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El modelo teórico de mono- polio en donde un productor no enfrenta competencia, ra- ramente tiene correlato en la realidad. La verdad es un con- tinuo donde las firmas enfren- tan distintos grados de com- petencia, y donde empresas y reguladores requieren identifi- car la intensidad de esa com- petencia, o el grado de poten- cial monopólico. Los estrategas buscarán las industrias en las que el poder de afectar los precios y en defi- nitiva, ganar más, sea mayor. Los reguladores procuran defi- nir cuál es el ámbito de merca- do, o qué naturaleza tiene la competencia de un determi- nado productor, de modo de poner el acento regulatorio donde el poder es mayor. La discusión sobre el ámbito o naturaleza del mercado es amplia. Así, quienes quieran argumentar que el mundo está constituido por monopolios llegarán a sugerir que la Coca- Cola lo es, porque esa bebida tiene características únicas que le permiten aumentar el precio sin perder significativa- mente consumidores. Por cierto, esa visión es ex- trema, porque es evidente que el poder de Coca-Cola está claramente acotado por otras bebidas colas, otras gaseosas, otras bebidas de fantasía, y si alguien quiere, hasta por el agua potable. Por ello, la dis- cusión sobre cuán buenos son los sustitutos de Coca-Cola se puede extender enormemen- te y zanjarla no debiera depen- der de tincadas, sino de indica- dores objetivos. Un indicador objetivable usado ampliamente en las le- gislaciones antimonopolio pa- ra definir el mercado es uno que permite responder con datos a la siguiente pregunta: “Si solo el precio del producto en ese mercado aumentara en 5%, ¿las empresas que lo pro- ducen podrían aumentar las ganancias?”. La lógica que sigue es que si el mercado está definido en forma muy estrecha, por ejem- plo, Coca-Cola, un aumento exclusivamente del precio de ese producto hará que masiva- mente los consumidores de- jen de consumirla, sustituyén- dola por una alternativa, con una caída subsecuente de las ganancias de la empresa. La conclusión, entonces, es que el mercado no puede es- tar definido como de “la Coca- Cola”, y debemos agregar, por ejemplo, otras gaseosas. Volvamos al ejercicio ahora incluyendo el conjunto de be- bidas carbonatadas. Si aumen- tamos ahora el precio de todas ellas simultáneamente en 5%, ¿podrán aumentar las ganan- cias? Si no lo hacen, repetimos el ejercicio, agregando otras bebidas, aumentando simultá- neamente el precio de todas. Si las ganancias de todas las bebidas aumentan, eso deter- mina ese mercado. En ese momento, el ámbito queda definido y sabemos en- tonces qué competidores exis- ten, qué capacidad tiene una empresa en particular para au- mentar los precios y qué por- centaje del mercado tiene la empresa. La teoría, pero también la medición estadística, se com- plementan para definir estra- tegias, regulaciones, y en ge- neral acciones. ¡Hasta el próximo sábado! EL PODER MONOPÓLICO REAL La competencia entre empre- sas las disciplina, pues limita los precios que pueden cobrar. Cuando existen posibilidades de replicar, imitar o generar productos sustitutos, las em- presas quedan acotadas en las acciones que pueden realizar, particularmente respecto del precio. Así, una pescadería limita las acciones de otra;también, mu- chos almacenes en el barrio li- mitan el comportamiento del supermercado, y la disponibili- dad de arriendos en Viña, limita que las agencias de viaje co- bren excesivamente por ir a Río de Janeiro. La discusión sobre cuál es el poder que tienen las empresas de afectar el precio de un deter- minado producto y generarse ganancias con ello, se refiere al poder monopólico. Este último está en la base de muchas políticas de control gu- bernamental y, también, con otros nombres, subyace en va- riadas estrategias empresaria- les. Un innovador quiere ser monopolio, usando como ar- mas su creatividad y originali- dad. Apple ha tenido esa capa- cidad porque ha innovado. N o hay prohibición de inspirarse y producir computadores tipo Apple, pero ella ha mantenido la originalidad a costa de es- fuerzo, de innovación. ¿SON NECESARIAS LAS PATENTES? Como Apple, hay muchos otros que caen en la categoría de “buenos”. Son empresas con el poder de mantener ga- nancias aumentando el precio, sin que se les vayan los clientes, pero que sus ganancias resultan de una innovación, de creativi- dad y son temporales, pues eventualmente son superados y desplazados por otros innova- dores, al cabo de un tiempo. Este proceso de “destrucción creativa” resulta en crecimiento y en desarrollo. Como lo disfru- tó Sony con la introducción del videocasette B eta, pero luego lo sufrió cuando