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UNIVERSIDAD PANAMERICANA ESCUELA DE COMUNICACIÓN “DIOS Y MI DERECHO: ANÁLISIS PERIODÍSTICO DE LA PUBLICACIÓN CRISTERA DESDE MI SÓTANOT E S I S P R O F E S I O N A L Q U E P R E S E N T A MARIEL TURRIZA GARCÍA P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E : L I C E N C I A D A E N C O M U N I C A C I Ó N DIRECTOR DE LA TESIS: Dr. Iñigo Fernández Fernández MÉXICO, D.F. 2014

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UNIVERSIDAD PANAMERICANA

ESCUELA DE COMUNICACIÓN

“DIOS Y MI DERECHO: ANÁLISIS PERIODÍSTICO DE LA PUBLICACIÓN CRISTERA DESDE MI SÓTANO”

T E S I S P R O F E S I O N A L

Q U E P R E S E N T A

MARIEL TURRIZA GARCÍA

P A R A O B T E N E R E L T Í T U L O D E :

L I C E N C I A D A E N C O M U N I C A C I Ó N

DIRECTOR DE LA TESIS: Dr. Iñigo Fernández Fernández

MÉXICO, D.F. 2014

  2  

Agradecimientos A mis padres, Para quienes jamás encontraré una moneda suficientemente grande que pueda pagar todo el amor, el apoyo y la confianza de estos primeros 25 años. Gracias por haber sido el ejemplo que seguí y que me condujo hasta donde hoy me encuentro. Nada de esto habría sido posible sin ustedes. Los amo. A mi director de tesis y maestro, el Doctor Iñigo Fernández, Por haber tenido siempre el tiempo, la disposición y el consejo necesario para darle forma a este proyecto. Gracias por tu infinita paciencia y por haber sido el aliento necesario en cada paso del camino. A mi tía María Elena, Por haber sido mi segunda madre y haber abrazado cada triunfo como si fuera tuyo. Este nuevo logro también lleva tu nombre. A mi hermano Juan Manuel, Por siempre ser un ejemplo de perseverancia y tenacidad. Y porque a través de todos tus logros, me hiciste consciente de que era posible realizar los míos. À Manuel, Nous y voilà mon Manu, un pas plus près de notre objectif, rien ne peut nous arrêter maintenant. Je t’aime, et je ne t’ai jamais autant aimé. A Carlos, Por recordarme que todos y cada uno de mis días en la universidad me forjaron en más de un solo sentido. Gracias por todo el significado que le has dado a la palabra amistad. À Dominique et Bernard, Merci d’avoir fait partie d’un mémorable séjour qui a commencé au Mexique, et qui continuera de l’autre coté de l’océan. À la mémoire de Priscillia, Merci encore pour cette belle leçon de vie que tu m’as donné avant de partir. Je ne t’oublie pas, je ne t’oublierai jamais. Y finalmente, a Silvio Pellico, Por haber aligerado a cada paso la abrumadora responsabilidad de este viaje y haber sido mi noble compañía en esta increíble aventura.

  3  

Índice Introducción ……………………………………………………………………… 6 Capítulo I: Guerra Cristera: un poco de historia y contexto …………..…...12 1.1 Nacimiento del conflicto ………………………………………..……….........………… 12

1.2 Los primeros levantamientos de 1926 …………………………...……........……….... 19

1.3 El Boicot ……………………………………………………..………...……......………... 22

1.4 Estallido del conflicto ………………………………….………………..…….…………. 24

1.5 Los grupos opositores ……….................................................................................. 27

1.5.1 La Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa ……..……..…... 27

1.5.2 Asociación Católica de la Juventud Mexicana ………………………....…… 29

1.6 El ejército cristero: reclutamiento, constitución y distribución ……………..…..……. 30

1.7 Los arreglos religiosos ………………..…………………………………..……….….… 34

Capítulo II: Historia de la prensa mexicana: finales del S. XIX y principios

del XX ………………………………………………………………………....... 36

2.1 Prensa mexicana …………………………………………………..…………………….. 36

2.2 Relación prensa-gobierno durante los distintos regímenes …….………….............. 37

2.2.1 Situación de la prensa en el mandato de Porfirio Díaz ….………………….. 38

2.2.2 Situación de la prensa durante la Revolución y el

mandato maderista ………………………………………………….…………………. 42

2.2.3 Situación de la prensa en el mandato de Venustiano Carranza …………... 44

2.2.4 Situación de la prensa en el mandato de Álvaro Obregón …………………. 46

2.2.5 Situación de la prensa en el mandato de Plutarco Elías Calles …………… 47

2.3 El discurso anticatólico ..…..………………………………………………………….…. 52

2.4 La prensa religiosa …………………………………………………………………….… 56

  4  

2.5 Desde mi Sótano: Dios y mi Derecho ……………………………………………….… 58

Capítulo III: Desde mi Sótano: el análisis periodístico del testigo de una

guerra ………………………………………………………………………………………... 63

3.1 Metodología y análisis …………………………………………………………………... 63

3.2 Los resultados del análisis ……...…………………………………………….….…….. 66

3.2.1 Del análisis general …………………………………………………….….….... 66

3.2.2 Del análisis cuantitativo …………………………………………………....…... 77

3.2.3 Del análisis distributivo ……………………………………………………........ 81

Capítulo IV: El análisis cualitativo: la voz de una ideología ……….....……… 93

4.1Las dimensiones analíticas emocionales ..…………………………….……….……… 94

4.1.1 Enojo e indignación ………………………………………………….…….……. 95

4.1.2 Empatía ……………………………………………………………………….….. 97

4.1.3 Esperanza y ánimo ……………………………………………………………. 100

4.1.4 Cohesión …………………………………………………………………….….. 101

4.1.5 Tablas de referencia …………………………………………………………... 103

4.2 El hablante ………………………………………………………………………….…… 105

4.3 Llamado a la acción ……………………………………………………………………..108

Las conclusiones …………………………………………...………………….............. 111

A) La Cristiada y su estudio en México y el mundo ….………….….…………………... 111

B) La documentación histórica ………………………….………….….………………….. 111

C) El análisis periodístico y las teorías de la comunicación ….….….………………..... 112

C.1) Los efectos limitados …………………………………………………………… 112

C.2) La teoría de los dos pasos y el líder de opinión …………………………….. 115

  5  

D) Desde mi Sótano como elementó cohesivo de indivisión dentro de la sociedad

católica mexicana …………….……………………………………………………………. 116

E) ¿Qué queda por hacer? …………………………………………………………….…. 118

Bibliografía y Hemerografía …………………………………………………………..120

Bibliografía ..……………………………………………….………………………………….120

Hemerografía ..……………………………………………………………………………… 124

Anexos ………..……………………………………………….…………………………….128

Anexo 1: Cuestionario aplicado a trabajadores del Estado ……………………………..129

Anexo 2: Lista completa de los títulos de los artículos ……………………………….… 130

Anexo 3: Imagen del artículo: “Gachupines y no españoles” ………………………….. 134

Anexo 4: Imagen del artículo: “Lo que la prensa calla” ………………………………… 135

Anexo 5: Imagen del artículo: “¿Cobardes o traidores?” ………………………………. 136

Anexo 6: Imagen del artículo: “Preguntas y respuestas” ………………………………. 137

Anexo 7: Imagen del artículo: “El mediquillo de provincia” …………………………….. 138

Anexo 8: Caricaturas ……………………………………………………………………….. 139

Anexo 9: Imagen del artículo: “Precaución católicos, cuidado con los revolucionarios y

con el falso boycoteo” ……………………………………………………………………….140

  6  

Introducción

No te escondas, vale más morir

peleando.1

Carmen Serdán Alatriste

La importancia que se le otorga al periodismo y concretamente a la prensa escrita en la

historia de México, se debe principalmente a que ésta es testigo de los cambios

políticos, sociales y culturales que se suscitaron a lo largo del acontecer histórico,

mismos que resultan en la realidad actual, la manera en que la entendemos y sobre

todo en que la vivimos.

Y como mucho de esta investigación nos ha permitido constatar, no hay testigo

más franco que aquél que goza y sufre las glorias y horrores de una situación tan

complicada como lo fue la Cristiada en México.

Es por eso que el centro de nuestro trabajo es un rotativo en particular que cobró

vida entre 1926 y 1928, lo que muchos historiadores definen como los años de

efervescencia político-social del conflicto religioso en México. Un periódico llamado

Desde mi Sótano: Dios y mi derecho, que bien puede ser el estandarte de un choque

titánico entre posturas políticas. Aunque de eso nos ocuparemos más adelante.

La persecución religiosa en México y todas sus implicaciones son para muchos, y

para este trabajo, un episodio significativo en la construcción del México que

conocemos. Este episodio engloba una serie de elementos importantes como libertad,

                                                                                                               1 Frase que Carmen Serdán Alatriste, revolucionaria mexicana, dirigió a su hermano Aquiles Serdán durante un enfrentamiento contra fuerzas federales en 1910. Espinosa de los Monteros, Roberto, “Vale más morir peleando”. Disponible en http://www.revolucion.bicentenario.gob.mx/index.php?option=com_content&view=article&id=4:vale-mas-morir-peleando-por-roberto-espinosa-de-los-monteros-hernandez&catid=2:articulos&Itemid=4, consultado el 25 de marzo de 2014.

  7  

tanto de prensa, como religiosa; valores, inconformidad, la gestación de movimientos

civiles y represión, entre muchos otros y, afortunadamente en México, tenemos acceso

a una cantidad considerable de información sobre la Guerra Cristera, sus antecedentes,

sus causas, sus orígenes, el contexto, etc.

Pero ¿dónde queda la investigación significativa sobre la praxis de la prensa

durante el periodo más crítico del conflicto, el comportamiento de sus publicaciones, las

tendencias editoriales de la época y el análisis que refleje la importancia del periodismo

en México entre 1926 y 1928?

Es ahí donde aparece la necesidad tan imperante de abrir paso al análisis

periodístico de aquellas publicaciones que ayudaron a moldear la esfera pública que

reinó durante el régimen gubernamental de Plutarco Elías Calles y que, a pesar de su

valor histórico innegable, parecen quedar en el olvido.

El objetivo central es, entonces, analizar a través de métodos

bibliográficos/especulativos el comportamiento, contenido, difusión, formato y

periodicidad del diario procatólico clandestino Desde mi Sótano: Dios y mi derecho.

Para ello, nos dimos a la tarea de analizar, bajo una estructura que se describirá en el

tercer capítulo, 21 publicaciones de este periódico. Es importante destacar que las

fuentes consultadas para la realización de esta tesis y que hacen mención más o

menos profunda de este periódico, manejan un total de 20 ejemplares, a ello, nosotros

hemos sumado uno más, arrojando un total de 21 publicaciones, sobre las cuales se

trabajó y se obtuvieron los resultados presentados.

Todo ello, con el objetivo de ahondar en el estudio periodístico durante los

conflictos civiles y religiosos de la época, que nos permitan tener una visión más

completa de lo que fue el periodismo de principios del siglo XX en México,

entendiéndolo como una conexión importante entre aquél de fines de la Revolución y el

contemporáneo. De este objetivo se desprende la hipótesis de esta investigación, que

  8  

plantea que Desde mi Sótano fungió como un factor de cohesión entre la fracción

católica que constituía buena parte de la sociedad mexicana de la época.

Como muchas de las disciplinas y campos de estudio actuales, la comunicación

ha cambiado a lo largo del tiempo, adecuándose siempre al contexto social que la

rodea, y al momento determinado de la historia que requiere de ella. El caso del

periodismo y la difusión de la información en la sociedad no es ninguna excepción, pues

sus antecedentes y curso evolutivo tienen un impacto en la manera de entender la

información, su difusión y circulación en nuestros días.

Dada la importancia de los movimientos sociales que se suscitaron durante la

Guerra Cristera, es vital tener una perspectiva completa del tratamiento informativo de

la época, centrándose en un periódico en particular, pese a lo irregular de su circulación

y lo inconstante de sus publicaciones.

Más que explicar el curso de los acontecimientos que tuvieron lugar entre 1926 y

1928, esta investigación pretende aportar un panorama más claro sobre la importancia

que tuvo la prensa de oposición, y en este caso clandestina, a través del estudio de una

publicación en particular, en el sentir colectivo de la fracción católica de la sociedad

mexicana durante la Cristiada y si fungió como factor que aportara solidez a la causa y

sentido de pertenencia.

En otras palabras, buscamos tener una visión más clara de la prensa durante los

años de conflicto cristero y obtener con ello información sobre el comportamiento de la

información y las publicaciones que contribuya a completar la bibliografía existente con

relación a dicha guerra, centrándonos exclusivamente en el estudio y análisis

cuantitativo, cualitativo y general periodístico de Desde mi Sótano.

Para los fines que convinieron a nuestra investigación, fue esencial dar

seguimiento a los esfuerzos de este periódico por subsistir y que lejos de apegarse a

  9  

líneas editoriales precisas y estudiadas, daba voz a un sentir colectivo generalizado en

México durante el conflicto civil y religioso, permitiéndonos ampliar el panorama

histórico que existe con respecto a la postura anticallista.

Pero un estudio de las tendencias informativas de la época es complicado sin la

aproximación adecuada, para lo que hemos requerido la ayuda de dos teorías en

particular que, juntas, han ayudado a dar luz a los fines de investigación con los que

dimos inicio a nuestro proyecto.

Para ello, tomamos de entrada el concepto de documento histórico que Pierre

Salmon describe en su obra Historia y crítica: Introducción a la metodología histórica:

En la mayoría de los casos el documento histórico es un documento escrito, a mano o

impreso (inscripción, ostracon, papiro, manuscrito, carta, diario, matasellos). También

puede ser un documento grabado o audiovisual, es decir, transmitido por el sonido o

la imagen (cilindro, disco, cinta magnetofónica, fotografía, clisé, diapositiva, película,

microfilm) o una simple tradición oral, sin base material, que se ha recogido con la

intención de fijarla. Puede también ser un documento figurado, es decir, un vestigio

material del hombre (documento arqueológico, documento numismático) o un paisaje

que muestra la huella de los hombres que lo han modelado (observación geográfica);

pero hay que decir que si el documento figurado o la observación geográfica no van

acompañados de textos, difícilmente lograremos captar su significado. Señalemos, por

último, que el historiador puede ser él mismo testigo directo de algunos hechos […].2

Una vez definido y confirmado el valor documental de nuestra fuente, podemos

centrarnos en el estudio comunicativo que postula la idea de que el poder de los medios

de comunicación en una sociedad y tiempo determinados no es masivo: nos referimos a

la teoría de los efectos limitados propuesta por Paul Lazarsfeld y Elihu Katz3 en 1955, la

                                                                                                               2 Salmon, Pierre, “Historia y crítica: Introducción a la metodología histórica”, Teide/Barcelona, 2da edición, España, 1978. p. 39. 3 Para ahondar en el estudio de la Teoría de los Efectos Límitados, la Teoría de los dos pasos y la figura del líder, véase Lazarsfeld, Paul y Katz, Elihu, “Personal Influence: The part played by people in the flow of Mass Communication”, Transaction Publishers, 2da edición, Estados Unidos, 2006.

  10  

cual nos concede un entendimiento general de la existencia de periódicos como Desde

mi Sótano, pues en un universo informativo como el de 1926 donde la vida de un

rotativo depende casi enteramente de sus ingresos económicos, podemos entender que

la propaganda y los contenidos progubernamentales llevaban una amplia ventaja por

encima de la prensa opositora.

Existe en toda audiencia una capacidad de selección e interpretación que, en el

caso particular de la prensa clandestina durante la Cristiada, dio lugar al nacimiento y

subsistencia de publicaciones como la que analizamos en este trabajo.

Para complementar el estudio de la prensa durante este periodo de la historia, la

Teoría de los dos Pasos (Two-Step Flow Theory), propuesta también por Lazarsfeld y

Katz4, sirve para hacer un acercamiento mucho más preciso del tema. Es importante

partir de un entendido: la información que se genera en el entorno, aquella que fue

seleccionada e interpretada, no llega inmediata y directamente al público receptor. Los

mensajes emitidos por una fuente determinada, en todo sistema mediático (rústico o

no), pasan antes de alcanzar su objetivo último, por los líderes de opinión que son, de

acuerdo con esta aproximación, los verdaderos “responsables” de la formación de

opiniones críticas en la sociedad.

Dentro de nuestra investigación, podemos considerar a Silvio Pellico, a quien ya

tendré el gusto de presentarles, como un verdadero líder de opinión, pues a pesar de

las condiciones sociales y políticas de la época que le impidieron darse a conocer

abiertamente como el editor y responsable del periódico analizado, la idea que plantean

Lazarsfeld y Katz de líder de opinión, existe sin importar que se materialice a través de

un seudónimo y de una publicación clandestina. Al igual que algunos otros movimientos

ilegales de la época, como La Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa

(LNDLR) y la misma Asociación Católica de la Juventud Mexicana (ACJM), nuestro

periódico sirve como fuerza de cohesión entre los grupos rebeldes que se manifestaron                                                                                                                4 Ídem.

  11  

contra el régimen y las leyes de Calles.

La Teoría de los dos Pasos asegura que entre mejor divididos estén los grupos

receptores que conforman la audiencia general, las probabilidades de un efecto

amplificado sobre cada uno de los nichos expuestos al mensaje, aumentan. Es gracias

a esta perspectiva de comunicación, que hoy nos es posible adentrarnos en el análisis

periodístico y, ante todo, en los efectos que tuvo el mismo en la sociedad católica

mexicana de los años veintes en nuestro país.

Si bien este trabajo es una manera de comenzar a dibujar y trazar de forma más

clara la importancia de la documentación periodística como guía a través de los

múltiples episodios históricos en México, su objetivo último es, sin duda, hacer una

contribución significativa al estudio de la prensa mexicana y de la comunicación como

un camino que nos ayude a entender quiénes somos y cómo hemos llegado hasta

donde estamos.

  12  

CAPÍTULO I: GUERRA CRISTERA: UN POCO DE HISTORIA Y CONTEXTO

Pero desde allí, por ese agujerito maravilloso, voy a ser testigo de muchas cosas, y voy a oír maravillas, y voy a gritarlas a voz de cuello. Quién sabe! acaso mi voz se oiga por algunos y aliente y conforte.5

Silvio Pellico, Desde mi Sótano.

1.1 Nacimiento del conflicto

La Guerra Cristera, movimiento civil-religioso, que comenzó a gestarse en 1926 en

México, fue la respuesta a una serie de leyes instauradas por el presidente mexicano

Plutarco Elías Calles.

La Constitución de 1917 contemplaba desde su creación el papel de la Iglesia

Católica dentro de la vida social y política, sin embargo, a pesar de sostener principios

inspirados en principios católicos como la jornada laboral de ocho horas, los descansos

semanales y el derecho de los trabajadores a la organización y a la huelga, los artículos

constitucionales que hacían referencia a la Iglesia eran más un obstáculo que

complicaba su labor, que promotores de prácticas religiosas.

En principio, los artículos constitucionales relacionados con la Iglesia y la religión

eran 12, de los cuales el 3º, el 5º, el 27º y el 130º resultaron ser los más problemáticos.

• El artículo 3º decretaba la secularización de la enseñanza básica, pública y

privada.                                                                                                                5 Pellico, Silvio, “Desde mi sótano”, Desde mi Sótano, Ciudad de México, 22 de agosto de 1926, p. 1.

  13  

• El artículo 5º prohibió los votos monásticos y las órdenes religiosas.

• El artículo 27º estipulaba que la Iglesia no tenía derecho a poseer, adquirir o

administrar propiedades o ejercer ningún dominio sobre éstas. Con ello, todos

los lugares de culto pasaron a manos del Estado.

• Y, finalmente, el artículo 130º le negaba a la Iglesia toda personalidad jurídica,

otorgándole a los poderes federales la facultad de ejercer en materia de culto

religioso y disciplina externa, lo que designaran las leyes fundamentales del país.

Las acciones anticatólicas de Calles iniciaron mucho antes de su llegada al poder

en 1924. En 1915, con el aparente fin de la Revolución y perteneciendo al bando

carrancista, Calles fue nombrado gobernador y comandante militar del Estado de

Sonora. Durante el ejercicio de su cargo suprimió el comercio de bebidas alcohólicas,

reformó el Código Civil para legitimar el divorcio como práctica autorizada y, como

preludio de los cambios radicales que llevaría a cabo como Presidente de la República,

expulsó a los sacerdotes católicos de la entidad.

Para 1920, ante la inminente caída de Venustiano Carranza frente al avance

imparable de sus opositores, Calles se une a la fracción obregonista, junto a quien

combatiera durante la Revolución. Obregón conocía a Calles y sabía que, si bien era

falto de destreza militar, sus aptitudes políticas eran una cuestión completamente

distinta. Una vez instalado y con una buena aceptación por parte de su nuevo grupo,

Calles apoyó la candidatura presidencial de Álvaro Obregón y, una vez logrado el

objetivo de la presidencia, se convirtió en Secretario de Gobernación hasta 1923,

asegurando de manera tácita su llegada a la presidencia en 1924.

Una vez declarado presidente, Calles supo diferenciarse de su predecesor de

manera oportuna. Sus primeros discursos estuvieron enfocados a evidenciar las

diferencias políticas que tendrían lugar con el nuevo mandato. Decidió moralizar el

gobierno acabando con el despilfarro obregonista que había tenido lugar en los últimos

años en México. Decidió aplicar medidas de austeridad que garantizaran el

  14  

resurgimiento y la competitividad de la economía mexicana. Apoyó en 1925 la creación

del Banco de México que fuera propuesta por el que sería más adelante el fundador del

Partido Acción Nacional, Manuel Gómez Morín.

Aunada a las medidas económicas impuestas al principio de su mandato, llegaron

las que probablemente se consideren las más radicales, impulsadas por su aversión sin

fundamentos (desde el punto de vista histórico-bibliográfico) hacia la religión católica y

su práctica.

Sin embargo, el comienzo no fue tan estrepitoso como el desenlace y para dar

cuenta de ello, cabe hacer mención de una aparición rápida e interesante dentro del

conflicto cristero: la de la Iglesia Cismática Mexicana.6 El 21 de febrero de 1925, bajo la

protección absoluta del gobierno federal, el sacerdote José Joaquín Pérez Budar, junto

con Manuel M. Monge, tomaron el templo de La Soledad en la Ciudad de México. El

objetivo del movimiento era formar una institución religiosa nacionalista, que rompiera

relaciones con el Papa y, por consiguiente, con el Vaticano; que exaltara los valores

nacionales y dejara claro que era capaz de gobernarse a sí misma.

A pesar de su repudio a la religión y prácticas católicas, Calles aprobó la fundación

de la Iglesia Cismática Mexicana, que representaba la oportunidad de brindarle al

pueblo una nueva fe, más apegada a las leyes y respetuosa de la Constitución de 1917

que le permitiera obrar con mayor libertad y tener un control absoluto sobre la práctica

religiosa en México.

El movimiento cismático tuvo como líder a Pérez Budar, que hizo público el

documento de sus seguidores, llamado Manifiesto, en el que argumentaba los motivos

de la fundación y surgimiento de la nueva Iglesia. En él, se hablaba del ideal de

                                                                                                               6 González Morfn, Juan, “La Guerra Cristera y su licitud moral”. Porrúa, Universidad Panamericana, Ciudad de México, México, 2009. p 96.

  15  

independencia absoluta de El Vaticano y de la expulsión de los más de 2007 sacerdotes

extranjeros del territorio mexicano. Apelaba a la honradez de fieles y sacerdotes de la

Iglesia Romana, haciendo énfasis en la causa justa que el nuevo movimiento buscaba.

Sin embargo, de 4,593 sacerdotes, sólo ocho se unieron a Pérez Budar y a

Monge, además de que el único inmueble del que lograron apoderarse fue provisto por

el mismo gobierno federal, por lo que la puesta en marcha de la corriente cismática fue

considerado un rotundo fracaso en México.

Pero no todo fueron medidas que buscaban evadir el conflicto. Para julio de 1926,

casi dos años después de su llegada a la presidencia, Calles logró concederse la

autoridad y facultades necesarias para modificar y reformar el Código Penal con el

objetivo primordial de limitar o suprimir el valor institucional de la Iglesia. Así, anexó a

dicho código una orden adicional, conocida como Ley Calles, que contenía 33 artículos8

y que representaba la reglamentación del artículo 130 constitucional.

En realidad, la Ley Calles no impuso nuevas restricciones a la Iglesia, sin

embargo, hizo énfasis en las sanciones que entraría en vigor para quienes no acataran

las normas contenidas en el artículo 130 de la Constitución de 1917.

En general, las reformas implementadas, prohibían los actos de culto, la

enseñanza católica en escuelas privadas o públicas, anulaba la libertad de prensa en

materia religiosa, reducía a un número determinado la cantidad de sacerdotes por cada

entidad y los condicionaba a ser mexicanos por nacimiento para poder ejercer, además

de exigir su registro ante autoridades civiles como medida de control.

Los monasterios y edificios destinados al servicio religioso quedaron en manos del

Estado, por lo que sólo éste podía determinar si los inmuebles seguirían sirviendo a                                                                                                                7 Cárdenas, Eduardo, “La Iglesia hispanoamericana en el siglo XX: 1890 – 1990”, Mapfre, Madrid, 1992, p. 141. 8 González Morfin, Juan, “La Guerra Cristera y su licitud moral”, Porrúa Universidad Panamericana, México, 2009. p. 105.

  16  

fines religiosos. En otras palabras, la Iglesia Católica Mexicana quedaba

completamente subordinada a las decisiones que tomara el gobierno.

Si bien el estallido de la guerra se produjo en enero de 1927, cuando el gobierno

federal promovía la modificación y reglamentación del artículo 130 constitucional

(aprobado originalmente en 1917 por los constituyentes) con el fin de ejercer un control

mucho más estricto sobre la participación de la Iglesia en asuntos de carácter público y

político, es imprescindible considerar los acontecimientos que tuvieron lugar durante el

año previo al inicio formal del conflicto armado.

Con la llegada de normas que se oponían a los principios básicos de las prácticas

católicas en México durante 1926, tanto grandes ciudades como pequeñas

concentraciones rurales atestiguaron la gestación de los primeros movimientos

liderados por fracciones rebeldes ávidas de manifestar su inconformidad hacia las

medidas adoptadas por el régimen de Calles.

