El INYM Como Dispositivo Politico - Gortari

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Antropología

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  • El instituto nacional de la yerba mate (inym) como dispositivo poltico de economa social: mediacin intrasectorial en la distribucin del ingreso, empoderamiento del sector productivo y desarrollo local en la regin yerbatera.1

    Javier Gortari2

    Resumen La produccin de yerba mate est concentrada en Brasil, Paraguay y Argentina. Estos pases junto a Uruguay, el sur de Chile y de Bolivia, suman ms del 95% del consumo mundial. Argentina es el principal pas productor y consumidor, constituyendo un mercado cautivo que, despus de 50 aos de regulacin estatal, fue desregulado en 1991. Esto condujo a un incremento en la produccin y a un manejo oligoplico de la comercializacin, provocando la cada en los precios de la materia prima y una crisis social indita en la regin dada la importancia socioeconmica relativa de la actividad yerbatera. La crisis deriv en una gran movilizacin de los afectados productores y peones rurales-, que llev a los gobiernos provincial y nacional a respaldar polticamente (ao 2001), la gestin de un paliativo a la situacin. Al ao siguiente el Congreso Nacional sancion la creacin del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), cuya primera funcin fue mejorar el precio de la materia prima, demostrando la pertinencia de polticas pblicas activas con alto impacto redistributivo regional y sectorial. Para la Provincia de Misiones no es una cuestin menor, dado que registra un crecimiento poblacional que duplica la media nacional, que el 30% de esta poblacin reside todava en reas rurales con preocupantes ndices asociados a la escolaridad, la salud y la precariedad laboral. Palabras claves: economa social, redistribucin del ingreso, desarrollo local.

    Abstract Yerba Mate is produced in Brazil, Paraguay and Argentina. These countries together with Uruguay, South of Chile and Bolivia make up for more than 95% of the world market. Argentina is the main producer and consumer. After having remained a captive market as a result of more than 50 years of official control, it was de-regulated in 1991. This caused an increase in the production of yerba mate as well as an oligopoly in the marketing stages, which not only made raw material prices decrease but gave rise to an unforeseeable social crisis, in close relation to the socio-economic impact in the region. As a result of such a crisis, many people producers as well as labourers turned for help, which caused both National and Provincial governments to politically support a policy of relief in the year 2001. In the following year, the National Congress sanctioned the creation of the Yerba Mates National Institute (INYM): obtaining a better price for raw materials being the first issue addressed by the agency. In this way, the close relation between public policies and wealth distribution on regional basis was positively put into practice. This is by no means a topic of little importance for Misiones, due to the facts that birth rates in the province double the national rate, and that 30% of the inhabitants live in rural areas under unfavourable levels of health, schooling and working conditions. Key words: socio economics, wealth re-distribution, local development. 1 Una sntesis de este trabajo fue presentada en el 4 Congreso Sudamericano de la Yerba Mate, noviembre 2006, Posadas, Misiones, Argentina y en el 4 Encuentro del Foro Federal de Investigadores y Docentes sobre La Universidad y la Economa Social en el Desarrollo Local, Buenos Aires, 2006. 2 Economista, Magster en Gerencia y Administracin de Programas Sociales. Profesor titular e investigador de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones. E mail Institucional: [email protected] Personal: [email protected]

  • Introduccin La yerba mate es un producto americano, cuyo consumo estuvo limitado hasta la

    conquista espaola a los pueblos originarios de lo que es hoy Paraguay, noreste

    argentino, suroeste brasileo, Uruguay y sureste boliviano. Este consumo que tena

    hasta entonces un carcter ritual, fue incorporado por los espaoles como hbito

    cotidiano y difundido por todo el territorio del Virreinato del Per, llegando incluso

    hasta Panam y Mxico. La rpida difusin del consumo gener la consiguiente

    demanda comercial, que debi ser atendida por una produccin restringida

    ecolgicamente a la regin selvtica entre los ros Paran, Paraguay y Uruguay.

