142

"Racismo y Filosofía. 'Cierto negro brasileño leproso': sobre un sueño de Spinoza" por Nicolás González Varela

Embed Size (px)

DESCRIPTION

E-BOOK: El Esclavismo ha sido el Genocidio, el Holocausto de la Modernidad, el Shoa de la Ilustración. Parafraseando la terrible fórmula de Adorno sobre el hecho de Auschwitz, habría que preguntarse: “¿Es posible pensar después de la Esclavitud?” El test crucial para la Aufklärung y el Liberalismo naciente es la institución de la Esclavitud y el comercio de esclavos. Por ello, se puede y se debe leer al Liberalismo (en este caso Spinoza) desde el punto de vista del esclavo negro, forzar esta lectura desde el lado de la víctima, desde la diferencia del otro y de la Negritud, desde las sombras, desde la indiferencia teórica, desde el inexplicable silencio filosófico. Nuestra historia parte de una carta que Spinoza recibe en 1664 de su amigo Peter Balling, cuando Spinoza es ya otro hombre, un pensador que puede vivir sin apuros gracias a la renta vitalicia otorgada por un admirador, pero en el que todavía resuenan las lastres ideológicos del capitalismo mercantil y el colonialismo holandés...

Citation preview

Deux ex machina: consejos, estados generales

Racismo

y

Filosofa

Cierto negro brasileo leproso

Sobre un sueo de SpinozaNicols Gonzlez Varela

2013

2013(I)Estos negros dicen los holandeses son feroces,

prfidos, infieles a los tratados, e irreconciliables.

(Barn de Bessner, Mmoire sur les negres fugitifs de Surinam, 1777)

Spinoza, el primer judo liberal.

(Carl Schmitt, Der Leviathan in der Staatslehre des Thomas Hobbes, 1934)Las contradicciones de un autor son significativas

porque contienen problemas que, ciertamente no resuelve, pero que revela contradicindose.(Karl Marx, Theorien ber den Mehrwert, 18611863)Spinoza, el hombre ebrio de Dios, el marrano de la Razn, el judo subversivo, aquel que el filsofo cortesano Leibniz describi como un hombre de tinte olivceo y algo de espaol en su semblante, fue sin dudas un pensador radical para su poca, ligado a los ros, a los canales y al ocano. Su corta pero profunda reflexin se encuentra indeleblemente marcada por el surgimiento del nuevo imperialismo, la emigracin, la persecucin, la precariedad, las travesas inciertas, el riesgo mercantil de la desafiante burguesa y el cosmopolitismo ms moderno. Impresiona su dimensin total, al mejor estilo de un hombre del Renacimiento: metafsico y moralista, pensador religioso y filsofo poltico, exgeta crtico de la Biblia, crtico social, pulidor experto de lentes, comerciante multinacional, fsico y cosmlogo, hereje hasta el final de sus das. Podramos decir que era espaol, ya que la familia de Spinoza, como su nombre lo indica, provena de la ciudad castellana de Espinosa de los Monteros, provincia de Burgos, en el lmite cantbrico, y porque era costumbre en los judos sefarades portugueses el hablar portugus pero escribir en espaol; hispano-portugus, porque sus padres fueron emigrantes forzosos de formacin catlica no-juda, los Anusim, o marranos (los antepasados judos de Spinoza vivan ya en Espaa en tiempos de Cartago y Roma); era judo, porque fue recibido en la comunidad de Abraham y recibi estudios tradicionales talmdicos, y contribuy econmicamente con su sinagoga; era portugus, ya que esa fue durante toda su vida su lengua materna y primigenia (los poetas ibricos eran sus preferidos, tanto que firmaba con naturalidad con un DEspioza); era holands, porque naci en Amsterdam, en un barrio que se encontraba entre el Ro Amstel y el puerto, Vlooienburg (hoy se llama Waterlooplein), en una casa espaciosa alquilada, y porque muri en La Haya, porque estaba ligado a Rembrandt por la misma cultura, pero por destino Spinoza seguir siendo un outsider, un intempestivo, un hombre pstumo, un inactual.

Su situacin es excepcional, generar una filosofa imposible de reducir a una religin, imposible de cooptar por la peste nacionalista, pero al mismo tiempo bien anclada en las relaciones materiales de su tiempo y atenta a la tradicin poltica. Pero a pesar de sus esfuerzos, la Ideologa holandesa de la burguesa vivir a su pesar enroscada entre lneas, incluso entre sus sueos. Fueron varios los motivos de la emigracin masiva de judos de Espaa y Portugal, y no fueron exclusivamente religiosos: el anacrnico imperio espaol (al que Marx calificaba de ser una forma tarda de despotismo asitico) estaba en decadencia econmicamente desde su nacimiento, con unas relaciones de produccin basadas en la conquista territorial, el privilegio fiscal y el monopolio real, mientras que Holanda ofreca el inicio de una nueva forma de imperialismo militar&comercial centrado en el espritu del capitalismo gracias a la mediacin ideolgica del Protestantismo (Calvinismo). Holanda fue el primer pueblo en toda Europa que realiz con xito una revolucin burguesa, al emanciparse del despotismo espaol. El Calvinismo, con toda su filosofa poltica liberal, es aqu el creador de una nueva forma de estado. La comunidad portuguesa en Amsterdam y en Rotterdam, unida por el idioma y el terruo, se consideraba a s misma una nacin exiliada, constituida por una lite comerciante e industrial, para quienes la religin no es una realidad sino un problema. Aqu entre los Sefardim no domina, como en el caso de los judos del Este (Ashkenazes) los dogmas absolutos, la intolerancia tnica y la Cbala, sino la gran tradicin humanista del judasmo ibrico: Crescas, Gebirol, Halevy, Hebreo, Herrera, Ezra y el gran Maimnides. La comunidad no lo tuvo fcil en su nueva patria: peridicamente los sectores ms conservadores de la alta sociedad holandesa, los Predikanten, pedan la expulsin de los mercaderes portugueses. En primer lugar, sera un grave error suponer que antes de finales de siglo XVIII las ideas modernas acerca de la Igualdad entre razas haba echado races en los Pases Bajos. La Tolerancia, muy famosa en los Pases Bajos, no se basa en los principios modernos, sino en consideraciones crematsticas&prcticas, que permitan a una poblacin que era (y sigue siendo), profundamente escindida sobre asuntos religiosos, a convivir juntas. Las minoras religiosas, catlicas y judas, fueron discriminadas y excluidas de los cargos pblicos. Spinoza mismo se vio obligado a firmar su obra ms poltica de manera annima, tuvo que falsificar la ciudad de edicin y tema por su vida, sus obras fueron prohibidas en 1674, junto con el Leviathan de Hobbes.

Hay una exquisita ancdota sobre este falso climax tolerante narrada, muchos aos despus, por un destacado mdico y profesor universitario holands, Herman Boerhaave: en 1693 en su perodo estudiantil, mientras viajaba a bordo de un barco de pasajeros, escuch un animado debate entre unos pasajeros acerca de Spinoza. Las opiniones expresadas eran la mayora vehementemente negativas, entonces se acerc y le pregunt a uno de los crticos si en realidad haba ledo alguna obra de Spinoza, porque lo que afirmaba era falso; otro pasajero le pregunt su nombre, al que anot, con el resultado que al llegar a puerto fue denunciado en Leiden como spinozista y perdi, aunque no le interesaba, toda oportunidad de hacer una carrera en la Iglesia pblica. En Holanda se persigui, en ansias de una obsesin purificadora, a homosexuales, gitanos, mendigos y prostitutas. No exista dentro de Holanda un sistema de trabajos forzosos para los otros, como sucedi en otros lugares (Francia, Espaa, Portugal, Gran Bretaa) pero este excepcionalismo carcelario no estaba basado en una cierta actitud indulgente y anti-racista, como sostiene la fable convenue, sino en el simple hecho de que el mercado de trabajo en los Pases Bajos estaba fuertemente impulsado por la oferta, como una constante afluencia de trabajadores inmigrantes de pases vecinos, es decir: una fuerza de trabajo multinacional. Tal vez deberamos concluir que los holandeses eran racistas como todo el mundo en ese momento, pero que tenan menos necesidad para practicarlo en su pequea patria (circa 1650 su poblacin no exceda los 2 millones de personas). No es casualidad que en Holanda el fuerte movimiento abolicionista europeo no tuviera ninguna relevancia, y es ms: se aboli la Esclavitud en las colonias holandesas por presiones de Gran Bretaa. Un dficit moral colectivo, una enorme bancarrota tica que pas desapercibida en su filosofa prctica?

El padre del filsofo, Miguel DEspinosa, entr de socio en el establecimiento comercial de su hermano Abraham, que parece haber sido muy importante segn se deduce de los movimientos financieros registrados en el banco de Amsterdam. La empresa llevaba el nombre de fantasa portugus de Manuel Rodrigues, importaba frutas exticas y frutos secos, hacia prstamos de dinero a comerciantes de armas, incluso el contrabando desde Mlaga, y parece que fue una de las empresas ms renombradas de la ciudad en la poca. Casualidad o no, el padre de Spinoza morir en 1654, poco despus que los portugueses con nativos brasileos retomaran la ciudad de Recife y expulsaran a los holandeses definitivamente, una derrota que se tradujo en una enorme prdida financiera para la comunidad Sefardim de Amsterdam y para los negocios de la familia Spinoza. Existe una fable convenue con respecto a la vida de Spinoza, cuyos dos mitos principales son su extrema soledad y su pobreza sempiterna, pero ambas no se corresponden con la verdad. Spinoza proviene de una familia de alto rango en la estructura de clases de la Holanda de la poca. Por supuesto, puede considerarse un intelectual relativamente pobre si lo comparamos, en el otro extremo de la balanza, con el filsofo-cortesano derrochador de Leibniz.

Soledad? Eremita? Un Digenes moderno? Spinoza haba vivido en la esotrica quietud del individuo aislado, dice el jurista nazi-catlico Carl Schmitt, siguiendo el mito historiogrfico. Individuo aislado? Spinoza estaba en contacto con toda la cpula liberal de Holanda, los dirigentes claves que conducan al nuevo estado, y era amigo ntimo del Pericles de la Historia de Holanda, el principal estadista republicano de la poca: Jan de Witt. Act est fabula! Pero existe otra dimensin de la fable convenue sobre Spinoza poco analizada, reprimida como en otros filsofos de la poca del naciente Capitalismo europeo: la flagrante discrepancia entre pensamiento y prctica, entre teora y praxis, que marc a fuego el perodo de transformacin de la forma mercantil del Capital en su forma cuasi moderna, protoindustrial y financiera. Es decir: presenta Spinoza en la forma de una quimera delirante, la paradoja entre el discurso de la libertad y la democracia absoluta con la prctica de la esclavitud? Como dice Williams en su importante obra sobre el Capitalismo y el Esclavismo, la institucin de la Esclavitud, promovida y organizada por los europeos en el hemisferio occidental entre los siglos XVI y el XIX, no fue un hecho accidental, ni un drapage en la historia econmica moderna. La Esclavitud fue, antes bien, una pieza crucial en los primeros momentos de la formacin del capitalismo mundial y del arranque particular de la acumulacin primitiva en Holanda. No se puede explicar el surgimiento del Capitalismo a partir del ao 1500 sin los esclavos como fuerza de trabajo y sin el floreciente comercio de los esclavos en el Atlntico: hacia 1900 se calcula que por cada europeo llegado a las Amricas le correspondan tres esclavos africanos. Se ha calculado que en la cuenta final llegaron vivos a las Amricas 12 millones de africanos para trabajos forzosos, solo entre 1500 y 1640 788.000 esclavos. El trabajo forzado y casi gratuito impuls lo que podramos llamar la primera agricultura de exportacin capitalista: el cultivo del azcar, pero tambin del tabaco y del algodn.

