5
1 Práctica intensa. “Las claves del talento” de Dan Coyle El libro de Dan Coyle, “Las claves del talento” está basado en revolucionarios descubrimientos científicos, entre los que se cuenta un aislador neural llamado mielina, que algunos neurólogos consideran el santo grial de la adquisición de habilidades. La razón es que toda habilidad humana proviene de una cadena de fibras nerviosas que transmite un diminuto impulso eléctrico que viaja a través de un circuito. La mielina rodea esas fibras nerviosas del mismo modo que un aislamiento de goma envuelve un alambre de cobre: hace que la señal sea más veloz y fuerte, impide que se escapen los impulsos eléctricos. Cuando encendemos nuestros circuitos de la manera correcta, nuestra mielina responde cubriendo el circuito neuronal y añadiendo, en cada nueva capa, un poco más de habilidad y velocidad. Cuanto mayor sea la capa de mielina, mayor será su capacidad de aislamiento, de manera que nuestros movimientos y pensamientos se volverán más veloces y precisos. George Bartozkis, neurólogo investigador sobre la mielina (Univ. California) “Todas las habilidades, todo el lenguaje, toda la música, todos los movimientos están hechos de circuitos vivos; y todos los circuitos crecen según determinadas reglas” La idea de que todas las habilidades crecen a partir del mismo mecanismo celular parece extraña y sorprendente, ya que el abanico de habilidades posibles es increíblemente amplio. Por otra parte, toda la variedad de este planeta se construye a partir de mecanismos compartidos y adaptables; la evolución no podría haberse producido de otra manera. La mente de los recién nacidos llega sin saber lo que va a aprender. Los jugadores de tenis, cantantes y pintores no tienen muchas cosas en común, pero todos aumentan su rendimiento y mejoran gradualmente el ritmo, la velocidad y la precisión. Pulen el circuito neural, obedeciendo las leyes de las claves del talento. Las claves están formadas por tres elementos básicos, que Coyle denomina: Práctica intensa Ignición (motivación) Maestro instructor Paradoja de la práctica intensa: el hecho de esforzarte de determinadas maneras para conseguir objetivos específicos (permitiéndote cometer errores y hacer un poco el ridículo) te vuelve más inteligente. O, por decirlo de otro modo, aquellas experiencias en las que te ves obligado a ir más despacio, a cometer errores y enmendarlos acaban por volverte más ágil sin que te des cuenta de ello. (Importancia que tienen los errores en el proceso de aprendizaje) Cuando practicas intensamente, las reglas por las que habitualmente se rige el mundo quedan suspendidas. El tiempo se utiliza de una manera más eficaz; los esfuerzos pequeños producen resultados importantes y duraderos. Es un momento de poder, donde el fallo es capturado y convertido en una habilidad. El truco consiste en elegir un objetivo que esté más allá de tus habilidades actuales, en concretar la lucha. Moverse a ciegas no ayuda; llegar sí. Se

Resumen las claves del talento

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Resumen las claves del talento

             

1   Práctica intensa.  “Las claves del talento” de Dan Coyle  

El  libro  de  Dan  Coyle,  “Las  claves  del  talento”  está  basado  en  revolucionarios descubrimientos  científicos,  entre  los  que  se  cuenta  un  aislador  neural  llamado mielina,  que algunos neurólogos consideran el santo grial de  la adquisición de habilidades. La razón es que toda habilidad humana proviene de una cadena de fibras nerviosas que transmite un diminuto impulso eléctrico que viaja a  través de un  circuito.  La mielina  rodea esas  fibras nerviosas del mismo modo que un aislamiento de goma envuelve un alambre de cobre: hace que la señal sea más  veloz  y  fuerte,  impide  que  se  escapen  los  impulsos  eléctricos.    Cuando  encendemos nuestros  circuitos  de  la  manera  correcta,  nuestra  mielina  responde  cubriendo  el  circuito neuronal y añadiendo, en cada nueva capa, un poco más de habilidad y velocidad. Cuanto mayor sea  la  capa  de mielina, mayor  será  su  capacidad  de  aislamiento,  de manera  que  nuestros movimientos y pensamientos se volverán más veloces y precisos.  

