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DIMENSION DE LA EDUCACION AMBIENTAL EN LA ESCUELA Y EL ENTORNO
EDISSON ALEXANDER CORAL SOLARTE
JONATHAN CAMILO GARCIA HERNANDEZ
TUTORA
NEDIS ELINA CEBALLOS
UNIVERSIDAD DE NARIÑO
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN CIENCIAS
NATURALES Y EDUCACIÓN AMBIENTAL
EDUCACIÓN AMBIENTAL Y DESARROLLO SOSTENIBLE
SAN JUAN DE PASTO
2011
DIMENSION DE LA EDUCACION AMBIENTAL EN LA ESCUELA Y EL ENTORNO
EDISSON ALEXANDER CORAL SOLARTE
JONATHAN CAMILO GARCÍA HERNÁNDEZ
UNIVERSIDAD DE NARIÑO – FACULTAD DE EDUCACIÓN
LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS
EN CIENCIAS NATURALES Y EDUCACIÓN AMBIENTAL
SAN JUAN DE PASTO
2012
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INTRODUCCIÓN
Antes que nada, es muy importante que como habitantes del
planeta Tierra reflexionen el siguiente enunciado que dice:
“Primero fue necesario civilizar al hombre en su relación con
el hombre. Ahora, es necesario civilizar al hombre en su relación
con la naturaleza y los animales.” Víctor Hugo (1802-1885)
(citado en Cárdenas, 2009, pág. 10)
Con respecto a la frase célebre anteriormente esbozado por el
escritor francés, la construcción de este contenido se enfoca en
fomentar en la educación ambiental, los valores y los
conocimientos de una manera activa y permanente de aprendizaje
para que no sólo se desarrolle en espacios determinados,
considerando que dicho proceso requiere de trabajo constantemente
para el beneficio social. Por ello existe un tema sumamente
importante que se ha convertido en centro de interés de todo el
quehacer educativo y humano, un proyecto impostergable,
controvertiente y preocupante que desempeña un rol significativo
en la escuela y el entorno que desde entonces, concierne tanto a
estudiantes, maestros, directivos, padres de familia y otros
sujetos involucrados que están inmersos en la sociedad, ante el
afán de identificar los diversos factores que emanan la
problemática, el desequilibrio de los ecosistemas, y el impacto
que este puede repercutir en las futuras generaciones, y por
supuesto diseñar y enfrascar nuevos mecanismos que buscan la
protección y conservación a distintos niveles del medio ambiente.
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AMBIENTE Y EDUCACIÓN AMBIENTAL
Adentrándonos en este punto, vale la pena aclarar que “la
importancia del medio ambiente ha crecido de una manera
abrumadora en lo que se refiere a la preocupación por su
protección y vigilancia” (LUACES MENDEZ, 2006) y ha tenido mayor
trascendencia, porque de cualquier forma, se ha legitimado las
relaciones entre el ser humano y la naturaleza, desde una
perspectiva bidireccional y dialogante. Las conceptualizaciones
otorgadas por diversos autores a través de la historia, la
terminología ambiente ha ido cambiándose vertiginosamente, con
respecto al razonamiento y enriquecimiento de nuevos paradigmas
que ha generado nuevas formas de pensar, vivir y expresar. Sea
como fuese, la nueva posición de ambiente no se lo considera como
una disciplina científica, sino un concepto integrador que parte
de la sensibilización, formación e información de cada individuo
con la experiencia de la colectividad. De ese modo el “ambiente
es el conjunto, en un momento determinado, de los agentes
físicos, químicos y biológicos y de los factores sociales que
puedan tener algún efecto, directo o indirecto, inmediato o
diferido, en los seres vivos o las actividades humanas”. (Consejo
de Europa, 1971, citado en CEADU, s.f)
Posteriormente en la años 70, anunciaba el deterioro acelerado
de la Tierra, provocado por las transformaciones que ha generado
la especie humana al entorno natural y cultural, en donde “el
productivismo y la riqueza material han venido significando desde
entonces vitalidad social, sin atender a las consecuencias
colaterales que el crecimiento económico producía en la
naturaleza” (LUACES MENDEZ, 2006), y con el tiempo, ha desatado
mayores impactos insostenibles en el ambiente, como los peligros
cuantitativos en donde se encuentran el agotamiento de recursos,
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desequilibrio entre población y alimentos; y los cualitativos,
que están la falta de elasticidad de contaminación, y la
irreversibilidad de ciertos daños. A pesar de las consecuencias
que irrumpieron progresivamente a la degradación del entorno
natural, los valores han ido evolucionando hacia una ética
dirigida hacia la búsqueda del equilibrio entre lo que las
personas se benefician de la naturaleza y naturaleza de las
acciones positivas del ser humano, dando paso a la concienciación
