AMF Febrero 2012 1

Esta revisión repasa los artículos más importantes que se han publicado en 2011 en relación con las infecciones del tracto respiratorio.

Se ha publicado recientemente un ensayo clínico original en el catarro común con equinácea. El resultado principal del estu-dio fue que su beneficio en el resfriado común era marginal y no fue estadísticamente significativo. A los pacientes se les preguntaba si creían en el beneficio de este remedio natural y aquellos que mostraban más fe en su beneficio se curaron an-tes cuando fueron asignados al principio activo.

Recientemente, se ha publicado una revisión sobre el bene- ficio de prescribir hidroterapia en las infecciones del tracto respiratorio. A pesar de ser ampliamente recomendado, los autores no hallaron ningún ensayo clínico1. Como en algunos estudios no experimentales se ha descrito que el aporte hídri-co podría ser más perjudicial que beneficioso, lo mejor, hasta que no se publiquen nuevos estudios, es abstenerse de hacer esta recomendación.

En una revisión de sinusitis aguda, llevada a cabo en población menor de 18 años, se observó que el éxito clínico a las 2 sema-nas fue similar en el grupo tratado con antibióticos y en el grupo placebo, así como también lo fue el número de recu-rrencias y complicaciones2. En otra revisión se observó que los corticoides sistémicos consiguieron una reducción del 20% del tiempo en la resolución sintomática. En la sinusitis crónica se evaluó el efecto de la antibioticoterapia oral y nebulizada comparado con placebo, sin observarse beneficio alguno. En otra revisión, los corticoides tópicos resultaron ser más efica-ces en reducir los síntomas rinosinusales en pacientes con si-nusitis crónica sin pólipos nasales.

Se han publicado distintos trabajos efectuados en España con técnicas antigénicas rápidas y que demuestran que su uso se asocia a una reducción de la prescripción antibiótica. En un en-sayo clínico efectuado en Cataluña se observó que los médicos que las utilizaron prescribieron un 20% menos de antibióticos y en el estudio HappyAudit, efectuado en 11 comunidades es-pañolas, se observó que aquellos que utilizaron técnicas anti-génicas rápidas prescribieron cuatro veces menos antibióticos que un grupo control de médicos, sin utilización de técnicas.

En una revisión sistemática sobre la efectividad de la vacuna antigripal, los autores identificaron 17 ensayos clínicos que evaluaran la efectividad de la vacuna durante la estación inver-nal con el número de casos de gripe confirmada virológica-mente. Aunque el resultado fue positivo, es importante seña-lar que ninguno de estos ensayos evaluó su efectividad en mayores de 65 años3. Sin embargo, en la última revisión de la Cochrane Library sí que se incluyeron estudios en ancianos. Como comenta Puig en un editorial reciente en AMF, hay que recomendar la vacunación antigripal.

En un estudio, donde se relacionaban los niveles de proteína C reactiva con el estudio radiológico en infecciones del tracto respiratorio inferior, los investigadores observaron que cuan-do esta era inferior a 10 mg/l, o bien, oscilaba entre 10 y 50 mg/l y el paciente no presentaba ni disnea ni temperatura elevada, la probabilidad de que el paciente tuviera neumonía era nula.

En un estudio efectuado en pacientes con enfermedad pulmo-nar obstructiva crónica (EPOC) moderada-grave, en que se comparó la efectividad de azitromicina en dosis baja tomada durante un año seguido frente a placebo, aquellos pacientes tratados con antibiótico presentaron significativamente me-nos exacerbaciones y estas se presentaron casi cien días más tarde comparado con placebo4. Sin embargo, se trataba de pa-cientes muy seleccionados, con oxigenoterapia, corticoterapia oral, hospitalizados en el año previo o que habían acudido al servicio de urgencias por una exacerbación. La pregunta es si vale la pena tratar profilácticamente a los pacientes con EPOC con antibióticos sabiendo que esto va a generar un problema de salud pública. La publicación de nuevos estudios despejará esta duda, pero, de momento, no debemos considerar la utili-zación profiláctica de antibióticos.

La publicación de todos estos estudios no debe modificar nin-gún punto de la actualización publicada en marzo de 2011 en esta revista5. Nuestro papel en el fomento de un uso respon-sable y razonado de los antibióticos es fundamental para ayu-dar a disminuir los porcentajes de resistencia actuales. Por último, convoco a todos los lectores a seguir el decálogo para un uso racional de antibióticos que recientemente ha colga- do en su página web el GdT de Enfermedades Infecciosas de semFYC: http://www.elsevier.es/sites/default/files/elsevier/pdf/28/28v28nSupl.4a90002254pdf001.pdf

Bibliografía

1. Guppy MP, Mickan SM, Del Mar CB, Thorning S, Rack A. Advising patients to increase fluid intake for treating acute respiratory infec-tions. Cochrane Database Syst Rev. 2011;(2):CD004419.

2. Guarch Ibáñez B, Buñuel Álvarez JC, López Bermejo A, Mayol Canals L. El papel de la antibioterapia en la sinusitis aguda: revisión siste-mática y metaanálisis. An Pediatr (Barc). 2011;74:154-60.

3. Osterholm MT, Kelley NS, Sommer A, Belongia EA. Efficacy and effectiveness of influenza vaccines: a systematic review and meta-analysis. Lancet Infect Dis. 2012;12:36–44.

4. Albert RK, Connett J, Bailey WC, Casaburi R, Cooper JA Jr, Cri- ner GJ, et al; COPD Clinical Research Network. Azithromycin for prevention of exacerbations of COPD. N Engl J Med. 2011;365: 689-98.

5. Llor C, Moragas A, Hernández S. Infecciones del tracto respiratorio inferior. AMF. 2011;7:124-35.

Infecciones del tracto respiratorioCarles Llor VilàEspecialista en Medicina Familiar y Comunitaria. CS Jaume I. Tarragona. Universidad Rovira i Virgili.

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