TRABAJO PRÁCTICO 2 - fido.palermo.edufido.palermo.edu/servicios_dyc/blog/docentes/trabajos/36341_134908.pdf · Trabajo Práctico 2 1 CONSIGNAS: Considerando dos manifiestos artísticos,

TRABAJO PRÁCTICO 2

Manifiestos artísticos. Suprematismo. Futurismo.

Taller de Reflexión Artística I

Pizarro, Mariana

Carvalho Blanco, Marina

Costa, Camila

Iglesias, Belén

Lic. En Publicidad

Producción de Modas

Producción de Modas

[email protected] 89527

20.09.2016

Carvalho Blanco, Marina – Costa, Camila – Iglesias, Belén


Prof. Pizarro, Mariana

1 Trabajo Práctico 2

CONSIGNAS:

Considerando dos manifiestos artísticos, realizar un escrito que incluya en su análisis lo

siguiente:

PARTE A: Características distintivas – Relación producción-pensamiento – Contexto

histórico – Vinculación entre ambos.

PARTE B: Seleccionar una obra que pertenezca a un movimiento artístico o de

diseño diferente a los analizados en la Parte A, y realizar un manifiesto que

represente la misma.

PARTE C: Elaborar una conclusión que vincule la PARTE A y la PARTE B. Bibliografía

(Normas APA).





PARTE A

MANIFIESTO SUPREMATISTA Por Kazimir Malevich

Características distintivas y contexto histórico.

El suprematismo trata de una tendencia artística

encabezada por Kazimir Malevich - ruso - que derivó del

Cubismo (movimiento impulsado por Pablo Picasso en

1907); nace en 1913 y las primeras obras suprematistas

fueron presentadas en la exposición de pintura de

Petrogrado. Las mismas provocaron la indignación de los

críticos y el público. Caracterizado por los fondos neutros,

figuras geométricas, y la abstracción total del mundo sin

objetos, por encima de todo fin materialista o social

(Costas, 2008).

Adentrándonos en la características distintivas, Malevich definió al suprematismo como “la

sensibilidad pura en las artes figurativas” y era un ferviente defensor de que la

representación objetiva tal y como se la conocía, carecen de significado. En realidad, lo que

Malevich representaba era la sensibilidad en estado puro. En 1913 expuso una pintura que

constaba de un cuadrado negro sobre un fondo blanco, tanto los críticos como el público,

espantados por lo que se encontraba colgado con tanto orgullo, expresaron a viva voz la

“pérdida de todo lo que habíamos amado”. Éste cuadrado negro era considerado

incomprensible y peligroso (Malevich, 1915)

“Con el suprematismo, el arte alcanza la expresión sin la representación” subrayó Malevich

quién también impulsaba la asociación cósmica, filosófica y universal del arte (Di

Petrantonio, 2016). Volviendo a la polémica pintura titulada Cuadrado negro sobre fondo

blanco, aparece por primera vez, como bien se mencionó anteriormente en 1913 cuando

Malevich se encargó de la escenografía para la obra futurista Victoria sobre el sol gracias a

la asociación con el músico Mikhail Matiushin y el poeta Aleksei Kruchenich. La obra fue





etiquetada de “transgresora de las tradiciones artísticas y culturales de la época”

(Fundación PROA, 2016). Malevich resalta dicho cuadro como representante del

movimiento ya que él mismo dice que no expuso un “cuadrado vacía” sino que la

percepción de la in objetividad, la representación de la sensibilidad en cada aspecto de su

vida (Malevich, 1915). Si hacemos hincapié en la sensibilidad, y la importancia que le daban

los suprematistas, podemos compararlo con diversos antecesores como Van Gogh,

Kandinsky, entre otros que al igual que Malevich se dejaban guiar por sus sentimientos y la

no objetividad por encima de lo racional y objetivo.

El suprematismo se caracteriza por las formas

abstractas ya que busca la inmersión del

espectador en las obras, dejando guiar por sus

sensaciones y no simplemente por la consciencia.

