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La Psicología Ambiental en el Siglo 21:El Desafío del Desarrollo Sustentable

Environmental Psychology for The 21st Century:The Challenge of Sustainable Development

Gabriel Moser1

Resumen

Con la llegada del Nuevo milenio, la psicología ambiental necesita tomar en cuentados variables que fueron, hasta hoy, consideradas de manera inadecuada: las diferen-cias interculturales y la dimensión temporal de las relaciones individuo - medio am-biente. El factor cultural no puede ser ignorado en las sociedades occidentales que soncrecientemente interculturales, y nuestra relación tanto con el ambiente construidocomo con el ambiente natural necesita ser analizado en términos de temporalidad.

Este trabajo analiza el impacto de los factores culturales y de la perspectiva tempo-ral en los cuatros niveles de análisis: el micro-ambiente, el ambiente próximo, elambiente urbano y el ambiente global. Interesarse en esos cuatro niveles y susinterelaciones es particularmente importante ya que tenemos que cumplir con lasexigencias del desarrollo sustentable con respecto al bienestar y la calidad de vidadel individuo que son dependientes de necesidades culturalmente específicas.

Palabras claves: Psicología ambiental, desarrollo sustentable, dimensión temporal, dife-rencias interculturales, calidad de vida.

Abstract

With the millennium upon us, environmental psychology needs to take account oftwo variables which have, until now, been inadequately considered: interculturaldifferences and the temporal dimension of people - environment relations. The cul-tural factor cannot be ignored in western societies which are increasingly intercultural,and our relation to the built as well as the natural environment needs to be analysedin terms of temporality.

This paper analyses the impact of intercultural factors and the time perspective onfour levels of analysis the micro-environment, the proximate environment, urban

1 CNRS Laboratoire de Psychologie Environnementale, UMR 8069 Université René Descartes-Paris 5. E-mail:[email protected]

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environment and the global environment. To look at these four levels and at theirinterrelations is particularly important when we have to meet the sustainabledevelopment exigencies towards the individual’s well-being and quality of life, whichare dependent on cultural specific needs.

Key words: environmental psychology, sustainable development, temporal dimension,intercultural differences, quality of life

En este inicio del siglo 21 dos referenciasmayores son susceptibles de marcar profun-damente el desarrollo de nuestras socieda-des: la globalización y el desarrollo susten-table, conceptos claves de este nuevo sigloque tienen una repercusión importante so-bre el modo de vida en general.

La aparición de preocupaciones concer-nientes al desarrollo sustentable da un nue-vo impulso al desarrollo de la psicologíaambiental. Las preocupaciones hasta enton-ces centradas en torno al hábitat y a la ciu-dad se extienden paulatinamente por unaparte hacia el modo de vida y por la otrahacia los comportamientos ecológicos. Masespecíficamente, el “Informe Brundtland”(Brundtland, 1997), que define el desarrollosustentable como “un desarrollo susceptiblede satisfacer las necesidades de la genera-ción actual sin comprometer las posibilida-des para las generaciones futuras de satisfa-cer las suyas”, abre la vía a las preocupacio-nes vinculadas al modo de vida. La referen-cia a las necesidades permite en efecto in-cluir no solamente la necesidad de un desa-rrollo económico armonioso y respetuoso delambiente, sino igualmente preocuparse delbienestar del individuo. Esta preocupacióninterpela particularmente a nuestra discipli-na, en la medida en que los modos de rela-ción con el ambiente constituyen un aspectoimportante que contribuye al bienestar delindividuo. En este marco de cosas, la psico-logía ambiental a través de la aportación deconocimientos pertinentes, resulta un mediofundamental para analizar, explicar, esclare-cer y comprender las condiciones de bienes-tar, haciendo posible de esta manera la tomade decisiones en materia de ambiente.

La globalización de la economía y su co-rolario, la mundialización de intercambiosy de medios de comunicación implica unapresión a la uniformación cultural y de losmodos de vida. La puesta en escena progre-siva de la globalización ha significado estric-tamente un miedo a la uniformización de losvalores y al anonimato. En este sentido, laglobalización es considerada por muchos denuestros conciudadanos como amenazantepara su identidad, y provoca una reivindi-cación identitaria. La globalización y los te-mores que la acompañan son así generado-res de reivindicaciones identitarias con fre-cuencia ancladas territorialmente. Se tratainnegablemente de una búsqueda de identi-dad espacialmente justificada. Esta condi-ción representa el segundo mayor desafío ala psicología ambiental de este cambio desiglo. La investidura local, la apropiación yla identidad ambiental, son efectivamenteconceptos utilizados tradicionalmente pornuestra disciplina, pero su inscripción den-tro del desarrollo sustentable y la globaliza-ción les otorgan una nueva dimensión.

