TEOLOGÍA BÍBLICA DE LA “REDENCIÓN” EN LAS EPÍSTOLAS
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TEOLOGÍA BÍBLICA DE LA “REDENCIÓN” EN LAS EPÍSTOLAS CARCELARIAS Por Flavio E. Rivas. En este artículo se estudiará la relación entre el concepto de “redención” y de cada uno de los miembros de la trinidad con el propósito de desprender implicaciones relevantes para la vida del creyente de hoy. Para cumplir tal acometido, se elabora un breve contexto histórico y un estudio del término usado para hacer referencia a la “redención” en las cartas carcelarias. Contexto histórico Las epístolas carcelarias son cuatro: Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón. Estas reciben su nombre debido al hecho de que “Pablo estaba preso cuando las escribió”. 1 Otra forma de llamar a estos escritos es “epístolas de la cautividad”, como dice Everett Harrison, la razón para este nombre es que: “Pablo estaba detenido pero no en el sentido técnico del término”. 2 Ya sea cautivo o preso, lo relevante para este estudio es el estado del apóstol como privado de libertad, ya que se sospecha que el uso del término “redención” en estas epístolas está en alguna medida afectado por el estado mencionado del apóstol. Otro asunto importante a considerar en lo referente al contexto histórico de estas epístolas es que tres de ellas están relacionadas con el mismo lugar y época de la vida de Pablo, 3 como afirma Thomas Lea: Las declaraciones en Colosenses 4:7 y Efesios 6:21 sugieren que Tíquico llevó ambas cartas a su destino. Las semejanzas en el contenido de estas epístolas (comp. Ef 5:22; 6:9; Col 3:18; 4:1) implican que Pablo las escribió alrededor de la misma época. 4 Refiriéndose a Filemón, Lea comenta: “Puesto que Onésimo fue el portador de la carta para Filemón (Flm 8-10), ello sugiere que también proviene de las mismas 1 Everett F. Harrison, Introducción al Nuevo Testamento (Grand Rapids: Subcomisión Literatura Cristiana de la Iglesia Cristiana Reformada, 1980), 313. 2 Ibíd. 3 Thomas D. Lea, El Nuevo Testamento: su trasfondo y mensaje (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2000), 453. 4 Ibíd., 454.
TEOLOGÍA BÍBLICA DE LA “REDENCIÓN” EN LAS EPÍSTOLAS
Por Flavio E. Rivas.
En este artículo se estudiará la relación entre el concepto de
“redención” y de
cada uno de los miembros de la trinidad con el propósito de
desprender implicaciones
relevantes para la vida del creyente de hoy. Para cumplir tal
acometido, se elabora
un breve contexto histórico y un estudio del término usado para
hacer referencia a la
“redención” en las cartas carcelarias.
Contexto histórico
Las epístolas carcelarias son cuatro: Efesios, Colosenses,
Filipenses y Filemón.
Estas reciben su nombre debido al hecho de que “Pablo estaba preso
cuando las escribió”.1
Otra forma de llamar a estos escritos es “epístolas de la
cautividad”, como dice Everett
Harrison, la razón para este nombre es que: “Pablo estaba detenido
pero no en el sentido
técnico del término”.2 Ya sea cautivo o preso, lo relevante para
este estudio es el estado del
apóstol como privado de libertad, ya que se sospecha que el uso del
término “redención”
en estas epístolas está en alguna medida afectado por el estado
mencionado del apóstol.
Otro asunto importante a considerar en lo referente al contexto
histórico de estas
epístolas es que tres de ellas están relacionadas con el mismo
lugar y época de la vida de
Pablo,3 como afirma Thomas Lea:
Las declaraciones en Colosenses 4:7 y Efesios 6:21 sugieren que
Tíquico llevó ambas cartas a su destino. Las semejanzas en el
contenido de estas epístolas (comp. Ef 5:22; 6:9; Col 3:18; 4:1)
implican que Pablo las escribió alrededor de la misma época.4
Refiriéndose a Filemón, Lea comenta: “Puesto que Onésimo fue el
portador de
la carta para Filemón (Flm 8-10), ello sugiere que también proviene
de las mismas
1 Everett F. Harrison, Introducción al Nuevo Testamento (Grand
Rapids: Subcomisión Literatura Cristiana de la Iglesia Cristiana
Reformada, 1980), 313.
2 Ibíd. 3 Thomas D. Lea, El Nuevo Testamento: su trasfondo y
mensaje (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2000),
453. 4 Ibíd., 454.
