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  • 771Religin y Migracin

    mes

    a Religin y migracin

  • 772 Religin y Migracin

    ndice

    Identidades en los mexicanos musulmanes en Estados Unidos: la comunidad islmica latina transnacional. El caso de lado 773

    Arely Medina

    Construyendo identidades. De norte a sur el Islam en Mxico 785

    Ruth Jatziri Garca Linares

    Remesas socioculturales y familias transnacionales 795

    Luis Jess Martnez Gmez

    Ernesto Tlelo Tepox

    Migracin, Sistemas de Creencias y Construccinde ciudadana en Contextos de Exclusin y Vulnerabilidad 819

    Gustavo Lpez ngel

    Migracin en trnsito desde la perspectiva de la ayuda humanitaria organizada 829

    Heriberto Vega Villaseor

    Rastafarismo: de dnde venimos y hacia dnde vamos? 849

    Agustn Gustavo Lpez Daz

  • 773R. J. Garca Linares: Construyendo identidades. De norte a sur el Islam en Mxico

    Identidades en los mexicanos musulmanes en Estados Unidos: la comunidad islmica latina transnacional. El caso de lado

    Arely Medina1

    El Colegio de Jalisco

    La emergencia de lo que hoy se comprende como comunidades transnacionales o nacionalismos transnacionales hace reflexionar sobre el papel actual del Estado-nacin. La dinmica transnacional tanto de agentes econmicos, polticos y cultu-rales ha propiciado que el espacio social se configure a partir de la desregularizacin de las instituciones, la simultaneidad de las acciones, las redes sociales, la movilizacin de agentes culturales, el cruce de fronteras simblicas, entre otros.

    El Estado-nacin ya no es referente del espacio social como contenedor de cultura e identidad. Esta visin tiene su raz en la teora y prctica antropolgica que observaban a la cultura atrapada en un entorno natural, resultado de las adaptaciones del hombre con la naturaleza; o como un producto de la historia que se reflejaba en los modos de ser, actuar e identificarse ante los otros como unidades de Estado-nacin, lo que finalmente se conoci como nacionalismo metodolgico. Estas visiones,

    [] crecieron en el habitus de la nacin, conformndose a partir de la visin hegemnica de la sociedad, representando a las comunidades a partir de los tabiques con los que construa su propia percepcin de la nacin, y frecuentemente transformando en la prctica a su objeto de estudio para conformarlas a los intereses de la nacin, como en el caso

    de la antropologa aplicada.2

    Por lo que, la nacin est siendo repensada no slo desde la academia, sino desde la cotidia-neidad de los actores sociales. Son ellos quienes muestran lo dinmica que es la identidad, y que en realidad nunca estuvo del todo atada a las concepciones nacionalistas.

    La aparicin y el desarrollo de comunidades islmicas latinas en Estados Unidos refleja, en este sentido, no slo un referente de identidad religiosa y tnica, sino un proyecto

    1 Estudiante del doctorado en Ciencias Sociales en El Colegio de Jalisco. Maestra en Estudios sobre la Regin en El Colegio de Jalisco, licenciatura en Filosofa por la Universidad de Guadalajara. Correo electrnico: .

    2 Federico Besserer. Estudios transnacionales y ciudadana transnacional. Gail Mummert (ed.) Fronteras fragmentadas. Zamora: El Colegio de Michoacn, 1999, p. 221

  • 774 Mesa: Religin y migracin

    de comunidad que les permite a los latinos musulmanes a travs de la religin y la reivindi-cacin tnica como minora, posicionarse frente al Estado de manera contra hegemnica para narrar su propia historia y buscar las races de su identidad.

    La comunidad islmica Latino American Dawah Organization (lado) presenta slo un caso de cmo estas comunidades plantean desde su discurso y prcticas la integracin al Estado-nacin. Dicha integracin, sin embargo, no se busca desde las propuestas emitidas por el Estado, sino desde la propia narracin de la identidad islmica latina.

    El presente artculo est enfocado a partir de trabajo netnogrfico, a reflexionar sobre cmo lado formula un discurso tnico religioso para construir una identidad islmica latina contra hegemnica, y con ello dan paso a su comunidad imaginada, la comunidad islmica latina transnacional.

    El lugar del Otro en el Estado-nacin

    La formacin de los Estados y con ello de las naciones es un producto de finales de los siglos XIX y XX.3 Es el resultado de un cierto tipo de imaginario social que hace posi-bles las prcticas de una sociedad, al darles sentido,4 determinarlas en su contexto histrico-social para poder referirlo todo a ella.5

    Ese imaginario del Estado como la nacin estn histricamente determinados, y junto a ellos, el poder se va tambin configurando.6 La capacidad de accin de stos en su conjunto [] supone alguna forma de dominio sobre los otros y la emergencia de disimetras y desequilibrios en las relaciones sociales.

    El Estado-nacin emergi como un proyecto de las luces, cre ciudadana. Indi-viduos con identidad tnica, cultural, jurdica y porque no, religiosa. La base de dicha ciudadana que persiste an hoy, es que respecto a sus ciudadanos [] postula la neutralidad o ceguera del Estado respecto a las identidades culturales o tnicas de su demos.7 Sin embargo, no todo individuo es ciudadano y ello depende de los elementos que conforman la ciudadana.

    Para el caso de Estados Unidos, el Estado-nacin se fund en una sociedad he-terognea, que no slo se identificaba como diferente de los otros al exterior, sino a su interior. El ciudadano se form bajo la identidad del blanco, protestante y angloparlante. La nacionalidad se circunscribi a este conjunto de individuos a quienes se les garantiz, por igual, derechos polticos, civiles y sociales.

    Sin embargo, el pas fue siempre multitnico, aunque en su proceso histrico fue dejando al margen de la ciudadana a grupos raciales y culturales. De esta forma, la nacin, la identidad del pas ha sido posible a partir del reconocimiento del otro, pues es, como Bhaba lo reconoce, un espacio marcado por la diferencia cultural, las historias heterogneas

    3 Eric Hobswan y Terence Ranger (eds.) La invencin de la tradicin. Barcelona: Editorial Critica, 2007, p. 7.4 Charles Taylor. Imaginarios sociales modernos. Barcelona: Paids, 2006, p. 13. 5 Cornelius Castoriadis. Los dominios del hombre. Las encrucijadas del laberinto. Barcelona: Gedisa editorial,

    2005, p. 177. 6 Gilberto Gimnez. Poder, Estado y discurso. Perspectivas sociolgicas y semiolgicas del discurso poltico-

    jurdico. Mxico: UNAM, pp. 12.7 Giovanni Sartori. La sociedad multitnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros. Madrid: Taurus, 2001, p.

    99.

  • 775 A. Medina: Identidades en los mexicanos musulmanes en Estados Unidos...

    y las autoridades antagnicas.8 La nacin debe ser comprendida como, la construccin de un discurso que se reconoce en el otro, que se basa en la diferencia y que slo ha sido posible al reconocer el papel que el otro juega, pero que sin embargo ha sido ne-gada su colaboracin en la historia oficial. La nacin es un proceso de reinterpretacin cultural, a la vez que un espacio liminar y disyuntivo;9 es

    [...]un espacio de deliberacin y fragmentacin histrica, en el sentido del pluralismo que aqu se defiende -varias tramas, varios tiempos, en la heterogeneidad formulada por Chatterjee-

    pero nunca es una realidad ya deliberada y clausurada.10

    Con el paso del tiempo, las migraciones han propiciado que el Estado y la nacin se con-figuren constantemente. La entrada del otro, del extrao se ha identificado bajo la diver-sidad lingstica, de costumbres, de religin y etnicidad.11 En este sentido, los migrantes aparecieron como una amenaza al sistema cultural hegemnico.

    La configuracin del Estado ha sido resultado de aceptar la diversidad de cultu-ras, lenguas, etnias y razas. El Estado y su produccin de ciudadana se enfocaron en programas multiculturalistas. stos impulsan desde sus propios sesgos la integracin a un marco jurdico-legal, ya que este marco no es sino, el discurso y prctica jurdica del Estado y su constitutivo, que se vuelve material cuando [] organiza el ejercicio del poder dominante dentro de los lmites y de la resistencia objetiva determinados por la correlacin de fuerzas y la tradicin institucional.12

    De esta manera, el otro sigue siendo necesario, an en la integracin multicul-turalista, para mantener el sistema hegemnico del poder. Los otros, segn Sartori, en trminos de cultura o lengua son extraezas superables; respecto a la religin y la etnia simplemente son, extraezas radicales. La identidad en cualquiera de sus expre-siones, sino es que, en su conjunto, se formula nuevamente respecto a la nacin como proyecto de identidad.

    En este sentido programas como el melting pot en Estados Unidos han visto su fracaso. Por un lado la inclusin a los derechos civiles, polticos y sociales que incluye la ciudadana ha quedado slo por escrito. Por otro lado, para lograr la integracin se plante la aculturacin y ms adelante, con el fin de aceptar las diferencias culturales, la catego-rizacin tnica.

    No obstante, la identidad como el entramado de elementos culturales y raciales por su parte desemboc de varias formas, como resistencia. Resistencia no slo institucional o contra hegemnica, sino como parte intrnseca de los individuos en su hacer cotidiano. De esta forma, religin y etnia como extraezas radicales siguen siendo insuperables cuando de identidad se trata.

    8 Homi Bhaba K. DisemiNacin. Tiempo, narrativa y los mrgenes de la nacin moderna. Bhaba (ed.) Nacin y Narracin. Entre la ilusin de una identidad y las diferencias culturales. Buenos Aires: Siglo XXI editores, 2010, p. 395.

    9 Idem, p. 411. 10 Rita Laura Segato. La nacin y sus otros. Raza, etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de polticas de la

    identidad. Buenos Aires: Prometeo Libros, p. 30. 11 Giovani Sartori. La sociedad multitnica cit, p. 107. 12 Gilberto Gimnez., op., cit, p. 116.

  • 776 Mesa: Religin y migracin

    El islam, la etnia rabe o latina representan la extraeza radical. El problema, como bien lo describe Sartori, est en no poder distinguir entre los tipos de extraezas. Este-reotipos como que el musulmn es slo el rabe o que el latino es catlico, se repiten constantemente incluso desde las polticas de Estado, de all que, [] una poltica de inmigracin que no distingue [] entre las distintas extraezas es una poltica equivocada destinada al fracaso.

    En Estados Unidos cada grupo cultural ha sido homogeneizado en categoras de adscripcin racial o tnica bajo las cuales se adhiere un estigma: musulmanes independien-temente de su origen son vistos como terroristas y rabes; los latinos independientemente de su origen nuevamente, son vistos como amenaza latente de la prdida cultural, territorial y econmica, por mencionar algo.