George  Bartozkis,  neurólogo  investigador  sobre  la  mielina  (Univ.  California)  “Todas  las habilidades,  todo el  lenguaje,  toda  la música,  todos  los movimientos están hechos de circuitos vivos; y todos los circuitos crecen según determinadas reglas” 

La  idea de que todas  las habilidades crecen a partir del mismo mecanismo celular parece extraña y sorprendente, ya que el abanico de habilidades posibles es increíblemente amplio. Por otra parte, toda la variedad de este planeta se construye a partir de mecanismos compartidos y adaptables;  la evolución no podría haberse producido de otra manera. La mente de  los recién nacidos  llega  sin  saber  lo que va a aprender.  Los  jugadores de  tenis,  cantantes y pintores no tienen muchas cosas en común, pero todos aumentan su rendimiento y mejoran gradualmente el ritmo, la velocidad y la precisión. Pulen el circuito neural, obedeciendo las leyes de las claves del talento.  

Las claves están formadas por tres elementos básicos, que Coyle denomina:  

‐ Práctica intensa ‐ Ignición (motivación) ‐ Maestro instructor 

 Paradoja  de  la  práctica  intensa:  el  hecho  de  esforzarte  de  determinadas maneras  para 

conseguir objetivos específicos  (permitiéndote cometer errores y hacer un poco el ridículo)  te vuelve más  inteligente. O, por decirlo de otro modo, aquellas experiencias en  las que  te ves obligado a ir más despacio, a cometer errores y enmendarlos acaban por volverte más ágil sin que te des cuenta de ello. (Importancia que tienen los errores en el proceso de aprendizaje)  

Cuando  practicas  intensamente,  las  reglas  por  las  que  habitualmente  se  rige  el mundo quedan  suspendidas.  El  tiempo  se  utiliza  de  una manera más  eficaz;  los  esfuerzos  pequeños producen  resultados  importantes  y  duraderos.  Es  un momento  de  poder,  donde  el  fallo  es capturado y convertido en una habilidad. El  truco consiste en elegir un objetivo que esté más allá de tus habilidades actuales, en concretar  la  lucha. Moverse a ciegas no ayuda;  llegar sí. Se 

Page 2: Resumen las claves del talento

             

2   Práctica intensa.  “Las claves del talento” de Dan Coyle  

trataría de encontrar el “punto dulce”, la brecha entre lo que uno sabe y lo que está tratando de hacer. Cuando se encuentra el punto dulce, el aprendizaje despega.  

LA CELULA DE LA PRÁCTICA INTENSA 

El  hecho  de  que  un  esfuerzo  orientado  pueda  aumentar  diez  veces  la  velocidad  de aprendizaje recuerda a la clase de cosas que uno lee en un cuento de hadas.  

La mielina es  la clave para hablar,  leer y desarrollar  las habilidades del aprendizaje, ser un ser humano. 

La mayoría de personas pensamos que la clave para ser considerado un ser humano residía en nuestras  famosas neuronas, en esa red titilante de  fibras nerviosas  interconectadas y en  la sinapsis  por medio  de  la  cual  se  unen  y  comunican,  pero,  según  Fields, Bartozkis  y  otros,  la cosmovisión centrada en  la neurona se está viendo superada por una nueva  idea basada en este aislamiento neuronal. Esta nueva teoría se basa en tres hechos simples y demostrables:  

1. Todo  movimiento,  pensamiento  o  sentimiento  humano  es  una  diminuta  señal eléctrica, precisamente cronometrada, que se transmite a través de una cadena de neuronas, de un circuito de fibras nerviosas  

2. La mielina es una capa aislante que envuelve esas fibras nerviosas y que aumenta la fuerza, la velocidad y la precisión de la señal.  

3. Cuanto más activamos un circuito determinado, mayor es la cantidad de mielina que optimiza  ese  circuito,  de  modo  que  nuestros  movimientos  y  pensamientos  se vuelven más fuertes, rápidos y precisos.  

 

Llegar a ser brillante tocando el piano,  jugando al ajedrez o al baloncesto requiere mucho tiempo, y para eso la mielina es fantástica.  

