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Statement

El arte es una idea que cada uno de nosotros damos forma a nuestra manera mediante acciones. Para mí, el arte es algo que te invita a pensar, ver, o concebir el mundo de una manera diferente, no convencional. Algo que rom-pe las reglas establecidas, para crear otras nuevas. Es todo aquello que sirve para mejorar el mundo, haciéndolo más habitable, más sostenible, más justo, más divertido, más comprensible o incluso, simplemente más bonito.

Así pués, mi trabajo siempre camina desde lo personal, desde las llanuras de mi entendimiento, hacia senderos que desembocan en cordilleras, acumulaciones creadas por el trabajo, desde las que ver la cotidianidad de una forma diferente.

Introducción al Portafolio

Los trabajos presentados a continuación dan fé del recorrido efectuado hasta el día de hoy desde que comencé mis estudios artísticos allá por el año 2001. De esta manera, presentaré mis trabajos de manera cronológica a su desarrollo, de los primeros trabajos serios que realicé, allá sobre el año 2005; hasta los más recientes.

Aún siendo un recopilatorio bastante completo de los proyectos realizados, cada proyecto está descrito brevemen-te y sin profundizar, ya que como el lector no está obligado a sentir la misma pasión que siento yo por mis tra-bajos, he visto oportuno sintetizar para que quede un conglomerado bastante resumido y se pueda comprender rapidamente y de un solo vistazo. En definitiva, para que sirva como introducción a mi trabajo. Esperando que, esta carta de presentación le aliente a querer descubir más de mí, o de mi trabajo, le invito a ponerse en contacto conmigo para informarle más profundamente del tema que considere oportuno.

Le invito a que comience el visionado de este portafolio, deseando que lo disfrute. Por mi parte me despido con una reflexión personal para el camino: Después de una década estudiando la palabra “arte”, por fin comienzoa comprender una cosa muy importante : Que sólo acabo de empezar a caminar.

Bio

David Terroba SeijoNacido en la ciudad de San Fernando (Cádiz) en 1983.Lleva volcado en la fotografía desde 2006, desde la fecha busca un lenguaje personal que defina su fotografía. Recientemente aporta estudios de Bellas Artes a su visión, hecho que está ayudando a fraguar un punto de vista más maduro sobre el signo visual contemporáneo.

ProyectosNosotros no miramos al Búho, es búho el que nos mira a nosotros. (año 2006, tinta china sobre papel)

Se trata de un pequeño proyecto encargado, consistente en la ilustración de una frase. La frase es el título de la obra: “Nosotros no miramos al Búho, es el búho el que nos mira a nosotros.” Al ser una frase con un signifi-cado tan pesimista (plantea, al fin y al cabo, la imposibilidad del ser humano para acercarse a la sabiduría, ya que es a este animal con el que la asociamos) plantée una escena en la que un búho mira un suicidio. Pero en la re-presentación, los ojos del búho nos sirven de espejo del acto que está ocurriendo detrás de la mirada. De nuestro propio acto de autodestrucción por no usar la sabiduría. Así pues, el búho se convierte en espectador pasivo de una escena dionisíaca, a la vez que en la pantalla donde podemos, por comparación (podemos apreciar la estupi-dez, si la contraponemos a la sabiduría), apreciarla.

Esbozos de trabajo y resultado final

Obra final

Primer planteamiento; grafito. Desarrollo de la idea final; aguada. Esbozo de trabajo definitivo. Recorté el plano, para acentuar la fuerza de la escena; aguada.

He aquí una muestra de algunas imágenes del proyecto (las cifras indican los píxeles a los que se ha recortado el fragmente, partiendo de 5000 hasta llegas a sólo 4px)

Las 40 vistas de una T. (año 2005, Técnica digital)

Este proyecto elige una letra de una determinada tipografía, y a partir de esa sola letra, en nuestro caso la T, mediante aumento, sacamos 39 vistas diferentes, acompañadas de “pies de foto” que en combinación con estas nuevas imágenes, sugieren otros significados parciales, que forman parte del todo.

