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Bellver CUADERNO CULTURAL DE DIARIO DE MALLORCA [email protected] JUEVES, 15 DE JULIO DE 2010 NÚMERO 575 LUCAS MARTÍN De sus ojos resbalaban aves de papel, apéndices con ganas de asir cada objeto y sacudirlo como un sonajero para compro- bar hasta la última de sus propiedades. Llegué tarde a la cita y me lo encontré al lado de las escaleras, con el semblante juguetón y movedizo. Sus gestos lo identi- ficaban rápidamente como uno de esos intelectuales capaces de perorar sobre civilizaciones y sufrir lo indecible con el envoltorio de una magdalena. Tenía miedo de todo. De los ascensores, del estrado que le esperaba, del micrófono, de la tarima. José Emilio Pacheco no dedica cientos de minutos frente al espejo ni se desvive por depurar la mejor imagen de sí mismo. Hace lo que le da la gana y queda siempre de dulce. Lo que a las vanguardias le cos- taba números aparatosos y enfrentamien- tos con la policía, él lo ejecuta de manera natural. Más que un escritor, parece un personaje literario que no acierta a sepa- rar la vida de los libros. En la ceremonia del Premio Cervantes se le vio cantando con la tuna, asustado frente a la acumulación de títulos y muchedumbre. Al subir a su platea casi pierde los pantalones para deleite de los periodistas. Su discurso del escritor hara- piento y humilde no fue una pose. Aquella tarde lo vi sudar ante la perspectiva de un acto público. Acababa de ganar el Premio García Lorca y decía que no se lo espera- ba, que confiaba más en Benedetti. Su gratitud era sincera y heterodoxa, invertía el protocolo hasta lograr parecer más hos- pitalario que sus anfitriones. Enumeró los capirotazos que le habían dado de joven por practicar una poesía que burlaba los cánones del momento. Dijo que lo tildaban de coloquial, de temerario con las fórmu- las. A cada observación, se despistaba para rastrear lo que Cortázar llamaba la baba del diablo, un bolígrafo que lentamente fosilizaba su tinta en los puños de mi cami- sa, el tránsito de una mosca, los festones de la silla. Hablaba con pena de Roberto Bolaño, al que había visto por última vez en México al borde de la indigencia. Daba la sensación de estar conversando directamente con Calac y Polanco de 62 Modelo para armar, o más exactamente con la versión adulta de Martín Romaña. En las librerías, agarra- ba las ediciones de sus libros, a los que tra- taba como parientes lejanos y casi desco- nocidos. Me tendió una página de la libre- ta para que le anotara las referencias de poesía española que salieron en nuestro encuentro, que si Pedro Casariego Córdoba, que si Cirlot o Francisco Pino. Por aquellos días, confieso que no había leído nada de su prosa. Me gusta- ban muchos de sus poemas, ahora compi- lados en el volumen de Tusquets, Tarde o temprano. Su nombre era una base de la pirámide enciclopédica, si tocaba México, rápidamente venían a la cabeza los nombres de Octavio Paz, de Gorostiza y el suyo. También, claro, Jaime Sabines. Su poesía, sin embargo, tenía algo distin- to que probablemente todavía conserva. De las exuberancias y el simbolismo, de los ecos de León de Greiff, le habían sur- gido coloquialismos armados por el inge- nio y una brutal melancolía. El libro de Tusquets es una oportunidad para repa- sar su camino, siempre inteligente, feliz- mente alejado de tantos otros que trata- ron de sumarse al carro de opositores a la estridencia y el culteranismo. Pacheco es una de las voces más reconocidas de América Latina y lo es en muchos fren- tes. Como traductor, ha dado versiones de T.S. Elliot y de Beckett y su prosa se adscribe a las mejores voces de la rebe- lión literaria del subcontinente. A propó- sito de los premios, Tusquets ha recupe- rado la novela, Las batallas del desierto, que no tiene nada que envidiar a los títu- los que marcaron la fundación del inven- to de Castellet y el boom latinoamerica- no. El relato goza de la inmortalidad inmediata de los clásicos, de libros con los que dialoga de frente como Un mundo para Julius, al que aporta una misión más urbana, desesperada y desternillan- te. Los premios le han valido a Pacheco para regresar con fuerza a las librerías españolas. Esa tarde me comentó que Juan Gelman vivía en su misma urbaniza- ción, en México. Ninguno de los dos había ganado todavía el Cervantes. Una ale- gría, la del premio, para sus lectores y probablemente también para su comuni- dad de vecinos. DABA LA SENSACIÓN DE ESTAR HABLANDO DIRECTAMENTE CON CALAC Y POLANCO DE ‘62 MODELO PARA ARMAR’ O CON LA VERSIÓN ADULTA DEL INEFABLE MARTÍN ROMAÑA SU DISCURSO DE ESCRITOR HARAPIENTO Y HUMILDE NO ES UNA POSE. AQUELLA TARDE LO VI SUDAR ANTE LA PERSPECTIVA DE PARTICIPAR EN UN ACTO PÚBLICO Autor y novela de sí mismo 2. La brújula: Max Gallo. Por las solapas. 3. Ensayo y narrativa: ‘The Wire’. Nins i joves: Lechermeier / Perez. 4. Literatura: ¿Estado crítico? Nadal Suau. 6. Biografia: Pilar Rahola. Exposicions: ‘Barcelona - València - Palma’. 7. Música: Glenn Gould. Cómic: Víctor de la Fuente. 8. Plagueta de notes. Paseo de ronda. Coordinación: Francesc M. Rotger NARRATIVA El escritor mexicano se ganó las simpatías del público lector y no lector del país durante la última ceremonia del Premio Cervantes. La naturaleza del autor, lúcida y patosa, le aporta un plus exquisito de heterodoxia a su literatura. Tusquets reedita su poesía completa, ‘Tarde o temprano’ y su celebrada novela ‘Las batallas en el desierto’ JOSÉ EMILIO PACHECO. FOTO: EFE/TONATIUH FIGUEROA El México de la memoria ‘Las batallas en el desierto’ está considerada una de las no- velas más influyentes de la literatura mexicana. Sus per- sonajes forman parte del acervo popular y han inspirado, incluso, a grupos de rock como Café Tacvba. El relato evoca la desintegración del México tradicional y el peso férreo de los patrones culturales, que convierten a un niño en poco menos que un delincuente patológico por enamorarse de la madre de un compañero. El libro repasa las fantasías poéti- cas y cortesanas del colegial y sus innúmeros castigos, además de alinearse con la nostalgia de un mundo perimido en el que se inicia la vida. Una novela generacional, mayúscula en las letras latinoamericanas. José Emilio Pacheco: Las batallas en el desierto Tusquets, 80 páginas, 10 €

Bellver - medias.diariodemallorca.es · ban muchos de sus poemas, ahora compi-lados en el volumen de Tusquets, Tarde o temprano. Su nombre era una base de la ... los que marcaron

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B e l l v e r● CUADERNO CULTURAL DE DIARIO DE MALLORCA ● ● [email protected] ● ● JUEVES, 15 DE JULIO DE 2010 NÚMERO 575 ●

LUCAS MARTÍN

De sus ojos resbalaban aves de papel,apéndices con ganas de asir cada objeto ysacudirlo como un sonajero para compro-bar hasta la última de sus propiedades.Llegué tarde a la cita y me lo encontré allado de las escaleras, con el semblantejuguetón y movedizo. Sus gestos lo identi-ficaban rápidamente como uno de esosintelectuales capaces de perorar sobrecivilizaciones y sufrir lo indecible con elenvoltorio de una magdalena. Tenía miedode todo. De los ascensores, del estrado quele esperaba, del micrófono, de la tarima.

José Emilio Pacheco no dedica cientosde minutos frente al espejo ni se desvivepor depurar la mejor imagen de sí mismo.Hace lo que le da la gana y queda siemprede dulce. Lo que a las vanguardias le cos-taba números aparatosos y enfrentamien-tos con la policía, él lo ejecuta de maneranatural. Más que un escritor, parece unpersonaje literario que no acierta a sepa-rar la vida de los libros.

En la ceremonia del Premio Cervantesse le vio cantando con la tuna, asustado

frente a la acumulación de títulos ymuchedumbre. Al subir a su platea casipierde los pantalones para deleite de losperiodistas. Su discurso del escritor hara-piento y humilde no fue una pose. Aquellatarde lo vi sudar ante la perspectiva de unacto público. Acababa de ganar el PremioGarcía Lorca y decía que no se lo espera-ba, que confiaba más en Benedetti. Sugratitud era sincera y heterodoxa, invertíael protocolo hasta lograr parecer más hos-pitalario que sus anfitriones. Enumeró loscapirotazos que le habían dado de jovenpor practicar una poesía que burlaba loscánones del momento. Dijo que lo tildabande coloquial, de temerario con las fórmu-las. A cada observación, se despistaba pararastrear lo que Cortázar llamaba la babadel diablo, un bolígrafo que lentamentefosilizaba su tinta en los puños de mi cami-sa, el tránsito de una mosca, los festonesde la silla.

