16
Nº1-2012 REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y DE CIENCIA POLÍTICA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

  • Upload
    others

  • View
    8

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

Nº1-2012

REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y DE CIENCIA POLÍTICA Y ADMINISTRACIÓN PÚBLICA

Page 2: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

ÍNDICE

culturaEl concepto “deliberar“. Fernanda López Piñeiro

Ahora la culpa la tienes tú. Ignacio Gomá Garcés

Blue smog. Celia Morales Sainz

Marco Fabio Quintiliano, jurista y político. María Teresa de Miguel Reboles

Hoy. Adrián Bea Nieto

Relato breve. Tian

Perpetua. Juan Antonio Lascuraín

La vocación pública. Miguel Ángel Castaño Martín

Las dos Españas. Abelardo Bethencourt

El olvido de la indentidad como conciencia de sí. Paula Pérez Mulerio

¿El despertar de la juvetúd en tiempos de crisis? Marcelo Are-quipa Azurduy

Sáhara Occidental. Anónimo

Sociedad tiránica. Fernando de los Santos Menéndez

Confianza. Daniel Pérez

Las recetas de FMI. Pablo Galán Manso

A quien echa de menos en estos días un rato de pereza. Diego Méndez Ruiz

Principales implicaciones jurídicas de las redes sociales ONLI-NE. Carlos Gíl Gandía

p. 3

p. 4

p. 5

p. 5

p. 6

p. 6

p. 7

p. 9

p. 10

p. 11

p. 12

p. 13

p. 13

p. 13

p. 13

p. 14

p. 15

análisis político

debate/opinión

Page 3: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

3

cultura

EL CONCEPTO “DELIBERAR“Fernanda LÓPEZ PIÑEIROLa palabra deliberar proviene del latín, “delibe-rare” compuesta por el prefijo “de” que significa intensidad y por el verbo “liberare” que significa pesar. Deliberar significa, según nuestro diccio-nario de la lengua española, considerar atenta y detenidamente el pro y el contra de los motivos de una decisión, an-tes de adoptarla, y la razón o sinrazón de los votos antes de emitirlos. Por tanto, este con-cepto es de uso general, todos los humanos delibera-mos antes de tomar decisiones, o casi todos, ya que los jóvenes, en bastan-tes ocasiones, no sopesan siempre todos los pros y los contras antes de de-cidir o de tomar una decisión ante un as-pecto de la vida. Cosa por otro lado compren-sible puesto que esta acción requiere madurez, experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta-pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento personal.La balanza es un signo de justicia, en un lado se pone lo negativo, y en el otro lo positivo; según pese uno u otro la balanza se inclinará hacia un lado o hacia el otro, o bien puede suceder que los pesos sean iguales y que la balanza alcance un equilibrio.

Equilibrio que buscamos todos, en definitiva, para alcanzar la equidad, la justicia en nuestros actos cotidianos, para sopesar ambos polos de la balanza ante problemas que surgen a nuestro alrededor. Este equilibrio y su símbolo, la balan-

za, es precisamente lo que un buen jurista ha de conseguir, y los estudiantes de derecho por lo menos pretenderlo, aunque la tarea de buscar un equilibrio nos concierne a todos.

La justicia en EE.UU la representa una mujer con los ojos vendados y con una espada en una

mano y una balanza en la otra. Con los ojos vendados porque la justicia es ciega, no otorga favores, sino que tan sólo pesa lo que hay en la balanza y con la espada sen-tencia. Por ello el ju-rado, una vez estudia-do todos los hechos –deliberan-, darán un veredicto.En España, son los Jueces y Tribunales los que, una vez con-cluido el juicio, deli-beran, sopesan, con-trastan los hechos, los

fundamentos de derecho para concluir en una sentención, una solución al conflicto lo más jus-to posible, y con sometimiento pleno a la Cons-titución y a las leyes.

Creo que la palabra deliberar y la nueva revista “Deliberare” debe contar con una gran presen-cia en nuestro mundo cotidiano y en especial en nuestro ámbito universitario, en todos los nive-les de aplicación de normas, conductas y accio-nes u omisiones.Suerte y recordad; “ser bueno es fácil, lo difícil es ser justo” –Víctor Hugo-.

Page 4: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

4

cultura

AHORA LA CULPA LA TIENES TÚIgnacio GOMÁ GARCÉSSi pudiera decir que no en todas las épocas y en todos los lugares, en cualquier generación y en cualquiera de los períodos experimentados por cualquier perso-na a lo largo de una vida, existe, siempre presente y claudicante, un lapso de decadencia tan destacable incluso como para ejercer presión y pretender voz, diría, sin embargo, que el momento que me ha toca-do vivir debe ser a la fuerza uno de ellos. En un lu-gar objetivamente vulgar en muchos aspectos, dicho sea sin ofender ni, espero, cogiendo por sorpresa a nadie, y ya pasada una década de ‒¡qué grandioso suena decirlo!‒ un nuevo milenio, una multitud pe-rezosa, cuando menos para el pensar, domina el li-bre pensamiento y así se suceden, uno tras otro, una serie de acontecimientos, tal vez encadenados por algo así como un círculo vicioso a modo de dominó, nefastos e inexplicables: se predica la necesidad de una vida puramente emocional; los jóvenes se sirven del placer y de las bajas pasiones para sus planes fal-tos de perspectiva; la cultura y la inteligencia pasan por aburridas, esperpénticas o, para las mentes más ávidas, pretenciosas; los temas de conversación se vuelven simples, aburridos y repetitivos; y la capa-cidad crítica se enerva ante la multitud confusa y la mediocridad sudorosa y galopante, rindiéndose a lo fácil, a lo pasajero.

Así, una bien sumergida cobardía se apodera sen-sualmente del fin, de la gloria, de la pureza. Oirán a los jóvenes tratando con éxito de convencerse de su felicidad, mas, créanme, no todos son felices, menos aún los más listos. Se enorgullecen de “vivir el mo-mento”, de ser impredecibles y de prestar su amor al mundo. Nada de eso: cobardía. Cada frase no es sino una forma desesperada de entrar en ese enor-me círculo de vulgaridad, ese círculo tan protector como venenoso, y a menudo libre de escapatorias. Una manera astuta y disimulada de no atreverse a ser quienes ansían ser, a decir lo que sueñan con de-cir, a ir en contra de la corriente si hace falta, a su-frir si al final del camino del dolor hay una luz (¡tan bella!) que se hace merecedora del tiempo pasado y cicatrizado en tu memoria. ¡Y es que es ése el precio que hay que pagar si uno quiere ser valiente! Por-

que ‒y cuidado algunos, pues tal vez esto os duela‒, en definitiva, ser un hombre no significa solamente defender victorioso a un amigo en una trifulca de una discoteca de mala muerte, o arrojar una botella a un coche de policía (pobres justicieros del chán-dal, probablemente ignoréis en verdad el fondo del asunto), o engañar por ciega a tu fiel pareja con una rubia de ojos tan grandes y azules como el mar, pero tan perdidos como si estuvieran solos en el océano. Ya lo creo que no. Más bien al contrario: eso es ser un pusilánime, un cobarde, con suerte un charlatán. Porque es en realidad el miedo el que nos impul-sa a hacer esas cosas; el miedo a enfrentarnos con nosotros mismos, con la realidad, con la pavorosa lógica, y después a hacerlo con los demás. Claro, lo fácil es desconocer lo que te rodea, ser un pobre ignorante, un alma en pena disfrazada de viernes por la noche. ¿Pero acaso no tiene más valor luchar por algo imposible que conseguir lo que está al alcance de la mano?

Si no sudamos, si no sufrimos o nos sacrificamos, al final, las mentiras habrán sido por nada: por un pe-queño hueco invisible en la memoria de nadie… Y yo os lo anuncio, hay una pócima para el desprecio en el que nos entierra la indiferencia: la autocrítica.A pesar de esto, os comprendo. Es una empresa hos-til y diabólica la de domar nuestra mente; incluso re-conozco que es mucho más práctico volverse sordo ante los aullidos de la clarividencia. Sí, pudisteis ser auténticos, únicos e inimitables, hombres y mujeres serios y divertidos, excepcionales, felices en gene-ral y muy pacientes en el sufrimiento, con carácter y ambiciones insaciables, pero elegisteis ‒o, por no elegir, el mundo os correspondió con‒ una vida “tipo”: prediseñada, adulterada, chabacana y unifor-mizada. Pero por encima de todo, pudisteis enfren-taros a un mundo en decadencia, pero os faltaron agallas para hacerlo.

