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Sonora y Coahuila: Enclave y Nación María del Rosario Robles1
Introducción
En el presente avance de investigación trataremos de responder una de las
preguntas esenciales de nuestro estudio ¿Son diferentes las prácticas
empresariales en Sonora y Coahuila? ¿Podemos identificar características
distintivas en uno y otro Estado? Si esto es así ¿Podemos establecer las causas
de esta distinción? Para ello, lo primero que haremos es asumir una posición
teórica, la cual conlleva determinados riesgos que estamos dispuestos a afrontar.
El postulado que guiará la búsqueda de respuesta a esta interrogante es que “Las
relaciones del capitalismo con la industrialización también difirieron en los distintos
países y regiones; así pues, la transformación económica no fue singular ni
sistémica” (Mann, Fuentes, 1997, vol. II, p.33). Partimos de este reconocimiento
pues en la búsqueda de las diferencias regionales en el desarrollo del capitalismo
en estas dos regiones. Para ello reseñaremos de manera breve los antecedentes
histórico-económicos de los estados de Sonora y Coahuila.
El desarrollo económico de cada región se moldea de acuerdo a las
experiencias pasadas y sobre ellas se construyen las nuevas, influyendo y siendo
influidas por los distintos actores que dan vida a estas regiones. No hay hechos
únicos, ni económicos, sociales ó políticos, todos se conforman, se anudan y se
tejen, dando personalidad y vocación económica a las regiones y sus actores. El
empresario actor estratégico afecta y es afectado por una serie de procesos de la
vida económica. Para comprender la acción empresarial presente es necesario
conocer los múltiples procesos que han transformado este devenir. El empresario
conforma un ente multidimensional, en el que se personifican las diversas fuentes
del poder social.
1 El Colegio de Sonora.
2
Para lograr nuestro objetivo, elaboraremos una línea del tiempo, la cual inicia a
partir de 1850, período en el cual se dieron las condiciones para la acumulación
originaria del capital en estas regiones posibilitando con ello el surgimiento de la
industria y de empresarios de importancia para el desarrollo económico. Algunas
de las empresas fundadas por ellos han permanecido al tener capacidad de
transformarse, desarrollando actitudes de liderazgo. En nuestro análisis daremos
prioridad al comportamiento del empresario en los diferentes periodos
establecidos, afirmando con ello la perspectiva que “los influjos del mercado, por sí
mismos, no son suficientes para explicar el cambio ni para garantizar su
continuidad o su dirección, la actuación de las fuerzas, grupos e instituciones
sociales pasa a ser decisiva para el análisis del desarrollo” (Cardoso et al.,
Dependencia, 1977, p. 28).
Otra de las columnas teóricas que sostienen nuestro planteamiento, es de
encontrar elementos para afirmar que en un mismo Estado, en la transición al
capitalismo el sistema productivo se organizó en lo que Cardoso y Faletto llaman
control nacional del sistema productivo en la región comprendida entre Monterrey-
La Laguna-Chihuahua y economía de enclave en lo que Romero Gil llama
“sistema noroeste” (Sonora-Sinaloa y Baja California).
I. La Revolución Nacional (1850-1899)
a. Formación de los empresarios coahuilenses (1850-1900)
Antes de 1850 el desarrollo económico-social de Coahuila y Sonora presentaba
similitudes como la baja densidad de población -ya sea por lo agreste del terreno o
la merma que resulto de las epidemias y enfermedades producto de la conquista-,
que como dice (Almada, Historia, 2010, p.49) fue “llevada a cabo por hombres y
por microbios”, el acoso constante de los apaches, el clima y la geografía.
Sin embargo es necesario destacar dentro de las características
productivas el auge del cultivo del algodón hacia finales de la década de 1840 en
Coahuila, al cual se asocia el surgimiento de la industria textil en la ciudad de
3
Saltillo. Para esa época existían tres plantas; la Aurora Industrial (propiedad de la
familia Arizpe), la Hibernía (Santiago Hewestson) y otra más propiedad de
Desiderio Dávila. Estas plantas con ser las más grandes no eran las únicas.
Decenas de pequeños telares se habían instalado en diferentes puntos, como
Parras, Patos, Monclova y Saltillo, configurando en épocas tempranas una
vocación en la producción de algodón e introduciendo una racionalidad económica
que habían de ser determinantes décadas después, cuando el algodón se
convertía en “el motor de este dinamismo” (Cerutti, Propietarios, 2000, p.44) en
ambos lados de la frontera.
Es a partir la segunda mitad del siglo XIX cuando una serie de
acontecimientos habían de definir y configurar su identidad y vocación económica.
En eventos que entrelazan sucesos sociales y las acciones que frente a estos
hechos tomaron una serie de personajes. A partir de 1855 tanto Santiago
Vidaurri,2 hacendados como Leonardo Zuloga,3 Carlos y Jacobo Sánchez Navarro
y Evaristo Madero,4 todos ellos compartían ideas en común; por un lado, eliminar
a los indios “bárbaros” para iniciar el progreso y por otro “aprovechar las
2 Santiago Vidaurri. Uno de los caudillos militares más destacados de la región. Como secretario de gobierno de Nuevo León en 1855 reconoció el Plan de Ayutla por el que se desconocía el gobierno de Santa Ana, proclamó el Plan Restaurador de la Libertad y junto con el coronel Juan Zuazua tomó la ciudad de Monterrey, a partir de entonces en su carácter de gobernador de Monterrey y Coahuila ejerció un fuerte un poder y control sobre el noreste mexicano. Algunas de las acciones que llevó a cabo fueron; impulsar el comercio, corregir abusos y negligencias de la administración pública y definir los ámbitos de competencia entre la iglesia y el Estado, todas ellas inmersas en las políticas que proponía el liberalismo económico. (Rodríguez, Historia, 2000) 3 Leonardo Zuloaga de origen vasco llegó a México en la década de 1820, no era político ni militar, era empresario. Hacía 1830 compró la hacienda de Santa Ana de Hornos, cercana al antiguo pueblo colonial de álamo de Parras. En ese mismo año se casó con la parreña Luisa Ibarra de Goríbar con la que adquirió como dote una parte de la hacienda de San Lorenzo de la Laguna (a los Sres. Sánchez Navarro). En su hacienda de la Laguna introdujo un moderno sistema de irrigación construyendo canales y presas (El Coyote), para regar sus tierras algodoneras. (Ibid.). 4 Evaristo Madero nació en la hacienda de Palmira, junto al actual pueblo de Guerrero, en 1828. Conocedor de la ventaja que ofrecía la frontera con Texas en la década de 1850, se configuro como un hombre destacado en los negocios. Además de la cría de ganado, invirtió fuertes sumas de dinero en el transporte de carga y de pasajeros entre San Antonio y Saltillo. En 1860 compró la fábrica textil La Estrella de Parras y más tarde la hacienda vitivinícola denominada San Lorenzo. Durante la intervención francesa, Madero se mantuvo al lado de la causa republicana, lo que lo distancio de Vidaurri, Zuloaga y los Sánchez Navarro. (Ibid.).