ecológica que “intenta conciliar los valores tradicionales que
emanan los derechos personales con los derivados del modelo de
desarrollo sostenible, estos es, aquel que propugna un grado de
crecimiento económico compatible con el mantenimiento del
equilibrio del ecológico presente y futuro.” (LUACES MENDEZ,
2006)
Al margen de las dificultades que emanaron de una forma
dinámica, constante e irreversible al planeta Tierra, muchas
personas han prestado mayor conciencia a las problemáticas que se
corrobora día a día en el ambiente, la cual no únicamente se ha
visto afectada en parte en la dimensión natural, sino otras
esferas que redunda en el ciclo de la vida como los aspectos
sociales, políticos, económicos, éticos, culturales, emocionales,
estéticos, biológicos, físicos y espirituales. A raíz de los
avances epistemológicos, filosóficos y tecnológicos, y la
comprensión y reflexión sobre los distintos factores que
circunvalan en el comportamiento humano, se viene liderando un
proyecto complejo y significativo que toma énfasis a las
cualidades y calidades de los involucrados frente al entorno
biofísico con el que interactúan y se interrelacionan, en donde
la cultura sigue siendo mediadora. Es así, que nace el concepto
de Educación Ambiental.
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La importancia cabalmente acertada y reconocida por cuantiosas
especialidades, han retomado algunas definiciones con respecto al
tema; por consiguiente, es justo mencionar que “la educación
ambiental es el proceso que consiste en reconocer valores y
aclarar conceptos con objeto de fomentar las aptitudes y
actitudes necesarias para comprender y apreciar las
interrelaciones entre el hombre, su cultural y su medio biofísico
(…) deber ser considerada como el proceso que le permite al
individuo comprender las relaciones de interdependencia con su
entorno, partir del conocimiento reflexivo y critico de su
realidad biofísica, social, política, económica y cultural, para
que, partir de la apropiación de la realidad concreta, se puedan
generar en él y en su comunidad actitudes de valoración y respeto
para su ambiente. Estas actitudes por supuesto, deber enmarcadas
en criterios para el mejoramiento de la calidad de vida y desde
una concepción de desarrollo sostenible.”(PEDRAZA NIÑO & MEDINA,
2000)
La conceptualización planteada anteriormente, nos hace pensar
que si la educación ambiental es práctica, también debe
sustentarse a través de teorías verídicamente contempladas y
comprobadas, relegar el papel de la praxis y los principios no es
más que un trabajo ciego que no ayuda a solventar y apoyar a las
distintas problemáticas, implicaciones, impactos generados por
muchos factores; la transformación en la organización mental y
conductual debe estar orientado en los valores, en la inclusión y
participación de la comunidad, la escuela, la familia y otros
entornos que se preocupen no sólo por la supervivencia de ellos
mismos, sino de otras especies (Abióticos y Bióticos). En razón,
éste debe estar basado en el diseño e implementación de
actividades y acciones emprendedoras en contextos reales, eso con
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la iniciativa del estudiante, maestro, padre de familia y
comunidad educativa.
Objetivo de la Educación Ambiental
Más allá de la mera generalización de Ambiente y Educación
Ambiental, uno de los objetivos fundamentales que debe
desenvolverse en el perfeccionamiento de la personalidad y en las
potencialidades, eso en distintos entornos es “lograr que el
individuo y las colectividades comprendan la naturaleza compleja
del medio ambiente natural y del creado por el hombre, resultante
de la interacción de sus aspectos biológicos, físicos, sociales,
económicos y culturales; y adquieran los conocimientos, los
valores, los comportamientos , y las habilidades practicas para
participar responsablemente y eficazmente en la prevención y
solución de los problemas ambientales y en la gestión relacionada
con la calidad ambiental del medio”. (UNESCO-PNUMA, 1993)
El objetivo anteriormente postulada, se espera que el
estudiante (centro del aprendizaje), maestro y padres de familia
(asesores del proceso de aprendizaje), como elementos activos
deben informarse y aplicar dichos conocimientos en la vida
cotidiana, de tal manera adopten actitudes positivas en pro del
medio ambiente. La educación debe promover el desarrollo integral
del individuo en todos los ámbitos de la vida que permean en la
construcción de una visión amplia que conduzca a la adquisición
de aprendizajes para desarrollar su órbita unipersonal
(identificación) y pluripersonal (socialización e integración).