Page 5: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

5

cultura

BLUE SMOGCelia MORALES SAINZLa niebla azul ha bajado esta mañana sobre el valle. El sol intenta hacerse camino en vano y su luz dorada ex-perimenta una metamorfosis hacia la plata de la luna. No hay nadie en el camino y sólo el rojo de los árboles me hace compañía.

Estoy sentada, sobre la piedra muerta y fría, y no puedo dejar de preguntarme cuanto tiempo más vas a hacerme esperar. ¿Es una venganza fácil, un castigo infantil o un juego cruel? Hubiera preferido que te quejaras antes, cuando era yo la que llegaba tarde, cuando alargabas el tiempo para mí. Sí, hubiera sido mejor así, más fácil, más justo, soportable.

Permanezco en silencio, aún aguardando tu llegada, mientras mi mirada se pierde en la alfombra de gélido otoño que adorna la hierba. Hay también una farola, larga y enjuta, que se funde entre los árboles, como un tron-co más, y alumbra sin fuerza, mi banco en ruinas. Por un instante, me veo, perdida en la quietud del momento,

como parte de este paisaje al que no pedí pertenecer. El artista sigue trazando diabólicas pinceladas cuyo propó-sito no puede ser otro que el de evidenciar tu ausencia.Quisiera salir de aquí.

Fijo de nuevo la vista en el paseo que sigue vacío, espe-rando a que tú lo llenes. Jamás pensé que pudieras re-trasarte tanto. Una risa amarga y rota se me escapa por los labios, traduciendo el hecho de que tal vez tu demora solo exista para compensar lo rápido que te marchaste. El viento juega con mi pelo y si cierro los ojos con esfuerzo puedo fingir que es tu mano la que acaricia mi mejilla.

Ven y cumple tu promesa.

Entierro un poco más mi rostro en la enlutada bufanda de lana, tratando perseverar, y ruego para que alguien, quien sea, pare por mí esta infernal caja de música en la que me he cansado de bailar. Agotada desespero y desfallezco, sentada sobre la piedra muerta y fría.

María Teresa DE MIGUEL REBOLESPermitidme que os hable, compañeros juristas y políticos, so-bre un jurista romano, brillante orador y político, que vivió en torno al año 35 d.C y nació en mi pueblo, Calahorra, la antigua Calagurris Iulia Nassica, en La Rioja.

Quintiliano era hijo de un rétor -maestro de retórica- de lar-ga tradición familiar. Se educó en Roma y volvió a Calagurris hasta el año 60, en que Galba -a quien el calagurritano había ayudado a ser emperador mediante una concienzuda labor de propaganda- lo reclama como Consejero. En la Ciudad Eterna fundó su Escuela de Retórica -por ella pasaron Juvenal, Plinio el Joven, Tácito- y alcanzó tal prestigio que logró que el empe-rador Vespasiano le concediera la primera Cátedra de Retórica costeada por el Estado. Su obra insigne es De institutione Ora-toriae (92-95 d..C), un manual sobre la formación del orador desde la tierna infancia pasando por la adolescencia hasta la madurez. Dicha obra es una mezcla de pedagogía, filosofía, retórica y elocuencia. Quintiliano no volvería nunca a la tie-rra que lo viera nacer; murió en Roma, trabajando sobre unas obras que por desgracia se han perdido.

Se me dirá que la pasión por mi tierra y mis paisanos me ciega hasta tal punto de presentar sus datos biográficos con tintes gloriosos pero yo contestaré que mi prurito es debido a que la

obra de Quintiliano está de rabiosa actualidad en esta sociedad nuestra y más aún en los estudios que estamos realizando; y, consecuentemente, son de vital importancia para la profesión que desempeñaremos en un futuro: abogado, político, crítico del arte de la oratoria y la persuasión.¿Qué os puedo decir que no sepáis ya, compañeros juristas y políticos, sobre la elección de una adecuada argumentación a la hora de elaborar una sentencia, un escrito jurídico, un dis-curso, a sabiendas de que nuestras palabras pueden marcar el rumbo de los acontecimientos? Quintiliano exponía claramen-te: Obstat quidquid non adiuvat (Lo que no ayuda, estorba) y esto debe valernos para acercarnos a su obra y aprender de sus palabras, de sus buenos hábitos para una correcta formación.

Por ello os animo a que seamos ambiciosos, como pretendía Quintiliano, y que aspiremos a algo más que acabar nuestra ca-rrera y el máster, que busquemos una buena preparación, den-tro y fuera de la universidad, que persigamos superarnos cada vez más en nuestra profesión; para que lo empezó como unos estudios de Derecho se conviertan en parte de nuestra vida:Licet ipsa vitium sit ambitio, frequenter tamen causa virtutum est. (Aunque la ambición sea en si misma un vicio es, con frecuen-cia, causa de virtudes)

MARCO FABIO QUINTILIANO, JURISTA Y POLÍTICO

Page 6: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

6

cultura

Adrián BEA NIETOYa no quedan fuentes,ni pozos eternos.Quemamos los puentes,preferimos los avernos.

Quizá no fluiránde poetas los versosde sabios voz y afán.Sólo habrá conversos.

Su fé será el trabajosu Dios lo corrienteserán como el grajode este invierno hiriente.

Sólo engranajes,de maquina obtusa,que nos pone herrajes,y del alma abusa.

Pero, aun del saber,toda fuente seca,sin poder beber,de la poza hueca.

Aun en este infierno,sin puentes, sin salida,ahora, al fin discierno,luz para esta vida.

Como una tormentaSe acerca tronando,terrible, cruenta,al fin, emanando.

Brotará del suelo,agrietará los diques,nos alzará en vuelo,lejos de caciques.

¿La temes villano?Maldice esta unión,pues llega, tirano,la imaginación.

HOYTIANLas palabras fluían en su mente y se precipitaban en su mirada, ni una sola se aventuró a salir de sus labios; ¿de qué serviría?, su historia terminaría allí, tan sólo unos minutos distaban para el ocaso de lo que para ella fue un amanecer, un despertar. Aquel amor había inundado cada rincón de su existencia embarcándola en un viaje tan desconocido como anhelado, su ansia por descubrir , por seguir adelante, por subir cada peldaño de ese camino de la mano le hicieron olvidar que aquella dulce “tourneé” tenía billete de ida y vuelta. Su regreso en cambio sería amargo, desandaría aquel camino, que los dos construyeron codo con codo, para escudriñar cada recodo del mismo y ara-ñar de entre las sombras algún hilo de miel pretérito con el que aún poder humedecer sus labios, secos y desalmados, que buscarían un atisbo de esas historias que les hacían reír, de esos besos que les querían encontrar. Sus ojos se clavaban en su alma y asfixiaban su respiración, los perdería para siempre al cruzar las puertas de esa estación; pero los versos que de ellos fluían le pertenecían solo a ella; nadie abrazaría esa mirada como lo hacían sus ojos verdes hechiceros, nadie encontraría en sus pupilas los secretos que de él había conquistado, ni los amaneceres que éstas habían vislumbrado, ni los otoños que las habían envejecido. Todo a su alrededor dejaba de tener sentido, tan solo sus manos aferradas a las de Jano le anclaban a la realidad; confiaba en poder abrazarlas para siempre; ‘siempre’ sería su nuevo hogar, allí vivirían, sin temor ya, a que pasara el tiempo. Pero ‘siempre’ para ellos significaba ‘nunca’, polos opuestos que , como ellos hicieron en su momento, se unían ahora para dibujar aquella escena dantesca, donde nada sería ya lo que había sido y todo lo que había sido lo sería ahora partido por la mitad. Aquella vía atisbaba la frontera entre que lo un día fue y lo que ya nunca será; entre lo que para Dalia había sido todo y el futuro que en polvo se des-hacía entre las yemas de sus dedos.

¿qué ocurría ahora?¿qué podía hacer?, sus manos no podrían recorrer su es-palda nunca más, y eso ¿qué importaba?, ¿eso importaba ‘algo’? o ¿importa-ba ‘todo’?, no encontraría respuesta ni entonces ni nunca, tampoco buscaría a nadie que la tuviera, pues para entonces ya de nada serviría. El impoluto suelo de mármol de la estación central se hacía insuficiente para sostener tantos recuerdos, que correteaban por sus pasillos silenciosos y se estrellaban contra el rumor de la multitud. ¿cómo hacer que todo ellos se desvanezcan de golpe? Era una empresa in-sondable sin duda, y aún más teniendo en cuenta que en realidad ella sabía que no quería hacerlo; desprenderse de esos recuerdos sería como abandonar un precioso regalo. No estaba dispuesta a correr el riesgo, sus recuerdos serían el cobijo al que acudir cuando la melancolía se apoderase de su mente; serían el arma, a la vez narcótico, que vencería su nostalgia y tejería su desvelo. No tenía últimas palabras para él, trató de desencriptar el jeroglífico que abrumaba sus pensamientos para traducirlos en palabras, pero todo esfuerzo en vano. Tan sólo sollozo cinco letras, cinco dolorosas letras bajaban el telón de aquel relato : Adiós.

