenio Multilateral sobre Cooperacin y Asis-
tencia Mutua entre las Direcciones Nacionales
de Aduanas de Amrica Latina, Espaa y Por-
tugal COMALEP (2010):
.
Direco-Geral das Alfndegas e dos Impostos
Especiais sobre o Consumo (2010):
.
International Customs Tariffs Bureau (2010):
.
Internacional Trade Centre UNCTAD/WTO
(2010): .
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo,
Colombia (2010): .
Oficina Internacional de Aranceles de Aduanas
(2010): .
Oficina Nacional de Estadsticas, Cuba (2010):
.
Receita Federal Ministrio da Fazenda (2010):
.
SIECA (2010): .
Sistema de consulta a la Legislacin Aduanera
Mexicana (2010): .
Statistics Canada (2010): .
United Nations Statistics Division (2010):
.
World Customs Organization (2010):
.
Traduciendo para los refugiados: el servicio de traducciones de la
Comisin Espaola de Ayuda al Refugiado (CEAR) CARMEN LAS HERAS NAVARRO
CEAR, Servicio de traduccin e interpretacin
Los orgenes de la CEAR1
a CEAR es una organizacin no guberna-
mental que comenz su andadura en 1979.
Desde sus orgenes, la estructura de la organi-
zacin estuvo constituida por diversas organi-
zaciones de derechos humanos, centrales sin-
dicales, entidades religiosas, partidos polticos,
personalidades destacadas por la defensa de
los derechos humanos, voluntarios y trabaja-
dores remunerados.
1 Frontera Cero, publicacin trimestral de la CEAR, 7
(primavera 2009), especial 30 Aos de CEAR.
Una de las primeras intervenciones de la
CEAR en la acogida de refugiados se produjo
ese mismo ao, en el que, a peticin del
ACNUR, el gobierno acept acoger a 1 000
refugiados vietnamitas y laosianos que fueron
el primer grupo de refugiados de cuota recibi-
dos por un gobierno democrtico en Espaa.
Poco tiempo despus, en 1984, tuvo lugar la
aprobacin de la primera Ley de Asilo en Es-
paa.
En sus inicios, la CEAR estaba constituida
por voluntarios, muchos de los cuales, a su
vez, haban sido refugiados. En aquellos pri-
meros aos, la mayora de los solicitantes de
L
http://www.iadb.org/http://www.braziltradenet.gov.br/http://www.comalep.org/http://www.dgaiec.min-financas.pt/http://www.bitd.org/http://www.macmap.org/http://www.mincomercio.gov.co/http://www.bitd.org/http://www.one.cu/http://www.receita.fazenda.gov.br/http://www.sieca.org.gt/http://www.legam.com.mx/http://www.statcan.gc.ca/http://unstats.un.org/http://www.wcoomd.org/mailto:[email protected]n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
17
asilo procedan de pases sudamericanos y del
este de Europa.
Actualmente tiene como objetivo propor-
cionar asistencia jurdica, social y laboral a
personas solicitantes de proteccin internacio-
nal, refugiados, aptridas e inmigrantes vulne-
rables. Tambin ha destacado en su trabajo por
sensibilizar y denunciar las violaciones de los
derechos humanos y del derecho de asilo.
Presta esta atencin desde una perspectiva que
pretende un desarrollo humano integral de las
personas con las que trabaja, promoviendo la
participacin de las personas implicadas, in-
tentando que los usuarios sean sujetos activos.
Su actividad est dividida en seis reas: jurdi-
ca, social, formacin y empleo, comunicacin,
estudios y movimientos sociales e internacio-
nal.
El servicio de traduccin e interpretacin
El servicio de traduccin e interpretacin y su
equipo de voluntarios es uno de los servicios
ms antiguos de la CEAR. Al principio fueron,
sobre todo, los propios refugiados que iban
aprendiendo espaol los que ayudaban, de
manera voluntaria, a los solicitantes que aca-
baban de llegar. A partir del ao 1990 y 1992 el
servicio se organiza de forma ms sistemtica
y profesional. En aquel momento se cre, casi
exclusivamente, para prestar apoyo al servicio
jurdico, pero actualmente su finalidad es, por
una parte, garantizar la traduccin de los do-
cumentos que los solicitantes de asilo, refugia-
dos o desplazados, presentan a la Oficina de
Asilo y Refugio (OAR), a las distintas adminis-
traciones pblicas y a sus abogados, as como
la traduccin de los documentos ms impor-
tantes que las personas inmigrantes necesitan
para su integracin social y laboral. En segun-
do lugar, facilitar los servicios de interpreta-
cin necesarios ante su primera relacin con
los servicios bsicos de la comunidad, en espe-
cial sanitarios, legales, documentales y educa-
tivos.