Algunas de las medidas empleadas por el clero para reanimar el espíritu

desmoralizado de los católicos consistieron en convocar a asistir a conferencias y casos

de conciencia mensuales, la participación en retiros así como en ejercicios espirituales.9

Por su parte, la labor moral de la Iglesia era insuficiente para dar estabilidad a los

sacerdotes y obispos que veían reducido su presupuesto para subsistir, por lo que el

clero se apoyó en fundaciones como la Sociedad Mutualista de la Divina Providencia y

la Sociedad Cooperativa de Consumo para Eclesiásticos,10 con el fin de obtener la

ayuda económica necesaria.

Uno de los golpes más duros que el gobierno asestó a los católicos, tuvo lugar el

31 de julio de 1926, cuando se declaró en toda la República Mexicana la suspensión del

                                                                                                               9 Romero de Solís, José Miguel, “El aguijón del espíritu: historia contemporánea de la Iglesia en México (1892 – 1992)”. Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana, México, 1994. p. 258. 10 Ídem.

  17  

culto público y, con ello, se daba inicio a la serie de restricciones legales que suprimían

casi por completo la capacidad de participación de la Iglesia Católica en México.

La respuesta, inicialmente de miedo, desconcierto e incertidumbre por parte de los

civiles católicos, tuvo ecos en las principales ciudades de la República, donde las

últimas misas, oficiadas a la media noche del día 31 de julio, recibieron la visita de miles

de fieles que decidieron asistir una última vez al servicio católico.

La prohibición de la práctica religiosa en los templos, sumada a los inventarios y el

cierre de diversas iglesias avivaron el descontento que las reformas constitucionales

habían sembrado en la población. Los obispos y los civiles en general habían hecho ya

del conocimiento del gobierno su rechazo a los artículos previamente mencionados, el

3º que hablaba sobre la enseñanza y la educación en México, el 5º que prohibía los

votos monásticos, el 24º que prohibía los actos de culto externo, el 27º que en dos de

sus párrafos prohibía toda propiedad eclesiástica y el 13011 que daba las bases de la

reglamentación de los cultos.

Las modificaciones realizadas entraron en vigor el 2 de julio12 de ese mismo año,

tenían como tema las infracciones cometidas en diversas materias: prensa, educación,

etc. Y si bien al principio los clérigos no comprendieron totalmente el objetivo que

perseguía el gobierno Callista con las modificaciones realizadas al Código Penal, pronto

quedó claro que Calles no buscaba asustar a la población católica ni reducir en cierta

medida sus libertades, sino extirpar completamente la práctica religiosa del territorio.

Desde ese momento, el sentimiento de injusticia por parte de los civiles, que más

tarde formarían la fracción rebelde bajo el lema de Viva Cristo Rey13, comenzó a

hacerse presente en todo el territorio, convirtiéndose en el incentivo social que                                                                                                                11 Meyer, Jean, “La Cristiada: El conflicto entre la Iglesia y el Estado”. 3ra edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 280. 12 Ídem. 13 Que sería acuñado por primera vez el 11 de abril de 1920, cuando fieles católicos acudieron en Guanajuato a la colocación de una estatua de Cristo. Cárdenas, Eduardo, Op. cit. p. 140.

  18  

necesitaba el conflicto civil, pues siendo estas medidas del conocimiento público, el

régimen de Plutarco Elías Calles fue señalado como culpable directo de la supresión de

la libertad religiosa.

La postura de la Iglesia y del clero fue, desde el comienzo, pacífica. El llamado a

las armas no pareció la vía más prudente para enfrentar el golpe abrupto que el

gobierno asestó a las instituciones religiosas en México, por el contrario, los obispos,

párrocos, sacerdotes y demás miembros de la comunidad católica mexicana, fueron los

primeros en hacer llamados colectivos para restaurar la calma, el orden y la serenidad

entre los fieles, Como el arzobispo de Puebla, que hizo lo propio al publicar en la

prensa “que no se insulte a los militares… limitaos a insistir sobre el memorial.”14

Asimismo, el Vaticano se pronunció a favor de la resistencia pacífica y el apoyo

incondicional a los miles de sacerdotes que verían limitados sus derechos y

obstaculizado el ejercicio de sus responsabilidades.

Al tiempo que se discutían las alternativas existentes con respecto a la resistencia,

a principios de 1926 el gobierno comenzó a hacer efectivos los decretos que durante el

gobierno de Obregón no pudieron hacerse realidad debido a la imposibilidad de aplicar

las leyes constitucionales en los diferentes estados de la República por falta de un

reglamento común a éstos. Se dieron las primeras expulsiones de sacerdotes

extranjeros. A ello, se sumó la clausura de escuelas católicas, 156 de ellas en el Distrito

Federal, y conventos. En Puebla, el gobernador recibió y acató la orden de reducir el

número de clérigos de 330 a 273.15 En Guadalajara, los hospitales y orfanatos cerraron

sus puertas y cesaron actividades.

Los obispos estaban seguros de querer protestar en contra de las nuevas

disposiciones legales que, a ojos del Comité Episcopal no podían ser acatadas por

quienes tenían como principal interés la supervivencia de la Iglesia,

                                                                                                               14 Meyer, Jean, “La Cristiada: La guerra de los cristeros”. 4ta edición, Siglo XXI, México, 1992, p. 98. 15 Meyer, Jean, “La Cristiada: El conflicto entre la Iglesia y el Estado”. 3ra edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 243.

  19  

desafortunadamente para los intereses colectivos que los ataban, la fracción clerical no

parecía poder llegar a un acuerdo sobre cómo debía organizarse y sobre todo

efectuarse la resistencia, pues muchos sacerdotes, obispos y párrocos temían que el

cese de los cultos a finales de julio fuera suficiente para detonar la violencia que se

gestaba entre las poblaciones agitadas que no eran ajenas a las nuevas disposiciones

constitucionales.

Las medidas adoptadas a nivel nacional para controlar la práctica religiosa, fueron

lo suficientemente fuertes para generar un malestar general que con el paso de los

meses y a pesar de su deficiente organización, cobró la fuerza necesaria para dar

forma al movimiento.

Las autoridades determinaron la instauración de nuevas leyes con respecto a la

práctica religiosa y el oficio de servicios católicos en los diferentes estados de la

República a lo largo de 1926, año en el que se vivieron los cambios más bruscos para

los católicos. El cierre de diversas parroquias, iglesias y capillas locales a lo largo y

ancho del territorio, así como la detención de sacerdotes y el decomiso de múltiples

artículos religiosos pertenecientes al inventario de la Iglesia, fueron los causantes de los

levantamientos aislados que tuvieron lugar en 1926 en diferentes comunidades

profundamente católicas en estados como Jalisco, Zacatecas y Aguascalientes, mejor

conocidos como levantamientos defensivos.

1.2 Los primeros levantamientos de 1926

A mediados del mismo año se generalizó el estado de vigilia en toda la República, las

asambleas permanentes se volvieron parte de la cotidianidad. Los fieles se negaban a

abandonar sus prácticas a pesar de lo decretado por el gobierno federal. Por lo general,

en muchos pueblos hacia el noroeste del país, las comunidades formadas por hombres,

mujeres, ancianos y niños, montaban guardia en los atrios de las Iglesias por miedo a

que los federales hicieran apariciones repentinas para cerrar los templos y confiscar sus

  20  

bienes. Un ejemplo de ello fue Cocúla,16 Jalisco, donde la Iglesia estuvo custodiada por

cerca de 250 hombres y mujeres pertenecientes a los cinco barrios del pueblo, quienes

se relevaban para montar la guardia de día y de noche en el atrio y al interior del

edificio.

Al mismo tiempo que se vivía un clima tenso en el estado de Jalisco, los fieles

comenzaban a contemplar la idea de un levantamiento en Zacatecas donde el 14 de

agosto fue aprehendido el párroco de Chalchihuite, hecho que lograría la atención de

Pedro Quintanar, uno de los tantos rebeldes que adoptó la causa de la Guerra Cristera

al escuchar las súplicas del pueblo que le pedía libertad para el párroco arrestado. Sin

embargo, el levantamiento no rindió frutos, pues antes de que Quintanar pudiera liberar

al sacerdote, el ejército federal dio muerte a los prisioneros. Aún así, el disturbio

zacatecano es considerado el más importante de aquel entonces por el número de

federales muertos en combate.

Otro de los levantamientos que atrajeron la atención durante la gestación del

descontento, fue el de Sahuayo, Michoacán, cuando el ejército llegó para cerrar la

Iglesia. En ella, se encontró con una multitud mal armada con piedras, palos y cal. En

esa ocasión, no lograron dispersar a los rebeldes y tuvieron que retirarse durante poco

menos de dos semanas, cuando el general Tranquilino Mendoza hizo lo propio para

recuperar la plaza, fusilando a algunos individuos, entre los que se encontraban el ex

presidente municipal.

Algunos otros conflictos armados menos importantes se dieron en Puebla,

Oaxaca, Acámbaro y Taxiaco, entre otros, que a pesar de lo sangrientos que resultaron

para ambas fracciones, no cobraron la relevancia que los de estados más violentos

como Sinaloa y Coahuila.

                                                                                                               16 Meyer, Jean. “La Cristiada: la guerra de los cristeros”. 4ta edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 102.

  21  

Hacia el mes de septiembre, surgieron en Guanajuato y Michoacán los primeros

rebeldes declarados, que iniciaron el asedio a las fuerzas federales, comenzando con el

incendio a la estación de Salvatierra. Algunos líderes declarados del movimiento

rebelde lograron sublevar a parte de la población, como en el caso de Enrique Ávila y

Felipe Berber, que tomaron La Piedad con ayuda y complicidad del pueblo, no obstante,

fueron incapaces de defender lo que habían conseguido.

La historia se repitió en Pénjamo, Guanajuato, donde el ex presidente municipal

Luis Navarro Origel logró levantar a cerca de 1500 hombres que con armas

improvisadas, pudieron deshacerse de una pequeña fracción federal.

Desafortunadamente para la fracción católica, Navarro y sus cristeros fueron incapaces

de enfrentar la nueva ofensiva del ejército y se retiraron de la lucha.

Un aspecto importante a considerar dentro de las revueltas locales que

comenzaron a suscitarse a mediados de 1926, fue la presencia de antiguos militares

revolucionarios, ex combatientes villistas, carrancistas o porfiristas que se identificaron

con la causa cristera y decidieron tomar el mando de las descontroladas colectividades

que estaban deseosas de una guerra en nombre de Cristo Rey.

Tal fue el caso de Rodolfo Gallegos,17 un ex revolucionario que en 1911 había

tomado Mexicali en nombre de Madero. Libró diferentes encuentros durante los años

que duró la lucha revolucionaria, y si bien era originario de Sonora al igual que Calles,

no simpatizaba con él, por lo que su apoyo se inclinaba hacía la causa cristera. Entre

1918 y 1926 se hizo famoso en el estado de Guanajuato, donde se ganó la simpatía de

la población.

Con la participación de ex militares, expertos en guerra de guerrillas gracias a su

experiencia revolucionaria, la tarea de sublevar a pequeñas comunidades que se fueran

sumando a los desorganizados ejércitos cristeros se volvió tarea menos complicada.                                                                                                                17 Ibid. p. 113.

  22  

Sin embargo, las revueltas de 1926 en varios estados de la República no fueron

más que movimientos aislados que los federales acallaron rápidamente debido a la falta

de control y estructura de los rebeldes, junto con algunas otras medidas orquestadas

por los cristeros, de carácter no violento que surgieron como respuesta.

1.3 El Boicot

Una de las medidas tomadas, que diverge de la naturaleza violenta de los

enfrentamientos, fue la organización pacífica de un boicot el 14 de julio de 1926, previo

a la suspensión de los servicios religiosos, los fieles católicos que representaban una

fuente constante de ingresos para el gobierno federal, interrumpieron su consumo de

servicios como el cine, el teatro, el transporte público y la compra de diversos

productos.

La publicidad y el éxito de la campaña en favor del boicot se debió a la Liga

Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa en conjunto con la Asociación

Católica de la Juventud Mexicana (mismas a las que por cuestiones de practicidad

llamaremos LNDLR y ACJM, respectivamente), organizaciones opositoras de las que

hablaremos más adelante, quienes a través propaganda y boletines que circulaban de

manera clandestina, informaron acerca del principio de operación sobre el que se

basaría el boicot contra el gobierno.

Una semana antes del sabotaje, el 7 de julio de 1926, la LNDLR propuso ante el

Comité Episcopal la iniciativa del mismo. Propiamente denominado campaña pacífica

de Bloqueo Económico Social, con la finalidad de obtener la revocación de las leyes

que se oponían a las prácticas religiosas y al libre culto.

La iniciativa fue publicada a través de una circular clandestina de la LNDLR que

contenía detalladamente su plan de acción:

  23  

A partir del 31 de julio del corriente año y mientras esté vigente decreto del 14 de

junio, los habitantes de la nación mexicana que amen la libertad, desarrollarán una

acción general de defensa y bloqueo en todo el país y que consistirá en la paralización

de la vida social y económica por los medios siguientes: abstención de dar anuncios y

comprar aquellos periódicos que se opongan esta acción o no le presten ayuda. Se

entenderá como falta de apoyo el silencio. Por lo que respecta a los periódicos de la

Ciudad de México, no se procederá contra ellos sino por determinación expresa de La

Liga. Abstención de hacer compras que no sean las indispensables para la

subsistencia cada día. La mayor abstención posible del empleo de vehículos. No

concurrir a diversiones, ni públicas, ni privadas. Limitar el consumo de energía

eléctrica. Abstención total y definitiva de concurrir a las escuelas laicas[…]18

A las medidas tomadas por La Liga, entre algunas otras instituciones, para

asegurar el éxito del Bloqueo Económico Social en México, se sumaron los efectos

negativos de factores como la implementación de la nueva reforma agraria, la baja

internacional de la plata, las malas cosechas que había dejado la primera mitad del año

1926 como resultado de las inclemencias del tiempo, el descenso de la producción

petrolera, etc.

Otra de las industrias que se vio afectada por las inclemencias del bloqueo

económico social fue la cinematográfica: a raíz de la crisis que atravesaba el país, los

cines afectados por la misma pidieron exención en la paga de los impuestos, la baja del

30% en el precio de los filmes y el salario completo de sus empleados. Algunos de los

cines más importantes como fueron el Alcázar, el Majestic y el Royal, sufrieron la

disminución en las entradas de hasta 75%.19

Los efectos negativos del bloqueo fueron mucho más evidentes en las provincias

que en la Ciudad de México. Desafortunadamente para los intereses cristeros, los

efectos negativos de esta estrategia fueron lo suficientemente fuertes para desesperar

                                                                                                               18 Meyer, Jean, “La Cristiada: El conflicto entre la Iglesia y el Estado”. 3ra edición, Siglo XXI, México,1994. p. 288. 19 Ibid, p. 290.

  24  

al gobierno, sin embargo no lo fueron para lograr poner en términos de negociación los

objetivos que perseguían los católicos.

1.4 Estallido del conflicto

Durante los primeros días del año de 1927, los insurrectos que se encontraban en la

zona controlada por la Unión Popular20 (UP), que comprendía los estados de Jalisco

Zacatecas, Michoacán, Guanajuato y las zonas limítrofes de Nayarit, recibieron la orden

de levantarse en armas.

Una de las primeras zonas en levantarse fue el norte de Jalisco, comprendidas las

regiones de Jalpa, Chimaltitán, Villa Guerrero, entre otras. En esta zona había una

concentración de aproximadamente 20 jefes que habían tomado el mando de la UP y

que habían ya comenzado organizar un ejército insurrecto. A su paso por el estado

campesinos voluntarios se fueron sumando a la causa cristera. La principal desventaja

que asediaba a los ejércitos rebeldes y a las fracciones sublevadas era la falta de

organización y de armamento.

Se disponía de pocas armas y municiones y en general, los grupos de insurrectos

carecían de individuos que fueran diestros en el uso de las mismas. Algunas de las más

comunes durante la Guerra Cristera empleadas por los soldados insurrectos fueron los

palos de madera, la cal, el chile molido, las piedras, cadenas etc.

Algunos de los principales organizadores del movimiento en esta zona fueron

Teófilo Baldovinos y “Chema” Gutiérrez, quienes organizaron varios de los

levantamientos entre el 28 de diciembre de 1926 y 10 enero de 1927.

                                                                                                               20 La Unión Popular fue un movimiento organizado por Anacleto González Flores, inspirado en el movimiento defensivo de la ACJM y el Volksverein, la Unión Popular alemana de oposición a Bismark, promovida por el sacerdote alemán Neck en Meyer, Jean, “La Cristiada: El conflicto entre la Iglesia y el Estado”. 3ra edición, Siglo XXI, México,1994, p. 146.

  25  

Por su parte, en el estado de Guanajuato muchos de los jefes de la UP dieron la

orden de levantamiento inmediato. La llegada de federales al estado en todas sus

regiones para inspecciones relativas a asuntos del clero, inquietó a la población y

aceleró la insurrección

Por ejemplo, en Jalpa de Cánovas21 se realizó la asamblea el 26 de diciembre de

1926 para determinar las condiciones en las que pelearía el ejército: el principal objetivo

era tener un conocimiento aproximado de la cantidad de armas y municiones con las

que se contaba y si bien éstas no eran muchas, reinaban los ánimos encendidos:

Una peregrinación de mujeres que de rodillas hacía el recorrido de la parroquia en

señal de penitencia y entonaban las alabanzas… por las calles un buen número de

hombres, unos a caballo y otros a pie, unos armados y otro sin armas, pero todos

reflejaba en su rostro un santo entusiasmo por ser soldados de Cristo Rey22

Otra de las determinaciones importantes de la asamblea del 26 de diciembre de 1926

fue que el levantamiento en el estado de Guanajuato se llevaría acabo el 2 de enero, de

manera unánime por todos los jefes líderes de la UP.

Sin embargo el levantamiento se apresuró en San Diego de Alejandría, Jalisco.

Cuando los informantes de las tropas rebeldes en otras regiones del estado de

Guanajuato fueron al poblado para llevar comunicados a otros jefes de la UP, se

encontraron con una población efervescente que ya había tomado las armas. Los

hombres ya marchaban armados con palos y piedras, mientras que las mujeres se

dirigían al atrio de la iglesia, llevando ofrendas y entonando cánticos.

La parte occidental del área sublevada, que comprende desde los volcanes de

Colima hasta el estado de Nayarit, tardó un poco más de levantarse. Para los jefes del                                                                                                                21 Que no debe confundirse con Jalpa, Jalisco. Ni con Jalpa, Zacatecas. 22 Testimonio de Ignacio Aranda 1966, de San Diego de Alejandría, de 13 años en 1927, correo, abastecedor y palafrenero de los cristeros durante tres años en Meyer, Jean, “La Cristiada: la guerra de los cristeros”, 4ta edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 128.

  26  

UP era evidente que la única manera de defender sus derechos, era por medio de las

armas. Fue por ello que, en esta zona, se comenzaron a llevar a cabo asambleas, de

carácter secreto, donde se estableció que el día de levantamiento para la zona sur y

occidental sería el 6 de enero de 1927, con un aproximado de 300 efectivos.

Para el 9 de enero, la respuesta del gobierno federal era ya muy clara. Los

soldados del régimen callista habían recibido la orden, al principio, de amedrentar y

repeler a los soldados cristeros. El 10 de enero de 1927 se dio el asalto en Cocula,

Jalisco. El gobierno mandó camiones llenos de soldados para reprimir a los soldados

cristeros, después de algunas horas de comenzado el enfrentamiento, los rebeldes,

cortos de municiones, tuvieron que replegarse y abandonar la batalla. Fue entonces

cuando los federales comenzaron el saqueo del templo.

Debido a la represión que se vivió en esta región occidental durante los siguientes

días, para el 12 y 13 de enero, la zona estaba materialmente desierta. Las familias más

ricas habían optado por huir a otros estados de la República menos violentos y los

cristeros y sus ejércitos se encontraban dispersos en las zonas montañosas.

En los Altos de Jalisco, a pesar de la división que se había presentado los últimos

meses del año pasado (1926), el levantamiento fue general, por lo que tomó

desprevenido al gobierno. Fue una de las zonas más difíciles de reconquistar para el

régimen callista. Sin embargo, a pesar de la buena suerte con la que corrieron los

primeros levantamientos de 1927, en la que muchas fracciones rebeldes lograron

dispersar al ejército federal, a finales del mes de enero las fuerzas de Calles, mucho

mejor armadas y organizadas, comenzaron a recuperar el control de las zonas que

habían iniciado la revuelta a principios de año.

Algunos levantamientos aislados que se dieron en zonas menos violentas, como

por ejemplo en el estado de Guerrero y en el estado de México. Ocurrieron a lo largo

del mes enero paralelamente a los levantamientos en zonas con más movimiento

  27  

cristero. Algo que influyó en la cantidad de insurrectos que se lanzaron a la lucha en

estados como éstos, fue la fuerte campaña anti cristera que inició el gobierno previo al

estallido de la guerra durante la segunda mitad del año 1926.

Para enero de 1927, el total aproximado de efectivos rebeldes en la zona de

Guerrero se acercaba a los 1,500.23 Una particularidad del levantamiento cristero en la

zona centro del país como el estado de México fue la presencia y participación de

exzapatistas, revolucionarios y militares expertos en la guerra de guerrillas. Algunas de

las asambleas y buena parte de la organización del ejército rebelde se llevó a cabo en

el Ajusco, donde Manuel Reyes, uno de los varios excombatientes de la revolución, se

reunía con jóvenes de la ACJM.

Finalmente Reyes logró entrar a la capital, pero para el gobierno federal, la

presencia de rebeldes cristeros a poco más de 10 kilómetros del palacio presidencial

era una cuestión que requería de la presencia de federales para dar caza y fin al

movimiento rebelde que incomodaba la capital mexicana.

1.5 Los grupos opositores Un papel importante que determinó en gran parte el curso de la guerra, fue el de las

organizaciones religiosas (opositoras al gobierno) que facilitaron la circulación de

información entre elementos del ejercito cristero, y aportaron solidez a la causa católica.

En este apartado, ahondaremos un poco más en su estudio.

1.5.1 La Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa

A pesar de la falta de control y organización que se vivía al interior de la fracción

rebelde, algunos grupos opositores lograron destacar y tomar el mando de la lucha para

dar forma al movimiento cristero. Tal fue el caso de lo que probablemente sea la                                                                                                                23 Ibíd. p. 135.

  28  

organización pro católica más importante de la guerra: La Liga Nacional para la

Defensa de la Libertad Religiosa, mejor conocida como La Liga.

A raíz de desacuerdos dentro de la iglesia mexicana, la gestación del movimiento

se llevó a cabo paralelamente con la del descontento social, en realidad el proyecto

databa de la época carrancista y obregonista, sin embargo, durante los regímenes

previos al de Plutarco Elías Calles, el país no vivió una situación de auténtica

persecución, por lo que el proyecto, aprobado también por el Arzobispo Mora y del Río,

quedó archivado durante muchos años y su realización se retomó hasta poco después

de la llegada de Calles a la presidencia. La Liga se volvió una mezcla social y religiosa

de tipo heterogéneo: en ella convergían tanto la ACJM como el Partido Católico

Nacional, y numerosas organizaciones de tipo religioso que buscaban darle un sentido

único a los esfuerzos realizados a favor de la libertad de culto.

Su creación oficial tuvo lugar en marzo de 1925, cuando los múltiples ataques

contra la Iglesia, como los decretos contra sacerdotes en el estado de Tabasco y la

creación de la Iglesia Cismática Mexicana, lograron que los diversos grupos católicos

compaginaran los esfuerzos pertinentes para fundar La Liga.

El movimiento se tornó completamente radical, pues los más de 10 años de

experiencia que muchos de los miembros activos de la organización aportaban a La

Liga, hicieron que esto pasara rápidamente de una posición defensiva a una posición

ofensiva. Así, el movimiento creció exponencialmente durante sus primeros meses de

vida: para junio de 1925 ya contaba con 36,39524 ligueros.

Lo que caracterizó a la LNDLR fue su personalidad inflexible y beligerante, que

logró que el uso de las armas se planteará como una de las principales alternativas

para definir el curso de la guerra, y si bien entre 1925 y 1926 la lucha encabezada por

                                                                                                               24 González Morfín, Juan, “La Guerra Cristera y su licitud moral”. Porrúa Universidad Panamericana, México, 2009. p. 99.

  29  

los ligueros fue de carácter legal, posteriormente fueron los primeros en sumarse a los

levantamientos en los estados más violentos de la República.

Al momento de su fundación, La Liga reunía asociaciones tales como los

Caballeros de Colón y las Damas Católicas, la Congregación Mariana de los jóvenes y

la Adoración Nocturna, la Federación Arquidiocesana del Trabajo, la Confederación

Nacional Católica el Trabajo y la ACJM.25 En su mayoría, quedó conformada por

jóvenes entusiastas, simpatizantes de la religión católica que lograron identificarse con

los objetivos que perseguía el movimiento.

Durante su existencia, los principales jefes ligueros se quejaron de la falta de

ayuda que se aportó al movimiento, pues las familias ricas en los principales estados

con presencia cristera, tenían intereses políticos que divergían completamente de los

que buscaba defender La Liga. Por ello el reclutamiento (de jefes) se dio principalmente

entre individuos de clase media, muchos de ellos revolucionarios que habían sido

combatientes del lado obregonista, carrancista, porfirista e incluso maderista.

Entre los principales efectivos de la organización había ingenieros, doctores,

funcionarios, clérigos o vinculados con la iglesia, algunos ex militares y sobre todo

miembros de la ACJM.

1.5.2 Asociación Católica de la Juventud Mexicana

Asociación Católica de la Juventud Mexicana, fundada el 2 de agosto de 1913 por el

padre Bernardo Bergöend, fue una organización religiosa creada con el objetivo de

reunir y vincular a jóvenes católicos mexicanos interesados en restaurar el orden social

del cristianismo en México.

                                                                                                               25 Meyer, Jean, “La Cristiada: la guerra de los cristeros”. 4ta edición, Siglo XXI, México, 1994. p. 52.

  30  

Los primeros años de su existencia fueron variantes y cambiantes, pues entre

1913 y 1922, la ACJM vivió un periodo de adaptación y organización con las diferentes

diócesis del país. Para principios de este último año, se celebró la primera sesión del

Primer Consejo Federal de la Asociación Católica de la Juventud Mexicana.

