15
REVISTA ESPANOLA DE FINANCIACI~N Y CONTABILIDAD Vol. X>(XII, n." 119 octubre-diciembre 2003 pp. 1205-1219 ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR E L AVANCE , 1 1 DEL PENSAMIENTO CONTABLE PRODUCIDO POR LA INVESTIGACIÓN EMPÍRICA . The necessary waiting peviod to test the advance Universidad del País Vasco ofthe accountancy tkrougk tke empirical researck : 1. Introducción.-2. Economía y contabilidad positivas.- 3. Acerca de la investigación empírica en contabilidad.- ' 4.. Acerca de las consecuencias que la investigación empírica en contabilidad, ha tenido para la comunidad científica: 4.1. La evaluación de los investigadores. 4.2. El enfoque interdi~ci~linario. 4.3. Reputación ilusoria. Evaluación con los mejores. 4.4. Evaluación de la investigación empírica. 4.5. La conclusión efímera.-5. Conclusión.-Bibliografta. , L A primera versión de este trabajo fue' presentada a las 111 ~orhadas de Teoría de la Contabilidad organizadas por el profesor Jorge $a en el mes de mayo de 2003 en la Universidad Autónoma de Madrid. Entonces, y también ahora, debo reafirmarme en su limitado alcance. No soy un experto en este tipo de asuntos, pero sí hice un esfuerzo por dejar escritas algunas ideas que obligasen a reflexionar a tantos profesores que pertenecen a nuestra élite investigadora y que militan, sin necesidad de defensa, en la corriente positivista que una parte de la comunidad cientí- fica contable internacional considera el paradigma preponderante de la investigación por excelencia de los últimos años. ~ásicamente'~uería ar- ticular un conjunto de razones por ver si poseían entidad suficiente para < Y Copyright O 2001 Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas ' ISSN 0210-2412

Ante la Necesaria Espera Para Contrastar el Avance del Pensamiento Contable Producido por la Investigación Empírica

Embed Size (px)

Citation preview

REVISTA ESPANOLA DE FINANCIACI~N Y CONTABILIDAD Vol. X>(XII, n." 119 octubre-diciembre 2003 pp. 1205-1219

ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE ,

1 1 DEL PENSAMIENTO CONTABLE PRODUCIDO POR LA INVESTIGACIÓN EMPÍRICA .

The necessary waiting peviod to test the advance Universidad del País Vasco ofthe accountancy tkrougk tke empirical researck :

1. Introducción.-2. Economía y contabilidad positivas.- 3. Acerca de la investigación empírica en contabilidad.- ' 4.. Acerca de las consecuencias que la investigación empírica en contabilidad,

ha tenido para la comunidad científica: 4.1. La evaluación de los investigadores. 4.2. El enfoque interdi~ci~linario. 4.3. Reputación ilusoria.

Evaluación con los mejores. 4.4. Evaluación de la investigación empírica. 4.5. La conclusión efímera.-5. Conclusión.-Bibliografta. ,

L A primera versión de este trabajo fue' presentada a las 111 ~orhadas de Teoría de la Contabilidad organizadas por el profesor Jorge $a en el mes de mayo de 2003 en la Universidad Autónoma de Madrid.

Entonces, y también ahora, debo reafirmarme en su limitado alcance. No soy un experto en este tipo de asuntos, pero sí hice un esfuerzo por dejar escritas algunas ideas que obligasen a reflexionar a tantos profesores que pertenecen a nuestra élite investigadora y que militan, sin necesidad de defensa, en la corriente positivista que una parte de la comunidad cientí- fica contable internacional considera el paradigma preponderante de la investigación por excelencia de los últimos años. ~ásicamente '~uería ar- ticular un conjunto de razones por ver si poseían entidad suficiente para

< Y

Copyright O 2001 Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas '

ISSN 0210-2412

, 2n6 Josti Ignacio Martlnez Cli~iriaque --- debates

ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

mantener una posición crítica con el modelo oficial de producir conoci- miento y de reconocer o aprobar formalmente lo que se puede conside- rar un avance del mismo en las ciencias sociales.

Posiblemente tal intención exceda de la capacidad media de un profe- sor de contabilidad de nuestras universidades, pero sin duda la misma se sitúa en lo que como mínimo pertenece a lo extemporáneo. En el sentido de que para algunos es inadecuado o inoportuno plantear un discurso no coherente con el esfuerzo que todavía debe hacer la investigación conta- ble para conseguir el reconocimiento y estatus de la investigación acepta- ble. Para otros es posible que lo consideren impropio del tiempo que rei- na en la Universidad donde a lo sumo pervive el intelectual orgánico al servicio de cualquier localismo. Un comportamiento individual que cues- tione la conducta del grupo oficial se considera una impostura interesa- da y, ya se sabe, una posición heterodoxa genera en los querubines de la progresía una reacción similar a la de Goering: cuando oigo hablar de cultura preparo la pistola. Más o menos.

