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Diciembre 2008Núm. 180
AVANCESCuaderno de Trabajo
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez
Coordinación de Investigación y Posgrado del Instituto de
Metáforas y discurso sobre tecnociencia en inmigrates pobres: una propuesta
para su análisis reticular.
Jesus René Luna Hernández
Comité Editorial de Avances
Dra. Martha Patricia Barraza de Anda
Dra. Consuelo Pequeño Rodríguez Dra. Alba Yadira Corral Avitia
Mtra. Carmen Gabriela Lara Godina Mtro. Gerardo Sandoval Montes
Dra. Magali Velasco Vargas Dr. Ricardo Almeida Uranga
Dra. Sonia Bass Zavala Mtra. Carmen Álvarez González Mtra. Ma. Elena Vidaña Gaytán
Mtro. Oscar Dena Romero Mtra. Katya Butrón Yáñez
Directorio
Jorge Mario Quintana Silveyra Rector
David Ramírez Perea
Secretario General
Martha Patricia Barraza de Anda Coordinadora General de Investigación y Posgrado
Francisco Javier Sánchez Carlos
Director del Instituto de Ciencias Sociales y Administración
Consuelo Pequeño Rodríguez
Coordinadora de Investigación y Posgrado del ICSA
Universidad Autónoma de Ciudad JuárezInstituto de Ciencias Sociales y Administración
H. Colegio Militar # 3775Zona Chamizal
C.P. 32310Ciudad Juárez, Chihuahua, México
Tels. 688-38-56 y 688-38-57Fax: 688-38-57
Correo: [email protected]@uacj.mx
A v a n c e s
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Metáforas y discurso sobre tecnociencia en inmigrantes pobres: una propuesta para su análisis reticular
Resumen
La inmigración es uno de los temas más discutidos recientemente tanto por los
medios como por diversos grupos sociales e individuos, tanto a favor como en contra. Sin
embargo, en muchas ocasiones se deja de lado lo que los propios inmigrantes tienen que
decir sobre la situación que viven y la vida cotidiana que tienen. Uno de los aspectos
menos estudiados es la relación y el discurso que tienen con respecto a las nuevas
tecnologías de información y comunicación (TICs). En este trabajo se presenta una
propuesta de estudio de las metáforas sobre tecnociencia que tienen inmigrantes
recientes provenientes de zonas rurales, por ser quienes, al menos por lo que reportan
diversos estudios, menos contacto han tenido con las TICs, y quienes al arribar a
sociedades más tecnificadas se desenvuelven en los trabajos más alejados del uso
cotidiano de las tecnologías. Para aproximarme al análisis metafórico de las TICs
propongo que se adopte la perspectiva de la Psicología Discursiva, en la cual el contexto
y las relaciones toman prominencia por sobre los aspectos atributivos o actitudinales. Por
lo mismo, para la recopilación de información la estrategia más adecuada es la que
proporciona el análisis de redes sociales desde la modalidad del análisis reticular del
discurso.
A v a n c e s
2
Introducción
Diversos estudios han analizado los factores que facilitan u obstaculizan los
procesos migratorios desde una perspectiva psicosocial, describiendo tanto los posibles
espacios de participación como los obstáculos que puedan encontrar los inmigrantes en
el logro de interconexiones con otros grupos sociales en la sociedad receptora (Rivas
Nina, 2005). Otros estudios se abocan a analizar los denominados procesos de
aculturación en los más diversos contextos, desde lugares de trabajo y escuela, así como
desde perspectivas macrosociales hasta análisis de personalidad y de diferencias
individuales en los inmigrantes, además de desarrollar estudios con base en diversas
tipologías de quienes cambian de residencia, como son los refugiados, expatriados,
turistas e inmigrantes (Sam y Berry, 2006).
Las dinámicas de la migración internacional se encuentran íntimamente conectadas a las
nuevas tecnologías de información y comunicación (TICs), en tanto que el desarrollo de
los procesos y fases de la inmigración se ven apoyados por diversas tecnologías de
comunicación especialmente los móviles y el Internet. Las TICs apoyan la creación y
mantenimiento de redes sociales de apoyo que facilitan el ingreso y adaptación de los
nuevos residentes en las sociedades de recogida (Martínez y Peñaranda, 2005).
Sin embargo, poco se sabe sobre el conocimiento y relación que muchos inmigrantes
tienen con las TICs. En específico, poco se ha investigado sobre la forma en las que las
nuevas tecnologías se incrustan o se alejan de la vida cotidiana de aquellos inmigrantes
que vienen de sociedades en las que las TICs no están ampliamente difundidas, como es
el caso de algunas sociedades subsaharianas. ¿Qué uso hacían de las TICs en sus
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lugares de origen aquellas personas que hoy se encuentran laborando en lugares y
situaciones lo más alejado de las tecnologías electrónicas, como es el caso de la
agricultura?, o ¿Cuáles son los procesos de cambio en el imaginario/discurso que estos
inmigrantes tienen sobre las TICs?
El distanciamiento con respecto a las TICs en estas personas que se movilizan a un
nuevo lugar, al cual llegaron en búsqueda de mejora y bienestar, pueden provocar
situaciones de injusticia y aislamiento social, lo cual conlleva a que se jerarquicen de
manera más prominente las diferencias sociales, creándose una brecha digital, la cual no
solamente se puede definir en términos macrosociales, sino a nivel de las relaciones e
interacciones sociales con las instituciones sociales, es decir, a un meso nivel.
Lejos de tratar de entender la relación personal con las TICs mediante la medición y el
análisis de las actitudes o predisposiciones psicológicas al uso de las mismas, en este
trabajo propongo una aproximación desde el discurso como constructor de las relaciones
que se generan entre inmigrantes y TICs. Es decir que mediante el estudio de lo que y
cómo se dice sobre las TICs se podría generar un entendimiento más profundo. Por ello,
descubrir las metáforas que constituyen el lenguaje en relación al papel de las TICs en la
vida cotidiana de los inmigrantes nos podría ayudar a entender mejor los procesos de
inserción en una sociedad que no promueve la igualdad de todos aquellos a los que
recibe.
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Parte 1: La inmigración y las nuevas TICs.
