15
TEOLOGÍA BÍBLICA DE LA “REDENCIÓN” EN LAS EPÍSTOLAS CARCELARIAS Por Flavio E. Rivas. En este artículo se estudiará la relación entre el concepto de “redención” y de cada uno de los miembros de la trinidad con el propósito de desprender implicaciones relevantes para la vida del creyente de hoy. Para cumplir tal acometido, se elabora un breve contexto histórico y un estudio del término usado para hacer referencia a la “redención” en las cartas carcelarias. Contexto histórico Las epístolas carcelarias son cuatro: Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón. Estas reciben su nombre debido al hecho de que “Pablo estaba preso cuando las escribió”. 1 Otra forma de llamar a estos escritos es “epístolas de la cautividad”, como dice Everett Harrison, la razón para este nombre es que: “Pablo estaba detenido pero no en el sentido técnico del término”. 2 Ya sea cautivo o preso, lo relevante para este estudio es el estado del apóstol como privado de libertad, ya que se sospecha que el uso del término “redención” en estas epístolas está en alguna medida afectado por el estado mencionado del apóstol. Otro asunto importante a considerar en lo referente al contexto histórico de estas epístolas es que tres de ellas están relacionadas con el mismo lugar y época de la vida de Pablo, 3 como afirma Thomas Lea: Las declaraciones en Colosenses 4:7 y Efesios 6:21 sugieren que Tíquico llevó ambas cartas a su destino. Las semejanzas en el contenido de estas epístolas (comp. Ef 5:22; 6:9; Col 3:18; 4:1) implican que Pablo las escribió alrededor de la misma época. 4 Refiriéndose a Filemón, Lea comenta: “Puesto que Onésimo fue el portador de la carta para Filemón (Flm 8-10), ello sugiere que también proviene de las mismas 1 Everett F. Harrison, Introducción al Nuevo Testamento (Grand Rapids: Subcomisión Literatura Cristiana de la Iglesia Cristiana Reformada, 1980), 313. 2 Ibíd. 3 Thomas D. Lea, El Nuevo Testamento: su trasfondo y mensaje (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2000), 453. 4 Ibíd., 454.

TEOLOGÍA BÍBLICA DE LA “REDENCIÓN” EN LAS EPÍSTOLAS

  • Upload
    others

  • View
    17

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Por Flavio E. Rivas.
En este artículo se estudiará la relación entre el concepto de “redención” y de
cada uno de los miembros de la trinidad con el propósito de desprender implicaciones
relevantes para la vida del creyente de hoy. Para cumplir tal acometido, se elabora
un breve contexto histórico y un estudio del término usado para hacer referencia a la
“redención” en las cartas carcelarias.
Contexto histórico
Las epístolas carcelarias son cuatro: Efesios, Colosenses, Filipenses y Filemón.
Estas reciben su nombre debido al hecho de que “Pablo estaba preso cuando las escribió”.1
Otra forma de llamar a estos escritos es “epístolas de la cautividad”, como dice Everett
Harrison, la razón para este nombre es que: “Pablo estaba detenido pero no en el sentido
técnico del término”.2 Ya sea cautivo o preso, lo relevante para este estudio es el estado del
apóstol como privado de libertad, ya que se sospecha que el uso del término “redención”
en estas epístolas está en alguna medida afectado por el estado mencionado del apóstol.
Otro asunto importante a considerar en lo referente al contexto histórico de estas
epístolas es que tres de ellas están relacionadas con el mismo lugar y época de la vida de
Pablo,3 como afirma Thomas Lea:
Las declaraciones en Colosenses 4:7 y Efesios 6:21 sugieren que Tíquico llevó ambas cartas a su destino. Las semejanzas en el contenido de estas epístolas (comp. Ef 5:22; 6:9; Col 3:18; 4:1) implican que Pablo las escribió alrededor de la misma época.4
Refiriéndose a Filemón, Lea comenta: “Puesto que Onésimo fue el portador de
la carta para Filemón (Flm 8-10), ello sugiere que también proviene de las mismas
1 Everett F. Harrison, Introducción al Nuevo Testamento (Grand Rapids: Subcomisión Literatura Cristiana de la Iglesia Cristiana Reformada, 1980), 313.
2 Ibíd. 3 Thomas D. Lea, El Nuevo Testamento: su trasfondo y mensaje (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2000),
453. 4 Ibíd., 454.