Para evitar que estas carencias apuntadas facilitasen, en el acto de la UAM, una rápida refutación de las dudas que muchos investigadores al- bergamos sobre el innovador y relevante papel que la investigación empí- rica ha supuesto para la Contabilidad, decidí basarme en dos trabajos. Por un lado, en un exhaustivo documento del profesor Tua, presentado en las jornadas de ASEPUC en 1998, en Alicante, y que resume el papel de la investigación empírica en España, hasta dicha fecha. Por otro en las ideas de un estupendo artículo publicado en una de las revistas de fi- liación critica con la actual corriente predominante. En concreto es un trabajo de los profesores Sara Reiter y Paul Williams, publicado el año pasado en Accounting, Organizations and Society. Las veces en las que me ha parecido oportuno referirme a autores españoles para apuntalar mis argumentos me he guiado por la admiración que personal y profesional- mente me merecen, aunque, eso sí, desde la discrepancia.

2. ECONOMÍA Y CONTABILIDAD POSITIVAS

Una ciencia es positiva si su finalidad se circunscribe a conocer y des- cribir la realidad tal como es (ser). Por otro lado es normativa cuando además de conocer se pretende transformar (deber ser). Los excesos de ideología habidos en la evolución de las ciencias sociales, y entre ellas la economia, produjeron una desvalorización de las propuestas normativas por entender que eran meramente especulativas, conjeturales o apriorís-

debates .Tose Ignacio Martinez Churiaque ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

1207

ticas si que se acompañasen del esfuerzo de verificación, de un principio de realidad.

Si la economía es una ciencia que estudia el'comportamiento humano como una relación entre fines y medios escasos que tienen usos alternati- vos, la misma es, para la doctrina neoclásica predominante cuyo lideraz- go se ejerce desde la Universidad de Chicago, una ciencia eminentemente positiva. Los hechos económicos, observables directamente, son capta- dos, registrados y valorados mediante un proceso lógico (inducción) para permitir establecer unas hipótesis. A partir de ellas se proponen una6 te- orías (deducción) que permiten predecir, de forma probabilística que no determinista, sucesos reales no para los individuos sino para grandes agregados. La contrastación de las predicciones con la realidad confirma la validez de la teoría. Desde este punto de vista el empirismo es un mé- todo para conocer la verdad basado en los hechos.

Los problemas inherentes son dos. Cualquier formulación positiva precisa de una proposición normativa previa (la influencia del pensa- miento predominante que, generalmente, no se quiere reconocer ni pro- clamar) y no hay más remedio que operar con modelos que son represen- taciones muy simplificadas de la realidad, formados por ecuaciones matemáticas. La parte de la realidad que no se ha conseguido modelizar,

,l si es relevante, queda fuera del conocimiento científico y por muy sofisti- cados que sean los métodos cuantitativos empleados las conclusiones no mejoran la comprensión de los fenómenos~estudiados. Dicho de otra ma- nera, en la realidad lo que existen son fenómenos que producen datos. Lo que hacen los científicos empiristas es confundir las dos cosas. Supo- nen que siempre coinciden y por eso del análisis de la base de datos pre-

, tenden extraer la explicación científica de la regla de comportamiento del fenómeno.

Este cambio en la ciencia económica ha tenido un poderoso efecto so- , bre la Contabilidad. Ésta ha sido siempre una disciplina empírica. Obser-

va los fenómenos reales generados por las actividades empresariales y los ' transforma en datos mediante la aplicación de una serie de normas de re-

conocimiento, valoración y representación: los principios de contabilidad generalmente aceptados (o en la terminología de los marcos conceptuales las hipótesis fundamentales del modelo contable). Pero nunca el científico o el profesional contable confunden su obra, ¡os estados financieros, con la realidad de la empresa. Sabe que el proceso de transformación produce el dato pero éste no es el fenómeno real, es *una manera de representarlo afectado no sólo por la bondad del modelo, sino también por la interven- ción de otros factores clave: las intenciones no neutralizadas de los elabo- radores de la información, los verificadores o los reguladores.

, ,,,-,* José Ignacio Martínez Churiaque ldVU

debates ANTE LA NECESARUI ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

Todo ello nos hace saber que el dato no es el fenómeno y que aquél es inseparable del marco normativo en el que se ha elaborado. Eso hace que la interpretación de la realidad y el análisis de datos solo pueda hacerse en el seno del marco conceptual del modelo económico que llamamos conta- ble. En él se señala el objetivo a satisfacer, la satisfacción de las necesida- des de información de los usuarios para tomar decisiones económicas, los requisitos que debe poseer la información, para a contin~iación deducir las reglas de reconocimiento, valoración y presentación que mejor satisfacen esa finalidad de representación fiel, neutral y relevante de los fenómenos observados. La búsqueda de la racionalidad económico-financiera [Cea, 19961 de los mismos es un componente esencial del trabajo de sus investi- gadores en un marco de análisis de fuerte contenido social. Este abarca desde los fenómenos de politización en el seno de los organismos regulato- rios, los efectos económicos y sociales de la norma contable, etc.