    Evidentemente, ambos grupos como extraezas carecen de derechos polticos, civiles, sociales y culturales, -quizs en diferente grado-. Para el caso de los latinos mu-sulmanes, la bsqueda por la solucin a sus demandas se da desde la convergencia entre lo latino y lo islmico.

    La religin en Estados Unidos funciona, como Cadge y Ecklund observaron, como un canal para la participacin cvica, la defensa de los derechos culturales y la pervivencia tica, as como de apoyo social para el migrante.13

    Musulmanes latinos: la metfora de la religin

    La adhesin al islam no es casual. Los latinos no slo se visualizan como un frente contra hegemnico del pas en el que residen, sino que tambin han cuestionado su pertenencia al catolicismo como una imposicin colonial. La religin como apunta Hervie-Lger,14 permite que la expresin de un creer se estructure a partir de una memoria y su legitimacin en la tradicin, as para los musulmanes latinos la reinvencin de la memoria hace su aparicin cuando miran al pasado en busca de sus races islmicas y no en la imposicin colonial. En ese pasado encuentran que existieron voces silenciadas; musulmanes en Espaa que fueron derrotados, convertidos por la fuerza al catolicismo; races africanas e islmicas que viajaron a Amrica Latina como esclavos, sirvientes o artesanos.

    Amrica Latina como una gran nacin, parte de Ibero Amrica, tiene races hispnicas ya insertadas desde el inicio, que pueden conectar directamente con el mundo Islmico. Sin duda, cualquier intento por desempolvar y rescatar la herencia Islmica, de casi 800 aos en la cultura Hispnica, como son sus cactersticas [sic] somticas, sus valores lingsticos, la orientacin hacia los valores familiares, las artes y ms, darn resultado en el mediano y largo plazos.15

    Con dificultado [sic] la cultura Latina puede ser medida en trminos de los valores culturales islmicos, excepto, por pocos aspectos. Una de las razones para que exista falta de conocimiento, de que los valores culturales islmicos, se encuentran presentes en al [sic]

    13 Wendy Cadge and Elaine Howard Ecklund. Immigration and Religion. The Annual Review of Sociology. Vol. 33, ao 2007, pp. 359-379 (http://soc.annualreviews.org) 28 febrero 2014p. 362

    14 Hervieu-Lger. La religin, hilo de la memoria. Barcelona: Herder editorial, 2005, p. 16215 Yahya Juan Suquillo. El desarrollo de Latinoamrica. Los principios islmicos en el desarrollo de Latinoamrica.

    (http://es.latinodawah.org/boletin/2003.html#4) 5 mayo 2014.

  • 777 A. Medina: Identidades en los mexicanos musulmanes en Estados Unidos...

    cultura Latinoamericana se debe a que el sistema de educacin implementado, relaciona con mucha dificultad la herencia Islmica en Espaa. Esto se debe a que desde el inicio de la

    colonia, todos los Virreinatos, incluidos el de Lima y Nueva Granada, deban cumplir a cabalidad el trabajo de persecucin e intolerancia, contra los Mahometanos, que llegaban a estas

    tierras. Ejemplos de la herencia arquitectnica se hallan en algunas ciudades de Latrino [sic] Amrica, como en Brasil, varias iglesias antiguas fueron decoradas con caligrafia arabe [sic]

    y arte islmico que trajeron los esclavos musulmanes.16

    Argumentos de este tipo posibilitan tender el puente hacia el pasado colonial. Visualizarse como descendientes de la raza negra, de los rabes y moros, les permite bajo la construc-cin de una comunidad tnico-religiosa unir sus voces y demandas respecto a su situacin actual.

    Muchos latinos se asombran al saber que Espaa fue [sic] Musulmana por ms de 700 aos, y de la influencia musulmana que todava se aprecia en la cultura y arquitectura de

    Hispanoamrica. Como tambin, miles de palaras [sic] del Castellano provienen del lenguaje rabe. Reportes de arquelogos han encontrado escritura rabe desde Cuba, Mexico [sic] y Texas, las cuales datan dese antes de 1492. Solo el 20% de Musulmanes descienden de rabes. Mis abuelos que naciern [sic] en Mxico estn encontrando el Islam.17

    Respecto a su situacin consideran que,

    No es necesario hacer notar que la sociedad Americana, necesita incorporar el Islam como un modo de vida diaria. Todos los musulmanes deben luchar por eliminar problema [sic] existentes en la comunidad Latina, tales como: los bajos salarios, mejorar las condiciones de salud y

    lograr educacin escoar [sic] a lo largo del Velle [sic] de rio [sic] Grande. El Islam es la solucin a los problemas que se suscitan en las grandes ciudades Americanas.18

    De esta forma los latinos crean un canal de identificacin y de prctica religiosa para dar salida a su sentimiento de opresin. Buscan tomar la revancha, posiblemente mediante la misma categora de latino que les fue impuesta desde el Estado. Por lo que, la confor-macin de comunidades islmicas latinas, en este caso lado, no slo tenga que ver con la necesidad de reunirse bajo un mismo idioma el espaol-, sino bajo un mismo lenguaje de demandas e identificacin tnico-religiosa.

    El sistema de creencia islmico es universal puesto que considera que todo lo exis-tente en el universo es creacin de Allah. Si esto es as, cada individuo es un musulmn de nacimiento, pero se prescribe en el islam que por diversa situaciones el individuo ha dejado el camino, y debe retornar a l, debe hacer la reconversin. Implica ello que los latinos al hacer la reconversin regresan a su estado natural, por decirlo as. Pero bien podran inte-grarse a las comunidades islmicas existentes donde estn sus iguales, sus hermanos en el islam, y no lo hacen. Ello tiene que ver con que las comunidades islmicas existentes

    16 Ibid. 17Juan Galvn. El yihad latino musulmn. (http://es.latinodawah.org/boletin/2002.html#4) 5 mayo 2014.18 Ibid.

  • 778 Mesa: Religin y migracin

    no han visto a los latinos como legtimos musulmanes,19 o por que los dirigentes no han sabido como incorporar y guiar a los latinos musulmanes.20 Pero tambin porque han encontrado a partir de su identificacin racial una historia comn que les permite hablar de su situacin de minora tnica, y su desacuerdo a la posicin que les ha otorgado el Estado, por ejemplo el de homogeneizarlos bajo la categora de latinos crendoles una identidad y un estatus, que ahora ellos buscan cambiar, no obstante, usando la misma categora de latino, pero resinificndola. En este sentido, la categora tnica y racial tiende un puente hacia un pasado imaginario musulmn.

    lado en ese sentido, desde 1997 ao en que inici la comunidad, se propuso como fin,

    Promover el Islam en la comunidad latina de EU. Educar a los latinos acerca de islam, de la herencia que dej el islam en Espaa y Latinoamrica y del gran crecimiento de la comunidad

    musulmana latina en EU.21

    El crecimiento de las comunidades latinas, pero sobre todo la islmica latina es un referente de accin para la comunidad, La necesidad de dawah a travs de Latinos es evidente cuando uno ve las tan sorprendentes estadsticas.22 lado estim que para 2030-2050 la poblacin latina crecera hasta llegar entre 63 y 80 mil millones de ellos,

    Para entonces, una cuarta parte de la poblacin de Estados Unidos sern Latinos! Los Latinos estn cambiando la imagen de Estados Unidos, as que dawah dirigida a ellos es crucial y necesaria23

    El problema en ese sentido, no es el crecimiento de la poblacin latina en Estados Unidos, sino el estatus, la clasificacin y la homogeneidad cultural que el Estado les ha dado, as como la negacin parcial o completa de sus derechos y la opacidad de su papel en la narracin de la nacin.

    En ese sentido lado considera que para mejorar las condiciones de los latinos en Estados Unidos es necesario volcar al pasado, volver a las races, narrar su propia his-toria dentro de la nacin y jugrsela con el Estado. Busca como proyecto de comunidad mejorar la situacin de la comunidad latina respecto a los logros educativos, de exclusin y pobreza,24 pero tambin resignificar la latinidad.

    La convergencia latino e islam permite esta resignificacin y al mismo tiempo, permite borrar falsos imaginarios sobre lo latino y el islam. Es desde la subjetividad de sus integrantes que se dan formas de percibir al otro y a s mismo, lo que permite dejar de lado [] la emergencia de voluntad expresa de muchas partes de Occidente

    19 Cfr. Samantha Snchez y Juan Galvn. Musulmanes Latinos: El Cambio del Islam en Amrica. Boletn de lado (http://es.latinodawah.org/boletin/2003.html#3) 5 mayo 2014. Y, Hjamil A. Martnez-Vzquez. Latino/o y musulmn. The Construction of Latina/o Identity among Latino/a Muslims in the United States. Eugene: Pickwick, 2010.

    20 Snchez y Galvn., op., cit.21 lado (http://es.latinodawah.org/index.html) 3 mayo 2014.22 Snchez y Galvn., op., cit. 23 Ibid.24 Ibid.

  • 779 A. Medina: Identidades en los mexicanos musulmanes en Estados Unidos...

    de representar de forma unitaria y reducida la compleja realidad del islam25 y de las culturas que conforman lo latino.

    Las demandas o bsqueda de soluciones no tienen que ver slo con la situacin especfica de los latinos en Estados Unidos, sino que en su unin con el islam nuevas demandas surgen. Ellas tienen que ver con la extraeza radical de ser no simplemente otro, sino de ser musulmn en Occidente. Ello,

    [] entraa un problema estructural prctico para ambas entidades debido a los conflictos

    actuales entre islam y Occidente que tienen, en cierta medida, algo de las representaciones colectivas, poderosas imgenes gua, que pueden motivar acciones o provocar resistencias.26

    Diversa literatura sobre islam ilustran cmo ste en un contexto de migracin, al igual que otros sistemas religiosos, mantiene cierta flexibilidad para que pueda ser practicado en nuevos contextos. Sin embargo alguna literatura al respecto ha encontrado que el sistema religioso islmico se encuentra la mayora de veces en un contexto vulnerable. Ello se debe no slo a la imagen que se ha creado de l mediante la estigmatizacin con ideas de repre-sin, terrorismo, guerra, entre otras, sino por cmo sus adeptos deben ingeniar la manera en que las prescripciones rituales, los lugares de culto, los alimentos, sean adecuados.

    Koopmans27 encontr que para el caso de Europa y Estados Unidos, los musul-manes reclamaban derechos culturales especficos a travs de la identificacin religiosa. Ese reclamo se enfoca en la alimentacin, el uso de ropa islmica, la regulacin entre sexos. Para el caso de Estados Unidos encontr que ests demandas se encontraban entre los judos, hindes y musulmanes, sin embargo son los musulmanes quienes superan en demandas.