Los pilares que sirvieron como sustento de la ideología de esta organización

fueron tres: la piedad, el estudio y la acción, mientras que su lema fue Por Dios y Por la

Patria. Entre 1926 y 1929, cerca de 800 miembros de la ACJM murieron durante la

persecución religiosa, otros fueron exiliados y muchos más encarcelados. Sin embargo,

a finales de 1929 (considerado el final del periodo cristero) la ACJM contaba con

alrededor de 20,000 miembros enlistados, de los cuales la aplastante mayoría eran

jóvenes.26

La forma de organización del movimiento se llevó a cabo anualmente, en lo que se

conocían como Consejos Federales, designada la discusión de tareas vitales como por

ejemplo la designación de los mandos dentro de la estructura de la organización.

Algunos de los muertos que pertenecieran a la ACJM fueron los beatos Salvador,

Manuel y David, Acejotaemeros de Zacatecas y los Siervos de Dios. También figuró

Anacleto González Flores (que con ideas, ayudó al movimiento cristero). Así como los

hermanos Jorge y Ramón Vargas González, Luis Padilla, Miguel Gómez Loza, Luis

Magaña Servín, Ezequiel Huerta, Salvador Huerta,27 entre otros.28

1.6 El ejército cristero: reclutamiento, constitución y distribución

                                                                                                               26 Información tomada del sitio oficial de la ACJM <http://acjm.50webs.com/hist/historia.html>, el 28 de diciembre del 2012. 27 Ídem. 28 Para 1929 se pensó en la desintegración de la ACJM. Sin embargo su fundador, Bernardo Bergoënd, que aún era auxiliar dentro la organización y lo fue hasta 1940, propuso una fusión con la Acción Católica Mexicana el 25 de diciembre, modificando así algunos estatutos. Información tomada del sitio oficial de la ACJM <http://acjm.50webs.com/hist/historia.html>, el 28 de diciembre del 2012.

  31  

La “fuerza incontestable”29, como llamó Gorostieta, “un militar pundonoroso y valiente,

hidalgo y patriota”30 según lo describía la prensa de mediados del siglo XX, a los

hombres que se unieron voluntariamente a la fracción cristera durante la guerra, no

estaba integrada por militares, expertos en el uso de armas o gente con un

entrenamiento de ningún tipo en absoluto, por el contrario, uno de los factores que más

emocionó al general, era que en su mayoría, el ejército cristero estuvo conformado por

gente común y corriente que seguía más el llamado de sus principios que el verdadero

deseo de batalla, dispuestos a defender la fe de sus hijos y esposas.

Una parte importante que determinó en buena medida el curso de la guerra entre

1926 y 1929 fue la organización (mucha o poca) que tuvieron los católicos. Es

importante mencionar que, a diferencia de los federales, los líderes rebeldes no

gozaban de ningún rango otorgado (al menos no oficial), y antes de que este fuera

aceptado por las autoridades superiores, éste tenía que ser apoyado por los soldados y

seguidores de los mismos, es decir, los primeros jefes fueron nada más y nada menos

que los hombres que decidieron tomar la iniciativa en cada una de las regiones a las

que pertenecían.

El método de designación era bastante simple, un jefe cristero que no había sido

votado por una mayoría, no podía permanecer mucho tiempo a la cabeza de su

regimiento y las opciones se reducían a dos: volver a las filas en condición de soldado o

regresar a casa. De lado de los soldados la opción era igualmente simple, un soldado

que no había votado igual que la mayoría de los colegas de su regimiento tenía también

dos opciones: cambiar de batallón para seguir otro jefe o sencillamente resignarse. Los

rangos militares se asignaron conforme a la capacidad para dirigir exitosamente

operaciones dentro del campo de batalla, así como durante los entrenamientos. De esta

forma, los mandos de prestigio que originalmente habían sido otorgados a los ricos que

                                                                                                               29 Fragmento de carta de Enrique Gorostieta al general Jesús Rebollo en González Morfín, Juan, “La Guerra Cristera y su licitud moral”, Porrúa Universidad Panamericana, México, 2009. p. 133. 30 Anónimo, “Gorostieta, general cristero”. David, México, 22 de junio de 1953.

  32  

gozaban de mayor fama entre los soldados, fueron finalmente ostentados por quienes

supieron ganárselos.

Es importante mencionar que, a pesar de que estas eran características valiosas

para los efectivos del ejército cristero, los números hablan de la importancia de la

adaptación:

[…]de los 200 oficiales aproximadamente cuyas biografías se han podido reconstituir,

alrededor de 40 conocían sobre poco más o menos el oficio de las armas, por haber

participado en el villismo, el zapatismo o grupos de autodefensa, y 12 procedían del

ejército federal (antiguos profesionales del ejército porfirista o revolucionarios

incorporados al nuevo gestor federal). Si agregamos una decena de simples hombres

de armas (soldados o policías), se llega una proporción del 30% de jefes que se

pusieron por su experiencia31

Aunque es difícil generalizar el contexto social y económico del que provenía cada

uno de los cristeros, es importante destacar rasgos comunes que pueden dar una idea

de las condiciones de vida de los efectivos de la fracción católica:32

Posición socioeconómica:

Propietarios de tierras, 37%

Soldados sin tierras, 63%

Distribución por edad

Números generales:

Menos de 30 años, 54%

                                                                                                               31 Meyer, Jean, “La Cristiada: Los cristeros”. 3ra edición, Siglo XXI, México, 1995. p. 93. 32 Ibíd. p. 46.

  33  

Entre 30 y 40 años, 30%

Más de 40 años 16%

De esto podemos desprender otros datos, provenientes de las listas militares

conservadas por Aurelio Acevedo, Brigada Quintanar (establecidas sobre 2000

hombres).

Menores de 30 años, 49%

De 30 40 años, 39%

De 40 a 50 años, 8%

De 50 a 60 años, 2%

Más de 60 años, 2%

Estado civil: Solteros, 38%

Casados, 62% de los cuales poco menos del 9% no tenía hijos.33

Los regimientos cristeros estaban conformados, en su mayoría, por campesinos y

trabajadores agrícolas de escasos recursos. Muchos de ellos, hombres de familias que

seguían esperando la justicia que había prometido la Revolución de 1910. Hubo

también grandes cantidades de obreros, terratenientes, capataces, comerciantes y

algunos católicos de clase media.

Uno de los factores que perjudicó a los católicos a lo largo de la guerra, fue la

escasez de armas y provisiones, misma que aunada a la falta de destreza militar que

imperaba entre los reclutas católicos, inclinó la balanza a favor de los federales en más

de alguna ocasión. Las retiradas forzadas por la falta de municiones era una constante

en los enfrentamientos, aunque después de algunos meses, los cristeros comenzaron a                                                                                                                33 Ídem.

  34  

indagar en la fabricación de armas caseras como bombas de mano, que si bien ponían

en riesgo sus vidas al momento de armarlas, cubrían provisionalmente la labor de los

rifles y las pistolas durante la batalla.

A pesar de que los efectivos del ejército cristero que se alistaron para pelear

fueron en su considerable mayoría hombres, la diversidad dentro de éste fue

remarcable: niños, jóvenes, hombres adultos y ancianos procedentes de las principales

regiones cristeras de la República formaron la resistencia católica contra la milicia

federal entre 1926 y 1929.

Es importante destacar también el papel la mujer durante la guerra, algunos de los

nombres mencionados en los archivos son los de María del Carmen Robles, en la

región de Huejuquilla, Petra Cabral en la Sierra Gorda y María Natividad G. González,

esta última, tesorera de la brigada Quintanar. La importante participación de las mujeres

durante el conflicto no se limitó al aprovisionamiento del ejército, sino que alcanzó

actividades como la de enseñar el arte del sabotaje y los enfrentamientos directos con

los federales.

1.7 Los arreglos religiosos

A pesar de la superioridad militar en términos de armamento que ostentó el ejercito del

presidente Calles dentro del conflicto religioso, para 1927 era evidente que aún siendo

regimientos pequeños de hombres sin capacitación alguna, el ejército cristero le había

representado pérdidas significativas al régimen en turno. Por lo que, a petición del

general Obregón, el gabinete presidencial se puso en contacto con obispos exiliados en

San Antonio, Texas, lo que fue un intento desesperado del gobierno por construir una

salida digna del conflicto.

Sin embargo, rumores sobre el encuentro buscado por el gobierno se filtraron a la

prensa, lo que obligó a Obregón a aplazar su decisión de pacto.

  35  

En 1928 se llevó a cabo una nueva tentativa de paz, en esta ocasión, sugerida por

el Embajador estadounidense en México Dwight Morrow, misma que fuera secundada

por Obregón, pues para ese entonces éste preparaba su regreso a la presidencia y no

tenía ningún interés particular puesto en atender levantamientos que podían ser

resueltos con anticipación.

Finalmente, en 1929, cuando Calles ya había dejado la presidencia y Obregón

había sido asesinado, el gobierno de Emilio Portes Gil decidió llegar a los arreglos

pertinentes con los obispos Monseñor Pascual Díaz Barreto y Monseñor Leopoldo Ruiz

Flores, a fin de declarar y acordar un modo de vida respetuoso entre la Iglesia y el

Estado. Dicho pacto, preveía el cese de las hostilidades, con la entrega de armas por

parte de los cristeros, quienes quedaría libres de volver a sus actividades cotidianas, sin

embargo, “el gobierno quedó convencido de haber sido el vencedor del conflicto”.34

Se determinó que el gobierno no perseguiría más clérigos ni fieles, además de

comprometerse a restituir las propiedades de la Iglesia: casas, seminarios, monasterios,

etc. Sin embargo, el cese inmediato de las hostilidades cristeras fue el único punto de

los arreglos que se acató de forma inmediata por ambos ejércitos, pues la retención de

gran parte de los inmuebles y propiedades de la Iglesia, así como la persecución

secreta de sacerdotes, continuaron durante varios meses después de la firma de los

acuerdos.

                                                                                                               34 Saranyana, José Ignacio, “Cien años de Pontificado Romano: de León XIII a Juan Pablo II”, EUNSA, Pamplona, 1997, p. 105.

  36  

CAPÍTULO II: HISTORIA DE LA PRENSA MEXICANA: FINALES DEL S. XIX Y PRINCIPIOS DEL XX

El mundo entero nos admira, creyendo que todos los católicos mexicanos a una, nos hemos puesto a sufrir por la causa de Dios con grandes ánimos y resuelta voluntad y esto es hermosísimo y heroico.35

Silvio Pellico, Desde mi Sótano.

2.1 Prensa mexicana

La prensa de finales de la primera mitad del siglo XIX es considerada el instrumento de

comunicación masiva por excelencia en México. Durante poco más de medio siglo, la

labor del periodismo en nuestro país se centró en la difusión y en la fijación de posturas

de las diferentes corrientes ideológicas que surgieron con la llegada del Porfiriato. Así lo

hizo también con el paso de la Revolución y la llegada de sus nuevos gobiernos y con

los diferentes poderes que fueron apropiándose de la presidencia una vez terminada la

lucha civil.

A finales del siglo XIX esta corriente mediática mexicana que comenzaba a

inclinarse de manera insistente hacia el lado más político y menos objetivo de la

información contaba con tirajes de entre 15,000 y 20,000 ejemplares.36 Un número

significativamente bajo, comparado con los 16 millones que se tiraban en Estados

Unidos. Sin embargo, esto cambiaría de manera súbita para dar paso a la

impresionante circulación y aceptación que tuvieron los periódicos, misma de la que

fueran testigos regímenes como el obregonista, el callista y el Maximato.

                                                                                                               35 Pellico, Silvio, “Cobardes o traidores”, Desde mi Sótano, Ciudad de México, 12 de septiembre de 1926, p. 4. 36 Tovar y de Teresa, Rafael, “El último brindis de Don Porfirio 1910: los festejos del Centenario”, Taurus, México, p. 54.

  37  

Para cuando la Revolución terminaba e iniciaban los años de paz, que son

finalmente aquellos que abordaremos con más profundidad, una clasificación

proporcionada por Celia del Palacio Montiel37 resulta útil, pues la prensa puede dividirse

en infinidad de categorías, pero dada la generalidad de su temática, esta ha sido la más

conveniente:

a) Periódico de opinión. Donde prevalecen este tipo de artículos. Largos

editoriales en las primeras páginas, con poco espacio destinado a la información.

Son órganos de facciones o grupos ideológicos. Su objetivo es convencer,

polemizar. Tienen poco o ningún espacio para la publicidad y viven de las

suscripciones o las subvenciones. Su proceso de fabricación es artesanal.

b) Periódico de transición. Es el primer intento de periodismo “imparcial” por lo

menos nominalmente. Da mayor espacio a los contenidos no de opinión:

literatura, información, humor, publicidad, etc. Tiene algunos “avisos”

rudimentarios. Intentos de clasificar los contenidos en columnas y secciones

fijas. Su proceso de fabricación es artesanal o manufactura. Es lo que en este

volumen Flores Zavala llama los periódicos “proto- modernos”

c) Periódico moderno. La información ocupa las primeras planas. Emplea

estrategias comerciales para su venta. Tiene gran vistosidad en los contenidos

gráficos: tipografía, grabados, fotografías. Sus objetivos primordiales son

informar, divertir y vender. Se mantiene mayormente de la publicidad y de las

ventas a bajo costo. Su proceso de fabricación es industrial.

2.2 Relación prensa-gobierno durante los distintos regímenes Con la finalidad de entender mejor la evolución de la prensa previo al conflicto cristero,

es importante dedicar un espacio en este capítulo a explicar las relaciones que se

                                                                                                               37 Del Palacio Montiel, Celia, “Una mirada a la historia de la prensa en México desde las regiones. Un estudio comparativo: 1792 -1950”. Revista de Historia Iberoamericana. Vol. 2 No. 1, 2009, págs. 80 - 97

  38  

vivieron durante los distintos regímenes de finales del siglo XVIII, comenzando con el

último periodo presidencial de Porfirio Díaz y del siglo XIX, finalizando con la

presidencia de Plutarco Elías Calles.

2.2.1 Situación de la prensa en el mandato de Porfirio Díaz

Nuestro análisis de las relaciones prensa-gobierno comienza con el Porfiriato, pues fue

una época en la que el trato entre ambas instancias se mostró turbulento, además de

haber estado marcado por la aparición de figuras que permanecen vigentes dentro del

hacer periodístico, como lo fue la del reportero. Esta innovadora forma de hacer noticia

y buscar información, se convirtió pronto en reflejo del nuevo dinamismo que invadió la

profesión y que se dejó sentir también en el interés que ejerció sobre los lectores. Otra

de las razones por las que el Porfiriato es uno de los periodos que significó cambios

importantes para la prensa en México, fue la consolidación de la prensa industrializada

en el año de 1896, que se dio gracias a los avances tecnológicos que permitieron a las

imprentas incrementar de manera importante la producción de ejemplares,

vendiéndolos a precios tan bajos como un centavo; el primer ejemplo de ésta fue el

periódico El Imparcial, de Rafael Reyes Spíndola, del que hablaremos un poco más

adelante.

Durante el Porfiriato, la prensa jugó un papel esencial en la vida política y

social mexicana. Muchos de los periódicos que circularon durante los 35 años que duró

el mandato de Porfirio Díaz, fueron una crítica constante a las medidas impuestas

desde su golpe de estado contra Sebastián Lerdo de Tejada. Por ello, el presidente

Díaz inició una incansable persecución contra periodistas opositores: articulistas,

editores y en general, todo aquel que no tuviera a bien alinearse con él y su visión.

Los métodos de Díaz eran todo menos parciales, su idea de supresión mediática

hizo que su gobierno limitara la libertad de expresión no sólo para quienes escribían

  39  

columnas de opinión, sino en general para la información noticiosa que pronto dejó de

circular.

La razón del proceder contra la prensa informativa se explicó sencillamente con un

llamado a la prudencia, evitando “alborotar la caballada”38, como coloquialmente decía

el presidente Díaz.

Entre 1876 y 1911 la prensa capitalina pocas veces mencionó de manera

abierta y osada los misteriosos asesinatos de periodistas que, si bien carecían de un

culpable oficial, era cuestión de sencilla lógica imaginarse que las órdenes de

ejecución, venían desde arriba. La prensa opositora fue capaz de expresar su

descontento, pero no sin correr los riesgos propios del oficio, pues era indispensable

revisar a conciencia lo que se escribía para evitar ser víctimas del descontento

gubernamental. Prueba de la incansable persecución que inició Díaz contra el

periodismo opositor, fue la publicación del Monitor Republicano el día 23 de noviembre

de 1877, donde denunciaba el arresto y encarcelamiento de Manuel Caballero y Rafael

Aguilar Marroqui, director y redactor responsable, respectivamente, del diario El Eco

Universal, por haber reproducido material informativo donde se atacaba a un particular.

Los periodistas cuyos nombres entraron en la lista negra del gobierno porfirista

fueron entre otros, Filomeno Mata, director y propietario de El Diario del Hogar; los

hermanos Flores Magón, encargados el diario Regeneración, mismo que cerró bajo la

orden del líder político de Huajuapan, Oaxaca y Daniel Cabrera, fundador de El Hijo del

Ahuizote, en virtud de la censura que a éste le impuso39 al gobernador de Guerrero

(razón por la que su periódico sería suspendido).

                                                                                                               38 Velasco Valdés, Miguel, “Historia del Periodismo Mexicano: apuntes”, Porrúa, México, 1955, p. 113. 39 Ibíd. p. 116.

  40  

A principios de 1896, el gobierno cortó las subvenciones a distintos periódicos

para concentrar la inversión en un solo rotativo: El Imparcial. Como resultado de esta

decisión, El Monitor Republicano y El Sigo XIX dejaron de existir.

“Las tinajas de Ulúa” y “Los Separos de Belén” fueron las cárceles que albergaron

a los distintos retadores del régimen durante los años de gobierno porfirista. Miguel

Velasco Valdés hace una comparación entre el modus operandi de Santa Anna durante

su mandato y las acciones emprendidas contra la prensa, y el de Porfirio Díaz,40 entre

los que afirma que la única diferencia era la discreción o la falta de la misma para

acallar las voces de los periodistas.

Sin embargo, su lucha fue mucho más allá de la simple batalla que dio a sus

opositores. Para el presidente, era evidente el alcance masivo que tenían los medios

impresos y el privilegiado efecto tan inmediato y contundente que se dejaba ver en la

sociedad de aquel entonces.

Fue por ello, que el gobierno federal recurrió a una fuerte política de subvenciones

que pondría a disposición del presidente Díaz el arma más efectiva contra la mala

publicidad. De esta manera, surgieron las dos marcadas posturas que acompañarían a

la prensa pre-revolucionaria hasta la llegada del conflicto civil y de las que hablaremos

a continuación: la prensa del gobierno y la prensa que se alineó al gobierno.

Es importante marcar la diferencia que distinguió a cada una de estas editoriales,

pues si bien existieron diferentes puntos de vista, en este periodo es destacable la

prensa oficial, que perteneció y se editó a manos del gobierno. Y por otro lado la prensa

oficialista, dirigida por particulares que ya fuera por miedo o por intereses económicos o

políticos, impulsó y promovió el régimen de Díaz.

                                                                                                               40 Ibíd. p. 118.

  41  

A finales de siglo había 30 periódicos subvencionados sólo en la capital del país

que costaban al régimen alrededor de 40,000 pesos41 mensuales, además de los 27

oficiales que constituían el aparato de propaganda que utilizaba el gobierno federal.

Entre los rotativos de oposición, que se sostuvieron con dificultades durante el

Porfiriato, destacaron El Hijo del Ahuizote, El Monitor Republicano, El Diario del Hogar,

entre otros.

Las publicaciones porfiristas, que se distinguieron por una marcada tendencia

conservadora, reprobaron constantemente las tendencias revolucionarias que

comenzaron a manifestarse a lo largo y ancho del territorio a principios del siglo XX.

Hacía llamados constantes a la paz y la serenidad, así como a confiar plenamente en

las capacidades políticas del presidente.

Para 1876 circulaban ya en México publicaciones de corte porfirista que pronto se

volverían el arma más efectiva contra los agresores del gobierno. Entre ellos figuraban

La Producción Nacional, La Legalidad y El Bien Público.

Acercándose a los últimos años del Porfiriato , la prensa extranjera en México tuvo

un lugar privilegiado dentro del sistema. Para Díaz, la importancia de la reputación

labrada fuera del país era ventajosa y conveniente, por lo que cada día había más

periódicos con redacción en inglés y francés que circulaban en la capital. Prueba de

este favoritismo fue la entrevista que James Creelman solicitó y obtuvo de Díaz en

1908, en el que lejos de abordarse aspectos meramente noticiosos y objetivos de los

últimos años de su mandato, se logró una entrevista de semblanza que permitió a Díaz

despedirse de la silla presidencial.

Si bien la entrevista fue publicada en el número correspondiente a marzo de 1908

de Pearson’s Magazine, en nuestro país la traducción de la misma se realizó

                                                                                                               41 Ruiz Castañeda, María del Carmen, “El periodismo en México: 500 años de historia”, México, UNAM, 1974, p. 238.

  42  

inmediatamente por El Imparcial, por lo que no pasó mucho tiempo antes de que en

México se supiera cuál había sido el tenor del diálogo.

El verdadero valor político de la Entrevista Díaz-Creelman surge a partir de la idea

central de democracia y madurez socio-política que Díaz creía ver en México y que, de

acuerdo a su punto de vista, era la señal que indicaba que el país estaba listo para un

cambio en el modelo gubernamental que se había manejado durante su dictadura. El

montaje por demás benévolo que se construyó alrededor de la figura presidencial, le

permitió a Díaz despedirse airosamente del cargo ejercido durante 31 años:

Es un error suponer que el futuro de la democracia en México ha sido puesto en

peligro por la prolongada permanencia en el poder de un solo presidente – dijo en voz

baja-. Puedo con toda sinceridad decir que el servicio no ha corrompido mis ideales

políticos y que creo que la democracia es el único justo principio del gobierno, aún

cuando llevarla al terreno de la práctica sea posible sólo en los pueblos altamente

desarrollados42

Si bien la gestación de un descontento que desembocaría en una movilización civil

resultaba para entonces inminente, la entrevista parecía la manera más mesurada de

confirmar el cansancio político que justificaba la transición entre la dictadura y la

añorada democracia, misma que Díaz dibujó como el objetivo a alcanzar hacia el final

de su mandato.

2.2.2 Situación de la prensa durante la Revolución y el mandato maderista

Con la Revolución en México, la prensa opositora consiguió finalmente un descanso en

la guerra constante contra Díaz. Durante los años más sangrientos de la lucha y debido

a las innumerables facciones que impidieron inclinar la balanza a favor de un grupo o

de otro, los escritores se limitaron a informar de las muertes, batallas, levantamientos y

acontecimientos puramente noticiosos, pero esta situación no duró mucho tiempo.                                                                                                                42 Entrevista Díaz-Creelman, Editorial UNAM Cuadernos del Instituto de Historia, México 1963, p.15.

  43  

La división mediática era evidente: para 1910 la prensa de facciones era una

realidad en México. El bando villista contaba con un medio de comunicación alineado

completamente a sus intereses, El Monitor. Los zapatistas se apropiaron de Tierra y

Justicia, que cubría en su mayoría las acciones emprendidas por este grupo. Los

carrancistas se dieron voz a través de El Constitucionalista. Sin embargo, quien

quedara al mando del país al término del conflicto fue quien menos apoyo obtuvo de los

medios impresos.

Durante la presidencia de Francisco I. Madero, protagonista de un mandato que

puede calificarse de fugaz, el periodismo labró la antesala del final súbito y trágico que

marcaría el fin de su gobierno, y el inicio de uno más sólido, pues la prensa parecía

poco impresionada con las acciones del nuevo régimen y con la figura misma del

presidente. Las noticias que circulaban eran una mera transcripción de sus discursos,

sin emitir comentarios críticos que dirigieran la opinión pública que Madero merecía.

Tras el fin del gobierno maderista, el tenor de las relaciones entre la prensa y el

gobierno son difíciles de dibujar, pues la inestabilidad política que siguió desde 1913

hasta 1917 dificulta en gran medida ese trabajo.

Entre el movimiento que se suscitó dentro del ámbito periodístico durante estos

años, figura la adhesión de los miembros de la Asociación de Periodistas

Metropolitanos al general Félix Díaz, para después formar el bloque huertista. Aunado a

ello, se encuentra el surgimiento de El Independiente, órgano que acompañó a este

movimiento.

Posterior a Huerta, durante el interinato de Carvajal, se fundan periódicos como El

30-30. El Demócrata aparece en 1914 al mando de Rafael Martínez, conocido como

“Rip-Rip”, este periódico se llamó a sí mismo un “diario libre de política e información” y

que militó en las filas germanófilas. En ese mismo año, la prensa católica engrosa sus

  44  

filas con la aparición de El Estudiante, órgano del Centro de Estudiantes Católicos de la

Ciudad de México durante la primera guerra mundial.

El Mexicano, El Nacional y El Pueblo fueron todos regalos de 1915, en ellos

escribían personalidades como el Licenciado Rodrigo Cárdenas, Gonzalo de la Parra y

Archibaldo Eloy Pedroza. Entre los periódicos de mayor tiraje surgidos en este año se

encuentra Acción Mundial; su fundador Gerardo Murillo, asegura que a los 90 días de

haber iniciado actividades, el rotativo tenía ya un tiraje de 160 mil ejemplares43, sin

embargo, un año después desaparece.

A finales de 1916, surge uno de los periódicos más importantes en México hasta la

fecha: El Universal, de Félix Palavicini, nombre que figuró años más tarde entre las

listas de periodistas importantes durante el régimen de Plutarco Elías Calles. Palavicini

hizo público su apoyo al bando aliado durante la primera guerra mundial, lo que le valió

una fuerte enemistad con El Demócrata, y más personalmente con Rafael Martínez,

que como ya hemos mencionado, apoyaba a la oposición. Fue también El Universal,

durante el conflicto religioso, quien a través de un reportero realizó una célebre

entrevista a José María Mora y del Río, arzobispo en aquel entonces de nuestro país,

que disgustó al gobierno de Calles, de esta entrevista hablaremos más tarde en este

segundo capítulo.

Finalmente, para 1917, el competidor directo de El Universal se estableció en la

Ciudad de México, dirigido por Rafael Alducín y bajo el nombre de Excélsior, mismo que

mantiene hasta el día de hoy.

2.2.3 Situación de la prensa en el mandato de Venustiano Carranza

A la llegada de Venustiano Carranza a la silla presidencial, el panorama se tornó

completamente distinto. La falta de combatividad de Madero se vio desplazada por la                                                                                                                43 Velasco Valdés, Op. cit., p. 194.

  45  

aparente rectitud con la que Carranza acató las leyes que a partir de 1917

contemplaban distintos aspectos de la vida nacional, entre ellos las referentes a la

libertad de prensa.