Hablaba con pena de Roberto Bolaño, alque había visto por última vez en México alborde de la indigencia. Daba la sensaciónde estar conversando directamente con

Calac y Polanco de 62 Modelo para armar,o más exactamente con la versión adultade Martín Romaña. En las librerías, agarra-ba las ediciones de sus libros, a los que tra-taba como parientes lejanos y casi desco-nocidos. Me tendió una página de la libre-ta para que le anotara las referencias depoesía española que salieron en nuestroencuentro, que si Pedro CasariegoCórdoba, que si Cirlot o Francisco Pino.

Por aquellos días, confieso que nohabía leído nada de su prosa. Me gusta-ban muchos de sus poemas, ahora compi-lados en el volumen de Tusquets, Tarde otemprano. Su nombre era una base de lapirámide enciclopédica, si tocabaMéxico, rápidamente venían a la cabezalos nombres de Octavio Paz, de Gorostizay el suyo. También, claro, Jaime Sabines.Su poesía, sin embargo, tenía algo distin-to que probablemente todavía conserva.De las exuberancias y el simbolismo, delos ecos de León de Greiff, le habían sur-gido coloquialismos armados por el inge-nio y una brutal melancolía. El libro deTusquets es una oportunidad para repa-sar su camino, siempre inteligente, feliz-

mente alejado de tantos otros que trata-ron de sumarse al carro de opositores ala estridencia y el culteranismo. Pachecoes una de las voces más reconocidas deAmérica Latina y lo es en muchos fren-tes. Como traductor, ha dado versionesde T.S. Elliot y de Beckett y su prosa seadscribe a las mejores voces de la rebe-lión literaria del subcontinente. A propó-sito de los premios, Tusquets ha recupe-rado la novela, Las batallas del desierto,que no tiene nada que envidiar a los títu-los que marcaron la fundación del inven-to de Castellet y el boom latinoamerica-no. El relato goza de la inmortalidadinmediata de los clásicos, de libros conlos que dialoga de frente como Un mundopara Julius, al que aporta una misiónmás urbana, desesperada y desternillan-te. Los premios le han valido a Pachecopara regresar con fuerza a las libreríasespañolas. Esa tarde me comentó queJuan Gelman vivía en su misma urbaniza-ción, en México. Ninguno de los dos habíaganado todavía el Cervantes. Una ale-gría, la del premio, para sus lectores yprobablemente también para su comuni-dad de vecinos.

DABA LA SENSACIÓN DE ESTARHABLANDO DIRECTAMENTE CON CALAC Y POLANCO DE ‘62 MODELO PARA ARMAR’ O CON LA VERSIÓN ADULTA DELINEFABLE MARTÍN ROMAÑA

SU DISCURSO DE ESCRITORHARAPIENTO Y HUMILDE NO ESUNA POSE. AQUELLA TARDE LO VISUDAR ANTE LA PERSPECTIVA DEPARTICIPAR EN UN ACTO PÚBLICO

Autor y novela de sí mismo

2. La brújula: Max Gallo. Por las solapas. 3. Ensayo y narrativa: ‘The Wire’. Nins i joves: Lechermeier / Perez. 4. Literatura: ¿Estado crítico? Nadal Suau. 6. Biografia: Pilar Rahola. Exposicions: ‘Barcelona - València - Palma’. 7. Música: Glenn Gould. Cómic: Víctor de la Fuente. 8. Plagueta de notes. Paseo de ronda. Coordinación: Francesc M. Rotger

NARRATIVA El escritor mexicano se ganó las simpatías del público lector y no lector del país durante la última ceremonia delPremio Cervantes. La naturaleza del autor, lúcida y patosa, le aporta un plus exquisito de heterodoxia a su literatura. Tusquetsreedita su poesía completa, ‘Tarde o temprano’ y su celebrada novela ‘Las batallas en el desierto’

JOSÉ EMILIO PACHECO. FOTO: EFE/TONATIUH FIGUEROA

El México de la memoria

‘Las batallas en el desierto’ está considerada una de las no-velas más influyentes de la literatura mexicana. Sus per-sonajes forman parte del acervo popular y han inspirado,incluso, a grupos de rock como Café Tacvba. El relato evocala desintegración del México tradicional y el peso férreo delos patrones culturales, que convierten a un niño en pocomenos que un delincuente patológico por enamorarse de lamadre de un compañero. El libro repasa las fantasías poéti-cas y cortesanas del colegial y sus innúmeros castigos,

además de alinearse con la nostalgia de un mundo perimido en el que se iniciala vida. Una novela generacional, mayúscula en las letras latinoamericanas.

José Emilio Pacheco: Las batallas en el desiertoTusquets, 80 páginas, 10 €

B e l l v e r Jueves, 15 de julio de 2010Diario de Mallorca2

De un seleccionadodel Concurso Bellver

El escritor vascoErlantz Gamboa sesituó en 2008 entrelos seleccionadospara la publicaciónde su relato, Perdidoen la bruma, en elConcurso de Relatos

Breves Bellver. Ahora se ha editadosu novela ‘negra’ Caminos cruzados,galardonada con el Premio L’HConfidencial. La acción se ambientaen una pequeña localidad mexica-na, en la que un matrimonio apare-ce muerto.

Erlantz Gamboa: Caminos cruzadosRoca Editorial, 224 páginas, 16 €

Una lluita entreàngels i humans

L’Evangeline tenia 12anys quan el seu parela va deixar a càrrecde les germanes fran-ciscanes. Amb 23anys, el descobri-ment d’una carta de1943 la submergeix

en una història fins llavors descone-guda per a ella: l’antic conflicteentre la societat dels angeòlegs iels nefilim, els descendents de labarreja entre àngels i humans, unséssers d’una bellesa i una crueltatextraordinàries.

Danielle Trussoni: AngeologyColumna, 652 pàgines, 21’90 €

El Ciutat de Palmad’un (in)continent

Pere Perelló (Palma,1974), resident aMèxic des del 2008,fou un dels autors deEls (in)continentseufòrics. Ara espublica aquest poe-mari seu, guanyador

del darrer premi Ciutat de PalmaJoan Alcover. A molts dels seus tex-tos fa servir la rima, així com lasemblança entre determinadesparaules, amb efectes que de vega-des poden tenir un cert to fins i tothumorístic.

Pere Perelló i Nomdedéu: Poltre(s)Moll, 91 pàgines, 8 €

FICCIÓ CATALÀ1. Sebastià Alzamora: Miracle a Llucmajor. Proa2. B. Mestre: El darrer manuscrit. Columna3. A. Tur: Llucia enlluernada. Documenta B.4. Llucia Ramis: Egosurfing. Destino5. S. Serrano: Elogi de la passió... Amsterdam6. Xavier Bosch: Se sabrà tot. Proa7. E. Moliner: No hi ha terceres... Quaderns C.8. Jordi Puntí: Maletes perdudes. Empúries9. G. Lienas: Diari groc de la Carlota. Empúries 10. F. Moccia: Prerdona però vull... Columna

FICCIÓN CASTELLANO1. M. Dueñas:El tiempo entre costuras.Temas H.2. K. Pancol: Los ojos amarillos de... La Esfera3. David Safier: Maldito karma. Seix Barral4. Matilde Asensi: Venganza en Sevilla. Planeta5. Camilla Lackberg: Crimen en directo. Maeva6. Arturo Pérez-Reverte: El asedio. Alfaguara7. D. Glattauer: Contra el viento... Alfaguara8. Anna Gavalda: La sal de la vida. Seix Barral9. Arne Dahl: Misterioso. Destino10. A. Camilleri: La pista de arena. Salamandra

NO FICCIÓ CATALÀ1. AAVV: Flàmules. Govern Balear2. A. Tugores: La cuina econòmica.Documenta B.3. Carles Manera: La recta raó. Moll4. M. Ferrà: Els anys de la fam. Miquel Font5. H. Murakami: De què parlo quan... Empúries6. Vallcaneras/Esteban: Coma-sema. Gorg Blau7. George Sand: Història de la meva vida. UIB8. AAVV: L’economia balear... Documenta B.9. AAVV: GR221 Serra de Tramuntana. Triangle10. F. Torralba: Paraules per ser feliç. Ara L.

NO FICCIÓN CASTELLANO1. José C. Llop: En la ciudad sumergida. RBA2. Rhonda Byrne: El secreto. Urano3. E. Punset: Viaje al poder de la... Destino4. Antonio Salas: El palestino. Temas de Hoy5. J. García A.: El maquiavelo de León. La Esfera6. S. Carrillo: Los viejos camaradas. Planeta7. R. García D.: Delibes de cerca. Destino8. Daniel Montero: La casta. La Esfera9. Roberto Saviano: Gomorra. Debolsillo10. Eckhart Tolle: El poder del ahora. Gaia

R e c o m a n a t d e l a s e t m a n a

Del Cineclub a Can GuixaPoeta, narrador, assagista, autor deteatre, escriptor molt guardonat,Miquel López Crespí ens ofereix,ara, una recopilació d’articles seus,apareguts a publicacions diverses,però tots en torn al cinema, una deles seves passions. Hi destaquen lesreferències a l’aventura delCineclub Universitari de Palma i alsdesapareguts cinemes de la PartForana, com Can Guixa de sa Pobla.