La documentacin que traducimos podra
dividirse en dos grupos. Aquella que est rela-
cionada de forma directa con los usuarios,
compuesta principalmente por documentos
oficiales (pasaporte, certificados, carnets, do-
cumentacin acadmica, documentacin m-
dica, etc.) y todos aquellos documentos que
pueden apoyar la solicitud de asilo, es decir,
alegaciones y documentos de prueba (infor-
mes, artculos periodsticos, amenazas, senten-
cias, documentos policiales, etc.), que constitu-
yen el volumen principal. En ocasiones, tam-
bin se traducen informes y estudios especiali-
zados, as como materiales para los usuarios.
Actuamos como intrpretes para facilitar la
comunicacin en las entrevistas realizadas con
los abogados, trabajadores sociales, psiclogos
y, en algunos casos, ofrecemos acompaamien-
to a consultas mdicas.
Trabajamos aproximadamente con unos
veinticinco idiomas, aunque el nmero vara
dependiendo de la demanda, que est estre-
chamente ligada al lugar de procedencia de los
usuarios y en la que podemos ver reflejado un
mapa de los conflictos que surgen o se avivan.
En la mayora de las traducciones la lengua a
la que se traduce es el espaol, salvo en aque-
llos casos en los que se traducen informes, que
casi siempre se traducen al ingls. Los idiomas
ms utilizados son el francs, el rabe y el in-
gls. Muchos de los documentos en francs
pertenecen a usuarios procedentes de pases
africanos francfonos (Costa de Marfil, Came-
rn, Repblica del Congo, Guinea Conakry y
Senegal) y pases del Magreb (Marruecos, Ar-
gelia, Mauritania). Otra parte muy importante
de la documentacin son los documentos en
rabe procedentes del Magreb y de Oriente
Medio (Iraq, Siria y Palestina principalmente
con dos grupos de solicitantes constituidos por
palestinos y kurdos residentes en pases ra-
bes) y los documentos en ingls procedentes
de algunos pases africanos, principalmente
Nigeria, as como de algunos pases rabes y
asiticos. ltimamente la demanda de traduc-
agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
18
cin e interpretacin del persa aumenta cons-
tantemente por los ltimos acontecimientos en
Irn. Adems de estos idiomas ms habituales,
son frecuentes tambin las solicitudes en idio-
mas menos comunes como el amrico, tigria,
georgiano, azer, bengal, urdu, tamil, dari,
somal, peul, turco o ruso.
El equipo de traductores
Toda esta labor descansa sobre un gran equipo
formado principalmente por voluntarios, lo
que constituye uno de los rasgos de identidad
de este servicio. Algunos de sus miembros han
mantenido su labor desde los inicios de la or-
ganizacin. Una gran parte son traductores e
intrpretes profesionales que dedican de forma
altruista su tiempo y sus conocimientos a favor
de la defensa del derecho de asilo y de los de-
rechos humanos. Algunos compaeros llega-
ron como refugiados y han decidido ayudar a
aquellos que se encuentran en la misma situa-
cin que ellos vivieron. Contamos con un
equipo en el que se mezclan edades, idiomas,
pases de origen y trayectorias vitales muy
diferentes, pero hay un rasgo comn que com-
parte todo el equipo y es su compromiso con
los refugiados e inmigrantes y con la sociedad,
lo que se traduce en un nivel de profesionali-
dad y responsabilidad que se desprende del
hecho de que conocen la finalidad de su traba-
jo y la importancia que puede tener en la vida
de los usuarios. En algunos casos, el que sean
los propios refugiados los que han podido co-
laborar en el equipo les permite ser tiles, en
consonancia con la coherencia de la organiza-
cin, ya que a raz de su inters en este campo,
finalmente pueden encontrar un futuro profe-
sional. Todo esto es posible gracias a un minu-
cioso proceso de seleccin y formacin que
propicia la profesionalizacin del voluntariado
como forma de participacin de la sociedad
civil.