2 Teología bíblica de la “Redención”
circunstancias que produjeron Efesios y Colosenses”.5 Por otro
lado, para Harrison:
Filipenses ocupa un lugar aparte, su argumento se basa en que la
actitud de Pablo hacia
su liberación no es la misma ya que expresa una esperanza respecto
a tal liberación en
Flm 22, pero no se da ninguna razón para la misma. En Filipenses,
en cambio, el apóstol
tiene confianza de ser liberado (Fil 1:25). En cuanto a la fecha de
escritura, las epístolas
carcelarias deben corresponder a la primera mitad de la década de
los 60 d.C.6
La procedencia
Los posibles lugares de procedencia de las epístolas carcelarias
son tres: Cesárea,
Éfeso y Roma. Aunque el libro de Hechos menciona, en este sentido,
solamente a
Cesárea y a Roma, las referencias de una crisis en Asia (2 Co
1:8-11) y la referencia
a “batallar en Éfeso contra fieras” que Pablo hace en (1 Co 15:32),
llevan a algunos a
sugerir un posible encarcelamiento en Éfeso.7 A pesar de este
argumento, Roma es
preferido tradicionalmente como lugar de procedencia debido a que
repetidamente esta
preferencia es sustentada por el Prólogo Marcionita como evidencia
externa temprana de
la misma.8 También, esta posición es ampliamente sustentada por la
evidencia interna.
Las referencias al “pretorio” y, a “la casa de César” en el caso de
Filipenses y la presencia
de Lucas atestiguada en Hch 28; Flm 24 y Col 4:14, apuntan, aunque
no con total
contundencia, a Roma como lugar de origen de los documentos en
mención.9 Con todo
esto, Carson con gran tino concluye: “No puede decirse que los
datos de que disponemos
favorezcan de manera concluyente la opción de alguna de estas
ciudades, no obstante, hay
más razones en favor de Roma que de cualquiera de las
demás”.10
Los lectores
Los lectores de las epístolas carcelarias geográficamente
pertenecían a dos regiones:
en primer lugar, los residentes de la región de la provincia de
Asia; y en segundo lugar,
los residentes de la ciudad macedonia de Filipos. Keener hace una
descripción del estado
religioso de la zona de las iglesias de Asia Menor:
La religiosidad era intensa y a veces frenética (el famoso culto a
la diosa madre
5 Ibíd. 6 Harrison, Introducción al Nuevo Testamento, 320. 7 Lea,
El Nuevo Testamento, 455. 8 D. A. Carson, Una introducción al Nuevo
Testamento (Barcelona: CLIE, 2008), 431. 9 Lea, El Nuevo
Testamento, 459. 10 Carson, Una introducción al Nuevo Testamento,
449.
3Teología bíblica de la “Redención”
Cibeles). También, hay evidencia de presencia judía en Colosas
desde el siglo VI a.C.; este judaísmo frigio parece haber influido
en medida significativa con su cultura. Del mismo modo, en esta
región en los siglos posteriores, el cristianismo presentaba
tendencias heterodoxas.11
Las poblaciones de Asia menor eran mayormente gentiles, aunque
existía una
considerable presencia judía en las iglesias de la zona.12 Pat
Alexander, en este sentido
afirma:
El problema en Colosas era el sincretismo, la tendencia a
introducir ideas de otras filosofías y religiones para ponerlas al
mismo nivel que la verdad cristiana. Había griegos y judíos en la
iglesia de Colosas y también frigios “nativos”. Era natural que se
apegaran a sus ideas y quisieran incorporarlas a la nueva
fe.13
En otro sentido, no se puede dejar por fuera la posibilidad de que
la carta que
se conoce como a los efesios fuera una carta circular, teniendo
como lectores a los
creyentes de la zona de las iglesias de Asia Menor.14 Además, cabe
aquí la mención de
que no es relevante para el presente trabajo el perfil de los
lectores de Filipenses ya que
en el quehacer exegético no se consideraran textos de esa epístola
en particular. Bastara
entonces con tener una idea de los lectores de las epístolas a los
Colosenses y Efesios.
Esclavitud y rescate en el contexto del Nuevo Testamento
La esclavitud en el imperio romano mencionada en el N.T. es la
conocida como
doméstica. Por lo general esta esclavitud estaba matizada por buena
voluntad de los amos
a sus esclavos. A pesar de la permanencia de los estratos sociales:
amos y esclavos, esta
distinción tiende a perder su sentido en la nueva comunidad en
Cristo (1 Co 7:22; Gál
3:28). En la teología paulina, los esclavos debían vivir una vida
agradable a Dios a través
de su servicio (Ef 6:5-8; Col 3:22); por su parte, también los amos
deberían tratar a sus
esclavos como hermanos en Cristo, sin abusos y con una justicia
digna de su honorable
estatus de hijos de Dios, Señor de justicia. Siguiendo esta línea
de comportamiento, se
11 Craig S. Keener, Comentario del contexto cultural de la Biblia:
Nuevo Testamento (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2003),
563.