A continuación, se eligió citar textualmente a

Malevich dado que creemos que dicha cita expresa

exactamente lo que el suprematismo busca: “Si se

quiere juzgar a la obra de arte basándose en el

virtuosismo de la representación objetiva, es decir,

de la vivacidad de la ilusión, y se cree descubrir el

símbolo de la sensibilidad inspiradora en la misma

representación objetiva, nunca se podrá llegar al placer de fundirse con el auténtico

contenido de una obra de arte” (Malevich 1915).

A lo largo de muchos años, siglo en realidad, los artistas emergentes que se encontraban

fuera del academicismo comenzaron una extensa lucha contra éste. El suprematismo no

fue la excepción. En Manifiesto Suprematista, Kazimir Malevich expone que el arte ya no

deseaba estar a la merced de la religión y del Estado (pilares de la Academia), debido a

que no quiere seguir ilustrando costumbres o “imágenes de las imágenes de vida” sino

que busca contener una sustancia y un significado mucho más profundo. “El cuadrado de

los suprematistas y las formas de él se pueden comparar a los signos del hombre primitivo





que en su conjunto no querían ilustrar, sino representar la sensibilidad del ritmo”

(Malevich, 1915). El movimiento suprematista sostenía que a todas las cosas no prácticas

(aquellas que carecen de objeto) resisten el paso de los milenios y siguen siendo actuales,

mientras que las cosas necesarias y prácticas solo tienen pocos días de vida. El

suprematismo no se encuentra aferrado a la Iglesia, al Estado o a cualquier tendencia

social o material; simplemente responde a sus propias sensaciones y percepciones

personales de la realidad: “pintar lo que se siente”. En conclusión, para Malevich, el artista

ya no está ligado al lienzo, “sino que es capaz de trasladar sus composiciones de la tela en

el espacio”.

En cuanto a Rusia, celebró en el año 1913 el tricentenario de la llegada al poder de la

dinastía Romanov y el centenario de la derrota de Napoleón en Rusia. Estas celebraciones

oficiales contrastan con la penuria de la población dado que muchos sectores de la

población sufría de hambre y el descontento aumentaba. Por si fuera poco a esta situación

hay que añadir lo que debe enfrentar la sociedad tras el estallido de la I Guerra Mundial.

Toda la economía se orienta para abastecer al frente y las consecuencias pesan sobre

obreros y campesinos que ven todavía más recortados sus ingresos y además son

movilizados para el frente. A pesar de estos esfuerzos la situación del ejército ruso es

lamentable, está mal abastecido y las comunicaciones impiden cualquier ataque serio al

enemigo, además es frecuente el hambre entre los soldados y su moral está por los suelos.

La carestía llevará a una subida espectacular de los precios y a la congelación de los

salarios, lógicamente esto haría aumentar las protestas. A todos estos sufrimientos hay que

añadir el número de muertos que a finales de 1916 se valoran en tres millones más cinco

millones de heridos. En estas circunstancias la oposición demócrata (partido Kadet) pide

una monarquía constitucional. La situación será tan desesperada que en 1917 estallará una

revolución que acabará con el poder del zar. Es luego de dicha Revolución que Malevich e

une a la Federación de Artistas de Izquierda. Posteriormente será elegido Director de Arte

del Soviet Soldados de Moscú y elaborará un proyecto para la Academia Popular de las





Artes. Al triunfar la Revolución, será nombrado Comisario para la protección del

patrimonio del Kremlim, palacio y catedral principal de Moscú (Fundación PROA, 2016).

Relación producción-pensamiento.

Por suprematismo entiendo la supremacía de

la sensibilidad pura en las artes figurativas.

(Malevich, 1913)

El manifiesto suprematista plantea una ruptura

absoluta de la forma de representación

artística. Percibe el arte únicamente como

expresión de la sensibilidad pura, y rechaza la

representación objetiva dentro de las obras, así

mismo determina que la única forma de llegar

a la creación de una obra sin la representación de objetos es a través de la sensibilidad.

