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“Con Juárez desde la trinchera que sea”. Nacido el 1 de septiembre de 1955 en Ciudad Juárez, Chihuahua, el actual senador Ramón Galindo Noriega es hijo de Edeberto Galindo Martínez y Manuela Noriega Madrid, ambos originarios de Sonora y radicados en esta ciudad donde nacieron todos sus hijos. “Soy el mayor de cinco hermanos hombres y dos mujeres. En orden de nacimiento somos Ramón, Sandra, Pilo que es escritor, Javier, Lucila, Jesús y Jorge, quien va a ser papá por primera vez en marzo. Entre el mayor y el menor hay una diferencia de 21 años” nos sorprende el senador. Entre risas nos cuenta que a su hermano más chico le dicen Zacarías “porque Pilo y yo queríamos que ese fuera su nombre, ya que era un personaje de un cuento que habíamos inventado, pero un día mi papá se lo llevó a escondidas y lo registró como Jorge Luis”. “Mis orígenes son humildes, crecí en la Melchor Ocampo y es algo que me enorgullece”. En efecto, agrega el licenciado en Contaduría que “es algo que no cambiamos por nada porque nos ha forjado una personalidad de gente muy comprometida con la comunidad. Desde la niñez fue una vida de mucho reto, de mucho drama. Como miles de personas que llegan de muchos estados, mis padres llegaron a Juárez sin conocer a nadie y sin un peso en el bolsillo”. “Mi padre trabajaba de albañil o lavaplatos en Juárez y por algunas temporadas también en Estados Unidos. Mi mamá lavaba ropa ajena, trabajó de sirvienta y luego de enfermera en un hospital… Ambos fueron muy luchones, pero construyeron una unidad familiar muy intensa” comenta pausadamente. Noviembre 14, 2011.
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Ante esa imposibilidad, decidió estu-diar la Licenciatura en Contaduría en el Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez. A la par que avanzaba en su formación académica, crecía su nivel de participa-
ción en el Partido Acción Nacional, cuyo registro indica que su fecha de afiliación es enero 1 de 1970, aunque la verdad sea dicha, está en la filas panistas desde mu-cho tiempo antes.
Explica Ramón Galindo que en aquellos años, eran pocos los jóvenes militantes y por esa razón se les valoraba mucho. “Cuando se da el proceso del cambio al interior del PAN, en 1983 con la llegada de Pancho Barrio, ya los Galindo traíamos un enorme historial, éramos los panistas vie-jos a pesar de ser jóvenes”.
“Los nuevos panistas venían con un áni-mo de ganar elecciones y nosotros seguía-mos con ese viejo romanticismo, lo que permitió una mezcla muy interesante y lograr los triunfos que se obtuvieron. Fue entonces que nos empezaron a ver como opciones válidas para obtener el triunfo” agrega.