    En ese sentido las dificultades a las cuales se enfrentan los latinos musulmanes en un pas con una cultura que hegemnicamente se ha manifestado contra el islam son ms all de consumir cierto tipo de alimentos, los estereotipos de la religin, el estigma del color de piel, la convivencia con la familia catlica y sentimiento de soledad.28

    Para dar frente a estas situaciones que llegan desde el imaginario hegemnico y la estructura del Estado respecto a estas extraezas, los latinos musulmanes hacen del islam, un islam latino, resultado de la relocalizacin del sistema de creencia islmico al contexto poltico, cultural, econmico en el que se encuentran. De esta forma puede comprenderse que, La realidad musulmana se compone de muchas realidades altamen-te fragmentarias (Al-Azmeh, 1993), que resultan en las diversas formas de islam.29

    25 Elizabeth Pea Velasco. La relacin contempornea entre el islam y Occidente: Percepciones de conflicto y coexistencia. Manuel Ruiz Figueroa (coord.) El islam y Occidente desde Amrica Latina. Mxico: El Colegio de Mxico. Centro de Estudios de Asia y frica, 2007, p. 42.

    26 Ibid., p. 40-41.27 Rudd Koopmans. Multiculturalism and Immigration: A Contested Field in Cross-National Comparison. Ohio

    State University Library (www.annualreviews.org) 22 febrero 2014.28 Juan Galvn. Pensamientos entre los Musulmanes Latino. (http://es.latinodawah.org/boletin/2003.html#6) 5

    mayo 2014.29 Velasco., op.,cit, p. 41.

  • 780 Mesa: Religin y migracin

    La comunidad islmica latina transnacional

    La existencia, sentido y prctica de la comunidad lado incluye como se ha podido apreciar, la construccin de una identidad islmica latina que deviene de la adaptacin del sistema de creencia islmico y la justificacin de ello a partir de la narracin de una memoria que le da el carcter de continuidad a la tradicin, a las races islmicas latinas que estaban all latentes, esperando ser tomadas.

    Siguiendo a Hervieu-Lger,30 la expresin del creer busca una memoria, historias y tradiciones a travs de la recreacin de hechos fundadores, linajes, formacin de ge-nealogas de sangre o suelo, identidades imaginadas y con la conjugacin de la historia oficial y popular. Ello sugiere que el creyente no slo cree en algo, sino que se siente engendrado por el pasado que se desdobla en el presente. En ese sentido, James Clifford comenta respecto a la configuracin y reconfiguracin cultural y de identidades, que la permanencia y la pureza se afirman creativa y violentamente- contra fuerzas histricas de movimientos y contaminacin.31

    El islam latino que se da en lado deviene de las prcticas culturales latinas, del sistema de creencia islmico y del contexto social en el cual se sita. A partir del ima-ginario de un islam latino que tiene como base la historia de las races islmicas en Latinoamrica, se construye un pasado que legitima no slo la presencia del islam en Latinoamrica y con ello la ascendencia de sangre islmica, sino la practica en Estados Unidos entre los latinos.

    Este imaginario comprende el recorrido que hicieron los musulmanes del Magreb32 a Espaa y fundaron la Espaa musulmana medieval. Sigue la ruta con los moros, las cruzadas y los que ocultaron su fe en la conversin al catolicismo impuesta por la Iglesia catlica. El camino lleva a la conquista de Amrica y la llegada no slo de espaoles, sino de musulmanes que ocultaban su fe, de tradiciones islmicas, magrebes y de un legado lingstico que tena parte de su gnesis en la lengua rabe. Finalmente, la ruta tanto de sangre, religin y cultura se expande con la migracin de latinoamericanos a otras partes del mundo, incluido Estados Unidos, donde residen los latinos.

    Esta ruta representa para los latinos el encuentro con lo que ellos son. Han cues-tionado su identidad nacional, cultural, social y religiosa que aparecen como imposiciones hegemnicas, mismas que los han mantenido en una posicin social de exclusin. El islam latino adquiere un lenguaje de protesta y anti-imperial y se vuelca hacia un proyecto de reivindicacin de pasado.

    El imaginario del islam latino que propone lado, no slo se circunscribe a Nueva York, lugar donde se encuentra la comunidad, sino que incluye las rutas por donde ha viajado el islam para convertirse en latino e incluye Latinoamrica como parte de esa historia,

    Most of the people who came to Latin America and the Spanish Caribbean were from southern Spain, Andalusia -- they were Moriscos, Moors forcefully converted to Christianity. The leaders,

    army generals, curas [priests] were white men from northern Spain...sangre azul, as they were called. The southerners, who did the menial jobs, servants, artisans, foot soldiers, ...were of

    mixed Arab and African descent. They were stripped of their religion, culture, brought to the

    30 Hervieu-Lger., op., cit. 31 James Clifford. Itinerarios transculturales. Barcelona: Gedisa, 1999, p. 18. 32 El Magreb comprende el oeste de frica al note del Sahara: Mauritania, Marruecos, Argelia y Tnez.

  • 781 A. Medina: Identidades en los mexicanos musulmanes en Estados Unidos...

    so-called New World where they were enslaved with African slaves.... But the Moriscos never

    lost their culture...we are the cultural descendants of the Moors.33

    El discurso se da entre este tejido de historias, la posicin social de los latinos en Estados Unidos y el llamado a los latinoamericanos musulmanes. El islam latino se vivifica en el discurso y la prctica de los integrantes volcndose adems, hacia el campo social trans-nacional. Es decir, en

    [] un conjunto de mltiples redes entrelazadas de relaciones sociales, a travs de las

    cuales se intercambian de manera desigual, se organizan y se transforman las ideas, las prcticas y los recursos. Los campos sociales son de mltiples dimensiones y engloban interactividades estructuradas de diferentes formas, profundidades y alcances que se diferencian, en la teora social, por los trminos organizacin, institucin y movimiento social. Las fronteras de las naciones no son, necesariamente, contiguas con las fronteras de los campos sociales. Los campos sociales nacionales son aquellos que permanecen dentro de las fronteras de los pases, mientras que los campos sociales transnacionales conectan a los actores a travs de relaciones directas e indirectas, va frontera.34

    El imaginario del islam latino se convierte as en una comunidad que une a los musulmanes latinos de Estados Unidos, pero que logra extenderse en un ir y venir a travs de las redes transnacionales que los actores tejen. Influyendo de esa forma, en una conciencia colectiva que sita imaginariamente y conecta lugares mticos e historias con su espacio social. De all que los receptores de esta imaginario y todo lo que ello conlleva, no slo son los mu-sulmanes latinos en Estados Unidos, sino que incluye y potencializa en ese imaginario, en comunidades musulmanas en los pases latinoamericanos. Aunque hay que sealar que la conexin o comunicacin entre stas no es necesaria ni condicin para que el imaginario y la prctica islmica especifican de lado exista. Sino ms bien posibilita el proceso de construccin de un islam situado en su propio contexto local. lado ha construido sus propios canales de referencia o de comunicacin con otras comunidades y latinos. La misin de la comunidad en ese sentido, ha sido por esencia transnacionalista, pues busca,

    [] promover el islam en la comunidad latina de los Estados Unidos educndonos en el islam y trabajando con otrs musulmanes que comparten el mismo objetivo.

    Se llevar acabo: Atendiendo a los interesados latinos; [mediante] literatura en espaol, ingls

    y portugus; un peridico ciberntico; un grupo yahoo que rene a los latinos musulmanes en EU; educando sobre la herencia [d]el islam en Espaa y en el continente Americano; en

    eventos; clases; Asistiendo y construyendo lazos con otras organizaciones musulmanas ya sean locales o nacionales, enfocndonos en acciones de la comunidad a nivel local.35

    33 Hisham Aidi. Let us be moors Islam, Race and Connected Histories. Middle East Research (http://www.merip.org/mer/mer229/let-us-be-moors) 19 mayo 2014.

    34 Peggy Levitt y Nina Glick Schiller. Perspectivas internacionales sobre migracin: conceptuar la simultaneidad. Revista migracin y desarrollo, nm. 3, 2004, p. 65 (http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=66000305) pp.66-67.

    35 lado (http://es.latinodawah.org/sobre/mision.html) 3 mayo 2014.

  • 782 Mesa: Religin y migracin

    Consideraciones finales

    Que el Estado y la nacin ya no sean lo que fueron alguna vez, tiene mucho de cierto. Pues ambos, no son sino construcciones y procesos histricos que guardan conflictos estructurales producto de la dinmica de actores sociales que empuja al cambio social.

    El Estado y la nacin no han desaparecido, se han configurado. El Estado por su parte sigue siendo esa institucin que guarda consigo las relaciones de poder que regulan y reproducen el orden social a su interior pero tambin en su espacio transnacional36 a partir de su sistema jurdico positivo representado por el discurso y prctica jurdica entre lo pblico y lo privado.37

    Estado y nacin en ltima instancia, ya no representan hoy en su unin un carcter necesario, mucho menos cuando los pases se vuelven multitnicos. Sartori reflexiona al respecto,

    Las dos cosas Estado y nacin- no sobreviven y caen juntas. Un Estado no debe ser nacional

    para ser Estado: basta que sea una organizacin con potestad soberana provista de adecuados aparatos coercitivos.38

    Respecto a la nacin, se considera que sta ha sido el proyecto para construir una identidad homognea dentro del Estado. En su proceso, de tradicin inventada como Hobswan39 lo define, ha logrado la determinacin de las identidades culturales. Existe por tanto una idea de dominio historicosocial, que determina la realidad, y cada tipo ontolgico exis-tente en ella, sea material o ideal, que finalmente logran cristalizarse en las diversas acciones de los actores sociales.

    Sin embargo, es en la vida cotidiana donde se construye la vida social. Ella permite capturar el espacio para la improvisacin donde [] se libran las batallas simblicas por la definicin del orden social, del proyecto societal.40 De tal manera que si la nacin fue posible gracias al reconocimiento del otro, su funcin como comunidad imaginada41 que es, sigue teniendo el mismo carcter, diferenciarse del otro.

    La misma estructura social de la movilidad, y hoy ms que nunca, del uso de Tec-nologas de la Informacin y Comunicacin (TIC) que hacen posible que el tiempo y el espacio se compriman y se reduzcan los costos para compartir experiencias, posibilita el reconocimiento entre iguales y no necesariamente dentro de una localidad especifica, sino en el campo social transnacional.