Miquel López Crespí: Cinema del segle XXEl Tall, 167 pàgines, 15’60 €

¿Quieres leerlo? Acércate a la librería Literanta

(C/ Can Fortuny, 4A, Palma) y podrás adquirir el libro con tratamiento preferencial de cliente y te invitamos a un café

Los más vend idos en : L l ib res Co lom Pl. Bisbe Berenguer de Palou, 11A- 07003 Palma - 971 714 454(*) Semana del 5 al 11 de julio de 2010

Po r l a sso lapas

MIQUEL LÓPEZ CRESPÍ

¿ Q u é e s t á l e y e n d o ?

Claude Mauriac: La aliteraturacontemporánea

Traducción de Ana CelaGuadarrama, 425 páginas

Jane Bowles: Petits plaersTraducción de Dolors Udina

Lleonard Muntaner, 173 páginas,13 €

J.M. Calleja (coord.): Vi(r)usFet a Mà, 20 €

Destacada poeta, en la actualidad se dedica más a la investigación yla docencia, en la Universitat de les IIlles Balears. Nos recuerda quela “a” inicial de “aliteratura”, término que crea Mauriac, “no signifi-ca carencia, sino literatura liberada: Artaud, Kafka, Beckett…”.Destaca el relato “Camp cataract” del libro de Bowles. Los poemasvisuals de Calleja “no tienen fonemas, pero son resonantes”.

Bellver obsequia las aportaciones a La críticadel lector con un libro de regalo. Los lectores

que vean publicadas sus reseñas en estasección pueden pasar por DIARIO de

MALLORCA y recoger el bono necesario paraconseguir el libro gratis en Jaume de Montsó(P. Joan XXIII, 1B, Palma). Envía tu comentarioa [email protected]. Máximo

60 palabras. No es necesario que el librocomentado sea novedad.

Margalida Pons (Profesora y escritora)

MARGALIDA PONS

Hasta Vietnam podría haber sido distinto

La idea de los golpes encubiertos quecambian el rumbo político de EEUU hasido mimada por distintos creadores ytambién por grupos de presión creati-vos. Entre estos últimos ocupa un lu-gar egregio, claro, el entorno de BushJr. De los primeros vale de ejemplo lanovela The Manchurian Candidate(1959), de Richard Condon, que origi-nó en el cine El mensajero del miedo(Frankenheimer, 1962; remake deDemne, 2004). Stephen Carter, profe-

sor de Derecho en Yale, sitúa una de estas conspiraciones ba-jo Nixon, con Vietnam de fondo, tras haber triunfado conthrillers políticos como El emperador de Ocean Park.

Stephen L. Carter: El Consejo de PalacioTraducción de Fernando Garí PuigMondadori, 606 páginas, 24’90 €

Cuando la amenaza se instala en el salón

Dicen los más alarmados que Europatendrá serias dificultades para lograrque su cuerpo digiera las comunidadesislámicas que, de la mano de lainmigración económica, se han idoformando en su seno a lo largo delúltimo medio siglo. El escritor ypolítico francés Max Gallo, hombre depluma utilitaria al servicio de la idea,consagra Los fanáticos, su últimanovela aparecida en España, a lidiarcon el problema, Sirviéndose del

ancestral recurso del manuscrito encontrado, Galloreconstruye, con el trasfondo de un crimen, la peripecia de unintelectual cuya hija rompe todas las amarras para casarse conun prominente islamista.

Max Gallo: Los fanáticosTraducción de Julia Escobar

Alianza, 238 páginas, 16’50 €

Enredando entre líneas con la belleza

El poeta y activista cultural José-Mi-guel Ullán (1944-2009) confesaba enuno de los textos que acompaña aLámparas su pasión por el dibujo,“más primitivo y libertino” que laescritura. El cuidado volumen queahora edita el Círculo de Bellas Artesde Madrid reproduce más de mediocentenar de dibujos a los que el sal-mantino dio forma a lo largo de diezaños. A la vez, prosigue la confesión,trabajaba en el prólogo a Esencia y

hermosura, antología de la obra de María Zambrano, aquien Ullán dedicó el álbum.

José-Miguel Ullán: LámparasCírculo de Bellas Artes de Madrid, 80 páginas, 15 €

L a b rú ju laEUGENIO FUENTES

B e l l v e rJueves, 15 de julio de 2010 Diario de Mallorca 3

Repartir malsons inge-nus, col·leccionarsecrets, inventar llen-gües, fer-se invisibles,llegir en veu alta poe-sies, escoltar històriesinversemblants... Hilode hada és un recepta-ri per recuperar elseny profund de lamàgia? Un catàleg decolors per aprendre aveure? Un àlbum il·lus-trat, simplement?Intuim que es tractad’un llibre molt espe-cial, suposadamentapte per a infants –elsagradarà si els adultsel mostren i llegeixen

amb l’entonació i l’amor necessaris, mésque mai en aquest cas-, però que sobre-tot agradarà als adults sensibles (tenguino no infants a casa).

Absteniu-vos els pragmàtics i elsintel·lectuals severs, els que no sabeusomriure per bajanades (que imaginauridícules) ni comprendre escrits carregatsde subtils ironies que considerau nicieses.Si ja no sabeu jugar, si ja heu oblidat lamanera de jugar sense competències, sino sabeu mirar i cercar en el que mirau,no us acosteu a Hilo de hada. Ara, si voleupercebre el tast de la il·lusió, de la des-coberta creativa, de l’explosió de color ide figures, dels jocs de la llengua i elsnoms, preniu-lo aviat. Mostrau-lo aviat.Voleu transformar una bimbolla de sabóen un dirigible? Conèixer un encantamentper convertir-vos en formiga? Els nomsdels disset periol·los (que tanmateix sónels botons dels vestits de les fades)? Voleuaprendre a usar bé les pedres o llegir les

estrelles i pescar la lluna? Aquest és elvostre llibre: “Para escuchar a los árboleshablar, / hay que tumbarse en un altoza-no / o en un claro de bosque soleado...”,i sense dubte deixar que la tebior del solens escalfi les galtes.

En dos volums presenta EdelvivesGenealogía de una bruja, en un estoig d’a-curada presentació gràfica i disseny, unaplec de relats sobre dones... consideradesbruixes. El primer volum (La pequeñabruja) és un conte on la protagonista trobael llibre on conèixer els seus ascendentsmisteriosos. Hi ha també una història d’a-mor tendre, en un hivern fred i amb corbsque volen com una amenaça o com untòtem protector. Mai no se sap. Lisbethpassa els hiverns amb la seva padrina Olga.Dona enigmàtica, propietària d’una biblio-teca immensa. En la biblioteca hi ha un lli-bre. S’hi conta la història d’unes avantpa-ssades. Casualment és el segon volum quecompleta l’estoig (Brujas y hechizos), amb

un advertiment: “Si aquest llibre arriba pererror al teu poder, tanca’l immediatamenti fuig. Si, no obstant, decideixes llegir-lo,pensa-t’ho bé...” Un apunt: Litih, Isis,Medusa, Hansel i Gretel, Joana d’Arc i elTitanic, entre d’altres coses, s’esmentenen el segon volum. Curiós, no? Un apuntfinal: compte, l’editorial, a banalitzar eltema. Ara que són de moda els vampirs, iel que comporta –l’abús d’un tòpic literari-, no facem el mateix amb la màgia quesempre ens encanta. No abusem de fadesni bruixes. No sempre es pot mantenir l’altnivell dels dos llibres comentats aquí.

Philippe Lechermeier: Hilo de hadaIl·lustracions d’Aurélia Fronty

Edelvives, 90 pàgines, 24 €

Sébastian Perez: Genealogía de una bruja (dos volums)

Il·lustracions de Benjamin Lacombe Edelvives, 36 i 74 pàgines, 30 €

De bruixes, noms per somriure i pescadors de lluna: dues propostes

En serio, si le piden quemencione alguna ciudadde los Estados Unidos deAmérica, ¿se acordaríade Baltimore? No, claroque no. Ni de broma.Ese oscuro rincón delplaneta USA jamás hadestacado. Vale, algu-nos snobs levantarían lamano, tanto los lectorescultos de la novelistaAnne Tyler –¿recuerdanEl turista accidental?–como los amantes delrarismo del director decine John Waters, dosde las escasas figurasculturales que han sur-gido en la principal urbede Maryland –un estado

que tampoco es muy conocido–. El anonima-to de Baltimore parecía un rasgo inamovi-ble. Al menos, así era hasta la emisión deThe Wire, la serie de televisión que, duran-te cinco temporadas y desde sus calles, pre-tendió relatar la realidad de la vida urbanacontemporánea en el principio de este siglo.

De escaso éxito popular, su considera-ción ha aumentado de forma favorablepoco a poco hasta lograr un extraordinarioreconocimiento crítico. Errata Naturaecomparte ese juicio y se ha sumado a la olacon The Wire. Diez dosis de la mejor seriede la televisión (2010), libro que incide enla condición de objeto de culto de estaobra de ficción televisiva de corte aparen-temente policiaco.

