1511

Sherlock Holmes, personaje ficticio creado en 1887 por Sir ...ceipraimundodeblassaz.centros.educa.jcyl.es/...La_coleccion_comple… · El sabueso de los Baskerville, también traducido

  • Upload
    others

  • View
    13

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

  • Sherlock Holmes, personaje ficticio creado en 1887 por Sir Arthur ConanDoyle,esun«detectiveasesor»enelLondresdefinalesdelsigloXIX,quedestacaporsu inteligenciayhábilusode laobservaciónyel razonamientodeductivo para resolver casos difíciles. Es protagonista de una serie de 4novelas y 56 relatos de ficción, que componen el «canon holmesiano»,publicadosensumayoríapor"TheStrandMagazine".

    www.lectulandia.com-Página2

  • ArthurConanDoyle

    SherlockHolmesLacoleccióncompleta

    ePUBv1.2xxfry12.02.12

    www.lectulandia.com-Página3

  • AteniéndonosalaspautasdetextosdeDoyle,SherlockHolmesnacióel6deenerode1854.Supadreeraunhacendadoinglésysumadredescendíadeunaestirpedepintoresfranceses.Tieneunhermano,Mycroft,quegraciasalasportentosasfacultadesparagestionaringentescantidadesdeinformaciónqueposee,trabajacasianónimamentecomocoordinadorgeneraleinformadorinternodelosasuntosdelgobiernobritánico.SherlockHolmesparecehabersidounestudianteenlauniversidad,probablementeladeOxford,perosindudanoCambridge.Trassugraduación,sealojacercadelMuseoBritánicoparapoderestudiarlascienciasnecesariasparaeldesarrollodesucarreraposterior.ConoceaWatsonen1881,enelhospitalSaintBartholomew.Rehúsaeltítulodesir,peroaceptalaLegióndehonor.Sugranenemigo,tambiéndeextraordinariasfacultadesintelectuales,eselprofesorMoriarty,quienllegóaacabaraparentementeconlavidadeleminentedetectiveenlacascadadeReichenbach,Suiza(Laaventuradelproblemafinal).Doyletuvoqueoptarporresucitarasuhéroecuandomilesdelectoresprotestaronllevandocresponesnegrosenelsombreroenseñaldeluto.SherlockHolmesreapareceenelcasoLacasavacía(LareaparicióndeSherlockHolmes,1903).Trasunacarrerade23años,delosqueWatsoncompartió17conel,HolmesseretiróaSussex,dondesededicóalaapicultura,yllegóaescribirunlibrotituladoManualdeapicultura,conalgunasobservacionessobrelaseparacióndelareina,ytambién,casicasualmente,resolvióunodesuscasosmáscomplicados:Laaventuradelamelenadelleón(1907).PosteriormenteasujubilacióncomodetectivesededicódosañosaprepararconcienzudamenteunaimportanteaccióndecontraespionajepocoantesdeliniciodelaPrimeraGuerraMundial.Nadamásconstasobreélapartirde1914.Lacoleccióncompletaconstade:NovelasEstudioenescarlata(1887)Elsignodeloscuatro(1890)ElsabuesodelosBaskerville(1901–1902)Elvalledelterror(1914–1915)RelatosLasaventurasdeSherlockHolmes(1892)MemoriasdeSherlockHolmes(1893)ElRegresodeSherlockHolmes(1903)Suúltimareverencia(1917)ElarchivodeSherlockHolmes(1927)

    www.lectulandia.com-Página4

  • Estarecopilación,quereunelacoleccióncompletadeSherlockHolmes,estádedicadaatodoslosseguidoresdeldetective

    www.lectulandia.com-Página5

  • Prólogoaestaedición

    Estacolecciónrecopilalas4novelasy56relatoscortosqueArthurConanDoyleescribióconelpersonajedeSherlockHolmescomoprotagonista.Éstosúltimos, sehan publicado agrupados de diferentes modos y ordenados de distinta forma enfunción de la publicación, británica o americana o el número de su reedición.Además,paraelcasoespañol,algunosrelatoscuentanconmásdeuntítulosegúnlatraducciónempleada.

    Elcriterioelegidoenestaedición,paraordenaryagruparlos56relatoscortos,hasidorespetarelordenyagrupaciónseguidosporlasprimerasedicionesbritánicas.

    Estudioenescarlataesunanovelademisterioescritaporpublicadaenjuliode1887porWard,Lock&Co.HuboqueesperarunañoparaquefuerapublicadaestaprimeranoveladelaseriedeSherlockHolmes,ysuautorcobraría25librasesterlinasportodoslosderechosdeltexto.Selareconoceporserlaprimeradelasnovelasenlasquefiguraelpersonajedeldetective,quemástardeseconvertiríaenunodelosmayores iconos de la novela policíaca. Esta edición fue ilustrada por CharlesAltamontDoyle,elpadredeArthurConanDoyle.Enprincipio,ArthurConanDoyletituló a su obra "Una madeja enmarañada". Tras varios rechazos, vio su obrapublicadaporWard,Lock&Co.enBeeton'sChristmasAnnualen1888.Laprimeraediciónnorteamericanafuepublicadaen1890porJ.B.LippincottCo.

    ElsignodeloscuatroeslasegundanovelaprotagonizadaporSherlockHolmes.Su título también seha traducido comoLa señal de los cuatro.Lapeticióndeunamujer a SherlockHolmes para acompañarla a visitar a un hombre y lamuerte delhermanodelmismo,lollevadescubrir,juntoalDr.Watson,elsecretoquehaytrasuntesoro encontrado en la India, un juramento entre tres indios, un blanco y unaenloquecedoraseddevenganza.

    El sabueso de los Baskerville, también traducido como El perro de losBaskerville o El mastín de los Baskerville, es la tercera novela que tiene comoprotagonista principal a Sherlock Holmes. Fue publicada por entregas en el TheStrandMagazine entre 1901 y 1902.La novela está principalmente ambientada enDartmoor,enDevonenelCondadoOestede Inglaterra.ConanDoyleescribióestahistoria poco después de regresar de Sudáfrica, donde había trabajado comovoluntariomédicoenTheLangmanFieldHospitalenBloemfontein.Fueasistidoenel argumento por un periodista de 30 años de edad del Daily Express llamadoBertram Fletcher Robinson (1870-1907). Sus ideas provienen de la leyenda deRichardCabell,quefuelainspiracióndelaleyendadelosBaskerville.SutumbasepuedeverenunpueblollamadoBuckfastleigh.

    Elvalledelterroreslacuartayúltimanovela.FuepublicadaporprimeravezenelStrandMagazineentreseptiembrede1914ymayode1915.Laprimeraediciónen

    www.lectulandia.com-Página6

  • formatolibrofuepublicadoenNuevaYorkel27defebrerode1915.LasaventurasdeSherlockHolmes.Primeriaseriederelatoscortosqueconsta

    de12relatospublicadosentre1891y1892.

    EscándaloenBohemia.LaLigadelosPelirrojos.Uncasodeidentidad.ElmisteriodelvalleBoscombe.Lascincosemillasdenaranja.Elhombredellabiotorcido.Elcarbuncloazul.Labandadelunares.EldedopulgardelingenieroElaristócratasolterónLacoronadeBerilosElmisteriodeCopperBeeches

    LasmemoriasdeSherlockHolmes.Segundaseriequeagrupaotros12relatospublicados entre 1892 y 1893.La edición americana no incluyeLa aventura de lacajadecartón

    EstrelladeplataLaaventuradelacajadecartón*ElrostroamarilloEloficinistadelcorredordebolsaLacorbeta"GloriaScottElritualdelosMusgraveLoshacendadosdeReigateLaaventuradeljorobadoElpacienteinternoElintérpretegriegoEltratadonavalElproblemafinal

    ElregresodeSherlockHolmes.ConanDoyleseviocasiobligadoaescribirestatercera serie de historias ya que sus lectores se quejaban de que el protagonista,SherlockHolmes, hubieramuerto en las cataratas deReichembach (Suiza) cuandoluchaba con el profesorMoriarty en la historia titulada "El problema final" de lacolecciónLasMemoriasdeSherlockHolmes.Constade13relatospublicadosentre1903y1904

    Lacasadeshabitada(Lacasavacía)ElconstructordeNorwoodLosbailarines

    www.lectulandia.com-Página7

  • ElciclistasolitarioElcolegioPrioryLaaventuradelnegroPeter(Peterelnegro)CharlesAugustusMilvertonLosseisnapoleones(ElbustodeNapoleón)LostresestudiantesLasgafasdeoro(Losquevedosdeoro)EltrescuartosdesaparecidoLagranjaAbbeyLasegundamancha

    Suúltimareverencia.CabemencionarqueaunqueposteriormentesepublicólacolecciónElArchivodeSherlockHolmes,lashistoriasdeestaseriesonenelordencronológicodelavidadeHolmeslosúltimos:aquíseexplica,entreotrascosas,suretiro al campo y su dedicación a la filosofía, la horticultura y eventualmente laapicultura.Son7relatospublicadosen1917.Laediciónamericanaconstade8relatosalincluirLaaventuradelacajadecartón.

    ElpabellónWisteria(LaaventuradeWisteriaLodge)Laaventuradelacajadecartón*ElcírculorojoLosplanosdelBruce-PartingtonEldetectivemoribundoLadesaparicióndeladyFrancesCarfaxElpiedeldiabloSuúltimosaludoenelescenario

    El archivo de Sherlock Holmes. Última serie que consta de 12 relatospublicadosen1927.Los títulosmarcadoscon*** también sepuedenencontrar enunarecopilaciónbajoelnombredeSherlockHolmessigueenpie.

    LapiedradeMazarino***ElproblemadelpuentedeThorElhombrequetrepabaElvampirodeSussex***LostresGarrideb***Elclienteilustre***Lostresgabletes***Elsoldadodelapieldecolorada***LamelenadeleónElfabricantedecoloresretiradoLainquilinadelveloShoscombeOldPlace

    www.lectulandia.com-Página8

  • Estudioenescarlata

    www.lectulandia.com-Página9

  • Primeraparte(ReimpresióndelasmemoriasdeJohnH.Watson,doctorenmedicinayoficialretiradodelCuerpo

    deSanidad)

    www.lectulandia.com-Página10

  • 1.Mr.SherlockHolmes

    En el año 1878 obtuve el título de doctor en medicina por la Universidad deLondres,asistiendodespuésenNetleyaloscursosquesonderigorantesdeingresarcomomédicoenelejército.Concluidosallímisestudios,fuipuntualmentedestinadoen el 5º de Fusileros de Northumberland en calidad de médico ayudante. Elregimiento sehallabapor entonces estacionado en la India, y antesdequepudieraunirmeaél,estallólasegundaguerradeAfganistán.AldesembarcarenBombaymellególanoticiadequelastropasalasqueestabaagregadohabíantraspuestolalíneamontañosa,muy dentro ya de territorio enemigo. Seguí, sin embargo, camino conmuchosotrosoficialesenparecidasituaciónalamía,hastaCandahar,dondesanoysalvo, y en compañía por fin del regimiento, me incorporé sin más dilación a minuevoservicio.

    Lacampañatrajoamuchoshonores,peroamísólodesgraciasycalamidades.FuiseparadodemibrigadaeincorporadoalastropasdeBerkshire,conlasqueestuvedeservicioduranteeldesastredeMaiwand.En lasusodichabatallaunabaladeJezailme hirió el hombro, haciéndose añicos el hueso y sufriendo algún daño la arteriasubclavia.HubieracaídoenmanosdelosdespiadadosghazisanoserporelvalorylealtaddeMurray,miasistente,quien, trasponermede través sobreunacaballería,logróalcanzarfelizmentelaslíneasbritánicas.

    Agotado por el dolor, y en un estado de gran debilidad a causa de lasmuchasfatigassufridas,fuitrasladado,juntoaunnutridoconvoydemaltrechoscompañerosde infortunio, al hospital de la base de Peshawar. Allí me rehice, y estaba ya lobastantesanoparadaralgunaqueotravueltaporlassalas,yorearmedetiempoentiempo en la terraza, cuando caí víctima del tifus, el azote de nuestras posesionesindias. Durante meses no se dio un ardite por mi vida, y una vez vuelto alconocimientodelascosas,einiciadalaconvalecencia,mesentítanextenuado,ycontanpocasfuerzas,queelconsejomédicodeterminósinmásmiinmediatoretornoaInglaterra. Despachado en el transporte militar Orontes, al mes de travesía toquétierraenPortsmouth,conlasaludmalparadaparasiempreynuevemesesdeplazo,sufragadosporungobiernopaternal,paraprobararemediarla.