Para el suprematista siempre será válido aquel medio expresivo que permita que la

sensibilidad se exprese de modo posiblemente pleno como tal, y que sea extraño a la

objetividad habitual. […] El artista se ha desembarazado de todo lo que determinaba la

estructura objetivo-ideal de la vida y del arte: se ha liberado de las ideas, los conceptos y

las representaciones, para escuchar solamente la pura sensibilidad. (Malevich, 1913)

A la hora de crear el cuadro negro sobre el fondo blanco, vemos claramente como

Malevich se desprende de todos los conceptos concebidos como arte hasta el momento,

cómo con esta primer obra el suprematismo se refugia en el arte abstracto y rechaza toda

representación que retrate literalidad y que pueda interferir en la lectura del espectador,

que debe poder percibir la sensibilidad pura generada por un hecho inspiracional.





El cuadrado negro sobre fondo blanco fue la primera forma de expresión de la sensibilidad

no-objetiva: cuadrado=sensibilidad; fondo blanco=la Nada, lo que esta fuera de la

sensibilidad. (Malevich, 1913)

Malevich expresa esta simbología con una lectura muy directa, donde la forma y paleta de

color transmite un mensaje completamente expresivo, donde la percepción del espectador

viene acompañada de la sorpresa generada por una nueva forma de representación

artística que busca diferenciarse de lo visto anteriormente y desprenderse de la objetividad

habitual. La obra fue recibida de forma muy hostil y todo lo que fue dicho al respecto de la

misma, fue tomado por el autor para la redacción de este manifiesto y podemos percibir

su búsqueda de inquietar a los críticos y generar un mensaje controversial frente al

concepto de arte sostenido hasta ese entonces. El cuadro negro sobre fondo blanco

simboliza el repudio al mundo de las apariencias y al arte del pasado. (Tomado de la

retrospectiva de Malevich, Fundación PROA)

Los contornos de la objetividad se hunden cada vez más a cada paso, y, al fin, el mundo de

los conceptos objetivos, todo lo que habíamos amado y de lo que habíamos vivido, se

vuelve invisible. Ya no hay imágenes de la realidad, ya no hay representaciones ideales; ¡no

queda más que un desierto! Pero ese desierto está lleno del espíritu de la sensibilidad no-

objetiva, que todo lo penetra. (Malevich, 1913)

En éste párrafo se ve representada la aceptación del artista frente a la crítica recibida, se

refugia en el concepto de desierto que mientras fue utilizado de forma negativa para

hablar sobre la controversial obra de Malevich “Se perdió todo lo que habíamos amado.

Estamos en un desierto. ¡Lo que tenemos ante nosotros no es más que un cuadrado negro

sobre fondo blanco!" (Malevich, haciendo mención a lo dicho por los críticos, 1913) el

artista, el mismo lo adopta como un símbolo de paz y como un paradigma ideal para la

expresión de la sensibilidad.





“Y he aquí el nuevo arte no-objetivo como expresión de la sensibilidad pura, que no tiende

hacia valores prácticos, ni hacia ideas, ni hacia ninguna tierra prometida. (Malevich, 1913)

Por otro lado destaca que la funcionalidad de una pieza le quita significado artístico a la

misma, resaltando que la forma de apreciación de una obra varía según el contexto y la

forma en el que se la presente. Es por eso que cuando visitamos un museo, podemos

captar completamente el valor artístico de las obras, porque el ambiente no nos

condiciona con la necesidad de una funcionalidad, que con el tiempo puede quedar

rezagada por los avances de otra pieza que cumpla la misma función de forma más

efectiva. Es asi como en la retrospectiva de Malevich en Fundación PROA podemos

encontrar objetos de diseño pertenecientes al movimiento suprematista, y maquetas

arquitectónicas y apreciarlas enteramente por su valor estético.

De todo ello resulta evidente, además, que también las obras de arte aplicadas a la vida

práctica, o bien usadas en la vida práctica, quedan en cierta medida desvalorizadas. Solo

cuando se liberen del peso de la eventual valoración practica (es decir, cuando sean

colocadas en un museo), y no antes, se reconocerá su valor autentico (artístico). (Malevich,

1913)

Malevich proponía que sus ideas puesan ser aplicadas al diseño y la arquitectura. Este

principio lo llevó a crear bocetos en yeso con miembros de UNOVIS (Afirmadores de lo