¿Tan buena es The Wire? Pues sí, no sólopretende salirse de los márgenes más con-vencionales de su medio sino que lo consi-gue. El objeto del libro es sobresaliente,sí, pero apenas es conocido –su paso pornuestras pantallas ha sido anecdótico–. Esverdad que Errata Naturae ha triunfadocon un producto similar: Los SopranoForever, el volumen que marca el modeloque sigue The Wire. Diez dosis de la mejorserie de la televisión, ya va por la terceraedición. La diferencia está en que LosSoprano es un fenómeno mainstream degran relevancia comercial. Además, sialguien se acerca a este libro sin habervisto la serie está perdiendo el tiempo: no

va a entender casi nada. Si luego ve TheWire, odiará haberlo leído pues los artícu-los incluidos le habrán contado casi todo.En cambio, para quien sí ha visto la serie –pillín, las descargas pueden ser ilegales–,esto es una delicia.

Todo tiene matices, claro. Las aporta-ciones anglosajonas son extraordinarias,desde la extensa y reveladora introducciónde David Simon, su creador, hasta la entre-vista a la que Nick Hornby somete a Simon.En cambio, el material patrio deja bastan-te que desear. Así, sólo Rodrigo Fresán, queya ejerce de “moderno” de guardia, está ala altura de sus compañeros angloparlan-tes. Vamos, que este extraño libro es sólopara fans y parece que haya sido subven-cionado por la cadena HBO. Eso sí, paracualquier aficionado a la novela negra,

este libro esconde un gran regalo, un rela-to inédito de George Pelecanos, uno de losmaestros del género en nuestros días, yguionista de la serie.

Una de las claves de The Wire es la mag-nifica escritura que sostiene sus imágenes,obra de Simon y su equipo, entre los que secuentan escritores como Pelecanos, DennisLehane –autor de Shutter Island– y RichardPrice, de quien Mondadori publicó unosmeses atrás La vida fácil. Y no debe pasar

desapercibida esta novela, quizá la mejorde un autor que ya mostró su valía con lanovela Clockers –que adaptó al cine SpikeLee– y el guión de El color del dinero– elfamoso filme de Scorsese–. Price rehuye desu trabajo como guionista, aunque sea deéxito, y esta novela avala su ambición:directa como un puñetazo, su escritura esuna evolución afortunada de maestroscomo Ross Macdonald o Elmore Leonard, aquien sin duda ya supera como el mejordialoguista del género negro.

The Wire. Diez dosis…Errata Naturae, 240 páginas, 21’90 €

La vida fácilTraducción de Carlos Milla SolerMondadori, 568 páginas, 23’90 €

El nuevo culto a la televisiónJ. L. GARCÍA GÓMEZ

ENSAYO Y NARRATIVA

MIQUEL RAYÓNINS I JOVES

IMAGEN CORRESPONDIENTE A LA SERIE ‘THE WIRE’

LAS APORTACIONES ANGLOSAJONASSON EXTRAORDINARIAS, DESDE LA EXTENSA Y REVELADORAINTRODUCCIÓN DE SIMON, HASTALA ENTREVISTA DE NICK HORNBY

Los suplementos de literatura de los periódi-cos –y con frecuencia las revistas literarias–son un escenario donde se producen curiososfenómenos contra-natura. Habiendo nacidopara la crítica –ése era su objeto y su desti-no– suelen convertirse en cosa distinta. Diga-mos que son como un paisaje tropical dondefloreciera el edelweiss y pasearan los ososblancos. O como si en la sabana africana vo-laran los peces del Mediterráneo y en los cas-quetes polares tuvieran su refugio los leonesde Hemingway. Es decir, en los suplementosy revistas literarios, los críticos, o bien esca-sean, o bien existen deficientemente, y es-critores, poetas y demás gente del gremionos paseamos por ellos –esto es un ejemplo–con espíritu amateur, eficacia en la glosa eintereses a plazo fijo. ¿Quiere decir esto quelos suplementos literarios se dedican a la Bo-tánica y la Zoología? Pues según dividamos alos escritores en animales o plantas –que detodo hay: también minerales–, pero la críticaque necesita el lector de periódicos y revis-tas brilla a menudo por su ausencia. ¿Y cuáles esa crítica?, se preguntará el lector sinapenas críticos a mano.

Se supone que el crítico ha de ser inteligi-ble, no un sacerdote hitita que escribe en len-guaje abstruso para demostrar su inteligenciay su olímpica lejanía del resto de los hu-manos. Se supone que el crítico no ha dedejarse llevar por amistades, ni –muchomenos aún– por enemistades y que su cul-tura está al servicio de los demás, pues suúnica alianza es con la calidad literaria y pa-ra discernirla ha de saber: el crítico es al-guien que se pasa la vida aprendiendopara elegir. Se supone que el crítico hade ser coherente y ha de quererse a símismo, pero sobre todo ha de querer al lec-tor que se orientará a través de él; o sea queha de sacrificar más de una vez su ego en be-neficio de su pequeña comunidad afín. Se su-pone que un crítico amará la literatura porencima de todas las cosas y ésta no será unútil de progreso personal sino un sacerdocio yque cada vez que se oiga a sí mismo haciendogorgoritos sobre la gran arquitectura de la li-teratura se dará un soplamocos. Se suponeque un crítico ha de poseer un pensamientopropio –ajeno a las modas, sobre las que tam-bién ha de escribir, sin dejarse arrastrar porellas– y una hermenéutica personal: en cual-quier momento, juntando las piezas distintasescritas a lo largo de los años, éstas han deofrecer no tanto una unidad narcisista comotodo un sistema, tan ilustrado como impeca-ble, tan generoso como estricto, tan apasio-nado como distanciado, tan amoroso como,ay, educativo. Se supone que el crítico nuncaserá un sádico, ni un psicópata, ni un ser ven-gativo o alguien que se calza cada día losguantes de ajustar cuentas para superar vayausted a saber qué oscuras carencias. Se supo-nen muchas más cosas –yo al menos lo hago–pero no hay espacio, ni ganas porque hay dí-as –y éste es uno– en los que no me gusta oírmis palabras en boca de los que me las hanescuchado o leído y luego las reproducen sincitar origen ni copyright. Se supone que el crí-tico no ha de ponerse estupendo, porque la li-teratura –el gran dolor que encierra y que éldebería apreciar más que nadie– es –o deberíaser– una gran lección de humildad: deje elcrítico que sea el escritor el que se ponga es-

tupendo: a veces, pobre, tan sobre-expuesto,no le queda otra salida.

El crítico se equivoca más que cualquierotro lector –porque ha de leer y opinar másque nadie sobre lo que lee–, pero incluso deesas equivocaciones debería salir una concep-ción de la literatura, coherente y sin más con-tradicciones que el errar humano: nadie hadicho que los críticos sean dioses y su trabajodigno de estudio teológico, pero tampoco hande despertarse un día siendo del Barça y al si-guiente del Madrid. Para eso ya están los polí-ticos vigilando las estadísticas. En el siglo XXI,los críticos –que no son, repito, un pantocra-tor civil– están entre el Virgilio de Dante y elCaronte de La Estigia, pues la literatura estállena de condenados y su muerte –la muertede la literatura– es un cántico de los tiemposal que deben resistirse y no resignarse. Poreso no se quedan sólo en Virgilio y Caronte,sino que don Quijote galopa entre ambos conosadía y Sancho Panza hace lo que siem-pre ha hecho: aportar el sentidocomún. Si todo eso lo consi-gue un crítico, ese crí-tico será unhombre fe-

liz: qué feli-cidad mayor queleer y que te pa-guen por ello. Si no, suúnica felicidad consistiráen la vanidad satisfecha, elego a punto de soufflé y elpeloteo –pícaro o babosean-te– que le hagan aquellos que quie-ren ser retratados a toda costa por él. Enfin, un asco.