2 Teología bíblica de la “Redención”
circunstancias que produjeron Efesios y Colosenses”.5 Por otro lado, para Harrison:
Filipenses ocupa un lugar aparte, su argumento se basa en que la actitud de Pablo hacia
su liberación no es la misma ya que expresa una esperanza respecto a tal liberación en
Flm 22, pero no se da ninguna razón para la misma. En Filipenses, en cambio, el apóstol
tiene confianza de ser liberado (Fil 1:25). En cuanto a la fecha de escritura, las epístolas
carcelarias deben corresponder a la primera mitad de la década de los 60 d.C.6
La procedencia
Los posibles lugares de procedencia de las epístolas carcelarias son tres: Cesárea,
Éfeso y Roma. Aunque el libro de Hechos menciona, en este sentido, solamente a
Cesárea y a Roma, las referencias de una crisis en Asia (2 Co 1:8-11) y la referencia
a “batallar en Éfeso contra fieras” que Pablo hace en (1 Co 15:32), llevan a algunos a
sugerir un posible encarcelamiento en Éfeso.7 A pesar de este argumento, Roma es
preferido tradicionalmente como lugar de procedencia debido a que repetidamente esta
preferencia es sustentada por el Prólogo Marcionita como evidencia externa temprana de
la misma.8 También, esta posición es ampliamente sustentada por la evidencia interna.
Las referencias al “pretorio” y, a “la casa de César” en el caso de Filipenses y la presencia
de Lucas atestiguada en Hch 28; Flm 24 y Col 4:14, apuntan, aunque no con total
contundencia, a Roma como lugar de origen de los documentos en mención.9 Con todo
esto, Carson con gran tino concluye: “No puede decirse que los datos de que disponemos
favorezcan de manera concluyente la opción de alguna de estas ciudades, no obstante, hay
más razones en favor de Roma que de cualquiera de las demás”.10
Los lectores
Los lectores de las epístolas carcelarias geográficamente pertenecían a dos regiones:
en primer lugar, los residentes de la región de la provincia de Asia; y en segundo lugar,
los residentes de la ciudad macedonia de Filipos. Keener hace una descripción del estado
religioso de la zona de las iglesias de Asia Menor:
La religiosidad era intensa y a veces frenética (el famoso culto a la diosa madre
5 Ibíd. 6 Harrison, Introducción al Nuevo Testamento, 320. 7 Lea, El Nuevo Testamento, 455. 8 D. A. Carson, Una introducción al Nuevo Testamento (Barcelona: CLIE, 2008), 431. 9 Lea, El Nuevo Testamento, 459. 10 Carson, Una introducción al Nuevo Testamento, 449.
3Teología bíblica de la “Redención”
Cibeles). También, hay evidencia de presencia judía en Colosas desde el siglo VI a.C.; este judaísmo frigio parece haber influido en medida significativa con su cultura. Del mismo modo, en esta región en los siglos posteriores, el cristianismo presentaba tendencias heterodoxas.11
Las poblaciones de Asia menor eran mayormente gentiles, aunque existía una
considerable presencia judía en las iglesias de la zona.12 Pat Alexander, en este sentido
afirma:
El problema en Colosas era el sincretismo, la tendencia a introducir ideas de otras filosofías y religiones para ponerlas al mismo nivel que la verdad cristiana. Había griegos y judíos en la iglesia de Colosas y también frigios “nativos”. Era natural que se apegaran a sus ideas y quisieran incorporarlas a la nueva fe.13
En otro sentido, no se puede dejar por fuera la posibilidad de que la carta que
se conoce como a los efesios fuera una carta circular, teniendo como lectores a los
creyentes de la zona de las iglesias de Asia Menor.14 Además, cabe aquí la mención de
que no es relevante para el presente trabajo el perfil de los lectores de Filipenses ya que
en el quehacer exegético no se consideraran textos de esa epístola en particular. Bastara
entonces con tener una idea de los lectores de las epístolas a los Colosenses y Efesios.
Esclavitud y rescate en el contexto del Nuevo Testamento
La esclavitud en el imperio romano mencionada en el N.T. es la conocida como
doméstica. Por lo general esta esclavitud estaba matizada por buena voluntad de los amos
a sus esclavos. A pesar de la permanencia de los estratos sociales: amos y esclavos, esta
distinción tiende a perder su sentido en la nueva comunidad en Cristo (1 Co 7:22; Gál
3:28). En la teología paulina, los esclavos debían vivir una vida agradable a Dios a través
de su servicio (Ef 6:5-8; Col 3:22); por su parte, también los amos deberían tratar a sus
esclavos como hermanos en Cristo, sin abusos y con una justicia digna de su honorable
estatus de hijos de Dios, Señor de justicia. Siguiendo esta línea de comportamiento, se
11 Craig S. Keener, Comentario del contexto cultural de la Biblia: Nuevo Testamento (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 2003), 563.
