Hora Clave (el tiempo y el espacio de la política contemporánea) - César A. Seveso

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    HORA CLAVE(el tiempo y el espacio de la politicacontemporenee)

    p o r Cesar A. Seveso*

    E J tiempo de los g ra nd es o ra do re s, de lo s reroncos copaces de m ovilizar las posiones populares,ho posado. Las palabras no bastan, necesitan el soporte de la s imagenes y de la cargo dedinam ism o que apona el acontecimiento.

    1 poder en escenasGeorges Balandier

    - iQ ue es ser una m aquina? - pregunto e l doc to r Arana.- Nada -dijo ella-. Una maquina no es; una maquina funciona.

    - M uy ingenioso -contesto A rano.La ciudad ausenteRicardo PigJia

    Quisiera pensar la constitucion de un nuevo espacio publico (que vieneoperando a partir de 1960; pero que segun creo, toma desde principios de los'80 una relevancia -constanternente proporcional a sus efectos- inimaginadacomo ambito y elemento fundamental de la politica).

    La hipotesis de mi trabajo sera que este nueva espacio publico (que esel de los mass media) aparece, entre otras casas, como inacabable reemplazocle esas euf6ricas Plazas de Mayo que cada vez cuestan mas esfuerzo convocar,ya sea par una creciente fragmentaci6n social, poruna crisis de representatividada par una abundante represion policial.

    Me animaria a decir que en la mayoria de nuestros imaginaries sobrela Revolucion de Mayo quedo grabado una especie de "version Billiken" en

    Alumno del cicio superior, orientaci6n Analisis Politico, de la Facultad de CienciaPolitica Y RR.II. de Ia Universidad Nacional de Rosario. Ayudante alumno de laasignatura Espac io ySociedad correspondiente al tercer afio de la carrera de CienciaPolitica y RR.Il.

    POSTD4t42, Nov/96 Cpags.295-300)

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    la que no pueden faltar ni La Ilovizna gris, ni la plaza repleta, ni los balconesdel Cabildo atestados por riuestros "prohornbres" de la politica, pero vamos,esto tal vez pueda servir como fun cion de matinee, pero no creamos a estaaltura que todo fue tal cual, sino que creeria mucho mas pertinente, almomento de hablar de una efectiva (pero restringida) participacion politicarecien a partir de fines del siglo XIX en las esferas urbanas y gracias al accionarde la u.c.R. , eI Partido Socialista, el anarquismo, la prensa escrita, la actividadasociativa, y mas aun a partir de 1912 con la sancion de la Ley Saenz Pefia. Esrecien a partir de estos arios en donde se cornienza a experimental' 1 0 que sesuele denominar fapolitica en tanto ritual, esto es, "poner el cliscurso en unbaleen" construyendo un imaginario puente comun 0 com partido con unpueblo que, segun dicen, quiere saber ele que se trara. A partir de aqui, todanuestra historia politica estara jalonada por estos actos 'de cornunicacionmasiva, mementos en los cuales la participacion popular llega a uno de susestadios de gloria: es el memento en el cual caela uno de nosotros se sienteinterpelado directamente par la oratoria politica,

    As! tenclremos, como puntos algidos, calientes, los mitines radicales ylas marchas de protesta de las decadas del '20 y del '30 hasta llegar a las famosasplazas peronistas y los actos sindicales que marcaron gran parte de los afiosque van desde 1940 hasta casi la actualidad, pasando por "esas cuadras degenre" de los '60 y los 70 de las que gusta hablar Nicolas Casullo y culminandocon Ia dolorosa plaza belica del '82 0can una no tan feliz Pascua del gobiernoradical,

    - No quisiera despercliciar Ia ocasion para plantear el siguiente interrogante:iser receptor del dis curs a es directamente equivalente a "participaci6npolitica"? Tal vez SI, pew en todo caso tendrernos que hablar de grad os departicipacion, yen esta suerte de jerarquizacion, conceptos tales como el deciudadania y educacion no podran dejar de estar presentes.

