ARNOLD GUZMÁN EDWARD TORRES YULIMAR TOVAR
MARÍA UZCÁTEGUI LARRY VERA
PORCENTAJE DE ADULTOS VACUNADOS CON EL ESQUEMA ACTUAL Y SUS VARIANTES EN LA POBLACIÓN QUE ASISTE AL AMBULATORIO
URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA” BARRIO UNIÓN ENERO-MAYO DE 2006
BARQUISIMETO, MAYO 2006
UNIVERSIDAD CENTROOCCIDENTAL “LISANDRO ALVARADO” DECANATO DE MEDICINA
DEPARTAMENTO DE MEDICINA PREVENTIVA Y SOCIAL ASIGNATURA MEDICINA INTEGRAL DEL MEDIO URBANO
PORCENTAJE DE ADULTOS VACUNADOS CON EL ESQUEMA ACTUAL Y SUS VARIANTES EN LA POBLACIÓN QUE ASISTE AL AMBULATORIO
URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA” BARRIO UNIÓN ENERO-MAYO DE 2006
AUTORES:
TUTORES:
ASESOR:
Arnold Guzmán Edward Torres Yulimar Tovar María Uzcátegui Larry Vera Dra. Emelyn Sánchez Dra. María Isabel Najul Dra. María Isabel Najul
PORCENTAJE DE ADULTOS VACUNADOS CON EL ESQUEMA ACTUAL Y SUS VARIANTES EN LA POBLACIÓN QUE ASISTE AL AMBULATORIO
URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA” BARRIO UNIÓN ENERO-MAYO DE 2006
_________________________ _________________________ Dra. Emelyn Sánchez Dra. María Isabel Najul TUTOR TUTOR - ASESOR
PORCENTAJE DE ADULTOS VACUNADOS CON EL ESQUEMA ACTUAL Y SUS VARIANTES EN LA POBLACIÓN QUE ASISTE AL AMBULATORIO
URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA” BARRIO UNIÓN ENERO-MAYO DE 2006
POR
ARNOLD F. GUZMÁN M. EDWARD J. TORRES T. YULIMAR C. TOVAR G.
MARÍA A. UZCÁTEGUI S. LARRY A. VERA C.
___________________________ ___________________________
TUTOR TUTOR ___________________________ ___________________________
JURADO JURADO
Barquisimeto, Mayo 2006
DEDICATORIA
A DIOS, nuestro Padre espiritual,
sin él nada es posible alcanzar.
A nuestros Padres: Diego y Carmen
Guzmán, Juan y Teodora Torres, Lucía y
Felipe Tovar, Edilia y Vicente Uzcátegui e
Iris y Larry Vera, quienes nos han brindado
apoyo en todos los momentos de nuestras
vidas; son nuestra fortaleza.
A nuestros hermanos y hermanas,
que nos han servido de apoyo.
A nuestras parejas quienes con su
amor facilitan nuestras vidas.
AGRADECIMIENTO
A la Universidad Centrooccidental Lisandro Alvarado, a su personal
Docente y administrativo por darnos la oportunidad de formarnos
profesionalmente.
A las Dras. María Isabel Najul y Emelyn Sánchez, quienes con su
paciencia, entusiasmo, comprensión, apoyo y conocimientos fueron
imprescindibles en la realización de esta investigación, a ellas bendiciones.
A nuestros pacientes, quienes con su colaboración y peculiaridad
permitieron el desarrollo de nuestra investigación.
A todas las personas, que de alguna u otra forma colaboraron en el
desarrollo y culminación de nuestra investigación.
PORCENTAJE DE ADULTOS VACUNADOS CON EL ESQUEMA ACTUAL Y SUS VARIANTES EN LA POBLACIÓN QUE ASISTE AL AMBULATORIO
URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA” BARRIO UNIÓN ENERO-MAYO DE 2006
Autores: Guzmán, A; Torres, E; Tovar, Y; Uzcátegui, M; Vera, L.
RESUMEN
Con el objeto de determinar el porcentaje de adultos vacunados con el esquema actual y sus variantes en la población que acude al ambulatorio “Dr. Rafael Pereira” de Barrio Unión, se realizó un estudio descriptivo de corte transversal, en una muestra no probabilística accidental de 367 individuos mayores de 20 años distribuidos según edad, ocupación, presencia de patologías crónicas, inmunosupresión y embarazo, quienes asistieron a las consultas de Medicina Interna, Ginecología – Obstetricia y Pediatría en el lapso Enero-Mayo 2006. Para ello se realizó una entrevista a cada individuo constituida por cuatro partes que contemplaron identificación, antecedentes personales, vacunas recibidas y cumplimiento del esquema actual y sus variantes. Solo un adulto (0,3%) del total de entrevistados, tenía el esquema de vacunación completo para su edad. Así mismo, cumplió con las vacunas necesarias para su condición de salud (sano) y para su ocupación (administración y contaduría). En el caso de las personas que realizaban otras actividades laborales, como estudiantes, manipuladores de alimentos, trabajadores de la salud etc., así como aquellos (as) que referían padecer enfermedades crónicas, inmunosupresión o embarazo, quienes tenían indicaciones especiales para su condición, en su mayoría tenían el esquema de vacunación con sus variantes incompleto. En los adultos sanos mayores de 65 años, el mayor porcentaje (47,4%) estuvo representado por los que no recordaron haber sido vacunados, resultados que ponen en evidencia la importancia de una tarjeta de vacunación en el adulto para llevar el registro y control de las vacunas aplicadas. Este estudio puede servir como base informativa para contribuir en el diseño de programas de vacunación para la población adulta que asiste a dicho ambulatorio con el objeto de disminuir la morbimortalidad de enfermedades prevenibles por vacunas y mejorar así su calidad y expectativa de vida.
INDICE
CAPÍTULO
AGRADECIMIENTO…………...………………………………………..
RESUMEN………………………………………………………..……….
I. INTRODUCCIÓN……………………………………...................
II. METODOLOGÍA…………………………………………………
III. RESULTADOS………………........................................................
IV. DISCUSIÓN, CONCLUSIÓN, RECOMENDACIONES……..….
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS…………………………………….
ANEXOS………………………………………………………………….
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INTRODUCCIÓN
La vacunación es una de las estrategias más efectivas de prevención primaria
con que cuenta la Medicina preventiva y la salud pública en la actualidad, una
muestra de ello es la disminución de la morbimortalidad de enfermedades prevenibles
por vacunas en ciertos países a partir de la implementación de un esquema de
inmunización adecuado a su realidad (1).
La búsqueda de técnicas para hacerse resistente a las enfermedades
infecciosas es tan antigua como las propias civilizaciones. Los primeros escritos
relacionados con la vacunación datan del siglo XI, entre los que se destacan “El
tratamiento adecuado de la viruela” y “El espejo dorado de la Medicina”, donde se
describen métodos de inoculación antivariólica a partir de pústulas de enfermos con
viruela (2).
Más tarde, el 14 de mayo de 1796 Edward Jenner realiza el primer intento de
vacunación contra la viruela, al inocular a James Phipps la linfa de una pústula de
viruela obtenida de una ordeñadora que había contraído la enfermedad (3).
En 1880, Louis Pasteur desarrolla un sistema de inmunización pasiva frente al
cólera en gallinas y en 1885 inmuniza 24 ovejas procedentes de los llamados “campos
malditos” contra el carbunco (4). El 6 de julio de ese mismo año, prueba su método
profiláctico contra la rabia, al inocular el virus atenuado, a Joseph Meister, quien fue
mordido por un perro rabioso salvándole de la muerte (5).
En 1920 Albert Calmette y Alphonso Guerin, declaran que una clase de bacilo
bovino virulento desarrollado en un medio de bilis y de papas, era incapaz de
producir la enfermedad siendo este bacilo el que constituye la vacuna antituberculosa
BCG (Bacilo Calmette-Guerín), la cual comenzó a aplicarse en julio de 1921 (5) (6).
En el año 1923, Behring y Ramón introducen la primera vacuna antidiftérica,
y ese mismo año Thorvald Madsen, descubre la vacuna contra la tosferina. Años más
tarde, en 1932 Sawver, Kitchen y Lloyds descubren la vacuna contra la fiebre
amarilla. En 1954, Salk descubre la vacuna de virus muertos contra la polio y en
1957, Sabin introduce la vacuna de virus atenuados. Ya en la década de los 60 (1966)
Hilleman introduce la vacuna antiparotidítica de virus vivos atenuados, y al año
siguiente Auslien descubre la del Neumococo. En 1968 Gotschlich crea la vacuna
antimeningocóccica C y en 1971 la antimeningocóccica A. En 1970 David Smith,
desarrolla la vacuna contra el Haemophilus influenzae y pasados 3 años Takahasi
descubre la vacuna contra la varicela. Por último, en 1976 Maupas y Hilleman
elaboran la vacuna plasmática contra el virus B de la hepatitis (3).
En la actualidad se han observado ciertos avances en el campo de las vacunas,
por ejemplo la creación de nuevas vacunas como la vacuna contra el Virus del
Papiloma Humano (VPH) la cual ha progresado en dos direcciones: se han explorado
vacunas profilácticas para prevenir infecciones por VPH de novo y vacunas
terapéuticas para inducir la eliminación del virus y la regresión de las lesiones
precancerosas existentes, ya que ésta es la secuela del VPH de mayor importancia en
salud pública. Dicha vacuna está constituida por una proteína de la cápside, L1, que
tiene la capacidad intrínseca de autoensamblarse en partículas similares al virus (7).
Siguiendo la misma línea, dentro del campo de investigaciones para la
creación de vacunas ha surgido el gran desafío de producir la vacuna contra el Virus
de Inmunodeficiencia Humana (VIH), la cual se ha visto enormemente dificultada
por dos razones principales: su elevada capacidad de mutar y rápida multiplicación.
Sin embargo, las investigaciones continúan centrándose en las proteínas de superficie
del mismo (gp120, gp160, gp41), ya que éstas reaccionan específicamente con el
componente CD4 de los linfocitos, con el fin de evitar la adhesión del CD4 con las
glucoproteínas y por consiguiente impedir la entrada del virus a la célula del
individuo (8).
