El lápiz de color consiste en una barra de madera con
una mina coloreada en su interior, más dura y fina que
los colores pastel. Los hay solubles en agua y también
en trementina. Hay lápices de colores de distintas
durezas, aunque éstas no suelen venir indicadas.
Versatilidad. Son prácticos y de uso fácil e
inmediato. El papel hace de color blanco.
Riqueza de tonos, se pueden realizar varias capas y
cambiar colores para obtener distintas tonalidades.
Los colores se mezclas sobre el propio soporte al
sombrear diagonalmente aplicando uno junto a otro, o
cubriéndolo mediante diferentes técnicas de sombreado
cruzado (mezcla óptica de colores).
Permite producir efectos variados, tramas y fusiones:
desde finas y delicadas líneas, pasando por tramas paralelas,
cruzadas y libres hasta zonas de sombreado denso.
Puede abarcar desde tonos suaves hasta trabajos de
alta resolución con toda la gradación tonal; y además dar un
efecto de suavidad.
Es de gran utilidad para bocetos, ilustraciones,
carteles, diseños varios, cuadros en técnica mixta.
En integración con otras técnicas, se utilizan para dar
precisión, vigor, volumen y definición a la otra.
Los lápices de colores son particularmente sensibles a la
naturaleza de la superficie del soporte. Se logran buenos
resultados sobre papel Ingres, Basic o Canson color crema.
Se utilizan papeles de color para trabajos más avanzados
con el fin de crear atmósferas.
Para los lápices acuarelables, conviene un papel un poco
grueso. Para conseguir permanencia, el mejor papel es el
blanco bien aprestado, hecho con un 100% de trapos. En
general, se recomienda recurrir a los papeles no
excesivamente rugosos o satinados.
Se presentan tres clases de papeles, según la textura de
la superficie:
De grano fino: El más recomendado.
Produce un trabajo suave, pero con excelente matiz.
De grano medio: Se utilizan para trabajos de
formato más grande y donde se persigan los efectos
de las texturas. Hay presencia del blanco del papel.
De grano graso: Para formatos muy
grandes. Obras llamativas , intensas y expresionistas
La rugosidad del papel: Mar rugoso o menos según el efecto que queramos crear. (Papeles de grano fino, medio y grueso.
La inclinación del lápiz: Podemos tomar el lápiz como cuando escribimos, o podemos tomarlo de forma que quede casi paralelo a la hoja.
La punta del lápiz: Sacarle punta con el clásico sacapuntas o con una cuchilla nos puede dar diferentes efectos. En el primer caso la punta queda mas aguda y nos permite trabajar en sectores mas pequeños y lograr mas detalle, mientras que cuando usamos la cuchilla, podemos dejar mas mina de lápiz descubierta y aprovechar para cubrir superficies mas amplias.
El sombreado: Se comienza por trazar en zigzag con el lápiz, de arriba hacia abajo disminuyendo progresivamente la presión de la mina sobre el papel, apenas rozando el papel. Si el degradado quedó irregular se retoca con sumo cuidado en cada sector, presionando mas fuerte o mas suavemente según di estamos mas arriba o mas abajo.
El papel hace de color blanco (ausencia de color)
Pintar de menos a más: Aplicar primero los tonos menos intensos, para ir luego superponiendo los colores más intensos. Los colores mas claros no cubren a los mas oscuros, por eso es importante empezar con suavidad, y lograr el tono por la superposición de varias capas, que pasarse de entrada y no tener vuelta atrás.
colores
Observar siempre muy bien la imagen antes de empezar, y detectar en cada objeto, la sombra propia y la sombra arrojada.
Aplicación de lápiz blanco para suavizar o mezclar algunos
Mezcla de colores: No es necesario tener una gran cantidad de colores para lograr un buen dibujo. El mismo efecto se puede lograr a partir de la superposición de distintos colores, con diferente intensidad. Es importante investigar y probar como los puedo ir mezclando para lograr el color buscado.
Podemos destacar 2 técnicas para pintar con lápices:
•Técnica lineal.
•Técnica Tonal (o modelado)