En orden de ideas es significativo recalcar a Jacques Delors
(1997), en el documento La educación encierra un tesoro, en donde
la visión educacional debe estructurarse en cuatro aprendizajes
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fundamentales que se desenvolverán en el transcurso de la vida,
que involucra todos los aspectos del ser humano, de una manera
integral y permanente (BERMÚDEZ GUERRERO, 2003, pág. 30). Estos
pilares son los siguientes:
- Aprender a conocer: Puede considerarse a la vez medio y
finalidad de la vida humana, en cuanto al medio consiste que cada
persona aprenda a comprender el mundo que lo rodea para vivir con
dignidad, desarrollando sus capacidades para comunicarlos con los
demás, y como finalidad se fundamenta en brindar el placer de
comprender, interpretar y descubrir.
Además, alude a la dimensión cognitiva que tiene como objetivo
analizar lo que sucede en la realidad, en el hoy, en el mañana,
es decir, tratar de despertar la curiosidad acerca de lo que le
rodea teniendo como base el querer aprender algo nuevo cada día.
- Aprender a hacer: El aprender a conocer y el aprender a
hacer son en sí inseparables. Esta tiene que ver con el
desarrollo de capacidades de los seres humanos para enfrentarlos
a diversas circunstancias, situaciones y problemas, y trabajarlas
con la sociedad; participando en dinámicas que favorezcan la
cooperación, la tolerancia y el respeto, logrando así un
aprendizaje significativo en contextos que tengan valor especial
para el que aprende a través de la acción, intercambio de
información con los demás, toma decisiones y poner práctica lo
aprendido.
La educación considera un espacio y un tiempo generador de
posibilidades, conocimiento y bienestar para las personas; es una
oportunidad de construcción permanente de relaciones afectivas,
recreativas y significativas para todos. Un reto fundamental que
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implica un nuevo y renovado compromiso para afrontar el desafío
de contribuir a la formación de los niños y las niñas como
ciudadanos.
- Aprender a convivir o vivir juntos: El aprender a convivir o
vivir juntos es aprender a vivir en convivencia y armonía con los
demás, fomentando el descubrimiento, reconocimiento y la
percepción de las formas de interdependencia y participación.
Esto se puede lograr a través de proyectos que fomenten el
comprender, interpretar y analizar como herramientas eficaces
para tratar de solucionar de manera pacífica los conflictos. Por
tal motivo tiene dos finalidades: Por un lado, tratar el
descubrimiento del otro mediante el uso del diálogo que le
permite tomar conciencia de la igualdad, las diferencias y la
interdependencia entre la sociedad; y por el otro lado, implica
en participar roles en las cuales les faciliten cooperar en
conjunto en actividades humanas y para tratar de vivir de una
manera independiente, siempre y cuando esté vigente el respeto,
cuidado y atención como un punto de partida para el logro de la
convivencia.
- Aprender a ser: Más que nunca, la finalidad de éste es la de
propiciar la libertad de pensamiento, de opinión, de sentimientos
y de imaginación que permiten alcanzar la plenitud. En cierta
forma son artífices, en la medida en que lo hace posible en su
destino. Busca “el despliegue completo del hombre con toda su
riqueza y en la complejidad de sus expresiones y de sus
compromisos, individuo, miembro de una familia y de una
colectividad, ciudadano y productor, inventor de técnicas y
creador de sueños”.
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Este desarrollo humano va desde el nacimiento hasta el fin de
la vida, es un proceso permanente y dialéctico que se empieza en
el conocimiento de sí mismo, a través de las relaciones con los
demás; de la individualización en la socialización. Sobra decir
que estos pilares no siempre están limitados en una etapa de la
vida, sino que es necesario replantear los tiempos y los ámbitos
de la educación como son: la familia, la escuela, la comunidad,
los medio masivos y otros mas, que complementan y articulan el
ideal de cada persona durante el resto de la vida para aprovechar
al máximo el contexto en constante enriquecimiento.
Características de la educación ambiental
En función de las actividades que deben desarrollarse por
parte de estudiantes, maestros y comunidad educativa, es
necesario adoptar algunas condiciones ambientales, sociales,
económicas y políticas, que en permanente relación debe ajustarse
al desarrollo de las actitudes. Por ello las principales
características que delimitan a la educación ambiental son las
siguientes:
Ambientales: relacionada con el momento que se vive, analiza
los por qué de la explotación de recursos, la modificación del
medio para subsistencia o la poca valoración de los recursos
existentes.