En esta imagen podemos apreciar la letra al completo

Aquí podemos ver un fragmento de la tipografía, está elegido, como se puede leer, por sugerir una cola de un animal.

El cazador cazado (año 2006, papel fotográfico)

Este proyecto indaga sobre el poder de la cámara fotográfico como índice que dice: esto, aquello (dubois, barthes, etc..) La fotografía tiene este poder, un poder para destacar algo sobre el fondo. Para dotar de importan-cia a algo o simplemente resaltarlo. La instauración cada vez más masiva, de cámaras de seguridad en nuestra vida pública, parece no importarnos demasiado. Apenas dotamos de importancia a su presencia, no parece afectarnos que nos miren las 24 horas del día. En cambio, sí que nos molesta que alguien nos mire fijamente, y aún mucho más que nos fotografíe. Intere-sante situación. Me di cuenta de que hay zonas en las ciudades donde se puede explotar este hecho. Sobre todos las zonas centrícas e históricas. Allí hay cámras de videovigiliancia por todos lados. Hay personas fotografíando y filmando a cada instante. Todo parece funcionar. Si pasas por allí , seguro que aparecerás en más de un negativo o tarjeta de memoria. Es irremediable, la gente dispara casi sin pensar, pocos encuadran y aunque lo hagan , la gente sale en sus fotos o videos. Si la gente sabe que la mirada directa intimida, que coarta, que de alguna manera roba algo nuestro, por qué fotografían a artistas callejeros. Quizás necesiten hacerlo, es parte de su viaje, de sus recuerdos, pero es evidente que se saben cometiendo una especie de acto “ilegal”, por eso la mayoría, se esconden para fotografíar, disimulan, se hacen los “suecos”. Saben que convierten a la persona que les está dando un placer musical o estético, de sujeto a objeto. Lo convierten en una piedra más, lo hacen unirse a la propia arquitectu-ra. ¿Pero qué pasa cuando estos “cazadores” se sienten cazados? Con la fotografía les hago presentes, visibles en el espacio que albergan. Visibles ante los demás y ante ellos mismos que se descubren fuera de su escondite. Su escondite es el visor de su cámara y la tranquilidad que dan una esquina o un grupo de personas. Ante mi cáma-ra sólo les queda escapar, esconder la cámara, ponerle la tapa al objetivo, se saben cazados, justo en el momento de su propia caza. Algunos disimulan y actúan como si no hubiesen hecho nada( de hecho tampoco hacen nada reprochable, pero se sienten así) , otros se asustan un poco por no controlar la nueva situación. En cambio a otras personas les resultaba gracioso.

Lenguaje:

Mediante el uso de planos cortos, con motivo de mi cercanía al sujeto, el uso del blanco y negro, muy contrastado para otorgar un aspecto más desgarrado. Ptetendo que el espectador se centre en las expresiones, en la escena o en el momento, sin que el color sea un elemento perturbador. Además, el juego de luces contrastadas le otorgan a la imagen cierto dramatismo buscado, por ese momento de tensión al ser descubiertos.

Conclusiones:

¿Por qué me comporto de una manera ante el objetivo? ¿por qué me intimida? ¿por qué fotografío a algo? ¿por qué me produce temor que alguien posea mi imagen?. Solemos recelar de las cámaras cuando no están en nuestras manos. Parece ser que, aún conservamos esa parte de nososotros que es mitológica, que cree en los espirítus o en el budú. Q uizás no esté del todo mal esta aptitud, quizás no sea una conducta tan delirante como se piensa en un principio. Estamos a las puertas de un mundo totalmente globalizado, en el que la tecnología se desarrolla en proporciones geométricas. Quien sabe de aquí a un siglo lo que se podrá hacer con la imagen de alguien, lo que implicará esa posesión. Quizás, su propia existencia.

