12

Click here to load reader

estado-y-medio-ambiente

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 1 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

EL ESTADO Y EL MEDIO AMBIENTE Silvia Diana Matteucci

CONICET, Grupo de Ecología del Paisaje, Centro de Estudios Avanzados, Universidad de Buenos Aires ([email protected])

Introducción Hablar del rol del Estado en la problemática medio ambiental no es sencillo. Los conceptos de Estado y de Medio Ambiente son de por sí complejos. Medio Ambiente es el entorno en el cual se desarrollan todas las actividades humanas, y no existe una sola que no afecte directa o indirectamente al medio ambiente. Esto implica que toda decisión estratégica del Estado, desde la elaboración del Plan Maestro de uso de la tierra, la normativa para la instalación de desarrollos industriales, las leyes de ciencia y educación hasta las de conservación y turismo, tendrán efecto sobre el medio ambiente. Cuando se modifica el precio internacional de la soja, cuando se regula la exportación o importación, cuando se decide la aceptación o no de determinados germoplasmas para el cultivo, de manera indirecta se influye en los modos y niveles de la actividad productiva, con los consiguientes efectos en los ecosistemas que constituyen el entorno físico biótico. Es por esto que uno se cuestiona la pregunta: ¿cuál es el rol del Estado en relación al medio ambiente? Quizá la pregunta debería ser ¿qué tipo de Estado se requiere para desarrollar la política medio ambiental adecuada a los intereses y necesidades de la población? En un país dependiente, como el nuestro, el Estado puede o bien enfrentarse o bien acoplarse a los intereses y políticas de las multinacionales y de los Estados dominantes. Lamentablemente, la decisión es del Estado porque la sociedad civil es débil. Creo que no cabe duda de cuál ha sido y sigue siendo la respuesta del Estado en nuestro país. Ante esta realidad, resulta utópico pretender que el Estado pueda cumplir su rol de regulador-protector de los intereses de todos los sectores sociales, sin la participación activa de la sociedad civil. La actitud conformista del público, incentivada por el Estado, favorece la dominación y el control logrado mediante el poder y la represión. Es por esto que me inclino a pensar que la solución de nuestros problemas medio ambientales no provendrán de políticas que surjan de un Estado que impone un saber organizado que mantiene la dominación y el control. Si bien podemos adjudicar un rol al Estado, éste no se podrá realizar hasta que la sociedad sacuda su conformismo y construya, sistematice y elabore un saber alternativo al vigente. En este sentido, el rol de los intelectuales comprometidos y de la sociedad civil movilizada es de mucho más peso en las etapas iniciales de un proceso de cambio. Para que la acción sea efectiva veo la conveniencia de bajar el nivel jerárquico a la escala local, dirigiendo la discusión hacia el rol del sistema sociedad-ciencia,tecnología-gobierno, en la solución de problemas concretos en el rango de Municipio o inferior. Cifro esperanzas en que a partir de la multiplicación de casos locales será posible potenciar acciones que ayuden a modificar la estructura y funcionamiento del Ecosistema Humano Total (Egler, 1970) en los

Page 2: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 2 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