Uno de los pilares fundamentales para pres-
tar este servicio de la forma ms profesional y
eficaz es mantener, en la medida de lo posible,
la asiduidad del equipo, tanto con respecto a
los voluntarios, como a los colaboradores, ya
que la prctica y la identificacin con los obje-
tivos, as como una relacin fluida que permite
conocer los procesos y las necesidades de los
tcnicos y detectar las deficiencias o las posi-
bles dudas a la hora de realizar el trabajo,
permiten mejorar cada da la atencin que
prestamos. Teniendo en cuenta nuestro objeti-
vo, es muy importante conocer las caractersti-
cas de cada miembro del equipo, para poder
distribuir el trabajo de la forma ms adecuada,
facilitar la informacin necesaria para que
puedan contextualizar su labor y fomentar la
participacin.
Dificultades de traducir e interpretar para
los refugiados
Para entender mejor la labor que desarrolla la
CEAR y, en concreto, este servicio de traduc-
ciones, es importante partir de la definicin de
persona refugiada recogida principalmente
en el artculo 1.A.2) de la Convencin sobre el
Estatuto de los Refugiados de 28 de julio de
1951, y en el Protocolo sobre el Estatuto de los
Refugiados de 31 de enero de 1967, que esta-
blece que persona refugiada es aquella que,
debido a fundados temores de ser persegui-
da por motivos de raza, religin, nacionali-
dad, pertenencia a determinado grupo social
u opiniones polticas, se encuentre fuera del
pas de su nacionalidad y no pueda o, a cau-
sa de dichos temores, no quiera acogerse a la
proteccin de tal pas; o que, careciendo de
nacionalidad y hallndose, a consecuencia de
tales acontecimientos, fuera del pas donde
antes tuviera su residencia habitual, no pue-
da o, a causa de dichos temores, no quiera
regresar a l.
En cualquier servicio de traduccin e inter-
pretacin, para poder actuar dentro del marco
de una buena prctica, es imprescindible que
los traductores e intrpretes renan una serie
de competencias mnimas, como son un cono-
cimiento adecuado de los idiomas, fidelidad a
la traduccin o interpretacin, profesionalidad,
n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
19
confidencialidad, neutralidad, respeto y, siem-
pre que sea posible, formacin especfica en los
temas en los que se centra su trabajo.
En nuestro caso habra que aadir que
nuestros traductores tienen que manejar ter-
minologa muy diversa, dada la gran variedad
de documentos que manejamos: textos mdi-
cos, administrativos, jurdicos, periodsticos,
etc. Junto a la variedad temtica de los docu-
mentos, hay que sealar que proceden de di-
versas partes del mundo, lo que en ocasiones
exige, aparte de los conocimientos lingsticos
adecuados, conocimientos culturales que per-
mitan comprender nociones jurdicas no exis-
tentes en nuestro pas, diferentes sistemas
educativos, estructuras sociales o familiares,
etc. En muchos casos, a esto hay que aadir el
estado en el que se encuentran los documentos
tras haber atravesado medio mundo en el bol-
sillo de su titular y de los que, por el perfil de
nuestros usuarios, les resulta imposible obte-
ner un nuevo documento o un duplicado.
Otra de las grandes dificultades a las que
nos enfrentamos son las alegaciones manuscri-
tas en las que los solicitantes de asilo cuentan
los motivos por los que han tenido que huir y
el recorrido que han realizado hasta llegar a
Espaa. Nada ms empezar, encontramos el
primer obstculo, la escasa legibilidad de al-
gunos de estos textos, lo que nos lleva a tener
que descifrarlos antes de poder simplemente
leerlos. Por otra parte, los textos resultan en
ocasiones incomprensibles por las circunstan-
cias que rodean a sus autores (desconocimien-
to de la lengua escrita, bajo nivel cultural, es-
tado de nerviosismo y confusin al recordar lo
ocurrido, etc.). En definitiva, para hacernos
una idea, deberamos poder meternos en la
piel de quien ha llegado a Espaa, teniendo
que huir, dejndolo todo atrs, recorriendo en
ocasiones varios pases, y se ve obligado a con-
tar su historia por escrito de la forma lo ms
detallada posible. Por dnde empezaramos?