Una de las cosas buenas que nos ha aporta-do lo que va de siglo ha sido la aparición de uncrítico local y no empleo el adjetivo local condesprecio, faltaría más. Un crítico que oscilaentre lo cultural, lo periodístico, lo televisivoy, sobre todo, lo literario. Un crítico joven yde un talento contundente. Si a eso añadimosla ya comentada escasez, esa aportación nodeja de ser absolutamente reseñable y dignade enhorabuena en la comunidad lectora. Sunombre –su nombre de crítico– es Nadal Suau,aunque no se llame Nadal sino que se lo ape-llide, y su nombre bautismal quede borrosa-mente inscrito en sus iniciales –J.M.– para noser objeto de disquisición estéril: la cargaideológica que para algunos implica llamarse

José María o hacerlo como Josep Maria. Aunque hubiera publicado textos anterio-

res aquí y allá, la verdadera aparición públicade Nadal Suau –su fe de vida y existencia– fueesta casa, DIARIO de MALLORCA, y más con-cretamente las páginas del suplemento Bell-ver. Tenía 24 años, ya me dirán. Ahora quetiene 30 ha reunido sus trabajos de amor dis-persos aquí y allá –con mayoría absoluta depublicados aquí, en DdM– en su primer libro:Parapetos –editado por Lleonard Muntaner– ycon el epígrafe Crítica literaria y cultural(2004-2008 ). El libro cumple dos funciones:por una parte es un muestrario de las capaci-dades de su autor: en él ha reunido artículosde opinión, críticas strictu senso, un espléndi-do boceto de tesis doctoral (la suya sobreCristóbal Serra), aportaciones inéditas hastaahora en el panorama local –un panorama quetraspasa lo nacional, aunque no se diga en vozmuy alta– y la cohetería del blogger ocasio-

nal. Por otra partees la confirmaciónde la potente apa-

rición del crítico:en su ejecentral –la

seccióntitula-d aCríti-ca Li-te ra -

ria, sinmás– sedesplie-

ga a migusto elmejor ta-

lento deNadal

Suau,el esbo-

zo de undestino. Yo me

quedo con esedestino: la crítica, su

excelente capacidad delector y sus artes de inter-

pretación de esas lecturas, alas que hay que añadir su innegable gusto enaprendizajes (de Llovet a Azúa, por ejemplo)y elecciones (De Lillo, Pitol, Bloy, Roth...). Sucapacidad vertebrativa entre vida cotidiana yliteratura leída es extraordinaria; su facilidadpara enhebrar los argumentos, fulgurante; suingenio, peligroso –para él también– de tan amano que lo tiene; su vigor discursivo, a prue-ba de bomba, y su entusiasmo –eso que noexiste ni por asomo en tantos departamentosuniversitarios de Literatura, más proclives alautobombo y los celos de lo ajeno–, contagio-so. Como verán aparco mi mallorquinidad pa-ra adjetivar. Pero convendría regresar al esta-

do natural de la tribu –la tacañeríagio–. no vayan a decir que Nadal Sunemos un lío. Antes, debo recalcartusiasmo: no hay crítica posible sintampoco hay literatura sin él –no que la crítica, cuando es buena, tuna forma de la literatura–, y el ede Nadal es una brújula dispuesta afascinarse a lo largo del camino.

Lo demás –lo que puede lastrarlcesita tiempo y voluntad de ser parecer. Quizá una labor de editor –enanglosajón– no le hubiera sobrado menos en dos pequeños detalles. eliminar la sección del blog Embosccesaria y que da al volumen un sesgde sastre, y falsa nominalmente: a Nle encanta lo público, no las embode ahí que también su título, Paraequívoco. No es hombre de parapepalestra: así al menos lo demuestdía y esto no suele cambiar. El segrregir los escasísimos errores, frutocia de relectura de los originales –arra sí publicó Viaje a Cotiledonia ero no, como dice Nadal, en la colTusquets dirigida por Sergio Pitol (echos años después y ya no la dirigía recordar, sino su editora, Beatriz dfue en Ediciones Cort, donde ahorablica su Obra Completa.

Todo crítico ha de saber lo qulector desea y necesita de él. Qprecisamente, la adulación de los ben, ni el poder –ridículo, como toque da eso. Parapetos, además daquilatada muestra del talento de un servicio público (la crítica taeso, no lo olvidemos, y la buena –pito, lo es– aún más), es la demosalgo que tanto aquí como en otrasya sabemos: la calidad del perioopinión, cultural o no, que se hacepaña de la democracia y la era de ien Mallorca es alta. En estos añosla suerte de frecuentar a tres jóve

ellos estaban en la veintena cuannocí– que me han demostradomás, que los lamentos sobre la d

de lo contemporáneo son inútileparación con el hallazgo de lo que margen en todas las épocas: el taledo no es dañino, ni mercenario. editor Daniel Capó –que también cDdM– un hombre de una gran intparalela a su sentido trascendentetura; otra la novelista Llucia Ramite Premi Josep Pla de este año– y eJosé María Nadal, o Nadal Suau, o ria, como prefieran: a nada se nimismo le llamo el joven Nadal –o dal –, como Benet hacía con Maríaste de risa). Puedo asegurarles qudonde navego –y esto es sólo una no tengo ni barco, ni buque, ni navcómodo que antes de conocerlos, pvegación aquí es dura y en nuestpeor. Para hacerla más llevadera lo que más amamos –la literaturaexisten estos Parapetos. Esto nomás que empezar. Al menos es en lfío, mientras deseo al joven Nadalbarba engaña– una larga y fructífecrítico literario. Sólo depende dhay que ver lo que saldríamos ganano lo tuerce ninguno de los enempromesa.

B e l l v e r Jueves, 15 de julio de 2010Diario de Mallorca4

El papel de la crítica

¿Estado crítico?JOSÉ CARLOS LLOP

LITERATURA Con ocasión de publicarse ‘Parapetos’, recopilación de artículos de Nadal Suau, aparecidos la mayor parte en ‘Bellver’, José CarlosLlop reflexiona sobre la crítica literaria. Carlos Garrido comenta el volumen, editado por Lleonard Muntaner

a en el elo-au y yo te-

r lo del en-n él, comoolvidemos

también esentusiasmoa fascinar y

e– sólo ne-ara desapa-n el sentidoal libro, alEl primerocado –inne-go de cajónNadal Suauoscaduras;

apetos, seatos sino dera día trasgundo, co-o de ausen-a voleo: Se-en 1965 pe-lección de

eso fue mu-Pitol, creo

de Moura):a Serra pu-

ue el buenQue no es,

que escri-odo ropaje–de ser unasu autor y

ambién esy ésta, re-

stración des ciudades,odismo dee en la Es-internet. Ys he tenidoenes –todosndo los co-o, una vezdecadenciaes en com-

pervive alento cuan-Uno es el

olabora eneligencia,

e de la cul-is –flaman-el tercero,Josep Ma-

iega él (yoYoung Na-

s, y se par-e el barcometáfora:

vío– es máspues la na-tro medio,y explicar

a– tambiéno ha hechoo que con-l –la tupidaera vida dee él, peroando si eso

migos de la

La verdad es que no puedo escribir una críti-ca sobre el primer libro de Nadal Suau. En pri-mer lugar, no he leído ni la mitad de los auto-res que cita. Mi cultura literaria es limitada ydemasiado sectorial. Además, le conozcodesde que empezó a publicar sus primerosartículos en Bellver. He seguido muy de cercasu carrera y no podría mantener distancias.Simular ecuanimidad resultaría a todas lucesimpostado, y aumentar la dosis de críticapara disimularlo podría resultar contraprodu-

cente. Desanimaría tal vez a nuestro autor, y si ya le ha costa-a-a-a-do publicar este Parapetos (Lleonard Muntaner, Editor) correría-mos el riesgo de que no hubiese segundas partes.

Sí podría escribir de lo que supone en un panorama literariocomo el nuestro la figura de José María Nadal Suau. Para mí, repre-senta un caso hasta cierto punto atípico. Las letras están llenas degente que quiere ser escritor, pero eso no significa que deseenescribir. Una cosa es el rol, y la otra el trabajo. ¿A quién no le gustasentarse en una mesita a firmar libros? ¿O ser entrevistado en pro-gramas sesudos? Contar sus recuerdos. Opinar sobre cualquier temade actualidad con la campanudidad de un oráculo. Salir en la fotode la solapa. En fin, todos los “petits plaisirs” de la existencia lite-raria.

La contrapartida, que son las horas de lectura y emborrona-miento. Las reescrituras una y otra vez hasta que sale bien, losdolores de cabeza, las angustias, las encrucijadas de las que no sesabe salir. Eso resulta mucho menos placentero y no tiene “gla-mour”.

Quiero decir con todo ello que poca gente se dedica al verdade-ro oficio de la letras. Y muchos se trasvisten de escritores sin serlo.

La pregunta es entonces: ¿Qué les espera a los jóvenes que quie-ren realmente dedicarse a la literatura en Mallorca y no sólo “serescritores”? ¿Tienen algún horizonte de futuro?

Hace años, cuando coordinaba más o menos Bellver, recibí unosescritos de nuestro autor. Algo me sorprendió desde un primermomento: la pulcritud. En eso me recordó a su abuelo, el míti-co Tomeu Suau. Al que vi escribir centenares de folios amano. Y del que decían los de talleres que era tanexacto como si lo hiciese a máquina.

Los escritos de Nadal Suau, “nom de plume”en homenaje a su abuelo, son pulcros en todoslos sentidos. Transparentes, acabados, biencompuestos. Plantean temas de fondo sinresultar aburridos, juegan con gracia, estánsostenidos inteligentemente y siempreaportan algo. Esa fue la virtud que ense-guida advertimos los que empezamos aleerlo.

En todos estos años, ha ido evolucio-nando. Pero con las mismas característi-cas que lo convirtieron en una novedad.No ha perdido la frescura ni una ciertaingravidez, herencia supongo de eseCristóbal Serra al que tanto ha estu-diado. Magisterio, por otro lado,nada fácil. Recuerdo alguna conver-sación en que nuestro hombreponía una cara de total estupefac-ción ante ciertas relaciones deSerra. Que las pronunciaba man-dibulajísticamente, los ojosentornados, y con la mayor natu-ralidad del mundo.