La fuerte pujanza de los investigadores de la economía positiva trastocó sustancialmente la temática investigadora de los académicos contables. Dejaron que el objeto de sus investigaciones fuesen nuevas aportaciones, innovadoras y relevantes, para resolver cómo nuevas maneras de represen- tar la realidad, de obtener los datos, etc., fuese más útil para las necesida- des de la comunidad práctica. Los investigadores dejaron de publicar en las revistas norteamericanas de élite (The Accounting Review, Journal of Ac- counting Research, Joumal of Accounting and Economics, etc.) trabajos normativos, sobre nuevos fenómenos, teorías de reconocimiento, valora- ción y presentación, etc. válidas para mejorar el trabajo de los reguladores de normas, elaboradores y controladores de la inforrnación o para que ésta fuese más válida para sus usuarios y los mercados. Esto es lo que para al- gunos investigadores contables ha constituido un elemento de nuestro ha- caso social. Por ejemplo, el beneficio o ganancia por acción que tendrán que publicar los grupos de empresas con valores negociables cotizados, obligadas a cumplir la NIC 33, a partir de 2005 no ha sido consecuencia, al menos en España, de trabajos previos que hayan puesto de manifiesto que este tipo de información era un dato necesario para mejorar la bondad del modelo de representación. Ha sido un mero acto de voluntad política de la Comisión de la Unión Europea. Nosotros estábamos haciendo otras cosas y no nos han esperado.

Como claramente exponen Reiter y Williams [2002, pp. 581-5821) la causa de este cambio no es otra que la aceptación del paradigma teórico de la economía neoclásica, la aceptación de la relevancia de esa teoría eco- nómica para la investigación contable que ya tenía tradición en el uso de los métodos de cálculo y los fenómenos empíricos. Los contables importan no solo la estructura teórica sino también los métodos de obtención de re-

-debates J O S ~ Ignacio Martinez Churiaque ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

1209

putación científica, la investigación empírica. En el decenio de los 60 la 1

economía positiva ya había conseguido transformar una disciplina empre- 1 1

sarial, como eran las finanzas, en economía financiera y, dada la enorme 1

ligazón entre finanzas y contabilidad, la transformación de ésta solo era 1

cosa de tiempo. No era necesario comprobar previamente si la economía positiva era un instrumento más potente para explicar fenómenos que lo que había dado de sí la mejor economía política (para ser justos hay que reconocer que tampoco se exigió responsabilidad alguna a los que habían confundido ideología con ciencia económica, que cambiaron de corriente y que fueron la viva imagen del progreso en los dos proyectos incompati- bles). La sustitución de los programas de investigación de la contabilidad normativa tampoco estuvo ligada a la pérdida de su capacidad explicativa de los fenómenos del mundo de los negocios o a que sus propuestas de me- jora condujeran a crisis de los mercados o que se mostrase socialmente ineficiente, etc. Las razones que explican la proliferación exponencial de la investigación empírica contable son otras. Similares a las que vehan utili- zando primero los economistas teóricos y luego los nuevos expertos en fi- nanzas: la obtención de la tan deseada respetabilidad científica por parte de los investigadores contables porque ahora utilizaban los métodos de in- vestigación sancionados por otros académicos que nadie discutía que eran científicos formalmente reconocidos, la generalización de las computado- ras, la afloración de las bases de datos, la posibilidad de aumentar expo-

l nencialmente las publicaciones, la consideración de revistas de excelencia, etc., crearon el marco adecuado para que muy pocos, los lla- mados a'partir de entonces, y de forma despectiva, aprioristas, se engan- chasen cual Ulises al palo mayor y desoyeran tantos cantos de sirena.

Estas causas no se identifican solo en trabajos de autores críticos con I

la Contabilidad Positiva sino que son reconocidas por personas que ob- 1

servan con ilusión esta corriente de investigación. Así, las profesoras García Benau y Giner [2000, p. 531 citan como motivos de desarrollo de la misma las siguientes: la saturación de la investigación normativo de- l

ductiva, los desarrollo de la investigación en el mundo de las finanzas, el

, desarrollo de la economía positiva como paradigma dominante en el pensamiento económico y la verificación del utilitarismo contable.

3. ACERCA DE LA INVESTIGACIÓN EMPÍRICA EN CONTABILIDAD

El problema de la investigación empírica es que ha resuelto formal- mente bien la consideración social de los investigadores (al menos entre

José Ignacio Marltnez Churiaque 1210 debates ANTE LA NECESARiA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

ellos), pues han podido seleccionar mejor sus élites al disponer de mayor número de publicaciones y de mayor calidad, atendiendo al método re- putado como científico por excelencia, pero, simultáneamente, ha tenido que soportar una peor evaluación social atendiendo a la baja calidad de sus aportaciones a las ciencias y a la aplicación práctica de las mismas.

Lo primero que es difícil determinar es qué requisitos debe reunir una investigación para poder denominarse de esta manera.