    Aceler tambin la masiva esclavizacin de mano de obra guaran para la recoleccin

    de la yerba selva adentro, con su secuela de mortandad de la poblacin aborigen

    diezmada por el esfuerzo agotador del trabajo, la mala alimentacin y las

    enfermedades, o la represin de los que se rebelaron (Garavaglia, 1983). La dificultad

    para extraer las hojas del interior de la jungla y el secreto que los misioneros jesuitas

    guardaron en torno a la tcnica de su reproduccin en cultivo una vez desarrolladas

    las plantaciones alrededor de las reducciones, hicieron de la explotacin y

    comercializacin de la yerba mate un floreciente negocio, desde mediados del siglo

    XVII hasta los albores del siglo XX. Las disputas por la apropiacin de esta renta

    yerbatera, signaron muchos de los acontecimientos de la historia poltica y econmica

    de la regin. (Gortari et.al., 2002)

    Desde los tiempos del control comercial colonial por la corona espaola y

    posteriormente por los gobiernos de Paraguay, Argentina y Brasil que lidiaron por el

    dominio de los territorios de produccin, la comercializacin de la yerba mate estuvo

    sujeta a diferentes modos de regulacin desde el poder estatal. Cuando a principios

    del siglo XX se reinicia su cultivo en nuestro pas cuya tcnica se haba perdido

    despus de la expulsin de las misiones jesuticas en 1768-, estas plantaciones son

    tambin fomentadas por el gobierno nacional que impuls la colonizacin del territorio

    de Misiones entregando parcelas a inmigrantes extranjeros con la condicin de plantar

    en ellas entre un 20 y un 75% -dependiendo del tamao del predio- con yerba mate

    (CRYM, 1971). Fue adems una decisin geopoltica del estado argentino de

    promover la ocupacin de un espacio territorial fronterizo en el marco de la hiptesis

    de disputa hegemnica o de conflicto armado con Brasil el permetro de la provincia

    de Misiones tiene 900 km de frontera con Brasil, 300 km con Paraguay, y slo 100 km

    con el resto del pas- .

    La depredacin sistemtica de los yerbales silvestres en el perodo previo y las

    recurrentes denuncias que llegaron a cobrar estado parlamentario nacional (Barret,

    1910; Niklison, 1914; Naboulet, 1917; Abos, 2002)- por las condiciones infrahumanas

  • de explotacin a los que fueron sometidos los menses (peones) en las llamadas

    minas yerbateras, hizo del cultivo a cargo de pequeos productores una alternativa

    capitalista mucho ms atractiva: sostenible en el tiempo y ms econmica. El cultivo

    se expandi rpidamente al ritmo de la colonizacin, generando niveles de produccin

    que entraron a competir con los intereses del puerto de Buenos Aires ligados a la

    importacin histrica de yerba mate desde Brasil, en el marco de un mercado interno

    cautivo pero limitado al crecimiento vegetativo de la poblacin. La colonizacin

    yerbatera impulsada por el Estado, convirti rpidamente a la actividad en la ms

    importante econmicamente de Misiones y marc el comienzo de la declinacin de la

    importacin. En 1920, prcticamente todo el consumo nacional, unos 67 millones de

    kilos, era abastecido con yerba importada, de la cual una tercera parte era yerba

    elaborada en Brasil. En 1940, la importacin se redujo al 30% del consumo -estimado

    en 106 millones de kilos- y fue prcticamente nula la importacin de yerba molida. La

    produccin nacional pas de 1 milln de kilos en 1914, a 9 millones en 1924, alcanz

    los 38 millones en 1930, hasta superar los 100 millones de kilos en 1937 con una

    superficie plantada de 70 mil hectreas.

    Se produce entonces la crisis que A.Bunge haba preanunciado como "La cercana

    tragedia del mate": considerando el volumen producido en 1933 y el ritmo de

    plantacin anual, estim que en 1940 se alcanzara un nivel de produccin de 190

    millones de kilos para un consumo nacional que apenas superaba los 100 millones

    (Bunge,1934).

    Primaron entonces los intereses importadores y de los molineros de yerba mate

    asentados en Rosario y Buenos Aires -casi todos capitales brasileros y paraguayos,

    apoyados por los exportadores pampeanos de trigo a esos pases - que lograron

    limitar por ley la produccin nacional manteniendo una cuota de importacin y

    reservndose adems los mercados de Uruguay, Chile, Bolivia y Per. (CFI, 1975 ;

    Bolsi, 1988).

    Se cre as la Comisin Reguladora de la Yerba Mate (Ley N 12.236, septiembre de

    1935) con atribuciones para prohibir/autorizar nuevas plantaciones y establecer cupos

    de cosecha. Un ao despus se cre el Mercado Consignatario, que garantizara un

    precio sostn.