La unidad de análisis de la psicologíaambiental es la relación individuo ambien-te. Por su naturaleza misma, esta relaciónparticular se pone en evidencia solamentesobre el terreno.

De hecho, la disciplina funciona segúnuna lógica inductiva, las teorías se generana partir de constataciones o de hechos quese ponen a prueba sobre el terreno. Asimis-mo las referencias a las exigencias de Lewin(1936), concernientes a la relación integralentre teoría y aplicación son citadas frecuen-temente como modelo de funcionamiento de

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la psicología ambiental. La orientación de lapsicología ambiental es tanto teórica comodirigida a la resolución de problemas. Esdecir, se ubica como una disciplina de la psi-cología que elabora sus propias aproxima-ciones teóricas y como una aproximación enla cual la investigación y la aplicación estáníntimamente ligadas. Si bien la psicologíaambiental tiene fuertes afinidades con lamayor parte de otras ramas de la psicología,integra una dimensión importante a la psi-cología volviendo inteligibles las diferenciasen los comportamientos o percepciones de-bidas a las variables contextuales, diferen-cias que no pueden ser explicadas más queen referencia a las contingencias ambienta-les (Moser & Uzzell, 2002). Las exigencias deldesarrollo sustentable y la globalización sedeben orientar hacia la reflexión teórica to-mando en cuenta de manera expresa larelatividad cultural de las necesidades, lasdimensiones espaciales del bienestar y de laidentidad, y por último, las cuestiones de larelación con el ambiente global.

Las necesidades en materia de ambiente,dentro de una perspectiva de globalización,formulan la cuestión de su universalidad.Esas necesidades ¿son las mismas en todaspartes? Las investigaciones en psicologíaambiental por ejemplo, nos han mostradopor una parte que la necesidad de espacioes diferente de una cultura a la otra y porotra que es diferente en función del ciclo devida. Las investigaciones en psicología am-biental de carácter longitudinal orientadasa las comparaciones interculturales debenpoder responder a estas cuestiones.

El bienestar no puede ser independientede un anclaje territorial y de los procesos deidentidad. Es así como esto reviste una im-portancia capital en el seno de las grandesmetrópolis que se desarrollaron en el cursodel siglo pasado. La psicología ambiental hapuesto en evidencia las condiciones de vidadentro de estos grandes centros urbanos:anonimato, inseguridad, indiferencia hacia

los demás y exposición a una variedad destress. De esta manera la ciudad no es másque una identidad indiferenciada, se debeconsiderar como compuesta por una grancantidad de ambientes diferentes que se su-perponen y que son cada uno apropiables oapropiados para los respectivos habitantes,parece ser que este último aspecto se ha de-jado un tanto del lado. En otros términos,¿como los fenómenos de apropiación quepermiten a la mayoría de los ciudadanosexperimentar el sentimiento de « sentirse ensu casa», se articulan con una manera deinvestir positivamente la ciudad? ¿Cualesson las condiciones individuales y ambien-tales de un sentimiento de «sentirse en sucasa», y de una expr esión identitaria gene-radora de bienestar?

Las investigaciones concernientes a laadopción de los comportamientos compati-bles con la preservación del ambiente estosúltimos años se han beneficiado de un nue-vo impulso derivado de los análisis en tér-minos de ideologías (Poortinga, Steg, & Vlek,2002; Sjöber g, 1998 ; Steg & Sievers, 2000 ;Thompson, Ellis & Wildavsky, 1990) y a tra-vés de su referencia a las representacionessociales (Moser, et al., 2002). ¿Bajo que con-diciones los individuos son susceptibles deactuar en favor de una economía de recur-sos naturales? ¿Como las diferenciasinterculturales, especialmente en lo que con-cierne a los valores, son compatibles con loscomportamientos pro-ambientales benéficospara las generaciones futuras?

