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EL SIGLO DE LAS LUCES: EL DIECIOCHO M. Tacca7575introduccinComenzar el captulo de teoras antropolgicas analizando el siglo XVIII es importante porque, si bien la antropologa como ciencia particular delimitada se constituye en el siglo siguiente, las bases conceptuales y las hiptesis sobre el cambio socio-cultural, desarrolladas en el siglo XVIII son precursoras de la sistematizacin posterior. Es por ello que el seguimiento de algunas nociones como las de la Razn, la Libertad, la Felicidad, la Crtica, El Progreso, etc. son fundamentales para entender el origen de la antropologa como ciencia.Aclaramos que estudiaremos la sistematizacin cientfica de esta disciplina ya que la antropologa, como reflexin acerca del origen y la organizacin de las distintas culturas, puede estudiarse desde la antigedad clsica (en Herdoto por ejemplo).Por otra parte, no podemos olvidar que en este sentido, con la Ilustracin comienza la Modernidad en el pensamiento europeo. Esto quiere decir, que de aqu en ms el intento de explicar el universo y descubrir las leyes naturales (que ya haba comenzado en el Renacimiento) tambin se extiende al mbito de lo social y cultural. Esta Europa que se halla en expansin y que, por ende, entra en contacto con otros pueblos y culturas elabora en este siglo una de las crticas ms radicales al sistema monrquico y a la civilizacin en general. De hecho los principales protagonistas de esta poca fueron los pensadores franceses en el contexto pre-revolucionario. Pero esto no quiere decir que solo Francia fuera el escenario de la tumultuosa vida social e intelectual. Como bien seala P. Hazard, en toda Europa puede, verse los signos de este nuevo siglo, que ironiza las viejas tradiciones y reivindica un nuevo orden en el cual el hombre puede ser feliz en la tierra y no ya despus de la muerte.En este sentido, entonces, sostenemos que revisar los viejos conceptos del Iluminismo nos ayudar a comprender el decisivo siglo siguiente para el pensamiento cientfico y antropolgico.Adems, esta indagacin tiene el objetivo de rescatar la continuidad as, como la ruptura de algunos de estos conceptos, con el fin de comprender cunto tiene la ciencia en general de iluminista an hoy. Pensar que la razn, ms que la imaginacin, nos aleja del error es uno de los legados fundamentales de los iluministas. Veremos luego cmo este camino no era tan lineal y optimista como se supuso.las ideas principalesEste captulo no tiene como objetivo el anlisis exhaustivo del pensamiento iluminista, sino ms bien intentar, desde la mirada particular de este siglo, entender el contexto terico y conceptual en el que se origin nuestra disciplina.Al siglo XVIII se lo denomin el Siglo de las Luces debido a la importancia que le concedan los pensadores o filsofos sociales a la Razn. Definida sta, como la capacidad intelectual de lograr deducciones lgicas a partir de la realidad observable, segn lo resume Hazard. Esto merece varias aclaraciones ya que es quiz el concepto medular de la poca. En primer lugar, la idea de deducir lgicamente es novedosa y crtica respecto de siglos anteriores (sobre todo de la Edad Media) ya que implica buscar procedimientos intelectuales que puedan demostrarse y fundamentarse ms all de la autoridad o dogma que lo enuncie: se parte de la realidad, de la experiencia y no de Verdkdes Absolutas como sostena la filosofa teolgica.En segundo lugar, estas deducciones permiten establecer leyes generales que, como ya se dijo, explican los fenmenos naturales sin recurrir a la mencin de la voluntad divina. Esta bsqueda de regularidades, por lo tanto, ser la nueva tarea de la ciencia, cada vez ms alejada del pensamiento medieval.En tercer lugar, la idea de esta Razn deductiva y crtica es universal, es decir que, todos los hombres de todos los pueblos del mundo poseen la misma capacidad. Esto, como veremos ms adelante, no significa que todos logren los mismos resultados.-Puede decirse, entonces, que el modo de conocer y de explicar los fenmenos es racional cuando se parte de dicha capacidad para establecer y descubrir regularidades, las cules deben tener validez universal. Esta pretensin iluminista caracteriz a la ciencia europea y occidental hasta el siglo XX que, como se ver luego, relativiz dichos supuestos.Hablar de la Razn implica hablar de la crtica como mtodo (la duda cartesiana aplicada a la vida social) ya que sta posibilita la deduccin lgica. La crtica dieciochesca es universal, todas las instituciones son puestas bajo la mirada crtica de los filsofos sociales. Es una crtica rotunda, irnica pero siempre reivin- dicativa Cules sern los valores que se reivindicarn?Hazard seala dos fundamentales: la felicidad y la libertad.La Felicidad no ya como un anhelo supraterrenal sino aqu en esta vida. La idea de Felicidad es sostenida por toda Europa y se refiere fundamentalmente a la alegra de vivir y a gozar de buena salud (comienza el culto a la vida confortable y a la prevencin de enfermedades).Ser feliz, es la nueva consigna; evitar el sufrimiento. Toda la literatura del momento refleja este deseo: el deber de ser feliz.7575Sealamos la idea como importante por dos razones: la primera, porque en el contexto de ruptura y de crtica en que el Iluminismo descalifica a la Edad Media, se insiste en la felicidad terrena, y la filosofa refleja esta concepcin de la felicidad humana como meta, como deber, en una vida finita y concreta y no como concepto abstracto apartado de los goces cotidianos. Y la segunda, porque esta bsqueda permite a la vieja Europa mirar a otros pueblos que sin las conquistas de la civilizacin se ven ms felices, ms libres, como dir Rousseau respecto del Buen Salvaje. Esta mirada a otros ajenos a la cultura europea servir para criticar las instituciones tradicionales y los filsofos no desperdiciaron la oportunidad de comparar la felicidad de los salvajes con la opresin del Rgimen Absolutista. Esta reivindicacin de la felicidad, humanizada por la Ilustracin, construye un sujeto distinto al de los siglos anteriores el cual se hallaba marcado por la vida en el ms all. Este sujeto nuevo desea ser feliz y no tiene empacho en reconocerlo, el presente es lo esencial. Pero a la vez, este sujeto necesita ser Libre para ser feliz. Libertad de opinin, libertad de sentimientos, libertad social pero tambin individual. Es el siglo en el cual la libertad se torna jurdicamente un derecho universal. Esta idea de libertad asociada al progreso de la Razn humana es tpicamente iluminista. El siglo siguiente, primero con Marx y luego con Durkheim, se encargar de cuestionarla y de limitarla. De todas formas, el legado iluminista respecto de la idea de Libertad es, an hoy, tema de debates polticos y sociales.Ahora bien, no puede dejar de mencionarse, como la contracara de este anhelo de libertad, la esclavitud. El pensamiento iluminista es, en general, antiesclavista, pero como bien seala Duchet, las contradicciones que gener la expansin colonial se reflejaron claramente en las discusiones tericas sobre el tema.Ser esclavo, para los filsofos no era justo. La condicin humana como tal no poda someterse a semejante aberracin. Ahora bien, el comercio de esclavos y los pueblos esclavizados eran los denominados salvajes. Por lo tanto, la primera contradiccin resultaba de proclamar libertad para toda la Humanidad sin distinciones, cuando la realidad poltico-econmica del colonialismo, intentaba justificar la opresin con los argumentos sobre la supuesta ignorancia y brutalidad de los pueblos primitivos.Estos argumentos se basaban en una concepcin paternalista, la cual consideraba que la ineptitud de los negros o de los salvajes en general, para desarrollar sus capacidades intelectuales, se veran precipitadas si se los forzaba a vivir civilizadamente. Por ello, el esclavismo era devuelto a la sociedad europea como una accin necesaria para el progreso de estos pueblos.Esta estructura del pensamiento esclavista se fue resquebrajando cada vez ms a medida que nos acercamos al siglo XIX. Duchet seala, en este sentido, que la Revolucin Industrial estaba prxima y que, por lo tanto, el capitalismo necesitaba en lugar de esclavos, fuerza de trabajo libre para favorecer el nuevo tipo de produccin, circulacin y consumo de los productos manufacturados. Es decir, que la idea de un asalariado o de un colono libre se conjuga mejor con el momento econmico que Europa requerir a mediados del siglo siguiente.Estas ideas que la Revolucin Francesa pondr de manifiesto en la Declaracin Universal de los Derechos del Hombre, sin embargo, ser cuestionada por los grandes comerciantes de esclavos cuyo mercado principal era Amrica. En este sentido, tambin, hay que aclarar que las doctrinas antiesclavistas tuvieron mayor