Hace tiempo afirmé (Cursos de verano de Sedano sobre ((Metodología de la investigación en Finanzas y Contabilidad)), 1992) que la investiga- ción no puede confundirse con la divulgación. En esto coincido con el profesor Monterrey [1998, pp. 113-1 141. Igualmente coincido, parcial- mente, con qge tampoco produce un aumento de conocimiento en la co- munidad científica un trabajo de traslación de ideas y métodos, aunque dada la parcialización de tal comunidad internacional en subgrupos te- rritoriales éstos si pueden verse beneficiados con un incremento de cono- cimiento por un trabajo de esta naturaleza. Evidentemente una tabula- ción de datos no tiene entidad suficiente para categorizar un trabajo como empírico, en su sentido científico. Solo el mismo es empírico, en mi opinión y según el profesor citado, cuando «se deduzcan regularida- des estadísticas contrastadas que puedan ser aceptadas con carácter ge- neral)). Está claro que con esa acertada definición, muchos trabajos de autores españoles se caen de esta denominación. El profesor Cañibano [1996, p. 331 también considera que la característica, que él prefiere lla- mar ((tónica común)) de la investigación empírica es el «uso de los méto- dos estadísticos y econométricos para el análisis de los temas objeto de investigación)).

Por la misma razón muchos de los incluidos en la completa clasifica- ción de Tua [1998, pp. 31-60] tampoco son, strictu sensu, investigación empírica, salvo que se interprete de una manera muy laxa, como hace el profesor Gonzalo [1999, p. 2401 para el que las investigaciones de natura- leza empírica son trabajos en los que se manejan datos. El profesor Cea [1996, p. 471 también participa de esa opinión, pues la investigación em- pírica trata de ((probar una serie de hipótesis a través de la observación real de conductas o de la recogida de opiniones de los usuarios», pero con una finalidad: ((determinar qué tipo de soluciones contables resultan más idóneas de acuerdo con los resultados de los experimentos empíri- cos practicados)) (desgraciadamente muchos empiristas no se han preo- cupado de ello). Así pues, investigación empírica no es trabajar con datos reales, porque existan en bases previas o porque se obtengan mediante encuestas u otros métodos, aplicando modelos estadísticos o de otra na- turaleza al objeto de conocer el estado de la cuestión en ese momento de

debates osé Ignacio Martinez Churiaque ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE 1211

tiempo y para la población analizada. Eso es investigación aplicada, tra- I

bajo de campo o de laboratorio para las ciencias sociales. Para que sea l

investigación empírica debe poseer algo más. El deseo de obtener, por 1

inducción de esa realidad contemplada en los datos, una regla general l

de comportamiento, un conocimiento científico que permita afirmar que en todo, tiempo y lugar esa regla o esa conclusión se manifiestan como inevitables. I

La Economía Positiva traslada a la Contabilidad Positiva, o lo que Pi- na [1988, p. 111 denomina ((Paradigma positivo de la Contabilidad)), solo

I

dos áreas temáticas derivadas de la Teoría de la Red Contractual: la Teo- ría del Mercado de Capitales, y su eficiencia (capacidad predictiva y da- tos contables con precios bursátiles) y la Teoría del PrincipalIAgente.

A partir de aquí es cierto que la investigación contable se ha converti- ' do en área de interés para justificar la aplicación de los modelos econó- micos. Reiter y Williams [2002, p. 5871 sostienen que la Contabilidad se relaciona con la Economía y adquiere un estatus de disciplina académi- ca. La cadena explicativa que proponen es: Matemáticas, Matemática Aplicada, Economía, Economía FinancieraIFinanzas y Contabilidad. La investigación empírica es la que se realiza en ese marco al servicio de la Contabilidad Positiva. A diferencia de ella, la otra Contabilidad, la clásica o convencional, la Contabilidad Normativa, utiliza para su desarrollo la investigación teórica o la clínica (usa datos de la realidad o de ((laborato- rio», hace tabulaciones y emplea métodos cuantitativos con variables contables observadas, etc.).

' ,

4. ACERCA DE LAS CONSECUENCIAS QUE LA INVESTIGACIÓN l

EMPÍRICA EN CONTABILIDAD HA TENIDO l PARA LA COMUNIDAD CIENTÍFICA

, " e 4.1. LA EVALUACI~N DE LOS INVESTIGADORES l

l

La principal consecuencia de aceptar esa jerarquía intelectual entre las Matemáticas, la Economía, las Finanzas y la Contabilidad es doble [ver Reiter y Williams, 2002, p. 5881. Por un lado, se renuncia a adoptar ' otro modelo de las ciencias sociales como podría ser el que han manteni- do el Derecho, la Medicina o en un grado diferente la Ingeniería. En to- dos ellos las teorías, la investigación, forman un cuerpo poroso entre; lo que se hace'en su aplicación práctica y entre los que se dedican a la aca- demia. Su investigación, y la evaluación formal por agencias indepen-

, 3 1 José Ignacio Martlncz Cl~uriaque L A A A

debates ANTELANECESANAESPERAPARACONTRASTARELAVANCEDELPENSAMIENTOCONTABLE

dientes, ha producido resultados satisfactorios para la comunidad de in- vestigadores.

