Conferencia, Borja Baselga, "La financiación de la cultura: Un modelo híbrido"

BB – Univ Navarra 2012-07-25

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Universidad Pública de Navarra (UPNA)

Curso de Verano:

Innovación e Investigación en la cultura contemporánea

25 – Julio – 2012

Borja Baselga – Director Fundación Banco Santander

“La financiación de la cultura: un modelo híbrido”

Draft: 24-Julio-12

Buenos días a todos.

Quiero empezar mi intervención dando las gracias

- A la Universidad Pública de Navarra por haberme invitado y por haber

planteado un tema tan sugerente como el de la Innovación en la Cultura.

- A Ana Aliende, Directora de este Curso de Verano,

- A Julián Garrido, Presidente de la Fundación Henri Lenaerts,

- A Rafael Carazo, Consejero Técnico del Ministerio de Educación,

Cultura y Deporte, con quien es un honor compartir atril,

- Y a todos Vds por acompañarnos esta mañana.

Mi intervención se centrará en las nuevas formas de financiación de la cultura

y, concretamente, hablaré de un nuevo modelo híbrido de financiación.

Para ello, voy a dividir mi conferencia en dos partes:

1. La financiación de la cultura hasta hoy, y las

2.- Nuevas formas de financiación de la cultura.

Me gustaría comenzar citando al Secretario de Estado de cultura, Jose María

Lasalle.


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En una de las primeras entrevistas que le hicieron como Secretario de Estado

le preguntaron por las prioridades en cultura y su respuesta fue muy clara:

“Queremos que el mecenazgo sea un complemento a la aportación pública del

Estado a la cultura”.

A ese modelo complementario, entre lo público y lo privado, es a lo que me voy

a referir este mañana.

1. La financiación de la cultura hasta hoy

Empezaré por referirme a lo que ha sido la financiación de la cultura hasta

hoy.

Y, para ello, voy a hablar de 3 actores muy relevantes:

1.1.- Las Cajas de Ahorro

1.2.- Las Administraciones Públicas y

1.3.- Las Fundaciones privadas


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1.1. Comienzo, por tanto, hablando de las Cajas de ahorro

Las Cajas de Ahorro han sido grandes mecenas durante los últimos 30 años.

Como posiblemente sepan ustedes, a diferencia de los Bancos, las Cajas de

Ahorro tienen (o tenían) la obligación de destinar parte de sus beneficios a

Obra Social.

Para centrar un poco el tema, voy a darles algunos datos.

Un informe encargado en 2008 por la Fundación de las Cajas de Ahorros

sostiene que el presupuesto de la obra social de las cajas de ahorros y de sus

fundaciones supone el 42,13% de todo el gasto de las fundaciones privadas al

servicio de las familias.

En ese año, la obra social y las fundaciones de las Cajas mantenían una

posición de liderazgo con respecto al conjunto de las fundaciones privadas en

el gasto realizado:

- en servicios sociales (q suponía el 52% del gasto total)

- en Medio Ambiente (el 85%) y

- en Cultura, Deporte y Ocio (el 71%)

Sin embargo, a partir del 2008 esto empieza a cambiar.

En 2010, las Cajas de Ahorros todavía destinaron a Obra Social un total de

1.462 MM de Euros, aunque esta cifra era ya un 17,7% menor que la del año

anterior.

Y, aunque no toda la Obra Social se destina a cultura, es innegable la

importancia que la aportación de las Cajas de Ahorros tenía en este sector.

De esa enorme partida, en 2010, las Cajas destinaron a

- “Actuaciones culturales y de tiempo libre” 451 MM y a

- “Educación e Investigación” 235 MM de euros.


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Permítanme que, antes de seguir, les lea una noticia aparecida en la primera

página del diario El País del pasado día 11 de mayo:

“La obra social paga los platos rotos”.

La noticia ofrecía, además, el siguiente subtítulo:

“Siete cajas se quedan sin recursos para sus reputadas actividades

asistenciales”.

Se refería, por supuesto, a las 7 cajas englobadas en el grupo de Bankia.

A comienzos de julio asistimos a la desaparición de la Caja de Ahorros del

Mediterráneo, lo que afectará a instituciones como:

- La Casa Museo Modernista de Novelda

- La Casa Museo de Azorín en Monóvar

- El Centro de Arte de Alcoi (inaugurado en 2010) o

- El MARQ, Museo Arqueológico provincial de Alicante.

Por su parte, la colección de la CAM, compuesta por 215 obras de arte, fue

cedida al Museo de Arte Contemporáneo de Alicante en diciembre de 2011,

unos días antes de su absorción por el Banco Sabadell, lo que buscaba

garantizar la permanencia en Alicante de una colección que cuenta con obras

de artistas tan relevantes como Miquel Barceló, Tàpies, Eduardo Arroyo,

Eusebio Sempere, Cristina Iglesias, Juan Muñoz o Luis Gordillo, entre otros.