    No tenía en Inglaterra parientes ni amigos, y era, por tanto, libre como unaalondra—esdecir,todololibrequecabeserconuningresodiariodeoncechelinesymedio—.Hallándome en semejante coyuntura gravité naturalmente hacia Londres,sumideroenormedondevanadardemanerafatalcuantosdesocupadosyharaganescontieneelimperio.PermanecídurantealgúntiempoenunhoteldelStrand,viviendoantesmalquebien,sinningúnproyectoalavista,ygastandolopocoquetenía,conmayorliberalidad,desdeluego,delaquemiposiciónrecomendaba.Tanalarmantese

    www.lectulandia.com-Página11

  • hizoelestadodemis finanzasqueprontocaíen lacuentadequenomequedabanotras alternativas que decir adiós a la metrópoli y emboscarme en el campo, oimprimirunradicalcambioamimododevida.Elegidoelsegundocamino,principiéporhacermealaideadedejarelhotel,ysentarmisrealesenunlugarmenoscaroypretencioso.

    No había pasado un día desde semejante decisión, cuando, hallándome en elCriterionBar,alguienmepusolamanoenelhombro,manoquealdarmediavueltareconocícomopertenecientealjovenStamford,elantiguopracticanteamisórdenesenelBarts.Lavistadeunacaraamigaenlajunglalondinenseresultaenverdaddegranconsueloalhombresolitario.EnlosviejostiemposnohabíamossidoStamfordyyoloquesediceuñaycarne,peroahoraloacogíconentusiasmo,yél,porsuparte,pareció contento de verme. En ese arrebato de alegría lo invité a que almorzaraconmigoenelHolborn,yjuntossubimosauncochedecaballos.

    —Pero¿quéhasidodeusted,Watson?—mepreguntósinembozarsusorpresamientraseltraqueteantevehículoseabríacaminoporlaspobladascallesdeLondres—.Estádelgadocomounarenqueymásnegroqueunanuez.

    Lehiceunbreveresumendemisaventuras,yapenassihabíaconcluidocuandollegamosadestino.

    —¡Pobredeusted!—dijoentonoconmiserativoalescucharmispenalidades—.¿Yquéproyectostiene?

    —Busco alojamiento—repuse—.Quiero ver sime las arreglo para vivir a unpreciorazonable.

    —Cosaextraña—comentómicompañero—,esustedlasegundapersonaquehaempleadoesaspalabraseneldíadehoy.

    —¿Yquiénfuelaprimera?—pregunté.—Untipoqueestátrabajandoenellaboratoriodequímica,enelhospital.Andaba

    quejándoseestamañanadenoteneranadieconquiencompartirciertashabitacionesquehaencontrado,bonitasaloqueparece,sibiendepreciodemasiadoabultadoparasubolsillo.

    —¡Demonio!—exclamé—, si realmente está dispuesto a dividir el gasto y lashabitaciones,soyelhombrequenecesita.Prefieroteneruncompañeroantesquevivirsolo.

    EljovenStamford,elvasoenlamano,memiródeformauntantoextraña.—NoconocetodavíaaSherlockHolmes—dijo—,podríallegaralaconclusión

    dequenoesexactamenteeltipodepersonaqueaunolegustaríatenersiempreporvecino.

    —¿Sí?¿Quéhablaencontrasuya?—Oh,enningúnmomentohesostenidoquehayanadacontraél.Se tratadeun

    hombredeideasuntantopeculiares...,unentusiastadealgunasramasdelaciencia.

    www.lectulandia.com-Página12

  • Hastadondesemealcanza,noesmalapersona.—Naturalmentesiguelacarreramédica—inquirí.—No...Nadaséde susproyectos.Creoqueandaversadoenanatomía,yesun

    químicodeprimeraclase;perosegúnmisinformes,nohaasistidosistemáticamenteaningún curso demedicina. Persigue en el estudio rutas extremadamente dispares yexcéntricas, si bien ha hecho acopio de una cantidad tal y tan desusada deconocimientos,quequedaríanatónitosnopocosdesusprofesores.

    —¿Lehapreguntadoalgunavezquésetraeentremanos?—No;noeshombrequesedejellevarfácilmenteaconfidencias,aunquepuede

    resultarcomunicativocuandoestáenvena.—Me gustaría conocerle —dije—. Si he de partir la vivienda con alguien,

    prefiero que sea persona tranquila y consagrada al estudio. No me siento aún lobastantefuerteparasufrirmuchoalborotoounaexcesivaagitación.Afganistánmehadispensado ambas cosas en grado suficiente para lo queme resta de vida. ¿Cómopodríaentrarencontactoconesteamigodeusted?

    —Hadehallarseconseguridadenellaboratorio—repusomicompañero—.Oseausentadeéldurantesemanas,oentraporlamañanaparanodejarlohastalanoche.Siustedquiere,podemosllegarnosallídespuésdelalmuerzo.

    —Desdeluego—contesté,ylaconversacióntiróporotrosderroteros.Una vez fuera deHolborn y rumboya al laboratorio, Stamford añadió algunos

    detallessobreelcaballeroquellevabatrazasdeconvertirseenmifuturocoinquilino.—Sepa exculparme si no llega a un acuerdo con él—dijo—, nuestro trato se

    reduceaunoscuantosyocasionalesencuentrosenellaboratorio.Hasidoustedquienhapropuestoestearreglo,demodoquequedoexentodetodaresponsabilidad.

    —Sinocongeniamosbastaráquecadacualsigasucamino—repuse—.Medalasensación, Stamford —añadí mirando fijamente a mi compañero—, de que tieneusted razonesparaquerer lavarse lasmanosenestenegocio.¿Tanformidablees ladestemplanzadenuestrohombre?Hablesinreparos.

    —Noescosasencillaexpresarloinexpresable—repusoriendo—.Holmesposeeuncarácterdemasiadocientíficoparamigusto...,uncarácterquerayaenlafrigidez.Melofiguroofreciendoaunamigounpellizcodelúltimoalcaloidevegetal,noconmalicia, entiéndame, sino por la pura curiosidad de investigar a la menuda susefectos.Ysihedehacerlejusticia,añadiréqueenmiopiniónloengulliríaélmismocon igual tranquilidad. Se diría que habita en su persona la pasión por elconocimientodetalladoypreciso.

    —Encomiableactitud.—Y a veces extremosa... Cuando le induce a aporrear con un bastón los

    cadáveres,en lasaladedisección,sepreguntaunosinoestárevistiendoacasounaformaenexcesopeculiar.

    www.lectulandia.com-Página13

  • —¡Aporrearloscadáveres!—Sí,afindeverhastaquépuntopuedenproducirsemagulladurasenuncuerpo

    muerto.Lohecontempladoconmispropiosojos.—¿Ydiceustedquenoestudiamedicina?—No. Sabe Dios cuál será el objeto de tales investigaciones... Pero ya hemos

    llegado,ypodráustedformarunaopiniónsobreelpersonaje.Cuando esto decía enfilamos una callejuela, y a través de una pequeña puerta

    lateralfuimosadaraunadelasalasdelgranhospital.Siéndomeelterrenofamiliar,nopreciséguíaparaseguirmiitinerarioporlalúgubreescaleradepiedrayatravésluego del largo pasillo de paredes encaladas y puertas color castaño. Casi al otroextremo, un corredor abovedado y de poca altura torcía hacia uno de los lados,conduciendoallaboratoriodequímica.

    Eraésteunahabitacióndeelevadotecho,llenatodadefrascosquesealineabanalo largo de las paredes o yacían desperdigados por el suelo.Aquí y allá aparecíanunasmesasbajasyanchaserizadasderetortas,tubosdeensayoypequeñaslámparasBunsenconsuazulyondulantelenguadefuego.Enlahabitaciónhacíaguardiaunsolitarioestudianteque,absortoensutrabajo,seinclinabasobreunamesaapartada.Al escuchar nuestros pasos volvió la cabeza, y saltando en pie dejó oír unaexclamacióndejúbilo.

    —¡Ya lo tengo! ¡Ya lo tengo!—gritó ami acompañantemientras corría hacianosotrosconuntubodeensayoenlamano—.Hehalladounreactivoqueprecipitaconlahemoglobinaysolamenteconella.

    Eldescubrimientodeunaminadeoronohabríaencendidoplacermásintensoenaquelrostro.

    —Doctor Watson, el señor Sherlock Holmes —anunció Stamford a modo depresentación.

    —Encantado—dijocordialmentemientrasmeestrechabalamanoconunafuerzaquesuaspectocasidesmentía—.Porloqueveo,haestadoustedentierrasafganas.

    —¿Cómodiabloshapodidoadivinarlo?—pregunté,llenodeasombro.—No tiene importancia —repuso él riendo por lo bajo—. Volvamos a la

    hemoglobina.¿Sindudapercibeustedelalcancedemidescubrimiento?—Interesantedesdeunpuntodevistaquímico—contesté—,pero,encuantoasu

    aplicaciónpráctica...—PorDios, se tratadelmásútilhallazgoqueenelcampode laMedinaLegal

    haya tenido lugar durante los últimos años. Fíjese: nos proporciona una pruebainfalibleparadescubrirlasmanchasdesangre.¡Vengaustedaverlo!

    Era tal su agitación queme agarró de lamanga de la chaqueta, arrastrándomehastaeltablerodondehabíaestadorealizandosusexperimentos.

    —Hagámonos conunpocode sangre fresca—dijo, clavándose en el dedouna

    www.lectulandia.com-Página14

  • largaagujayvertiendoenunaprobetadelaboratoriolagotamanadadelaherida.—Ahoraañadoestapequeñacantidaddesangreaunlitrodeagua.Puedeustedobservarquelamezclaresultanteofrecelaaparienciadelaguapura.Laproporcióndesangreno excederá de uno a un millón. No me cabe duda, sin embargo, de que nos lascompondremosparaobtenerlareaccióncaracterística.

    Mientrastaldecía,arrojóenelrecipienteunospocoscristalesblancos,agregandoluegoalgunasgotasdecierto líquidotransparente.Enelacto lamezclaadquirióunapagadocolorcaoba,entantoqueseposabasobreelfondodelavasijadevidriounpolvoparduzco.

    —¡Ajá! —exclamó, dando palmadas y alborozado como un niño con zapatosnuevos—.¿Quémediceahora?

    —Finoexperimento—repuse.—¡Magnífico! ¡Magnífico! La tradicional prueba del guayaco resultaba muy

    tosca e insegura. Lomismo cabe decir del examen de los corpúsculos de sangre...Este último es inútil cuando lasmanchas cuentan arriba de unas pocas horas. Sinembargo,acabamosdedarconunprocedimientoqueactúatantosilasangreesviejacomonueva.Asermihallazgomástemprano,muchasgentesqueahorapaseanporlacallehubieranpagadotiempoatráslaspenasaquesuscrímenesleshacenacreedoras.

    —Caramba...—murmuré.—Los casos criminales giran siempre alrededor del mismo punto. A veces un

    hombre resulta sospechoso de un crimen meses más tarde de cometido éste; sesometenaexamensustrajesyropablanca:aparecenunasmanchasparduzcas.¿Sonmanchasdesangre,debarro,deóxido,acasodefruta?Semejanteextremohasumidoen laconfusiónamásdeunexperto,y¿sabeustedporqué?Por la inexistenciadeunapruebasegura.SherlockHolmeshaaportadoahoraesaprueba,yquedaelcaminodespejadoenlovenidero.

    Habíaalhablardestellosensusojos;descansólapalmadelamanoalaalturadelcorazón, haciendo después una reverencia, como si delante suyo se hallasecongregadaunaimaginariamultitud.

    —Merece usted que se le felicite —apunté, no poco sorprendido de suentusiasmo.

    —¿Recuerda el pasado año el caso de Von Bischoff, en Frankfort? De haberexistidoestaprueba,miexperimentolehabríallevadoenderechuraalahorca.¡YquédecirdeMason,eldeBradford,odelcélebreMuller,odeLefévredeMontpellier,odeSamsoneldeNuevaOrleans!Unaveintenadecasosmeacudenalamenteenlosquelapruebahubierasidodecisiva.

    —Pareceustedunalmanaquevivientedehechoscriminales—apuntóStamfordconunacarcajada—.¿Porquénopublicaalgo?Podríatitularlo«Noticiariopoliciacodetiempospasados».

    www.lectulandia.com-Página15

  • —Noseríaningúndisparate—repusoSherlockHolmesponiendounpedacitodeparche sobreelpinchazo—.Hedeandarcon tiento—prosiguiómientras sevolvíasonrientehaciamí—,porquemanejovenenosconmuchafrecuencia.

    Al tiempo que hablaba alargó lamano, y eché de ver que la teníamoteada deparchessimilaresydescoloridaporelefectodeácidosfuertes.

    —Hemos venido a tratar un negocio —dijo Stamford tomando asiento en unelevado taburetede trespatas,yempujandootrohaciamíconelpie—.Este señorandabuscandodóndecobijarse,ycomoselamentabausteddenoencontrarnadiequequisierairamediasenlamismaoperación,hecreídobuenalaideadereunirlosalosdos.