4
oportunidades de desarrollo comercial que les brindaba su cercanía con los
Estados Unidos”. En 1856, Vidaurri impulsó y fue aprobado por el congreso, el 19
de febrero de 1856, la creación del estado de Nuevo León–Coahuila, que estuvo
vigente durante ocho años. También promovió una economía de guerra, que
posibilitó el desarrollo en unos cuantos años de diversos poblados, aprovechando
la cercanía con Texas que para 1855 había incrementado su población a 400,000
habitantes. Impulsó diversas medidas, como fue el “arancel Vidaurri”, que
establecía que las mercancías que se importaban por esta frontera estaría
reducidas en un 50%, además que dicho arancel se adecuaba a diversas
circunstancias, -no sin malestar del gobierno central-, con la finalidad de propiciar
el tránsito de mercancías por las aduanas de Nuevo León – Coahuila, pero que
sentaron las bases institucionales y económicas para extender vínculos
económicos con estados del centro del país y Estados Unidos, asimismo propició
la introducción de mercancías de Inglaterra, España, Alemania.
Entre los acontecimientos que vinieron a romper el aislamiento de este
territorio fueron la Guerra de Secesión en los Estados Unidos y la intervención
francesa. Estos hechos posibilitaron la integración de este territorio al resto de
México, “el movimiento de hombres, soldados, mercancías, animales y bestias de
carga por el estado de Coahuila quebrantaron su acostumbrado confinamiento y
dinamizaron su incipiente mercado local y regional” (Rodríguez, Historia, 2000,
p.220). Saltillo y Parras entre otras plazas fueron ocupadas cerca de cuatro años,
lo que dejaría marcas en el territorio coahuilense, al dinamizar la economía,
incrementar el tráfico de personas, la integración del territorio e incrementó la
necesidad de víveres, todo ello a la par que por el otro lado del río Bravo, la
Guerra de Secesión se llevaba a cabo.
Esta coyuntura fue aprovechada por Vidaurri, que negoció con los estados
del sur de Estados Unidos, para que el algodón pudiera llegar a Francia e
Inglaterra a cambio de la venta de arma y municiones por México. Incentivó la
producción agropecuaria del noreste con la finalidad de satisfacer la creciente
demanda de los confederados. También en La Estrella se fabricaron uniformes de
las tropas confederadas. Por su parte Evaristo Madero, Lorenzo González Treviño
5
y Patricio Milmo5 surtían el algodón y ocuparon un papel preponderante en su
flujo. Una vez concluida la guerra, la economía de esta región se siguió
fortaleciendo, las rutas comerciales se habían abierto, el comercio entre los
productos coahuilenses y los consumidores estadounidenses y europeos era ya
un hecho. (Cerutti, Propietarios, 2000).
Estos acontecimientos posibilitaron que “la primera fase sistemática de
formación de capitales en Monterrey se nutrió de este sistema regional” (Ibid., p.
32) conformado por el estado de Nuevo León – Coahuila, parte de Durango y los
puertos de Tamaulipas. El crecimiento de la actividad comercial y productiva,
propicio que surgieran grupos empresariales y mercantiles y que a su vez, la serie
de entramados políticos y económicos permitiera que se convirtieran en actores
socioeconómicos estratégicos. Todo ello “enmarcó la veloz adquisición de una
experiencia empresarial capaz de operar con los principales centros de la
economía atlántica y estimuló la producción de zonas y comarcas para abastecer
las demandas derivadas de la guerra” (Ibid., p. 46).
La década de los setenta “funcionó como bisagra histórica para ambos
lados del Bravo. En Estados Unidos se vivieron los años de la reconstrucción que
conducirían de manera indetenible, y a la revolución industrial” (Ibid, p. 44). En
México, las reformas liberales por un lado y el advenimiento de Porfirio Díaz,
encauzaron el poder político y una relativa paz para la sociedad mexicana.
Investigadores como Cerutti, Santoscoy, coinciden en señalar el papel que
tuvieron los Madero, Milmo, Hernández, González Treviño, Zambrano, Garza,
Mendirichaga, Creel, como empresarios mercantiles y terratenientes en la
formación temprana del capitalismo en México en la región de Nuevo León –
Coahuila. Antes de 1880, la inversión en actividades productivas era aún
incipiente, los empresarios invertían en actividades mercantiles ó de renta, la
formación de sociedades anónimas era embrionaria. A partir de esta fecha el
desarrollo ferrocarrilero facilitó la comunicación de Coahuila. Al mismo tiempo el
nuevo contexto socioeconómico del país hizo necesarios materiales industriales,
5 Irlandés que llego a Monterrey en 1849, se caso con la hija de Santiago Vidaurri en 1857 y mantenía una estrecha relación con Evaristo Madero. Madero, Milmo y Vidaurri, aprovecharon eficazmente el ordenamiento aduanal establecido por Vidaurri. (Ibid.)
6
como el carbón, mineral del cual Coahuila contaba y cuenta con inmensos
depósitos, por ello compañías mineras inglesas desde mucho antes de 1880
iniciaron la búsqueda de este mineral por el territorio mexicano, descubriéndose
en la región de Coahuila grandes depósitos, es así que a partir de “1886
empezaron a arribar a la región no solo diversos inversionistas extranjeros, sino
también hombres de empresa nacionales y coahuilenses como la familia del
gobernador José María Garza, los Pimentel y los Madero”.6.
A la par que la extracción del carbón mineral dinamizaba la producción
industrial y con ello la actividad empresarial, en la región de La Laguna, la
producción del algodón adquiría amplias dimensiones, constituyendo otro fuerte
pilar para la naciente clase empresarial, tanto en la producción del algodón, como
para los empresarios rentistas, que con el alquiler de la tierra obtenían enormes
ganancias con riesgos mínimos. La producción del algodón se vendía “no sólo
entre el sector nacional sino que se llegó a exportar vía Galveston y Nueva
Orleáns hasta Liverpool, en Inglaterra y Hamburgo en Alemania”.
Es así que Coahuila para finales del siglo XIX presenta un desarrollo
espectacular. Cerutti lo describe de la siguiente manera:
Pivotes estratégicos de un espacio económico impactado por el más grande mercado del mundo, Chihuahua, la comarca lagunera y la capital nuevoleonesa se erigieron desde los ochenta, como Texas, en activos viveros empresariales. El eje Chihuahua-La Laguna-Monterrey quedaría definido por la fusión de capitales y la articulación de recursos, propiedades, accionistas y familias, y gestaría resultados tan llamativos como La Esperanza (1887), la Compañía Industrial Jabonera de La Laguna (1898), Cementos Hidalgo (1906), Banco de La Laguna (1908) y Vidriera Monterrey (1909). (Cerutti, Propietarios, 2002, p. 92).
6 “A manera de ejemplo podemos citar a la Compañía Carbonífera de Coahuila, propiedad de la familia Madero y de un grupo de socios, que inició sus operaciones con un capital de 1.6 millones de pesos. Pronto encontraron que en 11 000 hectáreas se encontraban reservas seguras por más de 56 millones de toneladas de carbón….Equipar la empresa fue una tarea importante para los accionistas, por lo que desde Bélgica se importaron 60 hornos de coque tipo colmena, mismos que posibilitaron la producción de 7 000 toneladas mensuales de coque…. Tan grande llegó a ser el monto de la extracción del carbón que la empresa ocupaba 1150 mineros que laboraban al interior de las minas y 600 en el exterior”. (Rodríguez, Historia, 2000 p.246).
7
Para concluir esta breve semblanza de lo que para Coahuila constituyeron estas
cinco décadas en la formación de los empresarios coahuilenses, la diversificación
de sus inversiones y la formación de grandes capitales, es notable la formación de
modernas sociedades por acción a lo largo y ancho del estado.