¿Qué es entonces la verdad? Un tropel de metáforas, metonimias, antropomorfismos, en
resumidas cuentas, una suma de relaciones humanas (...) las verdades son ilusiones de
las que se ha olvidado que lo son; metáforas que se han gastado y han quedado sin
fuerza, monedas que han perdido su troquel y no se las considera ya como monedas sino
simplemente como metal (Nietzsche 1980, p.11).
Gran parte del discurso sobre la inmigración, tanto en los ámbitos académicos como en
los oficiales y en los medios de comunicación, se ha centrado en sus aspectos
demográficos y económicos (Calavita, 2005), ignorando otros aspectos que le podrían
dar un matiz más diverso.
La inmigración conlleva en sí aspectos más amplios. No es un fenómeno tan simple y
dicotómico como se nos muestra en los medios de (des)comunicación, donde sólo se
habla de éxitos – como cuando un jugador de football de África o Latinoamérica es
fichado por el Barcelona- o fracasos -el número de inmigrantes que se ahogaron cuando
su patera volcó- en la experiencia de inmigrar (Ruiz, 2002), o noticias donde sobre
situaciones en las que resurge el rechazo y el odio hacia los inmigrantes (Bagué, 2004).
Esto oculta los aspectos más matizados del fenómeno y niega “la singularidad de la
vivencia subjetiva” de los y las inmigrantes, nulificando así los aspectos de resistencia y
empoderamiento que se pudiesen crear, estableciendo una imagen del inmigrante como
un individuo miserable y pasivo que huye o es rescatado de su miseria (Paz Guardera,
2005).
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La inmigración se puede definir de manera más holística en dos maneras un tanto
complementarias. La primer definición que ofrezco conlleva una perspectiva
macrosociológica, mientras que la segunda se enfoca de manera más endógena al
sujeto inmigrante (Givens, 2007).
Se puede decir que gran parte de los procesos de globalización se verían truncados de
no existir la migración. La migración internacional crea y modifica sistemas complejos de
interconexión, entendiendo a ésta como los mecanismos que facilitan la comunicación
entre la gente, independientemente de donde se encuentren, de la distancia que medie
entre ellos y ellas, y que a su vez juega un rol importante como elemento de cambio
social que reverbera en la sociedad en general (Ros, González, Marín, y Sow, 2007). En
sí, el fenómeno migratorio es gigantesco en su aspecto cuantitativo, ya que de acuerdo a
las estadísticas de la División sobre Población de las Naciones Unidas, de un total de
6 464 750 000 habitantes en el mundo, el número total de inmigrantes en el 2006 fue de
190 634 000. Es decir, el 3% de la población mundial es emigrante (United Nations
Organization, 2006).
Otra manera de hablar de inmigración es el de conceptuarla como un proceso de
transición ecológica en el cual se llevan a cabo cambios trascendentales en el entorno
vital de un individuo o grupo, tanto en el ámbito físico (cambio de clima, de espacio vital),
social (nuevas normas sociales y en los valores culturales), como en el estatus
socioeconómico y en el sistema de relaciones en el cual se basa el sistema de apoyo
social (Pedone, 2002).
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1.1 El papel de las TICs en la motivación para emigrar
La inmigración a gran escala no puede ser detenida. Castells (2004) y otros,
revisados ya anteriormente, apoyan esta aseveración ilustrando dos fuertes razones
estructurales: el creciente desfase entre los niveles de vida del denominado Primer
Mundo y el Tercer Mundo -al menos para la mayoría de su población- y la necesidad que
tiene Europa y otras regiones del mundo -Oceanía, por ejemplo- de mantener una
estabilidad demográfica para poder sostener la economía.
Por otro lado, la inmigración claramente tiene un fin utilitario para los países receptores.
Este fin utilitario es el de mantener precisamente la economía que se puede llegar a
desmoronar por el hecho de que los habitantes “originales” de las sociedades de acogida
envejecen y las subsecuentes generaciones no se reproducen lo suficientemente rápido
como para mantener constante el número de personas necesarias para sostener
servicios sociales tales como la seguridad social, y empleos en áreas tales como la
construcción y la agricultura. La mayoría de los países europeos solamente han
incrementado su tasa poblacional por el hecho de ser receptores de inmigración.
Ahora bien, al haber visto que la inmigración es un fenómeno atrayente y necesario,
surgen las preguntas sobre ¿Cuál es el papel que las TICs juegan en ese proceso, y en
la vida cotidiana de los inmigrantes? Muy poco se sabe realmente del uso que hacían de
las TICs en sus lugares de origen los inmigrantes que vienen de lugares más apartados
tecnológicamente del “Primer Mundo”. Esto se puede deber a múltiples razones, siendo
una de las más importantes que dichos inmigrantes son, como ya he mencionado,
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asignados a las tareas más alejadas del uso de tecnología de punta, tanto mecánica
como comunicacional, ni que decir de estar en contacto con la investigación y el
desarrollo científico en los trabajos que desempeñan. Otra pregunta que se puede
formular basándose en lo revisado, es acerca de ¿qué efectos tienen la adopción y el
uso de las TICs por parte de los inmigrantes?, ¿qué repercusiones tienen las TICs en las
sociedades de origen, como cuando se llevan de vuelta a los países de residencia
original?
1.2 TICs y Redes sociales de apoyo
A pesar de la cantidad considerable de estudios demográficos y socioeconómicos
acerca de la inmigración a países económicamente fortalecidos1, es sorprendente
confirmar que existen muy pocos estudios sobre los aspectos relativos a la integración
social de los inmigrantes a la cultura de acogida. Poco se ha indagado sobre la magnitud
de cambio en la integración social de los inmigrantes a su nueva sociedad, ya sea este
cambio negativo o positivo (Martinovich, 2006). La mayor parte de la investigación
llevada a cabo en este ámbito se centra en un cuerpo considerable de literatura sobre el
papel que juegan las redes de apoyo social que los inmigrantes encuentran en las
sociedades de acogida, (Hernández Plaza, Pozo Muñoz, Alonso Morillejo, y Martos
Méndez, 2005). Una cantidad considerable de esta literatura sobre redes sociales de
apoyo en inmigrantes se ha centrado en describir las dimensiones funcionales de las
mismas tales como la disponibilidad de vínculos de confianza, de apoyo emocional, y de
1 He decidido utilizar este término para evitar el uso de la terminología de corte colonialista que denomina a los países de América del Norte, Europa, Australia y Japón como “desarrollados” o del “Primer Mundo”.