    ASherlockHolmesparecióseducirleelproyectodedividirsuviviendaconmigo.—Tengo echado el ojo a unas habitaciones en Baker Street—dijo—, que nos

    vendríandeperlas.Esperoquenolerepugneeloloratabacofuerte.—Nogastootro—repuse.—Hastaahívamosbastantebien.Suelotrastearconsustanciasquímicasydevez

    encuantorealizoalgúnexperimento.¿Leimporta?—Enabsoluto.—Veamos..., cuáles sonmis otros inconvenientes.De tarde en tardeme pongo

    melancólicoynodespegoloslabiosdurantedías.Noloatribuyaustednuncaamalhumor o resentimiento. Déjeme sencillamente a mi aire y verá qué pronto meenderezo.Enfin,¿quétieneustedasuvezqueconfesarme?Esaconsejablequedosindividuosesténimpuestossobresuspeoresaspectosantesdequesedecidanavivirjuntos.

    Mehizoreírsemejanteinterrogatorio.—Soydueñodeuncachorrito—dije—,ydesapruebo losestrépitosporquemis

    nerviosestándestrozados...ymelevantoalashorasmásinesperadasymedeclaro,en fin, perezoso en extremo. Guardo otra serie de vicios para los momentos deeuforia,aunquelosenumeradosocupanalasazónunlugarpreeminente.

    —¿Entra para usted el violín en la categoría de lo estrepitoso?—me preguntómuyalarmado.

    —Segúnquién lo toque—repuse—.Unviolínbien tratadoesun regalode losdioses,unviolínenmanospocodiestras...

    —Magnífico—concluyóconuna risaalegre—.Creoquepuedeconsiderarseeltratozanjado...,siempreycuandodéustedelvistobuenoalashabitaciones.

    —¿Cuándopodemosvisitarlas?—Venga usted a recogerme mañana a mediodía; saldremos después juntos y

    quedarátodoarreglado.—Deacuerdo,alasdoceenpunto—repuseestrechándolelamano.Lo dejamos enzarzado con sus productos químicos y juntos fuimos caminando

    www.lectulandia.com-Página16

  • haciaelhotel.—Por cierto —pregunté de pronto, deteniendo la marcha y dirigiéndome a

    Stamford—,¿cómodemonioshacaídoenlacuentadequeveníayodeAfganistán?Sobreelrostrodemicompañeroseinsinuóunaenigmáticasonrisa.—Heahíunapeculiaridaddenuestrohombre—dijo—.Esmucha lagentea la

    queintrigaesafacultadsuyadeadivinarlascosas.—¡Caramba!¿Setratadeunmisterio?—exclaméfrotándomelasmanos—.Esto

    empieza a ponerse interesante. Realmente, le agradezco infinito su presentación...Comorezaeldicho,«nohayobjetodeestudiomásdignodelhombrequeelhombremismo».

    —Aplíqueseentoncesalatareadeestudiarasuamigo—dijoStamfordamodode despedida—.Aunque no le arriendo la ganancia. Verá como acaba sabiendo élmuchomásdeusted,queusteddeél...Adiós.

    —Adiós —repuse, y proseguí sin prisas mi camino hacia el hotel, no pocointrigadoporelindividuoqueacababadeconocer.

    www.lectulandia.com-Página17

  • 2.Lacienciadeladeducción

    Nosvimosaldíasiguiente,segúnloacordado,parainspeccionarlashabitacionesdel 221B deBaker Street a que se había hecho alusión durante nuestro encuentro.Consistían en dos confortables dormitorios y una única sala de estar, alegre yventilada,condosampliosventanalesporlosqueentrabalaluz.Tanconvenienteentodos los aspectos nos pareció el apartamento y tan moderado su precio, una vezdividido entre los dos, que el trato se cerró de inmediato y, sin más dilaciones,tomamosposesióndelavivienda.Esamismatardeprocedíamudarmispertenenciasdelhotelalacasa,yalaotramañanaSherlockHolmeshizolocorrespondienteconlas suyas, presentándose con un equipaje compuesto demaletas ymúltiples cajas.Duranteunoodosdíasnosentregamosalatareadedesembalarlascosasycolocarlaslomejor posible. Salvado semejante trámite, fue ya cuestión de hacerse al paisajecircundanteeirechandoraícesnuevas.

    No resultaba ciertamente Holmes hombre de difícil convivencia. Sus maneraseransuavesysushábitosregulares.Pocasveceslesorprendíanlasdiezdelanochefueradelacama,eindefectiblemente,allevantarmeyoporlamañana,habíatomadoya el desayuno y enfilado la calle.Algunos de sus días transcurrían íntegros en ellaboratoriodequímicaoenlasaladedisección,destinandootros,ocasionalmente,alargospaseosqueparecíanllevarlehastalosbarriosmásbajosdelaciudad.Cuandose apoderaba de él la fiebre del trabajo era capaz de desplegar una energía sinparangón;peroatrechosyconpuntualidadfatal,caíaenunextrañoestadodeabulia,yentonces,ydurantedías,permanecíaextendidosobreelsofádelasaladeestar,sinmover apenas unmúsculo o pronunciar palabra de lamañana a la noche.En talesocasionesnodejabadepercibirensusojosciertaexpresiónperdidaycomoausenteque, a no ser por la templanza y limpieza de su vida toda, me habría atrevido aimputaralefectodealgúnnarcótico.Conformepasabanlassemanas,miinterésporély lacuriosidadquesuproyectodevidasuscitabaenmí, fueronhaciéndosecadavez más patentes y profundos. Su misma apariencia y aspecto externos eran apropósitoparallamarlaatencióndelmáscasualobservador.Enalturaandabaantespor encimaquepordebajode los seispies, aunque ladelgadez extremaexagerabaconsiderablemente esa estatura. Los ojos eran agudos y penetrantes, salvo en losperíodosdesoporaquehealudido,ysufinanarizdeaverapazledabanoséquéairedevivezaydeterminación.Labarbillatambién,prominenteymaciza,delatabaensudueñoaunhombredefirmesresoluciones.Lasmanosaparecíansiempremanchadasde tinta y distintos productos químicos, siendo, sin embargo, de una exquisitadelicadeza, como innumerables veces eché de ver por el modo en que manejabaHolmessusfrágilesinstrumentosdefísica.

    www.lectulandia.com-Página18

  • Acasoellectormeestécalificandoyadeentrometidoimpenitenteenvistadelomuchoqueestehombreexcitabamicuriosidadydelasolicitudimpertinenteconqueprocurabayovencerlareservaenquesehallabaenvueltotodoloqueaélconcernía.Noseríaecuánimesinembargo,antesdedictarsentencia,echarenolvidohastaquépuntosinobjetoeraentoncesmivida,yquépocascosasalasazónpodíananimarla.Siendo el que erami estado de salud, sólo en días de tiempo extraordinariamentebenignomeestabapermitidoaventurarmealespacioexterior,faltándome,losdemás,amigos con quienes endulzar la monotonía de mi rutina cotidiana. En semejantescircunstancias, acogí casi con entusiasmo el pequeño misterio que rodeaba a micompañero,asícomolaoportunidaddematareltiempoprobandoadesvelarlo.

    No seguía la carrera médica. Él mismo, respondiendo a cierta pregunta, habíaconfirmado el parecer de Stamford sobre semejante punto. Tampoco parecíaempeñadoensuertealgunadeestudioquepudieraauparlehastauntítulocientífico,oabrirle otra cualquiera de las reconocidas puertas por donde se accede al mundoacadémico. Pese a todo, el celo puesto en determinadas labores era notable, y susconocimientos,excéntricamentecircunscritosadeterminadoscampos,tanampliosyescrupulososquedaban lugaraobservacionessencillamenteasombrosas. Imposibleresultaba que un trabajo denodado y una información en tal grado exacta nopersiguieran un fin concreto. El lector poco sistemático no se caracteriza por laprecisión de los datos acumulados en el curso de sus lecturas. Nadie satura suinteligencia con asuntos menudos a menos que tenga alguna razón de peso parahacerloasí.

    Sisabíaunnúmerodecosasfueradelocomún,ignorabaotrastantasdetodoelmundo conocidas. De literatura contemporánea, filosofía y política, estaba casicompletamenteenayunas.CiertavezquesaquéyoacolaciónelnombredeTomásCarlyle,mepreguntó,conlamayorinocencia,quiéneraaquélyloquehabíahecho.Mi estupefacción llegó sin embargo a su cenit cuandodescubrí por casualidadqueignorabalateoríacopernicanaylacomposicióndelsistemasolar.ElqueunhombrecivilizadodesconocieseennuestrosigloXIXquelatierragiraentornoalsol,semeantojóunhechotanextraordinarioqueapenassipodíadarlecrédito.

    —Parece usted sorprendido—dijo sonriendo antemi expresión de asombro—.Ahoraquemehapuestoustedalcorriente,haréloposibleporolvidarlo.

    —¡Olvidarlo!—Entiéndame—explicó—,consideroqueelcerebrodecadacualescomouna

    pequeñapiezavacíaquevamosamueblandoconelementosdenuestraelección.Unnecioechamanodecuantoencuentraa supaso,demodoqueelconocimientoquepudiera serle útil, o no encuentra cabida o, en el mejor de los casos, se halla tanrevuelto con las demás cosas que resulta difícil dar con él. El operario hábilseleccionaconsumocuidadoelcontenidodeesevanodisponiblequeessucabeza.

    www.lectulandia.com-Página19

  • Sólodeherramientasútilessecompondrásuarsenal,peroéstasseránabundantesyestaránenperfectoestado.Constituyeungraveerrorelsuponerquelasparedesdelapequeñahabitaciónsonelásticasocapacesdedilatarseindefinidamente.Apartirdecierto punto, cada nuevo dato añadido desplaza necesariamente a otro que yaposeíamos. Resulta por tanto de inestimable importancia vigilar que los hechosinútilesnoarrebatenespacioalosútiles.

    —¡Sí,peroelsistemasolar...!—protesté.—¿Yquésemedaamíelsistemasolar?—interrumpióyaimpacientado—:dice

    usted que giramos en torno al sol... Que lo hiciéramos alrededor de la luna noafectaríaunápiceacuantosoyohago.

    Estuveentoncesapuntodeinterrogarlesobreesoqueélhacía,perounnoséquéen su actitudmedio a entenderque semejantepreguntano sería de su agrado.Nodejédereflexionar,sinembargo,acercadenuestraconversaciónylaspistasqueellame insinuaba.Habíamencionado supropósitodenoentrometerseenconocimientoalguno que no atañera a su trabajo. Por tanto, todos los datos que atesoraba lereportaban por fuerza cierta utilidad. Enumeré mentalmente los distintos asuntossobrelosquehabíademostradoestarexcepcionalmentebieninformado.Inclusotoméun lápizy los fuiponiendoporescrito.Nopudecontenerunasonrisacuandovieldocumentoentodasuextensión.Decíaasí:

    «SherlockHolmes;suslímites.1.ConocimientosdeLiteratura:ninguno.2.ConocimientosdeFilosofía:ninguno.3.ConocimientosdeAstronomía:ninguno.4.ConocimientosdePolítica:escasos.5. Conocimientos de Botánica: desiguales. Al día en lo atañedero a la

    belladona, el opio y los venenos en general. Nulos en lo referente a lajardinería.

    6. Conocimientos de Geología: prácticos aunque restringidos. De unaojeada distingue un suelo geológico de otro. Después de un paseo me haenseñadolasmanchasdebarrodesuspantalonesyhasabidodecirme,porlaconsistencia y color de la tierra, a qué parte de Londres correspondía cadauna.

    7.ConocimientosdeQuímica:profundos.8.ConocimientosdeAnatomía:exactos,peropocosistemáticos.9.Conocimientosdeliteraturasensacionalista:inmensos.Parececonocer

    todoslosdetallesdecadahechomacabroacaecidoennuestrosiglo.10.Tocabienelviolín.11.Expertoboxeador,yesgrimistadepaloyespada.

    www.lectulandia.com-Página20

  • 12.Familiarizadoconlosaspectosprácticosdelaleyinglesa.»

    Al llegaraestepunto,desesperado,arrojé la listaal fuego.«Siparaadivinar loque este tipo se propone—me dije— he de buscar qué profesión corresponde alcomúndenominadordesustalentos,puedoyadarmeporvencido.»

    Observo haber aludido poco más arriba a su aptitud para el violín. Era éstanotable, aunque no menos peregrina que todas las restantes. Que podía ejecutarpiezasmusicales, y de las difíciles, lo sabía de sobra, ya que a peticiónmía habíareproducidolasnotasdealgunosliederdeMendelssohnyotrascomposicionesdemielección.Cuandosedejaba llevardesugusto, raravezarrancabasinembargoasuinstrumentomúsica o aires reconocibles.Recostado en su butaca durante toda unatarde, cerraba los ojos y con ademán descuidado arañaba las cuerdas del violín,colocadode travéssobreunadesus rodillas.Unasveceseran lasnotasvibrantesymelancólicas,otras,deaire fantásticoyalegre.Sinduda talesacordes reflejabanalexteriorlosocultospensamientosdelmúsico,biendándolessudefinitivaforma,bienacompañándolos nomás que comouna caprichosamelodía del espíritu. SabeDiosque no hubiera sufrido pasivamente esos exasperantes solos a no tener Holmes lacostumbrederematarlosconunarápidasucesióndemispiezasfavoritas,ejecutadasendescargodeloqueantesdeellashabíadebidooír.