niveles jerárquicos superiores. Esto es, un Estado útil a la sociedad es aquel que está completamente subordinado a ésta; convertirlo de un órgano situado por encima de la sociedad es una tarea llena de escollos pero que tiene mayor probabilidad de éxito si se impulsa desde la sociedad civil, y la solución de problemas ambientales concretos es una manera de despertarnos de la inercia y apatía que nos invade como respuesta a los fracasos de la política. En este trabajo trato de demostrar, a la luz de los avances de la teoría de los sistemas complejos adaptativos (auto-organizados), de qué manera es posible aproximarse al manejo del medio ambiente y cuál debería ser el rol del Estado en este contexto. Presento un conjunto de reflexiones que se interrelacionan, con la expectativa de generar una discusión que permita profundizar en el tema. El sistema naturaleza-sociedad El ambiente está en el dominio de la ciencia: los fenómenos de interés se localizan en el mundo natural. Cualquiera sea el tema ambiental (contaminación, erosión, pérdida de biodiversidad, manejo de recursos, ordenamiento de los usos de la tierra, etc.) debemos recurrir al conocimiento científico para lograr una gestión efectiva; sin embargo, no es la ciencia tradicional academicista la que dará las respuestas requeridas. Hasta hace unas cuatro décadas, la sociedad iba a la conquista de la naturaleza y todas las estrategias apuntaban a controlarla; hoy reconocemos que no somos sus dueños, sino parte de ella y que debemos manejarla pero para acomodarnos y ajustarnos a su funcionamiento. En estas condiciones hoy, más que nunca, se requiere una ciencia al alcance de todos, y para ello es importante adoptar un enfoque diferente para las tres etapas del proceso científico tecnológico: creación, transmisión y utilización del conocimiento sistemático. El proceso científico-tecnológico no puede seguir siendo patrimonio de un grupo selecto; que se mantiene en un sistema cerrado, sin consecuencia para el resto de la sociedad. Esto no significa la desaparición de los científicos, sino su apertura para efectivizar su rol como susbsistema de Ciencia y Tecnología interactuante con los subsistemas social, de gobierno y de crítica (Fig.1). Además, la solución de toda situación ambiental requiere una coincidencia en el tiempo de tres condiciones: la percepción del problema; la disponibilidad de alternativas técnicas de solución; la predisposición del gobierno. Según dicta la experiencia, en general, la percepción del problema por parte de la sociedad aparece primero; en último lugar, si es que se da, aparece la predisposición de las instituciones gubernamentales. La coincidencia requerida tiene más probabilidades de ocurrir en una sociedad que funciona en un sistema integrado (Fig. 1). El Subsistema Social (SSS) está formado por todas las instituciones y personas afectadas o involucradas en el caso en cuestión. Debe interactuar con los otros tres subsistemas puesto que es el que nutre al subsistema científico tecnológico con problemas y con soluciones que requieren comprobación. Es, asimismo, el que exige al gobierno la puesta en marcha de las acciones. Es por su rol como

Page 3: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 3 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

razón de ser de los otros subsistemas que se encuentra a la cabeza del esquema. El Subsistema de Gobierno (SSG) está formado por todas las instituciones y personas cuya actividad está centrada en optimizar el bien común a través de su administración. Su rol es el de dar respuesta a los requerimientos tanto de la sociedad como del subsistema científico-tecnológico.

Figura 1: El Sistema Científico

MEDIO AMBIENTE

SSC

SSCT SSG

SSS

El subsistema de Ciencia y Tecnología (SSCT) está formado por todas las instituciones y personas cuya actividad esté centrada en optimizar la generación de conocimientos y la utilización de los mismos. El Subsistema de Crítica (SSC) está formado por todos. Todo ciudadano, cuando ejerce su derecho de crítica al gobierno o cuando, mediante su compra decide entre un producto u otro, pertenece al sistema de crítica. Toda institución de los otros tres subsistemas, al seleccionar la tecnología, pertenece al subsistema de crítica. El rol es central, es el contralor y regulador de los demás subsistemas, por ello se representa en el centro del gráfico. La interacción entre los subsistemas garantiza que:

• todos los subsistemas participen en las tres fases del proceso científico-tecnológico (creación, transmisión y utilización del conocimiento sistemático).

• el Subsistema de Ciencia y Tecnología responda a las necesidades de la sociedad en el momento histórico dado; más que a la necesidad académica de la publicación.

• junto con otras herramientas, resuelva los conflictos entre distintos grupos de la comunidad al momento de planificar y ejecutar acciones mitigadoras o correctivas.

• las decisiones acerca del manejo del medio ambiente provengan del conjunto de la sociedad y no de los expertos actuando por encima de la sociedad civil.

• la normativa ambiental (y toda otra) surja de la comprensión del funcionamiento del sistema natural-social, más que de intereses espurios.