12 Ibíd. 13 Pat Alexander, El nuevo Manual Bíblico Ilustrado (Miami: Editorial Unilit, 2004), 723. 14 Bruce M. Metzger, Un comentario textual al Nuevo Testamento griego (Alemania: Sociedades Bíblicas
Unidas, 2006), 528. La frase ν φσ falta en varios testigos importantes, lo mismo que en varios manuscritos mencionados por Basilio y en el texto usado por Orígenes. Ciertos rasgos internos de la carta, la designación que hace Marción de la epístola como “A los laodiceos”, y la ausencia de una cita explicita de las palabras ν φσ en Tertuliano y Efrén, han llevado a muchos comentaristas a sugerir que el propósito de la carta era el de circular como encíclica entre las distintas iglesias, de las cuales la principal era la que estaba en Éfeso.
4 Teología bíblica de la “Redención”
lograrían dos objetivos: En primer lugar se evitaría la crítica externa a la iglesia (1 Ti
6:15) y en segundo lugar se respetaría el principio de que todas las condiciones humanas
son dispuestas por Dios (1 Co 7:20). 15
Dentro de la iglesia se veía a la esclavitud como parte el orden que habría de pasar,
por esta razón la fraternidad de hijos de Dios debía colaborar a que todos sus miembros
se vieran libres de ataduras de esclavitud, en efecto esta liberación tenía implicaciones
escatológicas.16
Fuera del uso bíblico, el entendimiento del rescate para redención debía hacerse a
través de un pago. Como describe Kittel:
El rescate para redención se refería al dinero pagado para liberar prisioneros de guerra, para liberar esclavos, para redimir un bono, o, poco frecuentemente, para cubrir una deuda con la deidad. El pago del rescate era cuestión de mutuo acuerdo, ya sea por la ley (Ex 30:12) o por negociación. En las negociaciones la ley tiende a proteger al que compra, pero el fijar un equivalente es un asunto subjetivo. Se necesita una forma legal para asegurar que la persona rescatada sea verdaderamente liberada. En el culto, la deidad o la tradición del santuario pueden fijar el precio, aunque siempre es posible hacer cambios, y puesto que la aceptación de un rescate es un acto de gracia, el pago puede ser rehusado (cf. Nm 35:31-32; Sal 49:7).17
Es necesario un estudio un poco más amplio del término “redención”, un estudio
que integre a esta investigación elementos que aporten en el entendimiento de las
connotaciones e implicaciones en el contexto de sus diferentes usos.
Estudio terminológico
El término usado por el apóstol Pablo para “redención” en las carcelarias es
πολτρωσις, este aparece cuatro veces en ese contexto (Ef 1:7, 14; 4:30; Col 1:14) y diez
veces en el N.T. en general.18 πολτρωσις es un compuesto de πο y λτρον, honrando
la preferencia del griego helenístico por los compuestos.19 Este compuesto es la forma
15 F. F. Bruce, “esclavitud”, Nuevo diccionario bíblico Certeza, ed. J. D. Douglas, trad. David Powell (Buenos Aires: Certeza, 2003), 439.
16 Ibíd. 17 Gerhard Kittel, “λτρον”, Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento, ed. Alejandro
Pimentel (Grand Rapids: Libros Desafío, 2002), 534. 18 W.E. Vine, “redención”, Diccionario Expositivo de palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento
Exhaustivo (Colombia: Editorial Caribe, 2001), 757. 19 “Redención”, Diccionario teológico del Nuevo Testamento, ed. Lothar Coenen, Erich Beyreuther y Hans
Bietenhard (Salamanca: Sígueme, 1990), 4:58.
5Teología bíblica de la “Redención”
intensificada de λτρωσιj usada en el sentido general de liberación. Definiendo esta
palabra en el contexto del N. T. Lothar Coenen expone:
En Heb 11:35 la palabra tiene un sentido profano y significa la “liberación”, que los mártires no quieren comparar renegando de su fe; en Lc 21:28 trata de la “liberación” que servirá de consuelo a los discípulos de Jesús al fin de los tiempos por encima de todos sus temores, “poneos derechos y alzad la cabeza, que se acerca vuestra “liberación”. A esa liberación se refiere también Ef 1:14; 4:30, según Ro 8:23, ella traerá también consigo la liberación del cuerpo.20
Alfred Tuggy aporta a la definición comentando: “Originalmente se refería a rescate
o redención de esclavo o prisionero liberándolo por pagar ‘precio de rescate’”.21 Para
entender mejor el término en estudio, serán enriquecedores los usos del mismo en el A.T.
y los LXX.22 Debido a que πολτρωσιj es un derivado de λτρον, se trabajara los campos
de estudio de uso con el segundo término para obtener un resultado más profundo e
integral.