RELATO BREVE

Page 7: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

7

cultura

PERPETUA Juan Antonio LASCURAÍN

I

…corro, corro, corro, dono mi vida, estúpida oblación, sin valor, sin nadie, energía castrada, no way out, gastándome, darme antes de que me quiten, soy Sísifo - ¿por qué no se apunta al cross intercentros? -, soy maratón, un fin en mí mismo, maratón diario, maratón semanal, maratón perpetuo, adjetivo permanente, anclado en mi vida, en mi no vida, trescientos sesenta y cinco pasos una vuelta al patio, al solipatio, al patíbulo, esdrújulo, tan pativerdad, paisaje único, árbol en medio, árbol que oigo, doce vueltas, setenta veces siete, algún resuello, corro y corro, siguen mis pasos, maratón como mi condena, eterna pero revisable, resuellable pero perpetua, exserto pero reinsertable, lasciate ogni speranza, arbeit macht frei…

II …dijeron, dijeron, dijeron, lo dijo la Audiencia, lo dijo el Supremo, lo dijo el Consti, estúpida expresión de mi abogado de allí exletrado, listísimo, inocente, pura Universidad en un ring de lobos, por fin nos atrevemos, ahora el Gobierno, basta de tecnicismos académicos, la mujer mujer, política de machotes, política de verdad, tolerancia cero, caiga quien caiga, a pudrirse: prisión perpetua, sin cadena y revisable, en veinte años revisable, casi los míos, vein-tinueve años veintinueve, sobre los pies que me sostienen, veintinueve años sobre el cemento, los sesos apretados, y el foco que ilumina mis pasos enrocados, corro corro corro, veintinueve años mientras jadeo, traqueteo, con Dylan y sus versos, a veces Neruda, todavía Blas de Otero, veintinueve años son todo mi pasado… … son todo, todo lo demás, gracias Woody, con cuarenta y nueve me revisarán, dirán: “no se ha resocializado”, dirán con asombro: “¡no se ha resocializado!”, tantas vueltas al mismo patio, surco, cabeza, los tres sitios donde vivo, total: no es para siempre, total: come, bebe, duerme y hasta está caliente, total: no es inhumana, no es inconstitucional, cuarenta años tras el Gran Año, cuarenta de la Divina Transición, el eslogan es Dureza Adaptativa, el hermoso país se torció, en qué momento se jodió el país, Zavalita… …déjese de abalorios, letrado, no nos maree, letrado, esto no es un aula, letrado, ya le sabemos muy catedrático, ya nos sabe nuestra ponderación, vale más la seguridad, la seguridad del pueblo, la seguridad de vidas, más que la seguridad jurídica, tantas agresiones nocturnas de jovencitos ebrios, fue terrorismo, a todo se le llama terrorismo, terrorismo vial, terrorismo machista, terrorismo de la noche, ¡claro que cabe retroactividad!, cadena perpetua hacia delante y hacia atrás, tempus regit actum, está vigente la ley ¿no, letrado?, ha leído su código ¿no, letrado?, y hoy juzgamos ¿no, letrado?, “inhumanidad retroactiva” clamaba el pobre, no sea untuoso, letrado… … tres palabras tres, pe pe erre, prisión, y perpetua, pero revisable, pe pe erre, pena muerte plazos, muerte de pena, gris forever, muerte al desayuno, muerte a la comida, muerte a la cena, muero si duermo, muero si despierto, matar el futuro, por eso corro, para esconder la muerte, como ellos, pomposean la pena, pe pe erre, a la mierda, dirán, que se pudra, dirán, este tío no sale, de la vida me echan, dirán: fuera de la especie…

III Paro un momento. Jadeo agachado, las manos sobre las rodillas. Veo mi sombra en el suelo. Sin pelo la cabeza, por higiene. Delgado. Soy sombra. Jadeo más. Pienso en mi figura y pienso en que me respetan. Los demás internos. El infierno no son los otros. “Te respetarán el culo”, me dijeron. Mi condena aquí tiene glamour. “Ha matado a un tío y tiene la perpetua”. Dos minutos. A seguir.

IV …todo, todo, todo fue muy rápido, rápida amistad asombrada de meritorio de pijo, mirada nortada de clase media, ti-pos de dinero, shiny happy people, mucha noche, mucho alcohol, testosterona impostada, lealtad impostada, maldito discopub, nos enzarzamos a beber, bebimos a empujar, fuera conguitos, fuera sudacas, empujamos a pegar, pegamos a romper, botellas cortantes, navajas repentinas, grandes blasfemias que me intrigaban en la trifulca, un filólogo entre

Page 8: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

8

culturano juristas, entre eternos estudiantes, no control, sienes estallantes, puñetazos, patadas, yo también desaforado, yo también blasfemo, yo también ciego, a la sombra negra llegando, no te preocupes, ¿no, abogado?, no se sabe por qué ha muerto, por quién, no hay homicidio, sólo un delitín, participación en riña tumultuaria, no habrá marrón para nadie, nadie sabe nada, he pactado con los otros letrados, ¿sí, abogado?, abogados caros los otros, abogados de pijo ellos, de acuerdo ellos, fui yo al parecer, al parecer todos lo vieron, fue el Seat Panda segunda mano, fue camisas baratas, con una botella rota, con una botella al cuello, la bandera de la República de la Muerte: amarilla la tez cada-vérica, rojo kétchup la sangre, el neón morado… …presión física moderada, lo hacen los israelíes, Estado democrático, lo bendice su Supremo, me lo hicieron a mí, y valió, vaya si valió, no es tortura, no es degradante, adaptemos la Constitución a los tiempos, a los firmes tiempos, nos jugamos la legitimidad del Estado, no perturba la verdad jurídica, no saca la mentira, es un empujoncillo a la verdad: es moderada, sin dormir, es moderada, de permanente pie, es moderada, tengo sed, no te pasará nada, bebí mucho aquel jueves, me estallaba la cabeza, sí pegué, sí pateé, sí ciego, ¿pero mataste?, más sed, más gris, mis pier-nas, ¿pero mataste?, más sed, menos piernas, ¿pero mataste, verdad?, ya basta, ¿o sea, con la botella rota?, ¿rota?, no sé, dejadme, imploro, dormir, beber, sentarme, ¿con la botella?, lo que queráis, imploro, ¿dónde está mi abogado?... Sí. Imploro.

V …atrás, atrás, atrás, lo cuento hacia atrás porque me gustaría la vida hacia atrás, hacia la vida… …la sangre me ocupa quiero vaciarla un sentimiento de hastío cala cada gota de sudor los átomos chocan dentro a velocidad vertiginosa desean liberarse dar fin al sufrimiento que siento mi vello sudoroso se agarra a mi piel y la horada hasta llegar al tuétano los ojos me cuelgan hacia la lengua sabor de angustia me deshago en un montón de materia suave densa huesos derretidos me fundo en mi interior me añado al gangrenado mundo todo alrededor de mí se descompone en silencioso goteo mi grito es sordera en el exterior un río lento de mercurio absorbe todas las arañas cemento cemento cemento mis piernas ametrallan el suelo desafiantes miro adentro pulmones forzados agotados re-claman aire su aire cuñas de manera instaladas en mis piernas dedos sobre alfileres ahora soy tan pequeño y padezco sólo dar y no ser dado por qué nací hormiga en la selva linterna al pleno sol pleno - cómo pensáis que he podido matar - sigo corriendo corro corro corro desolation row soy pena hueso sal sudor necesito esperanza no controlo mi sombra me arrastra me arrastra cemento recio quiero hundirme en él acabar en su pereza sin este martilleo sólo esperanza vamos vamos vamos date sólo así hay tiempo sólo así hay vida knock knock knocking kilómetro treinta y dos quedan diez y pico lo tengo calculado traslado mis tejidos senda hacia ninguna parte ansia inútil de libertad de sentido alas cortas el aliento me quema la faringe Dios mío por qué me has abandonado no llegaré oral drill number one repeat after me co rre co rre co rre me solivianto con un pajaro libre cabronzuelo qué inútil mi esfuerzo un metro más dos pisadas tres pasos cuatro zancadas sin horizonte pobre diablo qué letanía nada te turbe qué tiovivo roto nada te espante cenizas cenizas cenizas mi meta alargar mi meta…

VI Por lo expuesto, y vistos los artículos citados y los demás de general y pertinente aplicación, en el nombre de S. M. el Rey fallamos que debemos condenar y condenamos a Esteban Poncela Marcos a la pena de prisión perpetua como autor responsable de un delito de asesinato alevoso con la circunstancia agravante de motivación racista. El conde-nado podrá solicitar la revisión de su condena ante este Tribunal dentro de veinte años. En estos veinte años no cabrá aplicar beneficio penitenciario alguno.