Del Índex a la Hiperrealidad. (año 2008, papel fotográfico,w 1,30m X 1m)O cómo abandonamos lo natural para adentrarnos en lo artificial.

«El simulacro no es lo que oculta la verdad. Es la verdad la que oculta que no hay verdad. El simulacro es verdadero»

Jean Baudrillard

Del Index a la Hiperrealidad es un proyecto de caracter fotográfico que pretende mostrar una cara dife-rente de nuestra superfície corporal, ahondando a su vez, en un tema que está hoy en día en ferviente actualidad: La pérdida del mundo tal y como lo conocíamos y conocemos. Me refiero a la constante inmersión en el hiper mundo de los mass-media, incluyendo a internet, que promete convertirse en el pilar social económico y político más poderoso de nuestra presente y futura historia. Mi objetivo al hacer este proyecto no es el de situarme como crítico, ni el de hacer crítica de nada, ya que como decía Jean Baudrillard: “resulta un ejercicio inútil en sí mis-mo”. Mi objetivo es simplemete evidenciar una realidad (la hiperrealidad), de una forma estética y desde mi po-sicionamiento como individuo dentro de ella. Para ello me he basado tanto en conocimientos adquiridos gracias a libros de Paul Virilio, Jean Baudrillard, Hal Foster, Roland Barthes, Philipe Dubois, José Gómez Isla y Jordi Alberich; además de otros tantos que han formado mi pensamiento y que ahora me sería imposible enumerar. Del Index a la Hiperrealidad consiste en una serie de imágenes no narrativas de gran formato, sin título y que no poseen ningún texto que las enlace o aclare. Están tomadas con una simple “webcam”, que está mani-pulada para que pueda enfocar a mínima distancia, para poder pegarse bien a la piel. Viéndolas de esta manera, quizás cueste encontrar el referente, pero son al fin y al cabo autorretratos que me segmentan, que me deconstru-yen convirtiéndome en objeto, dejándome sin vida (Roland Barthes). Arrastrado así, sin remedio, al infinito flujo de imágenes sin sentido en el que vivimos (Baudrillard).

Perdido en el YO (año 2010, técnica digital)

A raiz del proceso en el que nos encontramos de mecanización, digitalización, alienación y desnaturaliza-ción tanto de la sociedad como del individuo; he tratado de esbozar en una imagen algunas ideas. En primer lu-gar el tema de nuestro otro yo “hiperreal”. Ese sustituto de nosotros mismos, que acaba por suplantarnos. Aquella copia perfeccionada que acaba dejando de ser copia (signo) para convertirse en algo auténtico (referente). He trabajado a partir de un autorretrato, corrigiendo asimetrias y “taras” físicas de mi rostro, con el fin de “mejorar” mi aspecto. Por supuesto, no he podido hacerrme un cambio radical, ya que pretendía que se confundiera y no se creara una diferencia evidente entre referente y signo. Al tener este nuevo signo, he creado otro retrato a partir de aquél, y lo he vuelto a trabajar para que hubiera una leve disonancia entre ambos, cosa que también ayuda a ale-jar al referente auténtico en un juego de despiste, creando un simulacro de dos rostros, al parecer bastante reales, pero que podrían hacer pensar que hay uno real y otro falso. Cuando verdaderamente los dos han sido alterados o falseados.

¿Y todo esto para qué? La fotografía (entre otros medios representacionales ) postula una transformación de la realidad; lo más evidente: se pasa del 3d al 2d. Y en cambio le otorgamos una veracidad categórica. En un tiempo en el que cada vez más, la presencia personal del individuo hacia la sociedad, pasa por una fotografía en internet, es lógico que la imagen que de nosotros teníamos, o la que tenemos cada día en el espejo, se transmute a un conjunto de códigos binarios que serán equivalentes a la imagen que deseamos mostrar al mundo, pero que no tiene porqué ser tal cual la que tenemos, si no su pura representación. Algo así como lo que ocurre en “second life” donde cada persona acaba convirtiéndose en su representación. Ya lo dijo Baudrillard, la hiperralidad es más verdadera que la propia realidad. Cada día que pasa no acabamos siendo más, que un conjunto de unos y ceros muy reales.