λτρον en el Antiguo Testamento
λτρον tiene tres originales hebreos.23 El primero es rpk, derivado por algunos
eruditos de la palabra siria cuyo significado es “lavar”. Lo más probable es que su
significado tenga más la idea de “cubrir” y “expiar”, denota una ofrenda vicaria para la
recuperación de la vida humana, esta ofrenda es un λτρον que puede o no ser aceptado.24
Un segundo término es lag, usado en el contexto familiar para la recuperación de
los bienes pertenecientes a la familia que ahora se encuentran en poder de otros por
servidumbre (Lv 2:48; Jer 32:7; Rt 2:20); También se usa en el contexto de la venganza de
sangre por un familiar (Nm 35:12) y en el vínculo entre Dios y su pueblo, ya que él mismo
es el lag de Israel (Is 41:14; 43:14). El tercer término hebreo es hdp, cuya idea es el pago
para redención de objetos animados, como en el caso de los levitas como un pago por los
20 Ibíd. 21 Alfred E. Tuggy, “πολτρωσιj”, Léxico Griego-Español del Nuevo Testamento (El Paso: Editorial Mundo
Hispano, 1996), 108. Tuggy define dos connotaciones de esta palabra. En primer lugar la connotación literal referida al acto de rescate y liberación. En segundo lugar la connotación figurada usada en el N.T. para la redención, liberación, rescate, que viene por Cristo.
22 Se deja por fuera aquí el uso fuera del N.T. Como ya se menciono arriba, este uso era muy poco común y se limitaba a liberación de prisioneros de guerra y esclavos, redención de deudas en general y específicamente, su uso más escaso, deudas con la deidad.
23 Kittel, Compendio del diccionario teológico, 532. 24 Kittel dice que la única falta para el que no puede haber λτρον es el homicidio deliberado conforme a Nm
35:31-32.
primogénitos de Israel (Nm 3:12).25
λτρον en los LXX
λτρον solo aparece en singular en los LXX en (Lv 27:31 y Pr 6:35; 13:8). Coenen
resume su uso en los LXX de la siguiente manera: “λτρον es una donación de la que se
sigue un rescate o una liberación. La idea de que esta donación tiene también un carácter
expiatorio solo está presente en el hebreo rpk”.26 Esto no excluye la posibilidad de que la
idea de expiación pueda encontrarse en otros textos.27 Coenen agrega: “lo mismo ocurre
en el judaísmo tardío. Por otra parte, en la liturgia del gran día de la expiación (Lv 16), el
vocablo está ausente”.28 Lo que si aparece comúnmente en los LXX es el verbo derivado
λυτρσomai, el cual traduce al hebreo rpk 42 veces, donde el significado de redimir por
medio del pago de rescate es claro. Este verbo también traduce a hdp, donde la idea
evoluciona a la actividad redentora de Dios, quien paga un rescate para liberar a Israel
de la esclavitud de Egipto (Dn 7:8; 9:26; 13:6). Por último, el verbo λυτρσomai también
traduce a designando explícitamente a Dios como redentor.29
Conclusión del estudio terminológico de λτρον
Sin muchos testigos fuera del contexto del N.T. πολτρωσιj es un vocablo
compuesto por la preposición πο y el sustantivo λυτρσις. Este vocablo compuesto es la
forma intensiva de λτρωσιj. Es usado en las epístolas carcelarias cuatro veces; su uso es
figurativo en cada uno de los casos y denota la liberación por medio del rescate efectuado
a través de la sangre de Cristo en el calvario, que logra el perdón de Dios como un acto
de gracia y que trae implicaciones presentes y escatológicas a la vida del creyente. El
acto completo pinta un cuadro de redención que integra los tres vocablos hebreos que
se traducen con el sustantivo descrito en este estudio. En los precedentes apartados se
presentan las aplicaciones e implicaciones del termino λτρον.
Redención y trinidad
Las preguntas a contestar en este apartado son: ¿Cuál es la relación que cada uno de los miembros de la trinidad tiene con el tema de redención en las epístolas carcelarias? y ¿cuáles son sus posibles implicaciones en la vida de los creyentes?