Otra de las vacunas que a pesar de no estar indicada en los adultos y que
constituye un logro más en el campo de la enfermedades transmisibles, es la vacuna
contra el Rotavirus, la cual está compuesta por virus vivos atenuados humanos, cepa
RIX4414. Esta vacuna fue introducida en nuestro país en Abril del año 2006 como
parte del esquema de vacunación del niño (8). Cabe resaltar que Venezuela es el
primer país de América en aplicar la vacuna en la población infantil (9).
A pesar de los todos los beneficios que conlleva la vacunación, han surgido
grupos a lo largo de la historia que se han negado a vacunarse, presentando
argumentos éticos, filosóficos, religiosos y hasta científicos (10), tal cual ocurrió en
1902 cuando dichos grupos en su lucha contra las vacunas propusieron la revocación
de la ley de vacunación obligatoria, sin lograr su cometido (11).
En muchos países se han registrado estadísticas alarmantes sobre
enfermedades prevenibles por vacunas, las cuales han disminuido con la introducción
de las inmunizaciones en los individuos. Como muestra de ello se puede hacer
mención de los 200.000 casos de Difteria que fueron reportados en 1921 en Estados
Unidos, lográndose el control de la enfermedad y ya para 1989 sólo se reportaron 24
casos de Difteria respiratoria, esto debido a la adecuada vacunación que se ha venido
realizando en la población infantil (12). Igualmente en España han venido
disminuyendo los casos desde 1945 cuando se introdujo como obligatoria la
vacunación, de ésta manera en los últimos 15 años los casos reportados han sido en
individuos de más de 14 años y desde 1987 no se han comunicado casos de esta
enfermedad (13). En Venezuela no se reportaron casos de difteria durante los años
1996 – 2002 (14). Así ha ocurrido también con el Tétanos, en Estados Unidos la
disminución de casos evidenciada va desde 560 reportados en 1947 a 48 casos
durante el año 1987, donde el grupo de edad más afectado sigue siendo la población
adulta, lo que indica que una gran mayoría de adultos no están protegidos contra esta
enfermedad (12).
En España, la incidencia de Tétanos ha presentado una tendencia decreciente
desde 1985, manteniéndose estable el número de casos registrados en los últimos 6
años con un promedio de 50 casos por año (13). En Puerto Rico entre enero de 1990
y abril de 2002 se registraron 20 casos de tétanos, afectando a individuos con edades
promedio entre 55-68 años, de los cuales 11 no tenían antecedentes de vacunación
anterior con toxoide tetánico y 5 eran portadores de enfermedades crónicas (15). En
Venezuela entre los años 1998 y 2004 fueron reportados 289 casos de Tétanos, con
85 defunciones notificadas; de éstos, 211 casos se presentaron en adultos. La vacuna
contra esta enfermedad está indicada en mujeres embarazadas susceptibles, evitando
su uso durante el primer trimestre del embarazo, pues su seguridad no ha sido
comprobada, también se recomienda su uso en pacientes VIH positivos y en los
trabajadores de salud (1) (ver anexo Nº 1).
Por otra parte, cada año en los Estados Unidos se le atribuyen al Neumococo
un estimado de 3.000 casos de meningitis, 50.000 de bacteriemia, 500.000 de
neumonía y 7.000.000 de Otitis media, siendo éste responsable de 40.000 muertes
anuales, la mitad potencialmente prevenibles por vacuna (16). De todas las
neumonías a nivel mundial del 15 al 30% se deben al Streptococcus pneumoniae y a
pesar de la disminución de la incidencia de la enfermedad desde la era de los
antibióticos, en 1977 se descubren en Sudáfrica los gérmenes resistentes a
antibióticos, lo cual contribuyó al interés en la creación de vacuna contra el
Neumococo. También en España fueron reportados 379 casos por cada 100.000
habitantes de los cuales el 50% eran resistentes a los antibióticos usuales (13). Debido
a su gran incidencia se introdujo la vacuna contra el neumococo dentro del esquema
de vacunación del adulto, la cual está indicada en personas mayores de 65 años no
previamente vacunados o vacunados 5 años atrás, adultos menores de 44 años con
enfermedades crónicas que aumentan su riesgo de desarrollar neumococcemias, en
trabajadores de salud, en asplénicos, en personas que habitan en instituciones de
cuidados y en individuos inmunocomprometidos (16) (1) (ver anexo Nº 1).
De la misma forma la Neisseria meningitidis se ha convertido en la primera
causa de meningitis bacteriana. Cada año son reportados de 1.400 a 2.800 casos en
los Estados Unidos, afectando en un 62% a individuos con edad mayor o igual a 11
años, de los cuales 11 al 19% de los sobrevivientes tienen secuelas (17). Desde 1998
hasta 2004, 107 personas fallecieron en Venezuela por meningitis causada por N.
meningitidis. La tasa anual en Venezuela para meningitis por meningococo fue de 0,6
a 1,4 x 100.000 para el 2002 con una mortalidad de 11 a 20%, predominando en
pacientes de 1 a 4 años y de más de 65 años (1).
La vacuna contra el meningococo está indicada en embarazadas con riesgo
sustancial de enfermedad (1), universitarios que comparten dormitorios, personal de
laboratorio que se encuentre expuesto a cepas de N. meningitidis, reclutas militares e
individuos asplénicos (17) (ver anexo Nº 1).
En lo que respecta al virus Influenza durante los años 1979 al 2001 en los
Estados Unidos se ha estimado un número aproximado de hospitalizaciones de
54.000 a 434.000 individuos por epidemia, siendo éste el causante de 36.000 muertes
por año durante la década de los años 90 (18). En Canadá durante 1980 se produjo
un brote epidémico en un asilo de ancianos que dejó 3 defunciones, las cuales
ocurrieron en personas no vacunadas (19). En Venezuela el número de individuos
afectados por este virus alcanza proporciones importantes, puesto que la cobertura
vacunal es muy baja, pero para el año 2004 la disponibilidad de la vacuna fue
sorprendentemente buena, siendo ésta indicada en individuos mayores de 50 años,
residentes de instituciones de cuidados crónicos, trabajadores del sector salud, en
enfermedad crónica cardiovascular o pulmonar, diabetes, insuficiencia renal,
hemoglobinopatías, alcoholismo, cirrosis, mujeres en su segundo trimestre de
embarazo durante la temporada de influenza, personas VIH positivas (1) (ver anexo
Nº 1).
Es oportuno mencionar que en los Estados Unidos para el año 1963 fueron
reportados 400.000 casos de Sarampión. Gracias al programa de eliminación del
sarampión los casos descendieron de 26.871 a 1.497 entre los años 1978 y 1983, sin
embargo entre 1984 y 1988 fueron reportados 3.700 casos por año con un
resurgimiento del sarampión entre los años 1989 y 1991 con más de 59.000 casos y
más de 120 muertes. Al realizar campañas de vacunación entre 1992 y 1993
descendieron las cifras de casos reportados y entre el año 2003 al 2004 se notificaron
aproximadamente 100 casos por año en toda América (20); en Venezuela se
reportaron 5.522 casos en el 2002 y 1.150 casos en el 2003, obteniéndose un total de
casos de aproximadamente 10.101 entre 1998 y 2004 (1).
Es importante señalar el reciente brote de sarampión ocurrido en Caracas el 22
de febrero del año 2006, el primero en el país desde hacía 4 años, lo que obligó a
realizar la campaña de vacunación masiva que actualmente se está llevando a cabo
(21).
Hasta el 18 de Marzo de 2006 se habían reportado 7 casos secundarios
confirmados de sarampión, 2 de ellos adultos y 5 niños. Se recomendó la aplicación
de la segunda dosis de sarampión a todas aquellas personas expuestas que no la hayan
recibido, la cual puede ser aplicada tan pronto como al siguiente mes de la aplicación
de la primera dosis (21).
En cuanto a la rubéola durante los años 1969 a 1976 las cifras de casos
reportados descendieron de 57.600 a 12.400, de 1992 a 1997 el 65% de los casos
ocurridos fue en individuos mayores de 20 años (22). Por otra parte en España hubo
una disminución significativa en la incidencia de la enfermedad entre los años 1983 a
1993 pasando de 350 a 56 casos reportados (13); en Venezuela entre 1999 – 2004 se
reportaron 75.486 casos y 4 defunciones por rubéola (1). Así mismo la incidencia de
Parotiditis ha disminuido a partir de la introducción de la vacuna en el año de 1967 ya
que para el año de 1968 los casos reportados eran 185.691, luego se recomendó
introducirla como rutina en 1977 alcanzando para el año de 1995 un 99% de
disminución en relación al año de 1968; en Venezuela las estadísticas arrojaron un
total de 46.253 casos y 5 muertes entre 1999 – 2004 (1). La vacuna contra estos tres
virus está indicada en adultos susceptibles nacidos después de 1957, trabajadores de
salud, entrada a instituciones de educación superior, mujeres en edad reproductiva
que no tengan evidencia de inmunidad contra la rubéola, pacientes que van a ser
sometidos a terapias inmunosupresoras o en individuos con diagnóstico de VIH, pues
esta infección suele ser muy agresiva en estos y en personas con enfermedades como
leucemia, TBC, entre otras (22) (ver anexo Nº 1).
Siguiendo con la Varicela, se puede señalar que para el período de 1980 a
1990 fueron estimados 3.7 millones de casos por año en Estados Unidos, de estos más
del 90% ocurrieron en jóvenes menores de 15 años y pocos casos en individuos
mayores de 40 años puesto que 90% de los adultos es inmune contra el virus de la
Varicela Zoster (23). En España desde 1981 es la enfermedad exantemática más
frecuente en niños, y así mismo, aproximadamente el 95% de los adultos mayores de
25 años son inmunes a la enfermedad (24). En Venezuela se notificaron entre 1998 y
2004, 272.896 casos y 346 defunciones. Su vacuna se encuentra indicada en adultos
que no tengan antecedente de haber padecido varicela con alto riesgo de exposición,
adolescentes y mujeres en edad fértil, trabajadores no inmunes de guarderías,
trabajadores del sector salud (1) (ver anexo Nº 1).