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percepción general de apoyo social (Vohra y Adair, 2000) y de sus aspectos beneficiosos
(Rodríguez, 2001).
El hecho es que en el fenómeno de la globalización se han expandido los medios y
oportunidades por las cuales los migrantes pueden permanecer como actores activos en
la vida política, social, cultural y económica de sus países de origen (Ros, y cols., 2007).
Por medio de las diferentes facetas de la tecnología accesible, como el Internet y las
llamadas de bajo coste en los locutorios, las tarjetas prepagadas, o la posibilidad de
enviar dinero de manera internacional a través de los mismos locutorios -negocio al que
cada vez más bancos y cajas se anexan- es como los inmigrantes mantienen una
ventana abierta de comunicación casi inmediata con quienes dejaron atrás. También,
como muestra un estudio llevado a cabo por Horst (2006) en Jamaica, el aumento de las
comunicaciones internacionales entre migrantes y sus familias y amigos en el país de
origen, permiten una evaluación más realista de las condiciones y requisitos necesarios
para emigrar. En mi propia experiencia como emigrante en varias ocasiones, he visto
como el desarrollo y accesibilidad de las comunicaciones electrónicas permite el estar
lejos físicamente, pero cerca, emocionalmente, de las personas que están en el lugar de
origen. Así, la difícil experiencia de dejar un lugar en el que se ha crecido e invertido
tanto, se vuelve si no más fácil, sí más soportable.
1.3 Aculturación y tecnología: La brecha digital en el contexto de la inmigración.
El uso del término brecha digital, aunque ampliamente utilizado para explicar las
condiciones de acceso al ciberespacio y a otras formas de comunicación, simplifica en
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demasía las complejidades inherentes a los aspectos relacionados al acceso a las TICs,
especialmente en las sociedades en desarrollo. Aunque en el mundo con sistema social,
cultural y económico capitalista el acceso a las TICs se entiende como un factor
económico dentro del dominio privado (Rubinoff, 2005), en las sociedades no
tecnificadas éste acceso se ve complicado por múltiples condiciones que afectan o
estratifican la participación ciudadana. Estos factores pueden comprender aspectos
estructurales de índole física, tales como la falta de redes telefónicas, electricidad, y
costos de hardware, tal como se mencionó antes. También las limitaciones pueden ser
de naturaleza social o cultural, como son los sesgos y discriminaciones en el sector
educativo por cuestiones de género, raza o etnia, y la falta de distribución al acceso de
redes existentes por las políticas internas existentes en el sector burocrático, lo cual
puede desalentar a los usuarios potenciales de las nuevas tecnologías (Akhtar y
Gregson, 2001).
Para reunir varias de las visiones diferentes sobre lo que es la naturaleza
multidimensional del fenómeno de la brecha digital, Bertot (2003) identificó dimensiones
de la brecha digital que van más allá de la clasificación típica de aquellos que tienen y
aquellos que no tienen acceso a las nuevas tecnologías de información y comunicación.
En primer lugar, con base en la tecnología, la brecha digital se define como “una división
entre aquellos con acceso a la tecnología y aquellos que carecen del mismo”, mientras
que en los aspectos económicos “es una división entre aquellos con la habilidad y los
recursos suficientes para desarrollar una infraestructura informacional más estructurada”,
y basándose en la alfabetización informacional, la diferencia está entre “aquellos que
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saben hacer uso de la tecnología informacional y aquellos que no” (Bertot, 2003, p. 85,
mi traducción).
Esto nos lleva a reflexionar sobre la brecha digital a nivel local y más individual que el
discurso oficial hace parecer. Por ejemplo, Bertot (2003) menciona como la actual
Administración Bush del gobierno norteamericano considera que no existe tal brecha
digital, e incluso cambian el término por el de closing gap, cuya traducción sería “franja
que se cierra”, con lo cual se estimula otro imaginario, y se justifica la negación de
asignación de medios y financiamiento para programas sociales y educativos que ayuden
a que la población tenga un contacto más directo y cotidiano con las TICs.
1.4 Evaluaciones sobre el uso de las TICs en sociedades en vías de desarrollo
Algunas perspectivas de análisis sobre la adopción y uso continuado de las TICs,
primordialmente el Internet, son especialmente negativas en sus evaluaciones. Por
ejemplo, Carr (2001) supone que el uso de las TICs “Está haciendo a las personas cada
vez más tontas: les enseña a ensamblar ingentes cantidades de información... sin
enseñarles al tiempo a construir... un corpus de conocimientos coherente, cuando dicha
integración es lo único que distingue al cerebro humano de una computadora
mecanizada”. De manera un tanto similar, Simone (2000) argumenta que estamos
pasando por una tercera etapa en la historia del desarrollo del conocimiento humano.
Luego de que el ser humano hubiera desarrollado una relación de desarrollo recíproco
entre el lenguaje oral y la escritura y la adquisición de información, hoy los medios de
comunicación electrónicos, y las TICs en general, alientan la adquisición
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prominentemente audio-visual de la información, alejando al pensamiento de los
procesos de adquisición de información relacionados a la lectura, la cual requería de
mayor tiempo de procesamiento y reflexión sobre el material que se leía, en comparación
al alud de información que las TICs pueden proporcionar, careciendo sin embargo de
ocasiones para el pensamiento profundo, en la mayoría de las veces. Sin embargo, el
argumento de Simone no es tan pesimista como para condenar el uso de las TICs, y
sugiere una observación detenida a los procesos novedosos que seguramente surgirán
en la evolución de nuevas formas de comunicarnos. Esta conclusión me parece
adecuada en el contexto de las sociedades occidentales avanzadas, pero no sabemos
mucho de lo que sucede en aquellas que no han pasado por una etapa de lectura
“tradicional” e intensiva, y que están empezando a ser expuestas a una comunicación
vertiginosa, telegráfica en muchas de las ocasiones, y que seguramente establecerá
nuevas relaciones de poder en el interior de esas sociedades.