25 Ibíd. 26 “Redención”, Diccionario teológico del Nuevo Testamento, 4:56. 27 Ibíd. 28 Ibíd. 29 Ibíd.
7Teología bíblica de la “Redención”
El Padre y la redención (Col 1:12-14; Ef 1:7)
“El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su
amado Hijo” (Col 1:13).30
Después del respectivo saludo (1:1-2), la correspondiente acción de gracias (1:3-8) y
la petición de oración para que los Colosenses alcancen el conocimiento pleno de Dios (1:
9-12), conforme al formato usual de una carta de le época, el apóstol introduce una especie
de resumen de la obra redentora divina en los versículos 13-14, para luego detallarla en
los versículos 15-23. Su intención es advertir a los lectores sobre herejías circundantes a la
iglesia de Colosas y luego presentar sus acostumbradas recomendaciones prácticas para
la vida cristiana. La conexión gramatical es hecha por el apóstol por medio del pronombre
relativo “El cual” ς, haciendo referencia a τ πατρ “el Padre” que se encuentra en
el versículo 12. Lo que se dice del Padre ahí es que Él hace aptos para participar de la
herencia en el reino de la luz a los lectores de la carta, las implicaciones alcanzan, por
supuesto, a todos los creyentes en Cristo.
Después de esto, con el uso del pronombre personal “Nos” μς, Pablo cambia
gramaticalmente a primera persona plural, incluyéndose junto a los lectores, como
beneficiario del traslado (acto redentor) que “el Padre” ha hecho. William Hendriksen, en
esta línea de pensamiento aporta:
El corazón de Pablo estaba en su escrito. Nunca escribió en el abstracto cuando hablaba de las grandes bendiciones que los creyentes tienen en Cristo. Siempre estuvo profundamente consciente del hecho de que sobre él también, a pesar de ser completamente indigno, el Padre había derramado estos favores. Por tanto, no nos debe extrañar que, al ser afectado profundamente por lo que estaba escribiendo, haya cambiado la expresión de “vosotros” a “nosotros”.31
Por otro lado, el caso acusativo del pronombre mencionado convierte a todos
aquellos que forman parte del grupo de personas aludidas, en receptores de la acción de
los verbos “ha librado” ρρσατο y “traslado” μετστησεν. El tiempo aoristo usado en estos
verbos comunica un aspecto perfectivo, dando a entender que el estado de los creyentes
como liberados y trasladados es visto desde la perspectiva del apóstol como un evento
completo. La implicación, por el referente cronológico en el contexto, es que los creyentes
30 Todos los textos bíblicos serán tomados de la Versión Reina Valera, revisión de 1960, salvo en los casos cuando se indique de otra forma.
31 William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: Colosenses y Filemón (Grand Rapids: Libros Desafío, 1999), 52.
8 Teología bíblica de la “Redención”
ya están en “el reino del Hijo amado”. Esto claro, debido al acto redentor del Padre.32
Pero ¿de qué ha librado el Padre? Esta interrogante es contestada por medio del
uso del genitivo τς ξουσας το σκτους; que acompañado de la preposición κ transmite
una idea de separación, Indicando el estado de esclavitud del cual proceden los creyentes
en Cristo como una corporación, en este caso ese estado es: “la potestad de las tinieblas”.
La implicación es que ya no existe potestad alguna sobre el grupo al que se hace alusión
aquí, la iglesia como cuerpo de Cristo es un pueblo liberado por el Padre. El traslado
de los creyentes se da “al reino de su hijo amado” ες τν βασιλεαν το υο τς γπης
ατου, como dice Roberto Hanna: “(su hijo amado) parece implicar el amor del Padre
hacia su hijo Jesucristo”.33 Por otro lado, según Craig S. Keener: “La luz y las tinieblas eran
contrapuestas regular y respectivamente como algo bueno y algo malo, esto era aplicado
con frecuencia al conflicto entre las esferas del bien y del mal. Algunos eruditos sugieren
que esta imagen está tras la “transferencia” de un reino a otro en 1:13”.34
En el cuadro presentado en este versículo, el que ejerce la voz verbal es el Padre,
él es quien ha librado a los creyentes, él se convierte en protagonista de la redención
efectuada. No puede dejarse de ver en el contexto la figura de redención, la forma en
la que se ejecuta por parte del Padre un traslado redentor, con elementos que son
semejantes a la compra de esclavos, pasando de la potestad de un reino, el de las tinieblas,
a la potestad de otro reino, el del hijo amado. También con elementos de la figura del
recate de prisioneros de guerra y por sobre todo, con elementos de la figura del lag del
A.T. El Padre es el libertador de la iglesia, el lag de todos los creyentes en Cristo, quien
como se describe en el siguiente apartado es el agente y medio de este glorioso cuadro de
redención descrito por el apóstol Pablo.
“en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad” (Ef 1:5).
La obra redentora del Padre también implica la adopción de los creyentes como
“hijos suyos por medio de Jesucristo”. En un claro acto de gracia basado en el puro afecto
de su voluntad, el Padre cumple uno de los propósitos de la redención denotado en la frase
“para ser adoptados”ες υοθεσαν. Aquí, el uso de la preposición más el acusativo indican
que el propósito de que Dios escogiera (Ef 1:4) y predestinara (Ef 1:5) a los creyentes en
32 Daniel Wallace, Gramática griega, Sintaxis del Nuevo Testamento. Traducido y adaptado por Daniel S. Steffen. Biblioteca Teológica Vida 13. (Miami: Vida, 2011).