Page 4: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 4 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

Este sistema sólo podrá funcionar si se logra la democratización del conocimiento. Es aquí donde el Estado tiene un rol fundamental, como nexo y motor de la interacción entre el Subsistema Científico-Tecnológico y el Subsistema Social. El Medio Ambiente como Sistema Complejo La experiencia de la gestión del medio ambiente a lo largo de la historia demuestra que la naturaleza no es domesticable. Aún cuando en lo inmediato se obtengan resultados acordes con lo esperado, en un plazo más o menos largo se producen los "reveses ecológicos", que se manifiestan no sólo en el deterioro de los ecosistemas y los recursos, sino también en agencias que se vuelven rígidas y miopes, en mayor dependencia de los sectores económicos, y en la pérdida de credibilidad de los gobiernos. El uso de la teoría tradicional en la gestión de los sistemas ecológico/económico/social ha generado problemas a largo plazo al satisfacer objetivos de corto-plazo. Se le exige a la ecología, como rama que estudia el medio ambiente, que dé respuestas simples a preguntas complejas. El método científico que nos enseñan requiere simplificación de la situación al punto en que sea controlable y predecible. Al hacer esto se elimina la complejidad inherente al sistema natural. Si queremos tener éxito en las políticas a aplicar para mejorar el medio ambiente, debemos cambiar el enfoque tanto de la ciencia como del manejo. No manejamos ecosistemas, manejamos nuestra interacción con ecosistemas (Kay y Schneider, 1994). El requerimiento de explicaciones simples y leyes básicas parte de la idea de que el sistema ambiental puede analizarse con el método científico tradicional, reduciéndolo a un sistema simple. Este tratamiento conduce a conclusiones erróneas, que se traducen en políticas ambientales que llevan al fracaso, causando problemas nuevos o empeorando los ya existentes. Todo observador que trata de comprender los problemas ambientales puede quedar sorprendido por la cantidad y variedad de elementos y procesos involucrados, y por la manera en que se afectan mutuamente. Cada vez se hace más evidente a un conjunto más grande de gente que nada puede ser manejado en aislamiento ya que los temas están mutuamente relacionados, los problemas trascienden varios niveles de una jerarquía y escalas temporales, todo tipo de incertidumbres afecta tanto a los datos como a las teorías. Para desarrollar directrices medio ambientales nuevas se requieren herramientas intelectuales nuevas. Ya no se puede elaborar políticas sobre la base de estudios detallados de porciones aisladas de la naturaleza, en base a modelos simples y teoría abstracta. El enfoque reduccionista puede impedir la comprensión de los problemas y el desarrollo de los métodos adecuados para solucionarlos. Tampoco resultan útiles los modelos clásicos de simulación, que consideran al sistema internamente homogéneo en el tiempo y en el espacio. La teoría de los sistemas complejos auto-organizados, que es un avance respecto de la clásica teoría de los sistemas, promete brindar herramientas más adecuadas para el abordaje de la problemática ambiental que los enfoques científicos convencionales. La teoría de los sistemas es un enfoque analítico que representa al mundo natural como un conjunto de elementos entre los cuales

Page 5: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 5 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

ocurren flujos regulados por una variedad de procesos de retroalimentación. Los primeros modelos eran simples y se basaban en funciones determinísticas. Con el avance de la tecnología computacional, los modelos se han ido complicando, incluyendo gran cantidad de procesos interactuantes, y se han podido realizar simulaciones a escalas espaciales y temporales cada vez más grandes, o con mayor resolución espacial y temporal. Sin embargo, dichos modelos no contemplan la heterogeneidad interna del sistema; esto es, cada elemento se comporta como una entidad estable, que no cambia en el tiempo ni en el espacio; no se los considera capaces de adaptación. Los avances recientes, tanto en teoría como en computación, permiten modelar el comportamiento individual en respuesta a los cambios en el entorno. Asimismo, los antiguos modelos operaban a una escala y no incorporaban los flujos verticales entre niveles jerárquicos diferentes. Un sistema ecológico natural es un ensamblaje complejo de organismos inmersos en una entorno abiótico. La complejidad surge de las interacciones intra e interespecíficas entre los individuos, de las interacciones entre niveles tróficos y de las interacciones entre los individuos y los elementos del entorno abiótico. Estas interacciones, que varían en el tiempo y el espacio, pueden ser fuertes y directas o difusas e indirectas y son modificadas por procesos de retroalimentación positiva o negativa con el entorno. Las interacciones son procesos que ocurren a diversas escalas espaciales y temporales. Por lo tanto, nos enfrentamos con el desafío de comprender de qué manera se integran los diversos niveles de organización y de qué manera los mecanismos y patrones a una escala pueden comprenderse en términos de los procesos que operan a otro nivel. En los sistemas naturaleza-sociedad, aparece un nuevo elemento de complejidad ya que integra dos subsistemas muy diferentes tanto en cuanto a los componentes como en cuanto a las tasas de los procesos operativos. Además, el subsistema social es reflexivo, porque tiene no sólo requerimientos, sino deseos que se traducen en intenciones y acciones dirigidas a cumplir metas que muchas veces entran en conflicto con los requerimientos y procesos del subsistema natural. La teoría de los sistemas complejos auto-organizados se fundamenta en la teoría de la catástrofe, la teoría del caos, la teoría de la jerarquía y la termodinámica de los sistemas abiertos. La Teoría de la catástrofe establece que los sistemas sufren cambios repentinos de manera discontinua. Cuando el sistema alcanza el umbral de catástrofe, hay varias respuestas o rutas posibles de cambio y no se puede predecir a priori cuál ocurrirá. La vía que siga es un accidente de circunstancias. La teoría del caos avanza un poco más y establece que la predicción no es posible por la acumulación de pequeñas interacciones entre los componentes. Es por este efecto que los pronósticos climáticos no pueden ir más allá de 5 a 10 días, independientemente del grado de sofisticación de las computadoras y del volumen de información disponible. La termodinámica de los sistemas abiertos, por su parte, permite explicar los sistemas auto-organizados. Un sistema abierto que recibe energía es desplazado del equilibrio; pero los sistemas naturales se resisten a moverse del equilibrio y responden con la emergencia espontánea de un comportamiento organizado