12 Ibíd. 13 Pat Alexander, El nuevo Manual Bíblico Ilustrado
(Miami: Editorial Unilit, 2004), 723. 14 Bruce M. Metzger, Un
comentario textual al Nuevo Testamento griego (Alemania: Sociedades
Bíblicas
Unidas, 2006), 528. La frase ν φσ falta en varios testigos
importantes, lo mismo que en varios manuscritos mencionados por
Basilio y en el texto usado por Orígenes. Ciertos rasgos internos
de la carta, la designación que hace Marción de la epístola como “A
los laodiceos”, y la ausencia de una cita explicita de las palabras
ν φσ en Tertuliano y Efrén, han llevado a muchos comentaristas a
sugerir que el propósito de la carta era el de circular como
encíclica entre las distintas iglesias, de las cuales la principal
era la que estaba en Éfeso.
4 Teología bíblica de la “Redención”
lograrían dos objetivos: En primer lugar se evitaría la crítica
externa a la iglesia (1 Ti
6:15) y en segundo lugar se respetaría el principio de que todas
las condiciones humanas
son dispuestas por Dios (1 Co 7:20). 15
Dentro de la iglesia se veía a la esclavitud como parte el orden
que habría de pasar,
por esta razón la fraternidad de hijos de Dios debía colaborar a
que todos sus miembros
se vieran libres de ataduras de esclavitud, en efecto esta
liberación tenía implicaciones
escatológicas.16
Fuera del uso bíblico, el entendimiento del rescate para redención
debía hacerse a
través de un pago. Como describe Kittel:
El rescate para redención se refería al dinero pagado para liberar
prisioneros de guerra, para liberar esclavos, para redimir un bono,
o, poco frecuentemente, para cubrir una deuda con la deidad. El
pago del rescate era cuestión de mutuo acuerdo, ya sea por la ley
(Ex 30:12) o por negociación. En las negociaciones la ley tiende a
proteger al que compra, pero el fijar un equivalente es un asunto
subjetivo. Se necesita una forma legal para asegurar que la persona
rescatada sea verdaderamente liberada. En el culto, la deidad o la
tradición del santuario pueden fijar el precio, aunque siempre es
posible hacer cambios, y puesto que la aceptación de un rescate es
un acto de gracia, el pago puede ser rehusado (cf. Nm 35:31-32; Sal
49:7).17
Es necesario un estudio un poco más amplio del término “redención”,
un estudio
que integre a esta investigación elementos que aporten en el
entendimiento de las
connotaciones e implicaciones en el contexto de sus diferentes
usos.
Estudio terminológico
El término usado por el apóstol Pablo para “redención” en las
carcelarias es
πολτρωσις, este aparece cuatro veces en ese contexto (Ef 1:7, 14;
4:30; Col 1:14) y diez
veces en el N.T. en general.18 πολτρωσις es un compuesto de πο y
λτρον, honrando
la preferencia del griego helenístico por los compuestos.19 Este
compuesto es la forma
15 F. F. Bruce, “esclavitud”, Nuevo diccionario bíblico Certeza,
ed. J. D. Douglas, trad. David Powell (Buenos Aires: Certeza,
2003), 439.
16 Ibíd. 17 Gerhard Kittel, “λτρον”, Compendio del diccionario
teológico del Nuevo Testamento, ed. Alejandro
Pimentel (Grand Rapids: Libros Desafío, 2002), 534. 18 W.E. Vine,
“redención”, Diccionario Expositivo de palabras del Antiguo y del
Nuevo Testamento
Exhaustivo (Colombia: Editorial Caribe, 2001), 757. 19 “Redención”,
Diccionario teológico del Nuevo Testamento, ed. Lothar Coenen,
Erich Beyreuther y Hans
Bietenhard (Salamanca: Sígueme, 1990), 4:58.
5Teología bíblica de la “Redención”
intensificada de λτρωσιj usada en el sentido general de liberación.
Definiendo esta
palabra en el contexto del N. T. Lothar Coenen expone:
En Heb 11:35 la palabra tiene un sentido profano y significa la
“liberación”, que los mártires no quieren comparar renegando de su
fe; en Lc 21:28 trata de la “liberación” que servirá de consuelo a
los discípulos de Jesús al fin de los tiempos por encima de todos
sus temores, “poneos derechos y alzad la cabeza, que se acerca
vuestra “liberación”. A esa liberación se refiere también Ef 1:14;
4:30, según Ro 8:23, ella traerá también consigo la liberación del
cuerpo.20
Alfred Tuggy aporta a la definición comentando: “Originalmente se
refería a rescate
o redención de esclavo o prisionero liberándolo por pagar ‘precio
de rescate’”.21 Para
entender mejor el término en estudio, serán enriquecedores los usos
del mismo en el A.T.
y los LXX.22 Debido a que πολτρωσιj es un derivado de λτρον, se
trabajara los campos
de estudio de uso con el segundo término para obtener un resultado
más profundo e
integral.