Parte 2: Las metáforas de la tecnociencia y la inmigración
A través de la Historia occidental, desde Aristóteles hasta Ricoeur, las metáforas
han sido consideradas y estudiadas desde una perspectiva mayormente poética y
retórica, como un proceso de interacción entre las partes constituyentes de la metáfora.
Es a partir de la década de los ochenta que surge la aproximación cognitiva al estudio de
las metáforas. Una de las obras más representativas de la nueva tendencia de estudio
sobre las metáforas es el libro Metáforas de la vida cotidiana, que George Lakoff y Mark
Johnson publican en 1980 (Cátedra, 2004, 6a. ed.).
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Para Lakoff y Johnson las metáforas se cuentan entre los más importantes mecanismos
de comprensión de la realidad. El análisis de las metáforas que Lakoff y Johnson llevaron
a cabo muestra como las metáforas pueden crear realidades sociales, destacando y
organizando coherentemente los aspectos de nuestra experiencia. Así, las metáforas se
pueden convertir en guías de acción futura, acciones que se ajustarán a la metáfora, con
lo cual surge una relación circular metáfora-acción. Pareciera que la metáfora es una
profecía cumplida. Las verdades son siempre relativas a los sistemas conceptuales, que
de paso, son definidos por las metáforas. En su obra, Lakoff y Johnson presentan una
tipología de las metáforas basada en tres distintos tipos de estructuras conceptuales:
1. Las metáforas orientacionales, que tienen que ver con los sistemas de
organización espacial y de nuestra constitución física, y su función es “organizar
un sistema global de conceptos con relación a otro sistema” (Nubiola, 2000).
Ejemplos de estas metáforas son “has caído muy bajo”, “dejarse arrastrar por las
bajas pasiones”, o por el contrario, “ese gesto te ha elevado por sobre los demás”,
“viene de un lugar con muy alto prestigio”.
2. Las metáforas ontológicas, las cuales categorizan fenómenos considerándolos
como entidades, sustancias, recipientes, etc. Por ejemplo, “he traído todo el día
una melodía metida en la cabeza”, “te he guardado en el baúl de mis recuerdos”.
3. Metáforas estructurales, en las que una actividad o una experiencia se encuentra
definida en términos de otra. Ejemplos de ellos son “un discurso es un tejido de
ideas”, “hay que saber llevar bien el hilo del argumento”.
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Desde la perspectiva de Lakoff y Johnson, el ser humano hace uso de las metáforas en
el lenguaje con el propósito de articular nuestras experiencias de manera coherente,
entendiendo una realidad en términos de otra. La mayor parte de las veces entendemos
algo representándolo primero como una experiencia espacial-corporal, es decir, como
algo básico que sentimos, que experimentamos. Cuando nos quejamos de la gran carga
que es cierta responsabilidad, no es que literalmente vayamos a poner sobre nuestros
hombros un objeto que ES la realidad, sino que con una analogía llegamos a conocer
algo nuevo, un nuevo fenómeno. Construimos nuevos pensamientos con base en el
lenguaje, no al revés, como lo cuenta la Psicología más tradicional.
Las metáforas sirven no sólo para construir realidades, sino también para ocultarlas. La
mayor parte de nuestro bagage conceptual es metafórico en su naturaleza (Lakoff y
Johnson, 1980; Lizcano, 2006), y el mero hecho sistemático de que el uso de las
metáforas nos ayuden a descubrir un aspecto de un concepto en términos de otro, hará,
necesariamente, que algunos de los aspectos de ese mismo concepto se nos oculten. Se
pueden generar metáforas que muestren aspectos positivos de la ayuda humanitaria,
pero que al mismo tiempo desarticulen la humanidad de las personas, que quiten
derechos a las minorías, que obstaculicen el acceso a mejores condiciones de vida. En
muchos de los proyectos de alivio a la pobreza por parte de gobiernos y ONGs un
discurso en el que las metáforas se centran en los conceptos de COMBATE y GUERRA
a la pobreza, del uso metafórico de las TICs como ARMAS de rescate (Beck, Madon y
Sahay, 2004), pero ocultan otras opciones que podrían tratar temáticas de injusticia a
minorías dentro de éstas mismas minorías, como la explotación que reciben las mujeres
dentro y fuera de sus hogares, el uso del trabajo infantil como medio de subsistencia, etc.
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2.1 Lenguaje y metáfora sobre las TICs
En el ámbito de las TICs el lenguaje utilizado determina cómo se entiende la
difusión y el uso de éstas. Poco o nada sabemos acerca de cómo han usado las TICs los
inmigrantes en sus lugares de origen, ni tampoco de cuáles son las representaciones que
se tienen de la tecnociencia involucrada en los procesos de comunicarse usando las
TICs. El imaginario sobre la tecnociencia que tienen las personas que arriban de lugares
lejanos y muy diferentes en cuanto al uso cotidiano de tecnologías electrónicas de
información y comunicación puede ser variado en relación al nuestro, pero esto aún no lo
sabemos. Primero tendríamos que clarificar (y héme aquí usando una metáfora) que
nuestro lenguaje acerca de la ciencia y la tecnología no es único y claro, sino que está
condicionado por experiencias básicas que tienen sus orígenes en las sensaciones
corporales más primigenias. Es decir, hablamos en metáforas, aun cuando nuestro
discurso sea acerca de la ciencia y la tecnología, obras cumbres del pensamiento de la
Ilustración. Por ejemplo, descubrimos cosas que nos ayudan a tener una vida más
cómoda o placentera, dominamos las matemáticas u otras estrategias para poder
entender los procesos de producción (aun cuando ésta sea imposible de llevar a cabo,
de acuerdo a Baudrillard, 1987).
2.2 Metáfora y educación
Los procesos neoliberales que conllevan a los denominados ajustes
presupuestarios en la mayor parte de los países mayoritarios -o colonialmente
denominados como del “Tercer Mundo”- producen una ataque a los programas
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educativos, sociales y culturales que terminan por poner en mayor desventaja a la
proporción mayoritaria de la población, dejando a la misma en una situación similar al
analfabetismo funcional, ya que quedan de manera relativa relegados en sus
capacidades y competencias con respecto a quienes sí tienen acceso a las nuevas
tecnologías de comunicación e información.
