Un Buen Médico de Familia…
Prioriza ver la cara del paciente a ver la pantalla del ordenador
La puntualidad NO es un objetivo, luchar por tener más tiempo para el paciente SÍ
Ha sabido cambiar el ¨¿Qué le pasa?¨por un ¨¿En qué le puedo ayudar?¨
Ante una corbata o una chilaba, un olor desagradable o un perfume caro… su atención es la misma
Antes de aconsejar dar un paso, se plantea si es o no necesario darlo
Una de sus frases de cabecera: ¨Eres libre de decidir y también responsable de tu decisión¨
Sigue acompañando, aunque el paciente no siga el camino que él le aconsejó
Pierde el miedo a la incertidumbre y la hace compañera de viaje
Sabe decir: ¨ No lo sé, lo estudiaré, lo preguntaré e intentaré resolverlo¨
Sabe decir: ¨Me he equivocado, perdona¨
Sabe que la suma de sus conocimientos y sus habilidades no es suficiente para alcanzar el éxito. Será su actitud la que lo garantizará
Es aquel para quien innovar puede ser simplemente aprender a comunicarse diferente
Ante unos ojos rojos podrá decir si se trata de una conjuntivitis o una episcleritis, pero sobretodo, si es porque ha llorado… sabrá escuchar
Es capaz de cambiar la preocupación de un paciente al entrar, por la tranquilidad al salir, solo usando su palabra
Tiene como centro de derivación habitual la biblioteca municipal y en su arsenal terapéutico también hay libros, música, películas…
Su consulta no se limita a las cuatro paredes de su despacho
Sabe hablar de la muerte como parte de la vida
Después de una dura jornada puede que se plantee dejarlo, pero al día siguiente, ya descansado, encuentra recursos para mejorar
Teresa Mateu Gelabert. Médico de Familia.@tmateug