El otro efecto, aceptar el último lugar de la jerarquía intelectual, ha prodbcido efectos devastadores entre los investigadores contables. Admi- tida la dependencia de la Economía y de las Finanzas, se produce un re- sultado indeseado. Así en nuestras revistas especializadas y de excelencia se cita a expertos en finanzas y economía; en las de finanzas se cita a los de economía y en las de ésta a ellos mismos. No hay reciprocidad. La Contabilidad no es parte importante del discurso científico en el que se encuentra instalada.

Esto se revelaba con mucho verismo en un artículo que a los autores les había parecido apropiado titular, en un principio, de forma muy sig- nificativa como «La insignificancia de la Contabilidad en la investigación en Finanzas» [Bricler, Borokhovich y Simkims, 2003, p. 4311. El trabajo revela, dramáticamente, como en 700 artículos publicados en las siete primeras revistas de finanzas según el SSCI (índice de citas de ciencias sociales) con 13.651 citas solo el 1,7% (232) aludía a autores contables. No concluyen que el análisis de los datos estudiados refleje inevitable- mente que las investigaciones contables deban ser tan poco apreciadas por otros investigadores, y en concreto por los de finanzas, sino que cuando nuestros investigadores toman prestado de otras disciplinas mo- delos, teorías y métodos posiblemente no hacen aportaciones que social- mente se espera de los contables y que si creen hacerlas en finanzas de- ben saber que se acaba prefiriendo el original a la copia.

La consecuencia de todo ello es que cuando hay que evaluar progra- mas de doctorado, calidad de las revistas e investigaciones individuales o colectivas, los resultados de los colocados en el último lugar jerárquico no deben esperar muchas sorpresas. Si se importan teorías, los métodos que pueden ser refutados como científicos, se aplican en sus ámbitos y tratamos de explicarles el comportamiento de las empresas y los merca- dos y además no exportamos, en el sentido que no incentivamos el uso, en las investigaciones de economistas y financieros, de nuestro objeto disciplinar que son los datos las cuentas anuales, está claro que no pode- mos ser evaluados por lo que somos sino por lo que nos parecemos a ellos. l

Además, nos hemos creído la única vía de la interdisciplinaridad. Y todos en algún momento la hemos defendido como vía tanto para evitar

debates osé Ignacio Martínez Churiaque ANTE'LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

1213

.

, -

-

un peligroso aislacionismo intelectual como para ser, útiles socialmente ante la necesidad de explicar fenómenos complejos. Monterrey, [l998, p. 1161 con las Finanzas y la Organización, la Estadística y la Econome- tría. Tua [1998, pp. 69-71] con las anteriores y además con la Sociología, Psicología, Ciencia Política, etc. Aunque parece dudar que todo ello no será fructífero si se renuncia ,al «refuerzo> del pensamiento teórico» y «si seguimos la tendencia estadounidense.. . a la vez renunciaríamos a algo aparentemente irrenunciable: la reflexión sobre la lógica de nuestro que- hacer diario)). ' El problema reside en interpretar la naturaleza de un trabajo interdis-

ciplinar. Es peligroso que se acepte que un trabajo se caracteriza de esa forma cuando apenas hay algo que esté relacionado'con la Contabilidad o que ésta ocupe siempre un papel subsidiario o irrelevante con el resto de las disciplinas intervinientes que serán las principales. Está claro que no se debe defender que nos encontramos ante una investigación conta- ble que utiliza un enfoque interdisciplinario cuando usa unas hipótesis de la economía positiva en el marco de los deseados mercados eficientes de..la economía financiera cuyos datos manipulamos estadísticamente

' para extraer conclusiones que son conocidas, obvias, en otras disciplinas y que no aportan nada al avance del conocimiento contable.

1 %

'

~ a i ~ a l g ú n otro problema derivado de no haber sabido encontrar huestro modilo de investigación en una iiencia so& autónoma, tener dependencia teórica e instrumental de otras disciplinas y no cuestionar los problemas de la interdi~ci~linaridad. Está relacionado con la evalua- ción de la actividad investigadora de investigadores, equipos, departa- mentos y centros. La dependencia del ~ociaZ'kciences Citation Index. Pue-

' de 'ser adecuado que nuestros compañeros investigadores en Eccinomía, ' financiera'; no, elijan las revistas excelentes' para seleccionar sus élites.