Ese es un ejemplo, pero tenemos otros muchos. En los próximos meses

veremos qué sucede con Fundación Caja Madrid, de la que dependen

instituciones como La casa Encendida o proyectos de conservación del

Patrimonio tan necesarios como la restauración de la fachada de la Catedral

de Pamplona, que lleva 4 años de trabajos recibiendo una importante

aportación de la Caja.


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Esta misma semana, el Museo Thyssen ha pedido que el Estado asuma el

déficit generado por la pérdida del patrocinio de Caja Madrid. Hasta ahora, el

Thyssen tenía un sistema presupuestario dividido en 3 partes:

Un 40% procedía de patrocinios (de los que 1 MM de euros procedía de

Caja Madrid)

Otro 40% procedía de ingresos del propio Museo (entradas, ventas en la

tienda, eventos y recursos de la institución), y

Un 20% del Estado.

El Director Gerente, Evelio Acevedo, ya está buscando patrocinadores fuera de

España ya que considera que será más probable encontrarlos allí que en

nuestro país.

Una vez hecha esta introducción sobre las Cajas de Ahorros…

1.2. Me quiero referir ahora a la Administración Pública como mecenas

El británico Henry Kamen dijo que “la ruina de España fue creer que todo se

podía conseguir gastando”.

Se refería este ilustre hispanista a la España del s. XVII y del Conde Duque de

Olivares, pero suena muy cercano, ¿no les parece?

Me gustaría compartir con Vds. algunos ejemplos ilustrativos:

En los 7 años que van de 1989 a 1995 en España se crearon 6 nuevos

museos o centros dedicados al arte contemporáneo, con una importante

inversión presupuestaria que, en la mayoría de los casos, fue ampliamente

superada por la realidad:

- En 1989 abre sus puertas el Centro Atlántico de Arte Moderno en Las

Palmas de Gran Canaria

- En 1990, se inaugura el MNCARS

- En el 93 se crea el Centro Galego de Arte Contemporáneo


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- En 1995 empieza su andadura el MACBA de Barcelona

- También en el 95, se inaugura el Museo Extremeño e Iberoamericano de

Arte Contemporáneo (MEIAC) en Badajoz

- En 1997, abre el Guggenheim de Bilbao, posiblemente el modelo a

imitar por casi todas las CC.AA.

Pero este ritmo continuó en los años siguientes:

- En 1998 abre el primer edificio Ciudad de las Artes y las Ciencias de

Valencia

- En el 97 se crea en Sevilla el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo

- En 2002 el Museo Patio Herreriano de Arte Contemporáneo de

Valladolid

- En 2002 Artium, Centro Museo Vasco de Arte Contemporáneo

- En 2003 el Centro de Arte Contemporáneo de Málaga

- En 2005 el Musac de León

- En 2007 LaBoral Centro de Arte y Creación Industrial en Gijón

- En 2007 comienzan las actividades de Tabakalera – Centro

Internacional de Cultura Contemporánea de San Sebastián

- En 2007 el Centro de Arte Contemporáneo de Huarte

- En 2009 La Conservera – Ceutí (Murcia)

Y, así, podríamos seguir hasta el Centro Neimeyer, en Avilés, inaugurado en

2011 con el objetivo de ser “una puerta abierta a todas las artes y

manifestaciones”.

Como verán, no hay provincia ni Autonomía que se quede fuera de esta marea.

Es curioso el proceso de formación de los Museos. Históricamente, la

monarquía o los coleccionistas privados compraban obras y, con el tiempo, en

algunos casos, se acababa por crear un Museo.

Hoy, el proceso parece haberse invertido. Primero se crea el Museo y, luego,

se buscan las obras de los artistas.

Pero todos estos Museos de arte contemporáneo a los que me he referido

deben llenarse, no sólo de arte, sino de personal (directores, conservadores,


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restauradores, coordinadores, personal de mantenimiento, de comunicación…)

y de programas culturales, educativos y de exposiciones…

Afirman que cuando el escritor catalán Josep Pla llegó a Nueva York y vio la

ciudad de los rascacielos en la noche, luminosa y encendida, preguntó

socarrón: “¿y esto, quién lo paga?”

Algo parecido podemos pensar al ver algunos de los impresionantes edificios

que albergan los museos que he citado. Sobre sus presupuestos no me voy a

detener, pero las cifras son de escalofrío.

He querido centrar mi intervención en el arte contemporáneo, no solo por su

importancia en el panorama cultural internacional, sino también por su

vinculación con la FBS que, todos los años lleva a su sede de Boadilla del

Monte, en Madrid, una colección privada de arte contemporáneo.

Cuando vemos este panorama y pensamos en la situación que nos ha tocado

vivir, enfrentándonos a una importante crisis económica, nos viene a la cabeza

un concepto de máxima actualidad: la burbuja. Porque, también aquí, estarán

Vds de acuerdo, hay una cierta burbuja cultural.