    Las comunidades imaginadas bajo un proyecto de identidad, historia y tradiciones, que pueden incluir la raza, etnia, lengua, religin y el suelo, se proyectan bajo la dinmica de imaginar un espacio de experiencias y situaciones compartidas, de esta manera, La

    36 Gimnez., op., cit.37 Ibid., 38 Sartori., op., cit, p. 99-100. 39 Hobswan, Eric y Terence Ranger (eds.) La invencin de la tradicin. Barcelona: Editorial Critica, 2007.40 Rossana Reguillo. La clandestina centralidad de la vida cotidiana. Quintapata. Revista de artes visuales. 1 Arte

    y vida cotidiana. (http://artesvisuales-quito.org/quintapata/1/La-clandestina-centralidad-de-la-vida-cotidiana.pdf)2 abril 2014, p. 2.

    41 Benedic Anderson. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusin del nacionalismo. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 2008.

  • 783 A. Medina: Identidades en los mexicanos musulmanes en Estados Unidos...

    realidad es evidente: el fin de la era nacionalismo, anunciado durante tanto tiempo, no se encuentra ni remotamente a la vita. En efecto, la nacionalidad es el valor ms universalmente legtimo en la vida poltica de nuestro tiempo.42

    Fuentes consultadasBibliografa

    Anderson, Benedic. Comunidades imaginadas. Reflexiones sobre el origen y la difusin del nacionalismo. Mxico: Fondo de Cultura Econmica, 2008.

    Besserer, Federico. Estudios transnacionales y ciudadana transnacional. Gail Mummert (ed.), Fronteras fragmentadas. Zamora: El Colegio de Michoacn, 1999, pp.215-238.

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    Clifford, James. Itinerarios transculturales. Barcelona: Gedisa, 1999.Gilberto Gimnez, Gilberto. Poder, Estado y discurso. Perspectivas sociolgicas y semio-

    lgicas del discurso poltico-jurdico. Mxico: unam, 1981.Hervieu-Lger. La religin, hilo de la memoria. Barcelona: Herder editorial, 2005.Hobswan, Eric y Terence Ranger (eds.) La invencin de la tradicin. Barcelona: Editorial

    Critica, 2007.Martnez-Vzquez, Hjamil A. Latino/o y musulmn. The Construction of Latina/o Identity

    among Latino/a Muslims in the United States. Eugene: Pickwick, 2010.Pea Velasco, Elizabeth. La relacin contempornea entre el islam y Occidente: Percepcio-

    nes de conflicto y coexistencia. Manuel Ruiz Figueroa (coord.) El islam y Occidente desde Amrica Latina. Mxico: El Colegio de Mxico. Centro de Estudios de Asia y frica, 2007, pp.38-60.

    Sartori, Giovanni. La sociedad multitnica. Pluralismo, multiculturalismo y extranjeros. Madrid: Taurus, 2001.

    Segato, Laura Rita. La nacin y sus otros. Raza, etnicidad y diversidad religiosa en tiempos de polticas de la identidad. Buenos Aires: Prometeo Libros, 2007.

    Taylor, Charles. Imaginarios sociales modernos. Barcelona: Paids, 2006.

    Recursos electrnicos

    Aidi, Hisham. Let us be moors Islam, Race and Connected Histories. Middle East Re-search (http://www.merip.org/mer/mer229/let-us-be-moors) 19 mayo 2014.

    Cadge, Wendy y Elaine Howard Ecklund. Immigration and Religion. The Annual Review of Sociology. Vol. 33, ao 2007, pp. 359-379 (http://soc.annualreviews.org) 28 febrero 2014.

    Galvn, Juan. El yihad latino musulmn. (http://es.latinodawah.org/boletin/2002.html#4) 5 mayo 2014.

    42 Hannerz, Ulf. Conexiones transnacionales. Cultura, gente, lugares. Madrid: Ediciones Ctedra, 1998, p. 38.

  • 784 Mesa: Religin y migracin

    _____ Pensamientos entre los Musulmanes Latino. (http://es.latinodawah.org/boletin/2003.html#6) 5 mayo 2014.

    lado (http://es.latinodawah.org/index.html) 3 mayo 2014. lado (http://es.latinodawah.org/sobre/mision.html) 3 mayo 2014

    Levitt, Peggy y Nina Glick Schiller. Perspectivas internacionales sobre migracin: concep-tuar la simultaneidad. Revista migracin y desarrollo, nm. 3, 2004, pp.60-91, (http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=66000305)

    Koopmans, Rudd. Multiculturalism and Immigration: A Contested Field in Cross-National Comparison. Ohio State University Library (www.annualreviews.org) 22 febrero 2014.

    Reguillo, Rossana. La clandestina centralidad de la vida cotidiana. Quintapata. Revista de artes visuales. 1 Arte y vida cotidiana. (http://artesvisuales-quito.org/quintapata/1/La-clandestina-centralidad-de-la-vida-cotidiana.pdf)2 abril 2014.

    Snchez, Samantha y Juan Galvn. Musulmanes Latinos: El Cambio del Islam en Amrica. Boletn de lado (http://es.latinodawah.org/boletin/2003.html#3) 5 mayo 2014.

    Suquillo, Yahya Juan. El desarrollo de Latinoamrica. Los principios islmicos en el desarro-llo de Latinoamrica. (http://es.latinodawah.org/boletin/2003.html#4) 5 mayo 2014.

  • 785R. J. Garca Linares: Construyendo identidades. De norte a sur el Islam en Mxico

    Construyendo identidades. De norte a sur el Islam en Mxico

    Ruth Jatziri Garca Linares*UNAM- Instituto de Investigaciones Antropolgicas

    E-mail: [email protected]

    INTRODUCCIN

    Cuando hablamos de la presencia del Islam en el territorio mexicano, encontramos que su aparicin tiene como marco un proceso migratorio de larga historia, sus antecedentes se remontan hasta la poca colonial y vemos con inters que dicho proceso sigue existiendo hasta el da de hoy. Pero es en realidad, en la primera mitad del siglo XXI, que el Islam cobra mayor visibilidad en la Repblica Mexicana. Ello se debe a cuestiones coyunturales en el orden internacional y tambin a su consolidacin como una oferta ms en el abanico de posibilidades religiosas.

    El Islam ha logrado ser aceptado entre los mexicanos y algunos de ellos han des-cubierto en l una forma ms de asirse a una estructura religiosa. Dicha estructura genera sentido y pertenencia a un grupo determinado. Las personas que se adhieren al Islam, se ven entonces en la necesidad de reconstruir su identidad individual y colectiva a raz de la aceptacin de normas y costumbres que ste prescribe. Entiendo a partir de ello, que las identidades religiosas se construyen a nivel colectivo, en un espacio y tiempo determina-do. La identidad religiosa se construye en el da a da y se consolida en la interaccin con el grupo, dado que los miembros de ste, se sienten identificados unos con otros por las prcticas, normas y fines que tienen o persiguen.

    Cmo se construye entonces, la identidad de las mujeres mexicanas conversas al Islam, a partir de la interaccin con musulmanas de origen cuya prctica religiosa est acompaada de una carga cultural especfica? Es aqu donde tiene lugar el anlisis y la comprensin de la migracin, la religin y la identidad. Con base en lo anterior, la presente ponencia se plantea como principal objetivo el anlisis de un fenmeno migratorio que ha venido a representar otra propuesta religiosa para los mexicanos, en un marco cada vez ms universal, donde las identidades religiosas cobran una mayor visibilidad.

    * Ha impartido clases de Antropologa en el Colegio de Ciencias y Humanidades y clases de Antropologa de la Religin e Historia de la Religin en la Escuela Nacional de Antropologa e Historia. Ahora se encuentra concluyendo su tesis de maestra en Antropologa Social, con el ttulo: Las mujeres conversas del Centro Educativo de la Comunidad Musulmana en la Ciudad de Mxico. Construccin de una identidad religiosa.

  • 786 Mesa: Religin y migracin

    DESARROLLOrabes y musulmanes en Amrica Latina

    La poblacin rabe y musulmana comienza a tener una presencia en Amrica Latina a partir de los siglos XIX y XX, las causas que orillaron a las personas que vivan en pases como Siria, Lbano y Palestina a emigrar, se debieron principalmente a cuestiones econmicas y de seguridad, debido a que en esa poca aquellos pases vivan momentos histricos difciles. La guerra y la represin eran acontecimientos cotidianos. Como bien lo explica Kabchi:

    Los enfrentamientos confesionales, el rgimen represivo otomano y la ausencia de libertades, particularmente la de expresin, y, en los periodos siguientes, entre las dos conflagraciones

    mundiales y despus de la segunda hasta nuestros das, la ocupacin extranjera francesa

    en el Lbano y Siria, britnica en Palestina-, la creacin del Estado de Israel en 1948 y los

    sucesivos conflictos blicos que ensangrentaron la regin, incluida en los ltimos aos la guerra

    civil libanesa, indujeron, sin duda, a muchos a abandonar la tierra donde nacieron en busca de

    pases donde pudiera expresarse libremente y sentirse en seguridad(Kabchi, 1997: 33-34).

    Uno de aquellos lugares en los que se pensaba era Amrica, se tena la idea de que era un continente con muchas libertades y lo ms importante, sin guerra, donde se poda comerciar y muy probablemente hacerse de un patrimonio. Muchos de los emigrantes que venan slo de paso, tuvieron que quedarse en determinado lugar y poco a poco incorporarse a las nuevas situaciones que se les presentaban. Ellos venan a hacer la Amrica, concepto que significaba pasar una temporada que oscilaba entre seis meses y dos o tres aos, para luego regresar con una fortuna a su pueblo o ciudad natal (Akmir, 2009: 22). Algunos de ellos nunca pensaran que esta nueva tierra se convertira en un hogar de residencia ms permanente.

    Poco a poco los migrantes procedentes de Medio Oriente llegaron para instalarse en tierras que les permitiran seguir desarrollndose, es as como logran conformarse diversas comunidades tanto de rabes, sirios, libaneses y musulmanes en toda Amrica Latina. Cabe destacar que en el caso de Mxico, como lo seala Martnez Assad (2008), los libaneses eran principalmente cristianos maronitas y algunos ortodoxos, pero tambin se hallaban, musulmanes chies y sunes y por supuesto los drusos.

    El Islam en Mxico

    La historia de las migraciones hacia Mxico es rica y diversa, hay que reconocer que nuestro pas ha sido cuna de innumerables corrientes migratorias. Hablar en particular de la migracin de musulmanes requiere de cuidado, esto porque los nmeros y las fechas en ocasiones suelen disentir, ya que mi experiencia en el Proyecto Censo Etnogrfico de la Poblacin Musulmana en Mxico (2010-2013), me ha permitido observar una realidad muy compleja a la hora de cuantificar a la poblacin musulmana1.