    Paulatinarnente, y tratando de hacer menos dolorosa Ia defunci6n deestas plazas, fue ganandose un lugar dentro de la estrategia politica lautilizaci6n de Ia television como medio para tratar de subsanar estas ausencias,Quisiera abrir un parentesis para resaltar dos casas: la primera es que, tal vez,en una fase inicial clieha estrategia politica podia pensarse como autonomizadadel imperio de la pantalla, alga que en la actualidad es bastante dudoso, 0quemejor dicho, se da un doble transite de los medics en busca de los politicosy de estes para con aquellos, 10 cual nos introduce en nuestra segunda.cuestion, que es la de la transformaci6n de ese media que era la television en

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    un fin en SI mismo: 10 importante es estar, es ser visto, es acariciar elrating As! podemos encontrar desde intendentes con aptitudes actorales 0gastron6micas hasta un presidente cantor de tangos. Cieno el parentesis,

    Un ejemplo que podriamos tomar de la historia reciente para abordarel rapido crecimiento de la imagen mediatizada es el "case Peron", el del exilio,que desde Espana no cesaba de grabar entrevistas y filmar cortometrajes enblanco y negro, como forma de mantener el contacto con una parte de laArgentina que [0 esperaba ver bajar del mitico avi6n, que imaginaria ymassmediaticarnente sobrevolo el pais por mas de quince afios, desde [aLibertadora hasta Ezeiza. Diria entonces que, tal vez, el Peron de los '70 hayasido uno de los primeros politicos en saber explotar la imagen como sustitutode la presencia, la apariencia en reemplazo del contacto directo.

    A partir del inicio de la dernocracia (no solo politica, sino tarnbien deimageries), en 1983 y hasta la actualidad, la television ha ido ganando un lugar,cada vez mas confortable, en el que ningun politico quiere (0 puede) dejar deestar, Desentrafiar las causas por las cuales los politicos descubren este nuevoespacio publico es algo que no me he propuesto para el presente trabajo, ya quehe oprado por el aborda]e de algunas de sus consecuencias: no obstantepodriamos mencionar (un tanto irresponsablernente) dos 0 tres: una podria serel retraimiento del hombre comun hacia la esfera de la vida privada, otra es laperdida de credibilidad y convocatoria de gran parte de Ia clase politicaargentina y, par ultimo, no debe olvidarse la posibilidad que la television brindaal poner en contacto casi directo (digo casi en el sentido de que estamediatizado) al politico con una basta teleaudiencia que suele superar el millonde personas, asi "el foso que separaba tradicionalmente ados mundos, losdominantes y los dominados de la informacion, dos culturas, erudita y popular,tiende a desaparecer 0,mejor dicho, una jerarquia mas estable se imp one en el

    ")nterior del rnundo de la informacion, en el universe de los medici ' 1Democratizacion del acontecirniento, este se torna accesible a todos, basta canestar "conectado" para ser testigo. Pero de esta democracia ~particjpan todos dela m..ismarnanera? Cree que no, afirrnaria que hay ciertos obstaculos par pensar:entre elIos valga la pena destacar la desigualdad del acceso (llamesmole laposibilidad de lectura del acontecimiento: no estan en un mismo plano eldesempleado con instmcci6n primaria y el egresado de postgrado universitario,

    PIERRE, NORA, "La vuelta del acontecimtento", en Hacer fa bistoria, Barcelona,Editorial Laia, 1978, pag, 230.

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    aunque rnuchas veces esto ultimo no sea ninguna garantia); por otra parteram bien se podria serialar el abismo entre aquel que solo ve los canales abiertoscon el que diariamente transita por el ciberespacio, no obstante esto tampocosuele ccnstituirse en algun aval, y no poclemos dejar de resaltar la propia"digitaci6n" que los medios realizan de los acontecirnientos e imagenes a emitir.En definitiva, creo que sin lugar a dudas se puede reconocer un proceso quepodria ser denorninado como la "democratizacion y universalizacion de losacontecimientos", pero sin olvidar que las formas de participar de este procesoreconocen grad os, escalas y jerarquias tanto de calidad como de cantidad.