    Junto con la crisis aparecieron las primeras movilizaciones de los colonos reclamando

    por el precio y los cupos de produccin, y generando adems el primer hecho poltico

    represivo de resonancia nacional desde los tiempos del exterminio de peones en los

    yerbales silvestres del Alto Paran: la llamada masacre de Ober de 1936 (cruenta

    represin policial a una manifestacin de colonos con sus mujeres y nios protestando

  • contra la decisin poltica de limitar la produccin de yerba y los abusos de los

    acopiadores privados de tabaco). (Waskiewicz 2005)

    Tanto la oferta como la demanda de materia prima respondieron desde entonces a

    orientaciones precisas del poder pblico, para satisfacer un mercado domstico qu,

    luego de desarrollarse en forma dinmica hasta sustituir casi por completo la

    importacin -dcada del 60-, acompa el ritmo del crecimiento vegetativo de la

    poblacin. En el marco de esas reglas econmicas, con su intervencin el Estado

    funcionaba como un garante de la "paz" social en la actividad, posibilitando que el

    sector primario sostuviera su participacin en la distribucin de la renta yerbatera y

    regulando el avance del capital sobre la produccin.

    En 1966, al prohibirse la cosecha por exceso de produccin, se prohibi adems la

    importacin de yerba mate, con la excepcin para Paraguay, que en su condicin de

    pas de menor desarrollo relativo (acuerdos ALALC), obtuvo la concesin de un cupo

    anual de 5 mil toneladas de yerba canchada. Desde entonces la importacin fue

    cayendo, hasta quedar limitada en la actualidad a aquellas operaciones con yerba tipo

    uruguayo para satisfacer la demanda de la colonia de residentes de ese pas en

    Argentina.

    Los reclamos del Movimiento Agrario de Misiones en los primeros aos de la dcada

    del setenta, por lograr la incorporacin en mayora de los representantes de los

    productores al directorio de la CRYM, nunca pudieron concretarse a pesar de una

    predisposicin favorable del gobierno provincial de Irrazbal (1973) y de las

    autoridades nacionales durante la breves presidencias de Cmpora y Pern (1973/74).

    Estas aspiraciones se vieron definitivamente frustradas con el advenimiento de la

    dictadura militar, que persigui y encarcel a la dirigencia agraria. Uno de sus

    representantes ms destacados, Pedro Peczak, -colono de la zona centro y

    descendiente de ucranianos-, fue capturado en casa de sus suegros en noviembre de

    1976, salvajemente torturado y asesinado. Un mes despus las fuerzas de seguridad

    entregaron su cuerpo acribillado a balazos, con la explicacin de que fue abatido en un

    intento de fuga. (Torres, 1999). Igual suerte, con el agravante de la desaparicin,

    corrieron otros integrantes y colaboradores de la organizacin, as como el delegado

    de FATRE en el establecimiento Las Maras, Neris Prez, secuestrado en junio de

    1977. (Momarand, 2004). Cuarenta aos despus de la masacre de Ober, y al

    igual que en los tiempos no tan lejanos de los menses aniquilados en los yerbales

    silvestres, el poder pblico volva a dar muestras de que su arbitraje no es neutral. Y

    como es de esperar, en los momentos de agudizacin del conflicto social, siempre falla

    a favor de los capangas del momento. Y una cosa es una asamblea para reclamar por

  • mejores precios y otra muy distinta pretender sentarse a la mesa de la toma de

    decisiones con voz y poder propios.

    La mala cosecha del ao 1987, llev a autorizar como excepcin la importacin de

    ms de 20 millones de kilos de yerba para compensar el dficit. El precio de la materia

    prima alcanz en esos aos un pico que no se volvera a repetir. Al comps de esa

    euforia por el "oro verde" se autorizaron nuevas plantaciones y se inici un exitoso

    programa de extensin para recuperar yerbales degradados y mejorar rendimientos

    con prcticas culturales y aumentando la densidad de plantas por hectrea: la

    Comisin Tripartita (productores, industria y gobiernos provinciales) para el Incremento

    de la Produccin Yerbatera (1988-91). (Comisin Tripartita, 1991)

    Se puede concluir entonces que la historia de la produccin y comercializacin de la

    yerba mate estuvo signada por la tutela del Estado desde sus inicios. Con sus

    maniobras y conflictos de intereses (plantaciones en negro, contrabando de palo,

    adulteracin, prevaricato, intervenciones a la CRYM, legislacin, etc), el mecanismo

    regulador posibilit acompaar el crecimiento de la demanda interna, sustituir las

    importaciones y consolidar un interesante mercado de exportacin en Siria y Lbano.

    Toda esa rica experiencia de aciertos y errores, que le permiti al pas convertirse en

    el primer productor y consumidor mundial de yerba mate y el ms avanzado en todos

    los aspectos de la tecnologa de cultivo y elaboracin, sosteniendo al mismo tiempo un

    equilibrio contemporizador entre los intereses del pequeo productor y los grandes

    molinos concentradores, fue desestimada en 1991 cuando se aprob la desregulacin.