Holanda es el ejemplo ms temprano a tener en cuenta, su esplendor desde el siglo XVI al XVII fue gracias a una poltica militar de agresin y al dominio del trfico de esclavos, de hecho fueron los holandeses los primeros en trasladar mano de obra esclava de frica al estado de Virginia en 1619 y a la isla de Manhattan en 1624, la futura New York. Incluso entre 1657 y 1663 cuatro barcos holandeses llegaron al puerto de Buenos Aires (un punto clave del contrabandismo continental de la poca) repletos de esclavos, que fueron inmediatamente comprados por espaoles y criollos. A partir de 1630 los holandeses comenzaron a suplantar en las plantaciones de azcar a los indios Tupani por africanos (aunque los portugueses ya haban comenzado con el comercio de esclavos con anterioridad, y antes que ellos los reinos islmicos) por razones que ya haban descubierto los espaoles: un negro productivamente vala como cuatro indios. La historia de Brasil holands, muy relacionado con la familia Spinoza, se pueden dividir en tres actos: en primer lugar, conquista y la consolidacin de un territorio importante para el cultivo de azcar, seguido por una dcada de relativa paz y prosperidad bajo el gobierno ilustrado de Johan Maurits van Nassau, y, finalmente, la guerra interimperialista con los colonos portugueses locales y libertos brasileos que conducen a la rendicin final de la colonia en 1654. Hasta ese ao barcos bajo la bandera holandesa transportaron 23.000 esclavos de frica a Brasil y de las seis colonias de ultramar que lleg a tener Holanda en su cnit como potencia mundial, cinco eran sociedades esclavistas, y en tres de ellas eran mayoritarios los esclavos de origen africano en los trabajos forzados. No es raro que nada menos que el padre del Constitucionalismo burgus, Montesquieu sealara que El Azcar sera demasiado caro si no se obligase a los Negros a cultivar la caa. Porque el Azcar era y es esencialmente una empresa capitalista compleja, que implica no slo operaciones agrcolas sino tambin las etapas primarias del refinado final. La razn era crematstica y econmica, no racial; no tena nada que ver con el color del trabajador, sino con los bajos costes de la reproduccin de su fuerza de trabajo y la posibilidad de una explotacin extensiva e intensiva. Comparado con el trabajo de los indios, el del esclavo negro era eminentemente superior desde la nueva ptica capitalista. Fue durante ste perodo en el que Spinoza se encarn como su pensador ms destacado y paradigmtico. Pero veremos como su propia Filosofa prctica tiene el semblante bifronte de Jano, ya que como el legendario rey de Lacio, tiene el don de encarnar tanto el pasado que no termina de cancelarse como el porvenir que todava no se cristaliza. En Spinoza flota un doble silencio filosfico, tanto en la cuestin del Racismo como con en el de la Esclavitud.

Nuestro pensador recibe la formacin tpica de un joven marrano de familia pudiente, con un destino prefijado: la profesin mercantil para heredar la empresa de su padre. Por supuesto, esto no exclua la formacin religiosa talmdica, ya que para los judos el estudio religioso equivale a servir a Dios; como tampoco la humanista radical: en la biblioteca erudita que dej a su muerte estn, adems de gramticas, diccionarios y varias ediciones de la Biblia, casi todos los clsicos espaoles (Gngora, Montalvn, Quevedo, Cervantes), griegos, latinos y de la filosofa neoescolstica y moderna de la poca: Diofanto, Josefo, Aristteles, Hipcrates, Eptecto, Arriano, Luciano, Homero, Euclides, de los latinos Tcito, Tito Livio, Petronio, Virgilio, Julio Csar, Sneca, Salustio, Marcial, Plinio, Ovidio, Curcio, Plauto, Cicern, por supuesto Moro, Petrarca, Calvino, Bacon, Maquiavelo, Grocio, Hobbes y Descartes. Spinoza, contra la opinin corriente de muchos comentaristas, tuvo la iniciativa de hacerse expulsar de su sinagoga con un escrito Apologa para justificar una ruptura con la Sinagoga, que escribi en espaol!: la sinagoga no tuvo ms remedio que aplicarle una rabiosa excomunin (Cherem), ratificaba su condicin de ateo, algo que siempre le disgust, y finalizaba con una exhortacin violenta a su asilamiento por la comunidad hebrea. En el mismo momento de la excomunin, ao 1656, tuvo lugar un cambio decisivo en su posicin social, en su conciencia de clase: hereda con su hermano Isaac el floreciente negocio de exportacin&importacin y de intermediacin financiera y bancaria de su padre. Ya por esa fecha firmaba las letras comerciales y pagars de su puo y letra como Bento DEspioza, en los documentos notariales Bento es descripto como mercader portugus residente en Amsterdam. Ya empezaba a verse las desastrosas consecuencias comerciales que tendra para el negocio familiar la guerra interimperialista entre Holanda e Inglaterra y entre Holanda y Francia. Porque Holanda est vuelta y de manera desafiante al Mundo, a su porcin colonial, a la integracin militar y comercial de reas no-capitalistas, a la conquista del mercado mundial, a cumplir el destino del ciclo lgico del capital. Como seala Toni Negri, en las Provincias Unidas se conjugan en el espacio-tiempo el orden capitalista del beneficio y la aventura salvaje de la acumulacin en el mar, la fantasa constructiva que los comercios producen y el asombro que todo ello produce en la Filosofa. Pero este asombro filosfico ignor el mayor crimen de Holanda: los esclavos y el trabajo forzado. El eje sobre el que giraba el milagro capitalista holands curiosamente Negri no lo seala era la prctica general de la Esclavitud, incluso el uso y abuso domstico de esclavos africanos.

Los principales puestos de comercio de esclavos, los famosos Asientos, tanto en Amrica como en frica, estaban bajo bandera portuguesa, holandesa, francesa, inglesa, danesa o de Branderburg. Se calcula que Holanda (a travs de la WIC, que fue la empresa esclavista privada ms grande de la Historia) envi a Amrica (desde la zona de Angola y el Congo) ms de 100.000 esclavos hasta 1730. Amsterdam sera la capital europea del trfico de esclavos, en la provincia de Zeeland (Middelburg y Vilssingen) sus puertos eran los ms importantes y eficaces en el mecanismo esclavista. Los holandeses hasta innovaron en las herramientas; disearon un exitoso galen superpido, denominado Fluyt (Barco volador) que con una bodega amplia, poco calado y tripulacin reducida, se transform en el barco tipo ideal para el transporte de esclavos. Cuando la conquista de parte de Brasil abri nuevas oportunidades econmicas los escrpulos morales protestantes (y judos) se desvanecieron rpidamente. De manera similar, la simpata por los sufrimientos de los indgenas americanos a manos de los espaoles, parte de la Leyenda Negra, no sobrevivi mucho tiempo al contacto real, ms que ideal, con los indios en la Nueva Holanda. Es indudable que exista un Common Sense racista que deba necesariamente participar como trasfondo ideolgico para anular toda implicancia moral o discrepancia tica; someter a los europeos a la Esclavitud era impensable (en esa poca), pero a los africanos y negros sans phrase ya era un asunto ontolgicamente diferente. El Racismo no cre el comercio y trfico de esclavos obviamente con las que se benefici Holanda, pero colabor: le dio a los europeos una superestructura lgico-moral para participar y tomar parte en l. O sea: los europeos (incluidos los holandeses) eran racistas mucho antes de que se involucraran en el comercio de esclavos en el Atlntico. El papel atlntico de los holandeses fue importante: jugaron un rol decisivo en la combinacin de la tecnologa de produccin del primer sistema del Atlntico (Norte) con el capitalismo del llamado segundo sistema del Atlntico. Y dentro de este mecanismo, los judos holandeses tuvieron un rol crucial. Como resultado, las principales zonas productoras de cultivos tropicales de Brasil cambiaron hacia el Caribe y las regiones meridionales de Amrica del Norte. La Esclavitud era la nica fuente de trabajo en los dos sistemas, ya que el suministro de mano de obra era insuficiente tanto por parte de los emigrantes disponibles en el Nuevo Mundo como los ofrecidos por los amerindios o por los colonos nuevos. La oferta de mano de obra africana era relativamente elstica, y esta elasticidad forzada es uno de los elementos clave en la orientacin distintiva del segundo sistema de Atlntico hacia el mercado internacional. Era obvio que la ideologa holandesa de mediados del siglo XVI presentaba dos niveles de la conciencia moral en la sociedad civil: un conjunto de valores no racistas para su uso en el hogar (y entre los europeos), y otro, racista, nicamente para su uso en el mundo exterior (no-europeo). El doble standard tico se poda constatar materialmente: la diferencia entre la fuerza de trabajo muy libre y mvil en la Repblica Holandesa y simultneamente la ausencia de una fuerza de trabajo clsica en la mayora de las colonias holandesas en el extranjero. En especial los holandeses judos tuvieron un papel destacado en este mecanismo: posean la titularidad de 59 plantaciones de azcar en el Brasil recin conquistado por Holanda y se estima que manejaban un 20% de la produccin. En cuanto a la tica comercial, los holandeses no se limitaban a la raza negra: esclavizaron a portugueses capturados en el mar, a indonesios en el ndico e incluso japoneses. Pudo trascender este contradictorio horizonte liberal Spinoza?