Si leemos atentamente la definicin de
persona refugiada, la palabra en torno a la
que gira dicha definicin es temor. Este con-
cepto define una diferencia fundamental entre
asilo e inmigracin. Un refugiado no pue-
de regresar a su pas porque corre el riesgo de
perder su vida y, en la mayora de los casos, no
decide dejar su pas para mejorar su situacin
y ni siquiera elige el pas al que se dirige.
Adems, hay muchos refugiados que se sien-
ten culpables por haber abandonado la lucha y
piensan que podan haber hecho algo ms.
Muchos de ellos incluso planean volver, en
cuanto les sea posible o hayan terminado de
formarse en Espaa, para mejorar sus pases.
Esta caracterstica marca tanto las circunstan-
cias en las que llegan a nuestro pas, como las
carencias que tienen que afrontar. Tambin se
refleja en la labor que realizan los traductores e
intrpretes que trabajan con solicitantes de
asilo. Para empezar, el recelo, la desconfianza
y el temor que experimentan, unidos a la nece-
sidad de rememorar los sucesos que les han
obligado a huir, sitan al intrprete ante histo-
rias a veces muy duras, narradas por personas
cuyo estado psicolgico puede estar alterado y
de las que es necesario ganar la confianza, ya
que a una situacin difcil, como es explicar
datos muy ntimos a un desconocido, se suma
la necesidad de que est presente una tercera
persona. Este tipo de interpretaciones requiere
mantener un complicado equilibrio entre la
empata y el distanciamiento mnimo para
poder mantener una actitud profesional. Este
equilibrio resulta todava ms complicado en
el caso de los idiomas menos habituales, que
solo conoce un nmero bastante limitado de
hablantes, procedente de una misma zona, lo
que puede aumentar la desconfianza del usua-
rio y la implicacin del intrprete. En el caso
del refugiado, el riesgo que puede derivarse de
que se conozca su historia o su paradero puede
ser real para l o para la familia que todava se
encuentra en el pas de procedencia. Todo esto
incrementa la necesidad de contar con un
equipo que ofrezca las garantas necesarias y
permita, siempre que sea posible, que el usua-
rio pueda ser asistido por el mismo intrprete
agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
20
a lo largo del proceso. Estas necesidades son
extremas cuando nos encontramos ante casos
de violaciones y todo tipo de persecuciones
por motivo de gnero, en los que el relato de
los hechos puede resultar especialmente deli-
cado2.
A estas dificultades hay que aadir la impo-
sibilidad para planificar el volumen de trabajo,
la demanda de idiomas o las situaciones ur-
gentes. Todos estos obstculos solo pueden
superarse gracias a la dedicacin y compromi-
so del equipo.
Por qu es necesario nuestro trabajo?
La traduccin y la interpretacin resultan im-
prescindibles tanto para los inmigrantes como
para los refugiados no hispanohablantes y, en
algunas circunstancias, son un derecho reco-
nocido legalmente, como en el caso de los soli-
citantes de asilo que tienen derecho a asisten-
cia letrada e intrprete para la formalizacin
de su solicitud. En el terreno administrativo,
les permiten realizar los trmites necesarios
para poder integrarse en Espaa como ciuda-
danos de pleno derecho y conocer la informa-
cin que posibilita que puedan ejercer sus de-
rechos y cumplir con sus deberes. Pero tam-
bin hace posible que se conozcan sus histo-
rias, los abusos y violaciones de los derechos
humanos a los que han sido sometidos, tanto
en sus pases como a manos de los traficantes
de seres humanos, y que recuperen parte de su
identidad, al poder identificarse o convalidar
sus estudios, ya que, en definitiva, los pocos
documentos que hayan podido conservar re-
construyen su vida y su identidad, como las
2 CEAR/CIR/FTDA (2010), Exchange for change. Gua para
la proteccin internacional de las personas perseguidas por motivos de gnero.
piezas de un rompecabezas. Para los inmigran-
tes y refugiados que llegan a Espaa sin cono-
cer el idioma, el intrprete se convierte en su
voz y sus odos y, a veces, su nica posibilidad
de comunicarse con los dems, por lo que la
confianza en la exactitud del mensaje transmi-
tido debe ser absoluta. Para personas adultas,
acostumbradas a gestionar por s mismas sus
vidas, la frustracin al no poder comunicarse
directamente puede ser similar a la que siente
un nio y, de hecho, dada la mayor facilidad
con la que los nios aprenden los idiomas, en
muchos casos, estos terminan haciendo de in-
trpretes improvisados para sus padres, invir-
tindose los papeles, con la carga de responsa-
bilidad que esto supone para los nios. Indu-
dablemente, el aprendizaje de la lengua es
fundamental, pero puede resultar muy com-
plicado debido a la edad, el nivel cultural, las
preocupaciones o la falta de tiempo.