Con la creación de la Constitución de 1917 quedó establecido y regulado por

primera vez en México, el derecho a escribir sobre cualquier tema con las únicas y

exclusivas limitaciones del respeto a las leyes, la moral y la vida privada. Sin embargo,

Carranza sabía que a la prensa había que corregírsele de manera práctica y no teórica,

para lo que aplicó sus famosos viajes de rectificación.44

El artículo 7º constitucional explicaba:

Es inviolable la libertad de escribir y publicar escritos sobre cualquier materia. Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni exigir fianza a los autores o impresores, ni coartar la libertad de imprenta, que no tiene más límites que el respeto a la vida privada, a la moral y a la paz pública. En ningún caso podrá secuestrarse la imprenta como instrumento del delito.

Las leyes orgánicas dictarán cuantas disposiciones sean necesarias para evitar que, so pretexto de las denuncias por delitos de prensa, sean encarcelados los expendedores, «papeleros», operarios y demás empleados del establecimiento de donde haya salido el escrito denunciado, a menos que se demuestre previamente la responsabilidad de aquéllos.

Sin embargo, esta idea fue cumplida en la teoría, y no en la práctica, pues entre

las publicaciones que fueron censuradas y cerradas por el gobierno carrancista figuró El

Cuarto Poder, un rotativo que hiciera su aparición de manera simultánea al régimen

constitucionalista, aunque su existencia fue considerablemente más corta.

                                                                                                               44 Los viajes de rectificación, inspiración carrancista, consistían en enviar a los periodistas que faltaban a su compromiso ético, según las apreciaciones gubernamentales, con la verdad absoluta, por lo que eran enviados a los lugares donde se habían producido los hechos de los que se hablaba en el artículo en cuestión, perfectamente custodiados por fuerzas federales que eran los principales responsables del rápido remordimiento que invadía a los articulistas. Velasco Valdés, Op. cit., p. 191.

  46  

2.2.4 Situación de la prensa en el mandato de Álvaro Obregón

Las acciones represoras del gobierno se extendieron hasta 1920, cuando la facción

constitucionalista se dio por terminada con el asesinato de su dirigente. A la muerte de

Carranza el poder presidencial quedó en manos de Álvaro Obregón. Desde este

momento hasta 1924, la prensa viviría una transición paralela al crecimiento y

estabilidad que desarrolló el gobierno mexicano.

Se pasó del periodismo tendencioso, desorganizado, abiertamente parcial, dirigido

a una sociedad ávida de opiniones y de dirección, al periodismo informativo, que

favorecía los movimientos organizados y el surgimiento de nuevos partidos y

movimientos sociales. Los pequeños tirajes que se manejaron a finales del siglo XIX

quedaron atrás, dando paso a la producción y consumo industrial del periódico. Se

sientan las bases del periodismo moderno contemporáneo45 y, afortunadamente para

los editores de aquel entonces, se abrió paso un nuevo régimen mucho más

condescendiente y menos opresor, pues “el general Álvaro Obregón fue menos duro

que Carranza hacia los periodistas”.46

Conforme el régimen de Obregón se abrió paso, la disciplina ejercida por parte del

gobierno sobre las publicaciones que circulaban se relajó considerablemente. Los

periódicos se dieron el lujo de publicar artículos que criticaban duramente al régimen sin

que las represalias se hicieran presentes.

Para Obregón, los ataques mediáticos eran inofensivos y no causaban cambios

alarmantes en la opinión pública, sin embargo, su estrategia se centró en reforzar el

trato directo con la prensa, pues fue el primer presidente que se permitió las pláticas y

discusiones casuales con periodistas y editores. Enviaba material de carácter político y

                                                                                                               45 Aguilar Platas, Blanca, “1917 – 1934: Los Caudillos”, en Cano Andaluz, Aurora, “Las publicaciones periódicas y La Historia de México”, México, UNAM, 1995, p. 135. 46 Velasco Valdés, Op. cit., p. 204.

  47  

social a los periódicos que le seguían el paso y, según miembros de su gabinete, tendía

a autoentrevistarse y dar respuesta a cuestiones que nacían de su costumbre.

Esta política laxa emprendida por Obregón no significó la libertad de expresión

que entendemos hoy en día en las relaciones prensa-gobierno, sino que más bien

ejemplificó la poca importancia que el régimen acordó a los ataques retóricos de los

medios. Sin embargo, con quien lo merecía, la severidad política fue aplicada con todo

su peso, como fue el caso de Francisco Bulnes47: pues éste perteneció al cientifismo

porfirista que representaba los intereses previos a la Revolución, y tenía un amplio

público que gustaba de leerlo.

Para 1923, dos de los tres candidatos presidenciales que originalmente habían

sido contemplados como contendientes en la disputa electoral, quedaron opacados por

las decisiones de Obregón. Adolfo de la Huerta y Ángel Flores fueron derrotados por

Plutarco Elías Calles, impuesto por el régimen precedente, hecho con el que se daría

comienzo a la rebelión delahuertista contra el gobierno.

Pero los desorganizados esfuerzos de Adolfo de la Huerta, sumados al apoyo con

el que Estados Unidos favoreció a Obregón y a Calles, empobrecieron las

considerables ventajas en términos militares que tuvieron los golpistas desde el

estallido de la rebelión, y finalmente Calles ocupó la presidencia en 1924.

2.2.5 Situación de la prensa en el mandato de Plutarco Elías Calles

Llegado el nuevo gobierno, la prensa inició también un nuevo ciclo. Varios

periódicos surgieron, algunos de corte católico. Sin embargo, toda la disciplina laxa que

Obregón ejerció sobre la prensa, pronto quedó olvidada y fue desplazada por la mano

mucho más dura, estricta e incluso opresora de Calles, que poco tiempo después de

                                                                                                               47 Ibid, p. 205.

  48  

iniciado su mandato, daría también inicio a la guerra contra la Iglesia Católica y toda

manifestación, escrita o verbal, a favor de la misma.

Los periódicos dieron cuenta de las decisiones que la presidencia tomó como

medida para controlar la publicación de información poco conveniente. Muchos diarios

optaron por la vía de la crítica pública no sólo al régimen, sino directamente contra

Calles. Quienes no seguían la línea perfectamente bien trazada por el gobierno para

discernir lo aceptable de lo inaceptable, fueron pronto clausurados, perseguidos,

saqueados o quedaron sin editor.

Tal fue el caso de la publicación Gladium, de Anacleto González Flores, a quien

hemos mencionado en el capítulo anterior como promotor principal de la creación de la

UP, que fue declarado ilegal. Pero a pesar de los esfuerzos continuos del régimen

callista por silenciar la información adversa que circulaba continuamente, la prensa

clandestina cobró una gran importancia. El mismo Gladium logró un tiraje de más de

100 mil ejemplares48 durante el tiempo que duró su existencia.

Otro caso que ejemplifica los fracasos continuos de tantas publicaciones debido a

la poca simpatía presidencial que se ganó, fue El Globo, de Félix Palavicini, un

periódico que se abrió de manera oportuna a la información internacional, pero que

cerró poco tiempo después de su inicio.

La prensa fue cambiante, como lo fue también el régimen, pues a pesar de los

constantes enfrentamientos con el gobierno, los periódicos dieron a Calles la razón en

materia económica y política: después de los sangrientos años que se dejaron atrás con

el fin de la Revolución, las medidas financieras instauradas por el gobierno fueron

aciertos que, si bien no lograron los elogios de los editores, por lo menos lograron

concertar un punto de interés común que compartía buena parte de la sociedad entre

tantos desacuerdos políticos.                                                                                                                48 Ruiz Castañeda, María del Carmen, Op. cit., p. 295.

  49  

De la obra de Aurora Cano Andaluz49 se destacan algunos puntos importantes

derivados a partir del estudio que realizó de la prensa durante el régimen en curso:

1. La búsqueda de la estabilidad general en un país azotado por los estragos del

conflicto civil, no fueron de interés exclusivo del gobierno, pues muchos editores

apoyaron muchas de las medidas aplicadas por Calles en materia social, política

y económica.

2. Muchos de los radicalismos que el gobierno utilizó como estandarte, entre ellos

la lucha incansable contra la práctica de la religión católica, fueron motivo de

discusión y descontento dentro de la opinión pública.

3. La tendencia centralizadora del gobierno definió, en buena medida, la posición

fijada por muchos periódicos: hubo quienes la censuraron indistintamente y

quienes vieron en ella la posibilidad de un nuevo comienzo político.

4. La falta de una postura perfectamente definida por parte de Calles lo orilló a

seguir un discurso que conciliara lo bueno del movimiento revolucionario y los

cambios sociales que habían surgido de éste.

Es pertinente hacer mención de la importancia tanto de la prensa capitalina, como

de la que circuló en los diferentes estados de la República, pues la primera recogía las

notas provenientes de las acciones directas emprendidas por el gobierno. Gracias a su

cercanía con los acontecimientos, que se vio favorecida por la constante necesidad de

Calles por centralizar el poder. Sin embargo, los rotativos en provincia jugaron también

                                                                                                               49  Cano Andaluz, Aurora, “La opinión pública sobre el régimen de Plutarco Elías Calles (1924-1928). Un estudio hemerográfico”. UNAM, México, 2007, pp. 177 – 178.

  50  

un papel importante en la constitución de la opinión pública de aquel entonces y,

evidentemente, de su estudio actual.

Lo interesante de los periódicos en estados como Zacatecas, Jalisco, Michoacán e

incluso en estados norteños como Sinaloa y Sonora, de donde era originario Calles, fue

que a pesar de su contenido mayormente local y de la circulación de notas de interés

regional, nos regala una apreciación más general de lo que fue el mandato anticatólico

a los ojos de todo el país.

Curiosamente, las publicaciones surgidas al norte del país, algunas de las más

importantes, como lo fuera El Demócrata Sinaloense, se consolidaron como de corte

antiobregonista y anticallista.

Muchos de los diarios vigentes durante este periodo nacieron al término de la

Revolución, sin embargo sus intereses y principios editoriales eran de tendencia

porfirista. Pertenecían a empresarios con considerable poder adquisitivo que, a pesar

de las acciones anticatólicas con las que Calles dio comienzo a su gobierno, apoyaron

muchos otros aspectos del sistema.

Algunos diarios se mostraron abiertamente anticlericales y de corte izquierdista,

indistintamente de la región en la que se publicaran, aunque es prudente remarcar que

una parte considerable de la prensa ilegal con gran aceptación fue editada, publicada y

promovida en regiones donde se gestó y explotó el conflicto cristero desde 1926.

El Demócrata, en particular, fue un ejemplo de la indecisión política que vivieron

los medios: un diario que se alineó a la conveniencia del gobierno durante la fuerte

campaña iniciada por el grupo de Calles y que, una vez llegado éste al poder, dejó de

apoyar al mandatario para convertirse en uno de sus más duros críticos.

  51  

Por otro lado, un ejemplo de los contenidos más maduros, intelectuales y con un

tema cultural y editorial mucho más dado a la opinión que predominó durante esta

época en los periódicos, fue la participación de la pluma de personajes que se

permitieron compartir su punto de vista con respecto al régimen. José Vasconcelos, por

ejemplo, fue articulista del periódico El Demócrata Sinaloense, donde dedicó varias

páginas a criticar las acciones emprendidas por Calles que coartaron la libertad de

expresión en México. Para 1929, Vasconcelos, quien fungiera en su momento como

rector de la Universidad Nacional Autónoma de México y Secretario de Educación

Pública, se postularía como candidato a la presidencia, con el afán de terminar con los

abusos políticos de los que según sus apreciaciones, Calles fuera autor durante el

ejercicio de su cargo como presidente.

De aquí se desprenden dos tendencias: una de glorificar y la otra de satanizar las

medidas consideradas por el gobierno. Pues la clase media, principal participante en la

prensa, vio afectados muchos de sus intereses económicos con las acciones

mencionadas en el capítulo anterior, relacionadas con el recorte de gastos y la

austeridad, misma clase media que en su mayoría fuera católica. Y por otro lado, la de

otro sector con una importante presencia en los medios, que fue el de los hombres que

la Revolución dejó ávidos de cambios y mejoras en el sistema.

Un tipo de prensa que cobró gran importancia, inicialmente por su contenido y

posteriormente por su ilegalidad, fue el religioso. José Valencia Gallardo fundó Lumen,

Argos y La Voz del Pueblo50, que promovieron una postura a favor de la doctrina

católica, particularmente el tercero, con una serie de ataques abiertos y agresivos

contra el régimen de Calles.

Algunos de los principales promotores independientes de la prensa

progubernamental fueron José Clemente Orozco, Diego Rivera y David Alfaro

Siqueiros, quienes pusieron en circulación El Machete, una publicación caracterizada                                                                                                                50 Ruiz Castañeda, María del Carmen, Op. cit., p. 296.

  52  

por sus tendencias comunistas y un tanto soviéticas. Tanto lo fue, que posteriormente

pasaría a ser el periódico oficial del Partido Comunista.

Además de la divulgación de la opinión de editorialistas, el periódico de la época

callista sirvió como medio de comunicación para los clérigos. El Universal, en una

entrevista realizada al Arzobispo de México, don José Mora y del Río, publicó:

La doctrina de la Iglesia es invariable porque es la verdad divinamente revelada. La

protesta que los prelados mexicanos formulamos contra la Constitución de 1917 en

los artículos que se oponen a la libertad y dogmas religiosos, se mantiene firme. No

ha sido modificada, sino robustecida, porque deriva de la Doctrina de la Iglesia.51

Las declaraciones de Mora y del Río fueron consideradas un acto de rebeldía en

contra del gobierno mexicano, por lo que éste fue consignado a las autoridades de

manera inmediata por órdenes expresas del secretario de Gobernación, Adalberto

Tejada.

Para fortuna de la facción católica, El Universal y El Excélsior, entre otros títulos

importantes, no fueron los únicos en ganar aceptación durante el inicio del conflicto.

Para agosto de 1926 entró en circulación Desde mi Sótano: Dios y mi Derecho, pero de

éste, hablaremos más adelante.

2.3 El discurso anticatólico

La actitud del gobierno con respecto a los constantes levantamientos católicos a través

de la difusión de información en los medios impresos, dejó claro que el principio del que

partían sus acciones era que el fin justificaba los medios. Las desapariciones de

periodistas, asesinatos y encarcelamientos fueron una constante durante el mandato de

Calles, que pintó a la Iglesia como el verdadero enemigo de México.

                                                                                                               51 Entrevista realizada por Ignacio Monroy para El Universal, primera plana, 1926.

  53  

La prueba más grande de que las medidas radicales del gobierno habían llegado

hasta el sector gubernamental, para asegurarse de que no hubiera traiciones dentro del

sistema, fue el cuestionario52 dirigido a trabajadores del Estado, aplicado en diferentes

sectores a sus funcionarios públicos.

Por su parte, entre los lectores se enlistan numerosos admiradores del presidente,

que se dirigían a él a través de correspondencia en los periódicos, apuntando que sus

actos eran uno de los episodios más remarcables que había presenciado la historia de

México y asegurando que éste, era el único camino viable para lograr la extinción del

fanatismo religioso.

Las medidas tomadas por el gobierno eran descritas como actos de auténtico

heroísmo que aseguraban el bienestar colectivo y marcaban el nuevo comienzo de la

política y la vida social mexicana.

El interesante discurso político de la época empleó una retórica igualmente

religiosa para exacerbar la importancia de erradicar las prácticas católicas en el país.

Tal fue el caso de Felipe Velasco, apodado a sí mismo “Don Nadie”, a quien citamos a

continuación:

Desde esta cuenca minera donde este viejo periodista español está por accidente,

felicita a s.e. y como no cree en lo ultraterreno, ni oró, nunca, en más altares que los

de la Verdad y la Justicia y sus santos fueron, siempre, los grandes hombres que

hicieron grandes cosas, permítale que rece un Credo por la patria que s.e. trata de

salvar, alzando la espada y colocando el pie sobre el dragón de Roma53

                                                                                                               52 Anexo 1: Cuestionario aplicado a trabajadores del Estado en Serna, Ana María, “La calumnia es un arma, la mentira es una fe. Revolución y Cristiada: la batalla escrita del espíritu público”. Cuicuilco. Vol. 14 No. 39, Enero – abril 2007. p. 168. 53 Felipe Velasco “Don Nadie”, Salinas, Coahuila, al general. Plutarco Elías Calles, México, D.F., 21 de agosto de 1926, AGN-Ramo Documentación de la Administración Pública 1910-1985, Fondo Obregón Calles, c. 36, 104-L-23, leg. 4(2).

  54  

El proyecto de Calles se consolidó entre sus seguidores como un esfuerzo

institucional por salvaguardar la educación de calidad y alfabetizar a la población, pues

al catecismo se le relacionó, así como a la Iglesia en general, con las carencias

educativas que había en México. Se pensó que la única manera de civilizar a la

población y contrarrestar los daños infligidos por la religión era, de entrada,

desaparecer su práctica.

La línea editorial de la prensa que apoyaba al régimen enfocó sus esfuerzos a

minimizar el conflicto y restarle importancia a sus fatales consecuencias, mismas de las

que fue culpada la Iglesia cuando sus dimensiones lograban un impacto en los lectores.

Una curiosa tendencia que se impuso entre los editores que apoyaron el proyecto

anti católico, fue el de promover abiertamente la censura como medio de control de la

información y sobre todo, de prevención contra la propaganda viral que publicaban los

cristeros.

Se publicaron, en algunos medios, lineamientos en forma de consejo para

aquellos periodistas que no tenían definida de manera clara la bandera bajo la que

ondeaban sus publicaciones:

PROCURE USTED NO USAR DE LARGAS FRASES para expresar un

acontecimiento o una idea. NO HAGA USTED LITERATURA. En los periódicos no

debe hacerse otra literatura que la que la redacción ordena. Sobre todo:

ABSTENERSE DE ESCRIBIR CUALQUIER COSA QUE PUEDA TENER EL MAS

LIGERO SABOR A COMENTARIO. Cumpliendo las anteriores instrucciones, llenará

usted su cometido a satisfacción de esta empresa.54

Groso modo, la intención del gobierno fue satanizar la labor de la Iglesia y

                                                                                                               54 Circular de Luis Monroy Durán a los corresponsales de El Demócrata, México, D. F. 10 de marzo de 1926, AGN-Ramo Documentación de la Administración Pública 1910-1985, Fondo Obregón Calles, c. 36, 104-L 23, leg. 2  

  55  

consolidarla como el enemigo a vencer. Este apoyo tan contundente que recibió el

presidente, llegó desde varios lugares del mundo. La prensa y el mensaje que difundía,

no se limitó en lo absoluto a los lectores locales que entendían desde un círculo más

cercano el conflicto.

La opinión pública en general estuvo completamente dividida entre 1926 y 1929,

cuando los matices quedaron reducidos a blancos o negros absolutos, algunos a favor

del catolicismo, haciendo las denuncias sobre los abusos cometidos por parte de los

federales. Y otros alabando y calificando de heroicas las medidas tomadas.

Es interesante concluir que la prensa fue un medio de comunicación que jugó un

papel importante durante el desarrollo del régimen callista y de la Guerra Cristera en

general, sobre todo en un país donde los índices de analfabetismo eran altísimos, y

prueba de ello es una carta enviada por miembros del Ku Klux Klan a Calles,

felicitándolo por su acertada y oportuna reacción ante el catolicismo mexicano:

We the Knights of the Ku Klux Klan of the State of Utah wish to congratulate you upon

the stand, which you have taken in regard to the religious situation in Mexico [...]. If we

have not been misinformed, there are sixteen million people in Mexico, out of that

amount only, four million can read and write, due to the fact that Catholics have been

predominating in Mexico. A stop must be put to such things in United States or in a

short time the same thing will exist here.55

                                                                                                               55 Knights of the Ku Klux Klan of the State of Utah, Salt Lake City, Utah, a Plutarco Elías Calles, México d. f., 26 de septiembre de 1926, AGN-Ramo Documentación de la Administración Pública 1910-1985, Fondo Obregón Calles, c. 36, 104-L-23. “Nosotros, los caballeros del Ku Klux Klan del Estado de Utah deseamos felicitarle en esta encomienda emprendida con respecto a la situación religiosa en México […]. Si no hemos malentendido, hay dieciséis millones de personas en México, de esa cifra únicamente cuatro millones pueden leer y escribir debido al hecho de que los católicos han predominado en México. Un alto debe ser puesto a cosas semejantes en los Estados Unidos o, en poco tiempo, la misma situación existirá aquí”. Traducción de Mariel Turriza.

  56  

2.4 La prensa religiosa

Muchas publicaciones como Desde mi Sótano: Dios y mi derecho, tuvieron una vida

turbulenta y constantemente asediada por el régimen, sin embargo, no se tiene registro

de que su subsistencia haya tenido como origen el apoyo económico de ninguna

institución oficial, ni de la misma Iglesia, incluso cuando muchas de ellas ostentaban en

algunas ediciones sellos de órdenes religiosas.

Sin embargo, algunas de éstas, como La Revista Católica por ejemplo, fueron

mantenidas con las ganancias que para ese entonces, la prensa comenzaba a obtener

de la publicidad y espacios para anunciantes (particularidad del periódico moderno).

Pero entre todos los apoyos que logró hacer converger la Iglesia, ninguno fue más

grande y más evidente que el ofrecido por los mismos lectores, que sin aspiraciones ni

pretensiones de ningún tipo, tuvieron a bien prestar en defensa de la religión.

En su mayoría, los periódicos dependían de una red secreta de ciudadanos

católicos que se dio a la tarea de distribuir la información que salía de las redacciones.

De la misma manera, muchos periodistas reconocidos (algunos de ellos exiliados),

apoyaron el movimiento en pro de la Iglesia para criticar duramente al régimen y dar

cuenta de los abusos cometidos por Calles en materia religiosa.

Muchos de los lectores a cuyas manos llegaron las publicaciones religiosas, en

general, fueron católicos a los que los sacerdotes, directamente, recomendaban los

diarios o semanarios que hablaban a favor de la religión.

El carácter ilegal de los periódicos religiosos se consolidó desde el momento en

que la prensa nacional, adscrita a los deseos gubernamentales, excluyó la información

de fuentes no oficiales de sus páginas y no dio cabida a su libre circulación

  57  

Si bien mucha de esta propaganda a favor de los cristeros circuló de manera

clandestina en nuestro país, es importante recalcar que al igual que Desde mi Sótano,

muchos diarios fueron rescatados de su inminente olvido en la prensa extranjera, que

se dedicó durante los años de lucha a brindar un panorama general que le permitiera a

los lectores en Europa, Estados Unidos y América Latina, un acercamiento desde fuera,

al conflicto socio-religioso de la época.

Muchos de los periodistas que vivieron su exilio lejos de la guerra, se encargaron

desde su destierro de hacerle justicia a la causa, denunciando los abusos del poder

callista. El sentido sensacionalista, impulsado por el descontento social que se vivía en

México, protagonizó los artículos redactados en periódicos extranjeros.

Entre las narraciones que impactaron a los lectores foráneos, se encuentran las

descripciones tan vívidas que se hicieron de los martirios y torturas puestas en marcha

por el ejército federal:

[…] Se les escuchó exclamar: ‘Estamos dispuestos a dar la vida por la causa que

defendemos porque es justa y santa’. No buscaban riquezas, ni honores; únicamente

pretendían romper las cadenas con que se ha aprisionado a la IGLESIA CATÓLICA

en Méjico. Uno de ellos dijo: Yo deseo morir, porque sé que el Señor quiere mi sangre

para salvar a la patria. LA OBLACIÓN: Once tan sólo son capturados, a quienes atan

inmediatamente y en medio de golpes e insultos los conducen a la prisión. Fueron

conducidos a la una de la mañana a las afueras de la ciudad. Allí los golpean, les dan

puñaladas y los arrastran hasta quedar desfigurados. Al valiente y fervoroso mártir,

Nicolás Navarro, tratan de quitarle algunos documentos y él, no pudiendo defenderlos,

se los come. Los emisarios del Perseguidor lo golpean hasta romperle los dientes

hacerle saltar la sangre por los ojos, y después de haberle dado dos balazos, aún

tiene la víctima gloriosa fuerza para decir: ánimo compañeros, acuérdense de la causa

que defendemos. Se refería a una conferencia que habían tenido la víspera y en la

que se propusieron seguir hasta la muerte el ejemplo de Cristo. Uno de aquellos

  58  

mártires antes de ser fusilado gritaba: ‘Mamá, le dices a mi hermano José que lo

espero en el cielo’ […]56

En 1926, una vez que el servicio religioso fue suspendido en todo el país, los

sacerdotes que ejercían su cargo escasearon y fueron insuficientes para atender los

peticiones de los fieles que, sumidos en la guerra, pedían la restauración de lo que las

leyes les habían arrebatado.

Por ello, una de las tareas más interesantes e improvisadas de la prensa fue la de

suplir a los sacerdotes en los confesionarios. Como lo cuenta Ana María Serna, los

editores se vieron obligados y en gran medida, complacidos, con la idea de brindar un

pequeño consuelo a los fieles atormentados que buscaban un refugio en los articulistas

y periodistas de los diarios católicos. Algunos de los extractos publicados por Serna

relatan lo siguiente:

• Una persona no quiso rezar por el alma de Obregón, porque decía que las

oraciones le servían de más tormento.

• Otra dijo que no fue tan malo, que recomendó indulgencia con los libertadores

que cogieran presos.

• Y la que esto escribe, sintió gusto con la muerte de un perseguidor de la Iglesia,

pero siente dolor de su familia y la falta que como esposo y padre haga a los

suyos y ha rogado a dios por su alma.57

2.5 Desde mi Sótano: Dios y mi Derecho

Los siguientes párrafos tienen como principal objetivo, presentar una breve introducción

a lo que, más adelante, constituirá el tercer capítulo de nuestra investigación, donde

                                                                                                               56 Archivo Calles Torreblanca-Fondo pec/ar-Rebelión Cristera-Serie 12-010701, exp. 78, inv. 281, leg. 3. 57 Serna, Ana María, “La calumnia es un arma, la mentira es una fe. Revolución y Cristiada: la batalla escrita del espíritu público”. Cuicuilco. Vol. 14 No. 39, Enero – abril 2007, p. 166.

  59  

nos daremos de lleno a la tarea de analizar a profundidad los aspectos cuantitativos e

ideológicos del rotativo, centro de nuestro trabajo: Desde mi Sótano: Dios y mi derecho.

Ésta fue una publicación clandestina, que circuló entre los años de 1926 y 1928.