λτρον en el Antiguo Testamento
λτρον tiene tres originales hebreos.23 El primero es rpk, derivado
por algunos
eruditos de la palabra siria cuyo significado es “lavar”. Lo más
probable es que su
significado tenga más la idea de “cubrir” y “expiar”, denota una
ofrenda vicaria para la
recuperación de la vida humana, esta ofrenda es un λτρον que puede
o no ser aceptado.24
Un segundo término es lag, usado en el contexto familiar para la
recuperación de
los bienes pertenecientes a la familia que ahora se encuentran en
poder de otros por
servidumbre (Lv 2:48; Jer 32:7; Rt 2:20); También se usa en el
contexto de la venganza de
sangre por un familiar (Nm 35:12) y en el vínculo entre Dios y su
pueblo, ya que él mismo
es el lag de Israel (Is 41:14; 43:14). El tercer término hebreo es
hdp, cuya idea es el pago
para redención de objetos animados, como en el caso de los levitas
como un pago por los
20 Ibíd. 21 Alfred E. Tuggy, “πολτρωσιj”, Léxico Griego-Español del
Nuevo Testamento (El Paso: Editorial Mundo
Hispano, 1996), 108. Tuggy define dos connotaciones de esta
palabra. En primer lugar la connotación literal referida al acto de
rescate y liberación. En segundo lugar la connotación figurada
usada en el N.T. para la redención, liberación, rescate, que viene
por Cristo.
22 Se deja por fuera aquí el uso fuera del N.T. Como ya se menciono
arriba, este uso era muy poco común y se limitaba a liberación de
prisioneros de guerra y esclavos, redención de deudas en general y
específicamente, su uso más escaso, deudas con la deidad.
23 Kittel, Compendio del diccionario teológico, 532. 24 Kittel dice
que la única falta para el que no puede haber λτρον es el homicidio
deliberado conforme a Nm
35:31-32.
primogénitos de Israel (Nm 3:12).25
λτρον en los LXX
λτρον solo aparece en singular en los LXX en (Lv 27:31 y Pr 6:35;
13:8). Coenen
resume su uso en los LXX de la siguiente manera: “λτρον es una
donación de la que se
sigue un rescate o una liberación. La idea de que esta donación
tiene también un carácter
expiatorio solo está presente en el hebreo rpk”.26 Esto no excluye
la posibilidad de que la
idea de expiación pueda encontrarse en otros textos.27 Coenen
agrega: “lo mismo ocurre
en el judaísmo tardío. Por otra parte, en la liturgia del gran día
de la expiación (Lv 16), el
vocablo está ausente”.28 Lo que si aparece comúnmente en los LXX es
el verbo derivado
λυτρσomai, el cual traduce al hebreo rpk 42 veces, donde el
significado de redimir por
medio del pago de rescate es claro. Este verbo también traduce a
hdp, donde la idea
evoluciona a la actividad redentora de Dios, quien paga un rescate
para liberar a Israel
de la esclavitud de Egipto (Dn 7:8; 9:26; 13:6). Por último, el
verbo λυτρσomai también
traduce a designando explícitamente a Dios como redentor.29
Conclusión del estudio terminológico de λτρον
Sin muchos testigos fuera del contexto del N.T. πολτρωσιj es un
vocablo
compuesto por la preposición πο y el sustantivo λυτρσις. Este
vocablo compuesto es la
forma intensiva de λτρωσιj. Es usado en las epístolas carcelarias
cuatro veces; su uso es
figurativo en cada uno de los casos y denota la liberación por
medio del rescate efectuado
a través de la sangre de Cristo en el calvario, que logra el perdón
de Dios como un acto
de gracia y que trae implicaciones presentes y escatológicas a la
vida del creyente. El
acto completo pinta un cuadro de redención que integra los tres
vocablos hebreos que
se traducen con el sustantivo descrito en este estudio. En los
precedentes apartados se
presentan las aplicaciones e implicaciones del termino λτρον.
Redención y trinidad
Las preguntas a contestar en este apartado son: ¿Cuál es la
relación que cada uno de los miembros de la trinidad tiene con el
tema de redención en las epístolas carcelarias? y ¿cuáles son sus
posibles implicaciones en la vida de los creyentes?
25 Ibíd. 26 “Redención”, Diccionario teológico del Nuevo
Testamento, 4:56. 27 Ibíd. 28 Ibíd. 29 Ibíd.