Y, respondiendo a la pregunta de Josep Pla, ya sabemos quien no lo va a

pagar: seguramente no lo van a pagar las cajas de ahorros y, posiblemente,

tampoco las administraciones públicas. ¿Nos queda alguien?

Mas adelante contestaré a esta pregunta, aunque les anticipo que,

posiblemente, sí que nos quede alguien: la sociedad civil.

Es el momento de que los ciudadanos decidan qué es lo que les interesa.

Hasta ahora, las Administraciones Públicas decidían por nosotros, nos lo

ofrecían todo y nos limitábamos a ir a unos sitios y no a otros. Pues bien, ha

llegado el momento de que nuestros intereses se conviertan en realidades

palpables.


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Y especialmente ahora que los impuestos van a ser más altos. Como saben,

el Gobierno acaba de anunciar hace unos días una medida encaminada a

aumentar la recaudación: la subida del IVA que grabará algunas actividades

culturales con un tipo que sube del 8% al 21%, p.e. para compras de entradas

de cine, de teatro o museos privados, entre otras cosas.

Otros países de nuestro entorno

Cuando hablamos de este tipo de asuntos, es inevitable ponernos en contexto

de manera que nuestro análisis tenga un mayor número de referencias. Por

eso, me parece interesante tratar de responder a una pregunta, o a más de

una.

¿Qué pasa en otros países? ¿Cuántos museos de arte contemporáneo hay en

Alemania o en Francia? ¿Y en EEUU?

Voy a hacer algunas comparaciones numéricas, pero quiero que tomen los

datos que voy a ofrecer únicamente como referencias ya que algunos expertos

contabilizan únicamente museos y otros añaden también los centros de arte.

En Francia, que cuenta con un importante Ministerio de Cultura, hay 50 centros

de arte en todo el país y 23 Fondos Regionales de Arte Contemporáneo.

En Alemania la política cultural está organizada sobre la base de 16 regiones

que tienen autonomía cultural y que cuentan con presupuesto. Además, tienen

un Ministro de Cultura. Con una población que casi dobla la nuestra (81 MM de

hab.), en Alemania hay 38 centros de arte contemporáneo. Pero, lo más

interesante es que han logrado ser líderes de opinión: este país es la sede de

Documenta, una exposición que, cada 5 años, se celebra en Kassel y que

apunta hacia dónde va el arte contemporáneo en los años siguientes.

Por su parte, EE.UU. no tiene un Ministerio de Cultura ya que el apoyo a la

cultura suscita entre los americanos muchas preguntas sobre el adecuado

papel del gobierno en cualquier ámbito de la vida privada.


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EE. UU. cuenta con el Fondo Nacional para las Artes (The Nacional

Endowment for the Arts), establecido por el Congreso en 1965 como una

agencia independiente del Gobierno federal. Hasta la fecha ha concedido 4

billones de dólares para apoyar la excelencia en el arte, acercar el arte a los

americanos y proporcionar liderazgo en la educación en arte. Extiende su

trabajo a través de asociaciones con agencias estatales de arte, líderes locales,

otras agencias federales y con el sector filantrópico.

Es verdad que en ese país cuentan con leyes fiscales generosas con sus

contribuyentes, que fomentan que las fundaciones y los ciudadanos

particulares apoyen la cultura.

Pero, también, hay una tradición cultural de mecenazgo de la que nosotros

carecemos.

En España, hasta ahora, se daba por hecho que los particulares no tenemos

que pagar nada. Y eso, lamentándolo mucho, no nos lo podemos permitir más.

La cultura de la subvención, al menos para todo y para y para todos, se ha

terminado.


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1.3. Después de hablar de las Cajas y de la Administración Pública, voy a

hablarles de las Fundaciones privadas:

Porque hay otro grupo de mecenas que siempre está en la mente de todos: las

Fundaciones privadas.

Sí, esas entidades que, cada vez más, responden bien a la descripción de

Dwight Mac Donald:

“A foundation is a large amount of Money

completely surrounded by people who want some”.

(Una Fundación es una gran cantidad de dinero,

completamente rodeada de personas que quieren una parte).

Y, desde luego hoy, el “completamente rodeado” es una gran verdad.

España es el país de las fundaciones. Tenemos alrededor de 13.000

fundaciones, lo que nos sitúa por detrás de Alemania, que tiene 18.000, pero

por encima de Inglaterra (8.400), Italia (4.000) o Francia (2.200), país en el

que, en general, hace falta una dotación inicial de 150.000 euros y pasar un

examen anual para verificar que las actividades se cumplen conforme al plan

fundacional. Si bien es verdad que allí hay 7 tipos diferentes de fundaciones y,

en cambio, no tienen una ley de mecenzago.

En España, para que tengamos un elemento de comparación, es suficiente con

aportar 3.000 euros.