33 Roberto Hanna, Ayuda Gramatical para el estudio del Nuevo Testamento Griego (El Paso: Editorial Mundo Hispano, 1993).
34 Keener, Comentario del contexto cultural de la Biblia, 564.
9Teología bíblica de la “Redención”
Cristo es la adopción de los mismos para bendición. Como magistralmente propone John
Stott:
Esta expresión parece ser la clave para comprender las consecuencias actuales de nuestra elección. La elección es en vistas a la adopción. En efecto, cuando la gente hace la pregunta de por qué Dios siguió con la creación si él sabía que sobrevendría la caída, una posible respuesta es que él nos destinó para una dignidad aún más alta que la creación misma. Intentaba “adoptarnos”, hacernos hijos e hijas de su familia. Y en la ley romana (parte del trasfondo de los escritos de Pablo) los hijos adoptivos gozan de los mismos derechos que los otros hijos.35
Una implicación más de la obra redentora del Padre se encuentra en Col 1:12: “con
gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos
en luz”. Dicha implicación es la participación de la herencia de los santos en la luz, como
explica Norman Geisler:
Aunque los creyentes son incapaces por sí mismos, Dios los ha hecho competentes para participar en la herencia de su pueblo santo. Esta herencia es reminiscencia de la forma en que fue dada a los israelitas la herencia de la tierra prometida bajo el liderazgo de Josué (Jos 14:2). Esta herencia es en la luz, la luz es la esfera espiritual a la cual los creyentes han sido trasladados de la potestad de las tinieblas.36
El Padre entonces liberta del reino de las tinieblas con el propósito de hacer a los
creyentes sus hijos adoptivos, trasladándolos de dicha potestad al reino de su Hijo amado
como ya participes de la herencia que les corresponde como hijos. Será interesante ahora,
habiendo tratado el tema de la relación del Padre con la redención, tratar el tema del Hijo
en el mismo contexto.
El Hijo y la redención (Ef 1:7; Col 1:14)
“en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las
riquezas de su gracia” (Ef 1:7).
“En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” (Col 1:14).
Antes de entrar en la materia de la relación entre la redención y el Hijo, se debe
tratar el problema de la similitud entre Ef 1:7 y Col 1:14, siendo esta tan obvia. La razón
bien podría ser la relación histórica entre ambos escritos. Carson señala en este sentido:
35 John Stott, La nueva humanidad: el mensaje de Efesios (Illinois: Ediciones Certeza, 1987), 39. 36 Norman Geisler, “Colosenses”, 1 Corintios a Filemón, tomo 1 de El Conocimiento Bíblico: Un comentario
expositivo; Nuevo Testamento, ed. John F. Walvoord y Roy B. Zuck (Puebla: ELA, 1996), 225.
10 Teología bíblica de la “Redención”
Sin duda Efesios y Colosenses tienen entre sí una estrecha relación. Algunos eruditos afirman que una misma persona nunca hubiera podido producir dos escritos tan parecidos; que las similitudes significan que el autor de una de estas cartas ha escrito imitando al otro. Este es un argumento muy subjetivo. Puede refutarse diciendo que ambas Epístolas se entienden mejor como obra de un mismo escritor, repitiendo más o menos algunos de los mismos pensamientos en dos ocasiones no muy distantes en el tiempo la una de la otra y dirigidas a destinatarios un tanto distintos.37
La estrecha relación que Carson menciona, parece dar luz para la resolución del
problema textual que aparece en Col 1:14. El problema en este versículo se manifiesta en
dos lecturas posibles; la primera es “redención”, πολτρωσιν y la segunda “redención
por medio de la sangre de Cristo”, πολτρωσιν δι το αματος ατο. Ambas lecturas
poseen apoyo de manuscritos del siglo IV. Por su parte, y B apoyan la lectura “1”; por
lo que el arquetipo alejandrino probablemente tenía dicha lectura, aunque con un grado
de incertidumbre debido a que la lectura “2” es apoyada en el siglo IV por Gregorio de
Nisa, y Victoniro de Roma. En conclusión, la lectura más probable, tomando en cuenta la
evidencia interna y externa, sería la lectura “1”.38 Posiblemente en la lectura “2” se haya
hecho una interpolación desde Efesios 1:7 por medio de una añadidura temprana.