Voyeur 2.0 ( año 2010, técnica digital)

El concepto de intimidad, la relación entre lo público y lo privado, se ven hoy en día cuestionadas por nuestra propia posición ante ellas. Creo que una muestra muy coherente la ofrece este experimento que parte de lo fotográfico, para adentranos en mundos más profundos y que por actuales, recién comienzan a ser explorados.Partiendo de una idea, a priori, simple; como es el hecho de presentar fotos de otras personas, que además han sido hechas por otra tercera persona y que el propio sujeto fotografíado, ha publicado (ha hecho público) en su perfil de facebook, pretendo elaborar un discurso que transmita la sugerencia de que la línea entre el espacio privado y el público, es muy tenue. A pesar de ser algo experimental, puedo suponer que a muchas chicas no les gustará nada que muestre sus fotos, y aún más en público. Entre otras cosas, porque para ellas se trata de algo privado, al menos hasta cierto punto. En cambio, no podemos olvidar que cualquiera de estas fotos, ha sido la cara pública (y mundial) de estas perso-nas. En un momento dado, la han utilizado como foto de perfil, por lo que cualquier persona en internet, fuera o no usuaria de facebook, pudo tener acceso a aquella imagen.

Y después de esto, cómo no, se plantea una cuestión ¿sabemos hasta dónde llega nuestra privacidad? y si es así ¿somos realmente conscientes de hasta dónde queremos que llege?

Las fotos han dejado de ser de las protagonistas (y de los que tomaron las fotos), para ser fotos del voyeur 2.0. Ellas se reconocerán, comprobarán que son sus fotos, pero verán algo nuevo y perturbador. Quizás se lleguen a plantear si realmente aquella persona estaba allí, si el voyeur les observa de cerca. Así se verán de otra manera, se verán a través de la mirada del voyeur. Esa mirada que de repente les ha robado algo que creían poseer. Eso que ya no poseen, lo posee ahora el voayer. Se puede notar en las huellas de las fotos, en las señales. Todos estos signos indiciales añadidos por mí (el metavoyeur), que señalan y acentúan la proximidad física del mirón. El intento de toma, de posesión física con el que el mirón sueña a través de la toma fotográfica. La virtual manipulación de las imágenes, la ansiada toma de contacto y el desgaste de ellas. Imágenes que reemplazan a los cuerpos observados, deseados, soñados. Todo ello muestra una relación de proximidad e interacción entre la imagen y el que la crea (el mirón), que, en mi opinión, crea cierto recelo o temor.

Lla selección de fotos que he considerado más certera para al propósito de este trabajo. Fotos en las que el sujeto fotografiado no mantiene una relación directa con el fotógrafo. Además, es importante comentar que me he ceñido exclusivamente al sexo femenino por dos importantes razones. La primera es que es una mayoría en mi clase, y los pocos chicos no poseían fotos que me interesaran o que fueran válidas para el trabajo, de ahí a que también falten algunas chicas que tampoco cumplían con los requisitos. En segundo lugar, pienso que las con-notaciones de perversión encajan mejor y son más comunmente aceptadas, cuando el objeto de la mirada es una mujer y el sujeto que mira es un hombre (aunque el género del voyeur sólo podamos suponerlo).

De izquierda a derecha: 88 cds colgados, bombilla, lienzo formato 50F con pintura acrílica.

El eterno retorno de la pintura ( año 2010, instalación )

A nivel formal, la pintura se estructura como un patrón de tres colores. Dos cuadros verdes, uno azul y otro rojo. Este patrón deriva directamente del patrón bayer o mosaico de bayer; mejor conocido por ser el filtro usado en fotografía y video digital, que permite componer el color a partir de la luz que lo atraviesa.