    1 De 2011 a 2013 colabor en el proyecto titulado: Censo de la Poblacin Musulmana en Mxico, dirigido por la Doctora. Camila Pastor de Maria y Campos. La experiencia en campo a partir de esta tarea, me ha permitido comprender la complejidad de la cuantificacin de los musulmanes, al menos en el Distrito Federal. Lo anterior se debe, a que en los mismos centros donde ellos se renen, no hay un nmero aproximado de los miembros que conforma la comunidad. Por lo tanto hay una gran variacin de las cifras.

  • 787R. J. Garca Linares: Construyendo identidades. De norte a sur el Islam en Mxico

    Los rabes, musulmanes? En Mxico

    Debe recordarse que la migracin de musulmanes a nuestro territorio es muy reciente y aunque algunos textos como el de Hernn Taboada (Taboada, 2000), nos remiten a la poca colonial. Kahhat y Moreno por ejemplo, sealan que: los primeros contactos entre poblacin de origen rabe y tierras mexicanas se realizaron durante el periodo virreinal (1521-1821) (Kahhat, 2009: 318), sin embargo hay que reconocer que la mayor afluencia de migracin rabe, siria, libanesa2 y por lo tanto musulmana a nuestro pas, comienza a darse a finales del siglo XIX y principios del XX.

    Los lugares de entrada de esta migracin fueron principalmente por los puertos de Veracruz, Tampico y Progreso (Kabchi, op.cit: 123). As que debe suponerse que los prime-ros asentamientos se dieron cerca de estos lugares. Si se hace un pequeo recuento, habra que sealar segn Kabchi, cinco perodos de migracin: el primero podra considerarse de 1878 a 1919 con la llegada de los primeros casos aislados de libaneses; el segundo perodo se ubica de 1919 a 1945, transcurre entre las dos guerras; el tercer perodo se vivi de 1945 a 1966, despus de la Segunda Guerra Mundial. El cuarto perodo comprende de 1967 a 1973, caracterizado por dos grandes guerras en el Medio Oriente, la Guerra de los Seis Das de 1967 y la Guerra del Yom Kippur-Ramadn de 1973; y finalmente el quinto y ltimo se inici en 1975 con el estallido de la guerra civil en el Lbano.

    Aunque la situacin que vivan los inmigrantes no fue tarea fcil, la esperanza de contar con un capital que les ayudar a llevar una vida ms desahogada, permiti su es-tablecimiento en el pas, la estrategia de los migrantes fue entonces siempre la perseve-rancia. Bajo estas condiciones y en este panorama, los migrantes rabes se establecieron en nuestro territorio y ahora conforman parte de la sociedad mexicana. Es difcil estimar cuntos de todos ellos profesaban el Islam3, pero no debe perderse de vista que fue a raz de esta migracin que esta tradicin religiosa comenz a tener presencia en el territorio mexicano.

    Musulmanes en la Repblica Mexicana

    Pero Dnde se establecieron los migrantes rabes y/o musulmanes?, como ya mencion, los inmigrantes llegaron por los puertos de Veracruz, Tampico y Progreso, sealan Kahhat y Moreno, que en los aos veinte y treinta, la concentracin de la migracin se dio en: Tamau-lipas, Nuevo Len, Coahuila y Chihuahua, esto se debi al auge petrolero en Matamoros

    2 Cabe destacar que Martnez Assad hace referencia a la pluralidad religiosa de los libaneses en su artculo: Los libaneses maronitas en Mxico y sus lazos de identidad en Agar, Lorenzo, et.al. Contribuciones rabes a las identidades iberoamericanas, Madrid, Casa rabe, 2008, pp. 93-114. Por tal motivo es necesario aclarar que los libaneses que ingresaron al pas fueron principalmente maronitas, aunque tambin los hubo musulmanes y drusos, como ya he sealado.

    3 Como parte del Censo Etnogrfico de la Poblacin Musulmana, en el ao 2010 revis aproximadamente, 4534 Tarjetas de migracin o registros de migrantes provenientes de pases como Lbano, Siria y algunos otros estn bajo la categora de turcos y rabes, este material se encuentra clasificado en cajas que contienen miles de tarjetas donde se anota el nombre del migrante, el color de su cabello, de sus ojos, de su tez, el tipo de complexin que tena, el pas de origen y su religin, entre otros datos. Todo el material est ubicado en el Archivo General de la Nacin. El perodo que se analiz en ese momento fue de 1914 a 1945. Del nmero total de tarjetas, slo el 10% de las mismas, registra el islam como religin, los dems credos religiosos corresponden en su mayora al judo y al cristiano o catlico.

  • 788 Mesa: Religin y migracin

    (Tamaulipas) y la cercana con Estados Unidos, es decir, esto les permita ingresar a aquel pas de forma fcil. Durante la dcada de los cuarenta, el destino favorito de los inmigrantes fue la capital del pas, concentrando el 38.89%. Para los aos cincuenta, el Distrito Federal haba ascendido al 52.46%, inaugurando una tendencia que se ha mantenido constante hasta el da de hoy (Kahhat, Op.cit: 335).

    De esta forma los inmigrantes fueron extendindose por todo el territorio: la mayora eran de confesin catlica y aunque los musulmanes fueron minora, hoy da esta minora religiosa est creciendo. Pero Qu paso con la poblacin rabe o de Medio Oriente de profesin musulmana? De acuerdo con Caas, la primera comunidad musulmana se ubica en Torren, en 1993 se fund la Comunidad Islmica de La Laguna en Torren, Coahuila. Esta asociacin religiosa est conformada por musulmanes shies. Antes de su constitucin como asociacin, esta comunidad ya contaba con una mezquita llamada Soraya, la primera erigida en Mxico (Caas, 2006: 67).

    Hay otra comunidad de musulmanes en San Cristbal de las Casas, Chiapas, compues-ta mayoritariamente por indgenas tzotziles, adoctrinados por un grupo de espaoles musul-manes que llegaron en 1995 y que pertenecen al Movimiento Mundial Murabitun4. Despus de su establecimiento, poco a poco fueron ganando adeptos, en su mayora indgenas.

    Para el ao 2001 ya haban fundado al norte de esa ciudad la Misin para el Dawa, A. C., e instalado una panadera, un taller de costura, una carpintera, el restaurante La Alpujarra,

    adems de disponer de una madrasa (escuela cornica) para nios espaoles y chamulas, en el local que a veces se utilizaba como mezquita (Ibid:162).

    En 2008 tuve la oportunidad de visitar dicha comunidad, esta experiencia me permiti co-nocer la dinmica de los musulmanes tzotziles y musulmanes espaoles. Tambin conoc la escuela y observ la convivencia entre nios espaoles e indgenas tzotziles. Ya en ese momento la comunidad musulmana de San Cristbal se haba dividido, generando otro grupo que se adscribe a la corriente sunn, Lpez Villacaa comenta:

    El xito de 2001 se vio ensombrecido por la separacin de la comunidad a raz de la llegada a la ciudad de los sunes de Omar Weston, quienes atraen a una parte de la comunidad cansada de la rigurosidad de los morabitos espaoles. Los morabitos practican un islam que tiende a

    aislar a la comunidad de su entorno, al considerar a la sociedad circundante como un peligro contaminante y, en consecuencia, creando una especie de estado dentro del estado (Lpez Villacaa, 2010: 162).

    La presencia en la comunidad me permiti corroborar, cmo el grupo que se separ de los espaoles logr establecer otro lugar, en la colonia Molino Los Arcos, donde se renen para hacer la oracin del viernes y celebrar sus fiestas, los miembros de este grupo son mayo-ritariamente indgenas tzotziles. Por otra parte, los espaoles tienen entre sus miembros a seis familias de origen espaol y, de ellas, tres matrimonios con un marido y dos esposas; la familia de un joven chamula casado con una joven espaola, el matrimonio de un mexi-

    4 Con el nombre de Al-Murabitun se le llamaba a una especie de monjes soldados que habitaban desde Mauritania hasta Senegal y el Nger. El nombre fue retomado por un grupo de espaoles conversos y su modelo de Islam corresponde al de la comunidad que dirigi el profeta Muhammad en Medina. Este movimiento musulmn nace prcticamente en Marruecos y se conoce en las Amricas como el Movimiento Murabitun de las Amricas.

  • 789R. J. Garca Linares: Construyendo identidades. De norte a sur el Islam en Mxico

    cano mestizo con una chamula. Eran ms de doscientos musulmanes de origen espaol, mexicanos mestizos, mexicanos indgenas tzotziles y tzeltales (Morquecho, 2004: 5-6).

    En lo que respecta al centro de Mxico hay comunidades de musulmanes en: Monterrey, Puebla, Quertaro, Guadalajara y Veracruz, no se sabe exactamente cuntos musulmanes hay; aunque se calcula que cerca de dos mil en toda la Repblica pero no hay ningn dato exacto (slo lo que se llega a saber a travs de reuniones y fiestas que se realizan) (Ismu, 2004: 114).

    El nico dato oficial que se maneja es el del INEGI y proviene del censo de 2010, en ste, encontramos dos documentos con datos numricos sobre el Islam. En el primero titulado: Clasificaciones del Censo de Poblacin y Vivienda 2010, aparece la prctica islmica subdividida a su vez en: Chies, Jariyismo, Sunies y Sufismo; en el segundo titulado: Panorama de las religiones en Mxico 2010, se indica que el nmero de musul-manes en Mxico era de 3,760 en el ao 2010, de los cuales, 1,178 se encontraban en el Distrito Federal5.

    Siguiendo con las cifras, la Oficina de Investigaciones Antiterroristas de la Fiscala General seala que la comunidad mexicana es muy joven y cuenta con unas 3.000 per-sonas de una poblacin total de 100 millones de mexicanos... los musulmanes estn bien integrados y mantienen una buena relacin con las autoridades. Tambin participan en algunos foros interreligiosos6. Como puede observarse, en realidad no se tiene un dato exacto sobre el nmero de musulmanes en el territorio.

    Comunidades musulmanas en la Ciudad de Mxico

    Pero la inexistencia de un dato exacto que nos aproxime al nmero de musulmanes de ori-gen y conversos que habitan nuestro territorio, no es obstculo para la difusin del Islam ni tampoco un impedimento para que existan lugares de reunin para esta comunidad religiosa. Lo interesante aqu que debo subrayar es que al menos en la ciudad de Mxico se hallan varios centros de reunin, cada uno de ellos propaga una prctica del Islam diferente, es decir, se encuentran lugares de prctica suni, shiita y sufi, slo por mencionar algunos.

    Qu quiero decir con lo anterior? Qu as como el Islam no es nico en el mundo, en Mxico sucede lo mismo, las conversiones de mexicanos al Islam se ven enmarcadas por la disputa histrica entre las tres principales corrientes: sunita, sufs y shiita. Los mexicanos y las mexicanas pueden acudir a informarse sobre el Islam a estos diferentes centros, lo que trae como consecuencia, que el mexicano converso practique diferentes tipos de Islam, ya que l es libre de elegir a que comunidad adscribirse. De esta manera la construccin religiosa de la identidad de los conversos mexicanos, se ve influenciada por alguno de los grupos ya mencionados y de los que a continuacin hablar un poco ms.