En los años que van de 1893 a 1911 se formó un pequeño grupo de 28 familias que dominaban diversos sectores de la economía coahuilense. Este grupo de hombres de negocio, que se venía conformando desde los últimos 30 años del siglo XIX, se unía por lazos de amistad, compadrazgo, relaciones matrimoniales e interés económicos”. (Ibid, p. 248)
Estos empresarios asociados invertían en sociedades textiles, mineras,
agropecuarias, jaboneras, papeleras, aceites y la banca.
Las alianzas empresariales que se dieron en esta región, permitieron la
consolidación de capitales pero también el desarrollo de prácticas empresariales y
la integración regional de bienes y personas, que dotaron a estas regiones de una
fortaleza y desarrollo endógeno inestimables que constituyen parte de sus activos
regionales, Cerutti nos habla de fortaleza, perdurabilidad,7 calidad empresarial y
desarrollo de una base industrial al afirmar:
La fortaleza adquirida por el brote fabril en Monterrey, por otro lado, podría comprobarse por tres datos: a) por su perdurabilidad, dada la importancia y plasticidad que adquirieron con el devenir del siglo XX, b) por la aparición desde el comienzo, de sectores de base: metalurgia
7 En ejemplo de la perdurabilidad de esta clase empresarial, además de las ya citadas, lo constituye el apellido Sánchez Navarro, familia propietaria en su momento del latifundio más grande de América Latina, que aparecen como fundadores de la ciudad de Coahuila. Juan Sánchez Navarro Peón (1913-2006), que se desempeño hasta su fallecimiento como vicepresidente del grupo Modelo, miembro en su momento del Partido Acción Nacional (PAN), en 1979 fue presidente del Club de Banqueros y fundador de los siguientes organismos empresariales nacionales e internacionales: Consejo Mexicano de Hombres de Negocios, Consejo Empresarial Mexicano para Asuntos Internacionales, Consejo Coordinador Empresarial, Cámara Nacional de la Industria de Transformación, Centro de Estudios Económicos del Sector Privado, Comité de Hombres de Negocios Mexicano – Español, Cámara Mexicano- Argentina de Comercio. <http://es.wikipedia.org/wiki/Capital_social_%28sociolog%C3%ADa%29 > [Consultado: 07 de Septiembre del 2011]
8
pesada/siderurgia, cemento, vidrio: c) por la calidad de su empresariado: asentado en el sector fabril, pudo prolongar sus labores a la minería, los bancos , los servicios y la explotación de la tierra”. (Ibid., p. 92).
Un ejemplo de este carácter integrador que caracterizó a esta región, lo constituye
la fábrica La Esperanza, que reunió a gente de Monterrey: Patricio Milmo, 8
Hernández Hermanos Sucesores (y sus administradores, los Mendirichaga), José
Calderón, los hermanos Maíz, Francisco Belden y José Negrete en Saltillo. Tres
años antes, nos dice Cerutti, ya se había formado ya, otra empresa de un giro
similar en Chihuahua, “La Nacional”, fundada por Juan Terrazas y Juan F.
Brittingham (avecindado en La Laguna). Para evitar una “competencia ruinosa”
este último propició una alianza con La Esperanza, que en 1898, se convierte en
la Compañía Industrial Jabonera de La Laguna, reuniendo en esta figura no sólo a
los principales empresarios de esta región, sino además propicia la agrupación de
los más importantes agricultores de La Laguna, mediante la participación
compartida, 50% industriales y 50% empresarios.
Las prácticas empresariales desplegadas en el periodo temprano del
desarrollo capitalista en México,9 la integración entre empresarios de diferentes
regiones y sectores económicos, la búsqueda de soluciones crediticias, el
desarrollo de una base industrial endógena, la formación de enormes capitales y la
perdurabilidad y fortaleza son las características del empresario coahuilense en
este primer período de su desarrollo, aproximadamente hasta la primera década
del siglo XX.
Las características reseñadas en el párrafo anterior, dan cuenta de la
existencia de una burguesía nacional que tuvo la capacidad de acumular el capital
8 Abuelo de Emilio Azcarraga Vidaurrieta 9 Un ejemplo de la diversificación empresarial y del uso que se dio de la figura de Sociedad Anónima, nos refiere a dos Saltillenses, Dámaso Rodríguez y Marcelino Garza, que en unión de Guillermo Purcell fundaron la Compañía Industrial Saltillera, que incluía la sociedad Bella Unión (empresa textil), La Purísima, empresa de papel y la fabrica La Unión de molinos de harina. Purcell por su parte en unión con su suegro John O´Sullivan, que invirtió en empresas mineras, tierras algodoneras en La Laguna, ganaderas en Río Grande, en la construcción del ferrocarril Coahuila-Zacatecas y organizó e impulsó la Mazapil Copper Company que dio empleo a más de 3,000 trabajadores. (Rodríguez, Historia, 2000, p. 249).
9
monetario y social desarrollando prácticas empresariales innovadoras con las que
logró el control nacional de la producción y exportación de sus productos. Una
característica adicional que tuvo la capacidad de financiar sus incursiones
mercantiles. Todo ello, tipifica a una burguesía nacional que tiene el control
nacional del sistema productivo, posibilitando en el momento de la transición,
características estructurales distintas. Hemos hecho énfasis asimismo en los
empresarios, individuos que tuvieron la habilidad de desplegar y personificar en su
actuación el cambio que se gestaba y a la vez ser promotores de dicho cambio.
b. Formación de los empresarios sonorenses (1850-1900)
En Sonora, los orígenes de la acumulación capitalista los encontramos en las
primeras décadas del siglo XX. Antes de esta fecha el Estado se encontraba
desvinculado del territorio nacional. La mayor parte de estas cinco décadas
transitaron en: intentos de ciudadanos y gobierno estadounidense por incorporar
Sonora a su territorio; rebeliones internas de liberales e imperialistas,
escaramuzas entre las diferentes tribus que vivían en la región especialmente los
yaquis que poseían las tierras más fértiles del Valle del Yaqui; la constante
amenaza de los apaches; incursiones de filibusteros norteamericanos; brotes de
epidemias como la fiebre amarilla, escasez de población, etc. Estos sucesos
atemperaron la incursión del estado en la modernización, inhibiendo con ello la
acumulación de capitales nacionales y la acción empresarial. (Almada, Historia,
2010) y (Romero, Minería, 2001). A la vez que proporcionaron una relativa
autonomía a los grupos de poder locales del centro del país.
Algunas de las características económicas y sociales de las clases
propietarias de la entidad que es conveniente señalar son: a) La imposibilidad de
implementar la hacienda como unidad económica y social –son escasas las
localidades que tuvieron como origen una hacienda- en su lugar se distribuían
pequeñas propiedades agrícolas y ganaderas, su administración se llevaba a cabo
como empresas familiares y el número de peones que se utilizaban al interior era
exiguo; b). La insistencia en consenso, frente al pilar de la coerción o de la fuerza;
c) La gran aceptación del hombre fuerte regional, jefe ó líder. Esto podía
10
observarse, ya que las relaciones personales antecedían a las formas legales del
ejercicio del poder; d) La tendencia a la autosuficiencia regional, que se observaba
en la multiplicación de pequeños negocios locales como son (molinos harineros,
talabarterías, etc.),; e) la lucha con los indígenas por las tierras; f) La proliferación
de las inversiones estadounidenses, sobre todo en minas de cobre y ferrocarriles y
g) Las grandes inversiones en el Estado eran precisamente en estos rubros
(minas y ferrocarriles), hasta antes de 1900 eran casi insignificantes las
inversiones en el ramo industrial10, y tenían la característica que sus concesiones
se otorgaban en la ciudad de México, aunado a que los intermediarios de las
compañías extranjeras eran políticos, en este dualismo, (Almada, Historia, 2010)
observa el germen de la relación que se establece entre política y negocios..