Aunado a estos limitantes, una sociedad se convierte en semi-oral cuando existe poco
estímulo para la lectura y la escritura creativa. Uno de los principales requisitos para el
uso efectivo de las TICs es que el usuario sea apto y capacitado para la lectura, así
como para la escritura eficaz, en caso de querer aprovechar las potencialidades
comunicativas de las TIS en mayor plenitud. El problema es que en muchas sociedades
mayoritarias, incluyendo la nuestra, no existe la cultura de promoción de la lectura
cotidiana y de la escritura creativa. Fayose (2004) denuncia la falta de apoyo cultural que
motive a los niños africanos subsaharianos a leer y escribir. La cultura de la lectura no
existe en el marco vivencial de muchas sociedades africanas. Se puede decir que en
muchos países es la primera generación que aprende a leer y a escribir desde la
infancia. Sin embargo, la lectura y la escritura distan mucho de tener una función
placentera, y se han convertido en utilidades mercenarias, herramientas utilizadas con el
único fin de pasar un examen que posiblemente proveerá de un mejor empleo en el
futuro. Las bibliotecas son lugares donde se estudia para los exámenes, y toda aquella
persona que se pasee por sus pasillos con el propósito de encontrar algo que leer por
puro placer es mal visto o vista, y se le consideraría como alguien que no tienen nada
que hacer. De hecho, esto me recuerda en mucho a la escasez de bibliotecas públicas
en Ciudad Juárez, conglomerado de más de un millón de habitantes, donde básicamente
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las pocas existentes tienen la misma función que los depositarios de libros descritos por
Fayose, lugares donde se estudia unos días antes de los exámenes, por ser un lugar
básicamente solitario.
Siguiendo con este razonamiento, las sociedades que se encuentran en una situación
similar a las de las culturas primordialmente orales hacen uso muy limitado de conceptos
abstractos, usando las metáforas porque éstas les permiten el uso de un imaginario
concreto para así poder hacer uso de temas alejados de la pragmática cotidiana.
2.3 Metáforas de tecnociencia y discurso postcolonial
La potencialidad del estudio de las metáforas sobre tecnociencia que son
utilizadas por personas que provienen de sociedades que pueden ser consideradas
como primordialmente orales más que literarias es que nos permiten conocer y estar en
contacto con las relaciones implícitas que existen entre el lenguaje y el objeto. El hecho
de que el nombrar algo tenía un efecto sobre el objeto, sugiere una concepción mágica
de nuestra relación con el mundo: el voodo es un ejemplo prototípico de ello, y, sin
embargo en las sociedades altamente tecnificadas el discurso acerca de la relación entre
las personas y los ordenadores en muchas ocasiones conllevan creencias de efecto
sobre los objetos similares. Si en las sociedades orales, o semi-orales, como yo
denominaría a las sociedades del mundo mayoritario, la metáfora permite el uso de un
imaginario concreto para poder llegar a la abstracción, en las sociedades altamente
tecnificadas la metáfora lo que hace es romper con los embalajes conceptuales que el
lenguaje cotidiano usa. La metáfora es una expresión importante de aquella parte del
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lenguaje cotidiano que cae fuera de las fronteras de la búsqueda científica, o lo que es lo
mismo, es “el remanente”.
Cuando falta un significado exacto para designar un nuevo objeto, sea tecnológico o no,
o un nuevo procedimiento o concepto, se recurre a la metáfora. Toda idea o experiencia
que es nueva, en su principio evoca una metáfora. Ahora bien, para que los conceptos e
ideas relacionadas a las TICs puedan ser internalizadas por personas que no han tenido
suficiente formación tecnológica es necesario el considerar los “símbolos presentativos”
que se usan mediante la analogía lógica (Davidzuik, 2002). Es importante el considerar
los aspectos imaginativos que performan en la analogía, los cuales pasan casi siempre
desapercibidos en el discurso “objetivo” sobre la adopción y el uso de las TICs.
Para poder llevar a cabo un análisis a profundidad de estas metáforas, será preciso
establecer las relaciones que puedan tener entre sí, y con otros conceptos de la vida
cotidiana, así como con los que son relevantes para los inmigrantes y que procedan de
los lugares a donde arriban. Mi propuesta es la de examinar las conexiones que se
establezcan entre los conceptos que se usan con respecto a todo tipo de TICs, en tanto a
su uso, sus imaginarios, y sus metáforas. Para ello describiré la perspectiva reticular del
análisis de las metáforas, en tanto que son figuras discursivas, interconectadas y
propiciadoras de acción. Por ello transitaré los caminos de la Psicología Discursiva y del
Análisis de Redes Sociales enfocado al Análisis Reticular del discurso.
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Parte 3: El análisis reticular de las metáforas sobre tecnociencia
Cuando hablamos no expresamos significados de algo externo, de algo anclado
en la realidad, sino que cuando hablamos hacemos cosas. Ya el mismo Foucault (1978)
establecía el discurso como una práctica social que es analizable en cuanto a sus
condiciones de producción. La definición que Foucault propone de formación discursiva
es la de “un conjunto de relaciones que articulan un discurso” (Íñiguez, 2003, p. 76), que
regulan su orden por medio de la organización de estrategias, creando un “haz complejo
de relaciones que funcionan como reglas: prescribe lo que ha de ponerse en relación, en
una práctica discursiva, para que ésta se refiera a tal o cual objeto, para que ponga en
juego tal o cual enunciado... para que organice tal o cual estrategia” (Foucault, 1978, pp.
122-123).
Esta secuencia articulada de relaciones puede servir también para producir conocimiento
basándose en el uso metafórico de conceptos en los ámbitos científicos y de
conocimiento cotidiano y situado. Además, desde que a finales de los años sesenta
Foucault propone hablar de prácticas discursivas más que de discurso, es decir, desde
que se considera que la enunciación sólo es posible cuando se toman en cuenta las
condiciones que son creadas en un tiempo y una comunidad específica por reglas
anónimas, por prácticas de discurso que son específicas a un espacio delimitado y
determinado, se ha abandonado el precepto de que el lenguaje, y por tanto el discurso,
es solamente un “conjunto de signos o elementos significantes que son la representación
de una realidad” (Íñiguez, 2003, p. 77).