Nadal Suau ha creado su propioestilo. Abrió una ventana a la críticaliteraria en estos lares. Forma partede esos jóvenes escritores ante los queuno se hace la antedicha pregunta:¿Existe campo aquí para ellos? ¿Seremosalgún día lo suficientemente adelantadoscomo para hablar con palabras de futuro y norepetir los tam-tams de siempre? ¿Habrá final-mente en Mallorca un mercado cultural o segui-remos pedigüeñando a las instituciones?

No tengo ni idea. Por eso no debería de haberescrito este artículo.

Nadal Suau:Parapetos. Crítica literaria y cultural (2004-2008)

Lleonard Muntaner Editor, 216 páginas, 16 €

B e l l v e rJueves, 15 de julio de 2010 Diario de Mallorca 5

La preguntaa Nadal Suau

CARLOS GARRIDO

NADAL SUAU HA REUNIDO UNA SELECCIÓN DE SUS ESCRITOS EN ‘PARAPETOS’

Corre ja per la segonaedició La màscara delrei Artur, paronomàsiametafòrica sota la qualPilar Rahola(Barcelona, 1958)amaga el polític con-servador Artur Mas(Barcelona, 1956),sempre al·ludit comEll, així, en cursiva i

majúscula inicial al llibre. Mas és l’home queté tots els números de tornar a guanyar lesproperes eleccions al Principat i convertir-se en el president cent vint-i-novè que posaels peus al palau de la Generalitat davantuna ensulsiada més que probable dels socisque configuren l’actual Tripartit. Però alertaperquè aquest assaig, com adverteix lamateixa autora, no és apte ni per a conver-gents que sacralitzen Mas i que no acceptenque se’n riguin ni els desvesteixen el santque han conjuntat ni per a independentistesque, nostàlgics del periple de Rahola perEsquerra, esperen que faci sang del candidatconvergent. Res més lluny d’osques: és difí-cil imaginar que amb un altre autor s’arriba-ria a bescantar més ERC; però això implicaun perill. De la mateixa manera que la jor-nalista veu que no pot mantenir l’objectivi-tat amb Àngel Colom, en altre temps, inse-parable seu a la formació republicana i ara ales files de CiU, hauria d’haver-se adonatque tampoc podria ser imparcial amb lageneració que els rellevà —per dir-ho d’algu-na manera— al front de llur partit.

Tanmateix, Mas tampoc es queda curt.Certament, reconeix la seva admiració perla tasca de Pujol, però amb Duran i Lleida nos’està de res, i és tremendament dur amb elpresident Montilla, baldament sigui ambmés raó que un sant, i el cito: “aquí s’exhi-beix com a mèrit que el mateix president nohagi acabat una carrera, que no parli capidioma —i amb prou feines, el del país”.

Rahola explicarà tot el procés de com totsdos acordaren de preparar el llibre —el títol,per exemple, per molt que desplagués tot unJordi Pujol per les connotacions negatives

que es podien deduir d’això de la ‘màscara’,l’escriptora el mantingué fort i no et mo-guis. Una de les condicions pactades per ellaera que no li restaria res al pap. Exigí, a més,tenir accés a l’agenda oficial i a l’extraofi-cial de Mas, mantenir relació directa amb elli no rebre pressions del “pinyol” que l’envol-ta (Felip Puig, Oriol Pujol, David Madí, XavierTrias...). Ell, al seu torn, demanà confiden-cialitat en l’aspecte privat i es reservà eldret a la privacitat en algun de públic.

A tots ens ve el cap, al davant de l’obraque han enllestit el tàndem Mas-Rahola, elque dugueren a terme a França YasminaReza i Nicolas Sarkozy, L’alba el capvespreo la nit, que Pilar Rahola esmenta —incom-prensiblement en versió castellana havent-n’hi una de catalana! Semblantment, l’en-trevistadora l’observa i el contempla,dedueix si està nerviós o si no se sent a gusten un determinat lloc, però no es conformade conversar-hi, sinó que també interroga

el seu nucli dur, i per les seves planes hidesfila tot CiU, fins i tot, Jordi Pujol oDuran i Lleida. El caràcter introvertit deMas —mai parla dels temes personals, comel càncer que superà la dona, HelenaRakosnik, ni tan sols amb la gent més pro-pera a ell, perquè en principi d’amics, aConvergència, no en té— justificava un pro-ducte així, que s’antullava inevitable, iaixò era quelcom que Rahola no ignorava.

El resultat configura un estudi molt fresci actual, potser massa i tot, en el sentitque, d’ací a dos dies, de tot això (el gag deMas al Polònia, el cas Prenafeta, la cursaparal·lela de Xavier Trias a l’Ajuntament deBarcelona...), pràcticament ja no en canta-ran galls ni gallines, i el volum ho patirà.Per tant, en aquest cas, més que en capaltre, llegir-lo és un ara o mai.

Pilar Rahola: La màscara del rei ArturLa Magrana (Orígens, 148), 256 pàgines, 18 €

‘Ell’, Artur Mas i ‘Ella’, Pilar Rahola

L’aigua deixant el seu rastre a la popa d’unvaixell que fa un itinerari entre tres ciutatsmediterrànies com Barcelona-València-Palma, aquest marca l’inici del vídeo pro-mocional d’una curiosa exposició que es vainaugurar fa unes setmanes al CCCB(Centre de Cultura Contemporània deBarcelona) i que a final d’aquest 2010 espodrà veure a Ses Voltes de Palma.

Barcelona-València-Palma, una història deconfluències i divergències n’és el títol i estàcentrada en les relacions entre aquestes tresciutats mediterrànies. Curiosament també tétres comissaris: l’artista barceloní IgnasiAballí, el periodista valencià Vicent Sanchis il’escriptor mallorquí Melcior Comes.

Tres ciutats unides per la història, per lacultura i per la llengua, com diu en MelciorComes, tres ciutats amb el mateix punt departida i un mateix passat comú.

El barri gòtic de Barcelona ens permetconèixer el passat medieval de la ciutat apartir del seu urbanisme format essencial-ment per importants edificis romànics i

sobretot gòtics. Passejant per la Barcelonagòtica es poden entendre les diversesampliacions dels seus recintes de muralleso la importància que tingueren en aquellaèpoca les institucions, la monarquia i lanoblesa. Els palaus dels nobles del carrerde Montcada ens donen testimoni de l’es-plendor del segle XIII i de l’expansió pelMediterrani. El barri de la Ribera deBarcelona va néixer com un nucli de pobla-ció format al voltant de l’antiga església deSanta Maria de les Arenes. Llavors s’anome-nava Vilanova del Mar i allà s’hi van establirels sectors beneficiats de la gran expansiómarítima i econòmica dels catalans per laMediterrània des de l’època de Jaume I.

La idea de l’exposició, també designadaper l’abreviatura BVP, és de fer veure elspunts d’unió, però també les diferències,les particularitats pròpies. Des del seu pa-ssat medieval fins a un hipotètic any 2085al que tots els que llegim aquest articledifícilment assolirem.

Avui dia l’economia global engoleix laciutat i el ciutadà, indefens, ja no comptaamb cap filosofia ni humanisme que l’ava-li. Les ciutats creixen desmesuradament i

en un futur caldrà repensar-les en funciód’un territori més global ja que pateixenuna entrada d’immigrants a la qual noestaven gens preparades.

La mostra para atenció als aspectes mésquotidians de la ciutat i no en censuraalguns que voregen el mal gust. De fet, lacol·lecció de souvenirs és esfereïdora i elsdestinataris d’aquests objectes també hiprenen protagonisme. Maquetes, retalls depremsa, fotografies, plànols i tres rellotgesmarcant la mateixa hora. Un indici signifi-catiu dels seus trets comuns com el taran-nà festiu i obert de la gent, l’arquitecturagòtica, però també la corrupció, el desga-vell urbanístic, la lletjor paisatgística, ladegradació... Tot això, a través desis àmbits diferents: La ciutat del futur,Llengua, Ciutat espectacle, Ciutat lletja:

corrupció urbanística i turisme, Ciutathedonista i Ciutat medieval.

Com la porta de Duchamp, l’exposicióens fa mirar pel forat d’un visor, però encomptes de l’erotisme femení ens trobemdavant l’erotisme de formigó i dels grandstravaux arquitectònics tot i que som elsprimers en contemplar-ho. En això les tresciutats també ho tenen en comú: la Ciutatde les Arts i de les Ciències, el recinte delFòrum i la nova façana marítima de Palma.

Potser no ens hem adonat que vivim enun món ple de vitrines, mostradors incita-dors al consum, i les ciutats també hipoden ser exposades i poden servir debinocle d’observació. Al sortir de l’exposi-ció, com en sortir d’un cinema, ningúhaurà vist la mateixa pel·lícula. En ladiversitat raurà el seu interès.

A València, de moment, no s’ha arribata cap acord per poder oferir-la.