Antes de 1880, el desarrollo de la minería había sido muy accidentado, la
incursión de inversionistas extranjeros y nacionales se vio desalentada por los
sucesos referidos en los párrafos previos, aunados a una baja del precio de la
plata, falta de consistencia en el cobro de impuestos y derechos entre las diversas
autoridades estatales y federales y la escasez de mano de obra que no ofrecía
10 A finales del siglo XIX al igual que en el norte del país se establecen las cervecerías
como una actividad industrial. En Sonora, un pequeño grupo de alemanes estableció en el
año de 1897, la Cervecería de Sonora, junto con la Cervecería de Chihuahua, en la
ciudad de Chihuahua, propiedad de Enrique Creel, la Cervecería del Pacífico en Mazatlán
y la Cervecería Humaya, en Culiacán. Los empresarios alemanes que establecerían la
Cervecería Sonora, llegaron en la década de 1890, procedentes de Arizona, para
instalarse en le ciudad de Hermosillo. En el año de 1893, llega el señor Geo Grüning a la
ciudad capital; ahí, como otros extranjeros de la época, se relaciona con familias
prominentes de la época. En este caso con la Srta. Lolita Monteverde, hija del presidente
municipal de Hermosillo, Francisco Monteverde, a su vez, suegro de Ramón Corral,
miembro prominente del triunvirato que llegó a la vicepresidencia con el general Porfirio
Díaz. Se reunía en el Casino Alemán con el Dr. Alberto Hoeffer, que tenía su residencia
en Arizona y planearon junto con Luis E. Torres y Ramón Corral, la instalación de una
cervecería en la Cd. De Hermosillo. La sociedad se inicio con un capital de 60,000, que
representaba una de las inversiones más importantes de carácter no minero y ferroviario.
En 1898, se celebró un contrato con el gobierno del estado para ampliar la fábrica,
comprometiéndose a invertir 150 000, para aumentar la capacidad de producción hasta
250,000 litros mensuales. Como estímulo se le exoneró de todas las obligaciones
municipales y estatales hasta por 10 años. Los inversionistas alemanes, gracias a sus
relaciones políticas y sociales que habían establecido en Sonora, participaron como
socios fundadores del Banco de Sonora. (Gracida, Empresarios, 2003).
11
garantías a los inversionistas, lo que ocasionó que muchos de ellos retiraran su
inversión. Por su parte, los empresarios mineros nacionales, no contaban con el
capital suficiente e invertían poco en el uso de tecnología moderna para la
extracción de minerales.
La población para 1895 era la misma que en 1828 (Ibid, p. 148) los
apellidos nos dice, “se repetían hasta el escándalo”. Para Almada y Romero, el
cambio ocurre a partir de 1880. Varios factores posibilitaron este hecho: El país
había alcanzado una relativa paz en el porfiriato lo que permitió al centro voltear
hacía el lejano norte, buscando formar una “frontera real no imaginaria”, (Romero,
Minería, 2001 p. 30) activar la economía y ensayar el proyecto porfirista de abrir
el noroeste a los capitales extranjeros.
Las estrategias para lograrlo se centran en dinamizar la industria minera
como pivote del desarrollo de un espacio regional que se define como el “sistema
noroeste” comprendido por los estados de Sinaloa, Sonora y Baja California. Los
factores internos que lo posibilitaron fueron “una política de Estado de integrar el
lejano norte. Para alcanzar esto último se insistió en el vínculo entre minería y
colonización” (Ibid., p. 107); en lo externo, el desarrollo industrial a nivel mundial,
generó una alta demanda de materiales industriales, Sonora rica en cobre,
necesario para la naciente industria eléctrica que se desarrollaba a nivel mundial,
pasó a ocupar una importante posición en el escenario nacional.
La minería coadyuvó a la formación de capitales y a fortalecer el comercio,
especialmente en los puertos. Algunos de los aventureros que hicieron su fortuna
en esta época fueron los Camou, los Masón, Los Elías y los González que
introdujeron 30,000 pesos en oro de California, invirtiéndolos en el comercio y
gracias a ello pasaron a formar parte de los “notables”. El descubrimiento de oro
en California, posibilitó enlazar las actividades mineras con las comerciales ante la
necesidad de surtir de víveres, ropa y materiales. Los extranjeros son los que
llevan la dirección de este proceso. Ante la ausencia de una burguesía local, se
apostaron principalmente en el Puerto de Guaymas. Juan A Robinson, nacido en
Nueva York, radicó temporalmente en Álamos, pero al percatarse de la
oportunidad de negocios de la naciente industria, se traslada a Guaymas donde
12
surte a los mineros de víveres, importa mercancías desde Nueva York, al mismo
tiempo que explota una mina de oro y plata. (Ibid)
La construcción del ferrocarril fue otro factor que dinamizó la economía
sonorense, a la vez que refleja la política porfirista de entregar concesiones a
extranjeros, Robert Symond y David Ferguson fundaron La Compañía Limitada del
Ferrocarril de Sonora, iniciando la construcción en el puerto de Guaymas, siendo
financiada por la Ferrocarril Atchison, Topeca y Santa Fe. Romero Gil, señala que
el interés de esta empresa iba más allá de la minería, el objetivo era convertir a
Guaymas en un puerto emergente de San Francisco y Los Ángeles. Al integrar el
ferrocarril a las diversas comunidades se abrió la oportunidad de dotarlas de
servicios y comercios. Un gran número de extranjeros se dieron cita para ello.
Esta hipótesis de “sistema regional” es trascendente para nuestro estudio,
Cerutti estudia la región comprendida entre Chihuahua, La Laguna (Coahuila y
Durango) y Monterrey al que relaciona con un tipo de desarrollo fortalecido por
una burguesía con base regional, enclavada a la economía mundial en calidad de
socios en este periodo y Romero Gil, el “sistema regional noroeste” que busca
dinamizar e integrar la región noroeste a la economía nacional, utilizando como
pivote la industria minera y los capitales extranjeros como inversores, señalando la
ausencia de burguesía local y su actitud timorata.
Las características descritas anteriormente perfilan a una economía de
enclave en la cual los “grupos dominantes nacionales se vinculan a la empresa
extranjera más como clase políticamente dominante que como “sector
empresario”. (Cardoso et al., Dependencia, 1977, p.83) Por su debilidad
económica asumen una dominación en la que se ven más excluidos ya que la
vinculación “depende de la capacidad que tengan para asegurarse un orden
interno que ponga a disposición de aquél la mano de obra indispensable para la
explotación económica” (Ibid., p83).
13
II. La Transición
c. Desarrollo empresarial Coahuila (1901-1950)
En la primera década del siglo XX, en Coahuila se había configurado ya la
vocación económica en diferentes regiones (sur, centro y frontera) y los grupos
económicos interactuaban en estos espacios económicos, Langston, refiere que
en este periodo existían tres camarillas en Coahuila. Estos grupos, producto de
una moderna sociedad, utilizaban formas tradicionales como eran las relaciones
matrimoniales, así como el amparo de políticos. Tres eran estos grupos, el primero
de ellos, encabezada por el coronel José María Garza Galán, el segundo grupo
dirigido por Evaristo Madero, su poder residía tanto en el poder económico como
en las relaciones de parentesco con familias del estado, de Nuevo León y
Chihuahua, según lo refieren, (Cerutti, Propietarios, 2000) entre los que se
encontraban los Hernández, Benavides, González Treviño y Garza, las empresas
en las que tenía participación la familia Madero, que desbordan las sesenta y
cubren todos los rubros de la actividad económica de la época; el tercer grupo era
encabezado por Miguel Cárdenas (gobernador de Coahuila 1894-1909), las
buenas relaciones con las que contaba fue lo que le permitió aglutinar en torno
suyo a importantes empresarios de la localidad, como Encarnación Dávila,
Gerónimo Siller, los hermanos Carranza y las familias Salinas, Castro y
Arredondo.