    Llevábamosjuntosalrededordeunasemanasinquenadieapareciesepornuestrohabitáculo,cuandoempecéasospecharenmicompañerounaorfandaddeamistadesparejaalamía.Pero,segúnpudedescubriracontinuación,nosóloeraellofalso,sinoqueademásloscontactosdeHolmessedistribuíanentrelasmásdispersascapasdelasociedad.Existía,porejemplo,unhombrecilloderatonilaspecto,pálidoyojimoreno,quemefuepresentadocomoelseñorLestradeyquevinoacasaennomenosdetresocuatroocasionesalolargodeunasemana.Otramañanaunajovenelegantementevestida fue nuestro huéspeddurantemás demedia hora.A la joven sucedió por lanocheun tipoharapientoydecabezacana-laclásicaestampadelbuhonero judío-,que parecía hallarse sobre ascuas y que a su vez dejó paso a una raída y provectaseñora.Undíaestuvomicompañerodepartiendoconciertocaballeroancianoydemelenablanca como la nieve; otro, recibió a unmozode cuerdaquevenía con suuniforme de pana. Cuando alguno de losmiembros de esta abigarrada comunidadhacía acto de presencia, solía Holmes suplicarme el usufructo de la sala y yomeretirabaentoncesamidormitorio.Jamásdejódedisculparseporeltrastornoquedesemejantemodomecausaba.

    —Tengoqueutilizarestahabitacióncomooficina—decía—,ylagentequeentraenellaconstituyemiclientela.

    ¡Qué mejor momento para interrogarle a quemarropa! Sin embargo, me visiempresujetoporelrecatodenoquererforzarlaconfidenciaajena.Imaginabaque

    www.lectulandia.com-Página21

  • algo le impedía dejar al descubierto ese aspecto de su vida, cosa que pronto medesmintióélmismoyendoderechoalasuntosinelmenorrequerimientopormiparte.

    Se cumplía como bien recuerdo el 4 demarzo, cuando, habiéndome levantadoantes que de costumbre, encontré a Holmes despachando su aún inconclusodesayuno.Tanhechaestabalapatronaamishábitospocomadrugadores,quenohalléni el plato aparejado ni el café dispuesto. Con la característica y nada razonablepetulancia del común de los mortales, llamé entonces al timbre y anuncié muycortantequeesperabamiración.Actoseguidotoméunperiódicodelamesaeintentédistraerconéleltiempomientrasmicompañeroterminabaensilenciosutostada.Elencabezamiento de uno de los artículos estaba subrayado en rojo, y a él,naturalmente,dirigíenprimerlugarmiatención.

    Sobrelarayaencarnadaaparecíanestasampulosaspalabras:ELLIBRODELAVIDA,yaellasseguíaunademostracióndelasinnumerablescosasqueacualquierale sería dado deducir no más que sometiendo a examen preciso y sistemático losacontecimientosdequeelazarlehiciesetestigo.Elescritosemeantojóunaextrañamezcolanza de agudeza y disparate. A sólidas y apretadas razones sucedíaninferencias en exceso audaces o exageradas. Afirmaba el autor poder adentrarse,guiadodeseñalestansomerascomoungesto,elestremecimientodeunmúsculo,olamiradadeunosojos,enlosmásescondidospensamientosdeotrohombre.Segúnél,lasimulaciónyelengañoresultabanimpracticablesdelantedeunindividuoavezadoal análisis y a la observación. Lo que éste dedujera sería tan cierto como lasproposicionesdeEuclides.Tansorprendentesseríanlosresultados,queelnoiniciadoenlasrutaspordondesellegadelosprincipiosalasconclusiones,habríaporfuerzadecreerseenpresenciadeunauténticonigromante.

    —Apartirdeunagotadeagua—decíaelautor—,cabríaallógicoestablecerlaposibleexistenciadeunocéanoAtlánticoounascataratasdelNiágara,aunquenidelounonidelootrohubiesetenidojamáslamásmínimanoticia.Lavidatodaesunagran cadena cuya naturaleza semanifiesta a la sola vista de un eslabón aislado.Asemejanza de otros oficios, la Ciencia de la Deducción y el Análisis exige en suejecutanteunestudioprolongadoypaciente,nohabiendovidahumanatanlargaqueen el curso de ella quepa a nadie alcanzar la perfección máxima de que el artedeductivo es susceptible. Antes de poner sobre el tapete los aspectos morales ypsicológicos de más bulto que esta materia suscita, descenderé a resolver algunosproblemaselementales.Porejemplo,cómoapenasdivisadaunapersonacualquiera,resultahacederoinferirsuhistoriacompleta,asícomosuoficiooprofesión.Pareceun ejercicio pueril, y sin embargo afina la capacidadde observación, descubriendolospuntosmásimportantesyelmodocomoencontrarlesrespuesta.Lasuñasdeunindividuo, las mangas de su chaqueta, sus botas, la rodillera de los pantalones, lacallosidaddelosdedospulgareíndice, laexpresiónfacial, lospuñosdesucamisa,

    www.lectulandia.com-Página22

  • todosestosdetalles,enfin,sonprendaspersonalespordondeclaramenteserevelalaprofesión del hombre observado. Que semejantes elementos, puestos en junto, noiluminen al inquisidor competente sobre el caso más difícil, resulta, sin más,inconcebible.

    —¡Valientesartadesandeces!—grité,dejandoelperiódicosobrelamesaconungolpeseco—.Jamáshabíaleídoenmividatantodisparate.

    —¿Dequésetrata?—preguntóSherlockHolmes.—De ese artículo —dije, apuntando hacia él con mi cucharilla mientras me

    sentabaparadarcuentademidesayuno—.Veoquelohaleído,yaqueestásubrayadoporusted.Noniegohabilidadalescritor.Peromesublevaloquedice.Setrataaojosvista de uno de esos divagadores de profesión a los que entusiasma elucubrarpreciosas paradojas en la soledad de sus despachos. Pura teoría. ¡Quién lo vieraencerradoenelmetro,enunvagóndeterceraclase,frenteporfrentedelospasajeros,ypuestoalatareadeiradivinandolasprofesionesdecadauno!Apostaríaunoamilencontrasuya.

    —Perdería usted su dinero —repuso Holmes tranquilamente—. En cuanto alartículo,esmío.

    —¡Suyo!—Sí; soy aficionado tanto a la observación como a la deducción. Esas teorías

    expuestasenelperiódicoyqueaustedseleantojantanquiméricas,vienenaserenrealidadextremadamenteprácticas,hastaelpuntoquedeellasvivo.

    —¿Cómo?—preguntéinvoluntariamente.—Tengounoficiomuyparticular,sospechoqueúnicoenelmundo.Soydetective

    asesor... Verá ahora lo que ello significa. En Londres abundan los detectivescomisionadosporelgobierno,ynosonmenoslosprivados.Cuandounodeellosnosabemuybienpordóndeanda,acudeamí,yyo locolocoentoncessobre lapista.Suelenpresentarmetodalaevidenciadequedisponen,apartirdelacual,yconayudade mi conocimiento de la historia criminal, me las arreglo decentemente paraenseñarles el camino. Existe un fuerte aire de familia entre los distintos hechosdelictivos,ysisedominanalamenudalosmilprimeros,noresultadifícildescifrarelque completa el númeromil uno.Lestrade es undetectivebien conocido.Nohacemuchoseenredóenuncasodefalsificación,yhallándoseuntantodesorientado,vinoaquíapedirconsejo.

    —¿Ylosdemásvisitantes?—Procedenenlamayoríadeagenciasprivadasdeinvestigación.Songenteque

    está a oscuras sobre algún asunto y acude a buscar un poco de luz. Atiendo a surelato,doymiopinión,ypresentolaminuta.

    —¿Pretende usted decirme —atajé— que sin salir de esta habitación se lascompone para poner en claro lo que otros, en contacto directo con las cosas, e

    www.lectulandia.com-Página23

  • impuestossobretodossusdetalles,sólovenamedias?—Exactamente. Poseo, en ese sentido, una especie de intuición.De cuando en

    cuando surge un caso más complicado, y entonces es menester ponerse enmovimientoyecharalgunaqueotraojeada.Sabeustedqueheatesoradounacantidadrespetablededatosfueradelocomún;esteconocimientofacilitaextraordinariamentemitarea.Lasreglasdeductivaspormísentadasenelartículoqueacabadesuscitarsudesdén me prestan además un inestimable servicio. La capacidad de observaciónconstituye en mi caso una segunda naturaleza. Pareció usted sorprendido cuando,nadamásconocerlo,observéquehabíaestadoenAfganistán.

    —Alguienselodijo,sinduda.—Enabsoluto.MeconstabaesaprocedenciasuyadeAfganistán.Elhábitobien

    afirmadoimprimealospensamientosunatanrápidayfluidacontinuidad,quemeviabocadoalaconclusiónsinquellegaranahacérsemesiquieramanifiestoslospasosintermedios. Éstos, sin embargo, tuvieron su debido lugar. Helos aquí puestos enorden:«Haydelantedemíunindividuoconaspectodemédicoymilitarauntiempo.Luegosetratadeunmédicomilitar.Acabadellegardeltrópico,porquelatezdesucara es oscura y ése no es el color suyo natural, como se ve por la piel de susmuñecas. Según lo pregona su macilento rostro ha experimentado sufrimientos yenfermedades.Lehanheridoenelbrazoizquierdo.Lomantienerígidoydemaneraforzada... ¿en qué lugar del trópico es posible que haya sufrido unmédicomilitarsemejantes contrariedades, recibiendo, además, una herida en el brazo?Evidentemente, en Afganistán». Esta concatenación de pensamientos no duró elespaciodeunsegundo.Observéentoncesqueveníade laregiónafgana,yustedsequedóconlabocaabierta.

    —Talcomomeharelatadoellance,parececosadenada—dijesonriendo—.MerecuerdaustedalDupindeAllanPoe.Nuncaimaginéquetalesindividuospudieranexistirenrealidad.

    SherlockHolmessepusoenpieyencendiólapipa.—SindudacreeustedhalagarmeestableciendounparaleloconDupin—apuntó

    —.Ahorabien,enmiopinión,Dupinerauntipodepocamonta.Eseexpedientesuyodeirrumpirenlospensamientosdeunamigoconunafraseoportuna,trasuncuartode hora de silencio, tiene mucho de histriónico y superficial. No le niego, desdeluego, talentoanalítico,perodista infinitamentedeserelfenómenoquePoeparecehabersupuesto.

    —¿Haleídousted lasobrasdeGaboriau?—pregunté—.¿RespondeLecoqasuidealdetectivesco?

    SherlockHolmesarrugósarcásticolanariz.—Lecoqeraunchapuceroindecoroso—dijoconlavozalterada—,quenotenía

    sinounasolacualidad,asaber:laenergía.Ciertolibrosuyomeponesencillamente

    www.lectulandia.com-Página24

  • enfermo...Enélsetratadeidentificaraunprisionerodesconocido,sencillísimatareaqueyohubieraventiladoenveinticuatrohorasyparalacualLecoqprecisa,pocomásomenos, seis meses. Ese libro merecería ser repartido entre los profesionales delramocomomanualyejemplodeloquenohayquehacer.

    Hirióalgomiamorpropioalvertratadostandisplicentementeadospersonasqueadmiraba.Meaproximéalaventana,ytuveduranteunratolamiradaperdidaenlacalle llena de gente. «No sé si será este tipomuy listo», pensé paramis adentros,«peronocabelamenordudadequeesunengreído.»

    —No quedan ya crímenes ni criminales —prosiguió, en tono quejumbroso—.¿Dequésirveennuestraprofesióntenerlacabezabienpuestasobreloshombros?Séde cierto que no me faltan condiciones para hacer mi nombre famoso. Ningúnindividuo,ahoraoantesdemí,pusojamástantoestudioytalentonaturalalserviciodelacausadetectivesca...¿Yparaqué?¡Noapareceelgrancasocriminal!Alosumomecruzoconalgunaqueotrachapuceravillanía, tan transparente,quesumóvilnopuedehurtarsesiquieraalosojosdeunoficialdeScotlandYard.

    Persistía enmí el enfado ante la presuntuosa verbosidad demi compañero, demaneraquejuzguéconvenientecambiardetercio.

    —¿Qué tripa se le habrá roto al tipo aquél? —pregunté señalando a ciertoindividuofornidoynomuybientrajeadoqueapasolentorecorríalaaceraopuesta,sindejaral tiempodelanzarunaspresurosasojeadasalosnúmerosdecadapuerta.Portabaenlamanoungransobreazul,ysutrazaeraalavistaladeunmensajero.

    —¿Se refiere usted seguramente al sargento retirado de la Marina? —dijoSherlockHolmes.

    «¡Fanfarrón!»,penséparamí.«Sabequenopuedoverificarsuconjetura.»Apenas si este pensamiento había cruzado mi mente, cuando el hombre que

    espiábamospercibióelnúmerodenuestrapuertayseapresuróaatravesar lacalle.Oímos un golpe seco de aldaba, una profunda voz que venía de abajo y el ruidopesadodeunospasosalolargodelaescalera.