Las Fundaciones hemos desarrollado un papel clave en el mecenazgo y

organización de actividades culturales, así como de apoyo a otras instituciones

a lo largo de estos años, a pesar de las importantes limitaciones y carencias

que nos vienen dadas por la Ley 49/2002, como el tema del IVA, ya que no se

nos permite deducir este impuesto.


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Somos conscientes de la oportunidad que se presenta en este momento en el

que las miradas se vuelven al ámbito privado y esperamos que la nueva Ley

de Mecenazgo y Participación social sea un aliciente.

Es bueno recordar a la comisión interdisciplinar creada al respecto, y también a

los responsables del Ministerio de Hacienda, que la labor de las Fundaciones

ha tenido siempre una repercusión muy positiva:

- en el Producto Interior Bruto (por su generación de empleo, directo e

indirecto)

- en el ahorro de costes (por los servicios prestados) y

- en las arcas públicas (por la imposibilidad de deducir el IVA soportado).

Pero, dado como están los tiempos, nos preocupa más cómo conseguir que

todos los agentes implicados (Administración, Fundaciones, Empresas y

ciudadanos) podamos seguir financiando y apoyando la cultura. Esto es lo que

voy a abordar en la 2ª parte de mi intervención, centrada en

2. Las nuevas formas de financiación de la cultura

Para eso, me voy a detener en 6 puntos:

2.1.- Nuestra sociedad y su participación en la financiación de la cultura

2.2.- El el crowdfounding o financiación colectiva

2.3.- El reconocimiento social del mecenas y el naming

2.4.- La movilización de fondos con objetivos concretos

2.5.- El modelo híbrido de financiación y,

2.6.- Por último, haré unas referencias a la nueva Ley de Mecenazgo


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2.1.- Nuestra sociedad y su participación en la financiación de la cultura

Antes de adentrarme en las nuevas fórmulas de financiación de la cultura, creo

que es relevante hablar de nuestra sociedad y de cómo financia la cultura.

Yo preguntaba hace un rato si hay alguien más ahí, para echar el resto. La

respuesta es sí. Quedamos las Fundaciones, las Empresas privadas y los

Particulares. En definitiva, lo que se ha dado en llamar la sociedad civil.

Y ¿cómo es esa sociedad en España, en relación con el mecenazgo? Voy a

mencionar algunas de sus características:

- Tenemos escasa tradición en el mecenazgo y en las donaciones

privadas

- Desconocemos la figura del mecenas y no entendemos las razones por

las que colabora con la sociedad

- Existe un alto nivel de opacidad que genera inseguridad. “Pero, estos

¿Qué hacen?” Se sigue preguntando la gente.

- Faltan códigos de buen gobierno en Fundaciones y otras entidades no

lucrativas.

En general, la rendición de cuentas y la transparencia siguen siendo un

asunto pendiente. Por eso, nos parecen atractivas iniciativas como la de

la Fundación Lealtad que, si bien está centrada en las ONGs, nos

ofrece nuevas vías para ampliar nuestra confianza en el 3er sector.

A la vista de esta situación, nos parece especialmente necesario:

- Impulsar una pedagogía centrada en divulgar las múltiples caras del

mecenazgo y sus protagonistas, desde el mecenas corporativo hasta la

persona física

- Como la filantropía está basada en el vínculo emocional, hay que

explorar vías para promover esos vínculos


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- Además, la sociedad debe tener acceso a propuestas más variadas de

colaboración estimulando el servicio a la comunidad.

- Debemos fomentar la transparencia y, en esto, juega un papel

importante la Administración, como comentaré más adelante al referirme

a los diferentes registros de fundaciones y

- Debemos promover la creación de códigos éticos

2.2.- El Crowdfunding

Si antes hablábamos de mayor implicación social y ciudadana en el

mecenazgo, ¿Por qué no empezar con el crowdfunding como nueva forma de

mecenazgo?

¡Imagínense! ¿Qué les parecería pagar 1.000 euros por una cena? Bueno, no

solo por una cena. En EE.UU. son muy habituales las galas en las que los

Museos reúnen a los mecenas de su ciudad para pedirles dinero. Pagar 1.000

euros por cubierto es aceptable y puede suponer una buena inyección de

ingresos para el Museo, aunque en la inmensa mayoría de los casos serán las

empresas quienes paguen estas sumas.

Esta fórmula en España no ha podido desarrollarse debido a la dependencia

estatal de los museos a nivel presupuestario, ya que el dinero recaudado en

esa cena iría a Hacienda y no se garantiza el retorno al Museo.

Para ello, es muy importante dotar a los museos de nuevas figuras jurídicas,

como de las que ahora gozan el Museo del Prado o el Museo Reina Sofía, de

manera que puedan disponer directamente de los fondos generados.

También considero necesario poner en valor la importantísima labor de las

Asociaciones de Amigos de los museos que colaboran como mecenas

buscando la aportación de particulares y de instituciones.