7Teología bíblica de la “Redención”
El Padre y la redención (Col 1:12-14; Ef 1:7)
“El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y
trasladado al reino de su
amado Hijo” (Col 1:13).30
Después del respectivo saludo (1:1-2), la correspondiente acción de
gracias (1:3-8) y
la petición de oración para que los Colosenses alcancen el
conocimiento pleno de Dios (1:
9-12), conforme al formato usual de una carta de le época, el
apóstol introduce una especie
de resumen de la obra redentora divina en los versículos 13-14,
para luego detallarla en
los versículos 15-23. Su intención es advertir a los lectores sobre
herejías circundantes a la
iglesia de Colosas y luego presentar sus acostumbradas
recomendaciones prácticas para
la vida cristiana. La conexión gramatical es hecha por el apóstol
por medio del pronombre
relativo “El cual” ς, haciendo referencia a τ πατρ “el Padre” que
se encuentra en
el versículo 12. Lo que se dice del Padre ahí es que Él hace aptos
para participar de la
herencia en el reino de la luz a los lectores de la carta, las
implicaciones alcanzan, por
supuesto, a todos los creyentes en Cristo.
Después de esto, con el uso del pronombre personal “Nos” μς, Pablo
cambia
gramaticalmente a primera persona plural, incluyéndose junto a los
lectores, como
beneficiario del traslado (acto redentor) que “el Padre” ha hecho.
William Hendriksen, en
esta línea de pensamiento aporta:
El corazón de Pablo estaba en su escrito. Nunca escribió en el
abstracto cuando hablaba de las grandes bendiciones que los
creyentes tienen en Cristo. Siempre estuvo profundamente consciente
del hecho de que sobre él también, a pesar de ser completamente
indigno, el Padre había derramado estos favores. Por tanto, no nos
debe extrañar que, al ser afectado profundamente por lo que estaba
escribiendo, haya cambiado la expresión de “vosotros” a
“nosotros”.31
Por otro lado, el caso acusativo del pronombre mencionado convierte
a todos
aquellos que forman parte del grupo de personas aludidas, en
receptores de la acción de
los verbos “ha librado” ρρσατο y “traslado” μετστησεν. El tiempo
aoristo usado en estos
verbos comunica un aspecto perfectivo, dando a entender que el
estado de los creyentes
como liberados y trasladados es visto desde la perspectiva del
apóstol como un evento
completo. La implicación, por el referente cronológico en el
contexto, es que los creyentes
30 Todos los textos bíblicos serán tomados de la Versión Reina
Valera, revisión de 1960, salvo en los casos cuando se indique de
otra forma.
31 William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: Colosenses y
Filemón (Grand Rapids: Libros Desafío, 1999), 52.
8 Teología bíblica de la “Redención”
ya están en “el reino del Hijo amado”. Esto claro, debido al acto
redentor del Padre.32
Pero ¿de qué ha librado el Padre? Esta interrogante es contestada
por medio del
uso del genitivo τς ξουσας το σκτους; que acompañado de la
preposición κ transmite
una idea de separación, Indicando el estado de esclavitud del cual
proceden los creyentes
en Cristo como una corporación, en este caso ese estado es: “la
potestad de las tinieblas”.
La implicación es que ya no existe potestad alguna sobre el grupo
al que se hace alusión
aquí, la iglesia como cuerpo de Cristo es un pueblo liberado por el
Padre. El traslado
de los creyentes se da “al reino de su hijo amado” ες τν βασιλεαν
το υο τς γπης
ατου, como dice Roberto Hanna: “(su hijo amado) parece implicar el
amor del Padre
hacia su hijo Jesucristo”.33 Por otro lado, según Craig S. Keener:
“La luz y las tinieblas eran
contrapuestas regular y respectivamente como algo bueno y algo
malo, esto era aplicado
con frecuencia al conflicto entre las esferas del bien y del mal.
Algunos eruditos sugieren
que esta imagen está tras la “transferencia” de un reino a otro en
1:13”.34
En el cuadro presentado en este versículo, el que ejerce la voz
verbal es el Padre,
él es quien ha librado a los creyentes, él se convierte en
protagonista de la redención
efectuada. No puede dejarse de ver en el contexto la figura de
redención, la forma en
la que se ejecuta por parte del Padre un traslado redentor, con
elementos que son
semejantes a la compra de esclavos, pasando de la potestad de un
reino, el de las tinieblas,
a la potestad de otro reino, el del hijo amado. También con
elementos de la figura del
recate de prisioneros de guerra y por sobre todo, con elementos de
la figura del lag del
A.T. El Padre es el libertador de la iglesia, el lag de todos los
creyentes en Cristo, quien
como se describe en el siguiente apartado es el agente y medio de
este glorioso cuadro de
redención descrito por el apóstol Pablo.
“en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos
por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Ef 1:5).
La obra redentora del Padre también implica la adopción de los
creyentes como
“hijos suyos por medio de Jesucristo”. En un claro acto de gracia
basado en el puro afecto
de su voluntad, el Padre cumple uno de los propósitos de la
redención denotado en la frase
“para ser adoptados”ες υοθεσαν. Aquí, el uso de la preposición más
el acusativo indican
que el propósito de que Dios escogiera (Ef 1:4) y predestinara (Ef
1:5) a los creyentes en
32 Daniel Wallace, Gramática griega, Sintaxis del Nuevo Testamento.
Traducido y adaptado por Daniel S. Steffen. Biblioteca Teológica
Vida 13. (Miami: Vida, 2011).
