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NUEVA CULTURA DE SEÑALIZACIÓN

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  • NUEVA CULTURA DE SEALIZACIN

  • INDICE

    2 NDICE4

    710

    EL APRENDIZAJE POR REGLAS

    EL ELEMENTO COMUNICACIONAL

    CONSIDERACIO-NES ADICIONALES

  • CMO PRO-MOVER UNA NUEVA CUL-

    TURA DE SEALIZA-

    CIN?

  • 1.EL APRENDIZAJE POR REGLASLas reglas son descripciones verbales que establecen rela-ciones entre ocasiones, la conducta y las consecuenciasen el ambiente, que han sido previamente experimenta-das o pueden serlo y que generan un conocimiento tcito. Es-tacionar sobre el andn le acarrear una multa de x salarios mnimos. Sirven por consiguiente de puente entre las ocasio-nes en que se espera que curra la conducta y sus consecuen-cias sociales o legales, cuando estas ltimas ocurren de forma demorada. Se ensean para influenciar la manera como nos relacionamos con otras personas u objetos, pero igualmente para ensear a autorregularnos; de aqu su importancia paraensear y sostener las prcticas sociales deseables. Las reglas, sin embargo, no siempre se establecen de manera precisa; se espera que el individuo las complete ya sea infiriendo la consecuencia por una conducta ante una situacin- y otras asumiendo que el individuo infiere la situacin. Por ejemplo: Puede cruzar la calle o, Arrojar basura le acarrar una mul-ta. Como puede observarse el primer caso no especifica la

    consecuencia de cruzar la calle cuando el semforo est en rojo, mientras que el segundo caso no especifica la situacin. En el espacio pblico vemos seales informativas que pro-mueven una determinada conducta y se convierten en un elemento instigador para seguir una regla: la demarcacin de lugares de paso, para la regla: deje este espacio a los peatones,o la pintura de una estrella negra sobre el pavimento seali-zando el lugar donde hubo un accidente fatal, para la regla: reduzca la velocidad para evitar accidentes. A diferencia de las reglas explcitas o formales que tienen un elemento fsico instigador como las sealadas anteriormente, existen otras de forma tcita o informales, que aprendemos en el hogar, la escuela u observando a los dems, las cuales hacen par-te de nuestro repertorio verbal y por consiguiente no estn en el ambiente. Ejemplo de ellas puede ser: pedir permiso para pasar, pedir excusas al tocar a un extrao, dar las gra-cias, saludar, etc. Lo que se busca al pretender valernos de ellas para guiar el comportamiento es no hacer depender la

    exhibicin de dicho comportamiento de la presencia fsica de un ente regulador, llmese autoridad o ciudadano del comn. As, las reglas presentes en el repertorio verbal del individuo median la relacin del individuo con la sociedad aun cuando este est solo en un lugar. En muchas ciudades por ejemplo, las personas siguen reglas ciudadanas sin necesidad de con-troles externos; se paga el transporte aun cuando no se exija el tiquete de compra, se da paso al peatn, se recicla la basura, se recogen los excrementos de los perros, se acta de forma solidaria, etc., sin controles externos; los individuos se autorre-gulan siguiendo reglas las que contribuyen a prcticas sociales de convivencia. De esta manera el comportamiento social que supone el seguimiento de una regla no necesariamente requie-re de consecuencias inmediatas o directas ni de la presencia de otro individuo en el lugar; las personas no tienen que ser controladas sino guiadas a travs de las reglas que actan como mecanismo de autorregulacin. No obstante, para que la regla sea aprendida requiere en primer lugar que sea conocida.

  • Maneja con cuidado.

  • 2. EL ELEMENTO COMUNICACIONALLa estrategia que aqu se est proponiendo debe buscarexplicitar, visibilizar y difundir la regla de conviven-cia para motivar los CUR, partiendo del supuesto que muchas tensiones que se experimentan en el espacio urbano podran deberse al desconocimiento de la regla por parte de los ciudadanos o a la falta de acuerdos sobre la importancia de su seguimiento. La experiencia de Bogot durante la admi-nistracin de Mockus fue un punto de partida importante al valerse de personas para difundir y explicar algunas de ellas y dar reconocimiento por su cumplimiento. El estudio que he-mos adelantado recientemente con el propsito de explorar la importancia que le atribuyen los ciudadanos al seguimiento de reglas que orientan los CUR evidencian que los ciudadanos valoran las reglas de convivencia a partir de la funcin que cumplen en la sociedad, aspecto que debera tenerse presente para su difusin. Encontramos que las reglas se conceptuali-zan a partir de las consecuencias relacionadas con: el respeto por el otro, la higiene o preocupacin por la salud individual o colectiva, la seguridad personal y el cuidado del ambiente. La investigacin permite observar tambin que desde la pers-pectiva de la edad, a mayor edad de los participantes, se hace