    El Decreto Nacional N 2284 (Menem-Cavallo) de 1991, termin as con ms de 50

    aos de poltica econmica yerbatera y provoc una rpida concentracin de la renta

    del sector. Ocho empresas industriales con sus principales marcas: Las Maras

    (Taragi), Molinos Ro de la Plata (Nobleza Gaucha), Mate Larangeira Mendez (Cruz

    de Malta), Reuk (Rosamonte), Martn y Ca (La Hoja), La Cachuera

    (Amanda),Llorente (La Tranquera), Gerula (Romance) y 3 cooperativas: Santo Pip

    (Pipor), Colonia Liebig (Playadito) y Montecarlo (Aguantadora), concentraban en

    1998 ms del 70% del mercado y slo las 3 primeras empresas el 50% (SAGPyA,

    1998). Parte de esa renta fue luego disputada por nuevos y poderosos actores que

    aparecieron en la cadena comercial durante la dcada del 90: los hipermercados. Esta

    puja impact directamente en la presin hacia abajo de los precios pagados al

    productor y al tarefero (pen cosechero), hasta reducirlos al nivel de subsistencia.

    (Gortari, 1997)

    La crisis se manifest con toda su crudeza a partir de 1997, cuando lleg a su tope el

    escurrimiento de volmenes de yerba canchada hacia Brasil en el marco de los

    acuerdos comerciales del MERCOSUR y entraron en plena produccin las nuevas

  • plantaciones alentadas por la desregulacin. El malestar social fue creciente: el precio

    neto del kilo de hoja verde recibido por el productor lleg a niveles irrisorios (menos

    que el valor de un chicle), comenz la tala rasa de yerbales y su reemplazo por

    potreros, cultivos anuales o forestacin, el valor de las chacras se desplom

    promoviendo su enajenacin a intereses especulativos forestales y agudizando el

    xodo de la poblacin rural a las ciudades.

    En pleno apogeo de la fanfarria neoliberal sostenida por el emblemtico Cavallo, esta

    vez ministro del gobierno de la Alianza (De La Rua), los productores yerbateros

    organizaron una manifestacin de protesta en la plaza central de Posadas, donde

    acamparon y permanecieron con sus vetustos tractores y otros equipos agrcolas aun

    ms arcaicos por espacio de un mes (junio 2001). El eje del reclamo del tractorazo

    yerbatero fue la intervencin de los gobiernos provincial y nacional a fin de establecer

    un acuerdo de precios para la materia prima (Gortari, 2001). Si bien se logr una

    mejora formal para el precio sin ninguna garanta de control-, la movilizacin fue el

    prolegmeno de un proyecto de ley que se aprobara en el Congreso Nacional al ao

    siguiente: la creacin del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) -Ley 25.564,

    Decreto Reglamentario N1240/02-.

    Institucionalidad del INYM Tras arduos debates y enconada resistencia al proyecto desde los sectores ms

    concentrados, la ley fue sancionada el 21 de febrero de 2002 y promulgada de hecho

    esto es, sin intervencin del Poder Ejecutivo- el 14 de marzo. Demorara cinco

    meses ms su reglamentacin y el 19 de julio de 2002 se realiz la primer reunin

    formal del flamante directorio. El INYM es un ente de derecho pblico no estatal con

    jurisdiccin en todo el territorio de la Repblica Argentina. La sede central est en

    Posadas, capital de la provincia de Misiones. Los objetivos del INYM son promover,

    fomentar y fortalecer el desarrollo de la produccin, industrializacin, comercializacin

    y consumo de la yerba mate y derivados, procurando la sustentabilidad de todos los

    sectores involucrados en la actividad (trabajadores rurales, productores, secaderos e

    industriales), en conjuncin con las cadenas de distribuidores y consumidores. Las

    acciones y programas que desarrolle el Instituto deben contribuir a mejorar la

    competitividad del sector. (BORA, 2002)

    El directorio es el mximo rgano de decisin del INYM y est integrado por 12

    miembros, investidos en representacin de: 1 del Poder Ejecutivo Nacional, 1 del

    Poder Ejecutivo de la provincia de Misiones, 1 del Poder Ejecutivo de la provincia de

    Corrientes, 2 de los industriales, 1 de los secaderos de yerba, 3 de los productores, 2

    de las cooperativas agrcolas yerbateras y, 1 de los obreros rurales (UATRE). Con

  • excepcin de los representantes de los poderes ejecutivos que continan hasta tanto

    los respectivos gobiernos designen sus reemplazantes-, todos los miembros del

    directorio duran en sus funciones 2 aos, pudindose ser reelectos por un perodo

    consecutivo. A partir de entonces deben dejar pasar un perodo para volver a poder

    ser elegidos. Los cargos se ejercen en forma ad honorem y los directores slo pueden

    percibir emolumentos del INYM en carcter de viticos.