    —¡Para el señor Sherlock Holmes! —exclamó el extraño, y, entrando en lahabitación,entrególacartaamiamigo.¡Eraelmomentodebajarleaésteloshumos!¡Quién lehubieradicho, al soltar aquella andanadaen el vacío, que iba aversedeprontoenelbretedehacerlabuena!

    Preguntéentoncesconmimásacariciadoravoz:—¿Buenhombre,tendríaustedlabondaddedecirmecuálessuprofesión?—Ordenanza,señor—dijoconungruñido—.Meestánarreglandoeluniforme.—¿Qué era usted antes?—inquirí mientras miraba maliciosamente a Sherlock

    Holmesconel rabillodelojo.—Sargento,señor,sargentode infantería ligerade laMarinaReal.¿Nohaycontestación?Perfectamente,señor.

    Yjuntandolostalones,saludómilitarmenteydesapareciódenuestravista.

    www.lectulandia.com-Página25

  • 3.ElmisteriodeLauristonGardens

    NoocultarémisorpresaantelaeficaciaqueotravezevidenciabanlasteoríasdeHolmes. Sentí que mi respeto hacia tamaña facultad adivinatoria aumentabaportentosamente.Aunasí,nopodíaacallarcompletamentelasospechadequefueratodounmontajeenderezadoadeslumbrarmeenvistadealgúnmotivosencillamenteincomprensible.Cuandodirigíhaciaéllamirada,habíaconcluidoyadeleerlanotayensusojosflotabalaexpresiónvacíaysinbrillopordondesemanifiestanalexteriorlosestadosdeabstracciónmeditativa.

    —¿Cómodiantreshallevadoustedacabosudeducción?—pregunté.—¿Quédeducción?—repusopetulantemente.—Caramba,ladequeeraunsargentoretiradodelaMarina.—No estoy para bagatelas —contestó de manera cortante; y añadió, con una

    sonrisa—: Perdone mi brusquedad, pero ha cortado usted el hilo de mispensamientos.Es lomismo...Así,pues,¿no lehabíasaltadoa lavista lacondicióndelmensajero?

    —Puedeestarseguro.—Resultamásfáciladivinarlascosasqueexplicarcómodaunoconellas.Sile

    pidieranunademostracióndeporquédosydossoncuatro,esposiblequesevieraustedenunaprieto,nocabiéndole,contodo,ningunadudaentornoalaverdaddelcaso. Incluso desde el lado de la calle opuesto a aquel donde se hallaba nuestrohombre, acerté a distinguir un ancla azul de considerable tamaño tatuada sobre eldorso de sumano.Primera señalmarinera.El porte eramilitar, sin embargo, y laspatillasseajustabanalalongitudquedictaelreglamento.Henos,pues,instaladosenla Armada. Añádase cierta fachenda y como ínfulas de mando... Seguramente hanotado usted lo erguido de su cabeza y elmodo como hacía oscilar el bastón.Unhombreformal,respetable,porañadidurademedianaedad...Tomadosloshechosenconjunto,¿dequiénpodíatratarse,sinodeunsargento?

    —¡Admirable!—exclamé.—Trivial...—repusoHolmes,aunqueadivinéporsuexpresiónelcontentoqueen

    él habían producido mi sorpresa y admiración—. Dejé dicho hace poco que noquedabancriminales.Puesbien,hededesmentirme.¡Echeunvistazo!

    Meconfiólanotatraídaporelordenanza.—¡Demonios!—gritétrasponerlelavistaencima—,¡esespantoso!—Parecesalirseuntantodeloscasosvulgares—observóflemático—.¿Tendría

    labondaddeleérmelaenvozalta?Heaquílacartaalaquedilectura:

    www.lectulandia.com-Página26

  • «MlQUERIDOSHERLOCKHOLMES,Estanoche,enelnúmerotresdeLauristonGardens,segúnsevaaBrixton,

    senoshapresentadounfeoasunto.Comoalasdosdelamañanaadvirtióelpolicíadeturnoqueestabanlaslucesencendidas,y,dadoqueseencuentralacasa deshabitada, sospechó de inmediato algo irregular. Halló la puertaabierta, y en la pieza delantera, desprovista de muebles, el cuerpo de uncaballero bien trajeado.En uno de sus bolsillos había una tarjeta con estasseñas grabadas: "Enoch J. Drebber, Cleveland, Ohio, U.S.A". No ha tenidolugarroboalguno,niseechadevercómohayapodidosorprenderlamuerteaestedesdichado.Aunqueexistenenlahabitaciónhuellasdesangre,elcuerponoostentaunasolaherida.Desconocemostambiénporquémediooconductovinoadarelfinadoalamansiónvacía;dehecho,elpercancetodopresentarasgosdesconcertantes.Siseleponeatirollegarseaquíantesdelasdoce,mehallará en el escenario del crimen. He dejado orden de que nada se toqueantes de que usted dé señales de vida. Si no pudiera acudir, le explicaría elcasomáscircunstanciadamente,enlaesperanzadequemeconcedieseelfavordesudictamen.

    Lesaludaatentamente,TOBÍASGREGSON.»

    —GregsoneselmásdespiertodelosinspectoresdeScotlandYard—apuntómiamigo—;élyLestradeconstituyenlaflorynatadeunpelotóndetorpes.Desplieganambos rapidez y energía, mas son convencionales en grado sorprendente. Porañadidura,setienenpuestamutuamentelaproa.Enpuntoacelosnolesvaalazagaladamiselamáspresumida,ycomounoyotrodecidantirardelamanta,lacosavaaresultardivertida.

    No podía contener mi sorpresa ante la calma negligente con que iba SherlockHolmesdesgranandosusobservaciones.

    —Desde luego no hay un momento que perder —exclamé—: ¿le parece quellameahoramismoauncochedecaballos?

    —No sé qué decirle. Soy el hombre más perezoso que imaginarse pueda...Cuandomedaporahí,naturalmente,porque,llegadoelcaso,tambiénséandaralacarrera.

    —¿Noeraéstalaocasiónquetantoesperaba?

    www.lectulandia.com-Página27

  • —¿Yquémásda,hombredeDios?Enelsupuestodequemelascompongaparadesenredar la madeja, no le quepa duda que serán Gregson, Lestrade y compañíaquienessellevenloslaureles.¡Heahílomalodeirunoporsucuenta!

    —Lehasuplicadosuayuda...—En efecto.Me sabe superior, y en privado lo reconoce,mas antes se dejaría

    cortarlalenguaqueadmitiresasuperioridadenpúblico.Sinembargo,podemosiraecharunvistazo.Harélascosasamimodo,ycuandomenospodréreírmeacostadeellos.¡Enmarcha!

    Sepusoelgabánatodaprisa,dandomuestras,segúnsemovíadeunladoaotro,dequealadesganaanteriorhabíasucedidounaetapadeeuforia.

    —Noolvidesusombrero—dijo.—¿Deseaustedqueleacompañe?—Sí,sinoseleocurrenadamejorquehacer.Unmomentodespuésnoshallábamos instalados enuncoche, en rápida carrera

    haciaelcaminodeBrixton.Setratabadeunadeesasmañanasbrumosasenqueloscendalesdeniebla,suspendidossobrelos tejadosyazoteas,parecencopiarelsuciobarro callejero. Estaba Holmes de excelente humor, no cesando de abundar enasuntos tales como los violines de Cremona o la diferencia que media entre unStradivarius y un Amati. En cuanto a mí, no abrí la boca, ya que el tiempomelancólicoyelasuntofúnebrequenossolicitabanoeranapropósitoparalevantarleaunoelánimo.

    —Pareceustedtenerelpensamientomuylejosdelcasoquesetraeentremanos—dijealcabo,interrumpiendolachácharamusicaldeHolmes.

    —Faltan datos —repuso—. Es un error capital precipitarse a edificar teoríascuandonosehallaaúnreunidatodalaevidencia,porquesuelesalirentonceseljuiciocombadosegúnloscaprichosdelasuposiciónprimera.

    —Los datos no van a hacerse esperar—observé, extendiendo el índice—; estacalleesladeBrixtonyaquéllalacasa,aloqueparece.

    —Enefecto.¡Pare,cochero,pare!Unascienyardasnosseparabantodavíadenuestrodestino,pesealocualHolmes

    porfióenapearsedelcocheyhacerandandoloquerestabadecamino.El número tres de Lauriston Gardens ofreció un aspecto entre amenazador y

    siniestro.Formabapartedeungrupodecuatroinmueblessitosalgoatrasmanodelacarretera,dosdeelloshabitadosyvacíoslosrestantes.Lasfachadasdeestosúltimosestaban guarnecidas de tres melancólicas hileras de ventanas, tan polvorientas ycegadas que no habría resultado fácil distinguir unas de otras a no ser porque, detrechoentrecho,podíaverse,comounacataratacrecidaenlaoquedaddeunojo,elcartel de «Se alquila».Unos jardincillos salpicados de cierta vegetación anémica yescasa ponían tierra entre la calle y los portales, a los que se accedía por unos

    www.lectulandia.com-Página28

  • senderosestrechos,compuestosdeunasustanciaamarillentaqueparecíasermezcladearcillaygrava.Lalluviacaídadurantelanochehabíaconvertidoelparajeenunbarrizal.Eljardínsehallabaceñidoporunmurodeladrillo,detrespiesdealturaysomerorematedemadera;sobreestecercadooempalizadadescansabasumacicezunguardia,rodeadodeunpequeñogrupodecuriosos,quienes,castigandoinútilmentelavistayelcuello,hacíanloimposibleporalcanzarelinteriordelrecinto.

    Yohabía imaginadoqueSherlockHolmesentraríadegalopeeneledificioparaaplicarse sinunmomentodepérdida al estudiode aquelmisterio.Nadamás lejos,aparentemente,desupropósito.Conunairenegligenteque,dadaslascircunstancias,rayaba en la afectación, recorrió varias veces, despacioso, el largo de la carretera,lanzandomiradasuntantoausentesalsuelo,elcielo,lascasasfronterasylavallademadera. Acabado que hubo semejante examen, se dio a seguir palmo a palmo elsendero,omejordicho,elbordedehierbaqueflanqueabaelsendero,fijoslosojosentierra.Dosvecessedetuvoyunadeellaslevisonreírse,alaparquedesuslabiosescapabaunmurmullodesatisfacción.Seapreciabansobreelsueloarcillosovariasimprontasdepasos;perocomoquieraquelapolicíahabíaestadoyendoyviniendo,no alcanzaba yo a comprender de qué utilidad podían resultar tales huellas a miamigo.Con todo,envistade lasextraordinariaspruebasdefacultadperceptivaquepocoantesmehabíadado,nomecabíalamenordudadequeasusojossehallabanpresentesmuchosmásindiciosquealosmíos.

    Enlapuertanostropezamosaunhombrealtoypálido,decabelleracasiblancaporlorubia,elcual,apenasvernos—llevabaenlamanouncuadernodenotas—,seprecipitóhaciaSherlockHolmes,asiendoefusivamentesudiestra.

    —¡Leagradezcoquehayavenido!—dijo—.Todoestácomoloencontré...—Exceptoeso—repusoHolmesseñalandoelsendero—.Unamanadadebúfalos

    nohabríaobradomayorconfusión.Aunquesindudasupongo,Gregson,queyateníaustedhechaunacomposicióndelugarcuandopermitiósemejanteestropicio.

    —La tarea del interior de la casa no me ha dejado sosiego para nada —dijoevasivamente el detective—.Mi colega el señor Lestrade se encuentra aquí. A élhabíaconfiadomirarporlasdemáscosas.

    Holmesdirigiólosojoshaciamíyenarcósardónicolascejas.—CondostiposcomoustedyLestradeenlabrecha,noséquévaapintaraquí

    unatercerapersona—repuso.Halagado,Gregsonfrotóunamanocontralaotra.—Creo que hemos hecho todo lo hacedero—dijo—; aunque, tratándose de un

    casoextraño,imaginéqueleinteresaríaecharunvistazo.—¿Sellegóustedaquíencoche?—preguntóSherlockHolmes.—No.—¿TampocoLestrade?

    www.lectulandia.com-Página29

  • —Tampoco.—Vamosentoncesadarunavueltaporlahabitación.Trasesteextemporáneoenunciado,entróenlacasaseguidodeGregson,encuyo

    rostrosedibujabalamáscompletasorpresa.Uncortopasillo,polvorientoyconelentarimadodesnudo,conducíaalacocinay

    demás dependencias. Dos puertas se abrían a sendos lados. Una llevaba,evidentemente, varias semanas cerrada. La otra daba al comedor, escenario delmisteriosohechoocurrido.AllísedirigióHolmes,yyodetrásdeél,presaelcorazóndelcautelososentimientoquesiempreinspiralamuerte.

