Crónicas de los Molinas

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LOS PEQUEOS GEANDES LIBEOSDE HISTORIA AMERICANASerie I Tomo IV

LAS CRONICAS DE LOS MOLINAS"DESTRUCCION DEL PERU" Crnica escrita por el ao de 1553 por So-Chantre de la Catedral de Santiago de Chile "FABULAS Y RITOS DE LOS INCAS" Crnica escrita all por el ao de 1574 por Prroco de Ntra. Sra. de los Remedios del hospital del Cuzco Prlogo bio-bibliogrfico por

CRISTOBAL DE MOLINA

CRISTOBAL DE MOLINA

CARLOS A. ROMEROEplogo crtico-bibliogrfico por

RAUL PORRAS BARRENECHEAAnotaciones y brevsimos comentarios por

FRANCISCO A. LOAYZA

LIMA

1943

PERU

LOS PEQUEOS GRANDES LIBROS DE HISTORIA AMERICANA TOMOS PUBLICADOSI.CUARENTA AOS DE CAUTIVERIO. (Memorias del Inka Juan Bautista Tpak Amaru, adicionadas con antiguos y desconocidos documentos, y anotadas profusamente). II.JUAN SANTOS, EL INVENCIBLE. (Documentos inditos de 1742 a 1755, referentes al Indio Libertador Juan Santos Atawalpa, Caudillo nunca derrotado en la Revolucin de la Montaa, con tres mapas y extensas notas.). III.LA VERDAD DESNUDA o "Un Obispo con dos faces". (Importante cdice, ntegramente indito, escrito por un Imparcial Religioso, probando, con documentos, la complicidad del Obispo Juan Manuel Moscoso en la Revolucin de Jos Gabriel Tpak Amaru, con ilustraciones). IV.LAS CRONICAS DE LOS MOLINAS. (Las Crnicas ms valiosas, ms raras y ms antiguas de Historia del Per 1555 y 1575 con profusin de notas, con ilustraciones).

PARA PUBLICARSEV.EL ESTADO DEL PERU o "Un Obispo con dos faces". (Este cdice fu escrito el ao de 1784 por el Presbtero Rafael Jos Sahuaraura, defendiendo la lealtad del Obispo del Cuzco Juan Manuel Moscoso a la Corona de Espaa, durante la Revolucin de Jos Gabriel Tpac Amaru. Puede decirse que esta crnica es una refutacin, un complemento a "La Verdad Desnuda". VI.LAS CRONICAS HISTORICAS. (Importantsimos estudios sobre diversos asuntos de la poca del Imperio de los Inkas, de la Conquista espaola y del. Virreinato, debidos a la pluma del consagrado historiador peruano y gran bibligrafo Carlos A. Romero. VII.CAHUIDE NO EXISTIO. (El nombre de Cahuide es una superchera). Ensayo de crtica histrica, a base de documentos del siglo XVI y de testimonios de actores del famoso sitio del Cuzco, en el ao de 1535, que encabezara el Inka Manko II, contra los espaoles, por Francisco A. Loayza.

LAS CRONICAS DE LOS MOLINAS

LOS PEQUEOS GRANDES LIBROSDE HISTORIA AMERICANASerie I Tomo IV

LAS CRONICAS DE LOS MOLINAS"DESTRUCCION DEL PERU" Crnica escrita por el ao de 1553 por

CRISTOBAL DE MOLINASo-Chantre de la Catedral de Santiago de Chile "FABULAS Y RITOS DE LOS INCAS" Crnica escrita all por el ao de 1574 por

CRISTOBAL DE MOLINAPrroco de Ntra. Sra. de los Remedios del hospital del Cuzco Prlogo bio-bibliogrfico por