De la crisis interior y exterior que transform al marrano de la Razn Spinoza de un comerciante multinacional de frutos secos, joyas y operador en la Bolsa en un solitario filsofo en busca de Dios quedan rastros indirectos, indelebles pero significativos. La decisin fundamental de Spinoza sucede en el mismo momento en que la empresa familiar se derrumba econmicamente, producto de la crisis en Brasil y del bloqueo en el Atlntico de Inglaterra. Adems se acumulan deudas no canceladas de su padre. El filsofo nacer de las ruinas de un emprendimiento comercial y del rechazo violento y pblico a la religin de sus padres. En un escrito crtico sobre la Filosofa de Descartes, Spinoza expuso en una rara confesin cmo haba superado la mera conciencia burguesa, la forma de mediacin mercantilista, el espritu del capitalismo plasmado tanto en el Judasmo ms prosaico como en el novsimo Calvinismo holands: Despus que la experiencia me hubo enseado que todo lo que ocurre en la vida ordinaria es vano y ftil; despus de haber visto que todo lo que para m era objeto o motivo de temor no contena nada bueno ni malo en s, fuera de los efecto que ejerca sobre mi Alma, me decid finalmente a investigar si no habra algo que no fuese un bien verdadero, posible de alcanzar y al cual slo se pudiera entregarse el Alma una vez rechazadas todas las dems cosas Vea, por cierto las ventajas que nos procuran los honores y las riquezas y vea, asimismo, que era necesario renunciar a ellas si quera entregarme seriamente a este otro nuevo propsito. Llegu a la conclusin de que aun cuando la Felicidad suprema consistiera en los honores y las riquezas, tendra que privarme de ello comprend que la adquisicin del Dinero, de la Sensualidad y la Gloria slo constituyen obstculos cuando son buscados por s mismos y no como medios para otros fines Un conflicto moral que aparentemente desgarraba a Spinoza: la escisin entre su vida diurna, exotrica, de comerciante (incluso indirectamente enriquecindose del trabajo forzado de esclavos) y su vida del espritu nocturna, esotrica. Spinoza considera que llevar una vida de comerciante es un gran obstculo, ya que el Dinero era un bien incierto (falso) por su propia naturaleza. Sigue ad verbatim aquella sentencia de su admirado Demcrito: Quien quiera gozar de la paz del Alma no debe ocuparse en muchos asuntos privados o pblicos. El texto no implica que Spinoza confiese una aversin al comercio per se, en absoluto, sino que la disposicin hacia la Filosofa es un impedimento a la prctica del comercio como tal, como se lo relata a travs de las historia de Tales de Mileto a su amigo Jarig Jelles, comerciante en especies. Primero describa la msera condicin de los que persiguen Honores y Riquezas los estados deben perecer y, de hecho, perecen, por el deseo ilimitado de Honores y Riquezas, para ms adelante contarle una ancdota filosfica de la Antigedad: No hay ms que atender a este razonamiento de Tales de Mileto: todo deca es comn entre amigos, los Sabios son amigos de los Dioses y todo pertenece a los Dioses; ergo: todo pertenece a los Sabios. As con una palabra, aquel gran Sabio se hizo riqusimo, ms por despreciar noblemente las riquezas que por buscarlas srdidamente los Sabios carecen de riquezas, no porque no las puedan obtener, sino porque no las quieren.

Esta ruptura existencial y social con la nueva Sociedad Comercial (como le llamaba al feroz capitalismo naciente Adam Smith) se produce en el perodo que va de 1656 a 1660. Precisamente nuestra historia parte de una carta que Spinoza recibe en 1664 de su amigo Peter Balling, cuando Spinoza es ya otro hombre, un pensador que puede vivir sin apuros gracias a la renta vitalicia otorgada por un admirador, pero en el que todava resuenan las lastres ideolgicos del capitalismo mercantil y el colonialismo holands transocenico. Desde el verano europeo de 1663 Spinoza se encuentra trabajando en su obra ms importante, la futura Etica, libro que el denomina Philosophia, que aunque es un escrito eminentemente de corte metafsico, tiene numerosos desarrollos de filosofa poltica fundamentales. La carta es curiosa por muchos motivos, Spinoza es un pensador muy reservado en sus textos exotricos y pblicos, en los cuales poco puede atisbarse de su vida ntima o de su crculo ms privado: es una de las pocas cartas en las cuales Spinoza evoca una experiencia ntima. En segundo lugar, esta carta en particular fue elegida por el joven Marx en la composicin de su cuaderno sobre el pensamiento de Spinoza, en el que resumi extractos del famoso Tractatus Theologico-Politicus y de sesenta cartas del pensador holands. Peter Balling, joven comerciante amigo de Spinoza, miembro de los famosos Colegiantes (ex Mennonitas, ex Remonstrans, ququeros disidentes, herticos de distinto pelaje y otros Chrtiens sans glise) de Rijnsburg, muy culto y conocedor del griego y el latn, autor de un manifiesto de esta secta poltico-religiosa, Het licht op den Kandelaar (Luz sobre el candelabro) de 1662, donde defiende una fe interior cuyo fundamento es la luz divina presente en cada uno de nosotros. Parece que poda expresarse en espaol (representaba en Amsterdam a comerciantes importantes de Espaa) y eso lo haba acercado ms a Spinoza. En 1664 tradujo al holands la versin spinozista de los Principia de Descartes; Spinoza lo califica en sus cartas de muy culto y prudente. En la carta susodicha, Balling, al que se la haba muerto un hijo de corta edad haca poco tiempo, relata que tuvo presentimientos y augurios del fallecimiento con ageros en forma de quejidos, que anunciaban el fatal desenlace. Spinoza le responde lo siguiente:

Lo que yo digo, que no es un caso diferente, ya que puedo confirmar que me ocurri algo similar el invierno pasado en Rijnsburg, se lo explicar. Cuando una maana despertaba de un sueo muy pesado, aclarndose ya el cielo, las imgenes que se me representaron en dicho sueo las poda ver ntidamente ante m como si fueran cosas reales, en particular la aparicin de cierto negro brasileo leproso, que jams haba visto con anterioridad. Esta imagen desapareca casi por completo cuando, para distraerme con algo y mantenerme ocupado, mi mirada se fijaba en un libro o en otra cosa; en cuanto yo apartaba la mirada de ese objeto y ya no fijaba mi atencin en nada en especial, por momentos reapareca la imagen del etope (thiopis), con igual intensidad anterior, hasta que de a poco se iba desvaneciendo hasta desaparecer. Esto mismo que acaeci en mis sentidos internos os debi de ocurrir con vuestro odo.

En pocos lugares pierde Spinoza la compostura y el frreo control de la argumentacin como en esta carta. Es adems la nica referencia explcita en toda la obra de Spinoza a la generalizada institucin de la Esclavitud y a la esclavitud de los negros en particular. La figura de un amenazante brasileo era para un patricio medio e informado de Amsterdam, ms para comerciante transatlntico como Balling, algo que no necesitaba de ninguna explicacin suplementaria. Recordemos que Spinoza llega a la conclusin de que la alucinacin auditiva de los gemidos del hijo de su amigo Balling era, de hecho, un presagio de la enfermedad inminente, porque se basa en un conocimiento ntimo del nio, mientras que su sueo del negro sarnoso brasileo no poda ser, en cambio, el producto de una enfermedad fsica o el delirio. Spinoza explica el significado del delirio auditivo de Balling, mientras no puede ser plenamente consciente de su sueo. Es claro que adems Spinoza le agrega el adjetivo negro, nigri. Para los lectores posmodernos de Spinoza parece no representar ningn problema: por ejemplo Hardt&Negri sealan, para justificarlo, que nada menos que Kant y Hegel tambin hablaban de negros en sus textos. Analizar una forma de comunicacin invariablemente distorsionada, en este caso un sueo delirante, es por tanto revelar de qu manera sus lagunas, imagos, repeticiones, omisiones y equvocos son por s mismos significativos y apuntan a lo reprimido, a lo innombrable, a lo excludo. Si podemos revelar las condiciones que compelen a un discurso particular (narracin de la intensa aparicin de un negro esclavo enfermo) a incurrir en ciertos engaos y disfraces, igualmente podemos examinar los restos diurnos generados por las condiciones materiales de una poca y lugar, que introducen informacin (contenido manifiesto segn Freud) en el texto de un sueo. Como seala Eagleton, lo que se produce (sea un sueo diurno o una compleja produccin ideolgica) debe entenderse en trminos de sus condiciones de produccin. Permtanme sugerirles que Spinoza lleg a la conclusin equivocada acerca de su propio sueo: l posea ntimamente los pertrechos ideolgicos necesarios para engendrar la alucinacin, el fantasma del esclavo rabioso, la imago nigri. La causa inmediata del sueo puede haber sido alguna forma de delirio, pero el contenido del sueo -es decir, la imagen aterradora de una colonia nativa de esclavos y braceros en rebelin contra sus amos europeos- no poda ser explicado por causas puramente fsicas, sino ms bien por la confusa conciencia mental de Spinoza del capitalismo holands, de la empresa colonial en s misma, del sueo imperial de una Nederlands-Brazili, de una gran Nieuw-Holland y las representaciones de esa empresa en su cultura, la calvinista y liberal, en el ncleo ms duro pero ms reprimido de la Ideologa holandesa. El Esclavismo como realidad material atravesaba transversalmente la vida de los Spinoza, era el Business as normal, en una ciudad como Amsterdam, donde los mercaderes judos controlaban alrededor del 20% del comercio hacia el ao 1630. Incluso un hermano de Spinoza, Gabriel, haba emigrado a la colonia de Barbados, donde tena inversiones en plantaciones de azcar y era propietario de esclavos; otra media hermana, Rebecca, emigr con dos hijos a Curaao, una isla que no tena economa de plantacin importante en s, pero que se utilizaba como un depsito central, un enorme slave Entrept, y parada de clasificacin de los esclavos africanos con destino a la comercializacin en las colonias inglesas y espaolas. El sistema esclavista era una presencia natural y cotidiana entre la comunidad de ricos comerciantes de la potente provincia de Holanda. El llamado plan geopoltico Groot Desseyn (Gran Diseo), en el que colaboraba codo a codo la WIC con el Estado General de las Provincias Unidas, pretenda establecer una gran colonia holandesa ex novo, a costa de territorios de Portugal en Angola y Brasil, explotar el adictivo azcar a travs del trfico de esclavos africanos en una nica zona econmica, plan que comenz a materializarse con la primera expedicin militar en 1624 para conquistar Baha. Spinoza delira con el fracaso del Groot Desseyn? Lo reprimido en la alta Teora no puede borrarse sin ms, re-aparece como resto diurno claro y simple en un delirio persecutorio. Su narracin de este sueo obsesivo y a ojos abiertos ha sido debatido por algunos especialistas. En diciembre de 1640 Portugal se separa de Espaa y la comunidad portuguesa de Amsterdam vuelve a re-establecer vnculos comerciales con la nueva nacin y sus colonias en todo el Mundo, en especial con la extensa Brasil, y los Spinoza comienzan a importar frutas y nueces del Algarves portugus. Las nuevas relaciones permiten hacer lobby a favor de los mercaderes judos holandeses que se han establecido en el norte de Brasil, en especial en Recife. Holanda haban invadido los territorios del norte de Brasil en varias etapas desde 1624, apoyados financieramente por la WIC, la Geoctroyeerde West-Indische Compagnie, la famosa y primera multinacional de la historia del Capitalismo: la Compaa Holandesa de las Indias Occidentales con sede en Amsterdam. Precisamente el rgano poltico de Holanda, el Estado general, donde haba muchos amigos y admiradores de Spinoza, le otorg una concesin monoplica sobre el trfico comercial y comercio de esclavos sobre Amrica y frica durante veinticuatro aos. Incluso Holanda design a un virrey para gobernar sus nuevas conquistas: Johan Maurits van Nassau-Siegen, un administrador moderno, liberal que colabor con la instalacin de la comunidad juda en Recife y Pernambuco. Es sintomtico que el templo judo de Recife, ciudad que se la rebautizar como Mauritsstad, la Kahal Zur Israel, ser la primera sinagoga construida en todas las Amricas. Con el Tratado de Mnster, en la primavera de 1648, llega la paz entre el reino de Espaa y las Provincias Unidas, que le permitir reanudar relaciones comerciales tanto con el reino como con sus colonias, abrindose a Holanda todos los puertos bajo dominio espaol, perodo que se conoce como la Edad de Oro de los judos portugueses en Amsterdam, aunque un decreto de Felipe IV obligaba a todo judo confeso a tener como agente intermediario a un agente catlico o protestante, que se quedaba con un 20%. La prctica econmica capitalista de la Esclavitud (sistemtica, altamente sofisticada, extensiva e intensiva, con un Profit que poda llegar al 300%) de los pueblos no-europeos como fuerza de trabajo en las colonias, era de tal magnitud que a mediados del siglo XVII todo el sistema econmico de Occidente, y su correspondiente acumulacin primitiva, estaba basada en ella. Inmediatamente Holanda debe enfrentarse a otro imperialismo competitivo: Inglaterra, quin, a travs de una Navigation Act de 1651, impeda que buques holandeses que partieran de Europa anclaran en sus aguas y prohiba el comercio con sus colonias, la primera guerra anglo-holandesa se desatar finalmente en 1652. No es causalidad que ms tarde Kant en su escrito de 1795 Zum ewigen Frieden. Ein philosophischer Entwurf criticara esta geopoltica esclavista, explotadora, violenta y racista del nuevo capitalismo europeo acusando a la conducta hostil de los Estados civilizados de nuestro continente, en especial de los estados comerciales y remarcando la injusticia que exhiben al visitar a pueblos y pases extranjeros (que en su caso es lo mismo que conquistarlos), para finalizar diciendo que Amrica, los pases negros, las islas de las especies, el Cabo, etc., eran para ellos, al descubrirlos, pases que no pertenecan a nadie, pues a sus habitantes no los tenan en cuenta para nada. En las Indias orientales (Indostn) introdujeron tropas extranjeras, bajo el pretexto de establecimientos comerciales, y con las tropas introdujeron la opresin de los nativos, la incitacin de sus distintos Estados a grandes guerras, hambres, rebelin, perfidia y la letana de todos los males que afligen al gnero humano.

