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1. Jueves 20 de Febrero, a las 18:15 horas, tenemos la HORA SANTA

mensual. 2. El sábado 22 de Febrero, de 10 a 13,30 horas, en la Parroquia de San

Juan Bautista, tendremos el RETIRO PREPARATORIO PARA LA CUARESMA, impartido por Monseñor Sebastián Chico Martínez, Obispo Auxiliar de la Diócesis.

3. El miércoles 26 de Febrero, comienza la CUARESMA con el MIÉRCOLES DE CENIZA. La Imposición de la Ceniza será en las Misas de 7’10 (Vía Crucis), 9’30 horas y 19’ 30 horas.

4. El Miércoles de Ceniza y todos los Viernes de Cuaresma rezaremos el tradicional VÍA CRUCIS a las 6,30 horas, desde la Basílica de la Caridad hasta la Parroquia de Santa María de Gracia donde concluimos con la celebración de la Santa Misa.

5. Todos los Viernes de Cuaresma, a las 19 horas, rezaremos el Vía Crucis en nuestra Parroquia.

6. El jueves 27 de Febrero, a las 20,30 horas, se celebrará en nuestra Parroquia la TRADICIONAL LLAMADA LITERARIA, este año en su 50 Edición.

7. El viernes 28 de Febrero, a las 20,30 horas, en nuestra Parroquia, se celebrará la tradicional MISA DE LA JUNTA DE COFRADÍAS, de comienzo de Cuaresma.

8. El sábado 29 de Febrero, a las 19 horas, en el Teatro Circo, se celebrará el PREGÓN DE SEMANA SANTA que organiza la Junta De Cofradías, a cargo de D. Pedro Ferrández García, Comisario y Cronista Marrajo.

9. Todos los días, a las 19 horas, rezamos el SANTO ROSARIO, menos los Viernes de Cuaresma que rezamos el Vía Crucis.

10.Todos los Viernes, de 10 a 12 horas, tenemos la EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO. A las 11 horas rezamos el Rosario de la Divina Misericordia por las intenciones del Papa Francisco.

VIDA PARROQUIAL Dos próximas semanas:

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. Mt 5, 38-48 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oido que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehuyas. Habéis oído que se dijo: “Amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo”. Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen, para que seáis hijos de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y manda la lluvia a justos e injustos. Porque, si amáis a los que os aman, ¿qué premio tendréis? No hacen lo mismo también los publicanos? Y, si saludáis solo a vuestros hermanos, ¿qué hacéis de extraordinario? No hacen lo mismo también los gentiles? Por tanto, sed perfectos, como vuestro Padre celestial es perfecto».

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN Leemos hoy uno de los textos más exigentes del evangelio, aquel en el que Jesús nos dice: Amad a vuestros enemigos. Si a veces tenemos dificultades para querer bien incluso a nuestros amigos, ¿cómo amar a los que nos hacen daño, a los que nos odian? El Señor completa su mandato señalando: Así seréis hijos de vuestro Padre. Completa así lo que se anunciaba en la primera lectura, donde se instaba a Israel: Seréis santos, porque yo, el Señor, vuestro Dios, soy santo. El Dios de la Alianza indicaba así la plenitud a la que estaba llamado el pueblo de Israel, que debía reflejar en su vida e historia la naturaleza de quien cuidaba de él. Jesús extiende esa enseñanza incluyendo entre nuestro prójimo a los enemigos. Pera también indica algo nuevo. Aquel que es perfecto, el santo que nos llama a ser como él, es nuestro Padre celestial y quién nos enseña esto, de manera que no cabe error ni interpretación, es su Hijo amado. Así, cuando Jesús me pide que ame como el Padre, que hace salir su sol sobre malos y buenos, me esta indicando que es algo que puedo hacer porque el Padre me da su amor, me ha constituido hijo suyo por Jesucristo. Muchas veces no comprendemos lo que el Señor nos enseña porque olvidamos que somos hijos, que él nos da su gracia.