CARLOS A. ROMEROEplogo crtico-bibliogrfico por

RAUL PORRAS BARRENECHEAAnotaciones y brevsimos comentarios por

FRANCISCO A. LOAYZA

LIMA

1943

PERU

DERECHOS RESERVADOS

LOS DOS CRISTOBAL DE MOLINA (*) En el escenario del descubrimiento y conquista del Per y las guerras civiles entre los conquistadores, uno, y d e la defintiva organizacin del virreinato, ambos, figuraron dos personas con idntica aficin: el estudio de las antigedades del pas conquistado; un mismo ideal: la conservacin, el bienestar y la civilizacin de la poblacin indgena; igual profesin: la religiosa, y que, por una de esas rarsimas coincidencias en tiempos en que la ola espaola invasora era an tan rala, llevaban el mismo nombre: los dos fueron clrigos y se llamaron Cristbal de Molina. Esta igualdad de nombre h a sido causa para que los bibligrafos e historigrafos del siglo XIX y de ste en que vivimos, hayan confundido lamentablemente la personalidad de ambos, haciendo de los dos una sola persona, y adjudicndoles, recprocamente, los hechos y las obras del uno al otro. Quienes hasta hoy se ocuparon de estos dos escritores, inclusive los ms insignes americanistas, no se detuvieron a comparar la resaltante diferencia que haba entre el estilo castizo y casi correcto del uno, y atolondrado e incorrecto del otro; ni tuvieron en cuenta la vida' agitada y aventurera del uno, el almagrista, a quien seguiremos llamando as, y la existencia apacible, Casi burguesa del otro, el cuzqueo, entregado a la enseanza y conversin de rebaos espirituales de indios. Ni tampoco cayeron en cuenta en que tales Relaciones no podan ser obra de una misma mano ni fruto de un mismo intelecto, pues la una de ellas demuestra profundo conocimiento de la lengua indgena e ignorancia de la propia, mientras la otra, al revs, conocimiento de la propia e ignorancia de la indgena. El erudito bibligrafo chileno D. (*) Para prlogo del presente Tomo IV, nada mejor que este ensay bio-bibliogrfico de Carlos A. Romero, grande autoridad en Historia del Per. Este estudio se public en la edicin de estas crnicas, de la Coleccin Urteaga^Raraero, de 1916. (F.A.L.)

VI Toms Thayer Ojeda, en l a biografa que precede a la jReiacn de Molina el cuzqueo, publicada en la Revista Chilena de Historia y Geografa (1) h a sido el primero que tuvo sospechas de la existencia de dos Cristbal de Molina, coetneos, pero despus de analizar fechas, sucesos y documentos, a c a b a por rechazar esa hiptesis. "La afirmacin del obispo Medelln dice por una " parte, y la muerte de Molina acaecida en Santiago, pa" recen indicar que hubiera sido distinta persona de un " Cristbal de Molina, cura de la parroquia de Nuestra " Seora de los Remedios del Hospital de los naturales " del Cuzco, autor de u n a Relacin de las fbulas y ritos " de ios Incas, dedicada al obispo del Cuzco don Sebas" tin de Lartan. Sin desconocer la importancia de las " objeciones, creemos que no bastan para establecer la " dualidad de las personas, pues si bien Lartan tom " posesin de su dicesis en 1570 (2), cuando Molina es" taba por lo menos cercano a la demencia, pudo escri" bir la obra mucho tiempo antes, y ello es tanto ms pro" bable cuanto que no tenemos noticia de su vida pre" cisamente del perodo que corresponde a su estada en " el Cuzco. Por otra parte, es difcil suponer en esa po" ca, atendiendo a la escasa poblacin espaola de estas " remotas regiones, la existencia de dos personas de un " mismo nombre, estado y aficiones que hasta hoy son " pocos frecuentes'' (3). P a r a que pueda juzgarse cuan lamentablemente se h a confundido a estos dos insignes varones en virtud y letras, reproducimos el siguiente trozo de un estudio histrico intitulado "Los cronistas jurdicos y religiosos de la conquista", de que es autor el escritor argentino se-' or Jorge Cabral, palabras textuales de Jimnez de la Espada, que el seor Cabral reproduce sin citarlo: (1) Santiago, 1913, t. V. (2) 'El obispo Lartan tom posesin de su dicesis en 1573. (3) Revista Chilena de Historia y Geografa, Santiago, 1913, t. V.