    La Orden Suf Nur Ashki Jerrahi

    Uno de los centros que estn ubicados en el Distrito Federal es la Orden Sufi Nur Ashki Jerrahi dirigida por la sheija Amina Teslima al-Yerrahi

    5 Puede consultarse el documento del Censo de Poblacin y Vivienda 2010 del INEGI titulado: Panorama de las religiones en Mxico 2010, p. 3 y 75 respectivamente.

    6 Islamonline, Las autoridades de Mxico han estado vigilando a la comunidad musulmana local a instancias de Washington, en www.webislam.com/?idn=1555. [Consultado el 20 de diciembre de 2010].

  • 790 Mesa: Religin y migracin

    las actividades en la tekke se distribuyen conforme al calendario islmico y las celebraciones propias de la Orden Halveti Yerrahi. Como en toda comunidad islmica se realiza el salat al-yuma y, aunado a ello, es propio de los pertenecientes a sta Orden en todo el mundo reunirse los das lunes y jueves. Los lunes por la noche se realiza el wird, o la letana del sheij fundador de la Orden Yerrahi. Los jueves por la noche, posterior a la lectura del Corn y una sesin de preguntas y respuestas, se realiza el dhikr, o la ceremonia de remembranza de los nombres de Allah (Hernndez, 2009: 54).

    En 1994, la Orden Halveti Yerrahi de la Ciudad de Mxico, se registrara en la Subsecre-tara de Poblacin, Migracin y Asuntos Religiosos como Asociacin Religiosa. Hay que sealar que los (as) mexicanas conversas saben de la existencia de los diferentes centros de reunin de los que estar hablando en este y los siguientes apartados, de hecho algu-nos de los conversos acuden de forma indistinta a los lugares, pero otros por el contrario, deciden adscribirse a uno u otro espacio religioso y a partir de esta permanencia construir su identidad religiosa.

    El Centro Islmico Ahlul Bayt de Mxico

    Otra de las organizaciones islmicas en el Distrito Federal es Centro Islmico Ahlul Bayt de Mxico de muy reciente creacin y que se ubica en la Colonia Roma en la Calle de Chiapas 54. A l acuden musulmanes shies. Quien lo fund es una mujer que sali del Centro Edu-cativo de la Comunidad Musulmana (CECM) por diferencias de doctrina y de organizacin. El lugar es muy pequeo, pero se dedica tambin a la difusin del Islam7.

    El Centro Educativo de la Comunidad Musulmana

    Una ms de las organizaciones islmicas que se aaden a la lista de las ya mencionadas y que tambin tiene su sede en el Distrito Federal, es el CECM. En 1995 se crean el Centro Cultural Islmico (CCI) y El Centro Educativo de la Comunidad Musulmana Asociacin Civil (CECM A.C). Ambas organizaciones tendran como principal objetivo la difusin del Islam. Como consecuencia de dicha propagacin algunos de los ciudadanos mexicanos comien-zan a interesarse por l. Fue Omar Weston, un ingls proveniente de la Universidad de Medina quien 1993 abri la primera oficina del Islam en Mxico, con ayuda de la comunidad musulmana local y de otros pases. En la pgina del CECM se puede leer:

    En 2001, nuestro centro fue registrado como asociacin educativa y cultural que representa a un gran nmero de los miembros de la Comunidad Musulmana en la Ciudad de Mxico y otras partes del pas. Anteriormente, los fundadores del Centro realizaron diferentes actividades con la comunidad musulmana. Finalmente, se decidi formar el Centro para satisfacer las crecientes necesidades de la comunidad8.

    7 Para mayor referencia puede consultarse la pgina del Centro en la siguiente direccin electrnica: [http://musulmanesshias.com/frameset.php?url=/]. Fecha de consulta. 6 de junio de 2014.

    8 Sitio web del Centro Educativo de la Comunidad Musulmana, A.C, www.islamenmexico.org [Consultado el 2 de noviembre 2013].

  • 791R. J. Garca Linares: Construyendo identidades. De norte a sur el Islam en Mxico

    El CECM, se encuentra actualmente ubicado en la calle Euclides de la colonia Anzures9, ste se adscribe a la corriente sunn, sta se caracteriza por apegarse a la sunna del profeta Mahoma, es decir a sus dichos y hechos10. En la pgina del CECM se encuentra informa-cin respecto a cmo hacer las oraciones, qu se necesita para ser musulmn, horarios de atencin del centro y das en que se encuentra abierto, tambin se pueden descargar libros, ver videos, entre otras cosas, es decir, hay informacin general sobre el Islam. La dawa en Mxico por parte del CECM se lleva a cabo por medio de la reparticin de panfletos y libros as como la participacin de sus miembros en conferencias dictadas en sus mismos centros de reunin, en universidades, ferias del libro u otros eventos especiales.

    Dichas organizaciones dan cuenta de la presencia y diferencia de la prctica islmica en la ciudad de Mxico, como lo menciona Caas Cuevas, esta presencia, por minoritaria que sea, desdibuja las fronteras que dividen a Occidente de Oriente y a los musulmanes de los cristianos (Sandra Caas, 2009: 72). De esta forma el Islam logra convertirse en una nueva posibilidad de prctica religiosa. Si bien es cierto que es hasta el momento una minora, hay que reconocer que estas nuevas prcticas religiosas estn cubriendo un es-pacio que la iglesia catlica ha perdido poco a poco.

    No es slo que los migrantes musulmanes hayan buscado la forma de seguir preser-vando sus costumbres religiosas, a travs del establecimiento de lugares para practicar sus cultos, sino que en esta continuidad hay una mezcla con la cultura local. Entonces el Islam encuentra cabida en la necesidad espiritual de los mexicanos, pero El Islam tendr que buscar las vas adecuadas para adaptarse a la cultura mexicana? o sern los mexicanos conversos quienes buscarn la manera de adaptarse al Islam y a la carga cultural que esto implica? Estas cuestiones las abordar a continuacin. Enseguida me concentrar en explorar un estudio de caso respecto a la conversin de mexicanas al Islam. El trabajo de campo que me ha permitido comprender cmo se da construccin de la identidad de las mujeres conversas, lo llev a cabo en el CECM en 2010.

    La construccin de la identidad. Una experiencia local

    Las identidades religiosas siguen teniendo un papel central en la definicin del sentido de la vida de los sujetos, debido a que la religin proporciona certeza y estabilidad a los indi-viduos. En un mundo que se encuentra en constante cambio, redefinicin y transformacin, se vuelve indispensable tener algo de que asirse y as generar sentido sobre nuestros actos. La religin est presente ahora tal vez con ms fuerza, debido a mltiples factores, pero el principal, es la poca certeza que se tiene sobre lo esencial, sobre lo mnimo. Aunado a estos factores, la prdida de fronteras culturales se vuelve tambin importante. Finalmente

    9 Consultar la pgina del Centro Educativo de la Comunidad Musulmana, A.C para mayor informacin: www.islamenmexico.org [Consultada el 2 de noviembre 2013].

    10 Se define como sun (lo tradicional). Los sunes no reconocen ninguna autoridad religiosa concreta. No obstante, algunos telogos pueden adquirir gran prestigio personal y ejercer cierta influencia sobre la sociedad. Los seguidores del islam sun se dividen en cuatro grandes escuelas teolgicas (madhhab en rabe), llamadas segn sus fundadores malek, chafe, hanaf y hanbal. Las cuatro escuelas se reconocen mutuamente como vlidas y las diferencias entre ellas son tan escasas que slo tienen relevancia para un musulmn practicante que desea seguir los ritos con exactitud. Puede consultarse la pgina: http://www.mediterraneosur.es/fondo/islaramas.html [Consultada el 3 septiembre 2012].

  • 792 Mesa: Religin y migracin

    lo que se define y aprehende como personal, explcito y conocido, entra en juego y provoca la redefinicin del individuo en todas sus esferas.

    La experiencia del trabajo de campo y las entrevistas que hasta ahora realic en el CECM me han hecho ver que la religin funciona como el eje rector de la vida de las mujeres conversas al Islam (Berger, 1967). He encontrado mujeres que viene de diferentes credos religiosos, observo en estos casos, que la religin ha sido una constante en sus vidas, ellas expresan que antes de llegar al islam se encontraban en la bsqueda de algo que satisficiera su necesidad espiritual. El Islam, en este caso, es el filtro a travs del cual se ve y ordena el mundo y la conducta del sujeto en l.

    Las mujeres conversas mexicanas estn adaptndose a ello de forma diversa, cada una de ellas ha llegado al islam por un camino diferente y cada una de ellas tambin tiene un proceso diferente para adaptarse a las nuevas normas. Se cambian los hbitos alimenticios, se adquiere una nueva forma de vestir, hablar y expresarse. Por ejemplo dejan de comer carne de puerco, visten con ropas muy holgadas y usan un velo que les cubre la cabeza. Dentro de su prctica cotidiana incluyen palabras en rabe como: insha allah que significa si Dios quiere, al hamdu liillahi que quiere decir gracias a Dios y as-salamu aleikum que se traduce como la paz est con vosotros.

    Algunas de las mujeres musulmanas tambin toman clase de rabe para realizar las oraciones correspondientes, ya que stas deben hacerse en rabe. Una de las metas es que algn da puedan leer el Corn en rabe. Debo sealar que el proceso de conversin (Lofland y Skonovd en Prat Joan, 1997) es poco a poco nunca ocurre de un momento a otro. Ejemplo de ello es el tipo de ropa que usan, es decir, muchas de ellas buscan ropa occidental holgada para vestir pues la prescripcin es vestir con ropa que no se ajuste al cuerpo, otras en cambio visten con ropa proveniente de Pakistn porque tratan de imitar la forma de vestir de otros pases de prctica musulmana.

    Cabe destacar que la identidad religiosa que ellas estn construyendo se finca en lo colectivo. Gimnez seala: la identidad colectiva no planea sobre los individuos; resulta del modo en que los individuos se relacionan entre s dentro de un grupo o de un colectivo socialla identidad no es una esencia, sino un sistema de relaciones y de representacio-nes (Gimnez, 1993: 26). Es decir que, la identidad colectiva y la identidad religiosa se conforman a partir de la interaccin que existe entre los miembros del grupo, as como del reconocimiento que se establece entre ellos.