Nuevo), donde se puede constatar como los vloúmenes yustapuestos llamados

Arquitectones exploran las posibilidades de una arquitectura suprematista “…Veo como el

cuadro negro echó sus raíces en las formas arquitectónicas; se crea un nuevo estilo en la

arquitectura, que todavía no tiene nombre…” (Carta de Kazimir Malevich a Mijail

Gershenson, 1920) . (Tomado de la retrospectiva de Malevich, Fundación PROA)





También menciona una diferenciación del arte suprematista a con el naturalismo y el arte

clásico de la academia que resalta que en el pasado, el arte era utilizado de forma

funcional para transmitir los mensajes que los organismos reguladores de la sociedad

querían transmitir a la misma. La geometría de Malevich se basa en la línea recta, la forma

“supremamente elemental”. Simboliza la ascendencia del hombre por encima del caos de

la naturaleza. (Tomado de la retrospectiva de Malevich, Fundación PROA)

El arte del pasado, sometido (por lo menos en el extranjero) al servicio de la religión y del

Estado, debe renacer a una vida nueva en el arte puro (no aplicado) del suprematismo, y

debe construir un mundo nuevo, el mundo de la sensibilidad. (Malevich, 1913)

Es por esto mismo que el suprematismo se desprende de la representación objetiva,

porque la no-objetividad es perdurable en el tiempo, porque la no funcionalidad de las

obras de arte llevan a la misma a percibirse como un objeto bello a apreciar con el pasar

de los años, ya que el único arte es el que representa la sensibilidad pura.

¿Tenemos acaso el menor motivo para admitir que las cosas que hoy nos parecen prácticas

y cómodas no estarán superadas mañana? Y después de todo esto, el hecho de que las

obras de arte más antiguas hoy no parezcan menos bellas y menos evidentes que hace

miles de años, ¿no merece ser tomado en consideración? (Malevich, 1913)

Y es a través de las formas y figuras como se desarrolla el arte suprematista, generando

una imagen completa en el caso del arte plástico o bien en la arquitectura con una





edificación estéticamente perdurable en el tiempo que exprese la sensibilidad del artista

independientemente de la finalidad de la construcción, y que si llegado el caso la

edificación pierda funcionalidad el valor artístico se mantenga y se pueda seguir

apreciando.

“El arte nuevo del suprematismo, que ha creado formas y relaciones de formas nuevas a

base de percepciones transformadas en figuras, cuando tales formas y relaciones de

formas se transmiten del plano del lienzo al espacio, se convierte en arquitectura nueva. El

suprematismo, tanto en pintura como en arquitectura, es libre de toda tendencia social o

material.” (Malevich, 1913)





MANIFIESTO FUTURISTA Por Filippo Tomasso Marinetti

Características distintivas y contexto histórico.

El futurismo se originó el 20 de Febrero de 1909 con Filippo

Tommaso Marinetti al frente tras publicar un manifiesto: "Le

Futurisme" en la famosa revista Le Figaro. Proviene también del

cubismo, el cual también se estaba originando en Francia con

Pablo Picasso. Marinetti lleva sus ideas a Rusia, Latino América

y una parte de Europa (Álvarez Esteban,2014).

A través de once puntos decisivos, el poeta reclama la ruptura

con todo lo conocido hasta el momento para dejarle una vía

limpia al futuro, que se percibe tan fascinante y prometedor

que de otro modo no encontraría el espacio suficiente para desarrollarse plenamente. Para

ello, entre otras cosas propone, o más bien ordena, la destrucción inmediata de toda la

tradición europea a través de la quema de bibliotecas, museos y universidades; la

glorificación de la violencia y de la guerra como método de higiene universal; el

patriotismo ofensivo y belicoso “Ninguna obra que no tenga un carácter agresivo puede

ser una obra maestra”(Marinetti, 1909); el desprecio a la mujer y a todo lo femenino por

desprender y provocar debilidad; y, sobre todo, el enaltecimiento de la velocidad y la

tecnología como única verdad. Pero, a pesar de la furia que se desprende de sus palabras,

lo cierto es que ese fuego destructor no se tradujo en ninguna manifestación física, por lo

que persiste la duda de si no se trató en realidad de una “gigantesca tomadura de pelo

que, como siempre ocurre con las gigantescas tomaduras de pelo”, consiguió impeler tras

de sí a un montón de personas que lo asumieron como un nuevo dogma (Viloria, 2015).