E igual de positivo que en esa dirección caminemos el resto de los inves- tigadores. Más discutible es evaluar a los profesionales por lo que no pueden hacer. Sin un período de adaptación, sin calendario para quién quiera y pueda optar por esa vía. Sin analizar si las barreras de entrada son las mismas para todos. L

Los británicos sí llevan más tiempo haciendo estudios que muestran la'conducta no uniforme en todos los responsables de las publicaciones excelentes de todos los campos del saber. En concreto [Brinn, Jones, Pendlebury, 20011, los académicos en Contabilidad y Finanzas del Reino

a a a osé Ignacio Marilnez Churiaque debates ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

Unido constatan su escasa presencia como miembros del Consejo de Re- dacción, revisores y autores de artículos publicados en las 5 primeras re- vistas reputadas como excelentes: The Accounting Review (TAR), Joumal of Accounting Research (JAR), Journal of Finance, Journal of Accounting and Economics y Journal of Financia1 and Quantitative Análisis. Los con- tables británicos salen mejor parados que sus compañeros de finanzas. Han sido miembros del Consejo (3 en TAR y O en JAR) y han actuado co- mo revisores (6 en TAR y 2 en JAR). Hice una rápida revisión de cómo estábamos los españoles, en el período 1995-2000 y el resultado fue deso- lador. No aparecían investigadores de nuestras universidades en ninguna de las categorías citadas (felizmente si hay algún autor español en 2003). Las barreras identificadas fueron no pertenecer a ninguna de las redes de las escuelas de negocios norteamericanas, los datos no americanos de los trabajos a publicar, el trato interno de favor, la metodología altamente empírica, la calidad de la investigación y el inglés y la gramática.

Las profesoras García Benau y Giner [2000, pp. 20 y 801 han realizado un estudio acerca de la nacionalidad de los autores que publican en las revistas citadas y los resultados que presentan son muy elocuentes. En TAR de 646 firmantes de 348 artículos 609 son estadounidenses (94% y ninguno español) y en JAR de 482 firmantes de 265 artículos 445 son norteamericanos (92% y ninguno español). En este trabajo citado, ambas profesoras facilitan dos datos interesantes. Sobre una muestra de 3.000 artículos analizados de revistas USA y no USA de reputación excelente, la investigación empírica y la teórica adquieren un porcentaje similar del 50%. Lo que significa que fuera de los Estados Unidos el peso específico alcanzado por la contabilidad positiva es sensiblemente menor que el que tiene allí. En segundo lugar, afirman que «es frecuente observar la colaboración entre autores británicos y estadounidenses)). Dado que se- gún los propios británicos ésta unión de intereses no se produce en las publicaciones USA hay que colegir que la excelencia obtenida en ese país es reconocida para publicar en otras naciones. La inversa, como es lógi- co, no goza de evidencia empírica.

4.4. EVALUACI~N DE LA INVESTIGACI~N EMP~RICA

Como estoy convencido que cuando el sol calienta a todo buen positi- vista le acompaña su sombra de apriorista, no me puedo sustraer a co- mentar la elogiosa evaluación que de la investigación empírica (IE) hace el profesor Tua [1998, p. 671. «La evolución en el devenir de la investiga- ción en Contabilidad ha dado lugar a.. . (la IE) ..., importada de otras dis-

debates osé Ignacio MarLínez Churiaque ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

1215

ciplinas.. . arroja un saldo positivo: comenzamos a conocer cuestiones sobre el comportamiento de la empresa, de nuestros mercados de capita- les o de los usuarios individuales de la información financiera, sin olvi- dar de la capacidad predictiva de las cifras contables, que nos eran abso- lutamente ajenas y desconocidas.. . Afirmación que, en mi opinión, es desmesurada e inequívocamente apriorista, conjetural, pues no lo de- muestra empíricamente. Es cierto que implícitamente reconoce lo des- medido de su conclusión para matizarla afirmando que: «Recomiendo a quien dude de ello un ejercicio interesante: poner juntas las conclusiones de los trabajos que menciono (empiristas, aunque ya hemos señalado que algunos no lo serían según la economía positiva) ... y juzgar sin pre- juicios si el conocimiento contable ha avanzado o no gracias a la investi- gación empírica)) (Ib.).

Dejo tal recomendación para que cualquier distinguido empirista rea- lice la acumulación de conclusiones y nos ilumine sobre los avances oca- sionados en el conocimiento contable. Pero sí puedo argumentar algo en contra. Es dudoso que el conocimiento del comportamiento de la empre- sa o de la formación de precios en el mercado de capitales, etc. deban al- go a la investigación empírica contable. Si se analizan los trabajos de las élites investigadoras de esos fenómenos publicados en sus revistas de ex- celencia (Joumal of Financial Economics, Journal of Financia1 and Quan- titative Análisis, Joumal of Finance, etc.) se verá que no citan habitual- mente a los investigadores contables (ya hemos señalado que en la jerarquía disciplinar son inferiores) y cuando lo hacen es porque precisa- mente la investigación tenía muy poco de contable. Ellos siguen mejo- rando su conocimiento sin reconocer deudas con la información conta- ble. O, lo que es peor, la otorgan un valor cercano a cero en algunos períodos de la historia. Piénsese en el papel que otorgaron a los datos contables los modelos de valoración de acciones de Gordon Saphiro, Mo- digliani Miller, CAPM, etc. que eligieron los dividendos o los flujos de ca- ja o cualquier otro valor (como el ebitda) porque el resultado contable se le veía siempre como una variable muy contaminada. El desprecio por el

. resultado contable como variable con mayor contenido predictivo para explicar comportamientos de empresa o de mercado, ha sido acrítica- mente recibido por los investigadores contables que han utilizado esos modelos citados en sus estudios empíricos. La exclusión de los datos contables de las variables exógenas del modelo empleado, el análisis del objeto propio de los economistas (comportamiento de empresas y merca- dos) y la obtención de conclusiones sobre ellos sin derivar ningún resul- tado para los aspectos genuinamente contables, imposibilita su clasifica- ción como estudios empíricos de la disciplina.