    El directorio se rene una vez por mes y sesiona con la mayora simple de sus

    miembros (siete). La presidencia la ejerce el representante del Poder Ejecutivo

    Nacional, quien tiene doble voto en caso de empate. Las decisiones se toman por

    mayora simple, con excepcin de la fijacin del precio de la hoja verde y la yerba

    canchada, para lo cual se requiere unanimidad. Este precio se fija por perodos

    semestrales de abril a septiembre y de octubre a marzo de cada ao tomando en

    consideracin los costos de produccin incluidas cargas impositivas, laborales y

    previsionales- as como una rentabilidad razonable, y en relacin al precio de venta

    en gndola de las marcas que representen el 50% de las ventas en el mercado

    interno. Si no se llega a un acuerdo sobre el precio despus de los 15 das de la

    sesin del Directorio convocada a tal fin, la decisin se somete al arbitraje del

    Secretario de Agricultura, Ganadera, Pesca y Alimentacin de la Nacin, quien deber

    laudar dentro de los 20 das hbiles tomando en consideracin la informacin de

    costos de cada uno de los sectores de la actividad. Dada la obviedad de los intereses

    contrapuestos entre productores de materia prima e industrializadores respecto a los

    costos correctos y a que la legislacin no establece un organismo tcnico que pueda

    definir al efecto, ej. el INTA, lo que viene ocurriendo es que la decisin del precio la

    toma el Poder Ejecutivo Nacional. Y lo hace en el marco de su estrategia de evitar

    aumentos de precios en los productos de la canasta bsica, con la presin del

    gobierno provincial de Misiones en el sentido de elevar los valores de la materia prima

    como mecanismo de mejora de ingresos al pequeo productor y al tarefero los que

    involucran con sus respectivos grupos familiares una poblacin del orden de las 200

    mil personas-, y con el lobby empresario y del gobierno de Corrientes ms ligado a la

    gran produccin con cadena de industrializacin y comercializacin integrada- en

    sentido contrario.

    El precio es obligatorio y su incumplimiento es pasible de sanciones que van desde el

    apercibimiento, multas que pueden llegar al equivalente en valor de un milln de kilos

    de yerba canchada, decomiso del producto, hasta la clausura e inhabilitacin del

    establecimiento infractor en forma temporaria o definitiva.

    Adems de la fijacin del precio, la normativa prev que el INYM deber implementar

    las medidas que resulten necesarias y convenientes para facilitar el equilibrio entre la

  • oferta y la demanda En caso de constatarse desequilibrios en base a estadsticas,

    stocks de materia prima, proyeccin de demanda futura, relevamientos satelitales o

    censos de plantaciones, el Instituto est facultado a tomar medidas en forma conjunta

    con la Secretara de Agricultura de Nacin- que limiten la produccin: fijacin de

    calendario de cosecha, limitacin temporaria de nuevas plantaciones y aplicacin de

    cupos de cosecha. Desde su creacin hasta la fecha no se ha avanzado en decisiones

    de este tipo.

    La principal fuente de recursos del INYM es la tasa de inspeccin y fiscalizacin, fijada

    por ley entre $0,04 y $0,08 por kilo de yerba mate elaborada con destino a ser

    comercializada en el territorio nacional. En caso de variacin del precio promedio de

    venta al pblico, dicha tasa ser el equivalente del 2,5% al 5% de dicho valor por kilo,

    y es fijada por la Secretara de Agricultura de la Nacin. Todo envase que contenga

    yerba mate molida para su expendio al pblico, debe llevar adherida la estampilla

    oficial de control que acredita el pago de la tasa establecida. Se exime del

    estampillado a la yerba mate fraccionada en saquitos y a los extractos, bebidas y

    concentrados de yerba mate. La tasa mnima implica un fondo del orden de los $10

    millones anuales, con los que el INYM financia su actividad ordinaria de control y

    regulacin, as como aquellas acciones tendientes a promover el consumo y generar

    programas de mejoramiento de la calidad, la productividad y la asociatividad. En ese

    sentido cabe destacar la organizacin en el mes de noviembre de 2006, con la

    cooperacin del INTA y la Universidad Nacional de Misiones, del 4 Congreso

    Sudamericano de la Yerba Mate, para propiciar el encuentro de la cadena productiva

    de la yerba mate de la regin del MERCOSUR. (INYM, 2006)

    Los primeros resultados A comienzos de la dcada del 90 y al momento de la desregulacin, el precio del kilo

    de yerba mate en gndola estaba en los 2 pesos, en tanto el kilo de hoja verde puesta

    en secadero se pagaba 20 centavos (Rosenfeld, 1992; APAM, 2001). Es decir que la

    participacin del sector productivo productor, cosecha y acarreo a secadero- era del

    orden de 60 centavos por kilo de yerba vendido al pblico (simplificando una razn de

    3 kilos de hoja verde para generar uno de yerba mate elaborada). Lo que equivala a

    un porcentaje de 30 por ciento del valor total y, para un volumen de produccin de 275

    millones de kilos, un valor absoluto de unos 165 millones de pesos para el sector

    productivo por ao.