Identificar y revelar la identidad de su director y editor continua siendo problemático

hasta la fecha, pues como veremos en el siguiente capítulo, hay autores que aseguran

que quien presidía la publicación puede ser identificado como Antonio F. López,

mientras que otras fuentes señalan al sacerdote jesuita Joaquín Cardoso como el

responsable. Lo que podemos asegurar es que, fuere quien fuere, logró darse a

conocer detrás del seudónimo de Silvio Pellico, probablemente inspirado en el poeta y

escritor italiano nacido en 1789.

Desde mi Sótano se caracterizó desde su primera publicación, por el muy duro y

crítico lenguaje con el que señaló los aspectos más reprobables del régimen, y a su

vez, el tono apasionado con el que celebró las victorias y triunfos de las diferentes

organizaciones, personajes y movimientos que constituyeron de manera general el

movimiento cristero. Uno de los primeros ataques que dedicó en sus páginas,

aseguraba que con la puesta en marcha de las disposiciones callistas con respecto a la

religión católica, había muerto la última de las conquistas revolucionarias: la libertad de

imprenta.58

Esta peculiar publicación tuvo una vinculación estrecha con grupos opositores,

mencionados anteriormente en el primer capítulo, concretamente con la LNDLR y

algunas de las acciones emprendidas durante la resistencia como medidas de combate

contra las leyes impuestas por el gobierno.

Durante la puesta en marcha del boicot, en julio de 1926, Desde mi Sótano fue un

fiel promotor de las medidas económicas organizadas por La Liga, mismas que apoyó

al tomarse la libertad de sugerir en sus páginas la compra del mínimo necesario para la                                                                                                                58 Pellico, Silvio, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto 1926. p. 1.

  60  

supervivencia, evitar visitar o frecuentar espectáculos como el teatro o el cine, de donde

los principales beneficiados eran el gobierno y los empresarios. Se exhortó a la

población, en medida de las posibilidades a vestir completamente de negro, como señal

de luto. Sin embargo, tanto La Liga como sus alentadores, entre ellos el rotativo de

Silvio Pellico, nunca hicieron alusión a frenar el pago de rentas, deudas o servicios

públicos.

A pesar de no haber sido el diario oficial de la LNDLR, Desde mi Sótano siguió

muy de cerca los pasos, exitosos o no, que se dieron en la lucha contra del gobierno.

Monitoreó e hizo del conocimiento público el triunfo que supuso el bloqueo económico,

que si bien en la capital tuvo efectos menos contundentes, en estados como

Aguascalientes, Jalisco, Morelia, Durango y Colima, logró hacer cerrar las Cámaras de

Comercio59 y tener un impacto económico mucho más significativo.

Tuvo una línea editorial agresiva y poco tímida: cuando el boicot estaba en plena

ejecución en todo el país, el periódico sugirió hacer una lista negra con aquellos

comerciantes que cuestionaran sus creencias frente al duro golpe financiero que sufrían

las diferentes industrias:

[...] Las grandes casas comerciales de la ciudad de México han empezado a anunciar,

con mucho ruido y pocas nueces, [...] baratas nunca vistas, ventas extraordinarias de

artículos apolillados y pasados de moda para contribuir a romper el boicot de los

católicos. [...] No nos extrañan estas cosas de los hijos de Mercurio, pero sí nos

extrañan en un Señor Arellano, católico romano, que al primer peso perdido abandona

sus convicciones y se porta como un cismático. ¡Menguado catolicismo que se rige

por la elocuencia de los números! Debemos estrechar nuestro círculo de inactividad

en torno de las grandes casas comerciales y sobre todo de ‘El Paje’ [el

establecimiento de Arellano][…]60

                                                                                                               59 Olimón Nolasco, Manuel, “Un peculiar periódico clandestino: Desde mi Sótano 1926 – 1927”, Disponible en http://www.olimon.org/manuel/centenarios/clandestino.htm, consultado el 1 de abril del 2013. 60 Pellico, Silvio, “El comercio reta a los católicos”, Desde mi Sótano, México, 5 de septiembre 1926. p. 4.

  61  

A su vez, criticó a la comunidad española, que para aquel entonces era numerosa

en el Distrito Federal y que constituía, en su mayoría, empresarios que se vieron

golpeados por el bloqueo económico, cuestión a la que el periódico tuvo a bien agregar:

Gachupín quiere decir ‘cabeza de víbora’ y como víboras que muerden el seno donde

se crían se han portado. Pero, Señores gachupines: lo que habéis hecho no se olvida

tan fácilmente. Sabemos distinguir, y muy bien, entre gachupines y españoles. Y nos

veremos las caras muy pronto. ¡Mueran los gachupines! Y ¡Vivan los españoles!61

Uno de los detalles interesantes a saber sobre esta publicación, es que tuvo una

fuerte presencia, a pesar de la ilegalidad bajo la que trabajó durante toda su existencia,

no sólo en México sino en Estados Unidos e incluso en algunos países europeos.

Durante el verano de 1926, algunas ciudades fronterizas en Estados Unidos, se

beneficiaron del flujo de información que circuló gracias a periódicos de corte católico.

Entre sus líneas, además de hacer circular información importante sobre nuevos

decretos y reuniones, Desde mi Sótano denunciaba las imposiciones injustas y

autoritarias del gobierno. Se burlaba abiertamente de Calles y de su gabinete. Durante

su existencia, exhortó a sus lectores a mantenerse al tanto y, sobre todo, al margen de

las acciones deshonestas de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM) y de

su líder, Luis N. Morones,62 institución y personaje vinculados al régimen de Calles.

En conclusión, éste, como muchos otros medios de comunicación católicos de la

época, buscaron alternativas viables que le permitieran dentro de su situación, permear

todas las capas de la sociedad donde podía haber interesados en el contenido que

publicaban. Además del formato clásico de diario o semanario en el que se publicaron,

                                                                                                               61 Pellico, Silvio, “Gachupines y no Españoles”, Desde mi Sótano, México, 9 de septiembre 1926. p. 1. 62 Líder de la Confederación Regional Obrera Mexicana (CROM), fundada en 1918. Morones concedió todo su respaldo al gobierno de Calles, y desde la Secretaría de Industria y Comercio, se encargó de estrechar los lazos entre el gobierno y los obreros. Fernández, Iñigo, “Historia de México II”, Pearson Educación, México, 2005, pp. 168 y 169.

  62  

la prensa que favoreció al catolicismo buscó medios como hojas sueltas, folletos,

revistas, volantes, tarjetas postales, etc, para hacerse presente entre los lectores. La

diversidad de los formatos fue producto de la imperante necesidad de los editores por

esquivar la censura impuesta por el gobierno.

A pesar de lo anterior, la prensa fuera legal o no, gubernamental u opositora, tuvo

un impacto innegable en las decisiones tomadas por ambas partes durante el conflicto

cristero, incluso antes y después. Y sobre todo, en la manera en que se percibieron los

enfrentamientos entre ambos grupos, sirviendo como medio de expresión para los

editorialistas que se sintieron obligados a publicar su punto de vista como los periódicos

de opinión, o como un vehículo para hacer circular la información, como fue el caso de

las publicaciones de transición y modernos.

El papel general de los diarios durante el conflicto ha servido también como un

punto de partida para el análisis que nos permite una visión más general, imparcial y

real de lo que fue la Guerra Cristera, su tratamiento informativo y la importancia

histórica que representa para nosotros hoy en día.

  63  

CAPÍTULO III: DESDE MI SÓTANO, DIOS Y MI DERECHO: EL PERSONAJE

Católicos ¡alerta! estamos rodeados de traidores. ¡No os fiéis de los besos de Judas!63

El Lic. Verdad, Desde mi Sótano.

En este tercer capítulo abordaremos de manera más profunda el análisis físico,

distributivo y cualitativo/ideológico de la publicación alrededor de la que gira esta tesis:

Desde mi Sótano.

El objetivo principal de este capítulo es indagar en el tratamiento de la información

que dio nuestro periódico que, pese a su irregularidad, es un recurso de valor dentro de

la investigación de la historia del periodismo en México en la medida en que nos

permite entender un poco más acerca de los mensajes que recibió la audiencia cristera

durante el conflicto.

3.1 Metodología y análisis

Nuestra metodología se encuentra estructurada de la siguiente manera:

A) Análisis general Identifica las características principales del periódico, dando respuesta a las preguntas

básicas que pueden ayudar a construir una idea muy general de sus objetivos, de su

línea editorial, de la manera en que se dio a conocer, etc.:

• ¿Qué era Desde mi Sótano?

                                                                                                               63 Licenciado Verdad, “¡Judas!”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p.4.

  64  

• ¿Por qué surge?

• ¿De qué estatus gozaba? ¿Era legal o clandestino y ello cómo afectaba su

línea editorial?

• ¿Cómo subsistía?

• ¿Cómo se expandió y dio a conocer?

• ¿Cuál era su periodicidad?

• ¿Su contenido era informativo, opinativo, propagandístico o híbrido64?

• ¿Quién participaba y escribía en el periódico?

• ¿A quién se dirigía?

• ¿A quién atacaba y criticaba?

• ¿Con qué elementos atacaba y criticaba?

• ¿Qué lenguaje utilizaba?

B) Análisis cuantitativo Cuyo objetivo es sustentar la investigación y análisis ideológico que se presenta en el

siguiente apartado, a través de la organización y clasificación del contenido en los

siguientes puntos:

1) Número de ejemplares

2) Fechas de publicación

3) Número de hojas por publicación y número de hojas totales

4) Títulos de los artículos

5) Número total de artículos

6) Distribución de artículos por sección

7) Extensión de los artículos

8) Número de artículos firmados

9) Autores

                                                                                                               64 Que es, como en la crónica o la columna, una mezcla de información y opinión de acuerdo con lo definido en Leñero, Vicente y Carlos Marín, “Manual de periodismo”, Grijalbo, 7ª edición, México, 1986, p. 43.

  65  

C) Análisis distributivo Nuestro objetivo es indagar en la distribución de la información y en la importancia de

los contenidos y su tratamiento, busca encontrar e identificar tendencias informativas y

de tratamiento periodístico de acuerdo a la relevancia que cobran ciertos

acontecimientos por encima de otros, durante la publicación del diario:

1) Primera plana

2) Cabecera/titular

3) Grandes titulares

• Distribución de columnas

• Tamaño de letra y tipografía

• Distribución temática

• Fotografías y/o dibujos

4) Secciones

• Informativas

• De opinión

D) Análisis cualitativo e ideológico El siguiente capítulo lo dedicaremos exclusivamente al análisis cualitativo e ideológico

de Desde mi Sótano, sin embargo por cuestiones de orden y coherencia, definiremos a

continuación, su estructura:

1) Connotaciones emocionales

• Enojo e indignación

• Empatía

• Esperanza y ánimo

• Cohesión

2) El hablante

3) Llamado a la acción

  66  

3.2 Los resultados del análisis 3.2.1 Del análisis general

A manera de introducción, es importante dar una rápida descripción tanto del aspecto

físico del rotativo, como de las tendencias que se dibujan con mayor claridad a lo largo

de los diferentes números y volúmenes.

Descripción general

País: México.

Editor: Silvio Pellico (seudónimo), 1926 - 1927.

Medida: 8o. de marquilla.65

Título: “Dios y mi Derecho”, registrado como articulo de Primera Necesidad.

Tomo I: Nos. del 2 al 7 - Agosto - Septiembre, 1926.

Segunda época: Nos. del 8 al 20 - Octubre 1926 - Abril 1927.

Tercera época: No. 21 – Junio 1928.

Precio: “precio elástico desde 1 centavo hasta el infinito”.66

Se describe: “Húmedo y frío, como una de aquellas trincheras de las que nos hablan los

historiadores de la última guerra. Sin más luz que un agujerito por donde se ve todo el

mundo. Oculto a los ojos de los profanos, valientes o cobardes, esbirros o víctimas.

Así es mi pobre sótano.”67

Números publicados: 2168

                                                                                                               65 Esta medida fue utilizada concretamente para libros religiosos en México impresos entre 1820 y 1845. La medida equivale a entre 17 y 22cm. Arellano Vázquez, Lucila, “Análisis de las portadas impresas en México de 1820 hasta 1845: una visión del sector editorial a través de sus portadas”, Universitat de Barcelona, España, 2008, p. 521. 66 Anónimo, “Desde mi sótano”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 1. A partir de la 3ra época, su precio elástico sube a 10 centavos. 67 Ídem. 68 Reed Torres, Castañeda Ruíz y Olimón Nolasco señalan un máximo de 20 números. Esta tesis se hizo y trabajo sobre un total de 21 publicaciones.

  67  

Desde mi Sótano fue una publicación de tipo clandestina, que circuló en la Ciudad

de México, principalmente, entre 1926 y 1928. Estuvo originalmente a cargo de ella

Silvio Pellico. Sobre Pellico se dispone de muy poca información, así como de su

sucesor. De acuerdo con Juana Manrique de Lara y Guadalupe Monroy69 y con Juan B.

Iguíniz70 respectivamente, en México, el seudónimo Silvio Pellico se le atribuye a

Antonio F. López. Sin embargo, fuentes como el Excélsior y Antonio Ríus Facius71

hacen alusión a Joaquín Cardoso, S.J., y otras más señalan al acejotaemero Andrés

Barquín como dirigente del periódico.

Sobre la labor que desempeñó Pellico como cabeza de la publicación hay,

únicamente, lo que se puede leer en los ejemplares de este rotativo. Autores como

Miguel Velasco Valdés y Luis Reed Torres hacen referencia a este personaje a través

de su seudónimo. Por cuestiones de uniformidad, nosotros nos referiremos al él de la

misma manera.

Es complicado determinar con exactitud el periodo en el que Silvio Pellico funge y

escribe de su propia mano en la publicación. El primer número del periódico, publicado

el 22 de agosto de 1926, reconoce orgullosamente en su cabecera a Silvio Pellico como

director del periódico y este reconocimiento es constante hasta el 10 de octubre del

mismo año, en el que el nuevo director llamado El Licenciado Verdad advierte en una

primera plana, al público católico, que a Silvio Pellico “se lo ha llevado la trampa”.72 Más

adelante en ese mismo número, El Lic. Verdad asegura que:

[…]las lluvias torrenciales de la estación causaron la muerte de Silvio Pellico, y por

poco se llevan a la redacción entera. Pero ya han empezado a bajar las aguas.

Hemos soltado la paloma y ha vuelto con la rama de olivo en el pico. Estamos, pues,

                                                                                                               69 Manriquez de Lara, Juana, “Seudónimos, anagramas, iniciales, etc., de autores mexicanos y extranjeros. Compilados por Juana Manrique de Lara y Guadalupe Monroy”, SEP, México, 1954, pp. 51 y 86. 70 B. Iguíniz, Juan, “Catálogo de seudónimos, anagramas e iniciales de escritores mexicanos”, Librería de la Vda. De Ch. Bouret, México, 1912. pp. 19 y 51. 71 Ríus Facius, Antonio, “Méjico Cristero: Historia de la ACJM 1925 – 1931”, 2da Edición, Planeta, México, 1966, pp. 64-65. 72 Anónimo, “Al público católico mexicano”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1.

  68  

en condiciones de trabajar de nuevo y hemos de cumplir con nuestro deber….[…].73

Sin embargo, Pellico no estaba muerto, y prueba de ello es su reaparición a través

de su popular periódico el día 25 de noviembre del año citado, donde se lee:

“escurriendo agua y medio asfixiado todavía por el remojón que me di en las famosas

inundaciones marras, me he presentado de Nuevo en MI SOTANO, donde he sido

cariñosamente acogido por mis abnegados compañeros…. Y aquí estoy de Nuevo para

servir a Dios y a Usted.”74 Firmando personalmente, Silvio Pellico.

El escondite del periódico se encontraba en la casa que Rius Facius asegura

pertenecía al acejotaemero Andrés Barquín y Ruíz (señalado como posible responsable

del periódico también), quien prestó este establecimiento a la causa, y una vez

descubierto por las autoridades, los editores se dieron a la tarea de buscar una nueva

guarida.75 Sin embargo, el periódico no vivió para siempre, y si bien en un principio

contó con publicaciones más o menos regulares, llegado el año de 1927, los espacios

entre un número y otro se hicieron cada vez más grandes. Aunado a ello, se tiene

registro de la captura del sacerdote Joaquín Cardoso en Puebla, en diciembre de 1927:

“HACE 25 AÑOS

11 de diciembre de 1927

Es capturado en Puebla el sacerdote Joaquín Cardoso, S. J., En unión del abogado

Carlos Diez de Urdanivia, por el jefe de la policía judicial de México. Se afirma que la

doble aprehensión se debe a que ambos señores han dado pruebas de intensa

actividad publicitaria como miembros de La Liga de la Defensa Religiosa. Se ha

sabido que ambos tienen un periódico que se titula Desde mi Sótano en el que ataca

duramente al régimen del Presidente Calles y se mantiene vivo el fuego de la

rebelión”.76

                                                                                                               73 Ibid, p. 3. 74 Anónimo, “Otra vez en la brecha”, Desde mi Sótano, México, 25 de noviembre de 1926, p. 1. 75 Ríus Facius, Antonio, “Méjico Cristero”, 2da edición, Planeta, México, 1966, p. 65. 76 Anónimo, “Hace 25 años”, Excélsior, México, 11 de diciembre de 1952. núm. 12,870, vol. 6, p. 6A.

  69  

El nombre completo del rotativo era Desde mi Sótano: Dios y mi derecho y surgió

en el año de 1926, en la Ciudad de México. Su estructura era muy sencilla, constaba de

apenas 4 páginas y no tenía una tendencia distributiva definida. Dado que dio a conocer

información sobre la situación religiosa en México durante los años que existió, la

publicación es una pieza de estudio muy interesante que posee un valor intrínseco.

Es difícil catalogar a Desde mi Sótano debido a la irregularidad de sus

publicaciones y a la desorganizada manera en que circuló, sin embargo, es de vital

importancia destacar algunos aspectos de la publicación.

La necesidad de una sola voz que recolectara el reclamo colectivo de la sociedad

católica en aquel entonces, se reflejó en el surgimiento de publicaciones casi

propagandísticas que informaran, pero sobre todo, transmitieran un mensaje de apoyo

a todos los católicos que habían sufrido las consecuencias de la instauración de las

leyes de Calles durante 1926.

Desde mi Sótano fue una respuesta rápida de inconformidad que se gestó antes y

sobre todo después de la suspensión de cultos a finales del mes de julio en toda la

República Mexicana. Su primer número conocido y publicado data del 22 de agosto de

1926, lo cual deja suponer que en poco menos de un mes, Silvio Pellico dispuso de sus

recursos con el objetivo de lanzar una publicación que satisficiera el deseo católico de

hacerse escuchar.

Los periódicos de línea federal, es decir, aquellos que vieron sus intereses mejor

atendidos del lado del gobierno, tenían un tiraje y circulación que garantizaba por

demás, que su información llegará materialmente a todo el país. En términos de

propaganda, el gobierno federal le llevaba una ventaja descomunal a la fracción

cristera, cuyo principal problema, no sólo en el ámbitos informativo, sino materialmente

en toda la lucha, era la falta de recursos y de organización.

  70  

Una de las características que dicta, sin tener tal vez el propósito de hacerlo,

mucha de la línea editorial y de la tendencia informativa del periódico, es su carácter de

ilegal y clandestino. Desde el primer número, Silvio Pellico introdujo su publicación

como la antítesis de todos los periódicos miedosos y conformistas que se han visto

acallados por la fuerza del gobierno:

pero desde allí, por ese agujerito maravilloso, voy a ser testigo de muchas cosas, y

voy a oír maravillas, y voy a gritarlas a voz de cuello. Quien sabe! Acaso mi voz se

oiga por algunos y aliente y conforte77

Conforme se avanza en la lectura cronológica de las publicaciones, resulta

evidente que la postura de Silvio Pellico es radical, convencido de la culpabilidad del

gobierno, como lo deja ver en los encabezados de la publicación: “Responsables: Los

Causantes del Conflicto”78 y de la opresión ejercida sobre los católicos mexicanos de la

época. Podríamos incluso decir que no tenía absolutamente nada que perder con sus

publicaciones, en las que abiertamente y sin eufemismos, enlista tanto culpas, como

culpables, desde el Presidente Plutarco Elías Calles, quien le merece algunas de sus

columnas y artículos más divertidos e ingeniosos, hasta algunas personalidades de la

época cuyos principios divergían radicalmente de los que sustentaban la publicación:

Luis N. Morones y, evidentemente, toda la Confederación Regional de Obreros

Mexicanos , Diego Rivera y en general, los muralistas de la época, etc.

Tres claros ejemplos de esto son:

Con la misma sangre fría que ya conocemos de nuestro presidente Calles, para mentir

a sabiendas, nos ha lanzado el primero de este año: Mensaje al pueblo mexicano.

No me voy a ocupar de los piropos, que les dirige a las clases privilegiadas y a la

Prensa, a la que paga muy mal su servilismo incondicional, simplemente porque a

veces la sola relación de ciertos hechos, ha sido funesta para el gobierno que los

provoca, los prolija o los ordena. Ni tampoco me quiero detener en las cuestiones de                                                                                                                77 Pellico, Silvio, “Desde mi sótano”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 1. 78 Ídem.

  71  

orden meramente político e internacional[…]79

El cable a que nos referimos decía a los líderes de la CROM que cuando en la

Convención que tanto la organización (?) referida como la American Federation of

Labor celebraran en el Paso esta última acordó prestar su atención y ayuda a los

corderos de Luis Morones, lo hizo con la condición de que la CROM se abstuviera en

lo absoluto de mezclar a sus afiliados en cuestiones políticas.80

[…]Qué es lo que hemos ganado?

La minería antes tan floreciente está por los suelos; la agricultura completamente

arruinada; el comercio en quiebra; la industria sin capitales que ayuden; las Bellas

Artes están ahora representadas en la pintura por Diego Rivera y sus discípulos, en

poesía por ínclito autor de los Andamios Interiores. La Prensa?, que lo digan los

periodistas de ‘El Mundo’ de Tampico, ‘La Crónica’ de Puebla, ‘El Correo del Centro’

de Guanajuato, ‘Omega’ y ‘El Faro’ en México etc. Todos en la cárcel o

procesados[…]81.

Silvio Pellico deja en claro, desde su primera "aparición" en público, que el objetivo

de su publicación no es otro que denunciar los crímenes de los que es autor el

gobierno, servir de voz, apoyo y resistencia a la fracción católica. Esto, sin pretender

que su periódico contara con recursos que definitivamente no tiene, por lo que, desde el

principio acude a su limitado o incluso inexistente público para confiarles la expansión y

el crecimiento de su rotativo.82

Dado que el precio de la publicación no fue seguramente suficiente para impulsar

su crecimiento, Desde mi Sótano tuvo que aprender a vivir y sobrevivir en la

clandestinidad y a través del crecimiento propagandístico que caracterizó a las

publicaciones rebeldes de la época, y si bien no fue el portavoz oficial de ninguna de las

organizaciones más importantes del lado cristero, como La Liga o la ACJM, fue un

                                                                                                               79 Anónimo, “El mensaje presidencial”, Desde mi Sótano, México, 23 de enero de 1927, p. 1. 80 Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 1 y 2. 81 Pellico, Silvio, “Lo que hemos ganado”, Desde mi Sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 4. 82 Pellico, Silvio, “Desde mi sótano”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, pp. 1 y 4.

  72  

acérrimo promotor de sus virtudes y la importancia de dirigirse a ellas como

indiscutibles líderes del movimiento. La falta de recursos, a la que Pellico hace alusión a

través de adjetivos que describen al periódico, tales como “minúsculo”83, determinaron

muchas de las características de esta publicación: la calidad de su impresión, su

periodicidad, etc.

Los comienzos de Desde mi Sótano denotan un periódico enérgico, ávido de

justicia y sobre todo de libertad de expresión. Lleno de denuncias que hacer en aras de

un futuro justiciero en el que se respeten los derechos de los católicos y su libertad de

ejercer sus creencias. Como ya hemos mencionado, la primera publicación oficial y

conocida de Desde mi Sótano, se pone en circulación con la fecha del 22 de agosto de

1926, apenas 22 días después de la suspensión de cultos en todo el territorio nacional.

Naturalmente, una de sus primeras denuncia, la dedica a esta nueva disposición que se

cumple desde el 31 de julio.

Durante sus primeros meses de vida, entre agosto y diciembre de 1926, el

periódico cuenta con números más o menos regulares, que oscilan entre los tres y

cuatro mensuales. En general, el promedio es de ocho artículos por edición, repartidos

inequitativamente entre los informativos y los de opinión. Sin embargo, conforme se

recrudece el conflicto y aumenta la violencia entre 1927 y 1928, Desde mi Sótano

reduce considerablemente su circulación, con un total de seis publicaciones en 18

meses, hasta que finalmente desaparece a mediados de 1928.

Otro de los aspectos interesantes del periódico Desde mi Sótano, es la carga

informativa que puso en circulación desde sus inicios. Si bien mucho de su contenido

da cabida a acontecimientos de orden informativo sobre lo que sucede alrededor del

país, concretamente en las secciones “La Situación del Momento” y “Lo que la Prensa

Calla”, las publicaciones están compuestas mayormente de lo que parecen ser notas

importantes con el toque muy personal del editor: Desde las noticias internacionales                                                                                                                83 Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 2.

  73  

que describen las relaciones sostenidas en aquel entonces entre México y los Estados

Unidos84, hasta las denuncias que hace el editor en poblaciones como Aguascalientes,

Colima y Guadalajara sobre los crímenes cometidos por los militares.85

Una gran cantidad de notas informativas tienen el sello particular de quien las

edita y publica. Pellico no se permite dar a conocer la información sin ayudarle al lector

a entender por qué, desde su particular punto de vista, se debe aplaudir o condenar el

mensaje implícito. Mucha de la labor de la publicación fue de denuncia86, sirviendo casi

como una herramienta para los católicos que quisieran unirse a la lucha desde su

propia y personal trinchera. El periódico muestra en numerosas ocasiones, un llamado

abierto a la acción, en el que invita a sus lectores a tomar la iniciativa dentro de sus

comunidades y localidades, asegurándoles que la batalla no sólo se libra con palos y

machetes, sino desde la trinchera de las letras y la imprenta.

Por ello, el tono de Desde mi Sótano es más propagandístico que informativo.

Pone al tanto a la sociedad católica de acontecimientos que la prensa oficial no se

molesta en mencionar, pide constantemente mantener la guardia arriba en contra de las

estrategias puestas en marcha por el gobierno de Calles y da información valiosa que

puede ser de ayuda para los lectores87. Es casi como el periódico escolar donde todo el

público, entiende el lenguaje secreto que se emplea dentro del contenido.