Entre el siglo XV y XVI la Esclavitud como topoi retrico (aunque su origen es tambin histrico) se haba convertido en la metfora principal de la Filosofa poltica occidental, para connotar todo lo nefasto, perverso y negativo de las relaciones de poder absolutistas (europeas, no europeas y clsicas). Sin embargo, la metfora poltica se condens en ideologa oficial del naciente Iluminismo cuando la prctica econmica de la Esclavitud se incrementaba cualitativa y cuantitativamente. La tpica en la ideologa funciona con un depsito de provisiones, de manera sistemtica y normativa, en ella se pueden encontrar las ideas ms generales, ad usum delphini, listas para citarse en todos los escritos y discursos, que fungen como un tipo especial de discurso demostrativo. Los topoi que se usan en el Iluminismo la metfora esclavista es uno de ellos son testimonio de una nueva actitud espiritual relacionada con el ascenso de la burguesa comercial y propietaria. La discrepancia escandalosa entre Theoria y Praxis, entre Ser y Mundo, entre pensamiento y prctica, la escansin sin resolver, puede adoptar muchas veces la forma del silencio cuando no se la perciba o cuando se bloquea el aparato conceptual. O bien silenciarla y fundamentarla al mismo tiempo, como es el caso de Spinoza y de sus contemporneos. Esta doble visin, este mirar bizco hacia dos direcciones, era bastante comn en los filsofos del 1500 y 1600. Qu pasaba en la Ideologa holandesa? Era una autntica anomala salvaje? O en realidad una simbiosis paralizante del conflicto burgus? Los pensadores del Iluminismo continental, incluso los ms radicales, utilizaban con generosidad la figura retrica de la Esclavitud como argumento para enfrentar al Absolutismo, en especial el catlico y el espaol, se indignaban contra la Esclavitud qua teora, mientras que ignoraban&repriman soberanamente la prctica concreta, el oficio terrestre y los frutos crematsticos de la Esclavitud. La cuna del Racismo moderno (y sus variantes) se cristaliz en Occidente durante el perodo que va de 1500 al 1700, pero la mayora de los filsofos de la Enlightement (incluso del ala ms radical) aceptaban como natural la explotacin forzada de millones de trabajadores esclavos, los Untermenschen de la Modernidad, en las colonias, los mismos que proclamaban que la Libertad era el estado natural del Hombre y un Derecho inalienable e intransferible. Untermenschen, o sea: Sub-hombres, es un trmino generalmente til, pero tiene que ser subdividido so pena de comprenderse mal la complejidad ideolgica o reducir el Racismo a una caricatura, un perro de paja. Tradicionalmente se han producido jerarquas raciales dentro de los grupos subordinados al Capital, por ejemplo, con los Brbaros que se distinguen de los simples Salvajes; los Orientales o Asiticos (eslavos, indios, chinos), por ejemplo, de forma standard, se sitan siempre por encima de la mayora de los nativos americanos, africanos y aborgenes australianos. Por otra parte, debido a la variedad de los marcos tericos racistas que se utilizan para justificarla Esclavitud y el trabajo forzado, habr una amplia gama de concepciones que a veces se oponen y entran en pugna: Racismo teolgico versus Racismo cientfico; Polignesis versus Monognesis; Ambientalistas versus Biologicistas, etc.; por no hablar de las variedades internas dentro de cada una de ellas. Uno podra ser inferior a causa de ser un animal no-humano, por ser una entidad intermedia entre los animales no humanos y los seres humanos (Eslabn perdido), por ser seres humanos de una gnesis diferente inferior evolutivamente, por ser seres humanos de la misma gnesis pero marcado por un retraso evolutivo irreversible, y as sucesivamente. El concepto de Untermenschen era un concepto dirigido a simplificar el seguimiento de esta situacin de inferioridad moral, dar legalidad a la muerte social de poblaciones completas, haciendo una suspensin del juicio en relacin a otras diferenciaciones. Pero una vez que se dictamina, habr un enorme nmero de formas en las que uno puede ser un Untermenschen, una Sub-persona desde la perspectiva de Occidente y la naciente ideologa burguesa: el Liberalismo. (II)

Los hombres son enemigos por naturaleza.

Pues, para m, el mximo enemigo

es aquel que tengo ms que temer

y del que debo guardarme ms.

(Baruch Spinoza, Tractatus politicus, 1677)

No hay nada ms terrible

que un Estamento brbaro de esclavos

que haya aprendido a considerar

su existencia como una injusticia.

(Friedrich Nietzsche, Die Geburt die Trgedie, XVIII, 1872)

Los pueblos modernos de Europa no han hecho ms

que encubrir la Esclavitud en sus propios pases

y la han impuesto en el Nuevo Mundo.

(Karl Marx, Misre de la philosophie, 1846)El Sueo es absolutamente egocntrico.(Sigmund Freud, Die Traumdeutung, 1900) Sirva de ejemplo la ciudad de Amsterdam, la cual experimenta los frutos de esta libertas en su gran progreso y en la admiracin de todas las naciones. Pues en este Estado tan floreciente (florentissima Republica) y en esta ciudad tan distinguida (urbe praestantissima) viven en la mxima concordia todos los hombres de cualquier nacin y secta: y para que confen a otro sus bienes, slo procuran averiguar si es rico o pobre, y si acostumbra a actuar de buena fe o con engao La utopa concretada, la nica libera Republica es para Spinoza exclusivamente Amsterdam, amada y venerada metrpoli, la nueva Atenas de Occidente. El alma burguesa de la Republiek der Zeven Verenigde Nederlanden, era en la mitad del siglo XVII la sede estratgica mundial del negocio de trata de esclavos, los viles contratos mercantiles de venta y entrega de esclavos africanos se elaboraban en ella y en ella tenan sus oficinas la mayor parte de las nuevas multinacionales esclavistas europeas. Adems de ser el gran centro del Capital, del transporte martimo moderno y de la primera banca pblica capitalista, Amsterdam fue la gran factora de Europa occidental; a ella llegaban todos los productos necesarios gracias al intercambio combinado y desigual generado por el comercio de esclavos: telas y paos de muchas naciones, oro, armas, perlas, cobre, hierro, brandy, tabaco y muchas otras materias primas. Amsterdam, era la principal ciudad de las Provincias Unidas, una Federacin muy descentralizada de siete miniestados-provincias, que a su vez eran federaciones descentralizadas de ciudades y pueblos. Los barcos de esclavos procedentes de pases extranjeros, sobre todo de Inglaterra, ponan como fin de travesa Amsterdam con el fin de adquirir mercancas para el comercio africano. Era una Mecca del nuevo Republicanismo comercial. Unos aos antes, su maestro Descartes se haba sorprendido del extendido materialismo y el fervor por la ganancia, el nuevo Esprit capitalista que imperaba en la ciudad: En esta gran ciudad (Amsterdam) en que me encuentro, como todo el mundo est ocupado en el comercio excepto yo, cada cual se halla tan atento a su provecho que bien podra permanecer aqu toda mi vida sin ser jams visto por nadie. Spinoza le recordaba a sus lectores la enorme suerte de hallarse en una ciudad-estado como Amsterdam en plena libertas integra; tanto l como sus contemporneos posean la rara dicha de vivir en una Repblica, donde se concede a todo el mundo plena libertad para opinar y rendir culto a Dios segn su propio juicio, y donde la libertas es lo ms apreciado y lo ms dulce (dulcius). Nos resulta extrao que la libertad que se goza en la mercantilista Amsterdam le resulte a Spinoza dulcius, dulce, pero veremos que es una exacta concordancia ideolgica con la visin del primer Liberalismo, el llamado Doux Commerce. Viviendo en ella, Spinoza ha tenido una pesadilla, que le ha conmovido de tal manera que se la confiesa a uno de sus corresponsales y compaero de militancia liberal, el comerciante Peter Balling. Una imagen queda retenida, por la fuerza de la imaginacin, en su retina: cujusdam nigri et scabiosi Brasiliani quem nunquam antea videram, la de un negro y leproso brasileo que jams haba visto antes. Lexicogrficamente en el lenguaje culto spinoziano (utiliza sintomticamente no el holands vulgar sino el latn de las elites burguesas) primero es un miembro de una raza: Negro (nigri); en segundo lugar la aparicin tiene una nacionalidad definida o al menos una territorialidad concreta, es brasileo (Brasiliani); en tercer lugar es un esclavo decadente, qu otra cosa podra imaginarse de un negro, sea esclavo, sea liberto, en territorio de un Brasil colonial?, identificable con un enfermedad repugnante: la Lepra (scabiosi). A quin remite este fantasma spinoziano? Se podra identificar al nigri et scabiosi Brasiliani con el enemigo pblico nmero uno de Holanda (y del futuro comercial de la WIC en la Amrica portuguesa conquistada) en aquella coyuntura: el esclavo negro rebelde liberto Henrique Dias, Heri da Restaurao de Pernambuco, lder de una revuelta contra los holandeses en la ciudad de Pernambuco, Brasil, entre 1645 y 1648, una guerra defensiva llamada paradjicamente Guerra da Luz Divina, liderada por los dueos de las plantaciones, catlicos, a los que inmediatamente apoy Portugal. Dias es, con ms de ciento cincuenta aos de anticipacin, un lder negro popular con la capacidad poltica y militar de un Toussaint LOuverture, el liberador de Hait. Dias fue comentado en la prensa holandesa de la poca, ya que era la primera vez que apareca en el campo de batalla una ejrcito formado por negros! (esclavos y libertos) y que un general de color!, iletrado y sin formacin militar, derrotaba a dos exitosos comandantes holandeses, entre ellos el mtico Count Maurice of Nassau y luego el Count Sigismond, entrenados en las mejores escuelas militares europeas y que haban doblegado a expediciones militares de Espaa y Francia en Flandes. Dias tena el ttulo popular de Governador dos crioulos, pretos e mulatos do Brasil, es decir de la base popular trabajadora y esclavista de la colonia, os pretos e pardos. Hasta qu punto era una guerra intercolonial, racial y social, que los regimientos militares de Dias eran llamados por la administracin portuguesa Tero da Gente Preta, tercios de la gente negra.