aceptacin en aquellos sectores sociales y polticos de Europa que apoyaban el cambio social. Pero la paradoja de esta situacin resulta de la coincidencia de objetivos con los sectores de poder, que a su vez, intentaban colocar los productos manufacturados en las colonias.Podra afirmarse, entonces, que el pensamiento filosfico (y tambin el cientfico) refleja, en su discurso, todas las contradicciones del momento histrico del cual es producto. Sin ese marco, resulta imposible tratar de explicar conceptos que de otro modo, apareceran como ajenos a la realidad a la cual pertenecen. Puede decirse, por lo tanto, que no fue casualidad que las doctrinas antiesclavistas se discutieran a las puertas de la Revolucin Industrial. Y que fuesen los filsofos pre-revolucionarios los que sentaran las bases sobre las cuales cuestionar el sistema poltico que ya no representaba los nuevos intereses en juego, que de ahora en ms, tendran como protagonista estelar a la burguesa.Los conceptos antes mencionados adquieren un sentido relevante y clarificador al ser enmarcados en la nocin de Progreso y del devenir histrico que teoriz el Iluminismo.La idea de Progreso se relaciona con la posibilidad de avanzar, pero no en cualquier sentido. El Progreso implica un avance de la Razn. Ahora bien, este avance tiene su supuesto en el concepto de evolucin que utilizaban los pensadores ilustrados.La evolucin es un cambio de estados. Pero evolucionar, para el siglo XVIII, implica, asociar necesariamente la idea de cambio a la de progreso. Por ello, la evolucin se define, segn M. Harris, como el paso de peores condiciones a mejores condiciones. Este siglo sell definitivamente la asociacin de la idea de evolucin con la idea de progreso. Evolucionar, a partir de ahora, ser lo mismo que progresar, y progresar para el Iluminismo, consistir en correr los velos de la ignorancia para ver la luz de la Razn, la cual permite alejarse del error, como lo seala P. Hazard.Es decir que evolucin y progreso se convirtieron en sinnimos.Ahora bien, si el progreso significa progreso de la Razn y la Razn es universal, entonces, puede establecerse una ley general que refleje la evolucin de la humanidad. Esta hiptesis de la evolucin iluminista fue el primer intento de sistematizacin de leyes socio-culturales emulando a las leyes naturales. Es as como la idea de la Ilustracin respecto de la evolucin humana representa en el primer estadio al Salvajismo, en el segundo a la Barbarie y por ltimo a la Civilizacin.Esta pirmide de la evolucin de la humanidad, implica que el estadio ms simple es identificado con el del salvajismo y el ms complejo con el de la civilizacin. Es interesante recordar el contexto de expansin europea para entender por qu el salvajismo se defini por oposicin a la civilizacin.El asombro y el desconocimiento de estos nuevos pueblos, que se supona carentes de instituciones como las que Europa conoca, que no tenan jefes, ni moneda, ni propiedad privada, ni Estado, etc., condujo a los pensadores a la idea de que Europa haba pasado, en una poca remota, por las mismas situaciones y de que, gracias a la "evolucin" surgieron las instituciones complejas y con ellas la civilizacin: es este paso el que trataron de reflejar en su teora evolutiva universal.Todos los pueblos civilizados, antes haban sido brbaros y antes todava salvajes. Todos "evolucionaron" adquiriendo mayor racionalidad en las institucio-nes y por lo tanto progresaron. Pero eran, felices? Esta pregunta y sus posibles respuestas nos lleva a plantear las diferencias entre algunos pensadores ilustres. Como en toda poca, las ideas atraviesan el siglo y forman una base conceptual que nutre a todos los pensadores: pero ello no quita que, dentro de ese marco general, aparezcan diferencias de criterios ms cercanas o lejanas al cuerpo terico central. Es por ello, que se hace necesario abrir un apartado especial para analizar ms especficamente la obra de dos pensadores clsicos de este siglo.la antropologa iluministaSi bien es cierto, como dijimos ms arriba, que la antropologa como ciencia propiamente dicha surge en el siglo XIX, ello no quiere decir que en el siglo que estudiamos no estn presentes las primeras sistematizaciones sobre la problemtica de la evolucin socio-cultural. Justamente, el asombro de los filsofos por las extremas diferencias culturales y fsico-biolgicas, y el problema sobre el origen de las instituciones constituye de alguna manera la mdula de esta antropologa pre- cientfica. Son estos interrogantes los que intentarn resolver los filsofos. La concepcin naturalista del universo condiciona a esta antropologa iluminista y en este sentido, no puede dejar de mencionarse la obra de Buffon.Como lo recuerda M. Duchet, en este siglo el trmino antropologa pertenece al vocabulario de la anatoma. El hombre es tomado como objeto y no como sujeto, esto es lo caracterstico de los estudios anatmicos.En este contexto la obra de Buffon adquiere importancia porque, al ocuparse de la naturaleza especfica del hombre, es decir, de la organizacin de las sociedades humanas, se aleja del historiador de la naturaleza y piensa como antroplogo, segn Duchet.Ahora bien, esta contribucin de Buffon al pensamiento antropolgico tiene por lo menos dos cuestiones relevantes que sintetizan, de alguna manera, la discusin iluminista en torno al hombre y a la sociedad. La primera se basa en el corte radical, respecto del pensamiento medieval, que efecta este autor al no remitirse a explicaciones de orden teolgico sobre la especificidad humana. El hombre est inserto entre las dems especies animales, pero se distingue del resto de los animales por la facultad que solo l tiene de razonar.(El hombre) "no es fuerte, no es grande, no manda en el universo, sino porque ha sabido mandarse a s mismo, domarse, someterse e imponerse leyes; en pocas palabras, el hombre no es hombre, sino porque ha sabido reunirse con el hombre" (citado en la obra de M. Duchet, pg. 207).La fuerza del pensamiento racionalista tambin se resume en el prrafo siguiente:" La esencia del pensamiento consiste en la reflexin o facultad de asociar ideas, combinacin que no son capaces de realizar los animales y cuyo signo sensible es el lenguaje" (op. cit., pg. 205).La modernidad de este argumento llama la atencin teniendo en cuenta que Buffon escriba a mediados del siglo XVIII. El lenguaje como diferencia sustancial entre la especie humana y las dems especies animales ser desarrollada en el siglo XX, sobre todo a partir de la corriente estructuralista y de las modernas teoras sobre la cultura, que se vern en otros captulos.La segunda cuestin a la que hacamos referencia consiste en la evaluacin respecto de la definicin de los pueblos salvajes.Para Buffon el salvajismo no se corresponde (como ya veremos en Rousseau) con la idea de un salvaje feliz y sin presiones, sino que, por el contrario, los salvajes representan un estado de decrepitud y estupidez por el cual no han sabido llegar a la civilizacin.El salvaje, en esta concepcin, ignora las artes para dominar la naturaleza