Page 6: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 6 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

como una manera de disipar la energía. El sistema alcanza el umbral catastrófico y cambia a otro estado más organizado. Esta auto-organización se caracteriza por cambios abruptos que ocurren cuando emerge un conjunto nuevo de interacciones y actividades entre los componentes y el sistema. La forma de expresión de la auto-organización no es predecible. Un sistema sólo puede auto-organizarse si recibe suficiente energía pero no demasiada; esto es, hay un intervalo de energía dentro del cual es posible la auto-organización. Si una estructura no está lo suficientemente desarrollada como para aprovechar toda la energía y materiales disponibles, otra estructura ocupa su lugar. Estos sistemas no minimizan ni maximizan su funcionamiento, sino que operan en un óptimo. Por eso, las técnicas de manejo que tratan de maximizar o minimizar algún aspecto del sistema fracasan. Los sistemas complejos auto-organizados, además, deben estudiarse desde una perspectiva jerárquica. Los sistemas vivientes, en cualquiera de los niveles de organización, deben funcionar en el contexto del sistema y del entorno del cual son partes. Los conceptos de escala y jerarquía están ligados inextricablemente. Una jerarquía se define como un sistema de interconexiones en el cual el nivel superior impone restricciones a los niveles inferiores en diversos grados. El concepto de jerarquía tiene una larga historia en la ciencia, pero la publicación de Köstler (The ghost in the machine, 1967) constituye un hito en el tema. De acuerdo a este concepto, el universo es un todo organizado con una estructura jeráquica en la cual cada nivel es un sistema formado por subsistemas, que son sistemas del nivel jerárquico inferior, y propiedades nuevas emergentes que surgen de las interrelaciones entre esos subsistemas. Más tarde, Köstler (1969) profundizó la idea, agregando que ni las partes ni el todo existen en sentido absoluto, en ningún dominio (biológico o social). La realidad concreta existe como una serie de niveles en orden ascendente de complejidad, cada uno de los cuales tiene dos caras que miran en direcciones opuestas. La cara que mira hacia el nivel inferior es la del todo autónomo y la que mira hacia el nivel superior es la de la parte dependiente. Cada nivel de doble cara fue llamado holón por Köstler (1969). La importancia de este concepto estriba en que inició una nueva manera de ver y analizar los fenómenos naturales, que perdura hasta hoy y que constituye un eslabón entre el holismo y el reduccionismo. Un nivel no puede ser considerado como un organismo a partir de las propiedades emergentes prescindiendo del conocimiento de las partes (subsistemas) que lo conforman, como lo sugiere el holismo. Tampoco puede comprenderse como la suma de sus partes, sin consideración de las interrelaciones entre ellas, como pretende el reduccionismo. Sin embargo, el todo puede disecarse en las partes, que son los holones del nivel inferior, para analizarlo, para poder explicar su funcionamiento y poder predecir el efecto de acciones sobre el sistema. Dentro de un sistema jerárquico, los niveles se distinguen por las diferencias en las tasas o frecuencias de sus procesos característicos. Los holones tienen tasas de comportamiento que los ubican a determinados niveles en la jerarquía. Por ejemplo, un organismo individual, como holón, puede interactuar con otro organismo porque ambos operan a la misma escala espacio temporal. Pero un organismo individual no puede interactuar con un bioma, ya que ambos operan a escalas diferentes por varias órdenes de magnitud. Para el organismo individual,