(De esperanza un beso. Sólo eso bastaría. Apenas el atisbo de un beso.)

Page 9: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

9

análisis político

LA VOCACIÓN PÚBLICAMiguel Ángel CASTAÑO MARTÍNConfusión. Hay una gran confusión. Padecemos una equivoca-ción enorme, una malformación de nuestras estructuras men-tales que pone de manifiesto cómo, por intrincados caminos y bajo sutiles formas, la concepción del poder que se tenía en el Antiguo Régimen pervive aún con fuerza. Inútil es constatar la desaparición de estas monarquías absolutas en el globo, si obviamos dictaduras de corte militar que poco distan, en tér-minos prácticos, de aquéllas –carácter hereditario del poder, arbitrariedad jurídica, y un largo y escandaloso etcétera. Sin embargo, parece que aún le cuesta al ciudadano democrático asumir aquello que ha conseguido, o que otros lograron por él en décadas anteriores. Parece que su mente, la de nuestros con-ciudadanos, la de los orgullosos votantes, la mía propia, aún se mueve en unas aguas que no se hallan, tras una seria reflexión, en los dominios de lo que realmente es la democracia. Ésta no designa únicamente un modelo de gobierno en el que un cuerpo electoral elige a sus gobernantes, ni tan sólo un corpus de derechos inalienables que la tradición europea ha inoculado, felizmente, en el núcleo de nuestros sistemas políticos. Es algo más.

¿Qué es ese algo más? Se trata de una idea que atañe, no ya al pueblo, ni a su mayor o menor deber de participar en los asuntos públicos, sino a quienes de entre él son escogidos e investidos para ejercer el gobierno. Y he aquí donde se ubica la confusión de la que hablaba al principio. Se trata deun error sobre la concepción que se tiene del desempeño de un cargo público. ¿Dónde radica éste? En considerar ese cargo público como una profesión más. Con una profesión más no me refiero a que los salarios, prebendas y ostentación que, en el caso de nuestro país, vemos que rodean a la figura del político sean las propias de un empleo cualquiera. Hablo más bien de la actitud de dichas personas, y de la nuestra propia al contemplarlas a ellas. Un presidente del gobierno, un ministro, o un director general no son el jefe o director de una empresa privada, ni de nada que se le asemeje. El poder que del pueblo reciben no sólo no es una carta blanca para que obren a su voluntad, pues para eso tenemos el corpus de derechos antes citado, sino que tampoco tiene nada que ver con el que puede ostentar el dueño de una sociedad que a él le pertenezca. No es un poder para sí, sino que es un poder para el resto. El desempeño de un cargo público de carácter político, de tipo electo, no puede fundar-se en las mismas premisas en las que se funda el empresario. Éste, por naturaleza, y en lo que resulta un comportamiento totalmente entendible y, ¿por qué no?, admirable, persigue su propio interés en el juego del mercado. Ello, como es eviden-te, no lo tiene por qué convertir en un ser abominable y per-versamente egoísta que menosprecie cualquier otro interés en su vida: puede ser un empresario que pretenda el bien de sus empleados, que aspire a un desarrollo ecológicamente sosteni-ble de sus actividades, etc. Ésta, sin embargo, no ha de ser la lógica del político, porque el punto de partida de éste es bien distinto. Todos estamos de acuerdo en que la política tiene que ser, ante todo, un servicio al pueblo, a los ciudadanos, pero la realidad que vivimos y el propio modo en que la asumimos

como normal demuestran que todo lo anterior es pura retórica. Ese punto de partida debe ser la entrega al pueblo, a sus ne-cesidades, a sus anhelos, para satisfacer aquéllas y para hacer realidad éstos. Cada cual interpreta los mismos como mejor considera, y de ahí la necesaria lucha política. Pero lo que no se puede consentir es que esos gobernantes que hemos elegido y que han de servirnos terminen por convertirse en los servidos. Es tan manido el recurso a la etimología que resulta incluso pedante en numerosas ocasiones, pero también es cierto que son las propias palabras las que muchas veces nos ayudan a reflexionar o a profundizar en aquello que abordamos; así, no está de más retomar ese origen remoto de la palabra ministerio, término que en otros tiempos se refirió a la labor de sirvientes y criados. Fue el absolutismo en que degeneró Roma el que pervirtió ya en su día el contenido de este concepto, convirtien-do al sirviente en un alto cargo que ya no velaba por servir a los demás, sino que únicamente mandaba y dirigía. De este modo, el funcionario electo, llamado (vocado) por el pueblo para prestarle los servicios oportunos desde sus conocimientos y su experiencia, se transforma en una figura que ya no se gana el respeto por su dedicación, sino por el nombre de su cargo, así como por las prebendas que en torno a él giran y se le ofrecen. Lo que se justifica como agradecimiento por el desempeño de la labor ministerial esconde beneficios que harían sonrojar a cualquier auténtico sirviente. Vemos con pasividad natural a estos personajes subir y bajar de vehículos que mentalmente sólo asignamos a quienes manejan grandes fortunas; aplaudi-mos con nuestras papeletas electorales los salarios y posterio-res cifras que se asignan a sí mismos sin el menor pudor; y, lo que resulta más escandaloso aún, hasta sonreímos con una mezcla de compasión y curiosidad cuando vemos la modestia de sencillos alcaldes de pueblo, viendo esa ausencia de privi-legios y ornatos como algo pintoresco e incluso no deseable si se predicase de nuestros gobernantes. El pueblo asiste expec-tante a que sus líderes, aquellos que un día fueron elegidos para servir, los saluden, los miren o se paseen entre muchedumbres exaltadas. Sus rostros toman las calles en los períodos electo-rales y, si pasan por un ministerio, permanecen para siempre inmortalizados sobre un lienzo cubierto de óleo que penderá de una ilustre galería. Ofende a cualquier líder mundial presentar-se con un modesto medio aéreo en otro Estado al compararlo con la monstruosidad ostentosa de los aviones pertenecientes a otros gobernantes, y esto ofende a su pueblo también, quien se reprocha a sí mismo ser tan paleto. La idea de la austeridad tiñe debates y periódicos, discursos y programas electorales, pero rara vez la predica el político de sí mismo. Y lo peor de esta corrupción del servicio público, que ya no es servicio sino servido, es la aceptación tácita de quienes financian a esta nue-va nobleza, más accesible que la antigua, efectivamente, pero igual de caprichosa y de celosa de sus propiedades.

Hay quien afirma que, de ser modestos los salarios y de no ofrecer buenas prebendas a quienes van a ocupar los altos car-gos de la Administración y de los gobiernos, las mentes mejor preparadas del país optarían por la empresa privada, de donde obtendrían beneficios muy superiores, quedando sólo inútiles

Page 10: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

10

análisis políticoal frente del Estado. Este argumento pasa por alto algo esencial, y es que quienes estando bien formados e instruidos opten en tal disyuntiva por el mundo privado reflejan que no poseen aquello que precisamente hemos de reclamar de nuestra clase política: vocación pública. No todos están vocados o llamados al servi-cio público: éste implica desprendimiento y entrega, y precisamente en un mundo como el de hoy en el que nos move-mos al modo de jaguares en busca del máximo beneficio, el que alguien con posibilidades de tener un buen sueldo en la empresa privada renuncie a él para servir al pueblo al que pertenece es lo admirable, y es lo que se debe premiar, no con prebendas econó-micas ni con pensiones vitalicias, sino con el reconocimiento de una nación agradecida. Y habrá quien, muy respetablemente, no esté dispuesto a dejarlo todo por vivir ese llamamiento. Sólo una vocación es lo suficientemente fuerte como para desplazar cual-quier juicio sobre el beneficio. Así, quien coloca en un lado de la balanza el cargo público y en el otro elprivado en atención a qué le puede convenir más en términos de renta ya está demostrando la inexistencia de esa vocación en él. Quien se siente llamado a algo grande no repara en objeciones y, si lo hace, es para dejarlas de lado tras una concienzuda reflexión. No considero que entre todas las mentes que pueden prestar a nuestra nación (entendida como personas que la forman, y no como estúpida entelequia ideológica) un gran servicio haya sólo quienes prefieran el be-neficio al seguimiento de esa vocación. Sólo una renuncia a la opulencia que, pese a ser meramente formal, rodea a lo político en todos sus aspectos demostrará que quien se ponga al fren-te de un gobierno lo hará porque realmente persigue el bien de sus conciudadanos. Y no lo ha de hacer de un modo despótico, buscando ese bien de los demás sin contar con ellos, sino pre-cisamente tendiendo los necesarios puentes y canales de parti-cipación ciudadana que pueden hacer llegar a oídos dispuestos las demandas de las personas.