En la última década del siglo XIX y la primera del siglo XX, junto con el
desarrollo social y demográfico en ciudades como Torreón y Saltillo, en el ámbito
de la acción empresarial es notable la transformación de la inversión; de
prestamistas y terratenientes hacía la inversión productiva. Desplegando prácticas
empresariales que para el desarrollo económico del país, se pueden considerar
vanguardistas, estableciendo alianzas que les permitieron controlar el mercado,
competir de tú a tú con empresarios estadounidenses y aprovechar las
oportunidades que el naciente mercado nacional ofrecía, logrando colocarse en
posiciones competitivas en el mercado exterior.
14
Esto sucedía en la región llamada La Laguna, comprendida en los límites
de Coahuila, Durango, en la que se articularon capitales de empresarios de
Durango, Nuevo León, Coahuila y Chihuahua, desplegando inversión en diferentes
espacios económicos y desarrollando un cohesionado capital social,11 que se tejió
en base a vínculos familiares y de confianza dando pie a fuertes vínculos
societarios. Un ejemplo de ello, lo tenemos en la Compañía Industrial Jabonera de
la Laguna, (Cerutti, Agroindustria, 1997). Las prácticas empresariales de esta
empresa, dirigida por John F. Brittingham,12 fueron innovadoras y creativas para
su época, encajan perfectamente en la definición dada por Schumpeter de
11 En Sociología el término Capital Social es considerado la variable que mide la colaboración social entre los diferentes grupos de un colectivo humano, y el uso individual de las oportunidades surgidas a partir de ello, a partir de tres fuentes principales: la confianza mutua, las normas efectivas y las redes sociales. El capital social mide, por tanto, la sociabilidad de un conjunto humano y aquellos aspectos que permiten que prospere la colaboración y el uso, por parte de los actores individuales, de las oportunidades que surgen en estas relaciones sociales. Una sociabilidad entendida como la capacidad para realizar trabajo conjunto, la de colaborar y llevar a cabo la acción colectiva. (Wikipedia). Cerutti, lo define en una de sus obras “como el fruto intangible pero eficaz proveniente de una red de amistades y contactos con que cuenta un agente empresarial. Se parte de la premisa que ese agente utiliza dicha red para alcanzar objetivos específicos en el mundo de los negocios, y que su instrumentación asegura el éxito o, al menos, buenos resultados. Un extenso conjunto de amistades permite adquirir posiciones en las empresas, enterarse de negocios interesantes, formar grupos o asociaciones, conseguir créditos, estar informado sobre innovaciones, obtener concesiones gubernamentales, o presionar a las autoridades para que modifiquen disposiciones reglamentarias, legislativas o fiscales. (Cerutti, Redes, 2005, p. 2). 12 D.Jhon Francis Clemens, nació en Saint-Louis, Missouri, el 21 de noviembre de 1859, en el seno de una familia católica de origen inglés. Sus padres fueron George Washington Brittingham y Anna Laufkoetter , ella nacida en Berlín, Alemania. Jhon F.Brittingham realizó sus estudios básicos en el Christian Brothers College de Saint-Louis, institución católica en la que cursaban sus estudios numerosos jóvenes de origen mexicano. Su compañero de instrucción y amigo, Juan Terrazas, hijo del General .Luis Terrazas, habría de influir en el curso de su vida. Llego a México muy joven (24 años) sin fortuna pero con buena presencia, su primera esposa fue hija del político y empresario Celso González. Desarrollo en esta región del norte de México un amplio capital social y económico que le permitió ser socio de empresas, que reconocemos su capacidad de generar dividendos para los inversionistas y perdurabilidad como fueron “La Compañía Industrial Jabonera de la Laguna, que permanece hasta muy entrado el siglo XX y Cementos Hidalgo, que de su fusión con Cementos Portland S.A., dio origen a Cementos Mexicanos S.A. (CEMEX) y que aparece en el acta constitutiva de esta empresa como Presidente Honorario, también coadyuvó en la fundación del primer banco de La Laguna y la Vidriera Monterrey, participando además en el Banco Minero de Chihuahua y el Banco Mercantil de Monterrey. < http://sitio.lag.uia.mx/publico/seccionesuialaguna/vidauniversitaria/investigacioneshistoricas/BDArchivo.php> [Consulta: 16 de Agosto del 2011]
15
empresario y de Redlich de “empresario creativo”. Así mismo, la dinámica
desplegada en este entorno, muestran características de un embrionario pero muy
exitoso desarrollo endógeno, como son: la capacidad de los actores locales para
identificar las potencialidades del territorio y del sistema productivo local, y no sólo
eso, sino de aprovecharlas y generar sinergias positivas tanto para los actores
empresariales como para el territorio, instituciones y el sistema productivo local.
Para Cerutti las acciones sugeridas por Brittingham a sus socios, con las que
logró posicionarse como líder en el mercado nacional e internacional,
consolidando con ello la sociedad industrial más influyente de su tipo en toda
América Latina, fueron las siguientes:
Integración hacia adelante. Mediante la iniciativa de Brittingham, los
competidores de La Nacional (una pequeña fábrica de jabón de
Chihuahua), la fábrica La Esperanza (Francisco Balden, Hernández
Hermanos y Sucesores, Los Maiz y Patricio Milmo), se unen con la
finalidad de evitar una “competencia ruinosa”. Logrando la imbricación de
capitales de la región con la finalidad de penetrar en mercados fuera del
ámbito regional, unificar precios y controlar la producción.
Formación de redes. Mediante contratos de asociación logra unificar en la
Esperanza a La Alianza y la proveedora de aceite, Stephens y Cia, Las
bases de esta unión fueron, unificar precios, calidad y las condiciones de
venta de productos, particularmente jabón.
Integración hacía atrás. Lo realmente novedoso en la actividad empresarial
de Brittingham y que constituyó una experiencia innovadora, en la que se
destaca por una parte; su capital social, mediante el cual persuadió a
empresarios de Chihuahua, Durango, Coahuila y Monterrey, logrando con
ello un entramado empresarial y regional, fue la asociación con los
hacendados productores del algodón, “logrando articular en una sola
sociedad las ramas agrícolas y fabril del quehacer agroindustrial” (Cerutti,
Agroindustria, 1997, p.8). Para ello, se forma una nueva sociedad,
Jabonera de La Laguna, que integró a los hacendados productores
16
mediante el compromiso de entrega de producción contra acciones de la
compañía.
Pioneros a su vez en la utilización de subproductos como la semilla de
algodón con la cual se producía la harinolina, pasta aceitosa ó cake, que
se exportaba a Inglaterra y la glicerina para la producción de explosivos.
Permanente renovación tecnológica. Aquí se instaló la primera
despepitadora en el país, una planta de silicato y otra de caustificación de
sosa.