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Y estas asociaciones me llevan a hablar de un fenómeno que se está

desarrollando con fuerza y que es el crowdfunding o financiación colectiva. Es

una experiencia reciente en España y de la que todavía no hay muchos datos.

Pero es interesante ya que es una respuesta a una necesidad económica y a

un cambio de modelo de producción y consumo cultural.

En este nuevo modelo, el hasta ahora espectador pasivo, es quien confiere

valor a la propuesta cultural, quien decide qué proyectos desea apoyar para

que salgan adelante.

Es un modelo en el que la ciudadanía reclama su protagonismo, igual que

ocurre en las redes sociales y en las nuevas formas de comunicación, donde

aumenta la capacidad de decisión del usuario.

Supone, en definitiva, una forma de democratización del mecenazgo: el

espectador, que ha pasado a ser usuario, ahora también puede ser mecenas y

tiene en sus manos la responsabilidad de apoyar la producción cultural de su

tiempo y de su comunidad.

A este respecto sugiere Amadeo Petitbó, Director de la Fundación Rafael del

Pino, que en la próxima ley de Mecenazgo se permita la deducción del 100%

de la cuota del IRPF, para los donativos de hasta 300 eur. Otros proponen que

se aplique a los 150 primeros euros.

Esto contribuiría a estimular la participación de los ciudadanos en la

financiación de actividades de interés general y al fortalecimiento de la

sociedad civil.

Para lograr este tipo de colaboraciones necesitamos también contar con la

ayuda de las instituciones receptoras de fondos, que nos lo tienen que poner

muy fácil. Y, hoy en día, ese paso se logra con las donaciones on-line.


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Si analizamos las páginas de inicio de los tres museos más importantes de

Madrid, veremos el largo recorrido que nos queda en este sentido en

comparación, p.e., con la web del MoMA:

- En el Museo del Prado, el HAZTE AMIGO aparece en la columna de la

derecha en último lugar

- En el MNCARS no aparece nada, ninguna opción para apoyar o

colaborar con el museo

- En el Thyssen, en la columna de la izquierda y en 9º lugar

- Por su parte, en el MoMA, el Gift membership aparece en el centro de la

página y destacado, y el Donate on line, está cambiando de slogan

continuamente pero con el mismo objetivo, conseguir la implicación del

ciudadano en el museo.

Ahora que en los EEUU están en plena carrera hacia la Casa Blanca, les

recuerdo que la campaña de Obama para su nominación por el partido

Demócrata, hace 5 años, supuso uno de los primeros ejemplos de la

importancia de los donativos on-line de particulares para lograr una gran

contribución.


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Hemos hablado de extender el mecenazgo, de democratizarlo, tanto el micro

como el de los grandes mecenas. Pero, si queremos lograrlo, debemos

reconocerle carta de dignidad. Les voy a hablar ahora del …

2.3.- Reconocimiento social del mecenas y del naming

Hace unos meses visité el Museo del Prado, sin duda un lujo que no debemos

desaprovechar quienes vivimos en Madrid o quienes nos visitan

ocasionalmente.

Un buen amigo, experto en arte, me enseñaba algunas de sus obras preferidas

y me pidió que nos detuviéramos en la Sala XXIX. Allí, en la salida de

emergencia, en una columna imposible de ver si no había un incendio en el

Museo, se había puesto un cartel que decía “Esta sala se restauró con el

patrocinio del BBVA”.

Otro ejemplo: con ocasión de la exposición sobre Velázquez de comienzos de

los 90, la Fundación Banco Santander regaló al Museo del Prado, con los

beneficios obtenidos por la venta del Catálogo (y en colaboración con el legado

Villaescusa), un magnífico bodegón de Sánchez Cotán. Tampoco es un tema

que se conozca por parte del público.

¡Qué enorme diferencia con cualquier gran museo americano! Cuando uno

visita el MoMA no puede dejar de asombrarse de la naturalidad con la que

hablan de las salas.

En el folleto de mano, no falta la cita de los patrocinadores de cada área:

- audio guías gratuitas por cortesía de Bloomberg o

- los Family Programs gracias a Ford.

Los tres auditorios tienen su nombre y los dos grandes edificios, también: uno

se llama David y Peggy Rockefeller y, el más reciente, Lewis y Dorothy Cullam.


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Hasta el jardín tiene un nombre propio: The Abby Aldrich Rockefeller Sculpture

Garden.

Esta práctica cada vez tiene más importancia, sobre todo en música y artes

escénicas, se llama Naming y consiste en dar el nombre del patrocinador al

evento o al teatro: El Festival de Jazz de San Sebastián se llama ahora

Heineken Jazzaldía o el Teatro Calderón de Madrid se llama ahora Teatro

Caser Calderón.