VII "A pesar de sus achaques, el padre Cristbal de Mo" lina (el almagrista), vivi todava lo bastante para es" cribr, siendo cura de la parroquia de Nuestra Seora " de los Remedios del Hospital de los Naturales de la "ciudad del Cuzco, una Relacin de las Fbulas y Ritos " de los Incas, dedicada a don Sebastin de Lartan, del " Consejo de su Magesiad" (4). Pero como no es nuestro nimo, ni nuestro propsito, sealar ajenos errores sino aclarar un punto histrico obscuro, vamos a hacer un ligero ensayo biogrfico de los dos Cristbal de Molina, lo ms sintticamente que nos sea posible, y a que d en ~ tro del estrecho marco de los preliminares de este libro no disponemos de mayor espacio, diciendo quin fu cada uno de los dos, y que hizo y cules fueron sus obras, dando a cada cual lo que es suyo. Los dos apndices que publicamos son suficiente prueb a para establecer la distinta personalidad de nuestros dos autores. El apndice A es una provisin del Virrey Toledo a favor de Cristbal de Molina, el cuzqueo, y h a sido publicada en nuestra Revista de Archivos y Bibliotecas Nacionales; el apndice B es una carta de Cristbal de Molina, el almagrista, al Rey, escrita en Lima, a 12 de Junio de 1539, cuya foto-copia se inserta en estas pginas, y h a sido publicada en la Coleccin de Documentos inditos del Archivo de Indias, de D. Luis Torres de Mendoza, en Los orgenes de la Iglesia Chilena de D. Crescente Errzuriz y en el tomo V de la Coleccin de documentos inditos para la Historia de. Chile de D. Jos T. Medina.

Nada hemos podido averiguar sobre el origen del Padre Cristbal de Molina, el cuzqueo, ni quines fueron sus padres, ni la fecha de su nacimiento. Para nosotros, (4) Anales de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales, Eu-ens Aires, 1913, t. III.Vase tambin el Apndice N? 4 en la Guerra de Quito.

VIII fu un mestizo, fruto del cruzamiento de espaol e Mdi, como Valera y como Garcilaso, hijo tal vez d e Francisco de Molina, que vino a raz de la conquista, victj por el pas y se estableci en Lima, donde recibi las rdenes eclesisticas entre los aos de 1545 y 1550, en que le encontramos de capelln del hospital de espaoles de esta ciudad, nacido probablemente en el Cuzco, donde qued radicado p a r a siempre. Su profundo conocimiento del quechua, quiz la lengua materna, y las pocas relaciones con Elo Antonio el nebrisense y Juan del Encina, que demuestran sus escritos, prueban nuestro aserto. Durante el gobierno del Virrey Toledo, el obispo y el Cabildo eclesistico del Cuzco, hicieron tres tratados sobre las cualidades que deban reunir los prebendados, y se determin el que fuesen de limpia generacin, o confesos, ni descendientes de moros ni judos, ni penitenciados por el Santo Oficio, ni infames y que fuesen d e legtimo matrimonio, remitiendo el expediente al R a p a r a que lo hiciese confirmar por el Pontfice (5). Es confirma nuestra suposicin de que Molina fu hijo, natural de espaol e india y explica el por qu permaneci aos de aos de prroco en una iglesia de esa ciudad sin llegar a ascender a dignidad en la Metropolitana d e ella. De boca de Molina slo sabemos que fu cura de la parroquia de Nuestra Seora de los Remedios del Hospital de los Naturales del Cuzco, sin decir desde cundo ni hasta cundo (6) ejerci all su sagrado ministerio y que (5) Noticias Cronolgicas del Cuzco, Ms. Bibt. Nac. de Lima. (6) La fecha de la ereccin de la Parroquia del Hospital, no se conoce. Hacia febrero de 1569 trataron ambos cabildos del Cuzco, para poner trmino a los vicios y escndalos que causaban los negros, mulatos e indios en el barrio del Hospital de los naturales y acordaron la ereccin de una capilla, cuyo capelln ser nombrado por el Cabildo secular y a quien el Eclesistico dara licencia para la administracin de los santos Sacramentos, mientras se eriga all una parroquia. Despus de ciertas disensiones entre los dos cabildos, en que la capilla fu clausurada, s vl*