En el mismo orden de ideas cabe mencionar que más de 2 billones de personas
en el mundo han contraído Hepatitis B, de las cuales 350 millones son portadoras de
la enfermedad de por vida y pueden transmitir el virus a otros (25). En España se
estima que hay aproximadamente 600.000 portadores crónicos del virus (13) y en
Venezuela la tasa de prevalencia promedio anual es de 3.8 por cada 100.000
habitantes. La vacuna contra la Hepatitis B fue creada para todos los adolescentes,
estudiantes y trabajadores del sector salud, pacientes en hemodiálisis, poblaciones
con alta incidencia del virus, personas con trastornos de coagulación que pueden
requerir productos sanguíneos, portadores del virus de la Hepatitis C, personas que
usan drogas endovenosas, homosexuales, presos, prostitutas, en los primeros 7 días
de exposición percutánea o permucosa de personas con la infección, algunos
individuos inmunosuprimidos (1) (ver anexo Nº 1).
En lo que respecta a la Hepatitis A se puede decir que es altamente endémica
en Latinoamérica con una tasa promedio anual de 24,3 por cada 100.000 habitantes,
en España durante el 2001 se declararon 899 casos y para el 2002 un total de 607
casos. En este orden de ideas cabe destacar que alrededor de 50.000 personas mueren
en el mundo por esta causa y más de 10 millones reciben vacuna post exposición
(26). Su vacuna está indicada en caso de viajes a zonas endémicas, manipuladores de
alimentos, trabajadores del sector salud, personas con enfermedad hepática crónica,
individuos cuyo trabajo implique manipulación del virus de la Hepatitis A, personal
militar, personas que cuiden niños, homosexuales, consumidores de mariscos crudos
(1), consumidores de drogas parenterales, hemofílicos (13) (ver anexo Nº 1).
Por otra parte, para el año de 1950 fueron reportados en Estados Unidos 4.979
casos de Rabia en los perros y 18 casos en humanos, entre los años 1980 y 1997 se
identificaron 247 casos por año en perros y solo 2 casos en humanos, sin embargo
durante el mismo período 12 casos de Rabia fueron atribuidos a variantes del virus de
la Rabia asociado con perros extranjeros. A pesar de que la Rabia en Estados Unidos
es poco común actualmente reciben profilaxis por exposición cada año entre 16.000 a
39.000 personas (8); en el Reino Unido se diagnosticó 1 caso durante el 2002. La
vacuna contra la rabia está indicada pre exposición en caso de personas
manipuladoras de animales o expuestas a virus rábico en laboratorio y post
mordedura del animal contaminado (26) (ver anexo Nº 1).
En cuanto a la Fiebre Amarilla han sido notificados más de 1.900 casos en
Bolivia, Brasil, Colombia, Perú, Guyana Francesa y Venezuela a lo largo de los
últimos 10 años, para el año 1999 se notificaron 16 casos en indios Yanomami en el
Amazonas, del 2000 al 2002 no se notificaron casos, luego en el año 2003 se
registraron casos en el sur de Táchira y sur del lago de Maracaibo, posteriormente en
el 2004 se registran 5 casos de Fiebre Amarilla de los cuales 2 provenían de Mérida y
3 de Monagas, contándose para ese momento 7 muertes (1). Para la semana Nº 45
del año 2005 se notifican 2 casos de Fiebre Amarilla en el estado Portuguesa,
Municipio Guanare, generando la vigilancia epidemiológica en los estados de alto
riesgo como el estado Lara (27). Su vacuna está indicada en personas que viven en
áreas endémicas para fiebre amarilla, personas que viajan hacia áreas endémicas y
personal de laboratorio quienes pueden estar expuestos al virus de fiebre amarilla (1)
(ver anexo Nº 1).
Siguiendo la misma línea se puede mencionar que investigando la morbilidad
de las enfermedades transmisibles prevenibles por vacunas se evidenció que para el
año 2005 fueron reportados 883 casos de Hepatitis A en el Municipio Iribarren, de los
cuales 22 casos pertenecían al ambulatorio “Dr. Rafael Pereira”, siendo 3 el número
de casos reportados en individuos mayores de 15 años; así mismo de los 864 casos de
rubéola reportados en dicho Municipio, 26 correspondían al ambulatorio “Rafael
Pereira”, de los cuales 17 eran mayores de 15 años (28) (29) (30) (ver anexo Nº 2) .
En lo que respecta a la varicela se reportaron 1.856 casos en Iribarren, 45
casos pertenecían a la morbilidad del mencionado ambulatorio, de los cuales 12 eran
individuos mayores de 15 años; también para el 2005 fueron reportados 2.390 casos
de Hepatitis no específica en este Municipio, correspondiendo 27 casos al
ambulatorio y 6 de ellos eran mayores de 15 años. Por último cabe destacar que 970
casos de neumonía no específica fueron reportados en el Municipio Iribarren, de los
cuales 2 de los 3 casos reportados en el ambulatorio “Dr. Rafael Pereira” eran
personas mayores de 45 años. Cabe mencionar que no fueron reportados casos en
adultos de TBC, tos ferina, parotiditis y Hepatitis B. Igualmente no hubo reportes de
casos de Sarampión, fiebre amarilla y rabia en adultos ni en niños en el Municipio
Iribarren durante el año 2005 (ver anexo Nº 2) (28) (29) (30).
Por lo mencionado anteriormente y condicionado a las evidencias de que las
enfermedades transmisibles se están presentando también en la población adulta, la
OMS y la OPS han propuesto esquemas de vacunaciones que le proporcionen
cobertura a ésta población y así se tiene que cada condición conllevará un esquema
particular, estableciéndose que los individuos sanos entre los 20 y 64 años de edad
deberán ser vacunados contra difteria - tétanos, trivalente y varicela en caso de no
haber padecido la enfermedad, en mayores de 64 años están indicadas la difteria –
tétanos, influenza y neumococo y para ambos grupos de edad se deberán considerar
otras vacunas de acuerdo al riesgo de exposición. En el caso de personas que
padezcan enfermedades crónicas como diabetes, cardiopatías crónicas, enfermedad
renal crónica y pulmonar crónica se deben considerar difteria – tétanos, neumococo e
influenza, si no ha padecido sarampión, rubéola, parotiditis y varicela deben recibir
las vacunas contra la varicela y trivalente, hepatitis A y B en los que tienen riesgo de
exposición a excepción de los pacientes con enfermedad renal crónica en los cuales es
obligatorio el uso de la vacuna contra la hepatitis B (1).
En cuanto a los individuos en condición de inmunosupresión se indican las
vacunas contra difteria – tétanos, neumococo e influenza y en caso de grupos de
riesgo hepatitis B, hepatitis A, rabia y meningococo. En los individuos VIH positivos
se debe indicar vacunación contra neumococo, influenza y hepatitis B, y si presentan
riesgo de exposición hepatitis A y meningococo. Con respecto a la mujeres
embarazadas no deben faltar las vacunas contra difteria – tétanos e influenza, también
debe recibir vacunas contra el meningococo, hepatitis A, hepatitis B, rabia y
neumococo en caso de riesgo de exposición. Según su ocupación se tiene que los
trabajadores del sector salud deben contar con las vacunas contra difteria – tétanos,
influenza, varicela, trivalente, hepatitis B y en caso de riesgo de exposición hepatitis
A, meningococo y neumococo. Para los individuos manipuladores de alimentos o
cuidadores de niños está indicada la vacuna contra la hepatitis A. Los individuos que
manipulan animales se deben proteger contra la rabia (1).
Es importante recordar que los individuos en condición de inmunosupresión y
mujeres embarazadas no deben recibir vacunas de virus o bacterias vivas atenuadas
dentro de las cuales se tiene la trivalente, BCG, varicela y fiebre amarilla (1).
Para la implementación de las inmunizaciones se debe tener en cuenta que el
sistema inmunológico es el que protege al organismo de moléculas exógenas, y de
componentes endógenos anormales (31).
Cuando un microorganismo atraviesa la barrera cutaneomucosa, diversos
mecanismos intentan eliminarlo, entre éstos los fagocitos y complementos, los cuales
provocan fenómenos como vasodilatación, aumento de la permeabilidad capilar y
edema, produciendo la migración de células sanguíneas al foco inflamatorio. En este
momento se desencadena la reacción inmunológica primaria, la iniciación es lenta y
no muy intensa, donde los fagocitos procesan la estructura extraña, los macrófagos lo
unen al Complejo Mayor de Histocompatibilidad (CMH) tipo II y son transportados
conjuntamente hasta la membrana celular, luego se lo presenta al Linfocito T, éste lo
reconoce a través de su receptor CD4, los Linfocitos T CD4 son productores de
linfocinas que activan a otras células, por lo que se les denomina cooperadores (4).
Para que los linfocitos T se activen y se conviertan en células efectoras,
necesitan una señal coestimuladora, que puede ser dada por los Linfocitos B, los
macrófagos o células dendríticas. Una vez activados proliferan produciendo células
con idéntica especificidad (expansión clonal), a medida que madura la respuesta
inmune, las células T CD4 se convierten en células llamadas TH1 o TH2, los
linfocitos TH1 forman una defensa dirigida contra antígenos intracelulares como
parásitos y virus, produciendo una respuesta celular, éstos segregan linfocinas
inflamatorias y coestimuladores de los linfocitos T CD8 con capacidad citotóxica, los
polimorfonucleares y células NK. Los linfocitos TH2 desencadenan una respuesta
humoral mediada por anticuerpos que va dirigida contra antígenos extracelulares y es
habitual en la respuesta frente a vacunas, salvo las que contienen agentes vivos. Las
linfocinas que liberan los linfocitos TH2, frenan la activación de los TH1, así tanto en
el embarazo como en la atopia hay un predominio de TH2 y en la Diabetes predomina
el TH1 (4).