Marinetti desarrolla: “¿Qué podéis encontrar en un anciano cuadro si no es la contorsión

penosa del artista esforzándose por romper las barreras infranqueables de su deseo de

expresar enteramente su sueño?” A través de ésta polémica pregunta, Marientti muestra su

claro descontento para con la academia, pero no sólo eso, sino que a su vez, expresa como

los pintores academicistas se encontraban presos de lo que ellos denominaban como

https://es.wikipedia.org/wiki/Filippo_Tommaso_Marinetti

https://es.wikipedia.org/wiki/Filippo_Tommaso_Marinetti

http://redhistoria.com/author/manuel/





“arte” ya que eran obligados a pintar de una forma específica y a diferencia de los

futuristas carecían de sensibilidad y no “pintaban lo que sentían”

La velocidad y el movimiento, dos pilares los cuales los futuristas calificaban como

magníficos aparecían en cada una de sus obras tornándolas incluso, por momentos, en

obras abstractas al cien por ciento.

Dicha característica también hace

referencia a la distinción principal de

éste movimiento, la guerra, la lucha, el

éxtasis y el sueño; todo esto volcado en

el lienzo y fanáticos representantes de

un movimiento asociado al fascismo.

Cuando se habla de un “movimiento

asociado al fascismo”, en este sentido,

se sospechó por mucho tiempo que

todos los futuristas simpatizaban con

Mussolini, algo que no podría ser cierto

dado que todavía era un completo desconocido en el año que se publica dicho manifiesto,

y si bien posteriormente lo glorificó como bandera de la nueva cultura italiana y obtuvo la

adhesión tibia de alguno de los miembros de la corriente, la mayoría de ellos se movía en

posiciones más cercanas al anarquismo o al socialismo (Viloria, 2015).

Cuando Marinetti comienza a manifestarse públicamente a favor de Mussolini, el futurismo

ya lleva varios años muerto. Los cinco pintores fundadores (Umberto Boccioni, Luigi

Russolo, Giacomo Balla, Gino Severini y Carlo Carrà) habían agotado sus posibilidades y se

habían lanzado por separado al desarrollo de nuevas ideas o, sencillamente, como en el

caso de Boccioni, habían muerto. Aun así, la estética del movimiento pervivirá en la

iconografía fascista hasta la debacle de Saló, pero explotada por simples copiones

oportunistas o por verdaderos artistas de mucha menor calidad que los originales (Viloria,

2015).

“Dinamismo de un atomóvil” de Luigi Russolo (1912)





Relación producción-pensamiento.

El manifiesto futurista fue escrito con un lenguaje controversial, a través del cual

contrapone una mirada violenta a la sociedad, llena de odio y furia con una descripción

poética de la rebeldía.

Nosotros afirmamos que la magnificencia del mundo se ha enriquecido con una nueva

belleza, la belleza de la velocidad. Un coche de carreras con su capo adornado con gruesos

tubos parecidos a serpientes de aliento explosivo... un automóvil rugiente, que parece

correr sobre la ráfaga, es más bello que la Victoria de Samotracia. (Marinetti, 1909)

La velocidad y el movimiento son la máxima concepción de belleza. La mirada es varonil,

expresa la brutalidad y la fuerza del machismo, dejando de lado toda sutileza de la

feminidad, se retrata la velocidad con fervor y audacia, con fuerza y violencia. Y esto se ve

tanto en la paleta de color muy intensa como en las formas re representación con figuras

rectilíneas y afiladas. Los objetos representados dan sensación de rigidez.

“Niño corriendo” de Giacomo Balla “Desnudo bajando de la escalera” de Duchamp





No existe belleza alguna si no es en la lucha. Ninguna obra que no tenga un carácter

agresivo puede ser una obra maestra. La poesía debe ser concebida como un asalto

violento contra las fuerzas desconocidas, para forzarlas a postrarse ante el hombre.