IX 'tena buenos salarios e acomodacin con q u e s e sustentaba" (7). Molina perciba 150 pesos anualmente de saferio por la predicacin del Evangelio a los naturales d e la ciudad del Cuzco, pues era "muy buena lengua", como * se deca en el pintoresco lenguaje de la poca, o un excelente hablista queschua, como diramos hoy. Teniendo en cuenta estas especiales dotes fu que el Virrey Toledo dict la provisin q u e publicamos como Apndice A, reponiendo a Molina en el goce del salario por la predicacin de los indios, de que se quejaba h a b a sido desposedo. Entre las instrucciones que el Rey Don Felipe II dio a Don Francisco- de Toledo cuando le nombr Virrey del Per, se contaba una cdula datada en Madrid, a 28 de Diciembre de 1568, conteniendo una larga relacin de las puntos relativos al gobierno del Virreinato (8), especialmente en el ramo de tributos de los indios. Durante el viaje, Toledo "hauia uisto, y entendido por el camino donde vino hasta esta dicha ciudad." de Lima (9) las necesidades de la colonia y estudiado las medidas que h a b a que dictar p a r a su remedio. Resolvi entonces hacer la visita general del Reino, por s o por comisionados especiales p a r a ello. En esta virtud, el Virrey nombr visitadores p a r a todas las provincias. Varias fueron las comisiones designadas p a r a la visita de la provincia del Cuzco, una de las cuales deba ocuparse exclusivamente de l a del recinto de la ciudad y sus parroquias. Naturalmente, el sabio gobernante aprovech de las particulares dotes del Padre Cristbal de Molina y le nombr visitador eclesistico de aquella visita, que vio a abrir, colocndose nuevamente el Santsimo Sacramento en ella y volviendo asimismo a ejercer su ministerio el sacerdote encargado de administrarlos. "No se encuentra ms noticia que sta acerca de la ereccin de la Parroquia del Hospital de los Naturales". Noticias cronolgicas del Cuzco, cit. (7) Vase el Apndice A. (8) Libra de la Visita general del Virrey Toledo, Ms. Biblioteca Nacional de Lima. (9) Libro de la visita, cit.

Xencomendaba a l, el Capitn Martn Garca Ofaz fr Loyola y otros (10). La Visita fu debidamente llevada a cabo, como se ver ms adelante. En 1575, por provisin fechada en Arequipa a 6 de Noviembre de ese ao (11), Toledo orden que se practicase una segunda visita de los indios de la ciudad y valles del Cuzco, encomendndola al Alguacil Mayor de la ciudad Sancho Verdugo, y nombrando a la vez por la misma provisin, como visitador eclesistico, al Padre Cristbal de Molina. Dispuso el Virrey una revisin completa de los padrones de la primera visita y que ios indios en ellos contenidos fuesen obligados a residir en los pueblos y lugares donde haban sido empadronados, y no en otros, dando por trmino para el cumplimiento de la comisin seis meses. Pero apenas los visitadores haban comenzado a llenar su cometido, se produjo uno de aquellos, por entonces, frecuentes rozamientos entre la autoridad civil y la eclesistica, en que sta esgrimi la poderosa arma de las censuras contra el Alguacil Mayor, por "cierto litigio tocante a la administracin de la Real justicia". La visita qued suspendida y el Alguacil .Verdugo vino de queja ante el Virrey y Audiencia, haciendo expresamente el viaje a Lima, y aqu obtuvo sobre-carta de Toledo, fechada en 20 de Octubre de 1576, ordenndole que continuase la interrumpida visita, conforme a las instrucciones insertas en la anterior provisin. Y no se requiere vista de lince p a r a descubrir cules fueron los motivos que provocaron el enojo de su merced el seor Provisor del obispado de aquella ciudad hasta el extremo de decretar censuras contra el funcionario civil, pues en la dicha sobre-carta se encuentra (10) "El capitn Martin garca de loyola de la caualleria de caiatrava y en su compaa por bisitador eclesistico Xpoval de Molina, clrigo, y por ausencia del dicho capitn loyola a pedro quiros dauila y ordoo de Valencia, Diego de salzedo tesorero de su majestad en la dicha ciudad del Cuzco.Libro de Visitas cit. (11) Revista de Archivos y Bibliotecas Nacionales, Lima, 1898, t. I, p. 41.