,, J O S ~ Ignacio Martfnez Churiaque lAIU

debates ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

Cuestión diferente es cuando la investigación contable orientada al mercado de capitales analiza el papel que pueden jugar los datos conta- bles como «inputs» de un modelo financiero. La vuelta al análisis funda- mental puede ser, desde este punto de vista interesante, no por la validez que tenga para otras disciplinas sino por la revalorización que puede su- poner del trabajo de los contables, pues determina «el valor de los títulos a partir de la información disponible con un especial énfasis en la infor- mación contable)) [según Pennan, citado por Giner, Reverte y Arce, 2002, p. 11131.

Un elemento esencial de las conclusiones de muchos de los trabajos alineados con alguna variante de la investigación empírica es su natura- leza transitoria. Casi me atrevería a afirmar que están en precario desde que se acaba el trabajo de captación de datos, de recogida de las varia- bles exógenas. Es decir, a lo sumo las conclusiones son válidas para un período de referencia y difícilmente para extraer una inferencia.

Uno de los últimos trabajos empíricos publicados en España, realiza- do con la brillantez que caracteriza a sus autores, a algunos de los cuáles les profeso una especial admiración, concluye, después de (como no po- día ser de otra amanera) un uso intensivo del aparataje estadístico, que «la relación entre el valor de mercado y el valor contable de los recursos propios (el ratio PB) sea una función positiva de las expectativas de ren- tabilidad financiera y crecimiento de los recursos propios y una función negativa del coste del capital)) [García Ayuso y Rueda, 2002, p. 10361. La conclusión era la esperada, como casi siempre ocurre con los trabajos de los empiristas que confirman lo obvio. Lo que realmente hubiese tenido valor es 'que se hubiese podido contrastar su contrario. Que a mayor ex- pectativa de crecimiento de los recursos propios y de la rentabilidad fi- nanciera el precio bursátil fuese menor, o que el valor de capitalización sube directamente proporcional al incremento del coste del capital. Se dirá que el mérito consiste en que el trabajo aporta evidencia erhpírica y que hasta ahora todo era apriorístico y conjetural.

El trabajo no considera necesario analizar las circunstancias en las que evoluciona el ratio PB y la rentabilidad de los recursos propios: cre- cimiento del mercado, por las expectativas de rentabilidad sostenida, que originó una anormal afluencia del ahorro doméstico; fase expansionista del ciclo económico supuestamente controlado en buena parte. del perío- do analizado; retribución de los administradores con incentivos para au-

debates osé Ignacio Martínez Churiaque ANTE LA NECESARIA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMIENTO CONTABLE

1217

mentar las cotizaciones; la aparición de las empresas tecnológicas y un poco habitual proceso de fusiones; o porqué la rentabilidad se hunde en la crisis del 92-93, mientras el PB experimenta un sensible aumento; o la reconversión del papel de los analistas, los bancos de negocios y las em- presas de servicios financieros por el funci'onamiento tenido en esa épo- ca (recientemente casi todas han sido objeto de fuertes sanciones por el supervisor del mercado, por la actuación fraudulenta llevada a cabo en el período de referencia del 'estudio) en la que la formación de los precios viene explicada por la actividad de los agentes que toman posiciones en el mercado, etc.

Todo eso confecciona un discurso carente de un fuerte componente analítico, sino se quiere utilizar el adjetivo de crítico. La realidad que no se modeliza no existe. No posee ningún valor explicativo de lo que ha ocu- rrido en el mercado, ni para explicar el comportamiento de los inversores ni para predecir su conducta futura. Un análisis estadístico sobre la evolu- ción del ratio Valor de MercadoNalor Contable, sobre una serie de valores de empresas en el período 1986-2000, no sirve en el mejor de los casos más que para describir lo que ha pasado pero no para extraer una predic- ción sobre su evolución <futura (como claramente puso de manifiesto la evolución del mercado desde marzo de 2000 hasta fechas recientes).

Por todo ello, sí coincido con'Tua [1998, p. 681 cuando afirma: «Las conclusiones de nuestras investigaciones empíricas actuales sobre la uti- lidad de la información financiera, al igual'que ocurre, por ejemplo, con las investigaciones sociológicas, perderán pi-obablemente validez en unos POCOS años N.

1

Aunque sé que la posición mayoritaria, inspirada en un relativismo moral oficial de que todo puede valer, pretende que la investigación em- pírica, la clínica y la teórica puedan convivir aportando sus frutos, me apetece más inclinarme por una posición rotunda. Ésta no pretende en convertirse en la única a seguir por la comunidad contable española pues los intereses de los que la formamos son muy diferentes. Y me parece muy respetable la posición de quienes para obtener reputación y recono- cimiento opten por los procedimientos formales de aceptación institucio- nal y social predominantes.