En otro orden de cosas, es posible que algunos de Vds hayan visto que en

Madrid se ha desatado el debate sobre el naming de las estaciones de metro.

Me consta que en el proyecto de la nueva Ley de Mecenazgo y Participación

social se está trabajando en el reconocimiento social del mecenazgo. Y

esperamos que esa visibilidad sea más efectiva a través de la creación del

Consejo Estatal del Mecenazgo, que incluirá el sector público y el privado.

Otra pregunta,

¿Qué les parecería pagar 60 MM de euros por un Picasso? Y, si el

comprador lo donase al Museo de su ciudad, ¿les parecería mejor?

Es una propuesta que en Estados Unidos se lleva haciendo desde hace

tiempo. De hecho, influye en la venta de la obra, ya que los galeristas son más

favorables a una venta cuando intuyen que el destino final de una pieza es un

museo.

¿Pero dónde está el dinero hoy para realizar este tipo de acciones

filantrópicas?

O, en lugar de preguntar dónde está el dinero, tal vez la pregunta debería ser

¿Cómo conseguir este dinero para realizar actividades?


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Les hablaré ahora de:

2.4. La movilización de fondos con objetivos concretos

Por ejemplo, el Museo del Louvre, con 8,8 millones de visitas en 2011 y un

presupuesto de 230 millones en ese año, no baja la guardia y continúa su

cruzada para recaudar más fondos.

Sus recursos propios, es decir, los ingresos generados por la propia institución,

son ahora más importantes debido a la caída de las subvenciones públicas.

Pues bien, en el mes de junio, el vicepresidente de los amigos del Museo del

Louvre, organizó una gala benéfica (entre las esculturas del museo) y una

fiesta (bajo la pirámide), con un concierto privado de Janet Jackson. Recaudó

700.000 euros con el objetivo de restaurar las galerías de artes decorativas del

siglo XVIII.

El sistema tributario francés permite además la deducción de impuestos de

un 60% de los gastos de mecenazgo artístico y hasta el 90% por la compra de

una obra de arte clasificada como “Tesoro Nacional”.

Un buen ejemplo es la compra de “Las tres gracias” de Lucas Cranach. Los

propietarios pedían 4,19 millones. El Louvre, tras movilizar a mecenas y

empresas consiguió, 3 millones. Para conseguir el millón que faltaba, el Louvre

consiguió movilizar a más de 5.000 donantes particulares para comprar esta

obra. La inmensa mayoría de los donantes han aportado de 100 a 1.500 euros.

Una cuarta parte, únicamente 50 euros. El cuadro se expuso en el Louvre

durante un mes junto con una larga relación de todos los nombres de los

donantes. Sin duda, es una imaginativa forma de reconocer la labor del

mecenas.

En Inglaterra también hay iniciativas de este estilo para salvar obras de arte de

la salida del país. Así, en este momento se está llevando a cabo una iniciativa

para recaudar fondos para que el “Retrato de la señorita Claus” de Edouard

Manet forme parte del Museo Ashmolean.


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La pintura había sido vendida a un comprador extranjero, pero el Ashmolean

tiene hasta el 7 de agosto de 2012, antes de la exportación, para comprar la

pieza por un precio de 7,83 millones de libras. Si alguien entra en su pág. web

lo primero que verá será un gran recuadro en el que se puede leer “Save Manet

for the Public. Give now”.

El Ashmolean es el museo más visitado del país fuera de Londres, con más de

un millón de personas por año.

En Inglaterra ya han salvado otros cuadros por este método de aportaciones

privadas como “La procesión al calvario” de Brueghel y dos Tizianos “Diana y

Acteón” y “Diana y Calisto”.

Recordemos, además, que este tipo de iniciativas logran atraer una fuerte

publicidad para la obra adquirida y la institución, que suele aprovechar para

hacer merchandising y que une al particular con el museo.

Y ¿Qué pasa en España?

Vamos con nuestro buque insignia, el Museo del Prado:

La captación de fondos en el Prado o fundraising, tiene tres alternativas, desde

60.000 euros, para los colaboradores, a los 2,5 MM para los benefactores. Con

este sistema, al que pocos de nosotros podremos acceder, el Prado ya

consigue el 50% de sus gastos por sus propios medios.

Con respecto a la movilización de fondos de particulares, como en el caso de

Francia o Inglaterra, para la adquisición de obras para entes públicos de

cultura, España cuenta con una legislación restrictiva, nada ágil para los casos

de posible pérdida de patrimonio cultural. No cuenta con una Ley de

mecenazgo que posibilite esta movilización de depósitos particulares.

Esperemos que se contemple en la nueva ley.


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Así, la compra del Brueghel “La fiesta de San Martín” para el Museo del

Prado, costó 7 MM de euros, de los cuales 2,6 fueron aportados por el Museo y

las arcas públicas sufragaron el resto.