La compañía Jabonera de la Laguna, se constituye con un capital social de
2,500,000 de pesos en el año de 1904, el cual para 1907 se duplica a
5,000,000 de pesos, la perdurabilidad de esta empresa que sobrevive a la
revolución y a los diferentes cambios de modelos económicos por los que
ha transcurrido nuestro país, es patente ya que cerró sus puertas en el año
de 1993 cuando se declara en bancarrota.
Para Cerutti, Brittingham personifica la condición de eslabón empresarial y
nudo de capitales que constituyó La Laguna en esas épocas y que se
expresaría mediante el estímulo de las Sociedades Anónimas 13 . Entre
estas sociedades podrían contabilizarse el Banco Minero de Chihuahua, el
Banco Refaccionario de La Laguna, el Banco Mercantil de Monterrey, el
Banco de Nuevo León, el Banco de Coahuila, el Banco Central Mexicano,
la ya citada La Esperanza, la Compañía Industrial Jabonera de La Laguna,
Cementos Hidalgo, Cementos Mexicanos y Vidriera de Monterrey. Así
mismo, es conveniente hacer notar que Cementos Hidalgo, fue la
antecesora junto con Cementos Portland de Cementos Mexicanos
(CEMEX).
En los años treinta La Laguna se convirtió en un proyecto destacado del gobierno
pos revolucionario, al reorganizarse la producción, terminar los latifundios y
13 La Sociedad Anónima estímulo la unión de capitales y fomentó la inversión, ya que los socios responden únicamente por el monto de sus acciones en la sociedad sin comprometer su patrimonio fuera de ella.
17
repartir las tierras. La ciudad de Torreón, se vio beneficiada. Se llevaron a cabo
obras de irrigación, se otorgaron créditos, la pequeña propiedad impulsó
enormemente el cultivo, la producción y el aprovechamiento agroindustrial del
algodón. Compañías como la Anderson Clayton, se instalaron en la región.
i. Grupo Industrial Saltillo (GIS)
El Grupo Industrial Saltillo (GIS), tiene sus orígenes en el año de 1919 cuando
Don Isidro López Zertuche abre su primera fábrica llamada Fábrica de Aluminio y
Artefactos Laminados ILNOS en la ciudad de Saltillo. En 1932, cambia su nombre
al de Compañía Industrial del Norte (CINSA), donde se elaboraban molinos de
grano, portaviandas, tubos y codos para estufas, calentadores, vajillas y estufas
de gas natural. Durante la II guerra mundial se presenta la escasez de aluminio,
por lo que, este empresario decide introducir el peltre al mercado para la
producción de enseres domésticos. El crecimiento estuvo marcado por la
adquisición de diferentes empresas y la creación de otras como Compañía
Industrial Fundidora del Norte (CIFUNSA), Compañía Industrial del Norte (CINSA),
que surge en 1932 cuando la herrería se convierte en sociedad anónima,
Calentadores y Moto Islo fundada en 1961. Con la muerte de Don Isidro López
Zertuche, sus hijos continúan logrando la consolidación del grupo y su
diversificación, al incursionar en áreas como la automotriz, construcción y
materiales para el hogar. Aglutinando firmas como Cifunsa, Vitromex, Cinsa
Boilers, Calorex, Cinsa y Cerámica Santa Anita. <.http://1220.mx.all.biz/>
[Consultado: 09 de Septiembre del 2011] El Grupo Industrial Saltillo (GIS), al
convertirse en proveedor de grandes empresas automotrices como la GM,
Chrysler, Ford, Volkswagen, etc. contribuyó a crear las condiciones para la llegada
de armadoras automotrices. Actualmente el GIS, forma parte de las 500 empresas
más importantes de México, ocupando el lugar 149 y generando 7,290 empleos
(Expansión, Empresas, 2011, p. 214).
18
El surgimiento del Grupo Industrial Saltillo, se ubica en lo corresponde a la
primera etapa de la transformación industrial en Coahuila, que va de los años de
1920-1945, la cual tuvo como características; la inversión de origen local;
destinada principalmente a satisfacer el creciente mercado interno y la producción
enfocada a producir bienes tradicionales (ropa, calzado, enseres domésticos,
materiales de construcción, etc.). En esta primera etapa, se desarrolló con
bastante éxito la industria textil, que en décadas anteriores había incursionado
Monclova, esta actividad estaba ligada fuertemente al cultivo del algodón,
trasladándose después a La Laguna.
ii. Coahuila, el acero y la segunda etapa de industrialización.
En 1922 en Piedras Negras se fundó La Consolidada con capitales extranjeros
privados, esta empresa abarcaba desde la producción hasta la distribución de sus
productos. A finales de la década de los treinta, Coahuila vivió una expansión
acerera, había pasado ya la crisis económica y el mundo se preparaba para la II
Guerra Mundial. En México el proyecto cardenista de modernizar el agro requería
de tractores, arados y otros implementos agrícolas, es en este periodo que se
ubica el inicio de la segunda industrialización que va del periodo 1946-1975, en
que tiene la producción de bienes tradicionales es desplazada por la producción
de productos modernos, colocándose como líder en la industria metalmecánica.
Este cambio de escenario a nivel local, está estrechamente ligado al cambio
de percepción de la siderurgia a nivel federal, jugando un papel fundamental tanto
en la industrialización del país como en la consolidación del estado mexicano,
pasando a formar parte “de una política general de industrialización mediante la
sustitución de importaciones” (Toledo et al., Acero, 1999, vol. I, p. 19), aunada a la
promulgación de una serie de leyes destinadas a proteger las inversiones en este
rubro, se crea AHMSA14, en la ciudad de Monclova, Coahuila. Para nuestro
14 Altos Hornos de México, Sociedad Anónima. “La American Rolling Mill Company (ARMCO), Nafinsa, eel Eximbank y la iniciativa privada contribuyeron a juntar el capital inicial de la nueva empresas” (Toledo et al., Acero 1999, vol. I, p.176). Para estos autores la intervención del gobierno federal en la creación de AHMSA, no significó solamente la intervención del Estado Mexicano en rubros estratégicos de la economía del país, sino
19
estudio, este hecho no es un asunto menor, esta empresa juega un papel
primordial en el modelo de desarrollo que desde el Estado se imponía, la
sustitución de importaciones, impulsando el desarrollo industrial y acercando a los
actores de esta región a aprendizaje, sinergias, comportamientos e instituciones
propias del capitalismo industrial. Es decir, este salto cualitativo de la siderurgia,
trajo a su vez un salto en el desarrollo del capitalismo para esta región y con ello la
transformación de los empresarios en este espacio económico al pasar de un
empresario rentista-propietario a otro productivo-lucrativo. Es así como al final de
la década de 1940, Coahuila entra de lleno a la segunda etapa de
industrialización, perfilando una vocación industrial para esta región que abarca no
solo a los empresarios, sino capacita y entrena a los trabajadores en una actividad
industrial.
ARMCO fue encomendada para instalar y operar el equipo, (Ibid., p. 178)
“se designa al hombre que se haría cargo de la supervisión del proyecto en
México, el ingeniero Harold R. Pape”. Este empresario de origen estadounidense,
fue decisivo en el diseño y futuro de AHMSA15, por su decisión, un equipo usado,
comprado casi a precio de chatarra, una simple laminadora, como había sido
concebida inicialmente AHMSA, se transforma en una siderurgia integrada (Ibid.)
Su influencia también fue notable en: la elección de la ciudad de Monclova para la
instalación de la planta en esa ciudad, aún en contra de las voces en contrario, en
el espíritu de AHMSA, en la posición que ocupó en la siderurgia nacional, en la
formación del equipo técnico y en el compromiso que logro obtener del equipo de
trabajadores, técnicos e ingenieros.