Pablo habla en Ef 1:7 de la base de las bendiciones espirituales que los creyentes
tienen. El pueblo de Dios ahora tiene redención en Cristo, implicado gramaticalmente
por el pronombre relativo “por medio de quien” ν , el cual es un dativo que indica que
el agente de la redención es el “amado” del versículo 6, o sea Cristo. Una implicación
formidable de dicha redención es “el perdón de pecados” τν φεσιν τν μαρτιν, él
genitivo explica en qué consiste, o cómo se manifiesta “la redención” τν πολτρωσιν
concretizando la figura de redención en el pasaje. Dos cosas son importantes aquí; la
figura metafórica usada por el apóstol para explicar el acto redentor por medio del pago
de un precio y el tiempo del verbo “tenemos” χομεν que al estar en presente, aporta un
aspecto imperfectivo en la acción de tener la redención (la tienen constantemente) de
parte del pueblo mencionado, los creyentes en Cristo.
El pasaje también aporta teológicamente al medio de la redención, o sea, el precio
del rescate para que el acto de redención sea llevado a cabo. La frase “por su sangre”
δι το αματος ατο, es metonímica, e indica, la muerte en la cruz. Por el uso de la
37 Carson, Una introducción al Nuevo Testamento, 447. 38 Kurt Aland, the Greek New Testament (American Bible Society, 1968), 694.
11Teología bíblica de la “Redención”
preposición δι más el genitivo,39que el medio de la redención es la sangre suya, claro está
en el contexto, la sangre de Cristo. Homer Kent afirma en esta línea de pensamiento una
de las implicaciones del sacrificio de Cristo:
Los pecadores que fueron esclavizados por el pecado y desesperadamente endeudados a la justicia de Dios, fueron redimidos por la sangre de Cristo. No fue meramente su muerte sino la naturaleza vicaria de aquella muerte, como significa la referencia a la sangre. La redención logro el perdón de nuestras transgresiones. La redención se consiguió en el Calvario cuando fue pagado el precio.40
El precio mencionado por Kent es el precio del rescate que el acto redentor
demanda. Habiendo tratado las obras tanto del Padre como del Hijo en relación a la
redención. Ahora bien, el perdón tiene lugar “según las riquezas de su gracia”, como dice
Hendriksen: “El perdón y la gracia están en completa armonía. La norma establecida
por la gracia de Dios determina la naturaleza de su perdón”.41 Debe tratarse ahora en el
mismo sentido y contexto la obra del Espíritu Santo para completar el tema de trinidad y
redención.
El Espíritu Santo y la redención (Ef 1:13 b-14; 4:30)
“y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que
es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la posesión adquirida, para alabanza
de su gloria.” (Ef 1:13b-14).
“Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día
de la redención” (Ef 4:30).
En la epístola a los efesios, después del prólogo, el apóstol Pablo procede a escribir
alabanza por las bendiciones espirituales planeadas por Dios, para luego desarrollar los
temas de la nueva posición individual y corporativa de los creyentes en Cristo.42 Dentro
de las base de las bendiciones mencionadas, se encuentran, no solo la elección soberana
del Padre (Ef 1:3-6) y la obra redentora del Hijo (EF 1:7-12); sino también el sello del
Espíritu Santo. Más adelante, dentro de la parte práctica de la carta, en la exhortación
a andar en santidad (Ef 4:17-32),43 Pablo da a los lectores el imperativo “no contristéis
al Espíritu Santo de Dios”μ λυπετε τ πνεμα τ γιον το θεο; la razón de este
39 Wallace, Gramática griega, 269. 40 Homer A. Kent, Efesios: la gloria de la iglesia (Barcelona: Publicaciones Portavoz Evangélico, 1981), 25. 41 William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento: Efesios (Grand Rapids: Libros Desafío, 1984), 67. 42 Harold W. Hoehner, “Efesios”, 1 Corintios a Filemón, tomo 3 de El Conocimiento Bíblico: Un comentario
expositivo; Nuevo Testamento, ed. John F. Walvoord y Roy B. Zuck (Puebla: ELA, 1996), 153. 43 Ibíd.
12 Teología bíblica de la “Redención”
imperativo es que en el Espíritu Santo los creyentes “fueron sellados para el día de la
redención”σφραγσθητε ες μραν πολυτρσεως.