(Marinetti, 1909)

El manifiesto futurista representa las ganas de luchar, pero con finalidades hostiles.

Transmite sentimientos intensos, apasionados, el desvivirse por el poder, la búsqueda

insaciable de superarse. Y en las obras de Filippo Tommaso Marinetti podemos notar al

hombre representado con una expresión

fuerte, furiosa, o en vehículos deportivos a

gran velocidad.

¡Nos encontramos sobre el promontorio

más elevado de los siglos!... ¿Por qué

deberíamos cuidarnos las espaldas, si

queremos derribar las misteriosas puertas

de lo imposible? El Tiempo y el Espacio murieron ayer. Nosotros vivimos ya en el absoluto,

porque hemos creado ya la eterna velocidad omnipresente. (Marinetti, 1909)

Sostienen un movimiento efímero, que mientras viva será innovador, feroz, abrazador, y así

como busca derrumbar todo lo anteriormente establecido y trabajan sobre el aquí y ahora

con un discurso atemporal.

Los más viejos entre nosotros no tienen todavía treinta años; por eso nos resta todavía

toda una década para cumplir nuestro programa. ¡Cuando tengamos cuarenta años que

otros más jóvenes y más videntes nos arrojen al desván como manuscritos

inútiles!...Vendrán contra nosotros de muy lejos, de todas partes, saltando sobre la ligera

cadencia de sus primeros poemas, agarrando el aire con sus dedos ganchudos, y





respirando a las puertas de las Academias el buen olor de nuestros espíritus podridos, va

destinados a las sórdidas catacumbas de las bibliotecas!... (Marinetti, 1909)

Así como comprenden que la fuerza con la que proyectan los impulsa hacia delante, y los

hará trascender, así como buscan arrasar con la concepción de arte y crear una mirada

fresca y avasallante, comprenden que de igual forma será derrumbada cuando llegue una

visión innovadora. Y es por esto que no creen en las bibliotecas y museos, donde se

contiene toda la historia del arte y la literatura con un cementerio, perciben toda la historia

del arte como la muerte misma y comparan estos escenarios con el concepto de

cementerio.

Los más viejos de entre nosotros no tenemos aún treinta años, y por lo tanto hemos

despilfarrado ya grandes tesoros de amor, de fuerza, de coraje y de dura voluntad, con

precipitación, con delirio, sin cuenta, sin perder el aliento, a manos llenas. ¡Miradnos! ¡No

estamos sofocados! ¡Nuestro corazón no siente la más ligera fatiga! ¡Esta nutrido de fuego,

de valor y de velocidad! ¿Esto os asombra? ¡Es que vosotros no os acordáis de haber

vencido nunca! (Marinetti, 1909)

Toda esta vorágine expresada en el manifiesto, muestra que este movimiento se

caracteriza principalmente por el dinamismo y la extracción del mismo de temas de la

cultura urbana tanto como maquinas, deportes, guerra y vehículos en movimiento.

Se percibe en la sensación de sonido que se representa a través de una sucesión de ondas

y color con una vibración de forma prismática.

La sensación de velocidad representada en la dirección de las figuras, la plasmación de

líneas, sucesión de imagines, la repetición y multiplicación de las posiciones de una misma

figura/cuerpo/objeto.

Se expresa en el manifiesto un sentimiento de repudio hacia el feminismo y moralismo,

amor a la guerra y el nacionalismo. Se expresa a través de expresiones de enojo y





posiciones de poder en los personajes, tanto como la inclusión de los colores de la

bandera italiana en algunas obras.

Vinculación entre ambos manifiestos.

El suprematismo y el futurismo se diferencian con respecto a sus ideologías: el

suprematismo representa y expresa en sus obras la sensibilidad en estado puro además de

manifestar que se guiaban por sus sentimientos y rechazaban la objetividad, es decir,

pintaban lo que sentían. Por otra parte, el futurismo representa las ganas de lucha,

violencia y agresión. Tenían una mirada violenta de la sociedad, lugar donde se transmiten

los sentimientos de odio y furia.