Existen antígenos T independientes en los que los linfocitos B son capaces de
generar anticuerpos en ausencia de el linfocito T, en este caso los coestimuladores
están dados por monocitos o células dendríticas, éstas tienen una relevancia especial,
ya que al retener al antígeno sin procesar en su superficie durante largos períodos de
tiempo, habrá una mayor formación de células B de memoria. El principal anticuerpo
formado es la IgM con un pico entre 5 y 14 días, seguida por una respuesta de IgG
y/o IgA con un pico entre las 2 y 12 semanas. Si el organismo entra en contacto
nuevamente con el antígeno, la IgG y/o IgA aparecerán de 3 a 5 días, es decir, que se
inicia con rapidez y mucho más intensa que la reacción primaria, lo que se debe al
proceso de memoria inmunológica, que no es más que la capacidad de recordar el
antígeno y responder de forma distinta a posteriores contactos, ya que los nuevos
anticuerpos tendrán una mayor afinidad por sus antígenos (31).
Se han formulado hipótesis que explican la memoria inmunológica, creyendo
que algunos linfocitos B en lugar de convertirse en células plasmáticas, permanecen
como linfocitos B de memoria durante muchos años, aunque no se sabe bajo que
circunstancias, igualmente se retiene memoria en otras células, en los linfocitos T,
también se ha observado recientemente que las células dendríticas mantienen
partículas antigénicas adheridas en sus prolongaciones, tiempo después de haber
finalizado la respuesta específica aguda (31).
Las vacunas están constituidas por antígenos capaces de desencadenar una
reacción inmunológica primaria con el fin de estimular el desarrollo de la respuesta
inmune, así cuando el individuo está en contacto con el antígeno pero esta vez por
exposición a la infección verdadera se activa de forma rápida e intensa, una respuesta
de defensa específica a través de linfocito T y B (4).
Las vacunas actuales están compuestas de la siguiente forma: los toxoides por
exotoxinas bacterianas (difteria, tétanos), las cuales a través de procedimientos físicos
o químicos pierden la toxicidad, aunque mantienen la antigenicidad. También existe
el antígeno constituido por una subunidad obtenida del microorganismo. Las vacunas
de gérmenes muertos se obtienen de organismos cultivados y que luego son tratados
con radiación ultravioleta, fenol, formalina o alcohol sin alterar su antigenicidad y así
provocar las respuestas protectoras. Las vacunas de microorganismos vivos atenuados
son hechas con microorganismos que luego del crecimiento prolongado en cultivos
pierden su virulencia pero no su capacidad replicativa, éstos infectan las células
dianas sin ser citopáticos, produciendo respuestas mediadas por linfocitos T
citotóxicos, mientras que las vacunas con proteínas purificadas estimulan las células
T u operadoras y con ello la formación de anticuerpos (31).
La vacuna ideal debe producir una respuesta inmunológica similar a la
infección natural, logrando una inmunidad protectora inmediata y que se mantenga
por amplios períodos de tiempo. Debe tener mínimos efectos secundarios, existir en
dosis únicas y compatibles con otras vacunas, siendo administrada en forma no
invasiva, ser estable a temperatura ambiente, fácil de producir y económicamente
accesible (31).
Es de conocimiento general que en Venezuela la vacunación en el adulto no
recibe la misma atención que la de los niños, debido a la falta de información de la
población sobre la existencia de un esquema de vacunación del adulto (1); además
existe desconocimiento acerca de su importancia en función de la exposición a
riesgos en este grupo de edad, como lo son los riesgos laborales y los que derivan de
la actividad sexual, que predisponen a enfermedades prevenibles mediante vacunas,
así como también aquellas patologías que se previenen durante la infancia, pero cuya
inmunidad no es permanente, lo cual hace necesario reforzarla; se puede observar
también una deficiente protección por vía natural, por una disminución de la
incidencia del virus (32). Muchas de estas enfermedades pueden afectar órganos tales
como: sistema nervioso central y autónomo, pulmón, corazón, hígado, entre otros,
ocasionar abortos en mujeres embarazadas, malformación congénita y muerte
neonatal, también pueden empeorar la situación de los pacientes con patologías de
base e incluso ocasionar la muerte. Todo esto constituye un problema de salud
pública al aumentar la morbimortalidad en éstas edades y por ende los gastos a nivel
hospitalario y familiar, además de producir pérdidas económicas por reposos,
incapacidad o incluso muerte de trabajadores.
Aunado a todo esto se presenta la situación en la cual se realizan jornadas de
vacunación en diversos sitios, que no cuentan con la organización y control
necesarios para conocer la cobertura real y la calidad de las campañas.
Por todo lo anterior surge la necesidad de plantear como objetivo del presente
trabajo la determinación del porcentaje de adultos vacunados con el esquema de
vacunación actual y sus variantes según la edad, ocupación, embarazo, presencia de
enfermedades como diabetes, cardiopatía crónica, insuficiencia renal crónica y
enfermedad pulmonar crónica, situación de inmunosupresión, en la población adulta
que asiste al ambulatorio urbano tipo II “Dr. Rafael Pereira” ubicado en Barrio Unión
durante el lapso Enero – Mayo 2006.
Para la realización de la investigación se aplicó una entrevista a los adultos
que acuden a las consultas de Medicina Interna, Ginecología – Obstetricia y Pediatría.
Dicha entrevista estuvo constituida por cuatro partes que contemplaron la
identificación, los antecedentes personales, las vacunas recibidas incluyendo número
de dosis y cumplimiento del esquema actual y sus variantes. Esta se aplicó durante la
realización de la historia clínica a los pacientes y en el caso de que fuesen
representantes de los pacientes pediátricos se les aplicó al finalizar la consulta.
La realización de este estudio servirá de base informativa para el diseño de
programas de vacunación que cubran las necesidades de la población adulta que
asiste a dicho ambulatorio y que a su vez cumplan con todas las medidas de control y
organización para de esta forma disminuir la morbimortalidad de las enfermedades
prevenibles por vacunas y mejorar la calidad y expectativa de vida.
CAPITULO II: METODOLOGIA
El estudio realizado fue de tipo descriptivo de corte transversal, el cual tuvo
como objetivo determinar el porcentaje de adultos vacunados con el esquema actual y
sus variantes en la población que asistió al Ambulatorio Urbano tipo II “Dr. Rafael
Pereira” ubicado en Barrio Unión, durante el lapso Enero-Mayo de 2006.
La población y la muestra estuvieron constituidas por 367 individuos que
asistieron a las consultas de Medicina Interna, Ginecología – Obstetricia y Pediatría
del ambulatorio “Dr. Rafael Pereira” ubicado en Barrio Unión. La muestra fue de tipo
no probabilística accidental, conformada por individuos mayores de 20 años, los
cuales se distribuyeron según edad, ocupación, presencia de patologías crónicas tales
como diabetes, enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar crónica y cardiopatía
crónica, igualmente se tomaron en cuenta para la investigación a las mujeres
embarazadas e inmunosuprimidos.
El instrumento de recolección de datos utilizado fue una entrevista que se
efectuó durante la realización de la historia clínica a los pacientes y en caso de que
fuesen representantes de los pacientes pediátricos se les aplicó al finalizar la consulta.
Dicho instrumento estuvo compuesto por 4 partes, una primera parte donde se
interrogaron datos como edad, sexo, ocupación y en caso de ser mujer la presencia de
embarazo. La segunda parte comprendía los antecedentes personales patológicos de
los individuos entre los cuales se destacaban Diabetes Mellitus, cardiopatías crónicas,
enfermedad renal crónica, enfermedad pulmonar crónica, VIH/SIDA, LES, cáncer y
si recibían tratamiento con corticosteroides y quimioterapia. En la tercera parte se
indagó sobre las vacunas recibidas con las dosis respectivas y por último la cuarta
parte en la que se definió el cumplimiento o no del esquema actual y sus variantes.
Para llevar a cabo el estudio se solicitó permiso por escrito al coordinador del
ambulatorio “Dr. Rafael Pereira” ubicado en Barrio Unión, el Dr. Gregory Massiah
para la aplicación del instrumento formulado, a los individuos que asistieron a las
consultas de Medicina Interna, Ginecología – Obstetricia y Pediatría de dicho
ambulatorio. Dicha entrevista se realizó los días 06, 09, 10, 13, 14, 16, 17, 20, 23, 24,
27, 28, 30, 31 de marzo y 03, 04, 06 y 07 de Abril de 2006 de 8 a.m. a 11:30 a.m. De
2 p.m. a 5:30 p.m., se aplicaron las correspondientes a los representantes de los
pacientes pediátricos. Al completar el número total de entrevistas realizadas, los datos
obtenidos se organizaron en cuadros y gráficos que permitieron representar la
información de manera clara y sencilla y su posterior análisis.
RESULTADOS
CUADRO N° 1
ADULTOS SEGÚN EDAD. AMBULATORIO URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA”
ENERO – MAYO 2006
Edad Adultos Nº %
20 – 64 años
334
91,1
65 años o más
33
8,9
Total 367 100 Del total de adultos entrevistados, 91,1% (334) tenían edades comprendidas entre los
20-64 años y 8,9% (33) tenían una edad mayor o igual de 65 años.
GRÁFICO N° 1
MUJERES SEGÚN PRESENCIA DE EMBARAZO. AMBULATORIO URBANO TIPO II
“DR. RAFAEL PEREIRA” ENERO – MAYO 2006
Embarazadas
4,5%
No
embarazadas
95,5%
n= 367 Del total de adultos entrevistados, 312 fueron mujeres, de las cuales 14 estaban
embarazadas representando un 4,5%, 298 no estaban embarazadas representando un
95,5%.
GRÁFICO N° 2
ADULTOS SEGÚN OCUPACIÓN. AMBULATORIO URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA”
ENERO – MAYO 2006
0 10 20 30 40 50 60
%
Manipuladores de animales
Pers. Adm y Contador
Educadores
Albañiles
Vigilantes
Secretarias
Trab Sociales
Desempleados
Manpuladores de Alimentos
Comerciantes
Estudiantes
Otros
Ama de Casa
n= 367 Del total de adultos entrevistados según su ocupación, 56,7% (208) eran amas de
casa, 9,5% (35) estudiantes, 5,5% (20) comerciantes, 3,3% (12) manipuladores de
alimentos, 2,9% (11) desempleados, 2,7% (10) trabajadores sanitarios, 2,2% (8)
secretarias, 1,9% (7) vigilantes, 1,6% (6) albañiles, 1,4% (5) educadores, 1,4% (5)
personal de administración y contaduría, 0,3% (1) manipuladores de animales y
10,6% (39) restante correspondía a otras ocupaciones tales como técnico de
electrodomésticos, policías, transportistas, estilistas, cajeros, soldadores, mensajeros,
latoneros, jardineros, herreros, artesanos, orfebres, manicuristas y costureras.