Al igual que el monarca absoluto y que los líderes burgueses liberales, nuestros distantes políticos democráticos, en sus co-rrespondientes pompas de supremacía y suntuosidad, han per-dido de vista, entre el armiño, a ese ciudadano que los eligió, a esa persona que paga el trono en el que con derecho se creen a sentarse, y se entregan así a causas que responden a los intereses de una clase, de un corpúsculo de personas que nada tienen que ver con la generalidad, pero que se amparan en ésta para hacer reales sus exigencias. ¿Son acaso las armas nucleares la volun-tad del pueblo? ¿Son las intrincadas tramas de espionaje el deseo de los votantes? Aún les queda mucho a nuestras orgullosas de-mocracias por desprenderse de los ostentosos y rancios ropajes del Antiguo Régimen, y por zafarse de las garras del despotismo que según nuestros libros de Historia ya vencimos hace décadas o incluso siglos.

Abelardo BETHENCOURTHay dos Españas, siempre las ha habido. Hay dos Espa-ñas yuxtapuestas, enfrentadas. Hay dos Españas que se heredan o se contagian, a veces se toleran y otras… se matan.Todo español las conoce, las distingue. Sus símbolos nos son tan familiares como la estepa castellana y forman par-te de nuestro paisaje. Nadie las ha visto pero todos sabe-mos que existen. Los que militan en una u otra España lo dejan ver, lo exhi-ben con orgullo y los que no, callan como el que calla en una disputa familiar porque, hay dos Españas ¿no?Nací y crecí en España. Supongo que en una de las dos, no me acuerdo. Desde que tuve conciencia política no supe elegir en qué España quería vivir. Callaba y otorgaba, huía de la definición y, cuando mi interlocutor apremiaba, me disfrazaba de su España, no por cobardía, sino por no sentirme extraño en un país donde el problema no es que haya dos Españas, el problema es no militar en ninguna.Un amigo contaba una anécdota. En uno de sus viajes a un país profundamente musulmán, mi amigo, que no es muy creyente, preguntado sobre este extremo por un lo-cal, confesó su falta de creencias religiosas. Tuvo que dar tantas explicaciones infructuosas que, en sucesivas oca-siones, respondía diciendo ser católico. En un país mu-sulmán era más entendible ser “del bando contrario” a no ser. En una España dividida pasa lo mismo. Pero, ¿cuántos nos hemos callado o disfrazado? ¿cuántos somos extraños en nuestro país? Cuán inaudible es la voz del silencio e incontable la gente que no se manifiesta. No hay dos Españas, hay tres o, mejor dicho, una y media; una que calla y media que se pelea. Los que hoy callamos debemos alzar la voz. Utilizar la memoria para no cometer errores pasados y no olvidar nunca que las verdaderas víctimas de las dos Españas han sido aquellos que nunca fueron de ninguna, que no se de-finieron o que fueron definidos contra su voluntad. Que pagaron con sangre el odio ajeno. Esa España no es homogénea, como las otras dos, no está disciplinada ideológicamente pero sí empieza a definirse. Es la España que huye del lenguaje arcaico, que se sien-te orgullosa de su democracia, que no la siente como un “pacto de no agresión” sino como un sistema justo que se consagra en los principios de libertad e igualdad. Hay que apelar para que sea esa España la protagonista del futuro y deje de ser la víctima del pasado. El día que alce la voz reinará el silencio en un país donde ya se ha gritado demasiado.

LAS DOS ESPAÑAS

Page 11: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

11

análisis político

Paula PÉREZ MULEIROLa identidad en su más amplio sentido es lo que nos for-ma como personas, tanto de cara al exterior al darle exis-tencia a nuestro pensamiento a través de la acción, como en nuestro interior, denominado aquí como conciencia de sí. En este artículo propongo dejarnos guiar por Hannah Arendt para adentrarnos en el problema de identidad, en-tendida como conjunto de pensamiento y comunicación interior, y sus consecuencias en la sociedad actual.El olvido de la identidad como conciencia de sí es una de las causas principales de muchas deficiencias de la socie-dad actual, siendo necesaria la deliberación que propone Arendt: una deliberación capaz de estimular la libertad de pensamiento.La conciencia no es lo mismo que pensamiento, pero ambos están relacionados pues sin conciencia no hay pensamiento, siendo la identidad producto de su unión. Mediante la conciencia somos capaces de tener una co-municación interior que da lugar a una forma de mani-festación de la identidad. Tanto conciencia como pen-samiento se manifiestan de forma diferente en distintas esferas (la primera en la esfera privada y la segunda en la pública), pero al mismo tiempo ambos están unidos por la identidad. En la esfera pública, el sujeto sólo muestra “quién es” (pensamiento) y no “qué es” (conciencia), la cual sólo se alcanza mediante la comunicación interior. Sin embargo, para dicha comunicación, la condición ne-cesaria es la libertad de pensamiento. Así, cuando el su-jeto actúa en la esfera pública, se despoja de la dimensión de su identidad simbolizada con el “qué” somos, olvidan-do la conciencia. Para desarrollar nuestra identidad existen dos caminos. Por un lado, la acción es la que permite a la persona re-velar su pensamiento, “quién es, es decir, el individuo descubre quién es en la esfera pública; por otro, nos en-contramos el “qué es”, la cual es propiamente la concien-cia (la identidad más oculta) y que de algún modo entra en confrontación con su otra forma de manifestación, pues para desarrollar la primera se tiende a dejar atrás la segunda, poniéndonos una máscara#. Esta es un tipo de comunicación con nuestro yo interior. Estos dos ti-pos generan una gran tensión en el propio concepto de identidad, siguiendo su definición principal, que alcanza la propia naturaleza humana, pues en lugar de aunar pen-samiento y conciencia en la identidad, se separan ambas dimensiones en la esfera pública o privada, obligando a la persona a decidir entre una u otra. Ese caos de no saber cómo autorrealizarnos es la causa principal de los proble-mas de identidad que el ser humano sufre desde la época

de posguerra. Uno de los mayores peligros que tenemos a nivel indi-vidual es la ausencia de pensamiento. Sin la aptitud para cuestionarse aquello que hacemos, nos convertimos en simples burócratas, pues nos impedimos a nosotros mis-mos pensar libremente, convirtiéndonos así en sujetos pasivos. Este problema está relacionado con la identidad entendiéndola como unión de la conciencia de sí mismo (comunicación interior) y de pensamiento (paso previo de la acción). La posguerra nos dejó sumergidos en una sociedad de consumo y en un sistema liberal, tanto a ni-vel político como económico, que impide la realización de nuestra identidad de ninguna de las dos maneras. No hay ni posibilidades de deliberación ni posibilidades de comunicarnos con nosotros mismos. En un contexto caracterizado por la espiral consumis-ta, este problema da lugar a la enfermedad identitaria que se potencia al reducir la identidad como producto de la deliberación habbermesiana, es decir, protegiendo al pensamiento pero aislando la comunicación interior. Esto provoca que en la actualidad sólo somos capaces de vincular nuestra identidad a un grupo, ya sea nacio-nal, religioso o de otro tipo, pero no somos capaces de detenernos a dialogar con nosotros mismos para descu-brir qué somos ni detenernos a deliberar con otros para descubrir quiénes somos. Más bien, buscamos que los otros nos lo digan. Una razón que lo explicaría es esa necesidad del ser humano de sentirse perteneciente a otra persona o grupo. Sin embargo, el problema va más allá, pues aún ni sintiéndonos parte del grupo el problema es-taría resuelto. Si por una parte la deliberación reafirma o conforma nuestras propuestas y nuestra identidad, es a la vez imprescindible saber quiénes somos sin olvidar qué somos, para lo cual se debe dedicar tiempo a conocernos y autorrealizarnos mediante la comunicación interna, con el yo más personal. Sin esto último, se produce una muti-lación en nuestro pensamiento, quedando a merced de la voluntad de los otros. La sociedad actual necesita una forma de organización social, política y económica que reúna las dos formas de identidad: el pensamiento, como paso previo a la acción, y la conciencia, en su forma de comunicación con uno mismo. Por un lado, debe permitir una deliberación efec-tiva y ajustada a la realidad social en la que vivimos, sin caer en los excesos del idealismo. Por otro, debe poten-ciar el desarrollo de la identidad interior, favoreciendo así la libertad de pensamiento, y fomentando las condiciones necesarias para que cada una de las personas que habitan la tierra pueda saber qué son y no sólo quiénes son.