Barcelona-València-Palma, una històriade confluències i divergències

Al CCCB (Carrer Montalegre, 5, Barcelona)fins al 12 de setembre

A Ses Voltes de Palma a final d’any

B e l l v e r Jueves, 15 de julio de 2010Diario de Mallorca6

Tres ciutats i un sol marGEORGINA SAS

EXPOSICIONS

CARLES CABRERABIOGRAFIA

PILAR RAHOLA, AUTORA DE ‘LA MÀSCARA DEL REI ARTUR’

ENS VE AL CAP, AL DAVANT DEL’OBRA DEL TÀNDEM MAS-RAHOLA,‘L’ALBA EL CAPVESPRE O LA NIT’DE YASMINA REZA AMB SARKOZY

LA IDEA DE L’EXPOSICIÓ‘BARCELONA-VALÈNCIA-PALMA’ ÉSDE FER VEURE ELS PUNTS D’UNIÓ,PERÒ TAMBÉ LES DIFERÈNCIES, LESPARTICULARITATS PRÒPIES

A principios de este mes fallecía el últimomiembro de una conocida saga de dibujantesasturianos. Hace ya tiempo que nos dejóRamón, seguido más tarde por el popularChiqui. Ahora “Vitorín” se ha reunido conellos. Víctor de la Fuente era pequeño entamaño pero grande en talento, uno de losdibujantes realistas más expresivos y podero-sos que ha dado este país.

Su carrera profesional fue bastante acci-dentada. Nacido en Ardisana de Llanes en1927, emigró a Sudamérica de donde regresóen 1945 para dibujar sus primeras historietasen Madrid. Vuelve a cruzar el charco para pro-bar las más diversas actividades, de la publi-cidad al boxeo. Finalmente, a finales de los 50se instala en España, desde donde dibujatebeos bélicos para Inglaterra que, por cierto,recientemente han sido reeditados. Tambiéncolabora con Víctor Mora en lo que es su pri-mera serie de éxito, Sunday, un westerndonde llega a su madurez como dibujante.Puede con todo, ya sean animales, escena-rios, mujeres, hombres, niños o cosas. Todoello servido con un entintado seco y rasposoque aporta una mayor expresividad a su yapotente blanco y negro.

En 1970 crea su propio personaje para larevista Trinca: Haxtur. Una suerte de vaga-bundo con aspecto de beatnik que transitaunos paisajes oníricos enfrentándose a las

fuerzas del mal. De nuevo sorprende el grafis-mo, unido aquí a un color sugerente y unapuesta en escena en la que dominan las viñe-tas alargadas verticalmente y un empleo radi-cal de las elipsis temporales. Pero Haxtur fuesobre todo conocido como un tebeo simbólicocuyas metáforas eran supuestamente ataquesal régimen. Esto le provocó no pocos proble-mas a su autor, que tuvo que exiliarse enFrancia. Todavía publicó las correrías de unsegundo héroe en Trinca, en este caso el indiopost-nuclear Nathai-Dor, una historieta tan

sencilla en sus pretensiones como eficaz en supuesta en escena. Despojado de la en ocasio-nes agobiante carga simbólica de Haxtur,Nathai permanece como un gran relato deaventuras.

En Francia no acabaron los problemas deVíctor. Deseando mantener los derechos sobresu trabajo, se enfrenta a las editoriales y seve condenado a buscar trabajo en otros luga-res. Como Italia, para cuyo mercado dibujacientos de páginas eróticas. En ese momentosu velocidad es ya legendaria. Se habla de

docenas de páginas al día, dibujando a lápizcon una mano y entintando con la otra. Élmismo comentaba que tenía una goma similaral torno de un dentista, que le permitía borrarla tinta, ya que en muchos casos apenas esbo-zaba las viñetas sino que las entintaba direc-tamente.

De su prolongada carrera en Francia cono-cemos tanto como lo que ignoramos. Por aquíse publicaron algunos de sus álbumes para LosGringos, su serie con Charlier, Josué deNazaret, su frustrada colaboración conCothias o Los ángeles de acero, otra de susaventuras con Mora. También pudimos disfru-tar de algunos de sus relatos cortos paraWarren o su nuevo personaje, Haggarth, pro-digioso en el plano gráfico y bastante fallidoen lo argumental. Pero sus contribuciones a laHistoria de Francia o a la adaptación de laBiblia, entre tantos otros encargos para elmercado francés, permanecen sin traducir.

Víctor fue siempre un luchador, en lo artís-tico y en lo laboral, social y personal. Un tipoadmirable cuyo talento apenas fue apreciadoen su país de origen. Faustino RodríguezArbesú le rindió un homenaje en el Salón delComic del Principado de Asturias, denominan-do Premios Haxtur a los galardones que otor-ga esta convención. También dedicó unaexposición con un amplio catálogo a los her-manos de la Fuente en 2003. Desde entoncesGlénat ha ido reeditando parte del materialde Víctor. Sin duda la obra del último de laFuente permanecerá. Descanse en paz.

Adiós a Víctor de la Fuente

B e l l v e rJueves, 15 de julio de 2010 Diario de Mallorca 7

FLORENTINO FLÓREZCÓMIC

Gairebé trenta anysdesprés de la sevamort, Glenn Gouldcontinua essent undels pianistes méscèlebres de la històriade la música. Els seusenregistraments sesegueixen venent comsi fossin primícies d’úl-tima hora i, esperonatper això, una petitaindústria de llibres,documentals, cursos,seminaris, premis iactivitats complemen-tàries creix dia a diasense donar senyals dedefallir en un futurimmediat. L’afegitómés recent a totaaquesta fal·lera musi-

cal és un llibre sobre la seva vida sexual i unDVD basat parcialment en el llibre.

En general, la primera reacció quan unescolta Gould és l’èxtasi que provoca laseva manera anticonvencional de tocar. Unpensa que ningú pot tocar tan ràpid, ambtanta netedat i tan staccato. Naturalment,la reacció contrària també és possible. Elsseus detractors creuen que l’excessivavelocitat i la perfecció contrapuntística, amés de desvirtuar l’esperit de la música iel seu creador, obvia els racons obscurs del’ànima humana perquè –com aquell quediu– els passa per damunt sense endinsar-s’hi. En el llenguatge pianístic de Gould nohi ha lloc per al desconsol o per als subtilsclarobscurs de la recança.

Fins aquí la seva vida amorosa i sexualhavia quedat off limits. De fet, la majoriade biògrafs donaven per fet que Gould era

asexual i que havia canalitzat la seva ener-gia sexual a través de la música. Fa unsanys, emperò, un periodista canadenc,Michael Clarkson, va publicar un perfil bio-gràfic de Cornelia Foss, una pintora ameri-cana, vídua del compositor i director d’or-questra Lukas Foss. En aquest article,Cornelia Foss reconeixia haver tingut unarelació amorosa i sexual amb Gould. A par-tir d’aquí, el periodista, va començar ainvestigar les altres amants de Gould. Elresultat és un llibre que promet revelar lavida secreta d’un geni, però en realitatúnicament resumeix superficialment lesopinions de les dones que van tenir rela-cions sentimentals amb ell. La conclusió ésque Gould ni va ser asexual ni homosexual,sinó un heterosexual bastant corrent que

sempre va intentar mantenir en privat laseva vida personal (i, naturalment, és legí-tim pensar que hauria de continuar així).

Fins i tot llibres lleugerament mancatsde profunditat com aquest, contribueixena solidificar el llegat d’un artista comGlenn Gould. Tota aquesta xafarderia, sensdubte, ajuda a generar interès entre elsaficionats i a atiar la flama de la sevaherència artística. Actualment hi ha unavintena de llibres i altres tants documen-

tals sobre Gould. En general, tots són moltpositius i alguns fins i tot agafen un cert tohagiogràfic. Únicament el llibre GlennGould at Work: Creative Lying d’AndrewKazdin sembra algunes ombres en la bri-llant carrera del pianista. Kazdin va serl’enginyer de so de Gould i la seva narraciórevela les mesquineses i manipulacions deGould. Per exemple, Gould va calcular laseva retirada oficial dels concerts en viuper treure’n guanys pecuniaris i vendremés enregistraments, no just com a unapostura d’integritat artística.

La bogeria per totes les coses relaciona-des amb Gould continua i continuarà. Unadement americana s’ha tatuat el seu nom auna part privada i fa poc un llarg assaigpublicat a la revista Modern Dog exposa laimportància de la raça canina pel pianista.Ja amb un poc més de seny (però no gaire)hi ha una escola de pianistes que ha codifi-cat la tècnica d’Alberto Guerrero, pianistaxilè que va ser l’únic mestre de Gould.Aquesta tècnica consisteix en torturar elsdits a base de tota mena de movimentsantinaturals. No m’estranyaria queGuerrero i Gould la rebutjassin, però men-trestant n’hi ha que s’hi guanyen les casta-nyes. Així, a poc a poc, tots els racons de laseva vida i obra se van explorant excepteun: el misteri del seu art és encara elusiu ala crítica més pertinaç i, com és d’esperar,ni aquest ni cap altre llibre revela el verta-der secret del geni de Glenn Gould.