Finalmente gracias a tropas como las de Dias, los portugueses reocuparon la regin en 1654, expulsando a todos los holandeses incluidos los hebreos dedicados al comercio colonial (controlaban el 50% del comercio de azcar y el ignominioso trfico de esclavos como accionistas en la WIC). Ya un viajero holands, Johan Nieuhoff, veterano empleado de la WIC, sealaba que entre los habitantes libres de Brasil en 1640, los judios fueron los ms considerable en el nmero, sobresalen en el control del trfico comercial por sobre los dems; adquirieron ingenios de azcar, y construyeron casas seoriales en la ciudad de Recife. La zona industrial de Pernambuco poda considerarse, en el comercio mundial de azcar de la poca, su principal polo productor, que contaba con ms de 160 enormes plantaciones-ingenios. Los holandeses adems haban acelerado a travs de reformas logsticas, inversin e innovacin tecnolgica, el tejido productivo de los antiguos amos portugueses. Todas las Provincias Unidas, en especial Holanda, quedaron conmovidas por esta guerra colonial perdida, pero en especial Amsterdam (cuyo papel fue central en la explotacin del norte de Brasil). Spinoza qued doblemente afectado y confundido: por los negocios de su padre y to en la sucursal que tenan en Pernambuco y por la expulsin de Brasil de su antiguo maestro de doctrina juda, el rabino cabalista Isaac Aboab de Fonseca. Paradjicamente Fonseca luego se transformara en el enemigo nmero uno de Spinoza y ser el que leer en pblico el Cherem que lo expulsaba de la congregacin juda de Amsterdam. Dias era de alguna manera, un enemigo de su enemigo, enemigo de los hebreos (un smbolo odioso de una Portugal catlica y papista), enemigo de los intereses de la propia familia de Spinoza y enemigo de su elogiada Amsterdam (su Oceana utpica); era la condensacin perfecta del fantasmagrico cujusdam nigri & scabiosi Brasiliani. Despus de la catstrofe de 1654 los judos holandeses que fueron expulsados por los portugueses se instalaron o bien en el Caribe ingls, como Gabriel, el hermano de Spinoza en Jamaica, o su hermana Rebecca en Curaao, o bien en una nueva ciudad llamada New Amsterdam (la futura New York). Extraamente, la involucin no era una dinmica puramente europea: Brasil sera, luego de su independencia, la ltima nacin en Amrica en abolir la Esclavitud en 1888. Para cerrar la larga y amarga derrota econmica, algunos destacados comerciantes y empresarios judos, muy conocidos en el milieu comercial de Amsterdam, capturados en la reconquista de Brasil, fueron quemados pblicamente en la misma Lisboa en un auto da fe en 1647.

Es interesante la afirmacin de Spinoza que jams haba visto con anterioridad al negro brasileo de su delirium tremens. Eso significa que Spinoza ya haba visto en Holanda esclavos negros africanos llegados de Brasil, pero no a ese individuo de color en particular. Cosa nada sorprendente. Los esclavos negros, llamados despectivamente Zwarten, Negers o incluso Moren (moros), no eran para nada ajenos o extraos al ambiente domstico holands de la poca. Adems de los datos comerciales, econmicos y financieros relacionados con la Esclavitud, el Arte holands de la poca, la cultura visual flamenca, la imaginera popular, nos provee claras evidencias de los esclavos en la vida cotidiana en la poca de Spinoza. Por otro lado fue en Holanda, en especial en Amberes, donde naci el primer mercado capitalista de arte: los muebles de diseo y los cuadros eran un modelo prometedor para la inversin y su posterior reventa; en otras palabras, la especulacin con obras de arte y ms especficamente con la pintura sali a la luz por primera vez en la poca dorada de la repblica comercial holandesa. La pintura para decorar los hogares burgueses se hizo por primera vez popular, as como sus temas y tpoi. Son evidentes en la esttica del doux commerce los puntos de vista calvinistas que se expresan en pocas palabras: sobriedad, austeridad y moderacin. El lujo exagerado, ya sea en forma de joyas, telas exticas o algn objeto de costosa fabricacin, conduca a la impureza del Alma. Daremos algunos ejemplos del perodo. La pintura nacional tambin, como la Filosofa de Spinoza, tenda haca el Naturalismo realista; si aquel atacaba a los filsofos que no conciben a los hombres tal como son, sino como le gustaran que fuesen, el Arte en un asombroso paralelismo, en fraternal emulacin de metas y medios de expresin, repiti la frmula. Como en su Etica, los pintores plasman las acciones y los apetitos humanos como si estuviesen considerando lneas, planos o cuerpos. El realismo prctico y la Natura son los temas del Arte y las formas imaginadas por el artista no salen de su propia mente, sino permanecen unidas a la Naturaleza.

Podemos empezar por el pintor Peter Paul Rubens y su estudio al leo de un esclavo negro titulado Estudio sobre la cabeza de un hombre negro (1640), donde en unos maravillosos sketchs se retrata en cuatro posiciones diversas la figura de un esclavo negro vestido a la europea.

Otro ejemplo es el cuadro Cabeza de un hombre negro (1620?) del pintor Anthony van Dyck, en el cual aparece un esclavo negro, ataviado para el trabajo, con su lengua afuera, un aro en la oreja, pareciendo extenuado o agitado:

Incluso en el cuadro Silenio borracho ayudado por los stiros (1620), uno de los stiros, a la derecha de la tela, es claramente el torso de un negro con rasgos africanos, muy similar al del estudio anterior.

Van Dyck hizo el retrato de una dama de clase alta muy significativo, Henrietta de Lorraine (1634), en el cual la distinguida mujer descansa su mano derecha sobre un nio-esclavo negro, vestido de sirviente, que le ofrece una fuente de frutas exticas.

El pintor Peter Lely tiene un retrato muy similar, seguramente estaba de moda el formato entre las clases pudientes holandesas, titulado Elizabeth Murray, condesa de Dysart (1651), en la cual esta vez el joven esclavo negro, vestido de siervo y con pendiente, le ofrece una fuente con ofrendas frutales, en papel cortesano y sumiso.

Hay una pintura al leo de Frans Hals El Viejo, Retrato de una familia holandesa (1648), quien adems pint el mejor retrato que existe de Descartes, donde se plasma a un joven esclavo negro, como parte del buclico universo de una familia feliz y opulenta, con un paisaje flamenco naturalista tpico de fondo.

Otro destacado pintor de la poca, hablamos nada menos que de Harmenszoon van Rijn Rembrandt, pint el leo titulado Dos negros (1659), considerada por los expertos uno de sus mejores trabajos, en el cual aparecen dos esclavos usados de sirvientes, por sus ropas, en actitud de sumisin.

Para finalizar un cuadro, que aunque ms tardo, nos acerca a nuestro tema: se trata de un retrato homnimo del comerciante Jan Pranger retratado por Frans van der Mijn en 1742.

Pranger est vestido con una chaqueta llamativa, de color rojo brillante, con mangas muy anchas con puos bordados y un chaleco largo que lleva el mismo motivo; en su cabeza un sombrero de tres picos; su peluca empolvada rastros de polvo pueden ser vistos en su chaqueta tiene una larga trenza, y una espada de empuadura de oro a su izquierda; se encuentra de pie con seguridad junto a una mesa que est cubierta con una tela verde que lleva unas raras iniciales: GWC (Geoctrooieerde Westindische Compagnie). Detrs, un joven esclavo negro, vestido como sirviente, en actitud de sumisin permanece expectante. Pranger es el director general de la multinacional holandesa en Ghana, frica, la ignominiosa Compaa de las Indias Occidentales, que comerciaba y cotizaba principalmente en azcar, oro y esclavos. El perodo en el que el comercio de esclavos representaba la mayor parte de la riqueza y el poder holands en el Atlntico dio lugar a la produccin de la mayor categora de pinturas con negros como complementos a pintorescos retratos de grupos e individuos de las familias burguesas holandesas. Segn Blakely, este tipo de arte, en el que se enmarca el retrato luminoso de un aristcrata o un comerciante con el trasfondo sombro de un negro, se produjo en los Pases Bajos, ms que en cualquier otra parte de Europa. Estos retratos fueron pensados principalmente para proyectar el Poder y el prestigio provocado por el nuevo Comercio, el doux commerce de Montesquieu, Steuart y Adam Smith, para celebrar los logros y dejar un registro duradero para la posteridad. Elegantes damas de las altas clases holandesas, acompaadas de sus ttulos nobiliarios, posaban esplndidas con su corderito, su perro, o su extico esclavo negro como mascota de moda. Y lo mismo puede decirse de la presencia del esclavo negro en la cultura popular holandesa: desde el folklore pasando por la herldica hasta las fiestas religiosas.