Page 7: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 7 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

el bioma es un contexto relativamente constante dentro del cual funciona (opera). Así, las escalas temporales constituyen un criterio importante para identificar los niveles de una jerarquía. Un corolario de la teoría de la jerarquía es la importancia de considerar al menos tres niveles jerárquicos en todo estudio. El nivel focal o nivel de interés se identifica en función de las preguntas u objetivos del estudio. Por ejemplo, si la pregunta es: ¿cuál es el efecto de una plaga sobre el rendimiento de un cultivo?, el objeto de estudio es el cultivo. Si en cambio, la pregunta es: ¿cuál es el efecto de la plaga sobre la economía regional?, el objeto de estudio es la región como un todo. En el primer caso, el nivel focal es el cultivo y en el segundo es el conjunto de cultivos interactuando con otros factores naturales y socioeconómicos en la región. Una vez elegido el nivel focal, conviene considerar dos niveles adicionales. El nivel por encima del focal restringe y controla a los niveles inferiores, proveyendo el contexto del nivel focal. El nivel inferior al focal, provee los detalles requeridos para explicar el comportamiento observado en el nivel focal. Un segundo mensaje de la teoría de la jerarquía en relación a los sistemas complejos es que aunque las variables que influyen un proceso pueden cambiar o no con la escala, al cambiar la escala espacial o temporal, muy frecuentemente ocurre un cambio en la importancia relativa de las variables o en la dirección percibida de una relación. Esto es, si a un cierto nivel jerárquico, un incremento del factor X conduce a un incremento de la respuesta Y, a otro nivel dentro del mismo sistema, el incremento de X puede causar una disminución de la misma respuesta Y. Quiere decir que los resultados de los procesos son dependientes de la escala; procesos diferentes pueden percibirse a escalas diferentes y, además, las conclusiones acerca del cambio direccional de la relación causa-respuesta, puede cambiar cualitativamente al incrementar el tiempo de observación. La Teoría de la Jerarquía también sugiere que existirán escalas múltiples del patrón espacial de los paisajes debido a que los procesos actúan a diversas escalas. Un ejemplo bien conocido es el de los bosques nativos, que muestran heterogeneidad a varias escalas. A escala pequeña, la caída de los árboles por muerte natural forma claros que tienen un microclima diferente por la mayor penetración de la luz y, por lo tanto, una estructura vegetal y florística diferente del resto del bosque. A escala media, existen parches en diversos estadios de la sucesión, causados por perturbaciones a escala media (fuegos, avalanchas, etc). A escala grande, los cambios geológicos que afectan la disposición del sustrato y los suelos, generan variaciones en los tipos de bosque en espacios grandes. En los sistemas jerárquicos, todos los componentes están conectados verticalmente, aunque sea de manera laxa. Un nivel jerárquico que no se ajusta a las restricciones y condiciones impuestas por el nivel superior que lo contiene (el suprasistema) es eliminado. Cuando un nuevo sistema se forma a partir de la desestructuración de otro por el proceso de auto-organización, el proceso sería mucho más eficiente si los posibles resultados fueran restringidos a aquellos que tienen mayor probabilidad de éxito. A todos los niveles jerárquicos existen mecanismos que restringen la auto-organización (genes a nivel de células e individuos; tabúes y moral en grupos humanos; requerimientos especiales para