EL OLVIDO DE LA IDENTIDAD COMO CONCIENCIA DE SÍ

Page 12: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

12

análisis político

Marcelo AREQUIPA AZURDUYUna de las vertientes informativas más divulgadas en estos momentos a través de los medios masivos de comunicación a propósito de las revueltas en al-gunos países árabes es la que da cuenta de un curio-so “despertar” de las generaciones de jóvenes que unidos en torno a un ordenador y a páginas webs como twitter o facebook han ido armando la “revo-lución” social que posibilitó en algunos casos (Tú-nez y Egipto hasta ahora) un cambio repentino de sus gobernantes que permanecían por décadas en el poder.

Esta información nos podría hacer pensar que esta-mos frente a una nueva forma de organización de protesta social, pero como soy un desconfiado decla-rado de cualquier información, me propúse investi-gar y contrastar esta hipótesis expuesta a continua-ción.

Resulta curioso ver como los datos de uso del servi-cio de internet en estos países es muy bajo, haciendo un repaso acerca de esta temática en los útimos re-portes del Banco Mundial en sus estadísticas de de-sarrollo social (2008), apreciamos que en Egipto de cada cien habitantes tan sólo 17 accedían al uso de internet; la lista continua con Yemen, donde tan sólo son 2 de cada cien; Libia con 5 de cada cien; Bahrein con 52 de cada cien; y Túnez con 27 de cada cien.

De todos los paises en los que se hace referencia en el espacio geográfico del norte de África, solamente Bahrein sobrepasa la mitad de cien habitantes por uso de internet, si seguimos de acuerdo con la hipó-tesis de los mass media entonces podríamos inferir que en Bahrein debería haber estallado una revuelta de proporciones bíblicas que por supuesto no existió ni existe (no me voy a detener con otros datos que sí merecen la pena discutirse como la diferencia de la minoría sunní gobernante respecto a la mayoría chii-ta gobernada). Inmediatamente me viene a la mente la reflexión de que quizás no es tán cierto como se magnifica el papel del internet en estas movilizacio-nes; quizás esto obedece a otros criterios, quizás en realidad los medios masivos de comunicación a la cabeza de la radio y la televisión juegan un papel mucho más desicivo en la influencia de las revuel-tas; quizás esta “poderosa” juventud además de estar atenta de los chismes de sus artistas preferidos, de sus amigos, de sus enemigos, de sus parejas, de in-tentar hacer nuevos amigos por la red, no está muy atenta a las noticias de corresponsales o de gente que cuelga información sobre las tensiones políticas que se viven en el momento. Desde luego no soy nativo de estos países en conflicto, pero como vengo de un medio social en vías de desarrollo poseo la suficien-te experiencia para afirmar que los niveles de acceso al mundo de la red no es significativo respecto al uso de otros medios de información.

¿EL DESPERTAR DE LA JUVENTUD EN TIEMPOS DE CRISIS?

Países en conflicto y países europeos en crisis económica por uso de internet (por cada 100

personas)

Page 13: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

13

debate/opinión

SÁHARA OCCIDENTALAnónimoCorría el año setenta y seis cuando nos comprometimos a ayu-darles y a día de hoy, tres décadas y media después, parece que nos hemos olvidado de la antigua provincia cincuenta y uno.Tanto el Rey como Felipe González mostraron en actos públi-cos su determinación en colaborar a que consiguieran la au-todeterminación mas la stipulatio romana, la palabra dada, ha perdido su validez en la sociedad actual.Se trata del Sáhara Español, ahora Sáhara Occidental, ocu-pado en gran parte por Marruecos en su afán imperialista y de enriquecerse a costa de uno de los territorios más ricos de África.A raíz de ello han sido muchas las familias separadas, las que han tenido que abandonar sus hogares y exiliarse en campos de refugiados y las que han perdido a seres queridos.Se preguntarán ustedes la razón por la que no hemos tomado cartas en el asunto, yo personalmente no dejo de hacerlo. Pue-de que sea por la ingente cantidad de fosfato allí existente, por el famoso Tratado de Aguas del que nos beneficiamos o por la estrecha relación de amistad con Francia y Estados Unidos.Pero,¿Cuándo empezamos a anteponer los intereses econó-micos a los humanos?¿ Cuándo las violaciones de derechos fueron justificables?

SOCIEDAD TIRÁNICAFernando DE LOS SANTOS MENÉNDEZCiertamente vivimos en una época de dictadura de la socie-dad. El disfraz de democracia la hace aún más peligrosa. La realidad es que quien se quiere apartar de las corrientes de la masa es ridiculizado y aislado. Asimismo, la presión social de nuestros días exige a los individuos la pertenencia a uno u otro ideario-modelo. Se intenta destruir la libertad de expresión, de forma que la opinión de alguien deriva siempre en intento de los demás de adscripción de esa persona a uno u otro ban-do. Se abusa de los tópicos y abundan las generalizaciones. Y mientras tanto, a medida que pierde su libertad, el ser humano va perdiendo su atributo y se asemeja cada vez más a un ani-mal, que no duda en eliminar a sus crías antes que soportar nueve meses de habladurías. Pero la historia nunca perdona y llegará el momento en que la sociedad despierte del coma y desengañada de sí misma reaccione y libere a cada uno de sus individuos de la prisión de lo políticamente correcto.

LAS RECETAS DE FMIPablo GALÁN MANSOEl Fondo Monetario Internacional aconseja a España como una de las recetas para salir de la crisis la reducción de un 10% en los salarios. Me imagino que piensan que los espa-ñoles disponemos de unos sueldos excesivos. No resultaría extravagante la propuesta si al mismo tiempo aconsejasen a los agentes económicos la reducción de precios de los bienes y servicios que producen en el mismo porcentaje.Un amigo empresario, que trabaja en el sector de la hostelería me comentaba que el problema para sus negocios no era el precio de la mano de obra, sino los costes fijos del alquiler de los inmuebles en los que desarrollaba su actividad. Si el negocio iba bien, contrataba más trabajadores; si se reducía la actividad, disminuía el número de operarios con un coste mínimo.Cómo se puede pedir a muchos trabajadores cuyos ingresos no superan los 1.000 euros mensuales que reduzcan un 10% sus salarios cuando no pueden acceder a una vivienda digna por los precios abusivos de los últimos años, precios que no sólo afectan a la compra sino también al alquiler. Cómo es posible que las viviendas sean más caras en Madrid que en Berlín cuando los salarios de los trabajadores alemanes son un 30% superiores a los españoles, con la afectación que esto tiene en la renta disponible.Para ganar en credibilidad sería necesario que estos organis-mos y otros de características parecidas, al mismo tiempo que aconsejan una reducción de los costes salariales, apelasen a una moderación de los beneficios empresariales y sobre todo de las rentas improductivas que distorsionan y agravan el fun-cionamiento de los mercados.

CONFIANZADaniel PÉREZEsperanza firme que se tiene de alguien o de algo. Esto es lo que dice la RAE. Ánimo, aliento vigor para obrar. Esto también lo dice la RAE. Pues pensando y pensando, y ya que estamos en época de campaña electoral, me vienen estas de-finiciones a la cabeza. ¿Por qué será? Ah ya sé, ambas bri-llan por su ausencia en esta época del año. ¿Y por qué?¿Por qué se ha llegado a esta situación de total desconfianza en la clase política?¿Por qué esa desconfianza en las personas que dirigirán en un futuro próximo el devenir de ayuntamientos y comunidades autónomas?Porque los mayores se han cansado. Porque los jóvenes se han cansado. Porque la ciudadanía está cansada de tantos es-pectáculos lamentables en el Congreso, de tantas mentiras, de tantos reproches, de ninguna o casi ninguna propuesta para salir del atolladero en el que España se encuentra, de tantos “chanchullos”. Ya está bien. Futuros dirigentes, háganse un favor a sí mismos y en vez de luchar por un voto más o menos luchen por recuperar la confianza de la ciudadanía, hagan de nuevo que crean con fe en ustedes, sean coherentes en sus discursos, en sus prome-sas, porque ya deberían saber que la ciudadanía no es tonta y más vale prometer pan y vino que prometer caviar y champán y quedarse en agua. Es el camino más largo par a conseguir votos, sí. Pero es el camino más corto para dejar de causar in-diferencia en la población y mejorar la dirección de este país.