Es una lástima que no se hubiera intentado una iniciativa, como las que los

museos anglosajones llevan a cabo, para evitar la salida a subasta en

Christie’s de Londres del cuadro de Goya “El bordador Juan López de

Robredo”.

En su momento, los reyes de España crearon las Colecciones Reales de las

que se nutren nuestros principales Museos. Pero, ¿Quién compra arte en

nuestros días? Me refiero, sobre todo, a obras de los grandes autores.

Estamos asistiendo al aumento de la importancia del papel del Coleccionista, a

quien también debería beneficiar la nueva ley. En Fundación Banco

Santander llevamos a cabo un interesante proyecto de mostrar colecciones de

arte contemporáneo en nuestra Sala de Arte Santander en Boadilla del Monte.

Este año hemos invitado a exponer a la Rubell Family collection.

En los años 60, el matrimonio Rubell inició la aventura de coleccionar. Hoy en

día son propietarios de más de 6.000 obras de arte y tienen previsto abrir una

sede en Washington.

Siendo estudiantes recorrían las galerías neoyorquinas, que por entonces

estaban empezando su andadura. También visitaban talleres de artistas y

empezaron a comprar obras destinando una pequeña parte de su presupuesto.

En los años 80, se mudaron a Miami, donde consiguieron más espacio para

albergar su colección. Los Rubell no ocultan el esfuerzo dedicado a la compra

de arte, pero tampoco la ayuda que recibieron al heredar la fortuna de Steve

Rubell (uno de los dueños de Studio 54). Son unos amantes del arte que

adoran visitar y conocer a los artistas en sus estudios. Les apoyan desde el

principio, siguen su carrera y adquieren obra a lo largo de su vida.


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Cuento esta historia porque, aunque no todos podríamos lograr una colección

de 6.000 piezas, es posible que muchos pudiéramos colaborar de otra forma al

desarrollo del arte.

En España tenemos también grandes coleccionistas como Juana de Aizpuru o

Helga de Alvear, que han donado obras al Centro Andaluz de Arte Moderno o

a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, respectivamente.

Pronto, aquí en Pamplona, se podrá disfrutar de otras dos colecciones en el

Museo de la Universidad de Navarra:

- la procedente de María Josefa Huarte y

- el fondo fotográfico de la universidad de Navarra, iniciado con el legado

de José Ortiz Echagüe.

En definitiva, todos debemos implicarnos en la financiación de la cultura,

empezando, entre otras cosas, por superar el pequeño trauma de tener que

pagar para entrar en un museo, una acción que mucho tiene que ver con…

2.5.- El modelo híbrido de financiación

El modelo híbrido de financiación no es algo nuevo. La cooperación entre

administración pública y sociedad civil se lleva a cabo desde hace mucho

tiempo, pero sí es necesario reformular este modelo. El mecenazgo es

complementario, no es sustitutivo de las administraciones públicas porque la

financiación privada no podrá sustituir a los sectores públicos, sobre todo

habiendo fallado también otros jugadores importantes como las Cajas de

Ahorros.

Así, lograremos desterrar titulares como el aparecido el pasado 9 de mayo en

El País en el que citaba a los mayores benefactores de Reino Unido bajo el

título: “¿Filántropos o evasores de impuestos?”


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Encabezaba la lista el pintor David Hockney, que donó 96,2 MM euros aunque

su fortuna personal es de 42 MM. Esto es posible porque una parte la donó a

través de cuadros, algunos de ellos a su propia fundación.

El necesario cambio cultural será lento y los resultados no serán inmediatos.

Una de las características de esta reformulación del modelo híbrido consiste en

concienciar del valor de los proyectos por medio de la transparencia.

Existe cierto tabú al hablar de dinero, de lo que cuestan las cosas. Pero es algo

que tenemos que plantearnos. Saber explicar nuestros gastos y generar

confianza en la gestión de los presupuestos.

También tenemos que abogar por la calidad de las propuestas y por la co-

responsabilidad de todas las instituciones que participan en el proyecto y, para

ello, es fundamental la implicación de las entidades donantes.

La FBS participa en numerosas iniciativas de financiación público – privada con

instituciones de relevancia:

P.e., con el MNCARS (Organismo autónomo dependiente del Ministerio de

Cultura): La FBS patrocina el programa educativo del Reina Sofía con

diferentes proyectos dirigidos a un público muy amplio, con un especial énfasis

en los jóvenes.

Otro ej. es Patrimonio Nacional, cuyo programa de exposiciones encaja en

nuestras líneas de actuación ya que tienen como objetivo dar a conocer

algunos de los personajes de la historia más olvidados.

¿Podría funcionar un modelo de acuerdo que implique a las Administraciones

Públicas, galerías de arte, Fundaciones, centros culturales, empresas, prensa e

instituciones internacionales, coordinado por una empresa de gestión? Cada

año en Madrid se pone en marcha una maquinaria que hace posible que esto

suceda para dar lugar al Festival de fotografía y artes visuales PHotoEspaña.