XIesta significativa parte que no se contena en la primera provisin: "Y las indias que de las dichas perroquias " hallredes estar amancebadas, ans, con espaoles de " la dicha ciudad e perroquias como con indios o con " otras qualesquier personas, las quitaris de los tales " amancebamientos y las pornis en casa de personas " sin sospecha a que sirven o estn en depsito, como " os pareciere, haciendo los conciertos que convengan " sobre ello, ante escribano de la dicha visita; de mane" ra que las tales indias entiendan que no han de estar " amancebadas y han de vivir bien, y no andar baga" bundas ni en semejantes vicios y pecados; y procede" ris contra los tales espaoles y dems personas con "quien estuvieren amancebadas, por todo rigor, d e ' m " era que sean castigadas por el dicho amancebamient o " (12). Vuelto el Alguacil Mayor Verdugo al Cuzco, continu la interrumpida visita acompaado del Padre Molina, e] cuzqueo, hasta darle trmino, en 6 de Agosto del ao 1576 (13). Como era de costumbre, terminadas las visitas, Toledo orden que se tomase la residencia a los visitadores y que las sumas" en. que stos resultasen responsables por cualquier razn se les "escalfase" de sus salarios y su monto se enviase a Lima, para atender con ellas a las limosnas que el Virrey haba sealado a los monasterios y hospitales. En la residencia .result el P. Molina deudor de 592 pesos, -que recibi de ms durante la primera visita, cuyo reintegro, junto con otros,- fu or(12) Rev. cit. I, p. 41. (13) La visita qued terminada en 6 de Agosto de 1576 y dio el siguiente resultado: Indios cuzcos en las parroquias de Belem, Santiago, el Hospital, Santa Ana, San Cristbal, San Blas, San Gernimo y San Sebastin, 1115. Indios yanaconas en las mismas parroquias, 1142. De los cuales correspondan 154 indios cuzcos y 238 yanaconas a la parroquia del Hospital, de que era Cura el Padre Molina. Rev. de Arch. cit. I, 240.

XII denado por el Virrey por provisin de l 9 de Agosto de 1578 (14). Por cdula fechada en Badajoz el 23 de Septiembre de 1580, el Rey orden al Virrey del Per "que informase de los usos y costumbres que los indios tenan en tiempo de su infidelidad cerca de su gobierno". En cumplimiento de esa orden se llev a cabo una informacin en el Cuzco, en 28 de Marzo de 1582, en que declaran, suministrando gran copia de datos, Cristbal de Molina, Garca de Mel, Alonso de Mesa, Damin de la Bandera Y Bartolom de Porras, hijo este ltimo de conquistador y de india. En cuanto a la fecha en que Molina escribi su Relacin, no se puede fijar con exactitud. Consta por la provisin de Toledo que publicamos como apndice, que el cura cuzqueo "se ocupaba en saber y entender de los ritos y ceremonias antiguas que los dichos indios tenan". Que la Relacin fu escrita despus de 1572, no cabe dudarlo, pues en el curso de ella hace alusiones a sucesos acaecidos en tal ao, como cuando habla de la rebelin y.muerte de Tpac Amaru, que expresa con estas palabras: . . ."con ver al inca muerto y a Vilcabamb a de Christianos". Y se recordar que Tpac Amaru fu ajusticiado en Mayo de 1572. Por otra parte, la .Relacin est dedicada al Obispo Lartaun (15), que tom (14) Al Pe. Xpval de Molina, clrigo, visitador eclesistico de esa ciudad, parroquias y valles della en compaa del capitn Loyoia y Pedro de Quirs y Ordoo de Valencia, en quinientos y noventa y dos pesos ensayados, por que de un mili y seiscientos y sesenta y seis pesos ensayados que mont el salario que hubo de haber del tiempo que se ocup en la- dicha visita, le mand pagar los un mili dellos dems de otros cient pesos corrientes que haba por haber gozado en el dicho tiempo del salario de la doctrina de una de las dichas parroquias. DXCII. Revista de Archivos y Bibliotecas Nacionales, I, pg. 325. (15) El Obispo don Sebastin de Lartaun, a quien el autor dedica sus relaciones, fu natural de Oyarzn, en Vizcaya, hizo sus estudios en el Colegio mayor de San Ildefonso de la ciudad de Alcal de Henares donde tambin se gradu de doctor. Obtu-