    Como anteriorrnente sefialaba, desde 1983 hasta la actualidad, laposibilidad de pasar por algun programa politico se ha ido convirtiendo cadavez mas en una necesidad, "10 que esta en cuesti6n es c6mo 10 mediatico haacabado par suplantar 10 politico: hasta no hace mucho, el poder ocupaba sindiscreci6n el espacio televisivo; en Ia actualidad es este el que invade losdominios del poder. El abuso ha cambiado de bando, son los politicos quienesse pliegan a las exigencias de la comunidad audiovisual, quienes dependen delos nuevos poderosos -periodistas, estrellas y comunicadores- que han nacidode ella; la relaci6n entre el representante y sus electores se produce asi demanera inclirecta a desviada, 1 0 que le !leva a proclamar peri6dicamente suvoluntad de mostrarse 'en carne y hueso' y conocer de manera directa los'verdaderos problemas' de la genre. Pero la necesidad de aparentar, de existirante todo por la imagen, acaba imponiendose. Se hace precise someterse a lascondiciones que la satisfagan, consentir ante una logica de la oferta que dependede los estudios de mercado electoral y cuyas cuotas vienen determinadas porlos sondeos y los Indices de audiencia. Hay que acomodarse a los imperativesque imponen los profesionales de la comunicaci6n: dar con ellenguaje eficaz,a costa del sacrificio de las ideas; clecir seduciendo, mas que asumir el riesgoque implican las verdades impopulares, poner en juego las pasiones y lasdina.mi~as de las emociones, dirigiendolas provechosamente, y, sobre todo,hacer pasar la puesta en perspectiva de las condiciones y de las propuestas aun segundo termino, ante una puesta en escena que convierte toda intervencionen un miniespectaculo" 2. Me he permitido esta larga cita porque creo que dentrode ella se eng laban la casi totalidad de los problemas que actualmente estamosanalizando, y porque adernas intentare tomar algunos de nuestros personajesteluricos para ejemplificar 10 que se ha venido senalando.

    BALA.NDIER, GEORGES, El poder en escenas. De fa representacion del poder al poderde fa representacion, Barcelona, Editorial Paidos, 1993, pig. 172.

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    Vamos a hablar sobre las seguridades, sobre esas escasas horas decerteza en las que el televidente se puede encontrar con la politica.Preferentemente, todo se tiene que desarrollar de acuerdo a un plande terminado: todo se calcula, nada debe de escapar a este big brother de laacademia mas formal. Primero, por supuesro, vienen los comerciales dentrodel programa (ventas interminables de productos a escala empresa transnacional.que convierten a Sofovich en un bebe de pecho), Luego, el buen doctorCJeckill a Mr. Hide?) a Ia manera de un prolijo presentador nos va introducien-do en "el show".

    La "hora clave" en realidad son dos (y a veces hasta dos y media, parmas que le pes cue al "clon menemista" de Portal), alrededor de 120 minutesen los cuales deben desplegarse los mas variados temas del uariete nacional,aunque claro, preferenternente el papel prindpal tiene que ser llevado a cabopar una troup del colectivo politico nacional que, jueves tras jueves,infatigablemente procesiona hasta "el agora de Don Mariano".