Este es el 3er ejemplo que quería poner. La FBS colabora todos los años en la

organización de una exposición en el Teatro Fernán Gómez Centro de Arte.


23

2.6. Por último, haré unas referencias a la nueva Ley de Mecenazgo

Es el momento de recordar algunas de las sugerencias que, desde el sector

fundacional se han planteado pensando en la nueva ley de Mecenazgo y

participación social.

Y, claro, cuando se trata de hablar con la Administración, casi todas nuestras

reclamaciones se centran en el sistema impositivo. Me refiero, p.e.:

- A elevar los porcentajes de deducción en la cuota del IRPF, del

impuesto de sociedades y del impuesto sobre la Renta de no residentes,

por las donaciones y aportaciones a entidades beneficiarias del

mecenazgo;

- A deducir, en la cuota del IRPF, el 100% de donativos que no superen

los 150 o los 300 euros, para estimular la participación ciudadana, y

apoyar así al micromecenas, que ya está funcionando en otros países.

- A adecuar la regulación fiscal de las donaciones en especie,

particularmente de las donaciones de servicios, otorgándolas un

adecuado beneficio fiscal;

- A equiparar los incentivos fiscales previstos para los convenios de

colaboración empresarial en actividades de interés general a los de las

simples donaciones;

- A fomentar la participación de las entidades beneficiarias de mecenazgo

en la definición anual de las actividades prioritarias en ese campo y

- A facilitar la movilización de fondos de particulares de manera que estos

puedan llegar directamente a las instituciones.

Pero, además de escribir la carta a los Reyes Magos, las Instituciones

Culturales necesitamos hacer algo de autocrítica de cara a esta nueva etapa

que se avecina. Me refiero, p.e.:

- A abogar por la profesionalización del sector. Las Instituciones

Culturales ya no son cementerios de elefantes donde acuden los

grandes pro-hombres de las empresas. Es un sector joven que requiere


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unos profesionales formados en gestión cultural, marketing,

comunicación, sostenibilidad, artes escénicas, educación, multimedia...

- A analizar la responsabilidad del sector en la selección de proyectos y

patrocinios y

- A la necesidad de dotar de un registro y protectorado único para

conseguir una mayor transparencia y fortaleza del sector fundacional.

Ahora, como sabemos, cada Ministerio tiene su registro de Fundaciones

y, en muchos casos, también las CC.AA. tienen los suyos.

Concluyo

Todos los temas que aquí se han presentado pretendían hablar de la

imaginación en tiempos de crisis, de la flexibilización y de la integración de

propuestas y conocimientos en aras de un objetivo central: potenciar la oferta

cultural y reconocer el papel de aquellos que apuestan por ella.

Por eso, quiero terminar esta intervención recordando algunas de las

condiciones necesarias para facilitar ese proceso:

- Es importante entender las motivaciones del mecenazgo y explorar

vías para promover los vínculos emocionales entre donante y receptor

de fondos…

- … algo que debería traducirse, entre otras cosas, en un mayor

reconocimiento y en una mayor visibilidad de la labor del mecenas,

pero que requiere...

- … adecuar la fiscalidad a la nueva situación, promoviendo nuevas

figuras jurídicas que faciliten el acceso directo a los fondos aportados

por los particulares.

- Simultáneamente, se debería exigir una mayor transparencia de las

entidades receptoras de fondos.


25

- Y, desde luego, aplicar prácticas empresariales a la gestión de las

Instituciones Culturales, como el marketing on-line o el análisis coste-

beneficio de cada iniciativa, para lo cual ...

- Debemos aumentar la profesionalidad de sus gestores.

En fin, creo que estas ideas se podrían concretar en 5 aspectos que considero

necesarios para aumentar la participación social en la financiación de la cultura:

1. Pedagogía entre la población interesada en el arte

2. Conocimiento de las ventajas de ser mecenas

3. Visibilidad del mecenazgo

4. Transparencia de las instituciones y,

5. Profesionalidad de los gestores

Estamos ante una situación compleja que exige respuestas novedosas pero,

estoy seguro de que, entre todos, seremos capaces de encontrarlas.

Dice un viejo proverbio chino que, para recorrer la Gran Muralla, hay que

empezar dando un paso. Creo que nosotros estamos en el momento adecuado

para dar ese primer paso.

Muchas gracias a todos por su interés.

Banco Santander y Navarra

Acuerdos recientes

Hace unos días, el Santander ha firmado un acuerdo con la Comunidad Foral de

Navarra para promover el desarrollo económico de empresas, autónomos y

profesionales mediante el establecimiento de una línea de hasta 300 MM de euros

para responder a inversiones y necesidades presupuestarias de la Administración y

otra, de 350 MM, para impulsar el tejido empresarial navarro.

Documents

Conferencia, Borja Baselga, "La financiación de la cultura: Un modelo híbrido"