El objetivo de la psicología ambiental esel de identificar los procesos que regulan ymedian la relación del individuo con el me-dio ambiente, poniendo en evidencia por unaparte las percepciones, actitudes, evaluacio-nes y representaciones ambientales y por laotra los comportamientos y conductas am-bientales que los acompañan. La psicologíaambiental se interesa tanto a los efectos de lascondiciones ambientales sobre los comporta-mientos y conductas como a la manera en la

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cual el individuo percibe o actúa sobre elambiente. Si bien los análisis pueden tomarcomo punto de partida tanto al individuocomo ciertos aspectos del ambiente ya sea fí-sicos (ruido, contaminación, acondiciona-miento del cuadro urbano) o sociales (densi-dad, heterogeneidad de la población), estosanálisis desembocan con frecuencia mas alládel esclarecimiento de las incidencias especí-ficas de los aspectos mencionados hacia unaexplicación interrelacional y sistemática. Loanterior, en la medida en que los factores físi-cos son intrincablemente vinculados a losefectos que producen sobre la percepción y elcomportamiento del individuo (Altman yRogoff, 1987).

Tanto el desarrollo sustentable como laglobalización de intercambios movilizan elconjunto de temáticas desarrolladas tradicio-nalmente por la psicología ambiental. Efecti-vamente, el hábitat, los modos de vida urba-nos, las necesidades en materia de ambiente,la implicación local y la investigación sobreidentidad así como las actitudes y los com-portamientos en favor del ambiente son te-máticas que han preocupado a la psicologíaambiental desde sus inicios en los años 70.Pero actualmente se debe reintegrar el con-junto de estas temáticas dentro de una pers-

pectiva intercultural y dentro de una dinámi-ca temporal (cf. Figura 1). Esta integraciónconduce a ampliar la definición de la psico-logía ambiental considerándola como el es-tudio de las interrelaciones entre el indivi-duo y su ambiente físico y social, dentro desus dimensiones espaciales y temporales.

Si bien se adivina su presencia, la dimen-sión temporal en su relación con el ambien-te físico y social ha estado profundamenteolvidada en la psicología ambiental. Los en-foques en términos de transacción se inscri-ben en este sentido dentro de una transfor-mación mutua a largo plazo. El sistema deinteracciones-transacciones entre el indivi-duo y el ambiente integra tanto su experien-cia como sus proyectos, sus representacio-nes y sus acciones, y por lo tanto se inscri-ben dentro de la temporalidad. La capaci-dad del individuo para proyectarse dentrodel futuro adquiere toda su importancia apartir del análisis de las condiciones deadopción de comportamientos ecológicos.Las referencias al tiempo están presentes demanera recurrente en psicología ambiental.Los autores como Altman et Rogoff (1987),Proshansky (1987), así como recientementeWerner et al., (1992) refieren explícitamentelo anterior.

Fig. 1. La Relación del Individuo con el Ambiente en funciónde su Posición Temporal y Cultural

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A partir de su objeto la psicología ambien-tal ha sido y es ante todo una psicología delespacio, en la medida en que analiza las per-cepciones, las actitudes y los comportamien-tos del individuo en relación explícita con elcontexto físico y social dentro del cual evo-luciona. La psicología ambiental funciona asídentro de diversos niveles de referencia es-pacial. Es de esta manera como podemosdistinguir cuatro niveles, (1) el micro-am-biente (el espacio privado: la habitación, elespacio privado en el lugar de trabajo); (2)los ambientes de proximidad (los espacios

compartidos, espacios semi-públicos, habi-tación colectiva, barrio, el lugar de trabajo,parques, espacios verdes); (3) los ambientespúblicos (ciudades, pueblos, campo, paisa-je), etc., y (4) el ambiente global (el ambien-te en su totalidad: englobando el ambienteconstruido y el ambiente natural; los r ecur-sos naturales).

Este funcionamiento implica no solamen-te un aspecto físico, pero también un aspec-to social implicando a cada nivel mas gentey relaciones mas distantes (cf. Figura 2).

ambiente físico ambiente social tipo de espacioy de control

micro-ambienteNivel I hábitat nivel individual espacios privados

espacio de trabajo familia control extendido

ambientes próximos nivel interindividualNivel II vecinancia, espacios comunidad espacios semi-públicos

abiertos al publico usadores, clientes control compartido

habitantesNivel III ambientes públicos conglomerado de espacios públicos

ciudades, pueblos individuos control mediatizado

país, naciónNivel IV ambiente global sociedad planeta

populación ausencia de control

Fig. 2. Aspectos Físicos y Sociales de los Diferentes Niveles del Ambiente

En referencia al nivel de análisis, es posi-ble derivar un aspecto fundamental de larelación individuo-ambiente: las posibilida-des de control y dominio del ambiente co-rrespondiente (Fisher, 1984; 1986). Esta po-sibilidad permite al individuo dominar den-tro de ciertos márgenes los diferentes aspec-tos del ambiente. La percepción de una pér-dida de control,- por ejemplo, debido a unasituación de malestar o nociva,- producestress (Averill, 1973; Moser, 1992) y tiene con-secuencias negativas no solamente en el

comportamiento, sino también en el bienes-tar y la salud del individuo (Barnes, 1981).