Es interesante la especfica mencin de Spinoza, un poco ms adelante en la misma carta, ya que utiliza el sinnimo de Etope (thiopis) para describir el negro brasileo de su ensoacin. Spinoza le ha sumado al color racial, a la territorialidad y a la enfermedad (Sarna) un lugar natal es decir: una genealoga que queda negada ad eternum en el Contrato esclavista. Por qu etope? En su diario de viajero colonialista Itinerario (1596) el rico comerciante holands Jan Huyghen Van Linschoten, llamado el Marco Polo holands, contemporneo de Spinoza, comenta que los esclavos del frica oriental, vagamente la zona de la Etiopa actual, tenan una gran demanda entre los europeos porque son los ms fuertes, y hacen el trabajo ms sucio y duro, [parece que este tipo de africanos] existen slo para que se los utilice. Esta percepcin podra haberse intensificado por el uso de esclavos africanos por los colonos portugueses en el siglo XVI, que valoraban los autctonos de esa regin por sobre el resto. Los esclavos procedentes de Etiopa eran los ms buscados y valorados, tanto por su fuerza como por su estatura, y ellos fueron los ms demandados tanto por los portugueses (que fueron aliados de los reinos etopes cristianos que pelaban contra los musulmanes) como por los holandeses en sus explotaciones de azcar en Brasil. La esclavitud era normal en Etiopa, tanto para el trabajo forzoso en las minas de oro, en el mbito domstico como en el trueque con mercaderes islmicos u occidentales. Los esclavos pasaban de Etiopa a la costa oeste de frica, un Asiento de Negros en Angola, Guinea o Kaffraria (Sud-frica) les embarcaba rumbo al norte de Brasil o al Caribe, es decir: el tipo de esclavo negro, ideal, fuerte pero peligroso era el denominado genricamente como etope, desde la poca de los romanos. Spinoza conoca las subjerarquas raciales que conformaban la racionalidad esclavista holandesa? Hay otra referencia inquietante en el delirio spinoziano: al esclavo negro (clasificacin racial por color), brasileo (nacionalidad enemiga), etope (subjerarqua intra-racial) se le suma el que est posedo por una enfermedad terrible: scabiosi, o sea la Lepra. Las costras en la piel negra hacen hincapi en la fealdad absoluta y la enfermedad mortal de la persona, que aparece para recordarle un fracaso individual y nacional. Conocida por sus lesiones cutneas desfigurantes desde la Antigedad (la forma ms severa produce grandes ndulos desfigurantes, o bultos) y un debilitante dao a los centros nervios, la Lepra, denominada en sus inicios Elefanciasis y en la medicina moderna Enfermedad de Hansen. Es una enfermedad infecciosa de nula transmisibilidad cuando est debidamente tratada. No tiene nada de extraordinario que se extendiera, desde su origen epidmico en el Este de frica, como una plaga por el mundo conocido gracias al intenso comercio de esclavos, al Colonialismo. Documentos histricos y mdicos escritos entre el siglo XVI y XVII demuestran que la Lepra, llamada por los esclavistas con los simpticos trminos de Coca-Bay, Lazarino, Joint Evil o Kings Evil, era altamente prevalente en los esclavos africanos en las Indias Occidentales holandesas, y tambin en el breve perodo de ocupacin del norte de Brasil. El concepto social-racista de la Lepra se reconstruy alejndolo de la Teologa, pero considerndosela por los europeos como una Afliccin exclusiva de gente considerada inferior, Untermenschen, especficamente de la poblacin negra que viva en las colonias europeas. El Racismo mdico lleg a sostener cientficamente que los blancos eran inmunes a la Lepra, o sea que las Sub-personas tenan enfermedades infecciosas exclusivas de su raza inferior, de su insuperable Ontologa. La Lepra fue histricamente incurable, mutilante y vergonzosa. Se establecieron leyes represivas, se prohibi la presencia en pblico de esclavos leprosos, se les persegua y secuestraba para internarlos en establecimientos terrorficos (o naves aisladas), y adems se le cobraba una fuerte multa a sus amos si se les descubra ante un pblico europeo. Es decir que la Lepra era considerada desde el siglo XV como la enfermedad de los esclavos negros. Adems, en el contexto de un pensador como Spinoza, gran hermeneuta de las escrituras teolgicas tanto judas como cristianas, la Lepra tiene evidentes connotaciones religiosas y resonancias bblicas, ya que se consideraba un justo castigo divino.

Aqu finaliza lo que podemos exhaustivamente deducir del sueo de Spinoza y las condiciones existenciales, egocntricas, de las que puede interpretarse tanto su significado como el material pasivo que lo gener. El sueo, la figura de la mediacin del negro brasileo leproso, como veremos, es perfectamente coherente, y tiene una connexio lgica con la propia filosofa poltica spinoziana, incluso con la madura, con su Tractatus politicus. Lo cierto es que llama la atencin esta curiosa paradoja materialista: que los liberales holandeses del siglo XVI-XVII tuvieran como un gran orgullo nacional el conseguir la mxima libertas para su pueblo y llegar un clima de tolerancia en la Patria sin igual en Europa, mientras que al mismo tiempo forzaban al trabajo a cientos de miles de esclavos negros y asiticos en sus dominios de ultramar, a miles de nigri et scabiosi sclavus. La Maxon-Dixon Line en Holanda estaba trazada en algn punto del Ocano Atlntico, no en su propio territorio, pero tambin profundamente perfilada en la entraa de la teora poltica del naciente Republicanismo comercial. Las contradicciones irresueltas al nivel de la Teora finalmente reaparecern como restos diurnos a un nivel ms profundo del delirio, la fantasa, la imaginacin y en la escritura de Spinoza? La Filosofa poltica liberal clsica (Hobbes, Grocio, Pufendorf, Spinoza, Locke, Rousseau, Kant) nace, como una Minerva, armada con la idea de Pacto y de Contrato (o sea: suma de voluntades, obligacin, consentimiento y representacin). La idea es muy intuitiva y sencilla. Todos somos conscientes de la idea de un contrato, un acuerdo entre dos o ms personas para hacer algo. El Contrato social simplemente extiende esta idea del Derecho privado. Spinoza define as la ficcin constitucional: si consideramos que los humanos sin mutua ayuda viven en la mayor de las miserias y sin posibilidad de cultivar su razn... veremos con toda claridad que, para vivir en seguridad y de la mejor manera posible, tuvieron que ponerse de acuerdo de mancomn, y, en consecuencia, llevar a efecto, el que el derecho que cada uno por naturaleza tena a todo, lo tuviesen ahora colectivamente, y que en adelante ya no se determinase (ese derecho) por la fuerza y la codicia de cada cual, sino conjuntamente por el Poder y la Voluntad de todos. ste, sin embargo, hubiera sido un intento intil si no hubieran querido seguir ms que lo que el apetito les dictase, y de esa manera tuvieron que estatuir un Pacto (pactum) entre s con toda firmeza el dirigirse en todos los asuntos por el dictamen exclusivo de la Razn... La gran virtud (ideolgica) de la teora tradicional del Communi Consenso fue la de proporcionar respuestas aparentemente sencillas, tanto a cuestiones de hecho sobre los orgenes y el funcionamiento del Estado, como sobre cuestiones normativas acerca de la justificacin de las estructuras socioeconmicas y la obligacin con respecto a las instituciones polticas. Por otra parte, el Contrat era muy verstil, dependiendo de cmo los tericos de diferentes puntos de vista sobre el estado de naturaleza, la motivacin humana, las personas, los derechos y las libertades (original y devenida), los detalles particulares del contrato y el carcter del gobierno (obligaciones y derechos) que resulta de todo ello. Si pensamos en los seres humanos, partiendo de un hipottico (no-histrico) Estado de Naturaleza, sugiere que, a continuacin, podemos decidir la creacin de la sociedad civil y de la sociedad poltica (Res publica, Estado). Para Grocio, Pufendorf y Spinoza, el Estado de Naturaleza (Status naturae), ya sea histrico o hipottico, es una condicin social regulada por la Ley moral de Dios. El holands Grocio es enftico en que el Contrat, que establece la sociedad civil, constituye una comunidad jurdica en consonancia con la sociabilidad natural del hombre, en la que coincide Spinoza, en consonancia con el reconocimiento mutuo y la proteccin de sus derechos morales. La obligacin de mantener los acuerdos (como subraya Spinoza) no es una consecuencia automtica de vivir en la sociedad civil, sino ms bien el corolario necesario en virtud de la Ley natural de nuestra racionalidad y sociabilidad: El Hombre es una animal social dir Spinoza siguiendo a Aristteles, Santo Toms de Aquino y Francisco Surez. Tanto en Grocio, Pufendorf y Spinoza se identifican dos obligaciones naturales que nos predisponen a instituir una sociedad poltica y la soberana unitaria. Tenemos en primer trmino un deber-servicio para con Dios en virtud de la Ley natural de auto-preservacin (conatus) y (en la medida en que sea compatible con esto), la preservacin de los dems, los otros. Son importantes, en el contexto spinoziano, las controversias religiosas del siglo XVI que dieron lugar a numerosos tratados por los hugonotes, como Hotman, Beza y Mornay, y el radical calvinista Buchanan, en los cuales bsicamente el consentimiento y el contrato en relacin con la comunidad y su gobernante se invocan en diversos grados para reclamar la libertad de opinin y de culto religioso (libertas academica, libertas philosophandi, libertas docendi), slogans comerciales-liberales que se hicieron famosos en Europa gracias a Descartes (quin los acu conceptualmente). Spinoza, cartesiano crtico, coincide en todos estos puntos en comn sealando que la Libertad de filosofar y de decir lo que pensamos, que quiero defenderla por todos los medios, pues por aqu, en razn de la excesiva autoridad e insolencia de los predicadores, se elimina sin ms y se establecen teoras de la resistencia y la desobediencia civil basadas en gran medida a partir de un Derecho contractual implcito con Dios. No es que estos tericos eruditos hayan ignorado por completo la historia de opresin social y racial (servidumbre oriental, expropiacin nativos americanos, la esclavitud africana, trabajo infantil, etc), sino que la han conceptualizado de una manera engaosa, que deja intacta la Weltanschauung de la corriente dominante de la ideologa poltica. El trabajo forzado, el Racismo y el Esclavismo no son considerados problemticamente al nivel terico y poltico de la nueva ideologa del republicanismo comercial, sino como prejuicios precapitalistas, la resaca pre-moderna, sub-productos accidentales. Es posible y de manera racional, representar como una democracia ms o menos liberal, ms o menos igualitaria a una nacin en el que la mayor parte de su poblacin (no solo los de color sino los trabajadores manuales, los pobres y los extranjeros) estaba excluida y subordinada, ya sea esclavizada, expropiada, segregada, marginada o privada de la igualdad de oportunidades socio-econmicas. Es decir: se trata de silenciar que la mayora de la sociedad civil sufra una Muerte Social. Y lo que hace que esta hazaa de evasin ideolgica sea posible es, pero en una mnima parte, el desconocimiento de los hechos, pero la clave es el mapa del terreno conceptual dominante, compartido y venerado, en el cual los hechos estn privados de su propio significado. Esta historia de la dominacin no se enmarca, como debiera ser, en el cuadro general de un sistema de supremaca del europeo propietario, en el que muchos ciudadanos son superiores a otros. Y a su vez, las creencias que justifican y sostienen estas reglas de dominacin, que se filtran en la propia Filosofa, no se ven como una ideologa de la dominacin burguesa, sino son subestimadas y degradas a la condicin de accidente, prejuicio, irracionalidad o desviaciones. La exclusin basada en Raza, Sexo y Clase no representa una lacunae, una laguna terica en una Filosofa poltica liberal correcta, ni las inclusiones privilegiadas de ciertos ciudadanos por su propiedad y riqueza simplemente contradicciones externas del credo democrtico. Esta lgica de inclusin y exclusin del Capitalismo forma una figura inseparable, interdependiente y el trasfondo mismo de la institucin del Esclavismo. El Racismo en sus mltiples variantes es la tradicin dominante en el Capitalismo, ayer y hoy, y el Classical republicanism, Republicanismo comercial, el igualitarismo liberal, como vemos, ha tenido una inflexin terica racial-clasista desde su nacimiento histrico. El contexto material para el Racismo es el expansionismo europeo moderno, o sea: la aparicin del fenmeno del Imperialismo. El Liberalismo es contemporneo con el Colonialism, a pesar que esta relacin intrnseca y necesaria apenas ha sido considerada por los tericos polticos modernos o la industria acadmica. En realidad estos aspectos han sido denegados o silenciados, y mientras que el Liberalismo se autointerpreta como una teora de la auto-conciencia universalista y cosmopolita transhistrica-transcultural-transracial, en realidad ha estado sellada de manera indeleble, de manera exotrica o esotrica, explcita o implcita, por la exclusin poltica sistemtica y sostenida de diversos grupos y tipos de personas, por la Muerte Social. La autntica historia poltica de Europa en el siglo XVII no se encuentra tanto en Europa, como en Amrica, frica y Asia.