En cuanto a la parte conceptual; el hecho es que después de leer y aprender un poco sobre el trabajo de Daniel Buren, pensé que quería investigar con las retículas. Así que debido a mi formación en fotografía, pensé en la idea de utilizar el mosaico bayer como referencia. De esta forma y quizás emulando el trabajo de Buren, encontré pertinente idear una instalación que de alguna manera creara un espacio de interacción y diálogo para el individuo y la obra. Así pues, esbocé la idea de algún elemento reflectante, que colocado frente al lienzo captase al espectador y lo incluyera dentro del propio cuadro. Mi idea era señalar la alienación que sufre el ser humano al ser avasayado por los medios. Esa parte de nosotros que siempre perdemos cuando nos re-presentan. Sobre todo y cada vez más, hoy en día, en la era del código binario, de los unos y ceros, donde la alienación llega a tal extremo que el individuo comienza a convertirse o situarse como mero “medio” de todo un proceso que le trasciende. Se trata de una despersonalización o deshumanización. Una especie de plasticidad que nos embarga, en esta era de la información, del plástico y los microchips.

50F, Acrílico sobre tela

Vista infográfica del paseo, las maquetas están hechas con baras de madera y red de nylon.

El segundo caso ya no es remodelación funcional del espacio, sino una ampliación más estética que fun-cional de aquél, ya que en este segundo caso, el paseo, esta vez marítimo, conserva los bancos, pero el proyecto añade tres piezas construidas tubularmente, que albergan una red. A parte de la estética escultural de las piezas, también cumplen una función muy parecida a la pieza anterior. Las redes están pensadas para recostarse sobre ellas y descansar o admirar el cielo de una manera más cómoda que en los clásicos bancos. Las esculturas estarían virtualmente proyectadas para realizarse en tubos de acero corten soldados y lona.

Proyectos de mobiliario urbano ( año 2010-2011 maquetas e infografía )

Vista infográfica del paseo, las maquetas están hechas en barro sin cocer y pintadas en blanco.

El primer proyecto consistía en crear un mobiliario urbano que modificase el ya existente. En el lugar a intervenir, existen una serie de cubos de unos 50 cm de lado, que sirven como asiento. No poseen respaldo, ni tampoco espacio suficiente para más de dos personas. Así pues, como se trata de una zona de ocio, para disfrutar de la naturaleza, pensé en diseñar un mobiliario que fuese más cómo y visualmente más orgánico. Estaría virtual-mente proyectado para realizarse en ormigón.

Instalación y obra final

La vida de los objetos (año 2011, instalación)

“Dar su espacio poético a un objeto es darle más espacio

que el que tiene objetivamente”

Gaston Bachelard “La poética del espacio”

“ La vida de los objetos” es un proyecto conjunto, en colaboración con el artista chileno Bastián Galaz. Hemos partido de la cotidianidad de los objetos para, mediante su descontextualización, o más bien, su re-con-textualización en el espacio, crear una nueva poética para ese objeto y que, de esta manera, defina nuevamente el espacio que ocupa siendo así, portador de nuevos significados.

Nuestra intención era redefinir un espacio de la facultad de Bellas Artes de Barcelona, mediante la inter-vención y descontextualización de los tubos que se encargan de embellecer y proteger el sistema eléctrico de ca-bleado. Objetos tan habituales, que por comunes, pasan tan desapercibidos como estos materiales de adecuación de espacios, pueden tener un gran potencial poético al sacarlos de su contexto natural y hacerlos ejercer tareas para las que no han sido previamente diseñados. Así pues, el proyecto consistió en intervenir la pared de un despacho, para desarrollar un proyecto “site specific” a caballo entre la escultura y el dibujo, (una especie de bajorelieve) en el que, mediante la línea creada con estos tubos, pudiéramos desarrollar una forma.

Vista de una instalación común. Detalle de un tubo y su anclaje. Uno de los primeros esbozos.