Page 8: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 8 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

algunos procesos fisiológicos en plantas y animales). Estos mecanismos funcionan, a cada nivel jerárquico, como bases de datos de información acerca de estrategias de auto-organización con un record histórico de éxitos que sirve para seleccionar las estructuras más sustentables en un ambiente particular; esto es, los sistemas complejos tienen capacidad de aprendizaje. En el caso de los ecosistemas, la biodiversidad es la base de datos que permite la auto-organización del ecosistema. En síntesis, las propiedades de los sistemas complejos auto-organizados que deben considerarse en las estrategias de manejo del medio ambiente son: 1) No linearidad: el sistema se comporta como un todo, no puede comprenderse

descomponiendo las partes y luego sumando o multiplicando los resultados. 2) Jerarquico: los sistemas complejos están anidados jerárquicamente. Cada

sistema está embebido en otro sistema y a su vez está formado por un conjunto de sistemas. El control ejercido por un holón a un nivel específico siempre involucra un balance de controles internos y externos. Este anidado no puede comprenderse enfocando sólo un nivel jerárquico (holón). La comprensión proviene de perspectivas múltiples de diferentes escalas y tipos.

3) Causalidad interna: el sistema no sigue los preceptos newtonianos, no es un mecanismo, sino una entidad auto-organizada. Se caracteriza por la presencia de bucles de retroalimentación positiva y negativa; autocatálisis, propiedades emergentes y sorpresa (incertidumbre).

4) Existe un intervalo energético dentro del cual puede ocurrir la auto-organización. La tendencia es hacia un óptimo, no hacia un máximo ni un mínimo.

5) El sistema puede y generalmente tiene más de un dominio de atracción; esto es, es multiestable, no existiendo necesariamente un único estado estable preferido en un escenario dado. El estado presente del sistema es una función de los accidentes históricos tanto o más que de otros factores.

6) Comportamiento catastrófico: es la norma. con: a) bifurcaciones (momentos de comportamiento impredecible); b) virajes (discontinuidades repentinas, cambios rápidos); y c) ciclos.

Según Holling (1992), el sistema ambiental, al igual que todo organismo atraviesa un ciclo de nacimiento-crecimiento y muerte. Propone un ciclo dinámico de 4 funciones que conducen a 4 fases (Fig. 2) propias de todo sistema complejo: 1) Fase r en que predomina la explotación de recursos; comienzan los procesos de crecimiento lento a partir de la incorporación de materia, energía e información. Los factores externos tienen gran influencia en los procesos. El capital (biomasa) acumulado es pequeño y como la organización es poca, el grado de conexión entre elementos es pobre. 2) Fase de conservación (K), en la cual predominan el crecimiento rápido y la acumulación de biomasa (incrementa el capital acumulado) y que conduce hacia un estado de madurez del sistema. En esta fase, que se prolonga en el tiempo, hay procesos fisiológicos, ecológicos y sociales predecibles; y la homeostasis interna controla los impactos del exterior. En la madurez, última etapa de la evolución del sistema, el capital acumulado es grande; los controles internos son más rígidos, más específicos y ajustados; esto es, el grado de conexión es muy alto, por lo cual el sistema se hace más vulnerable a las perturbaciones inesperadas que provienen del exterior (explosión de plagas, incendios, inundaciones, etc.) 3) Fase de desestructuración (Ω), donde los procesos dominantes son la liberación de la energía e

Page 9: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 9 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

información. Ante un cambio exterior, que puede ser desde un evento climático hasta cambio de precio de un producto en el mercado internacional, el sistema se desestructura porque a la madurez ha alcanzado un alto grado de rigidez que le impide amoldarse a la nueva situación del entorno. El grado de conexión todavía es alto, pero el capital acumulado disminuye. 4) Fase de reorganización (α), en la cual el sistema se reacomoda a la nueva situación exterior. El capital acumulado crece, pero hay poco ajuste dado que el sistema no está todavía estructurado. Si el sistema ha perdido resiliencia, no se reorganiza y vira hacia otro dominio de atracción.