    Setratabadeunagranpiezacuadradacuyotamañoaparecíamagnificadoporlaabsoluta ausencia de muebles. Un papel vulgar y chillón ornaba los tabiques,enmohecidoatrechosydeterioradodemaneraquelastirasdesgarradasycolgantesdejabandevezencuandoaldesnudoelrancioyesosubyacente.Frenteporfrentedelapuertahabíaunaostentosachimenea, rematadaporuna repisaquequería figurarmármolblanco.Aunodelosladosdelarepisaseerguíaelmuñónrojodeunaveladecera. Sólo una ventana se abría en aquellos muros, tan sucia que la luz por ellafiltrada, tenue e incierta, daba a todo un tinte grisáceo, intensificado por la espesacapadepolvoquecubríalaestancia.

    Deestosdetallesqueaquípongomepercatémástarde.Porloprontomiatenciónseviosolicitadaporlatriste,solitariaeinmóvilfiguraqueyacíaextendidasobreelentarimado,fijoslosojosinexpresivosyciegoseneltechosincolor.Setratabadeunhombre de cuarenta y tres o cuarenta y cuatro años, de talla mediana, ancho dehombros, rizado el hirsuto pelo negro, y barba corta y áspera. Gastaba levita ychalecodegruesovelarte,pantalonesclaros,ypuñosycuellodecamisainmaculados.Asulado,enelsuelo,sedestacabalasiluetadeunapulcraybiencepilladachistera.Lospuñoscerrados,losbrazosabiertosylaposturadelaspiernas,trabadasunaconotra, sugerían un trancemortal de peculiar dureza. Sobre el rostro hierático habíadibujado un gesto de horror, y, segúnmepareció, de odio, un odio jamás visto enninguna otra parte. Esta contorsión maligna y terrible, en complicidad con laestrechezdelafrente,lachatedaddelanarizyelprognatismopronunciadodabanalhombremuertounairesimiesco,tantomayorcuantoqueaparecíaelcuerporetorcidoyeninsólitaposición.Hecontempladolamuertebajodiversasapariencias,todas,sinembargo,mástranquilizadorasquelaofrecidaporesasiniestrayoscurahabitaciónaorillasdelacualdiscurríaunadelasgrandesarteriasdelLondressuburbial.

    Lestrade, flacoyconsuairedeanimaldepresa,estabaenpie juntoalumbral,desdedondenosdiolabienvenidaamiamigoyamí.

    —Estecasovaatraercola—observó—.Noselecomparaniunosólodelosquehevistoantes,yllevotiempoeneloficio.

    —¿Algunapista?—dijoGregson.

    www.lectulandia.com-Página30

  • —Enabsoluto—repusoLestrade.Sherlock Holmes se aproximó al cuerpo, e hincándose de rodillas lo examinó

    cuidadosamente.—¿Están seguros de que no tiene ninguna herida? —inquirió al tiempo que

    señalabaunaseriedemanchasysalpicadurasdesangreentornoalcadáver.—¡Desdeluego!—clamaronlosdetectives.—Entonces,caedeporsíqueestasangreperteneceaunsegundoindividuo...Al

    asesino, en el supuesto de que se haya perpetrado un asesinato. Me vienen a lasmientes ciertas semejanzas de este caso con el de la muerte de Van Jansen, enUtrecht,alláporelañotreintaycuatro.¿Recuerdaustedaquelsuceso,Gregson?

    —No.—Nodejeentoncesdeacudiralosarchivos.Nadahaynuevobajoelsol...Cada

    actoocadacosatieneunprecedenteenelpasado.Altiemposuságilesdedosvolabandeunladoparaotro,palpando,presionando,

    desabrochando, examinando, mientras podía apreciarse en los ojos esa expresiónremotaalaqueanteshealudido.Tanprestollegóelreconocimientoatérmino,quenadiehubierapodidoadivinarsuexactitudexquisita.Laoperacióndeaplicarlanarizaloslabiosdeldifunto,yunaojeadaalasbotasdecharol,pusieronelpuntofinal.

    —Medicenqueelcuerponohasidodesplazado—señalóinterrogativamente.—Lomínimonecesarioparaelfindenuestraspesquisas.—Pueden llevarlo ya al depósito de cadáveres—dijo Holmes—. Aquí no hay

    nadamásquehacer.Gregsondisponíadeunacamillaycuatrohombres.Asullamadapenetraronenla

    habitación,yelextrañofueaupadodelsueloyconducidofuera.Cuandoloalzabanseoyó el tintineo de un anillo, que rodó sobre el pavimento. Lestrade, tras habersehechoconlaalhaja,ledirigióunamiradallenadeconfusión.

    —En la habitación ha estado una mujer —observó—. Este anillo de bodaperteneceaunamujer...

    Ymientras así decía, nosmostraba en la palma de la mano el objeto hallado.Hicimoscorroentornoaélyechamosunaojeada.Saltabaalavistaqueelescuetoarodeorohabíaadornadoundíalamanodeunanovia.

    —Senos complica el asunto—dijoGregson—. ¡Y sabeDios queno era antessencillo!

    —¿Estáustedsegurodequenosesimplifica?—repusoHolmes—.Veamos,nova a progresar ustedmucho con esamirada de pasmo..., ¿encontraron algo en losbolsillosdelmuerto?

    —Está todo allí —dijo Gregson señalando unos cuantos objetos reunidos enmontónsobreunodelosprimerospeldañosdelaescalera—.Unrelojdeoro,númeronoventaysietecientosesentaytres,delacasaBarrauddeLondres.Unacadenadelo

    www.lectulandia.com-Página31

  • mismo,muymacizaypesada.Unanillo,tambiéndeoro,queostentaelemblemadelamasonería.Unalfilerdeorocuyorematefiguralacabezadeunbulldog,condosrubíes amododeojos.TarjeterodepieldeRusia conunas cartulinas anombredeEnoch J. Drebber de Cleveland, título que corresponde a las iniciales E. J. D.bordadas en la ropa blanca. No hay monedero, aunque sí dinero suelto por unmontante de siete libras trece chelines.Una edición de bolsillo delDecamerón deBoccaccio con el nombre de Joseph Stangerson escrito en la guarda. Dos cartas,dirigidaunaaE.J.Drebber,yaJosephStangersonlaotra.

    —¿Yladirección?—American Exchange, Strand, donde debían permanecer hasta su oportuna

    solicitación.ProcedenambasdelaGuionSteamshipCompany,ytratandelazarpadesusbuquesdesdeLiverpool.AlavistaestáqueestedesgraciadosedisponíaavolveraNuevaYork.

    —¿HaaveriguadoustedalgosobreeltalStangerson?—Inicié las diligencias de inmediato—dijoGregson—.Hepuesto anuncios en

    todos los periódicos, y uno de mis hombres se halla destacado en el AmericanExchange,dedondenohavueltoaún.

    —¿HanestablecidocontactoconCleveland?—Estamañana,portelegrama.—¿Cómoloredactaron?—Tras hacer una relación detallada de lo sucedido, solicitamos cuanta

    informaciónpudierasernosútil.—¿Hizohincapiéenalgúnpuntoquelepareciesedeespecialimportancia?—PedíinformesacercadeStangerson.—¿Nadamás?¿Noexisteparaustedningúndetallecapitalsobreelquereposeel

    misteriodeesteasunto?¿Notelegrafiarádenuevo?—Hedichocuantoteníaquedecir—repusoGregsonconeltonodeamorpropio

    ofendido.SherlockHolmesrióparasí,yparecíaprestoaunaobservación,cuandoLestrade,

    ocupadoduranteel interrogatorioenexaminar lahabitacióndelantera,hizoactodepresencia,frotándoselasmanosconmuchafachenda.

    —ElseñorGregson—dijo—,acabadeencontraralgodesumaimportancia,algoquesenoshabríaescapadosinollegaadarmeporexploraratentamentelasparedes.

    Brillabancomobrasaslosojosdelhombrecillo,aduraspenascapazdecontenerlaeuforiaenéldespertadaporesetantodeventajaobtenidosobresurival.

    —Síganme—dijovolviendoa lahabitación,menos sombríadesdeelmomentoenquehabíasidoretiradosulívidoinquilino—.¡Ahora,aguarden!

    Encendióunfósforofrotándolocontralasueladelabota,yloacostóaguisadeantorchaalapared.

    www.lectulandia.com-Página32

  • —¡Veanustedes!—exclamó,triunfante.Hedichoantesqueelpapelcolgabaenandrajosaquíyallá.Justodondearrojaba

    ahoraelfósforosuluz,unagrantirasehabíadesprendidodelsoporte,descubriendounparchecuadradodetoscorevoco.Deladoaladopodíaleerse,garrapateadaenrojosangriento,lasiguientepalabra:

    RACHE—¿Qué les parece?—clamó el detective alargando lamano con desparpajo de

    farandulero—. Por hallarse estos trazos en la esquinamás oscura de la habitaciónnadieleshabíaechadoelojoantes.Elasesinoolaasesinalosplasmóconsupropiasangre.Observenesagotaquesehaescurridoparedabajo...Enfin,quedaexcluidalahipótesis del suicidio. ¿Por qué hubo de ser escrito elmensaje precisamente en elrincón? Ya he dado con la causa. Reparen en la vela que está sobre la repisa. Seencontrabaentoncesencendida, resultandodeahíunaclaridadmayoren laesquinaqueenelrestodelapieza.

    —Muy bien. ¿Y qué conclusiones saca de este hallazgo suyo? —preguntóGregsonentonodespectivo.

    —Escuche: el autor del escrito, hombre o mujer, iba a completar la palabra«Rachel» cuando se vio impedido de hacerlo. No le quepa duda que una vezdesentrañado el caso saldrá a relucir una dama, de nombre, precisamente... ¡Sí, ríacuanto quiera, señor Holmes, mas no olvide, por listo que sea, que después dehabladas y pensadas las cosas, no resta mejor método que el del viejo perro derastreo!

    —Le ruego que me perdone—repuso mi compañero, quien había excitado lacóleradelhombrecilloconunsúbitoaccesoderisa—.Sindudacorrespondeaustedelmérito de haber descubierto antes que nadie la inscripción, debida, según ustedafirma,a lamanodeunode losactoresdeestedrama.Nomehadado lugaraúnaexaminarlahabitación,cosaalaqueahoraprocederéconsupermiso.

    Esto dicho, desenterró de su bolsillo una cinta métrica y una lupa, de gruesocristal y redonda armadura. Pertrechado con semejantes herramientas, se aprestódespués a una silenciosa exploración de la pieza, deteniéndose unas veces,arrodillándoseotras,llegandoinclusoaponersedebrucesenelsueloendeterminadaocasión. Tan absorto se hallaba por la tarea, que parecía haber olvidado nuestrapresencia, estableciendo consigo mismo un diálogo compuesto de un pintorescoconjunto de exclamaciones, gruñidos, susurros y ligeros gritos de triunfo y ánimo,emitidos en ininterrumpida sucesión. Imposible era, frente aparejo espectáculo, nodarseapensarenunsabuesobienentrenadoydepurasangreenpersecucióndesupresa,orahaciendocamino,oradeshaciendo lo andado, anhelante siemprehasta elhallazgodelrastroperdido.Másdeveinteminutosduraronlaspesquisas,enelcursodelascualesfueronmedidasconprecisiónmatemáticadistanciasentremarcaspara

    www.lectulandia.com-Página33

  • mí invisibles, o aplicada la cinta métrica, repentinamente, y de forma igualmenteinalcanzable, a los muros de la habitación. En cierto sitio reunió Holmes unmontoncitodepolvogrisyloguardóenunsobre.Finalmente,aplicóalojolalupaysometió cada una de las palabras escritas con sangre a un circunstanciadísimoexamen.Hecholocual,debiódarlaspesquisasporterminadas,yaquefueronlupaycintadevueltosasusprimitivoslugares.

    —Se ha dicho que el genio se caracteriza por su infinita sensibilidad para eldetalle—observó con una sonrisa—. La definición es muy mala, pero rige en lotocantealoficiodetectivesco.

    GregsonyLestradehabíanseguidolasmaniobrasdesucompañeroamateurconnotable curiosidad y un punto de desdén. Evidentemente ignoraban aún, como yohabía ignoradohastapocoantes,que losmás insignificantesademanesdeSherlockHolmesibanenderezadossiempreaunfinprácticoydefinido.

    —¿Cuálessudictamen?—inquirieronacoro.—¿Mecreencapazdemenoscabarsumérito,osandoiluminarlessobreelcaso?

    —repuso mi amigo—. Están ustedes llevándolo muy diestramente, y sería penainmiscuirse.

    Nonecesitodecirlahirienteironíadeestaspalabras.—Si tienenustedes en lo sucesivo labondadde confiarme lanaturalezade sus

    investigaciones—prosiguió—,me placerá ayudarles en lamedida demis fuerzas.Entretantoseríaconvenientecruzarunaspalabrasconelpolicíaquehallóelcadáver.¿Podríasabersunombreydirección?