y con ello pasar de la naturaleza a la cultura. Para Buffon el salvaje es un hombre a medias. Respecto de la variedad de la especie humana en el captulo referido a los negros, sostiene que los hombres son perezosos y las mujeres disolutas. Y los americanos no estn mejor conceptuados: carecen de pasin por su hembra y por consiguiente de amor por su semejantes.Estas afirmaciones asociadas a las caractersticas fsico-biolgicas de cada grupo humano, tendrn como resultado, en el siglo XIX, la legitimacin del discurso seudocientfico del racismo.Si bien es cierto que Buffon abre toda la perspectiva antropolgica moderna, en el sentido de pensar la unidad de la especie y sus variaciones, tambin es cierto que el lugar otorgado al salvaje en la escala evolutiva, es precursora de la visin peyorativa de la cual sern objeto los primitivos en el curso del siglo siguiente.A diferencia de Rousseau, podra decirse que Buffon instala en el pensamiento antropolgico la idea de los primitivos como hombres a medias. Obviamente, esta nocin del hombre como inacabado, se construye por oposicin al concepto iluminista de civilizacin. Categora sta que no se remite solo a la evolucin tecnolgica, sino tambin, y como caracterstica fundamental de este siglo, a la evolucin de las instituciones, de la moral, de las ideas, en fin, de lo que el XVIII defini como el espritu humano.Sin embargo, esta antropologa no estara completa, por lo menos en sus dos versiones paradigmticas, si no tuvisemos en cuenta el pensamiento de Rousseau.La obra de este filsofo es extensa y abarca casi toda la gama de los temas clsicos del siglo. Pero, sobre todo El ensayo sobre el origen de las lenguas y el Discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres, son los escritos por los cuales C. Lvi-Strauss sostiene que Rousseau no se limit a prever la etnologa sino que la fund. Esta afirmacin se basa en el planteo que hace Rousseau de las relaciones entre Naturaleza y Cultura, problema que ser medular en la antropologa contempornea. La mirada fecunda hacia un OTRO diferente y lejano, que caracteriza el discurso rousseauniano, se convierte en una mirada crtica de la vieja Europa monrquica. El cuestionamiento de las instituciones tradicionales, a partir del anlisis de las sociedades denominadas salvajes, constituye el primer recorte del objeto antropolgico, tal cual ser definido en el siglo XIX.Segn Lvi-Strauss, es esta observacin de las diferencias la que permite descubrir las propiedades. Y en este sentido, la obra de Rousseau se erige como el primer tratado de Antropologa.7575Para definir al hombre natural y al estado de naturaleza, Rousseau propone volver la mirada a los pueblos salvajes por ser ellos los que ofrecen todava alguna semejanza con dicho estado.La primera diferencia que debe destacarse, entonces, con respecto a la antropologa de Buffon, es justamente ese primer estadio del hombre natural. La originalidad de este filsofo radica, fundamentalmente, en la concepcin del hombre como un ser libre, que no est obligado a asociarse para subsistir y no es la necesidad ni el instinto animal, por lo tanto, lo que rige a la humanidad. Rousseau se esfuerza en oponer la especie humana al resto de las especies animales poniendo el acento en esta libertad natural.Es dicha concepcin, como dice M. Duchet, la que aparta a Rousseau de los dems pensadores ilustrados, los cuales haban descripto al hombre primitivo como cercano al animal, en la escala evolutiva.El cuadro rousseauniano del salvaje es interesante en la medida en que tal autor describe un hombre absolutamente salvaje, despojado totalmente de artificios culturales, y por lo tanto, sin necesidad alguna de sus semejantes. Este discurso que presenta al hombre fuera de la naturaleza, no obligado por ella, y solitario, le otorga un sentido nuevo a la aparicin de la cultura y al lugar que le corresponde all al individuo. La idea de hombre solo que elige ser social, se refugiar de los embates sociolgicos positivistas, en el pensamiento romntico del siglo siguiente.Rousseau se interes en los ms salvajes de entre los pueblos primitivos, porque aquellos eran los que menos se haban alejado de dicho estado de naturaleza. Esta mirada a lo lejos, que busca descubrir, ms all de los primeros rudimentos de sociabilidad, lo distintivo de la especie, abre la puerta a la bsqueda de los orgenes; tema que ser clsico en el XIX y en la antropologa biolgica moderna.La facultad de elegir, de querer o de desear, es lo que distingue al hombre de los animales. Y esta libertad (que no es instintiva y que constituye su naturaleza) es lo que Rousseau entiende como perfectibilidad. La historia humana, es pues, el desarrollo de esta perfectibilidad. Con este broche, el discurso rousseauniano se aleja definitivamente de las concepciones materiales de la evolucin de la especie, oponindose a Buffon, Diderot, Voltaire, etc.El hombre, por lo tanto, es capaz de inventar la sociedad y, gracias a la poltica, de conservarla y ordenarla. Ahora bien, este ordenamiento, segn Rousseau, se basa en la desigualdad de unos sobre otros. Y esto es lo que lleva a la existencia de instituciones injustas, que dan lugar a los abusos del poder poltico.La corrupcin que genera este estado de desigualdad permite a este pensador aflorar ese estado original de bondad natural inherente al hombre natural. Y con esta nostalgia funda la esperanza de una sociedad nueva en la cual resuijan esas virtudes primitivas de libertad y de unin entre los hombres. La puerta abierta por este ilustre filsofo desembocar por un lado, en la huida romntica que reflej el arte, y, por otro, en los discursos socialistas y en la teora marxista que cuestionaron el orden poltico.Toda esta concepcin del hombre natural, resumida en el salvaje solitario y feroz que elige vivir en sociedad y amar a sus semejantes, es lo que se denomin luego Teora del Buen Salvaje. La vulgarizacin de esta teora confundi la tolerancia iluminista respecto del mundo primitivo con ausencia de etnoeentrismo. Est claro que, tanto para Rousseau, como para los dems filsofos sociales, la civilizacin es la prueba de la evolucin humana, cuyo progreso se hace evidente en las instituciones complejas que regulan la vida en sociedad; lo cual no deja de ser etnocntrico. Sin embargo, este etnocentrismo iluminista dej espacio para la duda y la crtica. El eurocentrismo del siglo siguiente no fue tan paciente.Analizaremos esos cambios a la luz de los conceptos dieciochescos que sufrieron una ruptura epistemolgica, como as tambin las continuidades de algunas nociones, que los positivistas supusieron dejaban atrs para siempre.75EL SIGLO XIX: ORDEN Y PROGRESO M. TaccaintroduccinEl intento de sintetizar el siglo XIX resulta una tarea casi imposible. Es el siglo en el cual Europa se transforma en la Europa moderna, tecnificada, cientificista y confiada en la superioridad cultural de Occidente, sustentada en la idea del -progreso indefinido, como se ver ms adelante.La riqueza de este siglo no puede circunscribirse a un solo aspecto. La Revolucin Industrial, en el plano econmico, la consolidacin de los Estados Nacionales, en el poltico, las corrientes cientficas, los grandes descubrimientos de la medicina, como as tambin, las nuevas corrientes artsticas y literarias, reflejan la vastedad y la complejidad del siglo que estudiamos. Es por ello que, sin la pretensin de ser exhaustivos, consideramos conveniente resear en primer lugar, la situacin poltico-social. Ello, debido a que las corrientes de pensamiento tienen estrecha relacin con la misma, otro tanto ocurre con el arte.La antropologa cientfica, que se constituye en este siglo, es reflejo fiel de las concepciones tericas de la poca. Algunas de las cuales, como veremos, son legado del siglo anterior y otras, productos originales del pensamiento evolucionista de este siglo, que ya no hablar del progreso de la Razn sino de la Tcnica.