    Diez aos despus el precio de la hoja verde en secadero o sea incluidos costos de

    cosecha y flete- haba cado a 6 centavos y la participacin en el producto final del

    sector productivo se redujo al 9 por ciento. Unos 50 millones de pesos anuales,

  • significando una cada de ingreso real para el sector productivo del 70% en relacin al

    momento previo a la desregulacin.

    La transferencia de ingresos desde el sector productivo al sector industrial-comercial

    fue del orden de los 115 millones de pesos anuales. Para el ao 2001 esa cifra

    equivala al 10 por ciento del presupuesto pblico provincial. En los 10 aos del

    perodo suma una cifra del orden de los $1.000 millones convertibles a dlares-. Esta

    suma se transfiri en la forma de cada de ingresos para el trabajo (mano de obra

    familiar y peones) e incremento y concentracin de las ganancias del capital comercial

    industrial. Tambin signific un fenomenal mecanismo centrifugador de recursos

    desde la economa local y regional hacia los circuitos del capital financiero globalizado.

    A nivel microeconmico, que es como lo sufre la gente de carne y hueso, un productor

    de 10 hectreas que en el ao 1990 produca unos 5.000 kilos por hectrea/ao, tena

    un ingreso anual de 10 mil pesos. En el ao 2000, por el mismo producto y con

    insumos gasoil, maquinarias, agroqumicos- que duplicaron su valor, reciba mil

    pesos anuales una vez deducidos los costos de flete y cosecha, con los que tena que

    hacer frente a todas las actividades culturales y a su propia sobrevivencia familiar.(

    APAM, ob.cit.)

    Considerando que el 80% de los 19 mil productores de yerba mate de Misiones y

    Corrientes, estn por debajo de las 10 hectreas plantadas (Ministerio del Agro y la

    Produccin, 2002), quiere decir que al momento de la protesta yerbatera del ao 2001

    haba 15 mil familias de productores unas 70 mil personas- que vivan con un ingreso

    mensual inferior a $83.

    Para revertir esa situacin es que se cre el INYM, a contrapelo de las voces de la

    Fundacin Mediterrnea y de la Secretara de Agricultura de la Nacin, que

    propugnaban como solucin la erradicacin de 60 mil hectreas de los yerbales ms

    degradados los ms afectados por la crisis-, para ajustar la oferta a la demanda y

    mejorar la eficiencia del sector yerbatero en su conjunto.(SAGPyA, 2001; Fundacin

    Mediterrnea, 2000)

    En 4 aos de funcionamiento, el INYM llev el precio de la hoja verde a 42 centavos el

    kilo, generando en ese lapso el proceso inverso de redistribucin de la renta yerbatera

    y recuperando la participacin porcentual de los productores en el valor final ($4) a los

    niveles previos a la desregulacin: 30 por ciento.

    Los ingresos anuales de un productor de 10 hectreas con un rinde promedio de 5

    mil kg/ha- se ubican actualmente en los $21.000 pesos, que deducidos los costos

    directos de cosecha y flete le representan un ingreso mensual por encima de los mil

    pesos. Esto repercuti en la reactivacin comercial de las colonias y pueblos aledaos,

    en el valor de las chacras y en la decisin de arraigo de la poblacin rural.

  • Participacin del Sector Productivo en la Distribucin de la Renta Yerbatera (En millones de Pesos)

    0

    200

    400

    600

    800

    Sector productivo 165 50 346

    Otros sectores 385 500 754

    Ao 1991 Ao 2001 Ao 2006

    Fuente: Elaboracin propia en base a datos del INYM, Ministerio del Agro y la Produccin de la Provincia de Misiones y organizaciones de productores (Para todos los aos se estim un

    volumen de produccin de 275 millones de kilos de yerba elaborada y una relacin tcnica de 3

    kilos de hoja verde para uno de elaborada. Se tomaron los siguientes precios de la hoja verde y

    de la yerba en gndola: ao 1991, $0,20 y $2 por kilo respectivamente; para el 2001, $0,06 y

    $2 por kilo; y para el 2006, $0,42 y $4 por kilo.