GRÁFICO N° 3
ADULTOS SEGÚN PRESENCIA DE ENFERMEDAD CRÓNICA. AMBULATORIO URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA”
ENERO – MAYO 2006
0
5
10
15
20
25
30
35
40
45
50
%
Diabetes
Mellitus
Cardiopatía
Crónica
Enf Renal
Crónica
Enf
Pulmonar
Crónica
n= 44
De los 44 que refirieron padecer una enfermedad crónica, 45,8% sufren de
Cardiopatía Crónica, seguido de un 31,1% con Diabetes Mellitus, 16,6% Enfermedad
Pulmonar Crónica y solo el 6,3% tenían Enfermedad Renal Crónica.
CUADRO N° 2
VACUNAS Y NÚMERO DE DOSIS RECIBIDAS POR LOS ADULTOS. AMBULATORIO URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA”
ENERO – MAYO 2006
Vacunas Todas las dosis y
refuerzo No %
Falta al menos una
dosis No %
No está vacunado
No %
No sabe
No %
Total
No % Toxoide Tetánico (3 dosis, refuerzo)
Toxoide Diftérico (3 dosis, refuerzo)
SRP (2 dosis)
Hepatitis A (2 dosis)
Hepatitis B
(3 dosis y refuerzo según caso)
Rabia (Profilaxis)
Fiebre Amarilla (1 dosis, refuerzo)
36
8
7
4
4
5
26
9,8
2,2
1,9
1
1
1,4
7,1
118
70
64
6
179
0
197
32,1
19
17,4
1,6
48,8 0
53,7
175
251
258
319
146
324
106
47,7
68,4
70,3
87
39,8
88,2
28,8
38
38
38
38
38
38
38
10,4
10,4
10,4
10,4
10,4
10,4
10,4
367
367
367
367
367
367
367
100
100
100
100
100
100
100
TOTAL 367 100 SRP: Sarampión, Rubéola y Parotiditis
En el presente cuadro se puede observar que del total de la muestra estudiada, 47,7%
(175) no había sido vacunado con Toxoide Tetánico, 32,1% (118) le faltaba al menos
una dosis o refuerzo, 10,4% (38) no sabía si poseía esta vacuna y solo 9,8% (36)
poseía las tres dosis y un refuerzo; en cuanto a la Toxoide - Difteria 68,4% (251) no
había sido vacunado y solo 2,2% (8) poseía un esquema completo; para la SRP 70,3%
(258) no poseía la vacuna y solo 1,9 % (7) tenían un esquema completo; para la
Hepatitis A 87% (319) no había sido vacunada, 10,4% (38) no recordaba poseerla y
1% (4) tenía todas las dosis; en lo que corresponde a la Hepatitis B 48,8% (179)
carecía de al menos una dosis o refuerzos, 39,8% (146) no estaba vacunado y solo
1% (4) presentaba el esquema completo; siguiendo con la vacuna antirrábica 88,2%
(324) no estaba vacunado y solo 1,4% (5) tenía completo su esquema; de la Fiebre
Amarilla se tiene que 53,7% (197) de los adultos le faltaba el refuerzo de la vacuna
(es decir, tenía más de 10 años de haber recibido la última dosis), 28,8% (106) no se
había vacunado, 10,4% (38) no sabía y solo 7,1% (26) poseía su esquema completo.
Por último cabe mencionar que la mayoría de las personas no contaban con vacunas
contra meningococo, influenza, varicela y neumococo, o no sabia si la poseía.
CUADRO N° 3
ADULTOS SANOS VACUNADOS CON EL ESQUEMA SEGUN EDAD. AMBULATORIO URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA”
ENERO – MAYO 2006
Vacunas Pacientes vacunados según edad 20 – 64 años Mayores de 65 años N0 % N0 %
Esquema Completo
Esquema Incompleto
1
203
0,3
67,4
0
4
0
21
No vacunados
No sabe
73
24
24,3
8
6
9
31,6
47,4
Total 301 100 19 100 En el presente cuadro se puede evidenciar que solo una persona con edad
comprendida entre los 20 y 64 años de edad presentó el esquema de vacunación
completo propuesto para su edad que comprende la vacuna toxoide difteria y la
trivalente sarampión-rubéola-parotiditis, mientras que el mayor porcentaje
representado por 67,4% (203) correspondía a individuos que recibieron un esquema
incompleto, el resto de los individuos no estaban vacunados o no recordaron haber
recibido alguna vacuna. En cuanto a las personas con edades iguales o mayores de 65
años, 47,4% (9) no sabían si habían sido vacunados, seguidos por un 31,6% (6) que
no habían recibido vacunas según su edad, 21% (4) que presentaron un esquema
incompleto y ninguno reportó tener un esquema completo para su edad.
GRÁFICO N° 4
ADULTOS SANOS VACUNADOS CON EL ESQUEMA ACTUAL. AMBULATORIO URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA”
ENERO – MAYO 2006
0
10
20
30
40
50
60
70
%
Completo Incompleto No está
vacunado
No sabe
n= 320 Del total de adultos sanos entrevistados el mayor porcentaje recibió un esquema de
vacunación incompleto representado por 64,7% (207), 24,7% (79) refirió no estar
vacunado, 10,3% (33) no sabía si lo estaba y solo 0,3% (1) tenía el esquema de
vacunación completo.
GRÁFICO N° 5
ADULTOS CON ENFERMEDAD CRÓNICA VACUNADOS CON EL ESQUEMA ACTUAL Y SUS VARIANTES. AMBULATORIO URBANO TIPO II
“DR. RAFAEL PEREIRA” ENERO – MAYO 2006
0
10
20
30
40
50
60
%
Incompleto No está vacunado No sabe
n= 44 De los 44 adultos con enfermedad crónica ninguno presentó esquema de vacunación
completo, mientras que 56,8% (25) tenían un esquema incompleto, seguido de un
25% (11) de adultos no vacunados y 18,2% (8) que no sabían si habían recibido
vacunas.
GRÁFICO N° 6
ADULTAS EMBARAZADAS VACUNADAS CON EL ESQUEMA ACTUAL Y SUS VARIANTES. AMBULATORIO URBANO
TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA” ENERO – MAYO 2006
0
10
20
30
40
50
60
70
80
%
Incompleto No está vacunado No sabe
n= 14 Del total de adultas embarazadas, ninguna presentó un esquema completo de
vacunación, 78,6% (11) tenían un esquema incompleto de vacunación, 14,3% (2) no
estaban vacunadas y 7,1% (1) no sabían que vacunas poseían.
GRÁFICO N° 7
PACIENTES CON ENFERMEDAD CRÓNICA Y CUMPLIMIENTO DEL ESQUEMA ACTUAL Y SUS VARIANTES. AMBULATORIO
URBANO TIPO II “DR. RAFAEL PEREIRA” ENERO – MAYO 2006
0
10
20
30
40
50
60
70
80
90
%
Diabetes
Mellitus
Cardiopatía
Crónica
Enf Renal
Crónica
Enf
Pulmonar
crónica
Incompleto No vacunado No sabe
n= 44 Del total de adultos entrevistados con alguna enfermedad crónica, ninguno tenía un
esquema completo de vacunación para su condición. De los 15 adultos que padecen
Diabetes Mellitus, 46,7% (7) presentaron un esquema incompleto, 33,3% (5) no
fueron vacunados, 20% (3) no saben si fueron vacunados. De los 22 adultos que
padecen de Cardiopatía Crónica, 50% (11) presentaron un esquema incompleto,
27,3% (6) no fueron vacunados, 22% (5) no saben. De los 3 adultos que padecen de
Enfermedad Renal Crónica, 66,7% (2) presentaron un esquema incompleto, 33,3%
(1) no fue vacunado y de los 8 adultos con Enfermedad Pulmonar Crónica, 87,5% (7)
presentaron un esquema incompleto, 12,5% (1) no fue vacunado.
CUADRO N° 4
OCUPACIÓN Y CUMPLIMIENTO DEL ESQUEMA ACTUAL Y SUS VARIANTES. AMBULATORIO URBANO TIPO II
“DR. RAFAEL PEREIRA” ENERO – JUNIO 2006
Ocupación Esquema completo y variantes
No %
Esquema incompleto
No %
No vacunado
No %
No sabe
No %
Total
No % Manip. de Alimt
Manip. de Anim
Trabaj. sanitarios
Estudiantes
Desempleados
Comerciantes
Secretarias
Amas de Casa
Vigilantes
Educadores
Albañil
Personal Adm. y
Contador
Otros
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
1
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
0
20
0
11
1
9
28
2
15
4 135
5
2
4
40
23
91,7 100
90
80
18,2
75
50 64,9 71,4
40 66,7
80
59
0
0
1
7
3
3
4 44
2
3
2
0
14
0
0 10
20
27,3 15
50
21,2
28,6 60
33,3
0
35,9
1
0
0
0
6
2
0 29
0
0
0
0
2
8,3
0
0
0 54,5 10
0
13,9
0
0
0
0
5,1
12 1
10
35
11
20
8
208 7
5
6
5
39
100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100
100
TOTAL 367 100
Del total de adultos entrevistados según la ocupación, solo 1 recibió el esquema
completo de vacunación correspondiente al personal Administrativo y Contador. De
los 12 manipuladores de Alimentos 91,7% (11) presentaron un esquema incompleto,
8,3% (1) no sabía si había recibido vacunación; 100% (1) de los Manipuladores de
Animales tenía un esquema incompleto; de los 10 trabajadores sanitarios, 90% (9)
tenían un esquema incompleto, 10% (1) no habían sido vacunados; de los 35
estudiantes, 80% (28) presentaron un esquema incompleto, 20% (7) no habían sido
vacunados; de los 20 comerciantes, 75% (15) tenían un esquema incompleto, 15% (3)
no habían sido vacunados y 10% (2) no sabían; de las 8 secretarias, 50% (4) tenían un
esquema incompleto y 50% (4) no habían sido vacunadas. De las 208 Amas de Casa,
64,9% (135) tenían un esquema incompleto, 21,2% (44) no habían sido vacunados,
13,9% (29) no sabían. De los 7 Vigilantes, 71,4% (5) tenían un esquema incompleto,
28,6% (2) no habían sido vacunados. De los 5 Educadores, 60% (3) no habían sido
vacunados, 40% (2) presentaron un esquema incompleto. De los 6 Albañiles, 66,7%
(4) presentaron un esquema incompleto, 33,3% (2) no habían sido vacunados. De los
11 desempleados, 54,5% (6) no sabían si habían sido vacunados, 27,3% (3) no habían
sido vacunado y 18,2% (2) tenían un esquema incompleto. De los 39 adultos con
otras ocupaciones, 59% (23) tenían un esquema incompleto, 35,9% (14) no habían
sido vacunados y 5,1% (2) no sabían.