En especial, en el campo del asilo, teniendo
en cuenta la situacin actual3, caracterizada
por la invisibilidad del asilo, el refuerzo de las
fronteras europeas, la priorizacin de las me-
didas policiales y la obstaculizacin del acceso
a la proteccin internacional, es muy impor-
tante que las instituciones tomen conciencia de
la importancia de estos servicios.
No es lgico que un pas como Espaa, cu-
ya historia se ha visto marcada en repetidas
ocasiones por la persecucin, el exilio y la emi-
gracin (primero fueron los judos, despus los
moriscos y ms recientemente los republicanos
y las oleadas de emigrantes en los aos sesen-
ta), d la espalda a los refugiados, ya que, por
desgracia, cambian las nacionalidades y la
forma de persecucin, pero no la necesidad de
proteccin.
3 Informe Anual de la CEAR.
n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
21
BUZN
Consideraciones sobre la expresin cloud computing y el argot
informtico FERNANDO ARRIBAS UGUET
Arquitecto en Cloud Computing, IBM
cepto encantado la invitacin hecha por
Luis Gonzlez en uno de los ltimos n-
meros de puntoycoma a los especialistas en in-
formtica para que aportemos nuestra opinin
acerca de la mejor traduccin de la expresin
cloud computing.
Creo que con la expresin cloud computing
hemos llegado a una de las peores elecciones
lingsticas, producto tanto del vrtigo en el
desarrollo tecnolgico como del afn indisimu-
lado de utilizar trminos ms o menos llamati-
vos y nuevos con el propsito, no de denomi-
nar e indicar un producto o una idea, sino de
llamar la atencin y causar ciertas expectativas
e inquietud para, sencillamente, generar nego-
cio, vender, ganar dinero: el abuso de la lexica-
lizacin mal fundamentada.
Apenas hay actividad humana, ni entre las
ms cientficas, que est exenta en mayor o
menor grado de irracionalidad. A poco que
uno observe durante unos pocos aos el mun-
do de la informtica podr apreciar, junto a los
indudables avances tecnolgicos y conceptua-
les, esta dosis de irracionalidad: se abandonan
estndares y arquitecturas por otras peores y
ms inseguras, se generan modas efmeras de
manera artificial, triunfa entre el pblico el
peor ordenador personal o no cuaja el mejor
sistema operativo, etc. En mi opinin, la causa
reside en el hecho de que buena parte del
desarrollo de la informtica, el que repercute
en mayor nmero de personas, no reposa en el
mundo acadmico (demasiado lento para ge-
neralizar sus creaciones), sino en el empresa-
rial. Y el objetivo principal de las empresas
consiste en ganar dinero (para sus accionistas y
ejecutivos), no en el avance conceptual y tecno-
lgico de una disciplina. Si a esto se le aade la
alta competencia entre las empresas del sector,
la rpida creacin, destruccin (recurdense
las empresas denominadas punto com
otra aberracin de expresin de hace unos
diez aos, por ejemplo), absorcin y fusin de
muchas de ellas (y sus tecnologas correspon-
dientes) y el inexistente celo que los especialis-
tas informticos ponemos en el uso del idioma
propio (tanto del ingls como del castellano)
para denominar los productos de esta indus-
tria, se comprender que, no ya en la traduc-
cin, sino en el original, muchas expresiones
resultan desafortunadas, poco acertadas y, en
mi opinin, injustificables: hasta ahora cloud
computing es de las peores entre ellas.