europa despues de la revolucin francesa; situacin histrica y1815 es la fecha que sealan los historiadores como comienzo del siglo XIX. * Fecha referida a la derrota definitiva de Napolen por las Monarquas Legitimistas europeas y como consecuencia de ello, el comienzo de lo que se denomin la Reac- } cin Conservadora.Estas primeras dcadas del siglo fueron, por lo tanto, antiilummistas y las - Cortes restauradas intentaron abolir las conquistas polticas y sociales de la Re .; volucin Francesa. Lo cual no fue gratuito ya que las revoluciones de 1830 y 1848" reflejaron el descontento social que haban negado los Tratados y los Gobiernos. : Por otra parte, la gran triunfadora de los sucesos revolucionarios era, sin:- duda, la Burguesa. Estrato social que desde haca siglos vena acorralando a la.1 '' vieja Europa feudal y que, por fin, habiendo asumido el control econmico, reque- ra ahora el poder poltico. Esta nueva clase social necesit de las libertades '-" dieciochescas para llegar al poder. La nueva sociedad, sin embargo, como lo advier ten Duby y Mandrou, fue una sociedad ms igualitaria en principio que en la - realidad cotidiana. Y el triunfo burgus se vio reforzado por la eliminacin de la . pequea burguesa y de los primeros proletarios urbanos y rurales.En esta configuracin social y poltica hay que encuadrar las ideas romnticas, que opusieron a la Racionalidad de la revolucin, la Historia y a la Natura- leza, la Legitimidad, como lo sintetiza Vicens Vives.Puede decirse, entonces, que en la primera mitad del siglo, se reorden la ^ vieja Europa monrquica y legitimista, lo cual implicaba la restauracin de los valores tradicionales del "Antiguo Rgimen.'XSin embargo, como bien sealan los autores mencionados, los procesos his- ' tricos no tienen retorno. Y esto signific que, si bien la Restauracin, con la Santa" | Alianza a la cabeza, pretendi defender el viejo Estado, el pueblo no acompa dicho proceso. Esta grieta abierta entre el Poder Real y la poblacin cada vez ms , miserable, dio lugar a dos vertientes del romanticismo.Vicens Vives advierte que la corriente romntica de carcter conservadora- histrica, es la que apoy los primeros aos de la Restauracin. Y la liberal- progresista, que se nutri del naturalismo del siglo XVIII, fortaleci las nuevas' m corrientes socialistas que protagonizaron las revoluciones de mediados del siglo.Con la Revolucin Industrial en pleno desarrollo, los gobiernos europeos, aliados con la gran Burguesa, reconocieron y temieron a la vez, al prole lanado como grupo social emergente de la nueva situacin econmica. Fueron los socia - tas (con Proudhon y luego con Marx) los que concretaron el temor burgus al -ipjpS88fladquirir los obreros conciencia de clase, gracias a la activa militancia y a la capacitacin en los gremios.La lucha de clases no era un mero concepto retrico, se palpaba diariamente en la cruel realidad de los establecimientos fabriles, en los cuales, las jornadas de trabajo rondaban las catorce horas y las mujeres y los nios trabajaban a la par de os hombres. Las muertes prematuras, el hacinamiento, la inseguridad laboral, provocaron los levantamientos del 30 y del 48. Sin embargo, las luchas entre los propios socialistas y la alianza burguesa con el poder, demostr que la clase obrera no tena representantes en el gobierno y que la realidad del industrialismo era an un fenmeno ms bien urbano que rural. De todas formas, qued claro que la Revolucin Francesa no se haba diluido en el discurso legitimista de las cortes, sino que se haba refugiado en los sectores sociales ms oprimidos y desde all arremeta contra el orden burgus.El menosprecio que sentir el positivismo cientificista por el romanticismo, en la segunda mitad del siglo, tuvo su origen en la estrecha relacin de ste con el socialismo militante. Los pensadores del 50 en adelante ya no dudarn de la era positiva. La burguesa industrial y anticlerical, haba fundado tambin su sistema educativo, creando las nuevas universidades, en las cuales formaban a los nuevos sabios. La ciencia aplicada repercuta en los avances tecnolgicos en beneficio de la produccin fabril. Duby y Mandrou sealan que, tanto la publicidad como la fabricacin en serie (standard), logran la venta masiva en las grandes galeras de fines de siglo.Esta cultura de lo tecnolgico como resultado de la investigacin cientfica, divorciada de lo social, es netamente positivista. La consecuencia de la derrota de los levantamientos de mediados de siglo y del triunfo de la Revolucin Industrial n Europa Occidental, fue el camino libre para la burguesa.El otro gran tema del siglo fue el de las nacionalidades. El nacionalismo como anhelo de identidad y de unin histrica y cultural, contribuy a delinear esta nueva concepcin del Estado. Este no deba regular la economa, no deba intervenir en la ley de la oferta y la demanda, su funcin era ms bien, legislar y proteger las fronteras nacionales y ampliar los mercados.Se entiende, entonces, por qu en el Congreso de Berln de 1885, se repartieron el mundo salvaje, lo cual impidi que lucharan por los mercados protegidos de la misma Europa. Solucin efmera, los roces y las intrigas culminaran con la Primera Guerra Mundial en 1914.Esta Europa confiada y orgullosa de s misma, progresando en todos los aspectos, supuso que tambin las luchas sociales se veran resueltas, como dicen Duby y Mandrou, en la medida en que los obreros ganasen mejores salarios y la legislacin les otorgara seguridades laborales y sociales. Lo que omiten las versiones oficiales es que el resultado del mejoramiento de las condiciones de trabajo fueron producto de la lucha y de la organizacin obreras. Y que la lucha de clases no se resolva solo con un aumento de salario ya que el sistema reproduce la desigualdad en algn otro punto de la escala social.Es decir que a fines del XIX, Europa no era revolucionaria como un siglo atrs porque tampoco crea en las revoluciones sociales a la manera romntica. Sin embargo, era polifactica en sus doctrinas polticas y sociales. El liberalismo econmico, practicado en los mercados nacionales, tocaba su fin y las nuevas ideas de89V

V

- '^ftll/- T pun Estado Administrador empezaban a plasmarse para regular la lucha de clases. Y El arte presagiaba la catstrofe y la desigualdad para con el mundo colonial no tardara en estallar con las guerras de liberacin. La ingenuidad quizs haba sido :'' romntica, pero la soberbia eurocntrica era, sin duda, positivista.ifclv'ii.'1 'f-t *-S\fI .': --r

7575us corrientes de pensamiento; romanticismo Y positivismoTanto las corrientes de pensamiento como los movimientos artsticos y literarios reflejan el triunfo de la Burguesa del XIX. Es decir, que el asentamiento burgus en lo poltico-econmico, como se dijo antes, tambin repercuti en el plano intelectual. Si bien es cierto que dicho asentamiento caracteriz a todo el siglo, no lo es menos que, entre el subjetivismo sentimental del romanticismo y la confianza absoluta en la ciencia, tpica del positivismo, se encuentra toda la gama del pensamiento, incluyendo la crtica radical al capitalismo que efectu el marxismo.Quizs la riqueza y la complejidad de la trama intelectual de esta poca se debi en gran parte, como sostiene Vicens Vives, a los dos polos entre los que se debata el ideal burgus: libertad y orden.Libertad para organizar la vida econmica y poltica que favoreciera sus negocios.Orden para defender la propiedad privada y evitar los conflictos sociales.Ideas opuestas que la burguesa lograr unificar en la concepcin democrtica de la libertad individual dentro del orden social. Orden que, de hecho, y (Restauracin de por medio) tambin de derecho, haba construido y hegemonizado.Puede decirse, entonces, que los movimientos intelectuales y artsticos, en la medida que se acercaban ms a un polo que a otro, representaban a los sectores sociales que privilegiaban la libertad sobre el orden (la lnea radical del romanticismo y el socialismo) o el orden sobre la libertad (el romanticismo conservador y el positivismo).Es en esta dicotoma que adquiere sentido la divisin del siglo que, en general, efectan los autores. La primera mitad del siglo est marcada por el Romanticismo en sus dos versiones. y la segunda, posee la impronta indeleble del Positivismo.El predominio de una corriente sobre la otra, refleja los cambios estructurales que vive Europa en este siglo.En la primera mitad del siglo, como ya se dijo, la influencia de la Restauracin sobrepas los lmites de la organizacin poltica. El descreimiento en la Razn desemboc en la huida romntica. El subjetivismo revaloriz la intuicin en detrimento de la deduccin lgica.Como bien sealan Duby y Mandrou, el romanticismo se define por una actitud, una reaccin contra el racionalismo en nombre de la sensibilidad y de la fe religiosa.Esta actitud generalizada frente al racionalismo, no es homognea respecto de la situacin poltica. El ala radical del movimiento romntico (Romanticismo Social) continu con la crtica a la manera dieciochesca. Duby y Mandrou sealan, con acierto, que esos