DISCUSIÓN, CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las enfermedades infecciosas continúan teniendo un gran impacto económico,
pues traen como consecuencia consultas médicas, hospitalizaciones y muertes
prematuras. Sin embargo, es bien sabido que ha disminuido la morbimortalidad desde
la implementación de programas de vacunación en muchos países, a través de los
cuales se ha logrado beneficiar a todas las personas, no solo porque mejora la salud y
la esperanza de vida, sino también por su impacto social (13).
El presente estudio de tipo descriptivo de corte transversal, tuvo como
objetivo investigar el porcentaje de adultos vacunados con el esquema de vacunación
actual y sus variantes, en este grupo de población que asistió al ambulatorio urbano
tipo II “Dr. Rafael Pereira” ubicado en Barrio Unión, para lo cual se obtuvo una
muestra no probabilística accidental de 367 individuos que fueron clasificados según
edad, ocupación, presencia de embarazo, de enfermedad crónica y condición de
inmunosupresión. Los datos fueron recabados a través de una entrevista estructurada
aplicada a cada uno de los individuos seleccionados.
Los resultados de esta investigación arrojaron que 91,1% de los adultos
entrevistados tenían edades comprendidas entre los 20 y 64 años y 8,9% tenían una
edad mayor o igual a 65 años (Ver cuadro Nº 1).
Dentro del estudio se encontró que 312 adultos eran del sexo femenino, de las
cuales 4,5% estaban embarazadas (Ver gráfico Nº 1).
Así mismo, se pudo observar que del total de individuos entrevistados 56,7%
eran amas de casa, 9,5% estudiantes, 3,3% manipuladores de alimentos, 2,7% (10)
trabajadores sanitarios, 2,2% (8) secretarias, 1,9% (7) vigilantes, 1,6% (6) albañiles,
1,4% (5) educadores, 1,4% (5) personal de administración y contaduría, 0,3% (1)
manipuladores de animales y 10,6% (39) restante correspondió a otras ocupaciones
tales como técnico de electrodomésticos, policías, transportistas, estilistas, cajeros,
soldadores, mensajeros, latoneros, jardineros, herreros, artesanos, orfebres,
manicuristas y costureras (Ver gráfico Nº 2).
Entre los individuos entrevistados, 44 referían padecer enfermedad crónica, de
los cuales 45,8% correspondían a Cardiopatía Crónica, 31,1% Diabetes Mellitus,
16,6% Enfermedad Pulmonar Crónica y solo el 6,3% padecían de Enfermedad Renal
Crónica (Ver gráfico Nº 3).
Al revisar cada vacuna por separado en lo que se refiere al número de dosis y
refuerzos recibidos por parte de toda la muestra estudiada, se obtuvo que 47,7% de
los individuos entrevistados no había sido vacunado con Toxoide Tetánico, 32,1% le
faltaba al menos una dosis o refuerzo, 10,4% no sabía si poseía esta vacuna y solo
9,8% poseía las tres dosis y un refuerzo. Los resultados encontrados con respecto al
cumplimiento de esta vacuna llaman poderosamente la atención, por cuanto está
disponible en casi todas las dependencias del Ministerio de Salud y Desarrollo Social
y pudiera estar al alcance de un mayor porcentaje de habitantes. En cuanto a la
vacuna Toxoide - difteria indicada actualmente en el esquema de inmunización de
todos los adultos y que viene a sustituir la indicación de la vacuna anterior, 68,4%
(251) no había sido vacunado y solo 2,2% (8) poseía un esquema completo (1). Es
importante hacer hincapié en la necesidad de la inmunización contra la difteria en los
adultos, pues esta enfermedad aun no ha sido erradicada y por el contrario, se vienen
sucediendo algunos brotes epidémicos en algunas regiones del mundo, especialmente
en estas edades (12). Por otro lado en algunos individuos entrevistados se pudo
constatar que les habían administrado ambas vacunas (toxoide tetánico y toxoide
diftérico), hecho importante de resaltar pues está descrito en la literatura, que la
administración indiscriminada, específicamente del toxoide tetánico, puede llevar a
complicaciones locales en el sitio de la inyección debido a la hiperestimulación de la
producción de anticuerpos (fenómeno de Arthus) (33).
En lo que respecta a la vacuna SRP 70,3% no poseían la vacuna y solo 1,9 %
tenían un esquema completo, resultado que podría esperarse pues esta vacuna está
especialmente indicada en las personas que nacieron después del año 1957. En cuanto
a la Hepatitis A 87% no habían sido vacunados, 10,4% no recordaba poseerla y 1%
tenía todas las dosis y en lo que corresponde a la Hepatitis B 48,8% (179) carecía de
al menos una dosis o refuerzos, 39,8% (146) no estaba vacunado y solo 1% (4)
presentaba el esquema completo. Esto es importante destacar pues la vacuna contra la
Hepatitis B se ha venido administrando consecuentemente en los últimos años, en un
importante porcentaje de la población, en campañas de vacunación, tanto públicas
como privadas en diversos puntos de la ciudad, pero no existe un seguimiento
adecuado de las personas para que completen el esquema recomendado. Por otra
parte, tanto la vacuna de la Hepatitis A como la de la Hepatitis B continúa siendo
recomendada solo para los grupos de riesgo. Siguiendo con la vacuna antirrábica
88,2% (324) no estaba vacunado y solo 1,4% (5) tenía completo su esquema, lo cual
es fácilmente comprensible pues está indicada solamente en personas que hayan
sufrido lesiones por parte de animales potencialmente infectados o en aquellos casos
que por su ocupación, deberían recibirla como profilaxis pre exposición, como es el
caso de los manipuladores de animales, veterinarios, entre otros.
En cuanto a la Fiebre Amarilla se tiene que 53,7% (197) de los adultos le
faltaba el refuerzo de la vacuna (es decir, tenía más de 10 años de haber recibido la
última dosis), 28,8% (106) no se había vacunado, 10,4% (38) no sabía y solo 7,1%
(26) poseía su esquema completo. Por último cabe mencionar que la mayoría de las
personas no contaban con vacunas contra meningococo, influenza, varicela y
neumococo, o no sabia si la poseía (Ver cuadro Nº 2).
Al analizar el cumplimiento del esquema de inmunización en el adulto
indicado por edad, en lo que respecta a los adultos mayores de 65 años, se pudo
observar que 47,4% no sabían cuales vacunas habían recibido, 31,6% refirió no haber
sido vacunado y 21% tenía un esquema de vacunación incompleto para su edad,
puesto que carecían de al menos alguna dosis de vacuna contra tétanos - difteria,
influenza y neumococo, indicadas para dicho grupo de edad. De los individuos entre
20 y 64 años el mayor porcentaje representado por un 67,4% presentaba un esquema
de vacunación incompleto y solo el 0,3% (un sólo individuo de toda la muestra
estudiada) recibió el esquema completo para su edad, pues recibieron dosis completas
de la vacuna Tétanos-difteria y trivalente (SRP), que son las vacunas propuestas a ese
grupo de edad, lo que permite corroborar lo descrito en la literatura en cuanto a que la
vacunación del adulto no recibe la misma prioridad que la vacunación del niño y por
lo tanto no tiene una asistencia similar (32) (Ver cuadro Nº 3).
De los individuos sanos entrevistados, es decir, todos aquellos que para el
momento de la entrevista no presentaron antecedentes de cardiopatía crónica, diabetes
mellitus, enfermedad pulmonar crónica, enfermedad renal crónica ni condición de
inmunosupresión, 64,7 % recibió un esquema de vacunación incompleto, dado por la
falta de al menos una dosis de tétanos – difteria y trivalente, 24,7% refirió no estar
vacunado, 10,3% no sabía si lo estaba y solo 0,3% presentó un esquema de
vacunación completo (el único individuo de toda la muestra estudiada que recibió el
esquema de vacunación para su edad y ocupación) (Ver gráfico Nº 4).
En el caso de los adultos con enfermedad crónica quienes debían recibir,
además del esquema propuesto para la edad las vacunas contra neumococo, influenza
o hepatitis B, ninguno presentó un esquema de vacunación completo, 56,8% tenían
un esquema incompleto para su condición, seguido de un 25% que no estaban
vacunados y 18,2% que no sabían si habían recibido alguna vacuna (Ver gráfico Nº
5). De los 15 adultos que padecen Diabetes Mellitus, 46,7% (7) presentaron un
esquema incompleto, 33,3% (5) no fueron vacunados, 20% (3) no saben si fueron
vacunados. De los 22 adultos que padecen de Cardiopatía Crónica, 50% (11)
presentaron un esquema incompleto, 27,3% (6) no fueron vacunados, 22% (5) no
saben. De los 3 adultos que padecen de Enfermedad Renal Crónica, 66,7% (2)
presentaron un esquema incompleto, 33,3% (1) no fue vacunado y de los 8 adultos
con Enfermedad Pulmonar Crónica, 87,5% (7) presentaron un esquema incompleto,
12,5% (1) no fue vacunado. Con respecto a los individuos con enfermedades
crónicas, en Venezuela, la Ley de Inmunizaciones promulgada en Gaceta Oficial Nº
35.910 en 1996 en su artículo Nº 13, decreta que:
… “Toda persona que como consecuencia de alguna enfermedad crónica anergizante o que por el tratamiento que reciba esté expuesta a contraer enfermedades de etiología viral o bacteriana prevenible por vacunas, deberá recibir la o las inmunizaciones que la exposición al riesgo amerite… El médico tratante tendrá la obligación de su cumplimiento…” (34).