    una mayor valoracin sobre el cumplimiento de las reglas en el espacio pblico; a medida que aumenta la edad de las personasse demanda ms el cumplimiento de un mayor nmero de re-glas y se considera ms importante su seguimiento. La estrate-gia comunicacional podra valerse de esta informacin para el diseo de avisos o mensajes que hagan explcitas los distintos tipos de reglas y como ha sealado Cialdini y cols. (1990), ha-cindolas salientes, mostrndolas como un deber ser -una per-sona arrojando basura en la caneca, otra haciendo la fila-, ubi-cndolas a lo largo de los distintos lugares por los que circulan o se encuentran las personas: los andenes, parques, terminales de transporte, centros comerciales, sociolugares, etc., apoyn-dose en la creatividad que ofrece la publicidad. A diferencia de las seales de trnsito en las que se requiere que no haya distractores, las reglas de las que venimos hablando podran ir acompaadas de publicidad con el fin de financiar este compo-nente de la estrategia y capturar la atencin del observador. Las personas son buscadores de informacin y para lograr obtener lo que se publicita exploramos el ambiente; parte del ambientesera la regla que acompaa la publicidad. Ya ha habido expe-riencias que muestran el papel que juegan algunas de estas se-

    ales o reglas expresadas simblicamente en el espacio pbli-co, como en los trabajo de Bachman y Kattzev (1982), Clayton, Helms y Simpson, (2006), Everett (1982), Huybers, Van Hou-ten y Malenfant (2004) Cuesta (2010), y las implementadas de forma masiva en nuestro medio en la administracin Mockus durante su alcalda en Bogot. Sin embargo la propuesta que aqu se desarrolla, sugiere que ms que promover la presenta-cin de forma aislada de una que otra regla, se debe crear un sistema de reglas armonioso, articulado bajo un mismo siste-ma de smbolos que busque regular el comportamiento de los individuos a partir de la funcin social que cumple el segui-miento de las reglas en la medida en que esta es la estructura base con la que los individuos las conceptualizan o interpretan dichas reglas. Adicionalmente se requiere que este sistema de reglas establezca una clara relacin con los beneficios que pro-duce sobre el individuo y para el grupo social. Si al sistema de seales sobre las reglas de convivencia que se propone en este trabajo le adicionamos de manera explcita el tipo de conse-cuencia ligada a la regla y en los beneficios sociales colectivos de su seguimiento, se facilitar su comprensin.

  • 2.1 LAS METACONTINGENCIAS

    El arreglo sociales entre las prcticas sociales y los resul-tados que las mantienen se denomina metacontingen-cias. As, la metacontingencia se establece cuando se crea una relacin funcional entre una prctica social compar-tida por un grupo de personas y el resultado que sta produce; los individuos cooperarn entre s cuando su comportamiento interdependiente produce mayores beneficios que la conducta independiente. De tal manera que cuando las mltiples con-ductas interdependientes actan en cohesin social, la rela-cin entre ellas y sus consecuencias similares dan lugar a una metacontingencia que produce como resultado la seleccin de un grupo de comportamientos o prctica social garantizando

    su sostenimiento en el tiempo, entre generaciones, lo que da lugar a que se convierta en una prctica cultural. La adopcin de una prctica social como los CUR va a depender entonces de las metacontingencias que regulen al grupo social. Esto da lugar a la evolucin cultural, la cual inicia en la conducta de un individuo o pequeo grupo y dependiendo del resul-tado que sta produzca, puede ser imitada y dar lugar a una prctica cultural, comportamiento compartido y sostenido por otros, que puede mantenerse si el entramado de contin-gencias histricas, contextuales y de relacin funcional con el ambiente, favorecen dicha prctica. El diseo de metacontin-gencia parece apropiado para promover CUR en el espacio

    pblico en la medida en que el grupo de ciudadanos puede entenderse como ecosistema habitacional dentro del cual se dan intercambios sociales sobre los cuales se puede intervenir programando consecuencias similares para las acciones co-lectivas e interdependientes. Las programacin de metacon-tingencias garantizara que las prcticas sociales deseables se mantengan independientemente de quienes estn presentes; los individuos pueden reemplazarse como ocurre en el paso de una generacin a otra; mientras las contingencias prevalezcan las prcticas sociales se mantendrn.