Lo que tenemos, entonces, es una teora que fundamenta el gobierno aparentemente en el consentimiento popular de las personas tomadas como iguales. Pero el contrato material y real, efectivo, aunque basado en la tradicin del contrato social que ha sido central en la teora poltica occidental, no es un contrato entre todo el mundo (Nosotros el Pueblo, como rezan los proemios constitucionales), sino slo entre las personas que cuentan, las personas que realmente son personas, las personas que pueden considerarse libres (Nosotros los europeos propietarios, por ejemplo). Por lo tanto, es un contrato excluyente, excepcionalista, discriminatorio y eminentemente clasista-racial. La igualdad formal final asegura y enmascara una desigualdad real y material. La Filosofa prctica del Liberalismo se asienta sobre un no-Contrato, o un pseudo-Contrato, que funge como relacin entre realidades segregadas. El Iluminismo nace con esa fuerte dicotomizacin, lleva la marca estratgica de este doble vnculo normativo, que lentamente reemplaza a la inservible dicotoma religiosa (cristianos-infieles) de la Edad Media cuyas desventajas eran evidentes a nivel ideolgico. Raza y propiedad (Clase) empiezan a ser los marcadores formales que indican categoras de Untermenschen, Sub-personas, Nicht-Genien o Humanoides, entidades o mnadas ya no totalmente humanas, muchas identificadas con la definicin racial, pero no exclusivamente. En la idea de Untermenschen se fusionaba de manera generalizada clase, raza, religin, nacionalidad: un Nosotros" (equivalente a blanco-europeo-libre qua propietario) y Ellos (negro, no-europeo-pagano-esclavo no libre qua propietario). Esto se logra de una manera nica en la relacin esclavista-excluyente: la definicin como una persona socialmente muerta. Alejados de todos los Derechos del Hombre dejan de pertenecer por motu propio a cualquier orden social legtimo. Todos los esclavos (directos e indirectos) experimentan una autntica excomunin laica, un Cherem burgus. El objetivo de esta distincin ontolgica Nosotros-Ellos era en un principio clasista y religioso, ms adelante racial. La Esclavitud fue el cautiverio para muchos de los perdedores en una suerte de concurso de Poder. Los esclavos eran ya infieles, ya paganos. La marca distintiva del estado de Esclavitud no es la prdida de la libertad formal (poltica o civil), como en el caso de los no-propietarios, mujeres y extranjeros en la Europa del siglo XVII, como veremos, sino la perpetuidad y el carcter casi absoluto de esa prdida, ya sea voluntaria o involuntaria. Una exclusin durante vita. El salvajismo y la aparente extraeza de los negros africanos, autnticos alienus, reforzadas por las actitudes tradicionales y el contexto de los primeros contactos, fueron los componentes ms importantes en el sentido de la diffrance (en cuanto a posponer el reconocimiento y al mismo tiempo diferenciar), que proporcion el margen mental, absolutamente necesario para la colocacin de los europeos en la cubierta del barco de esclavos y al negro con grilletes en la bodega. La misma diffrance que se incorpor como presupuesto no explcito en la alta teora poltica como referencia a la alteridad. Si la mano de obra nacional era de alguna manera una casta de Outsiders, fornea, extranjera e invisible, el esclavo lo era pero dos veces. El Liberalismo clsico desarrollar, aparte del Contrat clsico y paradigmtico para su espacio vital interior, un Contrato expropiador para su espacio imperial, un Contrato colonial y finalmente un Contrato esclavista. Todos ellos presuponen como norma fundamental la absoluta legitimacin de la subordinacin y la muerte social de amplias mayoras, todos ellos se afirman sobre la injusticia natural de enteras categoras de personas.

El contrato social clsico es, ante todo, una hiptesis tico-poltica en su naturaleza, pero tambin es eminentemente materialista, plena de un pragmatismo cnico, econmica en el sentido de sus fundamentos ltimos, al punto que el Estado de Naturaleza es el molde para asegurar un entorno estable para la apropiacin industriosa y racional del mundo, para generar cadenas de propiedad, con seguridad y estabilidad. Europa, sin embargo, no fue el nico espacio poltico-econmico en asociar Cultura, Civilizacin y Esclavitud. El surgimiento del Islam fue posible gracias a la institucin de la Esclavitud, pues sin ella las primeras elites rabes simplemente no habran sido capaces de explotar la mano de obra calificada y no calificada, que es esencial para su supervivencia y expansin militar. An ms que los estados occidentales, el mundo islmico dependa de esclavos para la realizacin de importantes funciones administrativas, militares y culturales. Las sociedades orientales son inusuales desde este punto de vista histrico, ya que en comparacin con Europa tiene una ratio relativamente baja entre perodos histricos de alta civilizacin y el surgimiento del trabajo esclavo forzado. En el mundo europeo (el de Spinoza, el del Iluminismo) la paradoja de los Untermenschen se complica por otro enigma histrico. La Esclavitud no slo se asocia con el desarrollo de las economas avanzadas, en nuestro caso las Provincias Unidas, sino tambin con la aparicin de altos ideales y creencias ms profundamente apreciados y unnimes en la tradicin occidental. La idea de la Libertad y el concepto de Propiedad surgen ntimamente ligados con el auge de la Esclavitud, su nmesis, su anttesis. Los grandes pensadores, nuestras vacas sagradas (con notables y sintomticas excepciones) no slo daban por natural y asentada la institucin de la Esclavitud sans phrase, sino que subrayaban su necesidad como forma de vida. Al hacerlo, ellos no eran culpables de algn desliz insondable de la Lgica filosfica, sino mostraban un candor admirable desde nuestro cinismo posmoderno. Marx deca como cuestin del mtodo materialista, practicando la Ideologiekritik a los economistas vulgares, que el pensamiento en torno a las forma de la vida humana (ergo: el anlisis cientfico de las mismas), toma un camino opuesto al seguido por el desarrollo real, histrico y material. Comienza siempre post festum, despus del acontecimiento y, por ende, disponiendo ya de los resultados ltimos del proceso de desarrollo. Las formas poseen ya la fijeza propia de las formas naturales de la vida social (Festigkeit von Naturformen), antes de que los hombres procuren dilucidar, no el carcter histrico de esas formas (que ya cuentan para ellos como algo inmutable) sino su contenido. Marx las llama formas dementes (verrckten Form) que se presentan tanto en la Economa Poltica como en la Filosofa poltica como categoras (Kategorien).

La Esclavitud puede considerarse desde el perspectivismo burgus, aunque suene escandaloso, una categora socioeconmica como otra cualquiera; lo mismo que los medios de produccin, las mquinas, el crdito, etc. La Esclavitud directa (en especial de los negros africanos) fue histricamente el pivot de la gran industria burguesa. Marx deca que la Esclavitud de los negros africanos, la ignominiosa Negersklaverei, era un tipo de esclavitud puramente industrial, que paradjicamente desaparece sin ms y que aparentemente es incompatible con el desarrollo normal de la sociedad burguesa, pero que, al mismo tiempo, presupone la existencia de la sociedad burguesa: si junto a esa esclavitud no existieran otros estados libres con trabajo asalariado, todas las condiciones sociales en los estados esclavistas asumiran formas precivilizadas. Mutatis mutandis, este principio puede aplicarse a la superestructura ideolgica de la poca, tanto al Absolutismo ilustrado como al Liberalismo comercial. La exclusin y el colonialismo se encuentran en el corazn mismo del Liberalismo occidental y del surgimiento del capitalismo moderno. Bsicamente, y de manera brutal, esta norma no escrita declaraba que los nicos libres y humanos sobre la Tierra eran los europeos (no todos, sino determinados propietarios). El Liberalismo naca como una ideologa poltica de las democracias bermensch und Herrenvolks. No hay anomala ideolgica en el Liberalismo, sino simbiosis entre Liberalismo, Clasismo y Racismo. Clasismo, Etnocentrismo y Sexismo no son una suerte de caprichos acadmicos que surgen en la poblacin filosfica como tomar mucho caf, utilizar trminos griegos o usar pajarita: en realidad son sub-teoras sofisticadas, articuladas y muy elaboradas, que sostienen y empujan creencias en la Cultura y en la experiencia personal que nos rodea, con una forma y estructura lgica que les permite desarrollarse y transmitirse, garantizando que siempre, en todo tiempo y lugar, sea as. En lugar de ver estos componentes ideolgicos como contradicciones superables o ancdotas polticas separadas/externas de un determinado corpus filosfico, en realidad debemos reconocerlas como formando una Totalidad complementaria.

El Background clsico del Liberalismo exige ciudadanos propietarios con valores burgueses, el cemento de la democracia basada en el comercio (Montesquieu), de la repblica del doux commerce. Se habla mucho en los idelogos y propagandistas antiaristocrticos a partir del siglo XVII de la doucer (dulzura, suavidad, sensatez, cultura) del Comercio, como antnimo de la violencia y la conquista: donde hay comercio hay paz y amabilidad; donde hay paz y amabilidad hay comercio. Comercio tendr un sentido no-comercial, de intercambio justo y racional, interrelacin sin trabas ni privilegios, de redes basadas en la honestidad, la previsin y la libertas. Encarnando esta ideologa del naciente capitalismo, exista un proverbio holands de la poca de Spinoza muy popular que rezaba: Jesucristo es bueno, pero comerciar es mejor.

El doux commerce, desde Maquiavelo, se basaba en un mix ideolgico de pasiones compensadoras (ciudadano, sociedad poltica, ragione di stato) y la doctrina del inters (burgus, economa, interesse), donde el comercio y el intercambio mercantil tienen un aspecto curativo, equilibrante, positivo: el universo moral estara gobernado por las leyes del (auto) inters. Es casi una regla general, dir Montesquieu, que donde hay costumbres apacibles existe Comercio, y que all donde hay Comercio hay costumbres apacibles., o en otra frmula magistral: el Comercio pule y suaviza (adoucit) los modos brbaros. El efecto natural del doux commerce es la paz y la tolerancia, y genera en los hombres una justicia estricta, adems guarda una relacin estrecha con la Constitucin y slo es posible su despliegue histrico en una repblica o un gobierno de varios. Ya est aqu, con todas sus consecuencias, la escisin entre bourgeois y citoyen, entre poltica y economa que caracterizar como signo distintivo al Capitalismo histrico. Spinoza coincide totalmente con esta idea de la naturaleza humana innata: el inters, en el sentido del amor a s mismo, el interesse de Maquiavelo, el Interest van Holland de sus admirados De la Court, el inalterable sum utile spinoziano, razonable, calculable, previsible, puede igualar y sofocar las pasiones, la irracional Libido: Todos los hombres buscan sin duda su propia ventaja (suum utile), pero raras veces lo hacen de acuerdo con los dictados de la Razn sensata (sanae rationis dictamine); en la mayora de los casos el Apetito (libidine) es su nica gua, y en sus deseos y juicios sobre lo benfico se ven arrastrados por el placer y sus Pasiones (animi affectibus), y no toman en cuenta el futuro ni ninguna otra cosa. Ninguna sociedad puede subsistir sin autoridad, y por tanto, sin leyes (absque imperio, et vi, et consequenter legibus) que moderen y controlen el ansia de placer y los impulsos desenfrenados. La creencia en que el inters, la Afeccin interesada (Hume), podra constituir una motivacin motivante y realista en el comportamiento humano para modelar estados eficaces y modernos, significaba que se haba descubierto una base materialista (cientfica) para un orden social superador del teolgico-absolutista: el burgus. Una forma estado donde el sum utile pudiera verse con claridad, ser transparente y alejado de la superstitio heroico o religiosa, alejado de las utopas socialistas o comunistas, que Spinoza ridiculiza, a travs de una potencia extrapoltica (comercio y libertad de opinin); una forma estado que estableciera el perfecto equilibrio entre el imperio del inters (constante, universal, obstinado) y el teatro de las pasiones (como le llamaba Bossuet) sera muy deseable y estratgico para cualquier nacin. Los hombres, para Spinoza, no buscan otra cosa, por Natura, que la utilidad mutua (verum hominum utile intendunt). El paradigma de la sum utile es la acumulacin, como lo reconoca Montesquieu, el imperio de la Ley de la utilidad marginal decreciente. Los polticos podran planificar la obligacin poltica cooperativamente con moderacin, constancia y posibilidad de previsin (el futurible spinoziano). Al ciudadano propietario el inters no le mentir, ni le engaar. Y al perseguir racionalmente (es decir, anulando el animi affectibus) nuestro inters, se genera virtud pblica, es decir, ganancia mutua en el intercambio poltico (equilibrio de poderes). Ejes cardinales del doux commerce que se apoyaban en una naturaleza humana uniforme e innata: la sociedad comercial cura los prejuicios destructores (directa e indirectamente). Un tercer elemento que surge como subproducto no intencional de esta forma estado del doux commerce es la duracin y la estabilidad, una vieja obsesin de Maquiavelo, subrayada sin cesar por Spinoza bajo la categora de societas securior: Los (estados) moderados son estables (moderata durant)., y la sociedad ms segura y estable, y la menos expuesta a los embates de la Fortuna, ser aquella que est fundada y dirigida, en mayor proporcin, por hombres sabios y vigilantes (hominibus prudentibus, et vigilantibus).