    Pero hay que insistir en que el proceso de conversin es sumamente heterogneo, cada una sigue su propio ritmo, algunas de ellas se integran de forma ms completa otras lo hacen poco a poco, pero no a cabalidad, cada una tiene un proceso diferente. Pero no hay que perder de vista que los cambios que experimentan a nivel fsico, social, espiritual y emocional las llevan a reconfigurar su identidad religiosa y por supuesto a redisear su concepcin sobre ellas mismas y su vida en general.

    Consideraciones preliminares

    Tenemos entonces, que las identidades colectivas se vuelven un vehculo ms de cohesin entre los sujetos. Las identidades colectivas, se generan a partir del reconocimiento mutuo y en este caso, el Islam como prctica religiosa comn en el grupo de mujeres del CECM, genera un sentimiento de pertenencia, adems de proporcionarles certeza dentro del caos que puede generar un mundo global.

  • 793R. J. Garca Linares: Construyendo identidades. De norte a sur el Islam en Mxico

    Las identidades son, construcciones socioculturales, que surgen de la necesidad constante de crear sentido a la existencia y por lo tanto se constituyen por la interaccin humana entre los sujetos y su entorno. Por tal motivo debemos pensar en la religin y considerarla como un factor importante en la formacin de las culturas e identidades. Cuando hablamos del Islam podemos decir que ste logra dotar de sentido y significado a las mujeres del CECM. Este sentido y significado les permite actuar en el mundo. A travs del significado que ellas encuentran en la prctica religiosa, las mujeres conversas logran estructurar una cosmovisin del mundo que les rodea.

    Finalmente quiero decir que esta explosin de identidades religiosas en la ciudad de Mxico, es consecuencia de un flujo migratorio y del establecimiento de comunidades religiosas, que no slo se han preocupado por tener espacios adecuados para sus rituales sagrados, sino que la dawa o difusin del Islam ha sido tambin parte de su labor. La con-versin de mexicanos al Islam se debe tambin a las diferentes necesidades que tienen los buscadores religiosos, es decir, comprobamos que los individuos siguen teniendo un apego hacia lo espiritual y lo satisfacen de diferentes formas.

    El Islam ha llegado a Mxico para convertirse en una nueva posibilidad de allegarse a lo sagrado. Poco a poco se difunde su presencia y los mexicanos que se acercan para lograr comprenderlo de cerca. Cabe subrayar que la transformacin y la construccin de la identidad religiosa de los mexicanas al practicar el Islam, se cruza con las costumbres mexicanas, lo que nos permite observar las diferentes formas, maneras y circunstancias en las que se puede ser un musulmn o una musulmana en la ciudad de Mxico.

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  • 794 Mesa: Religin y migracin

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  • 795L. J. Martnez-Gmez y E. Tlelo-Tepox: Remesas socioculturales y familias transnacionales

    Remesas socioculturales y familias transnacionales

    Luis Jess Martnez Gmez1

    Ernesto Tlelo Tepox2

    Introduccin

    Mole, pan, barbacoa, frutas, yerbas para infusin y baos de tina, informacin, videos caseros, msica, narrativas, experiencias, imgenes de santos, etc., fluyen desde hace varios decenios de Coronango Puebla, hacia la ciudad de Nueva York.3 Recprocamente, tenemos la circulacin de televisores, fotografas, videos, msica, experiencia, narrativas y objetos varios, cuyo movimiento en ambas cartografas cumple una serie de funciones socioculturales y poseen distinta clase de significados entre aquellas familias que participan en el mantenimiento del presente circuito de intercambio de ndole transnacional. A decir verdad, el flujo de tales objetos simblicos representan un medio de comunicacin a travs del cual las familias migrantes logran transmitir una serie de mensajes ms all de las fronteras. Cabe sealar, que un punto central para el flujo de tales bienes simblicos se materializa a travs de lo que hemos denominado como pesero transnacional,4 el cual constituye uno de los muchos medios por los cuales los migrantes y sus familias mantienen y desarrollan una serie de vnculos y prcticas que los remiten tanto a su terruo como a la Unin Americana.

    1 Licenciatura en Antropologa Social (BUAP). Maestra y Doctorado en Ciencias Antropolgicas (UAM-I). Especialidad: Migracin transnacional, religin, poder e identidad. Adscripcin: Profesor investigador del Colegio de Antropologa Social, Benemrita Universidad Autnoma de Puebla/Licenciatura en Antropologa, Universidad Autnoma de Tlaxcala.

    2 Pasante de la licenciatura en Antropologa Social, Benemrita Universidad Autnoma de Puebla.3 El municipio de Coronango, Puebla se localiza en la parte centro Oeste del estado de Puebla. Sus coordenadas

    geogrficas son: paralelos 19636 y 191042 de latitud norte y los meridianos 981454 y 981940 de longitud occidental. El municipio colinda al norte con el estado de Tlaxcala, al sur con el Municipio de San Pedro Cholula, al este con el Municipio de Cuautlancingo y al oeste con los municipios de San Miguel Xoxtla y Juan C. Bonilla. Cuenta con tres juntas auxiliares y una poblacin de 12,467 habitantes (INEGI, 2009).

    4 El pesero transnacional constituye un servicio de recoleccin, transporte y entrega de una serie de objetos simblicos que los migrantes y no migrantes de Coronango, acostumbran utilizar no slo para enviar o recibir distinta clase de bienes materiales, sino para mantener vnculos, estrechar relaciones, mantener comunicacin con sus familiares, e incluso negociar su permanencia e identidad comunitaria.

  • 796 Mesa: Religin y migracin

    De hecho, en este trabajo pretendemos detenernos a analizar sobre el rol que tiene el intercambio de tales remesas socioculturales, as como las funciones que estas cumplen entre las familias de Coronango, Puebla y su parentela radicada en Nueva York.5 Para dicha tarea, el sostn presente trabajo volver la mirada hacia una serie de conceptos y reflexiones que emanan de la perspectiva transnacional que atiende principalmente a los procesos migratorios entre Mxico y Estados Unidos.

    Marco terico

    Desde los aos noventa la dimensin sociocultural del fenmeno de la migracin Mxico-Estados Unidos ha sido un tpico recurrente dentro de las agendas de trabajo de los estu-diosos de la migracin transnacional , lo cual ha permitido el conocimiento de variopintos fenmenos asociados con la movilidad espacial, tal es el caso de la reconfiguracin de las identidades, el rol que tienen las prcticas religiosas, as como las funciones y significados que cumplen el intercambio de remesas socioculturales entre las comunidades y familias de los migrantes (Boruchoff, 1999; Rivera, 2004, 2007, 2012; Durand, 2007; Levitt, 2011; y Maya, 2003).

    Ciertamente, los flujos de remesas socioculturales representan una de las estra-tegias ms significativas para el sostn de las familias transnacionales, ya que stas les permiten mantenerse unidas, satisfacer sus necesidades familiares y expresar distinta clase de sentimientos de bienestar familiar y comunitario. De hecho, las remesas econmicas y las remesas socioculturales juegan un papel preponderante en distintos niveles de la vida familiar de los migrantes, lo cual incluye la satisfaccin de necesidades bsicas, la educacin para sus hijos, el mejoramiento de sus viviendas en la comunidad de origen, la creacin de pequeos negocios, el incremento del gasto ritual, vestido, alimentacin, inversin, ahorro, as como la posibilidad de revitalizar una serie de prcticas religiosas y culturales que cumplen una serie de funciones transnacionales, entre las cuales se encuen-tran la posibilidad de mantener unidas a las familias en distintas cartografas espaciales, o bien la reconfiguracin de un conjunto de referentes identitarios que suelen contribuir a la confirmacin de una comunidad imaginada, en donde los migrantes logran negociar su membresa, pertenencia e identidad, as como fortalecer sus vnculos familiares en un contexto de movilidad espacial.

    Ahora bien, el surgimiento del concepto de familia transnacional constituye un ele-mento central en el anlisis de las migraciones internacionales contemporneas, ya que nos permite describir, registrar y explicar la creacin de nuevas formas de relaciones y vnculos establecidos entre los migrantes y sus familias en ambos lados de las fronteras. A decir verdad, este concepto cuestiona de manera enrgica las concepciones tradicionales con respecto a la nocin de familia, las cuales suelen estar asociadas al espacio fsico, as como a la presencia material de los miembros de las familias migrantes como elementos clave para su anlisis y definicin. De hecho, la familia transnacional apunta su definicin hacia la construccin de las relaciones sociales allende de las fronteras geogrficas, gene-rando nuevas formas de entender la realidad al interior de un espacio local y transnacional (Zapata, 2009). En este sentido, la familia transnacional es entendida como aquella familia

    5 Si bien la ciudad de Nueva York representa el principal punto de destino de los coronangueos, es preciso aclarar que otras comunidades de arribo son las ciudades de New Jersey, California, Arizona, Maryland, entre otras.

  • 797L. J. Martnez-Gmez y E. Tlelo-Tepox: Remesas socioculturales y familias transnacionales

    cuyos miembros viven una parte o la mayor parte del tiempo separados los unos de los otros y que son capaces de crear vnculos que permiten que sus miembros se sientan parte de una unidad y perciban su bienestar desde una dimensin colectiva, a pesar de la dis-tancia fsica (Bryceson y Vuroela; citado en Zapata, 2009:1752). Por lo tanto, al hablar de la nocin de familia transnacional es preciso reconocer aquellas comparaciones familiares detalladas que se dan en ambas latitudes, as como enfatizar en las descripciones de las relaciones sociales y las prcticas de produccin y reproduccin que se establecen entre ellas (Rivas y Gonzlvez, 2011).

    Hay que sealar, sin embargo, que en el marco de los procesos transnacionales el estudio de los grupos domsticos tambin ha sido cuestionado, ya que en nuestros das el anlisis no slo se centra en los hogares campesinos como unidades homogneas y auto contenidas en s mismas, sino que este advierte que las relaciones familiares y la dinmica de la vida domestica articula a un extenso tejido comunitario que conforman el llamado espacio amplio del grupo domestico, expuesta a las influencias y determinaciones macro sociales que conforman la dimensin externa de los grupos domsticos (DAubeterre, 2000: 24). Los anlisis que surgen entorno a la migracin transnacional, coadyuvan a conformar elementos importantes en la definicin de los grupos domsticos, donde el criterio de la corresidencia deja de ser apropiado para definir la pertenencia de los individuos a estos grupos., En este sentido, ahora se habla de hogares transfronterizos, hogares binacionales, o bien de hogares transnacionales para referirse a situaciones en las que los migrantes, incluso fuertemente comprometido con el modo de vida de la sociedad que los hospeda, siguen manteniendo profundos vnculos y compromisos con sus hogares y localidades de procedencia (Ibd.).