    "Los temas son mucbos", a veces nos confiesa el conductor dejandoescapar su mirada de hipnotizador (que primordialrnente emplea al final de cadabloque y , sobre todo cuando 10 dejan pagando "los muchachos del control"),Pew no as asusteis, que aqui todo tiene su espado, todo esta cronometrado, lamayoria de los temas se nos presentan como si anteriormente hubieran sidopasados par el estrecho agujero de un reloj de arena, por ejernplo: "..fulano detaI noscuenta sabre la bistoria de la citntizacion occidental en2')139", menganonos tra ta ra d e e xp lic ar sus r efo rmas e conomicas en3 ')I 10" , 0zu ta no a na liza ralos errores de /( 7 politica educatiua del actual gobierno en 4' Y 13 ", Pero comonunca hay que descartar la existencia de "algun televidente Ierdo e incapaz" deasociar tal poder de reduccion, jamas faltara un colega del doctor queesclarecedoramente 110S resumira el resumen anterior, tratando siempre de serlaro, no reiterative y (si puede) briliante, Este es el espacio que generalmentetienen reservados los profesionales de las ciencias sociales que, desde laizquierda, la derecha 0 el centro, se empecinan en transcribir 10 indescifrableen acotados rninutos (como no podria ser de otra manera).

    Y asi pasan los minutos, tan indefectiblemente como indefectiblementelos ultimos invitados tratan de aparecer en la pantalla (hasta seria posiblepensar que aquellos "convidados" que ya tuvieron sus minutos de gloria y queluego aparecen reclinados en un sill on detras del que esta hablando en esememento, son unos escasos Iavorecidos por un plustiempo dadivosamenteotorgado por Don Mariano).

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    Par ultimo, lJega el final del programa, ese espacio de "reflexion" queel mismo conductor -neurosis aparte, como diria Ramos Mejia- se reservapara 51 mismo (" ...aca el conductor sOJ' .Vo", llego a exclamar una vez demanera cortante, pendulando entre un oscuro rey de Francia y su pasadogolpista), decia entonces que, el conductor-profesor imperiosamente nece-sita de unos segundos (" ...que son para mi", suele recordarle a algunparlanchin -generalmente suele ser algun politico que en epoca de eleccio-nes trata de reflotar una desfavorable imagen 0una mala encuesta- que osainvadir el "Tiernpo clave"), esos segundos tan caracteristicos, que no por sertan escasos devienen vacios, sino que generalmente resultan estar cargadosde una empalagosa demagogia arnasada con la sabiduria de monje tibetano,un innegable espiritu sarmientino y apenitas condimentados con fugacesllamados a la reflexi6n destinados ala clase gobernante, 0por que no a todala teleaudiencia.

    Ahora bien, para if "dando las ultimas pitadas", quisiera decir que miproblema no es Mariano, porque se sobreentiende que aqui no es una cuesti6nde nombres y as! como casi intuitivamente dije Mariano podria haber dichoBernardo 0 Daniel 0 Mauricio 0 Jorge; y aun mas, si nos varnos hasta Lasoctedad del espectaculo de Guy Debord nos darernos cuenta que laproblematica gira mucho mas alla que un mero cambio de conductores yanunciantes, salvo que creamos (espero que no sea asi) que esta definitiva-mente suturado el trans plante en el que lomediatico baacabado par suplantara topolitico para decirlo con las palabras de Balandier, 0 hasta podriarnos

    ~venturarnos y afirmar que esta es la nueva y futura forma de hacer politica,;.Y por que no plantear una retiracla mas iva de los medios de

    comunicaci6n? Una retirada no solo de la clase politica sino de todo unconjunto de acadernicos que aparenternente intentando escapar a loserosiomltlos pis os de nuestras Casas de Altos Estudios tratan de hacerse "unranchito aparte" en un canal de television; pero tengarnos cuidado que elterrenito no siempre esta a bajo precio sino que previarnente se tiene quepagar un derecho de piso en m6dicas cuotas de opinion: opinar sobreMaradona 0sobre Madonna 0sobre tantos otros temas que no hacen mas quecoronar la vulgaridad/banalidad reinante en cada pantalla de television.

    Pero, este exodo voluntario, ostracismo POl' eleccion: ies posible,alguien 10 desea?

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