  • 2.2 EL DISEO URBANO

    El diseo espacial cumple igualmente un papel importanteal definir una estrategia dirigida a crear y mantenerprcticas sociales sostenibles en la ciudad. La adecuadaubicacin de la sealizacin, la gil movilidad, la existenciade mobiliario, de elementos culturales y recreativos yservicios pblicos (suficientes buses, telfonos, bancas,iluminacin, baos, etc.) y su adecuado mantenimiento,son condiciones indispensables para que la estrategiaeducativa pueda funcionar. La investigacin muestraque el seguimiento a las reglas tiene sus lmites; las personasdejan de respetarlas cuando se experimenta hacinamientoen el transporte urbano, los telfonos pblicosno funcionan apropiadamente, la calle est sucia, nohay suficientes baos, etctera (Wilson y Kelling, 1982)

  • 3. CONSIDERACIONES ADICIONALESDebemos tener presente que para que un individuo aca-te la regla que le exige un extrao depende de qu tandifundida, arraigada o aceptada sea por buena parte de la comunidad; el ciudadano del comn que demande la re-gla lo har siempre y cuando crea que va a ser respaldado por la autoridad y por el comn de la comunidad. De no ser as los ciudadanos no exigirn su cumplimiento. Si la regla solo se cumple en presencia de la autoridad de polica quiere decir que no es reconocida ni aceptada por la poblacin. Es nece-sario que la regla sea reconocida y aceptada para hacer sentir seguro al ciudadano del comn que reclama su cumplimiento.Adicionalmente la estrategia deber contemplar la difusin de la reglas de convivencia in situ, enunciando de forma explcita los comportamientos esperados y sus resultados favorables o desfavorables en caso de que se presenten o no. El mayor de-sarrollo de esta regulacin se encuentra en la movilidad, para lo cual existe una simbolismo compartido internacionalmente en todas la ciudades cuya funcin es en gran medida compren-dida por buena parte de la poblacin, sin embargo no sucede lo mismo con muchas otras reglas que buscan orientar la rela-cin entre las personas, las que por su condicin de tcitas no son claramente comprendidas o conocidas. A este respecto se hara una importante labor si se informara a los individuos so-bre las acciones esperadas y las consecuencias de sus actos con

    reglas explcitas en el contexto por el que se pueden presentartales comportamientos. Habr que desarrollar de forma imagi-nativa un sistema de smbolos similar al de la movilidad para el conjunto de conductas que se espera se exhiban en el espa-cio pblico: darle el paso al peatn cuando est en la esqui-na, no estacionar en los sitios reservados para personas con discapacidad, no orinar en la calle, respetar la privacidad de otro, no hacer ruido que perturbe al vecino, no andar sobre el csped, no pintar gafittis, respetar el uso de la restriccin vehi-cular, actual de forma solidaria con el necesitado, no escupir, no arrojar basura al piso, hacer uso del puente peatonal. Por consiguiente, educar valindose de la explicitacin de las re-glas y normas en el contexto en el que se deben seguir o cum-plir puede contribuir a que se sigan con mayor probabilidad. Un apoyo importante para promover la regla y apoyar a quien reclama su acatamiento, podra lograrse mediante la vincula-cin a la estrategia de personas pensionadas y bachilleres que presten de esta manera un servicio cvico, para que, con algn distintivo de carcter cvico o de servicio a la comunidad con-tribuyan, al menos en un inicio, a la difusin y comprensin de las reglas y de esta manera a crear un entorno de metacon-tingencias en el que los individuos comiencen a autorregular-se unos con otros a travs de sus transacciones rutinarias en el espacio pblico, al establecer un intercambio tcito de las

    reglas que contribuyen a la convivencia ciudadana. Por otra parte, las metacontingencias para los CUR en el espacio p-blico deben planificarse e integrarse al sistema de reglas que se difunden a travs del sistema educativo formal y dems ins-tituciones sociales, aspecto de gran importancia para la for-macin del ciudadano en macro ambientes como la ciudad. El lenguaje cumple a este respecto un papel importante en el diseo de estas prcticas al constituirse en el medio a travs del cual se transmiten las contingencias entre las personas, ya sea como mecanismo educativo formal o no formal como el que se debera dar en el espacio pblico. La enseanza de las reglas de convivencia desde temprana edad, orientadas hacia el beneficio colectivo ms que el individual, harn su aporte en el mantenimiento intergeneracional de las buenas prcticas culturales. Si bien muchas de las prcticas culturales que com-partimos actualmente fueron resultado de la combinacin de mltiples contingencias sociales incluyendo algunas de ellas producto del azar, es importante asumir el proceso de plani-ficacin o diseo de dichas prcticas con miras a promover aquellas que contribuyan al sostenimiento de la cultura, de la calidad de vida mediante la convivencia pacfica, la vida sana y a la democracia. Un ejemplo de una practica social que ha sido producto de la gestin urbana y ha venido siendo aceptado es el dejar de fumar: las campaas educativas y la normatividad