    En las conceptualizaciones de familia transnacional y hogar transnacional es dable observar el desarrollo y sostenimiento de los vnculos con su parentela en ambas partes de la frontera, as como un conjunto de compromisos con los miembros de su familia. De hecho, planteamos que ambas concepciones son fundamentales para comprender las dinmicas que conducen los migrantes y su parentela ms all de las fronteras, por lo cual hemos decidido retomar las contribuciones de ambos conceptos en este trabajo. Ntese, que aunque en este trabajo se har uso del concepto de familia transnacional, este no perder de vista algunos de los elementos que emanan del trmino de hogar transnacional, pues vislumbramos que ambos poseen reflexiones de suma importancia que pueden ser usadas en nuestro anlisis del rol que cumplen las remesas socioculturales.

    De igual forma, retomaremos el concepto de circuito migratorio transnacional con el objeto de explicar que dentro de los procesos migratorios se han conformado variopintas relaciones familiares transnacionales sostenidas por los migrantes y no migrantes entre sus respectivas localidades de origen y destino (Rouse, 1988 y Rivera, 2004); en el caso que nos atae, conformado entre la comunidad de Coronango, Puebla, y la ciudad de Nueva York.

    As, por ejemplo Rivera (2004) recupera el trmino de remesas socioculturales con el fin de explicar que no slo el dinero y las personas fluyen por un circuito migratorio, sino que tambin un conjunto de objetos y bienes simblicos que promueven la conformacin de un espacio social, el cual impulsa la transformacin comunitaria y, por ende, la vida familiar tanto de los migrantes como de aquellos que permanecen en el terruo. Cabe destacar, que a partir del envo de remesas socioculturales se ha dado lugar a la reelaboracin y revitalizacin continua de las identidades de las familias migrantes. Otro punto importante

  • 798 Mesa: Religin y migracin

    a recuperar que traza el marco terico de este documento, es la reflexin que lleva acabo Mauss (1979) en su ensayo sobre el Don, por tanto, que sus reflexiones nos ayudarn a explicar que las relaciones sostenidas entre migrantes y familiares estn articuladas por un circuito de reciprocidad e intercambio, el cual cumple una serie de funciones socioculturales y posee varios significados que se recrean al interior del circuito migratorio transnacional.

    Cabe destacar, que dentro de las investigaciones sobre migracin internacional encontramos de manera particular un reducido cuerpo de trabajos que hacen referencia a los flujos circulares de una serie de objetos y bienes simblicos que circulan entre los migrantes y no migrantes (remesas socioculturales), as como al rol que juegan estos en el mantenimiento de las relaciones familiares (Rivera, 2004; Boruchoff, 1999; y Levitt, 2001). En efecto, pese a la fragmentacin de sus vidas y dinmicas familiares que resulta de su condicin y experiencia migratoria, los vnculos y compromisos que se construyen entre los migrantes y su parentela son reforzados mediante un intrincado tejido de relaciones sociales y de intercambio, cuya dinmica transnacional genera sentimientos de bienestar comn y sentido de pertenencia comunitaria, cuyo anlisis puede ser articulada con la categora de hogares transnacionales (DAubeterre, 2000:24), o bien con el concepto de familias transnacionales (Rivas y Gonzlvez, 2011:72).

    En el mismo tenor, tambin volveremos la mirada al trabajo pionero de Rouse (1988), el cual busca entender al fenmeno de la migracin bajo el concepto de circuito migratorio. Rouse plantea que un circuito migratorio est conformado por flujos circulares de informacin y bienes, as como de relaciones familiares que son sostenidas por los migrantes entre los pases de origen y destino, dando como resultado un circuito de intercambio. Conforme a sus planteamientos se puede considerar o imaginar a los lugares de trabajo, recreacin y de vivienda entre otros, como puntos nodales de un circuito migratorio, donde fluyen de manera multidireccional personas, dinero, objetos y bienes simblicos. Para Rouse en el proceso migratorio entre Mxico y Estados Unidos se ha originado un espacio social que incluye elementos y prcticas en ambos lados de la frontera.

    De hecho, bajo este orden de ideas y nuestro material emprico podemos argumen-tar que entre Coronango, Puebla y la ciudad de Nueva York se ha conformado un circuito migratorio, en donde es dable observar un permanente y denso flujo de personas, objetos y bienes simblicos que son erigidas a travs de las redes sociales que crean las familias transnacionales, las cuales no slo fortalecen a dicho circuito de intercambio, sino tambin fortalecen una amplia variedad de relaciones recprocas que satisfacen muchas de las necesidades que tienen los migrantes y respectiva parentela.

    An ms, las elaboraciones en torno a la existencia de las comunidades transnacio-nales constituye otro referente a incorporarse en el presente trabajo, ya que nos permite puntualizar que en este espacio preciso es donde se conforman tanto un conjunto de campos sociales densos como de circuitos migratorios. A decir verdad, el concepto de comunidad transnacional es empleado en este documento para referirse a los campos sociales densos que se construyen y mantienen por los transmigrantes, a travs del tiempo y el espacio en los circuitos migratorios transnacionales. De hecho, dicho trmino slo debe ser empleado para aquellos circuitos donde la densidad del flujo migratorio y los lazos sociales entre lugar de origen y destino es relativamente alto (Goldring, 1997: 70-71), tal es el caso que atae a la realidad observada entre las familias transnacionales de Coronango, Puebla.

  • 799L. J. Martnez-Gmez y E. Tlelo-Tepox: Remesas socioculturales y familias transnacionales

    La distincin entre circuito migratorio transnacional y la comunidad de origen que se desarrollara dentro de l, recalca el aspecto contingente de la comunidad transnacional, y que se quiere que provoque preguntas sobre el por qu las comunidades se forman en algunos casos y no en otros, y acerca de la longevidad de las comunidades transnacionales particulares. El calificativo denso centra la atencin en la calidad no constante del movimiento

    de personas, dinero, bienes e informacin en un circuito migratorio, y la densidad de las relaciones sociales que unen a las personas entre los puntos. La comunidad transnacional se debe reservar para los circuitos donde la densidad de movimiento y los lazos sociales entre los sitios son relativamente altos, de manera que una construccin de comunidad por los investigadores produzca una relacin al sentido de pertenencia de los trabajadores migratorios

    para tal comunidad (Ibd.: 70-71).

    Al respecto Rivera, nos menciona que los migrantes construyen espacios fsicos y simblicos que sirven para reconocerse como parte de una comunidad, entendiendo por comunidad a un grupo imaginado de miembros que comparten referentes de identidad colectiva, donde una caracterstica es la existencia de un espacio fsico, el cual genera vnculos territoriales y sociales, pero estas comunidades no necesariamente tiene un referente fsico, de all la importancia de mirar a en los lugares simblicos, por tanto, que estos permiten construir o revitalizar vnculos de pertenencia comunitaria, an cuando no est presente el espacio fsico (2008:196).

    Ahora bien, al interior de los estudios sobre migracin internacional, Rivera explica que el concepto de circuito migratorio es utilizado para describir la circulacin de personas, dinero, informacin y bienes que transitan entre mltiples lugares de origen y de destino de los migrantes, es decir, la interconexin de espacios diferentes y distantes, mostrando as la importancia de los sitios involucrados y su significado en la dinmica circular. A partir de esta idea, se propone estudiar los flujos migratorios que yacen a travs de los circuitos migratorios complejos, que incluyen los estudios de las migraciones internas e internacio-nales en periodos de tiempo largos, analizados como procesos conectados interiormente en los circuitos migratorios transnacionales. An ms, su propuesta no slo descansa en los vnculos entre espacios geogrficos distantes ligados por migraciones temporales, sino que tambin alude a la construccin de otros lugares conectados a travs de vnculos interpersonales y prcticas transnacionales (2012:34-35).

    Quizs, ya convendra decir que con base en las premisas del circuito migratorio complejo de Rivera, pretendemos dar cuenta de la creacin o transformacin de lugares geogrficos en lugares simblicos de encuentro e intercambio que se dan a partir del invo-lucramiento de redes sociales y prcticas transnacionales por parte de los migrantes y sus familias. Ms an, por medio de sus elaboraciones buscamos identificar como los migran-tes llegan a crear puntos importantes de interconexin, donde sus narrativas de lugares y experiencias de las personas que habitan esos espacios pueden converger y generar intersecciones, concatenar otras rutas y trayectos, las cuales finalmente contribuyen a cons-truir experiencias migratorias, incluso para aquellos que no cuentan con alguna experiencia migratoria. En suma, el concepto de circuito migratorio transnacional ser empleado en este documento para explicar algunas de las prcticas socioculturales que despliegan los migrantes Coronangueos y sus respectivas familias, cuyo dinamismo se fundamenta en el envo circular y permanente de una serie de objetos y bienes simblicos, a travs de lo que hemos denominado como pesero transnacional.

  • 800 Mesa: Religin y migracin

    La idea de que los circuitos migratorios son el principal medio por el cual ocurren un sin nmero de intercambios de objetos y bienes simblicos ha llamado la atencin de varios estudiosos de la migracin transnacional, tal es el caso de Boruchoff (1999), la cual nos muestra el papel que tienen las remesas socioculturales en las transformaciones familiares, as como en la conformacin de las identidades de los migrantes. Asimismo, nos muestra la importancia, el valor, el significado y la funcin de aquellos objetos materiales y simblicos que son enviados por los migrantes a sus comunidades de origen, enfatizando en la inte-raccin que existe entre tales objetos y personas. Al mismo tiempo, nos explica cmo un objeto puede asumir diferentes significados para distinta clase de personas en ocasiones diferentes, dejando ver que cada objeto cumple una funcin (evocar recuerdos, vivencias, lugares, etc.) as como un valor, dado conforme a su historia particular, conocimientos que son percibidos en un determinado contexto temporo-espacial.

    Cabe destacar, que la autora centra su anlisis en tres ejes fundamentales los cuales permiten entender ciertos procesos relacionados con los objetos simblicos. Primero, explica como los objetos al servir de recuerdos facilitan la creacin de continuidades a travs del espacio y tiempo; segundo, los objetos son asociados con personas y lugares geogrfica-mente distantes que les permite mantener un vnculo en espacios y crculos sociales de los cuales se est ausente y; por ltimo, en ese proceso contribuyen a contar relatos espaciales por medio de los cuales las personas adquieren y expresan cierto conocimiento de lugares fsicamente distantes. En este sentido, los objetos constituyen un medio a travs del cual una poblacin fsicamente dispersa pueda reconstituirse nuevamente en una comunidad (Boruchoff, 1999).

    De igual forma, explica que los objetos sirven como un instrumento material por el cual se acoplan distintos contextos sociales, uniendo as dos arenas sociales diferentes teniendo como resultado una sola esfera social. En efecto, estos objetos al servir de re-cuerdos coadyuvan a construir continuidades entre las dispares experiencias y lugares de los cuales forman las vidas y mundos de las familias migrant