    Lestradeconsultóunlibrodenotas.—John Rance—dijo—. Está ahora fuera de servicio. Puede encontrarle en el

    cuarentayseisdeAudleyCourt,KenningtonParkGate.Holmestomónotadeladirección.—Venga,doctor—añadió—;vayamosaecharunvistazoanuestrohombre...En

    cuanto a ustedes—dijo volviéndose hacia los policías—, les haré saber algo queacasoseadesuincumbencia.Existeunasesinato,cometido,paramásseñas,porunhombre.Midemásdeunoochenta,sehallaen laflorde lavida, tienepiepequeñopara su altura, llevaba a la sazón unas botas bastas de punta cuadrada y estabafumandouncigarropurotipoTrichinopoly.Llegóaquíconsuvíctimaenuncarruajedecuatroruedas, tiradoporuncaballocon trescascosviejosyunonuevo,elde lapatadelanteraderecha;probablementeelasesinoesdefazrubicunda,yostentaenlamano diestra unas uñas de peculiar longitud. No son muchos los datos, aunquepuedenresultardealgunaayuda.

    LestradeyGregsonintercambiaronunasonrisadeincredulidad.—Suponiendoquesehayaproducidounasesinato,¿cómollegóaserejecutado?

    —preguntóelprimero.

    www.lectulandia.com-Página34

  • —Veneno—repusocortanteSherlockHolmes,ysedirigióhacialapuerta—.Otracosa,Lestrade—añadióantesdesalir—.«Rache»espalabraalemanaquesignifica«Venganza»,demodoquenopierdaeltiempobuscandoaunadamadeesenombre.

    Disparada la última andanada dejó la habitación, y con ella a los dosboquiabiertosrivales.

    www.lectulandia.com-Página35

  • 4.ElinformedeJohnRance

    AlaunadelatardeabandonamoselnúmerotresdeLauristonGardens.SherlockHolmesmecondujohastalaoficinadetelégrafosmáspróxima,dondedespachóunalarganota.Despuésllamóauncochedealquiler,ydioalconductorladirecciónquepocoantesnoshabíafacilitadoLestrade.

    —Lamejorevidenciaeslaqueseobtienedeprimeramano—observómiamigo—;yotengohechayaunacomposicióndelugar,yaúnasínodesdeñoningúnnuevodato,pormenudoqueparezca.

    —Measombrausted,Holmes—dije—.Pordescontado,noestáustedtansegurocomoparecedelosparticularesqueenumeróhaceunrato.

    —Noexisteposibilidaddeerror—contestó—.Nadamásllegadoechédeverdossurcosqueuncarruajehabíadejadosobreelbarro,aorillasdelaacera.Comodesdehaceunasemana,yhastaayernoche,nohacaídounagotadelluvia,erafuerzaqueesas dos profundas rodadas se hubieran producido justo por entonces, esto es, yaanochecido.También aprecié pisadas de caballo, las correspondientes a uno de loscascosmásnítidasquelasdelosotrostresrestantes,pruebadequeelanimalhabíasidoherradorecientemente.Enfin,sielcocheestuvoallídespuésdecomenzadalalluvia,peroyanoestaba—almenostalaseguraGregson—porlamañana,sesigueque hizo acto de presencia durante la noche, y que, por tanto, trajo a la casa anuestrosdosindividuos.

    —De momento, sea... —repuse—; ¿pero cómo se explica que obre en suconocimientolaestaturadelotrohombre?

    —Es claro; en nueve de cada diez casos, la altura de un individuo está enconsonanciaconellargordesuzancada.Elcálculonopresentadificultades,aunquetampocoescuestióndequeleaburraahoraausteddándolepormenores.Lashuellasvisibles en la arcilla del exterior y el polvo del interiorme permitieron estimar elespacio existente entre paso y paso. Otra oportunidad se me ofreció para poner apruebaestaprimeraconjetura...Cuandounhombreescribesobreunapared,alargalamano, por instinto, a la altura de sus ojos. Las palabras que hemos encontrado sehallabanamásdeseispiesdelsuelo.Comove,setratadeunjuegodeniños.

    —¿Ylaedad?—Untipoquedeunazancadaseplantaacuatropiesymediodedondeestaba,

    anda todavía bastante terne. En el sendero del jardín vi un charco de semejanteanchuracondosclasesdehuellas:lasdelasbotasdecharol,quelohabíanbordeado,ylasdelasbotasdepunteracuadrada,quehabíanpasadoporencima.Aquínohaymisterios.Me limitoaaplicara lavidaordinaria lospreceptossobreobservaciónydeducciónqueustedpudoleerenaquelartículo.¿Tienealgunaotracuriosidad?

    www.lectulandia.com-Página36

  • —Lalongituddelasuñasylamarcadeltabaco—dije.—Lainscripcióndelaparedfueefectuadaconlauñadeldedoíndice,untadaen

    sangre.A través de la lupa acerté a observar que el estuco se hallaba algo rayado,prueba de que la uña no había sido recortada. Recogí una muestra de la cenizaesparcidapor el suelo.Eraoscura,y como formandoescamas: este residuo sólo loproduceun cigarro tipoTrichinopoly.He leído estudios sobre la cenizadel tabaco,llegandoaescribirinclusountrabajocientífico.Mepreciodepoderdistinguirtodaslasmarcasdepuroocigarrillonomásqueechandounvistazoasusrestosquemados.Endetallescomoéstesediferenciaeldetectivehábilde lospracticonesalestilodeLestradeoGregson.

    —¿Ylafazrubicunda?—pregunté.—Ésahasidounaconjeturauntantoaventurada,aunquenodudodesuverdad.

    Demomento,permítamecallarsemejantepunto.Mepasélamanoporlafrente.—Sientocomosifueraaestallarmelacabeza...—observé—.Cuantomáscavilo

    sobre el asunto, más enigmático se me antoja. ¿Cómo diablos entraron los doshombres—supuestoquefuesendos—enlacasavacía?¿Quéhasidodelcocheroquelosllevóhastaella?¿Dequéexpedienteusóunodelosindividuosparaqueengullerael otro el veneno? ¿De dónde procede la sangre? ¿Cuál pudo ser el objeto delasesinato,sidescartamoselrobo?¿Porquéconductollegóelanillodelamujerhastalacasa?Antetodo,¿asantodequésepusoaescribirelsegundohombrelapalabraalemana«RACHE»antesde levantar elvuelo?Me reconozco incapazdeponer enarmoníatantoshechoscontradictorios.

    Micompañerosonriócongestoaprobatorio.—Ha resumido usted los aspectos problemáticos del caso de forma sucinta e

    inteligente—dijo—.Restaaúnmuchoporserelucidado,aunquetengoyaprontounveredictosobrelospuntosclave.EnloreferentealdescubrimientodeeseinfelizdeLestrade,setratanomásquedeunaañagazaparasituaralapolicíasobreunapistafalsa, insinuándole historias de socialismo y sociedades secretas. Mas no hayalemanespormedio.La«A»,fíjesebien,estabaescritaconcaligrafíaunpocogótica.Ahorabien,losalemanesdeverasempleansiempreloscaractereslatinos,dedondecabeafirmarquenoshallamosfrenteaunburdoimitadorempeñadoenexageraruntanto su papel. Existía el propósito de conducir la investigación fuera de su cursoadecuado. De momento, no más aclaraciones, doctor; como usted sabe, losadivinadoresmalogran sumagia aldesvelar el artificioquehaydetrásde ella, y sicontinúo explicándole mi método va a llegar a la conclusión de que soy un tipovulgar,despuésdetodo.

    —Puede usted tener la seguridad de lo contrario —repuse—; ha traído lainvestigacióndetectivescaaungradodeexactitudcientíficaquejamásvolveráaser

    www.lectulandia.com-Página37

  • vistoenelmundo.Un puro rubor de satisfacción encendió el rostro de mi compañero ante

    semejantespalabrasyeltonodeverdadconqueestabandichas.Habíayaobservadoqueeratansensibleelhalagoenloatañederoasuarte,comopuedaserlocualquiermuchachitarespectodesubellezafísica.

    —Otra cosa voy a confiarle —dijo—. El que gastaba bota acharolada, y suacompañante, el de las botas de puntera cuadrada, llegaron en elmismo coche dealquilerehicieronelsenderojuntosyenbuenaamistad,probablementecogidosdelbrazo.Unavezdentro,recorrieronvariasveceslahabitación—mejordicho,lasbotasdecharolpermanecieronfijasenunpuntomientraslasotrasmedíansucesivamentelaestancia—.Estoshechossehallabanescritosenelpolvo;pudeapreciartambiénqueel individuo en movimiento fue dejándose ganar por el nerviosismo. La longitudcrecientedesuspasoslodemuestra.Enningúninstantedejódehablar,altiempoquesufuria,sinduda,ibaenaumento.Entoncesocurriólatragedia.Disponeustedyadetodos losdatosciertos,puestoque losrestantesentranenelcampode laconjetura.Nuestrabasedepartida,sinembargo,noesmala.¡Ahora,apresurémonos!¡NoquierodejardeasistirestatardealconciertoqueenelHalldaNormanNeruda!

    Esta conversación tuvo lugar mientras el carruaje hilaba su camino por unainfinitasucesióndesuciascallesytristespasadizos.Llegadoséramosalmássucioytristedetodos,cuandoelcocherodetuvodeprontosuvehículo.

    —AhíestáAudleyCourt—explicó,señalandounagrietaocorredorabiertoenelfronteromurodeladrillos—.Devuelta,mehallaránenelmismolugar.

    AudleyCourt no eraunparajeplacentero.Calle adelantedesembocamos enunpatiocuadrangular,tendidodelosasyconsórdidasconstruccionesaloslados.Allí,entregruposdechiquillosmugrientos,ysorteandolascuerdasempavesadasderopapuestaasecar,llegamosanuestroparadero,lapuertadelnúmero45,guarnecidadeunapequeñaplacadebroncequeostentabaelnombrede«Rance».Fuimosenteradosdequeelpolicíaestabaenlacama,yhubimosdeaguardarloenunabrevepiezaquealaentradahacíalasvecesdesaladerecibir.

    Al fin apareció el hombre, un tanto enfadado, según se echaba de ver, por lasúbitainterrupcióndesusueño.

    —Yahepresentadomiinformeenlacomisaría—dijo.Holmesenterrólamanoenelbolsillo,sacómediosoberano,ysepusoajuguetear

    conéldespaciosamente.—Resultaquenosgustaríaoírlorepetidodesuspropioslabios—afirmó.—Estoy a su completa disposición —repuso entonces el policía, súbitamente

    fascinadoporelpequeñodiscodeoro.—Diganomás,comolevengaalasmientes,loqueustedpresenció.Rancetomóasientoenelsofádecrinycontrajolascejas,enlaactituddequien

    www.lectulandia.com-Página38

  • seconcentraparaponertodasualmaenunaempresa.—Ahívalahistoriaentera—dijo—.Mirondaduradesdelasdiezdelanochea

    lasseisdelamadrugada.Alasoncehubotrifulcaen«ElCiervoBlanco»,pero,fueradeeso,noseprodujootranovedadduranteel tiempodeservicio.Alauna,cuandocomenzabanacaerlasprimerasgotas,metropecéenlaesquinadeHenriettaStreetaHarryMurcher—el que tiene a su cargo la vigilancia deHollandGrove—, y allíestuvimosdepaliqueunbuenrato.Hacialasdos—oquizáunpocomástarde—mepuseotravezenmovimientoparaversitodoseguíaenordenenBrixtonRoad.Niunsusurroseoíaenlacalleenfangada...Tampocosemeechóalacarapersonaviviente,aunquemerebasaronunoodoscoches.Seguímimarcha,pensando,dichoseaentrenosotros,enlobienquemevendríaunvasodeginebracalentita,delosdeacuatro,cuandosúbitamentepercibíunrayodeluzfiltrándoseporunadelasventanasdelacasa en cuestión. Ahora bien, yo sabía que esas dos casas de Lauriston Gardensestabandeshabitadasconmotivodeunosdesagüesqueeldueñosenegabaareponer,siendoasíqueelúltimoinquilinohabíamuertodeunastifoideas.Medejóuntantopatitieso aquella luz, y sospeché de inmediato alguna irregularidad. Alcanzada lapuerta...

    —Sedetuvousted,yretrocediódespuéshastalacanceladeljardín—interrumpiómicompañero—.¿Porqué?

    Rancesesobrecogiótodo,fijoslosmaravilladosojosenSherlockHolmes.—¡Cierto,señor!—dijo—,aunqueeldiablomeconfundasillegoasaberalguna

    vez cómo lo ha adivinado usted. En fin, ganada la puerta,me pareció aquello tansilencioso y solitario que consideré oportuno agenciarme antes la ayuda de otrapersona.Nohaybichodecarneyhuesoquemeasuste,peromedioporimaginarquealomejoreldifuntodelasfiebrestifoideasandabarevolviendoenlosdesagüesparaverquéselohabíallevadoalotromundo.Estaideameprodujocomouncosquilleo,y viré hasta la puerta del jardín, desde donde no se oteaba rastro de la linterna deMurchernidepersonaalguna.