Page 14: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

14

debate/opinión

Diego MÉNDEZ RUIZ“Seamos perezosos en todas las cosas, excepto al amar y al beber, excepto al ser perezosos”. Leassing Hace años ya, durante el primer año de la carrera, recibí clase del profesor Taibo. En una de sus sesiones comentó un libro, “El derecho a la pereza”, de Paul Lafargue. Me llamó mucho la atención, y segu-ramente lo apunte por ahí, en algún papel que ya estará perdido. Sin embargo un día, de repente me encontré con una edición por casa. La cuestión es que recordé que había oído hablar de él. No sólo recor-daba el libro por su título, que resulta bastante curioso y llamativo, sino también una breve idea de lo que el autor quería trasladar con su ensayo. Lo que nos plantea Lafargue es algo muy interesante: debería apro-barse una Ley de Bronce, una Ley que prohibiera trabajar más de tres horas al día. Nada más leer esto, estoy seguro que a muchos les harán los ojos chiribitas, el cerebro se pondrá a funcionar y no hará más que pensar: “¡Sí, sí! ¡Qué idea tan buena! ¿Cómo lo hacemos?” De hecho, esto fue lo primero que yo pensé cuando en aquella clase del profesor Taibo recibí la noticia de la existencia de esta posibilidad.Hay que entender que Lafargue escribe en un momento de la Historia europea muy concreto e influido por su suegro, Karl Marx. El texto está contextualizado en una Revolución Industrial que aplasta a la llamada clase trabajadora. Yo, desde la humildad con la que puede hablar un simple estudiante, pienso que esta idea podríamos traerla a hoy. Quizás diréis que soy un soñador, como diría John, pero proba-blemente no sea el único. Para traer esta posibilidad a la actualidad creo antes de nada lo que tendríamos que hacer es re-contextualizar la situación. Hoy ya no po-demos continuar con el discurso burguesía vs. proletariado. Creo que uno de los mayores fallos del comunismo (entre otros muchos) fue el no prever el surgimiento de una clase media y su expansión, que no sólo ha conllevado la burguesización del proletario, sino también la proletarización de la burguesía y la aristocracia. Hoy, la mayor parte de la población forma parte de esa clase media que trabaja para poder mantenerse, a sí y a los suyos. Pero no sólo eso. Los hombres (y las mujeres también por supuesto, pero no voy a entrar en ese juego de sexos. Me niego, me parece absurdo y algo que ya tenemos que tener superado) tenemos que ser felices. El hombre debe buscar su felicidad, y por naturaleza lo hace. Todos hemos oído aquella frase de “vivir para trabajar o trabajar para vivir”. Es cierto que las condiciones extremas de la época de Lafargue han sido supe-radas. Pero, ¿hasta qué punto el ritmo de vida que hemos instalado, en el que vivimos, nos da tiempo para vivir, para ser felices, para crecer, para aprender, disfrutar de cada momento? ¿Cuándo fue la última vez que alguno de nuestros padres se tiró en mitad de un campo verde a respirar aire y no pensar? Realmente, me da miedo no poder hacer algo así con el tiempo, y por eso trato de recuperar esa idea que todos sabemos pero que no nos hemos planteado cambiar: que el trabajo puede ser dolor, que hay más cosas que trabajar, que el trabajo nos ata y nos promete prosperidad, pero nos puede llegar a traer miseria o amargura. Este no es el artículo de un vago, - aunque cada vez que voy releyéndolo voy pensando que me intento engañar a mí mismo- . Este es el ensayo de una persona que cree que el hombre es algo más que una máquina de trabajo, que tenemos que disfrutar de la vida, del sol, de la lluvia (algo que hoy poca gente hace y aún no entiendo por qué), de la noche, del arte, de olores, sabores, sensaciones, mo-mentos… ¡Aaaaaaaaaah! ¡¡¡Según escribo me dan ganas de gritar!! ¡Aaaaaaaaaaah! y ¡disfrutar también de ello!Hemos convertido al tiempo en nuestro peor enemigo. Desde luego que lo es, no puedo pensar en algo peor que el tiempo… “¡Malditos segundos! ¿Por qué no paráis?” Pero somos idiotas… llevamos sobre este planeta mucho mucho tiempo y no hemos aprendido aún cómo

aprovecharnos de él, (del tiempo, me refiero). O lo que es peor, sabe-mos cómo aprovecharnos, pero no lo hacemos. Ya Lafargue hablaba del surgimiento de las máquinas, y hablaba de las máquinas como “el Dios que nos dará ocio y libertad”. Hoy, más que antes, estamos llenos de máquinas. Lafargue se temía que en vez de utilizar dichas máquinas para liberarnos del trabajo las utilizáramos para producir, consumir, etc. cada vez más, pero no para liberarnos. Y así fue. No voy a entrar en las cuestiones económicas acerca de lo que supon-dría trabajar sólo tres horas al día. No quiero porque no tengo ni idea. Sólo quiero soñar con la posibilidad de que podamos alcanzar una situación como esa: tres horas al día trabajando y luego aprovechar el tiempo con los tuyos, con los de otros, contigo mismo… Verdadera-mente creo que no es algo tan imposible. ¡No reclamemos el derecho al trabajo, es el derecho a la miseria! ¡Proclamemos el derecho a la pereza! Esta es una de las ideas fuerza de Lafargue. Muchos me dirán que quién me ha metido estas ideas en la cabeza. La verdad es que nadie, sólo sigo mi instinto, algo que hoy en día estamos perdiendo. Si un sujeto pudiera trabajar y posteriormente dedicarse al ocio: al estudio, a la pintura, a la música, los deportes, el teatro, la política, la lectura, el conocimiento acerca de algún tema en concreto, su familia, sus amigos, etc. (¡yo qué sé! ¡podría llenar líneas con cosas que a la gente le gusta hacer en su tiempo libre y que no se reducen a vaguear!) habría una mayor productividad. Hoy sabemos que no hay nada más valioso en una empresa que un empleado feliz. ¿Cómo sino así se es feliz?Se dice, y es cierto, que hay que procurar trabajar y hacer lo que a uno le vaya a gustar en la vida. Esto es algo clarísimo, no me cabe la menor duda. Pero aún eligiendo bien y siendo certero en este tipo de elecciones, ¿no se será más feliz, y en consecuencia más productivo, si en este tiempo libre que reclamo pudiéramos nosotros mismos de-sarrollar nuestras aptitudes como creyéramos convenientes?Todo esto procura (en la medida en que mis capacidades me lo permi-ten) ser un canto a la libertad, la facultad más valiosa de todas las que nos rodean, desde mi punto de vista. ¡El mundo está lleno de cosas! Hoy, (aunque menos que en el siglo XIX), como decía Jenofonte, traído por Lafargue en su ensayo, “el trabajo ocupa todo el tiempo, y con él no hay ningún tiempo para la república y los amigos”. La cuestión de la república es importante. A los que estudiamos política muchas veces se nos pregunta por qué la participación en política de la población es tan baja. No me atrevería a decir aquí cada una de las razones que se me pasan por la cabeza, pero desde luego sí diré una: la gente llega a su casa harta después de haber estado trabajando y no quiere tener que estar encima de los cuatro politicuchos chupatintas que están allá arriba. Lo que hoy buscan es alguien (a poder ser hon-rado, aunque tampoco estamos para fijarnos en eso, parece ser) que le administre la sociedad, que le haga pagar poco, que le den lo más posible y que no le anden con problemas ni líos, “que bastante tene-mos ya dentro de casa”. Probablemente, aunque tampoco pondría la mano en el fuego, si hubiera más tiempo libre, habría más tiempo para dedicar a la sociedad y su gobierno. Esta es la idea de un antiguo pensador. Esta era su idea. Idea que he querido traer a hoy. Utópicamente, sí. Pero si no lo soñamos hoy, mañana no lo encontraremos. Alguien imaginó el Estado de Bienestar y hoy estamos construyéndolo. Poco a poco, sí, pero quién se lo iba a decir a los primeros que lo pensaron. Si no hacemos nada, es porque no queremos… ¿no? “So what you gonna do when the walls come falling down? You never move you never make a sound” – All Around the World. Oasis.