Panasonic la desplazó con el VH S. A su vez, Panasonic lo sufrió después, cuando el D VD desplazó el VH S, y hoy, posiblemente, el D VD su- fre con la alternativa de N etflix. O tros monopolios provienen de la regulación del Estado. Es- te último puede, a través de la ley, proteger a empresas para que no tengan competencia y lo hace frecuentemente. Las leyes de patente y propiedad intelec- tual prohíben la copia y asegu- ran monopolios por un tiempo, muy prolongado para algunos. La justificación es que eso pro- mueve la innovación, pero ¿lo hace? Los defensores de las paten- tes argumentan en las siguien- tes líneas: supongamos que la investigación y descubrimiento de una nueva droga que retar- dará el envejecimiento requiere una enorme inversión. Sin em- bargo, la elaboración de esa droga, una vez descubierta, ten- dría bajo costo de producción. Si el Estado, argumentan, no prohíbe la producción de la dro- ga por otros laboratorios, el in- novador no tendrá cómo recu- perar la inversión. El argumento entonces sugiere que las leyes de patente y propiedad intelec- tual fomentan la innovación. Una visión alternativa es la que han venido sosteniendo más recientemente críticos a la idea de que las patentes permi- ten el desarrollo. Sugieren que las patentes no son necesarias para remu- nerar la invención, pues exis- ten instrumentos alternativos que la pagan. Concretamente, el inventor en nuestro ejemplo sabrá positivamente que una vez que divulgue su descubri- miento las acciones de los la- boratorios que producen dro- gas o cremas antienvejeci- miento caerán significativa- mente de valor. Consecuentemente, nuestro inventor podrá hacer “ventas cortas” de acciones, esto es, vender acciones de esos labora- torios hoy, sin poseerlas. El compromiso, pagarlas en una fecha próxima, luego de haber divulgado el invento y cuando el valor de la acción haya caído. Pero son otros los monopo- lios, a veces estatales, a los que los economistas tienen mayor aversión. M onopolios de este ti- po en Chile abundan, particu- larmente justificados sobre la base de la historia. Es el caso de los conservado- res de B ienes Raíces, a quienes la ley les garantiza que nadie puede competirles en el servi- cio de registrar los bienes raí- ces. ¿La implicancia? M uchos querríamos acceder a ese ofi- cio. El caso de los notarios sigue la misma línea, y ello no solo se refleja en los altísimos costos que imponen por lo que hacen, sino también por la general- mente pésima atención, refleja- da en las enormes filas de clien- tes y en la mala infraestructura disponible. En general, la aversión a los monopolios surge de que la fal- ta de competencia permite au- mentar precios, lo que ahuyen- ta a los consumidores. D e esta forma, unidades que son valoradas por los consumi- dores en más de lo que a los productores les cuesta produ- cirlas, eventualmente, no llegan al mercado. Lo clave que hace especial- mente negativos a los monopo- lios es esa distorsión, que surge de la elasticidad negativa de la demanda (esta disminuye cuan- do el precio aumenta) . ¿V ENDER MÁ S Y G ANAR MENOS? Un caso que ilustra el pro- blema es el siguiente. Supón- gase que un productor puede fabricar a un costo cero un pro- ducto que vende a $10, con un total de 90 millones de unida- des, lo que le genera utilida- des de $900 millones. Supongamos que si reduje- ra el precio a $8, vendería 100 millones de unidades. Lo apa- rentemente paradójico de es- te caso es que a este produc- tor no le conviene reducir el precio, pues caen sus utilida- des. Es paradójico porque las 10 millones de unidades adi- cionales que podría vender le cuestan cero, ¡y los consumi- dores se las pagan a $8! La explicación corresponde exactamente el problema del monopolio: es socialmente conveniente que el monopo- lista baje el precio, pero a este no le conviene hacerlo, por- que a pesar de que las unida- des adicionales que vendería contribuyen en $80 millones a sus utilidades, la rebaja del precio de $2 que tiene que aplicar a las 90 millones de uni- dades que ya vendía, le gene- ran finalmente una pérdida. Buenos y malos monopolios El pod er monopólico está en la b ase d e muchas políticas de control gubernamental y, también,con otros nombres,subyace en variadas estrategias empresariales. APPLE, NOTARIOS Y CONSERV ADORES DE B IENES RAÍCES EL MERCURIO La teoría,pero tamb ién la med ición estad ística,se complementan para d efinir estrateg ias, regulaciones y,en general,acciones. La ley garantiza a los conservadores de Bienes Raíces que nadie puede competirles en el servicio de registrar los bienes raíces. ¿La implicancia? Muchos querríamos acceder a ese oficio. Clase 6 de 8 SÁ B AD O