HOJA PARROQUIAL Parroquia Santa María de Gracia

7º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 23 DE FEBRERO DE 2020

LA COLECTA EXTRAORDINARIA MENSUAL PARA LA AMORTIZACIÓN DEL PRÉSTAMO DE LA OBRA

la tendremos en las Misas del Sábado 29 de Febrero y del Domingo 1 de Marzo.

4. EL PAN DE CADA DIA EN NAZARET Damos la mano a María para que nos introduzca en el hogar de Nazaret, cuya vida estuvo caracterizada por la más asombrosa normalidad. Todo tan normal como normal era el pan de cada día, que allí se comía. Y, con todo, aquella normalidad estaba transida de un misterio divino, que llenaba la casa y las existencias de sus moradores. Por ello, la adoración y la contemplación se convirtieron en el aire de aquel hogar. Dios se hace presente en la vida nuestra de cada día, para que podamos contemplar la belleza de su rostro y adorar el misterio de su divinidad. Tan cerca, que los latidos de nuestro corazón se acompasan a los del suyo. La comunión, que recibimos en la misa, es el inicio de la adoración y la contemplación fuera de la misa. Ambas se implican mutuamente. Contemplar y adorar es tratar con el huésped, que ha venido a morar en nosotros. 5. BODAS DE VINO Y SANGRE La pareja de novios de Caná, que se quedó sin vino el día de su boda, representa a la humanidad entera, proveniente de la primera pareja, que está falta de salvación. Otra pareja, Jesús y María, vienen en su ayuda. En el calvario la Madre le recuerda al Hijo la falta de salvación de la humanidad. Y Jesús se deja exprimir como un racimo de la mejor cepa, para que la humanidad pudiera lavar sus pecados en su preciosa Sangre. Las bodas de vino en Caná de Galilea anticiparon las bodas de sangre del Calvario, en las que Cristo, el nuevo Adan, se desposa con la Iglesia. Bodas únicas, que se actualizan en cada celebración de la Eucaristía. Cada vez que participamos en la Eucaristía, se renueva la alianza nupcial de amor de Cristo con cada uno de nosotros, por la que el Señor viene a ser para nosotros y nosotros somos para el Señor.

MARÍA Y LA EUCARISTÍA

Lectura del Santo Evangelio según San Mateo. Mt 4, 1-11 En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al fin sintió hambre. El tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Pero él le contestó: «Esta escrito: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”». Entonces el diablo lo llevó a la ciudad santa, lo puso en el alero del templo y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: “Ha dado órdenes a sus ángeles acerca de ti y te sostendrán en sus manos, para que tu pie no tropiece con las piedras”». Jesús le dijo: «También esta escrito: “No tentarás al Señor, tu Dios’”». De nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los reinos del mundo y su gloria, y le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras». Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: “Al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo darás culto”». Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se acercaron los ángeles y lo servían.

Palabra del Señor.

MEDITACIÓN En pleno ayuno, en pleno desierto, el tentador se acercó a Jesús, nos dice Mateo en el evangelio. Jesús fue tentado. La primera tentación es poner a Dios al servicio de su hambre, pero Jesús no pondrá nunca a Dios al servicio de su propio interés olvidando el proyecto del Padre. Siempre buscará primero el Reino de Dios y su justicia. Nuestra gran tentación es hoy convertirlo todo en pan. Reducir cada vez más el horizonte de nuestra vida a la mera satisfacción de nuestros deseos, hacer de la obsesión por un bienestar siempre mayor, o del consumismo indiscriminado y sin limites el ideal casi único de nuestras vidas. De tentaciones para nosotros sigue habiendo una: dar la espalda al proyecto del Reino de Dios. Jesús no solo no se puso de espaldas, sino que lo asumió con toda la responsabilidad y con toda la fidelidad hasta dar la propia vida. Los poderosos de su tiempo no pudieron resistir la fuerza con que Jesús se ponía al lado de los más vulnerables, mientras criticaba duramente a los que cerraban las puertas a los más humildes y a los más pobres. Tenemos, pues, cuarenta días para mirarnos nuestro interior y ver si lo que hacemos y lo que decimos colabora a extender este Reino del cielo por el que Jesús ha dado la vida.

1º DOMINGO DE CUARESMA 1 DE MARZO DE 2020