pensadores fueron reveladores del mal que padeca el siglo y que tena la esperanza detrs no delante. En esta aoranza de cambio social, en medio de la vuelta al Antiguo Rgimen, los romnticos sociales son acusados de utpicos y de antiprogresistas. Pero fueron ellos los que advirtieron que la burguesa tena al proletariado, constituido como una nueva clase social, enfrentada a ella. Y en este sentido, gran parte de la Utopa de una sociedad sin conflictos de clases e intereses contrapuestos, se convierte en positivista, debido a que, en primer lugar, no se cuestionar el orden social dado. Y en segundo lugar, la armona que enuncian supone la resignacin de los obreros en este orden desigual.Los exponentes ms importantes del Romanticismo Social son Saint-Simon y Proudhon.Saint-Simon se acerca a los tericos de la Restauracin (que veremos ms adelante) en su admiracin por la unidad social de la Edad Media, pero reconoce que no se puede volver atrs y en este sentido, como lo advierte Zeitlin, se separ de los pensadores conservadores.Saint-Simon sostiene que el conocimiento humano haba pasado por tres etapas: de la teolgica a la metafsica y de sta a la cientfica. La Fisiologa Social era, pues, la disciplina que se ocupara del estudio de la conducta humana. Para este pensador la direccin de la sociedad debe estar en manos de los que producen (industriales y cientficos). Por lo tanto, el conocimiento cientfico reemplazar al dogma y los industriales y los cientficos a la aristocracia y al clero, como lo sintetiza Zeitlin.El conocimiento, entonces, constituye la potencia del progreso y cohesiona la sociedad, la cual es para Saint-Simon una comunidad de ideas. Para lograr coherencia en esta totalidad hace falta el desarrollo de la Filosofa Positiva. La ciencia del hombre debe tomar como modelo a las otras ciencias de la naturaleza.Saint-Simon reconoca el conflicto entre las clases sociales y sostiene que para refrenar al proletariado hay que usar la fuerza para imponer el orden social o lograr que amen ese orden.La doctrina saintsimoniana fue desarrollada y sistematizada luego por Com- te, como veremos. Queda claro, entonces, que la idea de una etapa positiva de la sociedad cuya direccin la ejerce la ciencia, ya apareci a principios de este siglo. Los pensadores positivistas enriquecern este enfoque. Sin embargo, se perder la nocin de conflicto en favor de la influencia organicista.Proudhon fue ms radical que Saint-Simon y atac la sociedad mercantil y el capitalismo como representantes de un Estado explotador. Duby y Mandrou resumen su pensamiento, destacando que era un observador lcido de las realidades sociales. Partidario de la anarqua, es decir, de la supresin del principio de autoridad y del funcionarismo centralizado y comunal. Para l la conciencia pblica y privada, basada en el desarrollo de la ciencia y el derecho, bastaba para el mantenimiento del orden y de las libertades individuales.Esta corriente romntica-social es importante, tambin, porque parte de este vocabulario socialista pas a formar parte del lenguaje cotidiano: explotacin y organizacin, produccin y consumo, burgus y proletario. Adems, siguiendo a estos autores, el planteo de la revolucin del 48 ya no ser solo poltico. La revo lucin deba ser una revolucin social.Enfrentados a estos tericos del socialismo romntico, se hallan los pensadores conservadores de la Restauracin. Ambos enfoques, como se dijo antes, nu- fofcn la corriente romntica de principios del XIX. Sin embargo, la defensa del orden en -detrimento de la libertad y de la igualdad, tendra dos exponentes: Bonald y Maistre.Ambos desarrollaron la filosofa catlica contrarrevolucionaria que, como sostiene Zeitlin, no solo brind una defensa ideolgica al orden post-revoluciona- rio y Ia Restauracin, sino que hasta pregon una mayor regresin al Viejo Rgimen.Bonald crea en el orden divino: Dios impuso el lenguaje, la sociedad y la autoridad como bases de la verdad. A diferencia de los tericos radicales la ciencia no cumpla un papel protagnico en el progreso humano. Para Maistre, como aclara M. Harris, la ciencia embruteca al no permitir el desarrollo de la verdadera filosofa, basada en las Escrituras.Es interesante destacar, siguiendo a Zeitlin, que estos autores consideraban que el salvajismo no era la condicin inicial de la humanidad sino un estado terminal en el que el hombre ha perdido totalmente su perfeccin originaria. Sin embargo, no debe confundirse esta doctrina degeneracionista de la humanidad con la idea de hombre a medias de Buffon, ya que la corriente materialista de las ciencias humanas tena su origen en el racionalismo ilustrado, como se analiz en el apartado que corresponde al siglo XVIII.Por otra parte, no puede dejar de sealarse que ambos expusieron tina serie de ideas, como lo advierte Zeitlin, que han sido incorporadas desde entonces a la sociologa como conceptos y suposiciones directrices importantes. Una de ellas, por ejemplo, se refiere a la nocin de que la sociedad, es una realidad mayor que los individuos, que la componen. Otro legado importante es la idea de que la sociedad precede al individuo.Las costumbres, las creencias y las instituciones se hallan orgnicamente entretejidas, de modo que el cambio, o la reforma de una parte altera las complejas relaciones que mantienen la estabilidad de la sociedad como un todo. Estas afirmaciones fueron retomadas por el positivismo y desarrolladas por autores como Comte y Durkheim.Para los tericos conservadores las instituciones son medios positivos por los que se satisfacen las necesidades humanas bsicas. La problemtica ser profundizada por el Funcionalismo en el siglo XX. (Ver Teora Funcionalista). Dicha corriente teolgica-reaccionaria no prosper a lo largo del siglo, pero tuvo gran repercusin en los partidarios del orden burgus que pregonaban la llegada de la era positiva. Este paso, entonces, de la primera a la segunda mitad del siglo est marcado por el triunfo del positivismo.El Positivismo como corriente de pensamiento, constituye la nueva sntesis terica de mediados de siglo, ya que se acerca al Romanticismo en sus planteos anturevolucionarios y conservadores y se aleja de l al reemplazar la fe en el dogma religioso por la fe en la ciencia experimental. Por lo tanto, algunos de los postulados bsicos del siglo anterior resurgirn con nuevo vigor para tratar de explicar la evolucin socio-cultural de la humanidad.Como bien destacan Duby y Mandrou, los triunfos cientficos de los aos 1850-1880 fueron triunfos de lo mensurable, es decir, de las matemticas. Experimentar con lo infinitamente pequeo (celular) o con lo infinitamente grande (astrofsica), es avanzar por el mismo camino.En tal sentido puede decirse que la biologa represent el lazo entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias del hombre. Para stas ltimas la segn- da mitad del XIX es particularmente exitosa. No slo se replantean los mtodos y los campos de estudio, sino que se crean nuevas disciplinas (por ejemplo la antro, pologa y la sociologa) que intentarn establecer leyes generales que expliquen el comportamiento humano, la cultura y la sociedad.Pero quizs la sntesis del paradigma la resumen Duby y Mandrou cuando sealan que el triunfo de la ciencia deba ser el fin de las supersticiones.Es esta mirada desbordante de orgullo y de confianza en s misma, la que Europa dirigi al resto del mundo. Y en el colosal intento de reconstruir la historia de la humanidad simplific de tal manera la diversidad cultural y social en favor de una ley general de la evolucin y organizacin socio-cultural, lo que en el siglo siguiente se denomin peyorativamente historia conjetural.Como bien seala Zeitlin, fue Comte (al que generalmente se considera el fundador del Positivismo) quien sistematiz y desarroll las ideas Saintsimonia- nas. Partiendo del trmino positivo como contrapuesto a la filosofa crtico-negativa del Iluminismo, la teora comtiana consideraba que las nociones de Orden y de Progreso no eran irreconciliables. El principio del orden era un legado conservador (Bonald, Maistre) en cuanto al principio del progreso, se haba originado en las crticas de la Reforma y el Iluminismo.Para Comte, la crisis social era producto de la coexistencia de las dos doctrinas antagnicas (la teolgica y la metafsica). No es posible el orden hasta tanto ambas no sean superadas por la etapa positiva, que ser ms orgnica que la teolgica y ms progresista que la metafsica.Zeitlin, cita un prrafo del Curso de Filosofa Positivista en el cual se especfica la superioridad de esta teora:"La filosofa positiva es indiscutiblemente superior, pues la libertad no es msque la sumisin racional a la preponderancia de las leyes de la naturaleza".Es interesante destacar, que para Comte el orden y el progreso constituyen' los aspectos esttico y dinmico de una sociedad. Sin embargo, la tendencia a mejorar es espontnea y, por ende, no exige ninguna accin poltica especial dirigida hacia el cambio. El temor a las revoluciones populares es palpable en esta frase.El papel de la