La nica explicacin que se me ocurre a la
eleccin del trmino cloud reside en el hecho de
que comnmente los especialistas informticos
en nuestras ilustraciones y diagramas hemos
dibujado una nube para representar la nocin
de red y evitar detallar su topologa, protoco-
los, etc., o sea, para simplificar; resulta cmodo
y seguimos hacindolo desde mucho antes de
que internet existiera para uso civil. As pues,
y dadas las razones anteriormente citadas,
sobre todo el prcticamente inexistente empe-
o por parte de las empresas del sector en mi-
mar el idioma, por qu no emplear el trmino
cloud para designar una arquitectura donde la
red constituye un componente esencial en vez
de disear una expresin nueva y ejercer un
poquito la creatividad? Si se hubiera hecho,
A
mailto:[email protected]agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
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hasta podra ser igual de rentable econmica-
mente (llamara igual la atencin a sus posibles
compradores). Peor an, la expresin cloud
computing se ha ido extendiendo sin que nadie
haya llegado a ningn consenso sobre su con-
tenido. Por eso parece que hemos llegado al
colmo en el mal uso del idioma con cloud com-
puting: creamos una expresin sin dotarla de
suficiente significado.
No hace mucho represent a mi empresa en
unas jornadas organizadas por la International
Data Corporation (IDC) en Lisboa en torno a
cloud computing: indicio de lo afirmado en el
anterior prrafo fue el hecho de que prctica-
mente todos los ponentes empezamos por re-
conocer en nuestras intervenciones el que no
se supiera bien lo que significa la expresin.
Ahora bien, s existe un relativo acuerdo sobre
lo que evoca o caracteriza a cloud computing, y
con ello ya abandono mis consideraciones so-
bre la frivolidad lingstica del sector inform-
tico para procurar dar pistas sobre lo que la
mencionada expresin puede llegar a denotar.
1. Desde el punto de vista del usuario final de
la tecnologa cloud computing, bien sea dada
por una entidad externa o por la propia en
la que el usuario desarrolla sus actividades
(distincin recogida en la dualidad public
cloud frente a private cloud), este no ver (casi)
nada instalado en su infraestructura (en su
ordenador, por ejemplo) cuando solicita el
servicio ofrecido por esa entidad.
A modo de ejemplo sencillo, considrese
un editor de textos o cualquier paquete
ofimtico: la mayora de los usuarios tienen
uno instalado en su ordenador; muchas
empresas y organismos los instalan y actua-
lizan en todos los ordenadores de sus em-
pleados. Cuando se preste este servicio me-
diante cloud, el usuario lo utilizar sin nece-
sidad de instalarse nada, acceder a l, por
ejemplo, mediante un navegador para in-
ternet.
Lo mismo se puede aplicar para cualquier
otro software, para los sistemas operativos o
para el almacenamiento; todo se sirve, no
se instala en hardware del usuario solicitante
del servicio. A ello hay que aadir el matiz
de rapidez (o eso es a lo que aspiran quie-
nes venden las tecnologas y servicios rela-
cionados) en la obtencin del servicio.
2. Desde el punto de vista de quien brinda
servicios basados en tecnologa cloud, aque-
llos deben estar virtualizados para as opti-
mizar la infraestructura subyacente y redu-
cir o eliminar la compra del hardware que
cada usuario precisara si en vez de un ser-
vicio fuera un producto lo que demandara
(uno de los argumentos econmicos subya-
centes) y ser susceptibles de automatizarse
para cumplir con el supuesto de la rapidez
esperada.
Para lo que aqu nos atae, creo que basta
con indicar que con virtualizacin se alu-
de a un elemento en informtica (un siste-
ma operativo, un disco, un producto de
software) que funciona prcticamente igual
que otro no virtualizado (fsico, real), pero
que no se conecta o ejecuta sobre el hardware
para el que pudo estar originalmente pen-
sado, sino a un componente (habitualmente
llamado hipervisor) que lo independiza
del hardware y permite su ejecucin mltiple
para, posiblemente, dar servicio a usuarios
distintos. As, varios sistemas operativos
virtuales se ejecutan en paralelo y de mane-
ra independiente sobre el mismo hardware.
Aqu tambin hay que aadir un matiz: el
servicio cloud suele caducar, tiene un perio-
do de vigencia y, cuando termina, se retira
automticamente la infraestructura asigna-
da para as quedar disponible para otros so-
licitantes de los servicios.
Todo este planteamiento no hace uso de
ninguna tecnologa o arquitectura verdadera-
mente nueva creada ex profeso, realmente reuti-
liza la que ya exista. Es ms: todo ello ya exis-
ta antes de que la expresin cloud computing se
colara en nuestro argot. Qu poco pintan en
todo esto las nubes!
n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
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Ni siquiera en el sentido ms amplio del
concepto 'nube' veo justificacin verdadera
para su aplicacin en este contexto. Eso s,
suena nuevo, emergente, ningn director de
cualquier centro de proceso de datos o ningn
tcnico podr ignorar, dentro de un orden,
ninguna tecnologa nueva que afecte a su ma-
nera de trabajar (a riesgo de que se pueda con-
siderar que no est informado). Los consulto-
res realizarn estudios sobre los planes a corto
y largo plazo que los directores de los centros
de clculo tengan al respecto; se ofrecern ser-
vicios de asesora, formacin, instalacin, etc.