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  • El modelo terico de mono-polio en donde un productorno enfrenta competencia, ra-ramente tiene correlato en larealidad. La verdad es un con-tinuo donde las firmas enfren-tan distintos grados de com-petencia, y donde empresas yreguladores requieren identifi-car la intensidad de esa com-petencia, o el grado de poten-cial monoplico.

    Los estrategas buscarn lasindustrias en las que el poderde afectar los precios y en defi-nitiva, ganar ms, sea mayor.Los reguladores procuran defi-

    nir cul es el mbito de merca-do, o qu naturaleza tiene lacompetencia de un determi-nado productor, de modo deponer el acento regulatoriodonde el poder es mayor.

    La discusin sobre el mbitoo naturaleza del mercado esamplia. As, quienes quieranargumentar que el mundo estconstituido por monopoliosllegarn a sugerir que la Coca-Cola lo es, porque esa bebidatiene caractersticas nicasque le permiten aumentar elprecio sin perder significativa-mente consumidores.

    Por cierto, esa visin es ex-trema, porque es evidente queel poder de Coca-Cola estclaramente acotado por otrasbebidas colas, otras gaseosas,otras bebidas de fantasa, y sialguien quiere, hasta por elagua potable. Por ello, la dis-cusin sobre cun buenos sonlos sustitutos de Coca-Cola sepuede extender enormemen-te y zanjarla no debiera depen-der de tincadas, sino de indica-dores objetivos.

    Un indicador objetivableusado ampliamente en las le-gislaciones antimonopolio pa-

    ra definir el mercado es unoque permite responder condatos a la siguiente pregunta:Si solo el precio del productoen ese mercado aumentara en5%, las empresas que lo pro-ducen podran aumentar lasganancias?.

    La lgica que sigue es que siel mercado est definido enforma muy estrecha, por ejem-plo, Coca-Cola, un aumentoexclusivamente del precio deese producto har que masiva-mente los consumidores de-jen de consumirla, sustituyn-dola por una alternativa, con

    una cada subsecuente de lasganancias de la empresa.

    La conclusin, entonces, esque el mercado no puede es-tar definido como de la Coca-Cola, y debemos agregar,por ejemplo, otras gaseosas.

    Volvamos al ejercicio ahoraincluyendo el conjunto de be-bidas carbonatadas. Si aumen-tamos ahora el precio de todasellas simultneamente en 5%,podrn aumentar las ganan-cias? Si no lo hacen, repetimosel ejercicio, agregando otrasbebidas, aumentando simult-neamente el precio de todas.

    Si las ganancias de todas lasbebidas aumentan, eso deter-mina ese mercado.

    En ese momento, el mbitoqueda definido y sabemos en-tonces qu competidores exis-ten, qu capacidad tiene unaempresa en particular para au-mentar los precios y qu por-centaje del mercado tiene laempresa.

    La teora, pero tambin lamedicin estadstica, se com-plementan para definir estra-tegias, regulaciones, y en ge-neral acciones.

    Hasta el prximo sbado!

    EL PODER MONOPLICO REAL

    La competencia entre empre-sas las disciplina, pues limita losprecios que pueden cobrar.Cuando existen posibilidadesde replicar, imitar o generarproductos sustitutos, las em-presas quedan acotadas en lasacciones que pueden realizar,particularmente respecto delprecio.

    As, una pescadera limita lasacciones de otra; tambin, mu-chos almacenes en el barrio li-mitan el comportamiento delsupermercado, y la disponibili-dad de arriendos en Via, limitaque las agencias de viaje co-bren excesivamente por ir a Rode Janeiro.

    La discusin sobre cul es elpoder que tienen las empresasde afectar el precio de un deter-minado producto y generarseganancias con ello, se refiere alpoder monoplico.

    Este ltimo est en la base demuchas polticas de control gu-bernamental y, tambin, conotros nombres, subyace en va-riadas estrategias empresaria-les. Un innovador quiere sermonopolio, usando como ar-mas su creatividad y originali-dad. Apple ha tenido esa capa-cidad porque ha innovado. N ohay prohibicin de inspirarse yproducir computadores tipoApple, pero ella ha mantenidola originalidad a costa de es-fuerzo, de innovacin.

    SON NECESARIASLAS PATENTES?

    Como Apple, hay muchosotros que caen en la categorade buenos. Son empresascon el poder de mantener ga-nancias aumentando el precio,sin que se les vayan los clientes,pero que sus ganancias resultande una innovacin, de creativi-dad y son temporales, pues

    eventualmente son superados ydesplazados por otros innova-dores, al cabo de un tiempo.