De manera evidente, la dimensión cultu-ral y la dimensión temporal intervienen endiversos grados en cada uno de los nivelesarriba mencionados.

Las posibilidades de control individual ydirecto son características en el caso del micro-ambiente, la apropiación no es compartida yen consecuencia el control es absoluto.

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En los espacios compartidos, espaciossemi-públicos, como las habitaciones colec-tivas, el barrio o el lugar de trabajo, las posi-bilidades de control y dominio dejan de serindividuales y pasan a ser compartidas conotras personas. A este nivel la participaciónse hace posible y puede surgir un sentido depertenencia, pero el control es siempre co-lectivo, mediado por otros y basado en uncierto consenso.

A nivel público, el control está más alládel alcance del individuo. En este caso elcontrol sólo puede ser un control colectivo osocial, mediado, otorgado y determinado ne-cesariamente por el conjunto de personas.

Al nivel global el control va más allá delpoder del individuo. El sentimiento de res-ponsabilidad relativo a los problemas am-bientales disminuye a través de esta distan-cia debido a un sentimiento de impotenciaen el nivel global (Uzzell, 2000). Esto derivaen que la manera en que el ambiente nosafecta es casi exclusivamente analizado entérminos de estrategias de confrontación yno en términos de dominio. Ya que las posi-bilidades de control individual, compartidoo mediado, son inexistentes.

Ciertas investigaciones sobre las condicio-nes de un bienestar individual (Moser, et al.,2002) muestran que el bienestar estacorrelacionado con una apreciación positivade la población en relación a su entorno devida, esto se manifiesta a través de los encuen-tros frecuentes con otros habitantes del ba-rrio y la relación con ellos que van mas alláde una simple cortesía, así como en un senti-miento de seguridad. Tales condiciones per-miten la expresión de una identidad residen-cial urbana y un sentimiento de pertenencia auna comunidad urbana. En otros términos,el bienestar individual depende de la posibi-lidad de una apropiación ambiental.

El bienestar individual, a través de unaapropiación ambiental, permite además unapredisposición positiva hacia el ambienteque constituye una condición importantepara los comportamientos ecológicos. Enefecto, el individuo está dispuesto a adop-tar comportamientos pro-ambientales si lo-gra identificar el problema, si el contextosocial es favorable, es decir si el individuoexperimenta un sentimiento de pertenecer auna comunidad con la cual se siente solida-rio y si posee un sentimiento de poder ejer-cer algún grado de control.

En conclusión: La historia de la psicolo-gía ambiental estuvo en sus inicios fuerte-mente influenciada por las cuestiones quedestacan los arquitectos, los urbanistas uotros profesionales del acondicionamientodel cuadro urbano. La psicología ambientala través de la ingeniería socio-ambiental, seencuentra en condiciones de contribuir sig-nificativamente a la solución de los grandesproblemas de la sociedad planteados por lasexigencias del desarrollo sustentable (Moser,2002). En efecto el bienestar del individuoque se establece como prioridad dentro delinforme Bruntland sobre el desarrollo espe-rado para los próximos años, interpela di-rectamente a la psicología ambiental en esteinicio del siglo 21. De esta manera, es indis-pensable tomar en cuenta la dimensión tem-poral y la dimensión cultural en cuanto a lacalidad de vida. El bienestar depende de lasatisfacción de necesidades culturalmentedeterminadas. El apego ambiental y su apro-piación constituyen la base de la identidadambiental, son procesos progresivos que sonesenciales para el bienestar individual y parael surgimiento de comportamientos favora-bles al desarrollo sustentable. La relación delindividuo con el ambiente que va desde elhábitat, pasando por la ciudad hasta el am-biente global, depende del nivel de control,es decir de la posibilidad de dominio que elindividuo puede ejercer.

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Fecha Recepción Artículo: 01 de Agosto 2003Fecha Evaluación Final: 29 de Octubre 2003


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