33 Roberto Hanna, Ayuda Gramatical para el estudio del Nuevo
Testamento Griego (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 1993).
34 Keener, Comentario del contexto cultural de la Biblia,
564.
9Teología bíblica de la “Redención”
Cristo es la adopción de los mismos para bendición. Como
magistralmente propone John
Stott:
Esta expresión parece ser la clave para comprender las
consecuencias actuales de nuestra elección. La elección es en
vistas a la adopción. En efecto, cuando la gente hace la pregunta
de por qué Dios siguió con la creación si él sabía que sobrevendría
la caída, una posible respuesta es que él nos destinó para una
dignidad aún más alta que la creación misma. Intentaba
“adoptarnos”, hacernos hijos e hijas de su familia. Y en la ley
romana (parte del trasfondo de los escritos de Pablo) los hijos
adoptivos gozan de los mismos derechos que los otros hijos.35
Una implicación más de la obra redentora del Padre se encuentra en
Col 1:12: “con
gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de
la herencia de los santos
en luz”. Dicha implicación es la participación de la herencia de
los santos en la luz, como
explica Norman Geisler:
Aunque los creyentes son incapaces por sí mismos, Dios los ha hecho
competentes para participar en la herencia de su pueblo santo. Esta
herencia es reminiscencia de la forma en que fue dada a los
israelitas la herencia de la tierra prometida bajo el liderazgo de
Josué (Jos 14:2). Esta herencia es en la luz, la luz es la esfera
espiritual a la cual los creyentes han sido trasladados de la
potestad de las tinieblas.36
El Padre entonces liberta del reino de las tinieblas con el
propósito de hacer a los
creyentes sus hijos adoptivos, trasladándolos de dicha potestad al
reino de su Hijo amado
como ya participes de la herencia que les corresponde como hijos.
Será interesante ahora,
habiendo tratado el tema de la relación del Padre con la redención,
tratar el tema del Hijo
en el mismo contexto.
El Hijo y la redención (Ef 1:7; Col 1:14)
“en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados
según las
riquezas de su gracia” (Ef 1:7).
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”
(Col 1:14).
Antes de entrar en la materia de la relación entre la redención y
el Hijo, se debe
tratar el problema de la similitud entre Ef 1:7 y Col 1:14, siendo
esta tan obvia. La razón
bien podría ser la relación histórica entre ambos escritos. Carson
señala en este sentido:
35 John Stott, La nueva humanidad: el mensaje de Efesios (Illinois:
Ediciones Certeza, 1987), 39. 36 Norman Geisler, “Colosenses”, 1
Corintios a Filemón, tomo 1 de El Conocimiento Bíblico: Un
comentario
expositivo; Nuevo Testamento, ed. John F. Walvoord y Roy B. Zuck
(Puebla: ELA, 1996), 225.
10 Teología bíblica de la “Redención”
Sin duda Efesios y Colosenses tienen entre sí una estrecha
relación. Algunos eruditos afirman que una misma persona nunca
hubiera podido producir dos escritos tan parecidos; que las
similitudes significan que el autor de una de estas cartas ha
escrito imitando al otro. Este es un argumento muy subjetivo. Puede
refutarse diciendo que ambas Epístolas se entienden mejor como obra
de un mismo escritor, repitiendo más o menos algunos de los mismos
pensamientos en dos ocasiones no muy distantes en el tiempo la una
de la otra y dirigidas a destinatarios un tanto distintos.37
La estrecha relación que Carson menciona, parece dar luz para la
resolución del
problema textual que aparece en Col 1:14. El problema en este
versículo se manifiesta en
dos lecturas posibles; la primera es “redención”, πολτρωσιν y la
segunda “redención
por medio de la sangre de Cristo”, πολτρωσιν δι το αματος ατο.
Ambas lecturas
poseen apoyo de manuscritos del siglo IV. Por su parte, y B apoyan
la lectura “1”; por
lo que el arquetipo alejandrino probablemente tenía dicha lectura,
aunque con un grado
de incertidumbre debido a que la lectura “2” es apoyada en el siglo
IV por Gregorio de
Nisa, y Victoniro de Roma. En conclusión, la lectura más probable,
tomando en cuenta la
evidencia interna y externa, sería la lectura “1”.38 Posiblemente
en la lectura “2” se haya
hecho una interpolación desde Efesios 1:7 por medio de una
añadidura temprana.