A lo largo de su existencia, los dos únicos autores conocidos a quienes pueden

atribuirse los textos que conforman las páginas de Desde mi Sótano, son Silvio Pellico,

y posteriormente tras lo que parece ser la captura del editor original el 10 de octubre del

1926,88 el Lic. Verdad, de quien desconocemos el nombre verdadero, quedó a cargo del

periódico. A pesar de las numerosas e insistentes invitaciones que hace la publicación a

sus lectores para que denuncien y colaboren, la única fuente aparente de información                                                                                                                84 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 3. 85 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 3. 86 Anónimo, “Avestruces mexicanos”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 4. 87 Anónimo, “Procedimientos de los estafadores”, Desde mi Sótano, México, 28 de octubre de 1926, pp. 1 y 4. 88 Licenciado Verdad, “Al público católico mexicano”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1.

  74  

es el editor, quien, a su vez, incluye en algunas ocasiones manifiestos o canciones89 a

veces propios, a veces no, como parte de su contenido, pero jamás se lee la opinión de

público o colaboradores entre sus líneas.

Si bien es evidente que la publicación está dirigida, por sus creencias y

convicciones, a un público católico en general, es también importante mencionar que

Desde mi Sótano tiene un público específico dentro del mercado entre el que se da a

conocer: los católicos citadinos, con un determinado poder adquisitivo que les permite

acceso directo a la educación, y la de sus hijos90. El tono de su contenido, sus

denuncias, sus llamados a la acción y en general el lenguaje, están dirigidos a una

fracción leída, educada y mínimamente informada de la población católica. Los

argumentos ingeniosos y bien sustentados con respecto a las reformas

constitucionales, a las acciones del gobierno, a las declaraciones hechas por las

distintas organizaciones a favor de Calles, hablan de un público consciente de su

situación que no busca ni se conforma con la simpleza del hecho noticioso, sino que

necesita el sustento opinativo de un editor en favor de la causa que éstos defienden,

Este sentir, queda reflejado en fragmentos como el siguiente:

[…] Aquí en México, dice y repite, a los extranjeros y a nosotros y a todo bicho

viviente, - aquí en México no hay persecución religiosa, señores, aquí sólo se trata de

que quiero hacer cumplir las leyes.

Pos, eso es horcar, Padre… ¡Hacer cumplir las leyes! Pero si las leyes son las malas

y las persecutorias! ¡Si ni merecen siquiera el nombre de leyes! Dijo el Papa. Si no

son otra cosa que ukases de tiranuelos, que, porque a fuerza de bandidajes y

traiciones habían hecho triunfar a la Revolución se dijeron: ahora todo el mundo boca

abajo, que aquí somos los amos y se hará lo que queramos!91

La vasta mayoría de las críticas que escribe Pellico en su publicación están

dedicadas directamente al entonces Presidente de la República, Plutarco Elías Calles,                                                                                                                89 Anónimo, “Mexicano”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, p. 4. 90 Anónimo, “No mandéis a vuestros hijos a las escuelas de gobierno”, Desde mi Sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 1. 91 Pellico Silvio, “¡Eso es ahorcar padre!”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 1 y 2.

  75  

de quien muy elegantemente se hace burla a lo largo de la existencia del periódico. Por

ende, muchas de las críticas se dirigen también a los colaboradores del gobierno:

Secretarios de las diferentes dependencias y gabinete en general. Se hacen múltiples

referencias a la Revolución, que de acuerdo con la visión pro-católica de Pellico, es el

preludio de las miserias que aquejan al pueblo católico mexicano, muchas otra de las

referencias con connotaciones negativas, se las llevan figuras representativas de

corrientes contrarias a la cristera o sencillamente personajes asociados con costumbres

que divergen de las consideradas aceptables: Diego Rivera, Celia Padilla, Gloria

Faure,92 etc. Un organismo con una presencia constante en el periódico, es la C.R.O.M.

y para dar cuenta de ello, Pellico dejó algunos artículos con su sello personal, como

aquel en el que se burla del particular estilo que tienen sus “escribientes”:

Ha salido por ahí un libraco de pasta roja, sobre el conflicto religioso en México,

escrito por un tal Antonio Uroz, individuo que emplea el mismo estilo usado en los

manifiestos de la CROM y de todos sus amigos, es decir estilo chaparrastroso y

propio de evangelista de portal de Santo Domingo; pero que sobre todo no tiene ni

una mala idea propia o nueva u original.

Todo se reduce a renovar los insultos y calumnias contra el clero, ya muy

manoseadas por los escribientes de la CROM […]93

En otras ocasiones los tilda, con ese tono irónico, de “valientes”, al denunciar a

jóvenes activas dentro de La Liga: “Hace ocho días fueron aprehendidas en la Colonia

de Santa María cuatro señoritas que, en uso de un derecho indiscutible, repartían hojas

de propaganda de La Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa. La

aprehensión se debió a una denuncia de uno de los tantos valientes de la CROM […]”94

Y también se da el tiempo de exponer los acuerdos que celebrara la organización

con instancias internacionales, no sin hacer gala de la fina ironía que despertaba el

                                                                                                               92Anónimo, “No mandéis a vuestros hijos a las escuelas de gobierno”, Desde mi Sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 2. 93 Anónimo, “Un verdadero timo”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1. 94 Anónimo, “Procesos ajustados a la estricta legalidad”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, p. 2.

  76  

tema de la C.R.O.M en el editor:

[…] El cable a que nos referimos decía a los líderes de la CROM que cuando en la

Convención que tanto la organización (?) referida, como la American Federation of

Labor celebraran en El Paso esta última acordó prestar su atención a los corderos de

Luis Morones, lo hizo con la condición de que la CROM se abstuviera en lo absoluto

de mezclar a sus afiliados en cuestiones políticas. Y que como con la manifestación

de apoyo al general Calles, organizada ya sabemos de qué manera, se había violado

el convenido referido, se le daba a la Confederación Regional de Ovejas Mansas un

plazo hasta el veintiocho de septiembre para que rectificaran su conducta […]95

El lenguaje general del periódico, pese a tener algunas faltas de ortografía a lo

largo de sus 21 publicaciones, es prueba de la conciencia social de Pellico y sobre todo,

de la indignación que causaron en él no solo las leyes instauradas, sino la censura con

la que el gobierno decidió hacerle frente a la persecución religiosa, así como de la

decreciente libertad de los católicos y del clero por ejercer libremente sus creencias.96

Claro ejemplo de esta indignación, se lee en el fragmento tomado de un artículo:

[…] Pues bien, si Calles cree que nos vamos a tragar ese Mensaje, es que nos juzga

idiotas; porque solamente a unos idiotas se les cuenta algo tan contrario a la realidad

de las cosas.

Y si cree que las naciones extranjeras se van también a tragar ese Mensaje, hace

extensiva la opinión que nosotros le merecemos, a todas las naciones del mundo

[…]97

En cada una de sus líneas, las intrépidas declaraciones y en muchas ocasiones,

los satíricos análisis de Pellico, buscan llegar a una población que se percibe a sí

misma como la resistencia y como el bastión académico y letrado de la lucha en favor

de Cristo Rey. La lectura de las publicaciones, nos muestra un líder de opinión que

                                                                                                               95 Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 1 y 2. 96 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, pp. 1 y 4. 97 Pellico, Silvio, “Lo que piensa Calles del pueblo mexicano”, Desde mi Sótano, México, 5 de septiembre de 1926, p. 3.

  77  

denuncia abiertamente las injusticias de un sistema que buscar aislar en la ignorancia a

aquellos que aún no han sido alcanzados por la propaganda católica.

El uso incesante de adjetivos como tiránico, revolucionario, opresor, cínico,

peliagudo, estúpido, insensato, pesetero, socialista, valiente, entre otros, y la necesidad

constante de Pellico por darle el toque revolucionario a cada uno de sus artículos,

resulta e un contenido mayormente opinativo, que busca orientar al público, pero

dándole el plus de una crítica y un análisis socio-político.

Es así, gracias a un análisis general del rotativo, que logramos estructurar una

idea clara, si bien superficial, de lo que fue realmente. A continuación, daremos paso al

análisis distributivo de su información.

3.2.2 Del análisis cuantitativo

1. Número de ejemplares

En total, desde su primera publicación el 22 de agosto de 1926, hasta la última de la

que se tiene registro el 30 de junio de 1928, existen 21 ejemplares publicados del

periódico Desde mi Sótano.

2. Fechas de publicación

Tomo I (1ª época)

22 de agosto de 1926

26 de agosto de 1926

29 de agosto de 1926

2 de septiembre de 1926

5 de septiembre de 1926

  78  

9 de septiembre de 1926

12 de septiembre de 1926

2ª época y 3ra época

10 de octubre de 1926

17 de octubre de 1926

28 de octubre de 1926

7 de noviembre de 1926

25 de noviembre de 1926

5 de diciembre de 1926

16 de diciembre de 1926

31 de diciembre de 1926

23 de enero de 1927

31 de enero de 1927

1 de febrero de 1927

10 de abril de 1927

24 de abril de 1927

30 de junio de 1928 (único ejemplar de la 3ra época)

3. Número de hojas por publicación y número de hojas totales

Las publicaciones fueron constantes en cuanto al número de hojas que conformaba un

ejemplar. El número no varía y se mantiene en cuatro de principio a fin, arrojando un

total de 84 hojas impresas.

4. Número total de artículos

  79  

El número total de artículos publicados en Desde mi Sótano es de 133.98

5. Distribución de artículos por sección

La única sección que cuenta, propiamente, con artículos de opinión es “Lo que la

prensa calla” en sus ediciones del:

22 de agosto de 1926 con los artículos

• Noticias generales

• Estados Unidos

• Un hecho significativo

2 de septiembre de 1926 con los artículos

• Crímenes sin nombre

• Adelante católicos de Monterrey

Y del 5 de septiembre de 1926 con los artículos

• Monterrey

• Torreón

• Concepción del oro Aranzazu y Mazapil

• ¡Adelante en la lucha por la libertad!

6. Extensión de los artículos

Parte del sello distintivo de la publicación fue la desorganización que impide

clasificar completamente tanto el contenido, como al periódico en general. Sin embargo,

tras el análisis físico es posible rescatar una clasificación general de la mayoría de los

textos: en el siguiente cuadro que tiene por finalidad ayudar a catalogar los artículos por

                                                                                                               98 Anexo 2: Lista completa de títulos de artículos publicados en los 21 números de Desde mi Sótano.

  80  

su extensión, podemos apreciar del lado izquierdo el número de columnas y en la parte

superior, el número de páginas.

De esta forma, donde convergen “1 columna” y “1 página”, es decir un artículo de

una columna que abarca sólo una página, hemos determinado que la extensión del

mismo es corta. Donde convergen “2 columnas” y “1 página”, es decir un artículo a dos

columnas que abarca una sola página, la extensión es media y así sucesivamente.

Número de páginas

Núm

ero

de c

olum

nas 1 2 3 4

1 Corto Corto Largo N/H

2 Medio Medio Largo N/H

3 Largo Largo N/H99 N/H

7. Número de artículos firmados

Por Silvio Pellico, 17 artículos:

• Desde mi sótano

• Eso es ahorcar

• Qué tal estará el infierno

• Lo que hemos ganado

• Lo que piensa Calles del pueblo mexicano

• Gachupines y no Españoles

• Cobardes o Traidores

                                                                                                               99 No Hay: no existen artículos con estas especificaciones.

  81  

• Otra vez en la brecha

• ¡Mentira! ¡Mentira! ¡Mentira!

• Los puntos sobre las íes (5 de diciembre de 1926)

• Erró la vocación

• El mediquillo de provincia

• Política macha

• Leyendo a Bulnes

• El cinismo entre copas de Cognac

• Kerensky habla a México

• A nuestros amigos

Por el Licenciado Verdad, 3 artículos:

• ¡Judas!

• ¿El pueblo para el gobierno o el gobierno para el pueblo?

• ¡Chin! ¡Patachin! ¡Chin! ¡Chon!

8. Autores

A lo largo de este trabajo de investigación, hemos reconocido la pluma de dos autores

literarios que publican en Desde mi Sótano, uno de ellos Silvio Pellico cuya identidad,

como ya hemos discutido con anterioridad, oscila entre la de Joaquín Cardoso, padre

jesuita de la época Cristera, y Antonio F. López según algunas fuentes. El segundo, del

que se tiene materialmente nula información, El Licenciado Verdad.100

3.2.3 Del análisis distributivo

Es momento de centrar nuestra atención en la estructura del periódico, la distribución

de sus artículos, la disposición de la información y, en función de esto, de ahondar en el                                                                                                                100 Se ignora por completo si este seudónimo hace alusión a Francisco Primo de Verdad y Ramos, abogado y precursor de la Independencia de México.

  82  

tratamiento que reciben los diferentes acontecimientos que definen la línea editorial que

sigue nuestra publicación.

1. Primeras planas

La primera impresión en un diario equivale a la información que se despliega en su

primera plana o página principal, donde los contenidos más relevantes generalmente

presiden al resto de la información y, también, donde el editor asegura que los

encabezados y, por lo menos el inicio de los artículos, sean identificados por los

lectores.

Las notas que generalmente ocupan esta parte del periódico son muchas veces

las firmadas por Silvio Pellico (al menos hasta su captura). Ostentan siempre una

opinión personal que busca comulgar con los intereses de los lectores católicos. La

mayoría de las veces, más que notas informativas, los textos de Pellico y,

posteriormente los del Licenciado Verdad, son anécdotas que buscan, de manera casi

metafórica, ejemplificar una situación o facilitar la comprensión de ciertos eventos,

como aquella comparación que se hace entre el ahorcamiento de un hombre, y el

estrangulamiento social que suponen las leyes instauradas por el gobierno federal para

limitar las prácticas católicas.101

Asimismo, buscan armar a la audiencia con argumentos válidos y de peso que les

ayuden a entender la legitimidad de la lucha que encabeza el movimiento cristero, y

sobre todo a promover la lucha a favor de la libertad de cultos a través de una trinchera

más ilustrada, como ejemplo más claro de esta labor de orientación, está el artículo

“Preguntas y respuestas”102, redactado por el Licenciado Verdad, en donde subraya con

ahínco el éxito probado que tienen métodos huelguistas como el del boicot, para volver

asequible y más real la noción de validez de la lucha católica y sus métodos.

                                                                                                               101 Pellico, Silvio, “¡Eso es ahorcar padre!”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 1 y 2. 102 Anónimo, “Preguntas y respuestas”, Desde mi Sótano, México, 17 de octubre de 1926, p. 2.

  83  

Dependiendo de la extensión del texto editorial que presenta el editor, en las

primeras planas hay espacio, regularmente, para las únicas dos secciones que son

constantes a lo largo de la vida del periódico: “La situación del momento” y “Lo que la

prensa calla”. Existe un tercer intento, muy poco claro, de sección propiamente dicha

dentro del periódico: “Los puntos sobre las íes”.

Es importante destacar que el formato de Desde mi Sótano no es constante, no

sigue una distribución planeada, ni busca añadirle formalidad a su estructura. Muchos

de los textos que no logran hacerse caber en una primera plana, continúan en la

segunda, tercera o cuarta sin seguir un patrón que delate una estructura específica. Sin

embargo, el dejo de orden más evidente dentro de la publicación, es la repetición de

estas dos secciones.

Otra de las partes importantes que en algunas ocasiones acompaña los textos del

editor en la primera página, corresponde a: avisos importantes, documentos 103 ,

decretos realizados104 y advertencias105 a los católicos. Su principal objetivo es no sólo

el de la información oportuna del auditorio católico: muchos de estos avisos se hacen

previo a maniobras gubernamentales como censos, encuestas o recaudación de firmas,

sino también el de servir como espacio de participación ciudadana, dando pie a las

denuncias públicas que sirvan para identificar a católicos que han preferido unirse a la

causa federal, comercios que buscan abaratar sus bienes y servicios para evitar la

quiebra, católicos que acuden al cine y teatro pese a la insistentes recomendaciones

del periódico, etc.

El periódico lanza, en su edición del 29 de agosto de 1926, una crítica pública para

todos aquellos que se ganan el nombre de “avestruces mexicanos”.106

                                                                                                               103 Anónimo, “Documento revelador importantísimo”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 1. 104 Pellico, Silvio, “Los puntos sobre las íes”, Desde mi Sótano, México, 5 de diciembre de 1926, p. 1. 105 Anónimo, “Advertencia”, Desde mi Sótano, México, 16 de diciembre de 1926, p. 2. 106 Anónimo, “Avestruces mexicanos”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 2.

  84  

En general, la información con la que el editor abre el diálogo con el público en

cada una de las ediciones del diario, tiene siempre una carga personal llena de su muy

personal punto de vista y busca siempre serle útil al lector. A continuación, un ejemplo:

2. Las cabeceras o títulos

Algunas de las características distintivas de este periódico son, sin duda alguna, sus

títulos y cabeceras.

  85  

Es fácil imaginar el tenor de la información aún cuando no se haya dado lectura al

contenido, cuando de entrada se leen las cabeceras que el editor escoge para

representar cada una de las notas, historias o denuncias.

Bajo el entendido de que un título es la mitad del éxito de un escrito, Pellico y el

Lic. Verdad recorren una larga lista de adjetivos y sustantivos que acompañan

enfáticamente los muchos titulares que se despliegan no sólo en la página principal,

sino en las planas siguientes de cada publicación:

• Documento Revelador Importantísimo

• El Diablo Predicador

• Erró la Vocación

• Las Listas Negras

• Nos Quiere Tomar el Pelo, etc.

• Una Víctima Inocente

Si bien descifrar el contenido exacto de cada artículo es imposible única y

exclusivamente basándose en las cabeceras, sí es posible entender el tono indignado,

conmovido, insolente y satírico con el que se abordan los distintos temas, tal como

sucede con los siguientes ejemplos:

• Después del niño ahogado…

• El mediquillo de provincia

• La caída de Calles es inminente

• Una injuriosa representación diplomática

Estos son algunos de los títulos que presiden a sus respectivos cuerpos

informativos y que dan testimonio de la tendencia polémica que distingue a este

periódico. Es muy probable que gran parte del éxito de esta publicación, radicara en el

  86  

ahínco con el que se dan a conocer las noticias y opiniones que Desde mi Sótano

comparte con sus lectores.

3. Grandes titulares

A continuación es el turno de los grandes titulares y noticias más importantes que sirven

como testimonio de los acontecimientos más trascendentales que se suscitaron con el

paso de los meses.

Como parte de este análisis, ahondaremos en la distribución de las notas, es

decir, la distribución de las noticias más importantes. Si bien es cierto que todo

periódico consagra un peso más importante a ciertas secciones, noticias y temáticas

con relación a una situación determinada, en el caso de Desde mi Sótano es muy

complicado separar las notas importantes de las que no tienen importancia.

A decir verdad, mucho del trabajo de Pellico y el Licenciado Verdad a lo largo de

sus años como editores, es precisamente comunicar eventos de verdadero peso,

hechos cuya difusión puede marcar una diferencia a favor de la causa que ambos

defienden.

Aunado a esto, la inexistencia de secciones que delimiten los temas y nos ayuden

a hacernos una idea general de la clasificación de los mismos, así como un orden que

permita dar continuidad, coherencia y sobre todo que ayude a jerarquizar los temas

más apremiantes, de las notas que sirven de relleno, complican realmente el proceso

de decantación.

Sin embargo, podemos partir del principio de que la primera plana es, siempre, el

aparador de esta publicación. Para los editores en turno, las noticias verdaderamente

urgentes y apremiantes, esas que nadie que tenga en su poder este periódico, puede

darse el lujo de no leer, son esas que se colocan estratégicamente en la primera plana.

  87  

La principal es siempre la anécdota personal sobre la que Pellico o el Lic. Verdad

hacen una aparición protagónica. Siempre hay una nota que da pie al diálogo empático

con el público: se toma generalmente un suceso reciente, se hace un análisis poco

imparcial de los hechos, se señalan culpables y víctimas, y en función de todos los

datos obtenidos a lo largo del análisis personal, se da paso a la cuestión

verdaderamente interesante: la opinión del editor.

En realidad, ese es el verdadero valor de las notas editoriales en Desde mi

Sótano, pues al lector ya no le es suficiente enterarse de los acontecimientos que llegan

a oídos de la imprenta desde Jalisco, Michoacán, Puebla, Zacatecas, etc. Debe haber

una carga forzosamente crítica que le haga sentir al lector que este diario es una

auténtica cofradía, donde las opiniones y la crítica son a favor de la causa común de su

audiencia. Tal es el caso de Crímenes sin Nombre107 , donde se relata el brutal

asesinato de Rafael Acevedo e hijo, muertos a manos del teniente Patricio González,

donde la historia con la que se abre la interacción con el público es el asesinato en

Oaxaca de los ya mencionados cristeros, se da paso a las acusaciones y juicios en

contra de quien queda señalado culpable, y se cierra con la opinión y comentario del

editor, en este caso, Silvio Pellico.

La realidad, es que los editores de Desde mi Sótano tienen por misión hacer llegar

información y su crítica respectiva a la audiencia católica que necesita, durante los años

de conflicto, la seguridad de un instrumento de esta índole para combatir las opresiones

del gobierno. Viviendo en la ilegalidad y peleando su batalla tras la poca seguridad que

su seudónimo le brindó, Pellico pone poca atención a las formas del periódico.

La distribución de las columnas varia siempre entre dos y tres. Esta estructura no

obedece ningún patrón específico, ni da muestra de una importancia mayor o menor: la

distribución de columnas para todos los artículos, parece obedecer principalmente la                                                                                                                107 Anónimo, “Crímenes sin nombre”, Desde mi Sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 2.

  88  

regla de “todo tiene que caber”, más que alguna especie de subordinación con respecto

a la trascendencia de los contenidos.

La misma regla aplica para la tipografía: cuando se realiza la lectura detallada de

las publicaciones, la monotonía tipográfica es muy evidente. No se busca llamar la

atención del lector con cuestiones de diseño, pues seguramente éstas no fueron

prioritarias para los editores que velaban más por la supervivencia de su medio, que por

los detalles superfluos que pudieron suponer pequeñeces como la elegancia de sus

tipografías, que en este caso asemejan el estilo de las actuales Garamound y Century

Old Style.

La única distinción que se logra hacer dentro de los contenidos, son las cabezas y

el uso de signos de admiración.

Los títulos son, a menudo, escritos en mayúscula y en la emisión de un juicio

subjetivo, podría decirse que incluso son escritos con violencia: “Nos quieren tomar el

pelo”, “¡Adelante en la lucha por la libertad!”, “Gachupines y no Españoles”, por

mencionar algunos ejemplos que ilustren nuestro punto. La idea principal es sacudir al

lector, evidenciando la importancia del tema, de las declaraciones, de las acciones o de

las medidas. Para añadir dramatismo, los signos de admiración son siempre un

acompañamiento complementario, pues denotan una sensación de urgencia y premura

que muchas veces se lee a gritos.

Ahora bien, la distribución temática en un diario promedio, ayuda tal vez a agrupar

y discernir entre lo más y lo menos importante. Sin embargo, es complicado una vez

más, atreverse a emitir un juicio categórico con respecto a la misma, pues Desde mi

Sótano, tuvo pocos intentos por agrupar su contenido de acuerdo a su temática.

4. Secciones

  89  

Sin embargo, Pellico y el Lic. Verdad, parecieron hacer la clara diferencia entre lo que

fue, de acuerdo a su rebelde criterio, meramente informativo y editorial. Para ello, es

importante destacar la existencia de una sección en concreto: La situación del

momento.

“La situación del momento”

Si tuviéramos que simplificar el objetivo de esta sección, podríamos decir que era la

sección que fungía como verdadero periódico: los acontecimientos más importantes

suscitados hasta el día previo a la publicación, eran enlistados para conocimiento del

público. La tendencia crítica en esta sección era relativamente baja, con respecto al

resto de los contenidos, aunque es posible que si lo comparásemos con los contenidos

de un diario moderno, e incluso de los diarios oficiales de la época, concluyamos que

seguía siendo marcada.

“La situación del momento” se componía de un solo artículo, en el que se

explicaba a grandes rasgos los hechos más destacados que habían tenido lugar en los

últimos días: desde conversaciones sostenidas entre ciudadanos108, en las que se

abordaba desde una perspectiva ciudadana el conflicto religioso, hasta el trabajo de

otros rotativos que, desde la perspectiva de los editores, estaban atados y

amordazados109, bajo amenaza federal.

El análisis de esta primera sección, nos lleva a profundizar más en el de las que

compartieron espacio dentro del periódico.

Es muy importante aclarar que ninguna de las secciones de Desde mi Sótano vivió

con entereza los años de circulación que tuvo el diario: aquéllas que nacieron junto con

                                                                                                               108 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 5 de septiembre de 1926, p. 3. 109Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 1.

  90  

él, desaparecieron al cabo de algunos números, y aquellas que se dejaron ver una vez

iniciada la guerrilla de Silvio Pellico, tardaron algunos meses en tomar forma.

“Lo que la prensa calla”

Es posible entender el tono indignado y de denuncia que Pellico y Verdad quisieron

imprimirle a esta sección del periódico. Una de las insistentes acusaciones que permeó

esta sección del diario, se hacia directamente contra Calles y su gobierno, pues en la

prensa oficial, era común leer declaraciones que aseguraban que la situación religiosa,

social y económica de México no veía rastro alguno de conflicto.

Los esfuerzos federales por restarle importancia e incluso querer esconder la realidad

distante del país, eran motivo de cólera e indignación dentro de la redacción y edición

de Desde mi Sótano, que tildó de mentiroso a Plutarco Elías Calles.

Sin embargo, la parte tal vez más importante de este apartado, fue la función de

ser portadora de buenas noticias para los promotores de la causa católica, pues justo

como su nombre lo indica, esta sección fue difusora de los acontecimientos y anécdotas

importantes, triunfos principalmente, del ejército cristero, no sólo en la Ciudad de

México, sino en otros estados del país, concretamente aquellos donde la rebelión se

vivió con más fuerza y más temprano que en el resto del país: Coahuila, Colima,

Jalisco, Michoacán, Puebla y Zacatecas, entre otros.

Fue el único apartado del periódico que se compuso de diversos artículos, pues en

general, los demás estaban siempre constituidas por una sola nota, cuyo título en

realidad, era el nombre de la sección. Lo que la prensa calla, recopilaba los hechos más

significativos que habían tenido lugar en los últimos días, como pequeñas victorias

cristeras, la toma, defensa o recuperación de templos, narraba incluso a manera de

crónica cómo se vivía la resistencia en cada rincón del país.