Cabe mencionar, que de todos los adultos entrevistados, solo 3 individuos
tenían una condición de inmunosupresión, dada por el uso de tratamiento con
esteroides a dosis de 20 mg diarios por más de dos semanas, los cuales recibieron un
esquema de vacunación incompleto para su condición, ya que no contaban con
vacunas contra tétanos – difteria, influenza y neumococo (35). En vista de que el
número de individuos en este grupo fue muy bajo, los datos no fueron representados
en gráficos o cuadros.
En relación a las mujeres embarazadas, ninguna presentó un esquema
completo de vacunación, 78,6% presentaron un esquema incompleto de vacunación,
14,3% no estaban vacunadas y 7,1% desconocían si poseían las vacunas, lo cual se
podría explicar por el hecho de que la mayoría de las mujeres embarazadas refería
tener las dosis de Toxoide – Difteria o Tetánico completas, más ninguna tenía
información sobre la necesidad de recibir la vacuna contra la Influenza durante el
segundo trimestre del embarazo (1), lo que automáticamente las incluía dentro de las
que no tenían un esquema de vacunación completo para su condición (Ver gráfico Nº
6). Estos datos ponen en evidencia el incumplimiento de lo expuesto en la misma Ley
de Inmunizaciones en su artículo Nº 6, donde se establece que:
… “Toda mujer embarazada, deberá ser inmunizada de acuerdo a lo que resuelva el Ministerio de Salud y Desarrollo Social a los fines de prevenir los riesgos a los que pueda estar sometida ella y quien naciere de la concepción…” (34).
Según la actividad laboral desempeñada por los individuos, se observó que
solo 1 adulto correspondiente al grupo de personal que realizaba labores como
administrador y contador presentó el esquema de vacunación completo, que fue el
mismo individuo que tenía el esquema completo para su edad, ya que por el trabajo
desempeñado no debía recibir vacunas adicionales, de acuerdo a la literatura revisada
(1). En las otras ocupaciones el mayor porcentaje se encontró dentro de los que
recibieron un esquema de vacunación incompleto resaltando aquellas en las cuales
además de requerir las vacunas propias para un individuo sano, tenían indicadas
vacunas adicionales según como fuera el caso, por ejemplo, los manipuladores de
alimentos en quienes está indicada la vacuna contra Hepatitis A, manipuladores de
animales quienes debían recibir vacunación antirrábica profiláctica, trabajadores de la
salud quienes debían estar inmunizados contra Influenza, hepatitis B, varicela y
hepatitis A. En cuanto a las ocupaciones que no ameritaban vacunas adicionales,
también se pudo evidenciar que presentaban predominio de esquemas de vacunación
incompletos. Por otra parte, en el caso especifico de los educadores 60% no estaban
vacunados, resultados que probablemente se deban al desconocimiento del esquema
de vacunación y sus variantes (1) (Ver cuadro Nº 4). En este caso la Ley de
Inmunizaciones en su artículo Nº 9, decreta que:
… “Todo empleador deberá exigir al trabajador, los certificados de inmunización que establezca el Ministerio de Salud y Desarrollo Social como requisito previo a la incorporación – contratación de trabajo…” (34)
En todos los casos la investigación logró evidenciar la dificultad que existió
para la recolección de los datos, cuando la fuente de información fue el propio
paciente, pues en la mayor parte de la muestra estudiada el factor común fue la
ausencia de una tarjeta de vacunación para el adulto bien estructurada, de material
duradero y completa, en la que se confirmaran las vacunas recibidas con sus dosis
correspondientes, así como es posible hacerlo en los niños. Un bajo porcentaje de
adultos en el momento de la entrevista daban constancia de su vacunación a través de
un carnet hecho de papel con el nombre de la institución, diferente para cada vacuna.
Esto constituyó un problema especialmente para las personas con edad mayor o igual
a 65 años, quienes en muchos casos no recordaban el nombre de las vacunas o el
número de dosis recibidas. Igualmente otro factor que pudo influir fue el poco
seguimiento que se realiza a los individuos luego de la colocación de la primera dosis
de las vacunas y la falta de interés de los individuos por completar el esquema de las
vacunas cuyas dosis habían comenzado a recibir.
Por último, se destaca la ausencia de trabajos de investigación acerca de
cobertura del esquema de vacunación en los adultos que aportaran datos o que
permitieran compararlos con los obtenidos en el presente estudio.
En conclusión, se observó que la gran parte de la muestra estudiada
clasificada como adultos sanos, según la información suministrada por ellos,
recibieron un esquema de vacunación incompleto, solo una persona presentó un
esquema de vacunación completo y el resto de la muestra no estaba vacunada o no
recordaba que vacunas había recibido; igualmente en los individuos que presentaron
algún tipo de enfermedad crónica, condición de inmunosupresión y mujeres
embarazadas, se observó un predominio de un esquema de vacunación incompleto
para su condición.
Según la variante ocupación, también la mayoría presentaba un esquema de
vacunación incompleto, salvo los educadores quienes en su mayoría no estaban
vacunados.
Por otra parte, es posible que en el caso de las vacunas con indicaciones
especiales, por ejemplo contra el neumococo, meningococo, varicela, influenza y
hepatitis A, se hayan encontrado estos resultados, debido a que el Ministerio de Salud
y Desarrollo Social no dispone actualmente de éstas y probablemente la situación
evidenciada en esta investigación sea un reflejo de la realidad de las vacunas a nivel
nacional.
Con respecto a lo anteriormente descrito se pueden hacer las siguientes
recomendaciones:
Al Ministerio de Salud y Desarrollo Social:
� Incorporar el esquema de vacunación del adulto diseñado por la
Sociedad Venezolana de Vacunología y darle cumplimiento con la
misma formalidad con la que se lleva a cabo la aplicación de las
vacunas en el niño, tomando en consideración, en el caso del adulto,
aspectos importantes como la edad, la presencia de enfermedades
crónicas e inmunosupresión, embarazo, ocupación y realización de
viajes a zonas endémicas.
� Suministrar en forma oportuna y en cantidades adecuadas todas las
vacunas necesarias para darle cumplimiento al esquema de
vacunación en el adulto y todas sus variantes.
� Diseñar e implementar una tarjeta de vacunación para el Adulto, bien
estructurada, fabricada con materiales resistentes y duraderos, que
permita llevar un control de las vacunas recibidas.
� Entrenar al personal de salud en la administración de las vacunas e
importancia de las mismas según las diferentes situaciones o
condiciones de cada individuo.
� Diseñar campañas educativas dirigidas a la población adulta sobre la
necesidad de inmunizarse contra cada una de las enfermedades
trasmisibles prevenibles por vacunas.
� Mejorar el control y organización de los centros de vacunación en el
país.
� Incluir el historial vacunal como parte de la historia clínica de cada
individuo.
� Crear un sistema automatizado de registro y documentación sobre
vacunación, de manera que el Ministerio de Salud pueda recibir la
información de manera rápida sobre el estado de inmunización de los
habitantes adultos de este país y se puedan establecer con criterios
adecuados los programas de vacunación en estas edades.
� Vigilar porque se dé cumplimiento a la Ley de Inmunizaciones
promulgada en el año 1996 en gaceta oficial Nº 35.916 y actualizarla
de acuerdo a los conocimientos que sobre esta materia existen
actualmente.
� Vigilar porque todo el personal adscrito al Ministerio de Salud y
Desarrollo Social reciba las vacunas necesarias en función de sus
riesgos ocupacionales, tal como lo establece el artículo 11 de la Ley
de Inmunizaciones, publicada en gaceta oficial Nº 35.916 y que dice
así: “ Los directores de instituciones que atienden a la salud pública o
privada, velarán porque todo su personal haya recibido las
primovacunaciones y reciba las revacunaciones necesarias para
prevenir los riesgos de enfermedades generadas por la actividad que
cumplen de acuerdo a la resolución que al respecto emita el Ministerio
de Salud y Desarrollo Social ”.
Al Personal de Salud:
� Recibir las vacunas recomendadas de acuerdo a su edad, riesgos
ocupacionales y otras condiciones.
� Vigilar que en la Institución de Salud donde labora exista suministro
permanente y suficiente de las vacunas requeridas para dar
cumplimiento al esquemas de vacunación en el adulto y sus variantes..
� Específicamente a los médicos, incluir dentro del interrogatorio de
cada uno de los pacientes, el padecimiento o no de enfermedades
trasmisibles prevenibles por vacunas y el cumplimiento o no del
esquema de inmunización del adulto y sus variantes.
� Llevar a cabo programas de educación permanente que permita
actualizar sobre esta materia a todo el personal que tiene la
responsabilidad del suministro, almacenamiento, mantenimiento de la
cadena de frío, aplicación de las vacunas y su registro.
� Registrar en forma clara y precisa los datos de vacunación de su área
de influencia para que el personal que labora en las instituciones de
salud tenga acceso rápido a esta información.
� Mantener un seguimiento estricto de los individuos después de la
aplicación de las diferentes dosis de las vacunas, de manera que se
puedan registrar los efectos colaterales atribuibles a las mismas.
� Contribuir con el Ministerio de Salud y Desarrollo Social en la
promoción y educación a la población sobre el esquema de
vacunación en el adulto y su importancia en la prevención de
enfermedades.
A la Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”:
� Realizar trabajos de investigación que permitan darle continuidad y
contestar las interrogantes planteadas en este trabajo.
� Incluir dentro del currículo de la carrera de Medicina y Enfermería el
tema de la vacunación en el adulto y su importancia.