Lo que hacen  los buenos deportistas cuando entrenan es enviar, a través de  los circuitos, impulsos  precisos  que  dan  la  orden  de  mielinizar  ese  circuito.  Tras  mucho  entrenamiento, consiguen  crear  un  circuito  colosal:  tienen  un  notable  ancho  de  banda.  Es  lo  que  los  hace diferentes del resto de nosotros.  

Los investigadores sobre este tema se sienten atraídos por la mielina porque ésta promete proporcionar  una  explicación  acerca  de  las  raíces  biológicas  del  aprendizaje  y  acerca  de  los desórdenes  cognitivos.  La mielinización  explica  la  complejidad del mundo  con un mecanismo simple  y  elegante.  La  habilidad  es  el  aislamiento  de  mielina  que  envuelve  los  circuitos neuronales y se desarrolla de acuerdo con determinadas señales. La historia de la habilidad y el talento es, por tanto, la historia de la mielina.  

Dos principios que apuntalan la comprensión de la mielina y la habilidad:  

 

Page 3: Resumen las claves del talento

             

3   Práctica intensa.  “Las claves del talento” de Dan Coyle  

1. HABILIDADES  COMO  CIRCUITOS  CEREBRALES:  Todas  las  acciones  son  en  realidad  el resultado de impulsos que se transmiten por medio de fibras nerviosas. Cada vez que hacemos algo  (cantar  una melodía, mover  un  palo  de  golf,  leer  esta  frase)  en  la mente  se  activa  un circuito diferente y altamente específico. La habilidad más  sencilla  implica  la activación de un circuito  constituido  por  cientos  de miles  de  fibras  nerviosas  y  de  la  sinapsis.    La  entrada  de energía es  todo aquello que  sucede antes de que pongamos en práctica una habilidad: ver  la pelota, sentir  la posición de  la raqueta en  la mano, tomar  la decisión de actuar. La energía de salida es  la acción en  sí:  las  señales que avisan a  los músculos de que deben de moverse en secuencia. Cuando ejecutamos una acción, un impulso eléctrico viaja a través de esas fibras, de mismo modo  que  la  electricidad  viaja  a  través  de  un  cable,  haciendo  que  las  otras  fibras  se activen.  La  cuestión es que esos  circuitos,  y no nuestros músculos, obedientes e  irreflexivos, representan  el  verdadero  centro  de  control  de  cada movimiento,  pensamiento  y  habilidad humanos. A un nivel profundo, el circuito es el movimiento. Un circuito perezoso y poco fiable equivale a un movimiento perezoso y poco fiable; por el contrario, un circuito veloz y sincrónico implica  la existencia de un movimiento veloz y sincrónico.   Por sí mismos, nuestros músculos y huesos son tan útiles como una marioneta sin hilos. Como dice el doctor Fields:  la habilidad se encuentra en nuestra cabeza.  

2. AUTOMATICIDAD:  Cuanto  más  desarrollamos  un  circuito  de  habilidades,  menos conscientes  somos de que  lo estamos utilizando. Estamos diseñados para que  las habilidades sean automáticas, para que se alojen en nuestra mente inconsciente. Este proceso, que se llama automaticidad, existe por poderosas razones evolutivas (cuantas más cosas seamos capaces de procesar  en  nuestra mente  inconsciente, más  posibilidades  habrá  de  que  estemos  atentos  a otros peligros). Además,  la habilidad, una vez adquirida,  se percibe  con algo natural,  como  si estuviésemos expresando algo que siempre hemos tenido.  

 

Estas  dos  percepciones  forman  una  combinación  paradójica:  siempre  estamos  creando circuitos enormes e  intrincados que se encienden como  luces de Navidad y, al mismo  tiempo, olvidamos que los hemos creado. Aquí es donde interviene la mielina.  

Las  neuronas  y  la  sinapsis  pueden  explicar  casi  toda  clase  de  fenómenos  mentales: memoria, emoción, control muscular, percepción sensorial, etc. Hay una pregunta clave que las neuronas no pueden explicar: ¿Por qué lleva tanto tiempo adquirir habilidades complejas? 