  91  

El grito de esperanza y fe más grande de Desde mi Sótano se vio reflejado en esta

sección, cuyo tono era completamente opuesto al indignado escribir de otras partes del

rotativo: se promovían los valores de la lucha católica, se llamaba a los amigos de la

causa a no desistir y continuar su valiosa labor, cada uno desde su trinchera. Los

editores buscaron imprimir un sentimiento de pertenencia, de triunfo y de convicción en

cada una de las buenas noticias que compartieron con su público lector. Para

ejemplificar este caso, está el texto de Lo que la prensa calla110 y El Manifiesto de las

Sritas. Regiomontanas.111

“Los puntos sobre las íes”

Una sección que existió en la práctica desde el comienzo de esta publicación, pero que

sin embargo obtuvo su nombre muchos meses después, fue Los puntos sobre las íes.

Los editores gustaban de iniciar el diálogo con sus lectores a través de reflexiones

personales que tal vez de manera casi pedagógica, guiaran a la audiencia hacia la

formación de un “criterio propio” con respecto al conflicto religioso, a las declaraciones

de Calles, a las acciones del gobierno y a la falta de información veraz.112

En secciones como ésta, radicó realmente la importancia de la figura del líder de

opinión, que posee de entrada, ciertas características, como interés por el tema del que

habla, capacidad de informar a otros (atributo que le confiere poder), una tendencia

empática, carisma, necesidad por compartir su opinión con la audiencia y una

aceptación por parte del público receptor, subordinada al hecho de que las ideas

preconcebidas de la audiencia concuerden con la información que emite el líder de

opinión113 pues se materializa casi como la de un mentor al que se le otorga la

autoridad académica y moral de orientar a su público, a través de la emoción de juicios                                                                                                                110 Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 5 de septiembre de 1926, p. 2. 111 Anónimo, “Manifiesto de las Sritas. Regiomontanas”, Desde mi Sótano, México, 5 de agosto de 1926, p. 4. 112 Pellico, Silvio, “Los puntos sobre las íes”, Desde mi Sótano, México, 5 de diciembre de 1926, p. 1. 113 Para ahondar en el estudio de la figura del líder de opinión y la Teoría de los dos Pasos se puede consultar Lazarsfeld, Paul Op. cit.

  92  

categóricos que, de acuerdo con su perspectiva y su manera de entender la situación,

provee las herramientas críticas necesarias para enfrentarse a la realidad social que

vivía México y, sobre todo, al posible debate que podía suponer.

Es gracias al tono tan particular con el que se escribe esta sección, que nos

permite asegurar que la información que Desde mi Sótano ponía a disposición de sus

lectores recibía un tratamiento periodístico previo que difícilmente permitía que ésta

fuera percibida sin generar una crítica en torno a los acontecimientos.

La figura del líder de opinión es difícil de delimitar en un contexto como el que

ofreció el conflicto religioso en México, pues sumado al carácter ilegal de Desde mi

Sótano, la identidad oculta de los editores de este diario complicó el seguimiento de sus

acciones más allá de la redacción del mismo.

  93  

CAPÍTULO IV: EL ANÁLISIS CUALITATIVO: LA VOZ DE UNA IDEOLOGÍA

No llores, Mexicano, Aunque en suplicio horrible, sobrehumano, Se calcinen tus huesos Que no naciste al rayo de la luna Ni fue la Paz quien te arrulló a sus besos Naciste en una hoguera, Sí, tu cuna no fue un lecho de flores, Mexicano ¡no llores!114

Anónimo, Desde mi Sótano.

A continuación, daremos lugar al análisis cualitativo del contenido de Desde mi Sótano.

Éste se centra en el estudio de las implicaciones emocionales que se desprende de los

contenidos y el manejo de la irascibilidad con respecto a algunos eventos que se

suscitan durante el conflicto religioso, como la instauración de medidas legales para

reprimir la práctica religiosa, abusos de poder, noticias a favor de la fracción cristera,

declaraciones hechas por funcionarios públicos, el manejo de la información en otros

diarios. Es necesario, para ello, tener en cuenta que incluso en situaciones político-

sociales de relativa calma en nuestros días, la prensa se encuentra ante una compleja

disyuntiva: la de informar y la de seducir.

Ésta, le obliga al emisor del mensaje a hacer sentir emociones a su público, a

movilizar su afecto, con el fin de desatar en él un interés y pasión por la información que

le es transmitida115. De acuerdo con Bonhomme y Horak “la prensa escrita participa

activamente en la gestión de las emociones del público al que se dirige. Por lo general,

en la prensa se percibe un factor de fuerte activación afectiva. Particularmente en el                                                                                                                114 Anónimo, “Mexicano”, Desde mi Sótano, México, 26 de agosto de 1926, pp. 3 y 4. 115  Chauraudeau, Patrick, “Les médias et l’information : l’impossible transparence du discours”, DeBoeck, Bruselas, 2005, p.74.

  94  

caso de los periódicos centrados en el escándalo, con sus títulos-choque, o de los

periódicos populares que aspiran a la dramatización de la actualidad, especialmente en

la redacción de la sección de acontecimientos”116, por lo que es natural suponer que

esta tendencia se hace presente en periódicos actuales y también, como es nuestro

caso de estudio, en publicaciones de hace más de medio siglo.

Su estructura, si bien ya la hemos establecido al principio del 3er capítulo, es

conveniente retomarla a continuación:

1) Las dimensiones analíticas emocionales

• Enojo e indignación

• Empatía

• Esperanza y ánimo

• Cohesión

2) El hablante

3) Llamado a la acción

4.1 Las dimensiones analíticas emocionales

Las dimensiones analíticas emocionales de las que hacemos mención en esta parte del

capítulo corresponden a la proclividad que existe con respecto a las emociones que

transmite el diario hacia los lectores católicos. Con base en una lectura cronológica de

las publicaciones, detectamos cinco diferentes dimensiones que resultan constantes en

ellas:

                                                                                                               116 Bonhomme. Marc y Horak. André, “La desdramatización de las emociones en la prensa escrita”. UAM-X, No. 24, Agosto, 2009. p. 72.

  95  

4.1.1 Enojo e indignación

La más constante de las emociones es sin duda, el enojo. Expresado de diferentes

formas como la indignación, la alarma e incluso la exasperación, es sin duda alguna,

uno de los tonos más empleados en todas las secciones y en la aplastante mayoría de

los artículos. Es la muy personal firma de los editores, a quienes les parece

sencillamente inadmisible el tratamiento de la situación por parte del gobierno.

Los artículos publicados en Desde mi Sótano son la manera de los católicos

educados de hacerle frente a las injusticias constitucionales de las que fue víctima la

libertad de cultos.

Aunado a este análisis, es pertinente hacer mención del objetivo más importante

que cubrió esta modesta publicación, que fue el de servir como medio de denuncia no

sólo ciudadana, sino en contra del régimen.

El sentimiento de injusticia que la situación social y política gestó en la población

y, evidentemente, en los editores de Desde mi Sótano, fue el mismo que dio forma y

materializó la posibilidad de valerse de un medio impreso como herramienta para

evidenciar los abusos del gobierno e, incluso, personas non-gratas entre la sociedad

católica mexicana de la época. Ejemplo de esta primera dimensión, es el siguiente:

[…]Más aún, contra sus mismos compatriotas se han vuelto sus sentimientos rastreros

y bajos si los hay!

Nadie olvida, en efecto, que fueron los buenos sacerdotes españoles en sufrir los

primeros furores sectarios del gobierno mexicano.

Pero todo eso poco ha pesado en el ánimo de culebra de esos que se llaman

españoles.[…]

No han bastado súplicas ni ruegos. Ellos dijeron por aquí, y por allí han ido contra

viento y marea. Han querido explicar su actitud, alegando miedo las represalias de

Calles.

  96  

Un español con miedo? Comprenden ustedes eso? Y celebrar por miedo una fiesta

que es todo del valor de un puñado de españoles capitaneados por Pelayo, contra

toda una morisca furiosa, lo imaginan ustedes?

Lo que hay aquí, es que en la Junta de las Fiestas de Covadonga hay unos más

masonetes, vendidos, bajos y rastreros. Eso es todo![…]

Son los que vienen de España, como el pulque, es decir, en cueros, y también

después como el pulque se suben, porque se han casado con alguna tonta mexicana

a quien sorbieron el seso, y captaron los millones.

Ralea, deshecho de la noble y grande España.[…]

Sabremos distinguir. Oh! y muy bien entre Gachupines y Españoles! Y ya nos

veremos las caras pronto, muy pronto.

Mueran los gachupines! y vivan los Españoles!

Silvio Pellico117

En este artículo, Pellico firma personalmente un texto en el que se denuncia la

participación de los “gachupines” en las fiestas de Covadonga. Hace claro el insulto del

que son sujetos los cristeros que combaten por la libertad religiosa en México, al verse

objeto de la burla implícita de los primeros.

Los adjetivos como “bajos”, “masonetes” (peyorativo de masón), “rastreros”, “vendidos”

y el mismo “gachupines”, encaminan perfectamente la atención del lector hacia los que

se consagran como los villanos, de acuerdo a la perspectiva de Pellico. La comparación

final entre una víbora, y el comportamiento de quienes fueron parte de las fiestas, es la

manera de cerrar enfáticamente el artículo.

Otro ejemplo de esto son los siguientes textos:

¡JUDAS!

Hay un tipo, entre los tipos de los criminales, el más abominable y odioso de todos. Es

la deshonra de la especia humana.

¡Judas Iscariote!

Solo el diletante de Renan se ha atrevido a defenderlo, pero todos los demás, buenos                                                                                                                117 Anexo 3: Imagen del periódico: “Gachupines y no españoles” Pellico, Silvio, “Gachupines y no españoles”, Desde mi Sótano, México, 9 de septiembre de 1926, p. 1 y 4.

  97  

y malos, lo miran con horror y lo tratan con desprecio. ¡Nadie lo perdona!

Y es que su acción, es de las más bajas que puede producir la vileza de un corazón

malnacido.

Vender al enemigo, vengarse, ajustar sus actos a la ley del Talión: ojo por ojo, diente

por diente; es malo, es perverso, es profundamente anticristiano.

Pero vender al amigo, traicionar con un beso, pagar con males los bienes, fingirse

partidario para sorprender secretos cotizables en oro del perseguidor….

¿Hay cosa más asquerosa que esto?[…]118

En este texto, similar al primero, El Lic. Verdad critica duramente a quienes

venden y traicionan la causa cristera, trabajadores de la Sría. de Gobernación, pagados

para recabar información importante entre todas las clases. Una vez más, el editor hace

gala de un lenguaje sofisticado y de recapitulaciones históricas que sirvan como simil al

lector, para entender la naturaleza de los traidores dentro del conflicto religioso: sin

mencionar nombres, habla de “una señora de la aristocracia, que se constituye por

unos cuantos pesos, espía de la Secretaría de Gobernación, y se hace invitar a

reuniones de católicos para luego ir con el chisme a quien le paga”119, del “agente

confidencial que se insinúa en alguna familia, y aún se finge cura para delatar un

supuesto complot”120 o del “amigo de antaño que come de la misma mesa, y recibe

atenciones de una caritativa señora y buenas hijas, y por quinientos pesos! denuncia,

agrandándolas, unas palabras inconsideradas, dichas en la intimidad de la familia”121,

entre otros.

4.1.2 Empatía

Como se explicó con anterioridad en el capítulo, los católicos que dieron seguimiento y

lectura a esta publicación, no eran los mismos católicos que se alistaron en el ejército

cristero: la labor de la prensa clandestina y, concretamente de este diario, fue promover

                                                                                                               118 Licenciado Verdad, “¡Judas!”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1. 119 Ibíd. p.4. 120 Ídem. 121 Ídem.

  98  

la creación un frente de lucha letrado y con una capacidad de organización que

permitiera combatir los muchos aspectos negativos del gobierno, a través de la

logística.

Sin embargo, buena parte de las noticias a las que se les daba voz, venían de los

frentes de guerra donde la clase católica menos afortunada, daba vida a la lucha contra

el gobierno federal.

Es por ello que una de las dimensiones analíticas emocionales que llama la

atención durante la lectura, es la empatía.

Guadalajara, agosto 22 de 1926

Son las 10.30 de la noche. Acabamos de venir de la puerta de Inspección para felicitar

a las muchachas que en estos momentos salieron de allí, en medio de los aplausos,

de los gritos de ¡Viva Cristo Rey! y ¡Adelante con el Boycot! - Sintiendo que a nosotras

no nos hubiera tocado estar también con ellas[…]

Eran las 7 de la noche cuando llevaban entre los soldados a 11 muchachas que

estaban en diferentes cines, al llegar al frente del Sagrario, se había juntado bastante

gente, en su mayor parte hombres que les gritaban las dejaran en libertad y empezó la

rechifla en la Plaza de Armas por el atropello que iban cometiendo con las indefensas

Señoritas […]

Llegó el Amparo: les dijeron a las muchachas que estaban en libertad y ni una sola

quiso salir hasta que salieron también los 16 hombres? Mientras se dieron a la tarea

de tapizar las paredes de la Inspección con el Boycot - Te imaginas la ovación a la

salida! […]122

En este fragmento de “Lo que la prensa calla” del 29 de agosto, se distingue el

sentido empático con el que Pellico ofrece a sus lectores los altibajos del conflicto, pues

sin dejar atrás el tono indignado con el que habla de los hechos tal y como sucedieron,

da cabida al sentimiento de participación afectiva con respecto de las circunstancias                                                                                                                122 Anexo 4: Imagen del periódico: “Lo que la prensa calla” Anónimo, “Lo que la prensa calla”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 2.

  99  

que determinan la cotidianeidad de quienes viven la lucha desde una perspectiva más

cercana.

Pellico exalta los valores de quienes quedan retratados como héroes de cada una

de las experiencias que se relatan, en este caso, “las Señoritas” que promovían el

boicot, desde el personal punto de vista de Pellico, son inocentes, osadas, retadoras y

valientes, pues aunque en muchas ocasiones los adjetivos no se muestren como tal, la

dirección del texto nos da la idea.

Otro ejemplo que detalla el apartado que analizamos, es el artículo que figura en

la primera plana del ejemplar del 2 de septiembre de 1926:

Una Víctima Inocente

[…] No contentos con golpearlo brutalmente, los bellacos agentes cargaron con el

pobre hombre a la Inspección, lugar donde quedó sin curarse y casi sin comer, por

espacio de diez días.

Encontramos al infeliz en un cuartucho de vecindad, descansando sobre un mísero

petate sin que alguien le proporcionara un vaso de agua para mitigar los ardores de la

fiebre que lo consumía. Tartamudeando, nos explicó su caso. La noche del 31 de julio

volvía del centro de su trabajo, sin haberse mezclado para nada en la defensa del

templo de San Rafael, cuando se encontró con un grupo de técnicos y montados, que

como fieras se echaron sobre él - ¡oh suprema valentía! - y lo molieron a palos y se lo

llevaron preso a la Inspección.

El infeliz tiene un pulmón deshecho por los golpes recibidos de los agentes de la

legalidad y del apego estricto a las leyes.

Ahora está en los salones de la benemérita Cruz Roja […]123

En este relato, Pellico se centra en el sufrimiento de quien el mismo llama “una

víctima inocente”, exponiendo los detalles de la situación al público que lo lee, para

crear en ellos un verdadero sentimiento de empatía y afectividad casi lastimosa.

                                                                                                               123 Anónimo, “Una víctima inocente”, Desde mi sótano, México, 2 de septiembre de 1926, p. 1.

  100  

4.1.3 Esperanza y ánimo

Una de las tareas fundamentales del periódico fue también la de llevar buenas

noticias a los lectores y seguidores. Era de vital importancia para la resistencia, contar

con el respaldo moral que le permitiera a los católicos que daban continuidad a la lucha

desde una trinchera menos sangrienta, hallar esperanza en las acciones, triunfos y

aciertos de los grupos cristeros que combatían en el resto del país.

Desde mi Sótano fue un enérgico difusor y apasionado seguidor de las pequeñas

o grandes victorias que ostentaron los militares cristeros en todo México. La transmisión

de este sentimiento de esperanza se hace presente en textos como el siguiente:

“[…]Si, es muy cierto, la actitud que han tomado los católicos frente a los

perseguidores de su fe es gallarda. El Boycot es un arma noble, porque no hay en ella

ni la sombra de un delito: es santa porque lleva envuelta entre sus pliegues la Cruz de

Cristo, la mortificación, la penitencia es viril porque someterse a las privaciones a

veces costosas a nuestra naturaleza, revela un ánimo templado y resuelto: es

admirable porque se esgrime sufriendo, y por defender las realidades espirituales, no

los mezquinos intereses temporales,; y es eficaz porque a la larga no podrá resistir un

Gobierno, cualquiera que sea, a la bancarrota de su nación tan solo por defender un

capricho que todos reprueban.

El mundo entero nos admira, creyendo que todos los católicos mexicanos, a una, nos

hemos puesto a sufrir por la causa de Dios, con grandes ánimos y resuelta voluntad y

esto es hermosísimo y heroico[…]”124

El texto, si bien denuncia la inconsistencia de algunos católicos mexicanos que

abrumados por las pérdidas económicas que supuso el boicot, no se apegaron al

mismo, se da el tiempo y espacio de enaltecer la medida resuelta por La Liga y, sobre

todo, la actitud “gallarda” y “admirable” con la que el editor asegura, los verdaderos

                                                                                                               124 Anexo 5: Imagen del periódico: “¿Cobardes o traidores?” Pellico, Silvio, “¿Cobardes o traidores?”, Desde mi Sótano, México, 12 de septiembre de 1926, p. 1.

  101  

católicos han sabido asumir sus responsabilidades. Generalmente, las buenas noticias:

esas de aliento, ánimo y esperanza, giran en torno a este suceso tan comentado por el

periódico:

[…] Tenemos muchísimas noticias que dar a nuestros lectores. Son noticias

preciosas, relatos de hechos verdaderamente heroicos, hazañas gloriosas de los

soldados de la causa santa […]

[…] el Boycot da sus efectos. Dos Cámaras de Comercio han sido disueltas a causa

del Boycot. Muchos establecimientos comerciales están pasando las de Caín, como

vulgarmente se dice, porque los católicos - los buenos, los que saben donde está su

obligación - no compran como antes. Aquí mismo en México, el Salón Rojo ha cerrado

sus puertas porque las entradas no daban para pagar tres orquestas […]125

Un último ejemplo que tiene como tema central la caída de Calles, lleva el

personal sello esperanzador del periódico:

[…] Esperad, pues, mexicanos, uno de los más solemnes acontecimientos de nuestra

historia, la espantosa caída del más brutal de los tiranos, Calles.

El estallido que va a dar dentro de muy poco tiempo será también el anuncio del

desastre de toda su infame corte de abusones de la fuerza.

Mexicanos oprimidos, alegráos, La hora de la liberación se acerca.

La primera campanada del final de esta tragedia ha sonado en Guadalajara…

VIVA LA LIBERTAD

VIVA CRISTO REY!”126

4.1.4 Cohesión

Derivado del análisis anterior, toca el turno al sentimiento de cohesión que los editores

quisieron transmitir a través de la información que publicaron y su respectivo

tratamiento.

                                                                                                               125 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 3. 126 Anónimo, “La caída de Calles es inminente”, Desde mi Sótano, México, 24 de abril de 1927, p. 1.

  102  

Finalmente, ese tono de esperanza y fe que Desde mi Sótano guardó hasta la

última de sus publicaciones, no habría tenido razón de ser si no fuera por la especie de

hermandad que intentó construir alrededor de su trabajo periodístico. Fue el discurso

fraternal que sostuvo frente a las buenas y malas noticias, que le dio ese carácter de

congregación y que le permitió entablar un diálogo tan personal con todos aquellos

católicos mexicanos que se sentían, como los mismos editores, víctimas de un abuso

político y social. Ejemplos de esta dimensión son los siguientes:

[…] ¿Tiene el Boycot algún otro carácter moral apreciable?

Uno y muy grande y plausible. El de la mortificación y penitencia tan recomendadas

por Jesucristo y aún por moralistas no cristianos.

Privarnos de diversiones y de otras cosas agradables es mortificarnos, y si esto se

hace en unión con los sufrimientos y méritos de Jesucristo, es cosa muy meritoria ante

Dios.[…]

¿Cómo se calificará entonces a los católicos que quebrantan el Boycot?

De traidores, de cobardes, de católicos; de mentirijillas, de borregos que van al

matadero sin protestar, de indignos de los pantalones si los llevan, y si llevan faldas,

de vanas, locas, corrompidas e indignas de confianza para formar un hogar noble y

santo […]127

El editor se vale de lo que es probablemente el elemento de cohesión más

importante entre la sociedad oprimida de los años veintes en México: la religión. El texto

marca la clara diferencia entre el católico verdadero, el que lucha por sus ideales,

blandiendo la bandera de la religión, y el “indigno” que es incapaz de someterse a las

responsabilidades que le confiere su fe. Es en textos y relatos como éste, que el

periódico logra crear un sentimiento de elitismo para con sus lectores a quienes, a

través de afirmaciones y juicios categóricos, les hace la sutil invitación a apegarse

estrictamente a las normas tácitas que implica el conflicto religioso.

                                                                                                               127 Anexo 6: Imagen del periódico: “Preguntas y respuestas” Anónimo, “Preguntas y respuestas”, Desde mi Sótano, México, 17 de octubre de 1926, p. 2.

  103  

Otra manera peculiar que tuvo el periódico de fortalecer los lazos entre quien

escribe y quien lee, fueron las canciones que se publicaron entre los artículos que

dieron dinamismo a las letras de Desde mi Sótano:

[…] Lanzarme al boycott.

Sin un alfiler….

Al grito de gloria y de triunfo

Que dice: ¡VIVA CRISTO REY!

Gritar con pasión,

Volver a gritar

A cada descarga

Con que intentan el grito acallar!

Cantad! cantad! cantad! cantad!

Que al cabo mi Cristo no muere!

Reid!, reid!, reid!, reid!

Que al cabo con El nadie puede!

Boycott! boycott! boycott! boycott!

Aunque los tiranos relinchen:

¡Que sepan y entiendan

Que son libres los hijos de Dios! […]128

4.1.5 Tablas de referencia

Para facilitar la identificación de cada una de las connotaciones descritas a través del

uso de ciertos adjetivos, adverbios, sustantivos, verbos o frases que las distinguen, es

recomendable considerar las siguientes tablas:

                                                                                                               128 Pinto, T., “Boycott”, Desde mi Sótano, México, 28 de octubre de 1926, p. 4.

  104  

Enojo e indignación

Adjetivos Sustantivos

Rastreros Puñado

Bajos Masonetes (masones)

Vendidos Vileza

Abominable Culebra

Odioso Gachupines

Asquerosa

Empatía

Frases

No contentos con golpearlo brutalmente Encontramos al infeliz en un cuartucho

Cargaron con el pobre hombre Por el atropello que iban cometiendo

Sin curarse / sin comer Con las indefensas Señoritas

Descansando sobre un mísero petate Para felicitar a las muchachas

Los ardores de la fiebre que lo consumía

Que como fieras se echaron sobre él

Esperanza y ánimo

Adjetivos Sustantivos

Gallarda Ánimos

Noble Voluntad

Santa Hazaña

Gloriosa

Templado

Hermosísimo

Heroico

Cohesión

Adjetivos Sustantivos

Apreciable Mortificación

Meritorias Penitencia

Indignas Sufrimientos

Noble Pasión

Santo Gloria

Moral Triunfo

  105  

4.2 El hablante

Si bien hemos dedicado una buena parte de nuestro investigación a la importancia de

los textos, contenidos y del tono con el que estos fueron puestos a disposición de la

audiencia, es importante ahora hacer énfasis en la figura tan importante que resulta el

hablante o emisor del mensaje.

En varias ocasiones hemos mencionado tanto a Silvio Pellico como al Licenciado

Verdad, de cuyo verdadero nombre no se tiene registro. Pero no hemos dado la

oportunidad de explicar el papel tan importante que jugaron los dos como líderes de

nuestra publicación.

Es muy probable que a lo largo de la historia del periódico, no existiera más que

un editor a la vez, aunque se menciona a “la redacción”129 como equipo de trabajo:

durante el tiempo que Pellico tuvo la redacción y publicación a su cargo, no se dejan ver

rastros de colaboradores o ayudantes que tuvieran alguna influencia en el estilo

particular de Pellico. Una vez llegado el fin de su trabajo, el Licenciado Verdad hizo lo

propio, tomando las riendas del diario, que continuó haciendo gala de su

homogeneidad.

Es posible que Pellico haya, vuelto meses más tarde al ejercicio de su puesto

original, pues su firma se deja ver tiempo después de que la trampa se lo lleva.130

Si tuviéramos que hacer una comparación con una figura de autoridad cotidiana,

los editores de Desde mi Sótano podrían tener a simple vista, una similitud con los

predicadores religiosos: su labor es casi la de un guía que intenta digerir la información,

para transmitirla a sus lectores, no sin antes haberla impregnado de su muy particular

punto de vista. Para ejemplificar esta observación, basta echar un vistazo a artículos

                                                                                                               129 Anónimo, “La situación del momento”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 3. 130 Licenciado Verdad, “Al público católico mexicano”, Desde mi Sótano, México, 10 de octubre de 1926, p. 1.

  106  

como “Preguntas y respuestas”131, en el que el editor se permite una sesión de nada

más y nada menos que eso. Si bien no es claro que las preguntas las formule

verdaderamente el público lector, o que sean producto de la creatividad de quien las

contesta, el editor que en este caso parece ser El Lic. Verdad, se da a la tarea de

aclarar preguntas directamente relacionadas con la legitimidad del boicot y la causa

católica.

Es cierto que algunos de los temas que se tocan en el periódico pueden resultar

distantes para los lectores, temas que hablan de las relaciones diplomáticas con

Estados Unidos o que hacen alusión a organizaciones gubernamentales. Sin embargo,

por lo que se percibe una necesidad por parte del editor, de aterrizar la información

para que ésta pueda ser fácilmente identificada y, sobre todo, clasificada por los

seguidores del periódico.

Además, a lo largo de su trabajo, el editor se revela ante sus lectores como el

cazador de información prohibida: imprime y transcribe comunicados de prensa que

llegan a periódicos oficialistas, se hace de información que seguramente no estaba

destinada para él o su diario y tiene siempre la hora y el lugar de las juntas y reuniones

que organiza el gobierno para darle voz a su campaña, con lo que da más fuerza a la

función de espacio de denuncia dentro del boletín. Un ejemplo claro de esta función

periodística, es el artículo “Documento revelador importantísimo”132, que figura en el

ejemplar del 29 de agosto de 1926.