XIII posesin de la silla episcopal el 28 de Junio de 1573, y Molina suspendi el trabajo para cumplir la visita que le encomend el Virrey, como lo declara en las ltimas palabras con que cierra su interesante relato, prometiendo terminarlo ms tarde: "Mediante Nuestro Seor dice concluido la visita que entre manos tengo de las parroquias y valle de esta ciudad del C u z c o . . . " . Compulsando la referencia a la muerte de Tpac Amaru en 1572, la dedicatoria al obispo Lartan en 1573, o despus, y la alusin a la visita, con que cierra su relacin, vinese en cuenta en que sta no pudo ser la primera que practic con Oaz y Loyola, sino la segunda, que se le encomend con el Alguacil Verdugo en 1575. Desgraciadamente, la buena voluntad del P. Molina se estrell ante algn escollo, porque la relacin qued inconclusa para siempre. La Relacin del Padre Molina fu publicada por primera vez el ao de 1873, en Londres, por el conocido americanista Sir Clement R. Markham, vertida al ingls, con anotaciones, y precedida de una anmica introducvo una canonga en la iglesia de San Justo y se hallaba desempendola cuando recibi el nombramiento de obispo del Cuzco en 8 de Junio de 1570, en lugar de Fray Juan Solano. El nuevo obispo entr a la ciudad del Cuzco el 28 de Junio de 1573 y gobern su dicesis hasta 1582, en que vino a Lima a asistir al concilio provincial convocado por el Arzobispo Santo Toribio. Entre los asuntos tratados por este concilio, se cuenta un proceso formado al Obispo Lartan en virtud de serias reclamaciones formuladas por el clero del Cuzco contra su prelado, por ciertas imposiciones de ste, n muy justificadas. En el concilio se promovi una acalorada competencia, pues mientras el Obispo pretenda que el mismo concilio resolviese el punto, el Arzobispo Santo Toribio opinaba que deba enviarse el proceso a Roma para 6 resolucin. A tanto grado lleg el acaloramiento que en una U de las sesiones el Obispo sumamente exaltado se lanz sobre el Arzobispo para arrebatarle los autos, ya que no haba podido tomarlos antes de poder del secretario del concilio D. Bartolom Menacho. Una violenta enfermedad originada por estos sinsabores acab con la vida del I limo. Lartan el 9 de Octubre de 1583, y sus restos fueron sepultados en el convento de Santo Domingo,

XIV cin del seor Markham, que no arroja ninguna luz sobre el origen, vida y obras del autor d e la obra, formando parte, junto con otras tres, de uno de los volmenes editados por la Hakluyt Society de la Metrpoli britnica, intitulado Narrative o The Rites and Laws o the Incas. Las otras tres obras contenidas en este volumen son la Relacin de las antigedades de este Reino del Per por el indio Santa Cruz Pachacuti, el Tratado y Relacin de los errores, alsos dioses y otras supersticiones y ritos diablicos en que vivan antiguamente los indios de la provincia de Huarochir, Mama y Chaclla y hoy tambin viven engaados, con gran perdicin de sus almas, por el cura D. Francisco de Avila, y El Linage de los Incas y cmo extendieron sus conquistas, por el Licenciado Polo de Ondegardo. El ao de 1913 aparece impresa por primera vez en espaol en el tomo V de la Revista Chena de Historia y Geografa, que ve la luz en Santiago, por el erudito historigrafo chileno D. Toms Thayer Ojeda, precedida igualmente de una nutrida biografa de Cristbal de Molina, pero no de nuestro cura cuzqueo, sino de Molina el alinagrista, de quien encuentra, y cita numerosos documentes en los archivos chilenos. Ya tenemos dicho ms arriba cmo Thayer tuvo la sospecha de la existencia de dos Molinas y cmo acab por arrojar de s la mala visin resolvindose al fin por que no hubo sino un Cristbal de Molina. La Relacin publicada por el seor Thayer adolece de graves errores, sea por defecto de la copia o de la correccin, se presenta desnuda de todc nota, comentario o concordancia y h a sido tomada de una copia existen *e en el Archivo Mora Vicua, que se conserva en la Biblioteca Nacional de Santiago, la cual hizo sacar el historiador D. Claudio Gay en Madrid. La que nosotros utilizamos p a r a dar a luz en este libro, existe en la Biblioteca Nacional de Lima y fu hecha tomar por el malogrado bibligrafo peruano D. F-