Sociales: relacionan el ambiente con el progreso social y las
condiciones de vida, la explotación indiscriminada de recursos
con los niveles de pobreza y miseria, las causas de los
asentamientos humanos en zonas inadecuadas, la violencia,
entre otros aspectos.
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Económicas: es necesario conocer y participar en la
elaboración de los planes de gobierno local o regional,
conocer las inversiones, hacer seguimientos a la ejecución de
obras, apoyados en la participación comunitaria y en la
veeduría ciudadana.
Políticas: las decisiones políticas afectan directamente la
conservación y preservación del ambiente, se necesitan
decisiones acordes con las necesidades de la comunidad.
(PEDRAZA NIÑO & MEDINA, 2000)
Estas características circunscritas, son situaciones en que el
educando, educador y organismos de la comunidad, deben conocer,
para que a partir del replanteamiento de los valores culturales
ancestrales, afectivos y éticos con la naturaleza, y los patrones
de cuidado sostenidos a la preservación de los recursos
naturales, se trabajen colectivamente y se desarrollen sentidos
de valoración, pertenencia y concienciación del medio en donde se
desenvuelven.
La escuela como institución social y democrática
“La escuela, en cuanto institución social y democrática,
promueve y realiza participativamente actividades que propician
el mejoramiento y desarrollo personal, socio-cultural y
ambiental.” (MEN, 1998)
El hombre a través de su historia y como producto de sus
interacciones sociales, ha generado diferentes tipos de
conocimiento (arte, ciencia, tecnología, otros) que hacen parte
del acervo cultural y del nivel de desarrollo de una nación.
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El nivel de desarrollo de un país depende en gran parte de los
avances científicos y tecnológicos. Según este nivel, es
costumbre dividir los países en “desarrollados” y “en vía de
desarrollo”. Por lo general, los primeros se caracterizan por ser
creadores, productores de ciencia y tecnología, y los otros por
ser consumidores de las mismas. Así pues, la teoría y la práctica
de las ciencias influyen como factores de cambio a través del
tiempo caracterizando la diversidad sociocultural de los pueblos.
La ciencia y la tecnología han estado dirigidas y utilizadas por
diferentes grupos sociales que le han dado uso de acuerdo con
sus intereses. Por una parte el propósito y valoración que tienen
los científicos y tecnólogos de sus aportes para el bien social,
es diferente al uso que hacen los dirigentes políticos o grupos
con intereses económicos particulares.
Este hecho causa muchas veces alteración en el orden social y
natural. Por ejemplo, el conocimiento científico ha sido
utilizado para producir armas que les permiten a los pueblos que
las tienen, utilizarlas y dominar a otros que no las tienen. El
poder industrial ha generado a corto plazo gran progreso para la
humanidad pero a largo plazo ha repercutido en perjuicios
irreparables al medio natural. El hombre no ha llegado a una
reflexión seria y colectiva sobre ciertas consecuencias nocivas
que trae consigo la aplicación tecnológica puesto que no ha
logrado conciliar las leyes sociales establecidas con las leyes
de la naturaleza.
La política educativa, el currículo en general y la escuela
como institución, no deben ser ajenas a la problemática social
que generan la ciencia y la tecnología y su influencia en la
cultura y en la sociedad. Por tal razón, la escuela debe tomar
como insumo las relaciones que se dan entre ciencia, tecnología,
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sociedad, cultura y medio ambiente, con el fin de reflexionar no
sólo sobre sus avances y uso, sino también sobre la formación y
desarrollo de mentes creativas y sensibles a los problemas, lo
cual incide en la calidad de vida del hombre y en el equilibrio
natural del medio ambiente.