Como posición intelectual, en cambio, me parece oportuno decir don- de cada cual se encuentra. Los que tenemos claro que la Contabilidad es

1 1 José Ignacio Martínez Cliuriaque L & A U

debates ANTE LA NECESARiA ESPERA PARA CONTRASTAR EL AVANCE DEL PENSAMiENTO CONTABLE

una disciplina económica aplicada pero no positiva, debemos manifestar nuestro rechazo a la investigación empírica porque la ficción científico- positiva nos aleja de los problemas teóricos y prácticos que socialmente nos corresponde afrontar. Creo que los partidarios de la Contabilidad Po- sitiva y de su método de investigación deberían indicar qué mejora tran- sitoria, que no permanente, han aportado al conocimiento contable antes de que pase mucho tiempo y se haya sustituido esta moda de investiga- ción por otra; antes de que se confirme que hemos tenido un ((progreso plano» en estos últimos años; antes de que se compi-uebe que hemos cul- tivado la intolerancia de un método pretendidamente científico, contra el que no se podía objetar nada y que ha anulado el pensamiento crítico de los investigadores qLle lo han empleado; antes de que la financiación de la investigación exija valor para la sociedad y no para los investigadores que se han beneficiado de un modelo caro para los resultados alcanzados (mucho instrumento «hard» para conclusiones «soft»); antes de que re- conozcamos que nada más investigamos para la satisfacción de nuestras élites y para la identificación del camino de los que aspiran a serlo, sepa- rándonos del mundo empírico cuyos profesionales no manifiestan nin- gún interés p,or estos trabajos; y, por último, debemos dejar de hacer este tipo de investigación para que no se nos pueda imputar que no atendi- mos nuestros deberes como investigadores con nuestra disciplina y con la sociedad, lo que nos puede hacer responsables de la credibilidad que podemos perder. La investigación empírica, más que un camino sin fin (Tua) es un viaje a ninguna parte (Cea).

BRICKER, R.; BOROKHOVICH, K., y SIMKIMS, B. [2003]: «The Impact of Accounting Research on Financen, Critica2 Perspectives on Accounting, vol. 14, pp. 417- 238.

BRIN, T.; JONES, M., y PENDLEBURY, M. [2001]: «Why do UK Accounting and Finan- ce Academics not Publish in top US Journals?)), British Accounting Review, vol. 33, pp. 223-232.

CEA GARC~A, J. L. [1996]: La búsqueda de la racionalidad económico-financiera. Im- perativo prioritario pava la investigación contable, Madrid, 1996.

CAÑIBANO C h o , L. [1996]: «~a '~ontabi l idad en España: cambios en la profesión, la docencia y la investigación)), VI11 Encuentl-os de ASEPUC, Barcelona, pp. 21-35.

CHUA, W. F. [1996]: ~Teaching and learning only the language of numbers - mo- nolingualism in a multilingual wordn, Critical Perspectives on Accounting, vol. 7, pp. 129-156.

debates osé Ignacio Martfnez Churiaque M ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ I ) ~ I P E ~ s ~ L w ~ ~ E ~ ~ ~ E E

1219

GARC~A AYUSO CORVASI, M., y RUEDA TORRES, J. A. [2002]: ((Determinantes de la rela- ción entre el precio y el valor contable de las acciones)), Revista Española de Financiación y Contabilidad, octubre-diciembre, pp. 1013-1040.

GARC~A BENAU, M." A., y GINER INCHAUSTI, B. [2000]: «Perspectiva de investigación de la contabilidad financiera en el ámbito internacional)), M Encuentro de ASEPUC, Las Palmas de Gran Canaria, pp. 1-81.

GINER INCI-IAUSTI, B.; ~ V E R T ~ MAYA, C., Y ARCE GISBERT, M. D. [2002]: «El papel del análisis fundamental en la investigación del mercado de capitales)), Revista Española de Financiación y Contabilidad, octubre-diciembre, pp. 11 11-1 150.

GONZALO ANGULO, J. A. [1999]: <(La Tesis Doctoral)), Revista Española de Finan- ciación y Contabilidad, n." 100, extraordinario, pp. 2 19-290.

MONTERREY MAYORAL, J. 119981: ((Comentarios a la Ponencia 1, La investigación empírica en España)), en La Contabilidad y la Auditoría ante los próximos re- tos, VI11 Encuentros de ASEPUC, Alicante, pp. 109-1 18.

PINA MART~NEZ, V. [1988]: ((Efectos económicos de las normas contables)), AECA. ~ I T E R , S. A., y WILLIAMS, P. F. [2002]: «The structure and progressivity of ac-

counting research: the crisis in the academy revisitedn, Accounting, Organiza- tions and Society, vol. 27, pp. 575-607.

TUA PEREDA, J. [1998]: «La investigación empírica en España. Un camino vincula- do al desarrollo económico», en La Contabilidad y la Auditoría ante los próxi- mos retos, W I Encuentros de ASEPUC. Alicante, pp. 17-1 08.