(III)

Los esclavos en las colonias europeas

son incapaces de llevar a cabo

las funciones humanas normales.

(Marie-Jean-Antoine Nicolas de Caritat, marqus de Condorcet, 1788)

Y seguramente que exageran demasiado algunos espritus dbiles sobre la injusticia que se hace a los africanos.

(Barn de Montesquieu, Del espritu de las leyes,

V, 1748)

Aristteles no se engaaba cuando afirmaba

que cierto tipo de personas son

por su naturaleza esclavas.(Hugo Grocio, De iure praedae commentarius, VI, Quest. V, I, 1605).Los beneficios que obtienen los holandeses

despus de estar nueve o diez aos en esas tierras coloniales son maravillosos, todos vuelven ricos.

(Franois Pyrard de Laval, Voyage, 1619) Spinoza conoca los hechos bsicos de la Esclavitud, tena plena conciencia de la explotacin econmica del trabajo forzado en las colonias, y sin embargo, no dijo nada? Si es as, se trata de un silencio irresponsable, racista y revulsivo. Un mutismo terico, quebrado tan solo por la irrupcin en el sueo de lo aciago, como deca Schelling lo siniestro (das Unheimliche) nombra todo aquello que debi haber permanecido en secreto, escondido, y sin embargo ha salido a la luz, tal la extraeza inquietante del truculentus negro sarnoso brasileo. El Saber tiende a manifestarse, guardado en secreto tiene que vengarse necesariamente, como deca Canetti. Se refleja este trasfondo en la Ideologa holandesa y europea de la poca?, tiende la filosofa prctica de Spinoza a autorizar la institucin de la Esclavitud?, encontramos el doble espacio-temporal que efectivamente exista en lo real en su concepcin poltica? El Spinozismo forma parte de la expresin del amplio movimiento de un agresivo capitalismo mercantil, ms racional y calculador? En este sepulcral mutismo filosfico Spinoza no se encuentra aislado, no es una anomala en absoluto. Su indiferencia ante el hecho del esclavo es parte del sentido comn de la ideologa dominante, un elemento fundamental de la dimensin implcita. Al usar la jerga, sus giros y sus palabras preferidas, los filsofos son literalmente inocentes, de ninguna manera sospechan de qu modo se estn traicionando cuando afirman cosas del modo ms inofensivo. Piensan que cuando hablan de otras cosas y por ello debe buscarse a veces la verdad de un filsofo en sus textos oficialmente no-filosficos, en sus intervenciones no-pblicas, en sus escritos menores (prlogos, proemios, notas eruditas, esbozos, manuscritos, legado literario) estn silenciando un secreto. Pero he aqu que, de repente, de las expresiones ms frecuentes, claro, hosco y amenazador, surge su secreto. Spinoza oculta completamente los hechos brutales de la Esclavitud en toda su obra exotrica, es decir: es incapaz de analizar la contradiccin poltico-jurdica del esclavo, su no-sentido. Aunque utiliza todo el lxico de la institucin de la Esclavitud en sus metforas filosfico-polticas: tanto servus (el esclavo macho) como ancilla (esclava hembra), tal como lleg intacto de la Lex romana. Ni la paradoja que Derecho y Esclavitud convivan en una misma ideologa homognea. Pero el secreto surge bajo la forma de la ensoacin, de un modo bien cartesiano.

Una perplejidad similar a la spinoziana se repite en la inmensa mayora de las figuras de la Ilustracin europea. Un silencio indiferente atraviesa toda la oeuvre de su maestro Ren Descartes o la de otros grandes cartesianos radicales como Nicols Malebranche, cuyos libros eran de circulacin normal y eran editados en los Pases Bajos. Y esta es una cuestin fundamental: el desarrollo del moderno sistema colonial y el establecimiento del naciente estado liberal son dos fenmenos que dependen uno del otro, tanto en la teora como en la prctica. El uno es inconcebible sin el otro, y la gnesis del Capitalismo maduro est ligada a ambos. Trataremos con cierto detalle a Descartes, de enorme influencia reconocida en el propio Spinoza. En toda la obra filosfica cartesiana no hay casi menciones a la cuestin de la Raza, el Racismo o la Esclavitud, a pesar que el gentilhomme Descartes, nacido en una familia acomodada de altos funcionarios reales, educado por jesuitas a lo largo de su vida, posea informacin abundante sobre el Colonialismo, las misiones y viajeros jesuitas, la explotacin de los indgenas en el Nuevo Mundo (a quin denomina cannibales) y el intenso trfico de esclavos. Debemos considerar a Descartes como el primer pensador ateo en cuanto a la cuestin de la Poltica, aunque la exgesis acadmica lo reduzca a un epistemlogo a secas. La Poltica aparece en su obra tanto entre lneas (una estrategia consciente de escritura para evitar la censura y la persecucin) como en una red coherente de intervenciones, disfrazadas de falsa humildad, que Descartes no considera necesario agrupar en torno a una idea central y no se plasma en una obra autnoma. Se trata de un campo de reflexin que no est ausente de su especulacin, pero que no llega a articularse como tal. El vnculo entre la filosofa de Descartes y el Mercantilismo naciente, el Doux commerce, ha sido encontrado en el manifiesto antitradicionalismo y en su individualismo (Egotisme) y racionalismo. Dicho esto, no es menos cierto que el propio Descartes abjur de la discusin de la Poltica (ya que se basa en la acumulacin de experiencia y no en la Razn) como reida con la dimensin tanto de filsofo como del ciudadano privado. El aparente parentesco o vnculo entre Descartes y el primer Liberalismo de la Revolucin Francesa ha sido encontrado en su radical anti-tradicionalismo, en su individualismo metodolgico (cogito) y el racionalismo. Por un lado, el ataque cartesiano contra la tradicin y la autoridad en la esfera intelectual, evidente en su Discours, se considera que puede tener un correlato en lo poltico, una re-traduccin en la praxis. Por otro lado, su individualismo descarnado y racionalismo riguroso suministra la base para una nueva concepcin de la sociedad, del gobierno y de la ideologa. No por nada, Nietzsche lo llam el Abuelo (Grossvater) de la Gran Revolucin francesa.

Dicho esto, no es menos cierto que el propio Descartes era un absolutista de facto (siempre sostuvo la primaca del Derecho divino, y odiaba el reformismo, pese a la tesis de Negri de que habra generado una razonable ideologa para la naciente burguesa) y un defensor del statu quo poltico. La sedicin y la desobediencia son la ruina de reinos y repblicas. Como sealaba Grimaldi a propsito de Sartre: cmo puede decir que la Libertad es el fundamento del ser en Descartes que nos ordena cambiar ms bien nuestros deseos que el orden del Mundo, un freudiano avant la lettre, donde el futuro es deductible del presente, donde Dios nos crea a cada instante, donde la voluntad es como la marca que l ha puesto sobre su obra, y donde, por consiguiente, el ser necesario es el nico fundamento de nuestra libertad? Descartes no es ningn demcrata enmascarado, ningn arcano liberal burgus. A pesar del auto de fe conservador, la obra cartesiana fue doblemente condenada: puesta en el Index de libros prohibidos por la Iglesia catlica romana, rechazada en todos los Snodos protestantes. De la moral cartesiana se deducen puntos de vista sobre la sociedad, las clases y la forma estado, es decir: contiene una Poltica madura y coherente, construida sobre el silencio y la indiferencia en torno a la institucin de la Esclavitud. Primera regla en la filosofa prctica cartesiana, emanada de su propio relato biogrfico, es la morale par provision: Obedecer las leyes y costumbres de mi pas, conservando constantemente la Religin en la que, por la gracia de Dios, he sido educado desde la infancia, rigindome en las restantes cosas segn las opiniones ms moderadas y apartadas de todo exceso, que fuesen comunmente aceptadas en la prctica por las personas ms sensatas con quienes tuviera que convivir.

Ser la nica vez que Descartes hablar de formas de gobierno en una oeuvre para el pblico, en su Discours, haciendo un paralelismo (tenso, contradictorio) entre Metafsica y Poltica. Contradictorio? La Poltica cartesiana se basa en un gigantesco e inevitable malentendido: la Filosofa se define por una voluntad constante y tenaz por seguir los consejos de la Razn; la Poltica, que es la resultante de las costumbres, por la experiencia y la verdad de la opinin, se caracteriza por la constante cada y atraccin por las pasiones y la sin razn. Si puede llamarse cientfica de algn modo, la Poltica es una mera ciencia prudential, arte de lo posible. La Filosofa, so pena de perecer por la intolerancia, necesita del conformismo, la hipocresa y el cinismo. Antes que criticar o empujar a la Poltica hacia la reforma o el cambio, el filsofo debe adaptarse al just milieu, al polo ms moderado del abanico poltico, abstenerse de actuar, ya que la sociedad civil es siempre por definicin no racional. La mitre-mot de Descartes en Poltica, como en Filosofa en lo cual coincide Spinoza es faire son compte sur le pied des choses prsentes, considerar todas las cosas con los pies bien afirmados en el presente. La Raison exige la acomodacin de la Filosofa prctica a la no-razn del mundo social y poltico. En Descartes existe una dimensin de Grande Politique, como el equivalente del concepto nietzscheano de Gross Politik, que consiste en la indiferencia por las formas polticas, y cuya meta final es la generacin de mejores condiciones de vida para el gnero humano (mejoras en la salud pblica, multiplicacin de las comodidades cotidianas, reemplazo del trabajo fsico y agotador por fuerzas productivas mecnicas). Es