Tendremos la necesidad de traducirlo.
Ahora bien, temo que no haya nada que ha-
cer (al menos en el mundo de la traduccin no
institucional): como tantas veces llevo visto
durante los ms de veinticinco aos que ejerzo
la traduccin, los especialistas castellano-
hablantes incorporarn la palabra nube sin
el menor escrpulo en su discurso hablado o
escrito y, salvo a minoras estadsticamente
despreciables, a nadie le importar. Si bien el
artculo aparecido el da 14 de enero en El Pas
ya me contradice (mencionado en el artculo
original de puntoycoma), lo que no creo que
incorporen los hablantes espaoles es el tr-
mino computacin con el que generalmente
se alude (en Espaa) a la capacidad de clculo
y no a las prestaciones de una arquitectura
como a la que acabo de referirme.
No obstante, se me ocurren algunas alterna-
tivas, prcticamente todas condenadas al fra-
caso:
servicios virtuales bajo demanda (del
trmino demanda ya se ha abusado
mucho en el sector durante los ltimos
aos: los fabricantes de productos cloud
no lo querrn utilizar, no denotara no-
vedad tecnolgica),
virtualizacin a la carta,
virtualizacin transparente,
virtualizacin de quita y pon (quin se
atrevera con una expresin tan castiza?
Son las que ms me gustan y nadie acep-
ta; aqu va otra que solo utilizo en la in-
timidad: correveidile para traducir
broker).
Lo que cuesta introducir la traduccin de
una expresin que no incluya de manera expl-
cita el trmino clave del original (en nuestro
caso nube)! Y me refiero sobre todo a la re-
sistencia ofrecida por los especialistas que tra-
bajamos en el sector, el grupo ms numeroso
de usuarios de la jerga aqu discutida, quienes
rehsan tambin de manera comprensible pero
irracional adoptar una traduccin ms elabo-
rada.
agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
24
A vueltas con cluster JAVIER ORTEGA COLOMER
Estudiante de doctorado en Ingenio (CSIC-UPV)
ace unas semanas recib un correo elec-
trnico de una compaera de trabajo. En
l apareca un vnculo para acceder al boletn
puntoycoma; qu descubrimiento ms grato! Se
trataba del ltimo nmero (el 118), en el que
haba un artculo cuyo autor, Luis Gonzlez,
escriba unas lneas acerca de la problemtica
de la (no) traduccin de ciertos trminos pro-
venientes del ingls, ilustrado con el ejemplo
de cluster. Su lectura me result muy prove-
chosa (a la vez que divertida), puesto que esta-
ba en esos das preparndome una ponencia
que iba a presentar en Trento.
Mi propsito en esa comunicacin era refle-
jar cmo ese trmino se haba introducido en la
jerga de los investigadores regionales, princi-
palmente economistas y gegrafos, eclipsando
(y simplificando a su vez) a toda una generacin
de trminos (por ejemplo, el distrito industrial)
que haban tratado de analizar un conjunto
heterogneo de agentes y la influencia de sus
relaciones en las dinmicas regionales desde
un punto de vista socio-econmico.
Pero esa irrupcin (del trmino cluster) no
haba llegado solo a la comunidad cientfica
sino que haba calado tambin en los docu-
mentos de trabajo de la Comisin Europea con
la publicacin del que llevaba por ttulo The
concept of clusters and cluster policies and their
role for competitiveness and innovation: Main sta-
tistical results and lessons learned. La publicacin
de este documento me anim a hacer una revi-
sin de lo que sus autores (al parecer descono-
cidos) entendan por cluster. Adems, otro ali-
ciente lo encontr cuando sus autores afirma-
ban que se trataba de un enfoque basado en la
evidencia (evidence-based approach en ingls).
Cul fue mi sorpresa cuando hall tres grandes
inconsistencias en el documento que ponan en
evidencia ese prometido enfoque basado en la
evidencia.