Figura 2: Ciclo adaptativo de un sistema complejo

K

CA

PITA

L A

CU

MU

LAD

O

r

El ritmo de los camlento y prolongadode liberación a reolento que éstos presiliencia, o cantidvariable también: respuesta y de la...adaptación. Cada nivel jerárquidel nivel jerárquicoespecialmente parreconocimiento deentrelazados por flun nivel está restri

α

CONEXIÓN (AJUSTE)

bios es variable. El pasaje de crecimient; el pasaje de conservación a liberación esrganización y el de reorganización a creciero más rápido que el de explotación ad de cambio que puede absorber un sistees alta en r y α, cuando el sistema

reacomodo y es baja en K, en que

co cumple su propio ciclo adaptativo, a un y de la escala espacial que ocupa. Un a la aplicación de la teoría a la ges que los ciclos de niveles jerárquicoujos que pueden ir en ambas direcciones: ngida por las condiciones del nivel superio

Ω

o a conservación es rápido, igual que el miento es algo más a conservación. La ma sin colapsar, es tiene capacidad de la rigidez impide

a tasa que depende avance importante, tión ambiental, es s diferentes están la reorganización a r, y un colapso en el

Page 10: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 10 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

nivel inferior puede ser una perturbación inesperada para la fase K del nivel superior; variables pequeñas y rápidas también pueden dominar a las lentas y grandes en el estado de reorganización. Esto indica que no importa con cuánto detalle se estudia y con cuánto cuidado se gestiona el ambiente, el sistema va a fracasar si existe algún impedimento que proviene del nivel superior. También implica que los procesos a un nivel jerárquico inferior pueden influir el funcionamiento del nivel superior. De allí, la importancia de tener en cuenta los flujos de intercambio con el entorno del nivel focal y el funcionamiento de las partes en el nivel inferior al focal. Quizá el avance más contundente a la hora de dictar las normativas y planificar el manejo del medio ambiente, y que surge de la teoría de los sistemas complejos adaptativos aplicada a los sistemas ambientales, es que los observadores (sociedad civil) y analistas deben forzosamente incluirse dentro del sistema, son parte de él. Cada uno observa el problema desde un ángulo diferente, considera ciertos componentes y niveles jerárquicos con la óptica impuesta por su escala de valores y sus intereses. Los resultados de sus observaciones no son necesariamente arbitrarios, pero nadie puede abarcar todo el sistema. Los observadores pueden ser concientes o no de sus limitaciones. Si no son concientes, volvemos al obsoleto modelo de los técnicos expertos; cuando existe conciencia de esto, se aceptan las opiniones de todos los agentes sociales, todo el sistema se enriquece y estamos más cerca de comprender un sistema complejo. Los técnicos y funcionarios tienen una tarea mediadora, y la responsabilidad de comprender que la diversidad de ideas y los conflictos de intereses no son un accidente que puede eliminarse con una ciencia o un método mejor, sino que es una propiedad del sistema complejo. Al aceptar la diversidad como inherente al sistema complejo, se abre el camino para crear superposiciones y encontrar acuerdos. La aceptación de la incertidumbre y de la pluralidad de perspectivas demuestran por qué la política ambiental no puede formularse por la vía idealizada lineal de juntar y aplicar conocimientos. La elaboración de políticas es otro subsistema en el sistema complejo total. La respuesta viene del interior, con la sociedad civil como parte de los subsistemas social y de crítica. Los funcionarios suelen alarmarse y entrar en un estado de parálisis cuando surgen los conflictos entre los diversos grupos de agentes sociales. Muchos problemas ambientales no tienen una respuesta científica definitiva, debido al alto nivel de incertidumbre, por lo cual las inferencias son condicionadas por los intereses y valores de los participantes. Aún en casos en que las incertidumbres son acotadas, si las conclusiones científicas atentan contra valores de la sociedad civil, ésta adopta una política defensiva que tratará de refutar cada uno de los argumentos científicos. Esta táctica es legítima y sólo es criticable cuando se aplica de manera oculta, como lo hace un técnico que se presenta como un juez imparcial cuando en realidad tiene un interés personal en el tema. Hoy en día existen técnicas tanto en la rama de las ciencias sociales como en la matemática (por ej.: el análisis multivariado; la teoría de los conjuntos confusos), que facilitan la mediación en las discusiones, la evaluación de los criterios de valoración de alternativas de manejo y el análisis de datos cargados de incertidumbre, ambiguos, confusos e incompletos, típicos de los provistos por