    Es decir que el INYM, contra todo pronstico de los gures economistas de la dcada

    pasada, reinstal un esquema de economa social para un producto con una

    determinacin territorial agroecolgica que limita su produccin a la regin, con esta

    produccin en manos de pequeos productores minifundistas y con un mercado

    culturalmente cautivo. La decisin estratgica de poblar esta regin fronteriza a partir

    del cultivo de la yerba mate, fue una decisin que le cupo al estado argentino, con

    independencia de la habilidad empresaria de los capitalistas que se enriquecieron ms

    tarde con el acopio y la comercializacin del producto. Hay entonces una

    responsabilidad primigenia del estado y de su proyeccin como nacin, por garantizar

    un esquema de distribucin de la riqueza generada que posibilite la sustentabilidad, la

    calidad de vida y el progreso social de las miles de familias vinculadas directa e

    indirectamente a la produccin yerbatera. Esa gente, con el trabajo y la inteligencia de

    cuatro generaciones, desarroll un ncleo poblacional nico en su diversidad y riqueza

    cultural, un espacio de soberana nacional incuestionable y una infraestructura material

    y tecnolgica de primer orden en la cua nororiental del territorio argentino. Es decir

    que el INYM no debe conceptualizarse como un mero instrumento de equidad

    distributiva en torno a una produccin regional, sino como un poderoso mecanismo de

  • cohesin y de arraigo social, as como de afirmacin de identidad y pertenencia

    regional. Todos ellos factores geopolticos claves en la situacin territorial de Misiones

    y en el contexto de una firme poltica de integracin regional latinoamericana en

    paralelo con la aceleracin del proceso de globalizacin econmica mundial.

    Temas pendientes Despus de cuatro aos de funcionamiento y de dificultades para establecer lneas

    estratgicas consensuadas para el sector, surgen algunos interrogantes en torno al

    futuro del INYM, algunos de los cuales ya han cobrado forma de reclamos o

    sealamientos institucionales:

    1)Sobre la participacin y representatividad dentro del INYM: existen presiones de la

    provincia de Corrientes para aumentar su representacin en el INYM, lo que no es

    neutral en trminos de clases sociales, dado el mayor tamao relativo de los

    productores de yerba de esa provincia. Tambin hay disputas al interior de los

    productores misioneros, sobre qu organizaciones son las ms genuinas y merecen

    estar representadas (ejemplo el MAM que hoy no tiene representacin). Por ltimo, la

    participacin en las decisiones de los peones rurales es absolutamente minoritaria, lo

    cual conspira contra la posibilidad de atencin de las demandas de este sector, a

    todas luces el ms sumergido histricamente en trminos de condiciones de vida.

    (Walsh 1966, Rau 2004). Sin desconocer las interesantes iniciativas del gobierno

    provincial relativas a cobertura social -salud, vivienda, arraigo, escolarizacin- y

    erradicacin del trabajo infantil y del trabajo en negro, y los avances logrados por

    UATRE respecto al precio a pagar por tonelada cosechada. El respeto a condiciones

    laborales dignas de los trabajadores involucrados certificacin de normas OHSAS

    18000- es cada vez ms una condicin comercial de aceptacin del producto en los

    mercados internacionales.

    2) Si bien el precio que fija cada seis meses para la materia prima pretende

    contemplar la cobertura de los costos de produccin promedios, est claro que stos

    dependen de las condiciones de productividad de las diferentes plantaciones. De

    acuerdo al Relevamiento Satelital de 2001 de las 196 mil hectreas plantadas con

    yerba mate (90% en Misiones y 10% en Corrientes), las plantaciones de alta densidad

    (ms de 1.800 plantas/ha.) sumaban 71 mil hectreas, las de media (entre 1.800 y

    1.000 plantas/ha.) poco ms de 48 mil hectreas y los yerbales de baja densidad

    (menos de 1.000 plantas/ha.) ocupaban 77 mil hectreas (Ministerio del Agro y

    Produccin ob.cit.). En la medida que las plantaciones de mayor densidad generen

    una renta diferencial, habr una tendencia a incrementar esta forma de cultivo y una

    tendencia mientras existan tierras disponibles- a que la oferta crezca ms

  • aceleradamente que la demanda. De hecho se observan nuevas plantaciones,

    renovacin de yerbales deteriorados y han vuelto a cobrar inters comercial los viveros

    de yerba mate. Tambin hay algunas seales preliminares de que se estara llegando

    a situaciones de saturacin de stocks en secaderos y molinos. Esto pone al INYM en

    la decisin de planificar algn tipo de limitacin a las plantaciones para adecuar su

    ritmo de crecimiento al de la demanda. Tambin pone en debate el precio a fijar para

    la materia prima, en virtud de cules costos productividades- se toman como

    referencia.

