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CLASIFICACIÓN NACIONAL NUM. HOJAS

PACHUCA, Hgo., 5 de mayo.- Convertido en el "re­fugio ideal" para las industrias contaminantes que son reubicadas del Distrito Federal, Hidalgo se ahoga en ríos contaminados, valles áridos y nubes de tóxicos ante la falta de un control adecuado para las empresas aquí asentadas.

Cementeras, industrias químicas, refinerías y siderúr­gicas, son apenas algunos de los giros de las empresas asentadas en el estado que contaminan y disponen de

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s desechos sin un control verdadero por parte de las toridades y poniendo en peligro la vida de millones de

abitantes. Como advertencia de esta problemática, en días pa­

sados se registró una fuga de 25 toneladas de amoniaco de una empresa en Tizayuca, que provocó la muerte a dos personas y obligó a desalojar a miles de colonos.

Paralelamente, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología dio a conocer una lista de 48 empresas alta­mente contaminantes que han hecho caso omiso de sas advertencias y peticiones de instalar equipo que controle sus emisiones.

Poblaciones como esta capital, Tula, Tizayuca, Tepeji del Río, Ciudad Sahagún, Molango, Huichapan y Tulan-cingo, constituyen auténticas bombas de tiempo; incluso zonas antes vírgenes como la Huasteca, padecen ahora los estragos de la búsqueda del oro negro.

La población de estas zonas urbanas que con habitar en estos sitios paga así los costos de la modernidad, vive sin contar con medidas de alta seguridad, rogando que no haya algún error humano, una colisión o un accidente que la haga desaparecer de la faz de la tierra.

En esta entidad colindante con el Distrito Federal y su zona conurbada, empresas como la termoeléctrica de la CFE, la refinería de Pemex, cementeras, calizas, siderúr­gicas, fundidoras de asbesto, de manganeso, metalúrgi-' s, químicas e incluso muchas que trabajan en la clan-estinidad, hacen de estos sitios detonantes de espera. La Alianza Ecologista Hidalguense denunció que a úl­

timas fechas han comenzado a llegar a la región facto­rías que han sido obligadas a salir de la capital del país, como la aceitera Marfil, que operaba en Nonoalco-Tlate-lolco y debido a su peligrosidad por el manejo de gas he­xano -que acaba de enlutar a millares de hogares en Gua­dalajara- buscó nuevo lugar de afincamiento.

Sus fétidos olores, aseguraron vecinos de los fraccio­namientos La Reforma, PRI Chacón y Venta Prieta, ya han comenzado a causarles malestares, sin que se sepa si cuenta ya con el equipo anticontaminante que por ley debe utilizar.

Con esto, dijo Arturo Herrera Cabanas, dirigente de la mencionada alianza, lo único que se está haciendo es en­sanchar la zona más contaminada del planeta, por lo que dijo estas plantas deben irse a cientos de kilómetros de los centros de población, "pero sucede que nadie quiere perder su cercanía con el principal centro consumidor de bienes y servicios: la ciudad de México.".

En Tula, por ejemplo, la contaminación del aire causa ya severos problemas en los atlantes y las estelas de la zona arqueológica, misma que en lugar de ser un ingreso de divisas para el estado y el país, se ha convertido en morada de maleantes que hacen huir a los pocos visitan­tes.

Sus más de 100,000 habitantes, sin contar con la po­blación flotante, ya que muchos trabajadores pernoctan sn el DF y Estado de México, viven en temor y zozobra ante la termoeléctrica "Francisco Pérez Ríos" y refinería 'Miguel Hidalgo", pues en esta última se han suscitado diversos accidentes, aunque, por fortuna, no de gran magnitud.

Mucho se ha hablado también de que los beneficios que las aguas negras que a través del gran canal llegan 3l valle del Mezquital, mismas que han convertido tierras ;emidesérticas en vergeles de diversos productos comes-:ibles, ahora comienzan a crear problemas irreversibles orno la salinidad de los suelos y la proliferación del

nosco culex, azote de ganado y personas. En la sierra, donde antes había amplias regiones fer­

ales y con ríos de aguas cristalinas y en donde se encon-raban peces de diversas especies, hoy se ven las aguas oxidadas debido a la polución que provocan quienes se ledican a la explotación de manganeso. Esto sucede, con nayor incidencia en Lolotla, Nonoalco, Mimila, Chichilico i la propia Molango.

Ciudad Sahagún, urbe que se niega a morir a pesar del cierre de industrias, padece de una aire enrarecido, en cuanto las grandes chimeneas de Sidena, Concarril y Dina comienzan a despedir gigantescas columnas de humo a cielo abierto.

Pachuca, aunque ayudada por los fuertes vientos, no escapa a esta problemática, a causa de los hornos de la­drillo que se localizan en pleno casco de la ciudad, de los desechos de la compañía minera de Real del Monte y Pa-