    Este proceso de destruccincreativa resulta en crecimientoy en desarrollo. Como lo disfru-t Sony con la introduccin delvideocasette Beta, pero luegolo sufri cuando Panasonic ladesplaz con el VH S. A su vez,Panasonic lo sufri despus,cuando el D VD desplaz el VH S,y hoy, posiblemente, el D VD su-fre con la alternativa de N etflix.

    O tros monopolios provienende la regulacin del Estado. Es-te ltimo puede, a travs de laley, proteger a empresas paraque no tengan competencia y lohace frecuentemente. Las leyesde patente y propiedad intelec-tual prohben la copia y asegu-

    ran monopolios por un tiempo,muy prolongado para algunos.La justificacin es que eso pro-mueve la innovacin, pero lohace?

    Los defensores de las paten-tes argumentan en las siguien-tes lneas: supongamos que lainvestigacin y descubrimientode una nueva droga que retar-dar el envejecimiento requiereuna enorme inversin. Sin em-bargo, la elaboracin de esadroga, una vez descubierta, ten-dra bajo costo de produccin.

    Si el Estado, argumentan, noprohbe la produccin de la dro-ga por otros laboratorios, el in-novador no tendr cmo recu-perar la inversin. El argumentoentonces sugiere que las leyesde patente y propiedad intelec-

    tual fomentan la innovacin. Una visin alternativa es la

    que han venido sosteniendoms recientemente crticos a laidea de que las patentes permi-ten el desarrollo.

    Sugieren que las patentesno son necesarias para remu-nerar la invencin, pues exis-ten instrumentos alternativosque la pagan. Concretamente,el inventor en nuestro ejemplosabr positivamente que unavez que divulgue su descubri-miento las acciones de los la-boratorios que producen dro-gas o cremas antienvejeci-miento caern significativa-mente de valor.

    Consecuentemente, nuestroinventor podr hacer ventascortas de acciones, esto es,vender acciones de esos labora-torios hoy, sin poseerlas. Elcompromiso, pagarlas en unafecha prxima, luego de haberdivulgado el invento y cuandoel valor de la accin haya cado.

    Pero son otros los monopo-lios, a veces estatales, a los quelos economistas tienen mayoraversin. M onopolios de este ti-po en Chile abundan, particu-larmente justificados sobre labase de la historia.

    Es el caso de los conservado-res de B ienes Races, a quienesla ley les garantiza que nadiepuede competirles en el servi-cio de registrar los bienes ra-ces. La implicancia? M uchosquerramos acceder a ese ofi-cio. El caso de los notarios siguela misma lnea, y ello no solo serefleja en los altsimos costosque imponen por lo que hacen,sino tambin por la general-mente psima atencin, refleja-da en las enormes filas de clien-tes y en la mala infraestructuradisponible.

    En general, la aversin a losmonopolios surge de que la fal-

    ta de competencia permite au-mentar precios, lo que ahuyen-ta a los consumidores.

    D e esta forma, unidades queson valoradas por los consumi-dores en ms de lo que a losproductores les cuesta produ-cirlas, eventualmente, no lleganal mercado.

    Lo clave que hace especial-mente negativos a los monopo-lios es esa distorsin, que surgede la elasticidad negativa de lademanda (esta disminuye cuan-do el precio aumenta).

    V ENDER M SY G ANAR MENOS?

    Un caso que ilustra el pro-blema es el siguiente. Supn-gase que un productor puedefabricar a un costo cero un pro-ducto que vende a $10, con untotal de 90 millones de unida-des, lo que le genera utilida-des de $900 millones.

    Supongamos que si reduje-ra el precio a $8, vendera 100millones de unidades. Lo apa-rentemente paradjico de es-te caso es que a este produc-tor no le conviene reducir elprecio, pues caen sus utilida-des. Es paradjico porque las10 millones de unidades adi-cionales que podra vender lecuestan cero, y los consumi-dores se las pagan a $8!

    La explicacin correspondeexactamente el problema delmonopolio: es socialmenteconveniente que el monopo-lista baje el precio, pero a esteno le conviene hacerlo, por-que a pesar de que las unida-des adicionales que venderacontribuyen en $80 millones asus utilidades, la rebaja delprecio de $2 que tiene queaplicar a las 90 millones de uni-dades que ya venda, le gene-ran finalmente una prdida.

    Buenos y malosmonopolios

    El poder monoplico est en la base demuchas polticas de control gubernamental y,tambin, con otros nombres, subyace envariadas estrategias empresariales.

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    La teora, perotambin la medicinestadstica, secomplementan paradefinir estrategias,regulaciones y,engeneral,acciones.

    La ley garantiza a los conservadores de Bienes Races que nadie puede competirles en el servicio deregistrar los bienes races. La implicancia? Muchos querramos acceder a ese oficio.

    Clase 6 de 8

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