No podemos concluir este apartado, sin destacar la influencia de Abelardo
L. Rodríguez, sonorense, que fue Presidente del Consejo de Administración de
AHMSA y si en un inicio hubo desconfianza, al conocerse que él presidiría el
consejo de administración, los diez millones de acciones ofrecidas, tuvieron una
rápida aceptación.
que inauguró la modalidad de empresas con participación estatal ó paraestatales, coadyuvando con ello al fomento y regularización de una industria, considerada en ese momento estratégica para el desarrollo del país. 15 Altos Hornos de México
20
En esta etapa de transición al modelo de substitución de importaciones se
perfilan las características que Cardoso y Faletto, tipifican a las sociedades con
producción nacionalmente controlada: 1) Dinamismo de un sector capitalista
(empresarial agregamos) que organizó la producción, la comercialización y el
financiamiento interno de la economía 2) Apoyado en un complejo sistema de
alianzas tanto con latifundistas como con estamentos políticos, burocráticos y/o
militares, 3) Vinculación con el exterior, 4) Existencia de un sector empresario-
capitalista y sus formas de diferenciación, 5) La hegemonía de un sector que
acapara las relaciones externas e impone su orden particular, lo que pone de
manifiesto la “unidad de clase”. Todo ello le confiere posibilidades estructurales
particulares.
En esta tipología que elaboramos de las características del sector
empresarial en Coahuila, es necesario destacar una condición adicional, la clase
empresarial empieza a perder su sentido regional, es decir, es en este periodo
donde se empiezan a destejer las redes empresariales entre Nuevo León-
Coahuila-Durango-Chihuahua, para afirmarse en estados nacionales.
d. Desarrollo empresarial en Sonora (1901-1950)
(Hernández, Región, 2000), señalan dos momentos y dos fuentes primarias de
esta acumulación: el exterminio de los yaquis y el despojo de los chinos. En la
región sur –la zona del Mayo y del Yaqui, - la lucha de los hacendados y de los
generales de la revolución contra los yaquis fue puntual en dos sentidos: de un
lado, originó que se liberara tierra para la explotación mercantil y, del otro, que se
expulsara mano de obra barata al servicio de la nueva clase capitalista
terrateniente de la región.
Una segunda fuente de acumulación capitalista en la región fue la expulsión
de los chinos, quienes desde finales del siglo XIX se habían establecido en
Sonora. Originalmente, los chinos llegaron al sur del estado, asentándose en
Esperanza y Cócorit, pero más tarde se dispersaron por el resto del territorio
sonorense. En la década de los veinte ya eran dueños de un gran número de
negocios agrícolas y comerciales. Lograron cerca de dos mil establecimientos,
21
comerciales e industriales en todo el estado y fueron los primeros en fundar sus
propias cámaras de comercio (Ibid, p. 84)
De la expulsión y despojo de los chinos16 en Sonora, da cuenta el Tomo V,
de Historia General de Sonora, donde señala que después de la crisis del 1929,
bajo el gobierno de Rodolfo Elías Calles, que buscó siempre apoyar cada paso de
la recuperación económica del Estado, mediante la implementación de diversas
acciones, una de ellas fue la de “nacionalizar” la pequeña industria local que se
había desarrollado y cuyos propietarios eran en su mayoría chinos, mediante la
promulgación de diversas leyes en contra de los ciudadanos de esta nacionalidad,
dirigidas a limitar su acción comercial mediante la clausura de muchos negocios y
el acordonamiento sanitario de otros, en diversas ciudades se prohibió la
formación de cámaras de comercio chinas.. El clima anti-chino en la región
permitió que se cometieran diversos abusos, entre ellos: la persecución, extorsión
y secuestro de empresarios chinos, que tuvieron que salir del estado
abandonando ó malbaratando sus negocios es así como “entre 1931 y julio del
siguiente año, 1454 pequeños establecimientos comerciales e industriales pasaron
a manos de nacionales” (Camou et al.,Historia, 1996, t. V, p. 82). Es de esta
forma como “la industria pasa a ser prácticamente de origen local mientras que las
empresas mayores presentaban una creciente participación norteamericana,
aunque no prioritaria” (Ibid, p. 68) Al hacer un análisis de los principales
empresarios de Hermosillo (Guadarrama, Empresarios, 2001, p.90) señala: “los
orígenes del Clan Mazón se remontan a sus inversiones en el comercio de
abarrotes después de la expulsión de los Chinos”.
16 Los chinos junto con los yaquis fueron el “motor de sangre” de las obras del ferrocarril o sirvieron para abastecer con sus productos las necesidades urbanas: Su permanencia en el Estado no resulto demasiado conflictiva al principio, Pero con el tiempo las cosas cambiaron. En muchos estados del norte del país, pero principalmente en Sonora, las aspiraciones de las clases medias y sus deseos de mejoramiento económico y social, constituyeron una presión definitiva para arrancar a los chinos de sus actividades económicas. Así se fue configurando un ambiente de animadversión que condujo a los excesos cometidos en contra de los comerciantes chinos y sus familias previos a su expulsión definitiva en 1931 .(Varios, Historia, 1996, p.73)
22
Las bases sentadas para la recuperación económica por Rodolfo Elías
Calles y Francisco Elías, constituyeron la estructura y vocación económica para el
Estado al iniciar la clase empresarial sonorense una dependencia económica del
Estado y por otra posibilitar el surgimiento del “empresario político”. En estos años
(1930-1934), el gobernador Rodolfo Elías Calles, se propuso dos cuestiones
fundamentales. Primeramente, “promover la articulación de la economía
sonorense, bajo la tutela de un amplio programa de desarrollo agrícola que incluía
el fortalecimiento de la industria del tipo primario y la modernización del comercio y
la banca”, (Ibid, p. 68) así como “la integración física de un territorio que por su
vastedad inhibía el tráfico comercial entre algunos puntos productivos importantes”
(Ibid, p. 68) bajo su gobierno, se diseñó una política agraria tendiente a beneficiar
la agricultura comercial que se implementó mediante un decidido apoyo estatal.
En estas primeras décadas del siglo XX, la élite revolucionara conformada
por los diversos generales sonorenses que tomaron parte determinante en estas
luchas, habían reorientado ya su estrategia y conformado un proyecto nacional, “El
fenómeno de una alianza que se iba intensificando entre los grupos de
terratenientes porfiristas y los políticos y militares revolucionarios no era sólo en
Sonora, ya que fue ése uno de los más importantes factores sociales del México
del siglo XX” (Hewitt, Modernización, 1980, p. 123), a raíz del cual se transforma la
estructura social y económica del país. El proyecto agrícola para Sonora de los
callistas estaba basado en la gran propiedad y durante mucho tiempo estuvo en
manos de 85 propietarios. (Camou et al, Historia, 1996, t. V).
Una vez que alcanzó influencia nacional el Grupo Sonora 17 “orientó su
presencia e influencia a lograr la integración de Sonora, como región, a la
economía nacional y a promover la formación de una nueva clase empresarial
comandada por ellos mismos” (Hernández, Región, 2000, p. 86). El mecanismo
para ello continúo siendo el despojo y como señalan, se inaugura “el uso de tipo
de vínculos gubernamentales cómo una fuente segura de aprovisionamiento de
recursos de toda índole”. “En el caso concreto de Sonora, la última de las
17 Nombre creado por el origen sonorense de los presidentes Adolfo de la Huerta, Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles.