Gran parte de la simpatía y aceptación que vivió Desde mi Sótano entre el nicho

que lo adoptó como medio informativo, se debió al tono satírico con el que se dio la

libertad de abordar temas políticos y sociales que, si bien eran injustos y provocaban

una fuerte aversión hacia la clase política, sabían también ponerle un toque humorístico

a los artículos, concretamente aquellos que hablaban de Calles.

                                                                                                               131 Anónimo, “Preguntas y respuestas”, Desde mi Sótano, México, 17 de octubre de 1926, p. 2. 132 Anónimo, “Documento revelador importantísimo”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 1.

  107  

Un ejemplo extraordinario de la mano divertida de quien tuvo en su momento la

dirección del periódico en sus manos, es este:

EL MEDIQUILLO DE PROVINCIA

Había en un lugar de México, de cuyo nombre no quiero acordarme, un galeno

pesetero, a quien las médicas dietas de sus esfuerzos casi todos proletarios, no le

alcanzaban a veces ni para cubrir las apariencias. Nuestro galeno, parte por dignidad

profesional, parte por la necesidad de andar de ceca en meca, en busca de los

pacientes, gastaba coche […].

Pero el Hipócrates provinciano, no se daba por vencido, y por aparentar lo que no

tenía, había dado en la más peregrina idea, que pudo ocurrírsele nunca al más astuto

prendero.

Todas las noches, al regresar de su cotidiana faena, hacía que su cochero entrase en

el coche provisto de una candela encendida, para que filtrándose la luz a través de las

hendiduras abiertas en la carrocería, descubriese así la traidora grietecilla […].

Pero tantas noches pasaron y tantas tiras de papel ocultaron los desperfectos que al

fin un día, precisamente cuando pasaba por la plaza principal de la ciudad, una

violenta sacudida contra una piedra malaventurada, hizo que el coche se desfundara

dejando a nuestro médico sentado en el suelo sobre un montón de astillas de lo que

fuera el asiento del coche[…]133

Pero sin duda alguna, el principal merecedor de sus burlas, fue el entonces

Presidente de la República:

[…] Ni duda cabe de que le cae mejor al Sr. Presidente el sombrero ancho y el sweter

del agricultor de nuestras fronteras, que el frac y la banda tricolor de las recepciones

diplomáticas del Palacio Nacional.

Según el repórter, el Señor Calles es un excelente agricultor, y en presencia de varias

personas hizo gala de sus habilidades, que son muchas. Aunque es cierto que por

poco se va de cabeza a una zanja, al empeñarse con una terquedad muy de su

                                                                                                               133 Anexo 7: Imagen del periódico: “El mediquillo de provincia” Pellico, Silvio, “El mediquillo de provincia”, Desde mi Sótano, México, 31 de diciembre de 1926, p. 1.

  108  

carácter en arar con el tractor una tierra, que estaba dura como si fuese de cemento

armado.

A pesar de ese accidente, que hubiera sido muy sensible, creemos con el repórter que

la habilidad agrícola del Sr. Calles es mucha, porque todo hombre ha de tener por

fuerza alguna habilidad, y el Sr. Presidente, para gobernar a un pueblo, no ha

mostrado ninguna, luego en toda lógica su habilidad será arar en el campo […]”.134

Desde mi Sótano no dedicó a su audiencia más que dos publicaciones con

caricaturas, que corresponden a las últimas dos publicaciones de las que se tiene

registro: la primera titulada “Caso Peliagudo”135 y la última “Pidiendo Misericordia”136

sin embargo, el análisis político y social empapado de ese tono sarcástico que

caracteriza la edición, puede ser el reemplazo de la sección de caricaturas que tienen

los periódicos de hoy.

Pellico y el Licenciado Verdad son, en otras palabras, las figuras morales y de

autoridad que sirven como guías en la orientación de la opinión pública generada en

torno a los contenidos informativos de Desde mi Sótano, para sus lectores católicos.

4.3 El llamado a la acción

Una de las consecuencias más remarcables de la actitud beligerante que tienen los

editores del periódico, deriva en una característica sobre la que vale la pena detenerse

al final de este tercer capítulo.

Como hemos mencionado con anterioridad, Desde mi Sótano fue además de un

rotativo consagrado a la circulación de información oportuna relacionada con la

situación social y política del momento, un incansable promotor de la lucha católica a

favor de la libertad religiosa, un rotativo que sirvió a lo largo de su existencia como

medio de denuncia, pero también de motivación para darle forma y solidez a la                                                                                                                134Pellico, Silvio, “Erró la vocación”, Desde mi Sótano, México, 16 de diciembre de 1926, p. 1. 135 Anónimo, “Caso peliagudo”, Desde mi Sótano, México, 10 de abril de 1927, p. 3. 136 Anexo 8: Caricaturas. Anónimo, “Pidiendo misericordia”, Desde mi Sótano, México, 24 de abril de 1927, p. 3.

  109  

resistencia que representó la clase media católica mexicana en la lucha contra el

gobierno y las leyes que instauró.

Una de sus labores más destacadas fue, sin duda alguna, la de influir en la firme

decisión de muchos católicos de participar en el célebre boicot, al que como podemos

constatar a lo largo del análisis, se le dedican líneas, reflexiones, aplausos y artículos

enteros, así como la labor de hacer llegar información interna y cuestiones de logística,

de un lector a otro.

Ejemplo del llamado a la acción entre las líneas escritas en el periódico son los

siguientes:

[…] Nuestro boycot consiste en no comprar más que lo necesario. No divertirse, no

comprar billetes de Lotería, no perfumarse, no estrenar nuevos vestidos, comer con

pobreza, no comprar y regalar cuelgas, no gastar en flores, etc. y procurar que nuestro

indispensable consumo se haga de preferencia entre el comercio más humilde y el

más católico. Sigamos sosteniendo con enérgica constancia el verdadero boycot, el

boycot legal y bastará para obtener el triunfo que perseguimos, guiados por el más

noble de los ideales, la libertad, la libertad verdadera, la santa libertad.137

En el texto anterior, Pellico llama a la resistencia como medida activa para

combatir las medidas impuestas por el gobierno federal, es claro que muchos de los

escritos que ondean la bandera de la esperanza, del ánimo y la valentía dentro del

periódico, estaban relacionados con las acciones emprendidas por La Liga, pues era la

única forma que tenía la clase media de ayudar a la causa.

Otro ejemplo que ilustra el llamado a la acción que caracterizó a Desde mi Sótano,

fue “Las Listas Negras”:

                                                                                                               137 Anexo 9: Imagen del periódico: “Precaución católicos, cuidado con los revolucionarios y con el falso boycoteo” Anónimo, “Precaución católicos, cuidado con los revolucionarios y con el falso boycoteo”, Desde mi Sótano, México, 22 de agosto de 1926, p. 1.

  110  

[…] Queremos atribuir todo a que muchos católicos cándidos pensaron, al leer las

noticias publicadas en los grandes diarios, que el conflicto religioso tocaba a su fin.

Sin embargo, esos católicos cándidos deben meditar muy seriamente que con su

actitud están haciendo traición a su fe y nulificando, en cierto modo, el heroico

comportamiento de sus hermanos.

Además sabemos que muchos católicos no pueden prescindir de acudir a los

espectáculos, sistemáticamente. Las situaciones como las que atravesamos, sirven a

maravilla para deslindar los campos. Los católicos que no siguen el boicot, no son

CATÓLICOS. En nuestra obligación está desenmascararlos para que todos los

buenos sepan qué clase de gente son. Lector: si a usted le consta que algún

pseudocatólico no sigue las reglas del boicot, dé su nombre a los jefes de La Liga

para que nuestro pequeño periódico pueda hacerlo público y formar las LISTAS

NEGRAS.138

El tono agresivo con el que Desde mi Sótano aborda temas de irrefutable

importancia para los lectores, sirvió también para desincentivar las posibles traiciones

que algunos pseudocatólicos pensaran cometer, sobre todo en el estricto sentido

financiero y económico, pues muchos de los comercios que se vieron afectados por la

crisis que generó el boicot, pertenecían a católicos de clase media que comenzaron a

buscar soluciones alternas que hicieran llegar algunos ingresos. De aquí que Pellico

hiciera un llamado en una de sus primeras publicaciones, en la que solicita

abiertamente a los verdaderos católicos tomar cartas en el asunto.

                                                                                                               138 Anónimo, “Las listas negras”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, pp. 3 y 4.

  111  

LAS CONCLUSIONES

¡Qué tal será ese niño contrahecho que nació en Querétaro, que hasta sus mismos padres lo critican! ¡Qué tal estará el infierno… que hasta los diablos se salen!139 Silvio Pellico, Desde mi Sótano.

A) La Cristiada y su estudio en México y el mundo

La historia del periodismo en México ostenta un lugar poco privilegiado en la memoria

de nuestro país. Y la historia del periodismo en México, concretamente durante la

Guerra Cristera, ostenta uno aún menos privilegiado.

La prensa internacional no ha sido menos dura con el estudio y la presencia

histórica del conflicto religioso en México, aun cuando sus implicaciones religiosas

llegaron a oídos del Vaticano y del Papa en turno, Pío XI y dieron como resultado los

cientos de mártires consagrados durante estos años. Tal vez los números y cifras que

se manejan durante la persecución religiosa en México (cerca de 90,000 muertos de

ambos lados. Aunque algunas cifras no oficiales señalan cerca de 250,000) no han

cobrado la importancia que merecen en el panorama social y político del mundo, pero

su ausencia en los textos de historia universal no demeritan su trascendencia en

términos de todo lo ya mencionado.

B) La documentación histórica

Es por todo lo mencionado anteriormente que este trabajo fue realizado con la firme

convicción y creencia de que es necesario dirigir esfuerzos hacia una documentación

informativa mucho más detallada de sucesos tan delicados y de tanta efervescencia                                                                                                                139 Pellico, Silvio, “Qué tal estará el infierno”, Desde mi Sótano, México, 29 de agosto de 1926, p. 4.

  112  

histórica, política y social como el que hoy hemos estudiado. La importancia de nuestro

trabajo, yace esencialmente en el análisis informativo que nos permite dibujar, aún con

timidez, el camino que siguió la prensa de oposición ilegal en nuestro país entre 1926 y

1928 con respecto del conflicto religioso. Pues pocas veces es la prensa el objeto

mismo del estudio, como medio para conocer las tendencias colectivas que

determinaron el actuar, pensar o sentir de una sociedad en crisis.

Nuestro periódico y esta investigación son una manera de darle voz y vida a una

parte del conflicto religioso, casi un siglo después de que éste sucediera. Esta

investigación ha volteado hacia el testigo más franco, vasto, sincero y permanente que

podemos encontrar en la actualidad, le ha dado voz y lo ha sometido a un análisis.

C) El análisis periodístico y las teorías de la comunicación

Antes que nada, retomaremos el concepto desarrollado por Pierre Salmon sobre lo que

es un documento histórico,140 lo que justifica la utilización de Desde mi Sótano como

objeto de estudio de nuestra investigación, pues obtiene ese carácter por el sencillo

hecho de ser un “documento escrito, a mano o impreso”.141

Una vez estipulado lo anterior, podemos pasar al análisis de las conclusiones obtenidas

a partir de la aplicación de dos teorías fundamentales para este trabajo.

C.1) Los Efectos Limitados

En realidad, la Teoría de los Efectos Limitados es solo el escalón que precede a la

Teoría de los Dos Pasos, sin embargo, es importante concluir que la primera ha

ayudado a nuestra investigación porque, en efecto, se cumple el supuesto de

Lazarsfeld que asegura que el mensaje de los medios de comunicación está

                                                                                                               140 Salmon, Pierre, Op. cit., p. 39. 141 Ídem.

  113  

fuertemente condicionado por el contexto social, cultural y político que rodea al receptor

del mensaje: de ahí que los efectos atribuidos con anterioridad a los medios (como en

la Teoría de la Aguja Hipodérmica) no sean los que se había supuesto con anterioridad.

Lo que se explica en la figura anterior (Figura 1) es el recorrido que sigue la

información emitida por los medios de comunicación. En otras palabras, es imposible

que el mensaje llegue de forma directa, y por lo tanto intacta, completando un trayecto

continuo en el que ninguna de las posibles variables que supone el bagaje individual del

receptor, influya en la manera en la que finalmente se percibe.

Por ello concluimos que la existencia de periódicos opositores al régimen en turno

es producto de un proceso consciente de selección que tiene lugar en gracias al

contexto social que lo rodea: los lectores deciden promover y sostener la existencia de más de una corriente informativa. En nuestro caso, es importante tomar en cuenta

que el aparato propagandístico y publicitario del gobierno contaba evidentemente con el

respaldo financiero y moral de la presidencia, lo que le daba una ventaja en términos de

Medios  de  comunicación  

Cultural  

Político  

Social  

Receptor  

Bagaje  del  individuo  /  Contexto  

Figura 1

Mensaje  

  114  

alcance informativo por encima de la prensa de oposición y, aún más, de la prensa

clandestina.

En la figura anterior (Figura 2) el modelo que hemos explicado se adecua a las

condiciones en las que el proceso de selección de información se dio en el público

mexicano durante los años de conflicto religioso, tomando en cuenta aspectos

personales que influyeron en la forma en que un mensaje alcanzaba su objetivo, como

las creencias religiosas de cada individuo, su afiliación o preferencia política y su clase

social, entre otras.

Pero paralelo al ya mencionado proceso de selección que se lleva a cabo entre el

o los receptores de un mensaje, cobra una gran importancia una figura que se trabajó a

lo largo de esta tesis a través de las múltiples menciones que se hicieron sobre Silvio

Pellico: el líder de opinión.

Medios  de  comunicación  

Creencias  religiosas  

Preferencia  política  

Clase  social  

Receptor  

Bagaje  del  individuo  /  Contexto  

Figura 2

Mensaje  

  115  

C.2) La Teoría de los Dos Pasos y el líder de opinión

La Teoría de los Dos Pasos o Two-step Flow, también trabajada por Lazarsfeld y Katz

en Personal Influence, habla de una limitación aún más profunda en el efecto de los

medios de comunicación sobre un público determinado, pues los condiciona no sólo al proceso de selección de cada individuo, sino a la preconcepción de sus ideas y a la coincidencia de las mismas con el punto de vista e influencia del líder de opinión.

La información parte de la fuente que la genera y llega a ciertos elementos

implicados que constituyen el aparato informativo de la sociedad (instancias

gubernamentales, gremios, sindicatos, medios informativos, secretarías, Iglesia, milicia,

etc.) y de ahí, esta información es retransmitida por los líderes de opinión a través de

múltiples canales hacia los diferentes segmentos de la audiencia que, entre más y

mejor delimitados estén, proporcionan un efecto amplificado de los medios.

Aparato  informativo  social  

Líderes  de  opinión  

Público  receptor  

Público  receptor  

Mensaje  

Figura 3

  116  

Es decir que antes de poder llegar a su objetivo, la información pasa por los

líderes de opinión. Fue éste el caso de Pellico, quien jugó un papel importantísimo en el

proceso de labrar criterios y orientar opiniones.

El mismo esquema, aplicado a nuestro caso de estudio, se presentaría de la

siguiente manera:

D) Desde mi Sótano como elemento cohesivo de indivisión dentro de la sociedad católica mexicana

De acuerdo con lo investigado y analizado a lo largo de esta tesis, la prensa opositora

clandestina durante el régimen callista fungió como un elemento que aportó cohesión e

indivisión dentro de la sociedad católica mexicana. Por lo que nos es posible asegurar

que la hipótesis planteada al inicio de esta investigación se cumple.

Es evidente que los logros militares conseguidos por los católicos poco tuvieron

que ver, al menos de forma directa, con el mismo Silvio Pellico, y es por eso que ése no

es el tema central de la investigación, sin embargo, es mucho más asequible la idea de

un efecto indirecto de solidez y unión entre el público católico que leía el diario.

Gobierno  Iglesia  Milicia  Etc.  

Silvio  Pellico   Mensaje  

Público  católico  

Público  católico  

Figura 4

  117  

Desde mi Sótano sobrevivió tres años, con publicaciones irregulares y sin un

formato digno de cualquier periódico moderno, eso es evidente. Sin embargo, lo

importante lo he dicho ya: sobrevivió.

La publicación alcanzó en su momento un tiraje de entre 100 mil y 150 mil

ejemplares142, que comparado con los 170 mil registrados por El Universal143 en los

años sesenta, es una cifra exorbitante para un periódico de oposición, y sobre todo

clandestino.

De acuerdo con las evidencias que Pellico nos deja, los únicos recursos del que

éste dispuso para lograr el éxito de la publicación fueron el discurso y la fe. A pesar de

la comprometida situación económica y legal, de su eterna condición de clandestinidad

y de la falta de táctica y técnica, Desde mi Sótano vivió tres años del conflicto y vendió

cara su derrota.

Es por ello que nos atrevemos a asegurar que la reacción del público lector ante el

surgimiento de una publicación que diera voz a los triunfos, demandas y protestas de la

sociedad católica y de la facción cristera que salió a defender con las armas el derecho

de ejercicio religioso, fue por demás positiva.

El discurso de Pellico buscó siempre la luz de la justicia y la verdad y es así como

Desde mi Sótano supo ser, como Pellico lo dice al inicio de su publicación, el portador

de esperanza que trajo las buenas noticias hasta las manos de quienes creían en la

causa cristera. Y de cierta forma, periódicos como éste, suplieron el vacío que

representaron las medidas instauradas por el régimen de Calles.

                                                                                                               142 Serna, Ana María, “La calumnia es un arma, la mentira es una fe. Revolución y Cristiada: la batalla escrita del espíritu público”. Cuicuilco. Vol. 14 No. 39, Enero – abril 2007. P. 160. 143 Ídem.

  118  

E) ¿Qué queda por hacer?

Si bien los años treinta en México nos acercan a lo que podríamos definir como la

modernidad histórica en muchos sentidos, es claro que queda trabajo por hacer: es

importante dar un seguimiento cuantitativo y cualitativo al periodismo que, producto del

callismo, acompañó al Maximato, así como la relación prensa-gobierno que imperó

durante este periodo.

Será importante hablar no sólo de la prensa oficial y oficialista: de la que se tienen

números, datos y registros o de los nombres importantes que figuran siempre en las

listas de periodistas consagrados, sino de aquella que se defendió con seudónimos y

que no tuvo un lugar de trabajo fijo y seguro, aquella que no contó con las

subvenciones gubernamentales. A través del desarrollo de una investigación de esta

naturaleza, será posible e importante dilucidar en qué momento la prensa clandestina e

ilegal, como lo fue Desde mi Sótano, deja de esconderse en el anonimato para pasar a

formar parte de la prensa de oposición durante un régimen.

Esto nos permitirá entender las relaciones que han existido y los acuerdos que se

han materializado entre la prensa y el gobierno a lo largo del siglo XX y principios del

XXI. Tal vez sea pertinente, aunado a esta investigación, un estudio sobre la evolución

de la libertad de expresión a nivel internacional que, muy probablemente, definió la

manera en que en México se comenzó a entender y practicar este derecho

fundamental. Asimismo tendremos una idea más clara de la evolución del líder de

opinión y de la importancia del papel que éste ha jugado en los múltiples episodios

históricos de orden político y social que han tenido lugar en México.

Los cambios han sido muchos, la entrada de la tecnología y de nuevas formas de

comunicación parecen acercarnos cada día más a la información, que está dispuesta

para nosotros, sin embargo, de alguna manera logramos alejarnos del estudio

retrospectivo que representa un acercamiento directo con nuestra historia. Es necesario

  119  

retomar la investigación bibliográfica y hemerográfica que permita a las siguientes

generaciones, y a la actual también, enfrentarse cara a cara con los acontecimientos

que han definido nuestro presente y la manera en que entendemos y vivimos nuestra

realidad. Es necesario también otorgarle la importancia histórica, política y social a cada

uno de los episodios que han servido de cimiento dentro de la formación de nuestra

identidad como país y como cultura.

Finalmente, y sobre todo, es fundamental comprender y aceptar el papel

trascendental que jugamos todos y cada uno de los que hoy escribimos la historia, en el

entendimiento de la realidad de quienes mañana nos leerán a través de nuestro legado

histórico documental.

  120  

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  128  

ANEXOS

  129  

Anexo 1: Cuestionario aplicado a trabajadores del Estado. Fuente: Serna, Ana María, “La calumnia es un arma, la mentira es una fe. Revolución y Cristiada: la batalla escrita del espíritu público”. Cuicuilco. Vol. 14 No. 39, Enero – abril 2007. P. 168.

1. ¿Qué religión profesa usted?

2. ¿Es usted observante de dicha religión?

3. ¿A qué actos de culto externo acostumbra usted acudir?

4. ¿Cuál es en su opinión la religión dominante en México?

5. ¿Ha observado usted que se cumpla por la mayoría de los habitantes con los

ritos y cultos de dicha religión?

6. ¿Ha cumplido usted en lo que concierne a los artículos 130 de la Constitución

General de la República?

7. ¿Considera usted beneficiosa para la Nación la política que desarrolla el

Gobierno del Centro?

8. ¿La juzga usted antirreligiosa?

9. ¿La juzga usted anticlerical?

10. ¿Qué opinión tiene del clero?

11. ¿Cuál es la labor que se propone usted desarrollar para cumplir fielmente con su

protesta de guardar la Constitución y las Leyes que de ella se emanen, en

cuanto a lo que concierne, con lo que se ha dado en llamar el problema

religioso?

12. ¿Qué opina del boicot que las llamadas asociaciones católicas pretenden contra

el gobierno de México?

  130  

Anexo 2: Lista completa de los títulos de los artículos • Desde mi sótano

• Noticias generales

• Estados Unidos

• Un hecho significativo

• La situación del momento

• Precaución católicos, cuidado con los revolucionarios y el falso Boycoteo

• Notas de Irapuato

• Eso es ahorcar

• Lo que la prensa calla

• La situación del momento

• La Cámara de Diputados

• Mexicano

• Las listas negras

• Qué tal estará el infierno

• Documento revelador importantísimo

• La fiesta de Covadonga

• El Diablo predicador

• Lo que la prensa calla

• Una carta interesante

• La situación del momento

• Una víctima inocente

• Lo que hemos ganado

• No mandéis a vuestros hijos a las escuelas de gobierno

• Nos quieren tomar el pelo

• Crímenes sin nombre

• ¡Adelante católicos de Monterrey!

• La situación del momento

• Alerta a los católicos

• ¿Miedo o precaución?

• Lo que piensa Calles del pueblo mexicano

• Monterrey

• Torreón

• Concepción del oro Aranzazu y Mazapil

  131  

• ¡Adelante en la lucha por la libertad!

• La situación del momento

• Una maniobra del General Calles

• La elocuencia de los números

• Manifiesto de las Señoritas Regiomontanas

• El comercio reta a los católicos

• La iglesia en México está luchando por los principios fundamentales sobre los cuales nuestro

país fue fundado

• A propósito de filosofías

• Gachupines y no españoles

• Apego a la Ley

• Lo que la prensa calla

• La situación del momento

• ¿Se tocará este año la campana de Dolores?

• Otra sugestión digna de aplauso

• Cobardes o traidores

• Quisicosas Gallinas

• Lo que la prensa calla

• La Feria de las calles de Tacuba

• Consideración y desconsideración

• La situación del momento

• La trata de blancas

• ¡Judas!

• Al público católico mexicano

• Agudeza de un Yankee

• Un verdadero timo

• Avestruces mexicanos

• La situación del momento

• Tú lo quisiste Fraile Mostén

• Una aclaración

• ¿El pueblo para el gobierno o el gobierno para el pueblo?

• Puesto que Doña Leonor renuncia mi mano

• Los puntos sobre las íes

• Preguntas y respuestas

• La inundación del mal

  132  

• Aprended flores de mí

• ¡Chin! ¡Patachin! ¡Chin! ¡Chon!

• Procedimientos de estafadores

• Los alzados

• ¿Cuándo acabará esto?

• La legalidad

• Boycott

• El hombre de la macana

• Cuidado ¡qué te quemas!

• Cristo vive, Cristo reina, Cristo impera

• Una prueba de la ridiculez del boucott

• Importante

• Una hazaña típica

• La situación del momento

• Otra vez en la brecha

• ¡Mentira! ¡Mentira! ¡Mentira!

• Silencio: habla Obregón

• Aviso al Sr. Ministro Casauranc

• Lo que la prensa calla

• Una preguntita

• Los puntos sobre las íes

• Castigo de Dios

• Lo que la prensa calla

• Sociales y personales

• Nuestra labor entre católicas de otras naciones

• La educación en la Secretaría de Educación

• Erró la vocación

• Una injuriosa representación diplomática

• Advertencia

• La situación del momento

• Épica hazaña

• Una actitud equivocada

• El mediquillo de provincia

• Después del niño ahogado

• Las ocurrencias del “Excélsior”

  133  

• De la Encíclica de S.S. Pío XI

• El mensaje presidencial

• No lo echéis en saco roto

• Una cruzada productiva

• El gran peligro

• La Razón de la Sin Razón

• Política Macha

• Los pactos bolcheviques de Calles con la CROM

• Los gallos revolucionarios

• Cumpliendo la Constitución

• Palabras del Santo Padre

• Leyendo a Bulnes

• Lo que la calla la prensa

• Capítulos de un libro

• Se casó la hija de D. Plutarco

• El cinismo entre copas de cognac

• Pugidos de beata

• Fortino

• Caso peliagudo

• Corrido popular

• ¿Se aproxima el fin del mundo…?

• Kerensky habla a México

• Los candidatos revolucionarios

• La caída de Calles es inminente

• Mane… Thecel… Phares

• Por taparle el ojo al macho

• Pidiendo misericordia

• Defensores de la Ley

• A nuestros amigos

• A cada quisque le llega su San Martín

• Del extranjero

  134  

Anexo 3: Imagen del artículo “Gachupines y no Españoles”

  135  

Anexo 4: Imagen del artículo “Lo que la prensa calla”

  136  

Anexo 5: Imagen del artículo “¿Cobardes o traidores?

  137  

Anexo 6: Imagen del artículo “Preguntas y respuestas”

  138  

Anexo 7: Imagen del artículo “El mediquillo de provincia”

  139  

Anexo 8: Caricatura

  140  

Anexo 9: Imagen del artículo: “Precaución católicos, cuidado con los revolucionarios y con el falso boycoteo”