Michael Clarkson:The Secret Life of Glenn Gould: A

Genius in LoveECW Press, 17’99 €

Genius Within: The Inner Life of GlennGould

Michèle Hozer / Peter Raymont, dirs.DVD, White Pine Pictures

[no distribuït encara]

EL PIANISTA GLENN GOULD

Els secrets d’un geniANTONI PIZÀ

MÚSICA

GOULD VA CALCULAR LA SEVARETIRADA OFICIAL DELS CONCERTSEN VIU PER TREURE’N GUANYS IVENDRE MÉS ENREGISTRAMENTS

ÀLBUM MALLORCA. Si fos ric, o lladre, o estalviador otengués un bon grapat d’euros, fa uns dies m’hauriacomprat a ca un llibreter de vell un llibre de cobertesdures gastades, molt gros, antic, sense el títol imprès, niels autors, ni la data d’impressió, titulat senzillament alllum per la mà d’un enquadernador: Àlbum Mallorca.Quan el vaig obrir els meus ulls quedaren meravellats.Allò era, ni més ni menys, una col·lecció de fotos demida foli, fetes a principi del segle XX per un paisatgis-ta anònim, en què apareixien com en una llanterna màgi-ca barris, places, passejos, jardins, casals, edificis sin-gulars de Palma i encontorns (les imatges de la costa i elport, la Riba, el Jonquet i els molins, grans cases d’es-tiueig sur-mer, el Terreno amb els grans hotels —Mediterráneo, Reina Victoria, Rigel—, Portopí, les entra-des al bosc de Bellver i el castell, etc.), i també delsprincipals pobles de l’illa, amb una secció ben singularde llocs significatius per la seva bellesa paisatgística icultural (Lluc, Cala de Sant Vicenç, Miramar, laForadada, Formentor, etc.). Girava amb molta de curaplana rere plana perquè, a més del tresor que aquellaobra representava, hi havia davant cada foto un paperde ceba que la recobria amb la impressió del nom dellloc i una breu descripció de les seves característiques.Uf! Quin gust i quina penada vaig passar. Gust perquèapareixien davant els meus ulls astorats tot un conjuntde llocs que estim amb tota l’ànima, i pena perquè lamajoria d’aquests indrets, amb excepcions importants,també cal dir-ho, havien desaparegut o s’havien trans-format en trasts encimentats pel mal gust, la depreda-ció, la corrupció del medi, del paisatge i de massa gentque ha venut el seu patrimoni perquè els insensiblesfacin negoci. Allò contra el que lluitam una gran part dela societat. Per salvar allò que encara queda. I la feina-da que ens duu. Avui mateix, sense anar més enfora, heescoltat per la ràdio que encara no s’ha aprovat la lleidel sòl, i que encara hi ha partits i persones malanats, sí,mal nats i ignorants i usurers, adoradors del vedell d’or,que volen fer més camps de golf i carregar-se el quequeda de les zones humides. Sembla mentida que l’any2010 encara no se n’hagin temut del valor cultural itambé, tan bé, econòmic de tenir una serra deTramuntana sense urbanitzacions a balquena o una

Foradada on no s’ha construït un hotel de mil estrelles aSon Marroig (basta veure el desastre de l’edifici d’apar-taments que es va fer a la posada de Ca Madò Pilla, quel’ecologista avant la lettre de l’Arxiduc havia salvat), ouna platja del Trenc o una Dragonera i un arxipèlag deCabrera! Vaig mirar aquelles fotos amb els ulls que m’es-pirejaven i vaig pensar en la meva padrina del Terreno,Joana Payeras, que era una combinació de Búger i Ciutati, sobretot, també una ecologista avant la lettre. Desdels deu anys ella i jo passejàvem plegats per barris dePalma i per pobles de Mallorca. I ens dedicàvem a unaobservació sensibilitzadora i dura. Ella em contava elsllocs de la seva joventut que s’havien fet malbé i tambéany rere any comprovàvem i donàvem testimoni dels queperdíem a poc a poc a cops de construccions salvatges idestruccions bàrbares (un xalet modernista del Terrenoesbucat, els camps de tennis de Son Armadans convertitsen cases, les grans cases d’estiueig racionalistes, od’“estil mallorquí” tomades i convertides en hotels, laQuarentena desapareguda, etc). I ploràvem plegatsaquelles malifetes.

Ara, aquests dies, he pensat molt en ella. Cada anyvaig a nedar just devora el casal de Son Grauet, de l’an-tiga i civilitzada urbanització de Son Verí, a dues passesd’aquest monstruós Arenal. La marina llucmajoreraencerclada d’urbanitzacions de tota mena encara hapogut conservar en certs indrets una costa que recordala de la meva infantesa. Un dels paratges que trobavabellíssims i sempre m’havien fet somniar era “la Banyerade la Senyora”: una cova natural dels penya-segats enquè una senyora avançada i moderna dels anys vint vafer fer només amb una paret de maresos una senzillacambra amb una porta de sortida al mar, a una petitaentrada de la costa amb roques i fons d’arena. Amb eltemps els maresos havien agafat els tons foscos de laroca, i aquell indret amb la seva senzillesa era un BIC, unespai històric, cultural i paisatgístic damunt la costa quem’alegrava la vista. Allà dedins hi havia pescadors que hideixaven els ormetjos i enamorats que es tocaven, erauna coveta oberta ran de mar i el vestigi d’una damaavançada. Fa uns dies, quan hi vaig anar, cop en sec vaigveure la catàstrofe. Uns bàrbars, no sé d’on, tant se val,s’havien carregat aquelles fosques i senzilles paretsmareses, havien esbucat “la Banyera de la Senyora”.L’aigua del mar i les llàgrimes no es distingeixen.

PLAGUETA DE NOTES (CCCLXXIII)

B e l l v e r Jueves, 15 de julio de 2010Diario de Mallorca8

NADAL SUAU

■ 1. Los muchos años que veraneamos en elpuerto de Pollença, habitábamos la plantabaja de una finca pequeña en primera línea.Al mediodía, un heladero montado enVespino anunciaba a gritos: “¡helado, ice-cream!”; al derretirse la bola, el chocolatese deslizaba por el cucurucho, por mimano… Yo pensaba, viendo ese reguero: “alfin una herida de guerra”. Recuerdo quesubir al pueblo en bicicleta me emocionaba,y quería ser Rominger porque entendía elvalor de la derrota. Recuerdo a una inglesi-ta, de noche, repitiendo insistentemente:“too much Malibu”. Así creía avanzar haciala edad adulta.

■ 2. He soñado con ese apartamento: en elpatio delantero hay montada una granmesa, y estamos comiendo en familia, aun-que nunca hicimos una sola comida en esepatio. Celebramos algo relacionado con mipadre, aunque desconozco qué. En unmomento dado, entro en el comedor.

Descubro que al fondo se encuentran lasescaleras que, en la casa de mis abuelospaternos, en Llucmajor, daba acceso a lasegunda planta. Una segunda planta desha-bitada, cargada de objetos y muebles extra-ños cubiertos con sábanas, que carecía deluz y rebosaba polvo. Una buhardilla derelato gótico, en fin, al menos a ojos de unniño.

■ Subo. Aunque el espacio de arriba es des-nudo y limpio (dominan la luz, la amplitud),sin un mueble, en todo momento lo identi-fico con esa segunda planta de Llucmajor.Extrañamente, mi amigo Alberto está allí,insistiendo en que conoce un escondite per-fecto. No recuerdo nada más.

■ 3. Lo que sí recuerdo es que, cuandoveraneaba en “u Moll”, teníamos por cos-tumbre coger la bicicleta y acercarnos aAlcúdia. Allí emergía, pletórico, uno de losepicentros de mi vida entonces: la bibliote-ca de Can Torró. Al parecer, ya tiene veinteaños. ¡Enhorabuena, Fundación

Bertelsmann! Hace años que no la piso, peropuedo decir esto: que soy lector, en parte,porque ese lugar existió. Allí leí a ConanDoyle o Stevenson en una magnífica colec-

ción del sello Laertes. Allí leí SostienePereira, que corrió de mano en mano entrelos amigos del verano. Y si pienso en esasestancias, esto es lo que viene a mi mente:luz. Años más tarde, matriculado enBarcelona de Biblioteconomía (¡hace faltavalor!), redacté un trabajo sobre Can Torró.Mi profesora confesó que había escogido unade las mejores bibliotecas del país.

■ 4. Este verano también será de lecturas.En esta vida hay cambios, buscados o no; nopermitamos, sin embargo, que cambie loimportante: buscaré un lugar donde rebuz-ne un asno, buscaré a la gente que quiero,beberé shandys. Leeré mucho. Algunos títu-los que irán en mi mochila: Inherent vice,de Thomas Pynchon; Temor y temblor, deKierkegaard (otra vez); Point omega, deDon DeLillo; Verano, de Albert Camus (otravez).

■ 5. Plenitud en verano, eso les deseo. Yque no se tomen muy en serio las fallasque la vida produce. Volveremos a vernos.

PASEO DE RONDA

A cada bugada perdem mil i un llençols!

Verano, Can Torró, plenitud

L’ARXIDUC LLUÍS SALVADOR, ECOLOGISTA ‘AVANT LA LETTRE’

ALBERT CAMUS

BIEL MESQUIDA

SEMBLA MENTIDA QUE ENCARA NO S’HAGINTEMUT DEL VALOR DE TENIR UNA SERRA DETRAMUNTANA SENSE URBANITZACIONS