Ambos manifiestos, y ambos (en ese entonces nuevos) movimientos artísticos, pretenden

inquietar a la sociedad y a los críticos de arte, concebir esta nueva percepción del arte y la

belleza, son libres de toda tendencia social o material y se refugian en un comienzo en

ilustraciones con carácter en parte abstracto. Tanto el suprematismo como el futurismo,

comparten ideas de como transmitir emoción y sentimiento a través de sus obras. Es

notable la similitud entre los dos movimientos en cuanto al uso de formas geométricas en

sus trabajos; así como el empleo de la repetición, multiplicación y sucesión de una misma

figura. También, el dominio de color intenso se hace presente tanto en las obras futuristas

como en las suprematistas.

Podemos verificar estas similitudes entre estos das corrientes al recorrer las distintas salas

de la exposición de Kazimir Malevich en la Fundación Proa; sobre todo en las salas 2, 3 y 4

donde se presencia el uso notable de las figuras geométricas y el color saturado e intenso.

El manifiesto suprematista busca una representación poética de las situaciones

inspiracionales, donde lo único que se refleje en la obra sea la sensibilidad con la que se

elaboró, y que la creación surja desde lo más profundo del inconsciente, donde no se trate

de representar ninguna realidad objetiva.

Por otro lado, el manifiesto futurista, busca movilizar a la sociedad mediante un lenguaje

violento y buscan comunicar un mensaje muy claro, un movimiento casi político, que lleva

a las obras a gozar de un carácter funcional, en el que se comunica un cambio que buscan





proyectar en la sociedad, usando el arte como una herramienta para comunicar la

búsqueda de un cambio político en la sociedad misma.

Malevich era el protagonista y representante del espíritu de cambio debido a su visión

artística. A pesar de que la muestra de Proa hacía hincapié en el suprematismo, se contó

con las presencia de las diferentes obras influenciadas por el futurismo (cubofuturismo) y

el impresionismo.

“… Nosotros, los impresionistas, cezannistas, cubistas y futuristas no estábamos luchando

contra el arte campesino, ni contra los íconos, estábamos defendiendo una nueva manera

de expresión plástica…” (Malevich, 1923)

Otra cuestión en la que se relacionaban el suprematismo de Malevich y el futurismo de

Marinetti es en la idea de combatir el arte planteado por la iglesia católica y todo el arte

burocrático de la academia.

Más alla de sus características distintivas, comprendemos tras la visita al museo, que el

suprematismo es un movimiento que se desprende del futurismo, y de hecho la primer

obra suprematista, el cuadro negro sobre fondo blanco, tras la cual Malevich redacta el

manifiesto, formó parte de la escenografía de una ópera futurista: Victoria sobre el sol. La

cual fue una obra multidisciplinaria, transgresora de las tradiciones artísticas y culturales de

la época, realizada por Kasimir Malevich, Mijail Matiushin (músico) y Aleksei Kruchenich

(poeta) y se estrenó en el teatro Luna Park.

“… Dejé atrás el mundo figurativo y avancé desde lo plástico hacia lo blanco, lo colorido y

lo negro. En un instante se desvanece el cubismo y el futurismo. En su lugar apareció en

Suprematismo, colorido y sin color…” (Malevich, 1923)

En 1914, Filippo Marinetti visita Rusia para difundir sus ideas y Malevich junto a Morgunov

celebran su llegado con una performance futurista, paseando por la vía pública con

cucharas de madera en los ojales.





PARTE B

MI HABITACIÓN COMO REFUGIO Por Marina Carvalho Blanco

¿La academia? ¿Quién quiere ser parte de esa cárcel en donde obligan a un artista de alma

libre a pintar lo que unos pocos creen que es el arte? Bella campiña francesa que habito;

Arles, lugar inspirador para reflejar sensaciones sobre el lienzo y simplemente dejarse llevar

por cada trazo. Quién necesita de aquella gente que no me comprende, al menos no éste

artista. Mi habitación es mi refugio y el pincel mi mejor arma. Soy independiente, no sigo

reglas, no las necesito; en lugar de ayudarme me aprisionan; en lugar de nutrirme, me

sacan de mis casillas. Pinto lo que siento, pinto sentimientos.