Pablo habla en Ef 1:7 de la base de las bendiciones espirituales
que los creyentes
tienen. El pueblo de Dios ahora tiene redención en Cristo,
implicado gramaticalmente
por el pronombre relativo “por medio de quien” ν , el cual es un
dativo que indica que
el agente de la redención es el “amado” del versículo 6, o sea
Cristo. Una implicación
formidable de dicha redención es “el perdón de pecados” τν φεσιν τν
μαρτιν, él
genitivo explica en qué consiste, o cómo se manifiesta “la
redención” τν πολτρωσιν
concretizando la figura de redención en el pasaje. Dos cosas son
importantes aquí; la
figura metafórica usada por el apóstol para explicar el acto
redentor por medio del pago
de un precio y el tiempo del verbo “tenemos” χομεν que al estar en
presente, aporta un
aspecto imperfectivo en la acción de tener la redención (la tienen
constantemente) de
parte del pueblo mencionado, los creyentes en Cristo.
El pasaje también aporta teológicamente al medio de la redención, o
sea, el precio
del rescate para que el acto de redención sea llevado a cabo. La
frase “por su sangre”
δι το αματος ατο, es metonímica, e indica, la muerte en la cruz.
Por el uso de la
37 Carson, Una introducción al Nuevo Testamento, 447. 38 Kurt
Aland, the Greek New Testament (American Bible Society, 1968),
694.
11Teología bíblica de la “Redención”
preposición δι más el genitivo,39que el medio de la redención es la
sangre suya, claro está
en el contexto, la sangre de Cristo. Homer Kent afirma en esta
línea de pensamiento una
de las implicaciones del sacrificio de Cristo:
Los pecadores que fueron esclavizados por el pecado y
desesperadamente endeudados a la justicia de Dios, fueron redimidos
por la sangre de Cristo. No fue meramente su muerte sino la
naturaleza vicaria de aquella muerte, como significa la referencia
a la sangre. La redención logro el perdón de nuestras
transgresiones. La redención se consiguió en el Calvario cuando fue
pagado el precio.40
El precio mencionado por Kent es el precio del rescate que el acto
redentor
demanda. Habiendo tratado las obras tanto del Padre como del Hijo
en relación a la
redención. Ahora bien, el perdón tiene lugar “según las riquezas de
su gracia”, como dice
Hendriksen: “El perdón y la gracia están en completa armonía. La
norma establecida
por la gracia de Dios determina la naturaleza de su perdón”.41 Debe
tratarse ahora en el
mismo sentido y contexto la obra del Espíritu Santo para completar
el tema de trinidad y
redención.
El Espíritu Santo y la redención (Ef 1:13 b-14; 4:30)
“y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo
de la promesa, que
es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión
adquirida, para alabanza
de su gloria.” (Ef 1:13b-14).
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis
sellados para el día
de la redención” (Ef 4:30).
En la epístola a los efesios, después del prólogo, el apóstol Pablo
procede a escribir
alabanza por las bendiciones espirituales planeadas por Dios, para
luego desarrollar los
temas de la nueva posición individual y corporativa de los
creyentes en Cristo.42 Dentro
de las base de las bendiciones mencionadas, se encuentran, no solo
la elección soberana
del Padre (Ef 1:3-6) y la obra redentora del Hijo (EF 1:7-12); sino
también el sello del
Espíritu Santo. Más adelante, dentro de la parte práctica de la
carta, en la exhortación
a andar en santidad (Ef 4:17-32),43 Pablo da a los lectores el
imperativo “no contristéis
al Espíritu Santo de Dios”μ λυπετε τ πνεμα τ γιον το θεο; la razón
de este
39 Wallace, Gramática griega, 269. 40 Homer A. Kent, Efesios: la
gloria de la iglesia (Barcelona: Publicaciones Portavoz Evangélico,
1981), 25. 41 William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento:
Efesios (Grand Rapids: Libros Desafío, 1984), 67. 42 Harold W.
Hoehner, “Efesios”, 1 Corintios a Filemón, tomo 3 de El
Conocimiento Bíblico: Un comentario
expositivo; Nuevo Testamento, ed. John F. Walvoord y Roy B. Zuck
(Puebla: ELA, 1996), 153. 43 Ibíd.
12 Teología bíblica de la “Redención”
imperativo es que en el Espíritu Santo los creyentes “fueron
sellados para el día de la
redención”σφραγσθητε ες μραν πολυτρσεως.