    3) En trminos productivos ser necesario atender la problemtica del uso de

    agroqumicos vinculado a la prctica del monocultivo (Schmalko et.al.,1998, Di

    Gregorio et.al. 2003). La importancia de lograr un producto libre de residualidad txica

    en condiciones de sustentabilidad del suelo y del ecosistema en general certificacin

    de normas ISO 14000-, son condiciones bsicas para pensar en la posibilidad de un

    incremento en la demanda de esta infusin para usos no tradicionales y desde

    mercados con gran potencialidad.(Gortari y Oviedo, 2001; Fernndez Daz, 1997)

    4) El aseguramiento de la calidad del producto certificacin de normas ISO 9000-, el

    desarrollo de formas de consumo no tradicionales, asociados ambos a los esfuerzos

    de promocin comercial tanto dentro del pas como en el exterior, son inversiones

    impostergables a las que deber atender el INYM como garanta de proyeccin

    sectorial en el mediano plazo. Si bien el arraigo cultural del hbito del mate es fuerte

    en la regin consumidora (Las Maras S.A., 1986), esa misma poblacin es

    bombardeada todos los das con nuevas propuestas publicitarias de consumos

    alternativos. La dinmica de resolucin de esa tensin depender del esfuerzo que

    haga el sector yerbatero por fidelizar a sus diferentes tipos de consumidores e

    incorporar nuevos segmentos de poblacin al consumo de yerba mate, tanto a nivel

    interno como en el exterior.( SUCEI, 1996)

    5) Los componentes antioxidantes de la yerba mate (Campos et.al., 1996; Gugliucci y

    Stahl, 1995), representan una oportunidad potencial para la promocin del consumo

    asociado a las dietas de productos naturales y a la vida sana. Esas mismas

    propiedades se estn usando para promover la ingesta de vino y de t verde. Sobre la

    base de un consumidor ya educado en las bondades de los antioxidantes, aparece

    como algo factible y efectivo disear esquemas publicitarios sobre este aspecto poco

    conocido de la yerba mate. La produccin orgnica y la denominacin de origen

    constituyen factores adicionales en trminos de marketing y de segmentacin de

    mercados para posicionar al producto en la lnea del consumo sano y genuino

    (Kohlmier, 2000; Waidelich, 1993; Chavannes, 1996).

  • 6)Existe en la regin una historia y una cultura instalada sobre la produccin yerbatera,

    que ha generado a su vez una masa crtica cientfica-tecnolgica local en relacin a la

    cadena productiva y a diferentes aspectos vinculados a la yerba mate (UNaM, INTA,

    Ministerios del Agro y la Produccin, de Ecologa, Direccin de Industria,

    Subsecretaras de Turismo, de Cultura, Secretara de Accin Cooperativa, Comercio e

    Integracin, laboratorios privados). En el marco de los recientes proyectos

    integradores alentados por el gobierno provincial, como el del Parque Tecnolgico de

    Misiones, la Biofbrica, la Agencia para el Desarrollo Econmico de Misiones y el

    Comit Ejecutivo de Desarrollo e Innovacin Tecnolgica (CEDIT), se puede avanzar,

    con el INYM como conduccin institucional, en el armado de equipos

    interdisciplinares e interinstitucionales para generar nuevos desarrollos del producto

    comercial yerba mate.

    7) El INYM debera ejercer tambin la conduccin en el tratamiento del tema

    yerbatero en los grupos de trabajo del MERCOSUR. Siendo esta la nica regin de

    produccin en el planeta y la de mayor consumo per cpita, el MERCOSUR debera

    ser una plataforma de proyeccin del producto hacia otros mercados internacionales,

    superando de una vez la historia de mezquinas disputas comerciales de suma cero por

    ganar espacios en un mercado regional cautivo, para pensar en grande una

    cooperacin que potencie las fortalezas relativas de cada sector en cada pas y del

    producto a escala mundial. (Gomes, 1997; Oviedo y Gortari, 1997).

    8) Desde el INYM y sus recursos poltico-institucionales y econmicos, tambin se

    deberan apoyar financieramente, con capacitacin, etc.- aquellas formas

    organizativas que se plantean la defensa de la calidad de vida de productores y

    tareferos (asociaciones, gremios, cooperativas) y la preservacin del medio ambiente,

    como espacios estratgicos para la consolidacin de un modelo de desarrollo

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