A QUIEN ECHA DE MENOS EN ESTOS DÍAS UN RATO DE PEREZA

Page 15: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

15

debate/opinión

Carlos GÍL GANDÍAA estas alturas, a nadie se le escapa ya la extraordinaria impor-tancia de los cambios introducidos por Internet en los modos de comunicación entre seres humanos. Desde la creación de ARPANET en 1969, la Red no ha hecho más que crecer y evo-lucionar, permitiéndonos, hoy en día, desde conocer en tiempo real las noticias publicadas por cualquier periódico extranjero hasta chatear con un amigo situado al otro lado del globo. En este contexto, la aparición de las redes sociales online ha su-puesto la enésima revolución dentro del mundo virtual. Des-de su nacimiento, a mediados de los años noventa del pasado siglo, la cifra global de usuarios de este tipo de servicios se ha multiplicado de forma exponencial, llegando a superar, a mediados de 2009, el número de usuarios de e-mail . A finales de ese mismo año, en España ya había casi 18 millones de usuarios de redes sociales (un 74% del total de internautas ).

Como todos sabemos, las redes sociales online ofrecen la po-sibilidad de generar perfiles públicos e incluir en ellos datos personales relativos a los propios usuarios, ofreciéndoles he-rramientas para compartirlos e interactuar con los demás. De esta forma, se configuran como poderosos canales de comu-nicación, permitiendo a sus miembros relacionarse entre sí de manera directa, relativizando los condicionantes del tiempo y el espacio, así como entrar a formar parte de grupos segmenta-dos en atención a sus intereses (ocio, comunicación, ocupación profesional, etc.).

Pero, además de servir para estrechar lazos entre personas con intereses comunes, las redes sociales pueden emplearse para el intercambio de conocimientos e información (p. ej. recomen-daciones gastronómicas, de ocio, de viajes...); la divulgación de noticias (p. ej. a través de redes de nanoblogging, como Twitter); e, incluso, como herramientas para la movilización social (p. ej. la campaña electoral de Barack Obama, desarro-llada en gran medida a través de redes sociales como MySpace o Facebook, que permitió recaudar más de 500 millones de dólares y llevar a la Casa Blanca al primer presidente negro de los EEUU. Por su parte, las protestas post-electorales en Moldavia, en abril de 2009, llegaron a ser conocidas como la “revolución del Twitter”, debido a que los manifestantes se coordinaron principalmente por medio de esta red . En este contexto, las actuales revueltas en el mundo árabe deben en-tenderse como un nuevo hito dentro de la misma tendencia ).

En cualquier caso, quienes crean que las posibilidades de las redes sociales se ciñen exclusivamente a eso que podríamos llamar “fines sin ánimo de lucro” están claramente equivoca-dos: antes bien, resulta perfectamente posible obtener un bene-ficio económico a través de las mismas, bien por parte de los usuarios -utilizándolas como instrumento para la búsqueda de empleo, contactos profesionales o personal especializado, en el caso de las llamadas “redes profesionales”- o de los propios

administradores, mediante su monetización y posterior explo-tación comercial (ej. mediante el pago por su uso, los servicios de suscripción premium o la oferta de publicidad personaliza-da) .

No obstante, si bien es cierto que el potencial de las redes so-ciales es enorme, no lo es menos que los retos que plantean son, cuando menos, comparables: la eventual vulneración de los derechos a la intimidad y a la propia imagen de los usua-rios –en ocasiones, propiciada por ellos mismos, mediante una inadecuada configuración de su perfil de privacidad-; el riesgo de suplantación de su identidad por un tercero, a través del acceso a su cuenta en la red; o la lesión de derechos de propie-dad intelectual, ya sea en relación con contenidos propiedad del usuario o pertenecientes a un tercero, son solo algunos de los muchos ejemplos que podríamos citar al respecto. Además, todos estos peligros se ven exacerbados por una serie de facto-res a tener en cuenta (juventud de los usuarios –en numerosos casos, menores de edad-; dificultad del control por parte de sus progenitores, cuyo conocimiento acerca de las redes sociales y de Internet en general es, en muchas ocasiones, menor que el de sus propios hijos; ataques por parte de los llamados hac-kers, mediante técnicas tales como el phishing y el pharming; indexación de los contenidos publicados en la red por parte de motores de búsqueda de Internet...).

Por otra parte, existen determinadas circunstancias que com-plican su regulación por parte del Derecho (novedad y cons-tante evolución de este tipo de servicios; con frecuencia, carác-ter internacional de las relaciones jurídicas que se establecen tanto entre los usuarios como entre éstos y los administradores de las redes; condiciones de uso confusas, demasiado prolijas y, en ocasiones, de difícil acceso; pactos de sumisión expre-sa a tribunales u ordenamientos extranjeros…). No obstante, en relación con este aspecto, hay que señalar que empiezan a aparecer signos esperanzadores en el panorama comparado (p. ej. la conocida como “Ley Facebook”, actualmente en trámite de discusión en el Parlamento alemán, que prohibirá a los em-presarios vigilar los perfiles de los aspirantes a un puesto de trabajo en Facebook y otras redes sociales no relacionadas con el ámbito laboral ).

Así pues, debemos concluir que, si bien las redes sociales online constituyen una inmensa fuente de oportunidades, los problemas legales que plantean discurren parejos a dicha mag-nitud. Solo la práctica jurisprudencial, a medida que los Tribu-nales vayan resolviendo los supuestos acaecidos en la realidad, combinada con el incipiente esfuerzo doctrinal en el campo del Derecho de Internet y, por supuesto, la pericia de nuestros legisladores al dotarlas de un marco legal específico, nos per-mitirá aprovechar al máximo las primeras sin tener que estar continuamente preocupándonos de los segundos.

PRINCIPALES IMPLICACIONES JURÍDICAS DE LAS REDES SOCIALES ONLINE

Page 16: REVISTA CULTURAL DE ESTUDIANTES DE DERECHO Y ......experiencia y sensatez, y todos pasamos por eta - pas de inmadurez, inexperiencia e insensatez en nuestro proceso de crecimiento

Consejo de Redacción de la revista:Celia Morales Sainz, Diego Domingo García Muñoz, Elena Galán (Estudiantes en Acción), Fernando Vázquez Miguel, Luis Alberto Pedroza Fernández, María Teresa de Miguel Reboles, Mariya Dulysh

Queridos estudiantes,

Antes de nada os damos las gracias a los que apoyaron la idea de la creación de una nueva revista de carácter cultural enviándonos sus artículos. Por otro lado, también agradecemos a los que ahora mismo están leyendo “deliberare”; si no fuera por vosotros, nada tendría sentido.Debido a los problemas surgidos durante la maquetación de la revista estamos forzados a imponer las siguientes reglas para el material que nos podéis enviar:

1. Fuente: Times New Roman 2. Extensión: máximo 2 páginas en fuente tamaño 11. 3. Documentos en archivos .odt ó .doc (tuvimos problemas con algunos .pdf). 4. Siseincluyendibujos,gráficos,tablasocualquierotroficherodebeiradjunto. 5. El título del artículo debe ir al principio del texto. 6. Elnombredelautordebefiguraralcomienzodeltexto,alaizquierdayencursiva.Sialguienno quiere revelar su nombre se puede utilizar un pseudónimo o poner “Anónimo”. 7. Elartículonopuedetenernotasdepiedepáginanireferenciasbibliográficas.Todosloscomen-tarios deben estar incluidos en el cuerpo del artículo, ya que no es una revista académica sino cultural. 8. No sólo se aceptan los textos, sino también las fotos y dibujos, pero éstos deben llevar al menos una línea de descripción. 9. Eltextodebeserenviadoadeliberareuam@gmail.com.Enelasuntosedebeespecificarlaca-tegoría a la cuál pertenecería el artículo de la siguiente manera: artículo-categoría. Existen las siguientes posibles categorías: - Cultura - Análisis político - Debate/Opinión - Derecho - Actualidad universitariaSi el artículo no se ajusta a ninguna de las categorías anteriores, se debería indicar en el asunto del correo electró-nico de la siguiente manera: artículo-nueva posible categoría. 10. Dado que la periodicidad de esta revista es semestral, se aconseja no utilizar expresiones como “ayer” o “hace dos días” en los textos de análisis político ya que quedaría desactualizado. 11. Se admiten textos en cualquier idioma.

En suma, estamos muy agradecidos a todo aquel que haya participado en el proyecto. Vamos a seguir adelante, por lo que esperamos tanto vuestros nuevos artículos como nuevas personas que deseen colaborar más directa-mente, eso es, formando parte del Consejo de Redacción.

No dejéis de participar en la vida académica a través de proyectos como éste.

Atentamente,

El Consejo de Redacción

[email protected]@DeliberareUAM Deliberare UAM