El aspecto perfectivo del verbo “fuisteis sellados” σφραγσθητε,
tanto en Ef 1:13
como en Ef 4:30, denota una acción completada en algún momento del
pasado y la voz
pasiva indica que el agente de esa acción debe haber sido el agente
divino. En cuanto al
uso figurativo de la acción de sellar, este parece corresponder al
de garantizar el carácter
auténtico de un documento, como apunta Henriksen: “la
autentificación o certificación
es lo básico en este pasaje”,44 aunque también los usos de posesión
y protección son
pertinentes.45 La legalidad implicada aquí garantiza a los
creyentes, según Ef 1:13b-14 “la
redención de la posesión adquirida “y según Ef 4:30, la preparación
legal “para el día de
la redención”. A manera de conclusión se puede decir que el
Espíritu Santo actúa como
sello legal para garantizar las implicaciones escatológicas de la
redención en la vida de los
creyentes en Cristo. No es que los creyentes no tengan ya la
redención, si la tienen. Más
bien lo que se quiere apuntar aquí es que su pleno cumplimiento,
como se explica un poco
más adelante, se da en el día de la segunda venida de Cristo.
Implicaciones para el creyente
Se hace a continuación un resumen de las implicaciones presentes y
futuras de la
redención para los creyentes.
En la vida presente
Como se mencionó arriba, los creyentes tienen constantemente la
“redención”.
Esta redención que es poseída por ellos implica el perdón de los
pecados, es decir, el
creyente tiene siempre por medio de la sangre de Cristo dicho
perdón (Ef 1:7). La sangre
del sacrificio vicario es el precio por medio del cual el Padre ha
trasladado a su pueblo del
reino de las tinieblas al reino de luz de su hijo amado, esto, como
se explicó antes, implica
que los creyentes ya están en el reino del hijo amado (Col
1:13-14). Por su parte en el
Espíritu Santo el pueblo de Dios tiene la garantía legal de la
herencia reservada para el día
de la redención (Ef 1:14; 4:30).
En la vida futura
13Teología bíblica de la “Redención”
Definitivamente existen implicaciones escatológicas formidables
para el creyente
en los pasajes estudiados. La mención en Ef 4:30 de un día de la
redención y el respectivo
anticipo que el Espíritu Santo metafóricamente simboliza siendo las
arras de la promesa,
apuntan a beneficios que el creyente obtendrá en el futuro como
complemento de la
redención poseída. Bien lo resume Stott cuando dice:
Haber sido sellados con el Espíritu para el día de la redención,
fue un acto que tuvo lugar al comienzo de nuestra vida cristiana;
el mismo Espíritu Santo, morando en nosotros, es el sello con el
que Dios nos ha distinguido como propios. El día de la redención,
sin embargo, aunque ya hayamos sido redimidos en el sentido del
perdón (Ef 1:7), apunta al final, cuando nuestros cuerpos sean
redimidos, cuando nuestra redención o liberación será
completa.46
La herencia es recibida en el futuro, en la segunda venida de
Cristo. Es ahí
donde los redimidos la obtienen, herencia de la cual el Espíritu
Santo es anticipo, como
dice Kent: “la última etapa de la redención sucederá cuando venga
Cristo”.47 Y como
magistralmente concluye Henridksen:
Aquel gran día de la consumación de todas las cosas, cuando nuestra
liberación de los efectos del pecado sea completada. Es el día del
regreso de Cristo, cuando nuestro cuerpo, actualmente en bajeza,
renovado a la semejanza del cuerpo glorioso de Cristo, se reunirá a
su alma redimida a fin de que en cuerpo y alma la entera multitud
victoriosa habite el nuevo cielo y la nueva tierra para glorificar
a Dios para siempre jamás.
Ese es el día en que las gloriosas implicaciones futuras de la
redención para los que
han creído en Cristo serán consumadas.
Conclusión
La redención es un acto integral de la trinidad. Por su parte el
Padre, desde su
excelsa soberanía, elige y predestina al pueblo de Dios para
hacerlo beneficiario de la
herencia escatológica. El Padre ejecuta el traslado del pueblo
adquirido, por precio, desde
el reino de las tinieblas y su potestad, hasta el reino de la luz
del Hijo amado. El precio que
es pagado es el de la sangre del sacrificio vicario de Cristo, es
por esta razón que Él es el
medio de la redención. Por otro lado, Cristo también es el agente
de la redención, ya que
46 Stott, La nueva humanidad: el mensaje de Efesios, 182. 47 Kent,
Efesios, 92.
14 Teología bíblica de la “Redención”
es en Él en quien los creyentes la tienen, fuera de Él dicha
redención es inexistente.
El Espíritu Santo, por su parte es el sello que garantiza al pueblo
de Dios las
implicaciones presentes y futuras de este acto redentor de la
deidad. Las implicaciones
presentes son que los creyentes ya están en el reino de Cristo, que
ya no pertenecen a la
potestad de las tinieblas, que tienen perdón de los pecados y que
son seres esperanzados
en recibir el complemento de la redención de la cual el Espíritu
Santo es el anticipo.
Las implicaciones futuras de la redención para el creyente
consisten en obtener todos
los beneficios que se recibirán en el día de la redención, entre
las cuales se encuentra
la redención del cuerpo. Las implicaciones futuras están ligadas a
la segunda venida de