"El más fuerte no es nunca lo bastante fuerte para ser siempre
el amo, si no transforma su fuerza en derecho y la obediencia en
deber." Jean Jacques Rousseau
La escuela y la dimensión ambiental
La escuela en cuanto sistema social y democrático, debe educar
para que los individuos y las colectividades comprendan la
naturaleza compleja del ambiente, resultante de la interacción
de sus aspectos biológicos, físicos, químicos, sociales,
económicos y culturales; construyan valores y actitudes
positivas para el mejoramiento de las interacciones hombre-
sociedad naturaleza, para un manejo adecuado de los recursos
naturales y para que desarrollen las competencias básicas para
resolver problemas ambientales.(MEN, 1998)
Haciendo un apartado al anterior enunciado, es evidente que el
aula, los diversos entes y organismos que conforman la empresa
educativa, y en fin, todo ese sistema educativo que envuelve a la
sociedad en general, se imagine como un laboratorio no sólo de
conocimientos, sino de acciones y valoraciones, en el que los
principales involucrados (estudiantes, profesores, padres familia
y la comunidad) comparten analogías y diferencias individuales y
colectivos que cultiven grados de convivencia, de valores, de
autonomía y democracia, de juicios y debates que promuevan
espacios abiertos, convirtiéndolo en un sistema complejo,
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dinamizador, dialéctico, ilustrativo y con una nueva ética que
propicien el mejoramiento y desarrollo personal, social, cultural
y ambiental. Por ello, el ambiente, un concepto fácticamente
desentrañado (conjeturar, leer, comprender, interpretar, inferir)
y arquitectónico, que unifica tanto el sistema natural y social,
es un proyecto sistemático, que se jerarquizan en diversos
horizontes de organización, y es un juego inacabado que confluye
en la cooperación recíproca entre el hogar, la escuela y el mismo
mundo social.
El arcaico panorama cimentado en el modelo de educación
tradicionalista, ponía en preocupación en los contenidos,
metodologías y estrategias adoptados por el docente, de manera
que subyacía una visión a ciegas en el proceso de enseñanza-
aprendizaje, sin dar cuenta los intereses y necesidades del
sujeto. Actualmente “se conocen situaciones en las cuales la
escuela se pone de espaldas a la realidad como, por ejemplo,
cuando a un niño que vive en una zona de alta contaminación se le
enseñan en el aula de clase las definiciones generales de la
misma, obligándolo a repetirlas y memorizarlas, sin ninguna
contextualización, solamente para resolver un examen, olvidándose
que él hace parte de una comunidad que sufre el problema y
negándole la posibilidad de influir sobre él y transformarlo.”
(MEN, 2002)
Entonces uno de las genialidades de pedagogos que descansa en
la Escuela Nueva, es notorio destacar uno de sus aportes que ha
contribuido en el desarrollo integral del individuo,
principalmente en las capacidades, habilidades y destrezas del
niño, teniendo en cuenta la función social que protagoniza en el
desempeño de la persona. Este educador trivialmente estudiado y
analizado por otros especialistas, quien trabajó arduamente en
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contra del régimen memorístico, vale la pena señalar a John Dewey
cuando señala que la escuela no debe considerarse como una
entidad extraña a la sociedad, sino como un producto y una parte
integrante de la misma; quien pretenda aislar a la escuela de la
sociedad la pone en la imposibilidad de realizar su fin que es
ante todo una iniciación del educando a la vida social.
(UNIVERSIDAD CATÓTICA DEL PERÚ, 1936)
De ese modo, el ambiente y escuela por su carácter
pluridimensional y transversal que está dentro del rol mediador
de la sociedad y cultura, el acentuado Educación Ambiental, como
un propio estilo de formación, instituye ciertos objetivos y
logros básicos que enriquecerán en el estado comportamental y
actitudinal de la persona; eso según lo que ostentan a nivel
internacional en la Conferencia de Tbilisi en 1977:
- Concienciación: Permitir al individuo hacer procesos de
reflexión y sensibilización hacia los diversos ámbitos que hacen
parte en el ambiente en general.
- Conocimiento: Abstraer ideas, emitir conceptos, incentivar
procesos de raciocinio y percepción en la propia identificación y
caracterización del ambiente.
- Valores, actitudes y comportamientos: Fortalecer valores
éticos y morales en el diario vivir y con el ambiente, para
generar actividades de autorreflexión y desplegar
potencialidades, comportamientos y actitudes de una manera
constructiva.
- Competencia y participación: Desarrollar competencias para
explorar, indagar, identificar, experimentar, teorizar y resolver
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problemas, para que una vez apropiados pueda tomar decisiones que
brinde alternativa de solución al ambiente.
Escuela, salud y aprendizaje
El estudiante como un ser psicobiológico, pluridimensional y
polifacético, tiene una relación directa con el ambiente, en el
cual desarrolla en su totalidad sus conocimientos, experiencias y
un sinnúmero de necesidades que ayudan al crecimiento
intelectual, moral y material.