ciencia es, entonces, subordinar la razn a los hechos y el mtodo cientfico, por lo tanto, exige el estudio de la sociedad como un todo y no separada en sus elementos componentes, segn lo resume Zeitlin.El pensamiento comtiano insiste ms en la defensa del orden poltico y social que en el desarrollo de la nocin de progreso. Analiza estos trminos como de validez universal. Lo que Marx desenmascar fue, justamente que el orden no era tal, sino que era un orden impuesto por una clase. Y el progreso significaba el enriquecimiento y la expansin de la burguesa a costa del proletariado.Esta corriente positivista tuvo otro gran exponente hacia.fines de siglo: E.: Durkheim. Pero antes de resumir sus ideas, conviene aclarar que paralelamente a las corrientes hegemnicas de la ciencia y de la filosofa, se desarrollaba la teora marxista, la cual en virtud de la crtica permanente al statu quo burgus, no era considerada una teora cientfica. No analizaremos en este apartado la teora xnarxista (Ver Materialismo Histrico), simplemente aludiremos a su lugar en este siglo y a las profundas e irreconciliables polmicas que desat.Marx fiie, de acuerdo con Duby y Mandrou, el fundador del Socialismo Cientfico, a la vez que un luchador, constituyndose en el mejor socilogo de su poca. Sin duda retom algunas de las cuestiones abiertas por el Iluminismo como la explicacin materialista de la naturaleza y de la historia humanas, as como la actitud crtica frente al orden imperante. Es iluminista tambin la relacin estrecha que establece entre pensamiento y accin, como lo hicieran los filsofos sociales. Su pensamiento forma parte del XIX y, como tal, no poda estar ausente la nocin de progreso. En este sentido se aleja del positivismo al plantear la sociedad sin clases y la abolicin de la propiedad privada, como metas progresistas de lasociedad.Los conceptos de modo de produccin, infraestructuras, superestructuras, lucha de clases, alienacin, etc., son algunos de los aportes que contribuyeron a crear una visin nueva de la sociedad capitalista y de sus problemas. Por lo tanto, como dicen Duby y Mandrou, Marx proporcion al movimiento obrero un instrumento incomparable de anlisis social a la vez que otorg la esperanza de un mundo mejor, por el cual la lucha adquira un nuevo significado.La reaccin contra el marxismo, es de este modo, una reaccin contra la prctica social, ms que contra la teora abstracta. El temor burgus reaccion descalificando la teora, al quitar importancia a la prctica revolucionaria. Pero era sta la que, en realidad, socavaba los cimientos de la sociedad capitalista.Es en este marco, en que se desarroll la discusin contra el Marxismo desde el plano terico, sin profundizar en sus condiciones bsicas, lo que dio como resultado una vulgarizacin de la teora, que tergivers las ms de las veces, los conceptos medulares de la misma.Sin embargo, muchos autores se valieron de algunos conceptos claves del marxismo para elaborar sus construcciones tericas desde una perspectiva opuesta a la de Marx. Uno de ellos fue el padre de la sociologa moderna, E. Durkheim, quien, lejos de Marx, analiz tambin las relaciones entre el individuo y la sociedad. La intencin de otorgar cientificidad a los estudios de la sociedad lo acerc a las ciencias naturales en su afn de lograr objetividad y rigurosidad. Sostena que los mtodos adecuados a la ciencia natural pueden tambin ser adecuados a la ciencia social. En este sentido se aleja de Marx, como lo advierte Warner, ya que para el primero, la teora debera reflejar a la vez que configurar el mundo. Es por ello que Durkheim es visto como un pensador positivista ms que crtico.Concuerda con Comte (como seala Zeitlin) en la construccin de una filosofa positiva para contrarrestar la filosofa crtico-negativa de los socialistas. Coincide con Saint-Simon en el supuesto de que la sociedad es una comunidad de ideas. Para Durkheim el sistema moral que necesitaba la sociedad deba unir en un orden solidario a las clases, los estratos y los grupos ocupacionales. Y esta moralidad sera secular.La premisa de la cual parte Durkheim, para analizar la sociedad, se remite a la idea, tambin saintsimoniana, de que la sociedad no es un simple agregado de individuos, sino una mquina organizada, cuyas partes se interrelacionan cumpliendo cada xana una funcin determinada.Para superar el descontento y las crisis sociales, deban superarse los antagonismos. Las viejas normas e instituciones contribuan a la desintegracin, por lo cual deba elaborarse una nueva ley y una nueva moral que integrase a la sociedad orgnicamente.Para Durkheim la solidaridad mecnica, caracterstica de las sociedades tribales, se define por la homogeneidad social, es decir, que las individualidades se hallan inhibidas. En cambio, en las sociedades modernas prima lo que denomin solidaridad orgnica que, como seala Warner, se caracteriza por la especializa- cin y el desarrollo de la singularidad individual.Uno de los aportes fundamentales de la teora durkheiminiana, consiste en la definicin y delimitacin del objeto de la nueva ciencia sociolgica. Warner seala, que el objeto es la sociedad, estudiada a travs de sus manifestaciones, en lo que Durkheim denomin hechos sociales.La primera regla del mtodo social es, pues, tratar los hechos sociales como cosas. Esta afirmacin desat muchas polmicas acerca de la validez del mtodo sociolgico. Pero lo cierto es que dicha afirmacin permiti comprender y explicar complejas situaciones sociales, que de otro modo aparecan como comportamientos azarosos o aislados. En este sentido, de acuerdo con Warner, puede decirse, que Durkheim estaba en lo cierto al sealar como hechos sociales el origen y la persistencia de las obligaciones morales observadas por los individuos. Este ejemplo ilustra, como se dijo antes, que la sociedad es ms que la suma de las partes.Respecto del mtodo, Warner, destaca dos aspectos importantes de su teora. Por un lado, el tema de la causalidad, fundamentalmente reflejada en la obra La Divisin del trabajo social. En esta obra, Durkheim desarrolla un anlisis evolucionista al explicar el paso de la sociedad homognea (solidaridad mecnica) a la sociedad compleja y heterognea (solidaridad orgnica), como un problema de desarrollo de factores demogrficos. Es decir a mayor volumen y densidad en las sociedades, mayor competencia. La competencia creciente produce la espeeializa- cin. La influencia de Darwin en este punto, tal como lo seala Warner, es indudable. La coexistencia de ocupacin distinta permite moderar la competencia, as como especies distintas coexisten en el mismo territorio porque sus necesidades son complementarias en vez de conflictivas.La insistencia de Durkheim en moderar el conflicto lo convierte en un reformista y no en un revolucionario como lo era Marx.El otro aspecto mencionado se refiere al funcionamiento de los fenmenos sociales. Construye una imagen de la sociedad como una entidad en movimiento lo que lo acerca al pensamiento organicista de la biologa. La correlacin entre el tipo de solidaridad y el derecho penal, permiti a Durkheim analizar las funciones de las instituciones sociales, revelando sus contribuciones a la cohesin y al orden social. En este sentido se constituye como antecedente de la escuela Funcionalista (Ver Teora Funcionalista). El anlisis de la sociedad, prosiguiendo con la analoga organicista, presenta una normalidad que se define por los hechos que presentan las formas ms generales: a las que se apartan de ellas las denomin patolgicas.La crisis moral que vive la sociedad moderna provoca conductas anmicas en los individuos. Es importante destacar que la anomia, como lo advierte Zeitlin, se refiere no a la ausencia de toda norma moral, sino a la ausencia de las normas apropiadas.En la obra El Suicidio, Durkheim, sostiene que el hombre moderno se quita la vida principalmente como resultado de dos situaciones: la prdida de cohesin social y la ausencia de normas morales apropiadas por las cuales orientarse. La funcin de los grupos ocupacionales sera la de fomentar la reintegracin. El uso de estadsticas para apoyar el trabajo emprico, caracterstica fundamental de la sociedad actual, tiene como precursor a Durkheim.La otra gran obra que merece mencionarse, sobre todo por su relacin con la antropologa, es la titulada Las formas Elementales de la Vida Religiosa. En ella, Durkheim se ocupa de los orgenes y de las causas de la religin. Uno de los postulados centrales, que Durkheim legar al pensamiento del siglo XX se centra, como dice Warner, en los rasgos esenciales de la religin: su divisin del mundo en cosas sagradas y cosas profanas y su encarnacin colectiva y social.El lugar que ocupa la sociedad, en el sistema terico durkheiminiano, puede decirse que es el equivalente al que ocupa Dios en los sistemas teolgicos. La sociedad proporciona a cada individuo, como seala Zeitlin, el equivalente secular y funcional del alma.Todas estas concepciones, tanto las romnticas como las positivistas tuvieron como eje la nocin del progreso clsica del