� Impartir educación sobre los esquemas de vacunación en el adulto y
sus variantes a la población compartiendo esta responsabilidad con el
Ministerio de Salud y Desarrollo Social.
� Vigilar porque todo el personal docente, administrativo, obrero y
estudiantes de esta institución reciban las vacunas necesarias de
acuerdo a la edad, ocupación, presencia de embarazo, y cualquier otra
condición.
A los Individuos:
� Adquirir responsabilidad y conciencia en el cumplimiento del
esquema de vacunación que le corresponda y por ende del cuidado
de su salud.
� Vigilar en conjunto con el equipo de salud de su área de influencia
el suministro permanente de las vacunas necesarias.
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ANEXOS
ANEXO NO 1: VACUNAS CONTENIDAS EN EL ESQUEMA DE INMUNIZACIÓN DEL ADULTO
VACUNA DOSIS VÍA ADMINISTRACIÓN
INDICACIONES CONTRAINDICACIONES
Tétanos - Difteria 3 dosis y un refuerzo cada
10años
IM Mujeres embarazadas susceptibles, evitando
su uso durante el primer trimestre del embarazo, pues su
seguridad no ha sido comprobada, también se recomienda su uso
en pacientes VIH positivos, trabajadores
de salud
Enfermedad sistémica grave, reacción anafiláctica grave
previa, trastorno neurológico periférico relacionado a dosis previas, reacción local severa a dosis previas y en caso de fiebre superior a 40,5 grados
centígrados durante las primeras 48 horas previas a
la vacunación.
Influenza 1 dosis anual IM Individuos mayores de 50 años, residentes de
instituciones de cuidados crónicos,
trabajadores del sector salud, en enfermedad
crónica cardiovascular o pulmonar, diabetes, insuficiencia renal, hemoglobinopatías,
alcoholismo, cirrosis, mujeres en su segundo trimestre de embarazo
Hipersensibilidad a las proteínas del huevo y
personas con antecedentes de Guillan Barré
durante la temporada de influenza, personas
VIH positivas Sarampión, rubéola y
parotiditis (SRP)
2 dosis SC adultos susceptibles nacidos despues de
1957, a los que planean viajes hacia
áreas endémicas, trabajadores de salud, entrada a instituciones de educación superior,
mujeres en edad reproductiva que no tengan evidencia de inmunidad contra la
rubéola, pacientes que van a ser sometidos a
terapias inmunosupresoras o en
individuos con diagnóstico de VIH, pues esta infección
suele ser muy agresiva en estos, en personas
con enfermedades como leucemia, TBC,
entre otras
Enfermedad grave, en caso de embarazo, alergias,
trombocitopenia, en caso de personas que hayan recibido inmunoglobulinas, debido a
que estas disminuyen la respuesta inmunológica del individuo ante la vacuna, en individuos con enfermedades
inmunosupresoras
Neumococo 1 dosis IM o SC Personas mayores de 65 años no
previamente vacunados o
vacunados 5 años atrás, adultos menores
de 44 años con enfermedades crónicas
que aumentan su riesgo de desarrollar neumococcemias, en trabajadores de salud,
en asplénicos, en personas que habitan en instituciones de
cuidados, inmunocomprometidos
Primer trimestre de embarazo, enfermedad aguda
de moderada o severa, alergia a algún componente
de la vacuna o reacción severa a una dosis previa
Meningococo 1 dosis SC Individuos que viajan hacia Arabia Saudita, en embarazadas con riesgo sustancial de
enfermedad, universitarios que
comparte dormitorios, personal de laboratorio
que se encuentre expuesto a cepas de N. meningitidis, reclutas militares, asplénicos
Primer trimestre de embarazo, enfermedad aguda
de moderada o severa, alergia a algún componente
de la vacuna o reacción severa a una dosis previa
Hepatitis B 3 dosis IM adolescentes, estudiantes y
trabajadores del sector salud, pacientes en
hemodiálisis, poblaciones con alta incidencia del virus,
personas con trastornos de
coagulación que pueden requerir
productos sanguíneos, portadores del virus de
la Hepatitis C, personas que usan
drogas endovenosas, homosexuales, presos,
prostitutas, en los primeros 7 días de
exposición percutánea o permucosa de personas con la
infección, algunos individuos
inmunosuprimidos
Hipersensibilidad a sus componentes
Hepatitis A 2 dosis IM Viajes a zonas endémicas,
manipuladores de alimentos, trabajadores
No ha sido evaluada durante el embarazo ni lactancia.
del sector salud, personas con
enfermedad hepática crónica, individuos
cuyo trabajo implique manipulación del virus
de la Hepatitis A, personal militar,
personas que cuiden niños, homosexuales,
consumidores de mariscos crudos, consumidores de
drogas parenterales, hemofílicos
Varicela 1 dosis SC Adultos que no tengan antecedente de haber padecido varicela con
alto riesgo de exposición,
adolescentes y mujeres en edad fértil,
trabajadores no inmunes de guarderías, trabajadores del sector
salud
Adolescentes que consuman aspirina y receptores de
inmunoglobulina específica varicela zoster hasta por
cinco meses después de su aplicación
Fiebre Amarilla 1 dosis IM Personas que viven en áreas endémicas para
fiebre amarilla,
Madres que se encuentren proporcionando lactancia
materna, puesto que no se ha
personas que viajan hacia áreas endémicas
y personal de laboratorio quienes
pueden estar expuestos al virus de fiebre
amarilla. Se debe tener especial precaución en su administración en niños menores de 6
meses, personas mayores de 65 años,
solo debe ser administrada en
embarazadas que se dirijan hacia áreas
endémicas, pues no se ha establecido su
rango seguridad en las mismas
comprobado si el virus de la fiebre amarilla circula a
través de la leche pero en caso de dirigirse a zonas endémicas no se puede
evitar, en pacientes que se encuentren recibiendo
corticosteroides por períodos prolongados, con SIDA,
pacientes VIH positivos, con patologías que depriman el
sistema inmune y no debe ser administrada en pacientes con hipersensibilidad al
huevo, puesto que esta se produce en embriones de
pollo
Rabia Profilaxis: 4 dosis Post – exposición:
5 dosis
IM Pre exposición en caso de personas
manipuladoras de animales o expuestas a
virus rábico en laboratorio y post
mordedura de animales infectados
ANEXO NO 2:
MORBILIDAD REGISTRADA EN LOS EPI – 15 Y EPI – 12 DEL MUNICIPIO IRIBARREN, PARROQUIA UNIÓN Y AMBULATORIO “DR. RAFAEL PEREIRA” DE
BARRIO UNIÓN, AÑO 2005.
ENFERMEDAD MUNICIPIO IRIBARREN
PARROQUIA UNIÓN
AMBULATORIO “DR. RAFAEL PEREIRA” BARRIO
UNIÓN Menos de 15a Mayores de 15ª
HEPATITIS A 883 253 19 3 HEPATITIS B 103 20 1 0 HEP NO ESP 2.390 483 21 6
TBC 218 4 0 0 TOSFERINA 315 48 42 0
PAROTIDITIS 266 48 6 0 RUBÉOLA 864 230 9 17 VARICELA 1.856 441 33 12 NEUMONIA 970 57 1 2 SARAMPIÓN 0 0 0 0
FIEBRE AMARILLA
0 0 0 0
RABIA 0 0 0 0 * Datos aportados por MSDS
ANEXO NO 3
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR
DECANATO DE MEDICINA ESCUELA “DR. PABLO ACOSTA ORTIZ”
BARQUISIMETO – EDO. LARA
El presente cuestionario se creo con la finalidad de determinar el porcentaje de adultos vacunados con el esquema actual y sus variantes en la población que asiste al Ambulatorio Urbano tipo II “Dr. Rafael Pereira” ubicado en Barrio Unión, durante el lapso Enero-Junio de 2006. PARTE I: Datos de identificación. Edad: _____ 20 – 64 años _____ 65 años o más _____ Ocupación:
- Manipuladores de animales: _____ - Manipuladores de alimentos: _____ - Trabajadores sanitarios: _____ - Otros: _____ Especifique tipo de ocupación: ___________________
Está embarazada: Si ____ No ____ PARTE II: Enfermedades padecidas por el paciente.
- Ninguna: _____ - Diabetes Mellitus: _____ - Cardiopatía crónica: _____ - Enfermedad renal crónica: _____ - Enfermedad pulmonar crónica: _____ - VIH/SIDA: _____ - LES: _____ - Cáncer: _____ - Tratamiento con corticosteroides: _____ - Tratamiento con quimioterapia: _____
PARTE III: Vacunas recibidas. Toxoide – Difteria (Td): 1 dosis___ 2 dosis___ 3 dosis___ 3 dosis y refuerzo___ Toxoide tetánico: 1 dosis___ 2 dosis___ 3 dosis___ 3 dosis y refuerzo___ Sarampión, rubéola y parotiditis: 1 dosis___ 2 dosis___ Influenza: 1 dosis___
Neumococo: 1 dosis___ Hepatitis A: 1 dosis___ 2 dosis___ Hepatitis B: 1 dosis___ 2 dosis___ 3 dosis___ 3 dosis y refuerzo___ Varicela: 1 dosis___ 2 dosis___ Meningococo: 1 dosis___ Rabia: profilaxis ___ post exposición:___ Fiebre amarilla: 1 dosis___ 1 dosis y refuerzo___ Otra: _________________ No de dosis: ___ PARTE IV: Cumplimiento del esquema actual y sus variantes. Pacientes sanos: Esquema completo para su edad: ___ Esquema incompleto: ___ No vacunado: ___ No sabe: ___ Pacientes con enfermedades crónicas: Esquema completo y sus variantes para su condición: ___ Esquema incompleto: ___ No vacunado: ___ No sabe: ___ Pacientes en estado de inmunosupresión: Esquema completo y sus variantes para su condición: ___ Esquema incompleto: ___ No vacunado: ___ No sabe: ___ Mujeres embarazadas: Esquema completo y sus variantes para su condición: Esquema incompleto: ___ No vacunado: ___ No sabe: ___ Pacientes según su ocupación: Esquema completo y sus variantes para su ocupación: Esquema incompleto: ___ No vacunado: ___ No sabe: ___