El aspecto perfectivo del verbo “fuisteis sellados” σφραγσθητε, tanto en Ef 1:13
como en Ef 4:30, denota una acción completada en algún momento del pasado y la voz
pasiva indica que el agente de esa acción debe haber sido el agente divino. En cuanto al
uso figurativo de la acción de sellar, este parece corresponder al de garantizar el carácter
auténtico de un documento, como apunta Henriksen: “la autentificación o certificación
es lo básico en este pasaje”,44 aunque también los usos de posesión y protección son
pertinentes.45 La legalidad implicada aquí garantiza a los creyentes, según Ef 1:13b-14 “la
redención de la posesión adquirida “y según Ef 4:30, la preparación legal “para el día de
la redención”. A manera de conclusión se puede decir que el Espíritu Santo actúa como
sello legal para garantizar las implicaciones escatológicas de la redención en la vida de los
creyentes en Cristo. No es que los creyentes no tengan ya la redención, si la tienen. Más
bien lo que se quiere apuntar aquí es que su pleno cumplimiento, como se explica un poco
más adelante, se da en el día de la segunda venida de Cristo.
Implicaciones para el creyente
Se hace a continuación un resumen de las implicaciones presentes y futuras de la
redención para los creyentes.
En la vida presente
Como se mencionó arriba, los creyentes tienen constantemente la “redención”.
Esta redención que es poseída por ellos implica el perdón de los pecados, es decir, el
creyente tiene siempre por medio de la sangre de Cristo dicho perdón (Ef 1:7). La sangre
del sacrificio vicario es el precio por medio del cual el Padre ha trasladado a su pueblo del
reino de las tinieblas al reino de luz de su hijo amado, esto, como se explicó antes, implica
que los creyentes ya están en el reino del hijo amado (Col 1:13-14). Por su parte en el
Espíritu Santo el pueblo de Dios tiene la garantía legal de la herencia reservada para el día
de la redención (Ef 1:14; 4:30).
En la vida futura
13Teología bíblica de la “Redención”
Definitivamente existen implicaciones escatológicas formidables para el creyente
en los pasajes estudiados. La mención en Ef 4:30 de un día de la redención y el respectivo
anticipo que el Espíritu Santo metafóricamente simboliza siendo las arras de la promesa,
apuntan a beneficios que el creyente obtendrá en el futuro como complemento de la
redención poseída. Bien lo resume Stott cuando dice:
Haber sido sellados con el Espíritu para el día de la redención, fue un acto que tuvo lugar al comienzo de nuestra vida cristiana; el mismo Espíritu Santo, morando en nosotros, es el sello con el que Dios nos ha distinguido como propios. El día de la redención, sin embargo, aunque ya hayamos sido redimidos en el sentido del perdón (Ef 1:7), apunta al final, cuando nuestros cuerpos sean redimidos, cuando nuestra redención o liberación será completa.46
La herencia es recibida en el futuro, en la segunda venida de Cristo. Es ahí
donde los redimidos la obtienen, herencia de la cual el Espíritu Santo es anticipo, como
dice Kent: “la última etapa de la redención sucederá cuando venga Cristo”.47 Y como
magistralmente concluye Henridksen:
Aquel gran día de la consumación de todas las cosas, cuando nuestra liberación de los efectos del pecado sea completada. Es el día del regreso de Cristo, cuando nuestro cuerpo, actualmente en bajeza, renovado a la semejanza del cuerpo glorioso de Cristo, se reunirá a su alma redimida a fin de que en cuerpo y alma la entera multitud victoriosa habite el nuevo cielo y la nueva tierra para glorificar a Dios para siempre jamás.
Ese es el día en que las gloriosas implicaciones futuras de la redención para los que
han creído en Cristo serán consumadas.
Conclusión
La redención es un acto integral de la trinidad. Por su parte el Padre, desde su
excelsa soberanía, elige y predestina al pueblo de Dios para hacerlo beneficiario de la
herencia escatológica. El Padre ejecuta el traslado del pueblo adquirido, por precio, desde
el reino de las tinieblas y su potestad, hasta el reino de la luz del Hijo amado. El precio que
es pagado es el de la sangre del sacrificio vicario de Cristo, es por esta razón que Él es el
medio de la redención. Por otro lado, Cristo también es el agente de la redención, ya que
46 Stott, La nueva humanidad: el mensaje de Efesios, 182. 47 Kent, Efesios, 92.
14 Teología bíblica de la “Redención”
es en Él en quien los creyentes la tienen, fuera de Él dicha redención es inexistente.
El Espíritu Santo, por su parte es el sello que garantiza al pueblo de Dios las
implicaciones presentes y futuras de este acto redentor de la deidad. Las implicaciones
presentes son que los creyentes ya están en el reino de Cristo, que ya no pertenecen a la
potestad de las tinieblas, que tienen perdón de los pecados y que son seres esperanzados
en recibir el complemento de la redención de la cual el Espíritu Santo es el anticipo.
Las implicaciones futuras de la redención para el creyente consisten en obtener todos
los beneficios que se recibirán en el día de la redención, entre las cuales se encuentra
la redención del cuerpo. Las implicaciones futuras están ligadas a la segunda venida de