XVlix Cipriano Coronel Zegarra, de la que se guarda en la Biblioteca Nacional de Madrid. Adems de esta Relacin, Molina escribi otras dos, de que h a c e frecuente mencin en la que ahora publicamos. Fu la una, una Relacin del origen, vida y costumbres de los ingas, seores que fueron de esta tierra, y cuantos fueron y quien (sic) fueron sus mugeres, y las leyes que dieron y guerras que tuvieron y gentes y naciones que conquistaron, en algunas de cuyas partes trata igual, aunque someramente, de los ritos y ceremonias de los indios; y la otra, una Relacin de las guacas, escrita tambin para el Obispo Lartan. As se desprende de la referencia que hace a ella al narrar las cere^ monias de los indios durante el mes de Abril, declarando que no es ms explcito por que: "sera mucha prol i g i d a d y por que en la Relacin de las guacas que a Vr. Sa. Illma. di estn puestos todos de la manera que se sacrificauan". De la- primera de estas Relaciones no queda ms huella que lo que aprovech Miguel Cabello Balboa para componer la tercera parte de su Miscelnea Austral, aunque este autor solo se limita a declarar que aprovech la Relacin del cura cuzqueo, pero sin especificar qu tom de sta y qu de las otras fuentes de informacin que tuvo (16). Sin alegar razones, Markham' dice que la Relacin de las fbulas y ritos de Molina es slo un com-plemento de la Historia de los Incas aprovechada por Balboa (17), suposicin antojadiza, desde que no conoci sta ni pudo juzgarla debidamente por haber desaparecido. De la segunda de las mencionadas relaciones, sobre las (1Q) "N'ayant ricn de plus a dir sur l'etat du pays avant Tarrive des Ingas, je la r-ec'onte'rai d'apres les mmoires du sava-nt pre Christoval de Molina,.et d' apres ce que m'ont dit les vieillards espagnols et indiens tresverssdans cette matiere, tant sur ce qu'ils avai-er:! vu que sur ce qu'ils avaent entendu raconter a leurs aeux". fistoire du Prou, publicada por H, Ternaux. Compans, Pars, 340. (17) Narraives of the Rites and Laws of the Incas, Londres., 1873.

XVI guacas, no hay trazas ni huella que sepamos, siendo d lamentarse la prdida d e ambas, por que con la prolir gidad que el clrigo acostumbraba y su conocimiento de la lengua quechua, seguros estamos q u e nos daran nu* vas luces sobre el origen de los Incas. Sobre el fin del Padre Cristbal d e Molina andamos tan a ciegas como sobre su origen y no hemos podido averiguar la eoha d e su muerte. Desde 1572 hasta 1582, por lo menos, le hallamos en su parroquia del Hospital; n a d a ms sabemos sobre su actuacin en el ejercicio d e . s u carrera eclesistica o el desempeo de su ministerio en el Cuzco, o fuera de l, ni de sus investigaciones sobre las antigedades indgenas; pero s sabemos que hacia el ao de 1591 viva an en la capital incaled, pues en los libros de la Real Hacienda de esa ciudad del ao indicado, que se conservan en el Archivo Nacional, encontramos asientos d e partidas de ingresos, abonadas por el Padre Cristbal de Molina (18).

Cristbal de Molina, a quien hemos llamado el almagrista, vio la luz en 1494, en la villa de Legamiel, cerca de la ciudad de Huete, y fu hijo de Mateo Hernndez (18) "Cargo de los pesos que se cobraron de los tributos de tarai salloc, y casta encomendados en Hernando lamero para acudir con ello a quien el seor Visorrey tiene -hecha mrd. por sus Prouisiones. En veinte y dos de agosto de mili y quiso y nouenta y v.n a