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El conocimiento se crea a través de conexiones entre posiciones materiales y semióticas,
pero no de forma completa, sino en parcialidades que son diferentes realidades para las
diferentes posiciones semiótico-materiales del sujeto. Es por esto que el poder
explicativo de una metáfora a una realidad determinada dentro del contexto situacionado,
cultural y socialmente, en el que se encuentra el individuo.
El análisis de discurso desde una perspectiva crítica puede ayudar no sólo a entender
cómo el lenguaje crea y sostiene el status quo en la sociedad, sino también cómo
mantiene, modifica, y resiste el orden social, político, cultural, económico de la
organización humana de la posmodernidad en los tiempos marcados por la globalización
(Lemke, 2001). Yo argumento que la perspectiva relacional del análisis metafórico nos
podría permitir vislumbrar el papel que juegan las metáforas sobre tecnociencia en la
vida cotidiana de quienes han emigrado a otras sociedades, desde una perspectiva
situada.
3.1 Un enfoque de análisis de las metáforas desde la Psicología Discursiva
En la base de todo análisis sobre metáforas se encuentra el reconocimiento de la
importancia de establecer el discurso en el que se sustentan (Lemke, 2001). Desde la
perspectiva de la Psicología Discursiva2 el enfoque principal está en “la orientación de la
acción del habla y la escritura... donde la cuestión principal reside en las acciones
sociales o el trabajo interactivo que se realiza en el discurso... interesa principalmente la
2 A esta aproximación se le denomina Psicología Discursiva, más, sin embargo, como lo hace notar Lupicinio Iñiguez (2003), es más una aproximación interdisciplinaria al entendimiento de la construcción del conocimiento y de las dinámicas de las relaciones en el entendimiento de la realidad, que un conjunto de estrategias determinadas a indagar los procesos mentales y/o individuales de los procesos de comunicación, como en otros enfoques más tradicionales.
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naturaleza del conocimiento, la cognición y la realidad: cómo se describen y explican los
acontecimientos, cómo se construyen los informes reales, cómo se atribuyen los estados
cognitivos... en lugar de ver tales construcciones discursivas como expresiones de los
estados cognitivos subyacentes de los hablantes, se examinan en el contexto de su
ocurrencia como construcciones situadas y ocasionales cuya naturaleza precisa tiene
sentido, para los participantes y los analistas de igual modo, en términos de las acciones
sociales que consiguen estas descripciones” (Edwards y Potter, 1992, p 2-3). Se deriva
así que no se puede considerar a la Psicología Discursiva como una metodología que
puede ser combinada con otros métodos tradicionales de la Psicología Social, como son
los estudios de encuesta o los cuestionarios, ya que éstas, por definición, no hacen
predominante la concepción del lenguaje como algo activo, y relegan el discurso a un
papel anecdótico, como algo externo y no directamente instituido en la creación de
acción social.
Potter señala con precisión que una de las razones fundamentales de la poca
efectividad, y de hecho, del posible daño a la claridad y segura creación de incoherencia
al mezclar o hacer “complementarios” los métodos de la Psicología Social Tradicional
con los de la Psicología Discursiva es que la primera utiliza una lógica basada en el uso
de la manipulación experimental en la búsqueda/definición de factores que demuestren
causalidad mediante el uso de las estadísticas multivariadas. Por ello las preguntas que
se formula esta perspectiva son del tipo “¿Cuál es la influencia/efectos de X sobre Y?”
mientras que desde la perspectiva de la Psicología Discursiva importa más sabes “¿Qué
es X y como funciona?” y “¿Qué sucede con X en el contexto de Y?”. Ya que la
naturaleza de estas preguntas es retórica y basada en una narratividad conversacional,
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no es posible mezclarlas con métodos más tradicionales sin dejar de lado el riesgo
mencionado de la incoherencia y confusión en el análisis de resultados. Considero que
el llevar a cabo análisis de discurso desde la perspectiva del análisis de redes sociales
(ARS) no conlleva a una contradicción de método o de forma, ya que el ARS enfatiza los
procesos de relación en el contexto de la acción social por sobre los atributos
individuales de los actores de la red. Trata con preguntas compatibles con las generadas
por la Psicología Discursiva: “¿Cuál es relación de reciprocidad de X con Y y cómo
funciona ésta relación en la evolución de la acción social?”.
3.2 Las redes sociales como estrategia de investigación discursiva de las metáforas
La perspectiva hegemónica de la investigación social ha sido el análisis centrado
en las variables o atributos de las unidades de análisis. La mayor aplicación de la
perspectiva atributiva se ha dado en los estudios correlacionales y de tipo causal, lo cual
ha desembocado en su presentación como la única alternativa cuantitativa para los
estudios sociales (Lozares Colina, Verd Pericàs, Olivé, y Roldán, 2002), aunque también
en muchos estudios cualitativos esta es la perspectiva dominante. Desde este enfoque,
se seleccionan como objeto elemental de estudio los atributos del individuo, de manera
análoga al estudio de los componentes individuales un compuesto químico. Esta es la
base de los estudios por encuestas que pretenden desarrollar modelos de entendimiento
de los procesos psicosociales. Sin embargo, estos estudios conllevan en su propia
naturaleza una gran desventaja para el estudio de lo social, puesto que aíslan al sujeto y
lo ponen fuera del contexto de las relaciones sociales que pueda tener con otros
miembros de su entorno, sean estas relaciones directas o indirectas por medio de la
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aleatorización, como si sus acciones o respuestas no fuesen interdependientes de las
relaciones sociales que forman parte de la misma identidad de la persona.
Alternativamente, existe la perspectiva relacional, la cual considera la interacción y la
relación como resultado y unidad básica de la investigación social, en la cual se
considera que los atributos y las propiedades individuales son resultado, no el
antecedente, de la relación social. El concepto de red es aplicable a casi todos los
fenómenos de interés investigativo, con especial aplicación a las ciencias sociales y de la
conducta, como la antropología, la sociología, los estudios de las organizaciones, la
lingüística, la psicología social, y la epidemiología (Borgati, 2003).