    —¿Nohabíanadieenlacalle?—Nadie,señor,nitansiquieraunperroseechabadever...Hiceentoncesdetripas

    corazón, volví sobremis pasos y empujé la puerta.Adentro no encontré novedad,sólounaluzbrillandoenlahabitación.Setratabadeunavelacolocadaencimadelarepisadelachimenea,unavelaroja,porcuyoresplandoryo...

    —Sí, séya todo loqueustedvio.Diovariasvueltaspor lapieza,ydespués sehincóde rodillas juntoalcadáver,ydespuéscaminóenderechuraa lapuertade lacocina,ydespués...

    John Race se puso en pie de un salto, pintado el susto en la cara y con unaexpresióndedesconfianzaenlosojos.

    —¿Desdedóndeestuvoespiándome?—exclamó—.Medaen lanarizquesabe

    www.lectulandia.com-Página39

  • ustedmuchomásdeloquedebiera.Soltandounacarcajada,arrojóHolmessutarjetasobrelamesa.—¡No se le ocurra arrestarme por asesinato!—dijo—. Soy de la jauría, no la

    piezaperseguida.ElseñorGregsonoelseñorLestradepuedenatestiguarlo.Ahora,adelante.¿Quéocurrióacontinuación?

    Rancevolvióasentarse,sinquedesaparecieraemperodesurostrolaexpresióndedesconfianza.

    —Volvía lacancelaehicesonarmisilbato.A la llamadaacudieronMurcheryotrosdoscompañeros.

    —¿Seguíalacalledespejadadegente?—Degenteútil,sí.—¿Quéquiereusteddecir?Labocadelpolicíasedistendióenunaampliasonrisa.—Llevo vistos muchos hombres en mi vida —adujo—, aunque todos se me

    antojansobriosalladodeaqueltipo.Estabajuntoalacancelacuandosalídelacasa,apoyado en la verja y gritando a los cuatro vientos una canción que se titulaColumbine's New-fangled Banner, o cosa por el estilo. No se aguantaba en pie.¡Bonitaayudaibaaprestarme!

    —Descríbamealhombre—dijoSherlockHolmes.EstareiteradadigresiónparecióirritaruntantoaRance.—¡Un borracho muy peculiar! —prosiguió—. A no ser el momento que era,

    habríaacabadoenlacomisaría.—Surostro,susropas...¿Reparóenellas?—atajóHolmesimpaciente.—¿Cómono,sihubimosdesentarlo,paraquenosecayera,entreMurcheryyo?

    Erauntipolargo,demejillasrojas,conlaparteinferiordelacaraembozada...—Bastaconeso—exclamóHolmes—.¿Quéfuedelhombre?—¡Pues no teníamos poco que hacer, para cuidar encima de él! —repuso el

    policíaentonoofendido—.Estesetranquilo:habrásabidovolversolitoasucasa.—¿Cómoibavestido?—Conunabrigomarrón.—¿Sosteníaunlátigoenlamano?—¿Unlátigo?No...—Nolollevabaconsigoestasegundavez...—murmurómicompañero—.¿Oyó

    ustedopudoveralcabodeunrato,uncochedecaballos?—No.—Ea,esdueñousteddemediosoberano—dijomicompañero,poniéndoseenpie

    yrecogiendosusombrero—.Temo,Rance,quenoleaguardaunfuturobrillanteenelCuerpo.Lacabezadeustednodebierasersólodeadorno.Pudohaberganadoayernoche los galones de sargento. El hombre que sostuvo en sus brazos encierra la

    www.lectulandia.com-Página40

  • solucióndeestemisterio,yconstituyeelprincipalobjetodenuestraspesquisas.Noesmomento de que demos más vueltas al asunto... Confórmese con mi palabra.Andando,doctor...

    Enfilamosel caminodevuelta al coche,dejandoanuestro informador indecisoentrelaincredulidadylapena.

    —¡Valiente idiota! ¡Pensarquehadesperdiciadounadeesasoportunidadesquesólosepresentanunavezenunmillón!

    —Yo estoy aún a oscuras. La descripción del hombre coincide con suspresuncionesacercadelsegundoactordeestedrama,pero...¿porquéhubodevolveralacasa?Nosuelenconducirseasíloscriminales.

    —El anillo, amigo mío, el anillo; he ahí la causa de su retorno. Si no se nospresentaotromediodeecharel lazoalcriminal,podemosaúnprobarsuerteconelanillo.Voyaatraparlo,doctor;leapuestoausteddosaunoquenosemevadelasmanos.Porcierto,gracias.Anoserporsuinsistencia,mehabríaperdidoelcasomásbonito de todos cuantos se me han presentado. Podríamos llamarlo estudio enescarlata... ¿Por qué no emplear por una vez una jerga pintoresca?Existe una rojahebra criminal en la madeja incolora de la vida, y nuestra misión consiste endesenredarla, aislarla, y poner al descubierto sus más insignificantes sinuosidades.Ahoraacomer,ydespuésaoíraNormanNeruda.Manejaeldedoypulsalacuerdade modo admirable... ¿Cuál esa melodía de Chopin que interpreta tanmaravillosamente?Tra-lala-Lara-lira-lei.

    Y el sabueso amateur, recostado en su asiento, siguió lanzando trinos, en tantomeditabayosobrelosarcanosdelalmahumana.

    www.lectulandia.com-Página41

  • 5.Nuestroanuncioatraeaunvisitante

    Conelexcesivoajetreodelajornadaseresintióminofuertesalud,yporlatardeestabaagotado.DespuésqueHolmeshubopartidoalconcierto,busquéelsofáparadescabezarallídoshorasdesueño.Vanointento.Trastodoloocurrido,nocesabandecruzar pormi agitada imaginación lasmás insólitas conjeturas y fantasías.Apenascerradoslosojosveíadelantedemíeldescompuestosemblante,latrazasimiescadelhombreasesinado.Tansobrecogedoraeralaimpresiónsuscitadaporeserostroque,aun sin quererlo, sentía un impulso de gratitud hacia la mano anónima que habíaobrado su extrañamiento de este mundo. Nunca se ha plasmado el vicio conelocuencia tan repugnante como la manifestada por las facciones de Enoch J.Drebber, avecindado en Cleveland. Naturalmente, no desconocía que la ley tienetambiénsusimperativosyqueladepravacióndelavíctimanoconstituyemotivodedisculpaparaelcriminal.

    Cuantomáscavilabasobreloacontecido,tantomásextraordinariasemevolvíalahipótesis de mi compañero acerca de una muerte por envenenamiento. Recordabaahorasugestodeaplicarlanarizaloslabiosdelinterfecto,ynodudabaenatribuirloaalgunarazóndepeso.Perodescartadoelveneno,¿aquécausaremitirse,sinoseapreciaban heridas ni huellas de estrangulamiento? Y además, ¿a quién demoniospertenecía la sangre, profusamente esparcida por el suelo? No existían señales delucha,nisehabíaencontradojuntoalcuerponingúnarmadequepudieraservirseelagredidoparaatacarasuofensor.¡Durotrabajoeldeconciliarelsueño,paraHolmesnomenos que paramí, enmedio de tanto interrogante sin respuesta! Sólo de unasecretaysatisfactoriaexplicaciónde loshechos,unaexplicaciónqueaúnnosemealcanzaba, podía dimanar, según me lo parecía a mí entonces, la serena y seguraactituddeHolmes.

    Éste volvió tarde,muchomás de lo que el concierto exigía. La cena estaba yaservida.

    —¡Soberbio recital!—comentómientras tomaba asiento—. ¿Recuerda usted loqueDarwinhadichoacercade lamúsica?Ensuopinión, lafacultaddeproduciryapreciar una armonía data en la raza humana demayor antigüedad que el uso dellenguaje. Acaso sea ésta la causa de que influya en nosotros de forma tan sutil.Pervivenennuestrasalmasrecuerdosborrososdeaquellossiglosenqueelmundosehallabaaúnensuniñez...

    —Nomeparecelaideamuyestricta—apunté.—Las ideas sobre la naturaleza han de ser tan holgadas como la naturaleza

    misma.¿Cómopodríadeotramaneraseréstainterpretada?Apropósito—prosiguió—,suaspectonoeseldesiempre.SeconocequeelasuntodeBrixtonRoadletienea

    www.lectulandia.com-Página42

  • ustedtrastornado.—Novoyadecirlequeno—repuse—.Yel casoesquecon la experienciade

    Afganistándebierahabermecurtidounpoco.HevistoacamaradashechospicadilloenMaiwandsinconmovermedeestemodo.

    —Me hago cargo. Este asunto está envuelto en un misterio que estimula laimaginación;sinlaimaginaciónnoexisteelmiedo.¿Haleídoustedelperiódicodeestatarde?

    —No.—Rindecumplidacuentadelosucedido,quitandoque,alseraupadoelcuerpo,

    rodóunanillodecompromisoporelsuelo.Noesinoportunoelolvido.—Explíquemeeso.—Eche un vistazo a este anuncio—repuso—. He enviado por la mañana uno

    idénticoacadaperiódico,inmediatamentedespuésdeocurridalacosa.Mehizo llegarelperiódicodesdeelotro ladode lamesa,yyobusquécon los

    ojos el lugar señalado. Ocupaba el mensaje la cabeza de la columna destinada a«Hallazgos».

    «Estamañana»,decía,«hasidoencontradounanillodecompromiso,enorodeley,eneltramodeBrixtonRoadcomprendidoentrelatabernade"ElCiervoBlanco"yHolandGrove.DirigirsealDoctorWatson,221B,BakerStreet,deochoanuevedelanoche.»

    —Disculpequehayautilizadosunombre—prosiguió—,peroelmíohabríasidovistoporalgunodeestosbadulaques,siempreprontosameterlasnaricesdondenolesllaman.

    —Esonoimporta—repuse—.Importamásquenotengoelanillo.—¡Claro que lo tiene! —exclamó, entregándome uno—. Para el caso es lo

    mismo,casiunfacsímil.—¿Yquiéncreeustedquecontestaráalanuncio?—Naturalmenteeltipodeabrigomarrón,nuestroamigoderostrocongestionado

    y botas con puntera cuadrada. Si no se presenta él personalmente, enviará a uncómplice.

    —¿Noseleantojalamaniobrademasiadopeligrosa?—Enabsoluto.Siestoyenlocierto,ytodoindicaquetaleselcaso,elhombre

    quenospreocupasacrificaríacualquiercosapornoperderelanillo.Sospechoqueselecayóalsuelocuandoseinclinabasobreelcadáver,yquealprontonoloechóenfalta. Después de abandonar la casa y descubrir su pérdida, dio presurosamarchaatrás,pero laPolicíahabíasidoatraídayaacausade lavela,que tontamentehabíadejadoencendida.Sefingióborrachoparadespejar lassospechasacasodespertadaspor su presencia en la cancela.Ahora, póngase en el pellejo de nuestro personaje.Revisandoelcaso,lehabrádadoporpensarqueelextravíohapodidoproducirseen

    www.lectulandia.com-Página43

  • la calle, fuera ya de la casa. ¿Qué hacer entonces? Sin duda ha consultadoafanosamente losperiódicosde la tarde, en la esperanzadehallar razóndel objetoperdido.Mianuncionohapodidoescaparasuatención.Estaráahorafelicitándosedesu suerte. ¿Por qué recelar una trampa?Desde su punto de vista, ninguna relaciónpuede establecerse entre el hallazgo del anillo y el asesinato. Es probable quevenga...,mejoraún,esinevitable.Aquíletendremosantesdeunahora.

    —¿Ydespués?—dije.—Déjelodemicuenta...¿Disponeusteddealgúnarma?—Miviejorevólverdesoldadoyunoscuantoscartuchos.—Pues ya está usted limpiando ese revólver y poniendo los cartuchos en la

    recámara.Nuestrovisitanteesunhombredesesperado,sinnadaqueperder;acasonobasteelcogerlodesprevenido.

    Fuiamialcobaehiceloquesemehabíaaconsejado.CuandovolvíconlapistolaestabayalamesadespejadayHolmes,comootrasveces,matabaeltiempoarañandolascuerdasdesuviolín.

    —Cada vez es más espesa la maraña—observó al verme entrar—. Acabo derecibir desdeAmérica contestación ami telegrama, y resulta quemehallaba en locierto.

    —Explíquese—pedíentonces,impaciente.—Este violín requiere cuerdas nuevas—dijo evasivamente Holmes—. En fin,

    métase la pistola en el bolsillo, y cuando se nos presente aquí ese pájaro, háblelesosegadamente. Yo me ocupo del resto. Evite las miradas insistentes, no vaya adespertarenélsospechas.

    —Sonenesteinstanteexactamentelasocho—comenté,mirandoelreloj.—Estaráprobablementeaquípasadosunosminutos.Deje lapuertaentreabierta.

    Así...Ahora,introduzcalallaveporlapartededentro.¡Gracias!Encontréayerestararezaenunpuestodelibrosdelance...SetratadeDeJureínterGentesimpresoenlatínporunacasadeLieja,enlosPaísesBajos,alláporelaño1642.Lacabezadelrey Carlos no había rodado aún por el cadalso cuando este pequeño volumen detejuelosmarronesviolaluz.

    —¿Quiéneselimpresor