En primer lugar, si bien un cluster es defini-
do por un conjunto heterogneo de agentes, a
destacar empresas relacionadas con una acti-
vidad econmica, asociaciones empresariales
ligadas a esas empresas, instituciones de edu-
cacin y de investigacin, y por las relaciones
generadas entre ellos, por qu en el documen-
to se utilizan solo los datos del empleo para
clasificar y medir a estos conglomerados? y
qu hay de la medicin de las relaciones entre
agentes? Es curioso que se est hablando de la
existencia de un cluster en trminos de aglome-
racin sin tener en cuenta la definicin precisa
del papel de cada uno de los agentes del terri-
torio que estn incluidos en la misma definicin.
Sin embargo, esta simplificacin tena una jus-
tificacin en el documento. Y es que su preten-
sin era realizar una foto panormica de los
clusters en toda la Unin Europea y esto, claro
est, solo es posible acogindose a los datos
disponibles, en este caso el nmero de emple-
ados en una industria dada. Este es un primer
ejemplo de inconsistencia, y por tanto un in-
cumplimiento del prometido enfoque basado
en la evidencia.
En segundo lugar, se dedic nicamente un
prrafo a un autor italiano que haba rescatado
un viejo debate en torno a las externalidades
generadas por la aglomeracin de industrias
en un territorio a la vez que no se incorporaron
las crticas realizadas por numerosos investi-
gadores provenientes de las ciencias polticas,
de la economa y de la geografa. Me pareci
muy curioso que ese prrafo fuera adems
directamente proporcional a la dedicacin por
parte de los autores del documento al plante-
amiento de cuestiones sociales en torno al con-
H
mailto:[email protected]n 119 agosto/septiembre/octubre de 2010
25
cepto de cluster. Precisamente para ese autor
italiano, Giacomo Becattini, el centro de aten-
cin en su definicin del concepto de 'distrito
industrial', era el componente social y la histo-
ria dentro del cambio tecnolgico en las indus-
trias de un territorio. De todas formas, aten-
diendo de nuevo al concepto de cluster, no es
de extraar que un concepto que nace y se re-
produce en un ambiente donde el mayor ob-
jetivo es ser competitivo e innovador no tenga
entre sus prioridades ms acuciantes la de la
atender a la problemtica social de la gente
que vive en un territorio.
En tercer lugar, y muy relacionado con el
punto anterior, se encuentra el hecho de que solo
se reflejaban aquellos trabajos que aplaudan las
bondades de los clusters. Por ello solo eran cita-
dos, por un lado, los ejemplos de regiones
prsperas desde un punto de vista puramente
econmico, tipo Silicon Valley, y, por otro, los
sectores denominados de alta tecnologa, como
la biotecnologa. La pregunta que me vena a la
cabeza en el momento de esa glorificacin de los
ejemplos exitosos era: es que toda Europa es
as? Es que son menos las regiones que no se
dedican a estas actividades de, segn algunos,
gran valor aadido? No son acaso los sectores
llamados de baja tecnologa los potenciales clien-
tes de las empresas que desarrollan la tecnologa
puntera?
En fin, aqu he apuntado algunos de los deta-
lles que ms me llamaron la atencin. Sin ser un
experto de la lengua, considero que la no traduc-
cin de un trmino a veces se lleva a cabo por no
querer matizar las caractersticas y connotaciones
del contexto en el cual se desarrolla. Si el concepto
de cluster ha sido generado en una poca en la
que el estudio de las fuentes de la competitividad
entre pases, regiones y empresas es lo que prima,
un posible sinnimo podra ser el de otro angli-
cismo, club, que segn la Real Academia de la
Lengua Espaola, en su primera acepcin, es una
sociedad fundada por un grupo de personas con
intereses comunes y dedicada a actividades de
distinta especie, principalmente recreativas, de-
portivas o culturales. Estamos obligados, pues, a
definir cules son los intereses comunes y las acti-
vidades que queremos desempear. De esta for-
ma todos podremos disfrutar de nuestro propio
cluster, y por ende seremos competitivos e inno-
vadores.
agosto/septiembre/octubre de 2010 n 119
26
RESEAS
Un gran diccionario POLLUX HERNEZ
Comisin Europea
[email protected] FRANCISCO LAFARGA / LUIS PEGENAUTE eds. Diccionario histrico de la traduccin en Espaa
Gredos 2009, Madrid