El ARS es un enfoque de entendimiento de la realidad social que conlleva en su
naturaleza relacionista el planteamiento investigativo a tres niveles, micro, macro, y
meso-social. No sólo el ARS nos puede mostrar las relaciones e interconexiones entre
instituciones, o entre componentes de las mismas, sino que a partir del estudio de las
redes personales, puede ayudar a comprender fenómenos de naturaleza tanto individual
o micro, es decir, a nivel de interacción de díada o triada, como a nivel y a nivel
intermedio o meso, o sea, aquellas en las “que se presentan simultáneamente
interacciones individuales, instituciones y estructuras sociales observables
empíricamente” (Molina, 2003, p. 71). Esto es posible porque las interacciones diádicas
unen redes de personas con redes de organizaciones, en las que los individuos se
desenvuelven en todo tipo de interacciones, pudiendo tener atributos de índole
económica, cultural, política, etc. El ARS es ideal para el examen de diversos fenómenos
psicosociales, incluyendo los relacionados a la inmigración, tanto en los aspectos
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relacionales como en los concernientes al discurso, tanto de los medios, de la población
en general, como en el usado por los mismos inmigrantes.
3.3 El análisis reticular del discurso
El ARD surge con el propósito explícito de tratar un conjunto concreto de
enunciados, es decir, considerar todo un texto como una unidad de análisis, traduciendo
en términos reticulares las relaciones que se llevan a cabo entre los enunciados del
mismo. Difiere del análisis de contenido en que considera de manera holista el discurso,
entendiendo el mismo como “los contenidos superiores a la frase o proposición dentro de
un texto” (Verd Pericàs, 2005, p. 143). En un principio el ARD surge como una estrategia
de análisis de entrevistas, cuya meta principal era el utilizar lo más posible de
información proveniente del contexto textual para su codificación de todos y cada uno de
los textos.
La base teórica del ARD se encuentra en la idea básica de “considerar una interfaz entre
un nivel macro del lenguaje (las ideologías) y un nivel micro (los discursos)” (Martí, 2006,
p.2). Es así que uno de los mayores propósitos del ARD es el diferenciar las dimensiones
más situacionales y dinámicas de una enunciación, es decir, lo pragmático, de aquellos
posicionamientos que van más allá de una producción discursiva concreta, considerando
que tanto las creencias que surgen en el discurso contribuyen a la reproducción y
transformación de relaciones de poder.
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Esto conlleva a planteamientos metodológicos importantes con respecto al análisis del
discurso. Al estudiar la práctica discursiva en sí misma se necesita analizar como la
relación de poder construye y condiciona las dinámicas de interacción mediante técnicas
para el análisis de procesos, como las desarrolladas para el Análisis Conversacional.
Cuando el enfoque se centra en las estructuras discursivas, ya sean las ideologías o las
creencias que sirven de fundamentos a dichas estructuras, la red de creencias que da
base a la producción discursiva puede ser descubierta utilizando técnicas estructurales
como las del análisis de redes, vinculando así las reglas de creación del discurso con las
estructuras de poder y dominación en el procesos social analizado (Martí, 2006; Verd
Pericás, 2005).
Una de las características principales del ARD es que codifica todos y cada uno de los
enunciados del texto a analizar, minimizando de esta manera las pérdidas de información
(Verd Pericàs, 2005). Al mismo tiempo se busca maximizar el potencial de interpretación
mediante la reconstrucción del texto discursivo en forma de red, buscando con ello que la
representación reticular del discurso no destruya la esencia del mismo, logrando así
volver a considerarlo en su formato unitario original (Lozares y cols. 2002; Verd Pericás y
Lozares, 2000).
Desde este planteamiento se busca establecer una distribución reticular del discurso, con
la cual se pueden re-construir y analizar los procesos de acción, intencionales y/
estratégicos, que se llevan a cabo en la interacción narrativa con las secuencias que se
producen en una entrevista o en un texto dado, todo esto en forma de red que conlleva a
visualizar una estructura formalizada de la entrevista o texto analizado.
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Martí (2006) presenta una aplicación del ARD cuyo objetivo fue analizar la incidencia de
la relación discursiva entre dos proposiciones interdependientes que pueden dar soporte
a un enunciado dado. Más concretamente, se buscaba conocer el efecto de la creencia
social “a más formación, más y mejor empleo” en las acciones y las relaciones entre los
trabajadores, así como descubrir los efectos de dicho discurso en diversas trayectorias
de clase y de género.
El trabajo original de Martí (2000) incluye el análisis de ocho entrevistas centradas en las
biografías de los participantes, especialmente en los aspectos formativos y laborales. La
evaluación de los datos se basó en una sociomatriz de relaciones positivas o negativas
entre pares de significados, los cuales fueron identificados durante la interpretación del
discurso de los entrevistados. A continuación reproduciré un fragmento de una de las
entrevistas que Martí llevó a cabo y analizó desde la perspectiva del ARD. La
entrevistada es una cajera de hipermercado de 26 años:
...en qué medida te has sentido tú que participabas, en ese tipo de acontecimientos pues
cuando te has puesto a trabajar, cuando has decidido casarte, cuando estabas estudiando.
Y en qué medida te encontrabas tú como que... Hombre, yo cuando empecé a trabajar,
pues con más libertad porque en mi casa, siempre era del instituto a mi casa, no. No tenía
amigos, no salía apenas. Y te cambia mucho la vida porque ya salía, disponía de mi dinero
que cambia. Luego enseguida ya..., empecé a salir con mi marido. Ya empecé a salir y me
cambió la vida en ese año, a partir de los dieciocho años, para acá, sí, me ha cambiado la
vida, es lo que más. Pero al principio era una cría, no tengo muchos recuerdos de...,
hombre, la etapa del instituto que tampoco fue muy buena, porque no tenía amigos y no, lo
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pasé... Es que yo no soy muy comunicativa y lo pasé mal. Luego aquí ya me fui abriendo
con la gente, también estaba de cara al público, te abres más, te haces más sociable. Pero
poca cosa más. Es que no sé qué contarte...
Un primer paso en el análisis del discurso desde esta propuesta es la elaboración de lo
que Martí (2006) denomina un “grafo de interpretación” mediante el uso de uno de los
variados paquetes de análisis cualitativo que sean capaces de generar gráficas
representativas de las relaciones entre los conceptos estudiados. Más adelante
describiré con mayor detalle uno de estos paquetes computacionales, pero cabe
mencionar que el siguiente grafo pudo haber sido generado con aplicaciones muy
sencillas que van desde Word a Paint, pasando por PhotoShop o cualquier otro paquete
comercial gráfico.