Page 11: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 11 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

los subsistemas reflexivos, para encontrar soluciones de compromiso con la participación de los interesados. Además, todo enfoque participativo y multivariado resulta operativamente útil, porque es una herramienta para la discusión. Si bien ninguna herramienta formal puede solucionar los conflictos, puede ayudar a profundizar en la naturaleza de los mismos, mejorando la comprensión del proceso de negociación, y a llegar a compromisos incrementando la transparencia del proceso de evaluación. Puede usarse como herramienta de aprendizaje, ayudando a los participantes a asumir sus preferencias y posturas y a tomar conciencia de las ajenas. Sólo así se logra una política robusta, que es aceptada y respetada porque ha sido elaborada con consenso de todas las partes, donde cada uno ha tenido que ceder en algo pero nadie queda excluido. Conclusiones Estamos en una etapa histórica de cambios profundos a todos los niveles y sectores. Los cambios no son nuevo, se vienen sintiendo desde la década del 60. Lo novedoso es que cada vez se suceden con mayor rapidez y, lo que es más importante, ha incrementado notablemente en los últimos años la percepción de los problemas y cada vez más gente hace conciencia de la necesidad de participar. Es un momento histórico que brinda múltiples oportunidades que se podrán aprovechar o no, dependiendo del grado de compromiso de aquellos que todavía tenemos capacidad de influir. La ecología puede decir cuáles son las probables respuestas de un ecosistema a los cambios del medio, pero no puede decir cuáles son útiles para la sociedad y cuáles no lo son, a priori. La evaluación de la aceptabilidad ecológica de una actividad humana depende de un juicio de valor acerca de si los cambios del ecosistema afectado son aceptables o no por la sociedad involucrada. Este abordaje del manejo del ambiente parece sin fundamento científico y por eso no es aceptado por la élite cientificista. Pero, si usamos un enfoque ecológico para el manejo de los ecosistemas, que es lo que debemos hacer si queremos un mundo sustentable, debemos cambiar la forma en que nos gobernamos, debemos cambiar el proceso de toma de decisiones y el funcionamiento de las instituciones. Este es el verdadero desafío que surge del enfoque de los sistemas complejos. El Estado tiene un campo abierto para influir como motor de la interacción entre los subsistemas social y científico, generando los ámbitos para el intercambio y la democratización del conocimiento. La política ambiental robusta no sale de la elaboración por los expertos, sino que debe respetar los derechos del conjunto de ciudadanos. En el proceso, cada parte toma conciencia de sus intereses, de los de las demás partes y del problema común; se aclara la percepción del problema. El resultado es una decisión legítima y altamente resiliente; ninguna solución, por más bases científicas que tenga, puede alcanzar esta robustez (Functowicz y otros, 1999). Finalmente, haciéndonos eco de la teoría de los sistemas complejos auto-organizados, queda la esperanza de que la proliferación de proyectos de desarrollo ecológicamente sustentables elaborados y ejecutados

Page 12: estado-y-medio-ambiente

Silvia Diana Matteucci 12 de 12 GEPAMA-CEA-UBA

participativamente a nivel local pueda influir en los niveles jerárquicos superiores haciendo colapsar el sistema burocrático rígido institucionalizado. En esto, los técnicos y profesionales comprometidos que forman parte de los niveles municipales tienen un fértil campo para la acción. Es desde abajo que el Estado podrá asumir un rol protagónico de liderazgo político que le devuelva a la sociedad argentina la fe en el futuro. Y es alrededor de la solución de un problema concreto que la sociedad podrá liberarse del conformismo que la invade. Y es participando en ese nivel como los científicos podemos colaborar para que nuestra Universidad en crisis como institución abandone los vicios de la improvisación y el clientelismo y salga del aislamiento que se traduce en su actitud excluyente frente a la sociedad. Bibliografía citada Egler, F.E. 1970. The way of science: a philosophy el ecology for the layman. Hafner, New York. Functowics, S.O.; J. Martínez-Alier; G. Munda y J.R. Ravetz. 1999. The information tools for environmental policy under conditions of complexity. Environmental Issues Series Nº9. European Environmental Agency, Copenhagen. Holling, C.S. 1992. Cross-scale morphology, geometry, and dynamics of ecosystems. Ecological Monographs 62(4): 447-502 Kay, J. y E. Schneider. 1994. Embracing complexity: the challenge of the ecosystem approach. Alternatives 20(3): 32-38. Köstler, A. 1969. Beyond atomism and holism - the concept of the holon. En: A. Köstler y J.R. Smithies (eds.) Beyond reductionism: new perspectives in the life sciences. Hutchinson, Londres. Pp. 192-216.