  • han contribuido a moldear en el pblico no-fumador una res-puesta crtica por el fumar: la probabilidad de que un fumador encuentre un no-fumador que lo evite o que le pida que deje de hacerlo es mucho mayor ahora. La combinacin del precio en el cigarrillo, las sanciones sociales y legales por fumar en sitios pblicos, y la responsabilidad que han asumido las per-sonas frente a la importancia de no contaminar el ambiente delos dems, son en buena parte responsables por el descenso marcado en la prevalencia de fumadores. La creacin o mo-dificacin de una prctica social como es el caso de los com-portamientos deseables para una sociedad democrtica, igua-litaria y orientada hacia la convivencia, puede tomar ms de una generacin, hasta tanto se adopten las reglas que rigen las prcticas. Disear por consiguiente el espacio pblico como escenario de aprendizaje de comportamientos urbano respon-sables en la ciudadana supone un proceso de planificacin y de establecimiento de reglas. El diseo requerir del orde-namiento explcito no solo de nuevas reglas sino de nuevas interconexiones entre los ciudadanos y por lo tanto de redes autorreguladoras o sistemas de contingencias en una interac-cin dependiente. Para garantizar por consiguiente que una prctica social deseable se mantenga y se transfiera de una ge-neracin a otra ser necesario que se de una dependencia fun-cional entre quienes la practican, y sus consecuencias benfi-cas para el grupo. Quien hace uso de la bicicleta o deja su carro para usar el transporte pblico con miras a disfrutar de un am-biente ms sano, no lo lograr si no hay muchas ms personas comprometidas con la misma motivacin; es decir el resultado final depender de la cantidad de individuos que hagan uso de la bicicleta o recurran a otros medios para conseguir la misma meta: el ambiente sano como un fin deseable de la sociedad, y no simplemente por evitar una sancin legal por usar el ve-hculo en horas en las que hay restriccin. La planificacin de

    metacontingencias deber mostrar los beneficios individuales que se consiguen por el seguimiento de ciertas reglas: evitar-se el cobro del peaje por llevar a ms de dos personas en el auto, o recibir por ejemplo reciprocidad en el futuro cuando se muestre solidaridad. Pero ms que mostrar las ganancias in-dividuales se debe educar a partir de los beneficios colectivos

    o culturales del seguimiento de las reglas y normas; conseguir un ambiente ms sano, mantener los recursos naturales, darle mayor movilidad a la ciudad, crear un ambiente ms seguro, disfrutar de una mejor relacin con los dems; disfrutar en l-timas de una mejor calidad de vida. La enseanza de las reglasde convivencia en la escuela, en los otros niveles educativos y en las dems instituciones sociales deber mostrar los benefi-cios colectivos y culturales del seguimiento a la regla ms que enfatizar en las consecuencias negativas de carcter individual

    por su incumplimiento y mucho menos centrarse en crear te-rror anunciando el fin del mundo si no se protege el ambiente.Quizs la condicin esencial para garantizar el sostenimiento en el tiempo de prcticas sociales benficas para una sociedad sea la de estimular la cooperacin entre los ciudadanos para seguir la regla o hacer cumplir la norma. Para ello los gestores urbanos debern disear estrategias que incluyan: la exhibi-cin del comportamiento deseado valindose de los medios, o a travs de modelos en el mismo espacio pblico como lo han hecho varios alcaldes de distintas ciudades del mundo en dis-tintas pocas cuando han tratado de incentivar ciertos com-portamientos urbano responsables; promover la autorregula-cin del comportamiento por ejemplo para el uso del vehculopor nmero de placas, el reciclaje y la solidaridad mediante la motivacin de la cooperacin y vigilancia social; programar incentivos individuales o colectivos, beneficiar por ejemplo con incentivos econmicos a quienes hacen uso del transporte pblico o turnan su carro para transportar a vecinos, o a quie-nes se organizan para reciclar, para cuidar un parque; premiar a quien demanda el cumplimiento de una norma brindndole apoyo legal y social a travs de reconocimientos y otorgando recompensas ante la delacin de delitos. Y crear dentro del sis-tema educativo reglas meta-reglas que induzcan la evaluacindel propio desempeo: lo estoy haciendo bien? Qu debera hacer en esta ocasin? Me gustara que esto le pasara a mi o a mi familia? Finalmente, al fortalecer la identidad urbana, mediante acciones como la vinculacin de elementos de la historia social de la ciudad al espacio pblico, y mediante la difusin en la ciudadana y en los visitantes de la reputacin de ciudad educada y amable por ejemplo, contribuira al se-guimiento de las reglas para cumplir con tales expectativas y mantener tales representaciones sociales sobre la ciudad.

  • CRUCES PEATONALES

  • VIDEO: MISTAKES

  • CORTO: PESADILLA DE JUAN

    Con este corto animado queremos transmitir la importancia del respeto hacia las seales de trnsito, y con mucha ms prioridad en la capital de nuestro pas: Lima. Esto debido a que existe mucha informalidad y los ciudadanos limeos an no son concientes del dao que causa en la sociedad.

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