siglo XIX. Sin ese supuesto, no quedan suficientemente explicados el optimismo y la fe en la ciencia caractersticos de este siglo.la idea de progreso: Si existe un siglo asociado a una idea directriz, este es, sin duda, el XIX vinculado con la idea de Progreso: idea del avance gradual de la civilizacin desde el pasado hacia el presente, se encuentra esbozada ya en el pensamiento griego. El hombre y la cultura civilizadora son, sin embargo, derivaciones de una Edad de Oro pasada. Para los griegos, el presente no indicaba que se avanzara hacia una meta mejor y, por lo tanto, deseable.Como dice Bury, la idea de progreso no aparece hasta que se conciba que la civilizacin est destinada a avanzar indefinidamente en el futuro, lo que en el pensamiento occidental ocurrir a partir del siglo XVIII.La Edad Media, segn lo dicho, no es tampoco productora de la idea mencionada, ya que la fuerza del pensamiento teolgico radica en el nfasis puesto en la vida ultraterrena y en el camino de la perfeccin hacia Dios.Es decir que hasta el siglo XIV no existe en el pensamiento occidental la Idea de Progreso, definida como avance ininterrumpido. El Renacimiento, con su profundo desprecio por la Edad Media, volver su mirada a la Antigedad Clsica, con lo cual tampoco desarrollar la nocin de una humanidad en constante progreso hacia el futuro, aunque empiecen a surgir algunas voces en este sentido (G. Bruno por ejemplo).Es, sobre todo, el pensamiento francs de la ilustracin el que dar forma a esa idea, an sin la fuerza de ley, que ser el intento caracterstico del XIX. El principal aporte a su construccin se debe a Guizot. La asociacin estrecha e indisoluble entre el concepto de civilizacin y la nocin de progreso, es obra suya, segn seala Bury. Por primera vez, se intenta explicar el progreso sin recurrir a la Filosofa. La modernidad de Guizot consisti en tomarlo como un hecho que se reflejaba en la humanidad.Pero fue Saint-Simon, con su teora del desarrollo humano atravesando pocas crticas y pocas orgnicas el pionero de la idea en los trminos en que la concibi el siglo XDLAhora bien, es importante sealar, con Bury, que esta nocin, no supone solamente mejora material y bienestar social (lo que las constituye como reivindicaciones socialistas) sino que implica tambin el desarrollo de la vida individual, de las facultades propias de cada hombre, de los sentimientos y de las ideas.A mediados del XIX ya no estaba en discusin la posibilidad de progresar (material y espiritualmente) y menos an que la civilizacin era el grado mximo de progreso que haba logrado la humanidad hasta el momento. En lo que no haba acuerdo absoluto era sobre la cuestin del progreso continuo, por un lado; e indefinido, por el otro.Los pensadores que sostenan que la meta final era conocida (o sea, determinado estado de cosas al cual se llegara relativamente pronto) eran aquellos que sostenan la idea de progreso continuo y quienes apoyaban la hiptesis opuesta, es decir, la idea de que la meta era desconocida y el desarrollo sin fin, son los que hablaban de progreso indefinido. Comte es el exponente ms importante de la tesis de la continuidad. Eran los pensadores del siglo XVIII quienes se acercaban a la idea del progreso indefinido.A medida que la ciencia contribuy a mejorar el progreso material (como seala Bury) que se hizo evidente desde mediados del siglo XIX, sin detenerse desde entonces, la creencia en el progreso se generaliz. La relacin establecida entre progreso cientfico, progreso material y por ende, progreso de la civilizacin, constituye la base fundamental por la cual la nocin de progreso se asocia vulgarmente a la tcnica.Esta ilusin de que el avance cientfico implica necesariamente avance material y social, es la que contribuy a consolidar la idea de progreso indefinido.El problema central con el que se encontraron los pensadores del XIX fue que hasta el XVII la idea de progreso no haba sido examinada a fondo sino que se la daba por sentada. El afn de encontrar las leyes que rigen la naturaleza humana los llev a suponer e investigar que la existencia de una ley del progreso deba existir.Esta va desemboc en el controvertido Spencer, quin intent, desde la teora evolucionista de Darwin en el plano biolgico, establecer la ley general del progreso humano a partir de las leyes biolgicas de la seleccin natural, la supervivencia del ms apto, y de la cultura como producto de la herencia biolgica. En tal sentido, como seala Bury, la civilizacin representa las adaptaciones que ya se han llevado a cabo y el progreso se revela como la serie de pasos sucesivos en ese proceso. Por lo tanto, el progreso no es un accidente sino una necesidad. El progreso humano aparece como una secuela del movimiento csmico general, del cual los sujetos solo forman parte del camino predeterminado.Las consecuencias poltico-ideolgicas de esta teora son bien conocidas. Los pueblos considerados inferiores, lo son por ley natural y no hay cambio histrico posible. De aqu al racismo como doctrina seudocientfica habr un paso.La paradoja de Spencer se sintetiza al sealar que las virtudes que l sealaba como indicadores del progreso de una generacin a otra, constituyen procesos de adquisicin cultural en distintos contextos histricos. La diversidad cultural no est atrapada en una serie de genes hereditarios y prefijados en el sistema nervioso sino que por el contrario refleja la capacidad humana de aprender y de transmitir experiencias distintas en situaciones distintas.Todas estas concepciones tuvieron como consecuencia que hacia 1870 y 1880 la idea del progreso se convirtiera en un artculo de fe para la humanidad con lo cual perdi gran parte de su validez cientfica.Para concluir, debe sealarse que esta idea no est fuera del contexto histrico cientfico que venimos analizando y que por ende refleja tambin, en este aspecto, el triunfo de la sociedad burguesa europea, duea del mundo y autora de las leyes sociales que quedaron as legitimadas como naturales, con su atroz consecuencia para las clases oprimidas, pero tambin, para los pueblos no europeos.La ilusin del progreso podra decirse que representa nuevamente otra ilusin caracterstica del capitalismo industrial, que expone el progreso de una cultura y de una clase social como si fuera el progreso de la humanidad entera. Homogeneizacin que, como se dijo, es consecuencia de la expansin planetaria de Europa.el pensamiento evolucionistaLa bsqueda de leyes y el afn de explicar la naturaleza humana como tal, llev a los pensadores del siglo XVIII, (Ver siglo XVIII) a bucear en las ciencias naturales. Pero, es interesante aclarar que, en realidad, el modelo de perfeccin y rigurosidad cientfica, lo constitua la Fysica Mecnica. La mxima expresin, en este sentido, era la Fsica Newtoniana. La ley de gravedad, cumpla, por as decirlo, las expectativas de los pensadores sociales, que intentaban establecer leyes similares para el comportamiento humano. Esta influencia se reflej en lo que se denomin el mecanicismo en las ciencias sociales. Sin embargo, debe destacarse, que el desarrollo de la Fsica en el siglo XIX, se apart del modelo mecnico de Newton, sin negarlo, para investigar otros aspectos como la energa.En palabras del premio Nobel de 1932, Werner Heisenberg, la imagen materialista del universo, basada en las leyes de la Mecnica, ha madurado: la naturaleza se presenta como un sistema de movimientos, de energas, de magnitudes mensurables.Este cambio, desde la Fsica Mecnica, hasta la Fsica Cuntica tambin influy en las dems ciencias, ms all de las ciencias sociales. La consecuencia ms importante, en este sentido, segn Heisenberg, fue que en la fsica Cuntica, las leyes de la Naturaleza no tienen un carcter tan estricto como en la Fsica Clsica; no se da un determinismo riguroso de los fenmenos, sino simplemente leyes de probabilidad. La estadstica social del siglo XX sera la gran heredera de este nuevo modo de pensar la realidad.La biologa, la otra gran ciencia que admiraban los cientficos sociales por su rigurosidad, tambin tom parte en este cambio de actitud. Las leyes de la evolucin biolgica, que rompieron con el supuesto fijismo de las especies, tambin lograron una sntesis de gran alcance explicativo, no sin problemas, como se ver.Puede decirse entonces que la teora de la evolucin, basada n los viejos conceptos del XVIII (de lo simple a lo complejo) represent el desplazamiento desde el inters que tenan los filsofos sociales por lasleyes de la fsica, siendo aqulla el nuevo lazo entre las ciencias de la naturaleza y las ciencias humanas.La ambicin que caracteriza a la ciencia del XIX tiene como fundamento, de acuerdo con Duby y Mandrou, la fe en un progreso cientfico capaz de reunir a todas las ciencias en un solo saber de base matemtica que explicara el universo y las galaxias, el hombre pensante y an Dios.Con este espritu, siguiendo a los autores mencionados, las ciencias del hombre buscaron las leyes generales de un determinismo humano. Los exponentes ms claros y paradigmticos de esta transicin fueron