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De grande a pequeño Su corazón comenzó a saludarnos silenciosamente y a sonreírnos con un semblante enternecedor, mientras que sus ojitos prometían convertirse en observadores y luminosos, tejidos por diversos telares majestuosos; de aquéllos que solamente podemos encontrar en los rincones bellísimos del arte. Sus manitas anunciaron serían traviesas y exploradoras, opinando sus pies que se hallaban dispuestos a transitar todo trayecto novedoso; por más extenso que fuera. Su diminuta boquita exclamó vocales y consonantes, acompañadas de sentimientos musicales, haciendo saber que habría días de risas y noches de posibles llantos interminables. Alaridos, pataleos y un pasillo repleto de juguetes cuando llegas a casa, tropiezas con algunos, pudiendo esquivar a otros tantos; te encuentras con un rostro cubierto de chocolate, el cual pasa a formar parte de tu vestimenta costosísima durante la fusión de un amoroso abrazo. Después del festín de sumo cariño, pasarán a la mesa y se negará a comer su sopa, pues la de fideos resulta aburrida e insignificante ante la sopa de estrellas; preferirá deleitar una galleta y transcurrirán eternidades antes de lograr el consumo del platillo. El atardecer del domingo se tornará un interrogatorio hallándose en el parque, mientras sujetas su manita querrá que le expliques todos los misterios de la vida que puedan cruzar su mente inocente y soñadora; te obsequiará un beso y enseguida correrá hacia los columpios, continuando con la travesía del paseo en el resbaladero, que quizá concluirá con una caída que se prolongará en lloros durante las próximas escenas. Solicitará tu ayuda para elaborar un experimento encargado en la clase de ciencias, vivirán horas en desacuerdo antes de lograr consolidar una idea en un proyecto; se enojará y hará una rabieta debido a las dificultades, pero te dirá que te ama envuelto en su pijama llegada la noche, la cual tal vez se volverá en vela causada por la altísima fiebre que atrapa su cuerpo; pero, ¿Te revelo un secreto?... La

De grande a pequeño

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Escrito acerca de la infancia y la niñez, aludiendo a la magia, inocencia y aprendizaje de dichas etapas.

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Page 1: De grande a pequeño

De grande a pequeño

Su corazón comenzó a saludarnos silenciosamente y a sonreírnos con un semblante enternecedor, mientras que sus ojitos prometían convertirse en observadores y luminosos, tejidos por diversos telares majestuosos; de aquéllos que solamente podemos encontrar en los rincones bellísimos del arte. Sus manitas anunciaron serían traviesas y exploradoras, opinando sus pies que se hallaban dispuestos a transitar todo trayecto novedoso; por más extenso que fuera. Su diminuta boquita exclamó vocales y consonantes, acompañadas de sentimientos musicales, haciendo saber que habría días de risas y noches de posibles llantos interminables.

Alaridos, pataleos y un pasillo repleto de juguetes cuando llegas a casa, tropiezas con algunos, pudiendo esquivar a otros tantos; te encuentras con un rostro cubierto de chocolate, el cual pasa a formar parte de tu vestimenta costosísima durante la fusión de un amoroso abrazo. Después del festín de sumo cariño, pasarán a la mesa y se negará a comer su sopa, pues la de fideos resulta aburrida e insignificante ante la sopa de estrellas; preferirá deleitar una galleta y transcurrirán eternidades antes de lograr el consumo del platillo.

El atardecer del domingo se tornará un interrogatorio hallándose en el parque, mientras sujetas su manita querrá que le expliques todos los misterios de la vida que puedan cruzar su mente inocente y soñadora; te obsequiará un beso y enseguida correrá hacia los columpios, continuando con la travesía del paseo en el resbaladero, que quizá concluirá con una caída que se prolongará en lloros durante las próximas escenas.

Solicitará tu ayuda para elaborar un experimento encargado en la clase de ciencias, vivirán horas en desacuerdo antes de lograr consolidar una idea en un proyecto; se enojará y hará una rabieta debido a las dificultades, pero te dirá que te ama envuelto en su pijama llegada la noche, la cual tal vez se volverá en vela causada por la altísima fiebre que atrapa su cuerpo; pero, ¿Te revelo un secreto?... La mañana siguiente, cuando el alba se adentre en tu hogar, tu pequeño niño será un adulto.

El mundo no “da a luz a los niños”, sino que los niños dan luz al mundo, con sus pequeños cuerpos en crecimiento; con sus grandes mentes en maduración, brindan pincelazos de vida y amor a todo ser viviente, incluso le dan vida a rocas y movilizan montañas.

Que brinquen, jueguen e imaginen; que aprendan al tropezar, que compartan en la adversidad, que sonrían a la enfermedad y sean autores y protagonistas de cuentos fantásticos, pues resultan ser un tesoro inigualable.

Escúchalos, vívelos, ámalos… Y sobre todo, emite carcajadas de infante de sol en sol.

Tatiana López Romero2°I