Mi habitación es mi refugio y la soledad mi mejor compañero. Inútiles aquellos que no ven

la genialidad de la pieza. Inútiles aquellos que a diferencia de mí, se refugian en la

Academia en lugar de dejar aflorar sensaciones únicas que tan solo un alma libre puede

conquistar.





SERIE DE ILUSTRACIONES N°2 Por Camila Costa

Bernarda Crudo, independiente.

Despojados en un espacio vacío, cuerpos se desenvuelven, conectan, someten.

La conexión con el entorno y con el otro, la conexión consigo mismos.

Cuerpos armónicos y reales, belleza en la discreción.

La línea que recorre la silueta, traza rostros personales, retrata la sensualidad.

Visten de negro y el silencio del entorno.

La poesía en la desenvoltura, la sutileza y la paz.

El círculo que los contiene, o el círculo que se sustrae para darlos a conocer.

La ausencia de color y la paleta que cuenta una historia.

No tienen nombre.

No las conozco, yo las invento.





MANIFIESTO BLANCO Por Belén Iglesias

Cada chuchilla afilada dejo una huella persistente en mi historia. Cada corte violento y

agresivo es una herida profunda. Pero, al solo observar el interior podemos contemplar los

milagros y bellezas de los nuevos horizontes que se abrirían ante mí.

Este corte proviene de lo más profundo de mi esencia y espíritu, luche contra mis temores,

combatí una pelea y tuve la necesidad de romper los límites y finalizar con todo.

Mi desplazamiento fue honesto y mi manifiesto fue blanco.





PARTE C

Para concluir con el trabajo práctico, es importante resaltar algunas cuestiones que han ido

apareciendo a lo largo del mismo. Principalmente el hecho de que se ha realizado un

análisis de dos manifiestos diferentes: el suprematismo de Malevich y el futurismo de

Marinetti. Por manifiestos artísticos se entiende que es una declaración pública de las

intenciones o perspectivas de un artista o grupo artístico. Los mismos fueron

extremadamente famosos durante las vanguardias modernistas, ya que en aquellos días el

arte pretendía cambiar completamente el mundo. El manifiesto tiene dos objetivos: criticar

y definir un paradigma contemporáneo, así como definir los valores estéticos que vayan

contra este paradigma.

En los manifiestos analizados podemos encontrar claramente estos dos objetivos

cumplidos. Ambos critican el pasado representado por la academia y definen un nuevo

paradigma: en el caso del suprematismo “el reencuentro en estado puro del arte” y en el

caso del futurismo “la lucha y la agresividad” como bandera del movimiento.

Para realizar satisfactoriamente la PARTE B fue necesaria una previa lectura completa de

ambos manifiestos. Sin embargo, la creación del propio estaba limitada previamente a diez

renglones de longitud. Los tres manifiestos creados se realizaron en primera persona para

crear una sensación de que el escritor es el propio artista y también se necesitó investigar

sobre la obra y el pintor para entender en carne propia lo que le sucedía dentro de su

cabeza a la hora de desplegar el lienzo y comenzar la pintura.





BIBLIOGRAFÍA.

Petrova, E., Di Petrantonio, G., Kiblitsky, J. y otros. (2016). Kazimir Malevich:

Retrospectiva. Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Fundación PROA.

Costas, C. (25 de julio de 2008). Características del suprematismo. Recuperado de:

https://historialdedisenio.wordpress.com/2008/07/25/caracteristicas-del-

suprematismo/

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https://xosea.files.wordpress.com/2012/08/7_rusia_antes_revolucion.pdf

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http://lineassobrearte.com/2015/03/14/el-futurismo-italiano-1909-1916/

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http://redhistoria.com/caracteristicas-del-futurismo/#.V-Bjslf7s0o

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http://fahrenheitmagazine.com/fotografias/que-es-un-manifiesto-artistico-los-

casos-mas-famosos/

MI HABITACIÓN COMO REFUGIO Por Marina Carvalho Blanco

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TRABAJO PRÁCTICO 2 - fido.palermo.edufido.palermo.edu/servicios_dyc/blog/docentes/trabajos/36341_134908.pdf · Trabajo Práctico 2 1 CONSIGNAS: Considerando dos manifiestos artísticos,