Existen dos campos q contribuyen a la capacidad de aprender y
a la construcción de nuevos conocimientos. En el campo ambiental
se puede mencionar a la familia, la escuela y todo el entorno que
rodea al estudiante cotidianamente; y la salud física,
psicológica y la genética como un campo individual que es
propiamente de la persona.
Ahora si, el aprendizaje y la relación de nuevos conocimientos
pueden verse afectado en el punto en que uno de estos campos se
encuentre funcionando de una forma inapropiada. Teniendo en
cuenta el campo individual, se presentan fallas cuando el
estudiante da señales de algún trastorno tanto mental como
corporal o motor, o también tenga un problema genético heredado
por sus padres, el cual no tiene forma de remediarse.
Por otro lado está el campo ambiental que se desarrolla
específicamente en todo el entorno en el que el estudiante se
encuentra (el hogar, la escuela, la sociedad), el cual puede ser
modificado por las necesidades y las expectativas que el
estudiante genere. Es en esta situación cuando miramos una
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estrecha relación con el aprendizaje, la salud y el ambiente
donde se desarrollan cada una de las actividades.
Siendo así, el educador debe saber que algunas variables de
comportamiento en el niño son normales y que la rotulación o
manejo de problemas inapropiados de conductas normales puede
crear problemas. Una experiencia escolar inicial marcada por
fallas y desagrados puede ser seguida por desánimo, desinterés y
fallas en el futuro. (MEN, 1998)
"La única costumbre que hay que enseñar a los niños es que no
se sometan a ninguna." Jean Jacques Rousseau
"Desentrañar el ambiente es comprender el
despliegue completo de su riqueza, la
complejidad de sus expresiones, de sus
matices, inmersos en el hogar, en la
escuela, en la sociedad, en un todo
dinámico e inacabado." (Coral, Edisson,
2012)
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CONCLUSIONES
Teniendo en cuenta el trayecto del tema, podemos concluir que:
La Educación Ambiental es importante en la formación del
individuo ya que es un tema que no sólo compete al maestro, sino
todo un contexto complejo conformado principalmente por la
escuela, el hogar y la sociedad, considerando que éstos son
gérmenes que hacen parte de la dinámica de la vida, además de la
pluralidad de aspectos que poseen y su funcionalidad del mismo.
La constante construcción de concepto ambiente, ha ido
evolucionado de un enfoque “natural” hacia uno “cultural, social
y ético”; conservando esta doble cohesión. Es así el hombre, como
responsable de su transformación debe ser consciente de su
realidad y dinamizar procesos de cambio, buscando siempre un
equilibrio en el manejo de los diferentes recursos y de su
entorno (dimensión ambiental).
La índole de escuela, hogar y sociedad que se quiere formar y
propiciar la asimilación del conocimiento debe estar implícita en
las potencialidades y comportamiento humano, la conciliación de
los valores y la misma realidad. Por otra parte, no debe ser
tradicionalista, memorística, repetitiva y verbalista, producto
de un currículo inflexible, una enseñanza directa, academicista y
autoritaria, sino una educación transformadora donde todos puedan
dialogar, conjeturar, corroborar, analizar, reflexionar,
promover experiencias significativas y buscar posibles soluciones
para confrontarlos con la vida cotidiana.
18
REFERENCIAS
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ambiental, contexto y perspectivas. Santafé de Bogotá:
Universidad Nacional de Colombia, IDEA.
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influido el hombre en algo? Voces Normalistas. (7 de Enero de
2012). pág. 10.
CEADU. Educación Ambiental en la Escuela. (s.f.).
Recuperado el 4 de Enero de 2012, de
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LUACES MENDEZ, Pedraza. (2006). Educación medioambiental:
Modelos, estrategias y sistemas para preservar el medio
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MEN. Política Nacional de Educación Ambiental SINA. (Julio de
2002).
Recuperado el 3 de Enero de 2012, de
http://www.asocars.org.co/archivos/areas/18-
politica_educacion_ambiental.pdf
19
PEDRAZA NIÑO, Nohora Inés., & MEDINA, Amanda. (2000).
Lineamientos para formadores en Educación Ambiental. Santafé
de Bogotá: Cooperativa Editorial Magisterio.
UNESCO-PNUMA. (1993). Tendencia de la Educación Ambiental.
Madrid: Libros la Catarata.
UNIVERSIDAD CATÓTICA DEL PERÚ. (1936). Rumbos de la pedagogía
contemporánea. Lima: C. Larrabure.