Hasta  no  hace mucho  tiempo  (aproximadamente  hasta  año  2000)  los  investigadores  de neurología  estaban  centrados  en  las  neuronas  y  la  sinapsis,  pero    la  llegada  de  una  nueva tecnología (imagen por difusión de la tensión) permitió a los neurólogos medir y trazar un mapa de  la  mielina  en  el  interior  de  sujetos  vivos,  lo  que  permitió  relacionar  la  deficiencias estructurales de mielina con una variedad de enfermedades  (dislexia,  trastorno por déficit de atención, mentira patológica), pero también otro grupo de investigadores se mostró interesado en el papel que podría desempeñar tal sustancia en los individuos normales, incluso en aquellos que  muestran  un  elevado  rendimiento.    Durante  los  años  siguientes  se  llega  a  asociar  un incremento del coeficiente intelectual con un incremento en la organización y densidad de la mielina.  

Page 4: Resumen las claves del talento

             

4   Práctica intensa.  “Las claves del talento” de Dan Coyle  

 

Los mecanismos  a  través  del  cual  se  producen  incrementos  de mielina:  cuanto más  se activa el nervio, mayor es  la cantidad de mielina que  lo envuelve. Cuanto mayor es  la cantidad de mielina que lo envuelve, mayor es la velocidad de las señales, aumentando hasta cien veces más que en el caso de una fibra que no haya sido aislada.  

Aunque no se conoce todavía cuál es el mecanismo preciso de optimización, el panorama sería el siguiente: el encendido nervioso cultiva  la mielina,  la mielina controla  la velocidad del impulso y la velocidad del impulso es la habilidad.  

El esfuerzo no es opcional. De hecho es un requerimiento neurológico: para conseguir que el  circuito  de  habilidad  se  active  de  un modo  óptimo,  uno  debe,  por  definición,  disparar  el circuito de un modo subóptimo; debe cometer errores y prestarles atención; debe  instruir su circuito  y  seguir  activándolo  (es  decir,  practicando)  a  fin  de  que  la  mielina  continúe funcionando adecuadamente. Después de todo, la mielina es tejido vivo.  

Hay unos cuantos principios fundamentales:  

1. La  activación  del  circuito  es  fundamental.  Este  mecanismo  se  construye  para responder a acciones concretas. Estado en el que estamos atentos, hambrientos, concentrados.  

2. La mielina es universal. A  la mielina no  le  importa quién eres,  le  importa  lo que haces.  

3. La mielina envuelve, no desenvuelve. Se produce en una sola dirección. Esta es  la razón  por  la  cual  los  hábitos  resultan  difíciles  de  romper.  La  única manera  de cambiarlos  es  construir  hábitos  nuevos  a  través  de  la  repetición  de  nuevos comportamientos. 

4. La edad es importante.  En los niños, la mielina llega en una serie de oleadas, hasta aproximadamente los 30 años y se crean períodos críticos en los que el cerebro se muestra  extraordinariamente  receptivo  al  aprendizaje  de  nuevas  habilidades. Aproximadamente  hasta  los  50  continuamos  experimentando  “ganancia  neta”, después  vamos perdiendo,  aunque  se  conserva  la  capacidad de producir mielina durante  toda  la  vida  (cuesta  más  tiempo  y  esfuerzo  construir  los  circuitos necesarios)  

 

Comenzar a pensar en la habilidad como en un músculo requiere un gran esfuerzo; es como si  tuviéramos  que  construir  un  nuevo  circuito  de  comprensión.  Este  nuevo modelo  triunfa porque  lo que Dan Coyle denomina semilleros de talento se triunfa no porque sus alumnos  lo intenten  con más ganas que otros,  sino porque  lo  intentan  con más ganas que otros  y de  la manera correcta: practican con intensidad y generan más mielina. 

 

Page 5: Resumen las claves del talento

             

5   Práctica intensa.  “Las claves del talento” de Dan Coyle  

Las  situaciones  en  que  nos  vemos  obligados  a  enfrentarnos  a  nuevos  retos  (cometer errores, prestar atención, practicar intensamente) tienden a aumentar la reserva cognitiva 

La práctica intensa realizada con energía, pasión y compromiso; con motivación, junto con la admiración por  los maestros y  la  integración de  los errores como parte del aprendizaje, son las claves que he visto repetirse a  lo  largo de mi  investigación en  los variopintos semilleros de talentos. 

Practica  intensa: Al  límite de nuestras habilidades, el objetivo debe estar siempre un poco más allá de lo que damos de sí.