Spencer y Darwin quienes influyeron de manera directa en el pensamiento antropolgico del siglo que estudiamos.El esfuerzo de Spencer por probar que la naturaleza humana, como todo lo dems en el universo, era un producto de la evolucin, abri el camino, ms o menos directamente, al determinismo racial, como se ver en otros captulos.Segn M. Harris, fue Spencer y no Darwin quien populariz el trmino evolucin y la expresin supervivencia del ms apto. La idea de que exista una ley universal de desarrollo, lo llev a sostener que "la civilizacin en lugar de ser un artefacto, es parte de la naturaleza".La diversidad de la conducta y de la cultura humanas se incluyen, por lo tanto, en esta ley universal. La consecuencia ms radical de este pensamiento, consisti en la sobreestimacin de los factores hereditarios, siguiendo a Harris, como elementos causales de la conducta humana. En este sentido, el siglo XIX es el autor y el responsable de la discriminacin racial basada en supuestas y poco probadas causas cientficas. No hay que olvidar el contexto de produccin de las teoras, ya que el colonialismo aprovech los tericos del capitalismo industrial, como advierte Harris.La extrapolacin que hizo Spencer de las leyes biolgicas rigiendo tambin la vida social humana cost mucho a las ciencias del hombre. An hoy las vulgarizaciones de este pensamiento provocan conflictos que carecen de base cientfica.El otro gran exponente, como se dijo, fue Darwin. Su obra El origen de las especies, reafirmaba la existencia de leyes de la naturaleza, la inevitabilidad del progreso y la justicia del sistema de la lucha, sin la cual, no se puede alcanzar el progreso, como resume Harris. Aunque en esta obra no se hace mencin a la evolucin humana, se deduce que ella obedece a las mismas reglas que la evolucin animal.El aporte fundamental de esta obra lo recogen las ciencias naturales al debilitar para siempre el argumento teolgico sobre la creacin del mundo y por lo tanto, tambin la imagen del hombre como criatura privilegiada de Dios. Somos una especie ms de entre las miles de especies que pueblan el planeta. Tan sujetos a las leyes naturales como los animales y las plantas. El afn de cientificidad, tpico, de este siglo, desemboc en la estrechez del pensamiento evolucionista respecto del aspecto sociocultural.En La descendencia del hombre, Darwin plantea especficamente (como seala Harris) la cuestin de la relacin entre la seleccin natural y la evolucin humana. Pero, para esta poca, la influencia de Spencer con su aplicacin de la teora biolgica a la evolucin sociocultural resumida en la supervivencia del ms apto ya era moneda corriente.El problema de Darwin, semejante al de Spencer, consiste en no separar los cambios producidos y determinados por la herencia biolgica, de las conductas aprendidas y por lo tanto extrasomticas.La mirada asombrada que dirigi el siglo XVIII a los salvajes ya se haba perdido. La idea evolucionista de seres inferiores biolgica y culturalmente legitimara el avance industrial y la proletarizacin de estos pueblos. En este sentido, puede decirse que la idea bufFoniana del salvaje como hombre a medias se llev hasta las ltimas consecuencias.la antropologa evolucionista: morgan y tylorEl pensamiento antropolgico de la segunda mitad del siglo XIX, como se viene remarcando, no es ajeno a la produccin cientfica de la poca. Comparte las ideas directrices del progreso, de la evolucin, pretende construir una ciencia, a la manera positivista, objetiva y universal.La continuidad entre el evolucionismo biolgico y cultural de la dcada de 1860, y la creencia de 1760 en el progreso y en la perfectibilidad, como seala Harris, no tiene fisura. La idea bsica del XVIII, que define al salvajismo como el primer estadio evolutivo de la humanidad, pasando por la barbarie, hasta llegar a la civilizacin como la cumbre del proceso, tambin refleja la continuidad de un siglo a otro.Sin embargo, en la medida en que las ciencias sociales van desarrollndose de un modo que las aproxima al ideal positivista, se asimilan a las ciencias de la naturaleza, como lo advierte A. Hans. En este sentido, domina un inters cognoscitivo de cuo puramente tcnico, y en consecuencia, como observa dicho autor, la teora elaborada viene a serlo desde la actitud y posicin del tcnico.En este punto puede sealarse, si no una ruptura, al menos un cambio de nfasis. El racionalismo de la centuria anterior supona avances en la razn, como el indicador ms claro del progreso humano. A partir del pensamiento evolucionista, ser el progreso tcnico el que determinar el estadio evolutivo en el que se halla una sociedad. Es as como el paso del salvajismo, definido como estadio de caza- dores-recolectores, hacia la barbarie, agricultores incipientes, etapa protoestatal, hasta llegar a la civilizacin, cuyos atributos representan la cspide de la evolucin, sobre todo a partir de la Revolucin Industrial, indican la importancia dada a lo tcnico como resultado del proceso de complejizacin de la humanidad. Esta nocin, sumamente difundida hasta hoy, ser cuestionada por las escuelas antropolgicas del siglo XX En este sentido, las sociedades primitivas sern vistas como etapas anteriores, por las cuales tambin atraves Europa. El agregado racista le otorg a esta secuencia, el sello clsico del evolucionismo, al sostener que los grupos humanos transmiten por herencia biolgica, aptitudes culturales.Los grandes sistematizadores, en la antropologa de esta poca, fueron H. Morgan y E. Tylor.Morgan conceba la historia humana dividida en los tres estadios mencionados, de los cuales los dos primeros se dividan en subperodos. Reconoca tambin, como seala Harris, una evolucin respecto de la familia cuyo primer estadio lo constitua la promiscuidad, luego surga la filiacin matrilineal, le segua la filiacin patrilineal, hasta llegar a la monogamia como su mxima expresin.Uno de los aportes fundamentales de esta corriente a la antropologa moderna reside (en la suposicin bsica y original de Morgan) en que las terminologas,son un producto de las diferentes formas de la familia y de la organizacin del grupo. Se le debe tambin (como advierte Harris) la idea del parentesco como regulador de la vida social entre los primitivos y su debilitamiento en sociedades estamentadas o de clases, a medida que evolucionan.Las razones por las cuales Morgan no abord el estudio de lo mgico-religioso, hay que encontrarlas en la concepcin que tena sobre la irracionalidad de dichos fenmenos lo que impeda su estudio cientfico.A diferencia de Morgan, el tema central de la obra de Tylor, La cultura Primitiva, lo constituye la evolucin del concepto de animismo, que es la definicin mnima que este autor da de la religin.El animismo existe donde quiera se de una creencia en almas, espritus, demonios, dioses. Esta teora, seala Harris, parte de la creencia en el alma humana. La limitacin del anlisis, que seala Harris, consiste en que basa la evolucin de la religin solo en la capacidad de la mente humana de autoperfeccionarse, mencionando apenas los aspectos institucionales. Al no relacionar la secuencia de la religin con la organizacin social correspondiente, el anlisis del fenmeno deriv segn Harris, en lo que luego se denomin explicacin mentalista.El otro concepto importante empleado por Tylor, es el de survivals (supervivencias del pasado) que se refiere a los fenmenos que tuvieron origen en una poca anterior y se perpetan en un perodo en el que perdieron las condiciones que le otorgaban significado. Existen ciertas costumbres que se siguen sin reconocer su utilidad inmediata, reforzadas por el hbito, como los botones en la manga de los sacos, aunque los survivals socioculturales pueden adquirir un sentido renovado a la luz de nuevos discursos revalorativos de la vida tradicional, por ejemplo.No puede dejar de mencionarse, aunque ms no sea, que los estudiosos de la segunda mitad del siglo XIX recurrieron a un procedimiento especial llamado mtodo comparativo. La base de este mtodo, como lo advierte Harris, era la creencia de que los diferentes sistemas culturales que podan observarse en el presente, tenan un cierto grado de semejanza con las diversas culturas desaparecidas. La conclusin lgica a la que arribaron fue que las formas ms simples son las ms antiguas. El origen de este mtodo se remonta al siglo XVIII.La importancia de los datos diacrnicos tiene estrecha relacin con la bsqueda de los orgenes a partir de los cuales se establecen las secuencias evolutivas. En este sentido, los rasgos ms interesantes de la humanidad eran las semejanzas porque de ellas dependa la ciencia de la Historia Universal.Esta corriente sera criticada en el siglo XX por el Funcionalismo, que los acusar de antroplogos de saln, debido al gran uso de fuentes indirectas que les ; permita sostener el mtodo comparativo. Ms all de las limitaciones y de las crticas, es importante destacar que a partir de all, la Antropologa se apropi de un objeto de estudio, la sociedad primitiva, constituyndose de esta manera en una disciplina cientfica.