23
compañías extranjeras vendedoras de tierras en el valle del Yaqui fue
nacionalizada por el gobierno mexicano en el preciso momento en que había
empezado a realizar un floreciente negocio con propiedades urbanas y rurales.
Buena parte de estas propiedades nacionalizadas fue comprada por políticos
revolucionarios. (Hewitt, Modernización, 1980, p. 123)
i. Surgen los Agrotitanes
La estrategia pos-cardenista de modernizar la agricultura combinada con la
influencia del Grupo Sonora en la política nacional18 fueron un factor determinante
para el desarrollo “extremadamente rápido del sector agrícola del estado en el
período posrevolucionario y sobre todo después de 1940”. (Ibid, p. 130) El
progreso hubiera sido más lento si este “grupo capitalista modernizador” no
hubiera contado con la enorme capacidad de conseguir recursos para diversidad
de proyectos. Estos empresarios agrícolas no eran los tradicionales –ligados a la
tierra de tiempo atrás-, la posesión de la tierra era de hecho reciente y su incursión
en este sector era “una empresa remunerativa, donde la especulación en la
compra y venta de tierras fue a veces un elemento tan importante como la
producción de cosechas comerciales”(Ibid. p. 120). La carga económica para
hacer productivas estas tierras, la construcción de canales y las obras de
infraestructura, la llevo “la tesorería federal; pero la mayor parte de los frutos de
aquel esfuerzo quedó firmemente controlada por la élite terrateniente”. (Ibid, p.
120).
A estos especuladores de terrenos se les llamo “agricultores nailon” y
muchos de ellos eran funcionarios de gobierno, burócratas, hombres de negocios.
En estos años también, se dio una integración de esta élite agrícola con la
comercial en el Estado y con la comunidad empresarial de Estados Unidos que
adquirió nuevas modalidades, como la distribución concesionada de productos
18 (Hewitt, 1980) refiere que “cinco de los gobernadores electos de Sonora fueron presidentes de la República o miembros de familia de presidentes” Plutarco Elías Calles, Adolfo de la Huerta, Abelardo Rodríguez (presidentes), Francisco Elías Calles y Rodolfo Elías Calles (descendientes). En 1948 se eligió a Álvaro Obregón hijo como gobernador de Sonora.
24
norteamericanos y la capacitación tecnológica. El dinamismo que se inyectó a la
región a partir de la reforma agraria, propició el surgimiento de una pujante clase
media.
Estas acciones que consolidaron a la naciente clase empresarial, le
siguieron la realización de una serie de obras de infraestructura, como presas,
sistemas de riego, carreteras, todas ellas bajo la dirección de gobiernos estales y
federales, que compartían la visión económica de la región y apoyo a clase
empresarial que obtuvo así facilidades para su consolidación.
En 1933 bajo el gobierno de Rodolfo Elías Calles, se funda la primera Unión
de Crédito, con el objetivo de proteger a sus agremiados de los efectos de la
depresión, para los años cuarenta, surgen en el Estado, pero principalmente en
Cd. Obregón y Hermosillo, una serie de Uniones de Crédito, promovidas por los
principales terratenientes sonorense, que estaban convencidos de la importancia
de organizarse para defender sus intereses. Entre las principales funciones de las
Uniones, estaba la de gestionar el crédito para los agricultores (a corto y a largo
plazo) tanto público como privado, gestionar los mejores precios para las
cosechas de sus agremiados, en estas organizaciones, como en otras en Sonora,
destaca la dirección de solamente un pequeño grupo que es el que controla la
dirección de las Uniones de Crédito, de nueva cuenta surge, una condición ya
antes citada, los “poder personales” tan ancestral en el Estado.
Paralelamente la inversión extranjera, particularmente estadounidense ha
tenido una influencia muy marcada en la región.19 Ramírez identifica tres etapas
de ésta con características cualitativamente diferente, en la primera se requerían
la instalación de plantas para el acomodo de la fábrica; la cual se transformo
19 conviene distinguir tres grandes momentos de la permanencia norteamericana en la economía de Sonora. Un primero que va de 1890 a 1930 en el cual sus ciudadanos actúan como propietarios directos del proceso productivo en las actividades claves de la economía. Otro más de (1930-1950) en el que su participación se ve reducida a invertir en las filiales de sus ET ó a financiar proyectos de inversión agropecuarios. Y un último (1965-1980) que se agrega al segundo, en el que sus grandes corporaciones transnacionales expanden sus funciones a través de la subcontratación de fuerza de trabajo estatal para llevar a cabo servicios de maquila. Tanto en éste como en el primer momento los norteamericanos se mantuvieron (y se han mantenido) al margen de cualquier actividad ligada con los intereses del empresariado nativo. (Ramírez, Minería, 1987)
25
abruptamente ya sea por la crisis de 1929, durante la aplicación del modelo de
sustitución de importaciones para dar paso a la etapa en la cual la inversión se
reduce a invertir en proyectos agropecuarios ó filiales de estas empresas; en la
tercera se busca la inversión extranjera con la finalidad de que se detone la
industrialización agrícola ó la industria maquiladora en el norte del Estado.
Sintetizando este breve recorrido podemos concluir que: 1) el despojo, 2) el
exterminio, 3) la nacionalización de tierras, 4) un proyecto nacional para la región
como parte del sector agroindustrial, 5) inversión estadounidense, 6) participación
de colonos italianos y alemanes como empresarios agricultores y 7) el surgimiento
del políticos-empresarios, son la base empresarial sonorense, que hoy se ha visto
desplazada ó se ha transformado por los nuevos procesos económicos, en
facilitadores de la integración de industria maquiladora de exportación en Sonora.
Estas cinco décadas conforman el momento de transición de la economía y
la sociedad sonorense, perfilan las características regionales en la adopción del
modelo de sustitución de importaciones, a la par que esbozan la génesis de los
nuevos grupos sociales que se constituyen y que se vinculan con los ya existentes
en forma particular los empresarios-agrícolas, que se unen a los empresarios-
políticos y a los empresarios estadounidenses.
El desarrollo de las fuerzas productivas en el estado de Sonora, adquiere en lo
particular características propias, en lo general presenta fuertes afinidades a lo
que Cardoso y Faletto, identifican en las economías de enclave, en la etapa de
transición, entre las que señalamos las siguientes por su importancia y similitud:
Un proceso político caracterizado por el control de las organizaciones por
un grupo de terratenientes y/o empresarios agrícolas y con ellas
presionaron de manera decisiva por sus intereses al Estado, definiendo en
este periodo las relaciones entre ellos y con los grupos subordinados
(directa o indirectamente con ellos), clases media, pequeños propietarios,
campesinos y con los grupos externos que constituyeron los enclaves.
Reorganización de la estructura productiva del Estado en este periodo, que
otorga una serie de posibilidades estructurales dentro de la cual se ejerce la
26
acción de los distintitos grupos, en este periodo se fortalece la clase media,
surge un empresario agricultor ligado simbióticamente al poder político, el
cual tiene la capacidad de organizarse y es el Estado precisamente el que
posibilita esta unión y mediante éstas ejerce la acción.
En el enclave se hace posible la explotación económica mediante la
relación política, la vinculación de los grupos regionales con las empresas
extranjeras, no se realiza en calidad de un “sector empresario”, lo que se
ofrece básicamente es la posibilidad de establecer un poder político en la
región y con ello de la mano de obra, control de los conflictos, orden interno
etc.
27
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