Figura 1. Red de relaciones entre conceptos prominentes en el discurso de
una cajera. Tomado de Martí (2006).
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Dentro de los pasos para el análisis reticular del discurso, se puede empezar por
determinar en este fragmento los componentes principales. Es así que se puede
observar que el discurso parte de componentes relacionados al ambiente laboral (“tener
empleo”), sigue a través del ocio (“salir”), y termina en el ámbito personal-doméstico
(“tener pareja” y “casarse”). Martí hace notar que no hay una interpretación única tanto
para el discurso como para los grafos generados en base al mismo, así como que el
verdadero potencial de los análisis reticulares del discurso estriba no en estudiar
fragmentos tan pequeños como éste, sino en la capacidad de poder construir una red
global de un texto completo. Asimismo, el análisis del discurso y de los grafos se puede
complementar con la posibilidad de obtener al menos tres indicadores básicos de
centralidad en la red discursiva:
1. El grado nodal, tanto de entrada (Indegree) como de salida (Outdegree), lo cual
nos muestra los elementos que aparecen en mayor medida en el discurso, sean
emisores o receptores.
2. El grado de accesibilidad, el cual es el grado en que el nodo puede acceder o ser
accedido por otros nodos de la red.
3. El grado de intermediación (betwenness), el cual nos indica nodos estratégicos, ya
que unen a diversos subconjuntos del grafo.
3.5 Software para el análisis reticular del discurso
Con el programa de enfoque cualitativo Atlas.ti se pueden llevar análisis de un
texto completo, creando categorías y guiones analíticos. Su interfase promueve una
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visión holística del texto, que además puede ser incorporado al programa en cualquier
formato deseado. También tiene la ventaja de que puede analizar datos en muy
diferentes formatos, desde texto escrito, a audio, fotografía y video. Sin embargo, el
programa de análisis de redes Visone se ajusta más a la propuesta de análisis reticular
del discurso basada en la relación discursiva de los vínculos entre dos proposiciones
interdependientes P y Q que forman una estructura de argumento-conclusión, ya que
permite elaborar grafos directamente del discurso, permitiendo un margen amplio de
interpretación por parte del investigador/codificador, ya que no se basa en datos
compilados en una matriz, como son el caso de UCINET y Pajek, sino que, al contrario,
datos y matrices de datos pueden ser generados a partir de la configuración de la gráfica
que es incorporada en base a la interpretación del discurso que hace el investigador.
Figura 2. La interface orientada al análisis gráfico de Visone.
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Usando este programa, Verd Pericàs (2001), en su tesis doctoral, lleva a cabo el análisis
reticular de discurso de varios empleados de la rama textil en Barcelona, con respecto a
sus experiencias laborales, sus expectativas y sus interacciones con el contexto. La
figura que se muestra a continuación representa en ella todos los códigos relacionados a
la categoría formación formal o formación informal. En el grafo se puede apreciar la
vinculación de diferentes contenidos de la formación formal con competencias y
conocimientos relacionados a la empresa y a la situación específica de la maquinaria con
la que la empleada tiene experiencia.
De acuerdo a Verd Pericàs (2001), la interpretación de la gráfica es muy sencilla, ya que
indica que los “saberes” de la entrevistada en su actual puesto de trabajo pueden
reducirse al conocimiento de la máquina que utiliza, y esos “saberes” han sido todos
adquiridos de manera informal. Ello no significa que no aplique otras competencias...
pero según la concepción de la entrevistada éstas no son fruto de la formación” (p. 326).
Figura 3. Relación de Juli con la formación. Tomado de Verd Pericàs (2001).
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Parte 4: Discusión y limitaciones
Ciertamente la inmigración es uno de los temas principales en las sociedades
occidentales actualmente. Es un tema complicado que se encuentra asociado a muchos
otros fenómenos y problemáticas tales como la pobreza, la discriminación, la explotación,
la delincuencia, las políticas gubernamentales hacia los refugiados, los programas de
desarrollo de gobiernos y ONGs, etc. Sin embargo, es un tópico que en la mayor parte de
las veces se ha sintetizado al extremo, reducido a sus dimensiones más a grosso modo,
dejando de lado la observación y el estudio de muchos puntos focales que terminan
siendo ignorados completamente por quienes tienen el poder de decisión para ejercer
cambios que afectan la vida de muchas personas que llegan a tierras europeas en busca
de mejores condiciones de vida para ellos y los suyos.
Una de las áreas que se ha dejado de lado es la que trata sobre los conocimientos,
creencias y usos que los inmigrantes de países en desventaja económica tienen y hacen
de las TICs, tanto en sus países de origen como en los de arribo. Considero que esta
área de conocimiento olvidada es de gran importancia en un contexto en el cual se
amplía la brecha digital para ciertos grupos étnicos más que para otros. Como hemos
visto en la revisión de la literatura reciente sobre los trabajos desempeñados por los
inmigrantes subsaharianos son ellos quienes llegan de regiones con algunos de los
niveles más bajos en logro académico y son ellos quienes llevan a cabo los trabajos más
alejados del contacto con las nuevas tecnologías de comunicación. También son ellos
quienes menos uso hacen de las mismas.
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Los estudios sobre el desarrollo, uso, percepción y conducta hacia y en las TICs
proliferan, pero pocos se enfocan a los aspectos interculturales implicados en este
espacio de estudio. Si el número de los estudios sobre el contacto con las TICs por parte
de inmigrantes de países pobres es mínimo, el que explora los aspectos más subjetivos
relacionados con el contacto con las TICs es prácticamente no existente. Se ejerce así
una vez más una imposición postcolonial de ignorar al Otro.
La evidencia es clara de que las TICs no son la panacea para la solución de los
problemas sociales, pero quienes estén fuera de contacto con ellas estarán sufriendo
una doble situación de exclusión, en la cual la escapatoria es extremadamente difícil, por
lo que conocer lo que se dice y lo que ello conlleva en posibilidades de acción de es
extrema importancia.
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